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La Religión Crística a la luz de las enseñanzas originales de Jesús El Cristo (Parte II) (página 2)


Partes: 1, 2

. MATERIALISMO IDEOLÓGICO Y RELIGIÓN

Los principales exponentes del socialismo fueron Marx, Lenin y Bakunin. Veamos, en un primer momento, lo que ellos tienen a decir sobre religión.

  • Marx: "La religión es el alma de un mundo sin alma, es el espíritu de una época sin espíritu. Es el opio del pueblo"

  • Lenin: "Cualquier fe religiosa, cualquier idea de Dios e incluso cualquier inclinación a la idea de Dios constituyen una inexplicable bajeza (!)"…"La religión es el vodka espiritual donde los esclavos del capitalismo ahogan toda forma humana"…"El marxismo es implacablemente hostil a la religión".

Según Bordiga (8), Engels en 1886 en "Ludwig Feuerbach" rechaza totalmente las "verdades eternas" sobre los que se ha fundado el cristianismo y agrega: "El marxismo y la religión o el marxismo y el cristianismo son irreconciliables"(*).

Más adelante, Bordiga (3) nos recuerda que Engels ha dicho (+1880) que el cristianismo hoy es incapaz de servir de ropaje ideológico de una clase revolucionaria. Pero "hace 2000 años sirvió perfectamente a los esclavos rebeldes y determinó un desarrollo histórico futuro de la sociedad, sin el cual no existiría la posibilidad de lucha y de doctrina que nos son propias"(**).

En el enfoque marxista – leninista oficial, no se lleva en cuenta toda la carga de justicia social que las enseñanzas del Maestro contienen, 18 siglos antes que Marx y Engels publicasen su famoso "Manifiesto Comunista" (1848). Se trata de una típica visión cartesiana, en contraposición al enfoque moderno, propio de la visión holística. (Ver Bonilla, 1)

Por su lado, Bakunin (9), el mayor ideólogo de la rama"libertaria" del socialismo, dice: "Los hechos están antes que las ideas. Toda la historia intelectual, moral, política y social de la Humanidad es un reflejo de su historia económica". O sea traduciendo simplificadamente: el estómago es el principal motor del progreso humano. Cuando él ruge, nuestra inteligencia crea ideas para satisfacerlo, de la forma que sea.

Aquel autor (Bakunin,9) agrega: "Todas las religiones, con sus dioses, sus semidioses, sus Mesías y sus santos, han sido creadas por la fantasía crédula de los hombres, no llegados aún al pleno desarrollo y a la plena posesión de sus facultades intelectuales "…"El cristianismo es, precisamente, la religión por excelencia, porque expone y manifiesta en su plenitud, la naturaleza, la propia esencia de todo sistema religioso, que es el empobrecimiento, el sometimiento, el aniquilamiento de la humanidad en beneficio de la divinidad. Siendo Dios todo, el mundo real y el hombre no son nada"…. "Siendo Dios todo, el hombre y el mundo real son nada"

A pesar de que el socialismo "libertario" pregona especialmente la libertad humana, el ideólogo Bakunin persistiendo en su visión cartesiana del hombre, la sociedad, la Naturaleza y el Universo, atribuye – dogmáticamente – a la mente racional el pináculo de nuestra evolución. En la espiritualidad auténtica (o Religión Cósmica) no puede existir aquel "empobrecimiento, sometimiento y aniquilamiento del hombre" (***) en favor del Creador.

La falta de una visión holística, que sólo pudo tener el enfoque científico a partir de la Física Cuántica (1930), impulsó Bakunin a ver en blanco y negro (Dios=real; hombre=nada) y le impidió ver una imagen colorida y dinámica, donde el Ser Supremo es trascendente sí, pero también inmanente. O sea, Él puede ser percibido tanto fuera como dentro de nosotros. Somos Él cuando alcanzamos niveles de conciencia muy elevados; cuando estamos en nivel básico, Él se presenta como un misterio indescifrable para la mente racional. Por lo tanto, el Creador es Todo sí, y cada hombre una parte del Todo (nunca un nada), que cuando más desarrolle su nivel de conciencia más comprenderá ese Todo.

Otro autor libertario (Read, 10) que vivió entre 1893 y 1968, o sea bastantes años después de Bakunin, que murió en 1876, consiguió tener nuevas percepciones a partir de nuevos conocimientos, inclusive científicos que éste no disponía y hace afirmaciones que contrastan notablemente con él. "Lo que niego es que se pueda construir una sociedad duradera sin un carácter místico" … "El principal defecto de todo materialismo surgido hasta hoy es que el sujeto, realidad o sensibilidad son concebidos apenas como objetos(*) y no como actividad humana sensible y práctica, o sea, no como subjetividad".

Agrega Read (10): "Se volvió claro después de más de veinte años de socialismo en Rusia(**) que si no ofrecemos a la sociedad una religión nueva, ella acabará volviendo para la vieja. El comunismo, naturalmente tiene sus aspectos religiosos y fuera de la deificación de Lenin (mausoleo, efigies, leyendas), así como de la readmisión gradual de la Iglesia Ortodoxa, es una tentativa deliberada de crear una válvula de escape para las emociones religiosas".

Read (10) finaliza: "¿Y qué tiene que ver todo esto con anarquismo(***)? Apenas esto: el socialismo marxista utilizó subterfugios tan pobres en la procura de sustitutos para la religión, que en contraste con el anarquismo, que tiene una corriente mística, es por sí mismo una religión. Es posible concebir el desarrollo de una nueva religión a partir del anarquismo

Finalmente, unas palabras de Dumois (11): "La mística nos hace pensar en términos no materialistas. Nos hace volar, para poder mirar desde lejos la ruta. La formación del Hombre Nuevo parece tomar formas místicas. El aporte místico cubano al mundo contemporáneo podrá ser reconocido, tal vez sólo décadas adelante. El Ché ha regresado a Cuba, pues la mística se alimenta también de sus deidades. Recuérdese que fue la mística la que hizo posible que hombres como el Ché se inmolaran en plena juventud, en tierras foráneas".

Y a todo esto, ¿Cuál era la posición de la Iglesia frente al socialismo emergente? Veamos apenas algunos textos papales:

* Pío IX: "Los principales autores de esta tan abominable intriga no se proponen otra cosa que impulsar a los pueblos… al trastorno absoluto de todo orden humano de las cosas, y a entregarlos a los criminales sistemas del nuevo Socialismo y Comunismo". (1849).

