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Armas históricas (origen, evolución y funcionamiento) (página 2)

Enviado por javier


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A lo ultimo del siglo se adopta la bayoneta; que convierte el fusil en arma de asta, produciendo la abolición definitiva de la pica, y a mediados del siguiente se sustituye la baqueta de madera por la de hierro, y el arma portátil, así mejorada, permanece estacionaria hasta muy entrado el siglo XIX, en que se introduce la llave de percusión (fusil de pistón), y con ella el rayado del anima, primero con estrías rectas(rifles ingleses), y después con rayas hezoidales, que comunicaban al proyectil un movimiento de rotación.

Como la carga se efectuaba por la boca y la bala debía entrar holgada, era preciso, para que pudiera tomar las rayas, comprimirla con la baqueta contra un borde saliente de la recamara o contra un vástago alojado en el fondo de la misma, deformándola (carabinas Delvigne, Thouvenin). En España se adopto, en 1857, la carabina Minie, que tres años antes había hecho brillantemente sus pruebas en la guerra de Crimea; la particularidad mas saliente de esta arma era el culote expansivo de la bala que, al dilatarse, merced a los gases de la pólvora, le hacían tomar las rayas sin deformarse, con lo cual ganaban el arma en precisión y alcance. Con las primeras armas rayadas se usaban todavía la bala esférica; pero pronto se paso de esta a la cilíndrico-cónica y a la cilindro-ojival, que es la forma todavía hoy predominante.

Otro progreso importantísimo, que vino a aumentar la rapidez de la carga, y por consiguiente la eficacia del fusil, fue la adopción de la retrocarga, innovación que , como la del rayado, había sido objeto de muchos ensayos largo tiempo antes de ser admitida oficialmente. Prusia fue la primera nación que resolvió este problema, adoptando, en 1841, el fusil Dreyse, de aguja, que hizo la campaña de Dinamarca, y más tarde la de bohemia (1866), cuyo éxito brillante se le atribuyo en gran parte. Bajo la impresión moral que produjo un triunfo tan decisivo como inesperado, todas las naciones se apresuraron a cambiar su armamento por otro de retrocarga, y entonces aparecieron multitud de modelos, entre los que merecen especial mención los fusiles Mauser, Martini, Berdan; Wetterli, Chassepot, etc.

España reformo, por lo pronto (1867), sus carabinas Minie, convirtiéndolas en Berdan, y en 1871 adopto el fusil Rémington, que ha sido indiscutiblemente uno de los mejores del mundo. A esta transformación del armamento en todos los ejércitos van unidas otras dos importantes mejoras: la adopción del cartucho metálico y la reducción del calibre que de 17 o 18 milímetros en el fusil de chispa había descendido a 14.5 en el Minie y a 11 mm. en el Rémington, que fue durante muchos años el calibre mas corriente. Pero ya, cuando en Europa se estaba tratando de adoptar la carga por la recamara para aumentar la rapidez del tiro, habían hecho su aparición en América los fusiles de repetición, que, merced a la reserva de cartuchos encerrada en un deposito, permiten en momentos determinados la ejecución de un fuego intensísimo, conservado para las circunstancias normales del combate la carga tiro a tiro (fusiles Spencer, Henry Winchester, Colt, Lee, etc.). Acogidas al principio en Europa estas armas con desconfianza, por el temor de que condujesen a un derroche excesivo de municiones y fuera muy difícil con ellas conservar la debida disciplina del fuego, fueron, sin embargo, en todas partes sometidas a experimentos, sobre toda desde que los turcos demostraron prácticamente, en Plewna, el partido que de ellas podía sacarse.

Comenzó entonces para los fusiles de repetición, un periodo de pruebas y perfeccionamientos, durante el cual se dieron a conocer multitud de modelos nuevos, como los Kropatschek, Krag Peterson, Löwe, Mannlicher, etc. Entretanto, la conveniencia de aumentar la dotación de cartuchos que debía transportar el tirador para poder hacer frente al mayor consumo de municiones que llevaba consigo la adopción de las nuevas armas de fuego, impuso la necesidad de reducir aun mas el calibre.

Los estudios de Hebler y Rubin demostraron la posibilidad de llegar en las armas de guerra, sin inconveniente alguno, al calibre 7 o7.5 milímetros, y esto, unido a la invención de las pólvoras sin humo, que permiten aumentar considerablemente las velocidades iniciales del proyectil, sin aumento considerable de las presión sobre las paredes del anima, y al empleo de las balas con envoltura metálica (de acero, cobre, etc.), que evitan el emplomamiento de las rayas y el consiguiente aumento de rozamiento y de presión interior, que podría ser peligroso para la vida del arma, son los principales factores que han contribuido a realizar la honda transformación del armamento portátil, que ha producido los actuales fusiles de tiro rápido.

Francia fue la primera nación que entro de lleno por el camino que marcaban las nuevas ideas, adoptando, en 1886, el fusil Lebel, de 8 mm.; Austria y Alemania la siguieron dos años mas tarde con el Mannlicher y el Mauser respectivamente, del mismo calibre; Inglaterra eligió el Lee, de 7.7; Suiza el Schmid, de 7.5. En España, después de serios ensayos fue adoptado, en 1893, el Mauser, de 7 mm., de condiciones bastante superiores a los de las naciones anteriores; pero todavía son de calibre mas reducido (6.5mm.) el Mannlicher holandés, el Carcano italiano y el Krag Jörgense noruego, el Peraldi chileno (6 milímetros).

Por la misma época en que hacían su aparición en América el fusil de repetición, se da conocer en el mismo sitio una nueva arma, la ametralladora, que después de varias vicisitudes y perfeccionamientos, parece ser hoy capaz de prestar importantes servicios en la guerra, si se emplea con discreción y acierto. La pólvora ha constituido un importante logro en cuestiones militares como se ha podido notar hoy en día, todas las armas portátiles son el resultado de la constante evolución en el terreno de las armas, las ciencias militares y sobretodo de la balística que a influido en los nuevos cartuchos.

Sistemas famosos de armas.

Cada época existen diferentes formas de pensamiento las cuales cumplen con las metas que se quieren alcanzar por medio del progreso. Las demandas del progreso social, son parte de la evolución del hombre en nuestro andar por el tiempo y esto implica nuevas tecnologías las cuales deben surgir para el desarrollo social.

En el terreno de las armas, el hombre ha progresado mucho, y a continuacion se describiran los sistemas famosos que hicieron funcionar a las armas de fuego.

Los primeros fusiles eran cañones.Las primeras armas de fuego eran tan macizas y pesadas que podemos considerarlas como pequeños cañones a los que se les ponían nombres fantásticos. Empleaban como propulsor la pólvoras negra: el explosivo que ha cambiado la historia del hombre. Una mezcla de carbón, azufre y salitre que " olía a rayos" y que conmovió el mundo del combate. Simplísimas, formadas por un cañón de bronce o hierro burdamente sujeto a un soporte de madera, podían ser transportadas y usadas por una sola persona.

Un arma de fuego, por simple que parezca, es una máquina térmica que utiliza la fuerza explosiva de una mezcla o de un compuesto transmitiéndola y dirigiéndola sobre un cuerpo sólido y redondo móvil. Dicho cuerpo sólido es el proyectil (componente de la máquina que recorre a gran velocidad determinado espacio y se detiene violentamente al choque contra el cual se ha dirigido, transfiriendo hacia él la fuerza que posee, desintegrándolo, rompiéndolo y dañándolo ). El motor de una máquina de estas características es el explosivo, siendo éste el Invento que da origen a las armas de fuego.

Se ignora quien fue verdaderamente su inventor; probablemente se trataba de personas especialmente curiosas, con tendencia a la investigación experimental, tal vez alquimistas. En distintos lugares, tratando de comprender que era el fuego, se habrán dado cuenta de que mezclando diversas substancias se incendiaban más fácil y rápidamente que los tradicionales combustibles cambiando substancias y variando las dosis habrán observado que la combustión se producía cada vez más rápidamente, hasta encontrarse a un cierto punto delante de una nube de gas inflamable. No se trataba del diablo de las antiguas leyendas; había nacido un explosivo. El primero era el compuesto por substancias simples, fácilmente encontrables en la naturaleza: la pólvora de carbón de madera, azufre y salitre. Era la pólvora negra.

Los chinos usaron estas mezclas explosivas metiéndolas en un tubo alargado, haciendo bellísimos fuegos artificiales; los bizantinos, rociándolas sobre los enemigos a través de un tubo largo, los europeos, más prácticos, se dieron cuenta que si el cañón estaba cerrado por una parte, por la otra expulsaba con una fuerza enorme todo lo que se pusiera encima de la pólvora. Habían inventado la artillería. No se sabe con precisión cuando haya acontecido esto: se conservan poquísimos ejemplares de estos primitivos cañones y no están datados; incluso las crónicas de la época son escasísimas, vagas e impresisas acerca de estas máquinas bizarras que vomitaban fuego, piedras y un humo diabólico. Las primeras noticias que nos han llegado sobre el uso de las armas de fuego se remontan a comienzos de 1300 y se refieren a las denominadas bombardas, aunque presumiblemente se usaban ya algunas decenas de años antes. Los nombres son tan fantasiosos, y para nosotros estrafalarios, como podamos imaginar: basiliscos, pasavolantes, colibrí, espingarda. Se trataba de pequeños cañones que, apoyados sobre las gradas de un castillo disparaban proyectiles de piedra, trozos de ametralladora, e incluso dardos contra los atacantes.

