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La Oratoria y las cualidades de un orador


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. La oratoria
  3. Historia de La Oratoria
  4. El futuro de la oratoria
  5. Tipos de oratoria
  6. Características de la oratoria
  7. Importancia y fines de la oratoria
  8. Los fines de la oratoria
  9. Cualidades del Orador
  10. Los 10 mejores oradores del mundo
  11. Conclusiones
  12. Bibliografía

Introducción 

Es el "Conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos, principalmente de manera oral, con claridad, facilidad y sin temores, ante un público numeroso y variado, con la intención de transmitir determinado mensaje.

En este trabajo abordaremos la oratoria, la importancia de la misma, donde se inicia y evoluciona en el tiempo, tipos y características, fines de la oratoria, las cualidades del orador, y nombraremos algunos de ellos.

La oratoria

La oratoria es el conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos con claridad, desenvoltura y sin desconfianzas ante un público, con la propósito de narrar un determinado mensaje.

Según la Real Academia Española: la oratoria es el Habilidad de hablar con elocuencia, de deleitar, convencer y conmover por medio de la palabra.

Se llama oratoria al arte de hablar con elocuencia. La oratoria también es un género literario formado por el discurso, la disertación, el sermón, el panegírico, entre otras varias.

Este segundo sentido más amplio se aplica a todos los procesos literarios que están planteados con la intención persuasiva, tales como la conferencia, la charla o las exposiciones. Esta finalidad de persuadir al receptor es la que diferencia la oratoria de otros procesos comunicativos orales. Asimismo la finalidad de la didáctica es enseñar y la de la poética deleitar, lo que procura la oratoria es convencer de algo. La persuasión consiste en que con las razones que uno expresa oralmente se induce, mueve u obliga a otro a creer o hacer una cosa. Ahora bien, no es su única finalidad. La intención de la oratoria pública puede marchar desde transmitir información a motivar a la gente para que actúe, o sencillamente relatar una historia. Los buenos oradores deberían ser capaces de modificar las emociones de sus espectadores y no sólo informarlos.

La oratoria puede ser una eficaz herramienta que se utiliza para propósitos tales como la información, persuasión, motivación, influencia, traducción o simple entretenimiento.

La Oratoria, es uno de los elementos básicos en la unión de criterios, y la comprensión y el estímulo de multitudes.

Su intrínseca facultad de la oratoria, está inmerso en cada ser humano, aflorarlo y desarrollarlo es una de las metas de las personas que buscan un bienestar.

Al decir bienestar, no deseamos que se entienda como un bienestar propio y egoísta, por el contrario ha de entenderse, como la búsqueda de un real bienestar colectivo y mancomunado, velando los intereses de los valores trascendentes de una sociedad y no simplemente aquellos que constituyen valores suntuosos y superfluos, de bienes materiales.

La oratoria, muy bien encaminada, por parte del poseedor, se beneficiará de grandes satisfacciones para su realización.

La vida tendrá un nuevo sentido si lo conjuga con lo excelso de la existencia.

Es así, que en la edad contemporánea, se ha dado mayor soltura al aprendizaje de la oratoria, ya se nos es común apreciar, hoy en día, las infinitas invitaciones a cursos de enseñanza mediante folletos, impulsados por grupos culturales.

Este factor de soltura, y de nuevas opciones, otorgan mayor desarrollo al mismo.

Han quedado olvidadas y en buenas horas, aquellas costumbres de las épocas pasadas, que era requisito fundamental dominar los gestos pintorescos, la modulación esterilizada, las posiciones acomodadas, las miradas precisas, etc.

Los cuales, el daño que realizaban eran muchas veces tremendas para el orador, quien se preocupaba más en los factores externos de visualización, olvidando los internos que nacen del corazón del verdadero orador. Estos factores internos deben ser primero cultivados, los restantes vendrán de añadidura. Si un orador, debe demostrar sinceridad, antes bien debe ser sincero consigo mismo y con los demás.

Historia de La Oratoria

La oratoria nació en Sicilia y se desarrolló fundamentalmente en Grecia, donde fue considerada un instrumento para alcanzar prestigio y poder político. Había unos profesionales llamados logógrafos que se encargaban de redactar discursos para los tribunales. 

El más famoso de estos logógrafos fue Lisias. Sin embargo, Sócrates creó una afamada escuela de oratoria en Atenas que tenía un concepto más amplio y patriótico de la misión del orador, que debía ser un hombre instruido y movido por altos ideales éticos a fin de garantizar el progreso del estado. En este tipo de oratoria llegó a considerarse el mejor en su arte a Demóstenes. 

