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Tiempos modernos (“realidades cercanas” de un capitalismo sin control) – Parte I

Enviado por Ricardo Lomoro


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8

  1. Trabajando como esclavos (el robo del futuro)
  2. ¿Y cómo va la vida en el "flexible" EEUU? (un amargo camino al Tercer Mundo)
  3. La pobreza infantil "proyectada" en el Reino Unido (estado del malestar)
  4. Realidad o ficción
  5. El riesgo de pobreza en la Unión Europea
  6. La bomba de tiempo del desempleo juvenil
  7. "Snippet" de verano (julio europeo)
  8. Viajando como ganado (pasajeros "low cost")
  9. Invirtiendo como idiotas (los Muppets de Wall Street)
  10. Los actores del mercado
  11. Anexos

"La mentira se eleva a fundamento del orden mundial" – Franz Kafka

edu.red

In memoriam

"La desclasificación de documentos que datan de 1952, revelaron que la estrella de cine, Charles Chaplin, se convirtió en objeto de una investigación por parte de los servicios de inteligencia británicos, después de que Estados Unidos presionara para obtener información que lo vinculaba con el comunismo"… MI5: Charlie Chaplin no era comunista (BBCMundo.com – 17/2/12)

Sin embargo, los archivos -ahora disponibles en internet– muestran que el MI5 no encontró ninguna evidencia de las credenciales comunistas de Chaplin. Durante el curso de la investigación, el MI5 tampoco logró determinar el lugar de nacimiento de Charlie Chaplin.

En 1952, mientras Chaplin y su familia asistían al estreno de su película "Candilejas" en el Reino Unido, el fiscal general de EEUU, James McGranery, les denegó el permiso de retorno a suelo estadounidense por las presuntas conexiones soviéticas del actor y por "conducta inmoral" ligada a supuestos abortos de sus parejas.

Las sospechas sobre sus inclinaciones políticas y sus orígenes perduraron y motivaron que la concesión del título de caballero de la Corona británica a Chaplin se retrasase casi veinte años, un reconocimiento que finalmente logró en 1975, dos antes de su muerte, a los 88 años.

Trabajando como esclavos (el robo del futuro)

Desde la tierra de los "antieuropeistas" ¿genéticos? (esclavos "Made in Britain")…

"Grupos de delincuentes que pertenecen a las comunidades nómadas británicas e irlandesas han estado transportando hombres británicos al exterior para hacerlos trabajar como virtuales esclavos"… Denuncian esclavitud moderna en el corazón de Europa (BBCMundo – 3/2/12)

Una investigación de la BBC encontró por lo menos 32 víctimas en esta situación.

La Comisión Europea describe el hecho como esclavitud moderna y señala que se trata sólo de la punta del iceberg.

Se confirmaron casos en seis países europeos, entre los que se incluye Suecia, Noruega y Bélgica.

Las pandillas recogen a hombres que se encuentra en situación vulnerable, viviendo en las calles británicas, frecuentemente padeciendo problemas de alcohol y de drogas.

Se les promete trabajo bien remunerado, pero luego se les traslada al exterior donde son forzados a trabajar largas y duras horas asfaltando o pavimentando carreteras por muy poco dinero o nada.

La BBC conversó con uno de los hombres que llegó al puerto sueco de Malmo junto a otros dos británicos que no tenían techo cuando fueron recogidos. Pidió no ser identificado temiendo por su seguridad.

Los hombres trabajaron 14 horas al día con muy poca remuneración o sin pago y viviendo en condiciones terribles y hacinados. Estaban demasiado asustados para escapar hasta que la policía sueca les ofreció ayuda.

"He visto a personas amenazadas con hachas", señaló. "He visto como los han pateado y golpeado. A mí casi me lanzan desde un vehículo en movimiento. Es una situación muy tensa. Uno espera lo que pueda pasar después".

"Apuntando a los más vulnerables"

La comisionada europea para Asuntos Internos, Cecilia Malmstron, teme que estos casos sólo sean solo una muestra de una situación más grave y compleja.

"Es un crimen horrible y es esclavitud moderna".

"Están utilizando a gente muy vulnerable y especialmente durante tiempos económicos duros, gente que ha perdido sus empleos, que no tienen dónde vivir, que han sido expulsados de casa por sus familiares. Tenemos que actuar con más fuerza de lo que lo hemos hecho. Es sólo recientemente que nos hemos dado cuenta de la magnitud del problema".

El gerente responsable sobre tráfico humano en la Oficina Europea de Policía (Europol), David Ellery, dice que las pandillas de nómadas han estado cometiendo esos actos criminales durante mucho tiempo.

"Han estado atacando a los vulnerables en la sociedad, obligándolos a trabajar, pero los casos no están categorizados como tráfico humano. El trabajo se hace normalmente en el norte de Europa donde trabajan en zonas rurales, concentrándose en conseguir víctimas locales de edad avanzada".

"A estas personas se les intimida a pagar por un trabajo considerable así que el crimen es doble; explotación de las víctimas y estafa de la personas que paga".

