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Perfil psicosocial del agresor y de la víctima en la violencia escolar (página 2)

Enviado por norkalog Arellano


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Capítulo I

El Problema

La evaluación de las acciones humanas juega un rol importante en los procesos de la vida social en todo lugar. Algunos conceptos, que son regularmente utilizados en dichas evaluaciones, resultan por sí mismos extremadamente difíciles y ambiguos. Uno de dichos conceptos es el de violencia, de manera genérica podría definirse la violencia como el uso de fuerza, o más generalmente, el uso de poder, de una manera tal que persigue dañar a otros en búsqueda de los fines propios.

El abuso de poder es una práctica antigua como el tiempo. Siempre han existido personas mayores y pequeñas que presentan conductas agresivas o que explotan los puntos débiles de los demás en su provecho. Pero en los últimos años se ha producido un incremento de la percepción general de la violencia como problema (Elliot, 1997:85). Parece que la sociedad está tomando conciencia de que estas conductas abusivas son perjudiciales para todos, tanto para el que las provoca, como para el que las sufre, así como para el entorno que las permite de una forma más o menos abierta o encubierta.

El significado y definición del término violencia es más controvertido, existen personas que utilizan el término violencia o comportamiento violento como sinónimos de agresión o comportamiento agresivo. Con esta definición, puede parecer natural hablar de violencia psicológica o incluso violencia emocional. Otros utilizan una definición incluso más amplia y emplean expresiones como violencia estructural o institucional. Por razones diversas, la violencia o comportamiento violento se define como comportamiento agresivo dónde el actor o autor utiliza su propio cuerpo o un objeto externo (incluso una arma) para infligir una lesión o un daño, relativamente grave, a otro individuo. La definición de delitos violentos en la ley criminal incluyendo el homicidio, ataque grave, robo y violación, se basa también en un entendimiento muy relacionado.

Dentro de este orden de ideas, Arellano, Méndez y Nava (2006:6) citando a Morea, definen violencia como:

…la violencia es una acción ejercida por una o varias personas en donde se somete de manera intencional al maltrato, sufrimiento, manipulación u otras acciones que atenta contra la integridad física como psicológicas o cualquier otro índole a las personas.

En éste proceso y quizás como parte de la información y los estudios realizados en relación al problema, de alguna manera las víctimas han ido tomando la palabra, poco a poco se van dando cuenta de que es necesario denunciar las agresiones. Y esto va ocurriendo en los distintos escenarios donde este tipo de violencia se ejerce, a veces con absoluta impunidad y otras con la connivencia de la autoridad responsable.

Dentro de éste marco referencial, cuando se hace alusión a aquellas conductas de maltrato y victimización por abuso de poder que se dan entre niños y jóvenes en edad escolar, el termino que se ha popularizado para identificar el mencionado problema es el de Bullying. Este fenómeno se enmarca en los comportamientos problemáticos de los jóvenes (agresión, indisciplina, vandalismo) con unas características propias que lo convierten en objeto de una atención especial. Se trata de una violencia desleal, que se va instalando poco a poco, como una nueva forma de relación.

Las causas de esta violencia son múltiples, pero hay que resaltar que reproducen inconscientemente ciertos valores de esta misma sociedad que los jóvenes en algunas ocasiones rechazan, son los valores de una sociedad que privilegia la ley del más fuerte, donde el diálogo no existe, los valores de una sociedad que no soluciona los problemas con la negociación y el pacto, sino con posturas intransigentes o con bombardeos de "consejos", y fáciles soluciones.

Olweus es uno de los primeros en estudiar el fenómeno de la victimización en el entorno escolar, que denomina Bullying y lo define como:

"…una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un/a alumno/a contra otro/a, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa e intencionada, sitúa a la víctima en una posición de la que difícilmente puede salir por sus propios medios. La continuidad de estas relaciones provoca en las víctimas efectos claramente negativos: descenso de la autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos, lo que dificulta su integración en el medio escolar y el desarrollo normal de los aprendizajes. (2002:20).

Considerando lo expuesto por el autor, puede afirmarse que el Bullying es uno de los problemas que más invalidan a los docentes, quienes no pueden o no saben como se debe actuar con las victimas y con los victimarios o cómo puede este fenómeno incidir en la conducta de ambos, ni que herramientas utilizar para llegar a cambiar las actuaciones que caracterizan al bullying.

En relación a lo planteado, el autor citado plantea, que un buen pronóstico a tiempo mejora siempre una conducta irregular que habitualmente suele predecir otras patologías psicológicas en la edad adulta. Un comportamiento excesivamente agresivo en la infancia, sino se trata, derivará probablemente en fracaso escolar y en conducta antisocial en la adolescencia y edad adulta porque principalmente son niños con dificultades para socializarse y adaptarse a su propio ambiente. Considerando lo expuesto es relevante que el docente este formado para actuar ante esta problemática.

El fenómeno bullying, representa una forma de conducta agresiva, intencionada y perjudicial, cuyos protagonistas son jóvenes escolares. No se trata de un episodio esporádico, sino persistente, que puede durar incluso años. La mayoría de los agresores o bullies actúan movidos por un abuso de poder y un deseo de intimidar y dominar a otro compañero al que consideran su víctima habitual.

En la escuela como institución, se generan interrelaciones personales entre todos los que constituyen la comunidad educativa, relaciones éstas dinámicas y por tanto cambiantes como consecuencia tanto de las características sociales que constituyen su contexto como de la propia dinámica interna. Estas relaciones deben estar fundamentadas en un sistema de convivencia basado en unas relaciones de respeto, de colaboración, de inclusión y profundamente signado por principios democráticos.

En los últimos años los problemas de convivencia en la escuela han atraído la preocupación de la comunidad educativa y actualmente trasciende ya a la sociedad en general al convertirse en centro de atención de los medios de comunicación de masas, que, posiblemente, han contribuido a magnificar el problema si bien no es, desde luego, algo baladí. Ciertamente, ha cambiado la forma de relacionarse los distintos sujetos en el ámbito escolar y un problema preocupante está afectando las relaciones interpersonales. Este problema son los comportamientos violentos entre iguales (alumno-alumno), entre alumnos-profesores y contra las cosas (instalaciones, material escolar, entre otros).