* León XIII: "Secta destructiva de la sociedad civil"… ""Secta pestífera",… "Secta abominable", "Planta siniestra"; "Mortal pestilencia" ("que serpentea por las más íntimas entrañas de la sociedad humana y la conduce al peligro extremo de ruina" (1878); "Comunismo, Socialismo y Nihilismo son horrendos males y casi la muerte de la sociedad civil" ( 1881); "Los socialistas y otras turbas de sediciosos, porfiadamente maquinan por conmover las naciones hasta sus cimientos" (1888); "Es de nuestro deber, advertir públicamente a los católicos sobre el grave error que se oculta bajo las teorías del socialismo y del gran peligro que de ahí resulta, no sólo para los bienes exteriores de la vida (o sea, la propiedad privada), sino también para la integridad de las costumbres y para la Religión" ( 1901).

Finalmente, en el Concilio Vaticano II, "Gaudium et Spes" (1965) se completa: "Socialismo religioso o socialismo cristiano, son términos contradictorios; nadie puede ser, al mismo tiempo ser buen católico y socialista verdadero".

Las expresiones anteriores, especialmente de Pío IX y León XIII, que fueron Papas durante el período 1846-1903, muestran que las diatribas que Marx, Bakunin o Engels hacían contra la religión, eran hasta ampliadas por los representantes de ésta con tonos más violentos aún. O sea, ambas partes se tiraban "flores"

Es en este marco referencial que debe ser comprendida la "excomulgación" mutua que en la segunda mitad del siglo XIX ocurrió entre socialismo (tanto autoritario como libertario) y religión (especialmente la Iglesia Católica).

Sin embargo, cien años después, ya en el siglo XXI parece de la mayor importancia reanalizar esta problemática, buscando responder a la pregunta: ¿Esta incompatibilidad no podría ser eliminada si los conceptos de socialismo y religión fueran transmutados para socialismo holístico (ver Bonilla, 6) y espiritualidad auténtica o Religiosidad Cósmica? (Ver Bonilla, 1)

  • Como fue explicado anteriormente, las corrientes del materialismo ideológico (tanto la autoritaria como la libertaria), especialmente en su época inicial (segunda parte del Siglo XIX) eran radicalmente contrarias a las religiones. La que prevalecía en Europa(*) era la Iglesia Católica, que por su vez también se posicionaba radicalmente contra el socialismo, especialmente a través de las Encíclicas de los Papas mencionados anteriormente, Pio IX y León XIII, que comandaron el Vaticano durante más de 50 años (1846-1903). Del lado ideológico, una frase de Marx es terminante: "La religión es el opio de los pueblos".

Ahora vamos a resumir los principales acontecimientos relativos a la transformación del cristianismo primitivo en una poderosa institución que no sólo pretendía imponer su religión y sí que había comprendido que para eso precisaba el poder y no vaciló en usarlo de una forma tal que recientemente el Papa Juan Pablo II acabó pidiendo perdón a la Humanidad por las atrocidades cometidas.

La historia del cristianismo nació con Jesús el Cristo, crucificado en el año 33 y según dicen, resucitó tres días después (Otros autores dicen que él realmente no murió en la cruz y que fue sacado vivo de ella, pero esa discrepancia no afectará nuestro análisis). De cualquier manera, su nombre como persona viva, no aparece en los registros conocidos después de ese año 33.

En los años siguientes, sus seguidores comenzaron a pregonar en las sinagogas, identificando Jesús con el Mesías tan esperado por el pueblo israelita. Está registrado que el término "cristiano" fue usado por primera vez en Antioquia (actual Turquía) en el año 45, cuando ocurre un hecho fundamental: un ciudadano romano, Saulo de Tarso, perseguidor de los cristianos, tiene una visión en la que ve a Jesús el Cristo en todo su esplendor y ese deslumbramiento lo hace convertirse a la nueva fe.

Saulo de Tarso, ahora convertido en Pablo, viajó durante 15 años (45 a 60 D.C) por todo el Mediterráneo, divulgando la existencia del Maestro, siendo su influencia fundamental en lo que tiene que ver con la expansión que el cristianismo tendría en los próximos siglos.

Pablo tuvo la decisiva habilidad de cortar el cordón umbilical entre la religión judaica y el cristianismo, hecho que lo tornó más aceptable para los otros pueblos de la región, especialmente de los romanos. De lo contrario, opinan algunos autores, el cristianismo sería apenas otra de las sectas judaicas.

El trabajo de Pablo, realmente brillante para la expansión cristiana, adoleció – sin embargo – de algunas fallas que luego se repetirían y ampliarían en la medida que los siglos fueron pasando y la religión se iba volviendo cada vez más fuerte e institucionalizada.

En verdad, Pablo reinterpretó, a su modo, las palabras de Cristo, limitando su sentido verdaderamente holístico, proporcionando bases para la creación de una religión específica, que tal vez, sería mejor denominada con el neologismo "pabliana"(*). En efecto, Cristo nos trae un mensaje espiritual muy elevado, el mayor, al cual el ser humano tuvo acceso hasta ahora.

Él está basado en el Amor (modernamente podemos llamarlo de principio integrativo) y no en amenazas, castigos o venganzas divinas; el pecado original (concupiscencia de Adán cuando Eva le ofreció la manzana) no es ni mencionado.

Ya Pablo agregó varios conceptos inexistentes en los mensajes originales, tales como:

  • "Porque el que en el Señor fue llamado, siendo esclavo, liberto es del Señor; así mismo el que fue llamado siendo libre o esclavo, es de Cristo" (I Corintios 7:22). También dice: "Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temblor y temor" (Efesios 6:3). Aquí se expresa claramente una filosofía ampliamente utilizada por la Iglesia, donde la esclavitud y la servidumbre eran apenas experiencias terrenales fácilmente disueltas en las burbujas de la fe. Además Cristo nunca dijo que todos, esclavos o libres, si "llamados", deberían ser sus esclavos. Si lo hubiera dicho no sería un Avatar, un Gran Maestro Espiritual y sí un cruel rey persa (o de otra nacionalidad).

  • Otro asunto crucial es que Pablo coloca el "pecado" como componente principal de la naturaleza humana y de la doctrina cristiana (ver varios versículos de Romanos: 5-7). "Por lo tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre (Adán)"… "al final todos, como somos sus descendientes, heredamos la carga ahora universal del "pecado" y precisamos alguien que nos ayude a librarnos de él" (aquí hay un paso apenas para la implantación de la religión institucionalizada, intermediada por los representantes del "Señor": los sacerdotes).

