La concepción tradicional de paz, es un concepto limitado; casi exclusivamente al sentido de pactos o tratados.
La idea negativa de la paz, unido a su acepción de serenidad y no-conflictos; desarrolló una imagen pasiva de paz sin dinamismo propio, y más bien, creada como consecuencia de factores externos a ella. Esta idea de paz, le permite a los ciudadanos decir; (esto no es con migo), siendo esto un claro abandono de los derechos, y de las obligaciones que tenemos como ciudadanos de preservar la paz dentro de nosotros, y con los demás. La difusión que se ha hecho de la idea tradicional de paz, especialmente desde el propio sistema educativo, ha hecho que su definición sea ambigua, y en consecuencia, resulta más fácil concretar la idea de guerra, y lo que gira en torno a ella; que concretar la idea de paz, pareciendo la idea de paz estar, condenada a un vacío, al olvido, a una existencia difícil de concretar y de precisar. Debo en este apartado decirles que: (la paz, es responsabilidad de todos, cada uno de los ciudadanos de una nación, debe formarse e informarse sobre su contenido) el concepto de paz, no podemos reducirlo solo al concepto guerra o a la confrontación bélica, también, el conflicto entre personas; es una modalidad de guerra ideológica.
Definir la paz, es un tanto difícil, al menos lo es para mí; no obstante es: (1) sinónimo de justicia social. (2) es la superación de las experiencias y hacerlas armónicas, comenzando por las que tienen que ver con las propias necesidades básicas del ser humano. (3) es la plena realización de las potencialidades humanas. (4) la paz se crea y se construye con la superación de las realidades sociales perversas. (5) la paz se crea y se construye con el anhelo incesante en la justicia social. (6) la paz, también, está en la satisfacción de necesidades básicas suministradas por los estados, (empleo, seguridad, salud, etc.). (7) la paz, también, es un estado mental de no auto-agresión. La paz no es vivir sin conflictos; tener conflictos es natural en el hombre; lo que no es natural, es la ausencia de la justicia.
La educación para la paz, tiene como tarea educar desde una visión integradora, y transformadora, además; ha de tener una visión amplia de la realidad. Es necesario, apostar por una educación activa y participativa; así, potenciar un pensamiento dinámico, crítico y generador de nuevas ideas; además, para educarnos en paz, debemos reconocer que somos conflictivos, y por consiguiente nos compete en primera persona.
Vivir en paz, es algo que se puede aprender; justamente porque no es un valor absoluto; que ha sido dado de una vez, y para siempre, ni es un objetivo imaginario, es más bien, un esfuerzo permanente en el desarrollo integral de la persona. La educación para la paz; no es una moda, ni es una forma de ampliar estudios, o cubrir programas educativos. La educación para la paz, busca en los seres humanos; la puesta en práctica de conocimientos fundamentales como son: (1) autonomía. (2) beneficencia. (3) libertad. (4) igualdad. (5) justicia. (6) perdón. (7) conciliación. (8) reconocimiento del otro. (9) compromiso. (10) participación y decisión, (11) no agresión, etc.
(3) Que es el conflicto:
Es la lucha de principios, de ideologías, de preferencias, es una contradicción u oposición; en los principios, y en las actitudes, también, es la cadencia endógena. El conflicto es una diferencia de orden pragmático; pero, tiene la particularidad de ser solventado; mediante los acuerdos y el dialogo, el conflicto tiene múltiples salidas. El conflicto dado por ideologías, y posiciones perversas, es altamente nocivo para la sociedad. El conflicto, también, aparece cuando se pierde el respeto a las instituciones que dan forma a un estado, cuando los códigos y las normas establecidas favorecen a los infractores.
La teoría del conflicto, es una de las grandes escuelas de la teoría sociológica moderna, es considerada como un adelanto que se produjo; en reacción a la visión estática del funcionalismo estructural. Durante las décadas de (1950 y 1960) la teoría del conflicto, proporcionó una alternativa al funcionalismo estructural, pero ha sido superada recientemente por las teorías neo-marxista. La teoría del conflicto está íntimamente vinculada a la teoría de los juegos, y a los estudios y escuelas sobre negociación.
Generalmente se ofrecen diferentes definiciones de (conflicto social), diferencias que llaman la atención. Por ejemplo el doctor (Stephen P Robbins) dice que el conflicto es: (un proceso que se inicia cuando una parte percibe que otra; la ha afectado de manera negativa, o que está a punto de afectar; de manera negativa alguno de sus intereses), y el concepto de (Lewis Alfred Coser 1913-2003) para quien el conflicto social, es: (una lucha por los valores y por el estatus, por el poder y por los recursos escasos, sabiendo que en el itinerario; los oponentes desean neutralizar, dañar o eliminar a sus rivales) Un conflicto será social, cuando transcienda lo individual, y proceda de la propia estructura de la sociedad.
Antes de la aparición de la teoría del conflicto; el conflicto, era visto básicamente como una patología social, o, en todo caso, el síntoma de una patología social. La sociedad perfecta era vista como una sociedad sin conflictos, todas las utopías sociales sostenían la necesidad de constituir un modelo de sociedad sin conflictos; dada esta por pura cooperación y decisión, debo añadir de manera jocosa, que: (las sociedades perfectas, y sin conflictos, son posibles , en los cementerios), sugiero leer el libro, Utopía (Tomas Moro 1480-1535)
Los científicos sociales, se dividen en dos grandes escuelas, las cuales enfocan el conflicto social, así: (1) la escuela clásica (teorías macro), y (2) la escuela conductista (teorías micro). El enfoque clásico se enfoca en el nivel macro, y está centralmente enfocado; en el análisis de las relaciones conscientes; entre los grupos sociales. Los conductistas se enfocan en el nivel micro, y su preocupación central es el individuo antes que el grupo.
Los conductistas, prestan gran atención a los factores inconscientes; en la generación de los conflictos. Entre los supuestos fundamentales de la escuela conductista se encuentra, la afirmación de que, las raíces de la guerra, se encuentran en la naturaleza del comportamiento humano.
A partir de la bomba atómica (1945), y de la teoría de la disuasión; se abrió el camino para teorías más complejas; como la teoría sobre (toma de decisiones), y la teoría de los (juegos). Ambas teorías, se originaron en la idea de la escuela clásica del siglo (XX).
El conflicto es una parte natural de nuestra vida, (tan natural es el conflicto en el hombre, que define el yo persona). Desde que el hombre apareció en la tierra; ha enfrentado el conflicto, y ha ideado, formas de solución, desde las formas más primitivas; hasta las más elaboradas como es el caso hoy día. Podríamos afirmar que a lo largo de toda la historia; los conflictos, se han resuelto típicamente en dos formas: (una violenta, y otra, pacífica), entre estos dos extremos; se dan, los matices intermedios que conjugan ambas formas.
