"CHICHA"
Chicha es el nombre de una variedad de bebidas alcohólicas derivadas de la fermentación del maíz y otros granos originarios de América, pero también de frutas como manzanas y uvas. Son bebidas en toda América Latina desde antes de la llegada de los españoles. Por lo general es una bebida suave, de no muchos grados alcohólicos.
The word "Chicha" also means an informal, popular, cheap and transient arrangement, creating the "Cultura Chicha" ("Chicha Culture"), a mix of concepts made by the immigration for people outside of Lima to Lima. For example, "Diario Chicha" ("Chicha Newspaper") refers to Peruvian yellow press and "Musica Chicha" ("Chicha Music") refers to Peruvian Cumbia
UNA CULTURA LLAMADA "CHICHA"
La búsqueda en un diccionario de peruanismos dará pocas luces sobre el real significado de "Chicha", extraña palabra, pues sólo dirá "bebida a base de maíz" pero hoy los peruanos la reconocen como el vocablo que mejor describe una floreciente industria cultural urbana que no teme enfrentar a las grandes industrias del entretenimiento, con expresiones musicales, editoriales, arquitectónicas y lingüísticas.
¿Cómo se empieza a hablar de Cultura Chicha?
Respecto a la denominada cultura chicha, sus inicios están relacionados con el surgimiento de la música chicha. No es que este género musical haya "creado" una nueva cultura distinta a la que se venía formando en la Lima provinciana, serrana, sino más bien ha recogido, desde la producción musical-cultural, una forma de expresarse de los migrantes provincianos de la ciudad. Esta forma de expresarse se manifiesta en la música, que es una mixtura, el producto de intercambios culturales
Esto se dio gracias a que en búsqueda de renovación, grupos musicales del centro del país mezclaron la cumbia colombiana con sones andinos, naciendo la "música chicha". Hay versiones sobre esta historia pero se coincide en que fueron "Los Demonios del Mantaro" quienes en los años 60 comenzaron a interpretar con ritmo peculiar "La chichera", cuya grabación, en 1966, batió records de venta. En 1970, el líder del grupo Los Ecos, editó un disco en el que adjetivaba su música con el término "Chicha"27, diciendo en una entrevista que "Aunque muchos no asumen lo de "chicheros" o "chicha" por el peyorativo manejo que hacen del término, otros sí se sienten orgullosos".
Otro estudioso del tema nos amplía la explicación sobre el término que en algún momento pasa de lo sencillamente descriptivo de la famosa bebida andina, a ser un vocablo calificador:
"La chicha ha tenido en general una connotación despectiva, siendo menospreciada y entendida, muchas veces, sólo como diversión de la gente "achorada", "maleada", asociándola así no sólo con la música en sí, sino con un determinado tipo de personas social y culturalmente cuestionadas.
Esa connotación tiene su origen, sobre todo, en los prejuicios sociales que siempre han existido en contra de los sectores de menores recursos y por los cuales se considera banal y denigrante todo lo que produce el pueblo, valoración ampliamente difundida por los medios de comunicación de tendencia conservadora y parcializada"28.
El fenómeno ya había sido advertido por antropólogos como Degregori quien observó que la música chicha era expresión de un fenómeno cultural que tenía que ver con las nuevas presencias andinas en la capital. En 1984 escribió:
"La chicha permite la cohesión grupal de esa inmensa masa de migrantes andinos, articulados cada vez más estrechamente a aquellos que no migraron, o regresaron, o se aprestan recién a migrar (…) la chicha es cada vez más el remate final y multitudinario de infinidad de fiestas andinas, folklóricas y patronales en sierra, selva y costa (…) el público criollo, limeño, ha desertado del vals criollo por la "salsa" como ritmo favorito de las fiestas , pero incluso ésta es derrotada ampliamente por los huaynos y la chicha, que llenan coliseos y desbordan estadios…"29.
Ya abordando los años 90, efectivamente, los locales para bailar la cumbia andina eran llamados "chichódromos" y estaban en el centro de Lima. En amplios terrenos que servían para estacionar autos en el día, se improvisaban estos lugares:
"Entre el apacible suspiro de la capital en domingo, el jirón Lampa es la excepción. Jóvenes y adultos comienzan a llegar a las puertas de los chichódromos desde las tres de la tarde. "Haz tu cola, chochera" gritan a los advenedizos. Por 4 soles el vacilón está asegurado, al menos en un primer nivel, ya que para aumentar sazón a las juergas las chelas son el ingrediente infaltable.."30.
Se vendían carteles, discos. El grupo favorito era Los Shapis, y la estrella máxima "Chacalón", que reunió a 20 mil personas en su entierro diez años más tarde. El público era fácil de identificar, jóvenes migrantes o hijos de migrantes, de bajo nivel sociocultural. Allí se popularizó también la lengua "chichera".