El "pecado" es básicamente sexual: "Huid de la fornicación(**). Cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo, pero el que fornica, contra su propio cuerpo fornica" (1 Corintios 7:18).

¿Cómo, la propia religión no enseña que lo fundamental es el alma y no el cuerpo? ¿Y "la fornicación" de la mente, del corazón y del alma, presente en las personas crueles, destructivas, codiciosas, mentirosas, calumniadoras etc.? Esta historia del "pecado" sexual(***) va a empobrecer la vida de las personas varios siglos más adelante, produciendo enormes dosis de dolor, conflicto y sufrimiento.

En cambio, Jesús cuando le presentaron una adúltera, que según la ley de Moisés debería ser apedreada (¿Y el adúltero masculino, quedaba libre?), dijo: "El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella" (San Juan 8:7).

  • En lo que tiene que ver con la relación hombre-mujer, Pablo dice:

"Cristo es la cabeza de todo varón y el varón es la cabeza de la mujer" (1 Corintios 11:3). "El varón no precisa cubrir la cabeza, pues él es la imagen y gloria de Dios, ya la mujer la debe cubrir… porque el varón no procede de la mujer, y sí la mujer del varón" (1 Corintios 11:7-8). "Así como la Iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo están a sus maridos, en todo" (Efesios 5-24).

Aquí caben dos comentarios: respecto al primero, no vamos a hacerlo, la palabra la tienen las mujeres. Con relación al segundo: "la Iglesia está sujeta a Cristo" ya comenzó a ser desvirtuado por las interpretaciones de Pablo, lo que acabó llevando, con el pasar de los siglos a las antípodas de las enseñanzas del Maestro, especialmente con la "Santa" Inquisición que mataba los "herejes"(*) ¡en su nombre!

  • Para finalizar, apenas dos versículos: "Conozcamos al que dijo: "Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor". Y otra vez: "El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!" Mi Dios, ¿qué Dios es ese, ávido de venganza y destilando horror? Con total seguridad, esa no fue la visión del Creador que Cristo ofreció a la Humanidad. También está infinitamente lejos del Creador del Universo, según la espiritualidad auténtica, hoy convergente con la Ciencia más avanzada (Ver Einstein, 3).

El otro versículo es: "Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos" (Hebreos 13:17). Fuera de la esclavitud y la servidumbre material en manos de los patrones, las personas deberán someterse a los "dueños" del saber espiritual: los sacerdotes. Con este panorama, no es de extrañar que el ser humano viviese en las tinieblas durante muchos siglos, alumbrado por una luz falsa.

Así, la religión "pabliana" estimuló la servidumbre al poder temporal (los poderosos económicamente), al poder religioso y en el caso de la mujer, debe agregarse servidumbre al marido. Esas son bases colocadas hace casi 2000 años, bien diferentes a las enseñanzas del Maestro; con el agravante que, con el pasar del tiempo, la semilla inapropiada pasó a desarrollar frutos destructivos para el espíritu humano.

El espíritu verdaderamente cristiano sobrevivió en comunidades y grupos dispersos por varias regiones mediterráneas, siendo que en el año 100 alcanzaban a un total de 8000 personas, perseguidas, maltratadas y martirizadas por las fieras en los circos romanos. Surgió así la Iglesia Primitiva, con figuras destacadas como Orígenes, San Jerónimo, San Justino Mártir, San Clemente de Alejandría, San Gregorio y otros.

En el año 301, Armenia es la primera nación en el mundo a adoptar el cristianismo como religión oficial. Las cosas van mejorando para la nueva ideología. En el año 313 los emperadores romanos Constantino I (Occidente) y Licinio (Oriente), en forma conjunta, promulgan el Édito de Milán, por el cual se confiere libertad de culto a los cristianos. Finalmente, en el año 380, el emperador Teodosio es bautizado, declarando el cristianismo como la religión oficial del Imperio Romano; cinco años más tarde, el obispo de Roma pasa a ser denominado Papa.

Pero, los buenos tiempos de Roma se acercan a un final sin gloria: ella es conquistada por los germanos, comandados por Odoacro. La lucha por el testamento del imperio llevó a las diversas tribus bárbaras a luchas sangrientas; en ese contexto, la única institución unificada era la Iglesia. Jefes bárbaros la percibieron como una amenaza, ya otros (más inteligentes o más astutos) prefirieron unirse a ella, como Clovis (rey de los francos, año 500). Recaredo en España (587), Edelberto y Berta en la Gran Bretaña (589) hasta culminar con la coronación del Emperador del Sacro Imperio Romano- Germánico, Carlomagno en el año 800.

La primera gran división en el cristianismo ocurrió en 1054 debido a discrepancias ideológicas y litúrgicas entre la Iglesia de Occidente y la de Oriente. En ese año, el Papa occidental excomulgó al oriental, Miguel Cerulario, que acabó rompiendo con Roma y creó la Iglesia Ortodoxa; la reconciliación entre ambas ocurrió entre Juan Pablo II y el patriarca Atenágoras hace apenas dos décadas.

Al final del siglo XI (año 1096) fue realizada la Primera Cruzada, a la que se siguieron otras siete en los próximos 200 años, todas ellas impulsadas por los Papas con el argumento de libertar el Santo Sepulcro, donde el cuerpo de Jesús habría sido guardado. Este pretexto sirvió de cobertura para un terrible pillaje y carnicería de judíos y musulmanes. La Iglesia extrapoló así, largamente, su contenido espiritual y se transformó en una potencia política, social y económica.

Esa fuerza le dio sustentación para otra empresa, terriblemente nefasta y antihumana: la creación de la "Santa" Inquisición, en 1231 por el Papa Gregorio IX; su sucesor, el Papa Inocencio autorizó el uso de la tortura y de la hoguera para arrancar confesiones. La gran justificativa era que "es preferible salvar el cuerpo (la Iglesia) por la amputación de un miembro (el "hereje", que a veces eran comunidades enteras).

Probablemente esta es la mancha más negra de la Iglesia, en todos los tiempos. Con certeza que el Maestro se adelantó a esos tristes tiempos cuando dijo: "Guardaos de falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces… Por sus frutos les conoceréis" (Mateo 7:15-20).

Junto con esas acciones horrorosas, se agregaban otros hechos negativos:

  • La Iglesia era riquísima dueña de tierras, mientras que gran parte de las personas vivía en medio del hambre y de las enfermedades. Esto es herencia de la semilla de Pablo, que recomendaba obedecer y obedecer (a los ricos, a la Iglesia etc).

