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Literatura argentina: entrevistas (página 4)


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– Gardel en Buenos Aires consiste en un fenómeno propio (a pesar de las reiteradas y míticas dudas acerca de su origen francés o uruguayo), legítimo, modelo de conducta y motivo de orgullo para todos los argentinos. Gardel, en Medellín, es el objeto de un fenómeno de apropiación -de transculturación, define Angel Rama-. Se lo adopta deliberadamente, no sólo por el hecho fortuito de que Gardel murió en Medellín, sino sobre todo porque Gardel, y el tango que él canta, encarnan lo porteño (lo argentino), que constituye la meca de Latinoamérica en esos años, así como Paris ha constituido por tan largo tiempo la de los argentinos. Gardel es, entonces, un mito en Argentina, y un mito doble en Colombia, en la medida en que proviene de ámbitos fabulosos per se.

¿Cuál es la relación existente entre imaginario colectivo y trasposición literaria, vinculada a este asunto?

– Imaginario colectivo es esa suma de fantasías, deseos, miedos, tabúes, que se tejen en una comunidad y van tramando las conductas colectivas e individuales. Transposicion literaria es la formulación de ese imaginario en una obra escrita; por ejemplo, volviendo a Medellín, la existencia de un libro titulado Aire de tango, de Manuel Mejia Vallejo, donde se nos narra acerca de Guayaquil -el barrio tanguero por excelencia-, donde el protagonista se cree el doble Gardel.

¿Qué simboliza Gardel?

– Jairo-Gardel es la encarnación literaria de una ilusión del habitante de Medellín de esa época, o al menos de un pequeño grupo que aspira a tener una cultura tanguera y urbana heredada de los argentinos. Encarna también el desdén por la propia vida, el culto del coraje y cierta camaradería masculina, que son rasgos eminentemente argentinos traspuestos a un ambiente diferente.

(1989)

Carlos Szwarcer: "un camino difícil de transitar"

Carlos Szwarcer es historiador y periodista. Nació en Buenos Aires, Argentina, ciudad en la que cursó la carrera de Historia en la Facultad de Historia y Letras de la Universidad del Salvador y el Ciclo Pedagógico en la misma Facultad. Fue conductor y productor del programa "Esta es otra Historia" en FM.88.V. López, entre 1992 y 1994; columnista invitado del bloque de Historia en el programa "El Refugio de la Cultura", AM. Radio América, en 1994 y 1995. Realizó la cobertura periodística de eventos culturales, políticos y educativos; Investigó para guiones de espectáculos y documentales, y desarrolló y seleccionó Efemérides para la producción de programas radiales.

Es investigador histórico de Barrios e Instituciones de Buenos Aires, autor de artículos, ensayos, narrativa, etc. publicados en su país y el exterior, integrante del Grupo APH (Área de Protección Histórica) de Villa Crespo durante 2003y 2004. Colabora en Todo es Historia (Bs. As. Argentina) Revista Cuadernos del Tortoni (Bs. As. Argentina), Buenos Aires Cultural (Bs. As. Argentina), Revista del CECAO (Centro de Estudios Culturales: Pcia. de Córdoba (Argentina), Letras-Uruguay (Montevideo. Uruguay), Raíces (Madrid, España) y Los Muestros (Bruselas, Bélgica/ B.Hills, USA), entre otros medios.

Dictó conferencias en entidades privadas e Instituciones dependientes del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, Comisión de Preservación y Promoción de Cafés Notables de la Ciudad de Buenos Aires) sobre historia de Buenos Aires; la temática de dichas conferencias está relacionada con la inmigración, costumbres, tradiciones y diversidad cultural. Participó en el emprendimiento "Patrimonio de los Barrios", de la Dirección General de Patrimonio (Secretaría de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) con textos e imágenes para la definición de los Hitos Históricos Barriales incorporados como material didáctico para entidades educativas y de divulgación general. Auspiciado por la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos). 2003-2005. Desde 2003, coordina diversas visitas a hitos históricos barriales en el marco del emprendimiento "Los Barrios Porteños… Abren sus Puertas", organizado por Dirección General de Patrimonio Secretaría de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (actual Ministerio de Cultura).

