- Justificación
- Cultura de paz
- Objetivo general
- Discernimiento y aclaraciones básicas
- Yo me comprometo.
- Temas de la asignatura cultura de paz
- Habilidades pedagógicas
- Ya para terminar
La conducta será correcta si es correcto el conocimiento del cual procede, (Sócrates).
A todos los interesados.
El progresivo desplazamiento y desconocimiento de las normas que rigen un estado de derecho, da pie para que la sociedad se sicopátice y aparezcan en ella conductas criminales, y totalitarias. El respeto y la credibilidad se pierden; cuando sale favorecido el infractor.
La paz es el equilibrio entre los deseos y las posibilidades.
No a las conductas e ideologías extremas; nunca serán un ejemplo a seguir, no son saludables para la Colombia, ni para los colombianos.
La violencia es una consecuencia de carácter político, ético e ideológico de la misma sociedad. La violencia no se puede considerar como algo abstracto; algo que esta mas allá del bien y del mal; se encuentra en personas que tienen unos valores definidos, unas creencias definidas, una cultura definida, una ideología definida y unas necesidades concretas; que hacen de la violencia un inconveniente de orden psicosocial.
La paz se consigue remendando los destinos, pero no hemos de confundirnos; también, hemos de saber que, entre más remendamos, más pobres somos.
Gran parte de la violencia que se genera en Colombia, viene pautada por odios, envidias, venganzas y resentimientos; vicios culturales que hemos internalizado hasta hacerse inmanejables; convirtiéndose las mas de las veces en poderosos psico-tóxicos, (para odiar, sobran los motivos; bastan los deseos). La familia es el principal laboratorio para la convivencia, la democracia y la paz. Es en la familia donde se dan las pautas; que posteriormente nos hacen energúmenos con nosotros mismos, y con los demás, el mal-trato y demás tratos indebidos, producen un gran resentimiento, y son los principales detonantes de gran parte de la violencia, la cual; muchas veces pasa de una generación a otra. Atender la familia en primera instancia, es una obligación trascendental, es ahí, donde encontramos respuestas para la convivencia y la paz. Los niños, las niñas que formamos, hemos de respetarlos, quererlos, protegerlos, satisfacer sus necesidades básicas es una prioridad, hay que mostrarles que se les ama, que son valiosos, que son bienvenidos en todos los escenarios, sobre ellos descansa el bienestar de las futuras generaciones.
Cuantos colombianos son violentos porque fueron violentados y brutalizados cuando niños por padres grotescos; que solo tuvieron tiempo para tener hijos, y no tuvieron tiempo de querer alguno. Si formas una familia; respeta a tus hijos o no los tengas, ellos o ellas no pidieron nacer en un mundo de maltrato, miseria, ruina, solo las victimas saben el horror que genera el maltrato en un niño, y cuan devastador es, muchas veces; dura toda la vida.
En mi condición de terapeuta psicosocial, psicoterapeuta, docente, eticista y humanista; estoy obligado a hablar de esto, el dolor, la miseria, la impotencia y sufrimiento que deja la violencia ejercida en casa es devastadora y vergonzosa, la violencia contra los hijos, la violencia contra los niños; no es un acto cultural; es un delito que debe ser sancionado, además, en el maltrato a los hijos; no se encuentran recursos para la paz.
Cuanto dolor y sufrimiento nos evitamos; si escuchamos a las personas, muchas historias de vida están hechas de horror, de maltrato, de vejación, de brutalidad, ahondar en recuerdos gratos a muchas personas les es imposible, en algunos casos se despiertan los instintos bestiales; es allí donde gran parte de las atrocidades tienen origen. Hay que sanar a las personas, escucharlas, paliar el sufrimiento interno, y psicosocial; esto es fundamental para crear una cultura de paz, tenemos que remendar los destinos de muchos colombianos.
La cultura de paz que propongo, no es un tema solamente exógeno; es un tema también; endógeno. Sé que cada uno de los colombianos, somos responsables de determinar el futuro que compartiremos como ciudadanos, y como especie. La naturaleza humana se nutre de afecto, y de violencia. Para hablar de paz, tenemos obligativamente que hablar de yo persona. ¿Cómo nutrir la naturaleza humana; haciendo de cuenta que nada ha pasado? ¿Cómo orientamos al orden, al vocabulario, a la disciplina, al respeto, como hacer que se respete la autoridad; si los instintos bestiales están a flor de piel? La paz se consigue –remendando los destinos-
La educación para la paz, se ha ido convirtiendo en uno de los nuevos retos de la educación, aunque su implantación e integración en los centros académicos, (escuela, colegios, universidad, institutos, etc.) pueda ser todavía muy indiferente. Es preciso extender la convicción de que la educación para la paz, es una necesidad; no un lujo superfluo, ni una moda, es algo a lo que hemos de llegar, es una meta, la educación para la paz; debe ser un propósito nacional.
La docencia no solamente es para impartir conocimientos, despertar talentos y hacernos a destrezas; también, ha de servir; para promocionar la verdad, la resolución de conflictos, las virtudes, las buenas actitudes y las buenas relaciones. Un ser humano íntegro; es verídico en todas las circunstancias, recto en pensamiento, en palabra y en obra, además; es susceptible de ser imitado por sus actitudes decorosas, la actitud decorosa, suma recursos para la paz.