  • En lo relativo a la moral, o por lo menos la decencia, inclusive las enseñanzas de Pablo fueron eliminadas. El famoso "pecado" (sexual) reinaba en el Vaticano, donde el celibato había sido olvidado, cortesanas invadían la corte papal y las orgías estaban a la orden del día. Inclusive uno de los Papas, Giovanni Médicis, coronado en 1513, se hizo famoso no por acciones constructivas o por lo menos piadosas y sí por mantener un harén de muchachitos(*) en el Vaticano. ¡Que perversión inaudita de las enseñanzas de Cristo e inclusive de la Iglesia primitiva, cuya pureza fue la fuerza que posibilitó su sobrevivencia!

  • El Vaticano practicaba negocios absolutamente inmorales, ofreciendo en venta indulgencias, o sea un documento que ¡perdonaba la persona de todos sus pecados! ¡Qué aberración!

Todos estos acontecimientos hicieron con que un grupo de personas se rebelara contra el Vaticano. El primero fue Lutero, Doctor en Teología y Profesor de la Universidad de Wittenburg, Alemania; después vino Calvino en Francia, la Iglesia Anglicana en Inglaterra y luego, numerosas y variadísimas ramas. La represión católica fue violentísima, con destaque para la Noche de San Bartolomé y la masacre de los cátaros y albigenses, que siguió a la destrucción de los Templarios, trescientos años antes.

Con el descubrimiento de América (1492) y el tráfico de negros esclavos, la brutal explotación fue llevada al nuevo continente. Presidiarios y asesinos fueron reclutados para llevar oro, plata y diamantes a las coronas de España y Portugal, siendo siempre bendecidos por la señal de la cruz. La sangre, el sudor y las lágrimas de indios y negros regaron nuestras tierras durante siglos. ¿Dónde estaban las enseñanzas del Maestro en esos tiempos? En ningún lado, excepto en unos pocos sacerdotes como Bartolomé de las Casas, que procuraban ayudar a aquellos infelices, impregnados de verdadero espíritu cristiano.

Al final del Siglo XVIII, aparece con mucha fuerza un oponente de la religión prevaleciente: el Iluminismo que acabó conduciendo a la Revolución Francesa (1789). Uno de los principales ideólogos iluministas, Voltaire, se refería al cristianismo(*) como "cosa infame".

Es en ese marco referencial que los socialistas revolucionarios, a partir de 1840, enfrentando la nueva dimensión de la explotación (el capitalismo emergente de la Revolución Industrial), comienzan a desvendar los variados aspectos antihumanos que la religión predominante había priorizado durante más de mil años. Por lo tanto, la religión fue considerada como enemiga de la justicia social.

¿Estarían ciertos o errados esos revolucionarios? Es claro que cada uno puede tener su opinión, muchas veces oscurecida por presiones subliminales, pero el autor opina que en el contexto que hemos detallado anteriormente, ellos estarían ciertos y la religión prevaleciente sería realmente "el opio del pueblo".

Pero – tal vez – ellos cometieron un error, que ahora (150 años después) percibimos como crucial: identificaron religión (distorsionada) con espiritualidad (auténtica). En efecto, el dogma prevaleciente (cartesiano) coloca el hombre como el ser más importante, la cumbre del Universo y no más, algún Ser Divino.

Esto parece un antropocentrismo inaceptable, porque el hombre físico es apenas una partícula de polvo. Si somos "algo más" que una partícula de polvo, ello no proviene del cuerpo (ni de la mente, capaz de crear tanto remedios maravillosos como bombas atómicas) Ese "algo más" involucra el principio integrativo, en el cual la espiritualidad (auténtica) ocupa un lugar fundamental.

El asunto "religión" es extremadamente complejo. En las páginas anteriores fue hecha una revisión de asuntos (algunos espeluznantes) que pautan la deformación (a veces inaudita) a la que fueron sometidas las enseñanzas crísticas. Sin embargo, no todo es tan tétrico, para demostrar lo cual, están ahí San Francisco de Asís y modernamente la Teología de la Libertación.

Inclusive el Papa Juan Pablo II desarrolló, junto con otras acciones negativas de naturaleza conservadora, otras realmente progresistas como el ecumenismo; también pidió perdón por los errores(*) cometidos por la Iglesia en el pasado, destacando las atrocidades de españoles y portugueses (¡en nombre de Dios!) contra los pueblos indo-americanos

.Lamentablemente, el Papa Juan Pablo II se olvidó de explicar el porqué de todos esos acontecimientos y que fue hecho para evitar que ellos se repitan en el futuro, de esa u otra forma. (Buena parte de la información histórica aquí presentada fue adaptada de Vasconcelos, 25).

Mayores informaciones sobre este apasionante asunto pueden ser encontrados en Bonilla (6)

LA ESPIRITUALIDAD DEBE SER EL NUEVO COMPONENTE DE LAS IDEOLOGÍAS PROGRESISTAS

Cuando eclosionó el socialismo (alrededor de 1850) contra la opresión del poder económico, alineado con el poder religioso, hubo una revolución de conciencias, que llevó a heroísmos y sacrificios de los más diversos tipos. Sin embargo, en el marco referencial de la época (cartesiana y positivista) se entendió que esa revolución involucraba apenas aspectos racionales, a pesar de que heroísmo, sacrificios y luchas por el bien común, van bien más allá de la racionalidad, ya que incluyen aspectos emocionales y también espirituales (generalmente diferentes de religiosos).

El rechazo del socialismo clásico a la religión, justificado en su contexto (y tal vez no en el de hoy), no llevó en cuenta – en una época en que se creía(**) que la razón era todopoderosa – la diferencia, que puede ser inmensa, entre las religiones dogmáticas y el concepto de espiritualidad auténtica – que queramos o no – subyace en nuestro ser interior.

No se trata entonces de creer en verdades reveladas, cuya interpretación acaba quedando a cargo de doctos sacerdotes, muchas veces más interesados en defender sus intereses institucionales (y personales), que en difundir – en su pureza original – los elevados mensajes del maestro espiritual, a quien dicen representar.

Al respecto, un poeta dice: "Hasta poco tiempo atrás podíamos cambiar el mundo, ¿Quién mató nuestro coraje?". Parece que murió en la década del 70, pero ahora habrá de renacer.

