Descargar

Brasil: Orden y Progreso


Partes: 1, 2

  1. Territorio
  2. Población
  3. Educación
  4. Cultura
  5. Economía
  6. Gobierno
  7. Historia

Brasil (nombre oficial, República Federativa do Brasil, República Federativa de Brasil), país de Sudamérica, que es el más grande del subcontinente, pues ocupa casi la mitad de su superficie, y el quinto más extenso del mundo (después de Rusia, China, Canadá y Estados Unidos). La superficie total de Brasil es de 8.547.404 km²; su distancia máxima de norte a sur es de 4.345 km y de este a oeste de 4.330 km.

Territorio

Limita al norte con Venezuela, Guyana, Surinam, Guayana Francesa y el océano Atlántico; al este con el océano Atlántico; al sur con Uruguay; al oeste con Argentina, Paraguay, Bolivia y Perú, y al noroeste con Colombia. La república tiene frontera común con todos los países de Sudamérica excepto Chile y Ecuador. La capital, situada en el interior, es Brasilia.

Más de dos tercios del territorio de Brasil están drenados por las cuencas de los ríos Amazonas y Tocantins-Araguaia, alrededor de un quinto por la cuenca del Río de la Plata (destacando el Grande, afluente del Paraná) y el resto por el río São Francisco y otros cursos menores.

El río Amazonas es el más caudaloso del mundo y el segundo más largo, después del Nilo. Entre sus principales afluentes que discurren por Brasil destacan: Iça, Uatumã, Trombetas, Paru, Jari, Negro y Japurá, al norte; Javari, Purus, Juruá, Tefé, Coari, Madeira, Tapajós y Xingú, al sur; y el Tocantins, que es un tributario del río Pará, distribuidor sur del Amazonas, que posibilita la navegación interna. Gran parte de su curso es navegable por barcos de cabotaje.

Los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay nacen en Brasil y pertenecen a la cuenca del Plata, en la que sobresalen numerosos ríos con espectaculares cascadas, como el Iguazú (donde se forman las cataratas del mismo nombre), que presenta un gran potencial hidroeléctrico y cuyas aguas son aprovechadas por el conjunto de las represas-usinas hidroeléctricas de Itaipú, Jupiá, Ilha Solteira y Foz do Areia. Este complejo energético se extiende por los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay, y se adentra en los países vecinos de Paraguay, Argentina y Uruguay.

La cuenca del São Francisco es la única enteramente brasileña y atraviesa una región de clima semiárido, por lo que las aguas de sus cursos son muy útiles para el riego y para generar energía hidroeléctrica (complejo de represas y cataratas de Paulo Afonso).

Aunque, por lo general, el clima en Brasil se caracteriza por las altas temperaturas y la abundancia de precipitaciones, las condiciones climáticas varían, sobre todo, en función de la latitud y la proximidad al litoral: desde el clima ecuatorial al clima semiárido, pasando por los climas tropical, subtropical y templado.

En la cuenca amazónica el clima es ecuatorial, con lluvias durante todo el año y temperaturas elevadas. Las condiciones tropicales prevalecen sobre la mayor parte de la llanura costera que se extiende al norte del trópico de Capricornio, pero los vientos oceánicos tienen un efecto moderador sobre las altas temperaturas y la humedad. La pluviosidad media anual en esta parte de la costa varía entre los 1.000 y los 2.300 mm.

En la región costera al sur del trópico de Capricornio, las condiciones climáticas están marcadas por fuertes variaciones estacionales. Las temperaturas que se registran durante el invierno en el extremo sur llegan a descender hasta -5,6 °C y las heladas son normales por toda la región. Las precipitaciones medias anuales son inferiores a 1.016 mm en la parte sur de la zona costera.

En las tierras altas del sur y oeste, las lluvias pueden considerarse suficientes, y en ocasiones, abundantes. Las temperaturas alternan rasgos subtropicales y rasgos templados en las tierras altas del sureste, que es la zona más densamente poblada del país. En Brasilia, las temperaturas medias de enero y julio son 22,3 °C y 19,8 °C, respectivamente, y las precipitaciones alcanzan los 1.600 mm anuales. En Río de Janeiro, en los mismos meses, son de 28,5 °C y 19,6 °C, y se alcanzan los 1.758 mm de precipitaciones al año.

En la cuenca del Amazonas pueden encontrarse decenas de miles de especies vegetales, incluidas bignonias, laureles, mirtos y mimosas. Palmeras y árboles de madera dura son abundantes, como lo son también las plantas de la familia de las Euforbiáceas (una de las principales fuentes de caucho natural). Mangle, cacao, palmeras enanas y árboles de palo Brasil crecen en la región costera. La vegetación en los valles fluviales es exuberante. En las tierras altas son menos densos los bosques, principalmente formados por especies de hoja caduca, y predominan los arbustos y herbáceas. Las coníferas crecen en aquellas áreas donde predominan las condiciones de clima templado. En las zonas áridas, los cactus y otras plantas espinosas son habituales. Destacan en este país el tronco y el castaño del Brasil. En el noreste destaca la catinga.

