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Historia de la Filosofía Moderna (página 2)

Enviado por jpaulo29


Partes: 1, 2, 3, 4

Representamos de una manera nemotécnica el programa que desarrollaremos, así :

O TAMBIÉN

1. Los Principios De La Filosofía Moderna

1.1 Cartesianismo

1.1.1 Renato Descartes (1596-1650): El Padre de la Filosofía Moderna . estudiaremos a este gran filósofo que dio comienzo al movimiento cartesiano, de acuerdo al siguiente esquema.

Esquema del Estudio de Renato Descartes

1. Vida – CarácterFuentes.

2. El Método.

2.1 Premisas y Propósitos.

2.2 El Método y sus Reglas.

2.3 Etapas.

2.3.1 La Duda Universal.

2.3.2 La Verdad Fundamental: EL COGITO.

2.3.2.1 Su Invención.

2.3.2.2 Su Sentido.

2.3.2.3 Su Originalidad y Valor

2.3.2.4 Criterio de Verdad.

2.3.2.5 Influjos del Cogito.

2.3.2.5.1 Subjetivismo

2.3.2.5.2 Gnoseología.

2.3.2.5.3 Antropología Filosófica.

2.3.2.5.4 Racionalismo.

3. DOCTRINA.

3.1 PREÁMBULO.

3.1.1 Las Tres Ideas.

3.1.2 La Sustancia.

3.1.2.1 Noción.

3.1.2.2 Atributos y Modos.

3.2 ANTROPOLOGÍA

3.2.1 Sustancia creada y pensante.

3.2.2 Unión del Alma y Cuerpo.

3.2.3 Conocimiento.

3.2.4 Ética.

3.3 TEODICIEA.

3.3.1 La Idea.

3.3.2 Pruebas de la Existencia de Dios.

3.3.3 Atributos de Dios.

3.4 FÍSICA.

3.4.1 Realidad del Mundo.

3.4.2 La esencia de los cuerpos.

4. CONCLUSIONES

_____________________________________________________________________

Tan grande es la significación histórica de Descartes que se ha podido decir de él que es el primero y último gran filósofo francés.

Aunque como dijimos, ya en el último período de la Escolástica se dejan sentir las corrientes precursoras del nuevo pensar, sin embargo Descartes es el verdadero padre de la Filosofía Moderna a la cual dio una gran problemática, un punto de partida (la duda), un método (rigorismo matemático) en la cual imprimió un sello del subjetivismo cuyo desarrollo ulterior fue el Idealismo; en fin, también es cartesiana la interpretación mecanicista de la naturaleza que adoptará el Empirismo.

1. Vida

De noble familia, nació en La Haye (Francia). Su padre Joaquín Descartes era consejero del Parlamento de Rannes; su madre Juana Brochard, de la cual heredó, según sus mismas palabras "una tos seca y un color pálido" que conservó hasta los veinte años y que en sentir de los médicos le auguraban una vida corta. Pero a pesar de su salud endeble, reveló un talento tan precoz que su madre lo llamaba: «mon petit philosophe» por las muchas preguntas que le hacía.

De los ocho a los diez y seis años estudió con los Jesuitas en el colegio de «La Fleche» al que estimará siempre como una de las más renombradas escuelas de Europa; sin embargo, en el "Discurso del Método" afirma que se retiró del colegio con un profundo desengaño de todas las materias científicas, con excepción de las matemáticas.

De 1613 á 1617 estudia Jurisprudencia en París y se licencia en Derecho Civil y Canónico; después suspende provisionalmente sus estudios porque quiere buscar la ciencia en él mismo y en el gran "Libro del mundo". Se alista como soldado voluntario en el Ejército de Mauricio de Nasau, luego en el de Maximiliano de Baviera.

Un día de campaña dice él: "empecé a entender el fundamento de un invento admirable", tal invento consistiría en reducir todas las ciencias de la cantidad a una ciencia general del orden y la proporción, aplicando el método del análisis y de la síntesis. Fue entonces cuando concibió su COGITO EGO SUM. Quiso entonces comprender una reconstrucción total del edificio de la ciencia fundándola sobre nuevos principios.

La inquietud filosófica y el ansia del saber, se apoderaron de él y convencido de que el cielo le daba una misión que cumplir en el campo de la filosofía, hizo voto de peregrinar a Loreto si la Virgen le ayudaba a despejar sus dudas sobre la posibilidad de discernir lo verdadero de lo falso. Cuatro años más tarde cumplió su promesa.

Pronto se convenció de que su carrera no estaba en las armas, por lo cual abandonó la vida militar y volvió a París. La venta de sus propiedades le dio el dinero suficiente para vivir modestamente pero sin preocupaciones el resto de su vida. Se retira a una vida tranquila manteniendo contacto con un círculo escogido de amigos. Entre ellos el Cardenal De Bérulle, fundador del oratorio, quien exhorta a Descartes para que combata a los libertinos, y este responde con el "Tratado de la Divinidad".

En realidad la espiritualidad Beruliana influida del agustinismo marcó su huella en el espíritu y en la filosofía de Descartes.

En 1629, a sus 33 años pasó a Holanda donde permaneció 20 años allí escribió sus más importantes obras:

En 1637 publicó en Leyde su "Discurso del Método"; esa obra que al mismo tiempo le valió de celebridad, suscitó grandes controversias que hicieron intranquilos sus últimos días.

Católicos y Protestantes que ya habían abierto fuerte oposición de su obra anterior, la arreciaron aún más cuando aparecieron en 1641 "Las Meditaciones Metafísicas". En Amsterdam (1644) publicó sus "Principios de Filosofía", obra que contiene sustancialmente las mismas doctrinas que las meditaciones, pero en estilo más breve, conciso y claro. Su propósito era el de suplantar la filosofía aristotélica.

Su obra "Regule ad Directionem Ingenii" que había empezado en 1626, quedó sin terminar y no fue publicada sino hasta 1701.

En 1649 viaja a Estocolmo invitado por la reina Cristina de Suecia que lo recibió magníficamente. Contra sus costumbre de madrugar, daba clase a la reina a las cinco de la mañana. En enero de 1650 contrajo una pulmonía que lo llevó a la muerte. Murió cristianamente el dos de febrero del mismo año.

Carácter :

Es ante todo un temperamento matemático, agudo y rápido, pero superficial. Deja de lado las cuestiones demasiado especulativas, pues, busca una filosofía clara, sencilla, práctica. Por eso sus libros son cortos y aparentemente fáciles de leer, lo cual contribuyó no poco a su éxito. Nada pues de raro que con frecuencia se eche de menos en sus obras una verdadera profundidad, que no compensan suficientemente su claridad y sencillez.

Fuentes:

Verdaderamente su formación filosófica no fue muy seria debido sobre todo a su juventud andariega y a su temprana convicción de que los antiguos autores había poco aprovechable, más que estudiar otros autores trata de pensar por sí mismo; de hecho casi nunca cita autores, quizás para subrayar su propia originalidad. Sin embargo, el examen de sus obras muestra diversas influencias, sea de filósofos anteriores, sea de pensadores contemporáneos.

Es innegable que guarda parentesco con la Escolástica, la cual había estudiado tres años en La Fleche; sin embargo, desde el principio su actitud hacia ella fue desfavorable y ya sus misma obra "Regule ad Directionem Ingenii" muestra su ruptura con la filosofía perenne. Guardó, es verdad, su temática y su terminología: habla de sustancia, esencia, accidentes, existencia, modos, causas, formas, etc., pero dando a los términos sentido muy distinto y con frecuencia equívoco.

Es de señalar, también tiene el influjo de San Agustín, es probable que fuera el trato con el oratorio el que lo introdujo en el pensamiento agustiniano; hay muchos puntos de contacto: por la duda como procedimiento para llegar a la certeza, (utilizada por San Agustín contra los académicos), las ideas innatas, el cogito, como certeza fundamental, Dios y el alma como temas fundamentales de la filosofía, prueba de la existencia de Dios por la idea innata de lo infinito, etc.

