Vistos pues estos preámbulos hemos de desarrollar el pensamiento crítico de Kant en cuanto se refiere a la teoría del conocimiento en tres secciones :
Estética: Crítica de los Sentidos.
Analítica Trascendental : Crítica del Entendimiento.
Dialéctica Trascendental: Crítica de la Razón
1.2 Estética Trascendental: Teoría sobre la Percepción Sensible
Dado que en el conocimiento hay que distinguir dos etapas: la sensación y la intelección, Kant se propone determinar cuáles son las condiciones a priori de una y otra. La Estética se refiere a la sensación; es pues, no una teoría de lo bello sino una teoría crítica sobre la percepción sensible.
La facultad de sentir que llamamos sensibilidad, es según Kant, receptividad que permite al sujeto se afectado en presencia de algo; pero en la sensación hemos de distinguir la materia que viene de afuera y es impresión desordenada de objeto sobre la facultad, y la forma, o sea, la estructura según la cual se ordena esa materia y permite al sujeto relacionarse con el objeto mediante la percepción sensible (intuición). Materia y forma unidas constituyen el fenómeno. La inquisición de Kant se reduce a considerar la intuición pura y la desnuda forma de los fenómenos que es lo único que la sensibilidad puede a priori proporcionar. Esas formas aprióricas son el espacio y el tiempo.
1.2.1 Análisis Trascendental: Se trata de presentar a manera de hipótesis, los elementos que hacen posible el conocimiento sensible y por tanto las ciencias espaciales (geometría) y temporales (Aritmética).
Esos elementos son es espacio y el tiempo, los cuales:
- Son formas en cuanto unifican la pluralidad del material sensible, formas primarias en cuanto ninguna impresión puede ser intuida sino junto a otra (espacio) o colocada antes o después de otra (tiempo).
- Son formas a priori lo cual significa que no provienen del material de la sensación sino del sujeto mismo, pues lo que se recibe toma la forma del objeto que lo percibe. Es decir, somos nosotros los que espacializamos y temporalizamos las impresiones recibidas. Kant trata de probarlo así:
- Para que las sensaciones aparezcan espacializadas y temporalizadas es necesario referirlas a algo, a una forma que por tanto se presupone. Como toda sensación tiene que ser espacializada y temporalizada, el espacio tiene que preceder a la sensación, o sea, estar ya en el sujeto.
- No podemos despojarnos de esas formas de espacio y de tiempo, las tenemos siempre, pues si bien es cierto, que podremos representarnos un espacio sin cuerpos y un tiempo sin hechos, es imposible que nos representemos cuerpos y hechos sin espacio y tiempo. Por tanto, esas formas necesarias en nosotros no vienen de las sensaciones (que son accidentales) sino que son a priori.
- Son formas de la intuición no de la intelección. Es decir, no son conceptos universales sino representaciones singulares y únicas. Sólo hay un espacio y un tiempo, cuando hablamos de varios espacios o tiempos sólo nos referimos a secciones cuantitativas del único espacio y del único tiempo. Además, espacio y tiempo no se contraen (reducen) cualitativamente como los géneros y las especies.
Por lo cual, espacio y tiempo son infinitos y contienen en sí espacios y tiempos particulares a manera de partes; no a la manera de conceptos universales que no contienen a los individuos sino que están contenidos en ellos.
Estas formas a priori dan un carácter necesario a la geometría y a la aritmética que se fundamentan en el espacio y en el tiempo.
1.2.2 Deducción Trascendental: En este segundo paso, Kant pretende demostrar que lo que antes se había puesto como hipótesis es absolutamente necesario para explicar los juicios sintéticos a priori de las mencionadas ciencias. Así resulta que de esas funciones son trascendental, es decir, absolutamente necesarias para que se de la sensación, no son condiciones particulares, sino de todo ser humano.
Pruebas :
La geometría y la aritmética como verdaderas ciencias que son, constan de juicios sintéticos a priori cuyo valor se funda en las formas de espacio y tiempo; de esas formas depende la necesidad de extensividad de los juicios. Ahora bien, ¿esas propiedades cómo se explican? ¿De dónde nacen? ¿De las cosas mismas? No, pues todo lo que nace de la experiencia es contingente, ¿entonces las ciencias perderían su carácter necesario; de una armonía preestablecida entre las cosas y formas subjetivas?
Tal explicación es propia de una filosofía perezosa. No queda sino una explicación satisfactoria, a saber: que todo sujeto tiene esas funciones de espacio y tiempo, como condiciones indispensables para la sensación.
De esta manera los enunciados geométricos, v. gr.: "La recta es la línea más corta entre dos puntos", se basan en una intuición a priori del espacio y los enunciados aritméticos: 3+4 = 7, en una intuición a priori del tiempo; en ambos casos, los juicios son extensivos y los predicados contienen algo nuevo respecto a los sujetos y son apodícticos y necesarios porque las funciones de espacio y tiempo están vinculadas a la constitución misma del hombre.
1.2.3 Consecuencias :
- Por tanto, el espacio y el tiempo no son propiedades de las cosas en sí sino solamente condiciones subjetivas de la sensibilidad, son reales pero no con una realidad ontológica metafísica, sino como una realidad empírica en cuanto son necesarios para constituir el fenómeno que es lo que me aparece del ser.
- El fenómeno que no es el ser sino lo que me aparece del ser, es sólo un punto de partida de la intelección sino también un elemento indispensable y constitutivo de ella, "conceptos sin intuición son vacíos". Pero como el fenómeno no se muestra en el ser en sí sino su apariencia, queda definitivamente cerrado el camino de la metafísica. Ello conduce al agnosticismo. Al fin y al cabo, lo que conocemos no son los objetos sino las manera de conocerlos. La cosa en sí es para nosotros fundamentalmente incognoscible. Sin embargo, la cosa existe, pues si nada fuera real, nada podría aparecer; por tanto, el sistema de Kant no es todavía el idealismo extremo pero sí un subjetivismo mucho más avanzado que el de Descartes.
1.3 Analítica Trascendental: Conocimiento del Entendimiento o Lógica Trascendental.
El conocimiento sensible (La intuición) de que trata la estética no es si no el comienzo, pues hay una segunda etapa que es el conocimiento intelectual. Sensibilidad y entendimiento son irreductibles, pues la primera es pasiva, recibe impresiones, la segunda activa, piensa el objeto en conexión con las representaciones sensibles; la primera es intuitiva, la otra especulativa o conceptual; la primera se queda en la particularidad concreta, la segunda da el salto a la universalidad, v. gr.: por la sensación experimento que la piedra se calienta, de lo cual deduzco el pensamiento: "el sol calienta". Por tanto, intuición y pensamiento se completan para constituir el conocimiento, de modo que como dice Kant: "Pensamientos son contenidos son vacíos; intuiciones sin conceptos son siegas".
Ya vimos que las impresiones externas informadas por las formas a priori constituían el fenómeno. Ahora el fenómeno será la materia de un nuevo conocimiento, deberá ser informado por nuevas formas a priori, para elevarse al plano del conocimiento intelectual. Kant procura descubrir esos elementos a priori del entendimiento pero mediante un análisis de ese mismo entendimiento, de ahí el nombre de analítica trascendental. Lo que intenta aquí es un lógica trascendental que investiga el origen, extensión y validez objetiva del pensamiento.
Esta inquisición comprende dos secciones: analítica de los conceptos y analítica de los principios.
1.3.1 Analítica de los Conceptos: Kant da a sus formas de pensar el nombre de "Categorías" tomándolo de Aristóteles. También aquí realiza su análisis en dos etapas: la deducción metafísica y la deducción trascendental de las categorías.
1.3.1.1 Deducción Metafísica de las Categorías: La sensación nos presenta una multitud de impresiones diversas. El conocimiento científico tiene que reducir esa multitud a unidad, síntesis.
Ahora bien, unificar es reducir a concepto ya que el concepto reúne muchas cosas en un conocimiento único.
A estos principios de unidad es a los que Kant llama "categorías", las cuales ya no serán como en la metafísica aristotélica propiedades del ser sino funciones del sujeto.
Esos conceptos son principios constitutivos del conocimiento, pues todo conocimiento que rebase la percepción sensible se edifica sobre ellos.
Ahora bien, dado que el juicio es una operación por la cual el entendimiento une y sintetiza lo múltiple, un atento examen de las diversas clases de juicios nos dará también las diversas categorías o sea los conceptos fundamentales según los cuales se realizan los juicios o predicaciones.
El cuadro completo de esas formas unitivas del pesar es el siguiente según Kant. Los juicios se dividen así :
- Atendiendo a la cantidad o extensión del sujeto en universales, particulares y singulares, a los cuales corresponden las categorías de unidad, pluralidad, totalidad.
- Atendiendo a la cualidad en afirmativos, negativos y limitados, a los cuales corresponden las categorías de realidad, negación y limitación.