La fauna de Brasil es también extremadamente variada. Los animales presentes de mayor tamaño son el puma, el jaguar, el ocelote y el zorro. El pecarí, el tapir, el oso hormiguero gigante, el perezoso, el oposum y el armadillo son abundantes. Los ciervos son numerosos en el sur y los monos de distintas especies abundan en la selva. Muchas variedades de pájaros son autóctonas del país. Entre los reptiles se incluyen varias especies de caimanes y de serpientes, en especial el surucucú, la cascabel y la boa. Los peces y tortugas abundan en las aguas de los ríos, lagos y costas de Brasil. En 2004 se contabilizaron 697 especies amenazadas.

Hay diferentes tipos de suelo en las áreas tropical y subtropical. La Amazonia es una amplia llanura aluvial en la que la inundación continuada limpia y rellena la capa superficial del suelo. Algunas mesetas aluviales bajas, sin embargo, sobresalen en el relieve. En el interior de la región Nordeste predomina el sertão semiárido. En las áreas de tierras bajas, el suelo soporta una densa vegetación selvática. El estado de São Paulo se caracteriza por la fértil tierra rosa, casi púrpura, debido a la descomposición del basalto, acelerada por el calor y la humedad. El Amazonas nace en Perú, pero la mayor parte de las selvas que rodean a este río y a sus afluentes se encuentran en territorio brasileño, que ofrece inmensos recursos madereros: las áreas boscosas cubren cerca de 478 millones de ha, un 56,1% de la superficie total. En los bosques y las sabanas de la Amazonia existe una de las concentraciones de carbono más altas del planeta y el exceso de este elemento se convierte en tejido vegetal además de ejercer un gran efecto en el clima mundial; hoy día existe en esta región la biodiversidad más rica de la Tierra: el 20% de las especies vegetales conocidas y aún se desconoce el porcentaje de las especies animales que habitan en este territorio.

Los bosques se han talado para incrementar la actividad ganadera vacuna, la minería y la explotación forestal, y se han construido numerosas autopistas. La deforestación se ha multiplicado de manera alarmante; cada año desaparecen aproximadamente 24.000 km² de bosque denso, a un ritmo del 0,54% anual, dejando tras de sí amplias zonas de suelo descubierto, que se degrada rápidamente, varias vías fluviales contaminadas y miles de indígenas sin hogar. La desaparición de la selva es uno de los problemas más acuciantes a nivel mundial: la deforestación de la Amazonia hace que el porcentaje de dióxido de carbono de la atmósfera aumente en un tercio. El gobierno ha reducido los incentivos que solía conceder para fomentar el desarrollo industrial en la Amazonia. La ayuda internacional al desarrollo depende cada vez más de la utilización de técnicas agrícolas sostenibles.

La elevada concentración de población de las zonas urbanas de Brasil, sobre todo de São Paulo y Río de Janeiro, supone una gran carga para el medio ambiente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido una serie de normas para controlar la concentración de plomo y de dióxido de azufre en São Paulo, ya que en esta ciudad el uso de alcohol como combustible es frecuente y las curvas de emisiones son alarmantes. El aumento del tráfico constituye un continuo problema porque los niveles de monóxido de carbono aumentan y provocan daños irreparables en la capa de ozono del planeta.

En la Amazonia, las presas hidroeléctricas han dado lugar a gigantescos embalses que han alterado el medio ambiente local. Se ha rechazado la concesión de fondos para construir más presas hidroeléctricas.

Aproximadamente el 18,5% (2007) de la superficie de este país está protegida. Existen varias decenas de parques nacionales, monumentos naturales y reservas biológicas, y en marzo de 2005 Brasil contaba con cinco Reservas de la Biosfera y ocho espacios declarados Patrimonio de la Humanidad, como el Parque nacional Iguazú, reconocidos por la UNESCO. Hay varios tipos de humedales clasificados en la Convención de Ramsar y más manglares que en cualquier otro país del mundo.

En 1992, se celebró en Río la Conferencia sobre Medioambiente y Desarrollo de la Organización de las Naciones Unidas, también conocida como Cumbre de la Tierra. Brasil ha ratificado una serie de acuerdos internacionales sobre medioambiente, relacionados con la Antártida, biodiversidad, cambios climáticos, especies en peligro de extinción, vertidos contaminantes, leyes del mar, ensayos nucleares, capa de ozono, contaminación naval, madera tropical (1983), zonas húmedas y caza de ballenas. A nivel regional, Brasil forma parte del Convenio del Hemisferio Norte (1940), por el que se comprometió a proteger la naturaleza y la vida salvaje, y del Tratado de Cooperación Amazónica (1978), que prevé la cooperación entre los diferentes países para proteger la Cuenca del Amazonas.

