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Armas históricas (origen, evolución y funcionamiento)

Enviado por javier


Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. Las Armas
  3. Aplicación de la pólvora
  4. Funcionamiento y teoría de un arma de fuego
  5. Las armas clásicas
  6. Conclusiones
  7. Grandes Armas en la Historia
  8. Historia de las armas de fuego y su evolución hasta hoy

Introducción

La siguiente exposición trata acerca de las armas, origen y evolución a través del tiempo, además de su funcionamiento. Describiré algunas armas clásicas que hicieron historia.

Considero que el tema de las armas es fabuloso; para mi hablar acerca del poder de las armas es apasionante; por esta razón decidí estudiar sobre ellas.

Al finalizar este tema, espero lograr causar en el lector un reconocimiento acerca de las armas, también podrá diferenciar todos los tipos de armas existentes asi como su funcionamiento, armado y uso defensivo u ofensivo.

El tema se estructura en cuatro capítulos: el primero trata acerca del origen y clasificación; el segundo acerca de la evolución de las armas que funcionan con pólvora; el tercero acerca del funcionamiento de las mismas; el cuarto y ultimo describe 20 armas que hicieron historia.Este trabajo se va desarrollando mediante series de conceptos, ejemplos prácticos y anexos, los cuales dan una referencia aun mejor que todas las descripciones dadas; claro que tiene límites los cuales giran en torno a la poca familiaridad que con las armas supongo, posee el lector.

Planteamiento Del TemaLa presente investigación pretende determinar:¿Cuales son las armas clásicas famosas?

Las Armas

Definición de arma.

Primero deberemos definir lo que significa la palabra "arma" en relacion con este estudio; y para no divagar en redundancias o inexactitudes, solo definiremos al vocablo arma como:

"Instrumento para ofender o defenderse"Desde los tiempos mas remotos, las armas se han enriquecido con los adornos mas variados, bastando recordar las descubiertas en Vafio constituyendo, sobretodo, por lo que se refiere al ultimo periodo de la Edad Media y a la época del Renacimiento, un precioso arsenal de datos para el estudio de las artes. En todos los tiempos se han considerado las armas como el ornato mas preciado del guerrero, estimándose su perdida como una vergüenza para él. No es pues, de extrañar que entre los pueblos primitivos, recordando el carácter sagrado el hacha bipenne representada en el palacio de Minos, en Creta, y muy especialmente entre los germanos, se desarrollase un simbolismo especial, referente a ellas, que llegara a encarnar íntimamente en la conciencia nacional. El asta o dardo sirvió de cetro a los reyes de la antigüedad, y fue símbolo de la autoridad suprema y de la más elevada jurisdicción.

El envió de una flecha rota equivalía, entre los suecos( aun en el siglo VIII) , a una declaración de guerra, y servia para convocar a todos los hombres en estado de tomar las armas; entre los bávaros, meter una flecha dentro del corral inmediato a la casa se consideraba como un reto. Pero, de todas las armas, la que estaba rodeada de mas variados simbolismos es la espada, que, a consecuencia de formar cruz la hoja con los gavilanes, llego a revestir cierto carácter religioso, efecto del cual el juramento prestado sobre la espada tenia tanta fuerza como el que se hubiera prestado al evangelio.

El acto de ceñir por primera vez las armas era entre los germanos muy solemne, y desde que aquel tenía lugar quedaba el adolescente dentro de la juventud guerrera. Fue costumbre durante la antigüedad, en muchos sitios, enterrar al guerrero muerto con sus armas o quemarlos juntos; en otros, por el contrario, los hijos heredaban las armas de los padres y eran un estimulo para que tratasen de emular las virtudes de sus antepasados. Con las armas de los vencidos se hacían trofeos que recordasen la victoria, y los romanos solían colgar en los templos las armas de los caudillos que sometían.

Las armas son el resultado de múltiples evoluciones en el campo de la defensa personal y en el combate. El hombre, siempre con su afán de poseer mas tierra, creo armas para pelear con sus vecinos, fue entonces cuando surgió el instinto de ser superior a los demás, competir con los demás para tener mujeres, espacio. También surgieron para hacer sentir seguro al hombre respecto a su debilidad física contra los animales salvajes, los cuales buscaban cazar para alimentar a sus crios.

