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Las drogas: un problema personal, familiar y social


Partes: 1, 2, 3, 4, 5
Monografía destacada
  1. Introducción
  2. Las drogas: uso de las drogas propiamente dichas, el alcohol y la coca
  3. Apoyo e intentos del control de uso de drogas
  4. Sus efectos en los cambios personales, familiares y sociales sobre el uso de las drogas
  5. Apoyo e intentos de control de uso de drogas
  6. Conclusiones y recomendaciones
  7. Bibliografía

Introducción

El presente trabajo nace a iniciativa propia, a raíz de una experiencia personal que tuve hace algunos años atrás, a efectos de apoyar en cómo evitar el consumo de drogas, cualquiera sea su origen, y que aborda el tema del uso de aquellas y sus consecuencias en el contexto personal, familiar y social.

Es más común hablar sobre el consumo de drogas, en todas sus variedades, por decisión propia; sin embargo, mi caso personal, fue distinto, el uso de drogas (narcóticos, como: tramal, codeina, petidina y morfina) se me fue inducido a raíz de dolores de la columna vertebral por operaciones que se me practicaron. Empecé usando el tramal y poco a poco llegué a la morfina; sino no hubiese sido por el apoyo de mi familia y del tratamiento desinteresado del psiquiatra, Dr. Edwin Apaza, talvez no estuviese contando esto; es por ello mi interés en escribir este trabajo.

Cuando se trata de drogas y alcohol, cualquiera de ellos es nocivo, pero no siempre ambos están involucrados. Sobre el tema del uso de la coca, lo abordaremos más adelante; pues es un tema que requiere un análisis por separado. El alcohol es la más aceptada de las dos en la sociedad y puede ser la causa principal de los problemas en un matrimonio o relación. Si bien ambos pueden tener las mismas consecuencias. La mayoría de las veces sólo se habla de cómo es el hombre el que tiene el problema con la bebida, pero a veces es la mujer, en cualquiera de los dos casos, los efectos sobre las familias y la sociedad siguen siendo los mismos.

Uno de los muchos efectos en la persona que consume drogas o alcohol es el hecho de que se vuelven muy irresponsables, no sólo respecto de sus funciones para con la familia normal, sino también con el empleo, por ello afirmamos que las consecuencias de su uso, resultan perjudiciales, no sólo en el ámbito familiar, sino también en el ámbito social y cultural. La mayoría de las personas que consumen estas sustancias han tenido alguna experiencia relacionada con una persona que tiene problemas de alcohol o drogas, ya se trate de un o una cónyuge, una amistad, empleado o incluso un empleador.

El consumo de drogas constituye un problema de salud pública, entendido este término en su más amplio sentido, para comprender en él no sólo los problemas de carácter estrictamente sanitario sino también los que afectan al bienestar personal y familiar de los afectados y las consecuencias sociales que conllevan las drogodependencias. Para comprender el problema del consumo de drogas se debe tomar en cuenta una serie de elementos que se interrelacionan entre sí, tales como: drogas, considerando su poder adictivo, los tipos y la disponibilidad.

Consumo de drogas es un problema social.

Ciertamente, en la actualidad el consumo de drogas se presenta como un problema social por la diversidad de factores que intervienen en su aparición y desarrollo. Cuando se trata de explicar las razones, se observa una gran diversidad de elementos que contribuyen a la comprensión del problema; esto se debe:

Por su carácter masivo: el consumo de drogas dejo de ser una situación que afecta a la salud de unos pocos para convertirse en un problema a gran escala, de impacto múltiple, cuyas conciencias negativas afectan no solo al individuo, sino a la sociedad en su conjunto. Es una problemática que afecta a los niños, jóvenes y adultos de ambos sexos, también a padres educadores, trabajadores, empresarios, líderes comunitarios, entre otros.

Por ser un problema multicausal: en la aparición y desarrollo de la problemática de las drogas intervienen muchos y diversos factores, entre otros, de carácter individual (biológico, psicológico y espiritual); familiar; laborar comunitario; económico; social y relativos a la sustancia (tales como pureza, dosis utilizadas, vía de administración, potencial toxico). Y sobre todo por el tráfico y el consumo de drogas. Por contribuir a un fenómeno complejo, dinámico e impredecible: funciona como un sistema en constante evolución, que genera nuevos tipos y derivados de drogas, así como nuevas formas de consumo y de mercadeo, lo que hace difícil presidir su comportamiento.

En consecuencia, es necesario comprender que el tráfico y consumo de drogas es un "problema social" en la que todos somos afectados directa o indirectamente, y que no puede ser considerado como un problema individual circunscrito a la familia o comunidad.

Factores familiares.

Los estudios sobre factores de riesgo asociados al consumo de drogas, señalan los siguientes factores relacionados con la familia.

