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Sujeto y familia hoy (¿Quién es el adicto?) (página 2)

Enviado por Andr�s Paredes


Partes: 1, 2, 3

¿A dónde va la humanidad a codazos y empujones?, con tantos "malestares", angustias y soledades; se le suma a eso el precalentamiento de la tierra, de los mares, y parece que también de las almas. Porque la psicosis que antes estaba guardado o era sinónimo del Hospital Borda o del Moyano, hoy salió a las calles – así como los jóvenes bailan solos, los adultos también, con celular de por medio, es igual, que mas da – porque tener un celular con cámara es ser alguien – Discepolo diría: "cualquiera es un doctor, dale nomás"

Los especialistas nos dicen hoy, que el mundo cambió, la globalización, la nueva tecnología nos permite comunicarnos segundo a segundo – ¿lo estamos en realidad?, o será que éste es el precio a pagar: la deshumanización – acaso importa eso – si hoy cualquiera es un doctor, cualquiera es artista – la televisión nos "produce", es importante ser un "producto", porque eso vende y tiene cartel.

Los Bancos que antes ofrecían créditos para la vivienda familiar, hoy existen otros Bancos, que ofrecen, "semen", alquileres de vientres, para producir hijos a gusto del consumidor – otra vez el producto –

La metáfora familiar del escritor de teatro Florencio Sanchez, que dibujaba nuestra época del Río de la Plata con: "M hijo el dotor", hoy es otra, mi hijo el jugador de fútbol, el artista, el producido – pero cuidado, al que no llega a eso, como lo llamamos, no tiene un lugar, ni quién lo represente – ¿tiene una pertenencia?, ¿es hijo de quién?, de la sociedad?, de la caridad? – seria difícil, porque ellos también están muy ocupados, se tienen que producir para aparecer en la televisión, en las revistas- entonces allí empieza las búsqueda de estos niños sin nombres, sin pertenencias, sin "ser" en la sociedad, buscando un "nombre", una identidad, con un vació por llenar, sin un proyecto, sin un "que-hacer como motivo para despertarse mañana por la mañana", sin la memoria de una caricia que ilumine su día – la salida entonces será para algunos el alcohol, las drogas, el robar o matar, – ¿porque no? – , porque solo así pueden ser protagonista en la pantalla, ser famosos y tener un nombre, no importa que dure solo un instante, importa el titular, aunque sea el del drogadicto, el del ladrón juvenil – sí, lo importante es, estar dentro de esa caja cuadrada y a color.

Lacan nos habla desde "la imagen del espejo" – la madre es la encargada de dar esa "completud" que necesita el niño para completar su imagen como humano, como "ser" en el otro. Hoy podríamos decir que ese "espejo" es una caja plana con dos dimensiones (le falta la tercera), llamada pantalla, o la grafica; estos objetos nos ordenan de alguna manera que imagen debemos adoptar para "pertenecer" y formar parte de los cánones de poseer el cuerpo ideal, sin espíritu, sin alma por supuesto. Pero como por medio de este proceso no se llega a la "completud", se necesita buscar otra cosa; para llegar a ello, en muchos casos el alcohol y las drogas.

El yo es ante todo un yo corporal que se forma por la captación de la propia imagen (espejo), pero ese núcleo inicial será reestructurado volviéndose mas complejo por las afirmaciones (del lenguaje) que se hagan sobre el sujeto (gordo, flaco, inútil, inteligente, tonto etc.), ya no se trata de simples imágenes sino de conceptos, que toman forma mediante la palabra; podríamos decir que el yo , que representa el sujeto, esta construido por juicios acerca de lo que él es .

Es importante reconocer el peso del lenguaje y la palabra del otro significativo (los padres, la cultura las instituciones).Este ¨sos un haragán ¨, ¨Sos un fracasado¨ ¨sos inteligente",… estas generalizaciones constituirán enunciados identificatorios que determinaran, congelaran la identidad mucho mas allá de la situación original o de la circunstancia que la origino.

La identidad se puede entender como emergente de un contexto vincular, cargado de ideologías , valores y rasgos que pueden ir desde el máximo valor (yo ideal) hasta la máxima imperfección (negativo del yo ideal) .

Un mensaje desvalorizante puede reaparecer en quien lo recibe y ser transformado en síntoma fálico :¨soy débil, ¨no podré defenderme" .por lo que se incorpora, no es esa representación parcial sino un modelo de funcionar , pegarle al hermano se transforma en ¨sos malo¨ .Este pasaje de un registro (acto concreto) a otra categoría general "sos malo" es lo que se llama transposición categorial .El nexo es arbitrario ya que no responde a la lógica.: ya que a partir de un aspecto limitado saca una conclusión general la identidad global del sujeto.

Una vez congelada la identidad bajo esas etiquetas las nuevas acciones y atributos van a caer en esa misma etiqueta .ese discurso totalisante luego preexiste y determina la visión del mundo y de si mismo.

En el caso de un joven adicto, la familia y el barrio se encargan de rotularlo, ponerle éste nombre; por esta razón muchos de estos chicos protestan, que cuando vuelven al barrio, después de una rehabilitación, nadie se dio cuenta de esto, lo siguen señalando con el dedo con ¡ahí va el drogadicto!.

Así es como está la sociedad hoy y; éste trabajo es en relación al "sujeto y su familia", en adicciones, me pareció también importante relacionar las dos caras de las sociedades, la clase pobre, tal vez la palabra hoy sería "pobrísima" y la clase media alta, también las dos historias irán por ese camino, relacionando lo que pasa en las familias de las adicciones, la búsquedas por llenar vacíos o necesidad de sustituirlas; y la conexión entre ambas clases, porque pareciera que no existe dinero que pueda llenar este agujero o hueco, la intemperie, la falta de pertenencia que existen en estos modelos familiares, que hoy lo podemos llamar, "las familias disociadas o disfuncionales" – porque ese niño de padres separados, ya debe viajar con su "mochila" acuesta de una familia a otra, hay una división allí que atraviesa su temprana formación – se configura muy claro esto de "los tuyos, los míos y lo de no se sabe de quién – pero no se preocupen, por que todo esta bien, como dice un libro de la actualidad: "No seré feliz, pero tengo marido", esto llevado a la familia hoy.