Es lógico pensar que para poder mover con facilidad estas piezas de artillería se haya buscado construirlas de pequeño tamaño ligeras, hasta llegar especie de arma portátil o casi. Las primeras armas de fuego que un solo hombre pudiera llevar consigo datan de 1350 aproximadamente, y estaban formadas por un cañón tosco de bronce fundido, cerrado por un extremo, encima del cual se realizaba un orificio que comunicaba el interior con el exterior del cañón.

Posteriormente se prolongaba a través de una empuñadura de madera de formas diversas. El principio de funcionamiento ha permanecido invariable durante siglos y se le conoce con el nombre de "avancarga" es decir, de carga delantera. En el cañón se introducía la pólvora negra machacándola sobre un frenillo, delante de dicho frenillo se colocaba el o los proyectiles, se introducía un poco de pólvora en el orificio (llamado fogón) y el arma estaba lista. El conjunto se apoyaba sobre un murillo, se apuntaba con el cañón hacia el enemigo, se prendía fuego a la pólvora del fogón y se producía el disparo. El retroceso lo controlaba el mismo disparador, que tenía en mango de madera debajo de la axila o, si tenía los hombros robustos contra el pecho. No debía ser excesivo, en parte por el notable peso del cañón, en parte porque la pólvora negra tenía poca potencia, e incluso porque rápidamente se comenzó a colocar bajo el cañón, cerca de la boca, una arandela que la sujetaba al borde del muro. Después, en lugar del muro se utilizó una horquilla colocada encima de un bastón (lo que le daba mayor movilidad) haciéndose más largo el cañón para aprovechar mejor la fuerza de la pólvora y dirigir mejor el tiro.

El cañón encajó en un soporte de madera preparado con un soporte triangular, adquiriendo más o menos la forma que todavía hoy se conserva. Con todo, el cañón estaba hecho de bronce fundido, por lo que, con ese material, la longitud, el espesor, el peso y la maleabilidad, ofrecían límites importantes que era necesario subsanar.

Un pequeño cañón (ver anexo X ) que data de 1400: el cañón es de bronce y soporte de madera, uno de los primeros llamados de pedestal. Giratorio sobre un eje vertical sin rueda, recuerda mucho las antiguas armas de guerra. Armas primitivas portátiles (ver anexo X) que datan de 1300. De un metro de longitud, con cañón de apenas veinte centímetros, pesaban como mucho algo más de dos kilos. Otro cañón antiguo dotado con un perno con movimiento de elevación aunque todavía del tipo sin rueda.

No se sabe con precisión cuando haya aparecido estos ejemplares. Existen muy pocos cañones de este tipo que se conservan en buen estado, completos y que nos pueden dar una información vital sobre éstas primitivas armas.

Llego La Edad De PiedraCon la invención de los eslabones de piedra de sílice comenzó lo que podríamos denominar la edad de oro de las armas ligeras, ya que el económico y eficaz sistema permitió un gran desarrollo en su difusión, modificando sustancialmente el arte de la guerra.

Por lo que se refiere al período en el que comenzaron a usarse las ramas de piedra, hay que hacer notar que existe un bando florentino datado en 1547 en el que se habla de fuego. Al tratarse de un bando legal, se especifica claramente que dichas armas tienen que ser de cuerda, de eslabón y de rueda ". Está claro que las armas de cuerda son las de mecha; las ruedas está claro cuales son, y las de eslabón, son las de piedra. En el Museo de Artillería de Turín existe un eslabón doble en el que sobre la misma plataforma existe un mecanismo de rueda del tipo más arcaico que se conoce y un eslabón de pedernal más bien tosco, seguramente de la misma época. Por algunos detalles constructivos, dicho eslabón se data en torno a 1500, las conclusiones son obvias. De esta forma, abandonamos las hipótesis históricas y pasamos a discursos técnicos, exponiendo con cierto detalle los tipos de eslabón de pedernal más comunes, en uso en Europa desde 1600/1700, sin darles una estricta secuencia cronológica, tarea, por otra parte imposible.

El término "eslabón" que venimos usando se refería al principio tan solo a la pequeña plataforma de acero templado sobre la que se deslizaba la piedra para introducir las chispas. Después, el hombre pasó a dominar el todo y ahora indica globalmente el complicado acto de incendiar la carga de lanzamiento incluso cuando, como en los tipos más modernos, el acero ni tan siguiera existe, o por lo menos ya no tiene la connotación original. El principio sobre el que se basa el funcionamiento de la piedra del pedernal es en síntesis el siguiente. Una plataforma de hierro de formas variadas, lleva en su mitad posterior un garillo móvil idéntico al descrito para las armas de mecha, solo que en lugar de la cuerda inflamable, entre las pinzas tiene sujeta fuertemente una astilla con un borde cortante de piedra de sílice o de pedernal. Dicho gatillo, accionado por un fuerte muelle o lámina, se mantiene levantado por medio de un mecanismo de palancas o pernos que, cuando lo acciona el tirador, lo hace caer con fuerza hacia adelante y hacia abajo, describiendo una arco en forma de aro. Casi al final de dicho movimiento, bajo el impulso del muelle, la astilla de sílice golpea con gran fuerza contra la plataforma móvil de acero, que puede moverse hacia adelante. A este punto ya hay una notable diferencia en el movimiento de los tres gatillos, el de mecha, el de rueda y el de piedra.

El gatillo de mecha se mueve lentamente y sin demasiada fuerza: tan solo tiene que transportar la mecha desde un punto muerto hasta el punto de contacto con la pólvora. El gatillo de rueda en realidad no se mueve; tan solo tiene que golpear fuertemente la pirita contra la rueda mientras esta gira. El gatillo de piedra se mueve a gran velocidad y con mucha fuerza, de tal forma que si por accidente da al tirador en el dedo, puede producirle un corte bastante profundo. La piedra de pedernal golpea contra la plataforma de acero ( a la cual, precisamente por esto, se le llama "batería"), haciéndola retirarse hacia atrás; además, los dos movimientos y las dos trayectorias de la piedra y de la batería, previstas y combinadas en conjunto producen durante algunos instantes y durante un pequeño trayecto un fuerte rozamiento. La combinación de trayectoria y fuerzas opuestas, estudiada milimétricamente y bien dosificada, hace a los eslabones más o menos perfectos, aunque sobre este problema lo analizaremos después. El rozamiento de la durísima sílice hace que salten de la plataforma pequeños fragmentos de acero que, incandescentes, se convierten en chispas. Al caer en la cazoleta que se encuentra en la parte de abajo, incendian la pólvora negra que se encuentra dentro de ella y, a través del fogón producen la deflagración de la carga de lanzamiento. Entre el sistema de piedra y el de rueda hay dos diferencias importantes: en primer lugar, en el eslabón de piedra, las esquirlas las produce el acero de la batería, mientras que la piedra es tan solo un instrumento; en el sistema de rueda, las chispas las produce la pirita, siendo la rueda, en este caso, un instrumento. En el sistema de rueda, las chispas las produce la pirita, en segundo lugar en el sistema de rueda se producen pocas chispas, pero ya que se producen dentro de la pólvora negra, en realidad son suficientes unas pocas para incendiarlas; en el sistema de piedra, las chispas se producen a unos dos centímetros por encima de la pólvora, por lo que para incendiarla se necesita muchas chispas y que estén bien dirigidas hacia abajo. Este es el principio general sobre el que se basa el mecanismo de piedra, veámoslo ahora en una aplicación práctica.

Un tipo de eslabón que tiene un cierto interés en Italia es el llamado "a lo moderno" o " a la romana". No se comprende verdaderamente " a lo moderno" cuando parece que se trata de uno de los eslabones más antiguos y, mucho menos que se le llame " a la romana", cuando en roma y sus alrededores apenas había armeros; ya hemos dicho que la terminología de las armas antiguas a veces complica las cosas en vez de explicarlas. De cualquier forma, dicho eslabón está formado por una plataforma de forma alargada en cuya parte posterior se encuentra colocado el gatillo con las pinzas regulables que cortan la piedra. El eslabón doble (ver anexo X) se conserva en el Museo de Artillería de Turín, del que se hace eco el artículo, es único en el mundo. Un eslabón extraño e importante que describimos detalladamente. Se trata de un eslabón para fusil denominado " de carga sobre puesta"; dicho fusil se ha perdido, conservando de él tan solo el eslabón. El funcionamiento del fusil es el siguiente: en el cañón hay dos fogones, uno delante del otro, cada uno en correspondencia con una cazoleta; el cañón de alarga introduciendo la pólvora que se encuentra delante del fogón del eslabón de piedra, después se introduce la bala y un taco eficaz; finalmente, se pone la pólvora en el fogón del eslabón y a continuación otra bala.

Se cargan dos eslabones armando el de piedra y cargando el de rueda; se pone la pólvora en las dos cazoletas, se baja la batería del de piedra, se descubre la cazoleta del de rueda y se apoya el gatillo con la pirita entre las pinzas. El fusil está preparado, se tira del primer gatillo, el anterior; dispara la primera carga y sale la bala anterior, después, el segundo gatillo, y dispara la carga posterior. Simple, aunque no se comprende porque se han utilizado dos eslabones de distintos sistemas. Es probable que no se tuviera una gran fe en el funcionamiento del eslabón de rueda. De esta forma, caso de que fallara el tiro, se disparaba la segunda carga y salía todo del cañón aunque con una fuerza obviamente reducida. ¿Y si durante el recorrido dentro del cañón se inflamaba la primera carga? Tal vez es por esto por lo que apenas hay eslabones de carga sobrepuestas: todos los fusiles han reventado con lo que podemos apreciar que en la antigüedad no se tenía un gran conocimiento de la pólvora, sus aplicaciones balísticas y su enorme fuerza cuando está encerrada en presencia de oxígeno.