Sobreprotección: Exceso de protección por la angustia que sienten los padres ante unos hijos cada vez más autónomos. Ésta produce en el adolescente poca autonomía, irresponsabilidad, escaso sentido crítico y dificultad para tomar decisiones ya que en todo momento va a necesitar la aprobación, deseada o no, de sus progenitores. Un adolescente que acaba asumiendo las consecuencias de esta sobreprotección puede presentar una seria dificultad para establecer relaciones grupales o hacerlo de forma dependiente, porque estará excesivamente vinculado a sus padres o asumirá que él, como individuo, debe ser objeto de aprobación en toda relación y tratará de cumplir expectativas aunque no tengan nada que ver con su escala de valores.

Falta de comunicación: Dificultad para escuchar o responder adecuadamente por parte de los padres. El adolescente suele quejarse de lo "poco comprendido" que es por sus progenitores, pero no es a esto a lo que nos referimos cuando hablamos de esa dificultad en escuchar o responder. El problema aparece cuando el adolescente, por su lado, y los adultos, por el suyo, perciben que se mueven en mundos totalmente incomprensibles para el otro. Entonces los padres tienden a establecer un paralelismo continuo entre sus experiencias y las que no acaban de entender en su hijo. La situación genera introversión, inseguridad y ansiedad en el joven puesto que percibe que su mundo emocional es cuestionado constantemente. Que el adolescente asuma esto como natural supondrá dependencia en las relaciones sociales, problemas de integración y excesiva subordinación al grupo ya que necesitará ganar ese lugar que no encuentra en su familia.

Dificultad para fijar límites: La permisividad o rigidez de los adultos son igualmente dañinos para el adolescente y aún más nociva será la oscilación entre ambos sin un motivo definido. La permisividad acarrea dificultades para interiorizar normas debido a que la ausencia de ellas en el entorno familiar impedirá, al no comprender su necesidad social, la generalización a otros medios. La rigidez genera falta de flexibilidad en el cumplimiento de las normas o una tendencia a la transgresión de las mismas, además de condenar al adulto a una actividad permanente para normativizar todo. La oscilación entre ambos extremos expone al adolescente a una situación de indefensión, en la que no sabe qué es lo que se espera de él. Esto se traduce en un liderazgo impositivo o en una inhibición relacional, dos extremos desequilibrados y despersonalizantes que impiden que el sujeto se manifieste como realmente es.

Situación familiar conflictiva: La relación conflictiva entre los padres produce cambios bruscos de comportamiento e incremento de la ansiedad en los hijos. Aunque el proceso evolutivo del adolescente le lleva a diferenciarse de su familia, ésta sigue siendo -aun por contraposición- la referencia central en su proceso de maduración. Una relación familiar conflictiva conlleva en el adolescente la dependencia del grupo que así intenta conseguir su amparo o la dificultad para establecer relaciones grupales que eviten el compromiso relacional que tanto dolor le causa en su familia.

Consumo excesivo de drogas por parte de los padres: No nos referimos exclusivamente a las drogas ilegales, el alcohol consumido por los padres puede ser una importante fuente de problemas en la familia. Asimismo hay que enfatizar que una actitud permisiva o el mismo consumo de sustancias tóxicas en los progenitores puede promover un aprendizaje por modelado y facilitar la incorporación del adolescente a grupos de consumidores.

Sobre exigencia: Exceso de expectativas sobre el adolescente. El afán de que los hijos obtengan éxito y logren las mejores oportunidades puede ocultar a los padres las verdaderas capacidades, necesidades y deseos de sus hijos. Y, en consecuencia, quizá estos pueden llegar a sentirse infravalorados. La sobre exigencia favorece la falta de motivación y añade dificultades para aceptar los fracasos. En las relaciones sociales, podría implicar rivalidad porque el joven sometido a sobre exigencia tenderá a pensar que se es bueno si se es mejor que otro.

Todos estos factores citados se correlacionan con el consumo de droga pero no lo implican necesariamente. Aun en el caso de que se diesen todas estas situaciones, el muchacho expuesto a ellas no está abocado a consumir, ni tan siquiera a probar, sustancias tóxicas. Es decir, no puede negarse la influencia de los factores de riesgo en el entorno familiar, pero no son los únicos, estos confluyen con otros factores individuales y sociales en el inicio y mantenimiento de las conductas de consumo.

¿Cómo proteger dentro de la familia?

No existen fórmulas magistrales para evitar el consumo de sustancias en los hijos adolescentes. Cada adolescente es diferente. Nada arreglará que hablemos de las drogas con nuestros hijos si antes no hubo un acercamiento sincero a su mundo emocional y el deseo de hacerles notar que pueden contar con nosotros cuando lo deseen y necesiten. Como dice Jaume Funes "no habrá posibilidad de ayudarles (a los adolescentes) cuando tengan problemas con el consumo de drogas si antes no se les prestó ayuda simplemente cuando tenían dificultades, cuando estaban en crisis"[1].