La situación conflictiva implica, variados elementos como pueden ser: (1) más de un participante, (2) intereses opuestos, (3) sentir o percibir la oposición, (4) un objeto materia de discordia, (5) una arbitrariedad sobre un grupo o segregación, (6) invasiones con fines de expropiación, (7) incursiones violentas con fines ideológicos, (8) terrorismo con fines de dominación o persuasión. Sin embargo, no siempre es así, y tampoco, se logra siempre una solución pacífica, lo cual en algunos casos significa; resultados funestos para una de las partes. Parece cruel, pero esa es la dinámica en algunos casos de negociación, se llega a esta situación, cuando están implicados los intereses de una inmensa mayoría, o los intereses de un estado soberano.
Cuando en las eras primitivas, los hombres se organizaron en familias, y posteriormente en clanes (como una necesidad de supervivencia), demarcaban sus territorios, en donde sólo ellos podían cazar, pescar, y recolectar. Cualquier intruso pagaba con su vida; el intento de invasión, y posesión. Así en forma violenta se resolvía el conflicto, cuyo objeto de discordia era una zona territorial anhelada en épocas de escasez. Esta circunstancia hacía que los enfrentamientos fueran principalmente entre clanes, los cuales, medían su poder en base al número, a la fortaleza de sus miembros, y a los elementos de defensa que poseían, triunfando el más fuerte. En este último ejemplo podemos ver que, además de los ocho elementos señalados anteriormente, existen más elementos, y objetos de discordia.
Lo anteriormente señalado, es válido para todos los tiempos, y para todos los conflictos; desde los más sutiles, hasta los de mayor gravedad. Esto es importante a tener en cuenta; para, estudiar y analizar, el conflicto dado por ideologías o por posiciones extremas.
La palabra conflicto, procede de la voz latina (Conflictus), que significa lo más recio de un acometimiento, y puede ser: (antagonismo, pugna, oposición, combate, angustia de ánimo, apuro, situación desgraciada y de difícil salida, alteraciones cognitivas, dudas, disociaciones cognitivas, ambiciones, ambigüedades, modos y formas de ideología, etc.).
Para definir el conflicto es necesario tener claro, que: para que se produzca un conflicto, las partes deben percibirlo, es decir; sentir que sus intereses están siendo afectados, o que existe el peligro de que sean afectados. La teoría moderna de los conflictos; sostiene que, éstos; no son ni buenos, ni malos en sí, sino que son, sus efectos, o consecuencias; los que determinan que un conflicto sea bueno, o sea malo. Es normal que tengamos conflictos; pero del conflicto, al hecho catastrófico, hay un paso que debe ser evitado, o por lómenos revisada la conducta, o la ideología que motiva la agresión, o la invasión.
Algunos conflictos son funcionales: son aquellos conflictos que se presentan y son de intensidad moderada, que mantienen y sobre todo, mejoran el desempeño de las partes; por ejemplo, si promueven la creatividad, la solución de problemas, la toma de decisiones, la adaptación al cambio, y estimulan el trabajo en equipo, fomentando además, el replanteamiento de metas, etc. Es importante ventilar los problemas, y liberar tensiones emocionales, tenemos que fomentar la auto-evaluación en cada uno, y además, esto debe motivar una modificación, un cambio de actitud. Gran parte de los conflictos que tenemos, son producto de; nuestras propias indefiniciones, de nuestros propios prejuicios y de nuestra emocionalidad mal intencionada (insatisfacciones personales en las cuales; los demás, no tienen responsabilidad alguna)
Vamos por la vida; pensando que lo único importante es lo que a mí, me sucede, y eso, motiva actos desobligantes de nuestra parte; y como es apenas lógico, tienen un impacto, y unas respuestas de oposición por parte de los otros.
El conflicto, y su presencia en las relaciones humanas; son un proceso natural, y por tanto, es inevitable, y debemos aceptarlo como tal, de acuerdo a esto, el conflicto, no siempre es malo, o negativo, puede ser beneficioso para el desempeño de las personas, y los grupos. El conflicto es como el dolor; sin este, no nos damos cuenta de una enfermedad o de una lesión, sin él; nos colapsamos o nos moriríamos por algo sin importancia, el conflicto y el dolor son mecanismo de defensa y de advertencia, uno es social y el otro es somático (1) el conflicto no es positivo ni es negativo, (2) es parte natural de la vida, (3) nos afecta a todos, (4) entenderlo y analizarlo, ayuda a resolver de forma efectiva y productiva; las diferencias. Sin el conflicto, solo seriamos; unidades biológicas, sin normas, no seriamos, (biológicos, psicológicos y sociológicos) la vida dinámica y cognitiva; afecta al entorno.
Una vida sin exigencias, sin problemas, o sin conflictos, no seria, muchos de los conflictos que tenemos a diario, son obstáculos; que tenemos que enfrentar para crecer como personas, como ciudadanos, y como profesionales.
Los conflictos siempre se harán presente: (1) a nivel intra-personal (lo experimenta una persona consigo misma), (2) a nivel inter-personal (entre dos o más personas), (3) a nivel intra-grupal (en el interior de un grupo), (4) a nivel inter-grupal (entre dos o más grupos), como ves; siempre los vas a encontrar, lo importante es revisarlos, y tomar decisiones acertadas. Si el conflicto es superior a nuestro haber; tenemos que pedir; ayuda, para no cometer disparates conductuales, o cognitivos (psico-tóxicos), y mucho menos cometer actos barbáricos, no huyas del conflicto, no puedes.
El objetivo de toda resolución de conflictos es, incrementar el bienestar social de las gentes. Psicosocialmente debemos preguntarnos, ¿cómo y porque, unas personas experimenta la vida de forma catastrófica, y otras; en igualdad de condiciones, la experimenta de forma agradable, y feliz?
No es nuevo saber que, las formas, y las pautas de crianza de la familia colombiana; han sido violentas en una gran mayoría de casos. Pregunto, solo pregunto ¿la cultura del hombre colombiano; esta cimentada en el garrote, en la tiranía de los deberías, en la envidia, en el resentimiento y los odios, será esto lo que ha hecho; de la autonomía y del recuerdo, un poderoso psico-toxico-social? Antes de censurar este comentario, llenémoslo de contenido.
La paz es producto de la predisposición personal hacia la misma, basada está en la memoria, en el condicionamiento y en las condiciones particulares de cada cual. Está en la retribución interna de los acontecimientos positivos, en la tendencia a asociar todos los aspectos como agradables, y en toda esa variedad de estímulos que el niño recuerda; como gratos. La facilidad individual de ahondar en recuerdos positivos, y gratos, nos lleva a la paz. Un niño maltratado y vejado, es un hombre resentido, un hombre resentido; es una persona inestable, y en muchos casos, violenta (es una bomba inteligente), perdón si les parezco crudo; pero hay que decirlo.