Todo este cuadro de alguna manera repitió lo sucedido con la primeras olas de migrantes del interior y la creación de coliseos en la importante avenida Grau, la fundación de cientos de clubes sociales en esfuerzo por conservar y cultivar la cultura provinciana, y el tabloide "Ultima Hora" como lógica consecuencia de la presencia de públicos distintos a las que conocían los diarios tradicionales. Los cambios sociales peruanos de los últimos años han sido muy estudiados y remitimos al lector interesado a los especialistas31.
Si una definición de cultura urbana debe incluir música particular, modos distintos de expresión verbal (o jerga), producción editorial, estilo arquitectónico, la "chicha" peruana merecería ser titulada una cultura, o "subcultura" que ha crecido al lado de las populares tradicionales y de las importadas del norte.
"Chicha" de exportación
No es sólo ya local la música chicha, especialmente en su última expresión, la "tecnocumbia". Sea por la diáspora peruana de los últimos años que ha llevado a cientos de miles de compatriotas a diversos países o por la atracción misma de las melodías chicheras (de ritmo sencillo y fácil de bailar), es posible encontrar sus expresiones mucho más allá de las fronteras peruanas.
En Argentina, por ejemplo, donde hay una numerosa colonia peruana, han surgido versiones locales, reelaboradas, formándose grupos importantes y adoptándose allá también la costumbre de reunirse en grandes locales ("bailantas", lo que en el Perú llamamos "chichódromos") . También ha llegado a Europa, como lo comprueba Quispe, y a los Estados Unidos. Hay grupos chicheros en Ecuador, Colombia, Brasil, Chile y Bolivia, que reúnen a grandes públicos admiradores de las estrellas máximas de la tecnocumbia.
Otras expresiones Chicha
Lo que viene a diferenciar a esta expresión urbana de otras latinoamericanas es la presencia de otras manifestaciones llamadas igualmente "chicha", apelativo originalmente peyorativo que siguió el mismo camino de la música para trasladarse también al terreno de la prensa popular de bajo precio. La conocida "Tex-mex" por ejemplo, que podría equipararse a la música chicha por algunas características similares no tiene sin embargo presencia significativa más allá de la zona fronteriza entre los Estados Unidos y México.
Prensa Chicha
En contrario, el periodismo popular peruano ha desarrollado una versión que encaja con lo llamado "chichero", es decir, aquel producto de la presencia andina en la costa asimilada a lo criollo preexistente. "La música y la prensa son privilegiadas manifestaciones de una sociedad" dice un observador del fenómeno, porque efectivamente capturan y asumen conductas y estilos populares, proponiéndolas y recibiendo aceptación32.
La prensa popular peruana nació con el formato tabloide en 1912 cuando se fundó el diario La Crónica, que recogía las propuestas de los diarios sensacionalistas de los Estados Unidos. Pero fue recién en 1950 que el diario Ultima Hora recogió elementos populares para sus títulos principales; así por ejemplo, cuando en plena guerra de Corea un gran ejército de China ingresó a la confrontación, el diario puso en grandes letras "Chinos como cancha en el paralelo 38"33.
Era la primera vez que se apelaba al código linguístico restringido propio del hampa pero que ya había sido adoptado por los sectores populares migrantes34. Decir "como cancha" es decir "muchos". Fueron los periodistas quienes se percataron del fenómeno y lo utilizaron con éxito explosivo pues de la jerga o replana pasaron a las temáticas populares fundamentales, y entre éstas la música. Los migrantes traían sus aires folklóricos andinos pero no tuvieron problemas para adaptarse a los criollos costeños e incluso a la importación, como la música tropical cubana, el mambo. Una famosa canción de la época se tituló precisamente "Mambo de Machaguay"35.
En la década de los años 80 hubo aires renovadores en la prensa y apareció el tabloide El Popular, con páginas llenas de color, en 1984. Le siguieron una serie de periódicos que combinaban el citado lenguaje restringido con uso amplio del color y apartándose claramente de los criterios de noticiabilidad comunes prefiriendo la información de entretenimiento.
Al iniciarse la década de los 90s era evidente el crecimiento de un periodismo distinto, colorido, desinhibido, francamente sensacionalista, que pronto recibió el apelativo de "chicha". Una característica central era su interacción con la televisión local pues sus temas favoritos eran, y lo son, escándalos comunes a la llamada Prensa del Corazón de otros países.
Hoy nadie duda en reconocerla: en los numerosos kioskos de las principales ciudades peruanas cuelgan, emblemáticos, los diarios "chicha" que con mucha frecuencia, exhiben grandes fotos de las estrellas chicha.
Comida Chicha
Hay más "chicha" todavía que registrar porque los estudiosos de la culinaria local han encontrado que si bien no hay platos propiamente chicheros, los nuevos limeños prefieren mezclar los platos tradicionales en combinaciones que a muchos les parecen imposibles de consumir36. "Comida chicha" la llaman.
Arquitectura Chicha
Arquitectos estudiosos de los nuevos estilos de construcción favoritos en las casas, han observado las preferencias de los migrantes o sus descendientes, apuntando que optan por los dormitorios pequeños y los salones amplios propios para hacer bailes o fiestas.