De Grecia la oratoria pasó a la República Romana, donde Marco Tulio Cicerón lo perfeccionó. Sus discursos y tratados de oratoria nos han llegado casi completos. Durante el imperio, sin embargo, la oratoria entró en crisis habida cuenta de su poca utilidad política en un entorno dominado por el emperador, aunque todavía se encontraron grandes expertos en ese arte como Marco Fabio Quintiliano; los doce libros de su Institutio oratoria se consideran la cumbre en cuanto a la teoría del género. Sin embargo, como ha demostrado Ernst Robert Curtius en su Literatura europea y Edad Media, la Oratoria influyó en el campo de la poesía y la literatura pasándole parte de sus recursos expresivos y retorizándola en exceso.

III, 1 Reseña Histórica de la Oratoria

Muchos tratados sobre oratoria y/o retórica que datan de los tiempos alboréales de los griegos cobran actual vigencia en nuestra globalizada sociedad; evidentemente, a ellos se suman las contribuciones de los romanos continuadores del ostentación cultural de los helenos, de aquellos tiempos nos han llegado importantes tratados sobre oratoria: los de Aristóteles; Arte retórica, los de Cicerón; "De la invención", "Del Orador" y "De la Perfección Oratoria", y el de Quintiliano; "Instituciones oratorias".

QUINTILIANO (c. 35-c. 95)

"Institutio Oratoria" constituyen su obra más afamada. En ellos trata de los métodos, fundamentos y técnicas de la enseñanza y de la oratoria. Pero, al margen de la grandeza oratoria de estas dos civilizaciones clásicas griega y latina podemos decir también, que nuestro país tiene un rico pasado en lo que a la práctica oratoria se refiere. Desde épocas preincaicas, según cronistas e historiadores, se hizo uso activo de la expresión oral en el territorio de nuestro país. No sólo para transmitir ideas o pensamientos, sino para preservar la propia "historia" de los pueblos del Tahuantinsuyo; en algunos casos, a través de los amautas y en otros, por medio de los quipucamayocs.

La expresión oral en una sociedad ágrafa sin escritura se convertía más que un arte en una imperiosa necesidad para preservar el pasado, la cultura, los conocimientos y la tecnología. A través de la transmisión oral, de generación en generación, se comunicaban infaliblemente mitos, leyendas y tradiciones para su perpetuación y difusión. Sino, no nos explicamos como un pueblo sin escritura pudo conquistar gran parte del territorio americano y apoderarse culturalmente sobre él. Evidentemente la oratoria de esos tiempos era diferente a la usada hoy.

En el tiempo de la "Conquista" la retórica hispánica se orientó principalmente a insuflar valor a las huestes invasoras para que pudieran enfrentar con valor al más colosal de los ejércitos americanos. Las palabras de Pizarro, exhortando a sus hombres en la Isla del Gallo -para que no lo abandonaran- constituyen quizás, uno de los discursos más antiguos pronunciados por estas latitudes. Asimismo, los discursos de los funcionarios de la Corona exhortando a los antiguos peruanos –quechuahablantes- a someterse al Rey de España, constituían discursos formales que prologaban, muchas veces, cruentas incursiones genocidas.

En la época de la Colonia, luego de la "Conquista", surge lo que bien podríamos llamar "primeros oradores profesionales". Su labor más característica era la de componer extravagantes y rimbombantes discursos para saludar la llegada de un nuevo virrey. El pueblo entero, con los oradores a la cabeza, partía hacía el Callao para escuchar la disertación que, por turnos, hacían estos señores. Eran piezas de retórica apologística, plagadas de elogios que hacían a un personaje que ni siquiera conocían

Durante la gesta emancipadora, los "peruanos", es decir de aquellos que se identificaban con la tierra donde habían nacido -y ya no con la metrópoli española- iniciaron jornadas independentistas para liberarse del yugo español. Estos precursores e ideólogos de la independencia se valieron tanto de sus escritos como de sus encendidos discursos, para inflamar la vena política y crear ese sentimiento de rebeldía y nacionalismo que permitió, años después, la independencia nacional.

Durante las luchas por la independencia, los caudillos militares supieron inflamar de valor a sus huestes con bizarros discursos militares, inculcando a través de sus palabras el amor a la patria americana y el valor y coraje para desligarse de la metrópoli española. Aun hoy se escuchan en nuestros oídos, las palabras vibrantes del Generalísimo Don José de San Martín al exclamar, en el más famoso de todos sus discursos: "¡El Perú es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y de la causa que Dios defiende…!" ¡Viva la patria! ¡Viva el Perú!

Con el advenimiento de la República, la oratoria se convierte en instrumento aglutinador y forjador de la identidad nacional. Como medio de trasmitir ideas, pensamientos y doctrinas, comienza a ser utilizado por los primeros presidentes del Perú; Manuel Pardo, Nicolás de Pierola y Augusto Leguía y por supuesto por los políticos más destacados; con su verbo radical y sus nuevas doctrinas filosóficas, pretenden crear conciencia para la creación de un nuevo Perú. Entre ellos tenemos a González Prada y a Haya de la Torre.

