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Astituciones y sus más-allas

Enviado por Pablo Julián Hupert


Partes: 1, 2, 3, 4
Monografía destacada
  1. Estrategia
  2. Cambio de las condiciones en las que apoyan
  3. Distingos institución – astitución
  4. Más-allás de la astitución
  5. Preguntas
  6. Aclaraciones y cuestiones

No sabemos qué les pasa a las instituciones cuando existe Twitter. H. González[2]

Todos esos conceptos, nota bene, se hallan ahí para captar algo. Ellos mismos no nos importan. Podemos olvidarlos o dejarlos de lado, una vez que los hayamos utilizado como magnitudes de trabajo para captar una realidad determinada, que subsiste a pesar del concepto y más allá de él. E. Jünger[3]

Estrategia

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Con "astitución" queremos captar una realidad que subsiste más allá de esta incómoda palabrita pero que seguirá indeterminada si no la pensamos, si no la nombramos, si no extraemos consecuencias de que hay algo allí que necesita un nombre, y que insistirá si ese nombre no llega, pero no podremos hacer con esa realidad si no logramos percibirla como tal. Por supuesto, percibiremos distinto esa realidad si las llamamos "instituciones restituidas", si las llamamos "instituciones fluidas", si las llamamos "instituciones post-neoliberales en búsqueda de su reconstrucción", etc. Las percibiremos como las determinemos. Estas prácticas de determinación son muy variadas. Aquí aportamos una práctica de determinación conceptual (pensar, que le dicen).

Aquí hay una apuesta que a priori no podemos fundamentar bien, apuesta que hacemos a ciegas, que consiste en que "astitución" permite pensar una forma fluida de producción de social fluido. Una apuesta que quiere asumir las implicancias para las llamadas instituciones, y en general para los dispositivos de producción de elementos sociales, de la condición fluida de nuestros tiempos. Puesto que queremos inscribirla en una estrategia política que se plantea el siguiente problema:

En tiempos de instituciones, en tiempos sólidos, estatal-nacionales, industriales, o de predominio del capital productivo, el problema de las instituciones era su rutina, su anquilosamiento, su rigor, su desconocimiento de lo singular, el alto grado de repetición y rigidez que imponían a sus sujetos, cómo dificultaban la creatividad y la adaptación al cambio y demás. Hoy las instituciones se han flexibilizado. Entonces, tenemos que caracterizar cuál es el obstáculo que presentan. Ya no podemos decir que el obstáculo sea su rigidez, porque se han flexibilizado. No podemos decir que el obstáculo sea siempre su lentitud, porque muchas se han agilizado. Ni que el obstáculo sea siempre su antigüedad, pues muchas son nuevas y otras renovadas. Ni que el obstáculo sea necesariamente una normativa obsoleta, pues muchísimas se han modernizado (leyes de infancia, de salud mental, de género, contra la violencia institucional, de migración, etc.). No quiere decir esto, por supuesto, que no exista dureza por ejemplo en sedes policiales o incluso en algunas escuelas donde todavía se repiten ciertas conductas clásicas, o que los tribunales sean tan ágiles como una empresa digital o la AFIP, etc. El panorama no es homogéneo, ni siquiera dentro de cada institución en que nos encontremos.

Luego de caracterizar la "astitución" podremos tomarnos el trabajo de distinguir en qué condiciones hay astitución, en qué condiciones perviven instituciones sólidas e incluso pensar cómo se combinan ambas, lo que creo es lo más común porque además es una característica de la astitución, y además tratar de pensar las formas propiamente contemporáneas de habitar, de subjetivarnos en esas instituciones fluidas o astituciones pero, en principio, para orientarnos en el pensamiento de esta realidad que subsiste antes y después de nuestra palabrita, diremos lo siguiente. Mientras que sabíamos que el "más-allá" de las instituciones sólidas tenía que ver con el corte, la ruptura, la interrupción de la repetición, la crítica del saber, la subversión de la estructura, etc, en cambio, cuál es el "más-allá de las astituciones" es algo que queremos investigar y despejar aquí.

La estrategia tiene un costado de método y un costado político. El costado metodológico quiere presentar el método historiador que empleo para encarar esta cuestión, e incluso para formularla.[4]

1.a. Método.