(4) Que es el conflicto emocional:
Son todas aquellas formas de distorsión cognitiva; que afecta, la conducta y hacen o detonan; una personalidad conflictiva. La existencia del conflicto interno, está aceptada como una parte inevitable del funcionamiento psicosocial de las personas, hay que diferenciar; su origen (endógeno o exógeno) y cuando las distorsiones, tienen característica de trastorno mental. No está por demás reconocer, que todos los seres humanos; somos conflictivos; en mayor, o menor grado. El pasado cambia; cuando cambiamos la percepción de ese pasado, siempre estamos buscando, reconocimiento y consideración, y muchas veces, cometemos disparates amparados en esta condición.
El conflicto individual aparece con el nacimiento: debemos aprender desde pequeños a vivir haciendo uso de variadas estrategias de supervivencia, (por eso lloramos, pateamos, gritamos, no nos importa que mama y papa estén cansados y que sean las tres de la mañana del lunes; solo queremos tete, y ya, y punto y además; calientito) en fin , nos ganamos la atención como sea.
La vida sin conflicto; es una ilusión de corta duración. Si existiera una vida sin conflicto, estaríamos privados de las imprescindibles oportunidades para desarrollar nuestras habilidades. El desarrollo humano en sociedad, procede por etapas; que son; usualmente, situaciones de cambio, movilizadas por el conflicto, generado por la necesidad de acomodarnos a un entorno.
Gran parte de la violencia que nos asiste, viene pautada por nuestra propia emocionalidad, por nuestras propias indefiniciones y sesgos, (una persona que odia; es una persona que se odia), los cuales son, nuestros propios intereses internos no resueltos, el maltrato, el abandono y toda suerte de vejamen a la condición humana, aflora y determina en muchos casos; la conducta violenta hacia los demás. Una conflictiva interna sin tratamiento, hace a algunas personas seres absolutamente contestatarios, y agresivos, y en muchos casos actores violentos, sin ser culpables, pero sí; responsables.
La violencia en casa: la familia es el primer productor de (violentos y violentas, de asesinos y asesinas, de drogadictos y drogadictas, de psicópatas y sociópatas), en fin , la importancia de hablar de estos temas; es que todos somos responsables de lo que pasa en el país, la Colombia que amamos, hemos de verla desde todos los ámbitos posibles, tapar el sol con un dedo, no nos conduce a ninguna parte sensible. El afecto de la familia afecta, y en muchos casos afecta negativamente. Al formar una familia, debemos primero saber, para qué, con quien, y cuántos hijos hemos de tener, y lo más importante, descubrir si tenemos la suficiente formación; para hacernos cargo de una parte de las futuras generaciones. Al hombre y a la mujer de hoy; no los realiza la tenencia de hijos, la actitud pro-natalista, solo favorece intereses mezquinos, oportunistas, asistencialistas y consumistas. Al hombre y a la mujer de hoy, los realiza la conformación de una pareja, igualmente la responsabilidad con el conocimiento, y el compromiso con las multitudes, además, del compromiso con los proyectos globales. El poder lo tiene hoy; el que se prepara y sabe, has de saber que, el poder; no es neutral. El conocimiento es la mayor realización de la conciencia, y determina el concepto de cultura humana.
(5) Que es el conflicto entre personas:
Es una incompatibilidad entre conductas, percepciones, objetivos y/o afectos; entre individuos, y grupos; que definen las metas como mutuamente incompatibles, luego puede existir, o no, una expresión agresiva de esta incompatibilidad social, las partes perciben que en todo, o en parte, tienen; intereses divergentes, y así, lo expresan. Lo importante de estos impases psicosociales, no es que no se den, muy por el contrario, las diferencias hacen valiosas las relaciones, y la comunicación, solo hay que ser prudentes, y llevar las cosas a feliz término, recordemos que la base del entendimiento, es el respeto. Todo conflicto, toda diferencia, toda incompatibilidad, es normal en el ser humano, (reñimos hasta con el espejo), y es debido a que somos dinámicos, no estáticos, y en consecuencia afectamos a otros, y los otros a su vez, nos afectan.
El conflicto entre personas, es un proceso inter-accional, y que como tal, nace, crece, se desarrolla y puede a veces transformarse, desaparecer y/o disolverse, y otras veces permanecer estacionario, se construye recíprocamente entre dos o más partes, entendiendo por partes a personas, grupos grandes o pequeños, en cualquier combinación; en el cual, pueden predominar las interacciones antagónicas sobre las cooperaciones. Algunas veces, el antagonismo lleva a las agresiones mutuas, las personas que intervienen; lo hacen con sus acciones, con sus pensamientos, con sus deseos, con sus afectos y con sus discursos.
El conflicto entre personas; en psicología social, se refiere al amplio espectro que en la interacción, e interrelación humana; va desde situaciones y cuestiones que se elaboran con cierta rapidez, y casi sin dificultad, a situaciones que demandan cierta inversión emocional. Toda satisfacción de necesidades es la búsqueda (de) para resolver algo. Hay situaciones complejas que derivan en complicaciones, y antagonismos, llegando a veces a (estereotipias, rigideces o cristalizaciones), cuya posibilidad de resolución, requiere la consulta o intervención de expertos o (terceros), que aporten elementos o instrumentos eficaces para la superación del conflicto, en este último caso; me refiero; a situaciones, enmarcadas en lo que se denomina; adaptación pasiva a la realidad.
Las emociones, desempeñan un papel importantísimo, son las que le dan forma, o son las que perciben el conflicto, (las emociones negativas, producen una simplificación exagerada de las razones del otro, disminuyen la confianza, y provocan interpretaciones negativas, y amañadas de la conducta de la contra parte, las emociones acompañadas de ira, baja auto-estima, e irracionalidad; son un poderoso explosivo psico-social) las emociones satanizan al otro, a la otra; sin motivo o sin razón.
Cuando somos objetivos, racionales, y además, tenemos alta auto-estima; los sentimientos positivos aumentan, y la tendencia a encontrar posibles relaciones y soluciones entre los elementos de un problema, también, aumentan.
Al permitirnos una visión amplia del conflicto, encontramos situaciones innovadoras, más confiables, y más de acuerdo con la recta razón. Insisto, los demás; no son responsable de lo que pasa dentro de nosotros. Muchas veces, no sabemos por qué discutimos; o porque nos peleamos, y es que permitimos; que entre en escena, nuestra conflictiva emocional mal intencionada, además, de todos los demonios; que se nos cuelan en la cognición, y que además, alimentamos generosamente con comentarios ajenos, y destemplados.
(6) Conflicto y cultura:
Es importante saber que la cultura, determina en alguna medida las respuestas que damos a las sobre exigencias. La cultura, es aquella parte de las interacciones y experiencias humanas que determina como nos sentimos, como actuamos, en que creemos, como pensamos y como respondemos a las exigencias. Es a través de la propia cultura como se sienta pautas; para distinguir el bien del mal, para definir la belleza, y la verdad, y para hacer juicios sobre uno mismo; así como juicios sobre los demás. Las cosas e ideas que valoramos, como apreciamos, como aprendemos, en que creemos, como reaccionamos, etc., son características impartidas por la propia cultura, hasta el mismo concepto de enfermedad es cultural, hay hombres y mujeres, culturalmente enfermos, también, nos hacemos socio-patas, teo-patas, tan-aticos, logo-patas y psico-patas culturalmente. Creamos cultura por la necesidad de satisfacer nuestros sentidos, y es de esta forma que; tenemos culturalmente que aprender que, la paz; es el equilibrio entre los deseos y las posibilidades.