En épocas contemporáneas resaltan las figuras del arquitecto Fernando Belaunde Ferry -un orador inspirado que a decir de muchos, "leía" sin texto– sus palabras utilizadas con propiedad, eran un llamado constante a la defensa de los valores democráticos. Destaca también la figura de Alan García Pérez -aprista que recordaba los viejos tiempos de don Víctor Raúl Haya de la Torre- dueño de una oratoria torrencial y apasionada que muchas veces caía con facilidad, en la demagogia y el dramatismo oratorio.

De Alberto Fujimori Fujimori –penúltimo presidente- se puede decir que fué una persona carente de dotes oratorios, pero que este detalle parecía no importarle porque "otros" eran sus métodos para "convencer" a sus oyentes. En la actualidad tenemos a un Alejandro Toledo Manrique, que a decir de muchos es un destructor de las normas del buen hablar; sus alocuciones son una mezcolanza de español e inglés mal hablados y fuera de cualquier contexto lingüístico, a decir de sus críticos prima en él una predilección irrefrenable hacia la mitomanía.

El futuro de la oratoria

Vemos como a nivel nacional e internacional los viejos tratados de oratoria, griega y romana cobran inusitada vigencia para ser aplicados casi con desesperación por millones de personas que pugnan por dominar con eficacia el arte de expresarse con claridad y facilidad ante un público numeroso y variado. Por supuesto, dichos textos son modernizados y adaptados a las necesidades del hombre del siglo XXI de tal modo que el interesado pueda resaltar su personalidad y convertirse en líder del llamado Tercer Milenio.

Demóstenes

Uno de los grandes oradores de la antigua Grecia, pronunció convincentes discursos contra los reyes macedonios a los que consideraba una amenaza para la libertad de los griegos. Aquí aparece declamando en una playa.

Tipos de oratoria

V, 1 Oratoria Social

Denominada también oratoria sentimental, ceremonial o augural. Es la que tiene por ámbito propio, las múltiples ceremonias en las que le toca participar al ser humano en general; sean estas en el hogar, comunidad o a nivel institucional, académico o laboral.

V, 2 Oratoria Pedagógica

Es el arte de transmitir conocimientos y cultura general a través de la palabra hablada. Denominada también didáctica o académica. Su objeto específico es enseñar, informar o transmitir conocimientos. Utilizada por los profesores, catedráticos y educadores.

V, 3 Oratoria forense: Esta tiene lugar en el ejercicio de la ciencia jurídica. Se le conoce también como Oratoria Judicial y es utilizada en exclusiva, en el ámbito de la jurisprudencia para exponer con claridad y precisión los informes orales de jueces, fiscales y abogados.

V, 4 Oratoria Política: 

Busca exponer o debatir todas las cuestiones relacionadas con el gobierno de la actividad pública, pero partiendo de los principios e ideas políticas que ostenta el orador. Es utilizada en épocas electorales para persuadir y convencer a los votantes.

V, 5 Oratoria Religiosa:

Llamada "homilía" u oratoria "sacra". Es el arte de elaborar y disertar sermones a partir de la palabra de Dios, plasmada en la Biblia u otros libros religiosos. Trata sobre asuntos de fe y religión. Usada por los predicadores, curas, pastores y misioneros. 

V, 6 Oratoria Militar: 

Está abocada al ámbito castrense (Fuerzas Armada y Fuerzas Policiales.) tiene por objeto instruir la defensa y el amor por la patria y estimular las virtudes heroicas en los soldados. Los discursos en este tipo de oratoria son casi siempre leídos, pocas veces son espontáneos.

V, 7 Oratoria Artística:

El objetivo es producir placer estético. Involucra crear belleza con la voz, de modo que regocije el espíritu de los oyentes. Es usado por cantantes y artistas: teatrales, cineastas y televisivos. Asimismo lo utilizan los animadores, maestros de ceremonia y locutores radiales.

V, 8 Oratoria Empresarial: 

Denominada "Management Speaking"; es empleada por los hombres de negocios; empresarios, gerentes, vendedores y relacionistas públicos. Su esencia lo constituyen las relaciones humanas y la persuasión, para lograr el cumplimiento de los fines y objetivos corporativos.

http://creacionliteraria.net/2012/05/oratoriatipos/

Características de la oratoria

Acción oratoria

No solo consiste simplemente en hablar, puesto que el acto de habla, la mayor parte de las veces, se produce entre un emisor (individual) y un receptor que, por lo general también es individual: es una relación entre un yo y un tú.