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La idea es que en un primer momento cada práctica tiene su representación y que en un segundo momento los historiadores vemos que cambian las prácticas, la práctica 1 pasa a ser la práctica 2, pero en general las representaciones siguen siendo las adecuadas a práctica 1, siguen siendo la representación 1. Cambian entonces las prácticas y no cambia la representación. Este desacople entre representaciones y prácticas, que por otro lado nunca deja de existir del todo,, es lo que abre un espacio para pensar. Pensar es pensar lo otro de las representaciones dominantes, pensar lo que las excede, pensar las prácticas que se desacoplan de aquellas. Ahora bien, podríamos decir que lo que queremos hacer hoy en esta conferencia es poner en el lugar de "práctica" a las llamadas instituciones. La práctica 1 serían las instituciones sólidas y la práctica 2, las instituciones fluidas.[5] El obstáculo para el pensamiento estaría en que nos representamos las instituciones fluidas como si fueran instituciones sólidas. Vamos a decir que la palabrita "astitución" es una palabra para representarnos -o, más bien, para poder pensar- las prácticas "astitucionales". Para pensar las prácticas de las instituciones fluidificadas, que no quiere decir por supuesto que las paredes se derritan y se conviertan en líquidas, no quiere decir que deje de haber papeleo y todo se convierta en byte, información digital, ni que toda su dimensión económica sea financiera, ni que todos sus sujetos sean consumidores y todo el tiempo tomen fotos con el celular. Así por ejemplo Guillermo Brea decía en un seminario en el 2007, en un "Seminario sobre la sociedad compleja" que dictó en la UADE que hay diez atributos de una empresa u organización exitosa. Esos diez rasgos son: autoridad, recursos, controles, estructura, resultados, visión, posicionamiento, coraje, integración, comunicación. Ahora bien, decía Brea que los primeros cinco eran los que constituían el modelo tradicional hasta los "50 mientras que los últimos cinco son el modelo más contemporáneo, que se desarrolla con más fuerza desde los "90. Así que vemos cómo "fluidificación" no se trata ni de la llegada de la informatización necesariamente, aunque esto fluidifique mucho, ni de la llegada de la inconvertibilidad del dólar, aunque esto fluidifique mucho, ni tampoco de la versión neoliberal de la globalización posterior a los "80, ni de la caída del muro de Berlín y la URSS en 1989-1981, aunque esto contribuya a la transformación de los Estados del mundo, sino que la fluidificación de cierta hebra de lo social está constituida por prácticas que, con todos esos macroprocesos (y otros) como condiciones generales, hay que detectar y describir para saber cómo opera una institución fluida.

Puede ser que una primera pista más o menos metafórica nos la dé hablar de "fluidificación", de "gelificación", incluso de "derretimiento" o "gasificación". Pero se trata solamente de metáforas que no nos dicen cómo funciona efectivamente una cosa que hoy todavía llamamos instituciones. Y sabemos que aquí la estrategia, tanto en su costado metodológico como en su costado político, es pensar las prácticas eficaces, las prácticas realmente existentes, esas que subsisten y producen efectos y contraefectos más allá de la palabrita que usamos como magnitud de trabajo para captarlas.

Condiciones generales

Solidez (siglo XX)

Fluidez 1 (1990"s)

Fluidez 2 (2010"s)

Tipo de Estado

Estado-nación

Técnico-administrativo

Posnacional

Configuración de lo social

Institución

Fragmento / destitución

Astitución

De tal manera, lo que queremos hacer es ubicar una pregunta, que podríamos ubicar con este cuadrito que marca tres momentos muy esquemáticamente, y como si esos momentos fueran bloques claramente divisibles y muy homogéneos al interior. Pero esto tiene fines por un lado didácticos y por otro lado de auto-esclarecimiento para orientar la indagación. Queremos encontrar cualidades. Necesitamos palabras para separar la paja del trigo, ya que lo que se nos presenta, lo social, realmente es un barro muy confuso y resulta operativo orientarse por algunos vectores depurados. De lo contrario, se corren dos riesgos por lo menos: el de hacer seguidismo de la complejidad (variedad, deberíamos decirle) y perderse en la abigarrada empiria contemporánea, y el de caer en el anacronismo de seguir hablando de lo que encontramos hoy como si fuera cualitativamente lo mismo que lo que encontrábamos ayer; en ambos riesgos acarrean desorientarse, perder toda estrategia, dejar de pensar, y en suma despolitizar la indagación.

Tenemos entonces un primer momento que correspondería a la mayor parte del siglo veinte, mínimo hasta mediados de la década del sesenta o principios de la década del setenta, que son tiempos estatal-nacionales, tiempos a la vez de instituciones. Como tal vez diría un trabajador social, en esos tiempos la socialización secundaria se daba en las instituciones (y la primaria, en una familia que funcionaba como institución). Luego, en los noventa vendría la primera fluidez, aquella que Ignacio Lewkowicz llama a secas fluidez, donde el Estado nacional pasa a ser técnico-administrativo y la producción de elementos sociales pasa a darse en "galpones" o instituciones destituidas que dejan de estar engarzadas en un suelo estatal-nacional, en un concierto de instituciones y se convierten en fragmentos. Desde el 2003 digamos, un 2003 que viene después del "que se vayan todos", o sea, en respuesta a una afirmación subjetiva anti-estatal, viene un estado posnacional y la producción de lo social se da en "astituciones".[6] Este cuadro es extremadamente esquemático, pero quiero ubicar una pregunta, ¿qué es una astitución?, de tal manera que en el casillero donde leemos "astitución" debemos leer "x", como si fuera una incógnita a despejar. Para una indagación historiadora, "x" significa que estamos preguntando qué practicas específicas se dan en las "astituciones".