Para conversar sobre la inmigración y otros temas, lo entrevistamos en Buenos Aires.

Como muchos investigadores argentinos te interesás por la inmigración a partir de una circunstancia personal, el hecho de que tu abuelo materno y tu padre hayan sido propietarios del Café Izmir ¿Cómo viviste esa situación en tu infancia?

– En mi caso, aunque mis padres nacieron en la Argentina, mis cuatro abuelos llegaron de países muy lejanos, Ucrania y Turquía, sin duda esto debe haber marcado en mí cierta inclinación por los temas sobre inmigración. Mi abuelo fue el dueño del Café Izmir desde fines de los años ´30 hasta 1965, cuando falleció, y mi padre y un tío quedaron a cargo cuatro años, hasta 1969, momento en el que venden el fondo de comercio a una familia asturiana.

Si bien el Café es todo un ícono de Villa Crespo y del Buenos Aires cosmopolita, un sitio renombrado a tal punto que fue designado Café Notable de la Ciudad de Buenos Aires, en mi infancia no tuvo el impacto que puede suponerse: mis recuerdos dentro del Izmir, de hecho muy agradables, son simplemente los de un pequeño que iba a visitar a su abuelo al lugar de trabajo; él me convidaba un yogurt o una gaseosa y yo me la pasaba jugando al fútbol entre las mesas y sillas con las chapitas de cerveza o gaseosas que estaban en el piso. Cosas de pibe que me hacían muy feliz. Pero las imágenes y vivencias del Café influyeron muchos años después cuando comencé a dedicarme a la investigación histórica y tomé conciencia de que ese sitio había sido mucho más importante de lo que suponía.

¿En qué momento te diste cuenta de esa importancia?

– En la Facultad nos dieron para leer fragmentos de la novela Adán Buenosayres, de Leopoldo Marechal y quedé perplejo cuando me encontré, inesperadamente, con varios pasajes dedicados al Café, tomado como escenario de sorprendentes situaciones. Darme cuenta de que fue observado atentamente por este escritor que describió hechos y personajes tan particulares, me dio vuelta la cabeza, es decir, en ese momento sí comencé a tomar conciencia de que el Café Izmir, más allá de mis recuerdos de infancia, había sido algo más que el Café de mi abuelo, al que yo de tanto en tanto iba a visitar por las tardes. Vislumbré que en la gente, que en el barrio, había tenido más importancia de la que yo le había dado. A partir de ese momento comencé a indagar más detenidamente en la historia de mi familia y fue el motor para la búsqueda imperiosa de la verdadera historia de ese lugar, más allá de la ficción del Adán.

¿Es cierto que conservás muchos elementos del Café?

-Sí, tal vez por ser el nieto mayor y dedicarme con pasión a la historia, mi madre me fue dando las fotos y elementos que pertenecieron al Café, vajilla, instrumentos musicales, los discos de pasta que allí se pasaban, montones de cosas. Además, antes de que lo demolieran, no sólo intenté evitar su desaparición sino que ante las topadoras, con gran esfuerzo, hice lo posible porque no se perdieran para siempre algunos restos materiales que hoy forman parte, con todo lo demás, de una colección que, seguramente, servirá para mostrar el material tangible de ese lugar tan particular y vinculado, muy especialmente, con la inmigración y la convivencia pacífica de la diversidad cultural.

¿Estudiaste historia para ahondar en el tema de la inmigración?

-No, inicialmente en absoluto. Había estudiado un año de Medicina en La Plata y rápidamente percibí que aquello no era lo mío. Encontrar mi vocación me llevó a buscar información sobre arqueología, antropología. Al poco tiempo iniciaba la carrera de Historia, me orientaron a ella con el argumento de que en Argentina, con esta disciplina, tendría más perspectivas, y la encontré afín a mi tendencia humanística. Ya en las primeras clases comprendí que era lo mío.

