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Factores que inciden en la regeneración de los reclusos en la cárcel San Fernando de Montecristi


Partes: 1, 2

  1. Compendio
  2. Introducción
  3. Origen de Montecristi
  4. Evolución de la Educación
  5. Ley Sobre Régimen Penitenciario
  6. Tipo de Investigación

Compendio

Montecristi está localizado en el vértice del ángulo Noroeste del territorio que corresponde a la República Dominicana. Es el punto extremo del litoral Costero y del horizonte Noroestano, por donde se acuesta el sol.

Límites: al Norte, Océano Atlántico; al Sur, los municipios de Pepillo Salcedo, Castañuelas y Guayubín; al Este, limita también con estos dos últimos municipios y con Villa Vásquez; y al Oeste, con Pepillo Salcedo y el Océano Atlántico.

En cuanto a su población, se puede decir que de acuerdo al VIII Censo Nacional de Población y Vivienda, levantado por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), durante los días 18, 19 y 20 de Octubre del año 2002, el Municipio de Montecristi, cuenta con una población de 25,776 habitantes, de los cuales 12,986 corresponden al sexo masculino y los restantes 12,790 al femenino. La diferencia entre uno y otro sexo es de 196 hombres que exceden el número de mujeres.

La población del Municipio de Montecristi, ha ido experimentando un lento crecimiento originado por grupos de inmigrantes que desde otras zonas, principalmente rurales, se establecen allí, atraídos por algunas fuentes de trabajo que ofrecen el Proyecto Agrario La Cruz de Manzanillo, la Zona Franca, la pesca y algunas empresas que al amparo de la Ley 28-00 de Incentivo Fronterizo, se están radicando en ese Municipio.

La Cárcel San Fernando de Montecristi, fue fundada en el año 1936 y se termina en el 1938, por el Presidente Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Está en la parte sur de Montecristi, en un alto, con una vista al mar y a gran parte de la ciudad. Su capacidad es de 70 reclusos, pero actualmente hay 167 reclusos. Hombres 135, mujeres 7 y extranjeros 25.

Al momento de su inicio comenzó con un oficial, y 5 guardias y en el 1938, solo estuvieron presos 3 ciudadanos.

De la educación se puede sustentar, que las sociedades en la antigüedad hicieron avances sustanciales en el conocimiento del mundo y en la organización social fueron sólo aquellas en las que personas especialmente designadas asumían la responsabilidad de educar a los jóvenes.

En la edad media la Iglesia asumió la responsabilidad de la educación, que se realizaba en los monasterios o en centros de aprendizaje que gradualmente evolucionaron hasta convertirse en grandes universidades como la de París (Francia) y Bolonia (Italia). En los siglos XVII y XVIII hubo un renovado interés por la educación infantil y el conocimiento sobre los métodos de enseñanza se incrementó.

Entre los educadores de mayor influencia cabe señalar a los alemanes Hermann Lietz y Georg Kerschensteiner, al británico Bertrand Russell y a la italiana María Montessori. En Estados Unidos tuvo una enorme influencia, luego extendida a todo el mundo, el filósofo y educador John Dewey.

Se percibe la educación ("educere": extraer) como una ayuda al educando, para que éste pueda extraer y desarrollar sus propias capacidades, sus potencialidades humanas y con ellas poder tomar decisiones en su propio beneficio social, libre y responsablemente.

Los niveles del Sistema Educativo son graduales, conforme al propio proceso educativo, con objetivos propios y en función de los diferentes estados de desarrollo de los educandos.

Los niveles en el Sistema Educativo son cuatro: Educación: Preescolar (Inicial), Primaria, Secundaria, Superior.

La Educación de Adultos: El concepto de educación de adultos se aplica por lo regular a la que se ofrece al grupo de personas que al trascender el período de la niñez poseen bajos niveles educacionales en relación con sus edades.

Los cursos y campañas de alfabetización y de educación de adultos, ofrecen oportunidades de aprender elementos de las ciencias que aportan bienes culturales básicos para otros estudios y para aprendizaje de labores específicas que facilitan el rendimiento en el trabajo y mejor participación en la vida ciudadana.

Más que como una educación dirigida a todo el conjunto de la edad adulta, la educación de adultos se concibe como la que se ofrece a un sector social en desventaja educativa, el que comprende edades que van desde la adolescencia hasta la vejez. De ahí que omita a los grupos de sujetos que estando dentro de ese conjunto, posean los niveles educativos correspondientes a sus edades.

La andragogía cobra especial interés cuando se trata el tema de educación de adultos, en su condición de disciplina que lo analiza, explica y aplica, manifestándose como su teoría, tecnología y metodología didáctica, con la connotación de que se propone abarcar la educación de adultos de todos los niveles y edades.