1.b. Política.

Paso ahora al costado político de la estrategia que nos orienta. La institución es un conjunto de prácticas que propician, facilitan el vivir juntos; en este sentido expanden el poder hacer. Todo esto lo harán de distintas manera en cada momento histórico; las instituciones estatal-nacionales al quedar instituidas congelaban el poder hacer como poderes -el poder de la maestra, el poder del padre, los del sindicalista, el presidente, el carcelero, etc.-, disociando a sus sujetos de las potencias de los cuerpos. Entonces habrá que discernir cuándo los procedimientos de producción de social (o procedimientos, para usar una palabra cómoda, "institucionales") producen y reproducen sujetos sociales gobernables o poderes o asimetrías y cuándo expanden el poder hacer (esto y aquello lo harán de distintas maneras según el momento histórico) Como decíamos al comienzo las instituciones sólidas o estatal-nacionales congelaban el poder hacer, lo convertían en poderes-sobre (y poderes-bajo) a través de la repetición, mientras que las instituciones fluidas lo hacen a través del cambio constante, de modo tal que cambia el obstáculo. En este punto es importante mencionar que no se trata de ver cual dominación es mejor. Si podemos asociar las astituciones a mecanismos de control, a dispositivos pos-disciplinarios entonces es bueno, en este punto, poner el siguiente párrafo de Deleuze:

«"Control" es el nombre que Burroughs propone para designar al nuevo monstruo, y que Foucault reconocía como nuestro futuro próximo. Paul Virilio no deja de analizar las formas ultrarrápidas de control al aire libre, que reemplazan a las viejas disciplinas que operan en la duración de un sistema cerrado. No se trata de invocar las producciones farmacéuticas extraordinarias, las formaciones nucleares, las manipulaciones genéticas, aunque estén destinadas a intervenir en el nuevo proceso. No se trata de preguntar cuál régimen es más duro, o más tolerable, ya que en cada uno de ellos se enfrentan las liberaciones y las servidumbres. Por ejemplo, en la crisis del hospital como lugar de encierro, la sectorización, los hospitales de día, la atención a domicilio pudieron marcar al principio nuevas libertades, pero participan también de mecanismos de control que rivalizan con los más duros encierros. No se trata de temer o de esperar, sino de buscar nuevas armas.» (Conversaciones. Cap. 5, punto 17; subrayados nuestros)

Entonces, no se trata de andar comparando sino de preguntarse cómo los actuales mecanismos nos disocian de nuestro poder hacer y qué operaciones se están inventando para expandir el poder hacer para asociarnos con lo que pueden los cuerpos individual o colectivamente.

La estrategia política es, entonces, entender cómo, con qué operaciones prácticas, una institución fluida -esto es, una institución que no queda instituida-, evita la expansión del poder-hacer y crea sujetos gobernables (disociados de la potencia de sus cuerpos), de modo de detectar cuándo, y con qué operaciones, ocurre una subjetivación situacionalmente potente, expansiva (ilimitada). Para usar las palabras de Deleuze, una subjetivación sin régimen.

Como se ve, no hay gran distancia entre el costado "político" de la estrategia y el "metodológico": la historización abre una problematización que por sí misma es politización; la politización por sí misma es historización, cambio cualitativo. La separación entre ambos costados de la estrategia es por comodidad de la exposición.

Hechos curiosos para una institución-tipo.

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Comienzo por mencionar algunos hechos curiosos que no acoplan con las representaciones heredadas de lo que es una institución y tampoco con las imagines actuales en circulación sobre lo que son las instituciones.

Tomemos primero la carpeta "Guía Federal de Orientaciones", diseñada como una carpeta publicitaria o promocional que puede enviar una empresa a sus clientes potenciales o efectivos (primera muestra de fluidificación: modalidades mercantiles de "difusión", que entonces deja de ser difusión para ser promoción, comunicación, capacitación, información). Tiene por primer subtítulo o bajada "Para la intervención educativa en situaciones complejas relacionadas con la vida escolar", y por segunda bajada "Recuperar el saber hacer de las escuelas en relación con la convivencia y el cuidado comunitario".[7]

La carpeta contiene dos librillos cual revista de unas treinta páginas con tapas a color. Las tapas de ambas revistas son de colores distintos, aunque obviamente se reconoce que se trata de dos partes de una misma guía (sus diseños exteriores e interiores tienen igual "caja"); luego se incluye un cd-rom que contiene el "Marco Jurídico" de la Guía. Es una cantidad bastante grande de normas; contiene leyes nacionales como la