Rotacion Mecanica Del TamborA pesar de estar todavía en el campo de las armas de piedra de pedernal, en 1818 encontramos el primer revolver con sistema de rotación del tambor, ya no manual sino mecánico. Controlado por un muelle, es el sistema importantísimo patentado por Collier, el cual casi con toda seguridad l8 años más tarde inspirará a Samuel Colt para la realización de sus revólveres con tambor de rotación automática. Los tubos llevan también cazoletas, martillos y su correspondiente muelle, lo que hacía rápido y seguro el cargamento del arma, en otros modelos, el tubo metálico era liso, lo que hacía que con frecuencia fuera problemática la alineación entre la cazoleta del tubo y del cañon.

Pero dejemos aparte por un momento las armas de retrocarga y tratemos de examinar la particularísima arma de Elisha Haydon Collier: un ingenioso e interesante intento de revolver de piedra de pedernal mucho más serio que todos los intentos que le habían precedido, todos ellos meros prototipos, o casi. Collier americano de Boston, el 24 de octubre de 1818, obtuvo la patente inglesa número 4315, válida por 14 años para "un arma de fuego que combina en un solo cañón con varias recámaras para obtener la sucesión de descargas con un solo cargamento". La patente del bostoniano se basaba en una idea del capitán Artemus Wheeler de Concord, Massachussets, quien, al parecer con la ayuda de Collier, construyó un mosquetón de piedra con cilindro rotativo manual con 7 recámaras. Collier, después de haber ayudado a Wheeler y haber perfeccionado su idea, llegó a Londres en donde como hemos visto hizo patentar su revólver. L característica más importante de la patente de Collier era que no se trataba de una simple arma de piedra de pedernal con cilindro giratorio. Además de este tipo, es decir, con cilindro giratorio manual, ya habían aparecido anteriormente por lo que si se hubiera limitado a esto, Collier no habría propuesto nada nuevo. Sin embargo, su arma se caracterizaba por dos datos técnicos absolutamente originales: la rotación mecánica del tambor y el cierre hermético entre el cañón y la recámara durante el disparo. La rotación se obtenía mediante un muelle que iba unido al cilindro, el cual se ponía en tensión al girar manualmente el cilindro en la dirección contraria a la que asumía durante la fase de disparo. Para obtener el cierre hermético entre el cañón y la recámara, el borde anterior de ésta se lijaba hasta obtener un rebaje en el que se apoyaba la parte posterior del cañón, que estaba también un poco rebajada. Otro muelle empujaba hacia delante el cilindro para que estuviera firme contra el cañón. De todas formas, debido al retroceso, este último muelle no era suficiente para tener unidas las dos partes durante el disparo, por lo que para permitir el disparo el cilindro se bloqueaba hacia adelante gracias a una barrita que apoyaba contra el cilindro manteniéndolo unido al cañón. Hay que hacer observar que la barrita servía también de seguro, impidiendo la completa caída del martillo cuando el cañón y una de las recámaras no estaban alineadas. Además de estas cualidades, el revolver Collier tenía un sistema de encendido automático colocando en la parte superior del martillo, en una cavidad circular en la que se encontraba la pólvora; dentro estaba dividido en 3 vanos, cada uno de los cuales formaba un ángulo de 120°. Después de cargar las recámaras del tambor y después de que el depósito de la yesca estuviera lleno de pólvora negra y fina, la secuencia de la operación de disparo era simple. Lo primero que ocurría era que el cilindro se echaba hacia atrás para soltarse del cañón; entonces se giraba en sentido contrario a las manecillas del reloj para colocar el muelle de rotación en tensión y, posteriormente, soltarlo hasta que se chocara con el cañón. De esta forma, el arma estaba preparada para disparar; en el momento de armar el martillo, el cilindro giraba automáticamente colocando cada vez las recámaras en línea con el cañón; esta rotación intermitente se obtenía mediante un pequeño gancho unido al martillo, el cual normalmente se enganchaba en uno de los dientes situados en la cara posterior del tambor; mientras el tambor se echaba hacia atrás, incluso el gancho retrocedía llevándose consigo el tambor; en cuanto quedaba libre de la conexión con el cañón, el muelle de rotación que estaba en tensión, lo hacía girar sobre su propio eje. Cuando la siguiente recámara se encontraba en línea con el tambor, el gancho, movido por un taco, se liberaba del cilindro, el cual avanzaba introduciendo una nueva recámara en el cañón.

Un mecanismo muy ingenioso y, seguramente, incluso eficaz, pero demasiado complicado. El mismo Collier encontró dificultades para hacerlo funcionar correctamente, sobre todo por lo que se refiere al sistema de rotación mecánico; de hecho, las armas de este tipo no han prosperado y pocas muestran con claridad que dicho sistema de rotación se aplicara en un tiempo, aunque después fuera eliminado. Estas modificaciones del original se realizaron aproximadamente entre los años 1823 y 1824. Collier intentó que su arma la adoptaran las fuerzas armadas británicas, pero su revólver, aunque reconocido como muy bueno en cuanto a funcionamiento, resultaba demasiado caro y complicado para ser usado con fines militares. Las armas Collier no las construyó el inventor sino que se encargaron a armeros de prestigio, como Nock y Mortimer, quienes abastecieron el mercado civil, además de suministrarle las tradicionales pistolas, trombones, fusiles de cañon estriado y liso, carabinas muchas de las cuales de percusión, carentes incluso de disparador automático.

Una pareja de pistolas alemanas (ver anexo X) de piedra de perdernal de retrocarga de comienzos del siglo XVIII. Se cargaban mediante tubos de hierro precargados dotados de platillo, martillo y su correspondiente muelle. Uno de estos tuboscartucho se puede ver en medio de las pistolas. En la culata se colocaba otro tubo de reserva la cual tenía forma de perilla con ventanilla en la que se introducía en tubo. Se puede apreciar el complicado sistema y mecanismo del revólver –Collier tal y como aparece en la descripción que acompañaba la patente de 1818 en Londres.

Con este sistema podemos apreciar la complicación de los mecanismo antiguos pero a la vez que marcaron una nueva era en el comienzo de las armas: el primer fusil de repetición con el cual se podría aprovechar al máximo la pistola para que no sea de una sola carga y con eso se originaría pérdida de tiempo, espacio y oportunidad de defenderse.

Se había evolucionado al siguiente nivel de las armas de fuego cambiando el sistema primitivo de avancarga al nuevo sistema de retrocarga con el cual se podían dar una sucesión de disparos sin necesidad de volver a cargar el arma. El antiguo sistema de avancarga era tan complejo que seguramente después de unos disparos tenían que llevarse con un buen armero para que volviera a quedar el arma como estaba originalmente.

El sistema "de tabaquera"La "política de ahorro" adoptada durante el siglo pasado por prácticamente todos los estados para obtener armas de retrocarga transformando los viejos fusiles de avancarga, a veces dio óptimos resultados como en el caso de los Enfield modificados con el sistema inventado por el americano Jacob Zinder, armas que permitían a un buen tirador disparar hasta incluso quince cartuchos por minuto frente a los cuatro o cinco del original Enfield Modelo 1853.

Al terminar el conflicto austro-prusiano de l866, que se resolvió con la aplastante victoria de los alemanes gracias especialmente a sus fusiles Dreyse de retrocarga frente a los Lorenz de avancarga, en toda Europa dio comienzo una frenética búsqueda de un arma de retrocarga, la cual, en la mayor parte de los casos se resolvió con la transformación de las viejas armas de avancarga por motivos esencialmente unidos a la necesidad de minimizar en lo posible los gastos.

Gran Bretaña, a finales de 1866 decidió transformar el viejo armamento portátil según el sistema patentado por el mecánico estadounidense de origen holandés Jacob Zinder. Dicho sistema consiste en un bloque de cierre de cremallera colocado en la parte derecha del arma, en cuyo interior se encuentra el percutor, con muelle de espiral inclinado unos 45°, sobre el que se abate el martillo del viejo eslabón cuya cabeza se ha hecho plana, el extractor del casquillo se acciona haciendo retroceder un poco el bloque, para lo cual se desliza sobre un perno de rotación.

Teniendo en cuenta que esta transformación se realizó sobre las que probablemente eran las mejores armas de avancarga que había en la época, es decir, los fusiles Enfield P. 53, los ingleses, a fin de cuentas, hicieron un buen negocio. En efecto, desde que se realizaron las pruebas, la nueva arma demostró no sólo tener excelentes cualidades balísticas, más o menos como las del arma original, sino que también poseía una cadencia de tiro muy buena, pudiendo disparar hasta incluso catorce cartuchos por minuto.

En este sentido, la política de ahorro en los costes en los que fuera posible se demostró ganadora, y Gran Bretaña, de esta forma, consiguió competir, como armamento portátil, con las otras grandes potencias. La sucesión de las operaciones de carga y de disparo de los Enfield-Snider era la siguiente: 1) armar el martillo, 2) con el pulgar de la mano derecha, mover hacia la derecha el bloque de cierre, 3) tirar hacia atrás del bloque para extraer el casquillo disparado y girar hacia la izquierda el arma para hacer que caiga la tierra, 4) introducir un nuevo cartucho; 5) cerrar el bloque; 6) disparar.