Mi impulso inicial fue entender el complejo presente y sabía que para éso tenía que conocer el pasado. Quería tener respuestas sobre los comienzos de la humanidad. Luego me encontré con las herramientas para indagar sobre los vericuetos de mis orígenes, es decir, sentí que estaba en el camino correcto para hallar el hilo conductor entre mis ancestros y el contexto en el que llegaron a la Argentina. Además, el haber vivido mi infancia en un inquilinato de la calle Padilla, en Villa Crespo, el contacto con tanos, gallegos, "rusos", "turcos"…, la verdad que parecía un sainete, esas cosas te marcan. Recuerdo las fiestas de cada colectividad, nos reuníamos todos en el gran patio sin importar demasiado qué se festejaba, compartíamos. Era otra época, ni mejor ni peor, distinta. Aunque no podemos decir que no se armara alguna batalla, algún desaguisado entre tanta gente junta, claro, la perfección no existe ni existirá, pero siento un dejo de nostalgia por esa convivencia, por la solidaridad que existía… era un valor muy importante.

Entonces buscaste darle sustento científico a tus vivencias

-Ciertamente, aquello inicial estaba presente embrionariamente, y después latente en los estudios en la Universidad, pero lo que me condujo a los temas relacionados con la inmigración, a ahondar en ellos, verdaderamente, fueron situaciones de comienzos de los años 90 cuando falleció mi padre y al poco tiempo una hermana de mi abuelo.

Tal vez ésto me llevó a la puerta del Café Izmir. Hacía muchísimos años que no pasaba por allí. Vaya a saber qué fui a buscar, pero comencé a recopilar desesperadamente testimonios de vecinos, de habitués, de hijos de habitués. Seguramente quise, en parte, encontrarme otra vez con el Café Izmir de mi infancia y la realidad es que en cada informante encontré un mundo. La gente mayor que me abría sus puertas para contarme sobre el barrio y el Izmir me llevaba, inevitablemente, a la inmigración, eran relatos de inmigrantes. Fueron años de mucha investigación en fuentes y de dedicación a la historia oral. Fue el comienzo de mi pasión por esta temática. Las decenas de testimonios me dieron un material riquísimo en vivencias y anécdotas que suelen formar parte de mis artículos, ensayos y sobre todo de mi narrativa.

En las visitas que guiás para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, difundís estos temas. ¿Cuándo comenzaste con esta actividad?

-En el año 2003 me convocó a dar una charla el Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires y la Dirección de Patrimonio de la entonces Secretaría de Cultura para participar del asesoramiento sobre Hitos Históricos para los Desplegables Didácticos Barriales, primeramente sobre Villa Crespo y más tarde otros barrios. Luego, me invitaron como coordinador de algunas visitas en el Emprendimiento "Los Barrios Porteños Abren sus Puertas", así participé desde entonces en Villa Crespo, Balvanera, Colegiales, San Nicolás. Ya van cuatro años. Generalmente las visitas se relacionan con lugares que de una u otra manera están vinculados a la inmigración: el Café Izmir, el recorrido por la Calle Gurruchaga, El Conventillo de la Paloma, el tango, teatros, templos, comunidades…

¿Qué significa para vos poder escribir sobre la inmigración argentina en medios del exterior?

-Desde luego que mucho porque, como vos sabés, el investigador termina su prolongado y arduo trabajo recién cuando da a conocer el resultado del mismo. Pero que escribiendo sobre Argentina, particularmente sobre Buenos Aires, se interesen en mi material publicaciones importantes de España, Bélgica, Estados Unidos, etc., que divulguen estas historias tan nuestras en medios tan lejanos, indudablemente, me pone muy contento, aunque te diré que, a veces, uno se sorprende que le den más trascendencia afuera.

Otros de tus puntos de interés son el Café Tortoni y el Museo del Tango, también relacionados con la inmigración. ¿Desde qué punto de vista te aproximás a estos temas?

