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Integración de las técnicas de medicina bioenergética y los ejercicios de rehabilitación en los pacientes con diabetes mellitus (página 2)


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La Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria refiere, no obstante que, la DM es una de las enfermedades con mayor repercusión social. Su frecuencia varía en los distintos estudios realizados, no obstante, la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que la diabetes ha aumentado y que todas las edades y ambos sexos han experimentado este aumento. La DM, es una enfermedad crónica que afecta a gran número de personas, representando un problema personal y de salud pública de enormes proporciones.

En el mundo Occidental la prevalencia de DM, se estima que oscila entre el 2 y el 6% de la población, según los distintos estudios (diferencias en métodos de diagnóstico empleados, rangos de edad). Se estima que un 50% de los casos  permanecen sin diagnosticar por cada persona con diabetes conocida, existe una, con diabetes desconocida.

Para el año 2000, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (en lo adelante, OMS), se estimó que alrededor de 171 millones de personas eran diabéticos en el mundo y que llegarán a 370 millones en 2030. Este padecimiento causa diversas complicaciones, dañando frecuentemente a ojos, riñones, nervios periféricos y vasos sanguíneos.

Sus complicaciones agudas son (generalmente hipoglucemia, cetoacidosis, coma hiperosmolar no cetósico y acidosis láctica, esta última muy raramente) consecuencia de un control inadecuado de la enfermedad mientras sus complicaciones crónicas (enfermedades cardiovasculares, nefropatías, retinopatías, neuropatías y daños microvasculares) son consecuencia del progreso de la enfermedad; según, Diabetes Estimates 1995-2030

El Dr. Daniel Pedro Núñez (…), refiere que, en Cuba la DM ocupa el quinto lugar entre las causas de muerte. El estudio de las complicaciones agudas y crónicas nos permite comprender los cambios bioquímicos y fisiológicos que se producen en los individuos diabéticos. La adecuada comprensión de estos fenómenos nos conduce a la indicación de un tratamiento rápido y efectivo.

Se ha encontrado que en los meses de septiembre a febrero existe mayor frecuencia de inicio de la enfermedad diabética (en el grupo de 5 a 15 años de edad) que en resto del año, es posible que esto sea debido a un factor exógeno desencadenante o quizás alguna infección de origen viral. Los diabéticos, son dos veces más propensos a enfermedades coronarias y accidentes cerebrales que los no diabéticos, ciertos medicamentos que bajan la glucosa en la sangre, también elevan el colesterol, lo cual propicia la formación de ateromas. Ellos representan el 20% de los pacientes con enfermedades renales en fase Terminal, que se incluye en los programas de hemodiálisis, y constituyen uno de los grupos más grandes de ciegos entre la población adulta.

Esta enfermedad ocupa en nuestro país, la séptima causa directa de muerte en nuestra población, y la quinta causa en el grupo etário mayor de 15 años.

En el municipio Isla de la Juventud existen 3013 pacientes que presentan DM1. Entre el rango de 50 a 60 años existen 757 pacientes que la padecen, en menos de un año se han realizado dos amputaciones a pacientes y existen muchos de ellos (casi la mayoría), que presentan diferentes patologías derivadas de la diabetes.

Actividades físicas

Msc Reinol Hernández González (€¦), refiere que, la influencia del ejercicio físico como parte del tratamiento al paciente diabético, se conoce desde hace muchas décadas. Sin embargo no es hasta esta época reciente que la actividad física se analiza como criterio científico, y sus efectos en el tratamiento de la diabetes en cualquier edad, se valoran adecuadamente. De hecho en el momento actual se impone que tanto el endocrinólogo como todo el personal que de una u otra manera participa en la atención integral al diabético, adquiera un conocimiento cabal teórico y práctico de la actividad física en el diabético y como se debe orientar esta de forma adecuada. De ahí que para mejorar la salud de nuestro pueblo, se hayan creado áreas terapéuticas en las que se atiende de manera especial la incorporación del diabético a las mismas.

Lic Reinaldo Márquez Valdés (…), refiere que, la práctica de ejercicios físicos disminuye la glucemia, ayuda a mantener el peso ideal; disminuye los riesgos cardiovasculares. A cualquier edad, se necesita suficiente actividad para mantenerse en "buen estado" fisiológico, permitir la realización óptima de una amplia gama de procesos fisiológicos, que incluyen el metabolismo de las grasas y los carbohidratos.

El ejercicio físico es considerado básicamente como uno de los pilares fundamentales en la atención integral del diabético a cualquier edad, sin embargo, aunque desde hace muchos años este concepto teóricamente es aceptado por endocrinólogos, diabetólogos etc., todavía en la actualidad es significativo el desconocimiento que se tiene de este importante aspecto.

El ejercicio físico dosificado hoy en día es considerado una herramienta para la salud ya que puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, aminorar la dependencia del diabético a la insulina, también disminuir el porcentaje de materia grasa y mejorar el Perfil Lipidito, entre otros efectos, y contribuir mejorar la salud de nuestra población, según Facultad Ciencias de la Salud, Universidad de San Sebastián, Carrera Nutrición y Dietética,

Frecuentemente se atribuye la aparición de la DM, a un aumento del peso corporal, aunque existen pruebas contundentes que demuestran que la inactividad, es también un factor de riesgo. Según los estudios, en las personas que son más activas, el riesgo de desarrollar diabetes es un 30-50% menor, que en las que son sedentarias. Se ha comprobado que el ejercicio retrasa o posiblemente previene, que la intolerancia a la glucosa se convierta en diabetes y es también beneficioso para las personas a las que ya se les ha diagnosticado diabetes. Hay algunos interesantes estudios que han demostrado que realizar ejercicio, como andar o montar en bicicleta, tres veces a la semana durante 30-40 minutos, puede suponer pequeñas pero significativas mejoras en el control glucémico (azúcar en sangre) de los diabéticos.

Thomas N, Alder E y Leese GP (€¦), refieren que, varios análisis demostraron, que la actividad física, mejora el control glucémico determinado por medio de la hemoglobina glucosilada (HbA1c). Es probable que esa mejoría reduzca las complicaciones microvasculares y que la actividad física disminuya el riesgo de enfermedad cardiovascular, que es la causa más común de muerte entre los pacientes con diabetes

Sin embargo, estudios recientes demostraron, que los adultos con diabetes pueden llevar a cabo menor actividad física, que los individuos no diabéticos, que hasta 1/3 de los diabéticos adultos, son completamente sedentarios y que solamente 1/3 se ejercitan regularmente.