No somos observadores; somos protagonistas en el juego de la violencia encubierta. Nos gusta pensar que la mayoría somos poco más que observadores pasivos de la violencia, pero no hay tal, también, somos violentos, y destructivos. Los juicios que emitimos acerca de los demás miembros de la especie; son, explosivos, tóxicos, psico-paticos, tanaticos, socio-paticos, corrosivos, y así; nos amparamos en la psico-inocencia, y decimos: ¿por qué a mí?, ¿qué hice?, ¿mire cómo me dejo?, ¿qué paso?, ¿qué fue?, ¿yo cuándo?, ¿sobretodo yo?, ¿yo no me meto con nadie?, yo soy perfecto, perfecta, en fin…,. Cuando hablamos del destino de la Colombia que amamos, nos encanta pensar que siempre las cosas malas, y la violencia; están en manos ajenas, y no en las propias, de alguna forma pensar así; nos exime de la responsabilidad que tenemos para con los otros, y para con el país. Hemos heredado una cultura amorfa y violenta, de igual forma la experimentamos, la vivimos como protagonistas de nuestra propia historia, y así; la pasamos en heredad; sin siquiera pensar en la responsabilidad que tenemos con los otros colombianos. Cuanta responsabilidad tenemos en el conflicto, y cuanta con Colombia, y cuanta con las futuras generaciones. Colombia somos todos, y todas, debemos entender que la paz, también se enseña, en la familia, en la escuela, en el instituto, en la universidad y en todos los lugares que elegimos para funcionar como unidades biológicas, psicológicas y sociológicas.
Es la cultura la que determina; el sentido mismo de la visión que tiene el individuo de la realidad, y del conflicto. Existen culturas con muy alto nivel de tolerancia a la frustración, y toman los conflicto de forma natural, y solucionable; en cambio, hay otras culturas; con muy baja tolerancia a la frustración, haciendo de una exigencia elemental; un acontecimiento de distanciamiento y combate, con respuestas grotescas, y salidas de contexto, y en muchos casos, con muerto o muerta, y tal.
(7) Que es la libertad:
La libertad, es un concepto que hace referencia a muchos aspectos de la vida humana, comúnmente se le define como aquella facultad natural que posee el ser humano de poder obrar, según su propia voluntad. También, es posible comprender la libertad; como aquel estado, en el que el hombre; no está siendo esclavizado, ni preso por otro.
La libertad, es un concepto que hace alusión a aquellos aspectos relacionados con la independencia, con la autonomía, también, es la licencia para realizar aquello que se estime adecuado, o conveniente, en este orden de ideas, la libertad, también; es un estado emocional o mental, que tiene que indefectiblemente tener implícito, el concepto de responsabilidad.
Etimológicamente la palabra viene del latín (líber), lo que se interpreta como persona; cuyo espíritu de procreación se encuentra activo, esto derivado del significado que tiene la incorporación del hombre a la sociedad; al alcanzar su madurez sexual; para que comience a asumir responsabilidades. Si bien, este dato, aporta luces sobre el origen de la palabra, no satisface, ni se considera importante como explicación; para este importante valor de lo humano.
El concepto de libertad, es algo que a lo largo de la existencia humana, nos ha hecho reflexionar en múltiples sentidos; siendo además, uno de los temas fundamentales de la filosofía, lo anterior, debido a que, muchas veces; al hacer siempre aquello que deseamos; nos lleva por el camino equivocado, lo que a fin de cuentas puede terminar por esclavizarnos, somos libres para portar cadenas, (no se debe confundir libertad con, libertinaje).
La libertad de obrar según la propia voluntad, puede terminar por hacernos perder la tan preciada libertad. También, para algunas corrientes de la filosofía, la libertad, tiene relación con la autonomía, que se entiende, como: la dimensión de la razón que permite al ser humano; pensar dándose normas así mismo, sin que medie autoridad alguna, definición que impulsó el filósofo (Immanuel Kant 1724-1804).
Otro de los problemas y contradicciones con los que se enfrenta la libertad, guarda relación con la necesidad de normar la vida humana. Todas las naciones, y sociedades formadas sobre el planeta; poseen leyes, y normas, que rigen el comportamiento humano, podría pensarse por esto; que no poseemos libertad alguna. En este punto cabe preguntar, por la forma que adquiriría la vida en sociedad; si no existiesen normas, o pautas de conducta. El hombre; es realmente libre solo cuando su vida ha finalizado, y solo en ese estado; tiene el poder de hacer, lo que ya no puede hacer.
Definiciones interesantes sobre la libertad:
(1) para (René Descartes 1596-1650): la libertad consiste solamente en que, para afirmar o negar, perseguir o evitar; las cosas que el entendimiento nos propone, obramos de manera tal; que no sentimos que ninguna fuerza fuerce.
(2) para (Baruch Spinoza 1632-1677): es libre lo que existe únicamente por necesidad de su naturaleza, y solo por ella; se determina la acción.
(3) para (Aristóteles 384-322 a-d-c): la libertad está ligada a la capacidad del ser humano de decidir por sí mismo, y esta va; ligada a la moral.
(4) para (San Agustín 354-430): la libertad consiste en la realización efectiva del bien, para alcanzar la beatitud.
(5) para (Georg Wilhelm F Hegel 1770-1831): el concepto es fundamentalmente, la libertad de la idea. Para este autor, la libertad es un concepto abstracto, de muy difícil definición, y que además; en el intento por hacerlo, el ser humano se ha encontrado frente a múltiples paradojas. Es debido a esto que, la libertad puede sólo comprenderse a partir de aquello que no lo es, en otras palabras, es sólo posible definirla según su contexto, y las condiciones en las que se da; ya que en la mayoría de los casos, sólo se puede hacer uso de ella; en función de las opciones siempre limitadas; que se nos presentan, la norma nos provee de libertad.
(8) Que son las alteridades:
Las identidades y las alteridades, son construcciones intelectuales que se confirman en su carácter relacional, y se afirman en la singularidad y en la diferencia.
La singularidad, reclama necesariamente un exterior de confrontación que mida a la identidad en tanto, y en cuanto; son construcciones que inauguran el campo de lo humanamente posible. La singularidad, necesita poseer un (locus) que también, habilite y permita su existencia. No hay una sola identidad, que no postule al mismo tiempo una alteridad; eso es, y ha de ser claro; para la salud de la cultura de paz.