Televisión Chicha
Lo chichero está también en la televisión y en particular en la versión peruana de los "talk shows", un género que exhibe descarnadamente problemas de todo tipo enfatizando en los conyugales; allí se dice y muestra todo ante enormes audiencias. La reina indiscutida de este tipo de programas es Laura Bozzo, captada por Telemundo y llevada a los Estados Unidos para producir y lanzar desde allí sus espectáculos tragicómicos a toda América Latina.
La popularidad de la Música Chicha y la capacidad de convocatoria de sus estrellas, llamó la atención de los especialistas en marketing político y en particular a los diseñadores de la campaña de reelección del presidente Alberto Fujimori, en el 2000. Y no sólo se encargó una composición especial, con letra sencilla, llamada "El Ritmo del Chino" sino que el propio candidato la bailaba en sus mitines, obligando a sus compañeros de partido a balancearse con su danza chicha.
La Estética Chicha
La "cultura chicha" se ha convertido no ya en un referente de lo informal: ha adoptado una estética específica que ha terminado extendiéndose en el tejido social del país, generando en sí misma un mecanismo de inclusión.
La cultura chicha transmutó lo rural andino en algo más común, algo que podía ser asumido para integrar dos mundos, el andino-migrante con lo citadino. Y principalmente por el uso de códigos comunicacionales comunes a ambos: el idioma, por un lado, y la plástica.
La plástica chicha no es ya "telúrica", marcadamente andina. Se transforma en la vistosidad colorida que conocemos, la cual sin embargo mantiene una identidad ajena a lo citadino. Esta plástica termina siendo un puente más efectivo aún. El poster chicha, colorido y aparentemente caótico, es un reflejo de la misma estética que inspira a la música chicha: ruidosa, llamativa, con un fuerte afán por la atención del espectador/oyente.
La profusión de colores esconde las limitaciones que se tienen. El medio, el afiche, puede ser gigante o tamaño tabloide, pero es profuso: busca llevar la mayor cantidad de información. Además no es elaborado con técnicas de fotocomposición o diagramación propias de la industria local. La elaboración es casi artesanal, usando técnicas de esténcil o serigrafiado. El material: papel común y pintura fosforescente. Fortunato Urcuhuaranga dijo en una entrevista de Perú21:
Eran las pinturas que usaba el Ministerio de Transportes en las carreteras, que brillaban en la noche y que hacía Tekno
Lo importante es llegar al público. La pintura en altos contrastes esconde una estructura básica: siempre hay un encabezado, siempre un pie. El cuerpo del poster es más importante y más amplio, es el que contiene la esencia del discurso y donde la cromática se deja sentir. No hay un desorden, tampoco un largo mensaje, una historia a decodificar como en la iconografía andina. Texto organizado y resaltado gracias a una estética propia. La estética chicha es innovadora pero a su vez rescata la comunicación visual de la publicidad tradicional, occidental si se quiere.
Hoy por hoy, ese lenguaje ha incursionado alegremente en todos los ojos del Perú. La Tinka usa el mismo juego de altos contrastes, y se ha identificado como producto con esos colores verde, amarillo y rojo. El diseño es distinto, el estilo en cambio es, en esencia, una prolongación del que inspiró a los primeros diseñadores de lo chicha: resaltar el mensaje a como de lugar, usando la cromática para esto y aún asi manteniendo cierto orden.
De esa estética chicha, antagonista con lo citadino, muchos han partido para explorar nuevas formas de comunicar el mensaje. En el caso de la plástica chicha, esta cobró ciudadanía y hasta fue "expropiada" por la ciudad. Neón Colonial fue una muestra en la Sala Miró Quesada de la Municipalidad de Miraflores que expuso una colección de posters inspirados en lo chicha pero que dejan de ser parte de lo chicha al ser "blanqueados" por la cultura y el discurso político. O eso dicen al menos…
Sobre la muestra Neón Colonial Gustavo Buntinx, curador de la misma, dijo:
Esta muestra recopila solo aquellos afiches que establecen una relación entre los pequeños-burgueses-ilustrados y lo popular emergente
Sin embargo, esta carta de ciudadanía es ya bastante morosa. Lo chicha aparece en los ochentas. Es recién por el año 1999 en que algunos recaen en su existencia. Tardíamente porque incluso Alberto Fujimori hizo uso de lo chicha, de la evolución de lo chicha, y erigió esta estética en bandera política. Entonces hablamos de una inclusión institucionalizada desde comienzos de los 90’s. El color naranja fujimori, que invadía medio país al ritmo de la technocumbia, daba paso a un estilo nuevo de imaginar el país.
Finalmente, todo lo mencionado anmteriormente Son algunos de los códigos con los cuales se identifica esta industria musical-cultural. Gracias a estas tragedias el pueblo se asemeja a un volcán lleno de cultura, que ha erupcionado ardientemente haciendo llegar sus lavas musicales hasta la ciudad. Esperemos que se le otorgue un reconocimiento a esta cultura que refleja sus tradiciones y que poco a poco empieza a surgir y apoderarse de la gran masa peruana.