Medicina Tradicional Asiática o bioenergética

Según el libro de Acupuntura, medicina tradicional asiática, la diabetes mellitus responde a un síndrome caracterizado por hiperglicemia persistente. Se presenta en diversas formas, pero todas obedecen a una causa específica.

Para la Medicina Tradicional Asiática, la diabetes mellitus se agrupa en varios síndromes, pero aquí solo se hará referencia al síndrome, calor de estómago (WI YOL ZUNG).

Situación Problémica.

1. A partir de lo antes planteado consideramos, que la Diabetes Mellitus es una de las principales causas de muerte en nuestro país; trayendo consigo complicaciones frecuentes y agudas, un alto por ciento de personas que padecen de DM1, en nuestro municipio y que dependen de la insulina para mejorar su estado de salud, no asisten sistemáticamente a ejercicios, ni conocen los beneficios que trae consigo la medicina bioenergética, esto se evidencian en la comunidad de Abel Santamaría.

2. Si bien se estimula la actividad física, la aceptación a largo plazo es un problema mayor de los programas de ejercicio físico. Muchos pacientes no pueden mantener la motivación para la actividad física hogareña cuando no están en una clase de ejercicios. Los impedimentos personales y medioambientales se han asociado con fracaso en la participación o en el mantenimiento de la actividad física, en la comunidad de Abel Santamaría.

Problema científico

¿Cómo contribuir al mejoramiento de la salud de pacientes con DM1 en la comunidad de Abel Santamaría?

Objeto de estudio:

El mejoramiento de la salud los pacientes con DM1 de la comunidad de Abel Santamaría.

Campo de acción:

Plan de ejercicios físicos integrados a la medicina bioenergética en pacientes con DM1.

Hipótesis: Si se aplica adecuadamente un conjunto de ejercicios físicos integrados con un tratamiento de medicina bioenergética, en función del diabético, entonces es posible, que se mejore la salud de los pacientes que padecen de DM1, en la comunidad de Abel Santamaría, de la Isla de la Juventud.

Variables:

Variable independiente: La integración de las técnicas de la medicina bioenergética y los ejercicios físicos.

Variable dependiente: El mejoramiento de la salud de los pacientes que padecen DM1, de la Comunidad de Abel Santamaría.

Variables ajenas: Edad, sexo, condiciones físicas.

Para darle respuesta al problema, nos planteamos el siguiente.

Objetivo: Mejorar la salud de los pacientes con DM1, de la comunidad de Abel Santamaría, a partir de la integración de las técnicas de la medicina bioenergética y ejercicios físicos.

Objetivos específicos:

  • 1. Diagnosticar la cantidad de pacientes que padecen DM1 en la Comunidad de Abel Santamaría.

  • 2. Seleccionar la actividad física y las técnicas de la medicina bioenergéticas adecuadas, para mejorar la salud los pacientes con DM1, en los pacientes de la Comunidad de Abel Santamaría.

  • 3. Implementar la actividad física de manera dosificada, para mejorar la salud de los pacientes que padecen de DM1, de la comunidad de Abel Santamaría.

  • 4. Valoración de la propuesta a partir del criterio de especialistas.

Contribución a la Teoría:

Aporte Práctico:

La aplicación de la integración de las técnicas de la medicina bioenergética y lo ejercicios físicos, disminuye el uso de medicamentos y mejora la calidad de vida del paciente con DM1.

Relevancia Social:

En lo social, la tesis contribuirá a la educación de mejores hábitos de vida, mediante la aplicación del tratamiento integrador, para la mejora de la calidad de vida, además de poder brindar a estos pacientes un medio más sencillo y económico.

La novedad científica:

Consiste en la aplicación, de la integración de las técnicas de la medicina bioenergética y los ejercicios físicos, para mejorar la salud de las personas que padecen DM1, como una vía esencial para contribuir en la calidad de vida, y como vía de educación para la salud.

Métodos. Dentro del nivel teórico fueron utilizados los siguientes métodos:

Histórico Lógico: Sirvió para profundizar en el conocimiento de los antecedentes de la DM, así como, en la Medicina Tradicional Asiática o bioenergética, desde el punto de vista de atención al diabético; al mismo tiempo sirvió para la descomposición de las enfermedades crónicas no transmisibles, trabajando con DM1, que en la actualidad es uno de los males que más afectan a nuestra sociedad y al mundo en general.

Analítico-Sintético: Permitió establecer la unidad sistémica de la DM, donde se analizaron los factores predisponentes que influyen en la aparición de la DM1.

Dentro del nivel empírico fueron utilizados:

Medición.

Experimento: Permitió establecer una comparación entre el grupo de experimento con la integración de las técnicas de medicina bioenergética y los ejercicios físicos y el grupo de control con el, tratamiento habitual con insulina.

Observación Científica: Permitió ver el comportamiento asintomático de los pacientes durante la realización de diferentes pruebas y controles.

La encuesta: Se realizó a los 12 pacientes del grupo experimental con el objetivo de conocer el nivel de satisfacción y conocimiento en cuanto a los beneficios del tratamiento integrador.

Dentro del nivel estadístico fueron utilizados: Análisis Porcentual: Permitió procesar los datos obtenidos de la encuesta realizada a los pacientes de la comunidad de Abel Santamaría.

Prueba de Wilconxon: Para ilustrar el análisis de los datos obtenidos con la aplicación de los instrumentos después de su procesamiento, para medir el nivel de significación, para p = 0,05.

Definiciones de Trabajo.

Comunidad:

(Del lat. communitas, –edu.red). f. Cualidad de común (? que, no siendo privativamente de ninguno, pertenece o se extiende a varios). Conjunto de las personas de un pueblo, región o nación vinculadas por características o intereses comunes. Junta o congregación de personas que viven unidas bajo ciertas constituciones y reglas, como los conventos, colegios.

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Ejercicio físico:

Movimientos planificados y diseñados específicamente para estar en forma y gozar de buena salud.

Actividad física

Es la energía total, que se consume por el movimiento del cuerpo. Incluye actividades de la rutina diaria, como las tareas del hogar, ir a la compra, trabajar.

Medicina Natural y Tradicional Asiática o medicina bioenergética

Diabetes:

Tratamiento:

Capítulo I: MARCO TEORICO Y CONCEPTUAL QUE SUSTENTA LA INVESTIGACIÓN.