Clasificación de las armasExisten distintos tipos de armas que se pueden clasificar de acuerdo a su origen, uso, funcionamiento, etc. por ahora nos abocaremos a las órdenes y a las acciones que se realizan con las armas.Arma a discreción: Da a entender que el soldada puede llevar el arma de la manera que mas sea cómoda a el.Arma a la funerala: Posición del fusil con la boca hacia abajo. Se lleva asi en los actos fúnebres y durante el jueves y viernes santos.Arma al hombro: Indica que debe llevarse el fusil sobre el hombre derecho, con la culata al frente y la boca hacia arriba.¡A las armas! : Voz con que se previene o advierte a los soldados que se armen y acudan inmediatamente a sus puestos.Con las armas en la mano: Estando armado y dispuesto para la guerra.Dar armas: Voz con la que el centinela da alarma para que los soldados acudan cuando están en guardia.Dar armas contra si: Suministrar medios para ser perjudicadoDejar la armas: Retirarse del servicio de la milicia. apartar las armas para descansar.Descansar las armas: ponerlas en posición de firmes.Estar en armas: Estar alterado un pueblo o gente con guerreras civiles.Estar sobre las armas: Estar la tropa prevenida en sus puestos para lo que pueda ocurrir.Hacer armas: Pelear cuerpo a cuerpo con otro en sitio publico; mover guerra.Hacerse a las armas: Acostumbrarse a alguna cosa a que obliga la necesidad.Hacerse sus primeras armas: Ir a la guerra; combatir por primera vez.Juegos de armas: Los utensilios que se necesitan para el servicio en fuego de las piezas de artillería a la hora de hacer frente al enemigo.Jugar a las armas: Combatir con espadas negras para ejercitarse o manifestar destreza con los mismos compañeros.Llegar a las armas: Llegar a reñir o a pelear.Llevar las armas: Servir en el ejército.Medir las armas: Pelear, reñir; contender de palabra o por escrito.Montar el arma: Prepararla para disparar.Pasar por las armas: Fusilar, ejecutar un sentencia de muerte pero a diferencia de otras; esta ejecución se realiza con armas de fuego.Ponerse en arma: Apercibirse o prepararse para ejecutar una cosa o alguna orden de cualquier superior.Ponerse en armas: Armarse o apercibirse para combatir; alterarse un pueblo o nación con guerrillas civiles.Presentar las armas: Hacer la tropa los honores militares a los reyes o jefes de Estado y demás personas a quienes por la ordenanza corresponde, poniendo el fusil frente al pecho, cogiendo por la mano derecha por la garganta y con la mano izquierda por encima del cajón del mecanismo, el brazo derecho extendido y el izquierdo doblado horizontalmente, y el arco del guardamonte al frente.Publicar armas: Desafiar a combate publico.Probar las armas: Tentar y reconocer la habilidad y fuerza de los que las manejan; poner a prueba la capacidad de las personas.Rendir el arma: Honor que se hace exclusivamente al Santísimo Sacramento. Las tropas a pie lo ejecutan hincando la rodilla derecha en la tierra, descubriéndose e inclinando el fusil hacia adelante. Las montadas, bajando rápidamente la lanza o el sable uñas abajo hasta que se punta caiga por delante del estribo derecho e inclinando al mismo tiempo el cuerpo sobre el cuello del caballo.Rendir las armas: Entregar la tropa sus armas a los enemigos reconociéndose vencida, entregarse prisionera de guerra, capitular.Tocar al arma: Tañer o tocar los instrumentos bélicos para advertir a los soldados que tomen las armas para iniciar o seguir un combate.Tomar la armas: Armarse para la defensa o el ataque, o para hacer honores, ejercicios tácticos, simulacros de evacuación, o simplemente la rutina diaria.Tomar las armas contra uno: Declararse su enemigo, hacerle la guerra a un oponente.Velar las armas: Guardarlas o custodiarlas toda una noche el que debía ser armado caballero, haciendo centinela sin perderlas de vista.Vestir las armas: ponérselas o ceñírselas para entrar en combate.Las armas tiene distintas clasificaciones, entre ellas esta la primera división que lógicamente se puede hacer según su objeto, en ofensivas y defensiva; en la primera categoría se cuentan todas aquellas que sirven para causar daño al adversario, desde la piedra y el palo hasta el cañon moderno de tiro rápido, a la segunda pertenecen las que tienen por objeto primordial proteger el cuerpo contra la acción de las armas ofensivas del contrario; tales como lo son, por ejemplo, el camisote de malla y todas las piezas que componían la antigua armadura: casco, coraza, brazaletes, guijotes, etc.

Las armas ofensivas son las mas antiguas en la historia de la humanidad y pueden considerarse divididas en otros dos grupos principales, según que su acción se ejerza en al combate personal, cuerpo a cuerpo ( armas de mano), o a distancia del enemigo ( armas arrojadizas o de tiro). Las primeras pueden ser contundentes, que obran solo por el choque( el palo, la maza, la clava, el martillo de armas); de corte, que hieren únicamente con el filo( hacha de armas, alfanje, capilán); de punta, que producen con ella heridas penetrantes, y de corte y punta, que pueden indistintamente usarse de cualquiera de estas dos maneras ( sable, cimitarra, etc.). A su vez las armas de punta pueden ser de puño, relativamente cortas y fabricadas enteramente de acero o hierro, con una empuñadura o mango, que puede ser de otro metal y estar guarnecidas de cachas de madera, cuerno, nácar, etc. ( espada, estoque, espadín, puñal, daga, cuchillo), y de asta, que consisten en un palo de bastante longitud, en cuyo extremo se sujeta una cuchilla puntiaguda de acero.

En esta ultima categoría se cuentan multitud de armas que se suelen clasificar en cinco grupos, según la forma del hierro en que terminan; al primero pertenecen las armas de moharra recta y simétrica de forma se daga (lanza, pica, hasta de los romanos, el chuzo); al segundo las de hoja larga y ancha, simétrica, de dos filos ( partesana, espontón, media pica); en el tercero entran las armas con uno o dos hierros semejantes a los de la lanza, de las que se diferencian por presentar prolongaciones laterales, a manera de garfios u orejetas ( la corcesca, las horquillas o forchinas, etc. ); el cuarto grupo lo constituyen las armas de asta, cuyo hierro es asimétrico y generalmente curvo, con un solo filo ( hoz de guerra), finalmente el quinto en el que se comprenden los hierros planos y asimétricos que constan de una moharra de lanza por debajo de la cual va montada una cuchilla en forma de media luna, que termina en punta o garfio por el lado opuesto ( alabarda, godendac flamenco, bardiche ruso). Como arma de asta puede considerarse también el fusil cuando tiene armados la bayoneta o el cuchillo.