- Atendiendo a la relación en categóricos, hipotéticos y disyuntivos, a los cuales corresponden las categorías de inherencia y sustancia, causalidad y dependencia (causa y efecto) comunidad o causalidad recíproca.
- Atendiendo a la modalidad en problemáticos, asertóricos y apodícticos a los cuales corresponden las categorías de posibilidad – imposibilidad, existencia – inexistencia, necesidad – contingencia respectivamente.
Al llamar "Metafísica" a su deducción de las categorías, Kant está indicando que pretende ofrecer un sustituto de la metafísica tradicional. Él se sintió muy satisfecho de "haber recorrido hasta agotarlo todo el campo de las funciones del entendimiento, y de haber medido con ellas toda su potencia". Sin embargo, muchos consideran esta tabla como la parte más débil y vulnerable de Kant (de su obra). De hecho, empezó muy pronto a ser combatida. Ya sus discípulos inmediatos modificaron notablemente su cuadro, el cual ha sido pieza por pieza desarmado por los lógicos posteriores.
Lo que más nos importa a nosotros es darnos cuenta de lo que afirma Kant a saber, que para pensar un objeto, o sea, para elevar lo sensible al nivel del objeto pensado, es preciso referirlo a un concepto a priori o categoría. Así, v. gr.: cualidades sensoriales que constantemente coexisten en el espacio se transforman en propiedades de una substancia, su suceden constantemente a otras cualidades se convierten en efectos de una causa.
1.3.1.2 Deducción Trascendental de las Categorías: Ahora Kant quiere demostrar la necesidad de las categorías para el conocimiento intelectual y su virtualidad para hacernos conocer a priori los objetos que sólo se nos dan por los sentidos; que esas categorías no son condiciones subjetivas (de alguien) sino objetivas o trascendentales, indispensables en todo conocimiento científico.
Aquí está el arco total de todo el edificio kantiano, el meollo o la quinta esencia del Kantismo y de todo el Idealismo Alemán. Se trata, en efecto, de probar que el conocimiento ha de regirse desde el sujeto, que éste es el que impone las condiciones o objeto y no al revés. Por tanto, es aquí donde está la verdadera revolución copernicana.
También pretende Kant demostrar que el ámbito y la validez de las categorías no va más allá del mundo sensible, fuera de lo cual no tiene sentido, por lo cual hay que rechazar la antigua metafísica que presumía ir más allá de lo sensible.
Además, como las mismas formas de espacio y tiempo no son posibles sin la unidad clave de la percepción, en ésta deducción trascendental se fundamenta también la Estética de que hemos hablado.
En último término Kant busca demostrar que las categorías son producto del entendimiento puro y condiciones ineludibles del conocimiento científico. Esta demostración se realiza en tres pasos.
- El entendimiento ha de enlazar, unificar los fenómenos.
- Ello supone una unidad de percepción, un yo puro.
- Las categorías son necesarias como elemento diversificador que ofrezca a la conciencia la multiplicidad de objetos.
En todo conocimiento científico se unifican los fenómenos, pues pensar un objeto es referirlo a un concepto a síntesis o también unificar en un concepto la multiplicidad que nos ofrece la intuición; pero tal síntesis no puede provenir ni de la sensibilidad, que es una percepción pasiva ni de la experiencia que nunca justifica una relación necesaria, ni de la armonía preestablecida, ni menos de casualidad que no son explicaciones científicas, luego tal síntesis debe provenir del entendimiento y sólo de él.
A lo cual podemos responder que si la experiencia sola o el conocimiento sensible no dan el concepto, si dan al entendimiento el dato del cual, por abstracción forma el concepto en que conoce la esencia. Las cosas en verdad son particulares, pero el entendimiento es capaz de desnudarlos de su particularidad para llegar al concepto universal. Por lo cual no podemos admitir como Kant, que "conocer sea construir" sino "conformarse al objeto".
- Primer Paso:
- Segundo Paso:
El YO PURO: Este segundo paso representa un esfuerzo de Kant por encontrar un principio supremo de síntesis y demostrar que todas las categorías que ya de por sí son principios de unidad se insertan en un tronco común que es el "yo puro" o "unidad de percepción pura" que en último término es la autoconciencia del sujeto pensante.
Para ello Kant recurre al juicio que mediante el verbo ES expresa un relación necesaria entre fenómenos, pero para que yo pueda producir ese juicio es necesario que:
- Mi conciencia esté presente a cada impresión fenomenal pues mi conciencia no puede unificar sino fenómenos que ella misma percibe.
- Que el yo conozca como cognoscente (conozco que conozco), pues de lo contrario no podría reflexionar sobre su conocimiento.
- Que el sujeto se coloque frente al objeto en consciente alteridad.
- Que yo sea consciente de su conformidad con el objeto que conoce para que pueda afirmar la verdad.
A esa unidad de conciencia, Kant la llama "unidad de percepción pura". Viene a ser el Cogito de Descartes, pero con una gran diferencia a saber: que ese YO para Descartes tiene un valor ontológico, es una sustancia, mientras que para Kant se trata simplemente de una condición noética o lógica, necesaria para explicar el conocimiento científico.
Esa conciencia para Kant no es creadora, puesto que no crea la materia del conocimiento lo cual le vienen de la sensibilidad, sino organizadora, unificadora. La conciencia se presenta los fenómenos que vienen de la sensibilidad, espacializados y temporalizados, en una síntesis universal y necesaria; esa síntesis es lo que se llama Objeto.
Juicio:
Kant tuvo mucha razón al acudir al juicio para descubrir ahí la función unificadora de la conciencia y el valor objetivo del conocimiento. Desgraciadamente el razonamiento de Kant se malogra en gran parte al no ver él en el juicio sino una síntesis de representaciones fenomenales y no una síntesis de valor entitativo que responda a la verdad del objeto extramental; el juicio no es un mero juego de conceptos sino que él afirme mi conformidad con la realidad subjetiva o numeral.
Sin embargo, la realidad del conocimiento todavía se salva en Kant en cuanto él reconoce que el entendimiento no es creador sino que la materia viene de fuera, recibida por la sensibilidad. Pero las filosofías posteriores van a rechazar este realismo kantiano. El "caput mortu um" del que habla Fitche y que éste quiso amputar afirmando que el "yo" lo construye todo, Kant protesta contra esta falsificación de su sistema y escribió su "Refutación del Idealismo".
- Tercer Paso:
Probada la necesidad de la conciencia se demuestra que el conocimiento requiere elementos diversificadores puesto que la conciencia tiene diversas maneras de enlazar los fenómenos o de hacer síntesis. Ahora bien, como las síntesis se hacer por los juicios son precisamente las categorías esos elementos diversificadores ya que las categorías fueron deducidas de las diversas clases de juicios. En otras palabras podemos afirmar que el entendimiento puro se despliega en doce funciones diversas o formas subordinadas que son las que hacen posible pensar los objetos y por ende hacen posible la ciencia.
Juicio:
Aún de los que concuerdan con Kant en el carácter subjetivo de las categorías, nadie sostiene que ya sean exactamente doce las funciones en que se despliega el entendimiento.
Podríamos preguntar a Kant por qué a ciertos fenómenos que son completamente amorfos aplicamos unas categorías más bien que otras y él respondería que por la afinidad que tales fenómenos tienen hacia una categoría más bien que hacia otra.
Pero entonces esos datos no son completamente amorfos ya que contienen potencialmente el logos o esencia, que el entendimiento no construye sino que lee en ellos. Así la teoría de Kant no se diferencia mucho del realismo moderno que difiere la escolástica. Pero varios intérpretes neokantianos dan una explicación muy distinta. Tal afinidad no vendría de la materia misma sino de la sensibilidad que la recibe para fenomenalizarla. Pero tal explicación aproxima a un idealismo absoluto que tanto repugnó a Kant.
En todo caso en la argumentación se nota que parte de un presupuesto que él no prueba, a saber: que síntesis trascendental (subjetiva) es lo mismo que síntesis objetiva. Lo cual lleva a varios autores a afirmar que toda la argumentación kantiana descansa sobre un sofisma y que por tanto es inválida, lo que nos autoriza para rechazar la teoría kantiana.
1.3.2 Analítica de los Principios: Se trata ahora de la aplicación prácticas de las reglas aprióricas contenidas en los conceptos puros (categorías) del entendimiento. Tal aplicación depende de una facultad que Kant llama "el juicio", la cual subsume o discierne si tal cosa cae o no bajo una regla general. Aquí se consideran dos capítulos :
- El esquematismo del entendimiento puro, que muestra las condiciones sensibles, indispensables para que entre en función las categorías.
- Los principios del entendimiento puro que evidencian la validez de un cierto número de juicios sintéticos, los cuales fluyen inmediatamente de las categorías y sustentan todo ulterior conocimiento.