En todo caso siempre podemos reconocer el mayor número de los factores de riesgo en nuestro ámbito familiar y transformarlos en factores de protección:

Protección orientada a la autonomía: Estar pendientes para evitar riesgos innecesarios pero pretendiendo que sean ellos los que vayan formando sus propios criterios. Se trata de que nuestro hijo tenga una autoestima alta y equilibrada que le permita desenvolverse sin lanzarse a riesgos innecesarios.

Comunicación: Escuchar desde las necesidades de los adolescentes. Intentar no juzgarles, invitarles a la reflexión y respetar sus decisiones.

Establecer unos límites claros y estables: Ayudarles a ser autónomos no implica permitir que hagan lo que quieran. Los límites producen, entre otras cosas, seguridad.

Coherencia: No podemos pretender que nuestros hijos no consuman sustancias tóxicas si nosotros no somos capaces de no excedernos o de mantener una posición sin ambigüedades al respecto. Los adultos quizá seamos capaces de buscar el equilibrio pero no olvidemos que la adolescencia es una etapa de extremos.

Exigencia: No se trata de pedirles lo imposible, pero tampoco de permitirles desaprovechar sus capacidades e ilusiones.

La información sobre la peligrosidad de las drogas no es suficiente y en ocasiones resulta ineficaz. La labor de los padres ha de estar orientada a establecer vínculos familiares sanos, a ocuparse y no "preocuparse" del ocio de sus hijos e incrementar la autoestima de los adolescentes para que sean ellos, desde su propia seguridad, los que puedan decir: "no".

Consecuencias del consumo de drogas.

Ahora, bien el consumo de drogas viene acompañado de consecuencias que afectan a la persona en sí, a la familia y la sociedad. Los avances técnicos, comerciales, políticos han modificado el tipo de drogas, las vías de administración, el coste de las mismas.

Avances técnicos en la purificación de las plantas. La industria farmacológica. Como destilar, cómo trabajar con las plantas para obtener productos duros. Las sustancias que vienen de las plantas son más potentes, es más fácil el contrabando y se abarata su coste. Por ejemplo, el opio (4.000 a. de C.) se ha ido haciendo de él sustancias más concentradas y más activas y más fáciles de manejar. Del opio salió la morfina que fue descubierta a finales del XIX y aplicada a los tratamientos contra la tos, el asma. Mediante esto, se permitió que se descubriera por la industria Bayer la heroína. Se comercializó como una sustancia fácil de usar, sin adicción, remedio para los morfinómanos y los asmáticos. Del cannabis, el aceite de hachís, de las anfetas[2]a las metanfetas[3]Los avances también influyeron en las vías de administración. Hacia mediados del XIX se inventa la inyección, tras la introducción de medicamentos por vía parenteral y poco después ésta se usa para la heroína.

Guerras del opio entre ingleses y chinos. Los ingleses cultivaban y manufacturaban opio en India y luego lo vendían en China. A veces lo retenían para obtener intereses comerciales varios, como aumentar la demanda.

Variables de tipo social y cultural tan potentes que influyen en la manifestación de las drogas. Por ejemplo, mayor enrojecimiento entre asiáticos e indios americanos cuando ingieren alcohol. No hay explicación fisiológica pero se ha utilizado esto para explicar los bajos índices de alcoholismo en los asiáticos y el alto en los americanos. La doctrina budista sobre el enrojecimiento como signo negativo es algo a evitar y por eso los budistas beben poco alcohol. La gente en su relación con la droga tiene mayor influencia que la propia droga (tabúes, expectativas, tradiciones, etc.).

Las drogas: uso de las drogas propiamente dichas, el alcohol y la coca

  • USO DE LAS DROGAS PROPIAMENTE DICHAS.

Las drogas son peligrosas, lo sabemos; qué estamos haciendo?, se han escrito multitud de literatura sobre el tema, se hacen conferencias, charlas, conferencias, simposios con instituciones de nivel internacional, quienes se han puesto alertas para evitar su consumo, especialmente los Estados Unidos y algunos países de Europa, especialmente España; sin embargo, los estados, que hacen?. Son peligros, no sólo porque llevan a la muerte, sino porque también afectan a cómo eres y en todo lo que eres. Sólo existe una vida y sólo existe uno de ustedes. Esta la razón más importante para no tomar o usar drogas. Con esta reflexión, que seguramente llevó a pensar a más de uno, Investigadores sobre abuso de drogas de casi todo el mundo, puso en advertencia y en debate entre adolescentes y científicos, entre los que más saben y los que más preguntan, Seamos sinceros: ¿conocemos los efectos de las drogas?. Si, las conocemos, pero no sabemos qué son. ¿El alcohol?, Si lo conocemos, pero no sabemos qué supone realmente.