Las armas arrojadizas o de tiro son todas las que lanzan un proyectil a distancia, y a veces el proyectil mismo ( por ejemplo, la flecha y el venablo). Pueden clasificarse en tres grupos, según que obren por el esfuerzo del brazo,( honda, pilo, venablo, azagaya, azcona), en virtud de la tensión elástica de piezas de madera o metal, o de la torsión de nervios o cuerdas, que obran como muelles ( arco, ballesta, catapulta, fundibulo, escorpión, etc.) , o bien aprovechando la fuerza expansiva de los gases de la pólvora (armas de fuego). Esta ultima clase, la mas importante para nosotros, por comprender las armas de mayor eficacia en el combate moderno, se subdividen en tres grupos principales: armas portátiles, que son las que un solo hombre maneja y transporta sin dificultad ( arcabuz, mosquete, espingarda, escopeta, pedreñal, fusil, carabina, mosquetón, trabuco, pistola); piezas de artillería, que requiere para su servicio el concurso de varios hombres y para su transporte ordinario el empleo del ganado, y ametralladoras que constituyen una clase de armas intermedia, que asemeja a las portátiles por su calibre y acción táctica y a la artillería por la índole de su servicio y transporte, sin que propiamente puedan confundirse con aquellas ni con esta.

Otra clasificación puede hacerse de las armas según su naturaleza, dividiéndolas en naturales y artificiales; como las armas naturales se consideran los brazos y los dientes, la piedra y el palo; estos últimos dejan de serlo en cuanto se hace uso de la honda para lanzar la piedra o se aguza el palo para convertirlo en un arma de punta. Otra clase de armas de interés puramente arqueológico, es la que constituyen las maquinas de guerra de la antigüedad. que podemos considerar divididas en 2 grupos: al primero pertenecen la que eran movidas a fuerza de brazos (maquinas balísticas) y al segundo los carros de guerra, que iban a menudo armados de hoces (carros falcados), las torres montadas sobre los elefantes, etc. Las maquinas del primer grupo se subdividen a su vez en catabalisticas, cuyo modo de obrar era el choque (el angón, el ariete) y las neurobalisticas, que obraban en virtud de la fuerza elástica desarrollada por la torsión de cuerdas o nervios ( balista, catapulta, oncagro, escorpión, fundibulo).