Al contrario la acción oratoria se realiza siempre, entre un emisor individual, un yo, y un receptor colectivo, ustedes: se trata de un nítido acto sociocolectivo. Así como un maestro tiene que conocer los modos más eficaces de educar a sus alumnos, lo que significa manejar de manera profesional métodos que tienen un carácter histórico y científico, el orador tiene que dominar técnicas que, también adquiridas en un proceso histórico, garantizan la eficacia de la palabra oratoria. Al respecto, Georg Klaus, destacado investigador de la comunicación oratoria, ha señalado el poder de los símbolos políticos, en especial de los símbolos políticos lingüísticos como un poder histórico, con el que tiene que contar todo agitador y propagandista.

Aspectos oratorios

Es hablar con orden, con claridad, con entusiasmo, con persuasión, con eficacia, no es un lujo sino una necesidad. El 90% de la vida de relación consiste en escuchar o hablar; solo el 10% en leer o escribir.

Si la imagen que se quiere dar de sí mismo es la de una persona que sabe a dónde va, que tiene una actitud positiva hacia la vida, ideas dinámicas y don de gente, el lenguaje es el principal instrumento que deberá utilizar para transmitir esa imagen a quienes le rodean.

Así mismo otro aspecto importante de la oratoria es el saber hablar para ser escuchado. Lo notable es que el hecho de tener que hablar ante extraños, o en una simple reunión de trabajo, no parece ser una tarea sencilla, a la que la mayoría de las personas considere fácil.

En la oratoria, el emisor es estable: normalmente el orador habla, con una cierta extensión, hasta terminar a menos que lo interrumpan, lo cual es poco común y, por lo demás incorrecto. El receptor de un discurso también se comunica, incluso mientras el orador se expresa, y lo hace de diferentes maneras.

El público expresa su interés de muchas maneras mientras un orador pronuncia un discurso: siempre es posible para el orador darse cuenta de cómo se reciben sus palabras: el silencio del público es un aspecto a considerar y puede indicar, según el tipo de auditorio:

Un interés sostenido y reflexivo

Disociación, rechazo e, incluso hostilidad

Las señales y la postura del auditorio pueden servir, también de índice acerca de la actitud de los receptores. Un público donde hay muchas personas recostadas excesivamente en sus sillas, es una mala señal.

No es buen síntoma un auditorio inmóvil por completo, sin ningún movimiento, sin cambios de expresión en el rostro según se vayan exponiendo las ideas. La distribución del público en el espacio en el cual se pronuncia el discurso. Puede producirse un intercambio con el auditorio, luego de concluido el discurso, entonces el público, con sus preguntas y opiniones, deja ver su grado de interés. La intensidad de los aplausos luego de la despedida del discurso deja ver qué clase de acogida ha tenido el mensaje; finalmente lo más importante, el auditorio siempre da una respuesta, incluso en las diferentes clases de discurso.

Direcciones

Es necesario, ante todo, establecer una distinción importante en el conjunto general de la oratoria. Existe una diferencia entre disertación y discurso.

Disertación:

Es una comunicación oral, sobre un tema específico, que pronuncia un especialista para un auditorio formado por personas que, en algún grado, son también especialistas. En la disertación, el componente lógico es fundamental. Así, por ejemplo, una disertación típica es un ejercicio de graduación, en que e estudiante que va a graduarse expone una investigación profesional, generalmente llamada examen de tesis de licenciatura trabajo de diploma, tesis de maestría o de doctorado, ante un grupo de profesores o profesionales de este tema que el estudiante ha investigado. Es asimismo, disertación una conferencia magistral que dicta un profesor ante un grupo de colegas o de estudiantes.

Discurso: en el idioma español puede ser denominado como arenga, alocución, alegato, panegírico, peroración, apología, filípica, inventiva, apóstrofe, prédica. Tiene características que lo diferencian claramente de la disertación. Ante todo, el discurso no lo pronuncia un especialista en una materia dada, sino un orador. Por otra parte, tiene un componente lógico muy fuerte, pero este, en ciertas circunstancias se ve acompañado por otro: el componente estético artístico.

Estilos

Pueden distinguirse tres estilos fundamentales en la oratoria de todos los tiempos.

Estilo Ático o Humilde: es el que se observa en un discurso que se caracteriza por una gran corrección de lenguaje, y al mismo tiempo, por una expresión muy sobria, sin grandes lujos formales, ni imágenes poéticas, ni giros, ni ironías, ni metáforas en general. Lo que le importa al orador sobre todas las cosas, es la claridad conceptual, y es por eso que evita el lujo y el adorno de su expresión.