Química y Farmacología de las Drogas.

El simple conocimiento de la identidad de las sustancias drogas no es suficiente ni adecuada respuesta ante los interrogantes que plantea la prohibición de estos fármacos. Una correcta información que ayude a solucionar el problema ha de apoyarse en determinados aspectos científicos, químicos y farmacológicos de las drogas.

Es por tanto interesante y en casos necesario, conocer aspectos farmacocinéticas de cada sustancia, pues aunque la acción farmacológica puede ser modificada por diversos agentes externos ( como los factores individuales que propician una variación de respuesta en función de la diversidad biológica de los seres vivos; la dosis, la edad y el sexo y las vías de administración, que pueden hacer variar la velocidad de absorción y eliminación, que también dependen del momento de la administración, son los procesos farmacocinéticas de biotransformación y excreción los que determinan, en un gran porcentaje, los característicos efectos farmacológicos de una sustancia química en un organismo biológico.

No resulta fácil clasificar los estimulantes en función de su acción farmacológica. Desde el punto de vista químico se podrían agrupar por sus funciones representativas (aminas, amidas, imidas, cetonas, ésteres, etc.), sin embargo resultaría una clasificación compleja e insuficiente, no obstante se puede señalar que todos los estimulantes poseen en común nitrógeno, además de hidrógeno, carbono, aunque también pueden contener azufre (Amifenazol) y oxígeno (como la Cocaína).

Aun cuando el número de sustancias no es elevado, su análisis no es sencillo, dado por la disparidad de estructuras químicas que presentan. El problema se complica aún más si se tiene en cuenta que:

? La identificación y determinación se realiza en un medio biológico, tras haber sufrido en el organismo los normales procesos de biotransformación, donde se producen metabolitos, los cuales en ocasiones presentan diferente estructura y por ende propiedades químicas diferentes a la sustancia precursora ingerida.

? Deben ser identificadas no solo todas y cada una de las drogas, sino también sus metabolitos presentes en los fluidos biológicas.

? Estas sustancias se encuentran en los fluidos biológicos en niveles de concentración muy bajos (partes por billón), bien por haber sido ingerida en dosis que se aproximan más a las terapéuticas que a sobredosis responsables de posibles intoxicaciones, o bien porque los procesos de bio transformación hayan producido muchos metabolitos de los que sólo se puede identificar un mínimo porcentaje de entre los excretados.

? La tendencia general es intentar analizar el mayor número posible de sustancias integrándolas en el menor número de grupos bioquímico – analíticos, acortar el tiempo de análisis y reducir los instrumentos analíticos aplicados al control. Por supuesto todo esto sin disminuir la sensibilidad y la garantía del análisis.

? Para cada sustancia analizada son necesarios los siguientes requisitos:

? Estudio de las propiedades químicas y bioquímicas.

? Analizar un patrón puro tanto de la sustancia como del metabolito en disolución, partiendo del producto comercializado o sintetizado.

? Buscar los derivados de cada sustancia analizada, en el caso en que su estructura química así lo requiera, con el fin de aplicar la técnica instrumental específica para su identificación, buscando el agente más idóneo con el que obtener los resultados que se persiguen al buscar los derivados.

? Determinar el método de separación más conveniente para obtener mayores porcientos de recuperación.

? Estudiar el grado de excreción de la sustancia química analizada mediante la administración de dosis farmacológicas a voluntarios y recogiendo posteriormente las muestras de fluidos biológicos, en intervalos de tiempos dados, con el fin de realizar un completo estudio farmacocinética de biotransformación y eliminación.

? Analizar de forma comparativa los estudios realizados en la extracción con los procedimientos de detección, para contrastar la sensibilidad alcanzada en el análisis.

? Sólo en contadas ocasiones es posible realizar el análisis a una muestra de forma directa, lo más usual es que la misma se someta a una preparación previa. La preparación es diferente y pueden ser empleadas diversas técnicas; las más utilizadas son las de extracción, hidrólisis y obtención de derivados.

? La química no alcanzaría su protagonismo inherente al control, sin una garantía en los procesos analíticos y de no existir justicia y firmeza en los procesos posteriores.

? Al ser estudiado estos compuestos y tener como uno de sus objetivos finales su determinación en un medio biológico, nos vimos en la necesidad de conocer teóricamente las características de su estructura, utilizando modelos que ayuden a la intuición química para la predicción de las especies predominantes en el proceso analítico. Para ello se recurrió a cálculos teóricos de las propiedades moleculares que tengan en cuenta las condiciones de hidratación con el fin de representar un modelo cercano a la realidad experimental, los que nos dieron la información inicial de la, o las posibles estructuras que teníamos presentes, esta información fue corroborada experimentalmente, posibilitando la comprensión de valores erráticos obtenidos al emplear determinadas técnicas analíticas para su determinación.

? Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es poder ayudar a los drogadictos a eliminar su adicción, para lo cual es imprescindible buscar cada vez con más profundidad sustancias que bloqueen los centros activos del cerebro y eliminen la necesidad de continuar ingiriéndole además de lograr un cada vez menor síntoma de abstinencia. Para ello es muy importante el trabajo de cálculos teóricos donde se puede estudiar y se estudia los posibles centros del cerebro donde se aloja la droga y cuáles son las características de estas sustancias y cuáles deben ser las características esenciales de las sustancias sustitutivas a fin de lograr nuestro objetivo. El estudio teórico nos da resultados interesantes y nos permite buscar alternativas mejores, sin por ello haber encontrado aún la solución definitiva. Ya vimos en el trabajo diferentes tratamientos

Un nuevo campo se abre a partir del conocimiento del genoma humano y ver las posibilidades de incidir a nivel de genes, así como analizar las posibilidades de transferencia genética que pueden influir en la drogadicción.

Estudios de este tipo son solo posibles ahora ya que la potencia de las computadoras permite hacer los cálculos necesarios con las moléculas completas o al menos fragmentando los centros activos moleculares y modelando las posibles reacciones, analizando las que tendrán lugar de acuerdo al menor consumo de energía en la reacción. Estos cálculos por supuesto son muy caros aun y además conllevan muchos estudios y cálculos simultáneos antes de poder llegar a una conclusión y proponer una solución práctica, pero ya estamos en el camino de encontrar nuevas soluciones.

A lo largo de este estudio se pudo poner de manifiesto la importancia de vincular diferentes ramas de la química incluso de otras disciplinas donde cada una por sí sola da una información determinada, y que al unirse le dan a la investigación un carácter multidisciplinario adecuado.

Contextos sociales e historia del uso de las drogas[4]

Métodos de estudio histórico.

Incluyen registros arqueológicos, antropológicos (sociedades proliterarias[5]históricos.

Registros arqueológicos:

Consumo de alcohol desde los primeros tiempos:

Mediterráneo: Restos de vasijas donde se guardaban vinos. Se descubrieron en restos de ciudades y de naufragios.

China: Encontramos información sobre el uso de vinos en cementerios, de restos de ofrendas, utensilios del difunto.

Consumo de opiáceos: Se ha documentado que había almacenes donde se escondían las semillas en excavaciones arqueológicas en Turquía.

En las esculturas de sacerdotisas de Creta aparecen grabados que indican cómo estas sociedades recogían el opio, aparece la flor, la recogida, cultivo y uso de la misma.

En los edificios Incas, mayas y aztecas se muestra el uso de drogas alucinógenas para rituales.

Registros antropológicos: han demostrado un uso casi universal de las drogas a lo largo de nuestra historia. Las sociedades tribales y campesinas de América (antes de Colón) usaban drogas como el peyote, el tabaco, el café. Los alucinógenos se usaban con fines rituales pero el resto acompañan a la vida cotidiana. Las gentes del nuevo mundo descubrieron distintos modos de administración, inhalaban, masticaban e incluso usaban la vía rectal. También se registra el uso de la coca, como métodos rituales, medicinales; pero como se sabe la coca no está calificada como droga.

Antes del descubrimiento de América, en Europa las drogas sólo se consumían ingeridas. La droga fumada y la inhalada vinieron como costumbres del nuevo mundo. África y Euro asía se especializaban en la producción de distintos tipos de alcohol derivados de miel, de frutos, de leche.

Registro histórico: los registros sobre alcohol y opio aparecen ya en Asia, China y la India, y se describían como sustancias para sanar enfermedades.

La constancia escrita más antigua sobre el consumo de la marihuana data de la época del Emperador chino Shen Nung en el 1237 a.C. También fue conocido por los asirios y griegos del siglo V a.C. En la India hay constancia de su utilización desde hace más de 2.000 años, con finalidad de tipo místico en muchas ocasiones. Hay descripciones en el Antiguo Testamento sobre la sustancia, aunque de forma vaga y no comprobada. Hay casi absoluta certeza de su consumo por los griegos según unánimes referencias doctrinales, así como por los romanos, siendo los árabes los que la comercializaron en su área de influencia. Posiblemente las tropas de Napoleón la extendieron por Europa, en el siglo XIX. Los árabes utilizaron la droga como calmante de enfermedades mentales

Desde la época medieval empieza a aparecer el fenómeno de que los viajantes encuentran aberrante el uso que tienen otras gentes de las drogas (por ejemplo, los ingleses criticaban a los escandinavos por beber tanto alcohol y los cristianos a los árabes por consumir hachís, alegando que ése era el motivo de que mataran tanto). Empieza a aparecer la afiliación a un determinado grupo y una determinada sustancia. Las drogas dan en ocasiones una señal de identidad religiosa.