Pero también aquí hay que decir que la coincidencia es más que todo verbal, que el espíritu y el sentido son muy distintos, pues el espíritu racionalista de Descartes es diametralmente opuesto al espíritu y al temperamento de Agustín. Igual cosa respecto a coincidencia de San Anselmo.

También se nota en Descartes algunos elementos de origen estoico. Ej.: los neumas o espíritus vitales, localización del alma en el cerebro, sus ideas del demonio de las pasiones, etc. Pero algunas de esas ideas bien pudo tomarlas de contemporáneos suyos.

Varios científicos de su mismo tiempo y con los cuales trató personalmente o mantuvo correspondencia, influyeron sobre él. Así tenemos a Isaac Beeckman, Mersenne, etc.

A pesar de todo, Descartes tiene una conciencia muy viva de su originalidad; los intentos de los filósofos anteriores fueron poco menos que estériles; se cree dueño de un "invento admirable que le permitirá reconstruir desde sus bases el edificio filosófico con una robustez que lo hará inconmovible", el camino nuevo abierto por él conducirá infaliblemente a la verdad. Y a fe que su originalidad es innegable (a pesar de las reales influencias que sufrió) sobre todo por su pretensión de deducir toda la filosofía con rigor matemático, de un solo principio, de una sola idea innata, clara y distinta. Cosa no intentada por alguien antes.

2. El Método

2.1 Premisas y Propósitos.

PREMISA : Desencanto de las ciencias menos de las matemáticas.

PROPÓSITO : Reconstruir la ciencia. (La Filosofía).

Dijimos que Descartes se retiró de La Fleche profundamente decepcionado de cuanto allí le habían enseñado para resolver los problemas de la ciencia y de la vida. Solamente conservó la estima por las matemáticas por su valor práctico y el rigor de sus demostraciones, porque versan acerca de un objeto tan simple y libre de toda la incertidumbre que puede provenir de la experiencia y porque consiste nada más que en deducir consecuencias de la razón. De ahí su aprecio por el método matemático como el más seguro, pues prescindiendo de los estudios procede por rigurosa deducción racional. Así que se propuso extender el método matemático a todas las ciencias en general.

Todo estriba en encontrar una certeza primitiva, inapelable, de la cual pueda deducirse toda la ciencia. Con un método riguroso construirá la ciencia única.

En efecto, la ciencia no es sino una, aunque considere diversos objetos, y por tanto, todas las ciencias, ramas de esa ciencia única, deberán proceder con un método único, seguro, exacto, que conducirá infaliblemente a la verdad, tanto física , metafísica o moral. Partiendo de unas cuantas proposiciones claras y sencillas, por un encadenamiento ordenado, se podrá llegar a las más alejadas y difíciles.

En "El Discurso del Método" aparecerán ya los temas que luego repetirá con leves modificaciones en las Meditaciones y en los Principios de la Filosofía: la duda, el cogito, las ideas innatas, la idea de Dios, la prueba de la existencia por la idea que de Él tenemos, los atributos divinos, la creación, noción de esencia, concepción mecanicista del hombre, identidad de materia y extensión, etc…

En verdad, a partir de su discurso, el pensamiento cartesiano se mueve al rededor de unas cuantas ideas fijas que reitera en todos sus tratados.

Descartes confía en su método con absoluta seguridad y por medio de él va a reconstruir todo el edificio de la filosofía.

En efecto, el fracaso de los filósofos anteriores se debió a que no encontraron un método adecuado. Armado del método encontrado por él, no va a retocar las antiguas filosofías, sino a regalar al mundo una filosofía.

Sin embargo, los que se propone Descartes no es elaborar una enciclopedia filosófica, sino ante todo disciplinar la inteligencia para capacitarla en orden al conocimiento de la verdad. Para filosofar no se necesita poseer una inteligencia genial, basta un talento corriente armado de un buen método.

Ante todo se requiere la firme decisión de no admitir más que lo cierto en indudable y luego, en gracia de la sencillez y claridad, descartar las cuestiones inútiles e insolubles.

La filosofía de Descartes tendrá estas cualidades :

  1. Universal: Se confunde con la ciencia misma. La filosofía es como un árbol cuyas raíces son la metafísica, el tronco la física y las ramas son todas las demás ciencias, que se reducen en tres principales: la medicina, la mecánica y la moral que es el sumo grado de la sabiduría, de donde la filosofía es el conocimiento perfecto de todas las cosas que el hombre debe saber.
  2. No es una ciencia puramente especulativa, sino esencialmente práctica. Quiere llevar al hombre a dominar la realidad, hacerlo maestro y poseedor de la naturaleza, "saber para poder prever". La filosofía da el hombre la sabiduría de la vida.

Una última observación es que el proponer su método, Descartes se autobiografía; lo que enseña en realidad es el método que él siguió, pero quien lo imite podrá encontrar en sí mismo, sin necesidad de maestro, todo lo necesario para fundamentar sólidamente su ciencia y orientar su conducta.

2.2 El Método y sus Reglas

La cuestión del método no era nueva, ya en el Organon de Aristóteles y la Lógica de los estoicos, no era otra cosa que reglas para dirigir el entendimiento en la investigación científica, pero para Descartes la cuestión del método se convirtió en verdadera obsesión. Y sin embargo, no hizo nunca exposición pormenorizada de su famoso método, lo cual decepcionó a varios de sus contemporáneos.

Lo que él entiende por método son "Las Reglas ciertas y fáciles, las cuales, quien las observe exactamente nunca admitirá lo falso como verdadero, y sin malgastar inútilmente las fuerzas de su razón, sino aumentando gradualmente su ciencia, llegará al verdadero conocimiento de todas las cosas de que es capaz".

Descartes dice que en la búsqueda de la verdad hay que procurar cegar previamente todas las fuentes posibles de error y de incertidumbre. Ahora bien, la causa principal de nuestros errores proviene de nuestros sentidos y de la imaginación.

Descartes quiere desligarse de ellos excluyendo en su inquisición todo elemento que provenga de la experiencia sensible para recluirse en su interioridad intelectual.

Por tanto, él no parte de esa experiencia sensible, de la realidad de las cosas para llegar a la idea, sino al revés, de la idea para llegar a la realidad. La razón tiene que trabajar encerrada en sí misma, desconectada del mundo externo, a puertas cerradas. El resultado será una filosofía racionalista, subjetivista e inmanentista, que prescindiendo del testimonio de los sentidos, los cuales nos llevan a muchos prejuicios, se construya con los solos datos de la razón.

Para ello lo primero que necesita es un punto de partida incontrovertible, un principio Firme, Seguro, es decir, una Verdad Fontal, una idea de la cual pueda deducir todas las demás de manera infalible.

Esa idea tendrá que ser Clara, Distinta, Simple (Lo indivisible del conocimiento), Evidente, Intuitiva, Indudable e Innata.

En cuanto a las reglas mismas que deben seguirse, Descartes había dado 21 en su "Regulae ad directionem ingenii" pero en la segunda parte del discurso las redujo a cuatro :

  1. La Evidencia: no aceptar como verdadero cosa alguna que no se reconozca clara y distintamente como tal, evitando cuidadosamente la precipitación y los prejuicios. En tanto no luzca esa evidencia, Hay Que Suspender El Juicio.
  2. El Análisis: dividir cada una de las dificultades para examinar en cuantas partes fuere posible y en cuantas fuere necesario para su mejor solución. En efecto, las dificultades provienen de que en nuestras ideas está mezclado lo verdadero con lo falso; atomizar las ideas para que todas sean simples, claras y distintas.
  3. La Síntesis: o sea comenzar por lo más fácil y simple para subir gradualmente hacia lo más complejo.
  4. La Enumeración: hacer un recuento tan integral y una revisión tan general, que no pueda estar seguro de no haber omitido nada.