En el capítulo el autor aborda algunos elementos acerca de la Diabetes Mellitus, tipos de DM

Marco teórico conceptual:

Historia de la Diabetes Mellitus

La diabetes mellitus era ya conocida antes de la era cristiana. En el Papiro de Ebers descubierto en Egipto, correspondiente al siglo XV a. C., ya se describen síntomas que parecen corresponder a la diabetes. Fue Areteo de Capadocia quien, en el siglo II de la era cristiana, le dio a esta afección el nombre de diabetes, que significa en griego [[correr a través]], refiriéndose al signo más llamativo que es la eliminación exagerada de agua por el riñón, expresando que el agua entraba y salía del organismo del diabético sin

fijarse en él. En el siglo II Galeno también se refirió a la diabetes. En los siglos posteriores no se encuentran en los escritos médicos referencias a esta enfermedad hasta que, en el siglo XI, Avicena habla con clara precisión de esta afección en su famoso Canon de medicina. Tras un largo intervalo fue Tomás Willis quien, en 1679, hizo una descripción magistral de la diabetes, quedando desde entonces reconocida por su sintomatología como entidad clínica. Fue él quien, refiriéndose al sabor dulce de la orina, le dio el nombre de diabetes mellitus (sabor a miel). En 1775 Dopson identificó la presencia de glucosa en la orina. La primera observación necrópsica en un diabético fue realizada por Cawley y publicada en el "London Medical Journal" en 1788. Casi en la misma época el inglés Rollo consiguió mejorías notables con un régimen rico en proteínas y grasas y limitado en hidratos de carbono. Los primeros trabajos experimentales relacionados con el metabolismo de los glúcidos fueron realizados por Claude Bernard quien descubrió, en 1848, el glucógeno hepático y provocó la aparición de glucosa en la orina excitando los centros bulbares. En la segunda mitad del siglo XIX el gran clínico francés Bouchardat señaló la importancia de la obesidad y de la vida sedentaria en el origen de la diabetes y marcó las normas para el tratamiento dietético, basándolo en la restricción de los glúcidos y en el bajo valor calórico de la dieta. Los trabajos clínicos y anatomopatológicos adquirieron gran importancia a fines del siglo pasado, en manos de Frerichs, Cantani, Naunyn, Lanceraux, etc. y culminaron con las experiencias de pancreatectomía en el perro, realizadas por Mering y Minkowski en 1889. La búsqueda de la presunta hormona producida por las células descritas en el páncreas, en 1869, por Langerhans, se inició de inmediato. Hedon, Gley, Laguesse y Sabolev estuvieron muy cerca del ansiado triunfo, pero éste correspondió, en 1921, a los jóvenes canadienses Banting y Charles Best, quienes consiguieron aislar la insulina y demostrar su efecto hipoglucemiante. Este descubrimiento significó una de las más grandes conquistas médicas del siglo XX, porque transformó el porvenir y la vida de los diabéticos y abrió amplios horizontes en el campo experimental y biológico para el estudio de la diabetes y del metabolismo de los glúcidos. Según, b World Health Organisation Department of Noncommunicable Disease Surveillance (2006). «Diabetes».

Etimología

Proviene del latín diabetes, y éste del griego edu.red(diabétes, 'correr a través' con edu.redo 'dia-', 'a través', y edu.redo 'betes', 'correr', de (diabaínein, "atravesar"). Como término para referirse a la enfermedad caracterizada por la eliminación de grandes cantidades de orina (poliuria), empieza a usarse en el siglo I en el sentido etimológico de «paso», aludiendo al «paso de orina» de la poliuria. Fue acuñado por el filósofo griego Arateus de Cappadocia.

La palabra Mellitus (griego mel, "miel") se agregó en 1675 por Thomas Willis cuando notó que la orina de un paciente diabético tenía sabor dulce.

Descripción general

Las células metabolizan la glucosa para convertirla en una forma de energía útil; por ello el organismo necesita recibir glucosa (a través de los alimentos), absorberla (durante la digestión) para que circule en la sangre y se distribuya por todo el cuerpo, y que finalmente, de la sangre entre al interior de las células para que pueda ser utilizada. Esto último sólo ocurre bajo los efectos de la insulina, una hormona secretada por el páncreas.

En la DM (diabetes mellitus) el páncreas no produce o produce muy poca insulina (Diabetes Mellitus Tipo I) o las células del cuerpo no responden normalmente a la insulina que se produce (DM Tipo II).

Esto evita o dificulta la entrada de glucosa en la célula, aumentando sus niveles en la sangre (hiperglucemia). La hiperglucemia crónica que se produce en la diabetes mellitus tiene un efecto tóxico que deteriora los diferentes órganos y sistemas y puede llevar al coma y la muerte, según, la Organización Mundial de la Salud, International Diabetes Federation, American Diabetes Association, Canadian Diabetes Association, WONCA, Colaboración Cochrane, Universidades, SAMFyC

Concepto de diabetes

Es una enfermedad metabólica crónica causada por un defecto heredable para utilizar carbohidratos, proteínas y grasas, secundaria a un déficit relativo o absoluto de insulina efectiva, lo que se traduce, en los pacientes no tratados, por un aumento de glucosa en sangre y orina y de lípidos en la sangre.

La diabetes es un desorden del metabolismo, el proceso que convierte el alimento que ingerimos en energía. La insulina es el factor más importante en este proceso. Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para el cuerpo. Esta glucosa pasa a la sangre, donde la insulina le permite entrar en las células. (La insulina es una hormona segregada por el páncreas, una glándula grande que se encuentra detrás del estómago). Según,

refiere que, la diabetes mellitus es un trastorno endocrino-metabólico crónico, que afecta la función de todos los órganos y sistemas del cuerpo: el proceso mediante el cual se dispone del alimento como fuente energética para el organismo (metabolismo), los vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares) y la circulación de la sangre, el corazón, los riñones, y el sistema nervioso (cerebro, retina, sensibilidad cutánea y profunda, etc.).

Diabetes mellitus, enfermedad producida por una alteración del metabolismo de los carbohidratos en la que aparece una cantidad excesiva de azúcar en la sangre y a veces en la orina. Afecta a unos 150 millones de personas en todo el mundo. Es una enfermedad multiorgánica ya que puede lesionar casi todos los órganos y en especial los ojos, los riñones, el corazón y las extremidades. También puede producir alteraciones en el embarazo. El tratamiento adecuado permite disminuir el número de complicaciones. Se distinguen dos formas de diabetes mellitus. La tipo 1, o diabetes mellitus insulino-dependiente (DMID), denominada también diabetes juvenil, afecta a niños y adolescentes, y se cree producida por un mecanismo auto inmune. Constituye de un 10 a un 15% de los casos y es de evolución rápida. La tipo 2, o diabetes mellitus no-insulino-dependiente (DMNID), o diabetes del adulto, suele aparecer en personas mayores de 40 años y es de evolución lenta. Muchas veces no produce síntomas y el diagnóstico se realiza por la elevación de los niveles de glucosa en un análisis de sangre u orina.