El cartucho tenía el casquillo de láminas de latón con envoltorio exterior de papel y cebo central tipo Boxer. La bala era idéntica a la de Minie utilizada en el modelo de avancarga, es decir, cilíndrico – ojival con tres canalillos anulares rellenos de cera; había dos novedades: la cavidad posterior estaba, en parte ocupada por un taco de arcilla comprimida, mientras que en la punta había, recabada, otra cavidad rellena con un taco de madera que servía para retrasar el centro de gravedad y favorecer la estabilidad en la rotación. Posteriormente este cartucho fue substituido por una bala mucho más simple y menos costosa, ya no autoexpansiva, sino llena y apenas forzada en las estrías. Su utilización en el campo demostró el Snider (ver anexo x), aunque válido, no carecía de defectos tales como que el obturador, después de algunos tiros ya no cerraba herméticamente la cámara o que el cartucho tenía demasiado juego, lo que provocaba que en el momento de disparo se retuvieran adecuadamente los gases, o que el perno de rotación del bloque era demasiado débil, por lo que el cierre se producía exclusivamente debido al peso del bloque. En consecuencia, se modificaron el cartucho y el bloque al que se añadió una palanca pulsador para la apertura y el cierre, y se hizo más robusto el perno de rotación.

He aquí los principales datos del fusil de infantería Snider: longitud total 137.2 cm., cañón: 97.5 cm.; calibre 14.7 mm.; peso : 4.140 gr. Datos del primer modelo de cartucho (en total se distribuyeron 7 modelos): bala de 2.85 cm.; peso 34 gr.; carga: 4.5 gr. El Snider fue el arma principal del ejército británico hasta 1874, año en que comenzó a sustituirse por armas sistema Martíni, adoptadas en 1871. Retirados del ejército, los Snider terminaron dispersándose por todo el mundo: Serbia, Montenegro, China, Japón, Siam, Turquía, Afganistán. Incluso Francia, Holanda y Dinamarca adoptaron el sistema Snider, aunque mientras que el que utilizaron en estos dos últimos países era básicamente idéntico al inglés, el adoptado por los franceses era levemente diferente. En Francia, en donde se denominó "a tabatiere", es decir "De tabaquera", debido a que la apertura de la cubierta se parecía a la caja en la que se conservaba el tabaco, se adoptó el 16 de mayo de 1867 es decir, incluso un año después de que naciera el Chassepot de retrocarga.

Para no pagar los derechos de patente a lo que sin duda Snider tenía derecho, el gobierno francés pensó en resucitar una vieja patente presentada un año antes por un armero francés, un tal Schneider, la cual tenía sorprendentes analogías con la presentada por Snider. En un primer momento se trataba de transformar las armas 1853 T, 1854 y 1857-59 en fusiles de infantería, fusiles de dragones y carabinas de cazador. Sólo las armas que estaban en condiciones de conservación perfectas sufrieron dicha transformación, la cual no se llevó a cabo en las fábricas del estado ocupadísimas con la producción del Chassepot, sino única y exclusivamente en la industria privada bajo la estrecha vigilancia de los inspectores militares.

Las armas modelo 1867 no entusiasmaron nunca a los soldados, aunque demostraron ser perfectamente válidas para el uso que se les dio, es decir de segunda línea, aunque en ciertos casos obtuvieron resultados muy parecidos a los Dreyse. Entre los defectos que se encontraron vale la pena mencionar el exceso de peso y la munición con su grosor, la poca exactitud del alza y la sensible diversidad de calibre de un arma a otra.

Durante la guerra franco-prusiana, los Schneider, en ciertos casos, se utilizaron también en primera línea, en donde resultaron muy impopulares debido a varios motivos que se pueden resumir en los siguientes: eran poco prácticos para la guerra en primera línea, para la que en realidad no estaban previstos su uso: la munición resultaba con frecuencia defectuosa; había un cierto complejo psicológico de inferioridad en relación con los otros soldados franceses que tenían en dotación el nuevo Chassepot, mucho más moderno.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos12/arcla/arcla.shtml#ixzz2HhMJa8Fd

Funcionamiento y teoría de un arma de fuego

Lo Que Ocurre Dentro Del Cartucho Al DispararAntes de ver el funcionamiento de un arma de fuego, es necesario ver sus partes escenciales. ( ver anexo X ) . Al pensar en un arma no se suele preguntar sobre lo que sucede dentro del cartucho cuando tiramos del gatillo. Desde la simple transformación física de inercias y energías hasta el trabajo que desarrolla una máquina compleja como es el disparo de un arma, se produce una verdadera reacción química que produce una gran cantidad de elementos gaseosos capaces de provocar inmediatamente después de su rapidísima expansión, la proyección de la bala.

El cartucho se compone de cuatro elementos esenciales: el casquillo (principalmente tiene la función de contener la pólvora), la bala o proyectil que es la parte que sale disparada, pudiendo ser de materiales de diversas densidades como el plomo, el plástico o el acero; la pólvora de disparo cuya cantidad constituye la carga de lanzamiento y por último la cápsula de incendio, es decir la parte detonante del conjunto.

Al tirar del gatillo, el percutor, golpeado por el martillo, comprime violentamente la cápsula provocando su aplastamiento instantáneo. Dentro de la cápsula hay un elemento de forma triangular y fuertemente enervado denominado yunque, cuya función es la de contrarrestar el aplastamiento de la cápsula hacia el interior, la posibilidad de expansión de la cápsula hacia adentro es lo que provoca la contracción del compuesto explosivo (fulminato de mercurio o destilación de plomo) contra el yunque y su consiguiente detonación. Se asiste una primera y pequeña explosión cuyo efecto se utilizará para detonar y para provocar la deflagración de la carga de lanzamiento que hay en el casquillo.

La llamarada, provocada por la explosión del cebo, se proyecta como un auténtico dardo a gran temperatura en el pequeño orificio que se encuentra situado en la base del casquillo, en los casquillos militares pueden ser dos, justo en el centro del cebo. La pólvora de disparo, envestida por la detonación del cebo comienza a incendiarse produciendo gran cantidad de gas. El enorme desarrollo de gas determina una fortísima presión y, por tanto, un efecto de empuje tanto hacia la base de la bala como hacia las paredes del casquillo. En el mismo momento en que la bala se proyecta hacia adelante, se produce el ensanchamiento del casquillo que, al dilatarse se adhiere perfectamente a las paredes de la recámara, evitando que salga el gas hacia el obturador. El frotamiento realizado sobre el revestimiento de la bala por estría hecoidal del ánima del cañón hacia que se fuerce el proyectil

La Fisica En Los CartuchosAntes de realizar un arma, es fundamental decidir como y que cosa tendrá que disparar, valorando así, en función de las presiones que hay en juego, el tipo, la cantidad y la calidad de los materiales necesarios. En definitiva, a las fuerzas que se desencadenarán, el arma tendrá que oponer la misma o más fuerza para garantizar una buena dosis de seguridad.

Una carga de explosivos representa una cierta cantidad de energía térmica potencial que a disposición del usuario que, cebada oportunamente, da lugar al fenómeno explosivo capaz de desarrollar el trabajo previsto. El fenómeno explosivo es una reacción química que transforma el material normalmente sólido, en una gran cantidad de productos, en buena parte gaseosos, a alta temperatura y en un tiempo brevísimo desarrollando una cierta energía térmica que se expresa en forma de presión. Dicha presión se transforma en trabajo, sobre todo si los gases, en vez de estar libres para expandirse, actúan en un ambiente de volumen limitado.

Los efectos dinámicos de rotura o de proyección representan el trabajo producido por una cierta cantidad de un determinado tipo de explosivo para el fenómeno indicado o para el fin deseado. Se intuye fácilmente que sobre las presiones que se obtienen juega un papel importante el tiempo de combustión, que depende además de la forma física del explosivo, de la presión del ambiente en el que la explosión se desarrolla. En otras palabras, la velocidad de combustión se autoacelera fuertemente al aumentar la presión, disminuyendo los tiempos y elevando posteriormente la propia presión.

Esta posibilidad de aumento de las presiones se aprovecha cerrando el espacio en el que la carga puede actuar. El cierre puede ser fuerte, como el envoltorio de una granada o la hornaza de una mina, o bien lábil, como la de la fuerza de inercia, el gripado y el forzamiento de un proyectil en el caso de un arma de fuego, en donde las presiones han de ser limitadas y dirigidas a realizar el lanzamiento. En condiciones normales de ejercicio, las presiones máximas pueden alcanzar las 5,000 atmósferas con explosivos detonantes.

Es importante recordar que los explosivos denominados detonantes pueden explotar también al aire libre si se les ceba enérgicamente, produciendo efectos dinámicos variables que dependen de su composición, cantidad y tipo de ambiente circunstante. Incluso la pólvora negra puede explotar al aire libre con relativa facilidad, ya que tan solo necesita un cebo lábil; sin embargo, dada su limitada potencia, los efectos dinámicos resultan poco relevantes, obviamente en relación a la cantidad de explosivo. En el campo de las presiones se denomina fuerza específica de un explosivo la presión desarrollada por una unidad de peso en una unidad de volumen libre. En literatura, en nuestro caso, las presiones se encuentran normalmente expresadas en kilogramos fuerza por centímetro cuadrado ( Kgf/cm2), aunque para adecuar a las unidades el sistema internacional, recordaremos que la unidad de medida de las presiones es el Pascal.