Los teóricos de la educación de adultos y de la andragogía, entre los que descuella el profesor venezolano Félix Adam (1921-1991) han hecho importantes aportes al avance de la metodología educativa, enfatizando las diferencias entre las metodologías educativas aplicables a los adultos, adolescentes y niños. En la primera han hecho considerables innovaciones y antropológicos que coinciden con las más avanzadas tendencias pedagógicas, coincidiendo con lo que había sido una gran preocupación a partir de la Escuela Nueva, y aún de sus antecedentes directos.

La escuela sigue siendo la institución que legitima la inserción social, pero en muchos casos deja de cumplir esa función, se "retira" y en su lugar queda un vacío. Aún incluidos en ella, los reclusos al vivenciar una desarticulación tan marcada entre discurso y sistema escolar y su propia experiencia cotidiana, dejan de percibirlo como un factor fundamental, para su desarrollo.

En lo concerniente a la Ley Número 224 sobre Régimen Penitenciario en Republica Dominicana, define recluso a: Toda persona que se encuentre privada de libertad, en virtud de orden emanada de autoridad judicial competente e internada en alguno de los establecimientos penales.

Se creó la Dirección General de Prisiones, la cual debe velar por la fiel ejecución y cumplimiento de todas las leyes y reglamentos relativo al servicio de prisiones, cuyas normas, postulados y principios constituyen los medios más eficaces para lograr la rehabilitación social de los reclusos y la base del sistema penitenciario dominicano.

Esta ley dice en su artículo 1º cómo deben clasificarse los establecimientos penales en la República Dominicana y según éste artículo se clasifican en: Penitenciarías, Cárceles, Presidios e Institutos Especiales.

El régimen penitenciario prevé usar de acuerdo con las características de cada caso, el tratamiento educativo y asistencia de que pueda disponer de conformidad a los progresos científicos que se realizan en la materia, para lograr de esta manera ir reformando progresivamente al individuo que se encuentre privado de su libertad.

Constituye su principal objetivo, la protección individual del recluso que se encuentre condenado, ya que está establecido claramente en la ley, que los reclusos no podrán ser sometidos a torturas, maltratos, vejaciones o humillaciones de ninguna especie.

La ley plantea en el artículo 13, los tres períodos progresivos del régimen penitenciario aplicable a los condenados por sentencias definitivas, estas son las siguientes: El de observación, el de tratamiento y de prueba.

El Método utilizado fue: el método Inductivo y Deductivo, en una investigación de campo y documental, complementada con técnicas de cuestionarios, consultas a personas expertas en la materia y profesionales versados sobre el tema.

En la presente investigación se utilizó el muestreo por Conglomerado, extrayendo una muestra aleatoria basada en 20 reclusos de la Cárcel San Fernando de Montecristi, de un universo de 167 reclusos.

Introducción

En el siguiente trabajo se trata de aclarar con la más dedicada investigación posible para llevar al más amplio conocimiento sobre la Ley 224 sobre el Régimen Penitenciario en la República Dominicana, lo que instituye la evolución del sistema penitenciario en la Cárcel de San Fernando de Montecristi, en cuanto a lo que concierne al grado educacional de sus reclusos.

Es preciso saber, que el nivel de formación académico y los factores de incidencia en la generación de los reclusos en la Cárcel de San Fernando en Montecristi, no escapa al sistema de condiciones antihumanas que viven nuestros reclusos de todo el país.

Es por eso y mucho más, que todo el tiempo se trata de indagar el nivel académico de los encarcelados y las distintas condenas que cumplen los mismos, en relación a los artículos violados.

Sin duda alguna todos hemos oído hablar de las cárceles públicas y muy en particular de la Cárcel San Fernando, pero vamos a ofrecerles la más amplia información sobre esta investigación y muestra de nuestra entrevista llevada a cabo con los mismos reclusos ¿Qué quieren? ¿Qué desea estudiar? ¿Qué delito cometió?.

La disposición y respuestas de los reclusos, fueron base fundamental para nuestra comparación vivida en la misma celda para con ellos.

El objetivo principal al realizar este trabajo es hacer una excelente presentación sobre este tema, además estudiar las investigaciones en todo lo que concierne con el fin de adquirir un mayor conocimiento de todas sus opciones.

En base a los conocimientos obtenidos, en lo que tiene que ver con la Ley 224 del 26 de junio de 1984 sobre el Régimen Penitenciario en la República Dominicana pero muy especialmente con los reclusos de la Cárcel San Fernando de Montecristi.

Ahora bien, como punto de referencia se puede decir que los reclusos de la Cárcel de San Fernando de Montecristi, viven en condiciones extremadamente mala, por la gran cantidad sobrepasada en cuanto a la capacidad que fue construida esta cárcel y la calidad que hay en los momentos actuales.

Cabe enumerar que los reclusos muchos viven enfermos, y otros en muy mal estado de salud, los hay en todos los delitos cometidos, pero a estos hay que agregarle, antes de salir regenerado muchas veces salen en peores condiciones que cuanto entran de la calle a la fortaleza.