Es un síndrome orgánico multisistémico crónico que se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre (conocido médicamente como hiperglucemia) resultado de concentraciones bajas de la hormona insulina o por su inadecuado uso por parte del cuerpo, que conducirá posteriormente a alteraciones en el metabolismo de los carbohidratos, lípidos y proteínas. La poliuria (producción excesiva de orina), la polidipsia (incremento de la sed), la pérdida de peso, algunas veces polifagia (aumento anormal de la necesidad de comer) y la visión borrosa son los síntomas cardinales de este padecimiento.

La diabetes mellitus es un desorden metabólico crónico, caracterizado por niveles persistentemente elevados de glucosa en sangre, como consecuencia de una alteración en la secreción y/o acción de la insulina, que afecta además al metabolismo del resto de los hidratos de carbono, lípidos y proteínas. La importancia de este problema deriva de su frecuencia y de sus complicaciones crónicas, micro y macrovasculares,  constituyendo una de las principales causas de invalidez y mortalidad prematura en la mayoría de los países desarrollados, aparte de afectar a la calidad de vida de las personas afectadas. Según, Zimmet PZ. The Pathogenesis and Prevention of Diabetes in Adults. Genes, autoinmunity and demography. Diabetes Care 1995; 18: 1050-1064.

La diabetes es un desorden metabólico en el que el organismo es incapaz de producir insulina. Los síntomas más frecuentes de la diabetes se presentan cuando las personas tienen sed excesiva, necesidad frecuente de orinar, pérdida de peso, cansancio y la sensación de mucha hambre, comentó la Dra. María del Carmen Cedillo, Jefa de la Unidad 108 del servicio de medicina interna del Hospital General de México

La diabetes mellitus es un desorden metabólico crónico, caracterizado por niveles persistentemente elevados de glucosa en sangre, como consecuencia de una alteración en la secreción y/o acción de la insulina, que afecta además al metabolismo del resto de los hidratos de carbono, lípidos y proteínas.

La diabetes es una enfermedad que puede producirse por deficiencia de insulina, sea esta absoluta como ocurre en la diabetes de tipo 1 (insulino dependiente) o relativa, tipo 2, (insulino-independiente) en dónde la producción de insulina puede ser normal o superior a los valores normales. El motivo de este tipo de diabetes radica en una disminución del número de receptores a la insulina o una disminución en la sensibilidad de éstos a la hormona.

Como efectos generales se observan:

_ Disminución del ingreso de glucosa en tejidos periféricos como el adiposo y muscular por lo que disminuye la utilización de la misma y genera incrementos de la glucemia a valores de 300 a

1200 mg/dl.

_ Deshidratación celular a causa de las altas concentraciones de glucosa sanguínea que generan un aumento de la presión osmótica del líquido extracelular.

_ Glucosuria: los incrementos de la glucemia por encima "del umbral sanguíneo" (más de 180 mg/dl) generan una disminución en la resorción de glucosa promoviendo el paso de esta hacia la orina, acompañada de un aumento en la perdida de agua por el efecto osmótico de la glucosa.

Esto explica la poliuria y también la deshidratación que genera polidipsia en los pacientes diabéticos.

_ Aumento de la movilización de grasas desde el tejido adiposo debido a la imposibilidad de utilizar glucosa. El aumento de los ácidos grasos en sangre promueve la inhibición de la lipogénesis ya que por retroalimentación deprimen la actividad de la acetil-COA carboxilasa que inicia la síntesis de ácidos grasos.

_ Aumento del depósito de lípidos en las paredes de los vasos promoviendo aterosclerosis.

_ Aumento de la beta oxidación y de cuerpos cetónicos debido a la imposibilidad de la acetil coenzima A para ser oxidada en el ciclo del ácido cítrico.

_ Disminución de la concentración de sodio extracelular. Debido al aumento de los cetoácidos se produce una perdida de estos por orina de 100 a 200 gr/día. Al poseer éstos un pk aproximado de 4.0 son pocos los que pueden eliminarse en forma ácida, por lo que se combinan con sodio para ser excretados; disminuyendo de este modo la concentración de sodio extracelular siendo sustituido por mayaros cantidades de hidrógenos, lo que promueve en mayor medida la acidosis.

En algunos casos se puede producir hiperventilación.

_ Aumento de la concentración de aminoácidos circulantes y la neoglucogénesis.

_ Engrosamiento de las paredes capilares promoviendo insuficiencia renal, retinopatía, etc

Los pacientes diabéticos por sus características, son más propensos a sufrir enfermedades coronarias y accidentes cerebros vasculares que los no diabéticos. Poseen un alto índice de amputación de miembros inferiores, enfermedad renal y afecciones sobre la retina promoviendo ceguera. Existe una estrecha relación entre la diabetes y la aterosclerosis, obesidad e hiperlipoproteinemia. Fuente: http://www.sobreentrenamiento.com/

El programa de mejora continua de la calidad en el cuidado del paciente diabético (€¦) refiere que, cuando comemos, los alimentos (especialmente carbohidratos y frutas) se convierten en glucosa. Todas las células del cuerpo necesitan glucosa para vivir, pero la glucosa no puede penetrar en las células sin la intervención de la insulina. La insulina se produce en las células Beta, que están ubicadas en el extremo del páncreas.

Por ejemplo, cuando comemos un pedazo de pan, una vez digerido se convierte en glucosa. La glucosa circula a través de la corriente sanguínea para alimentar a cada célula del cuerpo. La presencia de glucosa estimula las células Beta del páncreas para liberar insulina. La insulina llega hasta cada célula y actúa como una llave en sus receptores, con el fin de abrir sus puertas y dejar a la glucosa entrar. Si no hay insulina o los receptores de las células no funcionan, la glucosa no puede penetrar en las células, y la persona afectada sufrirá de carencias de nutrientes.

edu.red

edu.redes la glucosa  

edu.red  es la insulina

Los siguientes gráficos expresan lo que ocurre en las células de nuestros tejidos en presencia de glucosa, en las diferentes situaciones metabólicas en las que podemos encontrarnos:

Cuando la insulina se acopla en los receptores de insulina de las células, la glucosa puede penetrar a través de sus membranas y utilizarse. Esta es la situación normal

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Cuando el páncreas no produce insulina, la glucosa no puede penetrar en las células del cuerpo y utilizarse. Esta es la llamada Diabetes Mellitus Insulinodependiente (IDDM), o Tipo I.

