Descargar

Derecho al matrimonio homosexual

Enviado por Odile


  1. Introducción
  2. Conceptualizaciones necesarias
  3. Por qué legitimar el matrimonio homosexual
  4. Estado de opinión internacional
  5. Fuentes
  6. Consideraciones finales
  7. Bibliografía

Introducción

La polémica en torno a la homosexualidad ha sido una constante en el panorama de lo que es considerado injusto o discriminatorio. En este sentido hemos encontrado a la opinión pública dividida entre defensores a ultranza de la igualdad gay y acérrimos detractores de esta postura.

Nuestro trabajo intenta fungir como propuesta para el posicionamiento de una ciencia psicológica de vanguardia que tenga como punto central de mira al hombre en su unidad y diversidad; esto es en el tema que nos ocupa, acercarnos a un análisis de las causas y consecuencias que traería legitimar desde lo jurídico la unión en matrimonio de la pareja gay, en el contexto de la familia de estos tiempos.

Conceptualizaciones necesarias

Asumimos para nuestro análisis como familia aquella "unión de personas que comparten un proyecto vital de existencia común, que se quiere duradero y estable, en el que se generan "fuertes" sentimientos de pertenencia a dicho grupo, existe un compromiso personal entre sus miembros y se establecen "intensas" relaciones de intimidad, reciprocidad y dependencia" (Arés, P., 2002, p. 23).

La familia es un grupo esencial al interior de la sociedad y en el desarrollo del ser humano, pues ella garantiza la continuidad de la especie, lo que constituye su función biológica. Igualmente, perpetúa la experiencia histórico – social y los valores de la cultura mediante su contribución a la formación y desarrollo de la personalidad individual. De este modo ejerce una función de tipo educativa hacia la descendencia. Otro destino de este grupo psicosocial primario, es el sustento económico de sus miembros, en la satisfacción de necesidades básicas de subsistencia y convivencia familiar.

Luego, la familia constituye un grupo de intermediación entre el individuo y la sociedad de la que viene a formar parte. En síntesis, definimos tres ejes de vinculación familiar: la consanguinidad, la afectividad y la convivencia. (Arés, P., 2002, p. 23).

En el camino hacia el objetivo de estas reflexiones, resulta esencial definir el fenómeno de la homosexualidad, la cual comprendemos como aquella orientación sexual que posee como objeto de deseo otra persona del mismo sexo biológico.

En realidad, la discusión acerca de cuál es el origen de la homosexualidad aún no ha terminado. Existen dos posibles respuestas, igualmente defendibles, que se mueven entre el considerar la homosexualidad como condicionada por el medio ambiente, aprendida, adquirida por factores biográficos en la niñez y adolescencia, o considerarla como constitutiva, innata, predispuesta por factores genéticos u hormonales. La mayoría de los autores se inclina por explicarla desde una compleja historia del desarrollo de cada biografía homosexual, en la cual intervienen tanto factores biológicos, como también psicológicos y sociales. De los relatos autobiográficos de diversos homosexuales se infiere que la homosexualidad se constituye en una época temprana del ser humano. La tendencia sexual de una persona puede estar definida ya mucho antes de que la misma tome conciencia de las características de su sexualidad.

Existen diferentes tipologías a las cuales se puede adscribir una familia. De cara a los intereses que perseguimos con este trabajo haremos referencia a dos de ellas, estas son, la familia de origen o de pertenencia y la familia propia o constituida. La primera será aquella formada por la línea ascendente del sujeto, la segunda, por su descendencia. La segunda clasificación que distinguiremos se refiere a la orientación sexual de sus miembros, existiendo familias heterosexuales y familias homosexuales, definida esta última como aquella en que al menos uno de sus miembros es homosexual.

El fenómeno del grupo psicosocial conocido como familia ha sido abordado desde múltiples teorías explicativas en la Psicología, que intentan dar respuesta a la interrogante de su funcionamiento. Entre estas, son protagonistas la Teoría General de los Sistemas postulada por Bertalanffy, que se rescata en la terapia familia a partir de sus confluencias con la Pragmática de la Comunicación Humana de Watzlawick, por Salvador Minuchin, entre otros. También existen el Constructivismo Social, el psicoanálisis y la Teoría del Aprendizaje Social de Bandura.

Uno de los acercamientos más interesantes a la dinámica familiar es la concepción Operativa del Grupo Familiar de Pichón – Rivière, así como los aportes realizados por el Enfoque Histórico-Cultural de L.S. Vigotsky en la comprensión de la misma.