Todas estas reglas se reducen al criterio de la evidencia.

Punto de Partida : intuición de la idea simple, clara y distinta.

Proceso : intuición de la misma deducción, descomponiendo las ideas compuestas en simples (Análisis).

Términos : Intuición de conjunto (Síntesis).

2.3 Etapas

2.3.1 La Duda Universal: La crítica del conocimiento exige como primer paso el suspender el asentimiento sobre todo enunciado, admitido comúnmente, dudar de todo sobre lo cual es posible dudar. Pero si en esta pretensión radical tropezamos con un principio sobre el cual la duda no es posible, ese principio debe ser tenido o considerado Firmísimo o como fundamento de todos los demás conocimientos.

La duda cartesiana es:

  1. Hasta los conocimientos que se consideran más verdaderos como los matemáticos: también esta certeza podrá se ilusoria, pues cabría suponer que estuviéramos a merced de algún genio maligno que se entretuviera en engañarnos.

    Esta suspensión de juicio se refiere a la verdad existencial, no a las mismas ideas; en otras palabras si con la duda me niego a afirmar la realidad extra mental, no por eso niego las ideas que hay en mi mente.

  2. Duda Universal: se extiende a todos los conocimientos sensibles pues no hay criterio para distinguir si pertenece a la vigilia o al sueño; con frecuencia se engañan los sentidos.
  3. Duda Real: se trata de suspender realmente el asentimiento y de considerar provisionalmente como falso todo aquello sobre lo cual quepa la menor duda.
  4. Duda Metódica: no es duda escéptica de carácter demoledor, sino que adopta como medida o medio para despejar la verdad.
  5. Duda Positiva: en el sentido de que el filósofo la toma no por capricho sino fundándose en razones.
  6. Duda Especulativa y no Práctica: pues se exceptúan explícitamente las verdades de fe y las reglas de una moral provisoria.

De esta manera deja planteado Descartes el problema del conocimiento el cual aspira a resolver en el descubrimiento de una verdad fontal.

2.3.2 Verdad Fundamental: El Cogito:

2.3.2.1 Su Invención: después de haberse esforzado por dudar de todo, Descartes se encuentra con una certeza que resiste a todos sus ataques. Es la Conciencia Simultánea del Hecho de su Pensamiento y de su Existencia. Puedo dudar de todo, aún pensar que soy engañado, pues dudar es pensar; igualmente me es imposible dudar de mi existencia ya que estoy pensando, aunque me engañe tengo que admitir que yo me engaño, Soy Algo, y no nada, o sea que la existencia de mi yo como sujeto que piensa es cosa cierta. cogito ergo sum = pienso, luego existo resulta pues ser una verdad y una certeza inconmovible.

Aquí cree Descartes haber encontrado la gran verdad, el gran principio que le serviría para reconstruir el derrumbado edificio de la ciencia.

2.3.2.2 Su Sentido: el cogito es el modelo de excelencia de idea clara y distinta que se afirma con la máxima certeza por encima de toda duda.

Según Descartes no se trata de un etinema o de un silogismo en que del pensamiento se deduzca la existencia, se trata más bien de una Percepción Inmediata, Intuitiva, Evidente y Simultánea del pensamiento y de la existencia.

En el cogito se expresa un hecho de conciencia inmediato y primario: "Yo pienso, luego existo", equivale a Yo Soy Una Cosa Que Pienso.

Por otra parte la palabra pensar tiene en Descartes un sentido muy amplio, pues lo extiende a todo fenómeno, a toda actividad de conciencia. "Con el nombre de pensamiento, dice él mismo entiendo que aquello que ocurra en nuestra en nuestra conciencia, en cuanto de ello tenemos conciencia. Y así, no sólo el entender, el querer, el imaginar, sino también el sentir vale lo mismo que pensar".

2.3.2.3 Su Originalidad y Valor: antes de Descartes habían expresado del cogito muchos pensadores como fórmulas casi idénticas: Aristóteles, San Anselmo, San Agustín, Santo Tomás; también lo tienen varios pensadores contemporáneos de Descartes, por tanto, la originalidad de éste no consiste en haberlo afirmado como hecho de conciencia, sino en Haber Pretendido Deducir de Él toda la Filosofía.

De cuanto valor cabe observar lo siguiente :

  • Como dato de conciencia es algo cierto e indudable.
  • En el orden ideal no es el primer principio, pues presupone otros como el de la contradicción.
  • En cuanto al valor de este principio para deducir de él toda la filosofía hay que decir que Descartes fue Exageradamente Optimista.

Únicamente Dios que por ser la verdad contiene en sí todas las verdades, puede intuir en sí todas las cosas; pero en el campo humano tal pretensión es ilusoria. Ciertamente que la evidencia de mi propia existencia está en la base de cualquier actividad, pero ni del cogito, ni de la conciencia del yo, ni de ningún principio por más universal que sea es posible deducir todas las verdades, simplemente porque no las contienen.

2.3.2.4 Criterio de Verdad: si el cogito se me impone como una certeza indudable, es porque es evidente, o aún más, es la evidencia misma en su fundamento metafísico, es la transparencia absoluta de su existencia el mismo sujeto pensante, que éste por tanto percibe clara y distintamente.

De aquí Descartes ofrece como criterio de verdad la idea clara y distinta, así las condiciones encontradas en el cogito son las que deben tener toda proposición para ser objetivamente ciertas.

En este criterio se da prioridad al pensamiento, pues se estatuye como regla que es verdadero todo aquello que yo percibo de modo claro y distinto. No aparece pues aquí ninguna alusión al objeto como el la antigua definición: adecuación del entendimiento con la cosa conocida. La verdad es asunto de la mente, lo que se piensa clara y distintamente tiene que existir en la realidad. Queda pues sembrado el germen del idealismo racionalista y aunque Descartes no pretendió desvincular la mente de la realidad, así lo hará el idealismo que continuará su misma línea de pensamiento.

Las propiedades de esta idea clara son las siguientes :

  1. Intuición : acto en que la mente se hace transparente así misma.
  2. Indubitabilidad : pues esa evidencia se impone a la mente, y la cual se halla como en estado pasivo.
  3. Infalibilidad : pues el error consiste en mezclar en el juicio cosas subjetivas en lo cual interviene la voluntad, el cambio, la intuición es el acto exclusivo del entendimiento.
  4. Innatismo : o sea que esas ideas nacen con nosotros, Dios las imprime en el alma al crearlas, Él es la garantía de su veracidad.

Aquí tocamos un punto delicado de la filosofía cartesiana. En efecto, para probar la existencia de Dios, incluida en la duda universal, se necesita la evidencia del cogito, pero a su vez el valor del Cogito se funda en Dios, en su veracidad; parece pues haber un círculo vicioso, así opinan algunos; otros exoneran a Descartes de esta falla explicando que no se trata de dos ideas distintas sino de dos aspectos de una misma intuición, que manifiesta tanto su objeto (el yo) como su origen (Dios). Otros dan otras explicaciones.

Conviene valorar esta evidencia cartesiana contrastándola con la evidencia que también para los escolásticos es criterio de verdad. La evidencia cartesiana no es algo meramente subjetivo (pues mi evidencia sí corresponde a la realidad); pero tampoco se objetiva en el sentido escolástico, es decir, producida por la claridad del objeto, sino que es producida por Dios que me infunde sus ideas. Nada pues raro que Descartes haya negado el poder abstractivo de nuestro entendimiento y que en su sistema, el proceso de cognoscitivo tenga más bien carácter pasivo. Un esquema comparativo nos lo ilustra más:

El Conocimiento es :

  • Según Aristóteles y Santo Tomás : Asimilación viva de la mente con el objeto. Ni pura pasividad, ni pura actividad arbitraria de la mente, conoce el objeto en su especie vicaria.
  • Según Descartes: Es un reflejo de la realidad cuya objetividad está garantizada por la veracidad divina; conozco las ideas que Dios me ha infundido.
  • Según Kant: Construcción de la mente; conozco el fenómeno que yo construí informando con mis categorías a priori el dato de los sentidos.