Un informe sobre tráfico humano en Suecia, publicado en 2010, encontró 26 reportes sobre tráfico humano no relacionados con el sexo. "En especial, se trataba de británicos e irlandeses haciendo y trabajos de pavimento en Suecia".

"Las víctimas no suelen denunciar personalmente que han sido víctimas de tráfico humano porque muchas veces no tienen confianza en las autoridades que administran justicia y tienen miedo de sufrir represalias".

Una realidad brutal

Oliver Hayre, de 22 años y del condado inglés de Lincolnshire, murió en un incendio en una caravana en 2005 después de trabajar bajo condiciones terribles para una pandilla de viajeros durante más de tres meses.

El detective superintendente Guy Collings, quien investigó su muerte, señaló: "Desde mi punto de visto Oliver fue definitivamente víctima de tráfico de una pandilla de individuos que en la práctica lo mantuvieron como rehén, quitándole su pasaporte y amenazándolo con violencia si no accedía".

Los padres de Oliver quieren que el gobierno británico haga más para detener ese tipo de explotación.

Su padre, Martin Hayre, señaló: "Estamos en el Siglo XXI. Abolimos la esclavitud, pero no lo hemos hecho realmente… mi percepción es que las autoridades se hacen de la vista gorda y la intimidación contra Oliver era real. Le costó su vida".

Otro informe policial confidencial obtenido por la BBC subraya lo lucrativo que resulta el negocio para las pandillas. Su "cálculo conservador" sugiere que están embolsándose US$ 5 millones al año en lo que el informe llama "trabajo en negro".

En 2007 la policía noruega calculó que las pandillas nómadas que operaban en el país escandinavo hicieron más de US$ 17 millones en un año.

El doctor Aidan McQuiade director de la ONG Anti-Slavery International dice que la investigación de la BBC demuestra que los seres vulnerables son especialmente gente sin hogar.

"Que hombres británicos físicamente en buen estado sean amenazados o obligados a trabajar sin pago y a vivir temiendo por su seguridad refleja la realidad brutal de la esclavitud moderna".

McQuiade indica que el gobierno de Reino Unido y de otros países debería hacer mucho más para combatir el problema. Eso ciertamente está en la agenda de la Comisionada Malmstrom. "Esto no es digno de suceder en la Europa de hoy", señala, "y deberíamos hacer todo lo posible para impedirlo".

Un portavoz del ministerio del Interior británico dijo que "el gobierno está comprometido a enfrentar el tráfico humano e impedir el daño que causa a los miembros vulnerables de nuestra sociedad".

Por su parte Ivonne MacNamara, directora del Movimiento de Viajeros Irlandeses en Reino Unido indicó que su organización condenó "la esclavitud absoluta y el trabajo forzado en particular porque los viajeros han sido sometidos a la esclavitud a lo largo de su historia".

… a la tierra de los "europeístas" ¿convencidos? (esclavos "Made in Germany")

Historias del "minijob" (como funciona la "receta" en casa de Angie)

"Siete millones de alemanes tienen trabajo precario con sueldo inferior a 400 euros"… Miniempleos en la calle Karl Marx (El País – 18/12/11)

La de Carlos Marx es la calle principal de Neukölln, un gran barrio popular al sur de Berlín. Aunque hace unos años que la zona está de moda entre estudiantes y jóvenes emprendedores que encarecen los alquileres y van expulsando a los locales, a mediodía presenta su cara de siempre: una calle bulliciosa de lenguas foráneas (sobre todo turco) en la que casi todas las tiendas presentan "liquidaciones especiales" que nunca se agotan. Antes de comer ya hay borrachos pasando frío por los soportales. Señoras con hiyab echan un vistazo de paso a las papeleras, por si contienen algo rescatable. El Berlín de la precariedad y del 14% de paro, olvidado en las guías y los panegíricos mediáticos sobre la capital de Alemania, es un buen sitio para abrir un centro público de empleo. Parados como Usta Ömer, de 39 años, buscan trabajo anónimamente, sin la presión de los funcionarios de la agencia estatal de empleo.

Ömer hojea el taco de ofertas de miniempleos que cuelga de la pared en el JobPoint de Karl Marx Strasse. Lleva en paro cuatro años, en los que solo ha podido trabajar en una panadería y cumpliendo pequeñas tareas en minijobs diversos. Es un caso común en Alemania, donde más de siete millones de personas trabajan sujetos a este tipo de contrato. Su explosión llegó en 2003, junto a los demás recortes de la Agenda 2010 diseñada por el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder (SPD). El presidente electo Mariano Rajoy ha sugerido que lo implantará en España por recomendación del Banco Central Europeo.