Los manuales americanos contribuyen a complicar los cálculos ya que las presiones se encuentran expresadas en libras por pulgada al cuadrado.

La medida de las presiones desarrolladas por los explosivos desarrolladas por los explosivos han sido siempre un problema muy difícil de resolver por los valores elevados como son los millares de atmósferas a tiempos brevísimos como las milésimas de segundo. La determinación de la presión máxima y de los tiempos según los cuales se desarrolla en una determinada cantidad de explosivo se realiza con la denominación de probeta manométrica. Conceptualmente, dicho instrumento de laboratorio consiste en una cámara cerrada indeformable y de capacidad conocida en la que se coloca el explosivo cuidadosamente pesado y cebado y en un pistón comunicante con la cámara, cuyos movimientos, oportunamente registrados ofrecen los datos necesarios.

Otro campo importante de estudio de las presiones se refiere al que se produce durante el disparo en los cañones de las armas de fuego. Dichas medidas se realizan en los centros experimentales y blancos de prueba con manómetros de presión o crushers, del ingles "to crush", hacer presión. El principio en el que se basa es sencillo; en un cañon especial de prueba, a través de uno o mas orificios, se pone en comunicación el anima con los pistones que desde el exterior apoyan sobre cilindros de latón cerrados por el otro extremo. La presión del explosivo se realiza a través de pistones que oprimen los cilindros de metal blando, proporcionalmente a su intensidad máxima en el exacto punto de medida.

En la practica, el calculo de los valores de presión es bastante complicado, necesitando especial atención a la elección y la medida de los cilindros, tanto antes como después de los cilindros. Igualmente laboriosa es la preparación de las tablas de medida que describen las presiones estándar producidas conocidas con las cuales se confrontan las presiones reales obtenidas cada vez durante la medición.

El cañon experimental adoptado generalmente para medir las presiones ejercidas por los distintos propelentes con distinta dosificación en el fusil de caza calibre 12 anima lisa es de 700 milímetros y esta dotado de tres manómetros de crushers para presiones de hasta 2000 Kgf/ cm2, colocadas a 17 milímetros, ha 162 mm. y a 600 mm. de la culata. El primero, colocado en correspondencia con la cámara de explosión, mide en la practica la presión máxima, mientras que los otros dos miden las presiones residuales. Los cilindros utilizados para esta prueba sino de latón y miden 490 mm. de altura por 300mm. de diámetro.

Naturalmente, cada topología de arma, desde la pieza de artillería hasta el fusil de caza, comporta manómetros con características propias, en numero y en dimensiones, aunque estén basados en el mismo principio físico. Por ejemplo, la medida para el fusil estriado modelo 91 se realiza con un crusher para presiones de hasta 5000 Kgf/ cm2 con cilindros de latón de 5.5 mm. de diámetro por 10mm. de altura.

Sin embargo, los investigadores americanos utilizan los crushers con cilindros de plomo, obviamente mas deformables que los de latón, para medir mas detalladamente las bajas presiones presentes en las armas de avancarga con cargas menores y los tradicionales de latón para las cargas mas elevadas, en este caso, siempre de pólvora negra. Recientemente, el desarrollo de los aparatos electrónicos ha permitido utilizar manómetros de cuarzo eléctricos y otros de una precisión muy elevada, capaces de medir una millonésima de segundo.

Funcionamiento de un pistola.Por el concepto de arma ligera en tendemos que es un arma portátil y asi es, las armas ligeras la mas difundidas son las pistolas y a ellas son a las que me voy a referir en este tema. Existen diversos tipos de pistola, no solo en tamaño, forma, construcción, si no también en su estructura interna y su funcionamiento en general.

En este tema haré una subdivisión mencionando las dos estructuras fundamentales dentro de las pistolas ya que me seria imposible hacer una mezcla de estilos en el terreno de las armas; es por eso que analizaremos a las dos representantes de estos estilos: la Luger 08 y la Beretta 98 FS.

Funcionamiento de la luger 08La Luger cuya denominación completa es Pistole 08, además de adoptar soluciones mecánicas muy especiales, es una de las pocas armas sin gatillo, con el percutor del tipo inclinado. Para armar la pistola, una vez que se ha colocado el cargador es necesario sujetar los dos pestillos sobre la articulación de rodillera y tirar hacia arriba echándoles al mismo tiempo hacia atrás.

Después de que se han levantado los pestillos, se bajan contemporáneamente al soltarse de la articulación llevando el obturador a la posición de cierre, lo que hace que se eleve un cartucho del cargador y se coloque en la recamara. Al avanzar los pestillos, se arma el percutor gracias a un apéndice situado en la parte izquierda que se engancha en un saliente situado dentro del muelle de lámina que se encuentra colocado en la parte izquierda del castillo. Al apretar el gatillo, una palanca e forma de "L", colocada dentro de una cavidad situada encima del mando de disparo, oscila comprimiendo por la parte anterior el muelle de enganche el apéndice del percutor, el cual golpea el cebo del cartucho y, consiguientemente, provoca el disparo.

Una vez que ha partido el disparo, la corredera, el cañon y el obturador comienzan a echarse hacia atrás al mismo tiempo; después de haber recorrido unos cinco milímetros en un lapso de tiempo suficiente para que disminuya la presión dentro del cañon, los dos pestillos chocan por la parte de abajo dentro del castillo recibiendo un golpe hacia arriba. De esta forma, la articulación se repliega hacia si misma. Al replegarse la articulación, gracias a un reenvió en forma de "S" colocado en la parte posterior de la rodillera, carga el muelle de rearme al tiempo que un apalanca, colocada en la parte anterior de la segunda sección de la articulación, engancha el apéndice del percutor echándolo hacia atrás.

El casquillo, enganchado en la uña extractora colocada en la parte superior del obturador, se retira junto con la articulación hasta que chocan con un saliente en forma de triangulo situado dentro de la corredera. El casquillo, golpeado posteriormente por el expulsor, se desengancha de la uña extractora y sale hacia arriba. Cuando la rodillera se ha replegado totalmente sobre si misma comienza a extenderse gracias al retorno elástico del muelle colocado en la parte dorsal de la empuñadura, la parte inferior de la cara del obturador recoge un cartucho, lo introduce en la recamara y toda la rodillera junto con el cañon avanza dentro de la corredera; el arma esta nuevamente lista para dispara un nuevo tiro.

Una de las particularidades del arma es la rodillera, un sistema de cierre clásico utilizado ya en el Winchester, pero con la diferencia de que mientras que en los fusiles americanos los distintos brazos están perfectamente en eje entre sí, en la Luger, las articulaciones están situadas ligeramente fuera de eje hacia abajo, con la finalidad de ofrecer mayor resistencia a las presiones del cartucho y que, por tanto, mayor fiabilidad.

Funcionamiento De La Beretta 98 FsDerivada, en el sistema de cierre de la alemana Walther P38, esta pistola tiene un funcionamiento regular y fiable que garantiza una difusión impensable para un arma corta en tiempo de paz. La Beretta 98 FS (ver anexo X) es la versión civil de la famosísima 92 FS, la pistola del ejército y de la policía italiana, así como la del ejército americano (adoptada con la sigla L9). La versión civil se diferencia de la militar no sólo por la longitud de la recámara: la 92 FS utiliza municiones 9 Parabellum con un casquillo de 19 mm., mientras que la versión para el mercado civil italiano disparaba cartuchos calibre 9 X 21.

Para poder disparar con la 98 FS es necesario en primer lugar llenar el cargador con 15 cartuchos comprimiendo el muelle del elevador. Los cartuchos se disponen dentro del cargador en dos hileras, solución necesaria para evitar que el cargador sea demasiado largo y, al mismo tiempo, para garantizar una buena reserva de municiones. Una vez completada la operación de la introducción de los cartuchos se coge el cargador y se empuja con decisión hacia el interior de la empuñadura. En este momento, aunque el arma está cargada, aún no está lista para disparar, ya que la recámara está vacía.

Para introducir un cartucho en el cañón, es necesario sujetar la corredera, tirar hacia atrás hasta el punto muerto posterior y soltarla. La corredera al avanzar, con la parte inferior de la cede del percutor choca contra la base del primer cartucho, empujándole hacia la recámara. El cartucho se libera del extractor, el cual, al verse obligado a sobresalir hacia afuera, muestra la parte superior pintada de rojo advirtiendo que el arma tiene un cartucho en el cañón. En el momento en que el cartucho entra en la recámara, el cañón comienza a avanzar empujado por la corredera. Después de realizar un breve recorrido de unos 5 mm. el pivote del tendón, colocado en la parte inferior del cañón, alejándose de la pared anterior del orificio del cargador libera las aletas de sierra, las cuales empujadas por el muelle de rearme, se elevan y se introducen en una sede especial situada en la corredera. Al mismo tiempo, cañón y corredera, unidos entre sí, avanzan unos 4 mm. hasta al punto de retención anterior.

Una vez terminadas las operaciones de carga de munición, el arma está lista para disparar. Tirando del gatillo, el eje de reenvío se coloca en el lado derecho del fuste y avanza interceptando el diente de disparo, que a su vez, libera el martillo de forma que éste se abata contra el percutor.