Población

La población de Brasil (según estimaciones para 2008) es de 191.908.600 habitantes. La densidad demográfica es de 23 hab/km². Alrededor del 84% de la población es urbana. La mayoría de los habitantes de Brasil viven junto al océano Atlántico, especialmente en las grandes ciudades de São Paulo y Río de Janeiro.

 De acuerdo con el censo del año 2000, la población de Brasil se componía de un 54% de blancos, un 39% de mestizos (mulatos, caboclos y cafuzos), un 6% de negros, un 0,6% de asiáticos y un 0,4% de indígenas americanos. A la composición de esta población contribuyeron originariamente indígenas, portugueses y negros, a los que se sumaron, a través del flujo inmigratorio, italianos, españoles, alemanes, eslavos y japoneses, entre otros. La esperanza de vida para los hombres es de 67 años y para las mujeres, de 75.

La república se compone de 26 estados y un distrito federal. Los estados son Acre, Alagoas, Amapá, Amazonas, Bahía, Ceará, Espírito Santo, Goiás, Maranhão, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Pará, Paraíba, Paraná, Pernambuco, Piauí, Río de Janeiro, Rio Grande do Norte, Rio Grande do Sul, Rondônia, Roraima, Santa Catarina, São Paulo, Sergipe y Tocantins. El Distrito Federal incluye Brasilia, que reemplazó a Río de Janeiro como capital nacional en 1960.

El territorio brasileño ha sido dividido, con fines eminentemente estadísticos, en cinco grandes regiones: Norte (que engloba los estados de Rondônia, Acre, Amazonas, Roraima, Pará, Amapá y Tocantins), Noreste (Maranhão, Piauí, Ceará, Rio Grande do Norte, Paraíba, Pernambuco, Alagoas, Sergipe y Bahía), Sureste (Minas Gerais, Espírito Santo, Río de Janeiro y São Paulo), Sul (Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul) y Centro-Oeste (Mato Grosso do Sul, Mato Grosso, Goiás y Distrito Federal).

La capital, Brasilia, que se encuentra en el interior, tiene una población (según estimaciones para 2007) de 2.455.903 habitantes. La ciudad más grande es São Paulo, centro de la industria brasileña, con una población (según estimaciones para 2007) de 10.886.518 habitantes. Otras ciudades importantes en cuanto a número de habitantes (según estimaciones para 2007) son: Río de Janeiro, la antigua capital del país y destacado centro comercial (6.093.472 habitantes); Porto Alegre (1.420.667 habitantes); Salvador, ciudad portuaria localizada en una región agrícola fértil (2.892.625 habitantes); Belém, el principal puerto en el bajo Amazonas (1.408.847 habitantes); Recife (1.533.580 habitantes); Curitiba (1.797.408 habitantes); Belo Horizonte (2.412.937 habitantes), Fortaleza (2.431.415 habitantes), y Manaus, un puerto en el río Negro (1.612.475 habitantes).

Casi el 90% de los habitantes de Brasil son católicos. No obstante, alrededor de veinte millones de católicos también practican algún tipo de culto ritual de origen africano. También hay un 6% de protestantes, entre los que se incluyen un número importante de luteranos, metodistas y episcopalianos, y una pequeña comunidad de judíos. La mayoría de los indígenas americanos profesan religiones tradicionales. La separación de Iglesia y Estado es formal y completa.

El portugués es la lengua oficial de Brasil. También se habla español, inglés, francés y más de 100 dialectos indígenas. Especialmente en las ciudades del sur muchos brasileños hablan el alemán y el italiano.

Educación

La educación primaria en Brasil es gratuita y obligatoria para los niños entre los 7 y los 14 años de edad. Aproximadamente el 87% de la población adulta está alfabetizada. En 2000 asistieron a las escuelas primarias 21.224.855 alumnos y 26.096.870 a las escuelas secundarias. Los centros de enseñanza primaria y secundaria son fundamentalmente propiedad de los estados y los municipios, pero también existen muchos centros católicos de enseñanza secundaria, entre otros centros privados.

El gobierno federal de Brasil comparte con los estados y las entidades privadas la responsabilidad de las instituciones de enseñanza superior, de las cuales hay más de 70. En 2002–2003 la tasa de escolarización en enseñanza superior fue del 21%. Entre las primeras universidades existentes en el país destacan la Universidad de Brasilia (1961), la Universidad de São Paulo (1934), la Universidad Católica Pontificia de Campinas (1941), la Universidad Federal de Río de Janeiro (1920) y la Universidad Católica Pontificia de Rio Grande do Sul (1948), en Porto Alegre.