2.3.2.5 Influjos del Cogito: De los fundamentos así puestos por Descartes se han derivado diversas tendencias de la Filosofía Moderna.

2.3.2.5.1 Subjetivismo: De Descartes data una primacía del sujeto frente al objeto, de lo interior frente a lo exterior, de la conciencia frente al ser, de la inmanencia frente a la trascendencia. Es una tendencia netamente antitética a la del medioevo y a la aristotélica en que lo primario era el objeto.

De Descartes fluye el psicologismo inglés y el idealismo inmanentista de los alemanes. Pero estas tendencias pueden considerarse como deformación más bien que como el desarrollo natural del cartesianismo. Pues Descartes, a pesar de su duda metódica está convencido de la realidad del mundo externo y se sitúa dentro del presupuesto Parmenidiano de que el pensar y el ser se corresponden.

Para él, como para cualquier otro escolástico hay acuerdo entre la ratio y la ratio rei. Descartes , pues, con su cogito, no quiso ser idealista, pero sembró en la filosofía los gérmenes del idealismo.

2.3.2.5.2 Gnoseología (Teoría del Conocimiento): Es cierto que antes de Descartes ya se consideró el problema del conocimiento; pero a partir de Descartes tal problema es el gozne mismo de la filosofía. Se ha profundizado en el significado y alcance de la percepción sensible en el origen y valor de nuestros conocimientos, en la naturaleza de la verdad y de la ciencia y de modo especial en el problema del método.

Todas las grandes figuras de la Filosofía Moderna consideran a fondo el problema del conocimiento y aportan su propia solución. Así, Locke, Hume, Kant, pues si antes la Gnoseología se hacía a partir de la metafísica, ahora la misma metafísica estará en función de la Gnoseología como lo prueba la Crítica de la Razón Pura de Kant.

Pero también aquí surgen graves desviaciones con respecto al pensamiento de Descartes. Así tenemos: su duda metódica que dejaba a salvo la realidad del conocimiento y la posibilidad de la metafísica, se tomará tan en serio que una y otra quedará o resultarán comprometidas.

2.3.2.5.3 Antropología Filosófica: Aunque el estudio del yo humano no era cosa nueva en la filosofía (recuérdese como insistía el agustinismo sobre la riqueza de la propia interioridad) es cierto que a partir de Descartes cobró gran impulso la Antropología Filosófica, siguiendo los caminos abierto de filósofo francés con su famoso "Cogito".

También en este campo los sucesores de Descartes: Kant con su "Yo Trascendental", Fichte con su "Yo Absoluto" más tarde Nietzsche con su "Superhombre" llegaron a teoría en las que el maestro jamás hubiera soñado. Sin embargo, se ha dicho que ahí reside precisamente el mayor influjo o mejor triunfo de Descartes, en haber abierto un ancho camino a la antropología.

2.3.2.5.4 Racionalismo: Por fin se atribuye a Descartes y con razón, la paternidad del moderno racionalismo. Con su "Idea Clara y Distinta", su concepción matemática de la ciencia, su método de análisis y síntesis, su fe en la transparencia racional de todo el ser, dejó al racionalismo una herencia que dicho sistema ha respetado y aprovechado ampliamente. Así mismo el moderno concepto de conciencia incluye como la "Cogitatio" de Descartes toda la vida interior del sujeto. Es pues, herencia cartesiana también.

3. Doctrina

3.1 Preámbulo

3.1.1 Las Tres Ideas: Con los resultados obtenidos: certeza fundamental (Yo existo), una cualidad esencia del yo existente (Yo pienso) y un criterio de certeza (Idea clara y distinta) Descartes debería emprender la construcción de su anunciado edificio filosófico. Esta construcción debería ser espléndida y firmísima, pero a la verdad resulta pobre y débil.

Si esa verdad fontal tenía el valor que le atribuía Descartes, debería bastar intuirla y luego desplegar todo su contenido para percibir todas las demás verdades.

Pero apenas intenta la reconstrucción de su edificio filosófico se da cuenta de que no es posible deducir toda la realidad del simple hecho de conciencia del Yo pensante.

Sin embargo, no se detiene. Dado que pienso y que es posible pensar sin ideas, el alma debe tener desde el primer momento de su existencia ideas innatas, claras y distintas. Entonces rebusca en el fondo de su conciencia otras ideas que le representan con idénticos caracteres de claridad y distinción que el "Cogito". Tales son: Las ideas de un ser perfecto e infinito (Dios) y la idea de extensión (Materia). Así pues, el Cogito será la base para construir la psicología, sobre la segunda levantará la teología y sobre la tercera la física. Estas tres ideas corresponden a otras tantas sustancias.

(Nada pues de raro en una filosofía edificada). Ya en la base hay un presupuesto falso: En efecto, fuera de hecho de conciencia de nuestro pensamiento y de nuestra existencia, nosotros no percibimos esas tres sustancias por intuición inmediata sino por procesos más complicados.

Nada pues de raro en una filosofía edificada sobre un presupuesto falso resulte endeble y conduzca a lamentables desviaciones.

3.1.2 La Sustancia

3.2.2.1 Noción: Esas tres ideas corresponden a otras tantas sustancias. En realidad la metafísica cartesiana es una metafísica de la sustancia. Descartes la define: "Res quoe ita existit et nulla aliare indigeat ad existendum". Si comparamos esta definición con la aristotélica: "Res qui competit esse in se et nom in alio tamquam in subjeto", vemos de inmediato que hay una gran diferencia, pues en esta se trata únicamente del modo de existir, mientras que en la cartesiana se toca el fundamento mismo del ser. En efecto, Descartes se da cuenta de que esta definición estrictamente sólo conviene a Dios. Él será pues la única sustancia. Pero añade que la misma palabra puede aplicarse a algunas cosas creadas (aunque no en sentido unívoco con Dios) en cuanto para existir necesitan únicamente el concurso divino pero no necesitan estar sustentadas en otras a la manera de cualidades y atributos.

Al contrario la sustancia es el sujeto inmediato de cualquier atributo del cual tengamos idea real.

Ya mencionamos que Descartes encontró tres ideas claras que corresponden que corresponden a otras tantas sustancias. Vemos aquí cómo él salta de la idea a la realidad y no de la realidad a la idea. Esas mismas tres ideas serán las que considere Kant como objeto de la metafísica, pero negando la posibilidad de afirmar su realidad.

3.1.2.2 Atributos y Modos: En las sustancias encontramos propiedades o determinaciones; de esas unas pertenecen a la esencia, se identifican con la sustancia. Así, Dios es el ser perfecto el alma ser que piensa y el cuerpo ser extenso. Tales determinaciones esenciales se llaman atributos.

En cambio hay otras determinaciones que no pertenecen a la esencia, se llaman modos y afectan primariamente a los atributos reales de pensamiento (memoria, imaginación, voluntad, sensación). La extensión tiene dos modos reales: figura y movimiento; en cambio las cualidades sensibles: calor, sonido, no son, según Descartes, sino afecciones subjetivas, producidas por el movimiento.

Los modos son mudables, es decir, que pueden cambiar sin que cambie la sustancia. Ej.: un cuerpo puede ser más o menos largo, ancho, profundo, permaneciendo invariable su sustancia.

3.2 Antropología

3.2.1 Sustancia Creada y Pesante: Según vimos, la evidencia primera implica no sólo la certeza de mi existencia sino una cualidad esencial de mi ser que es el pensamiento.