Reseña Histórica de las Drogas en América.

La historia del consumo de drogas está ligada a la historia de la humanidad. Las civilizaciones antiguas muestran evidencias de sustancias embriagantes, usadas en rituales mágico-religiosos; medicinales, afrodisíacos, entre otros. Es propio de cada cultura, y un vehículo para reforzar valores, identidad; transmitir y consolidar los conocimientos en las diversas civilizaciones.

Través de los siglos la droga fue cambiando su connotación original. Los indígenas americanos conocían una gran variedad de plantas de las que en la actualidad se extraen sustancias consideradas drogas, la usaban esencialmente para comunicarse con los dioses, en ambientes y circunstancias específicas.

Aún, hoy en día, el chamán (guía espiritual y médico) de los yanomamis en el Amazonas venezolano consume el yopo o cohoba con ese motivo.

En América, revela Cartay (1991): "han nacido, para bien y para mal del mundo, tres estimulantes de fama universal: el cacao, el tabaco y la coca". Además, muchos estimulantes de importancia secundaria, y de usos restringidos, tales como el mate, la guaraná y el peyote. "El cacao (Teobroma cacao) es probablemente originario de la cuenca del Alto Amazonas, que es la región más rica en especies de ese género. Y se ha difundido en buena parte de América, desde Amazonas hasta el sur de México". Y continúa más adelante: "El país del cacao son las tierras de los maquiritares, los cuales (…) están en el Orinoco más remoto. Estos indios (…) no hacen otro uso de él que chupar cuando está madura la externa y muy sabrosa carne (…)". Los indígenas de Los Andes venezolanos preparaban una bebida de cacao llamada "chorote", que es un poderoso estimulante de la fibra muscular. Los aztecas, conocedores de alguna manera de este efecto, se lo administraban a los mensajeros de su imperio. Otra de las plantas americanas convertida hoy en día en mercancía lícita es el tabaco (Nicotina tabacum). Fue visto por primera vez por los europeos entre el 2 y el 5 de noviembre de 1492, en la isla de Cuba, por dos marinos que acompañaban a Colón en su primer viaje. En la América precolombina se usaba el tabaco de varias maneras, aprovechándose toda la planta según sus usos: las semillas, las raíces, el tallo, las hojas y las flores, prefiriéndose inicialmente, las hojas, y posteriormente, el tallo. Su aplicación era medicinal y recreacional La coca (Erythroxylum cocae) fue el estimulante más utilizado en las regiones indígenas, particularmente en Perú y Bolivia. Sus especies más conocidas son la "Erythroxylum" (coca) y "Novogranatensevar truxillense" (variedad de la coca), que han recibido distintos nombres en las diferentes regiones[6]

La primera referencia europea que se hizo de la coca o "hayo" es la atribuida al padre español Ortiz, en 1499, al describir su uso entre los nativos que poblaban las costas venezolanas. Su uso estuvo más arraigado entre los incas, y aún entre sus predecesores que la consideraban sagrada. Restringido a los miembros de la nobleza, se utilizaba en los rituales religiosos, como obsequio a los visitante ilustres y con fines médicos. Se puede decir, que la coca estaba permitida a una élite.

Definición de "Drogas"[7]:

Es toda sustancia que introducida en el organismo por vía de administración puede alterar de algún modo el sistema nervioso central del individuo y es además susceptible de crear dependencia.

Dentro de todo lo descrito en la parte introductoria del presente trabajo, vale preguntar ¿Qué son las drogas y qué representan para la sociedad?. Según Alianza para una Venezuela sin Drogas (2000), las define como: "sustancias químicas o naturales que al ser consumida por una persona, causan cambios en el funcionamiento tanto de la parte física como psíquica del organismo"[8]. Por sus efectos, las drogas causan dependencia en mayor o menor grado, de acuerdo con la sustancia consumida y las características propias de cada individuo, como la edad, la personalidad y el ambiente familiar y social que lo rodea.

Otro elemento importante es la persona tomando en cuenta su diversidad; el medio sería otro elemento a evaluar en donde intervienen la escuela, la comunidad, el grupo de pertenencia. Todos estos aspectos que al ser canalizados toman relevancia dentro del consumo de las drogas.