-La revista "Todo es Historia", en el 2002, publica mi artículo "El Café Izmir". Menciono allí que Alejandro Rafael Alboger, mi abuelo materno, fue lustrabotas y luego mozo y mêtre del Café Tortoni hasta hacerse cargo del Izmir, dejándole el lugar a mi tío abuelo Yaco, el que con el tiempo termina siendo accionista del Café de Avda de Mayo. En el 2003 Roberto Fanego, uno de los dueños del Tortoni, leyó aquel artículo y decidió dedicar la Revista "Cuaderno del Tortoni" Nº 9 a los dos Cafés, solicitándome que la escribiera. Así surge "El Tortoni y el Izmir – un nexo para la historia".

Obviamente, además de Marechal, esos dos hermanos Alboger, judeo-sefaradíes, provenientes de Turquía, tienen que ver y mucho con la inmigración y con los dos Cafés. El material se presentó en Abril de 2003 en la Bodega del Café, la Sala Quinquela Martín, con el auspicio de la Secretaría de Cultura y la Comisión de Bares Notables de la Ciudad. En cuanto al Museo Mundial del Tango… cubrí su inauguración para un medio del interior y además ese día tan especial se entregaba al público presente un tríptico con fragmentos de mi artículo "Gardel y el Tortoni", basado en mi investigación sobre la presentación en el Café del Morocho del Abasto en una recepción a Luigi Pirandello…

También Gardel en tus investigaciones

-¿Sabés qué pasa? el tango es parte de Buenos Aires y aunque soy de la época del rock el tango también me llega, lo escuchaban y bailaban mis viejos. Soy porteño hasta la médula y además me pusieron de nombre Carlos por Gardel, mi vieja era fanática de él. En el 2004, el 11 de diciembre, Día del Tango, se hizo una exposición en el Museo de la Casa de Carlos Gardel y allí un sector fue dedicado a la muestra Carlos Gardel y el Café Tortoni, con elementos del Café de principios del siglo XX y textos míos. Fue un momento muy emocionante.

¿Y el interés por el Teatro Maipo? Parece un tema muy distinto de los anteriormente mencionados.

-En cierta forma, la inmigración también tuvo mucho que ver con el desarrollo del teatro en Buenos Aires. Pero lo del Maipo fue inesperado, un trabajo de investigación encargado. En Agosto de 1994 se produjo la reapertura del teatro por parte de Lino Patalano y Julio Boca. Un tiempo antes recibí el llamado telefónico de la productora de cine y televisión Clara Zappettini para ofrecerme la investigación sobre la historia de los inicios de esa sala de espectáculos. Dado el escaso tiempo formé un pequeño grupo y nos pusimos a trabajar a full.

Fue una experiencia muy interesante porque gran parte de lo relevado no se conocía y sirvió para realizar un documental llamado "Raconto del Teatro Maipo" y para la base de los textos del guión del espectáculo en el que, el 22 de Agosto de ese año, participaron Sandro, Gasalla, Tania y otros. A partir de ese trabajo me interesé en el Scala y el Esmeralda, los dos teatros que estuvieron en el mismo predio que el Maipo, y profundicé aquellos primeros enfoques.

En el año 2004 "Todo es Historia" publica "Prehistoria del Teatro Maipo", donde recorro el camino desde la zarzuela en España, los orígenes del teatro de Revista, la actividad del Scala, del Esmeralda y llego a 1922, cuando comienza a funcionar el teatro, efectivamente, con el nombre actual.

¿En qué trabajás actualmente?

-Soy bastante obsesivo y perfeccionista pero al mismo tiempo anárquico, mejor no mires mi escritorio, pero normalmente tengo un trabajo adelantado, digamos central, sobre el que me dedico a full mientras mantengo abiertas investigaciones laterales y escritos que sigo puliendo hasta terminarlos. Actualmente estoy redondeando relatos sobre los sefaradíes en Buenos Aires para publicar en próximos meses; una investigación sobre Milagros de la Vega y también comencé a tomar testimonios para relevar datos y dar a conocer historias y anécdotas sobre un par de cafés de Buenos Aires. En fin… quizás el tema que hace un par de años me desvela es la realización de una exposición sobre inmigración a partir de los materiales del Café Izmir.