"Ley 26.206 de Educación Nacional, Ley 26.150 de Educación Sexual Integral, Ley 26.061 de Protección integral de derechos de niños, niñas y adolescentes, Ley 24.417 de Protección contra la violencia familiar, Ley 26.390 de Prohibición del trabajo infantil y adolescente, Ley 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, Ley 23.592 de Penalización de actos discriminatorios, Ley 23.849 que aprueba la Convención Internacional de Derechos del Niño, Ley 25.871 de Migración, Ley 26.743 de Identidad de género, Ley 26.364 de Prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas, Ley 26.892 para la Promoción de la convivencia y el abordaje de la conflictividad en las instituciones educativas, Ley 26.904 que modifica el Código Penal. Incorporación de la figura del ciberhostigamiento o grooming, Decreto 1086/2005 que aprueba el informe del INADI "Hacia un Plan Nacional contra la Discriminación", Leyes y decretos provinciales que derivan del marco jurídico nacional, Resoluciones del Consejo Federal de Educación." (ob. cit, pp. 10-11).

Como se ve, no todas son leyes nacionales; hay también un Decreto basado en un informe de un instituto nacional, hay leyes y decretos provinciales y hay resoluciones de un consejo federal. En otras palabras, las fuentes del "marco" son variadas, así como sus materias. Así como se ve un trabajo legislativo intenso, propio de tiempos refundacionales[8]y de tiempos de bajo vigor de la ley[9]también se ve una gran variedad de asuntos que pueden tener que ver con la vida cotidiana de la escuela, o no. Digo: el "marco" no parece ser un sistema homogéneo y estabilizado.

Por lo demás, los actores educativos necesitarían altos estudios jurídicos -del nivel de un constitucionalista- para elaborar disposiciones y acciones que no contraríen el marco jurídico en ningún aspecto, o para estar seguros de que ninguna de esas normas pueda ser usada en su contra por otro actor educativo. Dice la ley que no se puede alegar desconocimiento de la ley, pero eso solo puede tener visos de eficacia en tiempos sólidos (rutinarios, con gran estabilidad en los funcionamientos institucionales cotidianos) y no en tiempos de muchas leyes importantes nuevas (a las que se agregarán tal vez otras por venir), de reformulaciones normativas constantes y de baja estabilidad o repetición en las prácticas institucionales cotidianas.

La rareza no termina allí, en la cantidad de normas, leyes nacionales de gran importancia que deben conocer los actores educativos, tampoco termina en el diseño promocional del paquete. Llama la atención el hecho de que puede ser enviada por correo indiscriminadamente a toda "institución" educativa registrada como tal en el Ministerio de Educación de la Nación, tanto a escuelas primarias, secundarias o a un centro de formación profesional de cualesquiera jurisdicciones como por ejemplo un instituto terciario de psicología social privado.

En la carpeta vienen también dos pósters desplegables, los dos iguales, con el título "La escuela en la comunidad" y aquí la rareza es que la escuela confecciona su propio mapa, con un formato estandarizado ciertamente, y en este mapa la escuela está en el centro. Allí puede poner para la escuela nombre, director, dirección, teléfono, centro de acceso a la justicia; hay además un cuadrito para Poder Ejecutivo, otro para Ministerio de Educación, otro para Organización de la Sociedad Civil, Comisaria, dos para Escuelas cercanas, otro para Autoridad de Aplicación de la Ley 26.061 que es la de niños, niñas y adolescentes, otro de Equipo de Apoyo y Orientación, otro de Centro de Atención Primaria de la Salud y otro de Desarrollo Social. A su vez cada uno de estos tiene sus campos el de poder Ejecutivo tiene municipal y federal y consejo escolar, el de Desarrollo social tiene CIC (Centro Integrador Comunitario), CDR (Centro de Referencia del Ministerio de Desarrollo Social), CRI (Centro de Referencia Infantil), incluido el campo "otros"… El mapa tiene en la esquina de abajo a la derecha el lema "Argentina nos incluye", mientras que la de abajo a la izquierda dice "Ministerio de Educación. Presidencia de la Nación" con el escudito correspondiente. Se ve que, si bien es algo esquemático y simplificado, que se ha hecho para poder graficarlo en dos dimensiones y con un tamaño manejable, se ve que tiene una alta complejidad y mezcla diferentes niveles, municipal, provincial, nacional, mezcla que se da incluso al interior de cada uno de los cuadritos. Estamos hablando de una gran complejidad de la red en la que se inserta una escuela, que ya no ostenta la claridad meridiana de la pirámide panóptica, de esa que era visible toda a la vez si uno se ubicaba en la cima o si uno estudiaba lo que el saber producido en la sima cescribía. Por último, hay un desplegable que intenta entreverar visualmente todos los materiales y los conceptos de esta guía y es algo así como un mapa conceptual.