1.3.2.1 Esquematismo: Kant experimenta la necesidad de encontrar un término medio, como un puente de enlace entre la categoría apriórica y la intuición empírica tan heterogéneas entre sí. ¿Con sus categorías no se habrá alejado demasiado de la realidad? ¿Cómo resulta posible subsumir el fenómeno bajo las categorías dado que una categoría, por ejemplo: la causalidad, ni está contenida en el fenómeno, ni puede ser intuida por el sentido?
Kant concluye: "Es pues claro que tiene que haber una tercera cosa que por una parte guarde homogeneidad con la categoría y por otra con el fenómeno, y haga así posible la aplicación de la primera a lo segundo. Esta representación medianera ha de ser pura (sin mezcla de empírico) y no obstante, por un lado intelectual y por otro sensible. Tal es el esquema trascendental". En este capítulo, uno de los más profundos e interesantes de su obra, pero también de los más oscuros, aborda Kant las relaciones entre el sentido y la inteligencia (problema del fantasma en la escolástica).
Kant ve el esquema trascendental en el tiempo, en el cual él descubre aspectos sensibles y aspectos conceptuales. Considerando, pues, ciertas determinaciones del tiempo: cuantitativas, relativas, modales, relaciona cada determinación con su correspondiente categoría (por cierto que Kant establece una correspondencia bastante artificiosa). Cuando tenemos en el sentido una determinada experiencia de tiempo, se actúa su correspondiente categoría bajo la cual subsumimos la intuición sensible, por ejemplo: la permanencia en el tiempo es el esquema para la categoría de causalidad, la existencia en todo tiempo la categoría de necesidad; en determinado tiempo la categoría de realidad concreta; el tiempo lleno es esquema para la realidad en general; el vacío para la negación, etc.
Pero nos podemos preguntar: al fin de cuentas, ¿en el esquema qué es lo decisivo, lo sensible? ¿El ser y la ciencia se convierten en puro devenir; lo inteligible? El ser se vuelve idea. ¿Ambos? Estaríamos pisando los terrenos de un realismo moderno que tampoco cuadra en el sistema kantiano.
1.3.2.2 Principios del Entendimiento Puro: Con ayuda de los esquemas se originan de las categorías los principios del entendimiento puro, los cuales son objetivos válidos para toda conciencia y sintéticos, no analíticos, pues sólo los juicios sintéticos pueden construir la ciencia.
Son como los pilares de una ontología trascendental construida sobre las categorías; hacer referencia al fenómeno pero tienen un valor apriórico que los hace válidos para fundamentar todos los demás juicios de las ciencias. Estos principios son como las líneas fundamentales de las diversas zonas del ser; las leyes que gobiernan la naturaleza; en efecto, el entendimiento no extrae sus leyes a priori de la naturaleza, se las prescribe. Por eso Kant afirma que el entendimiento es "la ley de la naturaleza" y cumple esta función legislativa por medio de sus categorías y principios. Sin embargo, según Kant el entendimiento impone las leyes al mundo pero no crea el mundo. Los idealistas subsiguientes hablarán de crear al mundo. "Filosofar sobre la naturaleza es crear la naturaleza" dirá Schelling y Fichte, deducirá todo el ser a partir del "Yo trascendental".
Kant enumera cinco principios supremos de los cuales dos principios se aplican al campo matemático, cuantitativo; los tres restantes al dinámico – causal :
- Axiomas de la intuición (categoría de la cantidad): con el principio "todas las magnitudes son extensivas" O sea se objetiviza la percepción subjetiva de la cantidad.
- Anticipaciones de la percepción con el principio: en todos los fenómenos lo real, es que el objeto de la sensación, tiene magnitud intensiva, o sea un grado (Categorías de la cualidad).
- Analogías de la experiencia (categoría de la relación) que se expresa en tres principios:
- En todo cambio de los fenómenos, la sustancia permanece continuamente invariable (categorías de sustancia y accidente).
- Todas las alteraciones según la ley del enlace entre causa y efecto (categorías de causa y efecto).
- Todas las sustancias en cuanto pueden ser percibidas en el espacio como simultáneas, están en universal acción recíproca.
A estos principios se agregan "Los Postulados del pensamiento empírico en general que desenvuelve los conceptos de posibilidad, realidad y necesidad". EN EL USO EMPÍRICO de los mismos (categorías de modalidad).
Este conjunto de principios nos dan pues la constitución o legislación fundamental para el reino de la ciencia y del ser. Pero por qué deducirla a partir del sujeto; ¿por qué no estudiar la realidad misma y dejarse guiar por ella en el descubrimiento de sus leyes y en la determinación de sus estructural? Así hizo Aristóteles y así lo hace hoy la nueva Ontología.
1.3.3 Consecuencias: De lo anterior resulta :
- La objetividad de las ciencias reside en las mismas relaciones a priori que el sujeto establece entre los datos sensoriales; y como todas las impresiones están sujetas al espacio y al tiempo, las leyes de las matemáticas son válidas y necesarias para toda experiencia científica.
- Las categorías son válidas solamente como unificadores de los fenómenos. Nuestro saber se limita a ese mundo. Aplicar las categorías al mundo en sí es pura ilusión.
- Sin embargo, como fenómeno es apariencia, detrás del "fenómeno" hay "algo" cuya existencia debemos admitir. En otras palabras, el fenómeno no agota la realidad.
- Luego la metafísica como ciencia de la realidad en sí mismo es imposible. Pero si no podemos conocer racionalmente el mundo metafísico, tampoco podemos negarlo. Kant se esforzará por establecer por otra vía (la razón práctica) lo que por vía especulativa es inalcanzable. Con lo cual pretende evitar las fatales consecuencias de su agnosticismo metafísico.
1.4 Dialéctica Trascendental: Conocimiento de la Razón
La tercera parte de la obra crítica de Kant es la crítica de la razón. En efecto, dice: "Todo nuestro conocimiento comienza por los sentidos (esta etapa la estudia la estética) pasa por aquí al entendimiento (segunda etapa que estudia la analítica) y termina en la razón (tercera etapa, dialéctica)".
Así como la actividad propia del entendimiento es el juicio, la de la razón es el raciocinio. Ahora bien, en todo raciocinio lo que hacemos es buscar la condiciones o premisas de un condicionado (conclusión). Pero a su vez esas condiciones o principios están condicionados a unos principios más altos y lejanos. Razón significa el apremio para ascender en la búsqueda de esas condiciones. La totalidad de las condiciones del ser o de un reino del ser (v. gr.: el mundo físico) es para nosotros inalcanzable; pero nosotros buscamos focos de convergencia de todas esas condiciones, puntos de referencia que aúnan nuestros conocimientos.
Esto es lo que Kant llama ideas. Son tres: el alma, Dios y el mundo. Nótese bien que se trata de ideas con valor objetivo en cuanto corresponden a realidades externas; tampoco son, como las categorías, principios constitutivos aptos para elevar intuiciones a conceptos; tienen pues solamente un valor regulador como puntos lógicos que dan unidad sistemática a nuestros conceptos.
Kant llama a esas ideas ficciones "heurísticas"; pensamos como si se dieran el alma, el mundo, Dios. Así, por ejemplo: podemos reunir la totalidad de los fenómenos anímicos en una unidad que a título de hipótesis pensamos que es "el alma". Pero esa alma es sólo una idea, un problema, un principio heurístico, no una realidad objetiva.
Ahora bien, Kant afirma que la razón siempre ha estado expuesta a tomar sus principios o ideas por realidades efectivas, sus métodos y funciones por el ser mismo.
Así se construyen falacias y sofismas; es el espejismo dialéctico; disipar ese espejismo es el objetivo de la dialéctica trascendental.
En efecto, Kant se dedica a deshacer la maraña de sofismas que se han tejido en torno de los temas tradicionales: alma (Psicología), mundo (Cosmología), Dios (Teodicea). De ello se ocupa en tres secciones: objetividad: conformidad del objeto consigo mismo y no con los objetos externos; paralogismo de la razón pura (psicología): antinomias de la razón pura (cosmología); idealismo de la razón pura (teodicea).
Esta parte es la más polémica puesto que contiene un ataque frontal a los conceptos tradicionales. Pero al comprobar lo incapacidad de la razón teórica para justificar esas razones metafísicas, se prepara el camino a la moral, pues de todos modos la razón práctica exige esas realidades que nuestro conocimiento teórico no puede alcanzar. Serán pues postulados de la razón práctica.
2. Crítica de la Razón Práctica
2.1 Punto de Partida
El "Factum" de lo moral. En la "Crítica de la Razón Pura" Kant había partido de un hecho: la existencia de los juicios sintéticos a priori para establecer una cuestión de derecho "como son posibles esos juicios"; también ahora parte de un gran hecho que él llama el "Factum" de lo moral para fundamentar la ética como ciencia.
Para la Escolástica, la moral se apoya en la metafísica. Pero dado que Kant con su dialéctica minó las bases de la Metafísica, tuvo que fundar su moral sobre un hecho independiente: autosuficiente y primitivo (El Factum de lo moral) que consta de dos elementos: EL DEBER Y LA LIBERTAD.