Me perturba mirar hacia atrás y ver que en los últimos diez años fallecieron más de la mitad de las personas de edad, de nuestros mayores, aquellos que me brindaron oportunamente su testimonio de vida, y que sus vivencias sirvieron para rescatar de un olvido seguro parte de sus tradiciones, de nuestros orígenes, de nuestra forma de ser.

Se te ve muy comprometido con la preservación…

-Es que hay tanto para hacer, para sacar a la luz, historias todavía desconocidas que son parte de nuestra identidad y que se perderán si no tomamos testimonios, si no escuchamos esas voces, si no recuperamos esos recuerdos. Estos hechos de la realidad me movilizan para buscar una salida, una respuesta al problema de la preservación de nuestro patrimonio cultural, no es suficiente lo que se hace. Últimamente, algunos escollos me motivaron a poner en marcha la organización de una estructura que sea espacio de encuentro de interesados en proteger, contar, divulgar estos temas, alentar las iniciativas, tal vez por medio de una Fundación u otro mecanismo acorde a estas necesidades. Es importante lograr recursos que financien proyectos de investigación y publicación sobre inmigración y diversidad cultural. Es un camino difícil de transitar pero creo que vale la pena intentarlo.

(LETRAS-URUGUAY, Montevideo, 2006)

Miryam Gover de Nasatsky: los escritores judeoargentinos

El 21 de mayo pasado, en un acto que contó con la presencia de José María Castiñeira de Dios, Enrique Pavón Pereyra, Jaime Barylko y Santiago Kovadloff, entre otros, se presentó en la Biblioteca Nacional la investigación titulada Escritores judeo-argentinos, Bibliografía 1900-1987. El trabajo, editado por Milá en dos volúmenes, fue elaborado por Ana Epelbaum Weinstein y Miryam E. Gover de Nasatsky.

Con Miryam mantuvimos el siguiente diálogo:

Hablemos primeramente de las autoras. ¿Cuál es la formación de cada una de ustedes?

– Ana es socióloga, egresada de la Universidad Hebrea de Jerusalén. y se desempeña como investigadora. Actualmente dirige el Centro de Documentación e Información sobre Judaísmo Argentino "Marc Turkow" de AMIA (Comunidad Judía de Buenos Aires). Yo soy docente e investigadora. Egresé de la Universidad Nacional del Litoral con el titulo de profesora en Letras; fui becaria del Fondo Nacional de las Artes, tengo publicada una antología de poesía y colaboro en la revista el gRillo, que dirige Carolina de Grinbaum.

– ¿Por qué trabajaron en esta bibliografía?

– Porque creemos que la literatura es una forma de perduración y la bibliografía permite encarar metódicamente su estudio evitando una mala jugada de la memoria para valorar al escritor; es el instrumento para registrar lo diverso, la expresión y resonancia de una realidad compleja.

– ¿Cómo definiría su obra?

– Estos dos tomos muestran en forma amplia y desprejuiciada un panorama que sin duda servirá de campo de observación a nuevas criticas y a otros enfoques. Es una toma de conciencia acerca de nuestra realidad polifacética que se refleja en lo literario.

– ¿Qué se propusieron al realizar esta investigación?

– Estamos convencidas de que la fuerza que las adscripciones étnicas, religiosas y culturales adquieren en la configuración actual de las naciones demuestra que la conformación de una sociedad democrática y pluralista está íntimamente ligada al respeto por las identidades particulares. Esta bibliografía se inserta en esa línea de pensamiento al intentar profundizar en el conocimiento de un grupo de escritores judeo-argentinos que, sin constituir una sección diferenciada, pertenecen y son parte integral de la literatura argentina.

– Su trabajo parece ideal para ser consultado por computadora.

– Es verdad: En la era de la informática, la bibliografía constituye un banco de datos acerca de la producción literaria, colaboraciones en antologías, publicaciones periódicas y lo que se escribió sobre cada autor.