Cultura

La cultura del Brasil moderno se ha configurado a partir de un rico pasado de tradiciones étnicas. Los primeros colonos portugueses tomaron muchas costumbres y palabras de la población nativa de América. Durante el periodo de colonización, millones de esclavos negros africanos que fueron traídos a Brasil añadieron un elemento africano a la vida cultural brasileña; sus ritos religiosos se unieron a los del catolicismo para formar cultos afro-brasileños singulares, notables por sus ceremonias. El más influyente de ellos es el candomblé. Una fiesta muy popular en Brasil es el carnaval; tiene fama internacional el carnaval de Río, por la grandeza, el colorido y la espectacularidad de esta fiesta profana.

Todos los estados mantienen bibliotecas y museos públicos en sus capitales. En Río de Janeiro, el Archivo Nacional (1838) contiene una colección relacionada principalmente con la historia brasileña. La Biblioteca Nacional (1810), también en Río de Janeiro, contiene unos 6.000.000 de libros, 700.000 manuscritos, 80.000 grabados y mapas y muchos periódicos; la biblioteca sirve como registro nacional de derechos de autor. El Instituto Histórico y Geográfico Brasileño (1838) posee también abundante material archivístico y museológico, así como libros raros y únicos.

En Río de Janeiro se encuentran el Museo de Arte Moderno (fundado en 1948), que alberga colecciones de muchos países y ofrece cursos, conciertos y películas; el Museo Nacional (1818); el Museo del Indio (1953); el Museo Nacional de Bellas Artes (1937) y el Museo Histórico Nacional (1922).

En la literatura brasileña destacan autores como el prosista Joaquim Maria Machado de Assis (1839-1908), los poetas Olavo Bilac (1865-1918) y Manuel Bandeira (1886-1968), el modernista Mário de Andrade (1893-1945), el regionalista Graciliano Ramos (1892-1953), o los novelistas Jorge Amado (1912-2001) y Rachel de Queiroz (1910-2003), entre otros.

La escultura floreció durante los siglos XVIII y XIX en Brasil. La mayoría de las obras representaban destacadas figuras religiosas. Gran parte del arte brasileño anterior al siglo XX fue anónimo, pero la influencia de este trabajo ha sido importante y sus vestigios se pueden ver en la obra de artistas contemporáneos brasileños, como la escultora Maria Martins o el pintor Cândido Portinari, que en un mural ejecutado para la sede de las Naciones Unidas en Nueva York muestra claramente estas influencias del pasado.

Muchos artistas brasileños contemporáneos han seguido trayectorias artísticas individuales inequívocas que han recibido el reconocimiento internacional. Este es el caso de los arquitectos Oscar Niemeyer y Lúcio Costa, artífices de Brasilia, ciudad considerada uno de los hitos de la construcción moderna.

Heitor Villa-Lobos es considerado quizás el compositor brasileño de más talento. Sus obras se basan en gran medida en temas del folclore brasileño. La soprano brasileña Bidu Sayão ha sido una intérprete famosa de su música. Brasil tiene una rica tradición de música popular que sintetiza elementos de la música tradicional africana y portuguesa. Un baile de salón brasileño, la samba, se hizo muy popular internacionalmente en la década de 1930. Su música, basada en aquellos bailes folclóricos originarios de África, se extendió rápidamente y con el tiempo dio lugar a la bossa-nova. Las melodías pegadizas y los ritmos de la bossa-nova han sido interpretados por multitud de artistas, como los cantantes João Gilberto, Vinicius de Moraes, Chico Buarque o Caetano Veloso. Entre otros compositores contemporáneos se encuentran Luís Bonfá y Antonio Carlos Jobim, que compuso la partitura para la película Orfeo negro.

Economía

El país, que fue una posesión portuguesa, es el mayor productor de café en el mundo y posee grandes recursos minerales; la explotación de muchos de ellos se intensificó durante la década de 1980. Desde mediados del siglo XX se inició un importante proceso de industrialización que llevó al país a convertirse en la décima potencia económica mundial.

Una nación predominantemente agrícola como era Brasil experimentó un rápido crecimiento industrial en las décadas de 1960 y 1970, hasta que en la década de 1980 logró una economía moderna diversificada. Se extrajeron grandes cantidades de mineral de hierro y carbón y la producción de acero, productos químicos y vehículos de motor creció sustancialmente. Al mismo tiempo, no obstante, la inflación crónica y una deuda externa de más de 100.000 millones de dólares provocaron graves problemas económicos. A comienzos de la década de 1980, el presupuesto nacional se componía de 15.700 millones de dólares de ingresos y 25.100 millones de dólares de gastos.