El maltrato escolar entre pares ha sido objeto de estudio muy reciente, para la década de los 80 y de los 90 atrajo la atención de diferentes países como Japón, Gran Bretaña, Holanda, Canadá, Estados Unidos y España y en los últimos 10 años tanto la investigación como la intervención y el desarrollo de políticas, a aumentado. En los Estados Unidos, este aumento de atención sobre este problema ha sido impulsado por algunos hechos muy publicitados acontecidos en algunas escuelas y en los que, en parte, el problema víctima / acosador estaba relacionado con los estudiantes implicados.

Dentro de ésta problemática cabe destacar la macro investigación realizada por Olweus y publicada en 1993, en las Escuelas de Noruega a más de 130.000 estudiantes, el instrumento utilizado fue un Cuestionario denominado Acosador/Víctima. Obteniendo los siguientes resultados: un estimado del 15% de los estudiantes del nivel elemental y de secundaria, correspondiente aproximadamente a edades entre los 8 y los 16, se veían involucrados en problemas de acosador/víctima con cierta regularidad (2 o 3 veces al mes) como acosadores, víctimas o acosadores-víctima. Este porcentaje representaba un estudiante de cada siete. Un 9%, aproximadamente, eran víctimas y entre un 6% y 7% acosaban a otros estudiantes con una cierta regularidad. Sobre un 1.5% de los estudiantes eran, a la vez, víctima y acosador (aproximadamente un 17% de las víctimas).

Sobre un 5% de los estudiantes se veían involucrados en formas más serias de acoso (como acosadores, víctimas o ambas cosas), con una frecuencia de una vez a la semana o con más frecuencia. Como las preguntas relevantes del Cuestionario se refieren sólo a la primera parte del primer trimestre hay pocas dudas de que las cifras que se presentan dan una estimación bajista del número de estudiantes involucrados en problemas acosador/víctima a lo largo de todo un curso.

Un nuevo estudio realizado por el investigador en el año de 2001 a las mismas escuelas en Noruega, que participaran en el muestreo de la investigación anterior. La muestra en este caso estuvo constituida por 11.000 estudiantes provenientes de 54 escuelas elementales y de secundaria Los resultados fueron muy parecidos al primer estudio; dado que el porcentaje de estudiantes víctimas había aumentado aproximadamente un 50% y el porcentaje de estudiantes involucrados en formas más serias de acoso había aumentado un 65%. Estos aumentos eran vistos como un indicador de desarrollo social negativo. Frente a esta situación real, es evidente que el acoso escolar es un problema considerable en las escuelas noruegas, un problema que afecta a un gran número de estudiantes.

Ahora bien, el tipo de resultados reseñados no es exclusivo de éste país solo hay que revisar la prensa internacional para comprobar los resultados de la violencia escolar, obligando esto a mirar de manera diferente la escuela y el aula como espacios de formación, interacción y construcción social de saberes pues, en palabras de Gómez Mayorga (2004:101), los docentes poseen "una visión miope que no se percata de la complejidad de los espacios en los que se labora". Aún cuando es frecuente escuchar a docentes y padres y representantes que manifiestan su preocupación ante la violencia o maltrato entre iguales, da la impresión que es muy poco lo que se hace para detectar, comprender y corregir este tipo de conducta.

De allí la necesidad de ampliar la visión y profundizar en la comprensión de las actuaciones de alumnos y docentes, de sus interacciones, con el fin de develar y revelar aquellas manifestaciones de violencia explícitas e implícitas, pues en muchos casos, da la impresión de que no se tiene consciencia de la carga de violencia que portan ciertas actuaciones los alumnos en el contexto escolar. Avalando lo expresado Ortega y del Rey (2003:20), manifiestan: "se desconocen las claves ocultas que, a veces, encierra el microsistema de relaciones interpersonales".

En este orden de ideas, Duarte (2005:136) en un estudio sobre la situación de la convivencia escolar en Medellín, refiere la falta de estudios sistemáticos y actualizados sobre el tema y, en consecuencia, las intervenciones que, en las instituciones educativas buscan mejorar el clima social, son poco eficientes.

En Venezuela solo se tiene que revisar la información de los medios de comunicación para inmediatamente detectar el incremento de casos de agresiones, robos, introducción al recinto escolar de armas blancas y de fuego, peleas entre alumnos con resultados nefastos. Esta situación y el saber que la educación es la piedra angular para la paz, han obligado al Gobierno y a Instituciones especializadas a realizar estudios para elaborar estrategias que permitan minimizar los niveles de violencia en las escuelas y que faciliten la formación de un individuo fortalecido en los valores relacionados con la ciudadanía.

Por otra parte, la educación en el marco de la Constitución de la República Bolivariana, sintetiza entre las categorías de la Nueva Escuela que dan esencia a la Educación Bolivariana, "la Escuela, espacio para la paz" (MECD,2004). Desde esa perspectiva, la escuela orienta el desarrollo de los valores de paz, tolerancia, diálogo, convivencia y solidaridad en los espacios escolares y su entorno. En el documento se plantea que la escuela como espacio para la paz implica el desarrollo de los valores de paz, tolerancia y solidaridad en los espacios escolares y su entorno. Para lograrlo, se proponen acciones preventivas y de seguridad con organismos e instituciones gubernamentales a la vez que se promueven en las instituciones diversas estrategias que fomentan la paz, la tolerancia, la convivencia y el respeto a las ideas.

Uno de los documentos que aborda lo planteado es el denominado "La Educación Bolivariana, Políticas, programas y acciones" (MECD, 2004) donde surgen propuestas que plantean desarrollar un nuevo tipo de sociedad humanista con fundamento en los principios de libertad, igualdad y justicia social para construir un país soberano, con desarrollo de la capacidad creadora de sus habitantes. En este sentido, la educación se plantea como un medio para responder a los requerimientos de la producción material en una perspectiva humanista y cooperativa, formar la cultura de la participación ciudadana, la solidaridad social, propiciar el diálogo intercultural y el reconocimiento a la diversidad étnica.

Considerando lo planteado en documentos oficiales venezolanos y en la Carta Magna, el trabajo con la educación para la paz implica cambios en la forma de interpretar las relaciones sociales, en la forma de resolver los conflictos que son inevitables en cualquier sociedad y en una vivencia de los derechos humanos. Para ello, los mecanismos de resolución de los mismos deberían ser la comunicación, el diálogo y la cooperación, aspectos estos que conforman lo que se conoce como mediación escolar; estas capacidades, además, deberían ser aplicadas en todos los ámbitos de la sociedad.