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Lo que describí vale para la primera de estas tres fotos; para la segunda se puede hablar de un resumen de la tipificación de situaciones violentas y de los organismos nacionales a los que se podría recurrir según cada caso, donde de lo que se trata es de simplificar esta compleja red en la que está inserta cada escuela. Sin embargo como graficar la madeja de todo el país es imposible, en un papel, hay un sitio web referido en esta guía que permite hacer una consulta por establecimiento, pero como completar esa base de datos exhaustivamente tampoco ha sido posible al parecer hasta ahora, el sitio da la posibilidad a cada escuela de cargar organismos que no estén en esa base de datos. Esa base de datos se llama " Mapa escuela y comunidad" ( http://desarrollo.mapaeducativo.edu.ar/escuela_comunidad/buscador.php).

La tercera foto muestra la heterogeneidad de elementos que constituyen un "una escuela" (o en general una "institución" educativa). Este "mapa conceptual" tiene la forma de una red y conecta una diversidad tan amplia como "normas", "palabra", "diversidad", "intervención educativa", "amigos", "te quiero" (son las palabras contenidas en algunos de los globitos de colores). Aquí, nuevamente, las normas no enmarcan a la escuela sino que son un elemento más de la red. Como en las redes, todo es conectable y ningún conjunto de conexiones es "perimetrable" ni estable (siempre aparece algo más para conectar). Como en las redes, se conectan todos los que "quieren estar".

Tomemos ahora instituciones que "se salen" de su sede como otra rareza. Con "salirse una institución de su sede" me refiero a hechos, hoy bastante extendidos y relativamente naturalizados, como una salita de primeros auxilios que no está en la guardia del hospital sino que se instala en un barrio carenciado, el tren del Ministerio de Desarrollo Social y diferentes servicios por el estilo que van por muchos lados vacunando o los del Ministerio del Interior andan confeccionando documentos en poblaciones que no tienen cómo tramitarlo y así por el estilo; incluso el gobierno macrista ha hecho algunos camiones o containers que andan por ahí sueltos dando servicios del Estado a la sociedad. La curiosidad aquí es que en vez de ir los sujetos a las instituciones, en vez de estar ellas ahí "esperándonos", las "instituciones" van a los lugares donde los sujetos puedan necesitar de ellas. Como si hubiera un afán de las instituciones por mostrar qué servicios importantes dan y cómo intentan satisfacer a sus beneficiarios o clientes.

Como otro indicio de alteraciones institucionales, traigamos ahora el malestar de los trabajadores sociales y, podríamos decir, por extensión, de los funcionarios del Estado que buscan la inclusión, tal como lo caracteriza Nicolás Rivas:

"El mejoramiento en las condiciones de vida de la mayoría de los sectores pobres en Argentina… que sufrieron las políticas neoliberales y que ha transformado la vida cotidiana disminuyendo y eliminando en algunos grupos los padecimientos sociales y ha mejorado y permitido el acceso y cobertura a bienes y servicios, no se [acompaña de] una considerable baja en el malestar de los técnicos y profesionales que integran las instituciones del estado vinculados al campo de las políticas públicas" (N. Rivas, "De instituciones y malestares, integralidad", en A. Arias, B. García Godoy, y R. Manes, comp., Debates en torno a la construcción de institucionalidad. Aportes para la reconstrucción de lo público, Espacio Editorial, Buenos Aires, 2014, pp. 189-90.)

Traigo también una cita de Gastón Sena que habla de este malestar con una visión un poquito más crítica y desde el territorio, desde el lugar de esos trabajadores del estado que atienden cuestiones sociales.

"Las instituciones suelen esperar mucho de sí mismas, son algo así como ombligo-céntricas. La imagen que mejor se me da para describirlas es la del islote a la deriva. Si el Estado liga esos islotes, no significa que potencie, o si lo hace, hay que verificar cómo es que lo hace… Y pareciera que los derechos que se restituyen, de los que alguien es titular, de todos modos, son como ofrendas del buen señor -y no ya, si es que se restituye algo que siempre ya se tiene, una deuda infinita, impagable, ese pagaré extendido ex ante… Es como el double bind que refiere Cooper, una individuación que ordena una cosa y su contrario, quizás manifiesta y latente. Atender el encargo, desatender el encargo." (mimeo, noviembre de 2012, subrayado mío)

Se trata de ver un punto curioso o un punto de desacople, no de meternos acá en el complejo problema del malestar del trabajador social o cualquier otro profesional que esté en esta campaña de "restitución de derechos", sino de tomarlo como indicio de que las representaciones establecidas sobre las instituciones no nos dicen cuáles son las practicas efectivas de estas, asumiendo la hipotesis de que su impotencia tiene que ver con desconocer las condiciones epocales de segunda fluidez o, mejor, con desconocer que ya se están adaptando y asumiendo que trabajan en condiciones de segunda fluidez desde el momento en que publicitan sus "restituciones de derechos", sus actividades, desde el momento en que salen al territorio, o reformulan constantemente sus normas o amplían su marco jurídico, etc. O desde que se convierten en gestores ad hoc (no rutinarios) de sus acciones institucionales ("una se convierte en especialista en interrelacionar dependencias" y "te volvés estratégica para actuar allí, con incertidumbre y sin un compromiso permanente de parte del intendente o su secretario", decía una operadora del municipio de Ayen, Neuquén).