Dos casos clínicos de adicciones en familias de la post-modernidad.

Primer caso.

Lo vamos a llamar Stanly, actualmente se encuentra internado en Gradiva Centro de Rehabilitación con patología dual, en su última etapa, antes estuvo en tres lugares diferentes, hoy tiene veintisiete años.

Datos Familiares

Padre: alrededor de 60 años

Madre: 61 años.

Hermanos: no tiene, es hijo adoptado.

Familiares directos: un tío en Los Ángeles, algunos primos en Bs. As.

Lugar de residencia actual: Gradiva (en Bs. As.).

  • Entrevistador: Stanly, como te explicó tu terapeuta, a esta entrevista lo podríamos llamar como un pedido de ayuda, tengo que hacer un trabajo para la Cátedra de Drogodependencia y el tema que elegí fue la familia, y me pareció que sería interesante escuchar una historia real. Así que aquí estamos, en este "encuentro", me gustaría que me hables de vos, de tu familia, hermanos…

Stanly: Bueno, yo soy hijo adoptado, a mi me adoptaron cuando tenia veinticuatro días, fue por medio de un movimiento Cristiano, me adoptaron. Viví acá en la argentina hasta los cuatro años y después… por que estaban mis tíos viviendo en Los Ángeles, mi mamá no tenía familiares muy directos, solo éste hermano que vivía allá, entonces decidió ir a vivir allá, ellos nos ofrecieron su casa, hasta que consiguió laburo. Al año ya estábamos viviendo en otro departamento, yo empecé la escuela, termine la secundaria allá también, con muchos tropiezos, a veces no iba, pero bueno lo importante es que terminé la escuela. Bueno, decime que mas queres que te cuente.

  • E: ¿A que edad te fuiste de Buenos Aires, que recuerdos tenés de eso?.

S: Sí, la sensación del avión, la turbulencia cuando subía y bajaba, me acuerdo que me puse a llorar cuando nos teníamos que ir, yo tendría cuatro o cinco años, no me quería ir de acá, no quería vivir allá. Lo único que me llamaba la atención de allá, es que teníamos una foto de mi primo, siempre me acuerdo de eso, era la única esperanza de que ellos tenían una casa allá.

  • E: ¿El de la foto, era de tu edad?.

S: Sí, tengo dos primos, uno un mes mas que yo y el otro tres años más que yo.

  • E: Acá no había hermanos, ¿vos eras el único?.

S: No, yo era el único. Y después, bueno llegamos allá, y lo único bueno es que podía ser amigos de ellos, y familia también. La verdad que pude disfrutar mucho de esa etapa de mi vida, es la que mas tengo, es la etapa que mas resalta en mi vida, después de todo lo que hice con mi vida.

  • E: ¿ qué es lo que más te acordás… juegos…?.

S: si, tal cual, los juegos, las navidades, años nuevos, jugábamos a la escondidas en la casa, en el barrio, los juguetes de la Navidad, como los disfrutábamos, meses y meses después de pasar la Navidad. Me acuerdo de juegos que inventábamos, la verdad que lo pasé muy bien con ellos. Con el idioma era una risa, si bien ellos hablaban español, pero uno nació allá, y yo hablaba solo español, el ingles lo aprendí allá.

  • E: Tus padres eran jóvenes, ¿que trabajos hacían allá?

S: Sí, tendrían 30 años, mi papá empezó haciendo limpieza, después en Restaurantes, mi vieja de que empezó…? … como secretaría, como secretaria empezó trabajando mi mamá; y ahora, no es para decir la mas conocida, pero es la secretaria de uno de los capos mas importante de la Municipalidad, o sea que fue ascendiendo, ascendiendo hasta que llegó. Hoy es una de las secretarias más importante.

  • E: Entonces, empezaste la escuela primaria.

S: Sí, la escuela pública, allá es todo pública, para privados tenes que tener mucha plata, como en las películas. Cuando vivía todavía con mis tíos empecé a ir a una escuela de Jardín de Infantes. Me costó porque no me acostumbraba, lloraba mucho, porque después cuando salía no tenía con quién estar, mis padres no estaban. Después me acostumbre, me pusieron en un lugar como guardería de niños, un lugar muy grande. Después de eso nos mudamos a otra ciudad, ahí viví como nueve años y empecé a hacer la primaria y la secundaria, no perdón, hasta el tercer grado, porque mi mamá empezó a trabajar en Santa Ana, y me llevó para allá, ahí me cuidaba una señora cuando salía de la escuela y estaba mas cerca de ella. Bueno allí hice unos amigos, bueno esta señora cuidaba muchos chicos, yo me ponía muy violentos con los otros chicos, con los más chiquitos, les pegaba, a los chiquitos de dos años lo levantaba y lo tiraba; no entendía porque lo hacia, ahora mejor dicho, hoy día no entendía porque lo hacía, hoy no lo haría nunca mas. Después le robaba plata a la señora que me cuidaba, cuando ella estaba en el patio de atrás, yo le agarraba la cartera y le robaba plata, ya esto desde chico, empecé con este tipo de cosas… y bueno una vez le robé unos cuantos dólares, le dijo a mi mama, ella no le creyó, lo tenia parece en las medias y lo escondí y mamá lo encontró.

  • E: ¿Te acordas para que fin era esto de robar?