Cada una de estas propuestas de análisis logra comprender de manera parcial el fenómeno que nos convoca, mas creemos que utilizarlas de manera aislada resulta insuficiente, de ahí que optemos por un abordaje que permita comprender a la familia como unidad de análisis compleja de múltiples dimensiones, a estudiar en un contexto puntual, y que funciona como un sistema de interdependencia recíproca de múltiples factores macro y micro sociales y económicos.

Por qué legitimar el matrimonio homosexual

Existen dos maneras fundamentales de certificar la unión legal de una pareja: la unión de hecho y la unión de derecho. La primera se refiere al reconocimiento oficial del concubinato entre dos personas con garantías de comunidad de bienes para estas, de acuerdo a lo pautado legislativamente en cada país. La segunda es lo que todos conocemos como matrimonio, cuya superioridad legal con respecto a la primera reside en que regula las disposiciones en torno a la conformación de la familia de descendencia.

Algunos juristas consideran innecesaria la lucha de la comunidad gay en torno a la legitimación de su matrimonio, argumentando principalmente que esta unión no cumple con la función reproductiva, por lo que sería suficiente lograr la aceptación de las uniones de hecho para garantizar los beneficios económicos que se le adjudican a la misma.

De cara a esta polémica, abordaremos el Código de Familia, con la finalidad de contextualizar en la realidad cubana los derechos y deberes que debe asumir un matrimonio, lo que nos permitirá visualizar lo pertinente y legítimo de aceptar este tipo de unión en las parejas homosexuales, y más aún la constitución de una familia por ellos.

Este documento legal reconoce como matrimonio "la unión voluntaria concertada entre un hombre y una mujer con aptitud legal para ello, a fin de hacer vida común".

La unión en matrimonio contempla como principales derechos, el percibir derecho a los bienes comunes y el constituir familia con sus consecuentes deberes. Como comunidad de bienes se comprenden los salarios, sueldos, u otros ingresos obtenidos durante el matrimonio por concepto de trabajo o seguridad social; así como los bienes y derechos adquiridos con el caudal común y las ganancias devengadas de dichos bienes durante el matrimonio. Estos bienes, en caso de extinción del matrimonio, sea por concepto de divorcio, nulidad o fallecimiento, serán distribuidos equitativamente entre los herederos interesados, priorizados hijos y cónyuge sobreviviente; de no existir acuerdo entre los beneficiarios se recurre a liquidación legal.

Entre los deberes fundamentales del matrimonio respecto a la familia, se consideran: el cuidar de la familia, cooperar el uno con el otro en la educación de sus hijos conforme a los principios de la moral socialista, participación en el gobierno y mejor desenvolvimiento del hogar; contribuir a la satisfacción de las necesidades de la familia que han creado, así como cooperar en el desempeño profesional de la pareja articulando esto a las obligaciones y actividades de la vida familiar.

Entre las obligaciones fundamentales del matrimonio estarán el sostenimiento de la familia, la asunción de deudas y obligaciones durante el matrimonio excepto aquellas que requieran consentimiento de ambas partes, así como las rentas o intereses devengados durante el mismo.

Con respecto a lo preestablecido para la "patria potestad", las regulaciones disponen tener a sus hijos bajo su guarda y cuidado, garantizar su educación y formación para la vida social, y cuidad y administrar sus bienes hasta la mayoría de edad.

Los requerimientos a satisfacer para la ley de adopción son: tener 25 años o más en pleno goce de los deberes civiles y políticos, garantizar una situación de solvencia de las necesidades económicas del adoptado, que debe ser siempre al menos 15 años menor que el adoptante. La persona o matrimonio que adopta debe reunir condiciones morales y una conducta adecuada para el cumplimiento de sus deberes, ser aceptada por los tutores o la institución tutorial y por el adoptado en caso de que tenga 7 años o más.

Hasta aquí hemos abordado los aspectos fundamentales preestablecidos por el Código de Familia y que pueden ser de interés para nuestro tema.

Como se observa, de entrada, el Código no contempla como posible el matrimonio homosexual desde su definición, no estando nosotros de acuerdo con esta limitación, y sustentamos nuestro desacuerdo en el derecho que tiene la pareja gay a disfrutar, no sólo de los beneficios materiales del matrimonio, sino además de los espirituales, partiendo del hecho de que no existe ninguna limitante objetiva y generalizable que les impida cumplir con los deberes que implica esta unión legal. Una pareja gay puede ser tan funcional como disfuncional puede serlo una heterosexual.