La Cultura Chicha
La primera noción de la palabra "chicha" se adquiere con el diccionario donde figura como bebida, nombrada así originalmente por los indios cuna de Panamá y llegada al Perú en tiempos ignotos. Es una popular bebida hecha de maíz. Habría que investigar en profundidad cómo se produjo ese traslado del nombre de la bebida serrana por excelencia a la música tropical-andina, esa mezcla de cumbia con huayno que alguien bautizó quizá con intención peyorativa y sin imaginar la fortuna de la denominación.
Y es que debe advertirse que "lo chicha" sugiere también lo ordinario, corriente, perteneciente al vulgo, a la gente "maleada", "achorada". Cuando ya el vocablo pertenecía a la música se le calificó como "fenómeno cultural" convirtiéndose en objeto de estudio atento por científicos sociales, y en particular por los observadores de las mentalidades (conductas y pensamientos comunes de una comunidad, en definición mínima).
Poco a poco, lo que fue vocablo despectivo ha llegado a ser timbre de orgullo, por lo menos en lo que a música se refiere. La prensa amarilla ha tardado en reconocerse como oriunda de esa zona y más todavía la radio y la televisión.
Cultura chicha vs cultura combi
A la falta de control de las autoridades, a los abusos, a la corrupción y la informalidad que abunda en nuestro país, siempre la hemos considerado como características de la cultura chicha, sin embargo, los sociólogos prefieren considerarlos como parte de la "cultura combi".
Para el investigador Juan Carlos Vela, La cultura combi es la muestra de la formalización de la informalidad, representa la incapacidad de los peruanos para respetar y hacer respetar las reglas. "Dejar al pasajero donde mejor les parece, sobornar al policía, es algo cotidiano que ya a nadie sorprende", explica.
Vela Altamirano señala que en la cultura combi, a diferencia de la chicha, donde se tiene que respetar, tolerar y aceptar lo establecido, hay que corregir las cosas, porque su principal característica es la falta de respeto a las reglas y su amoralidad.
La cultura chicha tiene un origen socio-cultural que obedece a un conjunto de características de una sociedad en transformación, es producto del sincretismo y la mixtura de todas las culturas del país. Su concepción negativa se debe al racismo, al desprecio al indígena, al serrano, al cholo.
Mientras que la cultura combi representa la ausencia de las normas, en una sociedad donde cada vez se acepta con más naturalidad la informalidad. "Se está haciendo extensiva a todos los ámbitos de nuestra vida. La podemos percibir en los sectores transporte, comercio, construcción, servicios y hasta en las autoridades, incluso el mismo presidente Alejandro Toledo", enumera el especialista.
Cultura Chicha
Dentro esta historia observamos otro cocodrilo y ese es la cultura chicha que ha encontrado un sitio en la sociedad peruana y hasta la ha dominado casi por completo.
La cultura chicha (o el estilo neo-andino, según el artístico Eloy Jauregui)es hija predilecta de la informalidad, es también prima hermana de la cultura combi, en este contexto el Mototaxi es, nieto de la carretilla de los viejos fruteros, hijo del cholotaxi juliaqueño y bisnieto de los burros en punta carretera (final de la carretera).
El techo a dos aguas, con tejas es cada vez más frecuente en el paisaje de la capital, el cachineo (sano) y el trueque andino son parientes.
Los cocineros andinos en los chifas (restaurantes chinos), la cumbia, el huayno y su hijo la tecnocumbia, la piratería, de DVD; VCD; CD y todo lo que haya que piratear.
Se podría hablar más de la cultura chicha, pero es mejor invitar a cada uno de los lectores de estas líneas a dar un paseo por las cuadras de la que debería ser el corredor Ricardo Palma pero el que todos conocemos como la capital del departamento de Apurimac, la avenida Abancay. En sus 15 cuadras – incluyendo las que llegan hasta la plaza Manco Cápac en el distrito de la Victoria- usted podrá encontrar el resumen de la cultura chicha y como dicen los especialistas no hay mejor manera de saber y conocer una cosa que experimentándola(praxis), puede tomar la combi y llegar a este paraíso de sociólogos antropólogos investigadores y cuanto loco decida entenderla.
Segmentos emergentes.
La cultura chicha se basa en un fundamento ineludible, "la creatividad".
A esta cualidad innata del peruano se suma la necesidad de sobre salir en una sociedad que siempre les ha dado las espaldas, ellos no tuvieron otra alternativa que hacerlo a su manera.
Así lo reconoce Hernando de Soto cuando señala que el Misterio del Capital, no es otro que aquel capital informal, o marginal al mismo el que pertenece la cultura andina y esta potencialidad creativa es un capital que debería ser canalizado por las autoridades y crear climas necesarios para desarrollar adecuadamente y dentro de estatutos de legalidad y formalidad. Esta manera de trabajo marginal como su condición ha creado nuevas realidades económicas, para eso teneos un ejemplo claro que es Gamarra, un emporio comercial, que supera de largo a cualquier otro existente en el país y es uno de los mas importantes en Sudamérica, pues en tan poco espacio hay más de 11 mil empresarios y es allí donde existen 17 mil tiendas y en sus 20 manzanas se negocia al año más de 800 millones de dólares.