– ¿Cómo fueron seleccionados los escritores incluidos en los volúmenes?

– Los doscientos autores estudiados fueron seleccionados de una nómina de seiscientos nombres por un Concejo Consu1tor integrado, entre otras personalidades de la cultura, por Raúl H. Castagnino, Santiago Kovadloff, Leonardo Senkman y Eliahu Toker.

– Sabemos que son autores de real valía en nuestras letras.

– Por cierto. Por nombrar sólo a algunos de ellos citaré a Gerchunoff, Eichelbaum. Cesar Tiempo; Isidoro Blaisten, José Narosky, Gyula Kosice, Marcos Aguinis, Inés Malinow, David Viñas, José Isaacson, A1ejandra Pizarnik y Alicia Steimberg, ganadora del Premio Planeta. Este registro sistemático está precedido por el prólogo "Territorios compartidos", de Saúl Sosnowski.

– ¿Qué material es el que ofrecen?

– Transcribimos en forma ordenada toda la información obtenida en bibliotecas, editoriales, colecciones privadas, casas particulares, a traves de las cartas recibidas, en las casi doscientas entrevistas realizadas a los escritores o, en su defecto, a familiares directos. Al final del segundo tomo figura la lista de antologías, publicaciones periódicas y libros de referencia revisados, como así también el índice de quienes se ocuparon de los escritores incluidos.

– Para finalizar, queremos saber qué valoración hacen de esta bibliografia.

– Como .decimos en la introducción, nosotras sentimos que fue un desafío apasionante y creemos que nuestra tarea permitirá que otros investigadores continúen esta obra, y completen o corrijan los inevitables errores y omisiones que ésta pueda tener.

(EL TIEMPO, Azul, 1994)

Lily Sosa de Newton: Las mujeres argentinas

Lily Sosa de Newton está dedicada desde hace muchos años a una investigación que la apasiona: la historia de las mujeres de nuestro país. Partiendo desde aquellas que vinieron con los conquistadores, llega hasta nuestros días, en los que la situación femenina ha cambiado considerablemente. Próximo a salir un nuevo libro sobre el tema. nos acercamos a la editorial en la que se desempeña como directora de Prensa. Allí mantuvimos, para LA CAPITAL, el siguiente diálogo:

– Ha escrito un libro que se titula Las mujeres argentinas, de ayer a hoy, publicó tres ediciones –hasta la fecha- del Diccionario biográfico de mujeres argentinas, dirige la colección "Las mujeres" de Plus Ultra y escribe artículos periodísticos sobre este asunto. ¿Cómo surgió su interés por las personalidades femeninas de nuestro pasado?

– El tema me interesó siempre. Cuando tenía veinte años, leí Tres guineas, de Virginia Wolf, publicado por Sur. Esa lectura despertó en mi el interés por el feminismo, por su historia. y comencé a buscar material.

– ¿Qué hizo con el material reunido?

– Artículos para un diario. Recién casada, fui a vivir a Santa Fe; allí aparecieron mis primeras notas en un diario que cerró. En 1967 apareció mi libro Las argentinas, de ayer a hoy; esta. obra resume las investigaciones que habia realizado hasta ese momento. En ella, enfoco e1 tema de la mujer desde e1 punta de vista histórico. Algunas jugaron un papel importante junto a sus maridos; otras, las mas, se destacaron por sus propios méritos.

– Usted es, a nuestro criterio, quien mejor puede hablarnos de las características de la mujer de nuestro país, dado que conoce muchísimo sobre el particular.

– Existe una tipología de la mujer argentina, pero debe dividirse el grupo según se trate de figuras nacidas en el siglo pasado o en el presente. No podemos hablar de las mujeres anteriores al siglo diecinueve porque no disponemos de los datos indispensables para un estudio de esta indole; recién a partir de las Invasiones Inglesas podremos hablar de individualidades, de personajes definidos.

– ¿Qué rasgos aparecen, entonces, en las mujeres del siglo pasado?