El primero es un "hecho" que todo el mundo reconoce como ley necesaria, absoluta y universal; la libertad entendida como capacidad moral de elección es también un "hecho" universal, apriórico, pues no sacamos su idea del mundo espacio – temporal en el cual impera el determinismo. Ley y libertad se implican mutuamente, de tal modo que siempre será cierto que el hombre "debe y puede lo que debe".
Afirma Hirscherberger que esta intuición del deber, que significa un redescubrimiento de lo que habían perdido el empirismo y el psicologismo de los filósofos ingleses y de la Ilustración, es algo que Kant toma de su experiencia personal, pues fue un hombre o mejor un riguroso hombre del "Deber".
2.2 Teoría de la Moral
Crítica trascendental del orden moral. Se trata de identificar las condiciones que caracterizan la ética y le dan el valor de ciencia con sus prerrogativas de universalidad y necesidad. Tales son apriorismo, formalismo, rigorismo y autonomía.
- Apriorismo: La razón impera por sí misma independiente de toda experiencia; aunque no hubiera existido un sólo amigo honrado, la honradez como deber existiría en el imperativo de la razón por motivos a priori. Recordemos que para Kant, lo necesario, lo universal no puede provenir de la razón, a priori. El apriorismo del deber no es nota dominante del pensamiento kantiano.
El valor de un acto no se funda en la adecuación de la voluntad con el objeto, sino en su adecuación consigo misma. Ella es en sí misma la forma, la regla de la moralidad. Pero como no se trata de un capricho subjetivo sino de una norma de validez universal, esa norma queda expresada en los siguientes términos: "obra de modo que la máxima de tu voluntad pueda valer como ley general".
Así como antes era el puro entendimiento el que sacaba de sí las categorías para construir la ciencia, ahora es la pura voluntad la que encuentra en sí misma la forma de la moralidad.
- Formalismo: La ética de Kant es formal precisamente porque su validez se funda en formas a priori, lo mismo que validez del conocimiento. El opone su ética a las éticas que él llama materiales las cuales se fundan o en sentimiento (placer) o en la utilidad, o en lo atractivo de un fin que se quiere obtener (perfección, felicidad) o en contenidos de valor.
Es la Ética del deber por el deber, hay que respetar la ley de la razón.
Kant reprocha con razón el eudonismo y el utilitarismo que son exitistas, convirtiendo el éxito en criterio de moralidad; al contrario, la acción moral vale por sí misma indepen-dientemente del éxito. Pero Kant va demasiado lejos pues prohibe al hombre obrar en busca de determinados fines o movido por el impulso de sus inclinaciones. La voluntad moral está determinada únicamente por la ley y no por objetivos o bienes que se persiguen.
- Rigorismo: La moral de Kant es tremendamente rigorista. La ley es un IMPERATIVO CATEGÓRICO que no admite condiciones. Las morales que él llama materiales, se fundan en un imperativo hipotético: cumple la ley si deseas conseguir la felicidad, el cielo, la perfección, por tanto no tienen valor universal.
- Autonomía: Puesto que la única norma es la propia razón, el hombre es autónomo, ese da así mismo la ley moral. Pero incitamos en que no es capricho personal puesto que mi modo de obrar debe servir como norma universal. Pero Kant está opuesto a toda moral heterónoma como es la moral de fines, o aún la moral teónoma en que la norma es la voluntad de Dios.
El hombre que se da la ley a sí mismo se hace esclavo del mundo sensible o del querer hipotéticamente arbitrario de un Dios trascendente.
O sea que Kant erige al hombre un valor absoluto; por eso no debe ser utilizado como medio; ha de ser siempre un "fin en sí". De ahí la segunda fórmula que pregona Kant: "obra de tal suerte que siempre trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de los demás, como fin y nunca como simple medio".
2.3 Los Postulados o Exigencias de la Razón Práctica
Metafísica del orden moral. El hecho moral que es absolutamente cierto, aparece en conexión necesaria con tres verdades que no podemos demostrar en el campo especulativo, pero que tenemos que admitir con absoluta certeza en el orden práctico, debido precisamente a su conexión necesaria con la moralidad. Así la razón práctica nos hace reencontrar unas verdades que no es capaz de demostrar la razón teorética. Tales verdades que Kant llama "Postulados" son tres:
- Libertad: Ella está indisolublemente ligada con el deber, el cual no se entiende sin la libertad; y sin embargo, el hombre está sumergido en el mundo espacio – temporal: el mundo de los fenómenos, gobernado por un rígido principio de causalidad. Entonces Kant distingue dos caras en la acción humana: como perteneciente al mundo de los fenómenos está determinada por la necesidad, pero es libre considerada en el mundo numeral, pero como éste es inaccesible a nuestra razón teorética, conocemos esa libertad sólo por las exigencias de la razón práctica.
- Inmortalidad: Sin ellas se nos tornarían vanas quimeras las leyes morales; porque estas miran a la perfección, la cual no se consigue en esta vida. Ni siquiera la conseguimos en la otra pues sólo Dios es Perfectamente Santo, pero al menos la otra vida abre la posibilidad de un progreso indefinido hacia la perfección.
- Dios: La virtud debe ser galardonada con la felicidad; pero la experiencia no nos muestra una conexión necesaria entre las dos; luego hay que admitir la existencia de un ser, el Supremo Bien, que remunere el cumplimiento del deber. Sólo Dios da sentido pleno a la moralidad porque en Él se armonizan la felicidad y el deber.
Si falla una de las tres, falla TODA la moralidad.
2.4 Consecuencias
Los postulados no pertenecen al orden de la ciencia sino al de la fe. Así mismo los dogmas no tienen valor especulativo sino práctico.
Dios al armonizar la felicidad y el deber facilita el cumplimiento de éste, de modo que viene a mirarse como si fuera un mandato divino. Este es el papel de la religión, apoyar la moral de la cual se convierte en un mero apéndice, es la única religión aceptable, que no traspasa los límites de la razón pues queda inmune a toda objeción especulativa.
Por eso Kant reprocha lo que él llama estatutos, ceremonias, falta devoción a la fe eclesiástica, que son, según él, superstición y clericalis.
- La Religión :
Kant empobreció la religión convirtiéndola en capítulo de la moral. También quitó fuerza y validez al derecho separándolo de la ética; reservó para ésta el fuero interno y dejó para el Derecho sólo el orden externo de los deberes sociales. "Es justa toda acción cuya máxima permite que la libertad de cada uno se armonice con la de todos". El Derecho es pues, "el conjunto de condiciones bajo las cuales se puede armonizar el arbitrio de otros, según la ley general de la libertad". De donde ley justa es aquella que proviene de la voluntad colectiva de la sociedad. Se pierde toda referencia siquiera remota a una ley divina, fuente última de toda ley.
La consecuencia para la filosofía del derecho ha sido el positivismo jurídico, según el cual la única norma es la voluntad del gobernante o del Estado, lo cual desemboca con frecuencia en un Derecho de fuerza y de represión.
El Positivismo Jurídico lleva a la gente a dos actitudes igualmente nefasta para el orden social: "Lo que es sólo ley no tengo que hacerlo porque no es deber"; "Lo que sólo es deber no tengo que hacerlo porque no es ley".
- El Derecho:
- El Estado:
Acorde a la concepción del Derecho, Kant define el Estado como una "Reunión del hombres bajo leyes jurídicas, es una institución meramente externa que con la fuerza salvaguarda las libertades individuales. Su lema es Neminem Laedere".
Queda arrinconada la antigua concepción del Estado como organismo para la educación y regimiento moral de sus miembros. Ninguna vigencia le queda al concepto medieval de moral de la "Civitas Dei" que tanto dignifica al mismo Estado. Según Kant el ideal de la libertad y la paz han de presidir las relaciones internacionales.
2.5 Juicio sobre la Moral de Kant
En primer lugar hay que reconocer en la ética de Kant una moral elevada que superó el hedonismo y el utilitarismo. Es una moral de carácter espiritualista, adornada además de dos características muy importantes: universalidad (una ley universal para todos los hombres) y obligatoriedad (nada se puede sustraer de su imperio). Ello sumado a la exaltación del deber por encima de la pasión y el interés, pueden producir un hombre correcto, celoso cumplidor de sus obligaciones. Por ello muchos piensan que fue precisamente en el campo de la ética donde Kant entregó a la filosofía sus más valiosos aportes.
Sin embargo, la moral de Kant muestra fallas protuberantes :
- La razón no puede considerarse como fuente del orden moral, como su creadora, sino que simplemente conoce y transmite la ley. Esta ley, está, como dijimos arriba, constituida por unos principios de orden práctico que el hombre conoce fácilmente puesto que brotan de la misma naturaleza y que son una participación de la ley eterna. La falta está en negar a Dios el carácter de legislador a pesar de que lo reconoce como remunerador. ¿Por qué tendría que ser Dios el remunerador de un orden que Él no ha establecido? La ley al fin y al cabo encuentra en el Ser Divino su última explicación.