Esta cultura chicha a creado esa "economía neoliberal del cachineo" según Eloy Jáuregui. Y ha impulsado nuevos conos de producción y las grandes empresas y empresarios surgidos en décadas pasadas en la cúspide de la élite peruana, ya casi han desaparecido, estos son los nuevos peruanos que tienen el poder económico de la sociedad mayoritaria, aunque aún le duela aceptar a dueños de bancos y de consorcios que todavía son de la clase oficial.
"Su producción y comercio forman parte del mundo de la economía contestataria a la que pertenecen" (Matos Mar).
El historiador Franklin Pease, haciendo referencia a la informalidad de estos sectores emergentes o a la manera informal de iniciar sus actividades dice: "…hay un país formal y otro informal. Pareciera que hoy confiamos más en el azar que en un proyecto".
La sublevación de la cultura chicha
La denominada "cultura chicha" es el conjunto de signos que identifican a una cultura conformada por provincianos emigrantes en la capital. Se identifica, mayormente, por su variada música en la que se incluye folclore vernacular, pasillos, cuya temática de sus letras refleja el sufrimiento y la realidad del emigrante que acude a la ciudad para un mejor destino. Cultura que ahora parece estar en boca de todos, sobre todo en medios de comunicación con las trágicas noticias como la muerte de trece integrantes del grupo de cumbia Néctar, o de Rosa Aideé Barreto Retuerto conocida en el ambiente del folclore como "La muñequita Sally" y cuatro de sus compañeros de grupo. Y son algunos medios de comunicación los que se han adjudicado reportajes, por subir en las encuestas hacen todo lo posible, hasta lo imposible. Se ha detectado por ejemplo, en programas de Tv, ajenos a esta cultura, un interés evidente dedicando secciones y hasta programas enteros, cuando sus rúbricas son otros. ¿La cultura chicha está avanzando, o es la avaricia por el rating? No sólo hablemos de prensa escrita o televisión, hablemos también de la conquista radial de esta cultura, que antes solo se escuchaba en las emisoras AM, y ahora con la sublevación de los pedidos de las grandes masas es que suena en emisoras situadas en la FM. Ojalá, en adelante, se le dé importancia a esta cultura netamente peruana, y dejar atrás el rechazo, negación o descalificación y hasta cierta vergüenza por esta cultura, y ponernos así a calificarla y compararla con otras culturas, y hasta mejorarla. Cultura chicha es ahora cds con carátulas de sus integrantes vestidos con atuendos andinos, grandes afiches (de colores encendidos típicos en la vestimenta andina) en sectores populares y ciudad, incentivando a la masa al baile dominical, un mano a mano entre grupos, en donde se venden más de mil cajas de cerveza. Cultura donde los mismos emigrantes se desenvuelven como sonidistas, representes (managers), asistentes, colaboradores de estos grupos, también de gente emigrante. Y por qué olvidarnos de los emigrantes que viven plácidamente por estar encargados de estos bailes populares que dejan ganancias de diez mil soles en tan solo un día. Son estos algunos de los códigos con los cuales se identifica esta industria musical-cultural. Gracias a estas tragedias el pueblo se asemeja a un volcán lleno de cultura, que ha erupcionado ardientemente haciendo llegar sus lavas musicales hasta la ciudad. Esperemos que se le otorgue un reconocimiento a esta cultura que refleja sus tradiciones y que poco a poco empieza a surgir y apoderarse de la gran masa peruana. También esperemos que no sean víctimas de los medios de comunicación por el ambicionado reconocimiento o rating.
Arturo Quispe: La llamada cultura chicha está vinculada a significativos cambios sociales que se han vivido en el Perú desde los años 1950 en adelante. Producto de las grandes migraciones provincianas hacia la capital se empezaron a formar los barrios / pueblos jóvenes. La aparición de este enorme sector social conquistando un lugar donde vivir en las afueras de la Lima urbana ha ido ganando presencia en la vida limeña al punto que por varios años se habló de la "Lima provinciana", del "acholamiento" de Lima, de la Lima "achorada", y después de la Lima "chichera". Tengo la impresión de que ahora la capital del Perú es una amalgama de todas esas "Limas" en una. Lima actualmente está conformada por más del 90 por ciento de provincianos y sus descendientes en ya su casi cuarta generación. Esto ha hecho de Lima una ciudad más diversa y, hasta cierto punto, más democrática respecto a lo que era antes de 1950.
IPC: ¿Entonces la Lima de ahora es mejor que la de antes?