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Cuando los receptores de insulina de las células del cuerpo no funcionan, la insulina no puede acoplarse a ellos y la glucosa no puede penetrar en las células del cuerpo y utilizarse. Esta es la llamada Diabetes Mellitus No Insulinodependiente (NIDDM), o Tipo II.

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Tipos de Diabetes (Según la Organización Mundial de la Salud)

Hay dos tipos principales de diabetes:

El tipo (I) dependiente de la insulina, a veces se le llama diabetes juvenil, porque normalmente comienza durante la infancia (aunque también puede ocurrir en adultos). Como el cuerpo no produce insulina, personas con diabetes del tipo (I) deben inyectarse insulina para poder vivir. Menos del 10% de los afectados por la diabetes padecen el tipo (I).

En el tipo (II) que surge en adultos, el cuerpo sí produce insulina, pero, o bien no produce suficiente, o no puede aprovechar la que produce. La insulina no puede escoltar a la glucosa al interior de las células. El tipo (II) suele ocurrir principalmente en personas a partir de los cuarenta años de edad.

Gestacional ocurre durante el embarazo, debido a que las hormonas del embarazo pueden crear insulinorresistencia en una mujer predispuesta genéticamente a este padecimiento.

Otros tipos de diabetes mellitus menores (< 5% de todos los casos diagnosticados):

Tipo 3A: defecto genético en las células beta.

Tipo 3B: resistencia a la insulina determinada genéticamente.

Tipo 3C: enfermedades del páncreas.

Tipo 3D: causada por defectos hormonales.

Tipo 3E: causada por compuestos químicos o fármacos.

La etiología y patogenia

La diabetes tipo (I) o insulinodependiente se desarrolla predominantemente en los pacientes con menos de 30 años de edad. Genéticamente es distinta a las otras formas de diabetes mellitus y se considera que se origina como resultado de la destrucción de las células beta del páncreas, por causa auto inmune, viral o tóxico. El factor genético que se acepta en este tipo de diabetes es la asociación en estos pacientes con antígenos específicos de leucocitos humanos (HLA) codificado en el cromosoma 6. Estos santígenos provocarían anticuerpos contra las células del páncreas, lo que llevaría a la destrucción o daño celular de ese tejido.

La hipótesis actual sobre la patogenia de la diabetes mellitus tipo (I), es que las células beta del páncreas en un individuo con susceptibilidad genética, sufren en un momento determinado una afección tóxica o infecciosa. Esto provocaría un proceso inmunológico exagerado y mantenido con producción de diferentes anticuerpos contra componentes de las células beta, lo que ocasionaría la ya señalada destrucción de las células, existiría por tanto, menor producción de insulina y, en consecuencia, ya estaríamos en presencia de concentraciones elevadas de glicemia. En la actualidad se estudia con frecuencia la posibilidad de la infección viral, como factor desencadenante en individuos genéticamente susceptibles. Se ha observado que en animales de experimentación la presencia de diferentes virus como (el de la rubéola o el causante de la parotiditis), pueden desencadenar el proceso inmunológico, con daño del tejido pancreático, provocando diabetes mellitus.

En la diabetes mellitus tipo (II) o no insulinodependiente, no se plantea un factor etiológico asociado a factores tóxicos o infecciosos, no hay relación con antígenos HLA y al parecer, en este tipo de diabetes existe una resistencia a la acción de la insulina así como una defectuosa secreción de insulina.

Diabetes mellitus gestacional, la también llamada diabetes del embarazo aparece durante la gestación en un porcentaje de 1% a 14% de las pacientes, y casi siempre debuta entre las semanas 24 y 28 del embarazo. En ocasiones puede persistir después del parto y se asocia a incremento de trastornos en la madre (hipertensión o presión arterial elevada, infecciones vaginales y en vías urinarias, parto prematuro y cesárea) y daños graves al bebé (muerte fetal o macrosomía, esto es, crecimiento exagerado del producto debido a que está expuesto a mayor cantidad de glucosa que la habitual —esto se debe a que estimula su páncreas y segrega abundante insulina que contribuye a incrementar su desarrollo—, lo que puede generarle lesiones al momento de pasar por el canal de parto).

El embarazo constituye un esfuerzo metabólico en el cuerpo de la madre, ya que el bebé utiliza sus órganos para obtener alimento (energía), oxígeno y eliminar sus desechos. Por esta razón, la mujer que se embaraza tiene mayor posibilidad de presentar una deficiencia de la hormona que permite que el azúcar o glucosa sea empleada por las células (insulina), haciendo que se presente este problema.

Causas de la aparición de la diabetes:

En un principio se pensaba que el factor que predisponía para la enfermedad era un consumo alto de hidratos de carbono de rápida absorción. Después se vio que no había un aumento de las probabilidades de contraer diabetes mellitus en relación con los hidratos de carbono de asimilación lenta.Actualmente se piensa que los factores más importantes en la aparición de una diabetes tipo 2 son, además de una posible resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa, el exceso de peso y la falta de ejercicio. De hecho, la obesidad abdominal se asocia con elevados niveles de ácidos grasos libres, los que podrían participar en la insulinorresistencia y en el daño a la célula beta-pancreática. Para la diabetes tipo 1 priman, fundamentalmente, la herencia genética, o bien, alguna patología que influya en el funcionamiento del páncreas (diabetes tipo 1 fulminante).

La actividad física mejora la administración de las reservas de azúcares del cuerpo y actúa de reguladora de las glucemias. Las reservas de Glucógeno aumentan y se dosifican mejor cuando el cuerpo está en forma, ya que las grasas se queman con más facilidad, reservando más los hidratos de carbono para esfuerzo intensos o en caso de que la actividad sea muy larga que las reservas aguanten más tiempo.

Las causas más frecuentes:

Exceso de insulina o hipoglucemiantes orales (1)

Retraso en la ingesta de alimentos o consumo inadecuado (2)

Ejercicio intenso o prolongado (3)

Consumo de alcohol (4)

Síntomas y signos de diabetes mellitus no tratada

En el caso de que todavía no se haya diagnosticado la DM ni comenzado su tratamiento, o que no esté bien tratada, se pueden encontrar los siguientes signos (derivados de un exceso de glucosa en sangre, ya sea de forma puntual o continua):

  • Poliuria, polidipsia y polifagia.

  • Vaginitis en mujeres, balanitis en hombres.