Son contratos basura con un pago máximo de 400 euros mensuales, que el empleado cobrará neto. El empresario paga un 2% al fisco, un 15% al plan de pensiones y un 13% a la Seguridad Social: 120 euros en caso de que la paga ascienda a 400 euros. La media salarial de miniempleados ronda en toda Alemania los 230 euros. Al empleado no le descuentan impuestos ni la cotización a la Seguridad Social. La razón es bien simple: las contribuciones a la Seguridad Social no dan derecho a que el empleado se beneficie del servicio de salud ni goce de un plan público de pensiones. En suma, un minijob deja casi completamente desamparado al empleado, que tendrá que asegurarse por otras vías.

En Alemania es imposible sobrevivir así, de modo que muchos combinan este tipo de actividad con otro trabajo. La mayoría se asegura con el cónyuge o suma su minisueldo a las ayudas sociales conocidas como Hartz IV. En Alemania, 1,3 millones de trabajadores ganan tan poco en sus empleos que requieren ayudas sociales para mantenerse. El Estado patrocina así indirectamente a las empresas, que ahorran gastos sociales y pagan sueldos por debajo del umbral de la pobreza. Es fácil imaginar las consecuencias que la generalización de este tipo de contratos tendría en un país como España, que carece de un sistema de subsidios sociales comparable al alemán.

El empresario o particular alemán que ofrezca minijobs tiene la obligación de atenerse al máximo de horas fijado por el contrato. No puede pagar más de 400 euros al empleado, porque entonces saltaría el marco salarial y tendría que ofrecerle un contrato corriente. Así que, si el contrato de minijob estipula una retribución de cinco euros por hora, el empleado podrá trabajar 80 horas al mes. Ni un minuto más.

Esta regla hace reír a Martina, que salía esta semana de buscar trabajo en la gran oficina de empleo en la avenida de Sonnenallee: "En las cocinas de los restaurantes se trabaja por jornadas completas, 40 horas semanales; te pagan los 400 euros, y el resto, en negro". Mirando de reojo al edificio oficial, la alemana de 27 años prefiere no dar su apellido. Aunque no llega a la abierta hostilidad de la Agencia de Inmigración al norte de Berlín, la gris oficina de empleo en la Sonnenallee sugiere al visitante la noción de haber hecho algo malo.

En el sindicato de hostelería NGG, Karin Vladimirov calcula en "más de un 50% la tasa de empresarios en su sector que aprovechan el minijob y pagan en negro las horas extras". "El propio sistema lo facilita". La hostelería es uno de los ramos más afectados por la introducción del modelo: 810.000 personas trabajan en dichas condiciones, de los cuales un tercio tienen otra ocupación principal, por ejemplo como estudiantes. Los otros dos tercios no hacen nada más. Vladimirov estima, "sin asomo de duda", que el miniempleo ha socavado los contratos tradicionales en el sector e "impulsado la precariedad". Sobre todo entre las mujeres.

La patronal y los dos grandes partidos alemanes defienden el minijob como "una puerta de entrada al mundo laboral". El Gobierno se plantea incluso elevar el techo hasta los 450 euros.

Alemania tiene 2,7 millones de parados, el 6,4% de la población activa. El economista del Instituto de Investigación Económica DIW Markus Grabka descarta que las buenas cifras de paro tengan algo que ver con el auge de estos empleos a partir de 2003. La tasa de paro se ha reducido sustancialmente en los últimos años gracias, por un lado, a la expansión económica, y por otro, al aumento de los trabajos a tiempo parcial, también precarios. Además, el Gobierno ha excluido del recuento a los parados que participan en cursos de formación subvencionados.

Para Grabka, "los minijobs erosionan los derechos básicos de los trabajadores" sin contrapartidas públicas. La factura la paga el "contribuyente y los empleados" a costa de que "siga aumentando la horquilla social entre ricos y pobres". El economista del DIW, que es uno de los cinco grandes institutos económicos alemanes, no había oído aún que los minijobs podrían convertirse en el último grito de las exportaciones alemanas: "Oh, vaya… ¡no lo dirá en serio!".

Mini-empleos y maxi-miserias (la "solución" (¿final?) ofrecida por Merkel a Europa)

(Sólo unos primeros datos de referencia (a diciembre 2011), luego hay más y peor…)

– Más de siete millones las personas las que tienen "minijobs", o mini-empleos, en Alemania (de 400 euros mensuales).

– El 18% de los alemanes cobra 8,50 euros la hora. Todo ello afecta a 5,7 millones de personas

– El 15,4% cobra menos de ocho euros la hora. Son casi cinco millones de personas

– Uno de cada diez trabajadores de la RFA tiene salarios de menos de siete euros por hora trabajada. Son aproximadamente 3,3 millones de personas

– Otro 10% cobra seis/cinco euros por hora trabajada y suma  4,2 millones

Por debajo de estas castas están los "minijobers", ese grupo de más siete millones de empleados a quienes tener un salario mínimo de entre 6,89 y 7,79 euros por hora les parece un lujo asiático.

No hay controles sobre el terreno. Algunos empresarios obligan a este tipo de trabajadores a hacer horas extras no pagadas, o retribuidas a uno o dos euros la hora. Raro es el caso de un trabajador con este tipo de contrato que consigue uno mejor y con fijeza.