La propuesta de educación para la paz, es un modesto trabajo que pongo a consideración, para la reflexión, para el entendimiento, para el sano razonamiento, para la modificación individual, para el intercambio y para la difusión de prácticas de educación que nos permitan descubrir la responsabilidad que tenemos todos "educandos y educadores", frente al conflicto, y el malestar que vivimos los colombianos, sin pasar por alto que existe la educación en voluntad; y esta modalidad, es la que nos falta a los colombianos, y se evidencia cuando hacemos las cosas porque nos corresponde hacerlas, y no porque nos emerge de la voluntad propia, por solidaridad, por respeto al otro, porque lo encontramos valioso, importante, sano, elegante, saludable para el equilibrio familiar, personal, académico y social, etc.
Nuestras actitudes muchas veces son des-obligantes, nos convertimos en bombas psicosociales y explotamos donde sea, y frente a quien sea, estas actitudes se evidencian, cuando no solo no sabemos responder a un requerimiento, a un llamado de atención, a una solicitud, a un acuerdo, a una toma de dediciones adecuadas objetivas concertadas; donde se tenga en cuenta los intereses de los demás, esto en parte se debe a que no hemos sido formados, o no hemos optado; por reconocer al otro como interlocutor válido.
La nueva educación, debe ir encaminada a lograr objetivos comunes para todos; la educación para la paz, no puede ser un tema de moda, debe ser un estilo de vida. Hemos todos de educarnos en voluntad, la voluntad para hacer las cosas bien, por el país, por los otros, por nosotros; que somos el mismo país.
La modernización multifacética por la que atraviesa Colombia, debe; ampliar la conciencia psicosocial y debe hacer evidente las inequidades sociales, esto nos mostrara, las necesidades que hemos de cubrir; no es solucionarle la vida a nadie, es mostrarle que también puede, y debe comprometerse; hay muchas cosas que independientemente del país que sea; jamás podremos tener, lo que sí es posible; es construir entre todos un mejor país, yo me comprometo con unas mejores definiciones, con un mejor concepto de familia, me comprometo a reconocer el impacto que causa una familia numerosa, me comprometo con unas mejores relaciones, me comprometo con una mejor educación, me comprometo con la paz, con lo decoroso, con la honestidad, con mi país, me comprometo con un mejor concepto de mis limitaciones y me comprometo a que estas; no serán un obstáculo para el desarrollo libre de mi personalidad, ni para el desarrollo de un mejor concepto de mi país, yo me comprometo con mis hijos, con mis vecinos, con mis profesores, con las autoridades, con los alumnos, con las generaciones futuras, y asimismo, me comprometo con todos los seres con quienes comparto mi existencia; siendo estos del color, y la forma que fueren, así mismo; me comprometo a reconocerme generador de conflicto, y me comprometo; con unas mejores definiciones, con unas mejores relaciones, con una mejor conducta, me comprometo a ser; un mejor ciudadano colombiano.
La educación para la paz, tiene como tarea educar desde una visión integradora y transformadora, además; ha de tener una visión amplia de la realidad. Es necesario apostar por una educación activa y participativa; así, potenciar un pensamiento dinámico, crítico y generador de nuevas ideas, además; para educarnos en paz, debemos reconocer que somos conflictivos, y por consiguiente nos compete en primera persona.
La violencia no podemos atribuírsela en Colombia a una sola persona, a un solo grupo armado, a un solo grupo enriquecido ilícitamente, a una sola banda criminal, a un solo grupo narcoterrorista, lo que si podemos atribuirnos todos los colombianos, es la consecución de la paz; no la paz, como la ausencia del conflicto; si no esa paz, donde prevalece la justicia. La violencia le produce un golpe mortal a nuestra democracia, a nuestras instituciones, y además; aleja toda posibilidad de equidad como miembros de una misma especie.
En este sentido, irrumpe culturalmente la condición transgresora del colombiano, hemos ido acostumbrándonos, a: (malos tratos, lenguajes psicopáticos, corrupciones, violencias, guerras, conflictos de todo orden e irreverencias), y en la mayoría de los casos; somos insolidarios, y pretendemos no darnos cuenta de lo que hacemos. La cultura de paz, es un nuevo elemento para acceder, ya no solo ontológicamente, sino también, axiológicamente a la pregunta por el compromiso con la vida, con el buen trato; en la perspectiva de su destino, y el futuro de las nuevas generaciones de colombianos. Todos queremos un mejor país; la pregunta seria, ¿qué tan dispuesto o dispuesta estoy, a modificar mis conductas trasgresoras? el compromiso con la paz; es de todos, y cada uno; ha de aportar para lograr ese objetivo, Colombia se pacifica; cuando nos pacifiquemos los colombianos. Basta de engaños, hemos convertido en normal; las trasgresiones y los afanes belicosos.
La declaración de la (Asamblea General de las Naciones Unidas) declaro al año (2000) el año internacional de la (cultura de paz)
Paz es, un estado de tranquilidad y sosiego, tranquilidad especialmente en familia, y además; también es, la buena correspondencia de los unos con los otros, la paz es un estado psicosocial de respeto hacia la diferencia.
Al hablar de paz, también, se hace indispensable hablar de conflicto.
Conflicto, es: (movimiento, combate, choque, ruptura o situación permanente de oposición, desacuerdo o lucha entre personas, irrespeto y malos tratos), el conflicto es, una situación en que no se puede hacer lo conveniente, lo que es necesario, o no se sabe qué hacer, o cómo actuar.