En Cuba, no existe institucionalmente la discriminación por la orientación sexual de una persona, por lo cual, la población gay de nuestro país, está sujeta, al menos teóricamente, a los mismos deberes y derechos que el ciudadano promedio; esto significa que a las puertas del Siglo XXI este sector poblacional está integrado por personas de alto nivel educacional, saludables y políticamente integradas al proceso revolucionario en la misma proporción que el resto de la población heterosexual.

Conocemos que nuestro Código de Familia data de más de 30 años, y a lo largo de este período el panorama mental con respecto a la homosexualidad ha cambiado sustancialmente hacia una mayor apertura y aceptación de la diversidad de orientaciones sexuales y en contra de la homofobia. Este proceso ha estado acompañado por los logros de las campañas pro – gay a nivel internacional y una fuerte labor educativa por instituciones cubanas, tales como el CENESEX y el MINSAP.

Si bien creemos que es posible el hecho de que aún la población cubana no esté preparada mayoritariamente para la aprobación de una ley a favor del matrimonio gay, sí consideramos que se deben ir dando los pasos necesarios para modificar nuestro Código, más temprano que tarde, con esta finalidad.

Este paso reviste gran importancia para los implicados en él incluso en una dimensión propiamente subjetiva o psicológica, en tanto se estaría legitimando la posibilidad de la plena realización personal de la persona respecto a su derecho a decidir sus proyectos fundamentales de vida con independencia de su inclinación sexual.

Los homosexuales tienen derecho a no vivenciar como un proceso de elección el aceptar su sexualidad o el fundar familia, puesto que ambas son condiciones inalienables a su esencia como ser humano; esto es su plena realización acorde a sus prioridades en áreas tan sensibles como la pareja y la familia a través de las cuales se satisfacen necesidades básicas de afecto, seguridad, compañía, etc. que resultan angulares para el desarrollo personológico de cualquiera, en el proceso de configuración de su autoestima, concepción del mundo, actitudes y demás formaciones de sentido propias del ser humano.

Como instrumento legal, el Código constituye una definición oficial de las funciones psicosociales estimables de la familia para el contexto cubano, representándose estas como aquellas que resulta útil promover en nuestra sociedad. La ilegitimación de la unión matrimonial homosexual contribuye así a perpetuar prejuicios y otras formas discriminatorias poco coherentes con los principios igualitarios de nuestra sociedad, lo cual de paso contribuye a acentuar las dificultades que atraviesan las personas con orientación sexual distinta de la hetero, en la configuración de su personalidad, en el estrechamiento de interrelaciones sociales y la construcción de su autoimagen y proyección social.

  • Algunos análisis sobre las consecuencias de la aprobación de la ley de adopción para matrimonios homosexuales:

El primer alegato que esgrimen los detractores de las campañas prohomosexuales es el criterio de antinaturalidad de este tipo de uniones, de acuerdo a valores promulgados fundamentalmente por la tradición judeo – cristiana que caracteriza a las culturas occidentales en su mayoría. Aunque en apariencia resulte muy elemental, expresiones tales como "no es normal" o "no es natural" encuentran en su simplicidad, quizá, su contundencia. Un razonamiento tan limitado y tajante como éste no deja posibilidad para el análisis, ni siquiera para discusión alguna. Habría aquí que partir de cuestionarse qué entender por natural y cómo abordar en nuestros tiempos semejante juicio de valor.

En torno a la homosexualidad y los vínculos de este tipo, se levanta una pared de prejuicios, tales como presentar frecuente cambio de pareja, poseer la mayoría un tipo (inadecuado) de personalidad específico, provocar la seducción (irrespeto al hetero), identificarse y mantener una subcultura… Estos argumentos resultan parciales y por ende, inadecuados sobre generalizaciones, pues en su mayoría aparecen o no como el resultado de las características individuales de una u otra persona, pero en lo fundamental devienen de las difíciles condiciones de vida social del homosexual para hacer su vida, expuesto al rechazo constante e incluso a la humillación, por lo que la tendencia ha sido naturalmente hacia estrechar lazos entre ellos. Con respecto al "riesgo" de la seducción, no resulta mayor que en cualquier heterosexual, al punto de que de que en sociedades en las cuales se ha abolido la penalización de la homosexualidad, o acaso nunca existió, no se registra un aumento en el porcentaje de homosexuales.

Finalmente, acerca del patrón único de personalidad, esta falsa creencia ha sido el producto de la estereotipación del homosexual incluso por parte de los medios de comunicación, donde en la actualidad, ha nacido un nuevo gay y una nueva lesbiana, hijo e hija de la visibilidad social, pero todavía se mantienen las imágenes hostiles de siempre contra los homosexuales, con el peligro de que esas imágenes, en ocasiones son más violentas que antaño (pornografía, imagen ridiculizante,…). Muchas veces ambos modelos, el positivo y el negativo, conviven.