Es decir, vía libre a los sueldos de hambre y fomento de una clase social perpetuamente empobrecida.

En la República Federal, este sector se ve poblado no sólo por veinteañeros, sino por personas maduras sin cualificación, mujeres infraempleadas y tradicionalmente mal pagadas y… pensionistas. Según publicó el pasado mes de agosto el diario "Saarbrückener Zeitung", 660.000 jubilados de edades comprendidas entre los 65 y los 74 años se han visto obligados a complementar sus pensiones con estos mini-trabajos en el 2010. En el año 2000, había 244.000 "currantes" ancianos menos.

Estamos hablando de un aumento de un 58,6% en los últimos diez años. La pobreza en la tercera edad, por cierto, avanza año a año, como constata el Instituto de Investigaciones Económicas de Halle (IWH): casi un 12% de los hogares en los que viven  ancianos es "armutsgefährdet", es decir, corre serio peligro de caer en la pobreza, con unos ingresos mensuales de apenas 870 euros.

Son estas condiciones laborales, entre otras cosas, las que dan a Alemania el dudoso honor de ser el país de entre los miembros de la OCDE donde más y más rápidamente está creciendo la brecha social entre ricos y pobres. Siempre según los datos de la organización que engloba a los países más industrializados del mundo, el 10% de los más ricos de la República Federal (con una media de ingresos de en torno a unos 57.300 euros anuales)  dispone de ocho veces más dinero y capital que el 10% más pobre (con unos ingresos medios de 7.400 euros al año). En la década de los noventa, la diferencia era menor. Los riquísimos lo eran sólo seis veces más  que los más desfavorecidos.

El "milagro alemán" y 7 millones de minijobers "clavados" en la Cruz (¿de Thor?)

"Anja lleva seis años encadenando contratos para limpiar y lavar platos por dos euros la hora. Vive en la ciudad alemana de de Stralsund, una atractiva y pintoresca ciudad costera. Se sorprende cuando los periódicos alemanes hablan del "milagro laboral" del país. En un pequeño apartamento de la misma ciudad un hombre de 50 años asegura: "Mi empresa me explota". Habla sentado en la cocina de su pequeño apartamento situado al este de Stralsund. "Si pudiera encontrar algo mejor, ya me habría ido", añade. Anja, que prefiere no dar su nombre completo por miedo a ser despedida, tampoco puede permitirse ir a los cafés de su ciudad"… Sueldos de un euro a la hora en el "milagro" laboral alemán (El País – 9/2/12)

La moderación salarial y las reformas del mercado laboral han reducido la tasa de desempleo en Alemania hasta el nivel de hace 20 años. El modelo alemán se cita a menudo como un ejemplo para los países europeos que tratan de reducir el paro y ser más competitivos. Pero los críticos aseguran que las reformas que ayudaron a crear puestos de trabajo también ampliaron y afianzaron un sector de trabajos temporales y mal pagados, que aumentaron la desigualdad salarial.

Los datos del Departamento de Trabajo alemán muestran que los contratos con salarios bajos crecieron tres veces más rápido que otro tipo de empleos entre 2005 y 2010. Eso explica por qué el milagro laboral "no ha provocado que los alemanes gasten mucho más de lo que hacían antes". En Alemania, que carece de un salario mínimo nacional, hay sueldos que pueden estar por debajo de un euro la hora, sobre todo en las regiones de la antigua Alemania del este. "He visto gente que ganaba solo 55 centavos de dólar a la hora", afirma Peter Huefken, jefe de la agencia de empleo de Stralsund, el primero en demandar a los empresarios por pagar tan poco. Huefken está animando a otras agencias de empleo a seguir su ejemplo.

El Eurostat revela que los trabajadores en Alemania son menos propensos a la pobreza que sus vecinos de la eurozona. Pero el riesgo ha aumentado: un 7,2% de los empleados ganaban tan poco que estaban cerca del umbral de la pobreza en 2010, frente al 4,8% en 2005. Aun así, es menor que la media de la eurozona, donde el 8,2% de los trabajadores están cerca del umbral de la pobreza.

El número de los llamados "trabajadores pobres" ha crecido más rápido en Alemania que en el resto de países con la moneda común. En respuesta, mientras otros países europeos se apresuran a desregular, Alemania va hacía una nueva regulación. El gobierno conservador de Angela Merkel trata de diluir los efectos de las reformas aprobadas por su predecesor, el socialdemócrata del SPD Gerhard Schroeder. Y lo hace un año y medio antes de las próximas elecciones federales, cuando se espera que Merkel busque su tercer mandato consecutivo.

Reformas precoces

El contraste entre los niveles récord de empleo en Alemania y la grave situación en otros países de Europa es notable. El año pasado, el número de contratados en Alemania superó por primera vez la barrera de los 41 millones de trabajadores. La tasa de paro se ha reducido constantemente desde 2005 y ahora se sitúa en solo el 6,7%, frente al 23% en España y el 18% en Grecia.