Estilo Rodio o Médium: se caracteriza por la suavidad del tono, por una belleza armónica del discurso. Aquí se atiende mucho a la claridad conceptual, como en el estilo ático, pero no se evita por completo el lucimiento de la expresión: pueden aparecer moderadamente metáforas, muestras de ingenio y otros recursos.

Estilo Asiánico o Vehemens: es amplio, copioso, tiende a la ornamentación, a la brillantez de expresión; puede incluso ser punzante, apasionado y ardiente, tiende a conmover al auditorio, a impactarlo emocionalmente, se caracteriza por ser frondoso, imaginativo y espectacular.

Se puede decir que la oratoria es una de las vías más usadas a la hora de comunicarnos entre sí los seres humanos, que la misma está regida por acciones, aspectos, direcciones y estilos, lo que lo identifica como una de las vías más organizadas en la comunicación humana.

http://www.ecured.cu/index.php/Oratoria

Importancia y fines de la oratoria

Importancia de la oratoria. En año el 450 a. C. el pensador ateniense Pericles acuñó magistralmente la frase "El que sabe pensar pero no sabe expresar lo que piensa, está en el mismo nivel del que no sabe pensar" , frase inmortal que hoy cobra alarmante vigencia pues al verificar las estadísticas, comprobamos que en nuestro medio, son escasas las personas que tienen la habilidad de hablar con efectividad y firmeza, a fin de transmitir sus pensamientos e impresiones sin que el miedo les paralice el cuerpo, cuando están frente a un público numeroso y variado.

En nuestra condición de instructores de oratoria, podemos asegurar que hablar en público no es algo imposible o inalcanzable, la facultad elocutiva requiere como cualquier otra facultad del hombre, cultivo y educación. Tengamos presente que una persona que no sepa expresarse correctamente ante los demás, esta condenada a fracasar y a ser relegada a un plano inferior, en cambio los que si dominan el arte de la elocuencia están destinados a sobresalir y a triunfar en todas las esferas de su vida.

Es importante recordar que el hombre es el único ser viviente que habla y que la palabra es uno de los dones más extraordinarios que posee, éste le permite manifestar la prodigiosa riqueza de su alma y establecer relación con sus semejantes. Por ello, llama la atención que en los centros escolares y de educación superior no se ponga especial atención en la enseñanza de la expresión oral. Se nos enseña a leer y a escribir pero nunca se nos enseña a "hablar" y mucho menos a hacerlo en público y con las técnicas apropiadas.

El arte de la palabra oral se ha constituido paulatinamente y a través de los siglos en un patrimonio cultural sin dueños ni formulas mágicas, de tal forma que ha sido conceptualizada acertadamente como "el arte de hablar en público" toda vez que el orador es un artista que combina armoniosamente; ademanes, gestos, expresión verbal y corporal, encausando todo ello a cumplir cabalmente los fines que ella conlleva, es decir; persuadir, educar, conmover y agradar.

Los fines de la oratoria

Es importante precisar que la oratoria, como toda ciencia o arte, tiene una serie de propósitos que anhela alcanzar a través de su práctica efectiva. Estos propósitos que también podemos llamar fines, han sido materia de debate desde los tiempos antiguos. Rememorar la diversidad de opiniones en torno a los fines de la oratoria, sería caer en una bizantina y fatigosa enumeración.

La divergencia de opinión suele tener sus orígenes en el tiempo y en el espacio geográfico en el que le toca desarrollarse. En esencia cuatro son los fines de la oratoria:

1. Persuadir

Implica convencer a otras personas de que nuestras opiniones e ideas son las correctas y moverlas a la acción de acuerdo con ellas. Involucra también la motivación para que otros realicen lo que en el fondo muchas veces no quieren hacer. Es el caso del vendedor que busca por medio de la persuasión que los clientes se sientan motivados a comprar sus productos o servicios. La persuasión se orienta a la voluntad de los receptores, por ello podemos decir que "es la actividad de convencer a nuestros semejantes para que tomen una decisión o hagan una acción determinada".

2. Enseñar

Comprende la acción de transmitir, a alumnos o discípulos, conocimientos y cultura general a través de la palabra hablada. Esta transmisión pedagógica se realiza en sesiones académicas, debates o incluso, en una plática común. Aquí la oratoria se orienta a la inteligencia de los receptores, su propósito es comunicar no sólo las noticias cotidianas sino, va más allá; transferir conocimientos de todo tipo por medio de un emisor y/o profesor, ya sea de manera formal; en los centros de enseñanza de diferentes niveles o, ya sea de manera informal; esto es en el hogar, la calle o la comunidad.

Oratoria Pedagógica

En la foto anterior, los alumnos de una clase – en una escuela de enseñanza primaria- levantan la mano para responder a una pregunta de la profesora.