Además de las denominaciones citadas en la anterior clasificación, se admiten comúnmente las siguientes divisiones:Arma afilada: La que tiene el filo mas delgado que de costumbre.Arma antigua: La anterior a la aplicación de la pólvora contra el mismo hombre a través de las armas.Arma a prueba: La ofensiva o defensiva que ha sufrido las pruebas de reglamento para ver si en verdad cumple con las ambiciones.Arma blanca: De las armas usuales, toda la que no es de fuego, como el sable, la lanza, el fusil con bayoneta o cuchillo, empleado en el combate cuerpo a cuerpo.Arma bucanera: Fusil de gran alcance, que se uso en las guerras de América. Su longitud era de cinco pies y medio.Arma buida: La fuerte y puntiaguda. "así deben ser nombrados los puñales de tres y cuatro filos" (Martínez del Romero, Memorias.)Arma de antecarga: El arma de fuego que se cargaba por la boca.Arma de caza: La que se emplea en el deporte cinegético.Arma de comercio: La que no es de guerra y sirve para uso de los particularesArma de corte: Arma cortante. También se dice del antiguo espadín para traje de ceremonia de gala.Arma de chispa: Arma de fuego que se disparaba, mediante la inflamación del cebo, por el choque del acero contra el pedernal.Arma de fuste: Arma de asta.Arma de guerra: La que usa el ejército; se llama también de reglamento o de uniforme y es obviamente para hacer frente al enemigo.Arma de honor: la que se concede a alguno como premio o recompensa por sus servicios. Esta costumbre se debió a los romanos, que premiaban a sus soldados regalándoles armas y armaduras.Arma de percusión: La que se ceba con mixto fulminante, produciendo por golpe la explosión.Arma de pistón: La que se ceba con cápsula.Arma de precisión: La de tiro más certero que las ordinarias.Arma de retrocarga: La de fuego que se carga por la recamara.Arma de sílex: La de chispa. También se nombre así a las hachas de piedra de los tiempos de la prehistoria.Arma de tiro rápido: Entre las armas portátiles, las de repetición, y entre las piezas de artillería, aquellas en que el montaje permanece inmóvil durante el fuego y la carga se acelera todo lo posible mediante la adopción de cierres sencillos a un tiempo, del cartucho unido al proyectil.etc.Arma de vapor. Aquella en que se ha pretendido sustituir la acción de los gases de la pólvora por la fuerza expansiva del vapor de agua a alta tensión. "Ya Arquímedes propuso lanzar el proyectil valiéndose de un cañón corto y utilizando la fuerza expansiva del vapor" (Leonardo Da Vinci, Memorias. S/F) .Poco después de la invención de la maquina de vapor hizo J Watt, en 1805, diversos ensayos encaminados al mismo fin; pero todos los medios propuestos, tanto para los cañones como para los fusiles ( Girad, 1814, Perkins, en 1823 y Bessemer), carecen de valor practico, por que no se ha llegado a conseguir todavía la producción uniforme del vapor a la alta tensión necesaria, en la cantidad suficiente.Arma de viento. Arma neumática.Arma doblada: Cuchillo o navaja cuya hoja se oculta en las cachas.Arma estriada: Arma rayada con rayas rectas (estrías).Arma falsa: La poco fuerte o floja.Arma galante: La que se emplea en los torneos, como la lanza bota y la de tres puntas.Arma manual: Arma portátil que solo necesita una persona para usarla.Arma negra: El arma de esgrima que tiene el color negro.Arma neumática: La que se dispara por medio de aire comprimido.Arma noble: La que no es desleal, como, por ejemplo, la lanza o la espada.Arma petraria o pedrera. La que sirve para arrojar piedras como la honda y la catapulta.Arma pirobalística: Arma de fuego.Arma pirófora. Proyectil hueco incendiario.Arma prohibida: La que esta proscrita por las leyes. Suelen ser las que se pueden esconder fácilmente; entre las de fuego, el retaco, y el cachorrillo, y entre las blancas, el estoque, el puñal y la navaja.Arma rayada: La que tiene rayas helizoidales en la superficie interior del cañón.Arma Táctica: Cada una de las grandes agrupaciones que constituye en los ejércitos al conjunto de los combatientes que tienen el mismo modo de acción en la lucha.Hasta nuestros días se han considerado como armas la infantería, la caballería y la artillería. Pero dado el concepto que envuelve esta palabra, nada se opone a que puedan considerarse también como armas las unidades de ametralladoras y hasta la artillería pesada de campaña, que parece ser la ultima creación de nuestros tiempos para las guerras futuras, toda vez que su empleo táctico ha de ser forzosamente muy distinto de lo de las tres armas tradicionales. Entre nosotros es muy común llamar armas general (en oposición a cuerpos especiales) a la infantería y caballería, así como los franceses llamaban arma sabia a la artillería. No falta quien pretende hacer pasar por arma principal a la infantería.

Todas estas denominaciones carecen de fundamento y a nada responden, como no sea al fin bastando e insensato de crear antagonismos que, si en cualquier otra clase social pudieran ser peligrosos, dentro del ejercito constituirían un verdadero crimen, Todas las armas son igualmente necesarias en la lucha y cada una de por si es, en momentos determinados, principal e irremplazable. De la sólida trabazón entre ellas y de la noble abnegación con que todas se sacrifican en ocasiones para auxiliar o salvar a las demás, depende la perfección interna del instrumento del ejército, que en manos de un general hábil, es prenda segura de la victoria.

El término fusil se usa por lo general para referirse a un arma militar o deportiva que se dispara desde el hombro. El giro, provocado por efecto giroscópico, estabiliza el proyectil durante su avance al mantener su eje paralelo con la línea de vuelo. Por tanto incrementa el alcance y la puntería. La inclinación de las estrías espirales, es decir, el ángulo de giro, se da en número de calibres o diámetros de la bala, por vuelta. Por ejemplo, un fusil naval de 15,2 centímetros con un ángulo de una vuelta cada 30 calibres tiene una espiral que provoca una vuelta completa de la bala cada 4,6 metros. El ángulo de la espiral se calcula con mucha precisión para proporcionar el giro correcto al proyectil. Si la bala no gira lo suficiente tiende a dar vuelcos por el aire; si gira demasiado tiende a levantar la punta en vez de mantenerse paralela a su trayectoria. Los dos efectos provocan una pérdida de alcance y de exactitud.

Origen y desarrollo progresivo de las armas antiguas hasta nuestros días.Armas y utensilios de trabajo debieron de ser una misma cosa para el hombre prehistórico, como ser observa todavía hoy en parte en pueblos muy atrasados en la escala de civilización. El hecho de fabricarse utensilios de trabajo es peculiar exclusivamente del hombre.

Ningún animal hace uso de ellos para la construcción de sus nidos o de sus madrigueras, ni para preparar sus alimentos, pues si bien se ha visto muchas veces a los monos emplear piedras para partir con ellas nueces u otros frutos análogos, debe tenerse presente, para no dar a este hecho un alcance mayor del que le corresponde, que en este caso no se trata más que de hacer uso de un instrumento que la naturaleza le ofrece ya formado, sin que él lo modifique en lo más mínimo.

Aguijoneado por su misma debilidad y ante el sin número de peligros que le rodea, siente el hombre la necesidad de guarecerse y de procurarse armas con que compensar su inferioridad física con relación a los terribles enemigos que le acechan por todas partes. Para inventar armas o instrumentos de trabajo guióse indudablemente al principio por la observación de los miembros de su organismo, únicos términos de comparación de que disponía para juzgar que la eficacia de los utensilios que él mismo se procuraba.