Otro indicio fáctico de fluidificación de las instituciones del Estado nos lo da la multiplicación de la oferta educativa de educación inicial en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

"La diversificación de la demanda orientó la respuesta del Estado, así como la respuesta de otras entidades no dependientes de éste (OSC, asociaciones gremiales, etc.); configurando una estructura dominada por un crecimiento espontáneo -en tanto sin planificación-, no formalizado… La actualidad de la oferta de establecimientos de Educación Inicial en esta jurisdicción [exhibe] complejidad."[10]

El relevamiento de esta ponencia (incompleto según las autoras) informa que existían, hasta agosto del 2012, veinticuatro tipos de establecimientos, lo cual muestra cómo se va complejizando la oferta del Estado como tendencia general relativamente independiente de la denominación partidaria del gobernante. Diversificación de la oferta: un procedimiento típicamente mercantil que impregna la práctica estatal contemporánea. Por lo demás hay que tener en cuenta que esa ponencia se basa en un Relevamiento Anual educativo oficial que no releva los establecimientos que no dependen directamente del Gobierno de la Ciudad.[11]

Otra rareza aun. Se puede hablar también de customización de instituciones. El vocablo inglés customize se define como "modificar o construir algo según los requerimientos de un individuo"[12] se traduce como personalizar (viene de customer, que significa cliente, y entonces sería configurar al gusto del cliente). Se ve en muchas instituciones esto, a veces informalmente a pedido de un padre en una escuela privada, o una pública incluso, haciendo ciertas excepciones. Se ve también en terciarios; me contaba una profesora que enseña en la escuela de Psicología Social del Sur que los alumnos pedían flexibilización de horario por problemas de trabajo y que el acuerdo debía ser reformulado en la reunión siguiente y no se podían dejar acuerdos estables ni siquiera para todo un cuatrimestre. También se puede ver más formalmente cuando vemos que aparecen figuras como la de la maestra integradora, o las del certificado único de discapacidad y así por el estilo, que ofrecen ciertos regímenes especiales para algunos de los chicos dentro de escuelas comunes. Lo que se ve con estas customizaciones es que la escuela deja de ser un lugar homogéneo y homogeneizador. Nuevamente, no se trata de preguntar si esto es más libre que la rigidez de antaño sino, en primer lugar, de detectar una alteración en la subjetividad que llega a la escuela y también en las subjetividades que la escuela, y las instituciones en general, producen con estas excepciones. Para ver, incluso, la disminución del poder de las instituciones para producir los sujetos que deben transitar por ellas.

Pero esa disminución, como ha demostrado Ignacio Lewkowicz, tiene que ver con una disminución de la integración entre instituciones; en el concierto institucional estatal-nacional, cada institución recibía el sujeto formado por la institución vecina o la institución anterior (esquemáticamente: el hospital o el cuartel recibían al sujeto formado en la fábrica o la oficina; la secundaria recibía al sujeto formado en la primaria y la familia; la oficina, al formado en la secundaria, etc.). Si Ulrich Beck decía que en la época contemporánea intentamos dar soluciones biográficas a contradicciones sistémicas, para el asunto que nos ocupa diríamos que muchas veces se intenta dar soluciones institucionales a una desarticulación sistémica; si el Estado-nación era un concierto de instituciones, uno de los puntos cruciales en que se concertaban era en la producción de un sujeto disciplinado (productor y ciudadano), y en gran medida el Estado-nación era ese efecto de conjunto que funcionaba como premisa de cada institución. La institución fluida es una forma de vérselas con el hecho de que esa premisa, ese suelo metainstitucional, no puede darse ya por supuesta. Así las cosas (así las condiciones), la astitución se dibuja como el conjunto de operaciones necesarias que una "institución" debe desplegar para operar en una red de "instituciones"; esto es, allí donde las conexiones entre ellas no están establecidas a priori ni, cuando se dan, tienen forma de ligadura perenne; se trata estrictamente de conexiones, pues pueden desconectarse y volverse a conectar, y se trata estrictamente de una red, pues ni todos los puntos se conectan ni los caminos de conexión están preestablecidos (la proliferación de convenios y "acuerdos-marco", así como las trayectorias biográficas de los que pasan por ellas, lo demuestran tanto cualitativamente -no se sabe cuál conectará con cuál- como cuantitativamente -no se sabe si se repetirán ni por cuánto tiempo: los convenios y acuerdos caducan-).