3. Conmover

Involucra provocar por intermedio de la oratoria, determinados sentimientos, pasiones y emociones en el espíritu de las personas que escuchan nuestras palabras. El ser humano en la vida diaria llora, ríe, se asusta, se encoleriza etc. Es decir, experimenta emociones. Estas emociones también las puede crear un orador a través de sus palabras siempre y cuando estas lleguen a la fibra interna del público oyente. Si logramos conmover a nuestro público podemos cautivarlo y comunicarle satisfactoriamente nuestros sentimientos.

4. Agradar

Agradar es crear belleza con la palabra hablada; es decir, producir en el alma ajena un sentimiento de placer con fines determinados. La oratoria como entretenimiento se orienta al campo del sentimiento. Por eso, cuando leemos un libro de chistes o espectamos un programa humorístico, sentimos que perdemos todo contacto con la realidad, reímos y nos alegramos. Cuando escuchamos a un cantante, su voz; o nos agrada o nos desagrada, lo mismo ocurre con un conductor radial al momento de hablarnos románticamente con su voz impostada.

http://www.eumed.net/libros-gratis/2007b/302/fines%20de%20la%20oratoria.htm

Cualidades del Orador

Sean cuales fueran las tareas específicas que el orador deba realizar en una disertación y aunque muchas de ellas puedan parecer mecánicas o rutinarias, no puede pasarse por alto la importancia de la posición que ocupa como comunicador social y/o líder de opinión. Por ello, en el orador no sólo se valora la aptitud para el desempeño de las funciones como expositor sino también la idoneidad a través de una serie de cualidades que a nuestro entender debe poseer un orador de éxito y que a continuación presentamos.

IX.1 1° Cualidades Físicas: Estas cualidades tienen que ver con la apariencia personal del orador, no involucra que sea hermoso o de físico impresionante.

Implica el cumplimiento de una serie de pautas sencillas que le permitan resaltar su personalidad, de tal forma que constituya un conjunto armonioso y estético ante los ojos de los demás.

2 El aseo personal

Es la limpieza, cuidado, compostura y buena disposición de nuestro cuerpo. Ello transmite una agradable impresión a través del sentido visual y olfativo. El acicalamiento en nuestro peinado, maquillaje y perfume permiten un buen acercamiento de los oyentes hacía nosotros. El no bañarse o no cepillarse los dientes, a la larga van produciendo un hedor insoportable o un aliento nada agradable que pondrá una barrera entre nosotros y las personas con las que tratamos. Es recomendable el baño diario, el cambio de ropas con la misma frecuencia, el corte de uñas y de cabello en forma periódica.

3 El vestido

Es la cubierta que nos ponemos en el cuerpo para abrigo o adorno. Involucra el conjunto de piezas que sirven para cubrir nuestro cuerpo, pueden ser formales o informales según la ocasión en la que tengamos que utilizarlo. Constituye la prenda exterior completa de una persona y en el caso de los oradores constituye su uniforme de trabajo; esta vestimenta debe ser la adecuada para cada reunión oratoria debiendo primar los principios de elegancia, limpieza y una correcta combinación de prendas y/o colores. Recordemos que el vestido resalta nuestra personalidad, formalidad y pulcritud.

4 La actitud mental positiva

Es la condición subjetiva de nuestra mente; ésta nos permite tener una actitud mental positiva que nos impulsa a realizar lo anhelado o en su defecto, una actitud mental negativa que sólo apunta a buscar excusas para no realizar lo deseado.

Estas actitudes tienen que ver, principalmente, con nuestros pensamientos ya que nuestras acciones son el reflejo de ellos. Por ello, todo orador debe estar imbuido de actitud mental positiva para realizar sus exposiciones con entusiasmo y mucho optimismo; ello se logra a través de la autosugestión y del correcto uso de las técnicas de respiración y de relajamiento.

5 Gozar de buena salud física

Un orador con dolor de muela, dolor de cabeza o fuerte dolor de vientre, no podrá realizar con eficacia sus exposiciones, el dolor lacerante lo pondrá de mal humor o lo indispondrá para sus tareas. Lo recomendable es que periódicamente se acuda al médico para un chequeo general y evitar desagradables sorpresas. La labor un tanto estresante, conlleva a padecer de una serie de dolencias que al no ser atendidas o al ser mal curadas, pueden convertirse en crónicas y mortales. Se debe combinar una buena dieta con ejercicios matutinos para evitar el sedentarismo y las enfermedades psicosomáticas.

6 Gozar de buena salud psíquica

La mente también se enferma y puede producir lamentables estados de distorsión de la personalidad; paranoia, esquizofrenia y aún, psicopatía. Lógicamente una persona con desbarajustes mentales no podrá realizar a satisfacción su labor como orador, casi siempre tendrá problemas con sus superiores, compañeros de trabajo y más aún, con el público oyente. Una visita al psicólogo o psiquiatra es recomendable, pues a diferencia de las enfermedades físicas estas no se manifiestan pasivamente, sino a través de un accionar desequilibrado que perjudica el buen desempeño del orador.