Si el cartucho no estuviera colocado correctamente, la corredera no se cerraría adecuadamente y no se alinearía con la sede del desconector (que consiste en un pequeño rebaje colocado en la parte inferior derecha de la corredera), con el desconector mismo que no es otra cosa que una apéndice superior de la palanca de reenvío del gatillo y, consiguientemente, la cadena de disparo se interrumpiría impidiendo que se libere el martillo. Además de este tipo de seguro automático, existe otro que se desengancha cuando se tira al fondo del gatillo; consiste en un pivote cargado mediante un muelle colocado a un lado del percutor. En posición de reposo, el pivote obstaculiza el recorrido hacia adelante del percutor; sin embargo, cuando se tira del gatillo, se eleva un brazo en forma de L, empujando el pivote hacia arriba deforma que se alinee el percutor permitiéndole avanzar. La acción de este seguro automático es perfectamente visible incluso con la pistola montada, ya que el pivote, al estar alzado, sobresale por la parte superior de la corredera.

El tercer y último seguro es de tipo manual y se encuentra en la parte izquierda de la corredera. Cuando se coloca un tambor deforma coaxial con el percutor, este gira liberando el martillo del diente de disparo haciendo que se abata. El martillo choca con violencia contra el percutor, que, sin embargo, no puede avanzar ya que la barrita que controla el seguro obstaculiza la marcha de la cabeza del percutor.

Si el seguro manual se encuentra desenganchado y el cartucho está correctamente colocado, tirando del gatillo sale el disparo. El efecto del retroceso obliga al cañón, unido al obturador, a retroceder unos 4 mm., el lapso de tiempo necesario y suficiente para que el balín abandone el cañón y desciendan las presiones.

Una vez que las presiones han descendido a los niveles aceptables, el excéntrico del manto del bloque choca contra el castillo haciendo que el bloque de cierre gire hacia abajo, desenganchando la corredera del cañón. Una vez realizada esta operación, la corredera comienza a retroceder comprimiendo el muelle de recuperación; al mismo tiempo, la uña extractora sujeta el casquillo y lo arrastra fuera de la recámara hasta que llega al expulsor, lugar en el que el casquillo se desengancha del extractor y sale del arma por la parte izquierda.

La corredera mientras tanto, sigue retrocediendo hasta completar su recorrido; después comienza a avanzar empujado por el muelle de recuperación y recoge un nuevo cartucho que introduce en la recámara repitiendo el ciclo hasta que ya no quedan más cartuchos en el cargador.

Una vez realizada esta operación, la corredera comienza a retroceder comprimiendo el muelle de recuperación; al mismo tiempo, la uña extractora sujeta el casquillo y lo arrastra fuera de la recámara hasta que llega al expulsor, lugar en el que el casquillo se desengancha del extractor y sale del arma por la parte izquierda.

BalísticaCiencia que estudia el movimiento de los cuerpos proyectados a través del espacio. La balística tiene que ver en general con proyectiles disparados por cañones o armas ligeras, pero también puede examinar el vuelo libre de las bombas o de los cohetes.

El movimiento de un proyectil desde el momento del disparo hasta su impacto en el blanco se divide en tres fases distintas: balística interior, que estudia el movimiento del proyectil mientras se encuentra dentro del cañón; balística exterior, que considera el movimiento del proyectil desde el momento en que abandona el cañón hasta que alcanza el blanco, y balística terminal, que analiza el efecto del proyectil sobre el blanco

Balística interior: La balística interior se ocupa de la temperatura, el volumen y la presión de los gases producidos por la combustión de la carga propulsora en el cañón; tiene también que ver con el efecto de la expansión de esos gases sobre el cañón, la cureña y el proyectil. Algunos de los elementos críticos implicados en el estudio de la balística interior son la relación entre el peso de la carga y el peso del proyectil, la medida del calibre, el tamaño, forma y densidad óptimos de los granos de carga propulsora para los diferentes cañones, y los problemas conexos de máxima y mínima presión en la boca del arma.

El ingeniero británico Benjamín Robins llevó a cabo muchos experimentos de balística interior; sus resultados justifican que se le considere el padre de la artillería moderna. Los experimentos modernos confirmaron la mayoría de las conclusiones de Robins, pero pusieron en duda sus conclusiones respecto al máximo de la temperatura y presión. Más tarde, en el siglo XVIII, el físico angloamericano Benjamín Thompson realizó el primer intento de medir la presión generada por la pólvora; el resultado de sus experimentos constituye la mayor contribución a la balística interior realizada hasta entonces.

Hacia 1760, los estudiosos franceses de balística determinaron la relación entre la velocidad en la boca del arma y la longitud del cañón, midiendo la velocidad de una bala de mosquete y cortando una porción del cañón antes de medir la velocidad en el siguiente disparo. Utilizando los resultados de estos experimentos junto con los avances en química y termodinámica, los expertos en balística pudieron desarrollar fórmulas que acreditaron la relación entre la velocidad en la boca del arma y la forma del proyectil, el peso, tipo y tamaño de grano de la carga de pólvora, la presión y temperatura en el cañón, el tamaño de la cámara de la pólvora y la longitud del cañón.

Balística exterior: En balística exterior, la forma, el calibre, el peso, las velocidades iniciales, la rotación, la resistencia del aire y la gravedad constituyen los elementos que inciden en la trayectoria de un proyectil desde el momento en que abandona el cañón hasta que alcanza el blanco. Hasta la mitad del siglo XVI se creyó que las balas se movían en línea recta desde el cañón hasta el blanco y que las bombas disparadas por morteros describían una trayectoria compuesta por dos líneas rectas unidas por un arco de círculo. El matemático italiano Niccolò Tartaglia arguyó, en un tratado sobre cañones, que ninguna porción de la trayectoria de un proyectil podía ser una línea recta, y que cuanto mayor fuera la velocidad del proyectil, más tensa sería su trayectoria. Tartaglia inventó el cuadrante de cañones utilizado para determinar la elevación de la boca de fuego. Galileo demostró que, en el vacío, un proyectil describe un arco parabólico. La descripción de la ley de la gravedad por Isaac Newton aclaró la causa del movimiento curvilíneo de los proyectiles. Mediante el uso del cálculo, Newton determinó la cantidad de movimiento transferida del proyectil a las partículas de aire en reposo; este método de calcular la resistencia del aire se ha visto superado por el uso de tablas, derivadas de disparos experimentales.

Para determinar la velocidad del proyectil una vez abandonado el cañón se utilizan dos métodos: uno mide la cantidad del movimiento del proyectil, el otro calcula el tiempo requerido para que el proyectil cubra una distancia concreta. El primer método es el más antiguo y se utilizó mientras los cañones y proyectiles fueron pequeños, las velocidades bajas y los alcances cortos, con lo que sus resultados eran lo bastante precisos para la mayoría de los propósitos prácticos. El péndulo balístico y el péndulo de cañón se utilizaron para medir la cantidad de movimiento del proyectil, pero tales mecanismos se sustituyeron por máquinas más baratas y seguras que trabajan sobre los principios del segundo método.

El péndulo balístico fue desarrollado hacia 1743 por Robins, quien fue el primero en afrontar una serie sistemática de experimentos para determinar la velocidad de los proyectiles. El principio del péndulo balístico, así como el del péndulo de cañón desarrollado por Thompson, radica en la transferencia de la cantidad de movimiento de un proyectil con masa pequeña y alta velocidad, a una masa grande con una velocidad resultante baja.

El péndulo balístico consiste en una enorme plancha de hierro a la que se emperna un bloque de madera para recibir el impacto del proyectil; el péndulo se suspendía de un eje horizontal. Al ser golpeado por el proyectil, el bloque retrocedía en un cierto arco que podía ser medido con facilidad. Conociendo el arco de retroceso y las masas de proyectil y del péndulo, podía calcularse la velocidad del proyectil. El péndulo balístico tan sólo soportaba el impacto de balas de mosquete; sin embargo, Robins realizó importantes progresos en la ciencia de los cañones al determinar las relaciones que habían de darse entre el calibre, la longitud del cañón y la carga de energía.

Gracias al segundo método, la velocidad del proyectil se determina midiendo el tiempo que tarda en recorrer una longitud conocida de su trayectoria; para este propósito se han diseñado numerosas máquinas. En 1840 el físico británico sir Charles Wheatstone sugirió el uso de la electricidad para medir pequeños intervalos de tiempo. Esta sugerencia condujo al desarrollo del cronógrafo, un mecanismo que registraba por medios eléctricos el tiempo que necesitaba un proyectil para pasar entre dos pantallas de alambre fino. Las fórmulas y tablas para balística exterior de cada nuevo tipo de cañón son más o menos empíricas y deben comprobarse mediante experimentos reales, antes de que se puedan calibrar con precisión los mecanismos de puntería.

Medición balística: El desarrollo de la fotografía a alta velocidad y del estroboscopio por el ingeniero estadounidense Harold Eugene Edgerton y otros investigadores, ha conducido a un mejor conocimiento de las tres ramas de la balística. Tales ingenios permiten fotografiar cualquier proyectil en vuelo, ayudando al estudio preciso no sólo de su velocidad, sino también de su posición (para determinar el grado de oscilación) e incluso las ondas de choque que produce.