El conflicto también se enraíza en el inconsciente, y este es muy nocivo, y exigente para la condición humana, y muchas veces, es el que determina o hace la diferencia entre la opción y la reacción. El conflicto psíquico, es la incompatibilidad que se percibe, entre los actos, las metas, y las ideas que se convierten posteriormente en potentes tóxicos psicosociales. Como receptores de valores que somos todos, no podemos quedarnos estancados en ésta simple definición, y por ello; la búsqueda de conocimiento, de entrenamiento académico, es importantísimo; para entender una verdadera cultura de paz. Las definiciones resultan ser muy frías, y muchas veces calculadas, hemos de velar cada uno de nosotros; para que se establezca, un propósito definido de armonía psicosocial general. Hemos de velar todos para que el maltrato, y la violencia, sean actitudes proscritas en nuestro trato cotidiano, empezando en casa.
El primer testimonio histórico de (no-violencia) como valor educativo, lo encontramos en el antiguo oriente, en el siglo (VI a. C.) con: (Vardhamana Mahavirá 549-477 a. C), santo indio, iniciador del (Jainismo), una religión que rechazaba el sistema de castas, la autoridad de los textos (Vedas), y los sacrificios rituales. Relega el concepto metafísico de verdad; a un segundo término, y entroniza el principio didáctico de la (ahimsa): no-violencia, como el primer deber moral, y el máximo valor educativo de la persona.
A mediados del siglo (XIX) (Liev Nikolievich Tolstoi 1829-1910) define la paz como un deber del hombre; sobre la demás existencia, y (Rabindranath Tagore 1861-1941) asentado en un universalismo deísta cristiano, fundó la (casa de paz) que conecta con el idealismo de la escuela nueva. La (escuela nueva), también conocida por diferentes autores como (escuela activa) o (nueva educación) o incluso (educación nueva), es un movimiento pedagógico surgido a finales del siglo (XIX).
Algunos autores distinguen en este movimiento una sub-corriente o corriente, ya posterior, y de carácter más liberal; aún a la que denominan (escuela moderna). Este movimiento hace una crítica a la escuela tradicional de entonces, y siguió durante buena parte del (siglo XX). Criticaba el papel del profesor, la falta de interactividad, el formalismo, la importancia de la memorización (contraria a la construcción individual del conocimiento), la competencia entre el alumnado y, sobre todo, el autoritarismo del maestro. Proponía a un alumnado activo, que pudiese trabajar dentro del aula; sus propios intereses como niño, como educando, y como persona.
La primera contribución por orden cronológico; si no en importancia, fue la constituida por las llamadas escuelas nuevas, es decir, instituciones escolares de vanguardia fundadas, y dirigidas por profesionales innovadores. Sin embargo, se considera como precursor del movimiento, y primer fundador de una escuela verdaderamente nueva, en más de un sentido, a (Liev Nikolievich Tolstoi 1829-1910) quien fuera uno de los más grandes novelistas del siglo (XIX) En (1859) abrió en su finca de (Laz-naja-poliana), una escuela para los hijos de los campesinos, basada en el principio que dice así: (mientras menor sea la constricción requerida para que los niños aprendan, mejor será el método). Más que en la confianza de la expresión libre de las potencialidades del alma infantil, se basaba en la desconfianza más absoluta; hacia la pedantería autoritaria de los adultos: (dejen que los niños decidan por sí solos, lo que les conviene; lo saben no menos bien que vosotros), esta era una de las máximas de la escuela nueva rusa.
(Mohandas Karamchand Gandhi 1869-1948) solía decir: (no hay caminos para la paz, la paz, es el camino) y yo añadiría, el camino hacia la paz; comienza con el respeto, la educación, y la formación; impartidas en casa.
(Jean Jacques Rousseau 1712-1778) gran precursor de la escuela nueva, escribe sobre la paz y la guerra; cree que el (hombre es por naturaleza pacífico, y tímido), su primer acto ante cualquier peligro es la huida; no se vuelve valiente más que a fuerza de costumbre, y de experiencia. El honor, el interés, los prejuicios, la venganza, todas las pasiones que pueden hacerle afrontar los peligros, y la muerte; le son desconocidos en su estado natural, de aquí que, concluya que, (no hay guerra entre hombres, sólo hay guerra entre estados)
(Jan Amos komensky 1598-1670) "comenius", llamado el fundador de la pedagogía como ciencia, se basa en el respeto a los niños, la unión con la naturaleza, y la fraternidad universal de las gentes.
La educación para la paz, cuenta con una historia rica, con varios momentos especialmente significativos, en los que ha aumentado el debate sobre su perentoria necesidad. La necesidad de vivir en paz; es una constante paradójica en el ser humano, debido en parte a que todos somos conflictivos y deseamos ser la diferencia, sin embargo los momentos históricos, que nos hicieron pensar la paz, como estado o condición fundamental, son y fueron:
(1) el impacto de la (1ra. Guerra Mundial) (estimuló no sólo la creación de la sociedad de las naciones; sino también, el movimiento de la escuela nueva y también, la necesidad de trabajar en una educación para la comprensión internacional), las cuales, se hicieron fundamentales e imperativas para el desarrollo social, y humano de las generaciones posteriores.