La esencia del alma es el pensamiento, lo cual se prueba del modo siguiente: todo lo que puede sustraerse a la idea de una cosa, permaneciendo intacta su esencia es porque no pertenece a la esencia. Ahora bien, puedo concebir el alma prescindiendo del cuerpo por eso no puedo concebirlo sin la facultad de pensar. Pensar y ser es lo mismo en el alma: Cogito = sum.

Por tanto, el alma piensa siempre, pues si dejara de pensar dejaría de existir. Ella se conoce así mismo por las ideas innatas, sin necesidad de conocer el propio cuerpo, ni las cosas externas, pero recordemos que la palabra Pensamiento tiene en Descartes un sentido muy amplio pues se extiende a todo acto de conciencia: no solo el querer, el entender, el imaginar, sino también el sentir.

Además el alma es sustancia y por tanto completa en sí misma, ya que según Descartes sustancia es aquello que de tal manera existe en sí mismo, que no necesita de otra cosa para existir, repugna pues una sustancia incompleta; de ahí que el alma no forma una sustancia con el cuerpo, sino que cuerpo y alma forman dos sustancias distintas e irreductibles. En efecto, si podemos concebir claramente la idea de una cosa distinta de otra, tales cosas son distintas en la realidad y pueden existir la una sin la otra.

Concebimos el alma como sustancia que piensa y el cuerpo como sustancia extensa. Son pues dos realidades distintas y si se juntan no es para formar una sola sustancia sino dos sustancias unidas mecánicamente (El hombre no es cuerpo y alma sino un alma estrechamente unida al cuerpo).

En cuanto a las facultades del alma. Descartes conserva la división clásica: sus facultades propias son el entendimiento y la voluntad; las demás, memoria, imaginación, le competen en virtud de su unión con el cuerpo.

3.2.2 Unión del Alma y Cuerpo: El hombre es pues un ser compuesto de dos sustancias diferentes, cada una completa en sí misma; un alma espiritual cuya esencia es el pensamiento y un cuerpo cuya esencia es la extensión. Este es una máquina regulada tanto por las leyes generales de la mecánica, la extensión y el reposo y el movimiento.

Por tanto, alma y cuerpo son no sólo dos sustancias distintas sino con propiedades irreductibles y opuestas: pensamiento y extensión. Entonces ¿Cómo explicar la unión entre ambos y la manifiesta interacción? Descartes se encuentra perplejo, la antinimia es tan fuerte que no acierta a conciliarla.

Afirma que esa unión y compenetración es mucho más fuerte que la del piloto con el navío y aún la califica de sustancial, pero como no admita las formas sustanciales de los escolásticos, la unión que él establece, no es más que la de dos sustancias que se acompañan, no la de dos con principios que se unifican en una sola sustancia.

Nada pues de raro que su teoría sea inconsistente y aunque dice que el alma esta unida a todo el cuerpo y que no está en una parte más que en otras, luego afirma que está localizada en la glándula pineal, donde ejerce más particularmente sus funciones. En fin de cuentas tenemos una máquina acoplada a un espíritu.

La misma vida se reduce a puro movimiento mecánico; el cuerpo no la recibe del alma pues está animado aún antes de juntarse con ella; a la muerte el alma abandona el cuerpo pues sólo ella es inmortal, pero el cuerpo muere no por separarse del alma sino porque algo se ha roto en la máquina.

Esa máquina que es el cuerpo tiene un motor que es el corazón, el cual impulsa la sangre. Con esta van mezclados los espíritus vitales que son especie de fluido o vapor compuesto de partículas muy pequeñas y sutiles, producidas en el cerebro y que circulan por todo el cuerpo con movimientos rápidos. Hay una especie de doble circulación: mediante la presión mecánica que los espíritus vitales ejercen sobre la glándula ineal, el alma recibe las imágenes procedentes de los sentidos y a su vez impulsa a los espíritus hacia los músculos, con lo cual se producen los movimientos del cuerpo.

Esta es la precaria explicación que Descartes da al problema de la comunicación e interacción entre alma y cuerpo. La solución es del todo insuficiente por lo cual otros autores después de él se esforzarán, aunque también inútilmente por resolver el problema planteado.

Nota: Si eso es el hombre, con mayor razón los animales son puras máquinas, sin alma, que nada conocen, nada sienten, nada esperan, nada temen; son autómatas complicados, gobernados únicamente por sus reflejos.

3.2.3 Conocimiento: Lo que percibimos claramente es la extensión, la figura que resulta de ésta y su imitación, la posición relativa de las varias figuras. Pero en cuanto a las cualidades sensibles secundarias: calor, luz, sonido, olor, sabor, frío, y demás cualidades sensibles del tacto, Descartes duda de ellas no sabríamos decir si existen o no.

En todo caso la sensación no es más que un estímulo que despierta en el alma de las ideas innatas. Así excitada el alma consciente de sí, despliega el mundo inteligible que está en su interior sin que influya en objeto extenso: sólo hay error cuando la voluntad mueve al entendimiento a formular un juicio precipitadamente.

3.2.4 Ética: Ya dijimos que Descartes exceptúa de su duda metódica las reglas de una moral provisional para que el hombre no permanezca irresoluto en sus acciones. Con ellas conseguirá dominar las pasiones que coartan el uso del libre albedrío; tales reglas son:

  1. Obedecer las leyes y costumbres del país, conservando la religión tradicional.
  2. Ser firme y resuelto en el obrar.
  3. Vencerse así mismo.

La moralidad no existe para la máquina que es el cuerpo sino para el espíritu. Hemos pues de estimular la libertad por encima de todos los halagos de la sensualidad.

3.3 Teodicea

3.3.1 La Idea: Descartes abandona las pruebas tradicionales de la existencia de Dios que se fundan en el movimiento, la causalidad, el orden de los seres en el mundo sensible, consecuente con su desconfianza respecto a todo conocimiento proveniente de los sentidos. En la idea clara y distinta, el testimonio de su conciencia ha encontrado un camino más corto para llegar hasta Dios. Por tanto, mientras que en la escolástica el conocimiento de Dios es mediato, ya que parte de los seres contingentes para llegar al Ser Necesario por el camino de la analogía. En el sistema de Descartes ese conocimiento es inmediato pues no basta fijarnos en nuestra idea clara e innata de lo perfecto e infinito para intuir en ella la existencia de Dios.

Qué contenga esa idea nos lo explica Descartes "con el nombre de Dios entiendo una sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente omnisciente y por lo cual yo mismo y todos los demás seres que existen (si es verdad que algunos existen) hemos sido creados y producidos".

El la primera idea y en la primera realidad en quien se identifican plenamente el Cogito y el Sum. Es el primer Ontologicum y el primer Logicum, idea plenamente transparente en sí misma en toda la plenitud. En realidad la idea de Dios es la más clara y distinta. Lógicamente es anterior a la de lo finito, aunque psicológicamente la primera es el cogito, la segunda la de Dios y la tercer la de la extensión. Descartes está convencido de que "la existencia de Dios es mucho más evidente que la de las cosas sensibles".

Si fuéramos inteligencias puras la existencia de Dios sería una verdad "per se nota" que no necesitaría demostración, pero como no somos inteligencias puras "la idea de Dios se encuentra como oscurecida y cegada por las imágenes de las cosas sensibles" y necesitamos demostrar su existencia.

3.3.2 Pruebas de la existencia de Dios: Para ello propone tres argumentos que él cree nuevos, originales y más eficaces que los argumentos tradicionales. En el fondo los tres se reducen a uno solo: Considerar que la idea de lo perfecto e infinito pero según tres aspectos distintos: a) en sí misma; b) en su causa; c) con relación a nuestro ser.

  1. Por tanto, es evidente que Dios existe. Para percibir la fuerza del argumento recordemos el principio cartesiano de lo que percibimos clara y distintamente eso tiene que ser así.