Ha sido una dura batalla desde que el paro alemán alcanzara su punto máximo tras la reunificación en 1990. Entonces, muchas empresas de la Alemania del este naufragaron en una sociedad de libre mercado cuando cayó el Muro de Berlín. El paro se fue por encima del 20%. La globalización puso a la economía alemana, dependiente de las exportaciones, bajo serias presiones competitivas, y les obligó a adaptarse rápidamente a la nueva situación. En 2003, Alemania se embarcó en un sistema de reformas que fueron calificados como el mayor cambio en el estado de bienestar desde la Segunda Guerra Mundial. Mientras, muchos de los países vecinos se movían en la dirección opuesta: Los socialistas franceses introdujeron la semana de 35 horas y pusieron en marcha los salarios mínimos. Por contra, los socialdemócratas alemanes del SPD desregularon el mercado laboral y aumentaron la presión sobre los desempleados para que buscaran trabajo. Sindicatos y empresarios pactaron una moderación salarial a cambio de seguridad en el empleo y crecimiento. Un modelo laboral flexible y subvenciones del Gobierno redujeron las horas de trabajo para permitir a los empresarios ajustarse al ciclo económico sin necesidad de contrataciones ni despidos.

A partir de 2005, el desempleo comenzó a caer y se acercó a los niveles anteriores a la reunificación. En otras partes de Europa, los gobiernos se enfrentan ahora a altas tasas de paro emprendiendo reformas laborales. El presidente de Francia, el conservador Nicolas Sarkozy, ha citado repetidamente en los últimos meses las reformas de la "Agenda 2010" que Schroeder puso en marcha como un ejemplo para su país. Las reformas laborales que se están introduciendo en España y Portugal tienen muchos puntos en común con el sistema alemán.

El sector con salarios bajos más importante de Europa

El crecimiento del empleo en Alemania se ha debido fundamentalmente al aumento del modelo de bajos sueldos y a las agencias de trabajo temporal, impulsados por la desregulación y la promoción de la de flexibilidad y a los contratos de bajos ingresos, subvencionados por el Estado, llamados mini-jobs. El número de trabajadores con contrato indefinido de salarios bajos -definido como aquellos que ganan menos de dos tercios de los ingresos medios- se elevó un 13,5% hasta los 4,3 millones entre 2005 y 2010. Un crecimiento tres veces más rápido que otra modalidad de empleo, según el Departamento de Trabajo. Los empleos las empresas de trabajo temporal alcanzaron un récord en 2011 con 910.000 puestos de trabajo -el triple que en 2002, cuando Berlín comenzó la desregulación-.

Los economistas aseguran que la intención de Schroeder fue lograr una rápida expansión de estos sectores (salarios bajos y trabajos temporales) para conseguir la incorporación al mercado laboral de trabajadores pocos cualificados y desempleados de larga duración. En 2005, el último año de Schroeder como canciller, presumió en el Foro Mundial de Davos: "Hemos construido una de los mejores sectores de salarios reducidos de Europa". Siete años más tarde, los empresarios alaban las reformas que les permitieron crecer con minijobs y trabajos temporales.

"El argumento de los sindicatos de que los (mini) empleos provocan que las condiciones de trabajo sean más precarias en Alemania no es válido", dijo Mario Ohoven, jefe de la asociación "Mittelstand" de pequeñas y medianas empresas. Ohoven, asegura que este tipo de empleos fueron particularmente populares entre las mujeres y los estudiantes que trataban de ganar algo de dinero extra. Por su parte, Juergen Wuttke, de la patronal BDA, indica que las reformas ofrecieron a las compañías una mayor flexibilidad y la capacidad para contratar a más gente con baja cualificación y de baja productividad.

Fritz Engelhardt, que dirige un pequeño hotel de tres estrellas en el sur-oeste de la ciudad de Pfullingen, señala que cuenta con dos trabajadores con minijob que le ayudan durante el fin de semana y hacen pequeños recados. "Mucha gente en el sector de la restauración tratar de hacer frente a los picos de trabajo del fin de semana o cuando tienen eventos especiales mediante los minijobs", añadió Engelhardt. "En las grandes cadenas, los hoteles pueden utilizar a la plantilla de una filial, pero para las empresas pequeñas y medianas los miniempleos son cruciales para su propia existencia".

Incluso las grandes multinacionales alemanas se acogen a estas nuevas formas de empleo para lograr mayor flexibilidad. Adidas, el segundo mayor fabricante mundial de ropa deportiva, y la cadena de supermercados Kaufland, que forma parte del mismo grupo que la cadena de descuento Lidl, se valen de mini-empleos para llenar las vacantes de personal cuando el negocio lo requiere.