(2) en la (2da Guerra Mundial), se puso de relieve; que si se querían sentar las bases para que un conflicto de tal naturaleza no volviera a repetirse, era precisa una persistente, y profunda tarea (educativa, formativa); con respeto a los derechos humanos, y sembrar en la conciencia colectiva, la necesidad de caminar hacia un desarme paulatino pero sostenido. No obstante; la constante paradójica se mantiene, y es debido al crecimiento ingente de la especie, siempre somos conflictivos y queremos o deseamos ser la diferencia, empero entre más seamos, más competencia, y menos posibilidad de realización; tendremos.
La reflexión sobre las confrontaciones bélicas, consolido así mismo, por esos años, la no (violencia) como una de las expresiones más puras del (movimiento por la paz) especialmente por su énfasis en el desarrollo de la autonomía, y afirmación personal; como primer paso para conseguir la libertad en íntima comunión con los fines perseguidos, los métodos empleados, y en el afrontamiento de los conflictos de forma no (violenta).
La concepción de paz actual; dominante en el mundo, es heredada del concepto de (paz romana); concepto pobre e insuficiente, que únicamente hace referencia a la ausencia de conflictos bélicos entre los estados, y no tiene en cuenta, el conflicto que puede desarrollarse por desigualdades; evidentes en el trato habitual de las sociedades. Entre más seamos, mayores serán las posibilidades de conflicto. Un nuevo conflicto a nivel mundial, certifica la desaparición de todos; eso lo tenemos garantizado, (al que no mate la explosión, lo matara la inanición, y la radiación), pero mientras eso no ocurra, hemos de fijar mínimos conductuales en las sociedades contemporáneas; mediante la norma, y el poder. A las multitudes las pacificara la norma y el poder.
Para lograr una cultura de paz, debemos todos; empezar a vernos como generadores de conflicto, y decir con honradez, y con genuino interés en Colombia; yo también, soy responsable de lo que pasa en mi país, yo también soy responsable del conflicto, lo que pasa en Colombia, es responsabilidad de los colombianos y también, yo soy un colombiano; quien igualmente; tiene una gran responsabilidad con el país, y con sus instituciones. Ningún colombiano ha de sustraerse del compromiso de paz, todos hemos de poner de nuestra parte, esta no es una exigencia para otros, es para nosotros.
Debemos reflexionar en torno al papel de víctimas que en muchos casos, asumimos, sin serlo; para a si obrar en consecuencia, y legitimar los actos y las conductas propias; siendo estas, de cualquier naturaleza, (me hicieron, me dijeron, me insultaron, me quitaron, me irrespetaron, ¿y tú que existe para motivar esa conducta en los otros?, también; es muy importante, hablar de lo que le hacemos a los demás) La reflexión, debe ir más allá del reconocimiento de los hechos; se debe entrar en disposición de trasformar las actitudes, y las realidades; haciendo modificaciones individuales para asumir las responsabilidades pertinentes, no es el otro quien debe modificar, soy yo quien debo, asumir el reto de transformarme, para transformar la realidad que me asiste. Debemos entender, que no saldremos de la problemática, y de las crisis; si no asumimos el reto de transformar nuestras actitudes individuales, lo que yo hago, cuenta, y causa un impacto; yo elijo que impacto causar.
Comprometer al estudiante con la paz; en primera persona, para lograr discernimientos autónomos que favorezca la formación de criterios, actitudes, y conceptos competitivos, que fomenten una cultura de la vida digna, con propiedad y con respecto por los demás, así mismo; fomentando, lo recto, promoviendo la elegancia que hay en el buen trato, en el respeto, en lo decoroso, etc.
Fomentar, un sentido concertado de pacificación como categoría valorativa, tanto en el sentir, en el pensar, en el obrar, en el ser y estar; esto con respecto a la finalidad última de lo humano. El estudiante ha de saber que la construcción de la paz, es un proceso social, individual y colectivo, no es de unos pocos, es de todos. El educando debe hacerse en los valores de: (justicia, bondad, verdad, respeto, tolerancia) de tal manera que, en su labor cotidiana aprenda a construir para sí mismo, y a reconocer en los demás; el valor de lo humano. Cada persona, cada colombiano; es un ser digno, hemos de respetarlo, y socorrerlo en momentos de penuria, es un hermano colombiano; somos de los mismos, somos de la misma especie.
El alumno reflexionara sobre sus propios valores, sus propias conductas, sus contenidos culturales, además, aprenderá sanamente; sobre la vigencia que tienen en el mundo de hoy, y cuáles han sido las consecuencias. Pensara además, sobre la conveniencia o posibilidad de ampliar sus horizontes axiológicos, y argumentara sobre su conducta, además, dará razón explicita de sus actos. Aprenderá a reconocerse generador de conflicto, y se encaminara a lograr acuerdos internos de conducta, y compromiso con sigo mismo, de esta forma podrá dimensionar; la realidad que asiste al otro, a los otros.
Objetivo especifico:
Introducir al estudiante en los conceptos, los fundamentos, y los métodos de la paz. Formular una concepción básica y amplia, de la pacificación; que permita pensarla como práctica cotidiana, permanente, alcanzable, etc. Fundamentar teórica y práctica de forma básica, los temas, las problemáticas, las formas, los vicios culturales; que nos mantiene en conflicto permanente. Promover en el estudiante una actitud de admiración, de respeto, de crítica sana y de justicia para todos.