Así pues, los primeros instrumentos de que pudo disponer no fueron otra cosa que los objetos que encontró a mano, merced a los cuales pudo suplir la falta de longitud o de masa de sus miembros. Esta proyección de sus órganos, utilizando los objetos naturales que encontró a su alcance, se completó después, merced a su espíritu observador, con la imitación de los modelos de la naturaleza le ofreció pródigamente por doquier para fabricar sus armas o instrumentos, en ella encontró, en efecto, las formas fundamentales que le sirvieron para la construcción de la cuña, del punzón y del hacha, representadas por guijarros o cantos rodados depositados por las aguas en las orillas de los ríos. Algunas de estas piedras, en particular las de cuarzo y pedernal, se le ofrecen ya con taladros, en los que basta introducir un palo para tenerlas convertirlas en masas o hachas.

La rama de un árbol le brinda con la idea del gancho y le da el modelo del martillo, de la azada y de la azuela, que se derivan de aquella. Distintas ramas que parten del mismo punto le ofrecen la idea de la horquilla, las espinas le dan la del punzón de aguja; tubérculos y raíces la de la maza. El modelo para sus armas defensivas se lo proporcionan las escamas de los peces, las corazas de los saurios, tortugas y armadillos y el caparazón de los cangrejos. Las armas ofensivas más antiguas fueron indudablemente la piedra y el palo. La primera arma arrojadiza fue la piedra, de tamaño no muy grande y de forma regular, lanzada con la mano; pero en cuanto quiso lanzar piedras mayores, conoció pronto la ventaja de escogerlas de forma de disco, que cortan con más facilidad al aire y alcanzan a mayor distancia.

Estos discos fueron efectivamente empleados como arma de guerra por los acadíes de la antigua Babilonia y se usan todavía en la India; suelen tener un taladro ancho, antes de lanzarlos se les hace adquirir un rápido movimiento de rotación alrededor del dedo, que se pasa por el agujero; después se arrojan horizontalmente con fuerza. En la India se llaman tschakra o guiot. Los sikhs hacen uso todavía de discos semejantes, pero de hierro.

Antiquísima es igualmente la combinación de la piedra arrojadiza y el palo, que consiste en dar un violento golpe con éste a la piedra lanzada con la mano izquierda, o en hacer una muesca en el palo por su cara superior y sujetar en ella la piedra de manera que al comunicar a aquel un violento impulso, queda suelta. Si el palo se reemplaza por una correa o si son varias las correas y las piedras que se ponen en movimiento a la vez, se forma una nueva arma arrojadiza, también muy antigua, que los españoles encontraron en uso entre los indígenas del Perú, la bola.

De la misma remota época que la piedra arrojadiza es también la piedra de mano; al principio se usaba sin mango, pero pronto se puso en el extremo de un palo y se convirtió en martillo; más tarde las bocas del martillo, o por lo menos una de ellas, se tallan en bisel formando un filo muy agudo y se obtiene el martillo-hacha, cuyo tipo encontramos actualmente reproducido en el paree australiano; si el filo se labra en las dos bocas se forma la doble hacha.

Las mandíbulas de los grandes mamíferos, armadas de poderosos dientes, sugieren al hombre la idea de imitar con piedras de la misma forma de aquellos, arma tan formidable, y así nació la celta (destral o hacha escocesa). Las hojas de algunos vegetales pudieron sugerirle igualmente las formas de los cuchillos de diles, de uno y dos files, del puñal y de las puntas de flecha y de venablo que se conservan en los museos arqueológicos como restos preciosos de la Edad de Piedra.

El palo sirvió en los tiempos primitivos para golpear y para empujar o para contener con él el empuje de otro; al aumentar su espesor para aumentar en la misma proporción el efecto contundente, se convirtió en maza, y al adelgazarlo para hacer de él un arma de punta, quedó transformado en puñal o en venablo, según sus dimensiones.

Dados estos primeros pasos en el camino de la invención de las armas, sus primeros perfeccionamientos condujeron a la más extraordinaria variedad de formas. Como arma arrojadiza apareció la honda. De la combinación de la pica con el hacha nació la alabarda; de la de la maza con la honda, la maza de bola y cadena y la de porra, y al pretender juntar en una misma arma el efecto contundente y el cortante o el punzante, se produjeron las mazas de cuchilla, tan comunes aún en las islas del Pacífico o la de punta, ya más rara.

La espada, por lo regular de hoja ancha y corta, no apareció hasta la Edad de los Metales. Los germanos usaron en los tiempos más antiguos un arma que no es propiamente más que una degeneración de la espada, en la que la empuñadura se convierte en un asta sujeta transversalmente a la hoja.

El dardo o venablo se lanzaba primeramente sólo con la mano; un perfeccionamiento importante de esta arma consistió en la invención de órganos que permitieron lanzarlo con más vigor y acierto. Uno de los más conocidos es el amentum de los romanos. Una nueva etapa en el desarrollo progresivo de las armas, fue caracterizada por la invención del arco y de las flechas, que tuvo su complemento en la de las máquinas balísticas que se usaron durante la antigüedad y toda la Edad Media (catapulta, balista, euthytona, palintona, escorpión, etc.).