Podemos señalar, que se ha aprendido a dudar de las identidades absolutas, simples, y sustanciales en el plano colectivo, y en el plano individual. (Claude Levy Strauss 1908-2009) nos da un concepto de identidad, el cual es: la huida virtual de la potencialidad que no se consuma en acto, no puede hablar del (yo-logros), y yo añadiría, desconociendo a (los-otros) que hay en la consecución del logro no hay potencialidad. El ser humano, habla de (yo) logros en público, pero; en privado ha de hablar indefectiblemente de (nuestros) logros, por que los demás, son fundamentales para lograr lo que somos, es así y punto. El conocimiento que poseemos, es gracias al esfuerzo y la dedicación; de muchos otros; gústele a quien le guste.
En las identidades y en las alteridades; participan, la percepción individual del tiempo, su relación con el espacio y su relación con los otros. Esta visión esquizoide, se relaciona con el tiempo como límite de reflexión, que obliga al pensamiento a proyectarse en el más allá ideal de las singularidades. La comprensión del (yo-como-un-otro) es la finalidad dé la alteridad. El yo es un otro; porque es hecho otro, por los otros, y así recíprocamente.
Como no es posible encontrar una identidad absoluta, tampoco es factible hallar una alteridad sustancial y estable, sino que (el-alter), se disemina en otros, los otros son: (étnicos, culturales, sociales, psicológicos, religiosos, diferentes, naturales, sobre-naturales y, también, suelen ser interiores y espirituales, además, de bellos, bellas y libres).
Las (alter-identidades), pueden adquirir sentido en su construcción discursiva, un discurso que construye una realidad, y que valida intelectualmente la creación ajena, marca así las fronteras, y reconoce al otro, el otro es diferente, además; está ubicado fuera de mis límites discursivos, pero es válido; el otro es una entidad igual (a mi yo), (es otro yo) con el cual, he de interactuar; de no ser así, no; seriamos. Yo, no hubiese podido escribir, una sola línea; sin el conocimiento, la dedicación, el trabajo y la disciplina de otros, de muchos otros a quienes les debo mi modesto conocimiento.
(9) Que es un interlocutor válido:
Cada una de las personas que toman parte en un diálogo, han de ser reconocidas como interlocutores validos; siendo este dialogo de la naturaleza que fuere; nadie está facultado para desconocer; las razones que existen en la condición ajena, en la condición del otro, (lo que a usted le párese un disparate; puede ser, un contenido cultural, respetable; desde todo punto de vista).
En las comunicaciones hay dos tipos de interlocutor: (1) el emisor (2) el receptor. El emisor es el que emite el mensaje, y el receptor, es quien lo recibe.
Cuando entablamos un diálogo; todo el que habla, es un emisor en algún momento, y un receptor en otro. Las comunicaciones son dinámicas, y el rol de los interlocutores cambia constantemente. El dialogo, se fortalece en el respeto mutuo, y en el reconocimiento del talento del otro, así, no estemos de acuerdo, el otro; tiene cosas importantes para decir, hemos de escucharle de forma respetuosa, (la base del entendimiento es el respeto), donde no hay respeto; cualquier conducta, y cualquier vocabulario, es. Hemos de ser muy cuidadosos a la hora de hablar, la razón es simple, no tenemos las mismas pautas de crianza, de lenguaje, de pronunciación, de interpretación y en muchos casos, la formación académica es desigual, tampoco somos poseedores de la verdad absoluta, ni poseemos el magno conocimiento, creer que poseemos el logos y que los demás, poseen los mitos; es ominoso, hemos de ser prudentes.
(10) Que es la educación en voluntad:
La palabra (educación), es un conjunto de métodos y técnicas desarrolladas para impartir conocimientos intelectuales a las personas (sacar, extraer, producir conocimientos), la palabra (voluntad), es un conjunto de fenómenos psíquicos; cuyo carácter principal se halla en las tendencias, (hacer por cuenta propia)
Porqué estos dos vocablos juntos, es sencillo; existe una estrecha relación entre estos dos vocablos, siempre queremos que nuestros hijos e hijas, sean autónomos y responsables. Por eso es; por lo que tenemos que incrementar sus posibilidades; educando su voluntad y motivando su esfuerzo. Somos capaces de hacer distinguir lo que está bien, de lo que está mal, y si los progenitores y los familiares del hijo o hija, que se quiere educar; son referentes adecuados; y proporcionan estos las pautas, y los modelos de actuación coherentes con los valores que se quieren transmitir, entonces como consecuencia, la autoridad, y el ejemplo, no resultan difusos.
Para educar la voluntad, tenemos que apoyarnos en la creación de hábitos, y en fortalecer las motivaciones. También la voluntad; la determinan factores biológicos, ambientales y sociales, esa es la dotación que nos hace seres libres, estas fuentes son las que hacen que queramos actuar, son las condiciones que determinan la conducta, y es precisamente de allí que se desprende la necesidad del refuerzo, y del buen ejemplo. La autonomía la determina la conducta, al obrar rectamente, (es decir, observando la norma impartida socialmente) somos seres libres, y autónomos. Toda aquella persona que precise de control permanente, no es autónomo; por lo tanto su voluntad es ambigua. La voluntad regida solamente por impulsos o hábitos; puede ser cuestionable.
(1) creación de hábitos: es en la primera infancia; cuando se han de inculcar los hábitos, y así, de una manera habitual, los hijos van haciendo del esfuerzo un aprendizaje. Cada familia tiene su estilo de vida, y sus circunstancias, así bien, deberá haber unas reglas de juego en todo hogar; para hacerse obedecer y hacer más agradable la convivencia de todos en familia. La autoridad, no se impone, se gana junto con el respeto.
La costumbre de cumplir lo que está establecido, es necesaria; esto determina una norma, es importante ser flexibles para introducir cambios sustanciales, y descubrir las bondades que hay en el acuerdo, cuando hay autoridad obtenida por respeto; se accede a mejores espacios emocionales, y afectivos.
El orden es fundamental en la educación, y en la formación, tener unos horarios para levantarse, y para ir a dormir, para la hora de la comida, para el tiempo de ocio, para el estudio, para recoger los juguetes; también, es conveniente tener en cuenta, las posibilidades y las limitaciones que puedan o no tener las personas. Los niños son niños; no son adultos pequeños; trátelos en concordancia, no espere grandes reflexiones, ni toma de decisiones, sea prudente con sus hijos e hijas, ellos y ellas son, la base de nuestra sociedad, si queremos paz, eduquemos en paz y armonía a nuestros hijos e hijas. En la propuesta de educación para la paz, el mal trato; queda proscrito.