Como asignatura introductoria se aspira a establecer, en primera instancia, un marco básico de fundamentación teórica, en donde la paz como saber, con criterio eminentemente humanista; recoja los dos presupuestos básicos del conocimiento humano, los cuales son: (los hechos, y las interpretaciones valorativas de los mismos)
Discernimiento y aclaraciones básicas
Los discernimientos a continuación descritos, son la piedra angular; sobre la cual descansa la propuesta, (cultura de paz — un compromiso). La disponibilidad absoluta para modificar, será la máxima necesidad a cubrir.
(1) Conocer las normas básicas de entendimiento, y descubrir cuanta responsabilidad tenemos en las respuestas que motivamos. Hemos de partir sabiendo que, la base del entendimiento es el respeto, a tal forma, tal modo. Hemos de hacer claridad, queremos ser respetados, empecemos por, respetar.
(2) Discutir las formas culturales muchas veces en desuso de comunicación, y de tracto; con los otros, esto a la luz de la recta razón, y del deber ser. Todas las personas tenemos formas, y modos, de comunicación; que nos hacen diferentes, y por la misma razón, únicos. En este proceso, hemos de saber; que lo mío no es lo universal, hay otras formas, que en muchos casos, son las adecuadas para inter-actuar, aprender a saber.
(3) Definir la importancia que tiene la vida de nuestros hermanos colombianos. Todos somos irrepetibles, notables, tenemos todos, el derecho al buen trato, al respeto, al auxilio, a la ayuda, al reconocimiento. Cada uno de los colombianos; somos una realidad trascendental, y en cada uno de nosotros, se expresa la vida; como una condición fundamental e inalienable.
(4) Reconocer la necesidad ética de preservar las buenas costumbres, la norma como condición básica, para las generaciones que crecen, y las que aun, no nacen. Tenemos que hacer inversiones en el orden emocional, y redescubrir las buenas actitudes; que finalmente, son las que determinan los fundamentos ideológicos y éticos de una cultura. La cultura del hombre colombiano, es muy rica en costumbres, y en formas de comunicación igualmente variadas, así mismo; dentro de ellas, existe un lenguaje, y unas normas, que enriquecen y enorgullecen la identidad colombiana.
(5) Reconocernos generadores de conflicto. Desde pequeños luchamos por un espacio propio, a medida que vamos creciendo se hace más evidente esta necesidad, pero como quiera que sea, podemos reconocer que en el mundo; hay espacio para todos, y cada uno de nosotros, tiene derecho a su propio espacio; sin hacer daños a otros, y mucho menos a su propiedad. En la búsqueda de los espacios, generamos una gran cantidad de conflictos, a veces innecesarios desde luego, no hay que ir por el mundo; dándonos de codazos para lograr lo que queremos. A tal vida; tal espacio. Recordemos que solo obtiene el que invierte, es decir, no puedo pretender todo; sin hacer nada para lograrlo, hay que estudiar, hay que trabajar, hay que esforzarse, el dinero fácil, y las cosas fáciles; solo nos llevan a una vida difícil.
(6) Hacernos responsables de la pacificación de nuestro país. Todos los colombianos somos responsables de la pacificación, no es de unos pocos, es de todos. Cada uno, hemos de revisar juiciosamente nuestras costumbres, nuestras formas de interactuar, nuestros estilos de vida, y así; descubrimos que muchas veces, somos también violentos, y arbitrarios con los otros, y luego esperamos lo que nadie nos debe, y además, reclámanos tratos justos; cuando no hay justicia en nuestros actos.
(7) Entender que toda vida es única. En el planeta tierra, es el único lugar que, se sepa; fehacientemente se expreso la vida, no existe esta maravillosa, y variada expresión; en otro lugar distinto de este, hemos de cuidarla, respetarla, protegerla, estimularla. La vida que descansa en naturaleza es extremadamente valiosa, si desaparece, desaparecemos, y la vida que descansa en razón, es el motivo; o la finalidad última del hombre protegerla como única, e irrepetible. Cada ser humano es una obra de arte, tan valiosa como la que más.
(8) Desarrollar habilidades de mediadores del conflicto, no ser un eslabón más, en la cadena de odios; que se generan a diario. Es una obligación de cada uno de nosotros; no hacer extensivos los odios, los comentarios mal intencionados, hemos de callar, y hacer más sana la convivencia mediante el ejemplo, la cordura, la elegancia, el buen trato. Queremos un mejor país, empecemos a ser mejores personas, es así de simple. No aumentemos las diferencias, busquemos todo aquello que nos une, y le da sentido a la existencia. Tu puedes ser; una persona de buenas actitudes. No rotulemos a las personas como buenas o malas, las personas, somos solo eso; personas, son las actitudes las que son buenas o son malas.
(9) Respetar las posiciones, y las ideas del otro, de los otros. El otro, es muy importante, es tan importante como yo. El otro tiene cosas importantes que decir, y si no estamos de acuerdo con lo que dice, con mayor razón, hemos de escucharle. Sus puntos de vista son muy importantes, y si se quiere, son valiosos, y además, enriquecedores; y sabes porque, porque son el producto de la historia de vida de un colombiano, un hermano de especie que ha tenido un trasegar, quizás más difícil que el mío, que el tuyo, escuchémosle, respetémosle, él o ella, también; son, una realidad importante y hermosa.