AQ: Eso no quiere decir que vivimos en el mejor de los mundos. No. Lo que sugiere es que Lima se ha hecho más plural por la presencia de gente procedente de las diversas provincias del Perú. A su vez, ese hecho de la convivencia de personas de diferentes sectores sociales y étnicos ha hecho más visible y explícita la discriminación social y cultural existente en el país. Esto último es expresado particularmente a través del racismo y la discriminación de todo lo que se vincule con el Ande o con lo afroperuano. La discriminación cultural y social ha sido la respuesta que han asumido ciertos sectores sociales altos y medios-altos que se sintieron desplazados de sus privilegios ante la cada vez mayor presencia de los provincianos con éxito. De allí vienen las famosas expresiones: "¿quién te has creído que eres?" o "son unos igualados".
IPC: ¿Y con respecto al sincretismo cultural?
AQ: Esto alude a la mixtura entre diferentes culturas. El siglo XX ha sido el siglo de las migraciones. Eso ha hecho que se produzca una riqueza cultural por la confluencia de varias culturas que conviven en un mismo espacio social. El Perú no se escapó de dicho fenómeno, y me refiero fundamentalmente a las migraciones internas. Lima recibió la mayor cantidad de migrantes justamente después de los años 1950. En los barrios populares se congregó gente proveniente de muchas provincias serranas.
IPC: Ahí la gente comenzó a mezclarse.
AQ: El sincretismo cultural se vivió en carne propia cuando la gente de los barrios comenzó a entenderse a pesar de las confrontaciones y resquemores iniciales, y experimentaron que la existencia de un "otro" diferente a ellos en sus formas de hablar, de ser, de escuchar su música o disfrutar de sus comidas, los enriquecía. No es que se haya dado de manera consciente; los encuentros en un mismo espacio los han "obligado" a disfrutar de los bailes y comidas de los otros, y a conocer las diversas costumbres y vestimentas. Por supuesto esto ha sido un proceso no exento de contradicciones y conflictos, un aprendizaje en la práctica cotidiana. A todos los unía la misma situación, vivían el mismo contexto social, las mismas dificultades y las mismas carencias. Este tipo de aprendizaje ayudó mucho a romper barreras regionales en la ciudad y a reconocerse uno al otro.
IPC: ¿Cómo así se empieza a hablar de cultura chicha?
AQ: Respecto a la denominada cultura chicha, te diré que sus inicios están relacionados con el surgimiento de la música chicha. No es que este género musical haya "creado" una nueva cultura distinta a la que se venía formando en la Lima provinciana, serrana, sino más bien ha recogido, desde la producción musical-cultural, una forma de expresarse de los migrantes provincianos de la ciudad. Esta forma de expresarse se manifiesta en la música, que es una mixtura, el producto de intercambios culturales.
IPC: ¿En todo peruano anida un espíritu chicha?
AQ: Si bien la música chicha existe en todo el Perú, no podemos decir que el "espíritu chicha" al cual te refieres esté en todas las personas y de similar modo en todas las regiones. La razón se debe a que la música chicha es una mixtura entre creaciones musicales foráneas (la cumbia, y otros géneros musicales) y las creaciones musicales de cada región particular. Entonces, la música chicha se resignifica en cada región y localidad del país. La chicha no solo se diferencia desde los grandes troncos estilísticos como la chicha andina, amazónica, costeña, sino que cada una de las microrregiones culturales aporta su propia particularidad en la creación musical.
IPC: Cuando hablamos de mal gusto, de huachafería, de algo que no se hace bien o se hace a la volada como para salir del paso, solemos decir "qué chicha". ¿Por qué lo chicha tiene esta connotación tan negativa?
AQ: Lo que ocurre es que el "buen" gusto es una construcción social, cultural y de clase social, y los criterios estéticos de las clases altas y medias-altas han sido los hegemónicos, es decir han sido los ideales culturales ligados al poder y las instituciones. Entonces ese buen gusto con el cual se define lo huachafo es una categoría relacionada con la clase social, y los encargados de velar por el "gusto medio" han sido los "guardianes" de resguardar y reproducir las "la buenas formas" de las clases medias y altas. Si alguna producción cultural no se ajusta a dicho patrón, se le va a desdeñar, y se va a despotricar, señalándola como de "mal" gusto. Sobre esto hay muchos ejemplos, y se han creado diversas etiquetas peyorativas, nombres para desacreditar a aquellos que no expresan un patrón hegemónico o se salen de él. Uno de ellos es el término "huachafo", otro que ha adquirido una connotación negativa es el de "chicha". Todo aquello que se considera mal hecho o es un conglomerado de cosas sin ningún "rasgo armónico" será llamado como "chicha".
IPC: ¿Y cómo se relaciona esto con la música chicha?
AQ: La asociación que existe entre algo "mal" hecho y "sin" gusto o que esté hecho a la ligera con la música chicha, se debe a las características que la música chicha tuvo en sus orígenes. Es decir, a la forma como se creaba este género musical. No podemos olvidar que la chicha es una mixtura de géneros de música. Cuando la chicha empezó a mezclar la cumbia y el folklore muchos dijeron que era una "fea" mezcla. Una mezcla sin gusto. Incluso muchos dijeron que esa gente "no sabe" lo que es música. Si ellos no saben lo que es música entonces su producción será fea, horrible, sin gusto, mal hecho. Esa característica referida al ámbito musical, cultural, se extendió a lo social, y se utilizó y utiliza para calificar todo aquello que no guarda "armonía", no sigue un patrón establecido.