Formulación del problema.

Existe una gran preocupación social por el aumento de comportamientos violentos en los niños y adolescentes en las instituciones educativas en el país, que ha ido creciendo considerablemente en los últimos años y cada vez a edades más tempranas, produciendo graves problemas difíciles de afrontar en muchos colegios e institutos.

La adolescencia es una etapa en la que el joven experimenta grandes cambios de personalidad. Se producen cambios de conducta e inestabilidad emocional, son jóvenes con mucha energía que han de aprender a controlar sus impulsos. Es una etapa en la que están formando su identidad, por lo que sus futuros comportamientos dependerán en gran medida de cómo superen todos estos cambios. Los niños y adolescentes violentos son aquellos que no se ajustan a las normas, son impulsivos, intolerantes e inconformistas. En los colegios provocan disturbios y en ocasiones suelen actuar amenazando a sus compañeros.

Algunos de estos adolescentes llegan a participar en peleas, agrediendo físicamente por medio de golpes o con algún objeto o incluso con armas y pudiendo causar daño físico a él mismo o a otras personas en este caso puede ser un adolescente violento para convertirse en un delincuente. Todos estos aspectos fueron considerados para formar las siguientes interrogantes: ¿Cuáles son los tipos de violencia escolar?, ¿Cuáles son las características del perfil psicosocial del agresor?, ¿Cuáles son las características del perfil psicosocial de la victima?

Objetivos de la investigación.

Objetivo General.

  • Identificar el perfil psicosocial de los sujetos que intervienen en los tipos de violencia escolar.

Objetivos específicos.

  • Describir los tipos de violencia que se manifiestan entre iguales (Bullying).
  • Identificar el perfil psicosocial del agresor.
  • Identificar el perfil psicosocial de la victima.

Justificación del problema.

Las experiencias que tienen los niños y adolescentes con sus iguales, junto con las que proporciona la familia, la escuela y otros entornos sociales próximos, tienen una marcada influencia en la adaptación social de la persona a lo largo de su vida. Es muy importante resaltar el significado que posee las interacciones en el desarrollo de los niños y jóvenes, interacciones que facilitan el aprendizaje de un amplio abanico de habilidades y actitudes que influyen en el desarrollo social y que también contribuyen al desarrollo emocional y cognitivo en gran medida. A diferencia de las relaciones que los niños y jóvenes mantienen con los adultos, en las relaciones entre los propios niños y adolescentes domina la igualdad de estatus; es decir, sus relaciones tienen un carácter no jerárquico, se mueven en el plano de la simetría horizontal, de ahí la consideración de iguales.

Está claro que el tema del maltrato y la intimidación entre compañeros es un aspecto propio de la convivencia escolar y de los problemas de relación interpersonal y competencia social del alumnado. Sin embargo y a modo de justificación hay que fundamentar por qué el fenómeno del bullying es de preocupación para toda la comunidad escolar y universitaria.

Las distintas formas de violencia, intimidación y victimización que se producen en la escuela tienen consecuencias sobre todas las personas que en ella conviven. En la víctima produce miedo y rechazo del contexto donde sufre la violencia, pérdida de confianza en uno mismo y en los demás. Y otros problemas derivados de la situación a la que se ve sometido repetidamente: bajo rendimiento, baja autoestima, aislamiento.

La investigación aportará beneficios tanto para los investigadores, como para los alumnos y docentes, de toda la comunidad escolar, dado que este trabajo puede ser tomado como marco referencial para futuras investigaciones y análisis referentes al fenómeno Bulliyng.

Metodológicamente, la investigación busca mediante la aplicación de técnicas de recolección de datos, tales como: observación directa, información documental, entre otras, identificar el papel del docente ante situaciones violentas entre iguales, de manera tal que se identifiquen los elementos y factores que provocan las situaciones de violencia entre iguales en las instituciones educativas.

Para los investigadores, es importante ya que el desarrollo de este estudio, le permite la aplicación de todos los conocimientos adquiridos durante el transcurso de su formación, y por medio de esto aportar recomendaciones en función de los objetivos propuestos y planeados en la investigación.

Delimitación de la investigación.

Esta investigación se realizará específicamente en las Secciones: "A, B, C, D y E" del 5to Año, Liceo Bolivariano E.B.N. "Dr. Jesús Semprúm" de la parroquia: La Rosa del Municipio Cabimas y temporalmente comprendido desde Octubre de 2006 hasta 2007.

CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

Antecedentes de la investigación.

Diversos estudios se han realizado sobre la violencia escolar, entre ellos se encuentra el elaborado por García (2004) "Diseño de estrategias dirigidas a fomentar la convivencia en los alumnos de la Escuela Integral Bolivariana El Tamarindo Guarenas – Estado Miranda", su objetivo general fue "Diseñar estrategias que permitan fomentar normas de convivencia en la Escuela Integral Bolivariana El Tamarindo". Esta es una investigación de tipo Descriptivo, con una muestra de Ciento Cuarenta (140) Sujetos. Los aportes teóricos se basaron en los autores Arroyo (2000), Avanzini (1998), Torres (2002), Vallejo (1997), LOPNA, entre otros. El método utilizado para la recolección de datos fue la aplicación de actividades mediante la observación directa y listas de cotejo.

Según García (2004), se debe fomentar el uso de los medios pacíficos, como son el diálogo, el entendimiento, la negociación y la concertación para identificar y reconocer la existencia de los conflictos existentes en las aulas de clase, fomentando la no violencia y el respeto de los derechos humanos.

Los docentes tendrán la obligación de inducir y sostener la actividad de sus alumnos y alumnas, utilizando sistemas educativos que fomentar actividades que permitan establecer una convivencia armónica donde la paz se considere como valor humano, se desarrolle los aspectos morales, intelectuales, laborales, artísticos, políticos y contribuir a crear ambientes apropiados para el desarrollo armónico de las relaciones interpersonales. Las recomendaciones más resaltantes fueron: (1) Promover de manera sistemática educación y formación para la paz especialmente orientada a la niñez y la juventud. (2) Preparar a los docentes en el área de Resolución de Conflictos, como mediador, de esta manera se entenderá la oportunidad de dar una perspectiva distinta al conflicto, y considerarlo como parte de la convivencia escolar armoniosa que se quiere desarrollar. (3) Considerar la resolución de conflictos en el ámbito escolar implementando estrategias y técnicas de cooperación, comunicación, tolerancia, expresión positiva de las emociones, control de la agresividad, desarrollo emocional. (4) participación real de todos los miembros de la comunidad escolar, dándoles espacios para el diálogo y negociación, de manera que la convivencia, en ocasiones conflictiva, de los distintos intereses de las diferentes partes (padres, alumnos, profesores, administración y organizaciones sociales), encuentre siempre una canalización adecuada para el acuerdo y el compromiso en la toma de decisiones.