S: era solo por robar. Esto fue el comienzo de la primaria, después otro hecho importante, el divorcio de mis padres, yo tenia creo doce años, no recuerdo muy bien. Se divorcian mis padres, me mudo otra vez de escuela y voy a parar una escuela de otra ciudad; ya a todo esto, yo con mi vieja no tenia una relación muy buena que digamos, cuando era mas chico me parece que sí. Entonces voy con mi mamá a vivir, mi papá me viene a buscar los fines de semana, fin de semana por medio. En esa escuela todo se conocían desde la primaria, y a mi me costaba mucho integrarme a esa escuela, estuve en esa escuela dos años, después… ya a todo esto mi patología era de robar, venía robando revistas, tras revistas, tarjetitas de baibosbol, CD, caramelos, todo en el supermercado que había cerca de casa. Me había hecho una costumbre de que todo lo que yo quería, que quizás, mi mamá era mucho de decir "no", cuando le pedía que me compre algo, entonces me parece que yo complacía todo lo que yo quería, me compraba… no, me robaba, lo que veía y me gustaba… y lo hacía bien, siempre lo hice bien, eso me causó como… me gustó, porque no me agarraba nadie y lograba todo lo que yo quería… (silencio, estira todo su cuerpo hacía atrás). Después, me costaba mucho integrarme con la gente de la escuela, me aislé mucho; me llegué a hacer de unos amigos que Vivian en el mismo complejo de departamento que vivía yo, que eran buenos amigos, hasta que un día nos peleamos porque, yo había roto una puerta de un auto, con esas ondas (gomeras), y era de un vecino nuestro, el dueño le hizo juicio a mi papá, y me enteré que estos chicos le dijo que fui yo, y ahí se rompió el vínculo entre esas familias y mis amigos.

Después bueno, terminé la primaria, y fui a la secundaria, también me costaba horrores, no era secundaria, era la pre secundaria, porque allá es primaria, pre y la secundaria de cuatro años. Ahí no conocía a nadie, el primer año me pasaba caminando por toda la escuela en el recreo, porque no sabia con quién estar, y empecé robándole cosas a las mochilas que habían dejado los chicos, me acuerdo robarle platas, dibujos, dibujos que había hecho alguien que dibujaba, me acuerdo que era de alguien que estaba preso y se lo mandó a algún familiar, y el chico estaba mostrando en la escuela, y yo le robé el dibujo porque me gustaba, robaba plata, lapiceras. Después en el segundo año de esa escuela, me empecé a acercar a los que andaban en pandillas por dentro de la escuela, y armé vínculos con ellos, pero a la misma vez, nunca me sentía acercado, se veía que todo era medio falso, me tenían, me aguantaban, pero no era nada autentico, me sentía así… siempre, desde, hasta hoy día tengo problemas de sentirme aceptado con la gente, entonces no se si es un trauma por ser adoptado o lo que me pasó en la escuela. Mi tío tampoco nunca me quiso, entonces para mí debe ser el tema de la adopción.

  • E: ¿Cuándo te enteraste de la adopción?

S: Siempre lo supe, desde chiquito, desde que tengo memoria, me contaron. Una vez me acuerdo que me agarró mi mamá, estaba llorando, arrodillado en el sofá, no sé que estaba haciendo, esto lo dijo ella en una terapia de acá cuando vino de Estados Unidos – dijo que yo estaba llorando y decía que yo sentía que no pertenecía a nadie, llorando lo dije, y ella me dijo, no me acuerdo que me dijo, todo tiene que ver con todo viste, por momentos – (puedo observar como el decir esto con tanta angustia, su cuerpo se fue aflojando, hasta que queda en silencio, respeto esto y digo).

  • A: Eras muy chico, necesitabas protección, contención. Stanly, ¿te hacías pis en la cama?

S: sí, me hacía hasta muy tarde, muy grande; intentamos de todo, compramos una cama metalizada, con cubre-cama que venía con alarma y sonaba cuando se mojaba, pero yo estaba tan acostumbrado en hacerme pis, que no me molestaba, estaba tan acostumbrado que escuchaba el alarma y seguía meando, no me importaba.

  • E: Hay un pediatría y psicoanalista Ingles que se llama Winicott que trabajó mucho con niños, y tiene una teoría muy simple sobre la encopresis y los niños que hacen pis hasta mas grande, si alguna vez vas a la biblioteca, creo que te puede interesar. Entonces me contabas que tuviste una terapia con tu madre acá en la Institución.

S: sí y sobre todo eso, yo no me acordaba nada y empezamos a hablar, mi terapeuta dice que coincide todo lo que estuve hablando de mí, mi situación de vida, que se yo, que todo coincide, esta idea de no sentirme aceptado por la gente, como persona; lo mismo le dije a mi mama palabras idénticas cuando tenia ocho o nueve años.

  • E: ¿Sentías curiosidad también de averiguar tu identidad, sobre tus padres biológicos?

E: Sí, mis padres siempre me decían algún día, algún día me decían; y ahora estoy en el proceso de que estando acá adentro, me están buscando a mis padres, me están haciendo los tramites para buscar a mis padres, hacer los tramites legales. No es que estoy pensando en ellos todos lo días, yo estoy acostumbrado a estar sin ellos, no es una cosa… pero si se da la oportunidad, perfecto, me encantaría… (silencio).

  • E: ¿ y finalmente terminaste la pre-secundaria?

S: Sí, la presecundaria si la terminé, pero desde los doce empecé a consumir marihuana, empecé a consumir marihuana, porque me juntaba con chicos que escuchaban música apologica, que hablaba mucho de las drogas, pero nunca la había visto, hablaban tanto de la droga que me llamaba la atención, que al final dije, la voy a buscarla yo, esto fue a los doce, la fui a buscar… no sé, digo que fue a los doce, pero no tengo mucha memoria… porque en ese tiempo también se divorciaron mis padres, no estoy seguro, pero fue entre los doce y catorce, no estoy seguro. Ahí fue que empecé a llevar a la escuela para mostrar, después pasé a la secundaria y ahí empecé a fumar todos los días y empecé a vender, mas que nada para ser conocido, para ser aceptado… empiezo a vender, me agarran y me hacen un doping y me dicen, si sale positivo, te vamos a echar, si sale negativo, puede ser que lo pensemos dos veces; salió positivo y me echan de la escuela, ahí tengo problemas con mis padres, digamos que mi mamá me echó de la casa y me fui a vivir con mi papá.