IPC: Desde hace años se sabe poco o nada de los máximos representantes de la tecnocumbia: Rossy War, Euforia, Ruth Karina, Ana Kohler, etc. ¿Pasó de moda la música chicha? ¿O la tecnocumbia fue apenas una etapa de la música chicha?
AQ: Es verdad, de ellos se sabe poco o nada. Definitivamente ellos tuvieron su época, una época gloriosa, la de la tecnocumbia. Me gustaron más Rossy War y Euforia con Ruth Karina. Ambas marcaron una época importante de la música chicha. Aquí quiero remarcar algo que se ha dicho respecto de la tecnocumbia, que esta música es diferente a la chicha y que por tal razón gustó hasta en los sectores medios en su momento.
IPC: ¿No fue así?
AQ: Eso no es exactamente así. La tecnocumbia sería parte del movimiento chichero, en una suerte de tercera etapa que tiene raíces amazónicas, aunque tuvo una expansión mucho mayor. La música chicha tiene la virtud de renovarse cada cierto tiempo, y cada renovación va de la mano con lo que acontece a nivel mundial. Eso ha marcado la historia de la música chicha desde sus orígenes. Eso quiere decir entonces, que la no vigencia de uno de sus cultores no hace que la chicha desaparezca, ni pierda vigencia; por el contrario, la desaparición de uno u otro cantante, por más afamado que este haya sido, dice más bien que la chicha está en movimiento, nos habla de la vigencia del género, está en movimiento constante y sigue su propio curso.
IPC: Los medios le han dado una gran cobertura a la tragedia del grupo Néctar, y las ventas de sus discos han aumentado. ¿Crees que alrededor de este grupo -y en especial de Johnny Orosco- se creará una mitología como sucedió con Chacalón?
AQ: Es una pena lo que le ha ocurrido al grupo Néctar. Eso nos recuerda lo que sucedió también al grupo Juaneco y su Combo en una primera etapa de la chicha. En aquella época se pudo salvar el propio Juaneco, pero en esta ocasión Johnny Orozco no tuvo la misma suerte. En ambos casos los grupos tuvieron un recorrido y una fama reconocida, pero en dos épocas diferentes. Juaneco para la región de la Amazonía y Néctar para los sectores urbanos populares de Lima, aunque su fama también se había extendido al sur del continente. La comparación con Chacalón también ha sido inevitable. Ambos dejaron el mundo chichero en circunstancias distintas, pero han sumido en una gran tristeza a sus seguidores. No es para menos, "El provinciano", paradigma musical chacalonero, fue el himno de los migrantes que hasta ahora se canta, y "El Arbolito", del grupo Néctar, no solo los caracterizó sino que les permitió extender su popularidad hasta los sectores medios. Me da la impresión que hasta ahí llega la comparación entre ambos, porque en estos casos, la biografía personal también juega un papel importante, sobre todo en este género musical impulsado por migrantes, sus diferentes experiencias y formas de enfrentar la vida.
IPC: Cada migrante tiene su propia historia.
AQ: Los migrantes de primera y segunda generación han enfrentado situaciones diferentes, aunque eso no quiere decir que en ambos casos no haya habido grandes batallas que librar en el día a día tanto como provincianos, como cultores y compositores de la chicha en un medio que les es adverso. Chacalón y Johnny Orosco son dos ídolos populares que vivirán eternamente en los corazones de sus fans. Por ello, el mundo chichero está de duelo, ha perdido un gran artista. Todos sus seguidores sienten su partida, se conduelen y le rinden un merecido tributo. Buscan, después de los trágicos momentos, la forma de paliar su ausencia adquiriendo una de sus producciones, así sea la última o una de ellas, porque saben que de esa manera tanto Chacalón como Johnny Orosco vivirán en sus corazones, como también en el mío.
¿La Cultura Chicha o la cultura de la libertad?
En tiempos recientes, el Perú ha sustentado gloriosamente el nacimiento de un liberalismo lingüístico y vespertino recogido del lenguaje coloquial de las calles. Los inmigrantes provincianos llegados a Lima a luchar por un puesto digno de trabajo, se han asentado en la urbe y han instalado un vocabulario que busca eclipsar significados a un castellano mal hablado.
La cronología de la invasión, se generó a mediados de la década pasada cargada de una visión desfigurada de los modelos básicos del lenguaje, y vino para quedarse entre nosotros.