Las conclusiones se relacionan con la investigación propuesta, dado que se plantea utilizar estrategias orientadas a identificar y reconocer la existencia de los conflictos existentes en las aulas de clase, y además de preparar a los docentes como mediador para que pueda entender y manejar los conflictos presentados en las aulas de clases.

Por otra parte, Campo, Fernández y Grisaleña (2005) en su artículo publicado en La Revista Iberoamericana de Educación editada por la OEI Nº 38 (2005), titulado "La convivencia en los centros de secundaria: un estudio de casos". Se basa en una investigación de tipo descriptivo, dicho estudio se plantea en términos fundamentalmente cualitativos, aunque con elementos cuantitativos de contraste. Los objetivos de la investigación son (1) Identificar y describir estrategias utilizadas por centros de Secundaria en su intento de mejorar la convivencia, (2) Describir y valorar el conjunto de medidas que cada centro educativo utiliza en relación con los problemas que se abordan y con el contexto de actuación y (3) Clasificar los factores del clima escolar en relación con su incidencia en la convivencia en los centros (factores básicos/secundarios) y en relación con su viabilidad (sencillos/complejos en la puesta en práctica).

La muestra se ubicó en tres centros que trabajaban de forma positiva los problemas de convivencia, y que contaban con suficiente experiencia en este campo. Las aportaciones teóricas fueron suministradas por las conclusiones de varios estudios sociológicos, tales como Elzo (1996), Serrano y Hermida (1996). Dada la magnitud de la investigación las conclusiones se resumen en (1) Descripción de las situaciones previas, Los tres se convencen de que es más útil intentar dar respuesta al problema que vivir con él, además percibieron en los centros educativos que es necesario responder a los aspectos de desarrollo personal y social, junto a los académicos y cognitivos, aunque esto provoque algunas resistencias entre sectores del profesorado. (2) Conclusiones sobre el cuestionario del alumnado, el cuestionario utilizado consta de setenta (70) preguntas, de las cuales tres son de confirmación, cuyas únicas alternativas de respuesta son sí/no. Dos ítems son de respuesta múltiple, y pretenden conocer en qué lugares y en qué momentos se daban determinadas conductas. Los 65 ítems restantes son preguntas de percepción personal, que contestan en una escala valorativa (nunca, casi nunca, suficientemente, casi siempre y siempre) a la pregunta planteada. En ellas se indaga sobre temas claves de la convivencia.

Las conclusiones más resaltantes son: a.- El abuso entre iguales se efectúa sobre todo en el patio del centro, en menor medida en la clase, y también en otros lugares no especificados. Los momentos en los que con más frecuencia aparecen son en los recreos y en los descansos entre clases; b.- Amistad entre compañeros: para los tres centros es el que obtiene mayor valoración; c.- Participación en la elaboración de la normativa de centro: también en dos centros obtiene valoraciones ligeramente superiores al tres la pregunta sobre la participación de los delegados y delegadas en la elaboración de la normativa de centro, mientras que para el tercer centro se queda por debajo de esa cifra; d.- Elementos y componentes del proyecto de convivencia en los momentos iniciales, los centros comienzan a realizar actividades específicas de convivencia que giran en torno a dos ejes fundamentales: procesos de formación internos o externos del profesorado, y coordinaciones para abordar los problemas que surgen en la relación con el alumnado, todas las iniciativas se desarrollan con el decidido impulso del equipo directivo y de la coordinadora del Proyecto, ajuste de la normativa básica para el alumnado, que se realiza a partir de algunos principios explícitos. En relación al objetivo específico Nº 1, orientada a mejorar la convivencia entre los alumnos, beneficia a la investigación propuesta; dado que como lo establece una de las conclusiones responder a los aspectos de desarrollo personal y social, junto a los académicos y cognitivos de los alumnos. La recomendación relacionada es realizar actividades específicas de convivencia que giran en torno a dos ejes fundamentales: procesos de formación internos o externos del profesorado.

En el mismo orden de ideas Arellano, Nava y Méndez (2006), en su investigación "La formación de los docentes en la prevención de la violencia". Tipo de investigación Descriptiva; la población estuvo estructurada por 95 sujetos, representada de la siguiente forma 6 Br. Docente, 57 Lic. en Educación, 5 Técnicos Superior, 26 Ingeniero, 1 Orientador. Los aportes teóricos utilizados provienen de autores como Arellano, Zaragoza, Díaz y Martínez, Hernando, Martínez Zampa. Su objetivo generar fue el "Indagar si en la Escuela se Realiza Prevención y Tratamiento de la Violencia Escolar".

El resultado del estudio manifiesta como alto porcentaje de los docentes han presenciado hechos de violencia estudiantil en todas sus modalidades. Se evidencia la existencia de manifestaciones de violencia donde los alumnos utilizan objetos contundentes, reflejando como factor común que los docentes no están formados para actuar en una situación de violencia dentro del aula, al igual en que la Institución no se fomentan actividades en las que se desarrollen competencias tales como el convivir en democracia.

Las conclusiones se enfocaron en: (1) Aclarar los conceptos, técnicas y métodos para abordar la violencia escolar. El ambiente de aprendizaje fue favorecedor y estimulante, utilizándose estrategias dinamizadoras y aprovechando la actividad grupal para promover un aprendizaje colaborativo. (2) La Técnica de la Simulación al permitir reproducir escenarios de violencia que se le presentan a los docentes en su actividad diaria, facilitó vivenciar las situaciones, pudiendo así enfrentarse a la realidad e identificar y resolver problemas, y en función de ello tomar decisiones. (3) El aprendizaje fue significativo para los participantes, debido a que pudieron confrontar sus conocimientos previos y experiencias, en relación a la violencia y su forma de abordarla, con un nuevo conocimiento y el manejo de estrategias para enfrentar el conflicto en sus inicios, para evitar su escalada.