En esta investigación se hace un aparte al sistema de educación fundamental en los reclusos de la Cárcel San Fernando de Montecristi porque al entrevistarlos su mayoría son iletrados y semi-analfabetos, por lo que se puede dar por seguro que si estuvieran formados académicamente quizás existieran con mas cautela al momento de cometer un delito.

Es por eso y por ello, que se debe tratar de educar a los reclusos en las distintas cárceles pero, muy especial a los reclusos de San Fernando de Montecristi y sin observar el grado alcanzado.

Vamos a mostrar nuestra fe a fin de que los amigos lectores puedan ser coincidente y hacer grandes aportes para que los reclusos al momento de terminar su condena salgan con la intención de ser gente útil, regenerado y aportadores a la sociedad dominicana, de grandes logros en el fortalecimiento y desarrollo de la comunidad, de su país, y del mundo.

La investigación consta de cuatro capítulos:

El primer capítulo, hace unas reseñas de lo que es la Provincia de Montecristi, abarcando una breve historia de la Cárcel San Fernando de Montecristi.

El segundo capítulo, muestra la evolución y modalidades de la educación, haciendo una recopilación de los diversos sistemas educativos.

El tercer capítulo, analiza la Ley 224 sobre Régimen Penitenciario en República Dominicana.

El cuarto y último capítulo, en él se analizan, interpretan y grafican los datos obtenidos en esta investigación.

CAPITULO I

Origen de Montecristi

A Montecristi le sucedieron varias fundaciones, sobre las que se conoceran a continuación las distintas versiones enfocadas por historiadores, cronistas e investigadores.

Don Américo Lugo consigna en su Historia de la República Dominicana, la primera fundación de Montecristi, en 1506, como obra del progresista Gobernador de la colonia española Fray Nicolás de Ovando, quien llegó a la Isla en Julio de 1505 con instrucciones precisas en el desempeño de sus funciones, para la defensa de los intereses reales de la Corona española y al ordenamiento y control de la vida social de la colonia; así como al trato que debía dispensársele a los indios, para impedir que los españoles siguieran arrebatándoles y robándoles sus bienes o sus familiares.

Chery Jimenez Rivera, en un artículo que publicara en el suplemento especial del periódico El Sol, en fecha 20 de mayo de 1972, apunta que ya para el año 1505 existía allí una comunidad; sin embargo, María Incháustegui en su Geografía e Historia atribuye la fundación de 1533 al Brigadier Don José Solano y Botes.

Don Olegario Helena Guzmán, en su trabajo de investigación realizado en el 1947, copia del cual reposa en los archivos del Ayuntamiento del municipio de Montecristi señala: No hay más datos precisos acerca de la fundación de Montecristi, sino hasta su fundación como villa en 1506 por ordenes expresas del Comendador de Lares Don Nicolás de Ovando, sin que haya referencia del día ni del mes; sino la coincidencia de ser simultáneamente con la Villa de Santa Cruz del Seybo en el extremo oriente de la Isla.

Luego de la destrucción de Montecristi, en 1605 y 1606, gran parte de sus habitantes se resistieron a abandonar la zona y en cambio se radicaron con sus ganados formando pequeños poblados que dieron origen a las comunidades de Villa Lobos, Doña Antonia, Clavellina y Piloto, entre otras. Mientras que otros grupos retornaron a los terrenos devastados, con su Santa Matrona Nuestra Señora del Rosario y se establecieron en la que denominaron entonces Villa Nuestra Señora del Rosario, hasta que en 1752, fue legalizada esa villa con el nombre de Montecristi, no de San Fernando como es costumbre denominar esa ciudad. El nombre de San Fernando de Montecristi, surge en 1925, después que fue destruida la vieja iglesia, asegura Gómez de Morel.

"Trasladándose hacia el Sur, sus pobladores con sus ganados; fundando las ciudades de Monte Plata con los habitantes de Montecristi y Puerto Plata, y a Bayaguana, con los de Bayajá y Yaguana". [1]

Lorenzo de Córdoba y Alvaro Barba, escogió como el lugar más apropiado para erigir la ciudad, el Puerto de Monte Christi. Preparó un mapa de la población, con sus calles bien delimitadas y delineadas a cordel, con arboleda a la entrada y salida para esparcimiento, plaza y bohíos, e informó que las familias canarias llegaron allí para avecindarse el día de San Fernando (30 de mayo), por lo cual y a manera de honra a Fernando III (El Santo), la ciudad es conocida desde entonces por San Fernando de Montecristi, así se denomina ese municipio que generalmente, para acortar su nombre se le conoce como Montecristi.

A pesar de las diversas fundaciones de Montecristi, se ha escogido como fecha oficial el 30 de mayo del 1533, atribuida a Juan de Bolaños, quien estableció en el lugar a 60 familias quienes procedentes de las Islas Canarias, llegaron para avecindarse el día de San Fernando.