Por lo que se refiere a las armas defensivas, no cabe duda de que empezaron a usarse más tarde que las ofensivas, pues su empleo requiere un grado de civilización que debió de tardar mucho en alcanzarse. La más antigua seguramente es el escudo, que en su origen fue quizá una piel de animal arrollada al brazo izquierdo, para desviar con él los golpes del adversario; después debieron aparecer los escudos hechos con cortezas de árbol, tablas, mimbres, tejidos, etc. con las cuales no se desvía ya, sino que se recibe el golpe asestado por aquél. Tiénese por seguro que el caso apareció ya en la Edad del Bronce, constituyendo durante largo tiempo, punto con el escudo, todo el armamento defensivo de los combatientes. Más tarde se conocieron ya las prendas de cuerpo acolchadas con pelote y guarnecidas con tiras de cuero, las corazas de bronce y las de escamas y anillos de acero, siendo las últimas en orden cronológico las defensas de los brazos y piernas.

Al atravesar los linderos del periodo histórico nos encontramos con el pueblo egipcio, cuyos soldados usaron como arma defensiva de cabeza un casco guarnecido de laminas metálicas; los reyes por su parte vestían casco de metal y loriga cruzada de tiras de cuero, o bien una túnica de piel de cocodrilo, o un camisote de cuero cubierto de laminas de bronce, y defendían el cuerpo además con un gran escudo. La infantería pesada o de línea usaba como armas ofensivas una pica corta, maza o hacha de armas y espada corta o sable curvo, de forma semejante a la de una hoz, la ligera iba armada de arco y flechas; en los carros de guerra, tan estimados en aquella época: solía montar dos soldados: uno que manejaba el arco y otro que guiba, llevando a la vez un escudo. Entre los Asirios, Persas, Medos, etc. los reyes iban también al combate en carros armados de arco y flechas y mas tarde de dardos y hacha de armas, vistiendo lo mismo que los demás guerreros, casco de metal o cuero y coleto de hilo relleno de pelote que andando en el tiendo guarnecieron de placas de hierro (a veces primorosamente adornadas) o cambiaron por un traje de malla de acero, compuesto de camisote y calzón; completaba su armamento defensivo un pequeño escudo redondo (rodela) con una aguda punta en el centro. Sus armas ofensivas fueros la espada de bronce, hierro o acero damasquinado; la maza, el hacha de dos filos, la lanza y la honda.

Famosa por aquella época fue la caballería babilónica; la ligera gastaba coraza de hilo acolchada e iba armada de arcos; la pesada usaba casco de metal unido por medio de una gola de malla a la coraza de hierro, y carrilleras, espada y lanza; sus caballos iban bardados. Los persas tuvieron, a manera de la artillería de campaña actual, maquinas balísticas que acompañaban al ejército, contando además con un importante material de sitio (arietes, escalas de asalto, helépodos, etc.) y un completo tren de puentes.

Los griegos perfeccionaron la armadura, haciendo la coraza de dos piezas, peto y espaldar, unidos por correas; el vientre iba protegido por una prolongación del peto, los hombros por las hombreras; también usaron coletos de cuero y corazas con escamas o con anillos; las piernas se resguardaban con las canilleras. El casco presentó formas distintas según el pueblo y la época (casco beocio, frigio); el escudo fue redondo al principio (pelta) y después de forma ovalada, guarnecido al rededor de bronce, con un ombligo saliente y solía llevar escudos o divisas. El arma ofensiva mas importante de la infantería de los griegos fue el chuzo o pica corta, de unos 2.5 metros de largo, que se empleaba como arma de punta y a la vez como arma arrojadiza; una correa enrolladla alrededor del asta le imprimía un rápido movimiento de rotación al lanzarla. Andando el tiempo esta arma llegó a tener 5 metros de longitud y se manejo con las dos manos

Para tener un mejor control del arma. La espada era de dos filos y no tenía más que medio metro de largo. El arco era propio de la infantería ligera (psilitas) y se hacia de astas de animales (arco doble). Tuvieron también lo griegos maquinas balísticas de tiro rasante y de elevación: las primeras (euthytona) disparaban flechas y las segundas (palintona) piedras: Las gastrafetas, especie de grandes ballestas, venían a hacer el papel de nuestra artillería de plaza, y otra gran variedad equivalía a las piezas mas pesadas de hoy en día.

Las armas de los romanos durante el Imperio fueron analogadas a los de los griegos. Para proteger el cuerpo se utilizo la loriga, de láminas de acero; los oficiales, los príncipes y las tropas auxiliares asiáticas llevaban corazas de escamas o de mallas; debajo de la armadura vestían coleto de cuero, que se abrochaba por detrás. El casco de cuero guarnecido de placas metálicas (galea), lo mismo que el de metal (cassis) carecían de visera, pero tenían cubrenuca y yugulares. La infantería de línea llevaba protegida la pierna derecha por las ocreas, y mas tarde por polainas de cuero; calzón y sandalias completaban su equipo. La principal arma ofensiva fue la espada, que en tiempo de Adriano se alargo considerablemente; hasta el siglo I se fabricaron de bronce y a partir de aquella fecha se produjeron de hierro.