IX.2 2° Cualidades Intelectuales

Estas cualidades están relacionadas con la facultad para conocer, comprender y razonar; implican un conjunto de características inherentes que todo orador debe desarrollar y utilizar con eficacia. Estas cualidades propias de la actividad mental, están al alcance de todos y sólo requieren de decisión para aplicarlas.

1 Memoria

El poder recordar nombres, rostros, situaciones y la ubicación exacta de documentos o cosas, constituye un requisito indispensable en la labor del orador, ello le permite evocar con facilidad, información que se necesita en lo inmediato. El llamar a las personas por su nombre, luego de haberlos reconocido, constituye una muestra de especial deferencia hacia el público con el que tratamos. Recordar la ubicación de documentos y cosas, nos permite realizar las labores con mayor rapidez. La memoria se ejercita a través de la observación minuciosa, la retención y la evocación.

2 Imaginación

Consiste en la facultad de reproducir mentalmente objetos ausentes; de crear y combinar imágenes mentales de algo no percibido antes o inexistente. El término imaginación, incluye dos características básicas: la renovación o "reexperimentación" de lo ya vivido (memoria), y la creación de imágenes mentales que antes no existían (imaginación). Los psicólogos distinguen entre imaginación pasiva, que recupera imágenes previamente percibidas por los sentidos y la imaginación activa, constructiva o creativa, mediante la cual la mente produce imágenes de sucesos o de objetos poco o nada relacionados.

3. Sensibilidad

Es la facultad de sentir física o moralmente los sentimientos de alegría, pena, dolor, compasión y ternura. Es una cualidad propia de los seres humanos, pero no por ello todos los tienen desarrollados en la misma medida. Existen algunos oradores que parecieran insensibles al dolor ajeno, dan la impresión de no interesarles para nada los sentimientos de sus congéneres.

A la larga, estas personas se hacen odiar y son publicamente vilipendiadas. En cambio, un orador que demuestre sensibilidad en su trato y en sus acciones se ganará el cariño y estima de las personas con las que trata.

4. Iniciativa

Es el ideal que nos mueve a realizar algo por voluntad propia sin que nadie nos lo diga, ordene o motive. Involucra la acción de adelantarse a los demás en hablar u obrar, es una cualidad personal que inclina a las personas a realizar acciones para alcanzar una ventaja competitiva. En la mente de todo orador debe estar presente siempre la frase: «la iniciativa es del interesado», si anhelamos lograr un objetivo, no podemos confiar sólo en la voluntad divina o en la buena voluntad de las personas; sino que, como interesados, debemos intervenir directamente para su concretización.

IX. 3 3° Cualidades Morales

La moral está relacionada a las costumbres y a las normas de conducta de una determinada sociedad. Por extensión, podemos decir que es el conjunto de normas de comportamiento que debe cumplir un orador, para que exista congruencia entre lo que predica y hace, en el ejercicio de su labor profesional.

  • 1.  Honradez:

Es una cualidad que involucra un proceder recto y honesto de parte de un orador. Actuar con honestidad significa, no apartarnos de los cánones morales establecidos por la profesión ya que muchas veces suelen presentársenos oportunidades o propuestas nada decentes, que bien podríamos aprovechar en beneficio nuestro. La falta de honradez significa una falta moral hacia nuestra profesión y el desprestigio para nuestra persona.

Un orador que no sea honrado, poco tiempo durará en su trabajo, pues las exigencias de su labor demandan de él, un proceder recto y honesto.

  • 2. Puntualidad

Es la cualidad de hacer las cosas con prontitud, diligencia y a su debido tiempo. Es ser exactos en hacer las cosas a su tiempo y de llegar a los sitios convenidos en la hora establecida. Napoleón Bonaparte solía decir: la hora es la hora… cinco minutos antes de la hora, no es la hora… cinco minutos después de la hora tampoco es la hora. y concluía diciendo: puedo perder una batalla pero nunca un minuto; las batallas se recuperan, el tiempo jamás La puntualidad es en esencia, una cualidad que todo orador debe practicar e interiorizar en su subconsciente.

  • 3. Sinceridad

Es el modo de expresarse libre de fingimiento y mentiras. Involucra hablar con veracidad y sin doblez. En la boca del mentiroso todo se hace dudoso; en cambio, en los labios de una persona sincera, todo es creíble y aceptado con confianza. Un orador debe ser sincero tanto en lo que dice como en lo que hace; existen ocasiones en las que se ve al orador fingiendo, descaradamente, estados de ánimos que no siente para tratar con personas o públicos que no les agrada. Piensa que el fingimiento no se nota, pero es evidente y causa serios problemas en la interrelación con nuestros semejantes.