Varias e interesantes respuestas podrían ser ofrecidas, pero hay una que – en nuestro concepto – sobresale: el ciudadano actual, a pesar de su creciente concientización, continua idolatrando una omnipotente racionalidad, vestida con los atrayentes colores de una tecnología bastante ambigua, pues le proporciona ciertas comodidades, sólo que a un precio muy alto: continuar ignorando el corazón y el alma, en beneficio de los bienes materiales en sus incontables formas, tamaños, precios y calidades. Y esa tecnología es básicamente abastecedora del poder económico.

Esa situación lleva a una anestesia generalizada; sólo que para volver a sentirnos vivos (impregnados de "coraje"), precisamos utilizar aquellos instrumentos abandonados: la afectividad y la espiritualidad, porque, en realidad, ellos son la esencia de nuestro ser.

Ese es el desafío del siglo XXI y que podremos superar con el pasaje de la revolución de las conciencias apenas a nivel racional, a la próxima fase: la revolución integral de las conciencias, combinando los cuatros componentes del ser humano (material, mental, afectivo y espiritual) adecuadamente equilibrados. Esta idea fundamental es la que nos presenta la visión holística, o sea: ahora, para recuperar el coraje precisamos utilizar sabiamente todos los recursos de los cuales disponemos. Así, como dice Witto (13): "lo deseable vuelve a ser posible".

Autoritarismos de cualquier tipo no tienen ningún futuro para la Humanidad, por lo menos en lo que se refiere a transformaciones positivas (aunque lo puedan tener para retrocesos negativos, como nos enseña la Historia con gran elocuencia).

La sociedad en la que vivimos es claramente insustentable, como consecuencia tenemos que crear otra que la sustituya.

Hasta que ella no se manifieste (ver Bonilla, 14) tenemos que elaborar la correspondiente utopía, como Edison elaboró la utopía de la luz eléctrica, la que después de innúmeras dificultades se transformó en realidad. Al respecto, Santos (15) dice: "La utopía es la exploración de nuevas posibilidades, como modo de oposición a lo que existe de un cierto modo, apenas porque existe… ella vive en nombre de algo radicalmente mejor, que la Humanidad tiene derecho a vivir y por lo que vale la pena luchar"… "La utopía es así doblemente relativa: debe crear lo que no existe, pero simultáneamente tener una comprensión profunda de la realidad tal como existe, para que nuestra imaginación no se choque con ella".

O sea, no se trata de imaginar fantasías y alucinaciones, volando con ellas. Es claro que no podemos colocar límites a la creatividad; lo que debe ser construida es una rica interacción entre el sueño y la realidad.

También puede afirmarse que la realidad no permitirá nunca que una cierta utopía se manifieste. Si este es el caso, y esa utopía es válida, lo que se debe cambiar es el contexto de la realidad. La Gran Utopía (Bonilla, 14) es la sociedad con la cual el ser humano sueña hace milenios: más justa, más digna, más humana y… ¡más feliz! ¿No es una Utopía capaz de hacernos recuperar el "coraje perdido"?

Precisamente, nuestra condición humana nos proporciona algo único entre los seres vivos: la capacidad de imaginar escenarios diferentes a la realidad cotidiana, desbordando sus límites.

Es un gran desafío imaginar como podemos avanzar en dirección de aquella utopía y como nos podríamos movilizar, en forma concreta, procurando alcanzar nuestros objetivos. Este desafío es tan grande que una única persona no seria suficiente para abordarlo con plenitud. Es necesaria una masa crítica suficiente. Con todo, el autor, en un acto de "coraje"(*) ha hecho algunas propuestas prácticas (ver Bonilla, 6)

El Che Guevara ya lo dijo: "Construiremos el hombre del siglo XXI: nosotros mismos". O sea no podemos esperar que nadie, ni el vecino, el Presidente, el Cristo o Dios en persona, haga esa transformación (aunque los niveles más elevados puedan ayudarnos si nuestras acciones son productivas y constructivas). Es imperioso, pues, zambullir en nuestro interior, donde pulsa nuestro corazón y nuestra alma. Es allí que vive el Cristo Interno, ignorado por los estridentes cohetes externos.

Boff (16)(**), coloca algunas ideas sobre Espiritualidad (o sea la Religión Cósmica,

aunque él no utiliza esta expresión), muy próximas a las expuestas en este texto, tales como:

  • "En momentos dramáticos para el planeta – como los actuales – el ser humano zambulle en la profundidad del Ser y se coloca cuestiones básicas: ¿Que estamos haciendo en este mundo?, ¿Cuál es nuestro lugar en el conjunto de los seres?, ¿Cómo actuar para asegurarnos un futuro que sea de esperanza para todos los seres humanos?, ¿Que podemos esperar más allá de esta vida?… Es en este contexto que debemos colocar la cuestión de la Espiritualidad".

  • Pregunta hecha por Leonardo Boff al Dalai Lama: ¿Al final, que es espiritualidad? Respuesta sabia: "aquello que produce en el ser humano un cambio interior constructivo".

  • Segunda pregunta: "Pero si yo practico religión y observo las tradiciones, ¿Eso no es espiritualidad? Respuesta igualmente sabia: "Puede ser, pero si no produce una transformación interior, no es espiritualidad".

  • "Al institucionalizarse, las religiones tienen la tendencia, en lugar de desarrollar hombres carismáticos y espirituales, a crear apenas burócratas de lo sagrado"… De este modo "las instituciones religiosas pueden volverse con sus dogmas y ritos morales, el túmulo del Dios Vivo".

  • "La transformación (espiritual) no comienza y termina en el interior de cada ser. A partir de allí se desencadena una red de transformaciones en la sociedad, en las relaciones con la Naturaleza y con el mundo entero" (Esto se sintoniza con la frase del Presidente Mujica: "si vos no cambias… no cambia nada")

  • Una advertencia importante: "Jesús no anunció una Iglesia. Él anunció el Reino de Dios"… que significa "la transformación interior (conversión)".

  • Pregunta de Boff al Dalai-Lama: "¿Santidad, cual es la mejor religión?" Respuesta sabia: "La que te hace una persona mejor (o sea: más sensible, más amorosa, más humanitaria, más responsable)".

La respuesta del Dalai Lama(*) muestra una sabiduría bien elevada, contrastando con las religiones occidentales (auto-denominadas de cristianas), que en general se postulan (cada una en particular) como los caminos exclusivos para llegar al Ser Supremo.

  • "Espiritualidad tiene que ver con experiencia interior, no con doctrinas, no con dogmas, no con ritos, no con celebraciones, que son apenas caminos institucionales capaces de ayudarnos en la espiritualidad, pero que son posteriores a la espiritualidad"… "Nacieron de la espiritualidad y pueden contenerla, pero no son la espiritualidad".