Los datos de la OCDE reflejan que en Alemania los contratos con salarios bajos son el 20% de los trabajos a tiempo completo, frente al 8,0% en Italia y un 13,5% en Grecia. Los críticos creen que las reformas de Alemania han supuesto un alto precio ya que arraigó firmemente el sector de sueldos bajos y deprimió los salarios, lo que llevó a un mercado laboral de dos niveles. Las nuevas categorías de bajos ingresos, puestos de trabajo subvencionados por el Estado -un modelo que está siendo considerado en España- han demostrado ser especialmente problemáticos. Algunos economistas señalan que son contraproducentes. Fueron creados para ayudar a aquellos que eventualmente tenían malas perspectivas de empleo se reintegraran en el mercado laboral, pero las encuestas muestran que para la mayoría de la gente no condujo a ninguna parte.

Los empresarios tienen pocos incentivos para crear trabajos a tiempo completo normales si existe la posibilidad de emplear a trabajadores con contratos flexibles. Uno de cada cinco puestos de trabajo es ahora un "mini-trabajo", en los que los trabajadores ganan un máximo 400 euros al mes libres de impuestos. Para casi cinco millones de trabajadores este es su principal empleo, que requiere financiación de fondos públicos. "Los empleos a tiempo completo normales se están dividiendo en mini-empleos", indicó Holger Bonin del ZEW, un think tank con sede en Mannheim. Y no hay mucho que hacer para impedir que los empresarios paguen poco con minijobs puesto que saben que el Gobierno les va a apoyar y además no hay un salario mínimo legal.

Los sindicatos y los empresarios en Alemania optan tradicionalmente por pactos salariales colectivos, bajo el argumento de que un salario mínimo legal podría suprimir puestos de trabajo. Pero estos acuerdos sólo afectan a algo más de la mitad de la población empleada y, además, pueden ser evitados. "Muchos de mis amigos trabajan como carpinteros, pero las empresas los registran como conserjes en sus contratos para evitar el pago del salario negociado en el convenio colectivo", asegura un parado de 33 años de edad, que prefiere no dar su nombre. La desregulación de las empresas de trabajo temporal también ha dado a los empresarios menos incentivos para contratar a trabajadores de plantilla con contratos con una protección de empleo y un salario decente. A los trabajadores temporales se les paga menos que al personal de plantilla alemán. Los bajos salarios de los miniempleos y una mayor presión sobre los desempleados para conseguir un trabajo han tenido un impacto deflacionario en los salarios en todos los sectores, según algunos economistas.

Mientras la desigualdad salarial, que solía ser tan baja en Alemania como en los países nórdicos, ha aumentado considerablemente durante la última década. Los trabajadores con sueldos bajos ganan menos respecto a la media en Alemania que en el resto de países de la OCDE, excepto en Corea del Sur y los Estados Unidos. "Los pobres han perdido claramente a la clase media, más en Alemania que en otros países", asegura el economista de la OCDE Isabell Koske. La caída de los salarios y la inseguridad laboral han mantenido un tope en la demanda doméstica, el talón de Aquiles de la economía alemana que depende de las exportaciones, pese a la exasperación de sus vecinos. "La demanda de importaciones es baja, a pesar de que Alemania tiene uno de los mejores resultados de la zona del euro y podría contribuir más a un mejor desempeño de sus países socios", dijo Ekkehard Ernst de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Con la inminencia de las elecciones de 2013 y los vecinos europeos quejándose por los desequilibrios comerciales, los líderes de Alemania, han puesto el asunto de los bajos salarios en su agenda. La canciller Merkel tiene previsto introducir un salario mínimo para los sectores que aún no tienen uno y el ministro de Trabajo, Ursula von der Leyen, prevé lanzar una campaña para que los trabajadores temporales se les pague tanto como a los de plantilla.

"El hecho de que tengamos un gobierno conservador que está discutiendo el establecimiento de un salario mínimo, es un hecho que dice algo", señaló Enzo Weber, del Instituto alemán para la Investigación de Empleo (IAB). "Cualquiera que sea el gobierno que venga a continuación, las medidas que aplique para hacer más flexible el mercado laboral no irán al mismo ritmo. Hemos llegado a un punto crítico y no creo que vaya a ir más allá". Ekkehard Ernst de la OIT considera que Alemania sólo puede esperar que otros países europeos no emulen sus políticas salariales deflacionarias, ya que la demanda caerá: "Si todo el mundo hace lo mismo, no habrá nadie a la izquierda de la exportación".

¿Y cómo va la vida en el "flexible" EEUU? (un amargo camino al Tercer Mundo)

Del sueño americano a una auténtica pesadilla (¿el fin de la clase media?)

"La destrucción de empleo, el repunte del precio de los productos básicos, el encarecimiento de la gasolina y, por su fuera poco, los ajustes impulsados por el gobierno para reconducir sus cuentas públicas que, en última instancia, inciden sobre todos los ciudadanos. Toda una suma de factores que reducen cada vez más la riqueza de los hogares y, como muchos coinciden, hacen plantearse si la clase media está en peligro de extinción"… El sueño americano se está convirtiendo en pesadilla para la clase media de EEUU (El Economista – 4/5/11)

"La clase media de Estados Unidos está siendo destrozada y sistemáticamente aniquilada", asegura en un artículo el Business Insider. Tan sólo hace falta echar un vistazo a unas cuantas estadísticas para darse cuenta de que el sueño americano se está transformando en una auténtica pesadilla.