    En toda esta argumentación Descartes juega indistintamente con la idea y con la realidad. Por tanto contra ella vale lo mismo que objetaba Santo Tomás al argumento alsemiano, a saber: que pasaba indebidamente del orden lógico al orden real.

  2. La Idea de Dios en sí misma: Esta argumentación, llamada ontológica, deduce de las necesidades lógicas del pensamiento humano la necesidad del Ser; en el fondo es la misma de San Anselmo, aunque presenta matices distintos y no obstante que Descartes protestó no haber conocido previamente las obras del santo. El filósofo francés expone así su argumento: "Decir que algún atributo está contenido en la naturaleza o en el concepto de una cosa es lo mismo que decir que este atributo es verdadero de esa cosa y que puede asegurarse que esté en ella. Es así que la existencia necesaria está contenida en la naturaleza o en el concepto de Dios. Luego es verdadero decir que la existencia necesaria está en Dios o bien, que Dios existe". Y explica en otra parte que así como no podemos concebir la idea de un triángulo sin que su esencia se encuentre implícito que la suma de sus ángulos es igual a dos rectos, del mismo modo si examinamos atentamente la idea de Dios, vemos que en la naturaleza y en el concepto de su ser perfecto e infinito está contenida la existencia necesaria, como propiedad y atributo esencial. En otras palabras, la idea de un ser soberanamente perfecto es infinito intuimos necesariamente la existencia.
  3. Dios, causa de mi idea de lo perfecto e infinito: La existencia de Dios se demuestra por el hecho de que su idea está en nosotros. Nota Descartes que hay tres clases de ideas: innatas, las que me parecen haber nacido en mi (esencias); adventicias, las que parecen extrañas a mí (de cosas naturales) y ficticias, las que están formadas por mí (de quimeras). Según lo que representas las adventicias y las quiméricas no contienen nada de perfecto que no pueda ser producido por mí, pero la idea de una sustancia infinita no puede venir de mi mismo pues no poseo las perfecciones en ella representadas. Luego la causa de esa idea tiene que ser el mismo Dios el cual, por tanto, existe.
  4. Dios causa perfecta de mi ser imperfecto: Yo comprendo que soy limitado, pues carezco de muchas perfecciones; luego no procedo de mí mismo, pues si de mí mismo procediera me hubiera dado toda las perfecciones que concibo en la idea de Dios. Luego procedo de ese Dios que posee los atributos que de él concibo. Es decir, que la limitación del hombre supone una relación causal del hombre con Dios.

3.3.3 Atributos de Dios: Descartes reconoce a Dios todas las perfecciones que le atribuye la teodiciea natural tradicional: es uno, único, eterno, omnisciente, infinito en poder, en perfección, en bondad; además absolutamente libre, pues no está limitado por nada ni depende de nadie. Sin embargo, hay dos aspectos en la teología cartesiana que vale la pena subrayar:

  1. La libertad de Dios se extiende aún a las esencias de las cosas; no hay verdades necesarias, independientes de la voluntad de Dios. Ej.: si los ángulos de un triángulo son iguales a dos rectos, si en todo es mayor que las partes es porque Dios ha querido así y Él pudiera determinar que fuera de otra manera. Es el voluntarismo divino que en realidad es lo más opuesto al racionalismo cartesiano.
  2. Dios como infinitamente perfecto es infinitamente veraz y por tanto es Él quien garantiza la verdad de nuestro conocimientos ya que todo cuanto hay en nosotros viene de Dios, por tanto, nuestra ideas innatas las cuales son como afirmaciones divinas de nuestro interior. El ateo al negar a Dios se priva del criterio más seguro de certeza.

Para Descartes este recurso a Dios reviste la mayor importancia; en efecto, recluido en su interioridad prescindiendo de los datos de los sentidos no encuentra otro medio para hacer coincidir su idea con la realidad del mundo corpóreo, sino el refugiarse en la veracidad divina.

3.4 Física

3.4.1 Realidad del Mundo: Como hemos dicho Descartes no fue idealista ni negó jamás la realidad del mundo exterior; pero al no poder apoyar su certeza en el testimonio de los sentidos que tuvo que demostrar lo que para cualquiera es evidente. La existencia de un mundo corpóreo, y para ello se vio precisado de remontarse hasta Dios. En efecto, tenemos conciencia clara de recibir sensaciones que nos parecen venir de fuera, puesto que se nos presentan aún contra nuestra voluntad; por otra parte tengo la idea clara y distinta de la extensión; concluye pues que esas imprecisiones vienen de cosas corporales que existen fuera de mí; si pues mi idea no correspondiera a la realidad y si mi poderosa inclinación a crecer (mi idea no correspondiera a la realidad) que esas imprecisiones provienen de las cosas corporales no fuera fundada, sería Dios mismo la causa de mi error. Ahora bien, Dios no puede engañarnos.

Pero Descartes declara que las razones que ha aducido no son tan firmes, ni tan fuertes como las que conducen al conocimiento de Dios y de nuestra alma.

Así pues, a pesar de su racionalismo radical al querer basar su física no la existencia sino en el testimonio de Dios, Descartes desemboca en un fideísmo precisamente en el campo de los objetos más accesibles a nuestro conocimiento.

3.4.2 La Esencia de los Cuerpos: Descartes analiza su idea clara de la materia para concluir que en ella sólo se incluye la extensión en sus tres dimensiones; no se puede prescindir de la extensión sin que se destruya el concepto mismo de la materia; luego la extensión es la esencia de la materia corpórea.

De la extensión dependen todas las demás propiedades, las cuales no son más que modos de ella. Las propiedades esenciales son la figura y el movimiento de los cuales surge toda la distinción y variedad de las cosas materiales.

Las cualidades que el llama secundarias: color, olor, sabor…, son puramente subjetivas.

Todos los cambios no son otra cosa que movimientos locales, cuya causa es Dios. Descartes no admite los átomos porque la extensión es continua e infinitamente indivisible, a diferencia del espíritu que no tiene partes. Tampoco admite las causas finales sino sólo las eficientes; el finalismo es una cosa propia de lo moral, pero en física es ridículo y estúpido.

Podemos concluir diciendo que esta física demasiado apriorista tuvo poco éxito en la ciencia moderna y fue pronto sustituida por la de Newton. Pero quedó en espíritu mecanicista.

4. Conclusión

Comprobamos pues que le balance de la filosofía de Descartes es un tanto decepcionista sobre todo después de sus ambiciosos propósitos. Sus tratados resultan mucho menos sólidos que los de los grandes maestros griegos y medievales. Lo que él legó a la posteridad no fue tanto una filosofía, cuanto un espíritu, una actitud de arrogancia frente al pasado y unos principios que resultaron mucho más fecundos en consecuencias de lo que él hubiera podido calcular. Lo que él hizo fue levantar la compuerta y deja expeditos los cauces por los cuales se precipitó en oleadas incontenibles el pensamiento moderno.

Como todos los hombres importantes, su persona y su pensamiento han sido objeto de las más variadas interpretaciones. Mientras algunos contemporáneos suyos, protestantes o católicos, ponen en litigio su sinceridad y su ortodoxia, y en el siglo XIX llega a calificarse como "El Lutero de la Filosofía" , otros en cambio o presentan como apologista de su fe un cristiano convencido.

En realidad habrá que distinguir entre su doctrina y su persona, pues si vivió y murió como buen cristiano y reiteradamente manifestó su voluntad de permanecer en el seno de la Iglesia Católica, es cierto que su tendencia racionalista desembocaría en una abierta oposición entre la razón y la fe.

Otros miran en él sobre todo al hombre de ciencia, inventor de la geometría analítica, autor de varios estudios y descubrimientos, este es un aspecto real y muy valioso pero sólo parcial de Descartes. Cuando varios lo consideran como el gran libertador de la razón, como el padre del racionalismo moderno, no falta quien lo mire como representante del espíritu "clásico" y hasta como oscurantista y poco avanzado.