El producto interior bruto (PIB) aumentó de 369.000 millones de dólares en 1981 a 1.067.472 millones de dólares en 2006.

Aunque la superficie de cultivo totaliza sólo unos 67 millones de ha, menos del 8% de la superficie total, Brasil es un importante país agrícola. Alrededor de la cuarta parte del café del mundo se cultiva en las plantaciones de São Paulo, Paraná, Espírito Santo y Minas Gerais. La producción de café en 2006 fue de 2,59 millones de t, de las que la mayoría se exportaron. Entre las frutas autóctonas y ampliamente cultivadas hay piñas, higos, chirimoyas, mangos, bananas, guayabas, uvas y naranjas. Brasil está entre los principales productores mundiales de caña de azúcar (455 millones de t), que se utiliza para producir azúcar refinada y alcohol para combustible; ricino; cacao (199.412 t); maíz (42,6 millones de t); y naranjas. Otros importantes cultivos son: soja, tabaco (905.352 t), patatas (3,14millones de t), algodón (1,21 millones de t), arroz (11,5 millones de t), trigo (2,48 millones de t), mandioca y bananas.

El ganado se cría en casi todas las partes del país, particularmente en São Paulo y otros estados del sur, donde predomina la cabaña vacuna, con un total de 207 millones de cabezas. También se crían cerdos (34,1 millones), aves de corral (1.019 millones), ovejas (15,6 millones), cabras (10,3 millones), caballos (5,79 millones), asnos (2,58 millones), mulas (1,35 millones) y bueyes (1,17 millones).

Entre los productos más valiosos de los bosques brasileños destacan varios: aleurita, caucho, cera de carnauba, fibra de algarrobo, hojas medicinales, aceites vegetales, resinas, nueces y maderas para construcción y muebles. Constituyen importantes recursos madereros el pino de Paraná, el más importante comercialmente, y el pimentero. La industria maderera se desarrolló rápidamente durante las décadas de 1970 y 1980 al mismo tiempo que los bosques eran talados para construir asentamientos.

La industria pesquera, aunque obstaculizada al principio por la escasez de capital, almacenes e industrias conserveras, creció considerablemente a partir de la década de 1960. En 2005 las capturas totales fueron de 1.008.066 t anuales.

Los recursos minerales de Brasil son amplios (diamantes, hierro, carbón, petróleo, oro, estaño…), pero la escasez de capital y las inadecuadas infraestructuras de transporte frenaron su desarrollo hasta la década de 1970.

El carbón se extrae en Rio Grande do Sul, Santa Catarina y en otras zonas. La fiebre del oro en la jungla amazónica, constante desde 1979, ha hecho de Brasil uno de los mayores productores mundiales. Los yacimientos de mineral de hierro del país, localizados en Itabira y otras áreas, están considerados entre los más ricos del mundo. La producción de mineral de hierro fue de 169 millones de toneladas en 2004. Los ricos yacimientos de estaño han hecho de Brasil uno de los productores líderes de este metal (12.200 toneladas en 2004). También es un gran exportador de cristales de cuarzo, monacita y berilio. Manganeso, diamantes (500.000 quilates), cromo, circonio, petróleo crudo, gas natural, plata, bauxita y mica se extraen en grandes cantidades. Las valiosas reservas de magnesita, grafito, titanio, cobre, cinc, mercurio y platino no se explotan a gran escala.

Las industrias manufacturan una amplia gama de artículos. Se producen grandes cantidades de bienes como alimentos procesados, hierro y acero, cemento, tejidos, confección, vehículos de motor, productos químicos, papel, barcos y equipos eléctricos. São Paulo es el principal estado industrial, con factorías que producen alrededor de un tercio de la cantidad total de las manufacturas de Brasil; las ciudades de Río de Janeiro, Belo Horizonte, Porto Alegre y Fortaleza también son grandes centros manufactureros.

En 2003 el 84% de la producción anual de electricidad se generó en centrales hidroeléctricas. Las grandes plantas hidroeléctricas se situaban en los ríos Paraná, São Francisco y Grande. En el río Paraná se localiza el complejo hidroeléctrico de Itaipu, Jupiá, Ilha Solteira y Foz do Areia, uno de los mayores del mundo. En el São Francisco destaca el complejo Paulo Afonso-Sobradinho y en el río Grande, el complejo Embarcação, Furnas y Marimbondo. Brasil tenía una capacidad de producción eléctrica cercana a los 50 millones de Kw a comienzos de la década de 1990 y de 359.189 millones de KWh en 2003. Una sola central eléctrica, situada en la costa entre Río de Janeiro y São Paulo, produce cerca del 2% de la energía nuclear del país.