Antes de todo esto, yo siempre iba con mi papá los fines de semana, y me junté con un señor que vivía a lado de mi papá, que me observaba mucho, y un día me invitó a la casa, era un hombre bisexual, me invitó a la casa y me había dicho él… me había invitado crack, empecé a fumar crack con él y después me empezó a pedir favores sexuales, que yo me había negado, me negué a eso, pero él ya me había mostrado el lugar donde ir a comprar, entonces empecé a ir solo a comprar crack. Lo manejaba bien al principio, hasta que ya viviendo con mi papá, ahí me quedaba mas cerca donde ir a comprar el crack, y empecé a consumir crack todos los días, todos los días y me echaron de dos escuelas mas, en el barrio, estuve como en cuatro escuelas secundarios, la primera vez me echaron por vender drogas, la segunda por robar pippers de la dirección de la escuela, la tercera por hacer graffiti y la última directamente no fui mas. Después me metí tanto en el crack que empecé a robar, a robar a gentes en autos, a robar plata de mi papá… pero ya empecé a robar en serio ya tenía quince años, a los quince años ya empecé a robar, paraba gentes en los autos…

  • E: ¿solo?

S: sí solo… me hacía llevar a unas cuadras, o a un estacionamiento y ahí le sacaba un arma o un cuchillo, lo que sea, para sacarle la plata, le sacaba la plata y me iba derecho a comprar mas drogas. Se me hizo fácil con todas las cosas que yo robaba, compraba revistas, tenía cajones de CD, un montón de cosas que yo robaba. No me daba cuenta de lo serio, lo grave de lo que estaba haciendo, no me daba cuenta… hasta que un día vino la policía y me encontraron robando una bicicleta, me llevaron y cuando me llevan a la Corte me dijeron, que no era solo por la bicicleta, sino que estaba bajo… "surveing".

S: Sí, observación, me dijeron que me estaban vigilando de tres a seis meses, me estaban siguiendo, para ver si yo robaba algo, para poder llevarme, o sea para tener algo concreto en contra mío… entonces ya tenía mas o menos todas las denuncias hechas, tenia trece causas de robos, entonces esas son las causas denunciadas, pero yo pienso que tenía muchas más. Bueno empecé a … me llevaron ahí y yo admitía todo, me decían hiciste esto y yo decía sí, sí, pensando que me iban a dejar ir, yo llorando, pensando que sí decía la verdad, me iban a dejar ir, y fue al contrario, me dieron siete años para cumplir, cumplí cuatro años y medio y me terminan deportando a los veinte años. Estuve preso de los quince hasta los veinte. Me terminan deportando, y llego a la argentina… a todo esto, antes de que mi mamá me eche de la casa, yo me llevaba muy, muy mal con ella, muy mal, discutíamos sobre absolutamente todo, boludeces… yo escuchaba la voz de ella y, sentía mucho rechazo a la voz de ella, hasta el día de hoy que me llama por teléfono, baja un poquito el tono de voz y le siento un rechazo impresionante. Cuando estaba con mi papá, no me cuidaba como mi mamá, ella era muy sobreprotectora, en cambio mi papá era tranquilo, digamos, y sentía una libertad enorme cuando estaba con mi papá, hasta me drogaba en la casa, hacía un montón de cosas, que no me hubiera animado nunca a hacer cuando estaba con mi mamá.

  • E: ¿Tu papá estaba con otra pareja?

S: solo, no, solo; o sea era otra relación que tenía con mi papá. Un día me animé a pedirle un cigarrillo y mi papá me lo daba – después seguí esa costumbre de pedirle todas las noches un cigarrillo (tose, en la entrevista Stanly fumó tres cigarrillos). Bueno, me terminan de deportar, y en la argentina es el cuarto tratamiento que hago. Acá también empecé a robar, pero no gentes, sino golosinas, ese tipo de cosas que robaba de chico, robaba chicles beldent, me caminaba todo el día y sacaba mas o menos, unos doscientos pesos por día, robando chicles beldent; me acercaba a los kioscos, le hacía dar vuelta a la quiosquera, le pedía algo, se daba vuelta y sacaba las tiras de beldent; no me animaba a robar gentes, después de estar preso allá.

  • E: ¿y acá quién te recibe?.

S:… y acá me recibió una amiga, hijo de una amiga de mi mamá, que me terminó robando plata que yo había traído, lo hizo con mucha "garca", yo sospecho que el 99% fue él, yo tenía muchos dólares, y quería cambiar dólares a pesos, y él venía semanas a semanas para que le cambie, que si realmente necesitaba podía ir a una casa de cambios, me insistía, hasta que una vez entró a mi habitación conmigo, se ve que vio donde yo tenia los dólares, y esa noche cuando volví a mi casa, ya no estaba la plata, y todo estaba en su lugar, menos la plata. Cuando yo llegué acá, empecé a conocer todo el puterío que había en Florida y Lavalle (calles), no conocía a nadie yo, empecé a caminar por las calles, empecé a conocer la droga de nuevo, que acá se consumía igual.

  • E: Es decir, que no fuiste deportado a la Justicia argentina?

S: no, yo llegué acá libre, ya había cumplido la condena allá.

  • E: Stanley, ¿allá en la cárcel, hacías tratamiento o corría las droga igual?