(10) El dolor ajeno es legítimo, y además, las pérdidas siendo cuales fueren, son dolorosas, y requieren de un duelo, hemos de saber eso, y además, lo que a mí me produce risa, a otro le produce llanto. El sufrimiento ajeno es legítimo; el dolor y el sufrimiento, son dos mecanismos de defensa que nos mantiene asidos a la realidad del hoy, y son además, quienes viabilizan el cambio para superar las eventualidades, y las catástrofes; siendo estas cuales fueren. Reconocer el dolor ajeno como legitimo; es reconocer la tragedia, por la que han atravesado, o están pasando muchos hermanos colombianos.
(11) No seamos cómplices del delito con nuestro silencio, no a la corrupción, si a lo recto, si al esfuerzo, si al trabajo, si al estudio, si a lo decoroso. El dinero fácil solo nos lleva a una vida difícil, el esfuerzo nos aproxima a la realización de nuestras metas. Lo mal habido, lo mal logrado; nos colapsa y hace muy difícil la pacificación. Colombia, es un país donde hemos visto grandes acontecimientos trágicos, y seguirán pasando; mientras no nos comprometamos todos y cada una de nosotros, con lo decoroso, con la verdad. No huyamos del esfuerzo, no busquemos lo fácil, no seamos cómplices de los delitos.
(12) No a los violentos, nadie puede legitimar el terror. El terror tiene propietario, es de los violentos, y lo seguirá siendo; mientras los colombianos no rechacemos los actos indignos. Todos por un mismo país, todos con una sola bandera rechazando actos de barbarie, si todos estamos dispuestos, y de pie, frente a los violentos, Colombia cambia, y cambia la vida de los colombianos, pero es indispensable nuestro compromiso, no a la neutralidad, no a la indiferencia, todos a reclamarle a los violentos la dejación, de las armas, de los actos de barbarie, que no vuelvan a matar, en fin , si todos nos comprometemos, todos podemos.
(13) Identifiquémonos con el país, Colombia somos todos y todas, y de nosotros, también, depende la pacificación. En nuestras manos está el futuro del país, y el futuro, de las generaciones que aun no nacen. Tradicionalmente en Colombia, nos hemos identificado más con el departamento que con el país. En el proyecto nacional de cultura de paz, hemos de identificarnos con el país, es un deber, es un axioma, es el imperativo nacional por excelencia.
(14) Las consecuciones ajenas, son producto del esfuerzo, del trabajo, y de los sacrificios. No existe una sola vida sin consecuencias, quien estudia, quien trabaja y quien se esfuerza, tiene logros, consecuciones importantes, metas, proyectos, realizaciones, tiene una vida digna. Es un verdadero proyecto persona el que se esfuerza, y logra sus metas. Esta persona esta tan ocupada, cultivándose; que no tiene tiempo de envidiar, lo ajeno.
(15) Los conceptos de pobreza y de calidad de vida; son susceptibles de interpretación. Hay dos clases de pobreza (1) objetiva y (2) subjetiva. Tradicional mente los colombianos hemos carecido de fortuna, y eso ocurre, con el 96%, de la especie sapiens, sapiens, es decir, somos pobres objetivos y eso; no ha sido obstáculo para las realizaciones, siempre hemos encontrado un lugar donde funcionar adecuadamente. La segunda, la pobreza subjetiva, esa sí; hace daño, para decirlo de forma sencilla, es cuando decimos, si Dios me ha de ayudar, que me ayude aquí acostado, o bien es, sentarnos a esperar; lo que nadie nos debe, más claro no se puede. La pobreza es un concepto comparativo y relativo; donde no concursa el mérito moral, no obstante; el concepto, si define la evolución psicosocial de la persona.
La calidad de vida no es la opulencia, es la disponibilidad absoluta para trabajar, y las ganas de querer modificar conductas destructivas, cada uno puede definir, lo que significa o es, su propia calidad de vida. La calidad de vida comienza con el equilibrio emocional, con la paz interior, con el compromiso con la propia vida, con el rechazo al asistencialismo y demás males, además, con el decoro y con el orgullo de especie. La calidad de vida; va unida a una evaluación global de lo que se denomina bienestar, que a su vez está, asociada con la felicidad, yo soy tan feliz como quiera serlo. La calidad de vida la determina el equilibrio psicosocial.
(16) Merecimientos, todo merecimiento tiene implícito el esfuerzo, hazte merecedor, hazte digno de el, no has de esperar sentado; lo que nadie te debe, no es decoroso, no es saludable, en fin , el hombre merecedor es aquel, que se esfuerza, que trabaja, y por ley natural; tiene que recibir. No merece mucho aquel que no hace mucho. El asistencialismo nos hace dignos, de; lastima, en número nos hace dignos, de; pobreza.
(17) El futuro existe, y el, te dará, todo aquello en que hayas invertido, es una máxima. Pensar en mañana, es hermoso, conveniente, hay que planificar el futuro, tenemos que invertir en el hoy, para gozarnos el mañana, es simple. Todo lo bueno que sembremos; tarde o temprano, flórese.