Esta concepción ha encontrado en la actualidad una severa oposición por parte de la investigadora histórica Lic. Olga L. Gómez de Morel, quien viene propugnando para que se tome como fecha oficial, la primera fundación del año 1506.

Esa ciudad tiene la honra de haberse construido en ella el primer acueducto del país; instalación del primer teléfono interurbano; por su puerto entró la primera locomotora al país.

En la postrimería del siglo XIX, en Montecristi se redactaban e imprimían más de 25 periódicos.

El 25 de marzo de 1895, fue escenario de la Firma del Manifiesto de Montecristi, entre el apóstol cubano José Martí y el Generalísimo banilejo Máximo Gómez, para lograr la independencia de Cuba que estaba bajo el yugo español.

Su Reloj Público, al igual que la Villa Doña Emilia, monumentos arquitectónicos de gran valía y atracción, son vestigios de la época floreciente que caracterizó a Montecristi durante la postrimería del Siglo XIX, cuando allí se estableció por primera vez en el país, la primera compañía millonaria.

Fue la llamada Era del Campeche, árbol tintoreo, que se exportaba en grandes cantidades a Europa, Alemania y otros países del mundo, junto a otros productos, generando un extraordinario movimiento comercial, que atrajo a grandes inversionistas extranjeros, por lo que en esa época Montecristi ostentó el título de Puerto del Cibao, teniendo supremacía sobre otras importantes ciudades del país. Igualmente, Montecristi jugó un papel protagónico en la Guerra de la Restauración.

1.2 Aspecto Geográfico

Montecristi está localizado en el vértice del ángulo Noroeste del territorio que corresponde a la República Dominicana. Es el punto extremo del litoral Costero y del horizonte noroestano, por donde se acuesta el sol.

Límites: al Norte, Océano Atlántico; al Sur, los municipios de Pepillo Salcedo, Castañuelas y Guayubín; al Este, limita también con estos dos últimos municipios y con Villa Vásquez; y al Oeste, con Pepillo Salcedo y el Océano Atlántico.

Extensión territorial: El Municipio de Montecristi ocupa 489 kilómetros cuadrados de territorio, ocupado por una zona rural integrada por las secciones de El Rincón, Las Peñas, Maguaca, La Cruz, Los Conucos, Carnero, la Pinta y el Duro, compuesta a su vez por decenas de parajes, y una zona urbana y sub-urbana, constituida por los sectores: El Centro, Santa Barbara, Militar, Los Angeles, Hermanas Mirabal, Manolo Tavárez Justo, Los Maestros, Bella Vista, Altos de Jalisco, Las Colinas, San Fernando, San Pedro, Las Flores, Francisco Javier, Guatapanal, La Aviación, Cristo Rey, El Albimar, Los Solterones y Salomón Jorge.

Formación Geológica. Clima: El subsuelo sobre el cual reposa este municipio está compuesto, básicamente de arena calcárea, arcilla y grava cuarcística. Data su formación geológica de la era cenozoica, del período pleitoceno, hace unos 12 millones de años.

Su temperatura promedio mínima es de 17 grados celsius y máxima de 32 durante el año con un promedio anual de 26 grados centígrados, con nivel pluviométrico anual de 667 milímetros.

1.2.1 Extensión Territorial

El Municipio de Montecristi ocupa una extensión territorial de 489 km2. Su zona rural la integran las secciones: El Rincón, Laguna Verde, Kilómetro 12, El Baitoal, El Duro, Barrio Nuevo, Maguaca, La Cruz, Nueva Judea, Mangruno, Los Conucos, La Cruz, integrada además por diversos parajes, una zona urbana y sub-urbana constituída por los sectores: La Curva, los Multi o Las Colinas, San Pedro, Los Maestros, Manolo Távarez, Altos de Jalisco, Buenos Aires, Militar, Hermanas Mirabal, Bella Vista, San Fernando, Las Flores, Guatapanal, Francisco Javier, la Aviación, Cristo Rey, El Albimar, Los Solterones, Osvaldo Virgíl, Salomón Jorge, Santa Barbara, Los Jazmines y El Centro.

En cuanto a su población, se puede decir que de acuerdo al VIII Censo Nacional de Población y Vivienda, levantado por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), durante los días 18, 19 y 20 de Octubre del año 2002, el Municipio de Montecristi, cuenta con una población de 25,776 habitantes, de los cuales 12,986 corresponden al sexo masculino y los restantes 12,790 al femenino. La diferencia entre uno y otro sexo es de 196 hombres que exceden el numero de mujeres.

La población del Municipio de Montecristi ha ido experimentando un lento crecimiento originado por grupos de inmigrantes que desde otras zonas, principalmente rurales, se establecen allí, atraídos por algunas fuentes de trabajo que ofrecen el Proyecto Agrario La Cruz de Manzanillo, la Zona Franca, la pesca y algunas empresas que al amparo de la Ley 28-00 de Incentivo Fronterizo, se están radicando en ese Municipio.