S: si, ahí adentro sí. Tratamiento, si pero muy mal hecho, lo que hacíamos era que una vez por semana media hora, venia un guardia cárcel, que tenía que leer un libro, un monologo, algo, donde hablaba de cómo no drogarse, todo anti, anti drogas.

  • E: ¿No había psicólogos, trabajadores sociales nada?

S: No, nadie le daba bola, estábamos obligados con lo del libro, porque quedaba bien, y porque una vez por año estábamos obligados a ir a un panel de gentes, que nos evaluaban, y teníamos que tener un certificado que estábamos trabajando lo de las drogas, pero después nada. Corre mucha anfetaminas allá adentro, marihuana, mas que nada anfetaminas, speed se llama, es en polvo.

Cuando llego acá en argentina, yo estuve internado cuatro veces, cuatro veces recaí. La primera fue en San Isidro, la segunda fue en San Miguel, después la tercera fue en Cenareso, que me dieron de alta. Nunca estuve mas de cuatro meses. Actualmente acá estoy hace dos años y dos meses; hoy estoy trabajando, la relación con mi mamá mejoró un montón, es por teléfono, me viene a ver una vez por año a argentina, toda mi familia vive allá en Estados Unidos. Cuando ella viene tratamos de llevarnos bien, como viene de lejos, no vale la pena pelearnos. Ella me paga el tratamiento acá, pero ahora con mi obra social del trabajo, me van a empezar a pagar la internación; y yo no me voy de acá porque no tengo donde ir, o sea la idea es esperar a mi mamá, ya se hizo ciudadana mi mamá, tiene que trabajar un año mas para jubilarse, ya se puede jubilar, pero si quiere cobrar la plata, desde otro país, tiene que trabajar un año mas. Yo no me hice ciudadano allá, solo residente, porque allá tuvimos que mentir por los papeles.

  • E: ¿Y vos ahora estas trabajando fuera de la Institución?

S: sí, de 16 a 22 horas., en una compañía de telefonía de EE. UU. (Call Center), es una compañía americana, hace tres meses que estoy, ellos tienen las oficinas acá y hago ventas a países extranjeros, por el idioma y eso (Stanly habla ingles a la perfección).

Tuve una recaída en el tratamiento hace nueve meses atrás, fui para hacer el documento con un chico que consume, era compañero de consumo mío, me ofreció cocaína, bah yo fumaba pasta base, primero empecé con cocaína, después con pasta base y me dio un pipazo de pasta base… y yo fumé, y digo bueno esto fumo y voy de vuelta a la clínica y de esto nadie se entera dije, y me gustó tanto, que quería más y más y me quedé hasta la noche; y acá pensaron que me había fugado, yo tenía salida acá con compañeros, salidas solo, con staff, eran salidas programados, ellos sabían donde iba, pero salida libre es ir a donde vos queres, yo tenía salida solo. Así fue que cuando fui por lo del "documento", fui a ver a este chico y recaí; acá habían hecho la denuncia, volví antes, me había ido a las cuatro de la tarde y volví a las doce y diez de la noche… y volví a la Fase 1, son tres fases. Estuve en Fase 1 una semana y 5 días y volví de nuevo acá. La verdad que con esa recaída, verdaderamente me cambió mucho la forma de pensar, me cambió mucho la forma de pensar, es como que la decisión no lo puedo tomar yo, lo tomó mi cuerpo digamos, la incorporé yo – no me quiero drogar mas, me siento rechazo, no quiero saber mas nada con la… con la… sustancias… yo quiero hacer una vida normal, me doy cuenta que me está gustando. Siempre tuve la capacidad de hacerlo, pero nunca pude sostenerlo… digamos que yo siempre trabajé, trabajé en otras compañías para EE.UU. en ventas.

  • E: Stanly… a ver que pensas de esto, vos fuiste a "tramitar" tu documento, es decir fuiste a buscar tu Documento de Identidad, se podría decir tu identidad.

S: Sí, sabes que mi terapeuta y todos los terapeutas de acá, me dijeron lo mismo, ¡vas a ser un buen terapeuta vos! (se ríe) me dijeron lo mismo, que tiene que ver con mi identidad, porque fue el mismo día que fui a buscar mi documento… (pensativo), y por algo debe ser, yo no creo en esas teorías, pero todos me lo dicen y ahora vos me lo estas confirmando – alguien que recién me conoce.

  • E: ¿Y que paso luego con tu DNI, te pudiste apoderar de él, te gusto la foto…?

S: Sí, si. (se ríe).

  • E: Esta bueno eso, porque en la Cátedra, lo que justamente nos enseña es eso, que en las adicciones hay una "búsqueda de la identidad" – se necesita afirmar la propia identidad y la pertenencia.

S: sí, coincidió justo, yo fui a buscar mi identidad y justo ahí recaí.

  • E: Sí, que coincidencia, porque es cierto vos había tenido otras salidas, algunas libres, y no tuviste recaídas. Por otro lado esta bueno también, esto que dijiste de que todavía no podes tomar decisiones, que en esa recaída, la decisión lo tomó tu cuerpo – que la dependencia no es solo psíquica, sino también física.

S: Sí, es verdad, la recaída me sirvió para eso, para tomar conciencia.

  • E: Me alegro que haya sido así. Para ir terminando este encuentro, te agradezco mucho que hayas compartido conmigo tu historia para mi trabajo.

S: Bueno, espero que te haya servido.