Aquí Boff, renombrado teólogo cristiano deja bien clara la diferencia entre religión (institucionalización) y espiritualidad (esencia), repetidamente expuesta en este texto. Inclusive ese autor complementa esa idea de la manera siguiente:

  • "No es fácil mantener la dialéctica entre espiritualidad y religión. Muchas veces sólo llegamos a una verdadera experiencia espiritual desmontando el edificio religioso, como hacemos con los residuos que esconden el oro precioso".

  • "A partir de la experiencia espiritual, no hay apenas "cosas" y "hechos". Comienza a existir irradiación de las cosas y el sentido que involucran los hechos".

Finalmente, Boff (16) dice:

  • "La espiritualidad no es monopolio de las religiones ni de caminos espirituales codificados. La espiritualidad es una dimensión de cada ser humano"… "En nuestros lugares de trabajo podemos ser cínicos y creer o no creer en cualquier cosa. Pero no podemos despreciar la aurora que viene llegando, no podemos deshacer la mirada inocente de un niño, ni ver con indiferencia la profundidad del cielo estrellado, sin caer en el silencio y en profunda reverencia, preguntarnos: ¿Qué es lo que existe detrás de las estrellas y cual es el sentido de mi vida?"

  • "Hay dentro de nosotros una llama sagrada, cubierta por las cenizas del consumismo, por la búsqueda de bienes materiales, por una vida ajena a las cosas esenciales. Es preciso remover estas cenizas y despertar la llama sagrada. Y entonces irradiaremos. Seremos como el Sol"(*).

En otro trabajo (Boff, 17) se expresa: "Mueren las ideologías. Pasan las filosofías. Pero los sueños permanecen. Son ellos que mantienen abierto el horizonte de la esperanza".

Concluye Boff (17) "Este anhelo ancestral de la Humanidad fue exilado por el tipo de cultura que predominó en los últimos siglos"… "haciéndonos como una lobotomía en nuestra mente"… "Direccionándola apenas para lo material, mecánico, lineal y determinístico"… "dejándonos desencantados, obtusos a las maravillas de la Naturaleza e insensibles a la reverencia que el Universo suscita en nosotros"(**).

En Occidente – en general – existe la idea de que la exclusividad monopólica para llegar a contactar el Creador, pasa inexorablemente por la religión prevaleciente (autodenominada de cristiana), lo cual – es claro – es absolutamente dogmático. El contacto con las Altas Energías puede hacerse sin practicar ninguna religión, que generalmente dificultan más que ayudan en la procura de aquel elevado objetivo. Pero también puede tentarse a través de otras religiones, como la budista.

El Dalai Lama (18) agrega: "Siempre pienso ser muy importante considerar cada uno de nosotros como un ser humano, o sea como miembro de la gran familia humana, independiente de la cultura, religión, país o raza"… "Hablar en términos de mi nación, mi continente, mi familia, mi religión está fuera de lugar, pues hay una necesidad urgente de desarrollar un sentido de Responsabilidad Universal y cambiar nuestro Ambiente Interior"( ***). Esto es exactamente lo que llamamos de Religión Cósmica en Bonilla (1).

Brunton (19) agrega: "Hay necesidad, en estas horas críticas, de hombres de espíritu iluminado, capaces de armonizar lo secular con lo sagrado. Hay necesidad de hombres que procuren servir a la Humanidad, tanto cuanto a sus intereses. Todo aquel que se convierta en un punto de encuentro de la practicidad del mundo con lo trascendente, encontrará oportunidad de sobra de ser útil. Lejos de su centro de actuación, siempre será procurado por aquellos que en la oscuridad, tanteen desesperadamente buscando un rayo de luz. Él se transformará en un refugio, en un centro de ayuda estable"… "El ideal es encontrar armonía entre la vida del espíritu y la vida del mundo, no encontrando ninguna contradicción entre ambas".

Las afirmaciones de Brunton hacen referencia a dos asuntos fundamentales. El primero, es relativo a la feliz integración de lo material con lo espiritual, dentro de cada corazón humano; el segundo, tiene que ver con el privilegio que como seres poseedores de libre albedrío, recibimos del Creador para transformarnos en sus auxiliares, irradiando luz para los otros, si ese fuese nuestro objetivo. Comentaremos estos dos aspectos por separado.

Nuestra sociedad – a pesar de sus avances tecnológicos impresionantes – está aún en la fase de la lógica formal, como en el tiempo de Aristóteles. En efecto, el raciocinio utilizado, no apenas en su forma vulgar y sí también en lo relativo a su aplicación científica es meramente lineal. Simplificando, este raciocinio nos dice: "lo que no es blanco, es negro".

O sea, se tiende a considerar que cada asunto tiene básicamente dos alternativas y que ellas son opuestas, entendiendo por opuesto aquello que tiene el carácter contrario a un cierto atributo. Así, se considera materia y espíritu como opuestos irreconciliables, como conceptos contrarios, siendo necesario optar por uno o por el otro.

De esta versión maniqueísta surge el materialismo, que considera el Universo apenas un gran complejo físico-químico, originado y desarrollado a través de procesos mecánicos meramente aleatorios. Por lo tanto, los aspectos espirituales no tienen lugar en esta concepción; pero como ellos realmente existen y las personas – aunque no quieran reconocerlo – los sienten operar de alguna forma en su interior, su rechazo acaba causando fuertes sentimientos negativos en las mismas. Esta es una causa importante que introduce en la vida humana efectos devastadores, como angustia, sufrimiento y depresión.

Por otro lado, otras personas aceptan la vida espiritual como la única existente, considerando la material como una verdadera ilusión o fantasía, por lo tanto despreciándola, inclusive a sus propios cuerpos, hechos de carne. Carne, que en su visión, es por naturaleza pecadora y ruin. O sea, a pesar de considerarse espiritualistas, tienen que arrastrar el peso tangible y visible del cuerpo físico, así como enfrentar el medio que los rodea, de evidente constitución material. Esto los lleva a una situación desesperante, como si fuesen pájaros que quisieran volar hasta el cielo, pero se lo impidiese una argolla de hierro físico que los prendiese al mundo material, a la naturaleza terrena.

Ambas percepciones están fracturadas al medio, están queriendo comprender la naturaleza de una moneda apenas a partir de la faz de la misma que está visible; pero la otra, oculta y opuesta a la anterior, también hace parte de aquella. Del mismo modo, la efusión de la energía creativa, de naturaleza espiritual en el seno de la materia física, produce la Vida. Por lo tanto, ésta no podría concretarse si no hubiera una confluencia de estos dos elementos, verdaderos polos: el polo positivo, representado por las energías espirituales y el polo negativo, representado por la materia.