1.3 Aspecto Socio-Económico

El progreso económico y cultural de Montecristi dependió entre otros factores, de la Casa Jiménez, cuyos propietarios mantenían relaciones económicas con prósperos negocios de Europa, que en ese tiempo estaba a la vanguardia del progreso científico y tecnológico, principalmente Alemania experimentaba el mayor auge en su desarrollo tecno-industrial, sus industrias, especialmente la textil empleaban sustancias y materias primas que en forma silvestre se producían en la República Dominicana, principalmente en Montecristi que poseía un potencial virgen de Campeche, guatapanal, aroma, mieles, cera y pieles, funcionando un extraordinario mercado de exportación e importación de los productos anteriormente citados, completándose con textiles, maquinas, lozas, zinc y zapatos.

Además del desarrollo material, Montecristi tuvo una notable influencia cultural e intelectual fruto de las múltiples familias que aquí se establecieron procedentes del extranjero y de importantes regiones del país, así como una destacada participación en el aspecto político nacional e internacional de esa época.

En una oportunidad el Muelle de Montecristi se desplomó, nunca más fue reconstruído. Se construyó el ferrocarril Puerto Plata-Sánchez, atrayendo los inversionistas que se habían radicado en Montecristi. Esos hechos originaron el desplome económico de esa ciudad, que aún en la actualidad padece de un gran letargo alimentado por la indiferencia de los diversos gobiernos, que se han mantenido rezagados ante el reclamo de sus habitantes de capitalizar el extraordinario potencial de recursos naturales con que le ha dotado la naturaleza.

En la actualidad, la economía del Municipio de Montecristi no descansa como otrora en la actividad comercial marítima, sino en sus recursos naturales.

El mar, es la principal fuente de su economía. Sus aguas cristalinas son empleadas para la elaboración de sal, destinada para el consumo humano e industrial. La principal industria son las salinas, localizadas en la parte Oeste y Norte del Municipio, cerca de la franja costera, pertenecientes a 357 familias, que emplean una considerable mano de obra, garantizando el sustento de las mismas y por consiguiente significativos ingresos al Municipio, a través de los impuestos que percibe el Ayuntamiento de la localidad.

Otro importante renglón de la economía de ese Municipio es la pesca, la cual representa la fuente de sustentación de centenares de familias, que se dedican a la captura, compra y venta de peces, mariscos y otros productos marinos, los que comercializan supliendo al mercado local y al de otras regiones. Algunos productos del mar como conchas, dientes, mandíbulas, aletas, huesos, especies disecadas, trozos de corales, y animales marinos petrificados son empleados para la exportación.

El Proyecto Agrario la Cruz de Manzanillo, que cubre el área rural del Municipio de Montecristi, en los poblados de Walterio, madre, Isabel, La Cruz y Palo Verde, emplea a centenares de obreros en la producción de musaceas y vegetales, cuyos productos se comercializan en el mercado nacional y para la exportación por el Puerto de Manzanillo.

El bosque seco tropical, que caracteriza la zona, favorece la producción silvestre de orégano, empleado como condimento; de la bija, utilizada como colorante en las comidas y como planta medicinal; también se producen extensas plantaciones de sábilas que se destinan en los laboratorios para la elaboración de medicamentos, champú y jabones. Se cultivan arroz, melones, tomates, ajíes y otros frutos menores.

La crianza y comercialización de ganado bovino, ovino y caprino es otra fuente económica del Municipio.

1.4 El Turismo

La actividad turística, pese a las retrancas impuestas para su desarrollo, se avisora como una de las fuentes económicas principales de este Municipio, actualmente constituye, aunque en menor grado que las citadas anteriormente, un apoyo económico para varias familias.

El desarrollo económico de ese Municipio está cimentado en la explotación racional de sus recursos naturales, en la tecnificación de la agricultura y de la industria salinera, en la instalación de nuevas fábricas, varias de las cuales se están construyendo amparadas en la Ley 28-00 de incentivo fronterizo, en su zona franca y básicamente, como hemos señalado, en la explotación del turismo

La historia relata que el Almirante Genovés Cristóbal Colón, cuando avistó desde su carabela al morro, promotorio de impresionante belleza con figura que asemeja a un dromedario dormido sobre la quietud del inmenso mar, concatenación de la Cordillera Septentrional, fue tal la sorpresa del Almirante, que al quedar deslumbrado, lo comparó con la montaña donde murió crucificado Jesucristo.

El inmenso y excepcional potencial ecoturístico con que la naturaleza privilegió a Montecristi, está conformado por numerosos manglares, caños navegables, litoral costero marino adornado por hermosas y atractivas playas, extensa barrera de arrecifes coralinos, uniforme plataforma submarina; temperatura promedio mínima de 17 grados Celsius y máxima de 32 durante el año, registrando un nivel pluviométrico anual de 667 milímetros, con un sistema montañoso y ubicación geográfica estratégica que le ha protegido durante toda su historia del paso de huracanes.