  • E: Sí, me va a servir mucho. Por último me gustaría saber cuales son tus proyectos, para el futuro, tus sueños…

S: Yo, mi idea es para el año que viene estudiar Turismo, lo hablé con mi terapeuta, y estamos viendo que por ahora es concentrarme en este trabajo, por mis ingresos económicos y después el año que viene estudiar la carrera, el secundario ya lo terminé estando en la cárcel. A nivel afectivo estoy muy solo, recién ahora estoy tratando de vincularme con la familia que tengo acá en argentina, estoy empezando a salir los fines de semana a la casa de ellos; que antes estuve dos años sin salir a ningún lado, no tenia donde ir, los chicos normalmente los fines de semana van a sus casas, y yo no tenia donde ir, entonces estoy armando mis vínculos ahora, como un medio de contención y está funcionando, hay gente muy buena afuera que me están apoyado, y bueno de apoco, con el esfuerzo mío; hay una responsabilidad social que uno tiene que tener, por ejemplo para pascuas, para navidad, cumpleaños, son cosas que tengo que incorporar, eso va haciendo que tengo que generar algo hacia las otras personas, en mis actitudes, y a parte me hace sentir bien a mi… esto es algo nuevo para mi, que me está haciendo muy bien. Ir sembrando nuevas relaciones, acá me junto mucho con el staff, tengo buenos compañeros acá, trato de llevarme bien, pero no con todos se puede hablar, porque no le dan la cabeza, para entablar una relación, porque por ahí piensan mas en las drogas, y yo estoy haciendo un esfuerzo muy grande para salir de eso, por eso me tengo que cuidar. Esto es una lucha grande.

  • E: Por último,¿ como te imaginas a los 30 años?.

S: Me imagino ya con una carrera, trabajando, no se si voy a tener novia, me gustaría formar una familia. Mi mamá ya va a estar acá en la argentina, no vamos a vivir juntos, ya quedamos en eso, cada uno en su lugar. Después se vera, si tengo hijos, pero a los 30 eso, estudiando y trabajando.

  • E: Stanly, otra vez muchas gracias, fue un gusto conocerte.

S: no, gracias a vos.

Segundo caso.

Lo vamos a llamar Fredy, está internado en el Cenareso, por segunda vez, hoy tiene veintiún años, su primera entrada fue a los dieciocho.

Datos Familiares:

Madre: 35 años.

Padre: desconocido

Hermanos: 5 menores que él.

Familiares directos: abuelos y tíos en el Chaco, casi no los conoce.

Lugar de Residencia: Isla Maciel.

Conocí a Fredy en el Cenareso, en un "Taller de Titeres", a través de una Pasantía que realicé para la Universidad, – por mi formación en teatro, había elegido este taller, y nuestra conexión se dio por su interés en el arte, y mi interés por su historia familiar, así, se fue dando éste encuentro.

Fredy es un joven alto, delgado, cabellos castaños, ojos claros, la mirada lejana, su aspecto parece brusco, áspero; con falta de coordinación desde lo paraverbal – desde éstas características da la sensación de querer mostrar una postura con una armadura fuerte, resistente, pero en su mirada se puede observar la de un niño indefenso, la de un pájaro herido – esto no concuerda con lo anterior – también ésto, lo pude ver mejor en su trabajo con los títeres.

Por ésta observación empezó mi curiosidad por saber, quién se esconde detrás de éste personaje, de donde proviene, por saber quién es realmente Fredy, el joven de aspecto fuerte y seguro o el del niño frágil y con mirada perdida.

Desde su historia familiar, me cuenta que su madre es del Chaco (provincia de Bs. As.), su madre viene de una familia campesina, humilde, que trabaja la tierra, en total son trece hermanos. Su madre era abusada por su padrastro desde los doce años, entonces a los catorce, un hombre veinte años mayor que ella, le ofrece traerla a Buenos Aires, "no lo pensó dos veces dice Fredy, y se vino, pero con el bombo, para sorpresa de ella – el bombo era yo" agrega Fredy –

Al nacimiento de su hijo, fue abandonada por éste hombre, que nunca más volvió. Una tía de la madre que vivía en un conventillo en La Boca, le ofreció ayuda para criar a su hijo, mientras ella trabajaba de sirvienta, o de lo que sea.

¿Cómo eras Fredy de chico?

– ya de muy chico, era muy revoltoso, me crié en el barro, el conventillo siempre estaba lleno de mierda, el único baño para todos, perdía agua y mierdas por todos lados; así que los pibes siempre estábamos en la calle, en la cuadra – ¿jugando? No, peleando.

En la escuela… era un desastre, tenía que defenderme, aprendí a pegar puños desde muy chico, tenía mi grupo, éramos lo mas rebeldes, estoy lleno de cicatrices (me muestra su frente y nariz), pero me sentía bien con ellos, me sentía protegido. Repetí segundo grado, no le entendía a las maestras, yo quería estar en la calle. En el conventillo (no dice mi casa), mi mamá no estaba nunca, y ya había tenido otro crío (tampoco la palabra hermano), y mi tía se había vuelto alcohólica, creo que hacía la calle también, los amigos que venían eran todos borrachos igual que ella, así que imaginate el resto.

-Cuando tenía trece, casi catorce años, parece que incendiaron el conventillo, no se que pasó, así que fuimos a parar a la Isla Maciel, allí enfrente, cruzando el río. Mi mamá andaba con un tipo, que tenía una casilla allí; así que ahí me armé de otros grupos, ahí ya era distinto, cada uno tenía sus bandos.

– La escuela ya la dejé a la mierda, le decía a mi vieja que si, que iba a la escuela, pero con los vagos nos íbamos a Constitución, a Retiro, nos colábamos en los colectivos, así es como fui conociendo la calle de verdad, los códigos, la ley en la calle; y bueno, conocí primero el poxiram, el porro ya lo conocía un poco, después vinieron las pastillas. Hasta que un día mi vieja se da cuenta que yo había dejado la escuela, y su macho me quiso fajar, se quiso hacer el padre, no sé, ahí nomás me fui de la casa, andaba por ahí, hasta que caí en cana.

De la calle a la cana, de la cana al juzgado de menores; ahí conocí el Reformatorio, también ahí hay códigos, tenes que saber como andar ahí, sino sos boleta, igual conocía a muchos de mis grupos que habían caído ahí. También fui abusado como mi vieja. Hasta que mi vieja arregló y me llevó de vuelta a la Villa,; pero yo me aburría – yo quería la calle – con mi vieja era un desastre todo, ya andaba con otro tipo, tenía mas hijos – así que vivía otra vez en Retiro, en Constitución, donde podía.