En realidad, la personalidad de alguien no resulta definible desde su preferencia sexual, pues en esta compleja configuración psicológica confluyen elementos de diferentes niveles de análisis irrepetibles en sus manifestaciones específicas de persona a persona. (Hernández de Velasco, I. http://fundaciontriangulo.es)

Fundaciones y especialistas conservadores, como la asociación norteamericana católica Courage / Encourage refieren a partir de los datos de su experiencia terapéutica, que en la base de la homosexulidad no existen factores biológicos, sino solamente experienciales, como por ejemplo: alienación del padre en la infancia; la madre fue sobreprotectora, necesitada de afecto y exigente, o que no estaba dispuesta emocionalmente; los padres no fomentaron la identificación con el propio sexo, con ausencia de juegos más o menos violentos y falta de identificación con sus iguales del mismo sexo; sentimiento de aversión a los juegos en equipo; falta de coordinación de la mano con la vista que lleva a la burla de los iguales; abuso sexual o violación; fobia social o timidez extrema.

Además, estarían factores como la conducta homosexual que aparecen tarde en la vida como respuesta a un trauma, tal como el aborto, separación de un padre durante una etapa crítica del desarrollo, depresión grave, ideas de suicidio, neurosis de angustia generalizada, abuso de drogas o alcoholismo, desórdenes de conducta de adolescentes, personalidades psicopáticas marginales y enfermedades como la esquizofrenia, narcisismo patológico, pérdida de un padre por muerte o divorcio… en general, resumen como causas más probables las relacionadas con: soledad "hambre de padre" y "soledad sin madre", el fracaso de cualquier relación adulta, a la hora de llenar el vacío de la soledad infantil y adolescente, acompañado de fuertes sentimientos de inseguridad generados por rechazos por parte de amigos o los hermanos mayores a causa de una deficiente coordinación psicomotriz y atlética.

Según estos especialistas, este grupo se manifestaría en conductas homosexuales caracterizadas por una atracción obsesiva hacia hombres atléticos y musculosos; una necesidad excesiva de actuar de forma agresiva; una necesidad compulsiva de aumentar la musculatura; y un profundo sentimiento de no ser amados. Además citan aspectos como la desconfianza y miedo a ser vulnerable en las relaciones heterosexuales, una fobia inconsciente de ser herido; el narcisismo e intentos de evadir un excesivo sentido de responsabilidad; algún trauma sexual en la infancia y el enfado excesivo consigo mismo.

Posiblemente esta lista fuera interminable, pero lo esencial de estas tendencias es a defender que, al no tener causa biológica, la homosexualidad puede equipararse a enfermedad o desorden emocional curable. (Fitzgibbons R.; 1996)

Posiciones intermedias sostienen que en los casos en que se sospeche de una homosexualidad constitutiva –que resulta irreversible; aunque se entiende que resulta muy difícil establecer los límites entre un tipo y otra, solamente definibles por la existencia de experiencias angulares en la vida del individuo- los esfuerzos terapéuticos y pastorales, solo pueden tener el sentido de ayudar a elaborar las molestias neuróticas, y ayudar a los homosexuales a asumir su orientación en forma socialmente aceptable y satisfactoria para su vida personal. Las molestias neuróticas, muchas veces, pueden ser consecuencia de la represión de sentimientos homosexuales, que aparentemente salvarían al sujeto de tener que enfrentarse con su realidad y lo que ella significa, para él o ella, sus allegados, etc.

Sería en estos casos provechoso emplear la homosexualidad desde una función comunicativa, para demostrar afecto, ternura, amor, de la misma manera que lo hacen los heterosexuales -considerando que entre estos últimos tampoco podamos afirmarlo de todos-. Especialmente las mujeres homosexuales manifiestan que junto a la sexualidad genital, buscan una relación erótica intensiva integrada en una vida construida en común.

Con respecto a la adopción, un argumento recurrente se refiere al impacto emocional y psicológico que pueden sufrir los niños y niñas que sean criados por esta tipología de pareja; de que quienes crezcan en esas circunstancias se verán afectados negativamente por conflictos de personalidad, de identidad, de orientación sexual, de discriminación y otras múltiples disfuncionalidades emocionales y sociales. Sin embargo, no hay evidencias contundentes que así lo demuestren.