- En el mismo sentido podemos censurar la autonomía absoluta que más bien que autonomía es soberanía. La autonomía de la ley moral no excluye la heteronomía pues la moralidad encarna y traduce una intensión superior, la intensión del Creador. La moralidad fuera de su fidelidad a nosotros mismos es obediente a Dios.
- El rigorismo de Kant, por el cual quiere independizar el deber de la inclinación, el esfuerzo moral de la tendencia a la felicidad es antinatural e inhumano, si esta tendencia está tan enraizada en la naturaleza, la acción moral no puede excluir esa aspiración a la felicidad. Tampoco se puede contraponer sistemáticamente a la inclinación del deber , pues también podemos tener la inclinación a cumplir el deber. La armonía entre la inclinación y el deber supone un acto ideal de moralidad pues significa que nos hemos ejercitado y afianzado tanto en el bien que hemos hecho del ser buenos como una segunda naturaleza.
3. Crítica del Juicio
En "La Crítica de la Razón Pura" Kant había considerado el conocer; en "La Crítica de la Razón Práctica" el querer. En "La Crítica del Juicio" Kant estudia el sentir. Pero no se trata aquí de un juicio especulativo, sino de un apreciar o estimar con respeto a un fin. En efecto, en el sentimiento de Kant descubre una elección de fin. FIN es la idea central de la tercera crítica.
El problema que se agita aquí es el de saber si es posible conciliar la necesidad de la naturaleza de la cual participa el hombre con la libertad moral de que ésta goza, mediante una concepción finalista del mundo.
En orden al Fin, Kant distingue dos clases de juicios: el juicio estético (entra en juego el gusto) y el teológico (se refiere a la naturaleza).
3.1 Juicio Estético
Versa sobre lo bello y lo sublime. Cuando digo: "esto me agrada" estoy formulando un juicio estético en cuanto estoy refiriendo algo particular (v. gr.: una flor) con la forma pura de lo bello. Bello es aquello que es apto para dar a todos (por eso el juicio estético aún siendo subjetivo es universal) ese goce desinteresado que no hace ver la naturaleza como si hubiera sido constituida para provocar en nosotros ese placer (relación de fin).
El placer estético no es lo agradable que deleita (un manjar) ni es lo bueno moralmente que despierta respeto, no coincide con el deseo que es la voluntad de poseer algo; es pues un sentimiento desinteresado al contenido interno de las formas que se nos presentan. En resumen, bello, según Kant, es aquello que es conocido sin concepto como objeto de un grado necesario.
Lo sublime añade a lo bello la dimensión de lo infinito; es algo que sobrecoge, pues nos subyuga sin que, con todo, nos asuste.
3.2 Juicio Teológico
Descubre en primer lugar la finalidad interna de los organismos vivientes; las partes conspiran al bien de todo, de modo que su relación interna no puede explicarse por las solas fuerzas mecánicas (la idea de una finalidad interna hace pensar en un ser inteligente que no prefija los fines). Luego nos sentimos inclinados a proyectar las ideas de finalidad a toda la naturaleza, o sea que la teología lleva a la teología.
La conclusión de lo anterior es el fin como idea trascendental. Científicamente todo se ve encadenado por un determinado causal, pero nosotros introducimos a ese proceso la idea de finalidad, haciendo una extrapolación de nuestro mundo interno, pues fines verdadero sólo encontramos en nuestro propios proyectos objetivos.
Esta es la única aproximación de Kant a una visión finalista del mundo. Lástima que todo se quede en el campo trascendental de la idea, en un "como sí". No es la idea que regula el proceso "a parte ante" sino una interpretación "a parte post". El empirismo cobró hasta lo último de sus dividendos en la filosofía kantiana.
Conclusión
Kant llevó a la filosofía las siguiente orientaciones:
- En Orden Teórico :
- Subjetivismo: En efecto, para la revolución copernicana no es ya la naturaleza la que impone su medida a nuestro entendimiento, sino que nosotros imponemos nuestras categorías a la naturaleza; no encontramos los objetos sino que los poseemos, con lo cual la trascendencia queda desplazada por la inmanencia; el mismo sentido del objeto que trastorna pues ya no es algo puesto en frente, sino algo que nos representamos como puesto en frente; por ende, la verdad ya no es la adecuación de la mente con la cosa, sino del objeto con las funciones trascendentales de nuestro conocer.
- Fenomenalismo: Kant repite hasta el cansancio que el conocer humano está limitado al campo de los fenómenos sensibles; lo que está más allá del fenómeno no es inaccesible.
Por eso la filosofía de Kant se convirtió en una de las fuentes del fenomenalismo y positivismo posteriores suministrando armas contra la Metafísica tradicional.
Y sin embargo Kant no es un fenomenalista absoluto, pues administra la existencia del "Neumenon" o cosa en sí, la cual sin embargo, nos es desconocida. La supresión de "la cosa en sí" llevará a los discípulos de Kant al idealismo absoluto.
Pero Kant entra en contradicción consigo mismo, pues parece saber muchas cosas sobre el "Neumenon". Así los conceptos del entendimiento que serían aplicables sólo al fenómeno los predica también de las cosas en sí; atribuye a esta calidad, causalidad, pluralidad. Con razón dice Jacobi que sin la cosa en sí no se puede (permanecer en ella) entrar en la filosofía de Kant, pero con la cosa en sí no se puede permanecer en ella.
- Criticismo: Somete a la crítica la validez del conocimiento concluyendo que no puede ir más allá del fenómeno y que por tanto son vanos los conatos de antigua metafísica por entrar en el reino "Neumenal". Sin embargo, al mismo Kant traspasa las fronteras por él establecidas y habla de Dios, del alma, de la libertad, consciente de que estas ideas están más allá de la experiencia.
- Transcendentalismo: Que no consiste precisamente en llegar al objeto, sino en descubrir las leyes del conocer dentro de los límites del mundo fenoménico, leyes universales de la razón humana.
- Nueva Metafísica: Que ya no explora el Reino del Ser sino que es trascendental en el sentido ya explicado. Y sin embargo, allí están los grandes temas de la Metafísica Tradicional: Dios, alma, libertad, etc., pero no como realidades en sí, sino como ideas o como postulados de la razón práctica.
- En el Orden Práctico:
- Tendencia a subsanar el agnosticismo metafísico con el dogmatismo moral. Las verdades que la razón no conocer se convierte en postulados prácticos.
- Tendencia a admitir por fe las verdades exigidas por el orden moral. Así el hombre se conduce "como si" ellas fueran realidades.
- Tendencia a divorciar la fe de la ciencia, relegando las verdades religiosas al campo de lo práctico.
Todas estas tendencias ejercen un influjo notable sea en la teología (campo protestante), sea en diversas corrientes filosóficas: Pragmatismo, filosofías de la acción, éticas, filosofías de la religión que privan a ésta de su contenido doctrinal.
Pudiéramos concluir que el kantismo es una filosofía típicamente moderna que hace del hombre el centro de todo, tanto en el orden teorético (sujeto que impone sus leyes a la naturaleza) como en el práctico: autonomía moral. Como ocurre con frecuencia, las corrientes que se nutrieron en Kant extremarán y tergiversarán las doctrinas del maestro.
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2.2 Juan Teófilo Fichte (1762-1814) Idealismo Subjetivo
Vida y Obras :
Filósofo alemán sigue a Kant en la afirmación del "YO" que se hace en la Crítica de la Razón Práctica. Nació el 19 de Mayo de 1762 en Ramennau (Alta Lusacia), de familia muy pobre. Realizó sus estudios en el colegio de Schulpforta, luego en las universidades de Jena y Leipzig. En 1790 se dedica al estudio de Kant, y cree descubrir en él, el gran defensor de la libertad.
1793 gozó de gran estima por sus conferencias en Zurich sobre la Teoría de la ciencia, luego en el mismo año es llamado a suceder el kantismo Reinhod en Jena.
1794 publica las ideas esbozadas en sus anteriores conferencias como son en: Sobre el concepto de la teoría de la ciencia o la llamada filosofía, 2 ed. 1798. Posteriormente es acusado de ateísmo en Jena, por lo que cambia de Universidad.
1801-1804. Reside en Berlín, como profesor y entra en relación con grupo de literatos y filósofos románticos formado por: Schlegel, Schleirmacher con Tieck. Discurso a la nación alemana pronunciados en Berlín de 1807-1809 mientras se luchaba contra Napoleón. Rector de la Universidad de Berlín. Muere en 1814 en Berlín.