El más importante de los recientes avances en balística es el uso de computadores. El cálculo exigido por la balística exterior requiere, por lo general, conjuntos de ecuaciones diferenciales parciales de segundo orden, cuya resolución implica cientos de miles de cálculos. Para encontrar la posición de un proyectil en varios puntos a lo largo de su trayectoria se necesitan docenas de tales soluciones. El procedimiento ha de repetirse para cada una de las diferentes elevaciones del cañón. Incluso con la ayuda de reglas de cálculo y máquinas calculadoras ordinarias, semejante operación exigiría al matemático una extraordinaria cantidad de tiempo; el uso de computadores electrónicos permite conseguir soluciones completas en pocos segundos. Los computadores se utilizan también para la simulación de vuelos de misiles.

El diseño, desarrollo y graduación de una amplia variedad de equipos electrónicos y ópticos muy sofisticados a lo largo de los últimos años ha incrementado de forma considerable el avance de la investigación balística, en particular en lo que afecta al funcionamiento de los misiles teledirigidos. Ejemplos de tales instrumentos son los telescopios de seguimiento de largo foco, las cámaras fotogramétricas y los transmisores y receptores de radio en miniatura instalados en los misiles.

Las armas clásicas

Mauser 96En la intención de su inventor, esta arma debería ofrecer las ventajas de un fusil junto con las de una pistola: corta pero de gran alcance, larga, portátil y potente.

CHURCHILL, Winston, Memorias ( 1948-1954) dice: " Por culpa de mi espalda, susceptible de dislocarse con gran facilidad, había decidido que, en caso de tener que combatir cuerpo a cuerpo, debería usar una pistola, no un sable. Había comprado en Londres una pistola automática, la última novedad en armas de fuego. Me había entrenado mucho durante nuestra marcha por el Nilo, por lo que decidí combatir con esta arma"

El que habla así es un joven teniente del 21° Regimiento destinado a hacerse famoso: Winston Churchill, quien en sus memorias recuerda de este modo la carga de Omdurman contra los derviches en Sudán, en 1898 — Un hombre se echó a tierra justo delante de mí. Noté el brillo del sable curvo. Inclinándome hacia un lado hice dos disparos contra aquel hombre a menos de 3 m., incorporándome, vi delante de mi otro perfil blandiendo un sable. Alcé la pistola y disparé: estábamos tan cerca que el cañón del arma le tocó.Hombre y sable desaparecieron bajo las pezuñas de mi caballo. De repente, en el centro del pelotón apareció otro derviche, avanzaba hacia mí blandiendo una espada. Lo abatí a menos de un metro. ¡Qué fácil es matar a un hombre!, sin embargo, no me preocupó lo más mínimo. Me dí cuenta que había disparado todas las balas de mi Mauser 96 había salvado la vida de Churchill. Seguramente, el futuro Primer Ministro Inglés no dejó aquel arma tan rápidamente.

Valorando las incluso hoy notabilísimas características de la Mauser 96, no han de sorprenderse de que esta arma fascinara hace 100 años a quien la probase. Potencia, precisión, rapidez de fuego, gran retroceso. He aquí las características fundamentales de esta pieza maestra de mecánica en la que cada pieza se acopla con la otra con una precisión increíble y sin tornillos: el único que existe sirve exclusivamente para sujetar las dos caras de la empuñadura. Todas las piezas son de acero macizo con algunas fresaduras y acabado a mano. Excluyendo las caras de la empuñadura, el arma se desmonta completamente sin necesidad de herramientas.

Para poner a punto esta pistola semiautomática, Paul Mauser (había partido del proyecto con un colaborador suyo, Fidel Feederle) Siguió seguramente muchos de los principios que ya aplicara en su famoso fusil de repetición manual (Tejer 88). En la 96 encontramos elementos como el cargador colocado delante del gatillo en el que se puede insertar las balas de una en una o diez a la vez a través de una platina; incluso la mira dotada de regulación de 100 a 1000 m. (con variantes en función de los modelos). Parecía una variante de un fusil, justificable sólo por el hecho de que el arma estaba dotada de una funda de madera que aplicada a la culata transformaba a la pistola en una carabina capaz de disparar con cierta precisión hasta 300 m. Precisamente, sobre un blanco colocado a esta distancia, el canciller Guillermo II hizo 20 disparos el 20 de agosto de 1896 en el campo de tiro de Kathrinenholz, en Postdam, entusiasmándose con los resultados. A pesar de los favores del emperador, la comisión militar encargada de elegir un arma de ordenanza para sustituir el Reichsrevolver 1879 juzgó la pistola de Mauser demasiado pesada y desequilibrada (al final se eligiría la Luger). Esto no significa que Mauser no consiguiera vender su criatura. Cómplice de ello fue la primera contienda mundial en la que entre los modelos civiles y militares, desde 1896 a 1945 se produjeron cerca de 900,000 pistolas en 9 versiones distintas, incluida una " a ráfaga", la automática Schnellfeuer Pistol de 1932, cargador fijo de 10 ó 20 disparos. Este modelo fue muy utilizado por los oficiales alemanes durante la 2ª. Guerra Mundial por sus elevadas prestaciones. Entre los contratos gubernamentales podemos recordar los que hizo con Turquía, Italia, Persia, Austria, Finlandia y la misma Alemania. Existen Mauser 96 (en sucesivas versiones M98 – M03-M05-M12 y M26, años de las diversas modificaciones), que utilizaron los chinos, indonesios, siameses… incluso la policía francesa compró un cierto número de Mauser 96 caracterizadas por tener el cañón corto. Corto era incluso el cañón de las versiones denominadas "bolo" (cien milímetros), destinada al mercado ruso.

No faltaron los detractores de esta arma, sin duda no exenta de defectos. Por citar algunos, el depósito fijo de cartuchos puesto delante del puente del gatillo no soporta la confrontación con el cargado extraíble preparado por Borchardt para su homónima pistola registrada en 1893 (de la que tomaría vida la Luger). En efecto, el depósito de la Mauser desequilibra hacia delante el arma cuando se empuña con una sola mano y hace difícil introducir los cartuchos uno a uno debido a la presión del obturador que tiende a cerrarse, mientras que usando la platina de 10 cartuchos se bloquea en apertura. Además, si se quiere descargar el arma sin disparar, es necesario manipular con cuidado la culata, operación que conlleva el riesgo de disparos accidentales. La empuñadura es también poco racional, demasiado gruesa y redonda ( no por nada los americanos han bautizado esta arma con el nombre de "Broomhandle", mango de escoba). Por otra parte, el arma es demasiado pesada, resultando poco práctica y dura de accionar, digna de un fusil. Finalmente, para ser una arma militar tiene el mismo defecto de la Luger: es demasiado cara la producción con los estándares y calidad alemanes. La 96 fue, copiada en España y en China, mientras que la Luger era tan compleja que ninguno habría podido reproducirla, excepto los precisísimos. A pesar de todo, los defectos hacen aún más fascinante esta arma que lleva más de cien años con gran desenvoltura, y aún hoy continúa enamorando a miles de coleccionistas.

La 1912 es el modelo más difundido, derivada de la M96, construida con el número de serie 200,000 hasta el 700,000. La mira llega hasta los 1,000 m. y disparando a 500 m. se conseguía introducir todos los disparos en un rectángulo de 2 x 1.8 m. Gracias a la culata de hombro se podía aprovechar toda la precisión y potencia de la pistola, que a 150 m. traspasaba 120 codee tablones de madera de abeto de 1 cm. de espesor, a una distancia el uno del otro de 10 cm.

COLT OFFICER´SLa Colt Officer´s es la versión más pequeña de la Colt, ya que tan solo mide, en toda su longitud, 153 mm. de los cuales, 3 pulgadas y media (88.9 mm.) forman parte del reducido cañon. El cañon, de longitud moderada, hace el arma fácilmente ocultable, aunque al mismo tiempo se le resta precisión, convirtiéndose la pistola en exclusivamente un arma de defensa personal a muy corta distancia. Esta pequeña Colt (ver anexo X) posee 6 estrías de paso izquierdo.

Tiene un seguro que es manual dorsal en la empuñadura y automático en el percutor. tiene una alimentación de 6 disparos dispuestas estas balas en un cargador de corto tamaño. a esta pistola semiautomática se le ha asignado el modelo denominado "Officer´s" , nombre dado por su empresa constructora Colt Firearms-P.O box 1868 Hartford 06101 Connecticut .

Este modelo de arma esta disponible con la empuñadura tanto de acero como en madera con el fin de reducir el peso, esta pequeña arma tiene un peso aproximado de 852 gramos; se puede elegir entre la versión en acero inoxidable, también en este caso brillante u opaca. La Colt

Officer´s tiene la mira anterior de hoja, la mira posterior con muesca tipo "combat".La presentación para la venta es una práctica maletita de plástico dentro de la que , además del arma, se encuentra un libro de instrucciones. La Colt Officer´s es la versión mas pequeña de la Colt, y entre todas la única que, además del cartucho calibre 45 ACP, posee un recamara para el cartucho calibre 45HP.

Colt Combat CommanderLa combat commander esta disponible tanto en versión brillante como en acero inoxidable. Su constructor Colt Firearms-P.O box 1868 Hartford 06101 Connecticut , su modelo es llamado. Combat Commander. La pistola es la versión recortada de la Government y durante muchos años fue el arma de dotación de la Cia y de la guardia nacional y presidencial.

Esta arma fue hecha de defensa, se presta muy bien para la práctica de tiro al blanco. Es una pistola semiautomática cuyo gran calibre: 38 súper auto y 45 HP. tiene una longitud total de 166 mm. y su cañon es de 4 pulgadas y cuarto, en sistema métrico decimal eso es 10.8 mm.