Si unos ven en Descartes el precursor del idealismo, otros lo señalan como el antecesor del positivismo. En realidad todos tienen un poco de razón. Casi todas las corrientes del pensamiento moderno, aún las opuestas entre sí, están emparentadas de algún modo con el pensamiento del filósofo francés. Recientemente se ha interpretado también bajo el punto de vista del existencialismo.

El Discurso del Método (R. Descartes)

I Parte

En la primera parte hace una autobiografía de su juventud, se refiere a sus estudios, a sus dudas sobre las disciplinas aprendidas y a su insatisfacción ante el saber recibido; confiesa el apego que sentía por las matemáticas.

Luego dice que la potencia de juzgar y distinguir lo verdadero de lo falso, es propiamente lo que se denomina buen sentido o razón; es por naturaleza igual entre todos los hombres; así la diversidad de nuestras opiniones no vienen de que unos sean más razonables que los demás, sino solamente que conducimos nuestros pensamientos por caminos diferentes y no consideramos las mismas cosas. O sea no basta con tener un buen entendimiento sino que lo principal es aplicarlo bien.

II Parte

Método

Habla del orden, que se debe tener para las cosas y para los pensamientos. Declara su método enunciado, las cuatro reglas que son:

  1. No admitir como verdadero sino lo evidente.
  2. Dividir cada dificultad en tantas partes como fuere posible.
  3. Conducir ordenadamente los pensamientos, de lo más fácil a lo más complicado.
  4. Hacer recuentos completos o revisiones generales que se llegue a estar persuadido de no haber omitido nada.

Dice que lo que más le satisface de éste método, es que mediante él está seguro de usar en todo su razón, si no perfectamente lo mejor que él puede; además practicándolo siente que su espíritu se acostumbra poco a poco a concebir más clara y distintamente sus objeto.

III Parte

Moral

Contiene las máximas de conducta práctica y de moral a que decidió ajustarse durante el lapso de su reconstrucción filosófica. Son: La primera: consiste en obedecer las leyes y costumbres de su país, conservar su religión y regirse en todo lo demás según las opiniones aceptadas comúnmente por aquellos con quienes tuviera que vivir. La segunda: es ser lo más firme y resuelto en sus acciones. La tercera: es tratar de vencerse antes así mismo que a la fortuna, y modificar antes sus deseos que el orden del mundo y en general a acostumbrarse a creer que nada hay en el mundo que dependa de nosotros salvo nuestros pensamientos. Y la cuarta: hacer una revisión general de las diversas ocupaciones de los nombres en esta vida, para tratar de escoger la mejor; siendo ella el cultivar siempre la razón y adelantar siempre en el conocimiento de la verdad.

IV Parte

Teodicea

Expone el punto de arranque de su filosofía: "El pienso luego existo"; demostrando además la existencia de Dios. Dice que hay que dudar de todo, pero se fijó que mientras él quería pensar así, que todo es falso, era preciso que él que pensaba fuera algo y es cuando ve que es mayor perfección conocer que dudar; y que todo cuanto hay en nosotros nos viene de una naturaleza más perfecta y esa naturaleza es Dios.

V Parte

Física – Antropología

En ésta manifiesta su concepción sobre el mundo, el universo con todos sus astros y el hombre que su espectador, y dice que el mundo no era como él había pensado que estaba creado, sino que desde el principio lo hizo Dios tal como debía ser. Luego habla del alma y dice que ésta existe independiente del cuerpo.

VI Parte

Habla del orden que sigue de acuerdo a sus experiencias para escribir de su trabajo y dice que las experiencias son tanto más necesarias en las ciencias cuanto más adelantado se está en el conocimiento; y que en todo lo que vayamos a realizar necesitamos de la experiencia.

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1.1.2 Blas Pascal (1623-1662) Reacción contra el Cartesianismo:

Vida: Notable matemático francés, filósofo y apologista de la religión católica, nació en Clermonto – Ferrand, Francia. Desgraciadamente entró a formar parte de los Jansenistas; tomó partido por ellos, y fruto de esas ideas y pasiones Jansenistas fueron sus famosas cartas "Provinciales".

Inventó la máquina aritmética, hizo varios experimentos y observaciones concernientes a las ciencias físicas y principalmente acerca del peso y del aire al igual que el equilibrio de los líquidos.

Como escritor filosófico; es a la vez un filósofo cristiano, escéptico – místico o sentimentalista.

Murió como verdadero jansenismo y sin reconocer la autoridad del Sumo Pontífice.

Obras: Su principal obra es "Pensamientos"; obra que no terminó por haberle sorprendido la muerte, cuando no contaba 40 años de vida. "Discours sur les passions", De L’art de persuader.

Pensamientos: Su filosofía: El objeto de su filosofía son los tres mundos:

  1. El de la materia.
  2. El del pensamiento.
  3. El de la fe.

La filosofía necesita de la revelación divina y de la teología y es completada y perfeccionada por la fe.

Dios y el Hombre: El Dios de Pascal es el Dios que hace sentir al hombre su inteligencia y que el propio tiempo le llena él de esperanza, hasta hacernos incapaces de otro fin y de otro anhelo que el radicado en Dios mismo.

Si nuestra religión chocara con las pautas racionales sería absurda y ridícula.

El hombre es naturalmente crédulo, incrédulo, tímido y temeroso. Describe a éste como dependencia, deseo de independencia y necesidad.

El Corazón y el Espíritu: El corazón tiene razones que la razón no alcanza. Es un modo espiritual de valoración profunda, que capta los valores más hondos, del hombre y le presenta a la verdad sus raíces vitales. En el corazón fluyen el espíritu y el sentimiento. El amor presupone el conocimiento pero en la raíz misma de nuestra sed de conocer está el amor. Pensamos en todo menos en lo que deberíamos pensar. Jamás vivimos, sino que esperamos vivir.

Desde su pensamiento sigue siendo el hombre el señor del mundo y de sí mismo.

Pascal y Descartes: Lo que en Descartes es la razón en Pascal es el corazón de ambos con un mismo fin encontrar la VERDAD. Pascal desarrolla la idea de infinitud de Descartes. El hombre infinitamente pequeño por su cuerpo, es infinitamente grande en su pensamiento: "Es una Caña que Piensa".

Juicio: Representa las tradiciones y enseñanzas de la filosofía cristiana en cuanto a la tesis que se refiere a las relaciones entre la fe y la razón, entre la ciencia y la religión católica. Contribuyó al progreso de las ciencia físicas y matemáticas. Las cartas "Provinciales" se hallan desvirtuadas por las calumnias, contradicciones y falsedades de todo género que contienen.

1.2 Transformaciones del Cartesianismo

1.2.1 Racionalismo.

1.2.1.1 Nicole Mallebranche (1638-1715) Ontologismo y Ocasionalismo:

Vida y Obras: Nació en París, estudió teología, recibió órdenes sagradas y entró en el Oratorio del Cardenal Barulle. La lectura del tratado del hombre de Descartes despertó su genio metafísico y se dedicó por completo a la filosofía.

Dentro de sus obras vemos como más importantes: "El tratado de la naturaleza y de la gracia" y "La investigación de la verdad".

Doctrina Filosófica: Partiendo del Ocasionalismo, explica el conocimiento de un iluminismo Neoplatónico; este Ontologismo lo llevó a un idealismo subjetivista, que evitó con cierto fideísmo.