(18) Las responsabilidades, hemos de hacer claridad, las decisiones de hoy, los desaciertos de hoy, son las responsabilidades de mañana, no lo olvides. Para planificar el futuro sanamente; hay que tener en cuenta lo que hacemos hoy, si hoy perdemos el tiempo, y abandonamos nuestras obligaciones, no esperemos un mañana lleno de laureles, el hombre que no hace nada; es un necio, deja pasar sus mejores años como (homo-parasito), y luego reclama; porque me pasa lo que me pasa.
(19) La libertad, libre no es el que hace de todo, el verdaderamente libre, es aquel; que ha renunciado a esas; "otras", libertades. Somos tan absolutamente libres, que incluso algunos optan por perderla, no seas de esos. Libre no es el que hace de todo, libre es el que observa la norma, y da razón de sus actos.
(20) La conducta, la modificación de la conducta es opcional; pero has de saber que, una gran mayoría de sobre exigencias de orden adaptativo, se sanan con la modificación conductual, tú eliges. Todos esperamos que el mundo cambie, y este no cambia, en tanto no nos demos cuenta; que los que debemos cambiar; somos nosotros mismos.
(21) Religión, sexo y política, estos tópicos son importantes y es menester saber que hay Dios, para todos; sin importar que camino elijamos para llegar a él, lo importante es entender que las ideologías extremas no tiene cabida en un proceso de conciliación. Los gustos, las preferencias de nuestros hermanos de especie son personales y además, muy respetables, todo lo relacionado con las preferencias individuales han de ser respetadas, el colectivo (LGTB) no elige ser (LGTB) se descubre (LGTB) Las ideologías políticas extremas nos llevan al colapso, hemos de ser respetuosos, y prudentes porque en estos temas; ni usted, ni yo, ni nadie; conoce el mejor proyecto político, la salud de la democracia descansan en la combinación de ideas, y en la definición de proyectos que beneficien a la sociedad entera.
(22) La política, hemos de profesionalizar el ejercicio de la política, que no sea un oficio oportunista. Es menester enseñar que en ella hay un presupuesto antropológico, ideológico, sociológico, económico, humano, moral y ético. Todo aquel que se forme en política debe conocer los presupuestos básicos de la misma. La política debe ser una profesión como lo es el derecho, la medicina; en fin. Los proyectos políticos y los políticos oportunistas; se pervierten, y hacen del ejercicio de la política una actividad de desprestigio social, nacional y personal. La política es el discurso antropológico por excelencia. Nunca se debe utilizar la política para desprestigiar proyectos o a alguien, muy por el contrario; la política debe rescatar todos los proyectos que han beneficiado, o benefician a la colectividad. Colombia ha sido cuna de grandes políticos y grandes estadistas que han querido; hacer de Colombia, un mejor país, no lo olvidemos.
Rescatemos las ideas, y las ideologías de nuestros grandes hombres. Formar en política a nuestros jóvenes; es un imperativo es un proyecto psicosocial. No a los políticos oportunistas, si a la formación académica de la política.
Si la política es el discurso antropológico por excelencia, en consecuencia, ha de ser, la más honorable de todas las ocupaciones; la razón es simple, estamos decidiendo por nuestros hermanos, y hermanas de especie.
Necesitamos unas generaciones honorables; porque la política trascenderá las fronteras y empezara a gobernar a las multitudes globalmente, y serán los hombres y las mujeres honorables; a quienes les corresponda gobernar. Cada país aportara su mejor cuota, y sobre esa base, se tomaran decisiones que afectaran a la especie en su totalidad.
(23) Debemos reconocer que hay gente mejor que uno, que nosotros, en consecuencia debemos ser coherentes con lo que deseamos, no podemos, no debemos ir por el mundo pretendiendo algo para lo cual no calificamos, ni hemos invertido, todo lo que logran los demás, lo hacen a base de esfuerzos y sacrificios, no debo ser esclavo de las bajas pasiones, sobre todo de la envidia, en palabras de (John Stuart mil 1806-1873) "la más antisocial y mala de todas las pasiones" este adefesio terrible; produce una gran variedad de conflictos y violencia.
Entendamos que no todos tenemos la misma cuna, la misma nacionalidad; no tenemos que pasar por las mismas situaciones, ni nos acosan los mismos demonios, tampoco tenemos la misma herencia genética, y mucho menos económica, adicional a esto; tenemos otros factores igualmente importantes, como son: las condiciones geográficas, la educación, las tradiciones culturales y morales, estos y otros componentes nos hacen diferentes; los unos, de los otros, hay personas mejores que yo; indudablemente, nacieron en el lugar donde todo funciona bien.
En resumidas cuentas, la igualdad no consiste en tener todos de lo mismo, sino en sentirnos todos de los mismos, con los mismos derechos, y las mismas oportunidades, empero, haz de saber qué; toda vida exitosa, tiene implícito el sacrificio y las renuncias, nada es gratuito en este mundo convulsionado. Si te sientas a esperar lo que nadie te debe, pierdes, tú eliges, hazte merecedor.
La cultura de paz, busca que entendamos que hacemos parte de la diferencia; porque somos únicos, e irrepetibles, cada uno somos un yo con sus propias circunstancias, es así de simple, las diferencias hemos de aceptarlas, son valiosas e importantes igualmente. Tengamos en cuenta que, la violencia, es un crimen de lesa humanidad, de lesa civilización, de lesa libertad, de lesa sociedad, no a los violentos, no a las violentas, todos debemos comprometernos con la cultura de paz; esta se constituye en un compromiso ineludible.