Como opcional se pueden montar miras tanto…, como regulables en altura y deriva. La pistola se vende en una práctica maleta de plástico; dentro de la que , además del arma, se encuentra un libro de instrucciones. El arma tiene una alimentación por medio de un cargador de 9 cartuchos, posee una mira anterior de hoja ,la posterior tipo "combat" y tiene un peso aproximadamente igual a 910 gramos.

Colt python cal. 357 magnumLa Colt Python esta considerada, no por nada, la Rolls-Royce de los revólveres. El arma tiene una terminación muy cuidada con una línea de conjunto cautivadora. Su constructor es una de las empresas que mejores armas ha producido, se trata de Colt Industries Inc. P.O. Box 1868, 06101 Hartford Connecticut. El modelo de esta fabulosa armas es denominado Python .

La Colt Python es un revolver de acción doble y simple cuyo calibre es una muestra del gran poder de esta arma, se trata del calibre 357 Magnum, bala capaz de atravesar muros enteros de concreto. Al momento del disparo, si no se tiene una gran fuerza, puede incluso a lastiamr el brazo por el terrible poder de la bala. En el último veintenio, la Python ha ido perdiendo gradualmente la calidad que le había convertido en una de las armas más prestigiosas desde finales de los años sesenta.

Los aficionados de la Colt Python cal. 357 Magnum, están buscando siempre modelos anteriores a los años 60s y en los últimos tiempos se ha asistido el curioso fenómeno de que revólveres producidos hace treinta años, se han vendido en precios superiores a los de las armas producidas actualmente. Esta arma clásica, mide 245 mm., su puro cañon mide 104 mm., pesa 1.077 gramos, tiene un seguro automático en el percutor, tiene un tambor para alojar 6 balas. Su mira es anterior con rampa ; posterior regulable micrométricamente en altura y deriva.

Colt Wilson CustomEl arma ha sido construida utilizando como punto de partida una Colt Seir 80, a la que se le han cambiado la mayoría de las piezas; el cañon, el gatillo, el martillo, el seguro dorsal, las dorsales, el pasador, las bocas del cañon y los niveles de mando. Su responsable ha abrillantado todos los planos y las piezas en movimiento de forma que el disparo sea lo mas suave y ligero posible, para que no tenga un gran rebote.

Su responsable es lógicamente su constructor: Wilson Aras CO. 63 Leetes Island Rd. Brandford Connecticut U.S.A. El modelo es Colt Wilson Custom , una pistola semiautomática calibre 38 Súper Auto. La Colt Wilson Custom ha sido construida para las grandes competiciones de tiro dinámico y solo en el ámbito de dicho deporte tiene razón de ser, ya que su considerable longitud no la hace apta para la defensa.

Hemos mencionado su longitud, esta es (solo del cañon), 127 milímetros, su longitud total es de 25.4 milímetros, peso aproximadamente 1300 gramos, posee un seguro automático en el dorsal del percutor y otro seguro manual en la empuñadura. Su cargador es de 9 disparos.

Su mira es clásica de tiro al blanco, es una mira anterior de hoja mientras que la posterior es una mira regulable en altura y en deriva tipo Millet. Se han abrillantado todos los planos y las piezas en movimiento de forma que el disparo sea lo más suave y ligero para las grandes competiciones de tiro dinámico.

Steyr Aug A1

La ultima generación de fusiles de asalto es la denominada "bull pup", literalmente "novillo", tal vez por sus dimensiones extremadamente compactas, lo que en cierto modo enmascaran la notable potencialidad agresiva del arma. la configuración "bull pup" ha sido pensada para poder realizar un arma muy compacta pero sin eliminar prestaciones al disminuir la longitud del cañon, el cual se ha movido hacia atrás de forma que la culata se encuentra casi en contacto con la parte posterior de la cantonera, la que se apoya en el hombro. Los fusiles bull pup aprovechan perfectamente el espacio interior de la culata y se reconocen inmediatamente porque tiene el culatin totalmente derecho y, sobre todo, por el hecho de tener un cargador que se introduce en la empuñadura de la pistola, es decir, al contrario de los fusiles de asalto convencionales. De esta forma , disparando con el arma al brazo, el carrillo del tirador se encuentra exactamente en correspondencia con la recamara, pero esto no crea ningún problema ya que estos fusiles disparan todos los modernos cartuchos calibre 5.56 mm., no demasiado potentes y retroceso mínimo.

El mas insólito fusil bull pup actualmente en dotación de algunos ejércitos es seguramente el AUG austriaco con una línea tan futurista que no es raro verlo (tal vez un poco camuflageado) en las películas de ciencia ficción en brazos de cualquier héroe del espacio lanzado a la conquista de planetas misteriosos. AUG es el acrónimo de Armee Universal Gewher, es decir, fusil universal para el ejército. El adjetivo "universal" esta justificado por el hecho de que el AUG es un verdadero sistema de arma, es decir, que con tan solo cambiar el cañon (disponible en longitudes de 35, 40, 50, y 62 centímetros) el arma se convierte en una mitra, una carabina, un fusil de asalto y un arma automática de escuadra, es decir , una pistola ametralladora ligera.

Fabricado por la famosa empresa austriaca Steyr-Diamler-Puch, el AUG esta realizado en materiales de plástico de elasticidad diferenciada. En la practica, solo el cañon, el obturador y las guías, los muelles y algún que otro particular secundario son de acero, mientras que el castillo es de madera ligera. Ello podría poner en duda la robustez del arma, especialmente si se expone a un uso intenso y a condiciones difíciles; pero no es así: el AUG( ver anexo X) ha soportado y superado durante las pruebas tan severas que hubieran podido poner en apuros en los fusiles de asalto realizados totalmente en acero; basta pensar en el terrible test que prevé disparar un tiro con el cañon obturado por un balín encasquillado a mitad del cañon. En este caso el AUG ha demostrado no sufrir ni el más mínimo daño. Todo esto asociado a su grandisima flexibilidad de uso explica como, además de las fuerzas armadas austriacas, dicho fusil ha sido elegido por una quincena de ejércitos de distintos países, las fuerzas especiales y la policía, como es el caso de las guardias aduaneras de los Estados Unidos, un país que en tema de armas siempre elige lo mejor.

El AUG es efectivamente un autentico transformista gracias a la gran variedad de accesorios que posee; desde los grandes prismáticos telescopicos para el tiro de alta precisión a grandes distancias, a los visores para mirar aun en la oscuridad; el kit de conversión ( cañon-obturador-cargador) para transformarlo en ametralladora calibre 9mm. Parabellum, hasta la versión con castillo revestido de estaño que permite sumergirlo hasta la profundidad de 79 metros bajo el agua; es decir, el arma ideal para las fuerzas de asalto subacuaticas. Por otra parte, gracias a las típicas propiedades del plástico, el arma de fábrica en varios colores: desde el clásico verde.oliva hasta el beige-arena para las tropas desérticas y al negro opaco para las fuerzas de la policía.

A algunos les podrá parecer que estéticamente este arma no gusta y, efectivamente, con frecuencia se le conoce con el nombre de"Black & Decker" debido a que sus formas recuerdan las instrumentos típicos de bricolage, especialmente la empuñadura y el gatillo, que parece una típica taladradora eléctrica. Sin embargo, cuando se analizan los diversos elementos se descubre que el AUG es fruto de un estudio ergonómico de máximo nivel y que ninguna otra arma actual de cartucho con casquillo metálico puede ofrecer mas y mejor en todos los sentidos: desde la robustez y la fiabilidad de uso y el fácil manejo; desde la precisión hasta la facilidad de reparación en el caso rarísimo de que se estropee.

El AUG se compone de 6 elementos intercambiables entre si de forma que permiten una casi absoluta flexibilidad operativa: cañon, castillo, obturador, grupo de disparo, culata y cargador. Vale la pene analizar uno a uno dichos elementos puesto que presentan un estadio verdaderamente artístico en tema de armas ligeras . El cañon, que se puede desmontar rápidamente y sin necesidad de instrumentos especiales, tiene el anima y la recamara cromadas, lo que garantiza una duración mínima de 15 000 disparos; en el se ha aplicado un eficiente apagallamas-compensador que limita notablemente el levantamiento del arma en el tiro con ráfaga. En el cañon hay una manilla con el regulador de toma de gases que se puede colocar en tres posiciones: para disparar normalmente, para disparar cuando los mecanismos están sucios y muy llenos de residuos del gas de los disparos; para usar el fusil como lanzagranadas. El castillo, en aleación de aluminio, esta soldado a un bloque de acero en el que se ancla el cañon con un sistema de anclaje de 8 aletas. Siempre dentro del castillo, al lado se encuentran dos tubos que hospedan las dos astas de guía ( en acero cromado) del obturador. El castillo se levanta hacia la parte de arriba formando una practica manilla de transporte que aloja en su interior, perfectamente protegido contra choques, una mira telescópica Swarovski con retícula circular de 1.5 aumentos, que pueden parecer pocos, pero que en realidad son el ideal en las condiciones normales de utilización ya que permiten un amplio campo de visión ( de 45 a 300metro) y la posibilidad de alcanzar rápidamente el blanco a una distancia entre 50 y 300m. (para usos especiales existe, entre otros, una mira Schmidt & Bender de 4 aumentos).

Partes: 1, 2, 3
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