– Se caracterizaron por su gran iniciativa y por su independencia. Sentían mucha inquietud por la cultura: fueron periodistas, maestras. Entre ellas se destaca Mariquita Sánchez de Thompson, una figura fundamental de nuestro pasado. Estas damas tuvieron vida propia; no vivieron a la sombra de los hombres. Es más, muchas veces, estando sus maridos en la guerra, debieron procurarse e1 sustento para ellas y para sus hijos: en esa epoca, hacían dulces, costuras. y otros trabajos caseros para vender.

– Ahora existen otras posibilidades.

– Claro. La situación empieza a cambiar en las dos últimas décadas del siglo diecinueve. Despues de 1880 se fundan las escuelas normales; las mujeres empiezan entonces a estudiar la carrera docente, que es 1a primera carrera de la mujer argentina. Se produce un trasvasamiento social: la mujer que ha obtenido un titulo se puede considerar superior a la misma familia, inclusive. Las maestras de aquella época accederán, rindiendo las equivalencias entre el normal y el bachiller, a la enseñanza universitaria.

– ¿Por qué carreras se inclinaron?

– Entre las primeras universitarias, encontramos a las que se graduaron en Medicina. Cecilia Grierson, la primera médica argentina, egresó de 1a universidad en 1885. En 1903 se recibieron las primeras doctoras en Filosofia y Letras; en 1917, las primeras ingenieras y, diez años después, las primeras arquitectas. Como vemos, ciertas carreras tardaron muchos años en tener alumnas, mas no fue porque se lo impidieran. sino porque las jóvenes no se sentían inclinadas, en un principio, a ciertas disciplinas.

– ¿Qué rasgo caracteriza a la mujer de nuestro pais?

– Yo diría que el interes por el perfeccionamiento cultural, por via de los estudios superiores.

– ¿Como obtuvo los datos sobre estas mujeres, que muchos de nosotros no conocíamos?

– Consulté mucha bibliografía; fui a bibliotecas, leí diarios… Pero tambien tuve informacion oral de parte de los descendientes de las personalidades fallecidas. Para las figuras contemporáneas, me base en mi investigación y en los datos que ellas mismas me proporcionaron. Ademas, cuando alguien se enteraba de que yo estaba preparando la primera edición de mi trabajo, me acercaba material, me proponía nombres.

– Su Diccionario surge a partir del libro publicado en 1967, no es cierto?

– Sí. Me dio tanto trabajo conseguir el material para escribir el libro que quise evitarle esa tarea a aquellos que se interesaran por el mismo tema. Pensé que era útil porque, si bien existe información. la misma no está sistematizada. Creo que en mi Diccionario podrán encontrar datos sobre las mujeres mas importantes de nuestra tierra, ya sean actrices, odontólogas, filántropas, o personajes que pasaron a la leyenda. como la Difunta Correa.

– Han salido ya tres ediciones, y usted sigue juntando material.

– Claro, porque mi libro debe ampliarse a medida que pasa el tiempo, con las nuevas generaciones. Por otra parte, como digo en e1 prólogo, faltan muchas mujeres. y eso es algo que quiero completar Todavía se puede agregar mucha gente. Continuamente estoy recibiendo material; me hacen llegar datos que son sumamente interesantes.

– ¿Cómo ha titulado el libro que saldrá próximamente?

– Forma parte de la colección "Hoy descubro", que dirigen María Esther Grivot de Abate y Maria Ruth Pardo Belgrano; es una colección destinada a los adolescentes, entonces el titulo completo será Hoy descubro las mujeres argentinas. Desarrollo el tema a lo largo de nuestra historia, tomándolo desde diferentes aspectos, como la educación y el trabajo.

– Se referirá –suponemos- al voto femenino…

– Sí, una conquista tardía, aunque países tan avanzados como Suiza lo obtuvieron después que nosotros.

(LA CAPITAL, Rosario, 1988)

 

Trabajo enviado por

María González Rouco

Licenciada en Letras UNBA, Periodista

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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