Entonces, esa disminución del poder de las instituciones para producir los sujetos que deben transitar por ellas, no es solamente un proceso de pérdida de vigor o destitución, de pérdida de suelo o desfondamiento (como en la primera fluidez), sino un proceso de creación o generación de recursos tácticos y operaciones para actuar en condiciones de red y de mercado radicalizado. El mercado y la red llamada "WWW" operan diversificando la oferta y personalizándola. Las astituciones son un intento de imitar procedimientos flexibles para subsistir (léase, para tener una función social significativa) en condiciones fluidas posnacionales.

Se puede hablar luego de otra rareza, una cierta existencia "a-institucional" de estas astituciones, por un lado porque a veces las sedes físicas son bastante informales.

"El Estado me paga por dar Historia en la cochera de una casa de un barrio carenciado. Una vecina cedió su cochera y ahí se está terminando la secundaria: más inclusión que eso no puede haber." (Juan José Lemmi, docente del Plan FinEs)." En La educación en debate n° 24, UniPe, Buenos Aires, set 2014.

"Lo positivo [del plan FinEs] es que llega a lugares donde los ocho CENS de toda La Matanza no podían llegar. Pero también está lo negativo: es un plan, no es una institución." (Javier Sancho, director del CENS N° 454 de La Matanza, un secundario para jóvenes y adultos; íd.)

Por otra parte, "la institución [el cens 454] presenta una particularidad: funciona en cuatro espacios físicos diferentes distribuidos por el distrito." (íd)

La existencia "a-institucional" no refiere solo a las sedes sino a su emergencia independiente de las dinámicas formales-estatales (y no siempre autorizadas o siquiera advertidas por estas) y a la irregularidad de sus formas de coexistencia.

Por ellas preguntaba el investigador:[13] "¿Cómo conviven las experiencias de educación popular a cargo de organizaciones sociales con las políticas estatales? Estamos iniciando una instancia de diálogo para conocer concretamente el territorio y las experiencias en cada lugar. Así, podremos vincular ese trabajo con las políticas vigentes." Silvia Vilta, directora provincial de Educación de Jóvenes y Adultos de Buenos Aires (íd.)

Esa "instancia de diálogo" no es una institución aparte ni una oficina permanente de la institución permanente que sería el Ministerio o la Dirección. Es una interfaz.

Rebosa el Estado Argentino, tanto en jurisdicciones kirchneristas como no kirchneristas, de programas, convenios, planes que no son instituciones que durarán por siempre o que necesariamente se identifiquen con una sede edilicia. Una astitución no necesariamente tiene radicación. Podríamos decir, no se trata de instituciones atornilladas al piso.

Otra rareza. Podemos hablar también de interfaces como las que me pude encontrar en la calle Pedernera[14]y en las plazas de los Pésaj y los Rosh Hashaná Urbanos,[15] aunque las interfaces no se limitan a éstas, también hay otras, que suelen aparecer con el nombre de instancias de diálogo que debimos, supimos, quisimos, apostamos a generar, por ejemplo entre las autoridades de una escuela y algunos chicos con ciertas inquietudes y problemáticas, o entre unos trabajadores que no protestan por vía sindical y una patronal, o unos funcionarios públicos y algunos actores económicos, sean estos cámaras empresarias, cuerpos de delegados, estudiantes secundarios u organizaciones comunitarias.

Podemos ver que las instituciones sólidas en su desarrollo y adaptación a las condiciones fluidas se abren en una diversidad de formas que habrá que ir caracterizando, como mesas de dialogo, como customizaciones y diversificaciones, como interfaces, instituciones inclusivas, empresas flexibles, sindicatos "oenegeizados".[16] Como se ve en el gráfico, la idea es que este ramillete que se abre con el paso del

tiempo se junte en un concepto nuevo, para nombrar y captar estas nuevas y multiplicadas prácticas, un concepto necesario que podríamos nombrar con "astitución". Esta destilación es la que intentaremos comenzar a continuación -que, de alguna manera, ha comenzado ya en trabajos anteriores, y que deberá ir modificándose a medida que avance la investigación y la elucidación.

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Cambio de las condiciones en las que apoyan

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Todas estas rarezas tienen que ver con un cambio en las condiciones en las que apoyan las instituciones, cuando lo que predomina es el capitalismo industrial y el Estado Nacional lo que predomina como forma de producción de social es la institución, con sus rigideces y sus repeticiones o rutinas; en cambio cuando lo que predomina es el capitalismo financiero y el Estado deja de ser un Estado-Nación y pasa a tener formas de gobernanza y formas post-nacionales, necesariamente las instituciones mutan o aparecen nuevas, con formas que no son las de la antigua institución de los siglos XIX y XX. Podríamos decir, como dijimos al comienzo con nuestro esquemático cuadro, que si el Estado ha cambiado tienen que haber cambiado o estar cambiando las instituciones -tanto las formalmente estatales como las formalmente privadas. ¿Y cómo son las nuevas instituciones?, se apresura a preguntar el que no está tan seguro del cambio y habla de una vuelta del Estado. Pues bien, no lo sabemos; presumimos que cambiaron, pero no sabemos hacia qué formas. Las nombramos entonces astituciones, les ponemos una "x" y preguntamos qué quiere decir eso.