  • 4. Congruencia

Es la relación que existe entre el pensar y el actuar, relación que muchas veces no es armoniosa, pues a menudo no hacemos lo que predicamos. Un orador puede manifestar en una exposición empresarial, que los cigarrillos son dañinos para la salud y que por eso no debemos fumar, pero al terminar su exposición, compra una cajetilla para fumarlos delante de su sorprendido público.

Todo lo que decimos debe tener su contraparte en la acción, caso contrario corremos el riesgo de caer en la demagogia o cháchara barata.

5 Lealtad

Es la cualidad de ser leal; es decir, convertirse en una persona incapaz de traicionar la confianza depositada en uno, o ser incapaz de engañar a quien le ha brindado su consideración. Se entiende por leal a la persona que pese a los graves problemas que se suscitan, no abandona jamás al compañero, jefe o institución para la que trabaja. Dícese, que la lealtad inspira la realización de acciones nobles, altruistas y hasta de sacrificio. Más que una cualidad, es una virtud que todo orador debe practicar a diario como parte de su comportamiento ético y moral.

http://www.eumed.net/libros-gratis/2007b/302/cualidades%20del%20orador%20frente%20al%20publico.htm

Los 10 mejores oradores del mundo

Hay personas que son populares y conocidos por sus discursos y sus cotizaciones. Hay gente recordaba de la historia, debido a las grandes discursos que han dado a luz. Oratorio es un arte de hablar en público en el que una persona requiere una gran confianza y conocimiento. Damos a conocer la lista de los 10 mejores oradores de todo el mundo se conoce todavía.

1 Pericles (495-429 aC) En el momento de las edades de oro, Pericles fue un gran orador en griego. Él era una persona muy influyente y se le dio el título del primer hombre de Atenas Dirigió durante 495-429 aC, y este período fue llamado a veces como el período de Pericles. Apoyó el arte y la literatura y por su culpa Atenas es considerada como el centro de la educación y la cultura de Grecia. También promovió la democracia ateniense y se le califica como un populista también. 

Él es conocido por haber dado una nueva definición a la palabra pública en Atenas. Su oración fúnebre era conocida porque era en realidad un discurso sobre los logros de Atenas que ayudaron a elevar el espíritu de la guerra

  • 1. 2. Demóstenes (384-322 a C)

Demóstenes fue otro orador y estadista de Atenas. Se acercó a su problema de tartamudez y comenzó a estudiar los discursos y oraciones de otros oradores griegos que incluían Pericles. Cuando daba discursos oficiales en Grecia se advirtió a la gente por lo general en oposición a Felipe, que fue el rey de Macedonia y padre de Alejandro Magno. Rey macedonio establecido en una misión para conquistar Grecia. Dio tres discursos muy duros contra el rey macedonio que fueron llamados como los Filípicas e incluso hasta la fecha, si alguien da un discurso en contra de alguien que se llama el discurso como Filípica. 

Abraham Lincoln fue un gran presidente de los Estados Unidos y estaba en posición desde el año 1861 hasta el año 1865. Él era un hombre educado yo y también se convirtió en un abogado. Lincoln fue un verdadero portavoz y tuvo tanto las cualidades de un orador requiere: conocimiento e intensidad. Lincoln era una persona que sabía lo que está hablando y lo que significaba que era conocido por ser el maestro de la declaración. Su habló principalmente sobre las objeciones a la esclavitud. Discurso de Gettysburg de Lincoln a pesar de ser sólo tres minutos de duración fue la piedra angular de su historia de América. Sus discursos unido a las naciones y establecer una base de optimismo americano.

 4. Winston Churchill (1874 -1965)

Cuando era joven oficial del ejército que tenía una breve estancia en la India en el año 1897, Winston Churchill escribió una línea muy bonita hablando de la importancia de la oración. La línea es "de todos los talentos otorgados a los hombres, nada es tan valioso como el don de la oratoria. Dio discursos inspiradores y muy famosos en el año 1940 durante el comienzo de la II Guerra Mundial. Estos discursos le hizo una muy renombrados oradores que ha conocido en la historia. El discurso que pronunció el 18 de junio de 1940 es de sus mejores discursos y el propósito de inspirar a la gente y aumentar su confianza durante la Segunda Guerra Mundial. Durante ese tiempo, Hitler y el imperio nazi era una amenaza para Europa y Winston Churchill en su discurso habló de los problemas que los europeos tienen que hacer frente si vinieran de Hitler. 

5. Mohandas Gandhi (1869 -1948)

Partes: 1, 2
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