Ese magnífico panorama contiene además los Cayos 7 Hermanos (Terrero, Ratas, Muerto, Montechico, Monte Grande, Tororú y Cayo Arenas); extenso bosque de manglar, humedales, rica y significativa flora endémica, poblaciones de especies migratorias (ballenas, delfines, manatíes, meros, tortugas y bubíes entre otras). Con tesoros oceanográficos constituídos por múltiples galeones hundidos en su costa que datan de la época de la colonización.

El entorno del Morro representa el más significativo ecosistema, caracterizado, entre otros aspectos por dos especies endémicas que no existen en ningún otro lugar del mundo la Salvia y la Antirrohoea Montecristina. Por estar localizadas en un espacio muy restringido esas plantas solo son conocidas por técnicos y especialistas, por lo que carecen de nombres populares o vulgares y solo se conocen con sus nombres científicos.

Esas especies endémicas del Morro, fueron identificadas y reportadas en 1929 por el botánico Eric L. Ekman (cuyos restos reposan en el cementerio de Santiago de los Caballeros), en esa ocasión informó de la existencia, en el Morro y su entorno, de tres tipos de vegetación: Una sabana en su falda, a media altura de la loma, una "Manchita de Monte" y una tercera formación que puso por nombre "Monte en la cima del Morro".

El botánico Ekman en sus estudios sobre el ecosistema del Noroeste, consideró que los manglares de Montecristi están mejor desarrollados que en cualquier otra parte de la República Dominicana, condición que aun prevalece.

En esta zona del Morro los manglares están asociados a una diversidad de ecosistemas, siendo los más importantes Bahías, ensenadas, lagunas interiores, praderas de fanerógamas marinas, canales fisiográficos de manglares de franjas o borde de cuenca y enano. Existen también diversas formaciones vegetales de mangles como son: Arbustal alto, abustal bajo, alto cerrado o denso, bajo abierto y bajo cerrado.

El manglar de Borde o de franja, es el tipo fisiográfico mejor representado, pero el que ocupa mayor espacio en toda el área el tipo Cuenca. El manglar enano en ese sector de Montecristi, aparece como tipo franja y también como tipo Cuenca, ocupando una amplia extensión. Por ser de reducido tamaño, ese tipo de manglar rojo, que a lo largo de todo el sector continúa conformando la extensa faja de mangle de Borde.

El Morro, promontorio cuya impactante figura semejante a un dromedario dormido sobre el quieto mar, con una altura de 239 metros sobre el nivel del mar, está constituido por la interestratificación de areniscas y margas (roca compuesta de carbonato de sal y arcilla), con una caliza arrecifal fosilífera que constituye la capa superior. La orogénesis de este promontorio se puede observar con facilidad en toda su ladera Norte, desprovista de vegetación en su mayor parte, por efectos de los fuertes vientos y las lluvias.

La caliza arrecifal es de color crema, muy bien compactada, cristalizada, con corales, presenta una progresiva erosión por efectos del mar desde la antigüedad y de los agentes meteorizantes actuales, como apuntamos en el párrafo anterior, principalmente las aguas de lluvias y los fuertes vientos. Las margas se caracterizan por su color gris compactadas aunque muy friables, de granos muy finos mezclados con partículas minúsculas de conchas y microfósiles de animales marinos.

Las areniscas que son parte de la composición natural del Morro tienen colores crema y rojizo, con presencia de cuarzo, calcita, caliza, conchas de animales marinos, con granos finos de sub angulados a redondeados, muy friables y erosionados por efectos del viento. Los restos de meteorización de las margas y de las areniscas forman la arena de la playa del Morro, que tiene color crema – marrón. Las areniscas más resistentes a los efectos de la erosión están bien compactadas con cemento calcáreo.

El Morro es considerado como una isla conectada a tierra firme por los manglares; luce como remanente de una cordillera antigua que fue erosionada. Su ubicación geográfica corresponde a las coordenadas 19º53"35"N y 71º39"01"0. El llamado Morrito, el islote Fraile o cayo el Zapato y el cayo Pablillo o isla Cabra, localizados al Oeste del Morro, se considera que también formaban parte de la antigua cordillera, y que fueron separados por los efectos naturales de la erosión marina y de los vientos, lo que tiene su explicación lógica por la poca profundidad del canal que los separa.

Se afirma que la continuación del Morro emerge en la zona de Salina chica, a 9 km., al Este del mismo, continuando con una cadena de montañas como las Lomas del Guano, Loma Atravesada, Los Magueyes e Isabel de Torres, que son parte integrante de la Cordillera Septentrional.

Las rocas que componen al Morro o litología pertenecen al mioceno inferior, que data una veintena de millones de años.