No hace tanto tiempo, la mayoría de estadounidenses vivía en casas grandes, las familias tenían uno o dos coches, no tenían problemas para comprar la ropa y los alimentos que quisieran y, la mayoría, aspiraba a enviar a sus hijos a la universidad. Nada hacía prever que el camino que llevaba años siguiéndose iba a cambiar.

La mayoría creció creyendo que si trabajaba duro no tendría ningún problema y que si hacía todo lo que el sistema establecía como bueno, habría un lugar para ellos en la clase media. Hasta que estalló la crisis y el sistema se desmoronó. Ya no hay suficientes buenos empleos para todos. De hecho, ni siquiera hay trabajos poco cualificados para la mayoría.

Desde que estalló la recesión se han perdido 7,25 millones de empleos. A menos que se hagan cambios fundamentales en materia económica, financiera y política, los factores que están destruyendo a la clase media no remitirán.

Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, el tiempo medio que un ciudadano está en paro es de 39 semanas. Pero los trabajos cualificados son cada vez más escasos y, de hecho, el país cuenta con un 10% menos de "puestos de trabajo de clase media" que hace una década.

Según datos recogidos por The Wall Street Journal hay 5,5 millones de estadounidenses que están desempleados y, sin embargo, no reciben ninguna prestación por desempleo. Además, el número de empleos de baja remuneración ha aumentado de forma constante durante los últimos 30 años y ahora representan el 41% de todos los puestos de trabajo que hay en Estados Unidos.

Si el panorama no es lo suficientemente desolador, hay más datos que certifican las dificultades a las que deben hacer frente los hogares. En los últimos 12 meses el precio medio de la gasolina en Estados Unidos se ha incrementado en un 30%. En este sentido, un conductor gastará alrededor de 750 dólares más por la gasolina en 2011 que en 2010. Por desgracia, parece probable que el precio del petróleo seguirá subiendo aún más.

Lo más preocupante es cómo incide la crisis en los segmentos más vulnerables de la población, los niños y los ancianos. Según Alternet, en Estados Unidos, más del 20% de los niños vive en la pobreza. En el Reino Unido y en Francia la cifra es muy inferior, de un 10%. Y, según el censo de Estados Unidos, el número de niños que viven en la pobreza ha aumentado en alrededor de dos millones en los últimos 2 años.

Teniendo en cuenta todo este escenario, no extraña que el 59% de los estadounidenses estén recibiendo dinero del Gobierno en forma de subsidios de una forma u otra.

El 46,5% de los norteamericanos vive al límite de sus posibilidades financieras

"Sólo el 24,9% de los norteamericanos podrían conseguir 2.000 dólares en 30 días, según un estudio publicado por el National Bureau of Economic Research. Annamaria Lusardi de la George Washington School of Business, Daniel J. Schneider de Princeton University y Peter Tufano de la Harvard Business School preguntaron: "¿Cuánto confía usted en que podría conseguir 2.000 dólares si surgiese una necesidad inesperada durante el mes que viene?" Un 24,9% afirmó estar seguro de que podría, un 25,1% dijo que probablemente podría, un 22,2% dijo que probablemente no y un 27,9% que seguro que no"… Casi la mitad de los estadounidenses vive al día (Libertad Digital – 26/5/11)

Los investigadores puntualizan que preguntaron específicamente "si podrían conseguir" los fondos en vez de peguntar si disponían de esa cantidad en forma de ahorros, "pues los individuos puede que no recurran sólo a los ahorros para enfrentarse a los imprevistos".

La conclusión del estudio es clara: "La capacidad de los americanos para enfrentarse a imprevistos es sorprendentemente limitada", ya que "si consideramos a los que responden que están seguros o que probablemente no podrían hacer frente con un imprevisto financiero ordinario de esta magnitud, encontramos que casi la mitad de los americanos son financieramente frágiles".

La cifra de 2.000 dólares "refleja el orden de magnitud del coste de una reparación de coche inesperada, un copago grande en gasto médico, gastos legales o una reparación del hogar", según los autores, es decir, gastos no previstos pero que pueden darse perfectamente en la vida de cualquier ciudadano común.

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Los resultados concuerdan con otros estudios anteriores. A la pregunta de si habían "guardado fondos de emergencia para cubrir gastos durante tres meses, en caso de enfermedad, pérdida del trabajo, problemas económicos u otras emergencias" sólo el 49% dijo que sí.

Cabe tener en cuenta que el estudio se ha realizado sobre datos correspondientes al año 2009 y que, desde entonces, Estados Unidos ha experimentado cierta mejora. Pero no hay motivos para suponer que esta leve mejora haya sido suficiente para variar significativamente esta preocupante fragilidad.