Esto nos lleva a comprender que si bien el nivel espiritual es más sutil, más poderoso, con frecuencias vibratorias más elevadas que el nivel físico, éste es imprescindible, pues proporciona la masa o materia prima donde aquel actúa.

En consecuencia, el ser humano debe mantener equilibrio entre el desarrollo de su vida espiritual y las necesidades físicas que el cuerpo le demanda: alimentación, abrigo, actividad sexual, etc. En particular, la restricción sexual en aras de la purificación del alma, aparece como una clara deformación. Primero, porque el alma es en sí misma completamente pura. Segundo, porque si la "pureza" se refiriese a la Personalidad, la cual sí está en estado de evolución, debe quedar claro que aquella deberá medirse no por el acto físico y sí por la intención mental (y emocional) que está por detrás. No adelanta pues, prohibirse la relación carnal cuando en el fondo se la desea con desesperación; lo único que se logrará es degenerar un instinto sano, natural, transformándolo en alguna cosa horrorosa.

En ese caldo de cultivo, han crecido muchos Torquemadas. El sexo fue creado por Dios, no apenas como medio de reproducción y sí con la alta finalidad de mantener y desarrollar la Vida. En el ser humano, el sexo extrapola su función meramente reproductiva – ya que, como bien sabemos la mujer no tiene períodos específicos de celo como las hembras animales – para transformarse en un poder de atracción entre los dos polos de un imán, uno masculino, otro femenino. Poder que es realmente irresistible casi siempre, y por eso mismo muy peligroso; es una verdadera carga de dinamita.

Esto acontece porque el sexo es apenas un factor o elemento de carácter físico; cuando él es integrado con la energía espiritual llamada amor, no sólo podemos domar su fuerza de caballo desbocado y sí sobre todo hacer de él una de las más maravillosas vivencias que Dios permitió que el ser humano gozase.

Con todo, los maestros espirituales de la Humanidad nos informan que vivencias mucho más excelsas nos esperan, en la medida que evolucionemos más y más en procura de la perfección interior, la cual naturalmente no quedará retenida allí dentro y sí será derramada al exterior, de las más variadas formas. Por lo tanto, no deja de ser una posibilidad, el hecho de que a una cierta altura elevada de desarrollo espiritual, el sexo deba dejar su lugar por lo menos, parcialmente, a otro tipo de actividades, más sutiles. Si así fuera, nuestra propio Yo Interior nos lo comunicará oportunamente, de modo que no nos debemos preocupar por anticipado.

De cualquier forma, lo que se desea dejar bien claro es que el ser humano tiene una naturaleza dual: dentro de un cuerpo de naturaleza material, tenemos infuso lo que podemos llamar de cuerpo espiritual, el Ser Crístico. Estos dos polos magnéticos, atraídos mutuamente, crean el tercer vértice del Triángulo: nuestra personalidad. Y ella precisa tanto del aspecto espiritual como del físico para progresar: el espiritual, como espejo en el cual mirarse, como imagen en la cual transformarse; el físico, como materia prima, como campo de ejercicio para desarrollar la increíble aventura de la metamorfosis: la asustadora oruga volviéndose espléndida mariposa.

Traduciendo estos hechos a nivel de la vida social humana, debe comprenderse el sentido de lo dicho por Brunton, o sea que sin descuidar los aspectos materiales de la vida: comercio, finanzas, producción de bienes y servicios, agricultura, etc., debemos también dedicar atención a lo que trasciende estas actividades, básicamente los aspectos espirituales de la vida, porque solo si atendemos a ambos es que podremos cumplir con nuestra misión cósmica, como fue explicado en Bonilla (14).

El segundo aspecto importante se refiere, precisamente, al hecho de que nuestra misión nunca podrá ser cumplida, si nuestro trabajo espiritual queda retenido, preso, en nuestro interior. Por el contrario, él debe derramarse por el mundo, entrando en contacto con aquellos que precisen de un impulso, de una energía más vigorosa, para evadirse de las tinieblas en las que se hallan perdidos.

Es un deseo muy fuerte del autor, por ejemplo, que este texto sirva como estímulo y contribución para la creación efectiva de un nuevo modelo de desarrollo humano, centrado en un alto nivel de calidad de vida, estableciendo así un faro de luz, en el cual las personas que se encuentran desorientadas acerca de las condiciones, motivaciones, posibilidades, sueños, metas y esperanzas relacionadas con sus vidas, puedan encontrar un punto de apoyo, o sea, una base que les permita encontrar fuerzas dentro de sí, en el centro de sus corazones, donde habita el Ser Crístico, de modo que consigan – finalmente – re-hacerlas y erguirlas hasta hacerlas realmente dignas de ser vividas.

Esta posibilidad y esta capacidad existen en cada uno de nosotros. En verdad, esta condición de ser útil a los demás, de estimularlos a expandir las maravillas que yacen escondidas en el interior humano, es una de las varias dádivas que el Creador estampó en nuestro corazón, pero que a la vez veló suavemente, para que no sea percibida por los espíritus no preparados, groseros, unilateralmente materialistas. A medida que las experiencias de la vida van tallando el diamante bruto encerrado en nuestro interior, el velo va siendo desgarrado y así nuestras verdaderas capacidades afloran cada vez con más esplendor. Es el Ser Crístico, perfecto y magnífico, que emerge de las gastadas vestiduras de la Personalidad exterior. Esto constituye un capítulo de oro en el Plan Cósmico. Reconocerlo, es privilegio humano.

Algo más sobre socialismo y religión

Cuando ya habíamos terminado de escribir esta Monografía, nos encontramos con una obra que habíamos leído hace más de 25 años y que después se nos extravió y ahora acabamos de recuperarla. Se trata de la obra de Frei Betto (20), titulada "Fidel e a Religião", quien entrevistó al Comandante durante muchas horas en mayo de 1985. Nos pareció un digno broche, agregar informaciones sobre religión y espiritualidad proferidas por el más conocido líder marxista-leninista de América Latina.

En este ítem, presentaremos y después comentaremos algunas respuestas de Fidel Castro, las que se exponen a continuación:

== "Los cristianos pasaron de una fase en la cual eran perseguidos a otra, en la que fueron los perseguidores. Ahora puede producirse el desaparecimiento de las clases y surgir una sociedad comunista. ¿Dónde está la contradicción con el cristianismo? Al contrario, se produciría un reencuentro con el cristianismo de los primeros tiempos, en sus aspectos más justos, más morales, más humanos".