Después de la espada, el arma mas característica de los romanos fue el pilo (pilum). El arco, las flechas y la honda eran armas usadas únicamente por las tropas auxiliares ( cretenses, baleáricos, etc.). La caballería iba armada con espada y lanza, los romanos tomaron de los griegos el uso de las armas balísticas, que se multiplicaron en los ejércitos a medida que estos fueron perdiendo sus virtudes militares.

Por lo que toca a los pueblos primitivos de la Península, sabemos por los historiadores griegos y romanos que los iberos solían combatir sin la cabeza cubierta de casco, ni capacete, y que los baleáricos llevaban arrollada la honda en la cabeza; después usaron cascos de cuero adornados con plumas, escudos pequeños y sin ombligo al principio, espadas cortas, jabalinas y lanzas, llenado el cuerpo cubierto por un tonelete corto, ceñido a la cintura por un ancho cinturón de cuero. Se dice que los celtiberos usaban un gran escudo, parecido al de los galos y un capacete de bronce adornado con plumas encarnadas; sus armas ofensivas eran un largo venablo con punta de hierro, la lanza, el puñal y sobre todo la espada, corta, aguda y de dos filos.

De los lusitanos, dice Estrabon que llevaban escudos cóncavos de 2 pies de diámetro, capacetes de cuerda tejida, cotas de lienzo, polainas, como armas defensivas; las armas ofensivas consistían en dardos, lanzas de cobre y un afilado puñal. Los baleáricos marchaban al combate con un pequeño escudo en la mano izquierda y un fuerte palo, de punta endurecida al fuego, en La derecha; su arma predilecta era la honda, en cuyo manejo descollaban extraordinariamente. El arma nacional primitiva de los pueblos germánicos parece haber sido la framea, especie de venablo, que servia lo mismo como arma arrojadiza que como arma de corte o de punta; también fue común entre ellos el hacha, lo que francos hicieron tan famosa (francisca) y el martillo, usado por los escandinavos y por los pueblos de la Alemania del norte. La teutona o cateya de los godos, especie de jabalina, cuya asta estaba armada de clavos, convirtóse con el transcurso del tiempo en la masa de bola, denominada morgenstrn por los suizos y los alemanes del Mediodía.

A su vez pueden considerarse como derivados de la framea el angón, la pica ,la lanza y en una palabra, todas las armas propiamente punzantes que se usaron en el centro de Europa y que son capaces de ser lanzadas con fuerza por el brazo para herir. De la lanzase derivaron mas tarde la alabarda y el espontón, que se usaron gasta la mitad del siglo XVIII; la partesana, la corcesca, el glave, etc. Al martillo se le hizo mas tarde una punta o pico agudo a propósito para romper las corazas; la maza de armas, de aristas muy agudas, servia para el mismo fin. La espada, que Tácito menciona como es usada en su tiempo por los pueblos occidentales y del norte, de Europa, fuera de España era generalmente de dos filos y sin pinta; con el tiempo se fue alargando y se en arma punzante. La espada de los godos, larga, ancha y recta, iba estrechándose desde la empuñadura y no tenia guardamano; desde los últimos años del siglo XIII comenzó a usarse en España el estoque, arma intermedia entre la espada y el puñal.

Al terminar la Edad Media los suizos llevaban, además de la espada ordinaria, pendiente de un tahalí, un enorme espadon colgado a la espalda con correas, denominado flamberga o montante que se manejaba con las dos manos. El arco y las flechas se conservaron en toda Europa hasta muy entrada la Edad Media, pro en ninguna parte fue arma propia de los caballeros, que únicamente lo utilizaban en la caza; la historia nos dice que en el siglo VI los bávaros y francos envenenaban sus flechas para hacerlas mas mortíferas. Las naciones europeas donde el arco se tuvo en mayor estima, fueron Francia e Inglaterra; los arqueros ingleses, especialmente, gozaron de merecido renombre durante toda la Edad Media. A principios del siglo XIII apareció en Francia la ballesta, importada probablemente de Oriente por los cruzados, y pronto se propago al resto de Europa, aunque no logro en mucho tiempo proscribir el uso del arco, sobre todo en aquellos países donde esta arma había adquirido tradicional arraigo.

El progreso de las armas defensivas fue, puede decirse, paralelo al de las ofensivas. De la brunia y del perpunte acolchados y guarnecidos de correas, reforzadas a veces por gruesos clavos, que se usaron algunos siglos mas tarde de la caída del Imperio Romano, se pasó del camisote de anillos o a la jacerina de escamas, y de estas a la cota de mallas, que se introdujo en Europa a principios del siglo XI; estas ultimas defensas se hacían siempre a prueba de flechas. Pero ya a mediados del siglo XIII se comenzó a sustituir las mallas en algunos puntos de la armadura por planchas de hierro amoldadas al cuerpo; este fue el origen del arnés de placas. Igualmente se paso de la capellina descubierta al yelmo, de forma casi cilíndrica, con agujeros pequeños para ver, y de este al almete o bacinete, con visera y celada que protegía el rostro del caballero contra los golpes de su adversario. Esta ultima evolución de las armas defensivas tuvo lugar después de las cruzadas, terminando a fines del siglo XIV, en cuya época puede ya considerarse definitivamente constituido el arnés de placas, que los dos siglos siguientes no hicieron mas que perfeccionarlo.