En atención a los resultados de la aplicación de la investigación, se derivan las siguientes recomendaciones: (1) Dictar los Talleres a las diferentes instituciones educativas para mejorar el desenvolvimiento de los docentes ante situaciones violentas. (2) Diseñar nuevos Talleres que fortalezcan la formación de los docentes en prevención de la Violencia. (3) Presentarlo al Ministerio de Educación para que de esa manera pueda llegar a otras instituciones.

Los resultados y conclusiones mencionadas, aportaron recursos teóricos para determinar ante situaciones de violencia entre iguales, el papel del docente, además de describir los tipos de violencia que se manifiestan entre iguales (Bullying), mediante la utilización de los conceptos, técnicas y métodos para abordar la violencia escolar.

bases teóricas.

VIOLENCIA.

Autores e instituciones como Aguado (2003:25), Sáez (2007:www.ucm.es), Organización Social de la Salud (OMS), coinciden en que, la violencia es toda acción intencional que dirigida a una persona puede causal daños tantos físicos, psicológicos, sexual y emocional, afectando el desarrollo integral del individuo causando a su vez daños irreversibles en su desenvolvimiento eficaz, como ser social generándose así privaciones e inestabilidad.

En otro orden de idea, la UNICEF (2007:www.UNICEF.org) y, la Real Academia (2007:www. Realacademia.com), agregan que la violencia es un comportamiento premeditado que puede causar daños físicos y psicológicos a otros sujetos. Este accionar se manifiesta en amenazas y ofensas contra otros, contra él mismo y contra el entorno.

En función de lo tratado se puede decir que la violencia es un comportamiento agresivo que de manera deliberada causa daños físicos, psicológicos, verbales, sociales y emocionales que afectan el desarrollo y la personalidad de otros sujetos considerados como victimas.

violencia entre iguales.

Cuando se habla de situaciones violentas en contextos escolares se piensa en peleas, robos o destrozos en el material y las instalaciones de los centros. Hay quien afirma que una dosis de agresividad entre los escolares es necesaria para formar adultos capaces de moverse en el mundo en que vivimos. Pero esta agresividad está pasando a convertirse en algo preocupante por la elevada incidencia con la que se produce y porque agrava sus conductas y altera el normal desenvolvimiento de la vida escolar. Ha adquirido mayor relevancia últimamente por el eco que recibe en los medios de comunicación y, en parte, también por la crudeza de algunos episodios recientes.

Olweus (1983:29), define Bullying como una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un/a alumno/a contra otro/a, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa e intencionada, sitúa a la víctima en una posición de la que difícilmente puede salir por sus propios medios. La continuidad de estas relaciones provoca en las víctimas efectos claramente negativos: descenso de la autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos, lo que dificulta su integración en el medio escolar y el desarrollo normal de los aprendizajes.

El Bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. El que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones, vejaciones, entre otras acciones, y así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años. La víctima sufre callada en la mayoría de los casos, el maltrato intimidatorio le hará sentir dolor, angustia, miedo, a tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras como el suicidio.

Puede afirmarse que es una conducta agresiva se manifiesta entre escolares, conocida internacionalmente como fenómeno bullying, y que es intencionada y perjudicial, cuyos protagonistas son jóvenes escolares. No se trata de un episodio esporádico, sino persistente, que puede durar semanas, meses e incluso años. La mayoría de los agresores o bullies actúan movidos por un abuso de poder y un deseo de intimidar y dominar. Un rasgo específico de estas relaciones es que el alumno, o grupo de ellos, que se las da de bravucón trata de forma tiránica a un compañero al que hostiga, oprime y atemoriza repetidamente, y le atormenta hasta el punto de convertirle en su víctima habitual.

La conducta bullying es la violencia mantenida, física o mental, guiada por un individuo en edad escolar o por un grupo, dirigida contra otro individuo también en edad escolar que no es capaz de defenderse a sí mismo en esta situación, y que se desarrolla en el ámbito escolar.

Tipos de violencia entre iguales.

Olweus explica que la violencia entre iguales ó bullying puede tomar varias formas, entre las cuales se destacan:

  • Violencia física: Es una agresión contra la integración física de otra persona, dicha agresión se manifiesta a simple vista y se delata la forma en que fue provocada, ejemplo: los dedos sobreimpuesto en las mejillas, los hematomas en el cuerpo y los moretones en los ojos que presentan las víctimas.

Este tipo de agresión incluye empujones, puñetazos, patadas, agresiones con objetos duros y cortantes, como: hojillas, vidrios, navajas, tijeras, puntas de compás, y hasta se puede ocasionar heridas y aruños con lápices u otros materiales utilizados por los estudiantes.

  • Violencia verbal: Son todos aquellos actos en los que una persona lastima verbalmente a otra persona, esta se manifiesta por medio de agresiones como gritos, insultos, sobrenombres, comentarios sarcásticos y burlas que exponen a la víctima al público, incluyen expresiones como: "eres inútil" ó "no sirve para nada", entre otras.

También son frecuentes los menosprecios en público o resaltar y hacer patente en forma constante un defecto físico o de acción, seguida del aislamiento social. Los patios, pasillos, los baños, las entradas y salidas de los centros escolares, son lugares comunes y frecuentes de expresión de este tipo de violencia. Pero tampoco es extraño que a lo largo del tiempo (en ocasiones de meses o años) el espacio físico se extienda a medida que se consolida el proceso de victimización.

  • Violencia psicológica: La violencia psicológica no es una forma de conducta, sino un conjunto heterogéneo de comportamientos, en todos los cuales se producen una forma de agresión psicológica.

En todos los casos, es una conducta que causa un perjuicio a la víctima, estas acciones van encaminada a minar la autoestima del individuo y fomentar su sensación de inseguridad y temor a la agresividad verbal y física, cuanto más tiempo persista, mayor y más sólido será el daño. Esta violencia se manifiesta con un insulto puntual, una altanería, una palabra o una mirada ofensiva, comprometedoras o culpabilizadoras.

La violencia psicológica tiene mil caras; algunas son obvias, otras, prácticamente imposibles de determinar como tales, pero todas las formas de violencia y acoso psicológico dejan sus secuelas. Existen algunas características notables en sujetos que han sufrido violencia psicológica, las cuales son:

  1. Pasividad, timidez, problemas de aprendizajes.
  2. Inhibiciones en los juegos.
  3. Comportamientos autodestructivos (Intentos de suicidios, fugas del hogar.
  • Violencia social: Son acciones violencias que se manifiestan en el contexto social donde se desenvuelve el individuo, tales como: propagación de rumores descalificadotes y humillantes, que pretenden la exclusión y aislamiento del grupo del sujeto, con el fin de contrarrestar su desenvolvimiento en su entorno y que este sea víctima de su propia inseguridad.