La unidad monetaria de Brasil, introducida en julio de 1994 para reemplazar al cruzado, es el real, dividido en 100 centavos (2,20 reales equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006). El Banco Central de Brasil (1965), con sede principal en Brasilia, emite la moneda del país. Otras grandes instituciones bancarias son el Banco de Brasil, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, con sede principal en Río de Janeiro, y el Banco de Descuento Brasileño. Los brasileños también cuentan con numerosos bancos privados.

En 2004 Brasil gastó 65.317 millones de dólares en importaciones de mercancías, mientras que sus exportaciones ascendían a 95.002 millones de dólares. Los principales socios comerciales del país son Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, y los demás miembros de Mercosur. Brasil exporta soja, café, mineral de hierro, acero, equipos de transporte, alimentos animales, maquinaria, zapatos y tejidos.

Estados Unidos reemplazó a Alemania como la principal fuente de las importaciones brasileñas al inicio de la II Guerra Mundial (1939-1945) y continuó manteniendo esa posición después de la guerra. Irak, Alemania, Japón, Argentina, Francia y Canadá también fueron grandes suministradores a comienzos de la década de 1990. En 2004 se importaban, principalmente: maquinaria y bienes de equipo (38%); productos químicos (15%); combustibles (18,9%), entre ellos petróleo crudo y refinado; minerales y metales (4%); y trigo.

El sistema de ferrocarril de Brasil constaba en 2005 de 29.314 km de líneas, implantado principalmente al sur de Bahía. El principal ferrocarril es la Corporación de Ferrocarril Federal, bajo control del gobierno brasileño, que explota siete redes regionales. Los ferrocarriles del país son utilizados principalmente para el transporte de mercancías.

Las carreteras y autopistas, concentradas en las zonas sur y noreste de Brasil, tenían una longitud de 1.751.868 km en 2004; algo más del 6% de las carreteras brasileñas estaban pavimentadas. Un sistema de autopistas nacionales, que supera los 60.000 km, conecta todas las regiones y estados del país; esta red viaria sigue aumentando con obras como la autopista transamazónica, una vía de comunicación que, con dirección este-oeste, une las regiones aisladas de Brasil y Perú. Varias ciudades brasileñas están conectadas por la carretera Panamericana. En el año 2000 había un parque automovilístico de casi 34 millones de vehículos. Las vías fluviales interiores, que totalizan unos 50.000 km en torno al Amazonas y sus afluentes, conectan Brasil con otros países de Sudamérica y proveen importantes medios de transporte dentro del país. En el interior de muchas áreas de la cuenca del Amazonas, las vías fluviales son el principal medio de transporte. Unos 40 puertos a lo largo de la costa brasileña sirven al comercio de cabotaje e internacional. Los principales puertos son los de Santos, Río de Janeiro, Paranaguá, Recife, Fortaleza, Rio Grande, Salvador, Porto Alegre, Belém y Vitória. Las líneas aéreas nacionales son numerosas y varias las compañías de transporte aéreo internacional, incluida la compañía aérea brasileña VARIG, encargadas de enlazar el país.

Aunque en 1999 comenzó la privatización de las compañías de telefonía de Brasil, el gobierno federal desempeña aún un destacado papel en los servicios de telecomunicaciones. En 2004 había 230 teléfonos por cada 1.000 habitantes. Brasil también cuenta con unas 3.000 emisoras de radio y numerosos canales oficiales de televisión. El número de aparatos de radio era de 71 millones y 58 millones de receptores de televisión estaban en servicio. En 2002, el número de líneas de teléfono era de casi 39 millones y 46 millones de aparatos de telefonía móvil o celulares.

El país cuenta con 532 periódicos diarios, con una tirada de 7.163.000 ejemplares. Los diarios de mayor circulación son: O Globo y Jornal do Brasil en Río de Janeiro; Folha de São Paulo, Gazeta Mercantil y Estado de São Paulo en São Paulo; Estado de Minas en Belo. Brasil tiene seguramente uno de los centros de investigación científica más avanzados de las Américas. En Brasil se sitúan instituciones respetadas internacionalmente, como el Instituto Tecnológico da Aeronáutica, Instituto Militar de Engenharia la Fundação Getúlio Vargas y la Fundação Oswaldo Cruz. La Universidad de São Paulo es una de las mejores de mundo. La Agencia Espacial Brasileña es la única institución iberoamericana que se integra en la Estación Espacial Internacional.

Algunos de los científicos brasileños más conocidos son Alberto Santos Dumont, Oswaldo Cruz, César Lattes, Adolfo Lutz, Otto Gottlieb y Ivo Pitanguy. Horizonte; y Correio Brasiliense en Brasilia. Los semanarios de información general de mayor tirada son Veja e Isto é.