Es evidente entonces que, las drogas son sustancias químicas que modifican el estado de ánimo, las percepciones, el funcionamiento mental y/o la conducta de los sujetos. Suelen ser llamadas también sustancias psicoactivasEn casi todas las culturas conocidas a lo largo de la historia la gente ha consumido algún tipo de sustancia psicoactiva, para alterar el humor, el pensamiento y/o los sentimientos. El uso no médico de las drogas y el problema de su abuso son tan antiguos como la misma civilización.

El término "droga" permite distintas acepciones, aunque el término más usual anteriormente era el que hacía referencia al uso medicinal de determinadas sustancias a la hora de tratar enfermedades. Las drogas serían, por tanto, productos naturales o sintéticos usados por sus propiedades terapéuticas. Pero, actualmente, el término ha adquirido connotaciones negativas que señalan problemas y que anulan la anterior acepción. Clásicamente, Kramer y Cameron prepararon para la OMS definiciones de droga que sirven como referencia para englobar a todas las drogas. Una droga sería cualquier sustancia que introducida en el organismo vivo pueda modificar la estructura o la función/es de ese organismo. Lo que ocurre es que desde esta definición se abarcan multitud de productos, incluyendo comidas habituales. En nuestro contexto se ha modificado esta definición tan genérica para dar paso a la siguiente: "Droga, sería aquella sustancia química que altera la percepción, conciencia y emociones de un ser vivo". Esta definición también deja bastantes huecos.

Otra definición seria, "Droga: Son aquellas sustancias cuyo consumo puede producir dependencia, estimulación o depresión del sistema nervioso central, o que dan como resultado un trastorno en la función del juicio, del comportamiento o del ánimo de la persona".

El término drogas visto desde un punto de vista estrictamente científico es principio activo, materia prima. En ese sentido droga puede compararse formalmente dentro de la farmacología y dentro de la medicina con un fármaco, es decir que droga y fármaco pueden utilizarse como sinónimos. Los fármacos son un producto químico empleado en el tratamiento o prevención de enfermedades. La farmacología es la ciencia que estudia la acción y distribución de los fármacos en el cuerpo humano. Los fármacos pueden elaborarse a partir de plantas, minerales, animales, o mediante síntesis.

Existe otra concepción que es de carácter social, según ésta las drogas son sustancias prohibidas, nocivas para la salud, de las cuales se abusan y que en alguna forma traen un perjuicio individual y social.

Como se ve, un elemento importante es la intencionalidad y el propósito de alterarse mentalmente en algunas de las formas, ya sea deprimiéndose, alucinándose o estimulándose. Luego nos queda el problema dónde actúan estas sustancias, ya que todas estas drogas tienen un elemento básico en el organismo que es el sistema nervioso central el cual es la estructura más delicada y más importante que tiene el ser humano, y si estas sustancias actúan sobre esas estructuras dañándolas, perjudicándolas, indudablemente que van constituir un elemento grave y peligroso para la colectividad; para la salud individual y lógicamente para la salud pública.

Se consideró después de drogas que causan dependencia, que serían aquellas drogas que, en su acción recíproca con el organismo, puedan producir un estado de dependencia física y/o psicológica.

Entenderíamos por "dependencia psicológica": "Efecto producido por una sensación de bienestar que impulsa a repetir de forma continuada la ingesta de una determinada sustancia para producir placer o para reducir/evitar un malestar"[9].

Entenderíamos por "dependencia física", a un estado de adaptación del organismo que necesita un nivel de una sustancia para su funcionamiento normal y que se manifiesta por la aparición de trastornos físicos muy intensos que tienen características muy distintas, según el tipo de sustancia, al interrumpir la administración de esa sustancia.

Clasificación de las Drogas[10]

Suelen ser clasificaciones referidas a sustancias, aunque no existe una única clasificación. Podemos clasificar las drogas según su estructura química, sus orígenes (naturales, sintéticos, semisintéticos), su acción sobre el sistema nervioso (estimulantes y depresores del Sistema Nervioso). Hay también otros criterios que son socioculturales o de tipo legal o en función de las manifestaciones clínicas que producen.

Otros autores la clasifican según su grado de dependencia en duras o blandas, según la farmacología, según sus efectos.

El Opio.

El  opio  es una mezcla compleja de sustancias que se extrae de las  cápsulas verdes de la adormidera ("papaver somniferum"), que contiene la droga narcótica y analgésica llamada morfina y alcaloides. La adormidera (parecida a una amapola común) es una planta que puede llegar a crecer un metro y medio. Destacan sus flores blancas, violetas o fucsias. Es una planta anual que puede comenzar su ciclo en otoño, aunque lo habitual en el hemisferio norte es a partir de enero. Florece entre abril y junio dependiendo de la latitud, la altura y la variedad de la planta, momento en el que se puede proceder a la recolecta del opio[11]

La dependencia de los derivados del opio es una enfermedad y ocasiona un desorden del sistema nervioso central. Después de un uso prolongado con derivados del opio las células nerviosas del cerebro, que normalmente producen sustancias semejantes a los opios cesan su función normal. La degeneración de estas células nerviosas es la consecuencia de la drogadicción. La interrupción abrupta de los derivados del opio induce a otro desorden traumático produciendo un síndrome de abstinencia. El síndrome de abstinencia es un proceso largo y doloroso que puede producir un daño permanente al sistema cardiopulmonar y del sistema nervioso central. Por esta razón la dependencia del opio necesita una adecuada atención médica.

No todos coinciden en el mecanismo que explique la dependencia física con los derivados del opio. Las posibilidades incluyen la regulación de receptores, cambio de nivel de los opiatos naturales en el cerebro y actividad de un núcleo especializada en el cerebro. Hay sugerencias concretas que la actividad de un grupo de células localizadas en el cerebro que producen una sustancia similar a la adrenalina juegan un papel importante en la dependencia, tolerancia y síndrome de abstinencia. Estudios en ratas de este grupo de células muestran que ellas juegan un importante papel. A nivel celular, hay evidencia de la tolerancia del opio, su dependencia y su síndrome de abstinencia.

Los asiáticos descubrieron las posibilidades estimulantes y placenteras del opio y comenzaron a utilizarlo con ese fin. Entre sus derivados se encuentran la morfina, la heroína, la metadona y la codeína. Todos ellos pueden brindar extraordinarios beneficios terapéuticos si son recetados y controlados por un médico, pero el uso descontrolado produce efectos devastadores. El cultivo de la flor del opio se origina en el sudeste asiático (Birmania, Tailandia, Camboya y Laos). En los últimos años se ha extendido a otros países, como Colombia, para asegurar el suministro constante a los grandes centros de consumo. Los opiáceos se presentan como polvo para fumar o solución inyectable.

Este narcótico produce un estado de euforia y ensoñación; una sensación de éxtasis que se acorta rápidamente a causa de la tolerancia. Al poco tiempo de uso, los adictos experimentan síntomas de abstinencia entre una y otra toma, que se caracterizan por presentar un cuadro pseudo-gripal en el curso de las primeras 12 horas: estornudos, sudoración, lagrimeo, bostezos y dolores musculares. Luego de 36 horas de abstinencia los síntomas se intensifican. Aparecen escalofríos, sofocos, insomnio, diarrea, incremento del ritmo cardíaco y de la presión sanguínea. Si no se repite la toma, los síntomas declinan en los diez días subsiguientes.

En cambio si se prolonga su uso, se inicia el camino de la dependencia sin atenuantes, cuyos efectos físicos son:

? Epidermis enrojecida.

? Pupilas contraídas.

? Náuseas.

? Decaimiento de la función respiratoria.

? Pérdida de reflejos.

? Falta de respuesta a los estímulos.

? Hipotensión.

? Desaceleración cardíaca.

? Convulsiones.

? Riesgo de muerte.

Los efectos psicológicos son similares a los de otros estimulantes:

? Euforia.

? Energía.

? Placer.

? Vigor sexual.

Pero en cuanto decae la acción de la droga, aparece la angustia, la depresión, el abatimiento y la desazón. El opio produce adicción, tolerancia y dependencia física y psíquica. La intensidad del síndrome de abstinencia, y su gravedad, depende de varios factores: tipo de droga, tiempo de uso, personalidad del consumidor, etcétera. Los primeros síntomas comienzan a parecer ocho horas después de la última dosis con lagrimeo, sudoración, bostezos y sueño agitado. A continuación los síntomas se agudizan gradualmente y aparecen: irritabilidad, insomnio, pérdida del apetito, debilidad y depresión. Le sigue un cuadro gastrointestinal severo con náuseas y vómitos, dolores, cólicos y diarreas, lo cual provoca una deshidratación importante. Le siguen flashes de frío y calor, contracturas musculares y dolores óseos en la espalda, los brazos y las piernas.Este período intenso dura alrededor de diez días aunque existe un efecto residual más largo que provoca alteraciones en la conducta que inducen a una recaída.

La heroína es una droga derivada del opio. El número de adictos a la heroína aumenta a una velocidad alarmante. También aumenta el número de personas que reciben una prescripción médica para aliviar una dolencia y se convierten den dependientes. Es conocido el tratamiento con Oxycotina, el cual da los mejores resultados, pero su abuso es peligroso. Existen tratamientos con Vicodin para aliviar dolores, que también es un derivado del opio. Los pacientes empiezan tomando este medicamento y su organismo se adapta a él muy rápido y comienzan a tomar más medicamento del que necesitan. El organismo deja de producir endomorfinas, ya que recibe los derivados del opio.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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