Otro lugar común es creer que los niños y niñas que vivan en este tipo de hogares ineludiblemente terminarán siendo gays como sus padres. Investigaciones han demostrado que no puede hablarse en términos de determinismos absolutos. El especialista Lucio Latorre comenta al respecto: "Son muchos, y algunos de ellos insondables, los factores que intervienen en la conformación de la identidad sexual de una persona. La vida familiar debe ser, sin duda, uno de los que más influencia ejerce. Por eso sería más conveniente aspirar a que los padres sean especialmente sensibles y sinceros con sus hijos para darles una buena educación sexual. Pero sensibilidad y sinceridad no son conceptos que estén reñidos per se con la homosexualidad". Nos sumamos a su criterio. (Latorre, L., s/f)

El sociólogo inglés Anthony Giddens, ha pronunciado desde esta misma cuerda de análisis que "la configuración del hogar puede no ser tan importante como la calidad de los cuidados, la atención y el apoyo que los niños reciben de sus integrantes. La familia nuclear, tal como la conocemos, está evolucionando. No se debería hacer hincapié en el hecho de que esté constituida por un padre y una madre, sino en el de que en ella haya adultos que se ocupen de la crianza de los hijos, independientemente de que sean una madre sola o una pareja homosexual dentro de una relación responsable". (Latorre, L., s/f)

Las investigaciones de los sociólogos Judith Stacey y Timothy Biblarz a partir del reexamen de 21 estudios psicológicos entre 1981 y 1998 en los niños criados en familias monosexuales, arrojaron que los niños criados en parejas lesbianas eran más proclives a tener experiencias homosexuales que los niños criados en familias heterosexuales, así como menos proclives a adherirse a los papeles culturalmente aceptados del género; que las niñas criadas en familias homosexuales eran más proclives a iniciarse sexualmente más temprano y tener más contactos sexuales comparadas con niñas de hogares hetero y en los varones sucedía al revés, se producía una tendencia a la castidad. También apuntó a que los niños tenían temor de que sus padres se enojaran si sabían que eran heterosexuales. (Stacey, J. y Bliblarz, T.; 2002)

En nuestra consideración, estos resultados responden a una realidad que debe ser reinterpretada: no se trata aquí de negar o aseverar diferencias entre ambos tipos de crianzas, sino de comprender una realidad social que se suprapone a este fenómeno; una realidad social que, con independencia de la buena educación que le hayan promulgado, un niño criado en una familia homosexual está expuesto a diversas orientaciones sexuales, entre las cuales debe ubicarse, encontrarse. Estos niños están insertados en un entramado más amplio de relaciones sociales, en las cuales deben desarrollarse; lo cual significa, no que experimenten necesariamente conflictos en torno a su propia identidad sexual, sino que el proceso de definición en esta esfera para ellos es menos dado, menos directo que para niños provenientes de familias hetero, cuyo conflicto radicaría en "salirse de la norma", en todo caso.

Se trata aquí de comprender que el proceso de definición de la identidad sexual debería cada vez tender más hacia el verdadero descubrimiento de sí mismo, en contextos socioculturales cada vez más aceptadores, con mayor diversidad en nuestra red de amistades y relaciones. En definitiva, el punto de mira no debe ser cómo evitar que los niños se "expongan" al "peligro homosexual", sino que se comprenda que mientras mayor apertura logremos con respecto al tema de la aceptación de estas nuevas propuestas de configuraciones familiares, menos agudas serán las contradicciones y más feliz el desenvolvimiento social de cada cual.

Otra postura también en pro del matrimonio y la procreación gay, la sostiene la especialista Andrea Defino (Defino, A.; 2004), quien hace un análisis respecto a los nuevos modelos emergentes de configuración familiar existen en la actualidad, tales como, parejas de hecho, familias mixtas, adoptivas, de acogida, familias que recurren a la procreación asistida, familias homosexuales. Según la autora, esta pluralidad está demandando de la sociedad "una mirada diferente hacia el futuro, pero también una revisión del pasado que construyeron y, simultáneamente, las construyó", y comienza su análisis por la evolución histórica del concepto de parentesco, en el cual confluyen tres elementos: el matrimonio, la filiación y la residencia, cuyo núcleo esencial radica en el cuerpo.

Propone replantearse la concepción tradicional de familia, que postula: la familia es el ámbito prioritario y fundamental de convivencia y afecto, respecto a los menores, en el caso de haberlos, el adulto o los adultos integrantes de la familia deben cumplir las funciones de protección y socialización; definida en el artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Sin embargo, la definición "universal" de matrimonio no es universal ni congruente con la de familia: "unión entre un hombre y una mujer, tal que los hijos nacidos de la mujer son reconocidos como descendientes legítimos de los dos cónyuges". Si el criterio de que la pareja sea hombre y mujer no es universal, tampoco lo es la legitimidad de los hijos; esto significaría que lo esencial reside en tramitar leyes que faciliten la adopción de niños por matrimonios gay, en virtud de que estos pueden ajustarse perfectamente a la concepción universal de familia y brindar al niño un hogar, una nueva familia, la cual –compréndase- la autora define como tal en tanto no es la tradicional en la cultura occidental cristiana, pero no lo es en un sentido antropológico o histórico. (Defino, A.; 2004).