Filosofía :
- Idealismo Subjetivo: El punto de partida lo constituye el Idealismo de Kant; pero es el Kant de la Razón Práctica el que se revela a Fichte como el verdadero Kant. No le interesa a Fichte el ser y el cosmos, ya que Kant vio en el hombre el valor absoluto. El hombre lo es todo. El YO de Fichte es la fuente originaria de todo ser cósmico. El Idealismo de Kant era un idealismo crítico, para Fichte era trazar unas fronteras para el YO cognoscitivo y volitivo donde no hay límites; por esto llamamos subjetivo a este idealismo que reduce al sujeto todas y cada una de las cosas, que lo es todo.
- Fichte y El Idealismo Postkantiano: El y Yo es el único principio formal del pensamiento. La materia del conocimiento no puede renunciar de la cosa en sí, como externa a la conciencia. El pensamiento es infinito en cuanto produce una representación objetiva de la realidad; es infinito en cuanto no detiene su proceso productor jamás. El hombre es a la vez finito e infinito.
- Teoría de la Ciencia y sus Principios (YO)
- Principio de la Identidad. Por ejemplo: A=A. o Posición.
- El yo se opone así mismo, se autolimita: no-yo, es la Oposición.
- Pero el que se opone al no-yo es el propio yo; o sea, un yo divisible a un no-yo divisible, para llegar al principio de la Conciliación.
- Panteísmo: En la teoría de la ciencia esa actitud, se manifiesta por un lado; el absoluto precisa de un despliegue dialéctico para no ser pura indeterminación, pero otro es el orden moral del mundo, es el mismo Dios. Señala, el concepto de Dios como sustancia particular resulta imposible y contradictorio, es preciso un proceso para comprender la infinitud, y la infinitud de la proceso es el mismo Dios. (Es decir un Panteísmo).
- Sistema Moral: La ley moral puede expresarse en "Cumple siempre su destino" que es no arrinconarse en lo particular. En consecuencia el fin moral es infinito, inagotable. Tiene un punto de comienzo; el primer autoencuentro del YO, un fin; la absoluta liberación de un límite, un camino; en el orden de la naturaleza.
Juicio :
Kant influyó en su filosofía de una manera con su obra "Crítica de la Razón Práctica".
La teoría del saber o sabiduría acaba siendo una teoría con sabor panteísta.
Negativo: En su teoría de la ciencia trata de identificar el infinito con el hombre, en un sentido trascendental, también al afirmar radicalmente que el saber es una imagen de Dios. Se dejó influir por algunos movimientos filosóficos y en el espíritu alemán de su época, como también la primacía de la razón práctica.
Encendió el espíritu alemán contra la invasión napoleónica en sus "Discursos a la Nación Alemana" (1807-1808).
2.3 Federico Guillermo Schelling (1775-1854) Idealismo Objetivo
En la culminación de la Filosofía Moderna están los diferentes idealismos, entre los cuales se encuentra el idealismo objetivo de Schelling.
Vida y Obras :
Filósofo Alemán (1775-1854). Hijo de un pastor protestante, formado en humanidades, teología, ciencias naturales y física. Entre sus principales obras tenemos: Diario Crítico de Filosofía; Ideas para una Filosofía de la Naturaleza, Bruno. Etc.
Pensamiento:
- Filosofía del Absoluto: Desde un principio planteó los siguientes temas: desarrollo de una filosofía de la naturaleza, una filosofía de la historia, del arte, de la libertad, de la religión, todo partiendo del yo infinito de Fichte. El absoluto es en sí mismo un acto interno del conocimiento en el que no hay sucesión temporal, tiene tres momentos: objetivización en la naturaleza, objetivización en sí mismo, síntesis de ambos.
- Del Idealismo Subjetivo al Idealismo Objetivo: Partió del yo infinito de Fichte y de la sustancia spinociana para armonizarlos con su yo Absoluto, dando origen al principio de infinitud objetiva. La proposición de la cual parte toda ciencia es: "Yo soy yo". No hay sujeto sin objeto ni objeto sin sujeto y su enlace es la representación, pues el yo absoluto debe ser pensado. El papel principal de la filosofía es resolver el problema de la existencia del mundo, y este sólo se resuelve teniendo en cuenta la identidad entre sujeto y objeto cuya distinción debe trascender el absoluto.
Desde la especulación idealista organiza al mundo orgánico e inorgánico reduciéndolo a dos fuerzas: atracción y repulsión, el resultado de estas fuerzas es: equilibrio (cuerpos vivos), equilibrio roto y luego restablecido (habilidad), el equilibrio no se restablece (vida). Esta dialéctica orgánica da las dos variables, espacio y tiempo. En esta teoría hay un monismo vitalista.
- Filosofía de la Naturaleza: Su afán era dar una visión orgánica de la naturaleza, de acuerdo con los avances de la ciencia, pero con un enfoque metafísico, donde toma la naturaleza como realización y manifestación de un Absoluto que es al mismo tiempo materia y espíritu, actividad inconsciente y razón. Se trata, pues, de una construcción que desarrolle sistemáticamente el dinamismo interno de la naturaleza como manifestación del Absoluto. El filósofo debe mostrar que la naturaleza es espíritu invisible y el espíritu naturaleza invisible.
- Sistema del Idealismo Trascendental: Trata de la filosofía como historia progresiva de la autoconciencia la cual la experiencia y como monumento y documento rechaza el dogmatismo, "fuera de nosotros no existen cosas, la única certeza evidente es: "yo soy".
Juicio:
De este talento alemán podemos decir: Hombre religioso, tenía una idea de Dios como el Trascendente, el Altísimo, el Absoluto; en lo que se acercó bastante al cristianismo. Su sistema fue abierto a nuevos enriquecimientos y problemas. Amor a la libertad, la filosofía es un producto del hombre libre. Pero también tuvo su aspecto negativo: su panteísmo.
2.4 Guillermo Federico Hegel (1770-1831) Idealismo Dialéctico o Racional
Vida y Obras:
Natural de Stuttgart, empezó en Jena su carrera de profesor al lado de Schelling, pasó a Heidelberg y dos años después a Berlín donde disfrutó de una fama sin rival y educó en su filosofía toda la generación de Alemania.
Su sistema filosófico se halla expuesto en las obras Fenomenología del Espíritu, Ciencia de la Lógica, Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas, Líneas Fundamentales de la Filosofía del Derecho.
Completo y dotado de rigurosa unidad, es tan oscuro y de tan difícil inteligencia que, según los críticos no hay dos que lo expongan del mismo modo y según él mismo uno sólo lo comprendió y ése malamente.
Punto de Partida y Fundamentes del Sistema:
Sin duda alguna el punto de partida de Hegel es el Idealismo de Fichte y Schelling, como para ellos, el tema de la filosofía es para Hegel el infinito y su relación con lo finito, relación de ambos términos con el principio absoluto.
Su filosofía no se propone quedarse con el sujeto, sino volverse a los objetos, a la realidad de las cosas que deben ser comprendidas en el sistema del saber. Su sistema será también la filosofía del absoluto que se esfuerza por elevarse a la conciencia del absoluto como primera verdad y primer ser, para penetrar desde él todas las cosas como momentos del mismo. El absoluto es concebido como una totalidad, la realidad del universo como un todo.
- El Problema Hegeliano: Hegel se plantea más bien un problema de índole metafísico, en cuanto que está interesado en determinar qué es lo que realmente existe, si el ser finito o el ser infinito, lo eterno o lo temporal. Está claro que para Hegel lo finito no puede ser el punto de partida de su filosofía, mientras que partiendo del infinito y lo consideramos como única y total realidad, podremos desde él comprender y explicar lo finito o la finitud. La razón como principio infinito autoconsciente, y la identidad de la realidad con la razón, expresan la solución al problema de lo finito en lo infinito.
El absoluto debe identificarse con la idea, en cuanto que ésta representa la totalidad de lo ideal y lo real y que ha retornado en sí como espíritu absoluto.
- Concepto de Realidad en Hegel: Para Hegel la realidad es una totalidad dinámica, la realidad es un todo absoluto, en cuanto que es identidad de lo real y lo ideal, del sujeto y del objeto. Pero esa identidad es identidad en los contrarios y contiene por lo tanto dentro de sí oposición que ha de resolverse en la unidad de contrarios al final de la dialéctica. La totalidad debe entenderse como sujeto y no como sustancia. Al considerar la realidad como sujeto necesariamente tendría que ser objeto a la vez. Todo esto significa que lo absoluto y real es espíritu, sujeto autoconsciente, realidad capaz de autotransparentarse así misma.
Esta unida plural se constituye por un movimiento de escisión interior de conceptos que es negatividad, es decir, se niega a sí misma y regresa a su principio. El conjunto es reflexivo y por esto el concepto es sujeto, y siendo el concepto sujeto la ciencia es autoconciencia, transparencia interior del todo absoluto que es la unidad de Dios y el mundo. El concepto de ciencia es claro si entendemos que la realidad es una totalidad en proceso dialéctico, es decir, espíritu en despliegue y cuando se haga autoconciencia el espíritu de todo su proceso se podrá dar la verdadera figura de la ciencia.