Esta armadura, no solo era mas compleja y perfecta que la de mallas, sino que se fue haciendo cada vez mas gruesa, para resistir el golpe de los bodoques disparados por las ballestas, este incremento del poder defensivo impuso la necesidad de aumentar el efecto de las armas ofensivas que se empleaban en la lucha personal o cuerpo a cuerpo; de aquí nacieron el montante, el matillo y la maza de armas ( que llevaban pendientes del arzón delantero) y la pesada alabarda, armas todas que fueron de uso tan general en los últimos tiempos de la Edad Media. Pronto, sin embargo, ante el predominio que iban adquiriendo las armas de fuego, que habían comenzado a introducirse a mediados del siglo XIV, hubieron de desterrarse las armaduras, y con ellas desaparecieron también las armas ofensivas cuya existencia habían hecho aquellas innecesaria, lo mismo que la ballesta y todas las maquinas balísticas, quedando reducidas por punto general las armas de mano a la espada, la lanza y el sable.

Fué el fin de una gran época para las armas de lucha cuerpo a cuerpo, comenzaba una nueva era en la guerra, la era de matar a distancia todo gracias a un pequeño uso de las grandes fuerzas de la física: la aplicación de la pólvora.

Aplicación de la pólvora

La Polvora Aplicada A Las ArmasLa invención o mejor dicho, aplicación de la pólvora a las armas de guerra, causo, pues, una verdadera revolución, que cambio por completo la manera de ser de los ejércitos, produciendo también honda transformación en su técnica y en el aspecto de la guerra. Las primeras armas de fuego fueron las piezas de artillería; las armas portátiles no aparecieron hasta la segunda mitad del siglo XV o principios del siglo XVI. Construidas de duelas y aros de hierro forjado; compuestas de caña y recamara postiza, que se unen entre si y con el tosco afuste por medio de cuerdas; de anima muy corta y disparando por todo proyectil una pelota de piedra toscamente labrada; tales fueron las primitivas bombardas, en las que cuesta trabajo reconocer el origen de la moderna artillería. Pronto, sin embargo, se hicieron de ánima mas larga, y al acabar el siglo XIV se efectuó un importante progreso al comenzar a sustituir la pelota de piedra por la de hierro colado, lo cual permitió disminuir el calibre. Afines del siglo siguiente se distinguen ya la bombarda trabuquera, de la que nació el mortero o pedrero; el pasavolante, pieza de anima mas larga y de menor calibre que la bombardera ordinaria; la cerbatana y el falconete. Otro progreso de esta época fue la construcción de piezas de ánima seguida, que se llamaron cañones.

En Suiza apareció a mediados del siglo el órgano, o sea, una pieza compuesta de varios cañones, que podían dispararse sucesivamente, cuya maquina ha sido considerada como el origen de la ametralladora. Durante el siglo XVI se perfeccionaron las piezas de artillería, abandonando el primitivo sistema de fabricación y haciéndolas de bronce con muñones; pero el capricho de los fundidores hace que sea una tarea punto menos que imposible la de orientarse en el caos que forman las innumerables denominaciones, a veces muy pintorescas, que les dieron; hubo, en efecto: culebrinas y medias culebrinas, sacres, esmeriles, mosquetones, ápides, basiliscos, gerifaltes, sacabuches, cañones, medios cañones, berracos y cuartos de cañon, pelícanos, crepantes, trabucantes, etc. , eso sin contar que hubo piezas que estas podían ser comunes, legitimas, extraordinarias, bastardas, etc. A esta anarquía puso fin Felipe III a principios del siglo XVII, diciendo: "ordeno que no se fundan en lo sucesivo mas que cañones de batería y de campaña, medios cañones y cuartos de cañon" (Enciclopedia Espasa, 1975 pag.252) .

En este siglo aparece por primera vez en las guerras de Flandes el obús; a últimos del anterior se había inventado la bomba. El progreso de la artillería se acentuó notablemente durante el siglo XVIII y principios del XIX con el perfeccionamiento de la pólvora de guerra. La introducción del rayado en 1854, con la de la carga por la recamara y de las pólvoras progresivas, represento un progreso de las modernas pólvoras sin humo y del actual cañon de tiro rápido.

El cañon o culebrina de mano era transportado por dos hombres, que apareció a mediados del siglo XV, fue el precursor del fusil de nuestros días. La espingarda, que tuvo ya culata para apoyarla en el hombro, y la escopeta, que datan de principios del siglo siguiente, fueron perfeccionamientos sucesivos de aquel grosero artefacto, pronto eclipsados por el arcabuz de mecha y el de rueda, armas gloriosas de nuestra infantería. En 1568, el duque de Alba reemplazó en Flandes el arcabuz por el mosquete, cuya diferencia principal estribaba en ser esta un arma mas pesada y de mayor calibre; arcabuces y mosquetones se usaron simultáneamente durante largo tiempo, y para apuntar se apoyaban en una horquilla que se clavaba en el suelo. De la misma época del arcabuz son el pedreñal y el pistolete. Hacia la segunda mitad del siglo XVII, el arma de fuego se aligera, reduce su calibre, adopta la llave de chispa y, abandonando la horquilla, da un paso decisivo, que aumenta extraordinariamente su eficacia: entonces recibió ya el nombre de fusil.

Partes: 1, 2, 3
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