Este tipo de violencia se evidencia como lucha en torno a los valores, pretensiones o intereses, respecto de poder, status o redistribución de recursos, en los cuales los objetivos de los participantes no son solo obtener los valores deseados sino también neutralizar, eliminar a los rivales, en una contienda entre individuos y colectividad, o entre unos y otros. El análisis y la explicación teóricas de los conflictos son una variable de muchos fenómenos tales como el: cambio social, la lucha por el poder y la influencia.

Perfiles psicosociales de la violencia.

  1. Perfil Psicosocial del agresor.

El rasgo distintivo es la agresividad que éstos manifiestan no sólo frente a sus compañeros sino también hacia sus profesores, padres y hermanos. Muestran además una actitud positiva hacia la violencia, manifestándose de forma violenta con más asiduidad que sus iguales. Suelen ser físicamente más fuertes que sus víctimas y bastante impulsivos y autosuficientes.

Las características personales no constituyen los únicos elementos responsables de los ataques que los agresores realizan sobre sus víctimas, la aparición del matonismo, como también se le denomina, se ve favorecida también por ciertas condiciones situacionales. El matonismo aparece cuando la víctima se ve obligada a compartir el medio con los agresores. Si existe la posibilidad de huir, la víctima en la mayoría de las ocasiones lo hará. Por el contrario, no es frecuente la aparición de ataques en presencia de personas, padres, profesores, personas mayores o compañeros con poder, que puedan censurar al agresor por su conducta.

A través de los diferentes estudios e investigaciones, Olweus determina que los perfiles psicosociales son todos los aspectos tales como: Personalidad, Sociales, Físicos y Sociales de la Victima y/o Agresor; estos aspectos o características son posibles de identificar y algunos autores como Riobo, E (2005), Sevilla C y Hernández M (2006) coinciden con las características dadas por el autor, entre las que se destacan:

Aspectos Básicos del Perfil del Agresor.

Personalidad del Agresor.

  • Agresivo y fuerte impulsividad. Son las personas que ofenden ó provocan a los demás. Que implican provocación ó ataques y al mismo tiempo se deja llevar por la emotividad del momento.
  • Ausencia de empatía.
  • Poco control de la ira. Es cuando ante situaciones de tensión el sujeto puede llegar a perder el control en su comportamiento pudiendo inclusive llegar a la agresión de la persona o personas, que se piensa pueden ser causantes o responsables de la situación.
  • Percepción errónea de la intencionalidad de los demás: siempre de conflicto y agresión hacia él. Es la persona que siempre se muestra a la defensiva, siempre cree que otras personas lo están agrediendo y suele exhibirse como victima para excusar su propia conducta.
  • Autosuficiente, jactanciosos. Se define como una persona que actúa con suficiencia presunción, engreimiento, se muestran fanfarrones y arrogantes, ante cualquier situación creyendo que nunca necesitan ayuda.
  • Capacidad exculpatoria. Sin sentimiento de culpabilidad (el otro se lo merece). Son personas que se la pasan divulgando sus actitudes agresivas contra otros sin ningún remordimiento de conciencia, son incapaces de darse cuenta que le están haciendo daño a otros.
  • Bajo nivel de resistencia a la frustración.
  • Escasamente reflexivo/a ó hiperactivo. Son individuos hiperactivos que se muestran inquietos, impulsivos, con falta de atención, agresivos y desobedientes. Con frecuencia están distraídos, no pareciendo escuchar cuando se le habla, no saben jugar solos y las relaciones con sus compañeros se caracterizan por peleas y discusiones.
  • Incapacidad para aceptar normas y convenciones negociadas. Las personas agresivas no admiten perder, no son capaces de seguir las reglas y normas; su problema le hace que no sepa mantener la disciplina en clase y esto hace que sean rechazado por sus compañeros.
  • Déficit en habilidades sociales y resolución de conflictos. La relación con sus compañeros no es buena, lo rechazan, por las diferentes actitudes que manifiestan ante el grupo (agresividad, impulsividad…), nunca están dispuesto a una solución de un problema. .
  • Su evolución en el futuro puede derivar, si no se trata hacia la delincuencia o la agresión familiar.

Aspectos Físicos del Agresor.

  • Sexo masculino. Por lo general son los varones los que se imponen o se enfrentan en conflictos.
  • Mayor fortaleza física. Las personas que agraden, frecuentemente tienen mayor fortaleza física ante su oponente y ante el sexo femenino.; su superior fortaleza física se produce respecto a sus compañeros en general y de las victimas en particular.

Características del Ámbito familiar del Agresor:

  • Carencia de fuertes lazos familiares, por lo general consecuencia de la carencia de afecto y de dedicación con los suyos, esto incrementa el riesgo de que el niño y/o adolescente, se convierta más tarde en una persona agresiva con lo demás.
  • Emotividad mal encauzada en la familia. La familia juega un papel muy importante en el desarrollo de la personalidad del sujeto, ya que ella va a ayudar a fomentar con su apoyo, a través de la orientación y el afecto, la conducta. Siendo necesario para esto, una comunicación efectiva que permita conocer los sentimientos y emociones del niño o adolescente, para poder orientar en función de los valores, el sentir del sujeto. Si estos no son tomados en cuenta, los conllevara a actuar de manera agresiva en su contexto provocando con eso sentimientos de frustración.
  • Permisividad familiar respecto al acceso del niño a la violencia: Uno de sus graves problemas que origina esta situación e la no existencias de normas o estas no están definidas claramente por lo cual los hijos no saben lo que se espera de ellos Los padres permisivos dificultan a los hijos diferenciar lo que les hace bien de lo que no.
  • Reflejo de cómo ejercen sobre él la violencia. Si partimos del hecho que para cualquier persona las actitudes agresivas son perjudiciales, ya que son conductas intoleradas, esto se agrava si son niños y/o adolescentes, sometidos a violencia familiar, las relaciones con los padres, se vuelven críticas, manifestándose actitudes desafiantes, rebeldes y de constante discusión.
  • Si los padres o los maestros no le prestan suficiente atención, es decir no muestran afecto, dedicación, tolerancia…, puede generar sentimientos, estados y sensaciones de inseguridad, fracaso o insatisfacción, por no sentirse importante, y incidiendo en que se conviertan en rebeldes y agresivos, como una forma negativa de buscar atención de los adultos significativos, y se refugian en el grupo de amigos, con ellos se sienten acogidos, protegidos, importantes y valorados, lo que les refuerza y da seguridad para acosar a otros compañeros. García, C., Garrido,A., Judity Otros (2005)
  • El Modelaje: Al ver a sus padres o a sus hermanos mayores obtener lo que quieren poniéndose en actitudes violentas. Este modelo de comportamiento tiende a imitarse para conseguir lo que se desea, sin importarle nada ni nadie.
  • Está expuesto a mucha violencia en el cine la televisión o en los videojuegos. En las personas el uso y tiempo que hacen de la televisión y los programas de acción en cierto modo elevan el grado de nivel de agresividad en los niños, niñas, jóvenes, adultos, adultas, que los ven frecuentemente.