El orden de un hogar no será el de un museo, ni el de un cementerio, puesto que cuando hay vida, hay dinamismo; más bien será el orden de un hogar en movimiento; donde el amor de los padres hacia los hijos marcará los límites de lo que se han propuesto. La voluntad de los hijos, se fortalecerá si la van ejercitando con el cumplimiento de sus obligaciones diarias, hay que reconocerle a los hijos e hijas, su gran valía, hay que decirles que se les ama; es con amor y con respecto que se forma una familia, y se modifican las conductas, así mismo; se fortalece la voluntad, y el reconocimiento de la norma. Tenemos que hacer claridad, en: (si detesto esto o aquello, me cuidare de no hacer esto o aquello) es así de sencillo, el mal ejemplo se propaga. Dejamos de lado más fácilmente una agresión de un extraño, que de un ser querido, no lo olvides.
(2) las motivaciones: los hijos e hijas, tienen que tener el deseo de cumplir aquello que piden los padres, y que los ayudará a hacerse responsables. Es por esto que una actitud positiva, y respetuosa, anima el acatamiento y la obediencia de la norma establecida. Conviene recordar que el reconocimiento de cada cual; es necesario para que se obedezca, y el ejemplo es el mejor modelo. Tenemos que tener objetivos claros en la formación que queremos dar a los niños y a los adolescentes, y claridad en los valores que hemos de transmitir.
Los retos que queremos que logren; han de estar a su alcance, para poder valorar el esfuerzo; puesto que sí, pidiéramos más de sus posibilidades, les causaríamos una constante frustración; que los dejaría sin motivación. Por esto, se debe conocer a profundidad a cada hijo e hija, pactar y dialogar con ellos; con genuino interés, para llegar a acuerdos. No se educa en voluntad jamás con un garrote; con el, solo conseguimos la contrariedad de la norma, y los hábitos licenciosos, los niños y las niñas, son luminosos, somos los adultos los que los oscurecemos.
Los elementos de la familia que contribuyen a incrementar la motivación de los niños, y de los adolescentes, son, entre otros: (la confianza, el buen humor, la alegría, la paciencia, la generosidad, el respeto, el amor, el buen ejemplo, la comprensión, la satisfacción de sus necesidades afectivas, etc.). Se trata de ser, un buen referente para los hijos e hijas, y de esforzarse para que los valores sean transmitidos con la autenticidad de un padre, de una madre, de un docente, en fin , de quien forma. La voluntad actúa cuando la inteligencia hace ver que aquello que se propone, es bueno, y además, lo propone alguien que consideramos un buen referente, alguien a imitar.
La educación de la voluntad, tiene la finalidad de descubrir el bien; desde la autonomía, desde la libertad, desde el reconocimiento, y desde el respeto, (a quien decimos amar, hay que decírselo, recordárselo, reconocerle las cosas buenas; en vida, es sano, es saludable, es terapéutico, todos precisamos de un te quiero, te extraño, eres magnifico, eres magnifica, gracias por existir, gracias por ser mi hijo, gracias por ser mi hija, gracias por ser mi compañera de vida, gracias por ser mi compañero de vida, etc.,) estas buenas costumbres, ayudan a establecer compromisos, y a respetarlos, como normas, como hábitos; dados desde la recta razón, además, fortalecen el deseo de esforzarse, y fortalecen la paz interior, la seguridad, la confianza en la familia.
En estos tiempos de tanta distracción para nuestros jóvenes, debemos mostrarles (afecto, respeto, dedicación, reconocimiento, cuidado, hay que quererles, hay que orientarles) para poder tener en ellos; pautas de orden, fortalezas e ilusiones, grandes ideales, para que no se quiebre en el primer tropiezo, que sepan decir no, para que sepan cumplir con su deber, y no se dejen llevar por el capricho, ni por sensaciones y emociones momentáneas.
Los educadores tenemos una gran responsabilidad; con nuestros educandos, siendo ellos, (niños, niñas, adolescentes, mujeres, hombres, etc.), existe una gran cantidad de vacíos existenciales, y afectivos en ellos, es por eso, que reconocerlos en toda su dimensión; es una prioridad para la paz, máxime, cuando no encuentran estas pautas en casa. La educación en voluntad para la paz, es tarea de todos, y todas, es esto; lo que nos hará más equilibrados, mejores ciudadanos, mejores educadores, mejores colombianos, mejores personas.
(11) El perdón:
Tenemos que hacer claridad; en la mayoría de casos, sino en todos, no podemos hablar de perdón, y olvido. El cerebro humano jamás olvida a menos que sufra un traumatismo de orden mayor. Hemos de ser claros al hablar de olvido, (olvidar es desconocer la tragedia; y eso jamás, lo puede hacer el cerebro humano) y muchas veces suena odioso el termino, y otras veces nocivo, y por demás, agresivo. Perdonar no es olvidar, hemos de empezar a hablar, más que de perdón, de aceptación de la realidad; tal cual es. El dolor, la tragedia, la barbarie, la falta, la perdida, el maltrato, la vejación, el abandono, el destierro, el campo de concentración, etc., permanecen intactos en la consciencia confundida, y se manifiestan haciendo sobre exigencias de orden adaptativo. Una persona se concilia internamente y luego se reconcilia con el mundo circundan te; cuando se le reconoce como legitimo su sufrimiento y su tragedia, y se le reconoce como legitimo su dolor, y como legitima su pérdida; siendo esta, económica, temporal, física, emocional, cultural, o del carácter que fuere.
Aceptar no es olvidar, no es borrar la falta como si no hubiera pasado nada, como por arte de magia. No podemos pasar por alto la falta, y hacer como si no hubiera pasado nada. La falta, siendo esta de la naturaleza que fuere, queda registrada en la mente, en el cuerpo, en la carne, en el hueso, en el alma, en la historia personal, en el tiempo, en fin, siempre estará viva en tanto el cerebro funcione. Pasar a un estado radical de perdón y olvido, es imposible en tanto estemos vivos. Sin embargo; pasar a estados emocionales gratos; si es posible, en tanto estemos dispuestos. Una cosa es aprender a vivir con el hecho catastrófico, y otra muy distinta es, olvidar, hay cosas imposibles de olvidar.
Aceptamos la realidad en tanto atisbamos la justicia, sé que hay pérdidas irreparables pero cuando aparece la justicia, hemos de aceptar las deducciones, se que la gran mayoría los fallos, se quedan cortos, no por inoperancia sino por deducciones, y precisiones; pero no tenemos más. La venganza contra un real o potencial culpable, no debe tener cabida dentro de nosotros; es así de simple. Queda dolor, queda tristeza, y muchos otros malestares que solo se resuelven con el tiempo. En el proceso de aceptación, hemos de saber que las cosas no serán las mismas jamás; es así de traumático, perturbador y desolador. La aceptación en muchos casos es dura, difícil, y muy exigente para la pobre condición humana, pero si no lo hacemos, jamás nos libraremos de esa carga tan pesada; que no nos permite avanzar en la vida, y vivirla en plenitud, y felicidad; como ha de ser. Aceptar la realidad es aceptarse.
Debemos aceptar lo que ocurrió para poder continuar con la vida, reconociendo que somos sujetos dinámicos, y estamos expuestos a experiencias; siendo muchas de ellas catastróficas; no debemos, no podemos quedarnos bloqueados para siempre, tenemos la posibilidad de ser felices; aun en condiciones de desventajas físicas o económicas.