El popular timbre, facilista y vernáculo fue catalogado en principio, como un vocablo vulgar y mas adelante despectivo. Paulatinamente, Lima provinciana, lo fue absorbiendo con una voracidad distinta. Algo nuevo se había germinado en la Ciudad de los Reyes, con una amplia gama decodificable para las mayorías
La denominada Cultura Chicha, dio la visión clara y adecuada de lo que se quería. Un lenguaje pedregoso y empobrecido con el agregado de mantener la fuente abierta para enriquecerlo a cada paso con las innovaciones que la replana y el periodismo amarillo les pudiera aportar
Es una lástima que la noción de la palabra "Chicha", bien conocida por los antiguos peruanos como una bebida hecha en base al maíz, sea sinónimo de lo común, naco, ramplón, bajo, inelegante y desgate todas las esferas donde se aplica.
Se ha convertido en un referente obligado de lo paralelo, informal, descuidado, adoptando una estética con el simple propósito de inclusión hecho a la fuerza en contra de la acartonada a otrora sociedad limeña.
La cultura Chicha, hecho raíces y ahora esta en la prensa, con tabloides de corte sensacionalista. En la ropa, copiando marcas. En la televisión, con programas denominados "Basura" del corte "Señora León" dirigido por la cantante Mexicana "La Tesorito" Laura León encaminado a expulsar las miserias humanas de los peruanos.
También se aprecia en el mundo de la discografía, filmografía, y editorial pirata, pintando a los derechos de autor con los colores de la sagacidad y el mal gusto típicos y mal intencionados peruanos. Aquella cultura, en actividad consecuente con la astucia y lucidez para desarrollar las formas de sacarle la vuelta a un sistema bien plantado tributario y gubernamental, es inagotable
Pero el mal no cunde sólo allí. La afamada Cultura Chicha, ha trepado a las esferas más altas del poder y ha generado parlamentarios "Chichas". Parlamentarios capaces de jurar por la plata, y hacer de las suyas en el Congreso Nacional metiendo en la nómina congresal hasta la doméstica. Apenas de nombre, una bromita para sacar un poquito más de sueldo del Estado.
La Cultura Chica no ha eximido a los Ministros, forjados en los avatares relamidos de los consumidores criollos…..Sí, el "criollismo" se aplica también en el Ministerio de Educación, con marchas y contramarchas en los exámenes a los pobres profesores. ¿Qué clase de evaluación Chicha se ha implementado, si en algunos segmentos de las pruebas se registraban errores del corte de preguntas sin número, sin alternativas de respuesta? Episodios separados y mal elaborados incapaces de medir el nivel real de talento de un profesor?
Los profesores Chicha, los mismos que repudian las pruebas ahora se ríen de ella y es la respuesta lógica para un gobierno Chicha donde los plazos son más importantes que los contenidos
Es necesaria una profunda reexaminación sobre los contenidos y comprender folklóricos que se suman a la realidad nacional. Quizás con un lenguaje menos adornado pero efectivo se pueda corregir objetivos "Chicha" populistas por objetivos verdaderos
La Cultura Combi
Pero nosotros no éramos así. Todo se inició en los años 80’s, cuando millones de personas llegaron a las grandes ciudades del Perú, huyendo de la violencia terrorista y de la pobreza existentes en el campo. Este flujo masivo de población llevó al colapso del servicio de transporte público. Así, era rutinario ver personas viajando colgadas en las puertas de los autobuses.
Pero como el peruano es muy ingenioso, creó un sistema alternativo de transporte para cubrir la enorme demanda generada. Fue así que surgieron las "combis", camionetas rurales con capacidad para entre 10 y 15 pasajeros que cumplían la misma función que los autobuses, a un precio ligeramente mayor pero que permitía que los pasajeros se transporten cómodamente sentados.
Hasta ahí todo iba bien. Pero llegaron los años 90’s y mucha gente pudo comprar vehículos importados. Fueron tantos y tantos vehículos pequeños que ingresaron al sistema de transporte público que colapsaron el tránsito de la capital.
La gran oferta de combis en Lima obligó a los propietarios de esos vehículos a iniciar una verdadera guerra cotidiana con otras combis, en lucha por cada uno de los pasajeros de su ruta. Una guerra en la cual todo está permitido.
Fue así que nació la "cultura combi", donde podemos conducir a 20 kms. por hora cuando nuestra combi no tiene pasajeros, pero dispararnos a 100 kms. por hora cuando otra combi amenaza sobrepasarnos y arrebatarnos nuestros amados pasajeros . Las "carreras" entre combis por estar primeros y tomar todos los pasajeros en detrimento de la combi que viene atrás, se convirtieron en hechos rutinarios que ya ocasionaron innumerables muertes. Y esa actitud agresiva frente al volante se trasladó pronto hacia los autobuses, hacia los taxis y hacia los coches particulares. Todos comenzamos a dirigir como "chofer de combi".
La cultura es el conjunto de todas las formas y expresiones de una sociedad determinada. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias. Desde otro punto de vista se puede decir que la cultura es toda la información y habilidades que posee el ser humano. El concepto de cultura es fundamental para las disciplinas que se encargan del estudio de la sociedad, en especial para la antropología y la sociología.
La UNESCO, en 1982, declaró:
…que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.
Autor:
Claudia
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