Añade la autora que la familia homosexual, es decir, los padres homosexuales y sus hijos, puede configurarse de cuatro formas: puede surgir 1) a raíz de una formación familiar mixta con un compañero del mismo sexo tras una unión heterosexual; puede proceder 2) de un sistema de coparentalidad en el que gays y lesbianas que viven solos o en pareja se ponen de acuerdo para tener un hijo que se criará entre las dos unidades familiares, materna y paterna; también puede establecerse gracias 3) a la adopción de un niño y 4) al nacimiento de un hijo engendrado con técnicas de procreación asistida, a través de inseminación artificial con donante o madre de alquiler. (Defino, A.; 2004).

Estado de opinión internacional

  • América Latina:

La situación en América Latina es, en apretada síntesis, como sigue:

  • Los países que menor nivel de desarrollo económico muestran, son los que mantienen mayores niveles de homofobia en sus sociedades; estos son Nicaragua y Honduras.

  • Entre los países que se encuentran tramitando la legalización de las uniones de hecho, encontramos a Argentina, Brasil (ya en camino de la unión de derecho),

  • En Puerto Rico, la homosexualidad es consentida desde el año 2003 en que se aprobó el nuevo Código Penal que legalizó este tipo de relación sexual. La disposición entró en vigor en mayo de 2005.

En términos generales, la mayoría de los puertorriqueños, si bien no aceptan las relaciones homosexuales, las toleran. El país ya cuenta con una ley que tipifica las agresiones motivadas por la homofobia caracterizada como uno de los crímenes de odio. Actualmente, la Asamblea Legislativa considera dentro del estudio de reforma del Código Civil el reconocimiento de la unión civil de parejas del mismo sexo, lo que les concedería la mayoría de los derechos matrimoniales. Sin embargo, coaliciones de grupos fundamentalistas y la Iglesia Católica han anunciado una intensa campaña en contra de la medida.

  • México inició políticas públicas a favor de la población homosexual. La más destacada es la campaña de sensibilización contra la homofobia. Además, el gobierno de México votó en la sesión de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra a favor de una propuesta de Brasil que buscaba afirmar que los gays y las lesbianas también tienen derechos humanos. A pesar de que en torno a esto la nación está dividida, más recientemente se aprobó en el DF la Ley de Sociedades de Convivencia, que reconoce legalmente la unión de parejas de homosexuales, aunque no autoriza el matrimonio entre homosexuales, y descarta toda posibilidad de que puedan realizar trámites de adopción de menores.

  • Colombia aprueba también el Proyecto de Ley que reconoce los derechos patrimoniales a las parejas del mismo sexo el cual fue aprobado en la plenaria del Senado.

  • Uruguay busca regularizar jurídicamente la unión civil de las parejas del mismo sexo. En este país, se habla incluso de legalizar que las parejas homosexuales puedan tener derecho a adoptar hijos. A partir de los resultados que arrojó una encuesta, el Poder Legislativo contempla el desarrollo de una ley de convivencia que reconozca los mismos derechos a las parejas sin importar su orientación sexual.

  • Perú pone a prueba ley para sancionar y eliminar la discriminación por orientación sexual. También existen asociaciones de gays y de lesbianas que promueven la defensa de los derechos de las personas homosexuales.

  • Venezuela, a raíz del movimiento del presidente Chávez, nuevos artículos de ley para elevar la no discriminación por orientación sexual a rango constitucional se promueven, al mismo nivel que los problemas de raza, religión u otra característica. Para un futuro se está planteando el reconocimiento legal de las uniones homosexuales por medio de una ley de unión civil.

  • Chile en 1998 modificó el artículo 365 del Código Penal que castigaba la sodomía, con lo que la homosexualidad quedaba legalizada. En los últimos años ha habido una apertura hacia los temas gay-lésbicos-transexuales. Sin embargo, ninguna medida legal favorable a los homosexuales ha prosperado en el Congreso, a pesar de que se han presentado varios proyectos, entre ellos uno de Unión Civil y otro que establece medidas contra la discriminación

  • Ecuador aún promueve ley para sancionar y eliminar la discriminación por orientación sexual.

  • Costa Rica es aún uno de los países más retrasados en este sentido, donde no se considera sea posible implementar este proyecto de ley aún.