== "Hay diez mil veces más coincidencia del cristianismo" (es claro que Fidel se refiere al "cristianismo de los primeros tiempos"), de las que puede haber con el capitalismo. Entonces yo diría que las clases ricas mistifican la religión, poniéndola a su servicio"

== ¿"Por qué las ideas de justicia social tienen que chocarse con las convicciones religiosas"? Conozco bastante los principios cristianos y las enseñanzas de Cristo., y tengo mi convicción de que Cristo fue un gran revolucionario. Creo que sus enseñanzas son altamente revolucionarias, pues su doctrina está dirigida a los humildes, a combatir los abusos y la injusticia, a combatir la humillación del ser humano"

== "Si preguntáramos a un campesino, a un obrero, a una empleada doméstica: ¿cuál es su visión del mundo? Con certeza, ellos darían una respuesta tejida con categorías religiosas. La visión más elemental del pueblo oprimido es una visión religiosa. A mi modo de ver, uno de los más graves errores de la izquierda latinoamericana, particularmente la de tradición marxista-leninista, es predicar el ateísmo en su trabajo con las masas".

== "En el terreno político y revolucionario, jamás percibí una contradicción entre las ideas que sustento y aquella figura extraordinaria que me fue familiar desde que me conozco como gente. Mi atención siempre recayó sobre los aspectos revolucionarios de la doctrina cristiana y del pensamiento del Cristo" Cuando se lee "doctrina cristiana", Fidel está hablando de la de los tiempos primitivos, antes de sufrir las brutales deformaciones posteriores.

== Preguntado sobre si concordaba con la famosa frase de Marx: "la religión es el opio de los pueblos, respondió así : "Durante un largo período histórico, en el cual la fe fue utilizada como instrumento de dominación y de opresión, hay lógica en el hecho de que los hombres que quisieran cambiar ese sistema injusto, entrasen en choque con las creencias religiosas, con aquellos instrumentos y con aquella fe , Yo diría que ante una nueva realidad, debería haber un cambio en el tratamiento de este asunto y en los enfoques de izquierda. Esto para mí es incuestionable"

== A veces he hecho alusión a los milagros de Cristo y he dicho: Bien, Cristo, multiplicó los panes y los peces para alimentar el pueblo. Precisamente lo que queremos con la Revolución y el socialismo es multiplicar los panes y los peces para alimentar el pueblo; multiplicar las escuelas, las fábricas y los campos cultivados, los centros de trabajo y la productividad industrial, la agricultura, los centros de pesquisa y las pesquisas científicas"

Para cerrar, Frei Betto, pregunta: "En una sociedad socialista, también se desea el desarrollo espiritual de los hombres?". Fidel responde: "Sí, es claro, buscamos el más amplio desarrollo material y espiritual del hombre. Entendemos que el Alma de la que hablaba Cristo, está muy próxima de la solidaridad efectiva"

Las respuestas de Fidel a Frei Betto, cuando estaba en la cumbre en Cuba, bien después de la victoria de Bahía de Cochinos y un poco antes de la caída de la Unión Soviética, son bien ilustrativas de los siguientes puntos:

  • 1) No habría oposición y sí concordancia entre la ideología marxista leninista implantada en Cuba, con las enseñanzas originales del Maestro Jesús El Cristo.

  • 2) Sin embargo, Fidel Castro concuerda con la frase de Marx: "la religión es el opio de los pueblos", lo que no es contradictorio, ya que según él, la Iglesia se apartó de aquellas, inundando la historia de sangre, avasallamiento, destrucción y otras males, sobre todo a partir del Katrina de la Inquisición, aunque el huracán se estuvo gestando desde bien antes.

  • 3) Fidel expresa, en forma reiterada, que Cristo fue un revolucionario y que hay diez mil veces más coincidencias del cristianismo con el socialismo que con el capitalismo. ( Aquí él se refiere, sin adoptar ese nombre, a la Religión Crística, divulgada en este libro),. Agrega que su atención siempre estuvo centrada en las enseñanzas revolucionarias del Cristo.

  • 4) Proyectado esto a 2017, nada impediría un encuentro y posterior acercamiento entre las ideas socialistas y las enseñanzas originales del Cristo, si es que el Papa Francisco se anima a vivificarlas.

  • 5) La visión del pueblo oprimido de América Latina es una visión religiosa, por lo que uno de los graves errores de la izquierda latinoamericana es predicar el ateísmo.

  • 6) Fidel habla que si bien es fundamental el desarrollo material de las sociedades, nada impide, también, impulsar el desarrollo espiritual, manifestando que el Amor predicado por Cristo está muy próximo a la solidaridad efectiva, corazón de la Revolución Cubana.

Resumiendo más aún, Fidel Castro afirma que:

  • 1) Las ideas socialistas de solidaridad y las cristianas (en el marco de este libro, preferiríamos llamarlas de crísticas) de Amor, son muy próximas.

  • 2) Separa claramente las Enseñanzas de Jesús El Cristo, cuando habla del "cristianismo de los primeros tiempos" y las deformaciones posteriores.

  • 3) Reconoce que uno de los graves errores de la izquierda latinoamericana es predicar el ateísmo.

  • 4) El ser humano no es apenas materia, teniendo también un componente espiritual que debe ser atendido.

Como consecuencia de lo expuesto, así como lo presentado en el resto del libro de Frei Betto (20), le haría mucho bien a la izquierda latinoamericana, abstenerse de predicar el ateísmo, reconociendo la existencia de un componente espiritual en el ser humano. Esto incluye la comprensión de que las religiones auto-denominadas cristianas, han deformado mucho las enseñanzas originales del Maestro, tanto en los aspectos doctrinarios como en su aplicación a la vida terrenal, que exigirían pensar, sentir y actuar en términos de Religión Crística.

Este es, justamente, el objetivo fundamental de esta Monografía: romper las cadenas religiosas que esclavizaron y aún esclavizan el ser humano, pero no soltarlos en el vacío material y sí vivificarlos con las Enseñanzas Originales del Cristo, con el "Agua Viva" que Él menciona en los Evangelios.

Bibliografía

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(20) FREI BETTO. Fidel e a Religião. São Paulo: Brasiliense. 1985, 382 p.

 

 

Autor:

Prof. José Antonio Bonilla Castillo

(Universidad de la República, Uruguay; Universidad Nacional de Tucumán, República Argentina, Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil) ?????

 

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