Brasil tiene seguramente uno de los centros de investigación científica más avanzados de las Américas. En Brasil se sitúan instituciones respetadas internacionalmente, como el Instituto Tecnológico da Aeronáutica, Instituto Militar de Engenharia la Fundação Getúlio Vargas y la Fundação Oswaldo Cruz. La Universidad de São Paulo es una de las mejores de mundo. La Agencia Espacial Brasileña es la única institución iberoamericana que se integra en la Estación Espacial Internacional.

Algunos de los científicos brasileños más conocidos son Alberto Santos Dumont, Oswaldo Cruz, César Lattes, Adolfo Lutz, Otto Gottlieb e Ivo Pitanguy. El gobierno brasileño posee bases científicas en la región antártica. El gobierno también conduce la construcción de un submarino de propulsión nuclear.

La más elevada insignia otorgada por el gobierno federal a científicos es la Orden Nacional do Mérito Científico.

Brasil pone a su primer astronauta en el espacio rumbo a la ISS, el primer brasileño que ha viajado al espacio, ha regresado a la Tierra el sábado 9 de abril de 2006, después de haber pasado nueve días en la Estación Espacial Internacional. La cápsula espacial que le transportaba aterrizó en la estepa de Kazajistán, llevando en su interior a Marcos Pontes, el estadounidense Bill McArthur y el ruso Valery Tokarev, quienes habían sido relevados de su misión en la estación por otros dos compatriotas, respectivamente. El aterrizaje se produjo en el lugar previsto, y con los astronautas en perfectas condiciones. La capital espacial de Brasil es la ciudad de São José dos Campos en el estado de São Paulo.

Pontes, de 43 años y teniente coronel de las Fuerza Aérea Brasileña, había partido de la Tierra el 30 de marzo anterior. Durante su misión realizó experimentos en condiciones de microgravedad, como la germinación de semillas de un árbol nativo o el estudio de la reparación del ADN de las células. La misión, que ha tenido lugar en la nave espacial rusa Soyuz TMA-8 , ocurre a menos de tres años después de la explosión del primer cohete brasileño, construido para transportar satélites al espacio, que causó la muerte de 21 personas que se encontraban en el lugar.

"Estoy muy contento", declaró Pontes, ondeando una pequeña bandera de su país. El astronauta había llevado en la nave una camiseta de la selección brasileña de fútbol. Las autoridades rusas llevaron a los astronautas a un improvisado hospital en una tienda de campaña, saliendo luego de allí en helicóptero para viajar más tarde en avión a Moscú.

Entre 2007 y 2008, Brasil subió dos puestos en el ranking de producción científica, alcanzando el 12º puesto: pasó de poco más de 19 mil a alrededor de 35 mil artículos publicados en revistas científicas indexadas. Superó en el ranking a Rusia y a los Países Bajos, aportando el 2,14% de los artículos de 183 países.

La población brasileña económicamente activa se estima que está integrada por cerca de 93,1 millones de personas; las mujeres componen el 43%. Alrededor del 21% de los trabajadores están ocupados en la agricultura, un 58% están empleados en los servicios y el resto trabaja en la industria, la construcción y otras actividades.

Existen dos grandes centrales obreras: la Central Única de Trabajadores (CUT) y Força Sindical. La representación sindical es mayoritaria por sectores. Muchos de los trabajadores son miembros de sindicatos pertenecientes a una de las varias confederaciones nacionales, como la Confederación Nacional de Trabajadores de la Industria, la Confederación Nacional de Trabajadores Agrícolas y la Confederación Nacional de Trabajadores de Comunicaciones y Publicidad, todas ellas localizadas en Brasilia.

Del año 2010 hasta la actualidad Brasil sigue ampliando sus lazos de cooperación económica con países latinoamericanos y de otras regiones más lejanas, esto ha permitido que en el 2012 esté entre los pocos países con crecimiento en su PIB.

Gobierno

Brasil es una república federal según recoge la actual Constitución, promulgada en octubre de 1988. Los estados federados tienen sus propios gobiernos, con competencias en todas las materias no específicamente reservadas a la Unión.

Brasil es miembro de numerosas organizaciones internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Mercosur, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), el Sistema Económico latinoamericano (SELA), la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) o la Comunidad Andina.

La Constitución de 1988 dispone la elección del jefe del gobierno y del Estado, es decir, del presidente, de forma directa para un periodo de cuatro años renovables. En 1993, los brasileños votaron a favor del mantenimiento del sistema de república presidencialista (el presidente de Gobierno y el jefe de Estado son la misma persona).