Esto como presupuesto general es correcto: si cambian las condiciones cambian las instituciones pero, nos da solamente un pre-supuesto general y a lo sumo una definición externa de lo que es una institución en las nuevas condiciones, con un nombre también externo como "astitución". Se trata de alguna manera aquí de empezar a encontrar las prácticas, la actividad que una institución fluida despliega para poder llegar a una caracterización más interna, menos presupuesta y más nativa, más inmanente. La pregunta por cómo es la convertimos en una pregunta por su actividad y sus efectos -por las prácticas, en suma.

Lo que podemos decir es que el cambio en las condiciones sociales necesariamente ha producido un cambio en las formas del funcionamiento del estado, que necesariamente a su vez moldea de otra manera las condiciones sociales y el Estado deja de ser un concierto pan-institucional y el suelo sobre el que apoyan todas las instituciones. Esto es palpable a nivel de las vidas, por el agotamiento de las trayectorias sociales tradicionales, que se componían "alrededor del mundo del trabajo estable, la familia tradicional, la escuela y el compromiso del Estado."[17] Esto significa que una institución no sabe qué sujeto va a ingresar a ella o más bien significa que ingresa a ella un sujeto distinto del que se imagina y de ella egresa, también, un sujeto distinto del que se supone, o más, muchas veces no se trata de un sujeto que entra, permanece y finalmente sale, ni de un sujeto que entra y se queda para siempre sino de sujetos que no terminan de estar adentro ni terminan de estar afuera y mantienen un contacto difuso, sea con la escuela, sea con los trabajos, sea con la cárcel o el centro de rehabilitación de las adicciones.

Ahora bien, que las trayectorias sociales tradicionales no se corroboren, aun si permanecen en el imaginario social (esto lo indica Esteban Rodriguez Alzueta) significa que las ligaduras inter-institucionales también están en crisis, porque esas trayectorias eran trayectorias de una institución a otra, de la escuela primaria a la secundaria, de esta a la universidad y/o al trabajo, y/o a la familia, a veces pasando por el hospital, para llegar finalmente al cementerio. Podemos decir que las trayectorias efectivas de las personas daban la articulación efectiva entre instituciones y conformaban el cemento que hacía que las instituciones concertaran como Estado-nación y que encontraran en este el suelo y elemento que las hacía análogas, compatibles, sistemáticas, y sobre todo homogéneas. Con sujetos homogéneos, siempre ciudadanos -o clasificados según su relativa incapacidad para ejercer la ciudadanía: el loco en el manicomio, el niño en la escuela, el militar en el cuartel, el delincuente en la cárcel. En nuestro país, con la llegada del neoliberalismo, a partir de la Dictadura pero sobre todo en los noventa, las instituciones comenzaron a desconcertarse, tanto en el sentido en que entra en crisis su articulación sistemática, como en el sentido de que entraron en crisis las orientaciones instituidas y los sentidos instituidos de las instituciones.

En la segunda mitad de los noventa Ignacio Lewkowicz comenzó a hablar de destitución y de las instituciones devenidas galpón. "Galpón" como metáfora de un lugar que dejaba de tener ordenados sus elementos y los empezaba a tener arrumbados sin orden ni concierto ni funcionalidad; se trataba de una institución que dejaba de ser parte y comenzaba a ser fragmento, si hasta poco antes había sido parte, lo había sido de ese todo llamado Estado-nación, o parte, desde otro punto de vista, de la sociedad, y comenzaba a ser un fragmento sin ligadura instituida con otros elementos sociales que también habían devenido fragmento y también habían dejado de ser parte.[18]

En esta lectura, lo que en los noventas se llamaba retiro del Estado resultaba ser disminución abrupta de la capacidad o del vigor del Estado, para regular las relaciones sociales y convertirlas en lazos instituidos, en ligaduras propiamente dichas. Disminución de la capacidad del Estado para instituirse como práctica dominante del resto de las prácticas. Sin embargo -y esto es crucial-, no por la aparición de una nueva práctica dominante que reemplazara aquella, sino por radicalización del mercado; no se trataba de otra forma de instituir lugares sociales sino de "una" práctica que licuaba las demás, destituyendo los lugares sociales, los sentidos, la subjetividad. De tal manera, decía Ignacio Lewkowicz, el Estado había dejado de ser nacional para mutar en técnico-administrativo.

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