Los Cayos Siete Hermanos son de origen calizo, su vegetación está compuesta por cactáceas, halófitas y arbustos, su espacio es el escenario por excelencia de anidamiento a las tortugas marinas y a bandadas de aves migratorias como las colonias de bubíes (Anous stolidus) y la gaviota oscura (Sterna fuscala). Sirven también de habitat a algunas especies de lagartos. Las aguas que los circundan sirven de nicho ecológico para las tortugas marinas, delfines y manatí. La Isla Cabra, localizada al Oeste del Morro, a menos de 1 km, está rodeada de arrecifes coralinos, con salinas productivas en su suelo terrestre, bordeada por las playas atractivas para el baño y cubierta de bosque seco.

Los arrecifes de coral, incluidos en el Parque Nacional de Montecristi, área protegida, con considerados los más extensos, diversos y mejor cuidados de la República Dominicana. Desde Punta de La Granja, contigua al Morro hasta la playa de Punta Rusia, se extiende la mayor barrera de arrecifes coralinos, que existe en el país, representando además una singular composición de su fauna, muy distinto a las del resto del Caribe.

Las lagunas costeras, de ellas existen dos tipos en la República Dominicana: las que están localizadas dentro de los manglares al final de un caño y las que se encuentran detrás de una barrera de arena. Las primeras son las que se encuentran en el Parque Nacional de Montecristi, las que están localizadas en los manglares de la Bahía de Manzanillo y al Sur de la Bahía de Icaquitos, al Este del Morro.

El Parque Nacional de Montecristi posee extensas y hermosas playas, entre las más importantes están Parolí, Juan de Bolaños, La Granja, Costa Verde, Popa, Buen Hombre y Playa Detrás del Morro, con poca extensión pero de singular belleza.

1.5 La Cárcel de San Fernando de Montecristi

Fue fundada en el año 1936 y se termina en el 1938, por el Presidente Rafael Leonidas Molina.

Está en la parte sur de Montecristi, en un alto, con una vista al mar y a gran parte de la ciudad. Su capacidad es de 70 reclusos, pero actualmente hay 167 reclusos. Hombres 135, mujeres 7 y extranjeros 25.

Al momento de su inicio comenzó con un oficial, y 5 guardias y en el 1938, solo estuvieron presos 3 ciudadanos.

CAPITULO II

Evolución de la Educación

El trabajo educativo se desarrolla por un profesor individual, la familia, la Iglesia o cualquier otro grupo social. La educación formal es la que se imparte por lo general en una escuela o institución que utiliza hombres y mujeres que están profesionalmente preparados para esta tarea.

Enseñanza o Educación, presentación sistemática de hechos, ideas, habilidades y técnicas a los estudiantes. A pesar de que los seres humanos han sobrevivido y evolucionado como especie por su capacidad para transmitir conocimientos, la enseñanza (entendida como una profesión) no aparece hasta tiempos relativamente recientes.

Las sociedades que en la antigüedad hicieron avances sustanciales en el conocimiento del mundo y en la organización social fueron sólo aquellas en las que personas especialmente designadas asumían la responsabilidad de educar a los jóvenes.

En la India antigua, en China, en Egipto o en Judea la enseñanza solía ser impartida por un sacerdote. El profesor gozaba de un elevado prestigio así como de privilegios. A los niños judíos se les enseñaba a honrar a sus profesores aún más que a sus padres, dado que el profesor era considerado el guía para la salvación.

Los antiguos griegos, cuyo amor por aprender es evidente en sus manifestaciones artísticas, literarias, políticas o filosóficas, dieron un gran valor a la educación de los niños. Los más ricos mantenían entre sus sirvientes a profesores que eran a menudo esclavos de pueblos conquistados. Algunos siglos después, cuando Roma estaba en toda la plenitud del Imperio, sus ciudadanos continuaron con esta práctica de acoger a profesores entre sus esclavos, normalmente griegos, integrados en el personal de sus casas.

En la edad media la Iglesia asumió la responsabilidad de la educación, que se realizaba en los monasterios o en centros de aprendizaje que gradualmente evolucionaron hasta convertirse en grandes universidades como la de París (Francia) y Bolonia (Italia). En los siglos XVII y XVIII hubo un renovado interés por la educación infantil y el conocimiento sobre los métodos de enseñanza se incrementó.

El clérigo francés y educador Juan Bautista de la Salle, y posteriormente el pedagogo suizo Johann Pestalozzi, fundaron escuelas modelo para niños y jóvenes. Fue a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando se organizaron los primeros sistemas nacionales de educación, principalmente en Europa y Estados Unidos.

A comienzos del siglo XX la actividad educativa se vió muy influida por los escritos de la feminista y educadora sueca Ellen Key. Su libro El Siglo de los Niños (1900) fue traducido a varias lenguas e inspiró a los educadores progresistas en muchos países.