El Congreso Nacional bicameral brasileño se compone de un Senado Federal de 81 miembros (tres representantes por cada estado y tres por el Distrito Federal) elegidos para un periodo de ocho años, y una Cámara de Diputados con 513 miembros elegidos para un periodo de cuatro años. Los diputados son asignados a los estados según su población. La votación se realiza mediante voto secreto y es obligatoria para los ciudadanos alfabetizados mayores de 16 años.

El Supremo Tribunal Federal, compuesto de once jueces, tiene su sede en Brasilia. Las cortes federales se sitúan en cada estado y en el Distrito Federal. Otros órganos judiciales importantes son los tribunales electorales federales, creados para garantizar los procesos electorales, y los tribunales de trabajo. Los jueces federales son designados de por vida. La justicia en los estados se administra en tribunales específicos.

Los 26 estados y el Distrito Federal tienen sus propios órganos legislativos y ejecutivos, estos últimos encarnados en la figura de los gobernadores, elegidos democráticamente. Los prefeitos o alcaldes, elegidos asimismo por el pueblo, son las máximas autoridades municipales, y su gestión es fiscalizada por las câmaras de vereadores o ayuntamientos, que actúan como un cuerpo legislativo de ámbito local.

Los principales partidos políticos de Brasil son el Partido de los Trabajadores (PT, socialista), el Partido del Frente Liberal (PFL, liberal conservador), el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, centrista), el Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), el Partido Progresista Brasileño (PPB, de carácter derechista y conservador), el Partido Liberal (PL), el Partido Laborista Brasileño (PTB, centrista), el Partido Socialista Brasileño (PSB), el Partido Democrático del Trabajo (PDT, izquierdista), el Partido Socialista Popular (PSP; hasta 1992, Partido Comunista Brasileño) y el Partido Comunista de Brasil (PCdoB).

Las condiciones sanitarias en Brasil varían de una región a otra. Las ciudades más grandes cuentan con suficiente infraestructura, pero las regiones del interior sufren escasez de médicos, enfermeras, hospitales, clínicas y farmacéuticos. Brasil contaba en 2002 con más de 65.000 hospitales, clínicas y centros de salud local, y unos 730.000 médicos.

La Constitución define la responsabilidad del Estado en la atención de la salud pública. El Sistema Único de Salud (SUS) coordina la red pública sanitaria y las entidades privadas concertadas. Los trabajadores urbanos reciben una amplia gama de beneficios, como el seguro por enfermedad y las pensiones por jubilación. Los trabajadores rurales y los funcionarios federales reciben menos beneficios, principalmente en la atención sanitaria. La Constitución también estipula una jornada semanal de 40 horas, permiso por maternidad de 120 días y de paternidad de 5 días.

El servicio militar es obligatorio para todos los hombres entre los 18 y 45 años y tiene una duración de 12 a 18 meses. Las fuerzas activas se componían de 302.909 miembros en 2004.

Historia

Gran parte de América estaba poblada por amerindios, de acuerdo con la visión del Viejo Continente. El territorio que hoy corresponde a Brasil no era más que una representación incierta de tierras que se suponía podían haber sido visitadas por navíos de la Corona portuguesa, aunque no consta en absoluto, y que, si existían o no, por precaución fueron incluidas en los límites del Tratado de Tordesillas en el siglo XV por intervención papal.

Colonización

El primer europeo en llegar a Brasil fue el español Vicente Yáñez Pinzón, quien avistó tierra el día 26 de enero del año 1500 y llegó a la actual región de Cabo de San Agustín (Pernambuco), para realizar luego una primera exploración por la desembocadura del Amazonas. Este viaje se ve reflejado en los Pleitos Colombinos. En cambio, para la historiografía portuguesa, el descubridor fue Pedro Álvares Cabral (23 de abril de 1500), quien tomará "oficialmente" el territorio en nombre de su país.

La ocupación de hecho de la tierra recién descubierta comenzó en 1532 con la fundación del pueblo de São Vicente por Martin Afonso de Souza. En 1549 se fundó la primera capital de Brasil, la ciudad de Salvador, en la provincia de Bahía. Durante el siglo XVI se ensayó la esclavitud, inicialmente de los indígenas y sólo en las últimas décadas se introdujeron cautivos africanos.

Por otro lado, basados en diversas fuentes documentadas, las autoridades del Estado brasileño de Pernambuco celebraron el V Centenario un 26 de enero, fecha que asumen como la correcta respecto al descubrimiento de Brasil, dándole el honor a un español, para hacer más controvertido el tema. Las autoridades se fundamentan en los cronistas de Indias que recogen la travesía que partió el 19 de noviembre de 1499 del puerto de Palos de la Frontera , al mando del capitán Vicente Yáñez Pinzón, alcanzando el Cabo de Consolación (Brasil) el 26 de enero de 1500.

Partes: 1, 2
Página siguiente