  1. Ocasionalismo: Dios cuya existencia se prueba con un solo pensar en Él, es la única causa eficiente, ya que producir es crear, y el crear es exclusivo de la divinidad. Además, los cuerpos son sujetos pasivos y no causas del movimiento, según la mecánica cartesiana. Dice además que no pueden influir en los espíritus por ser materiales. Luego la acción aparente de unas criaturas en otras es sólo una Ocasión para que Dios obre en ellas las cantidades y múltiples ideas y efectos.
  2. Las Ideas:
  1. Las conocemos por estar ellas en Dios, ser algo de Dios, íntimamente compenetrado en mi alma.
  2. El objeto de tales ideas arquetipas no son: Ni mi alma en general, ni el ser infinito; sino únicamente la extensión inteligible y sus modos.
  3. Y por ellas conozco tan sólo la esencia del mundo, no su existencia.
  4. De modo semejante conocemos a nuestro espíritu: Ya que Dios compenetrado en nuestra alma es "el lugar de los espíritus, como el espacio lo es de los cuerpos"
  1. Fideísmo: Como estas irradiaciones pasivas que Dios infunde en el alma, son de las esencia posibles, entonces los conceptos no nos cercioran de la realidad del mundo externo, que admitimos espontáneamente. Pero nos asegura de ello la fe en la Revelación.

Juicio Crítico :

La filosofía de Mallebranche, es errónea, incoherente.

El Cardenal Zeferino decía: Mallebranche "es un genio que tiene más de Brillante que de Sólido, así como tiene más de fecundo que de lógico y racional. La movilidad natural de su genio, unida al virus racionalista que bebió en la filosofía cartesiana, dio origen a sus grandes errores e ilusiones y le condujo más de una vez al borde del precipicio, del cual sólo la salvó la profesión de la fe católica.

1.2.1.2 Baruch Spinoza (1632-1677) Panteísmo Monístico o Racionalístico:

Vida: Nace en Amsterdam en 1632. Es de ascendencia judía, su familia abandonó España debido a la expulsión de los reyes católicos. Gracias a sus ideas es expulsado de las sinagogas judías, trabaja puliendo lentes para aparatos ópticos y en sus ratos libres leía y también meditaba y también escribía algunos libros. Muere en 1677 por Tuberculosis Pulmonar.

Obras: Expone los principios filosóficos de Descartes y un "Tratado teológico – político". Sus principales obras son póstumas; y son: "De intellectus emendatione" (Rectificación del entendimiento) y sobre todo en su obra "Ethica ordine geometrico demonstrata" (Ética demostrada según el método geométrico). Donde con rigor matemático va a exponer su pensamiento filosófico.

Panteísmo Racionalístico: Gracias a Spinoza la razón adquiere un predominio absoluto, dice, que todas las cosas dependen en su ser y en su existencia, incluso en su propia actividad de la sustancia Divina. Quiere llegar a la verdad a través de conocimientos racionales. Al querer explicar la realidad aplica método cartesiano y la va a querer explicar partiendo de Dios como sustancia única y perfecta. Luego por medio de un método geométrico abordará los temas del Mundo y del Hombre.

La creación es una modalidad divina y no una manifestación libre de ella misma, es decir, de la sustancia absoluta.

La Sustancia: Descartes con dualismo del cuerpo y del alma rompió la unidad de lo real, es por eso que Spinoza con su teoría de la sustancia que propone quiere instaurar de nuevo esta unidad. Pero al querer hacerlo va a caer en un mecanicismo.

Su deseo es unir la teología con la ciencia a través del concepto de sustancia, quiere anunciar sin lugar a dudas el principio de que sólo existe una sustancia, la Divina. A partir de ésta se van a explicar todas las multiplicidades de los seres como modalidades simples de esa primera sustancia, esto es puro Panteísmo.

Para Spinoza la única sustancia es Dios. Sólo para ella y gracias a ella todo se vuelve comprensible y explicable. Es el origen de las fuentes de la multiplicación de los seres, tanto corpóreos como humanos. La sustancia así entendida se convierte en unidad suprema y aparece como la razón de ser de toda realidad. Luego, Dios es la verdad.

Es claro que en el concepto de las sustancias que tiene Spinoza la única realidad sustancial que puede existir y de hecho existe es: Dios. Hay que admitir que en su concepto ya van implicadas las nociones de existencia, de infinitud, de Eternidad. Y como Dios es la Verdad a la sustancia Divina no se le va a oponer ninguna otra sustancia, ni siquiera podrá antecederle otra, porque sólo la sustancia divina es causa de sí misma.

El filósofo de Amsterdam no distingue entre Dios y los seres creados, explica las creaturas existentes en el mundo como meras modalidades de Dios, no más. Esto es lo que va a llevar a Spinoza a hacer una unidad entre la sustancia Divina y la Naturaleza.

Su concepto de sustancia es unívoco, luego, no acepta la multiplicación de los seres mundanales a partir de sí mismos sino que todo va a querer explicarlo a partir de Dios.

Sustancia: Aquello que existe y se concibe por sí mismo, a sea aquello cuy concepto no necesita del concepto de otra cosa, mediante el cual deba ser formado.

Atributo:Es aquello que percibe el entendimiento en la sustancia como sustitutivo de su esencia.

Modo:Afecciones de la sustancia, es decir, lo que existe en otra cosa mediante la cual es concebido.

Dios:Sustancia absoluta, única en infinita en la que se fundan las cosas y el hombre como meras modalidades de ellas mismas.

Juicio:Spinoza, es el primer exponente explícito, genuino y completo en Racionalismo Moderno, en sus tres fases: 1) El Panteísmo en la ciencia. 2) El Naturalismo en la religión. 3) Y el Liberalismo en la política. Para serlo, le basto cultivar ciertas semillas de Descartes, le bastó desenvolver sus tendencias, a pesar de que no faltó quien sostuviese que bajó el nombre de Filosofía Cartesiana veía prepararse un gran combate y formarse un partido grande contra la Iglesia de Jesucristo.

Lo negativo de Spinoza es, en palabras sencillas, el hecho de que el dios de Spinoza no sólo de inteligencia y voluntad así también como de personalidad. Su dios es la misma naturaleza o totalidad de los seres del mundo. Esto debido a que hace depender a los seres de la Sustancia Divina, es decir, todas las cosas no son más que meras modalidades simples de él, del Ser Supremo.

1.2.1.3 Godofredo Guillermo Leibniz (1646-1712) Pluralismo Monádico :

Vida y Obras: Nace en Leipzig. Estudia en la universidad de su ciudad natal. Durante sus estudios conoce las obras de Aristóteles, de muchos escolásticos y platónicos, de Descartes y de los principales hombres de ciencia. Mantiene comunicación epistolar con los personajes más célebres de su tiempo y es consultado por varios soberanos especialmente por Pedro El Grande de Rusia y el Emperador de Austria. Muere en Hannover. Leibniz es un hombre universal por la amplitud de sus conocimientos, es filósofo, teólogo, jurista, filólogo y matemático.

Obras: Sus obras filosóficas se pueden dividir en sistemáticas, polémicas y monográficas. Las sistemáticas suelen ser muy breves como monadologías, nuevo sistema de naturaleza de la Metafísica. Las polémicas son: "Los nuevos ensayos sobre el entendimiento humano y teodicea".

Pensamiento:

El Aspecto Lógico del Sistema: Los motivos que nos hacen ver a Leibniz con esa peculiar fisonomía son los siguiente:

  1. El filósofo que ha empleado el mayor número de principios sensustricto, es decir, máximamente generales.
  2. Es el filósofo que ha introducido en la teoría filosófica mayor número de principios nuevos.
  3. Le vemos en su teoría acudir constantemente a uno u otro de sus principios.
  4. El conocimiento depende de los principios. Los principios se sintetizan así:
  • Principio de principios.
  • Principio de identidad.
  • Principio de contradicción.
  • Principio de razón suficiente.
  • Principio de uniformidad.
  • Principio de diferencia.
  • Principio de continuidad.
  • Principio de conveniencia.
  • Principio de equilibrio o simetría.
  • Principio del mínimo esfuerzo.
Partes: 1, 2, 3, 4
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