García, C., Garrido. A., Judit y Otros (2005), plantean que en ocasiones los niños y/o adolescentes, pueden comportarse, cuando están solos con la víctima, tolerantes y sin agresividad, sin embargo al unirse con los amigos que avalan y aplauden su comportamiento, se inicia el acoso, respondiendo a la presión de los demás. Dicen los autores mencionados que a veces no son plenamente conscientes de que están haciendo tanto daño, pueden pensar que se están divirtiendo y producto de sus inseguridades, buscan demostrar su superioridad, para tener y afianzar su reputación y para hacerse más popular. Con ello, se deduce que la presión, las demostraciones de poder y el qué dirá el grupo es determinante en estas edades, y es un factor impulsor e la violencia entre iguales. En otras ocasiones, el acosador no tiene una verdadera conciencia del daño que causa a su víctima ya que él lo ve como un simple juego y cómo el método para destacar ante los demás y sentirse realizado.

Características del Ámbito Social del Agresor:

  • Dificultades de integración social y escolar: Les cuesta y se les dificulta relacionarse con un grupo, ya que por su conducta agresiva logran aislarse y a su vez ser rechazados en el contexto donde se encuentren.
  • Bajo interés por la escuela. El rendimiento académico disminuye notablemente, y el interés por los estudios es cada día menor, ya que la violencia en las aulas perjudica la calidad de la educación y no permite el desarrollo de los jóvenes, además que los problemas asociados a su actuación violenta y su visión hostil del entorno, pueden afectar el tener metas claras y un proyecto de vida asociado a su preparación educativa,
  • No asume responsabilidades. Los jóvenes con características de agresividad, por lo general no se sienten comprometidos a responder y/o aceptar las consecuencia de sus acciones, igualmente ante actividades donde participa, no cumplen con las asignaciones que le corresponde generando reacciones no favorables de sus compañeros.
  • Capacidad para ser populares. A pesar de que cada individuo es diferente en función de sus experiencias y situación personal, por lo general son líderes en el grupo, con vocación de protagonismo, obteniendo beneficios de tales prácticas (prestigio, recompensas materiales). García, C., Garrido,A., Judity Otros (opcit)
  1. Perfil Psicosocial del la Víctima.

Siguiendo a Olweus, en cuanto a las víctimas, se distinguen dos grupos: las víctimas pasivas, no responden a los ataques y son sujetos inseguros, y las víctimas provocativas que son individuos violentos y desafiantes que cuando la ocasión lo permite adoptan el rol de agresor compartiendo todas sus características. Las víctimas pasivas, por constituir el grupo más numeroso, suelen aparecer como personas inseguras y ansiosas, dependientes, su autoestima es menor que la de sus compañeros, y su actitud hacia la violencia es negativa. Son también individuos sensibles, retraídos, miedosos y propensos a problemas emocionales. Cuando son atacados suelen reaccionar con pánico, y en edades tempranas a menudo con llantos. Su conducta parece señalarlos como inseguros, débiles y poco propensos a responder a los ataques. En lo concerniente a su físico, son más débiles que la mayoría de sus compañeros.

  • Aspectos Básicos del perfil de la víctima.

En relación al perfil de la victima Olweus señala algunas de sus características, en muchas de ellas coinciden autores e Investigadores como Ortega (2004), Menéndez I., 2004. Gómez A., Gala FJ y Otros (2007), Losada M, Losada N y Otros (2007), podría siguiendo sus aportes considerarse las siguientes

Personalidad de la víctima.

  • Personalidad insegura. Son personas que se muestran débiles, inseguras, ansiosas, tranquilas y con un bajo nivel de autoestima, la opinión que ellos llegan a tener de sí mismo y de su contexto es muy negativa.
  • Baja autoestima (causa y consecuencia del acoso escolar). Para quienes pueden tener consecuencia más nefastas, es la victima, ya que esto puede desembocar en fracasos y dificultades escolares, niveles altos y continuos de ansiedad, fobia a ir al colegio, en definitiva conformación de una personalidad insegura e insana para el desarrollo correcto integral de la persona (Menéndez I., 2004).
  • Alto nivel de ansiedad. El estado de ansiedad se manifiesta como: preocupaciones, angustias, intranquilidad e incluso cuadros depresivos.
  • Débiles y Sumisos. Se muestran intimidados y sumisos, ante cualquier situación que para él sea incontrolable, son por lo general introvertidos y tímidos, presentando dificultades de relación y de habilidades sociales, lo que incide en que tengan pocos amigos, estando generalmente solo.

Los jóvenes que son victimas presentan una indefensión aprendida, pareciendo entrar en una espiral de victimización después de sufrir uno o dos episodios de agresión por parte de otros. Seguramente su incapacidad para afrontar un problema poco serio, les lastimó la autoestima y empezaron a considerarse víctimas antes de serlo.

  • Aspectos físicos de la víctima.