La educación progresista, era un sistema de enseñanza basado en las necesidades y en las potencialidades del niño más que en las necesidades de la sociedad o en los preceptos de la religión. Esta idea había existido bajo otros nombres a lo largo de la historia y había aparecido de diferentes formas en diversas partes del mundo, como la Institución Libre de Enseñanza en España.

Entre los educadores de mayor influencia cabe señalar a los alemanes Hermann Lietz y Georg Kerschensteiner, al británico Bertrand Russell y a la italiana María Montessori. En Estados Unidos tuvo una enorme influencia, luego extendida a todo el mundo, el filósofo y educador John Dewey.

El programa de actividad que se derivaba de las teorías de Dewey fortalecía el desarrollo educativo del alumno en términos de animación de las necesidades e intereses de aquél. Llegó a ser el método principal de instrucción durante muchos años en las escuelas de Estados Unidos y de otros países. Todos ellos ejercieron amplia influencia en los sistemas educativos de los países de América Latina.

Después de la Revolución Rusa (1917) la Unión Soviética desarrolló una experiencia interesante en el campo educativo, particularmente desde 1957, cuando fue lanzado al espacio el Sputnik, el primer satélite que mostraba el avanzado estado del saber tecnológico soviético. Esto hizo que numerosos visitantes extranjeros, especialmente personas procedentes de los países desarrollados, quisieran conocer el sistema imperante en las escuelas soviéticas.

Contribuyeron al interés internacional por la educación soviética las teorías y prácticas pedagógicas que procedían de la ideología marxista-leninista, tan bien expresadas en el trabajo de Anton S. Makarenko, un exponente de la rehabilitación de los delincuentes juveniles y de la educación colectiva durante los primeros años de la Revolución.

El siglo XX ha estado marcado por la expansión de los sistemas educativos de las naciones industrializadas, así como por la aparición de los sistemas escolares entre las naciones más recientemente industrializadas de Asia y África.

Ciertamente, los educadores humanistas, naturales o profesionales, tanto directos como indirectos, no entienden esta idea como una educación para las personas humanas. En todo caso sólo lo aprecian como amaestramiento de animales de circo o domésticos.

Se percibe la educación ("educere": extraer) como una ayuda al educando, para que éste pueda extraer y desarrollar sus propias capacidades, sus potencialidades humanas y con ellas poder tomar decisiones en su propio beneficio social, libre y responsablemente.

Siguiendo una vieja definición, modificada para adaptarla a los tiempos actuales, se puede definir la educación como:

"Un proceso continuado, que interesándose por el desarrollo integral (físico, psíquico y social) de la persona, así como por la protección y mejora de su medio natural, le ayuda en el conocimiento, aceptación y dirección de sí misma para conseguir el desarrollo equilibrado de su personalidad y su incorporación a la vida comunitaria del adulto, facilitándole la capacidad de toma de decisiones de una manera consciente y responsable".3

Lógicamente esta educación procesual será más directiva cuanto menor sea la edad del educando y mucho menos, quedándose en mera formación y orientación, cuanto mayor sea su edad: La educación tiende a liberalizarse, a la autoeducación y al incremento de la libertad y, consecuentemente, responsabilidad, de la persona educada. 

  De acuerdo con esta definición, la educación presenta, o debe presentar, las siguientes notas:

  • Es procesual (un proceso a lo largo de la vida).

  • Este proceso educativo implica desde una máxima directividad desde el primer año de vida del niño o niña hasta la total libertad cuando el educando alcanza la edad de la juventud y adultez. Desde una máxima heteroeducación a una máxima autoeducación.

  • La educación la proporcionan los padres, los profesores, las normas públicas, los medios de comunicación,… (educación formal dada a través del sistema educativo correspondiente; e informal, a través de todos los hechos de la vida cotidiana).

  • Este proceso educativo procura (o debe procurar) el máximo desarrollo físico, psiquico (intelectual, emocional, afectivo, personalidad,…) y social de la persona.

  • Igualmente debe procurar el conocimiento y aceptación de sí mismo.

  • Así como la propia dirección para conseguir el máximo desarrollo de la personalidad, así como la capacidad y realidad de incorporarse con las mayores garantías y la mejor cooperación a la vida adulta comunitaria.

  • Igualmente, el proceso educativo debe facilitar la capacidad de toma de decisiones de una manera consciente y responsable.

  • La educación no sólo debe procurar la mejora de la persona educada, sino también la de todo su entorno natural y social.

2.2 Niveles Educativos y Modalidades

Los niveles del Sistema Educativo son graduales, conforme al propio proceso educativo, con objetivos propios y en función de los diferentes estados de desarrollo de los educandos.

Los niveles en el Sistema Educativo son cuatro:

  • Educación: Preescolar (Inicial)

  • Educación: Primaria

  • Educación: Secundaria

  • Partes: 1, 2
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