  • Pérdida de peso a pesar de la polifagia.

  • Aparición de glucosa en la orina.

  • Ausencia de la menstruación en mujeres.

  • Aparición de impotencia en los hombres.

  • Dolor abdominal.

  • Fatiga o cansancio.

  • Cambios en la agudeza visual.

  • Hormigueo o adormecimiento de manos y pies, piel seca, úlceras o heridas que cicatrizan lentamente.

  • Debilidad.

  • Irritabilidad.

  • Cambios de ánimo.

  • Náuseas y vómitos.

Cuadro clínico

La diabetes mellitus es un síndrome clínico caracterizado por la elevación de la glicemia basal, con el desarrollo a largo plazo de alteraciones micro vasculares, macro vasculares y neuropatías.

Las principales características clínicas que se observan en los tipos fundamentales de esta enfermedad son los siguientes:

Diabetes mellitus insulinodependiente (Tipo I)

1. Se caracteriza generalmente por un comienzo súbito.

2. Disminución de la secreción de insulina.

3. Dependencia de insulina de por vida.

4. Es más propenso a la cetosis.

5. Puede presentarse en cualquier edad aunque mas frecuente en niños adolescentes y adultos jóvenes.

Diabetes mellitus no insulinodependientes (Tipo II)

1. Esta forma suele presentarse con escasos síntomas y ser solapada.

2. No suele requerir insulina para su control.

3. No propensos a la cetosis.

4. Puede presentar aumento de los valores de insulina (hiperinsulinismo).

5. Puede presentar niveles normales de insulina.

6. Con menos frecuencia insulinopenia ligera.

7. Aparece después de los 40 años de edad, pero puede ser observada en cualquier grupo etéreo.

Complicaciones

Las complicaciones son frecuentes en el diabético a cualquier edad, y en ocasiones pueden manifestarse desde el inicio clínico de la enfermedad diabética, o tener relación con el tiempo de evolución de la misma. El grado de control metabólico es un factor importante a considerar, ya que en términos generales si el diabético está descompensado, descontrolado, las complicaciones pueden presentarse precozmente, o ser más severas.

Como la enfermedad diabética puede afectar todos los sistemas del organismo humano se observan numerosas complicaciones a diferentes niveles (corazón, riñón, vasos periféricos etc.) durante la evolución de la misma.

Principales complicaciones:

  • Cetoacidosis diabética:

Existe cetoacidosis diabética, cuando hay hiperglicemia (elevación de los valores normales de glicemia), aumento de los cuerpos cetónicos en sangre y acidosis con Ph inferior a 7.3 o bicarbonato cerca o inferior a 15 mEq/L, siendo la causa principal en este cuadro la deficiencia de insulina y el aumento de la secreción de las hormonas contra reguladoras (catecolamina, glucagon , cortisol y hormonas de crecimiento). El cuadro clínico está dado principalmente por poliuria, polidipsia, pérdida de peso, adinamia, deshidratación y vómitos, etc.

  • Hipoglicemia:

Es una de las complicaciones más frecuentes en el tratamiento y evolución del paciente diabético, los síntomas se presentan casi siempre de igual forma en el mismo individuo y pueden variar entre diferentes diabéticos. El cuadro clínico típico está dado principalmente por: debilidad, hambre, sudoración, palpitaciones, taquicardia, frialdad, palidez, incoherencia, cefaleas, nauseas, manifestaciones neurológicas que incluyen convulsiones y coma. La evolución del cuadro clínico es relativamente rápida, por lo que el tratamiento debe ser administrado con criterio de urgencia.

  • Retinopatía diabética:

Es una de las complicaciones más severas y frecuentes. Se relaciona con el tipo de HLA y el grado de control metabólico. El tiempo de evolución de la enfermedad es otro aspecto importante a evaluar. La frecuencia de retinopatía utilizando el examen de fondo de ojo, con medios convencionales (oftalmoscopio) es de 23 a 47 %,. Sin embargo al utilizar estudios más sofisticados como es la angiografía con fluorescencia, señalan un 66%. Esta complicación aumenta según el tiempo de evolución de la enfermedad.

  • Nefropatía diabética:

Aproximadamente el 50% de los pacientes con diabetes tipo (I) desarrollan insuficiencia renal durante el desarrollo de la enfermedad, también otras complicaciones como son las genitourinarias, pueden ser observadas en el diabético (infección de vías urinarias, necrosis papilar renal, glomerulosclerosis etc).Como hemos señalado el ejercicio físico se ha utilizado para detectar la eliminación de proteínas a nivel renal, lo que quizás sirva como índice pronóstico de daño renal.

Tratamiento

El tratamiento del paciente diabético se basa en el cumplimento de los cuatro pilares fundamentales: educación, dieta, ejercicio y medicamento ( insulina o hipoglicemiantes orales).

El tratamiento óptimo es aquel con el que se logre el control metabólico de la enfermedad. Es necesario el enfoque terapéutico general, ya que solo con el cumplimiento estricto de un solo aspecto no se lograría el control metabólico.

Importancia de un buen control de la diabetes.

Este defecto de la insulina provoca que la glucosa se concentre en la sangre, de forma que el cuerpo se ve privado de su principal fuente de energía. Además los altos niveles de glucosa en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos, los riñones y los nervios.

Por lo tanto, el método de cuidar su salud para personas afectadas por este desorden, es controlarlo.

Mantener los niveles de glucosa en la sangre lo más cercanos posibles a los normales. Un buen control puede ayudar enormemente a la prevención de complicaciones de la diabetes relacionadas al corazón y el sistema circulatorio, los ojos, riñones y nervios.

Un buen control de los niveles de azúcar es posible mediante las siguientes medidas básicas:

  • una dieta planificada

  • actividad física

  • toma correcta de medicamentos

  • chequeos frecuentes del nivel de azúcar en la sangre, ya que no existe una cura capaz de erradicar esta enfermedad, aunque si para mejorarla.

Enfermedades a consecuencia de la diabetes

Independiente del tipo de diabetes mellitus, un mal nivel de azúcar en la sangre conduce a las siguientes enfermedades. Bases son las modificaciones permanentes de las estructuras constructoras de proteínas y el efecto negativo de los procesos de reparación, por ejemplo: la formación desordenada de nuevos vasos sanguíneos.

  • Daño de los pequeños vasos sanguíneos (microangiopatía)

  • Daño de los nervios periféricos (polineuropatía]

  • Pie diabético: heridas difícilmente curables y la mala irrigación sanguínea de los pies, puede conducir a laceraciones y eventualmente a la amputación de las extremidades inferiores.