Muchas pérdidas son irreparables por su misma naturaleza, pero; dentro de nosotros subyace la resiliencia, y por esta misma razón, podemos acceder a conductas y estilos de vida nuevos; que si lo queremos, pueden cambiar la vida en un antes, y en un después. La aceptación; genera una realidad diferente, es la instancia en que eliges conscientemente dejar de ser víctima, y sentirte como tal, además, has de saber que, la finalidad de la aceptación; es acceder a una mejor calidad de vida, y alejar toda posibilidad de venganza, porque la venganza; nada deja, solo prolonga el dolor, y la barbarie.
Detectar los pensamientos negativos que surgen sobre las situaciones, o las personas que te causaron sufrimiento, y cambiarlos por otros que te ayuden a seguir en la conquista de mejores estados mentales, es; posible. Al reinterpretar la historia encontramos; grandes oportunidades de aprendizaje, y de éxito. Aceptar no es hacerle un favor a otra persona, en realidad, los únicos beneficiados somos nosotros mismos. La aceptación, nos permite acceder a mejores estados de conciencia, y conciliación endógena.
Por otro lado, aceptar también es aceptarse, se que después del hecho; eres una persona que ha cambiado, que ha crecido por medio del dolor, por medio del sufrimiento y es muy probable que seas otro, que seas otra. Sé que es doloroso, que es duro, se que crecer por medio del dolor demanda compromisos viscerales, pero para lograr la aceptación, hemos de involucrarnos emocionalmente, físicamente, socialmente, etc., es toda una transformación, y toda una experiencia que se da en una persona concreta, eso lo sé, y me duele, y nos duele a todos los colombianos. En un proceso de aceptación; hemos de quedar completamente comprometidos e involucrados desde el interior. La aceptación no es fácil, es exigente, dolorosa, requiere compromiso, coherencia, tiempo y solidaridad.
Mi posición frente al perdón es radical, y la razón es simple, lo veo desde el puto de vista psicológico, y conozco el impacto que produce en las personas. Desde un punto de vista cognitivo, es algo así como hacer regalos a alguien que no los merece. Desde un punto de vista humanista, seria pasar por alto la tragedia, y hacer como si nada paso. Desde un punto asistencialista ¡dejémoselo a dios! Desde un punto de vista conductual, estaba ensayando y cometió un error. No, el perdón libera las responsabilidades, y hace normales las barbaries.
La cultura de paz; es hacernos un poco mas lucidos, y coherentes, entendiendo que, somos responsables de lo que pasa en el país, además, de cada uno de los colombianos, también, depende la paz. La cultura de paz, no es una moda, es un estilo de vida.
(12) Resolución de conflictos:
No debemos depreciar las emociones, las emociones juegan un papel muy importante en el conflicto, y no exagero si digo; que, en ocasiones, entorpecen la razón. Todo encuentro, toda argumentación, toda relación, toda diferencia, está sustentada por una emoción, por una intención y por un deseo. En la realidad que vivimos, a veces; y sin quererlo, no sólo le restamos valor a nuestras propias emociones; sino que, además, a menudo, nos vemos envueltos en conflictos mediados por ellas. Si nos detenemos a pensar un poco, solo un poco; descubrimos que, nuestros interlocutores nada tienen que ver con lo que pasa dentro de nosotros, es por eso que; los conflictos, se deben enfrentar, desde una actitud serena, y libre de cargas emocionales delirantes, eso es sinónimo de inteligencia, y buena salud mental. Los delirios, nos llevan a ver la realidad de manera distorsionada, catastrófica; cuando esta no lo es. Es así, como nos vemos involucrados en situaciones de bajo perfil, y terminamos convertidos en personas simples, y reactivas.
Es conveniente detenernos y mirarnos un poco por dentro, la modificación de la conducta, es opcional; pero si, modificamos nuestras conductas, descubrimos la importancia de los otros; en nuestro desarrollo personal, la razón es simple, sin los otros no somos, y no son sin nosotros, debemos preguntarnos: ¿qué quiero conseguir con esta actitud o mejor, que conseguiré con esta actitud?, ¿de qué son responsables los demás?, ¿qué emociones me han llevado a esta situación?, ¿por qué tengo este discurso tan mezquino?, ¿dónde está mi supuesta racionalidad?, ¿qué me indica mi sensatez frente a esta diferencia?, ¿porque estas tensiones, estas presiones?, ¿qué me pasa?, ¿porque obro así?, ¿debo buscar espacio; para saber acerca de todo lo que siento, merece la pena?, ¿porqué odio?, ¿porqué miento?, ¿porqué agredo a los otros?, ¿porqué no soy feliz?, ¿por qué me enfurece el bienestar ajeno?, ¿por qué soy violento, violenta?, ¿por qué peleamos? en fin , son preguntas sencillas; pero al llenarlas de contenido, encontramos la voluntad que se necesita para modificar, además, podemos encontrarnos con otro tipo de relaciones. Las emociones marcan todo un derrotero, que bien vale la pena evaluar, y así, detenernos a observar; todo lo que hemos incluido en nuestras vidas, lo que nos pasa, es responsabilidad en gran medida de nosotros mismos, ¿que hemos elegido? yo elijo, tú eliges.
Frente al conflicto con otra persona, o con otras personas, se puede actuar de varias formas: enumerare (3) y (usted) podrá elegir, o rechazar estas opciones, o por el contrario, reafirmarse en ellas.
(1) Contender: es buscar el propio éxito sin cooperar con la otra persona, querer satisfacer los propios intereses a costa del otro, usar lo que esté al alcance (clase, estatus, títulos, habilidades, sanciones, poder, corrupción, menosprecio, amenaza, tiranías, intimidación, etc.), son modalidades de negociación, que desembocan en resentimientos, en muchos casos; resentimientos violentos y barbaridades.
(2) Declinar: ceder en la postura, pero sin cooperar con la otra persona, no satisfacer los intereses propios ni los del otro, no guiar el conflicto a una solución. Declinar, puede significar la vuelta diplomática, posponer la causa, hasta un momento más adecuado, o simplemente retirarse de una situación amenazadora, podrá ser conveniente en algunos casos, pero en otros, es prolongar las diferencias, es mejor concretar acuerdos, y pensar en los interese ajenos.
(3) Apoyo: hay más posibilidades, eso es claro; de solucionar los conflictos, una de ellas podría ser, pedir la ayuda de alguien que entienda las partes, y este en posición de mostrar que el conflicto, es un callejón con múltiples salidas. La importancia de formarnos en cultura de paz, es que nos provee de elementos y métodos de solución, aprendamos que ceder; no es perder. Cuando resolvemos nuestros conflictos todos ganamos, las ganancias no siempre han de ser materiales, hay ganancias emocionales que nos permiten acceder a una mejor calidad de vida. Si nos formamos en cultura de paz, sumamos recursos para enfrentar las diferencias.