A los dieciocho, ya estaba fundido por la droga, ya había conocido todas. Un día, por una pelotudes, un robo para pagar a uno que nos daba la merca, caí preso otra vez, y ahí el juez me mandó por primera vez acá al Cenareso, para rehabilitarme decía. Estuve mas de un año, estaba bien, me portaba bien, pero creo que era porque quería mi libertad, volver a la calle, así que cuando mi vieja arregló la causa, al principio yo venía al Hospital de día, pero después no vine mas.

Hace como seis meses caí de nuevo, esta vez por robos con armas, me engatusaron, y caí yo de rebote y acá estoy otra vez, creo que ahora estoy limpio. Mi vieja viene cada tanto, cuando puede, también viene mi mujer tengo un hijo de tres años, "ese si que es un campeón, es de inteligente, se parece a mi".

¿Porque los títeres? – no sé, siempre me gustaron, acá en el taller también podemos hacerlo, al principio no me salían, es decir me salían feos, no me gustaban y la psicóloga (la coordinadora), me dijo déjalo, proba de hacerlo mañana, a lo mejor te sale distinto, y así fue, cuando volví a probar me gusto, me parecía que era distinto, que se reía, hasta le puse un nombre. Cuando lo hago actuar, no puedo creer, que la gente me dice que es un títere dulce, porque yo soy muy bruto, pero cuando hablo como él, me sale otra voz, otro cuerpo, su manera de ser es diferente ( en el Taller los chicos arman una improvisación con sus títeres, participan en una situación, hay un dialogo, y es muy llamativo verlo a Fredy, manejando su títere llamado Frufru, un personaje dulce y tranquilo, pero por detrás se puede observar al titiritero el esfuerzo que hace para darle todo el carácter a Frufru).

Me hubiera gustado ser actor, ser "otro", los actores son famosos, salen con cada minas, están en la tele todo el día, pero bueno esta es mi historia, ser pobre. Estoy contento con el Taller, le hice un títere a mi hijo, no sabes que contento que estaba, la madre me dice que hasta duerme con él…

(Es la primera vez que se le quiebra la voz emocionado, baja la mirada, con lagrimas en los ojos, entonces me acerco, le pongo la mano sobre los hombros y le digo, en tono de bromas). Ves que no sos tan bruto, hasta podes llorar, hasta pareces distinto, porque estas hablando de amor, de afecto hacia tu hijo, y eso es muy bueno… porque por amor cambian los hombres, ¿sabias eso?.

No, no sabia, como en las novelas, (se ríe), me hace muy bien hablar con vos, sabes escuchar, ojala que puedas trabajar acá, así ayudas a los pibes.

– ¿Fredy, qué pensas para tu futuro? – y no sé, creo que me pone mal pensar, me gustaría salir de esto, por mi hijo, darle otra vida, pero que se yo, no sé hacer nada, la psicóloga también me pregunta eso, bueno vos sos psicólogo también.

– ¿Dónde están tus sueños? – y como te dije, me hubiera gustado ser otro.

– ¿Un Otro como Frufru? – (se ríe), estaría bueno, pero él es un muñeco no?.

– Pero es parte de vos, vos le das vida, el otro día nos hiciste reír a todos en el Taller – porque no pensar esto, que podrías rescatar esa parte tierna, humana que hay en Fredy – pero ese trabajo solo lo podes hacer vos, primero la decisión está en tus manos, solo así, los médicos, los psicólogos, te pueden acompañar a encontrar ese cambio, te dejo esto para que lo pienses, ¿si?; y sabes una cosa, sabias que el Teatro San Martín tiene una escuela para titiriteros?

-En serio, hay escuelas para eso? – que bueno, a lo mejor quién dice, un día podía

hacer algo de eso… bueno gracias, me gusto hablar con vos Andrés, y suerte.

Como reflexión de este encuentro con Fredy, con una historia cruda, una historia de vida difícil, es que una vez mas el "arte" puede hacer milagros, puede conectar afectos, de un padre-niño con su hijo, por medio de un títere, y el trabajo, porque este objeto simbólico es construido por este padre, y tal vez despierte sus ganas de hacer otra cosa con su vida, como esto de acercarse a una escuela donde se puede ser titiritero.

Los chicos de la intemperie y de la sociedad – ¿de la sociedad de quién?

¿Quienes son los chicos de la intemperie, de la calle, los sin nombres, con o sin padres (pero ausentes), sin espacio propio y sin pertenencia en esta sociedad actual?.

Todos los conocemos un poco de vista. Nos los cruzamos en las esquinas de las grandes ciudades, en un semáforo de las afueras, revoloteando a la puerta de cines y espectáculos, ofreciendo estampitas, flores, como también la nada que no tiene o que le falta o rebuscando en los contenedores de basura.

Los conocen mucho más en los servicios sociales municipales, a él y a sus hermanos, pero sobre todo a su madre. Va mucho por allí a ver si le dan una vivienda sin goteras, con techo y ventanas, y por la caja de pan y la leche para el más pequeño. Los conocen también en los centros especializados de menores, por donde con frecuencia pasan paulatinamente todos los hermanos. No es raro que también el padre o la madre, o los dos, sean antiguos alumnos de un centro similar. En los colegios públicos de E.G.B. del extrarradio también tienen conocimiento de su existencia; aunque más por las veces que el profesor pasa lista que por los días en que puede preguntarles la lección, sabérsela puede ser un milagro y acabar la E.G.B. imposible. Cuando crecen y llegan a los 14-16 años empiezan a ser bastante conocidos en los tribunales tutelares, en las comisarías, en los centros penitenciarios y en los de asistencia psiquiátrica, en el mundo del tráfico de drogas y de los ajustes de cuentas.