  • Daño de la retina (retinopatía diabética)

  • Daño renal: Desde la nefropatía incipiente hasta la Insuficiencia renal crónica terminal.

  • Hígado graso o Hepatitis de Hígado graso (Esteatosis hepática)

  • Daño de los vasos sanguíneos grandes (macroangiopatía): trastorno de las grandes Arterias. Esta enfermedad conduce a infartos, apoplejías y trastornos de la circulación sanguínea en las piernas. En presencia simultánea de polineuropatía y a pesar de la circulación sanguínea crítica pueden no sentirse dolores.

Complicaciones agudas

Estados hiperosmolares: llamados de manera coloquial "coma diabético", comprenden dos entidades clínicas definidas: la cetoacidosis diabética (CAD) y el coma hiperosmolar no cetósico (CHNS). Ambos tiene en común –como su nombre lo dice–, la elevación patológica de la osmolaridad sérica. Esto es resultado de niveles de glucosa sanguínea por encima de 250 mg/dL, llegando a registrarse, en casos extremos más de 1 000 mg/dL. La elevada osmolaridad sanguínea provoca diuresis osmótica y deshidratación, la cual pone en peligro la vida del paciente.

La cetoacidosis suele evolucionar rápidamente, se presenta en pacientes con DM tipo 1 y presenta acidosis metabólica; en cambio el coma hiperosmolar evoluciona en cuestión de días, se presenta en ancianos con DM tipo 2 y no presenta cetosis. Tienen en común su gravedad, la presencia de deshidratación severa y alteraciones electrolíticas, el riesgo de coma, convulsiones, insuficiencia renal aguda, choque hipovolémico, falla orgánica múltiple y muerte.

Los factores que los desencadenan suelen ser: errores, omisiones o ausencia de tratamiento, infecciones agregadas -urinarias, respiratorias, gastrointestinales-, cambios en hábitos alimenticios o de actividad física, cirugías o traumatismos, entre otros.

Hipoglucemia: Disminución del nivel de glucosa en sangre por debajo de los 50 mg/dL. Puede ser consecuencia de ejercicio físico no habitual o sobreesfuerzo, sobredosis de insulina, cambio en el lugar habitual de inyección, ingesta insuficiente de hidratos de carbono, diarreas o vómitos, etc.

Ejercicio Físico

El ejercicio físico regular se considera importante en el tratamiento de todos los tipos de diabetes y debe prescribirse por las mismas razones por las que debe fomentarse en la población general. Además, la práctica regular de ejercicio físico mejora el control glicémico a largo plazo en los pacientes con diabetes tipo II (no insulinodependiente), mientras que en los pacientes con diabetes tipo I (insulinodependiente), aunque reduce los requerimientos de insulina, no suele modificar el control glicémico.

Influencia del ejercicio físico.

1. Aumento de la capacidad física de trabajo.

2. Aumento del máximo consumo de oxígeno (VO2)

3. Disminución de los requerimientos de insulina.

4. Disminución de los lípidos en sangre.

5. Aumento de los (HDL) Lipropoteínas de alta densidad – colesterol bueno. Recogen las partículas de colesterol la llevan al hígado, donde las metabolizan y eliminan.

Indicaciones metodológicas para la práctica del Ejercicio Físico.

1. La elección de los ejercicios debe ser con la participación de grandes grupos musculares.

2. Los ejercicios deben ser lentos y no de gran intensidad.

3. Los ejercicios deben ser dosificados en forma gradual y progresiva, para adaptar al organismo y orientados por el médico.

4. La frecuencia cardíaca no debe pasar de las 140 pulsaciones realizar ejercicios respiratorios y de relajación.

5. La intensidad de trabajo debe estar por debajo del 80%.

6. Evitar golpes y heridas.

Síntomas ante lo que se suspende la actividad física.

1. Sudoración copiosa y fría.

2. Adormecimiento de los labios y la lengua.

3. Temblores.

4. Nauseas

5. Dolor de cabeza y mareos.

6. Visión doble o borrosa.

Recomendaciones para la realización de actividad física.

1. Se debe ofrecer alimentos al diabético antes o durante la práctica del ejercicio físico.

2. Se debe administrar la dosis de insulina en las zonas o extremidades poco, o no utilizadas durante el ejercicio.

3. Evitar que la carga de trabajo sobrepase las 140 p/m (Potencia Moderada)

4. Tener en cuenta la edad, peso, grado de control metabólico, cantidad de insulina dieta y ejercicios a realizar.

5. Tener en el área de trabajos líquidos azucarados.

6. Caminar diariamente.

7. El ejercicio es favorable para el control metabólico del diabético compensado, no así para el descompensado.

Ejercicio físico y diabetes mellitus no insulinodependiente.

Debido a la mayor frecuencia de obesidad en el diabético no insulinodependiente este, a través de lapráctica del ejercicio, puede obtener beneficios adicionales como son: lograr mayor gasto calórico, con

lo que se puede consumir los depósitos grasos existentes, y alcanzar, de esta forma, una reducción gradual y significativa de peso, disminución de la insulinorresistencia que puede ser observada en estos pacientes, sustitución del aparato energético de fuentes exógenas o endógenas, con lo que se beneficia la implantación mas fisiológica de una terapia dietética, disminución de la secreción insulínica, con lo que se evita el posible hiperinsulinismo de estos pacientes y se logra una mejoría de la tolerancia a la glucosa.

Abordaje familiar

Dentro del papel del médico de familia o el médico general, extensible a todos los integrantes del Sistema Sanitario, se encuentra como labor esencial el reconocer la influencia de los factores familiares sobre la salud del consultante y tenerlos en cuenta para el cuidado del mismo, reconociendo igualmente la influencia de los problemas del paciente en su familia. Las personas diabéticas tienen síntomas, y tienen también familias. El camino entre los pacientes diabéticos y sus familias se recorre en ambas direcciones.

Una de las funciones esenciales de la familia la constituye el prestar apoyo a los miembros que la integran. En el caso de aparición de una enfermedad crónica esta función adquiere singular importancia, tanto desde el punto de vista físico como emocional, y gracias a ella se pueden resolver situaciones conflictivas que influirán a su vez en el correcto control de la enfermedad.

A lo largo del ciclo vital familiar surgen distintos acontecimientos que actúan afectando la homeostasis familiar y que exigen mecanismos de adaptación para su recuperación. Dichos mecanismos adaptativos dependerán para su éxito de la existencia de una correcta función familiar.