La clase media en apuros

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Posiblemente, uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es que una parte importante de la clase media norteamericana también se considera frágil. Según los autores, "resulta algo increíble que casi una cuarta parte de los hogares que ingresan entre 100.000 y 150.000 dólares afirmen no ser capaces de conseguir 2.000 dólares en un mes, pero este hecho puede resultar menos chocante cuando uno considera los costes de vida en las zonas urbanas, costes de vivienda y cuidado infantil, el sustancioso servicio de la deuda y otros factores".

Los investigadores preguntaron, a continuación, cómo conseguirían los fondos, ofreciendo 14 opciones agrupadas en 6 categorías:

•Ahorros: (1) retirar ahorros, (2) liquidar o vender inversiones, (3) liquidar inversiones de jubilación aunque suponga pagar una penalización, (4) tomar presta contra mis ahorros de jubilación en mi lugar de trabajo.

•Familia o amigos: (5) tomar prestado o pedir ayuda a mi familia, (6) tomar prestado o pedir ayuda a mis amigos (no miembros de mi familia).

Crédito típico: (7) usar tarjetas de créditos, (8) abrir o usar una línea de crédito o hacer una segunda hipoteca, (9) pedir un préstamo.

•Crédito alternativo: (10) conseguir que me adelanten la paga, (11) empeñar un activo que poseo.

•Trabajar más: (12) trabajar horas extras, conseguir un segundo empleo o que lo haga un miembro de mi hogar.

•Vender posesiones: (13) vender cosas que poseo, excepto mi hogar, (14) vender mi hogar.

Un 18,6% del total contestó que para conseguir el dinero tendría que empeñar o vender algo, o bien recurrir a algún préstamo. "Añadido al 27,9% que considera que seguro que no podría hacer frente a la emergencia, esto sugiere que aproximadamente un 46,5% de los encuestados están viviendo muy cerca del borde financiero".

Comparativa de ocho países

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Los investigadores dirigieron la misma pregunta a ciudadanos de otros países. En el Reino Unido los resultados fueron muy similares. En Canadá los que respondieron que seguro que podrían fueron un 44,3%. En Holanda, un 57,7%, el mejor resultado de los ocho países del estudio.

Es interesante observar que los que más confían en poder hacer frente al gasto inesperado son también los que más recurrirían para ello al ahorro. Destacan en este sentido los holandeses que no son sólo los que más recurrirían al ahorro sino que, además, disponiendo de 6 respuestas alternativas entre las que elegir son el único país que considera también "otros" métodos. No acaban ahí las particularidades de los holandeses, pues son también los que menos recurrirían a trabajar más o vender posesiones para conseguir los 2.000 dólares.

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EEUU: ¡Bienvenido al tercer mundo!

"Los Estados Unidos se parecen cada vez más similar a un país del tercer mundo. Los datos económicos indican una dura realidad que el debate político general evita. La evidencia sugiere que, sin reformas fundamentales, los EEUU se convertirán en una nación post-industrial y un nuevo país del tercer mundo en 2032". Les suena extraño, veamos lo que argumentan los analistas de Seeking Alpha para afirmar esto: Las características fundamentales que definen a un país del Tercer Mundo son el alto desempleo, la falta de oportunidades económicas, los bajos salarios, la pobreza generalizada, la extrema concentración de la riqueza, la deuda pública insostenible, el control del gobierno por los bancos internacionales y corporaciones multinacionales, débil estado de derecho y las políticas contraproducentes del gobierno.

Todas estas características son evidentes en los EEUU de hoy en día.

Otros factores incluyen la mala salud pública, nutrición y educación, así como la falta de infraestructura. La salud pública y la nutrición en los EEUU, aunque se sitúan por debajo de los estándares europeos, están muy por encima de los de los países del tercer mundo. La educación pública norteamericana ahora se ubica detrás de países más pobres, como Estonia, pero sigue siendo superior a la de los países del tercer mundo. Mientras que infraestructuras en ruinas se pueden ver en ciudades de todo el país, la vasta infraestructura de los Estados Unidos no se puede comparar a un país del tercer mundo. Sin embargo, todos estos factores se deterioran rápidamente en una economía en declive.

El desempleo y la falta de oportunidades económicas

El desempleo es un problema de fondo, estructural a los EEUU, es un desafío fundamental. El mercado laboral de EEUU está en una tendencia descendente de largo plazo debido a la globalización, es decir, la deslocalización de la fabricación, la externalización de puestos de trabajo y la desindustrialización.

El deterioro estructural del mercado laboral de EEUU seguirá produciéndose, ya que los trabajadores estadounidenses se han fusionado en una fuerza laboral global en la que todavía no pueden competir directamente con países como China e India. En China, por ejemplo, el salario bruto, en términos de paridad de poder adquisitivo, es equivalente a aproximadamente $ 514 por mes, 57% por debajo del umbral de la pobreza en EEUU. De acuerdo con el Instituto de Política Económica, el déficit comercial de EEUU con China por sí solo ha causado una pérdida de 2,8 millones de empleos en EEUU desde 2001.

La caída de los salarios reales y de los ingresos familiares

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