- Concepto de Ciencia en Hegel: La ciencia sólo puede existir bajo la forma de concepto, o sea, un conjunto de partes donde la unidad prevalece, que se realiza por un proceso de mediación, es decir, síntesis de autoconciencia y objetividad.
- El Absoluto como Idea: El espíritu absoluto es considerado como la idea, y ello porque el principio del espíritu, el fondo puro e idéntico de su ser es el pensamiento. Hegel ha centrado su sistema en torno a la idea como principio, que afirma ser el objeto de la filosofía. Esta designación corresponde a la afirmación de la unidad de la idea y el ser "El ser es la idea y la idea es el ser". Ambos se contienen mutuamente formando una unidad indivisible. Ni la idea como puro pensamiento subjetivo y el ser separado de la idea constituyen lo verdadero. El momento primario la idea, razón o autoconciencia infinita, la idea es la razón en el sentido filosófico, es el sujeto – objeto, la unidad de lo ideal y lo real, de lo finito y lo infinito, del alma y del cuerpo, de la posibilidad que contiene en sí misma la realidad y que no puede concebirse como no existente.
La idea identificada con el absoluto, ya no se refiere a las ideas abstractas y subjetivas, puesto que significa y engloba la totalidad de lo ideal y lo real. Esta idea absoluta que la unidad de la idea práctica y teórica, de la vida y del conocimiento, tiene por objeto a sí misma, porque no es más que la intuición de sí misma se identifica con el pensamiento que se piensa a sí mismo.
Después de haber recorrido todos los modos de la realidad de la naturaleza y de la historia, que son momentos de la idea en su despliegue evolutivo la idea retorna sobre sí misma como espíritu absoluto.
La Dialéctica Hegeliana :
Hegel concibe el absoluto como la vida en su totalidad, "La identidad – en – el – diferencia", de lo finito en lo infinito, de lo uno y de lo múltiple, del sujeto y del objeto. Debe contener en sí toda la realidad existente, comprender toda la diversidad y oposición de los seres en la oposición, y aunque la sustancia de lo absoluto es la idea, pero es el universal en lo concreto, que se realiza únicamente en la diferencia de los seres, todos los cuales son momentos de la idea, pues el ser real es el pesar mismo. Hegel intenta recluirse en su propio pensamiento subjetivo. Su idealismo pretende ser un verdadero realismo, un conocimiento de la realidad existente, ya que la idea lógica es la verdadera realidad, la esencia de las cosas, la sustancia universal de todos los fenómenos.
Pero cómo conocer la vida del absoluto en sus innumerables contrastes y oposiciones, por qué los conceptos de lo finito y de lo infinito se excluyen mutuamente. Hegel introdujo desde el principio la distinción de un doble momento en el pensamiento como entendimiento (Verstand) y como razón (Vernunft). El entendimiento tiende a fijar los conceptos, a distinguirlos y a contraponerlos entre sí, basado en una imagen o apariencia del mundo como realidad dirigida y estable.
Su principio es la identidad o no contradicción, que en vez de expresar una ley real del pensamiento, no es más que una abstracción del entendimiento. Tal identidad abstracta es vacía e infecunda, pues si todo es idéntico, nada es, ya que las cosas son por su diferencia. Sobre esta función del entendimiento se funda la lógica antigua, que es de lo finito, abstracto y formal. Y es válido en el campo de los conceptos rígidos con que pueden operar las ciencias y las matemáticas; así como en el ámbito de la vida práctica, en que las cosas aparecen como idénticas a sí mismas y negación de las otras cosas, pero en el campo filosófico caen en contradicción irreductible. La vida del absoluto no puede ser captada por la lógica del entendimiento.
El pensamiento debe elevarse a un nivel superior del espíritu, que es el pensamiento dialéctico, este nivel superior o de la especulación metafísica es la función de la razón, capaz de superar la rigidez de los conceptos del entendimiento y resolver las oposiciones en la unidad superior, que la identidad en la diferencia. La razón es la única que puede captar la vida del absoluto o de la idea, en cuanto continuo despliegue por momentos distintos, en que cada concepto genera inexorablemente su contrario, para a otro puesto, para unirse de nuevo a los dos en una síntesis más alta que no anula las diferencias, porque la identidad pura y abstracta sólo existe en el pensamiento de la lógica ordinaria. La verdadera identidad contiene la diferencia, y cada concepto de ser lleva implícito su opuesto afirma y pone a la vez su contradictorio.
La razón de ello es que nuestros conceptos son limitados y no expresan toda la realidad cambiante; por ser finitos no contienen lo infinito de la idea. Al afirmar un concepto es preciso negarlo, poner su límite respecto de otros y al romper esa limitación se anula a sí mismo para volver a una identidad superior que no destruye las diferencias. Se entiende como ley inherente al pensamiento mismo de la emergencia de la contradicción y resolución del conflicto en la síntesis que da paso a otra contradicción es la fuerza impulsora del movimiento dialéctico.
El pensamiento y el ser son para Hegel lo mismo, por eso añade que la dialéctica constituye el principio de la vida del movimiento y de la actividad en la esfera de la realidad, por lo que la dialéctica es el alma de todo conocimiento científico, constituye el principio del movimiento constructivo del mundo del espíritu, de la naturaleza y de toda la historia y cultura humana.
El análisis de la lógica que es a la vez la ontología de Hegel comienza por la dialéctica de la primera noción que es la del ser, se debe iniciar por el ser puro, que es pensamiento puro e indeterminado, pues pretende que ese ser indeterminado se vaya diferenciado y determinado cada vez más, por un movimiento progresivo que produce el desenvolvimiento de cada determinación y de éste el ser desciende a sí mismo. La determinación del ser se realiza por medio de la negación. El ser primeramente se niega y con esta determinación se limita convirtiéndose en devenir. Estas son las proposiciones con que Hegel formula esta dialéctica :
- El ser puro no es más que la abstracción pura y por consiguiente la negación absoluta, la cual considera en su estadio inmediato del no-ser.
- El no-ser en cuanto forma una cosa inmediata e idéntica a sí misma, no difiere del ser. Sirve de tránsito del ser a la nada y de la nada al ser.
- El ser y la nada en cuanto no forman más que una cosa en el devenir desaparecen. La oposición de los contrarios no dan origen a la anulación, sino a la síntesis en la cual quedan suprimidos, pero al mismo tiempo absorbidos por una forma superior de ser. Así el devenir como unidad del ser y la nada produce el primer ser determinado o existencia, es lo que constituye la cualidad que es la determinación inmediata idéntica al ser, y este ser existente es algo, es decir, el ser por sí mismo como totalidad, el uno el cual en virtud de la negación inherente, se convierte en el ser otro, y este en otro y así hasta lo infinito. Porque lo múltiple nace de lo uno, en virtud de las fuerzas contrarias de atracción y repulsión que repelen, poniendo diversas unidades y creando así la multiplicidad.
La Fenomenología del Espíritu :
Introducción al saber absoluto, pero parte integrante del sistema. Se trata del devenir propio de la conciencia hasta llegar a alcanzar el ser absoluto. Hegel la define como la ciencia de la experiencia de la conciencia. Pretende llevar al individuo desde los estadios más pobres del conocimiento espontáneo, hasta el plano más elevado constituido por el saber absoluto. Le permite al individuo abandonar su particularidad para insertarse dentro del plano de la autoconciencia universal.
Comprende el estudio de las siguientes partes:
Camino que la conciencia ha de recorrer en la serie de configuraciones para elevarse desde el conocimiento vulgar hasta la conciencia plena. Pasando por una serie de estadios que van desde la conciencia sensible, pasando por la conciencia perceptiva y culminando con la interiorización de la conciencia que es el entendimiento.
- La Conciencia :
Cuando se alcanza la autoconciencia, se supera el mundo de la pluralidad hasta reducirlo a su fundamento, que es la racionalidad misma, el proceso dialéctico pasa hacia la esfera de la intersubjetividad , es decir, hacia la esfera social. Cuando el yo se confronta con otro yo, la autoconciecia se pierde pues se encuentra con otra conciencia, esto da lugar a un superación y reconocimiento.
- La Autoconciencia:
Síntesis de conciencia y autoconciencia a la que Hegel da el nombre general de razón. La conciencia mudable e infinita se reconcilia con la conciencia infinita e inmudable. Es el camino de la interiorización, el retorno a la conciencia universal.
- La Autoconciencia como Razón:
Ahora la vida ética es la sustancia, la verdad del espíritu. Pero el espíritu que ha encontrado en el mundo es impelido a alienarse a sí mismo, y la cultura es el producto de este espíritu alienante de sí, pues esta actividad intelectual se aboca a un extrañamiento de la vida concreta del espíritu.
- El Espíritu
- La Religión y la Filosofía:
La religión tiene una historia fenomenológica, que es a la vez ideal y cronológica. Según Hegel los momentos de la evolución del momento religioso son: La religión natural, la estética, y la religión revelada o cristiana. El saber absoluto o la filosofía, es el célebre final en que termina la fenomenología.