El proyecto cultura de paz; que pongo a consideración, es una magnífica oportunidad para darnos cuenta de cómo somos en realidad, y como nos comunicamos, muchas veces, no hablamos (barritamos, graznamos, rebuznamos, rugimos, ladramos, bufamos, cacareamos, relinchamos, balamos y baleamos a los que amamos) y a eso le llámanos comunicación, y dialogo. Vamos a revisar eso; desde casa, porque lo que hacemos allí, lo que aprendemos allí, lo reproducimos en la escuela, en el colegio, en la universidad, en el trabajo, en el trasporte, en las vías y en todo lugar que elegimos para funcionar. Es en casa donde aprendemos a conocer el mundo y empezamos a hacer o a emitir juicios; que es igual a decir prejuicios acerca del mundo, y de sus circunstancias, es allí donde nos sesgamos. Tenemos una muy grande responsabilidad con nuestros hijos, con la familia. Querido lector, querida lectora, cuando en Colombia hablemos de violencia, también, estamos hablando de usted, llamase como se llame.
Temas de la asignatura cultura de paz
(1) Que es la cultura:
La cultura es una capacidad humana; para adaptarse a las circunstancias propias, y pasar todo el conjunto de instrumentos, y conocimientos aprendidos, los cuales son trasmitidos; a las generaciones siguientes, y así, sucesivamente.
La cultura es el modo de vida desarrollado por un grupo humano; que posteriormente lo trasmite de generación, en generación.
La cultura es el conjunto de esquemas mentales y de conducta mediante los cuales la sociedad consigue, una mayor satisfacción para sus miembros (Philip Kotler 1931)
La cultura incluye los valores, las ideas, las actitudes, los símbolos, los conocimientos, el idioma, las ideologías, las creencias, las conductas y las preferencias en los diferentes órdenes; los cuales dan forma al comportamiento humano, y son transmitidos de una generación a la siguiente.
La cultura consiste en un conjunto de modelos de comportamientos adquiridos, implícitos y explícitos que; transmitidos mediante símbolos, constituyen los elementos distintivos de los grupos humanos. La esencia de la cultura son las ideas tradicionales, y especialmente los correspondientes valores que subyacen en la misma.
También es importante saber que la cultura, determina en alguna medida las respuestas que damos a las sobre exigencias. La cultura es aquella parte de las interacciones, y experiencias humanas; que determina, como nos sentimos, como actuamos y como pensamos. Es a través de la propia cultura como uno; sienta pautas para distinguir el bien del mal, para definir la belleza y la verdad, y para hacer juicios sobre uno mismo; así como juicios sobre los demás. Las formas, las ideas que valoramos, como apreciamos, como aprendemos, en que creemos, como reaccionamos, como definimos conceptos, etc., son características impartidas por la propia cultura.
(2) Que es la paz:
La paz es un estado de tranquilidad y sosiego, tranquilidad especialmente en familia, y además; en la buena correspondencia de los unos con los otros, la paz, también, es un estado psicosocial de respeto hacia la diferencia, y la acomodación al entorno en el cual vivimos.
Conceptos:
(1) la paz positiva: es la paz auténtica, aquella a la que hay que tender. Se opone no sólo a la guerra, sino también, a toda discriminación, a la violencia u opresión que impida el desarrollo digno de la persona humana, y su consecución hay que intentarla en todos los órdenes de la vida, por nosotros, por los otros, (la paz en la realidad cotidiana, la paz en el espacio formativo y educativo, además, la paz en el núcleo de la familia, constituye esta; el pilar de la paz de una nación).
La paz es un fenómeno amplio y complejo; que exige, una comprensión multidimensional. Una comprensión amplia de la paz, exige una comprensión amplia de la violencia. Por violencia entendemos, todo aquello que impide a la persona su auto-realización como ser humano, bien por violencia directa o bien por violencia estructural.
La paz es uno de los valores máximos de la existencia humana, y además, está conectada con todos los niveles de la expresión existencial.
La paz afecta todas las esferas de la vida: (interpersonal, intra-grupal, nacional e internacional). La paz hace referencia a (tres) conceptos íntimos ligados entre sí: (1) el conflicto. (2) el desarrollo social. (3) los derechos humanos. La paz es un proceso dinámico en el cual se involucran la cognición y los deseos; por lo tanto, no es una referencia estática e inmóvil.
(2) la paz (negativa): es el concepto de paz que sigue vigente en la actualidad, es el concepto tradicional occidental de (no-agresiones; no conflictos) concepto pobre y clasista; en tanto que mantiene el status quo interno.
Las características fundamentales de éste concepto son: (1) la paz es esencialmente un concepto negativo, al ser definido como ausencia de conflicto bélico o como estado de no-guerra, (por eso es un concepto muy limitado, que se ha definido cada vez más, en función del fenómeno guerra y del hecho bélico, hasta el extremo de que fuera de su contraste con la guerra; la paz carece de contenido palpable) (2) el predominio de la concepción occidental de paz, heredada principalmente del imperialismo romano, está muy influenciada por la (edad moderna) y por el nacimiento de los (estados-nación).
La paz se concibe en función de (dos) fenómenos: (1) el mantenimiento de la unidad y el orden interior. (2) defensa frente a una agresión exterior.
Página siguiente |