  • En el Caribe la homosexualidad no está penalizada, aunque en países como Cuba, Haití y la República Dominicana aún persiste la homofobia. Jamaica aparece como caso extremo; mientras que en la República Dominicana, hay leyes que prohíben difundir videos musicales en cualquier canal de televisión local que estén relacionados con la homosexualidad y la bisexualidad. En el caso de Cuba, se comienzan a dar pasos hacia un proyecto de ley para las uniones de hecho.

  • Bolivia, Guatemala, El Salvador, Panamá y Paraguay tiene bastante altos los niveles de homofobia. Bolivia lleva a cabo una Asamblea Constituyente que promueve el gobierno actual del presidente Evo Morales, donde ha presentado artículos para sancionar y eliminar la discriminación en la nueva constitución, que incluye a la homosexualidad junto a la raza, cultura, religión, sexo o género etc., con el fin de favorecer el respeto a la diversidad de identidades, aunque todavía estos proyectos están en discusión y no se han aprobado.

  • Panamá la homofobia persiste. Ahora se está promoviendo a través de la educación la aceptación de esta orientación sexual, y para más adelante se prepara un proyecto de ley para que puedan ser reconocidas las uniones entre personas del mismo sexo. Ya que el matrimonio no parece posible, se podrían extender ciertos derechos a las parejas homosexuales a través de la unión civil que propone este proyecto.

Fuentes

  • Deustche-Wellehttp://www.laeroteca.com/

  • Reyes, Mariusa; BBC Mundo, México; http://news.bbc.co.uk

  • Europa:

Países que han aprobado la unión civil o de hecho, en parejas homosexuales:

  • Dinamarca (1989)

  • Noruega (1993)

  • Francia (1998)

  • Alemania (2001)

  • Reino Unido (2004)

Países que han aprobado el matrimonio homosexual:

  • Países Bajos (2001): Equiparando ya totalmente a las parejas compuestas por homosexuales de las de heterosexuales, llegando a incluir el derecho de adopción.

  • Bélgica (2003)

  • España (2004)

  • En el resto de los estados o es un sujeto a debate o no se ve una aprobación cercana.

  • Otros países que han aprobado alguna de estas modalidades de unión:

  • Israel (1994): unión de hecho

  • Estados Unidos (1996): Aprobación de la ley DOMA, la cual no excluye la posibilidad de que los Estados aprueben leyes que concedan beneficios a cualquier pareja de hecho, sin llegar a ser "matrimonios". DOMA que define claramente el matrimonio como la unión legal estable entre un hombre y una mujer. Opinión favorable de importantes medios de prensa (New York Times y Washington Post, oposición de algunos sectores de la Iglesia)

Fuentes:

  • www.vidahumana.org

  • http://www.annodis.com

  • Resumen de las posiciones en debate, en Europa:

Cuestión central: ¿El acceso al matrimonio civil es necesario o suficiente para la igualdad?

  • Apertura del matrimonio civil a parejas homosexuales.

  • Proporcionar un sistema alternativo de registro para parejas heterosexuales y homosexuales que no desean casarse pero que se registrarían si pudieran hacerlo.

  • Conceder los derechos y obligaciones de parejas homosexuales y heterosexuales que rechazan o se niegan a casarse o a registrarse.

Argumentos a favor de la apertura del matrimonio civil a parejas homosexuales

  • Liberal: La exclusión de las parejas homosexuales del matrimonio civil es un acto de discriminación por sexo u orientación sexual.

  • Conservadoras: El matrimonio civil homosexual daría estabilidad a las parejas homosexuales y a sus hijos, lo que es beneficioso para ellos y para la sociedad.

  • Izquierda/feministas: El matrimonio civil de parejas homosexuales contribuiría a "despatriarcalizar" el matrimonio civil.

Argumentos en contra de la apertura del matrimonio civil a parejas homosexuales

  • Conservadores liberales prudentes:

  • Tradición ("siempre ha sido así ")

  • Objeciones religiosas ("no en mi iglesia/sinagoga/mezquita ")

  • El fin del matrimonio es la procreación ("Adán y Eva, no Adán y Esteban ")

  • Un camino resbaloso ("¿Qué pasa con el incesto y la poligamia?")

  • Una pérdida de valor del matrimonio para parejas heterosexuales ("estableced un estado legal propio ")

  • Izquierdas/Feministas:

  • El matrimonio es irremediablemente patriarcal.

  • El matrimonio es un elemento integrador de mujeres lesbianas y hombres gay.