División del Sistema Hegeliano:
La realidad es que el devenir dialéctico de la idea y Hegel ha dividido su sistema en tres
partes principales. Él mismo las enlaza con el devenir de la Ideal.
- La Lógica o Ciencia de la Idea en sí: Su asunto es el ser abstracto o puramente inteligible, que por su lado real es Dios, por su lado ideal la lógica, y se nos presenta sucesivamente como ente (tesis), como esencia (antítesis), como concepto propiamente dicho (síntesis). El mero ente inteligible se desenvuelve a su vez en las tres categorías de calidad, cantidad y medida; la esencia es raíz primero de la existencia, luego fenómeno y por fin existencia real. El concepto primero es subjetivo, después objetivo y al fin idea, la cual en su fase de antítesis es o se pone a naturaleza.
- Filosofía de la Naturaleza, o Ciencia de la Naturaleza en su Existencia Exterior: Esta idea saliendo libremente de sí, se exterioriza en el espacio, tiempo y número y constituye la idea en su ser otro, en su "ser fuera de sí". Al exteriorizarse así las esencia inteligibles contenidas en la idea, como que se desprenden de ella, y dispersas constituyen la infinita variedad de especies e individuos, pasando por los tres procesos: mecánico, físico y orgánico. La idea en esta forma es materia, carente como tal de conocimiento y libertad.
- La Filosofía del Espíritu, o Ciencia de la Idea, que desde su Existencia vuelve sobre sí misma: Si la idea se exterioriza en naturaleza, es para que desplegándose después sobre sí misma y hecha autoconciencia, se conozca a sí propia, como la universalidad de todas las realidades y de todas las ciencias. Y llega a esta compresión de sí propia por tres grados de la evolución dialéctica: (Tesis), reconociéndose a sí como objeto. (Antítesis), saliendo de sí. (Síntesis), entrando dentro de sí.
Espíritu Subjetivo: 1) Encarnándose en un cuerpo es alma y el objeto de la Antro-pología. 2) En cuanto opuesto al no yo, se desdoble en la escala ascendente de conciencia sensitiva, percepción, pensamiento, razón. 3) Como razón teórica y práctica es objeto de la psicología.
Espíritu Objetivo: Expone las creaciones del espíritu racional y de las formas que se realiza la libertad del hombre. 1) Derecho su principio sé persona y respeta como persona a los demás. 2) Moralidad, exige conocimiento y voluntad libre. 3) Ética cuyo asunto es la moral que vive la conciencia universal. 4) Filosofía de la Historia que nos presenta la historia del mundo como la realización de un plan universal y una revelación de Dios, como una Teodicea.
Espíritu Absoluto: Unión de lo objetivo y lo subjetivo: 1) Teoría del arte, intuyendo su propia esencia, cuyo asunto es lo bello, ideal. 2) Representándose esa misma esencia constituye la filosofía de la religión cuyo objeto enorme es el Absoluto. 3) Conociendo su esencia forma la historia de la filosofía, la cual está sobre la religión. Todo sistema filosófico es verdadero en cuanto expresa un momento del espíritu.
Escuelas Hegelianas :
El sistema Hegeliano como sistema dio origen a tres tendencias en los filosóficos y pensadores posteriores, la derecha hegeliana, que representa la defensa del sistema y la izquierda integrada por quienes comienzan una crítica hacia el sistema, y otros que tratan de demostrar el sistema mediante la postulación de un enfoque materialista.
Crítica:
No se puede negar que olvidándose uno como lo hace el autor del terreno idealista en que se mueve, este sistema contiene cosas agudas e ingeniosas. Este espíritu de autonomía y racionalismo que lo alienta, y el haber utilizado magistralmente su ingente erudición, imaginación poderosa y una potencia sintética tal vez sin igual en la historia, de los sistemas humanos, para redactar una síntesis total y orgánica de todos los seres y conocimientos en general, explica el entusiasmo que despertó.
Lástima que tan soberbia construcción descanse en dar valor real a lo puramente formal y lógico, que toda ella procede de una abstracción estéril que avanza artificiosamente sometida al ritmo gratuito de la tesis, antítesis y síntesis, merced a una fuerza que es la misma negatividad y se le supone positiva, violando la ley más fundamental del pensamiento: el principio de contradicción sustituido por el de identidad de contrarios. Aunque Hegel presume deducir su sistema a priori y se muestre desdeñoso con la experiencia. Al fin todo el sistema está suponiendo la experiencia. Total un grandioso sueño de estética y pseudo-metafísica.
Conclusión General
El "Yo" iniciado en el "Cogito" cartesiano, viene a ser por la revolución copernicana de Kant, el centro de todo el universo, constituye una teoría totalmente antitética a la medieval que hizo a Dios el centro y explicación del cosmos.
Kant se propuso sacar a la filosofía del "impasse" racionalismo-empirismo, formulando el problema crítico, pero con tan mala suerte porque en su solución quedaron las bases para un idealismo absoluto que tanto abominó Kant; también quedó el fundamento del positivismo escéptico y de las futuras fenomenologías.
La genialidad del criticismo resulta fecunda, pero como obra humana tenía enigmas, ambigüedades y hasta incoherencias; necesitaba transformaciones para llegar a su perfección. Aquí entran en escena los discípulos inmediatos de Kant. Ellos quieren unificar el kantismo que se mostraba incoherente por ese dualismo en él empleado de materia y forma para el conocimiento, de receptividad y espontaneidad para el cognoscente y sobretodo apariencia (fenómeno) y cosa en sí (Neumenon) para el ser.
Así el Kantismo fue un fermento que invadió toda la filosofía hasta nuestro días; su semilla se transformará en sistemas de idealismo que se iban superando hasta la culminación en el idealismo absoluto objetivo de Hegel. Estos idealismos hacían un sistema completo, partiendo del núcleo kantiano, la deducción trascendental.
Finalmente, se dan unas derivaciones del criticismo kantiano en las que se toma un aspecto parcial de la doctrina kantiana para con él hacer una filosofía sistemática. Las principales son: el voluntarismo y el sentimentalismo religioso.
Concibe el mundo como una voluntad sobre un esquema del idealismo objetivo de Schelling y en este sentido es una derivación mediata de Kant. Se mezclan elementos del nirvana índico, del empirismo inglés y del platonismo, su gran exponente es :
Arturo Schopenhauer (1788-1860): Alemán, se mostró muy discorde con la filosofía de Hegel lo cual le ocasionó rechazo de muchos que lo invadió en un estado de frustración. Fue un escritor muy prolijo y muy leído.
Dice que la voluntad es el principio radical del ser; es un principio ávido de infinito; voluntad y nada más, eterno desear insatisfecho porque está escindido interiormente, es discorde y se devora a sí mismo. La filosofía de Schopenhauer enseñará al hombre a liberarse de esa voluntad de vivir, después de conocerla, que es la meta de la filosofía.
La filosofía de Schopenhauer es, en resumen, una ideología que es típico reflejo de una vida frustrada.
- El Voluntarismo:
- El Sentimentalismo Religioso :
Con este paso se completa la destrucción de una religión histórica ya minada por Kant. Los elementos doctrinales y éticos que aún quedaban en el kantismo y constituían la estructura de la moral, se diluyen en una vida religiosa que es puro sentimiento, estado de ánimo y nada más, su principal exponente es:
Federico D. D. Schleiermacher (1768-1834): Alemán, uno de los mayores representantes del romanticismo de tipo panteísta, sentimental y anticonceptualista. Su filosofía se fundamenta en expresiones como éstas: "La religión es el sentimiento y el gusto del infinito". Juzga el cristianismo como la forma más perfecta de religión, no por tener la auténtica revelación, sino por ser la más adecuada al sentimiento fundamental. La Iglesia adquiere sentido en cuanto fomenta y cultiva aquel sentimiento.
En conclusión, es un teoría religiosa muy acorde con el sentimiento romántico y panteísta de la época pero que presenta muchas fallas. Del campo católico ha sido atacado ese factor sentimental que desembocó en los modernismos. Los católicos concedemos que la fe no se agota en el concepto racional hegeliano, pero de ahí se sigue que sea irracional y que no se den fundamentos racionales previos al acto de la fe. La fe es definible racional y dice relación con un ser trascendente, DIOS PERSONAL.
Filósofos de esta edad:
Renato Descartes – Blas Pascal – Nicolás Malebranche – Baruc Spinoza – G. G. Leibniz – Tomás Hobbes – Jhon Locke – Jorge Berkeley – David Hume – Dionisio Diderot – Voltaire – Montesquieu – Juan Jacobo Rousseau – D’Alambert – J. Cristian Wolf – Gotthold Efrain Lessing – Manuel Kant – Juan Teófilo Tichte – Federico Guillermo Schelling – Federico Hegel.
Bibliografía:
Apuntes de Clase.
Autor:
Juan Paulo Ramírez Sánchez
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