Uno de los acontecimientos vitales estresantes que obligan a una readaptación de la homeostasis familiar es la aparición de una enfermedad crónica en uno de los miembros del sistema. Ante el diagnóstico de un trastorno como la diabetes mellitus, con su condición de cronicidad y que exige modificaciones en los hábitos y el modo de vida de uno de los miembros, la familia moviliza sus mecanismos de adaptación hasta recuperar la homeostasis amenazada. El factor común de todas estas situaciones es la necesidad de que todos los miembros de la familia se adapten al cambio de situación y adopten nuevas normas y a veces nuevos papeles. Con esos cambios adaptativos aparecen nuevos riesgos para otros miembros de la familia, lo que puede afectar a su vez al familiar enfermo. Esto es especialmente frecuente en el caso de niños y adolescentes afectados por la diabetes mellitus.

El sanitario que atiende de una forma integral y desde una concepción bio-psicosocial, a la persona con diabetes mellitus, debe conocer todos aquellos factores familiares que influyen de forma directa en la adherencia a las medidas terapéuticas recomendadas para su control.

Estos vienen definidos por: La aparición de la Diabetes sitúa al sistema familiar ante una situación nueva e inesperada. Conlleva la carga emocional de una enfermedad que no se "cura"; que precisa tratamiento para siempre; que exige medidas terapéuticas basadas en cambios en los hábitos de vida, tanto en el sentido dietético como en el del ejercicio físico con las dificultades reales de adaptación que ello exige para el resto de los miembros de la familia; con las complicaciones físicas (disfunción eréctil, retinopatía, arteriopatía etc.) que pueden ir surgiendo, originando una incapacidad que sobrecargar aún más el sistema. La familia procesará todo esto según su propio conjunto de creencias acerca de la enfermedad y las experiencias previas que posea en el cuidado de pacientes diabéticos, sobre todo en relación con acontecimientos dramáticos e impactantes como ceguera, amputaciones, úlceras, etc. Posteriormente pondrá en marcha los recursos con los que cuente, su cohesión, su capacidad de adaptación y de apoyo y su capacidad organizativa, buscando en caso de ser necesario apoyos extra familiares para conseguir una correcta homeostasis que asegure un normal funcionamiento del sistema familiar.

En muy pocas enfermedades está tan condicionado el éxito terapéutico de la actitud del paciente, de la dinámica de la familia y de la relación sanitario-paciente como en la diabetes.

El impacto de la diabetes sobre el adulto y su familia

Depende de la fase del ciclo vital en la que se establezca el diagnóstico. En cualquiera de ellas, la respuesta frente a la enfermedad el paciente experimentará, de acuerdo con sus creencias previas y sus expectativas, un sufrimiento relacionado con la enfermedad crónica o más aún, con la perdida de salud.

En el caso de las parejas sin hijos se plantearán la cuestión de tenerlos o no. A los padres les preocupará que sus hijos puedan "heredar" la diabetes.

Si la paciente es mujer le preocupará el posible impacto del embarazo sobre su salud y la de su bebé, y su capacidad para cuidar un lactante.

En caso de la Diabetes Gestacional nos encontramos con el impacto emocional que para una familia supone una enfermedad que entienden "provocada" por el embarazo y el miedo a sus posibles consecuencias.

?El diagnóstico de Diabetes en un hijo se vive como un cataclismo. Se provoca un clima de drama y abatimiento, de rechazo y agresividad. Provoca en los padres reacciones emocionales intensas, incluyendo ansiedad, depresión y culpa, que pueden llevar a una importante disfunción familiar.

El conocimiento por parte del Equipo de Salud que se hace cargo del cuidado de la persona con diabetes, de la estructura de la familia, de su dinámica y funcionamiento, de la etapa del ciclo vital familiar en que se encuentran y de los recursos que movilizan para enfrentarse a las situaciones estresantes, le posibilitará el convertir a la familia en una auténtica Unidad de Cuidados que facilitará el correcto control integral y no solo metabólico de la persona diabética. Por otra parte le permitirá proteger a la familia de situaciones disfuncionales que puedan ser desencadenadas por la aparición de la enfermedad o de sus complicaciones.

Bibliografía y notas utilizadas

1. Amaro Méndez S. Hormona y actividad física. Ed. Ciencia Medica, 1991

2. Carvajal Martínez, Francisco Diabetes Mellitus y ejercicio Físico. Editorial Pueblo y Educación, 1989.

3. Carvajal Martínez, Francisco El Ejercicio Físico en el Diabético.

4. Colectivo de Autores. La Cultura Física con fines Terapéutica. Tomo II. Habana, INDER, 1988.

5. Serra Grima JR. "Prescripción de ejercicio físico para la salud". Barcelona, Ed. Paidotribo, 1996.

Una breve biografía del autor,  donde pueden incluirse sus antecedentes, estudios realizados, profesión  y demás información que se considere necesaria.

 Nombre: Ariadna Recaño García

Fecha de nacimiento: 13 de octubre 1983.

En 1988, comencé mis estudios en el seminternado Abel Santamaría Cuadrado, luego pasé a cursar la secundaria en la escuela secundaria básica urbana Fructuoso Rodríguez, en la cual terminé en el año 1992.

Comencé mi carrera de deportista en ese mismo año terminando el noveno grado, y empecé el bachillerato en la Escuela de Perfeccionamiento Atlético Clara Zetkin, donde obtuve resultados y reconocimientos tanto a nivel municipal como nacional, donde terminé en el año 2000.

Ese mismo año matriculé en el Instituto Superior de Cultura Física "Comandante Manuel Fajardo", de la Isla de la Juventud, ahí participé en diferentes eventos curriculares y extracurriculares que se realizaron, terminé en el 2006.

Pasé diferentes cursos: masaje Shiatsu y digito puntura, peluquería, idiomas, alemán y francés, Tai Chi estilo, "Yang simplificado".

Ese mismo año trabajé en la ELAM "José Maceo", en la Isla de la Juventud, luego de terminar mi labor en esa escuela en el año 2007 , pasé a trabajar en la secundaria básica urbana pedagógica "Enrique José Varona", donde terminé en el año 2008. Comencé un curso de Sanitario Acuático en el 2009, y ahora estoy trabajando en el Instituto Nacional de Deporte de la Isla de la Juventud de promotora del deporte y la recreación, y me encuentro cursando la maestría en cultura física comunitaria.

 

 

 

 

 

Autor:

Miguel Yans Alfonso Castillo

Cuba, Isla de la juventud.

4 de Mayo del 2009

Partes: 1, 2
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