Fuentes:

  • http://europa.eu.int/eur-lex/en/search/search_lip.html

Consideraciones finales

La facilitación legal del cuidado de los menores, sean hija/os biológica/os o no, a cargo de padres responsables, sean homosexuales, solteros… se hace necesario en un planeta donde tantos huérfanos de la guerra y de la pobreza vagan por los campos y calles su miserable existencia. Un concepto ideológico rígido de la familia y matrimonio, sobre lo que entender por correcto o apropiado, y sobre todo un criterio no operativo en el hoy de la moralidad, está dejando sin familia a muchos niños.

Para muchos niños solos pasar a un hogar confortable de padres gays, solventes económicamente, protectores y responsables, sería tan beneficioso como nacer otra vez. Para muchos padres gays, la oportunidad de educar a un hijo en el amor y en la ética, en el valor del trabajo y el estudio y en el respeto y aceptación del otro y de sí mismo, puede ser la mejor obra de sus vidas, como lo constituye para tantas familias heterosexuales el milagro de la procreación.

La evolución de niños educados en familias homosexuales se ha contrastado con la evolución de niños educados en familias heterosexuales, y se ha llegado a la conclusión de que no hay diferencias significativas. La posible orientación homosexual de un/a hijo/a de una pareja homosexual no tiene por qué venir determinada por el modelo de familia en el que se ha desarrollado (del mismo modo que la orientación heterosexual de los padres no garantiza, necesariamente, la orientación heterosexual de la/os hija/os).

Es hora de deconstruir el "modelo masculino", el hombre violento encarna el prototipo de ideal transmitido por la sociedad, y del modelo femenino débil y dócil, pasivo, obediente, sacrificado; para inaugurar los modelos que permitan reivindicar cualidades deseables para una determinada sociedad.

El ser un buen o mal ciudadano no guarda relación con la orientación sexual. Una correcta socialización debe perseguir que el niño llegue a desarrollar lo más posible sus capacidades, que llegue a ser lo más feliz posible y que resulte un buen ciudadano para su comunidad.

La familia patriarcal o tradicional ha otorgado un privilegio exclusivo a los lazos sanguíneos. Es "familia la que cumple con sus funciones". La familia es algo más que un lazo biológico o un título legal. La familia es un afecto que se demuestra con hechos.

Bibliografía

Arés, P.; "Aportes de la Psicología a los estudios de Familia"; s/e, s/f (soporte digital)

Arés, P.; "Aportes de la Psicología a los estudios de Familia. Propuesta para nuevos modelos de intervención"; s/e, s/f (soporte digital)

Arés, P.; "Psicología de Familia. Una aproximación a su estudio"; Ed. Félix Varela, La Habana, 2002

Fitzgibbons, R.; "Los orígenes y curación de atracciones y comportamiento homosexuales; en "The Truth About Homosexuality";, Ed. Ignatius Press, San Francisco 1996

Stacey, J. y Biblarz, T.; How) does the sexual orientation of parents matter?"; en "American Sociological Review"; USA, 2002; http://www.elalmanaque.com/temasdehoy/homosexualidad.htm

Hernández de V., I.; "Homosexualidad y Medios de Comunicación"; en Unidad Didactica Sobre Homosexualidad; Fundación Triángulo; http// www.fundaciontriangulo.es

Delfino, A; "Familias del mismo sexo"; http://www.lacapital.com.ar; 2004

s/a; ""Nuevos" modelos de familia" Unidad Didactica Sobre Homosexualidad; Fundación Triángulo; http// www.fundaciontriangulo.es

Barcino, C.; " Adopción por homosexuales, ¿Qué interés prevalece?", s/f; www.mujernueva.org

Harvey, J. P; "Homosexualidad y esperanza. Declaración de la Asociación Médica Católica de EE.UU" http://www.vidahumana.org

"Los derechos homosexules en Europa"; http://www.annodis.com (portal gay Barcelona); 2003

Deustche-Welle; "La homosexualidad en América Latina"; http//www.laeroteca.com; 2006

Reyes, M. ;BBC Mundo, México; http://news.bbc.co.uk; 2007

s/a; "Homosexualidad en Europa"; http://es.wikipedia.org

Latorre, L; "Sobre familia y homosexualidad"; http://www.revistateina.com; 2005

Wintemute, R.; "Las parejas homosexuales en Europa: El matrimonio civil frente a las parejas de hecho frente a la convivencia no regulada"; Foro europeo sobre el derecho al matrimonio y la adopción; http://www.20minutos.es

 

 

Autor:

Lilianne Florez Echevarría,

Odile Orizondo Marrero,

María Carla Figuerola Domenech

Universidad de La Habana, Facultad de Psicología

2008