Con el tiempo tendrán hijos que, a su vez, reproducirán el mismo proceso de marginación. Sencillamente porque entre una y otra generación no ha mediado ninguna intervención social eficaz y global que rompa el proceso.

Pertenecen al estrato inferior de nuestra sociedad industrial, que vive en una situación de carencia económica extrema, con escasas posibilidades de acceder a los bienes y recursos en la comunidad, con una calidad de vida muy baja en contraste con esa sociedad. Puede decirse que cuanto mayor es el nivel medio de la sociedad la distancia que separa a este sector de la población es también mayor. Si observamos a estos niños y adolescentes "de la calle" veremos que son chicos como los demás: movidos, juguetones, saltarines. Si preguntamos su opinión a personas que los han tratado más de cerca, como los profesores o educadores, nos dirán que son mucho más difíciles de educar que los niños de clase media. Los describen como distraídos, inconstantes, inclinados a los juegos violentos, fáciles para la agresión física; en el terreno de los aprendizajes escolares, dicen, no tienen motivación, no entran a clase; si lo hacen, o están pasivos, o molestando a los demás. También suelen decir que son de reacciones irregulares e imprevisibles, sin venir a cuento se enfadan por una nimiedad que otras veces no le dan importancia, o por el contrario explotan de alegría incontenible por cosas sin importancia. En contraste con los niños de su misma edad pero de superior nivel social los profesores suelen decir que no atienden a razones, que las reflexiones que surten efecto con aquellos no lo hacen con estos; que el niño de la calle lo que mejor entiende es "el palo", que la amenaza de llamar a sus padres o de expulsarlos del colegio les deja indiferentes o incluso les alegra; y que las notas, el aprobar en junio o el repetir curso, les resulta tan lejano que es lo mismo que hablarle a una pared. Y no digamos de los argumentos sobre «el día de mañana", o el "estudia para luego tener un buen trabajo".

Estas apreciaciones de profesores y educadores no discrepan casi nada de las descripciones que conocidos investigadores de la psicología han realizado de los niños de clase social inferior.

Desde Edgar Morin (libro "Dialogo sobre la naturaleza humana), podemos ver la diferencia de los seres humanos con los animales – el animal nace "dado", como el buey nace buey; en cambio el bebe humano nace inmaduro, necesita muchos años para madurarse, construirse – . El hombre "como deseo de otro", y este deseo es constituyente.

Neotenia: el efecto es que el hombre puede seguir dando forma a su cerebro, según los niveles afectivos, la sociedad participa de esto, por eso el cerebro es un lenguaje. Un hombre sin alter (otro), no puede desarrollar su cerebro. Necesita un tiempo para crecer como personas, son tres elementos:

  1. Estar, habitar una situación, la patología es la ausencia (padres ausentes).
  2. Vincularse, de lazos, nudos, siempre en la vida son vínculos (con profesores, compañeros en los cursos, pares etc.). La patología es la inervidad, desvalimiento afectivo (la teoría del apego temprano de Bowling). El cerebro no es una estructura biológica cerrada, es una estructura que se arma, es un lenguaje, cuando no se da este fenómeno afectivo, ya sea de caricias físicas, transmitir ternuras o palabras tranquilizadoras, producen chicos hiperkineticos – aumento del circuito hipotalamico.
  3. Ordenamiento, horario, programas – el almuerzo o la cena familiar, las buenas noches a los niños, el cuento antes de dormir. La patología es la de los limites disóciales.

Como se puede apreciar en estos dos casos clínicos, se dan estos elementos, padres ausentes; en el caso de Stanly, siempre tuvo la intuición que estos padres no eran sus verdaderos padres, aún así como padres adoptivos, no pudo recibir ese vínculo, ese lazo, que él necesitaba, solamente con los primos en sus primeros cuatro o cinco años de vida, (fue una etapa que duro solo meses), como tampoco pudo tener un ordenamiento, un programa de familia – vivían de mudanzas de casas, de escuelas, etc.; así, como tampoco pudo mantener ningún vínculo verdaderos con profesores, compañeros o amigos del barrio..

En el caso de Fredy, ni siquiera conoció a su padre, su madre tampoco pudo estar, era muy joven (15 años cuando él nació ), una madre adolescente abusada, con sentimiento de abandono de parte de sus padres y de su primera pareja que la deja embarazada.

Fredy no tiene en su haber recuerdos de ternura, de lazos, ni siquiera de un familiar que pudo representar algo de esto, cuando habla de su tía, habla de una alcohólica, de su hermano como de un crío; de hecho no se sabe si habla de su madre o de quién; de ordenamiento nada, no habla de su casa, habla del conventillo – donde viven un montón de gentes marginales – habla mas de la vereda, de la calle, donde el vínculo era a través de la violencia, después la droga.

Como se podrá ver son dos casos familiares de diferentes clases sociales, pero con un mismo problema – por ello el entender al adicto dentro de un contexto/sociedad, es decir en un contexto cultural, nos muestra la unión de lo transversal con lo especifico. La droga trasvéliza a una persona, une lo transversal con lo especifico, tapona lo que al sujeto le sucede.

También en ambos casos podemos observar el problema de identidad, "como llegar de ser nadie a ser alguien, a través de alguno (orden simbólico vivencial). Este trastorno en la constitución de identidad/mismidad, lleva a una dificultad, a la posibilidad de crecimiento de una persona.

En esta construcción de identidad, se necesita que haya actores, como papá, mamá, lo cultural, un barrio, un lugar de pertenencia etc. – tanto en Stanly y Fredy, no hubo una madre "suficientemente buena", como sostén, ni la figura de un o alguien sustituto en el lugar del "nombre del padre" – es un trastorno de la subjetividad.

Partes: 1, 2, 3
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