Considerando los aspectos señalados por Menéndez I., (opcit).se resaltan las siguientes características:

  • Frecuentemente son varones. Dado que por lo general son éstos los que están involucrados en actos violentos y por esta razón, llegan a ser objetos de agresión.
  • Menos fuertes físicamente.
  • Rasgos físicos (gafas, obesidad, color de pelo), pertenecen a alguna minoría (niños y niñas de raza diferente), una vez que el agresor elige a la víctima explotaría estos rasgos diferenciadores.
  • Ámbito familiar de la víctima:
  • Sobreprotección familiar. Son niños y/o adolescentes que están constantemente vigilados por sus familiares, no los dejan ser independientes de sí mismo, por temor a que les pase algo y no estar allí para protegerlos.
  • Niños dependientes y apegados al hogar familiar, no saben defenderse y desenvolverse por sí solo, si no que depende de otros (familia) para hacerlo, esto hace que sean controlados por sus padres.
  • Ámbito social de la víctima.
  • Mayor dificultad para hacer amigos. Son niños y/o adolescentes a los que les cuesta hacer amigos y que, cuando lo hacen, se apegan excesivamente a ellos, creando unos lazos de gran dependencia, por lo general se suelen sentir obligados a obedecer. Incluso cuando no están de acuerdo con lo que los amigos les proponen. Esto crea vulnerabilidad social. y predispone a la sumisión y a la victimización.
  • Son los menos populares de la clase. Con pobre red social de apoyo (compañeros y profesores) no mantienen tras de sí un grupo que los proteja, generándose el aislamiento social. Si no encuentran una forma de reorganizar su vida social, pueden profundizar en su soledad y crearse un estado de miedo, que predispondrá a los otros contra él/ella. El niño o adolescente que es víctima de otros, puede recluirse en sí mismo, sin que los adultos significativos para él, sepan muy bien por qué lo hace.
  • No participan habitualmente en salidas del grupo, dado que no son tomados en cuenta para participar, colaborar en actividades grupales e ir de paseo o divertirse con los demás compañeros.
  • Por lo general son molestados con risas o abucheos repetidos en clase.
  • El sentirse vulnerable, hace que tenga faltas frecuentes a clase, pudiendo indicar que no quieren acudir por miedo y que no se atreven a decirlo.
  • Pueden quejarse de forma insistente de ser insultados, agredidos y burlados y de que le roban sus cosas, insistiendo que pierde su material escolar, les faltan materiales, libros, entre otros objetos personales.
  • Presentan cambios inexplicables de estados de ánimo, tristeza. aislamiento personal, poco comunicativo, lágrimas o depresión sin motivo aparente, es por eso recomendable estar atento a la aparición de comportamientos no habituales y cambios de actitud.
  • Escasas o nulas relaciones con los compañeros/compañeras.
  • Evidencias físicas de violencia y de difícil explicación, moratones. rasguños o cortaduras cuyo origen el niño y/o adolescente no alcanza a explicar, ropa rasgada o estropeada.

Sistema de Variables

Variable I. Situaciones de violencia entre iguales.

Definición conceptual de la variable.

Conducta de persecución física y/o psicológica que realiza un/a alumno/a contra otro/a, al que elige como víctima de repetidos ataques. Olweus (1983:29).

Definición operacional de la variable.

La violencia escolar es uno de los temas que más preocupan a la sociedad actual. Una problemática en la que es muy necesaria una investigación de calidad que oriente las prácticas y las intervenciones de los adultos en la familia y en la escuela; por lo que es necesario establecer el papel del docente ante situaciones violentas entre iguales.

OPERACIONALIZACIÓN DE LA VARIABLE.

Cuadro Nº 1.

Operacionalización de Variable.

Objetivo General: Identificar el perfil psicosocial de los sujetos que intervienen en los tipos de violencia escolar.

Objetivos Específicos

Variable

Dimensión

Indicadores

Ítems

Describir los tipos de violencia que se manifiestan entre iguales (Bullying).

Situaciones de violencia entre iguales

Tipos de Violencia

Violencia física

Violencia verbal

Violencia psicológica

Violencia social

 

 

1-3

4-6

7-9

 

10-12

Identificar el perfil psicosocial del agresor.

Perfil Psicosocial

Aspectos básicos del perfil del Agresor

 

Personalidad del agresor

Aspectos físicos del agresor

Características del ámbito familiar del agresor

Características del ámbito social del agresor

13-19

 

20-22

 

23-29

 

 

 

30-33

Identificar el perfil psicosocial de la victima.

Aspectos básicos del perfil de la víctima

 

Personalidad de la víctima

Aspectos físicos de la víctima

Ámbito familiar de la víctima

Ámbito social de la víctima

 

34-38

 

39-42

 

43-45

 

46-48

Fuente: Forero, Montero, Quintero, 2008.

CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

Para desarrollar ésta investigación se requiere elaborar un diseño metodológico el cual aborde de manera sistemática y coherente, a través de la implementación de métodos y técnicas que garanticen la aplicación científica, de tal manera que el estudio se adecue al problema y a los objetivos planteados.

En este sentido, en el presente capítulo se presenta el tipo de investigación, su diseño, población y muestra, así como los aspectos teóricos relacionados con la construcción y validación del instrumento y el procesamiento de la información; además del procedimiento de la investigación, lo cual permite recabar los datos pertinentes para determinar los tipos de violencia escolar y el perfil psicosocial del agresor y de la victima.

TIPO DE INVESTIGACIÓN

El presente trabajo es de carácter descriptivo, dado que se describen y analizan los resultados obtenidos del proceso de investigación, con el propósito de determinar los tipos de violencia escolar y el perfil psicosocial del agresor y de la victima.

Al respecto, Chávez (2001:135) define la investigación descriptiva como "aquella que se orienta a recolectar información relacionada con el estado real de las personas, objetos, situaciones o fenómenos; tal como se presentaron en el momento de su recolección". Es por ello, que este tipo de investigación se adapta al estudio en cuestión, dado que permitió recopilar información de manera individual en un área específica de las instituciones analizadas.

DISEÑO de investigación

El diseño de investigación tiene como finalidad abordar el objeto de estudio como fenómeno empírico para confrontar la visión teórica del problema con los datos de la realidad. Por tal motivo, el tipo de diseño corresponde al "no experimental", debido a que no se manipula deliberadamente las variables de estudio, sino que se hizo una descripción de los datos obtenidos mediante las técnicas del cuestionario.

Al respecto, Chávez (2001), señala que la investigación no experimental es cualquier investigación en la que resulta imposible manipular variables o asignar aleatoriamente a los sujetos o las condiciones. Asimismo, la investigación se identifica con el tipo de diseño transeccional descriptivo, cuyo objetivo principal es indagar la incidencia y los valores en la cual se manifiesta una o más variables. Este diseño posee una visión del estado de la variable, indicadores que permiten determinar los tipos de violencia escolar y el perfil psicosocial del agresor y de la victima.

Partes: 1, 2, 3
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