(13) Formación didáctica:
Es importante saber que todos los seres humanos, tenemos una socialización familiar, y cultural-social; la cual, nos hace participes de una ciudadanía, de unos derechos y unos deberes, también, existen personas, o grupos que se alejan de la socialización impartida común mente por la familia y la sociedad, y se encaminan a estados de desobediencia e indigencia, motivados por vicios destructivos; dichas personas son absolutamente recuperables; mediante un proceso de re-socialización; con la cual se pretende que vuelvan a la norma, y al decoro, asimismo también, hay personas sobre-socializadas por grupos al margen de la ley, u otros organismo con fines de alienación, estas personas también, son potencialmente recuperables, e igualmente con ellos hablamos de re-socialización.
El ser humano es recuperable en una proporción alta, la inmensa mayoría de seres humanos; que han desviado la norma, se recuperan; solo hay un porcentaje bajo de personas que no pueden hacerlo, y esto corresponde a trastornos mentales, y en otros casos; a muerte neuronal severa, la cual corresponde a un examen pericial psiquiátrico. Por lo demás los seres humanos, paseemos una razón y una autonomía; que nos permite percatarnos de nuestros propios excesos, y de nuestras motivaciones destructivas, en pocas palabras, todos sabemos lo que hacemos, e intuimos las consecuencias de nuestros actos.
Estrategias pedagógicas:
Estrategias pedagógicas, son aquellas acciones que se realizan con el propósito de facilitar la formación e información de los educandos; en cuanto a las áreas del conocimiento que se quieren impartir.
La cátedra cultura de paz, esta cimentada en una delicada información teórica; para orientar la enseñanza, y el aprendizaje, afirmada en un lineamiento absolutamente academicista; y criterio humanista. En este itinerario; la relación entre el docente y el alumno, ha de ser una relación con carácter de proyecto, y no se debe permitir su empobrecimiento por malas interpretaciones. Todos los contenidos que trae el educando, son valiosos e importantes, son historias de vida con sus propias circunstancias.
La cátedra de cultura de paz, debe facilitar la enseñanza y hacerla ver, como un espacio para acceder a una nueva (formación), y a una nueva (información), es una nueva cultura de relación, de ahí; la importancia de verla como un proyecto, es vital tener en cuenta las características de los educandos, y su contexto socio cultural. La cátedra cultura de paz, ha de ser un proyecto nacional, el cual, debe involucrar a todos los colombianos; como generadores de conflicto, y así mismo; responsables de lo que pasa en el país.
Son un sistema de acciones y operaciones del haber, que responden a un objetivo trazado. Es la capacidad adquirida para utilizar hábilmente, los conocimientos, los hábitos y las conductas, tanto en el proceso de actividad teórica, como en el proceso de actividad práctica, no sobra decir que la practica; habla de lo social. Significa el domino de un sistema complejo de actividades, cognoscitivas, psíquicas, lógicas, prácticas y psicosociales; necesarias para la regulación conveniente de la actividad, de los conocimientos, y de los hábitos que se tienen o se poseen. Es la responsabilidad en los modos de realización individual, y tiene como base; la revisión juiciosa de los conocimientos, y de los hábitos adquiridos.
Las definiciones anteriores, destacan que la habilidad, es un concepto en el cual se vinculan aspectos psicológicos, y pedagógicos. Desde el punto de vista psicológico, hablamos de cómo (asimilamos) las acciones y las operaciones, y desde el punto de vista pedagógico, hablamos de cómo (dirigir) el proceso de asimilación de las acciones, y de las operaciones.
La formación de nuevas habilidades comprende; la adquisición de conocimientos nuevos, nueva formación para nuevos resultados y nuevas reflexiones para nuevos compromisos, debemos descubrir en que fallamos, para poder corregir, hay que saber precisar, (cuantas veces, cada cuanto, de qué forma, en qué lugar, con quienes principalmente, etc.) Descubrirnos es un tanto doloroso, pero fácil; basta el deseo de ser mejor, el deseo de vivir mejor, en fin.
Competencias pedagógicas:
Instrumento que enriquece y evidencia el proceso de formación, y supervisión de la experiencia. La competencia pedagógica posibilita, una reflexión permanente y una auto-evaluación constante. Es la búsqueda del sentido profundo de los momentos, las causas y los efectos de las situaciones y sus categorías. La búsqueda de estrategias, la toma de decisiones y las formas nuevas de afrontar los problemas, son definitivamente, las mejores estrategias que podemos desarrollar. La descripción de los eventos, y de los hechos; de forma objetiva, sincera, respetuosa son muy importantes para una sana valoración, es de esa forma que podemos, adquirir hábitos saludables de resolución, las exageraciones tiene como finalidad el asistencialismo, y el daño a otros y la prolongación de sufrimientos y de recuerdos innecesariamente, vivir bien es fácil, además, es gratis.
Cuanta más privación y cuanto más dolor; se sienta, más compromiso, y más esfuerzo se debe poner; en atender las necesidades, y al satisfacerlas, mayor felicidad se sentirá, esto determina en gran medida; el orgullo de especie.
El orientador, tendrá autonomía para revisar todas y cada una de las propuestas, y respuestas, para reforzarlas, y hará énfasis en la necesidad de que todos los colombianos, nos involucremos en el proceso de paz.
Es indispensable que los educandos, realicen un trabajo escrito; sobre los (discernimientos y aclaraciones básicas, con comentarios personales)
Con aprecio a todos los interesados e interesadas, recordándoles que el compromiso con la paz, es de todos; que somos de los mismos.
Querido educando, querido lector, hagámonos merecedores, hagámonos dignos, descubramos que; somos lo que hacemos, y nos parecemos a lo que tenemos.
¿Porque nada, ni nadie; nos sirve? porque somos tanaticos; es así de simple, y vergonzoso. La Colombia que amamos, la reconstruimos entre todos los colombianos, y las colombianas, no hay de otra, no tenemos opción. Queremos un mejor país, seamos mejores personas, es así de simple.
La cultura de paz no es una moda, es un estilo de vida. (HERM)
Con un gran reconocimiento a: (Adelaida), la personita que me trajo al mundo, y a la cual; no tuve la oportunidad de conocer jamás: (10-10-1945–03-14-1964)
Autor:
HERM
El presente trabajo:
SYLLABUS CULTURA DE PAZ – UN COMPROMISO
Ha sido tomado en su totalidad de los ensayos.
Eclecticismo y psicoterapia, and Cultura de paz- un compromiso.
Del mismo autor de estas modestas líneas.
Con sus respectivas bibliografías.
HUGO EDGAR RUIZ MONROY
Terapeuta psicosocial. Psicoterapeuta. Eticista. Bioeticista. Psicobioeticista. Biopolítico. Humanista. Docente.
Titulo original (Syllabus: cultura de paz – un compromiso)
(2008- 2013)
Bogotá Colombia
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |