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Proceso de ladinización

Enviado por niselabermudez


    1. La época colonial
    2. Las estructuras políticas y sociales
    3. Concepto de Ladinización
    4. Marco histórico del proceso
    5. Los Criollos
    6. Ladinización al Servicio de la Conquista
    7. La Influencia de la Iglesia
    8. Caso Específico: El Departamento de Alta Verapaz en Guatemala
    9. Ventajas y Desventajas de la Ladinización
    10. Los Acuerdos de Paz
    11. Conclusiones
    12. Recomendaciones
    13. Bibliografía

    Introducción

    Para la cultura ladina, la ladinización en América fue lo mejor que pudo existir. Mas sin embargo, como veremos a continuación no fue tan beneficioso para las etnias nativas, ya que vinieron y mataron a gran parte de ellos, les robaron las tierras que les pertenecían, los esclavizaron y les hicieron cambiar sus creencias por otras impuestas por medio de la religión.

    El proceso de ladinización es más que el estudio de una parte de la historia, porque es una advertencia, un despertar de conciencia, frente a potencias ávidas de enriquecimiento y sangre que despiadadamente pueden apropiarse de las vidas y el futuro de otra nación, o de instituciones seudo espirituales que, escudándose en el nombre de Dios, enmascaran sus viles propósitos de sacarle al empobrecido pueblo hasta la última gota de sudor y de sangre, tal como ocurrió con la conquista y fue una realidad colonial guatemalteca.

    Un grupo, mayoritariamente ladino, derivados de los "criollos" que son una clase social definida, por ser herederos de los conquistadores y se beneficiaban del comercio e industrias que estos manejaban, principalmente al servicio de la corona y de allí que favorecieran este proceso sin embargo el mismo vino a destruir por completo las estructuras socio económicas que ancestralmente ya estaban establecidas por y para el beneficio de los pobladores nativos; esto según las mas confiables fuentes informativas.

    LA EPOCA COLONIAL

    Los objetivos de la colonización:

         Para 1492, España se había consolidado como la primera nación europea que, en la era moderna, se unificó bajo un gobierno central. Esto se había logrado después de varios siglos de lucha armada contra la presencia árabe en la Península Ibérica, la así llamada "Reconquista" desde el norte. Con la expulsión de los últimos moros del sur, en Granada, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón –los Reyes Católicos– aseguraron su dominio del nuevo reino unificado que ahora era España. También en ese año se decretó la expulsión de los judíos (o su forzosa conversión al cristianismo), y se publicó la primera gramática española (Antonio de Nebrija 1441-1552).

         Estos datos revelan tres de las bases ideológicas y políticas con que se inició la expansión española en América. En primer lugar, había un ejército muy organizado y ansioso de nuevas conquistas heroicas en nombre del cristianismo. En segundo término, el Catolicismo, el idioma español y el absolutismo de la Corona eran los elementos unificadores de la nueva identidad nacional. Y un tercer factor, no menos importante, era la ambición expansiva, en busca de riquezas para premiar a los héroes de la Reconquista y sostener una economía basada en la guerra y en la posesión de tierras. Ya que el comercio comenzaba a florecer en Europa, la compra y venta de mercancías era una dinámica social fundamental que utilizaba el oro y la plata como monedas de cambio.

    Así pues, la colonización de América tenía, en la esfera ideológica, una misión evangelizadora: cristianizar heroicamente el mundo, por conversión o por miedo. A escala política, su papel era expandir el dominio de la Corona española, consagrada a la fe católica. En el campo económico, había que encontrar metales preciosos, competir comercialmente con el resto de Europa, y dar tierras a los héroes españoles y a la Iglesia. Por eso la conquista fue una operación fundamentalmente militar, pero también evangelizadora, que avanzó en busca de oro y de plata hasta el extremo sur del continente, con la esperanza de encontrar el legendario "dorado". Son típicas las imágenes de los conquistadores españoles con sus armaduras y caballos, siempre acompañados de sacerdotes católicos, convirtiendo a los indígenas o luchando contra ellos, y fundando ciudades en nombre de Dios y del rey.

         Una vez conquistado un vasto terreno, el esfuerzo militar pronto se concentró en neutralizar la intervención de otras potencias en la zona, tales como los bucaneros ingleses. Además, la Corona española estableció un fuerte monopolio comercial sobre sus territorios de ultramar, y una estructura autoritaria, burocrática y jerárquica que duró más de tres siglos y que hasta el presente continúa influenciando de muchas maneras la cultura, enconomía y política de la región.

    Síntesis del Proceso de Descubrimientos, Conquista y colonización en las Distintas Áreas de América

    CARIBE:

    A fines del siglo XV la Corona de Castilla aprueba el proyecto colombino de navegación del Océano Atlántico hacia el Occidente como parte de la expansión en que se encontraba empeñada España y que incluía la búsqueda de oro y especies y de una ruta hacia las Indias Orientales. Las primeras tierras descubiertas fueron las de las Antillas y confundidas por Colón con tierras asiáticas. A pesar de esta confusión geográfica que se mantuvo hasta la primera década del siglo XVI, las Antillas fueron integradas como parte de los territorios que constituían el área de explotación europea de fines del siglo XV.

    La primera fundación en las Antillas fue la ciudad de Santo Domingo, que se convirtió en el núcleo de la primitiva ocupación española de América organizándose como factoría comercial bajo la administración colombina.

    Conflictos originados por la lucha de intereses privados y estatales promovieron el reemplazo de Colón y la transformación de la factoría en colonia bajo la administración posterior. La experiencia de colonización en Santo Domingo, del mismo modo que la realizada anteriormente por España a mediados del siglo XV en las Canarias, resultó el primer ensayo de conquista y colonización española en América. Allí surgieron los puntos de partida de la administración colonial (cabildos, audiencias) que más tarde serían trasladadas al continente.

    La dócil población aborigen antillana que practicaba una economía de plantadores, fue sometida a un duro régimen de trabajo, ya sea mediante la esclavitud generalizada o bien e través del sistema de encomiendas. La incesante búsqueda de oro y la explotación de yacimientos auríferos conseguidas mediante el abuso de la mano de obra aborigen, condujo a un rápido y abrupto descenso demográfico en Santo Domingo, Por consiguiente se impulsó la conquista de islas cercanas (Cuba, Puerto Rico, Jamaica) como fuente potencial de mano de obra. Hacia 1530, el agotamiento de los yacimientos auríferos y la despoblación indígena tuvo como consecuencia la introducción de esclavos provenientes del África. Desde mediados del siglo XVI las Antillas se especializaron en la producción de cultivos tropicales y en la ganadería. La introducción de la caña de azúcar favoreció el desarrollo de las plantaciones, que consistían en grandes explotaciones trabajadas por mano de obra esclava. Estas nuevas unidades económicas, que encontrarán su mayor desarrollo en los siglos XVII y XVIII, orientaron su producción al mercado europeo.

    DARIÉN

    El descubrimiento del Darién, región comprendida entre el Golfo de Urabá y el Istmo de Panamá, fue el resultado de expediciones con fines mercantiles y de exploración iniciadas a principios del siglo XVI.

    Desde 1509 la Corona impulsa la conquista del área, considerada potencialmente rica en oro y esclavos. Conflictos provocados por luchas internas entre las huestes conquistadoras sumados a una tenaz resistencia indígena, provocaron una ocupación inestable de la región. El descubrimiento del Mar del Sur (Océano Pacífico) en 1513, impulsó la búsqueda de una vía de acceso marítimo más rápida que conectara el Atlántico con el Pacífico, expediciones que realizarán posteriormente Solís y Magallanes.

    El núcleo de la conquista y colonización de la costa atlántica trasladó al interior y posteriormente se fundó la ciudad de Panamá sobre la costa del Pacífico, desde donde se realizó la expansión hacia América Central Ístmica y hacia Perú.

    A partir de ese momento Panamá cobra importancia como asiento de puertos intermediarios en el tráfico comercial de América y España, puerto que allí se concentraban fundamentalmente las exportaciones de metales preciosos peruanos que se transportaban por rutas terrestres hasta alcanzar la región de puertos del Caribe.

    MÉXICO:

    Expediciones privadas de exploración y conquista que tuvieron por base a la isla de Cuba llevaron a cabo el descubrimiento del estado Azteca en 1a segunda década del siglo XVI.

    Los Aztecas constituían un pueblo que había comenzado su expansión desde el Valle de México un siglo antes de la llegada de los europeos y que estaban intentando estabilizar una unificación política sobre muchas otras poblaciones de alto desarrollo cultural. En el área mesoamericana se dieron las primeras comunidades agrícolas y un rápido desarrollo arquitectónico y artesanal desde el segundo milenio a.C.

    La dominación azteca, si bien mantuvo intactas algunas autonomías administrativas en las poblaciones sometidas, fue resistida sobre todo por las onerosas exigencias tributarias. En ese sentido la llegada de los españoles ofreció una oportunidad de independencia a esas comunidades que se negaban a someterse al estado militarista azteca.

    El éxito de las técnicas militares españolas y el apoyo de los pueblos descontentos con el dominio azteca provocaron el derrumbe del estado azteca. Inmediatamente los españoles organizaron un rápido dominio del área cultural azteca y de una numerosa

    población indígena que posteriormente fue repartida como recompensa militar entre los miembros de las huestes conquistadoras. La experiencia previa de la colonización en las Antillas favoreció el traslado a México de la encomienda corno institución de trabajo indígena para la explotación agrícola, minera y manufacturera, adaptándola a la nueva situación cultural y demográfica.

    La exploración minera se inició tempranamente y se caracterizó por la gran dispersión de sus yacimientos ubicados en su mayoría fuera de los límites del antiguo imperio Azteca. A diferencia del caso peruano, en México se generalizó

    el trabajo indígena pago, limitando el servicio de trabajo obligatorio de los indígenas a un número reducido de actividades mineras.

    En cuanto a la agricultura durante el siglo XVI sobrevivieron las mismas formas técnicas de explotación indígena prehispánicas pero se alteraron especialmente las estructuras económicas en cuanto a que los españoles exigieron una intensificación de la producción e impusieron reglas económicas distintas a las que tenían vigencia durante el período prehispánico.

    Poco tiempo después comenzó la diversificación de la economía mexicana convirtiendo a Nueva España en el área más rica de toda América española: nuevos recursos económicos se explotaron en forma intensiva como la cría de ganado ovino y del gusano de seda, 1a instalación de ingenios azucareros, la difusión de la industria de paños para el

    consumo local, el cultivo de

    plantas tintóreas (cochinilla).

    En el siglo XVII comenzó a desarrollarse la hacienda como nueva unidad económica. Las haciendas, ingenios y obrajes se sostuvieron con mano de obra indígena que fue reinstalada de acuerdo a la localización de estos centros de producción y retenida en los mismos a través del endeudamiento (peonaje).

    En Nueva España se dio un particular crecimiento del urbanismo (Valle de México, Puebla, Veracruz) y una magnífica arquitectura urbana colonial se desarrolló en los mismos. Estos centros urbanos fueron también grandes centros económicos en los que se concentraban las fortunas y a la vez resultaron activos mercados internos.

    VENEZUELA:

    El extenso litoral marítimo venezolano fue recorrido desde fines del siglo XV por expediciones que alentadas por la existencia de abundantes bancos de perlas y la caza de esclavos de tribus caribes, frecuentaron el área por más de treinta años con fines mercantiles. La mayor parte de la población aborigen que ocupaba las costas pertenecía a los grupos caribes quienes practicaban la antropofagia, motivo por el cual la Corona justificó su captura como esclavos.

    El difícil panorama que presentaba el sometimiento de los caribes y diversos compromisos contraídos por la Corona española en

    Europa indujeron a la dirección de la conquista y colonización de Venezuela a la familia de banqueros Welser, de origen alemán, representando esta área un caso atípico en el contexto de la conquista hispanoamericana. Encarada como una empresa puramente comercial, el gobierno de los Welser en Venezuela no condujo a su colonización, limitando su acción a la explotación económica de la región de Coro y a la explotación del occidente venezolano y del este de Colombia.

    Recién desde mediados del siglo XVI la Corona retoma una política de ocupación definitiva especialmente en la región central. Los fértiles valles costeros, con una numerosa población indígena no belicosa y por lo tanto fácilmente encomendable permitieron el establecimiento de ciudades que aseguraron la colonización de esos territorios. Sin embargo, quedaron desocupadas extensas áreas hacia el sur y hacia el este. Esta discontinuidad en la ocupación territorial se mantuvo hasta el siglo XIX.

    COLOMBIA:

    Desde comienzos del siglo XVI empresas comerciales para la caza de esclavos indígenas exploraron las costas atlánticas colombianas pero el interés colonizador de la región sólo surgió a partir de 1525 con la fundación de dos ciudades sobre la costa del Caribe: Santa Marta y posteriormente Cartagena. La obtención de oro en sepulturas indígenas cercanas a la costa y mediante el comercio con los aborígenes pusieron de manifiesto la existencia de ricas culturas en el interior del continente. La difícil penetración hacia el interior a causa de los obstáculos que presentaba 1a geografía se realizó a través de dos grandes vías: el valle del Magdalena y el del Cauca. Una expedición partiendo de Santa Marta exploró el río Magdalena y desembocó en la aislada meseta de Bogotá en pleno territorio de comunidades chibchas. Tras el rápido sometimiento de las mismas se produjo el encuentro con huestes que provenientes de Venezuela y Quito decidieron la fundación de Santa Fe de Bogotá núcleo de la colonización de Colombia.

    Otra expedición también partiendo del Magdalena se desvió para explorar el valle del Cauca sin que se realizaran asentamientos definitivos.

    La necesidad de vincular Quito con Bogotá promovieron la fundación de Popayán y Cali que se convirtieron en puntos intermedios entre la meseta de Bogotá  y el área de Quito.

    La exploración del área del interior de Colombia en búsqueda del Dorado no se detuvo hasta fines del siglo XVI.

    En consecuencia Colombia resultó un área de escasa cohesión territorial (costas del Caribe y del Pacífico, valles del Cauca y Magdalena, meseta de Bogotá , región selvática meridional y oriental) manteniéndose la desocupación de vastos territorios y 1a concentración de la escasa población principalmente en la costa y la meseta de Bogotá hasta el siglo XIX. La gran riqueza aurífera concentrada en las regiones del Atrato y el Alto Cauca fue explotada desde el siglo XVI y fue su principal recurso económico hasta mediados del siglo XIX.

    PERÚ:

    Como en el caso de la conquista de México, la conquista del Perú respondió al interés privado de huestes que se asociaron para emprender la búsqueda de metales preciosos. En el caso de México se tornó como base a las Antillas y en este caso a Panamá.

    Confirmadas las informaciones sobre la existencia de un gran estado indígena al sur de Panamá  en el área andina, la conquista se realizó desde 1531. El área andina estaba ocupada por pueblos de alto grado de desarrollo tecnológico desde mucho tiempo atrás, cuyos inicios se remontan al segundo milenio a.C. , momentos en que aparecen las primeras aldeas de agricultores que van a localizarse en los valles costeros y en las tierras altas. A lo largo de 3500 años estos pueblos fueron desarrollando sobre una misma base cultural distintas sociedades con marcadas particularidades regionales. Uno de estos pueblos, los Incas, comenzaron una rápida expansión política desde el valle del Cuzco a partir del siglo XV y que fue interrumpida por la llegada de los españoles.

    La rápida victoria militar española, obtenida por la debilidad del estado incaico conmovido en esos momentos por luchas internas y también por la superioridad bélica hispánica, permitió la inmediata sustitución de la administración de los Incas por la española.

    Durante el primer siglo de dominación hispánica la agricultura intensiva, base de la economía de autosuficiencia de la población indígena, no se interrumpe pero se inicia una intensiva explotación minera que va a proveer de grandes cantidades de metales preciosos a Europa. El reparto de mano de obra indígena encomendada a particulares constituye la primera etapa de la colonización del Perú la principal fuente de recursos económicos de los conquistadores. Los encomenderos, apoyándose en la organización indígena preexistente canalizan esa mano de obra hacia la producción de manufacturas (tejidos,

    metalurgia, etc.). De este modo se constituye una aristocracia encomendera que durante el siglo XVI se afianzó política y económicamente a costa de cruentas guerras civiles.

    La necesidad de aliviar tensiones sociales provocadas por esas luchas internas condujeron al desplazamiento de huestes descontentas hacia áreas marginales del antiguo imperio incaico: Chile y Tucumán. La incorporación de Tucumán y Chile afianzan la seguridad del Perú mediante la extensión de la frontera meridional y la fundación de ciudades en esos territorios. En cuanto al  área del Tucumán , su conquista se incluyó tempranamente dentro del proceso de ocupación del área andina. Tucumán se desarrolló como  área intermedia entre el Atlántico y los principales centros mineros del Perú siendo su principal función económica la de proveer de alimentos,

    transporte (mulas) y manufacturas a esos centros, en especial los localizados en el Alto Perú.

    A partir de 1650 dentro de toda el  área andina se produce una transformación social y económica debido por una parte, a los intentos de supresión de la encomienda que desde comienzos de la colonización se opone la Corona (Leyes Nuevas) y por otra parte, debido a la gran despoblación aborigen provocada por las nuevas formas de vida impuestas y las epidemias. En esta misma época comienza la valorización de la tierra y la mano de obra indígena adquiere un valor económico aún mayor que en la etapa de la organización del sistema de encomiendas, constituyéndose las haciendas como nuevas unidades económicas en el Perú.

    CHILE:

    La conquista de Chile está vinculada con el

    proceso de incorporación territorial que siguió 1a conquista del Perú. En 1540 grupos de huestes hispánicas residentes en el Perú emprendieron la conquista de Chile, alentadas por la difusión de la leyenda del Reino del Rey Blanco, en búsqueda de metales preciosos.

    Posteriormente estas huestes comprobaron la ausencia de grandes cantidades de metales pero en su lugar encontraron una organizada resistencia indígena.

    En consecuencia Chile representa un caso de pura conquista militar. La guerra contra los araucanos dio caracteres epopéyicos a los intentos españoles por imponerse en un dilatado y poco accesible territorio. Este hecho condicionó profundamente el poblamiento de Chile realizado sobre la base de la fundación de ciudades que resultaron verdaderos fuertes o enclaves militares y que quedaron muy aislados entre sí. Por lo tanto, la dispersión de las fuerzas españolas condujo a una conquista extensiva y poco segura, a tal punto que se puede decir que el área chilena recién alcanzó su estabilidad en el siglo XIX. La falta de vinculación entre las ciudades-fuertes sumado al aislamiento geográfico del área con respecto a1 Alto Perú y el Atlántico promovieron a mediados del siglo XVI la incorporación de las regiones de Tucumán y Cuyo a la gobernación de Chile. E1 intento de avanzar sobre el Tucumán fue rechazado por huestes hispánicas procedentes del Alto Perú y en consecuencia Chile sólo retuvo bajo su jurisdicción el área de Cuyo.

    Cuyo proveyó de ganado y mano de obra indígena a las demandas de los centros mineros ubicados del otro lado de la Cordillera, y cuya incipiente producción metalífera se había iniciado a mediados del siglo XVI.

    RÍO DE LA PLATA E INTERIOR DEL LITORAL:

    El descubrimiento del Río de la Plata a comienzos del siglo XVI se vincula con la búsqueda del paso interoceánico que condujera a las Indias Orientales. Diversas leyendas difundidas en la región le atribuyeron supuestas riquezas metalíferas, realizándose los primeros intentos de conquista en la tercera década del siglo XVI.

    El fracaso de este primer poblamiento por la carencia de metales y de mano de obra indígena dócil y abundante convirtieron al Río de la Plata en un área marginal dentro del contexto colonial hispanoamericano. Simultáneamente, Asunción nucleaba el poblamiento español, alentado por la facilidad de acceso a una numerosa población indígena.

    La vinculación de la ciudad de Asunción con el Atlántico se hizo imperiosa para su propio progreso: las fundaciones de Santa Fe y de Buenos Aires, aseguraron la ruta comercial con España y al mismo tiempo frenaron el avance de las huestes que, desde Córdoba, intentaban también una salida hacia el Atlántico.

    BRASIL:

    El litoral atlántico del Brasil fue explorado por expediciones de origen español y portugués‚ desde los últimos años del siglo XV. A principios del siglo XVI Portugal dio carácter oficial al descubrimiento del Brasil a fin de legalizar la posesión de territorios ubicados al este de la demarcación de Tordesillas.

    La carencia de metales preciosos desalentó la colonización portuguesa postergándola por más de tres décadas. Durante ese período la extracción del palo brasil fue el único aliciente para que se instalaran pequeñas factorías en las costas atlánticas a cargo de empresarios europeos.

    Fracasado el sistema de colonización a través de las concesiones hereditarias (capitanías) la corona portuguesa emprendió la colonización efectiva del Brasil a mediados del siglo XVI, e1 poder político y administrativo quedó centralizado en la ciudad de Bahía y desde esta ciudad y la de San Vicente se impulsó la difusión del cultivo de 1a caña de azúcar que se había iniciado anteriormente con éxito en 1a región de Pernambuco.

    Dos  áreas bien definidas constituyeron los núcleos de la producción azucarera durante un siglo y medio: el nordeste (Pernambuco, Bahía) y el sur (San Vicente, Río de Janeiro) .

    El desarrollo del cultivo de la caña de azúcar en Brasil condujo a la creación de una economía agrícola de exportación basada en el sistema de plantaciones. Las plantaciones azucareras demandaban importantes inversiones de capital para la instalación de ingenios, grandes extensiones de tierra y una mano de obra dócil que trabajara en las mismas. La población aborigen de la región atlántica que practicaba una economía de recolectores resultaba poco apta para el trabajo organizado de las plantaciones. En consecuencia se incorporó una numerosa mano de obra esclava africana. La explotación azucarera quedo limitada en manos de una "aristocracia del azúcar" capaz de afrontar los elevados costos de producción que exigía el cultivo del azúcar, Brasil mantuvo el monopolio mundial de la producción de azúcar hasta mediados del siglo XVII cuando los holandeses y franceses iniciaron la competencia en las Antillas. Los holandeses habían intentado previamente la colonización del área de Pernambuco en donde por treinta años se dedicaron a la producción de azúcar hasta que fueron expulsados del Brasil por los mismos portugueses.

    Una franja fronteriza en constante expansión hacia el interior fue sumando recursos ganaderos a las plantaciones e ingenios que presentaban tan pocos vínculos de intercambio entre sí.

    Mientras tanto la escasa población del interior del Brasil se expandía en búsqueda de indígenas para esclavizar y de metales preciosos. La acción de esta población, conocida como bandeirantes, apoyó las pretensiones de Portugal por superar hacia el oeste la línea de Tordesillas. E1 centro de estas expediciones de caza de esclavos fue la antigua misión de San Pablo que comienza a desarrollar una actividad azucarera desde mediados del siglo XVII y consecuentemente necesitaba mano de obra abundante. San Pablo cumplió también un papel trascendente como base para la expansión de Portugal hacia el Río de la Plata. En ese sentido la fundación de la ciudad de Colonia del Sacramento en la margen izquierda del Río de la Plata constituye uno de los intentos de Portugal por alcanzar el acceso directo al Río de la Plata.

    En los últimos años del siglo XVII se produjo el hallazgo de yacimientos auríferos y de piedras preciosas en la actual región de Minas Geraes. Durante el siglo XVIII un gran movimiento migratorio proveniente de las áreas costeras condujo a la fundación de nuevas ciudades y a la vinculación de las distintas regiones económicas del Brasil que hasta entonces se habían mantenido como unidades productivas independientes.

    El interior selvático de Brasil por sus condiciones de difícil acceso se mantuvo por dos siglos como región poco poblada y aún inexplorada en gran parte.

    ESTADOS UNIDOS:

    En la costa atlántica de América del Norte la colonización anglosajona se concentró en dos regiones: Virginia en el centro y Massachusetts al norte. Esta ocupación colonial se caracteriza por la continuidad de poblamiento a lo largo del litoral atlántico que perdure hasta las guerras de independencia.

    La colonia de Virginia creada por una compañía por acciones pudo sobrevivir a las dificultades que presentaban los primeros momentos de la colonización gracias a la introducción del cultivo del tabaco. En pocos años el tabaco convirtió a Virginia en una colonia de monocultivo protegida por Inglaterra que monopolizó la comercialización de dicho

    producto. En Virginia la distri bución de tierras la realizó la compañía en forma directa a los colonos. En el siglo XVII las parcelas repartidas a los colonos fueron reuniéndose en pocas manos y de esa forma un siglo más tarde se consolidó el latifundio de plantaciones de tabaco al que se agregó posteriormente el cultivo de algodón. Estas grandes unidades de producción promovieron la distribución de la población en áreas rurales y consecuentemente no se dieron las condiciones para que aparecieran las grandes concentraciones urbanas. De este modo surgió una clase dirigente de propietario de plantificiones que adoptó actitudes aristocratizante y señoriales intentando reproducir el estilo de vida de 1a metrópolis. Esta elite colonial de Virginia practicaba el anglicanismo (religión oficial de la monarquía inglesa) y participaba activamente de la administración de la

    iglesia anglicana y de los asuntos públicos. La gran demanda inglesa y mundial de los

    productos coloniales fundaron las bases de una economía floreciente que alcanzará  su apogeo en el siglo XVIII. Estas circunstancias explican el desinterés de estas colonias en la participación del proceso de emancipación colonial y la tendencia al aislamiento de las colonias de plantaciones con respecto a los intereses políticos de los restantes estados americano que surgieron como consecuencia de las

    guerras de independencia.

    Al norte la región de Massachusetts se convirtió en el segundo centro de colonización anglosajona. Los grupos colonizadores que fundaron la colonia de Massachusetts que fue el núcleo originario de la región conocida como Nueva Inglaterra eran en su mayoría disidentes religiosos pertenecientes a diversas sectas del puritanismo. El puritanismo de Nueva Inglaterra afectó profundamente la vida económica, política y social de la colonia. La injerencia en la administración colonial por parte de los colonos fue dominante al punto que quedaba en manos de los colonos la elección del gobernador de la legislatura y la distribución de las tierras.

    Generalmente obtuvieron tierras las congregaciones de la iglesia puritana. Sólo los propietarios de tierras tenían derecho a intervenir en el gobierno colonial constituyendo de este modo una pequeña oligarquía puritana de gobernantes que pretendieron mantener una comunidad socio-religiosa unitaria.

    La pretensión de mantener esa unidad política-religiosa fue un factor de importancia en la colonización de Nueva Inglaterra, porque muchos colonos que se opusieron a la política o a la religión de la oligarquía de Massachusetts fueron expulsados y se vieron obligado a fundar nuevas colonias ( Connecticut, New Haven , Rhode Island).,

    La especialización en la producción agrícola dio prosperidad económica a la región. Desde 1660 el comercio cobró una importancia cada vez mayor. Los recursos económicos de Nueva Inglaterra (pesquería, pieles, maderas, cereales) abrieron el intercambio con la metrópolis y con las colonias inglesas de las Antillas. El puerto de Boston se convirtió en el centro de intercambio colonial del norte. Los comerciantes fueron afirmándose económica y políticamente. A fines del siglo XVII reemplazaron a los magistrados puritanos en el orden político y económico. Esta nueva clase social va a ser la promotora del movimiento de anticipación basados en los principios del liberalismo político y económico. La prosperidad económica de la región favoreció el crecimiento de su población, aumentada considerablemente por el aporte inmigratorio anglosajón.

    La organización del espacio colonial del sur y norte de la costa atlántica se tradujo en lo económico en una clara diferenciación productiva entre ambas. En las primeras (Virginia, Maryland, las dos Carolinas, Georgia) se desarrolló una economía sustentado en la

    exportación del tabaco y del algodón cuya clase social y económica fue la plantación esclavista. La esclavitud negra prosperó debido a dos factores: la expansión territorial del sistema de plantaciones y la dismunición de la mano de obra aportada por la servidumbre por contrato de origen blanco quienes terminadas sus obligaciones contractuales emigraban al norte y centro. De este modo la institución de la esclavitud quedó vinculada a las colonias del sur hasta la guerra de Secesión. En las colonias del norte prevaleció el minifundio, la vida urbana y el

    comercio diversificado de exportación. La mano de obra se componía en su mayor parte del trabajo familiar no remunerado y del contrato temporario de una mano de obra especializada muy cotizada.

    Las colonias centrales de la costa atlántica (Pennsylvania, New York, New Jersey y Delawere) se caracterizaban por un predominio de la agricultura de cereales. Tan importante era esta producción que se consideraba a estas colonias centrales como el "cesto de pan" de las restantes colonias atlánticas. New York y Philadelphia evolucionaron rápidamente hasta convertirse en puertos cerealeros de primera importancia en el siglo XVIII. Ambas ciudades dieron origen a una clase comercial pujante que fijaba la cotización de los productos agrícolas dentro de incipiente sistema bursátil. Esta clase comercial dirigente se asoció en el siglo XVIII a los intereses emancipadores de las colonias del norte, ya que una política de librecambio les ofrecía la oportunidad de gravitar en el

    mercado mundial de productos agrícolas el que podían abastecer con un gran volumen de la producción agrícola.

    Otras dos naciones europeas participaron en el siglo XVII de la colonización América del Norte : Holanda y Suecia.

    Los holandeses se encontraban en la vanguardia del capitalismo comercial del siglo XVII. Sus métodos financieros se contaban entre los más desarrollados dentro del contexto europeo (sistemas de crédito, costos de flete, concentración y fluidez de capitales) y esta superioridad los había convertido en los dueños del comercio marítimo mundial. Las compañía por acciones de las Indias Occidentales y Orientales apoyadas por el Estado holandés‚s impulsaron la expansión colonial tanto en Oriente como en América. Dentro de este proceso encontramos la ocupación holandesa en Brasil, en el Caribe y también en la costa atlántica de América del Norte. La ocupación holandesa en América del Norte fue breve. Y el núcleo más importante de esa colonización fue el puerto de Nueva Amsterdam (actual Nueva York) verdadero centro cosmopolita de intercambio comercial. La colonia de Nueva Holanda, como se denominó a los territorios holandeses en América del Norte, no significó un atractivo para el traslado de grandes contingentes migratorios de origen holandés‚ pero en pocos años los colonos de Nueva Amsterdam se adueñaron del tráfico ilegal de las colonias inglesas.

    Por esta razón se entabla una guerra económica entre Inglaterra y Holanda que finalizará  con la destrucción del poder holandés en América del Norte.

    Más breve que la holandesa y sin dejar consecuencias económicas importantes la colonización sueca se centralizó en la región del río Delawere. Desde el punta de vista económico el rubro más importante fue el tráfico de pieles pero en pocos años los suecos fueron desplazados por el empuje holandés antes que éstos a su vez fueran desalojados por Inglaterra.

    CANADÁ:

    Los objetivos de la expansión atlántica francesa coinciden con los que perseguían sus rivales europeas del siglo XVI: acceso directo al

    comercio de las especies, adquisición de metales preciosos.

    La ocupación del Canadá  se realizó a través de un poblamiento numéricamente reducido que, sin embargo, mantuvo una continuidad en la ocupación territorial. E1 extenso territorio oriental del Canadá  estaba ocupado por diferentes grupos aborígenes, con distinto grado de desarrollo cultural. Dentro de estos grupos, los aborígenes que practicaban una economía de cazadores caracterizada por una gran movilidad, no pudieron ser incorporados a un régimen de trabajo similar al que los españoles pudieron implantar en Mesoamérica y en el Perú.

    En consecuencia, condicionada por la carencia de metales preciosos y de mano de obra indígena que pudiera ser empleada en actividades agropecuarias, la colonización francesa se volcó hacia la exportación de materias primas muy valorizadas en Europa desde mediados del siglo XVI. La formación de compañías dedicadas al comercio de pieles, maderas y pesquerías, estuvo en manos de la iniciativa privada y su organización resultó similar a la de aquellas compañías que formaron holandeses e ingleses.

    Cuando el estado borbónico profundizó su interés por la colonización del Canadá , introdujo formas semifeudales de acceso a la propiedad de la tierra, desalentando la inmigración de vastos sectores de escasos recursos, hecho que constituyó el factor decisivo para el mantenimiento permanente de la colonización del Canadá.

    A fines del siglo XVIII, el impulso explorador de misioneros jesuitas y de comerciantes de pieles, permitió la incorporación de la Louisiana, conectando el Golfo de México con el Canadá.

    LAS ESTRUCTURAS POLÍTICAS Y SOCIALES:

    Pocas décadas después de la llegada de Colón, el gobierno español ya tenía una jerarquía muy organizada en Las Indias, que se consideraban parte del territorio nacional. El rey delegaba directamente su autoridad a un noble español con el título de virrey. Durante el siglo XVI se establecieron dos virreinatos: el de Nueva España, creado en 1535 con capital en la ciudad de México, incluía todo el territorio del antiguo México (desde Nuevo México, Texas, California hasta lo que hoy es Guatemala); y el de Nueva Castilla, establecido en 1543, cuya capital era Lima, que reemplazó al Imperio Incaico (hoy Ecuador, Perú y Bolivia). Con menor jerarquía política, había territorios más militarizados, gobernados por capitanes: las capitanías de Guatemala (hasta lo que hoy es Panamá), de Cuba (que incluía La Española y Puerto Rico), de Venezuela y de Chile. En el siglo XVIII se crearon otros dos virreinatos: La Nueva Granada, con capital en Bogotá (1739), y Buenos Aires, con capital en La Plata (1776).

         Además de los virreyes, existía en América una institución judicial llamada la Audiencia, constituida por unos ocho oidores que controlaban a las autoridades políticas. Los virreyes, además, eran visitados con frecuencia por representantes del rey para supervisar su fidelidad a la Corona. Este complicado aparato político respondía, en parte, a la preocupación constante de la Corona española por controlar sus territorios en América. Pero también reflejaba los debates internos del gobierno español, que por un lado fomentaba el afán de lucro y el trabajo forzado de indígenas y de africanos, pero por otro lado expedía leyes para proteger los derechos cristianos de los indígenas y prevenir los abusos. La autoridad era contradictoria y difusa. Un dicho común en las colonias era: "la ley se acata pero no se cumple", es decir, se reconocía el mandato del rey, pero sus leyes tenían poco impacto en la práctica. Por ejemplo, por razones religiosas y políticas, en todos los territorios españoles estaba prohibido el tráfico de esclavos –los traficantes de esclavos eran ingleses, franceses, portugueses y holandeses–, pero en realidad la compra y venta de esclavos africanos fue una parte fundamental de la economía colonial.

         La pirámide social de las colonias ibéricas era bastante fija, y estaba basada en una clara distribución desigual de la riqueza, el trabajo y la raza. En la cima de la pirámide, con el mayor poder político y económico, estaban los españoles venidos de Europa. Junto a ellos, pero con menor influencia política, estaban los criollos: americanos de "pura sangre" española que generalmente eran latifundistas y tenían pleno acceso a la educación. En el estrato medio, generalmente artesanos o pequeños propietarios de tierras, estaban los mestizos: estos eran una mezcla de indígena y español. En escala descendiente había un gran número de otras "castas" o mezclas raciales: mulatos (negro y español), zambos (negro e indígena), etc. Por fin, en la base de la pirámide y destinados a los trabajos más duros en las minas y la agricultura, estaban los indígenas y los esclavos africanos.

         Estas estructuras políticas y sociales también se expresaban en el desarrollo urbanístico. Las ciudades se organizaban alrededor de una plaza mayor central, donde se hacía el mercado semanal, y donde se encontraba el palacio de gobierno y la iglesia principal o catedral. Cerca de la plaza vivían las personalidades más influyentes –autoridades, familias adineradas de españoles o de criollos–, y estaban los conventos y las universidades. En la periferia vivían los ciudadanos de menor categoría: mestizos, mulatos, indígenas. Así, las ciudades reflejaban la estratificación de la colonia, basada en la "pureza" de sangre española, y con muy pocas posibilidades para ascender en la escala social. Pero esta estructura expresa también el continuo contacto entre clases y grupos diferentes en la plaza mayor, para el mercado, las Audiencias, y las festividades religiosas que, además del contacto sexual entre las distintas castas, creó el sincretismo cultural y racial que hoy caracteriza a América Latina.

    La vida económica y cultural:

         La economía colonial tenía tres bases: la agricultura, la minería y el comercio. La mayor riqueza venía de la explotación de minas de oro y de plata, como la de Potosí en Bolivia, o la de Zacatecas en México. Los cultivos de algodón y los ingenios de azúcar también fueron de gran importancia, especialmente en el Caribe y Brasil. Los españoles y los criollos eran los propietarios y administradores de las tierras, mientras que los indígenas y los esclavos africanos eran la mano de obra, tanto en las minas como en los cultivos agrícolas. Era típico de los colonos españoles considerar indigno el trabajo físico, como lo declaró Hernán Cortés al llegar a América: "No he venido a arar la tierra como si fuera un campesino". Esta tradición de mantener una minoría privilegiada en el poder político y una mayoría pobre dedicada al trabajo agrícola y manual está todavía hoy arraigada en la organización social de la mayoría de los países latinoamericanos.

         Los indígenas, que no eran esclavos sino ciudadanos, estaban obligados a trabajar mediante instituciones basadas en los impuestos o en la "protección" militar. Dichas instituciones eran la mita (impuestos que se pagaban con tiempo de trabajo) y la encomienda (tierras "protegidas" por un español que debía asegurarse del bienestar de los indígenas, quienes a cambio trabajaban gratuitamente para él). La metrópoli española tenía el monopolio del mercado, así que era prohibido el comercio de unas colonias con otras: todas enviaban sus mercancías directamente a España. Sin embargo, el contrabando y la piratería eran prácticas comunes. La industria nunca fue una parte muy significativa de este monopolio, y fundamentalmente se concentraba en la manufactura de algunos productos para el consumo doméstico (ropa, alimentos, ladrillos, etc.). Los criollos y los mestizos generalmente controloban este tipo de industrias locales.

         Pero no todo en la colonia era explotación económica o burocracia política. La vida cultural también se manifestó a través de instituciones educativas (controladas por la Iglesia), arte y festivales religiosos, periódicos, expediciones científicas, la creación de una dieta nueva y variada, la producción arquitectónica, una rica tradición de leyendas orales y una producción literaria basada en la crónica y en la poesía. En paralelo con la estructura social, los virreinatos españoles en América tenían pocas instituciones educativas para el pueblo en general, pero establecieron desde muy temprano prestigiosas universidades para los españoles y los criollos, los futuros administradores. En Lima, por ejemplo, se fundó La Universidad de San Marcos en 1552, la cual ha continuado funcionando hasta hoy.

       La censura de libros por parte de la Inquisición católica fue más estricta en América, donde estaban prohibidas todas las novelas, incluyendo la famosa obra de Miguel de Cervantes. Por lo tanto, el cultivo literario se concentró en las crónicas históricas y en la poesía. En la práctica, sin embargo, había un contrabando continuo de novelas europeas: se ha descubierto que en 1605, el mismo año en que se publicó El Quijote, había en Cartagena (Colombia) y en Lima numerosos volúmenes de esta obra (¡la ley se acata pero no se cumple!). Además, desde 1535, funcionaban muchas imprentas en las ciudades hispánicas de América. La escritora más famosa de la época colonial, y probablemente una de las mentes más brillantes que produjo el Nuevo Mundo, fue Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695), quien desde niña impresionó a la corte de la Nueva España por sus vastos conocimientos. Esta genial escritora, que se hizo monja para poder cultivar la actividad intelectual sin las restricciones del matrimonio, fue célebre por sus poemas barrocos, villancicos y obras teatrales, así como por su Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (1691), que defiende el derecho de las mujeres a la educación.

          Fue esta herencia múltiple y contradictoria, llena de posibilidades y limitaciones, la que dio forma a lo que hoy se llama América Latina. Su estética barroca, su diversidad étnica, sus paradojas económicas y sociales, encuentran sus raíces en la historia colonial, en la que las nuevas potencias europeas luchaban por la tierra y el trabajo de indígenas y africanos. En el proceso, tanto América como Europa se transformaron e influenciaron mutuamente, en relaciones verticales en cuanto al poder político y económico, pero horizontales u oblicuas respecto al patrimonio cultural.

    Establece al CRIOLLO como una clase social definida, por ser herederos de los conquistadores.

    Ellos se beneficiaban ampliamente del trabajo de esclavitud de los indios, así como de las tierras y sus productos, habiendo llegado a amasar grandes fortunas. Ellos fueron los primeros pobladores españoles. Establece, además, el hecho que, al haber otros españoles recién llegados, quienes eran aventureros, surgieron desavenencias entre ambos grupos, pues los primeros, los criollos, se sentían ser ellos los de real abolengo, mientras que los recién llegados sentían ser ellos los superiores. Esto porque los nuevos eran nacidos en España, mientras que los criollos habían nacido en América.

    Aclara la supuesta superioridad racial de los conquistadores, poniendo de manifiesto que la conquista no se debió a la errónea creencia de superioridad, sino que al hecho de que Europa había sido heredera de muchas culturas a través de su historia y especialmente España, lo que les daba conocimientos y tecnologías como la pólvora, el manejo de caballos y tácticas de guerra, pero que sin embargo, "…Los indios no quedaron conquistados por el mero hecho de haber sido derrotados…" Sino por habérseles despojado de sus tierras y todos sus bienes y reducirlos a la esclavitud.

    Entonces explica que la lucha armada fue solo el recurso para someterlos económicamente y que puede demostrarse que la EVANGELIZACION no fue sino un medio más para consolidar la conquista económica por el sometimiento ideológico.

    "…Después de ser derrotados los indígenas fueron obligados a tributar despiadadamente, fueron despojados de sus tierras, sometidos a esclavitud y ulteriormente a servidumbre…"

    La condición de una permanente inferioridad general de los nativos, se debió entonces, no a una inferioridad genética, sino más bien a las condiciones en que quedaron reducidos.

    La superioridad de que los "criollos" gozaban, no era otra que la riqueza y poderío que la conquista les había dejado.

    Concepto de Ladinización

    Ladinización: Conversión de la cultura indígena a la cultura ladina que se dio como asimilación de la cultura hispana por parte de los mestizos de Latinoamérica.

    Proceso de Ladinización

    Se da en América latina, principalmente a partir del mestizaje.

    Mestizaje Fue por el cruce de razas que surgió el mestizaje. La unión del indígena con el blanco produjo el mestizo o ladino. La del blanco con negra, el mulato. La del negro con el indígena produjo el zambo. En América ha predominado el mestizo.

    Mestizo, denominación que se utiliza principalmente en América Latina para designar al hijo de europeo e indígena; en América Central se le llama también ‘ladino’ y en Brasil ‘mameluco’. En la práctica, también se designa con este nombre al miembro de otras culturas mixtas similares.

    Al contrario del mulato, el hijo de indígena era considerado ‘blanco’ después de tres generaciones de matrimonio con un europeo.

    Marco histórico del proceso

    Para una mejor comprensión, primeramente debemos analizar el proceso de mestizaje, a saber: Mestizaje, término que hace referencia al cruce de europeos, africanos e indígenas realizado a partir de 1492 en la América hispana. Las numerosas variantes que se produjeron a lo largo de todo el continente durante los tres siglos de vida colonial, se conocieron con el nombre de castas.

    SIGLO XVII:

    El largo proceso del mestizaje fue el eje de la transformación llevada a cabo en América al actuar como elemento dinamizador de la sociedad. A partir del siglo XVII el mestizo formó parte de una realidad generalizada, que perdió las referencias raciales específicas y entró a formar parte de todos los grupos sociales, gracias a una verdadera movilidad social, que se basaba sobre todo en valoraciones económicas y de prestigio político y profesional.

    Tradicionalmente, el mestizo tuvo un espacio social indeterminado, incluyéndose tanto en el ámbito indígena como en el español, aunque se estableció preferentemente en las áreas urbanas, integrándose en el sistema de valores español. La unión con las mujeres indígenas pertenecientes a las elites locales fue utilizada por los conquistadores españoles como un sistema de dominio sobre la población autóctona, al implantar la familia nuclear y aprovechar el prestigio de sus autoridades en beneficio del ejercicio del poder. Los mestizos resultantes de estas uniones habitualmente se integraron en el ámbito social del padre.

    En contraposición al español peninsular y al español americano o criollo, que ocuparon los niveles más altos de la pirámide social, el mestizo ocupó como grupo los estratos inferiores, aunque dispuso de fórmulas como la ‘compra de blancura’ para iniciar el ascenso social. La permanente tensión entre peninsulares y criollos se reflejó en una continua infravaloración del mestizo por parte del criollo, que dio origen a una extensa literatura difamatoria.

    Todos los grupos sociales fueron permeables al mestizaje, por lo que la población del continente americano es hoy fundamentalmente mestiza.

    El proceso que en esta ocasión nos ocupa, conocido como "ladinización", nos introduce al conocimiento de la realidad colonial de Guatemala, tal y como es explicado por los más insignes historiadores, como FRANCISCO ANTONIO DE FUENTES Y GUZMÁN.

    Los Criollos

    Existen algunos aspectos de sumo interés para la comprensión del proceso de ladinización en América y en especial en Guatemala.

    Destaca el echo que el escritor fuentes y guzmán fue descendiente del célebre cronista y soldado español Bernal Díaz del Castillo y que entre sus parientes se encontraban múltiples descendientes de los conquistadores quienes eran funcionarios que siempre ocuparon importantes cargos públicos en la administración del gobierno, lo que les hacía poseedores de bienes, esclavos y comodidades, siendo muchos de ellos ricos hacendados y terratenientes, todo lo que conformaba la herencia de Fuentes y Guzmán, llegando a ser él mismo dueño de importantes haciendas con ingenios azucareros y funcionario desde los dieciocho años, como regidor y miembro del ayuntamiento por mucho tiempo. Esta condición hace que describa la historia con cierta parcialidad, enalteciendo a los suyos y denigrando o rebajando a los que no eran de su propia cultura, es decir a los indígenas.

    Establece al CRIOLLO como una clase social definida, por ser herederos de los conquistadores.

    Los criollos se beneficiaban ampliamente del trabajo de esclavitud de los indios, así como de las tierras y sus productos, habiendo llegado a amasar grandes fortunas. Ellos fueron los primeros pobladores españoles. Establece, además, el hecho que, al haber otros españoles recién llegados, quienes eran aventureros, surgieron desavenencias entre ambos grupos, pues los primeros, los criollos, se sentían ser ellos los de real abolengo, mientras que los recién llegados sentían ser ellos los superiores.

    Esto porque los nuevos eran nacidos en España, mientras que los criollos habían nacido en América.

    Aclara, Fuentes y Guzmán, la supuesta superioridad racial de los conquistadores, poniendo de manifiesto que la conquista no se debió a la errónea creencia de superioridad, sino que al hecho de que Europa había sido heredera de muchas culturas a través de su historia y especialmente España, lo que les daba conocimientos y tecnologías como la pólvora, el manejo de caballos y tácticas de guerra, pero que sin embargo los indios no quedaron conquistados por el mero hecho de haber sido derrotados sino por habérseles despojado de sus tierras y todos sus bienes y reducirlos a la esclavitud.

    Aquí es en donde se principia a aclarar los verdaderos propósitos de la ladinización.

    Es más que el estudio de una parte de la historia, porque es una advertencia, un despertar de conciencia, frente a potencias ávidas de enriquecimiento y sangre que despiadadamente pueden apropiarse de las vidas y el futuro de otra nación, o de instituciones seudo espirituales que, escudándose en el nombre de Dios, enmascaran sus viles propósitos de sacarle al empobrecido pueblo hasta la última gota de sudor y de sangre, tal como ocurrió con la conquista y fue una realidad colonial guatemalteca.

    Ladinización al Servicio de la Conquista

    El fanatismo religioso o gratitud de los herederos de la conquista que se beneficiaron ellos y sus descendientes del saqueo continuado, enriqueciéndose a perpetuidad como terratenientes y esclavistas, hizo que hechos por demás deleznables y sanguinarios fueran tomados como gestas heroicas de valerosos caudillos, que no eran otra cosa que saqueadores armados con pólvora, acero y caballos, además de estrategias de guerra y ejércitos acorazados, en contra del pueblo indígena desprotegido.

    Es precisamente por las causas mencionadas que podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el así llamado proceso de ladinización, no tuvo otro propósito que ser una estrategia más al servicio de la conquista y por ende de la corona.

    Entonces explica que la lucha armada fue solo el recurso para someterlos económicamente y que puede demostrarse que la EVANGELIZACION no fue sino un medio más para consolidar la conquista económica por el sometimiento ideológico. Para lo cual, la ladinización se hacia indispensable, debido a que después de ser derrotados los indígenas fueron obligados a tributar despiadadamente, fueron despojados de sus tierras, sometidos a esclavitud y ulteriormente a servidumbre.

    Ladinización Especifica en Guatemala

    Los hechos acontecidos en la historia, pero que para muchos quedaron en el olvido o más bien en una secreta complicidad con instituciones que conformaron la realidad colonial de Guatemala, y que por esa causa han escapado al conocimiento popular.

    El criollo como clase social dominante deseaba perpetuarse, por lo que tendía a rechazar con recelo, tanto a los españoles recién llegados porque podrían desplazarlos, como al dominio español ante quien tenía que rendir cuentas y que Fuentes y guzmán lo deja ver en la intención de su obra, en la que, sin embargo, oculta a la figura del indio como la verdadera fuente de las riquezas del criollo. Sin embargo, esto se haría más fácil, por medio de ladinizar al indígena, lo que lo haría más manejable.

    La Influencia de la Iglesia

    La oscura potencia mundial conocida como inquisición católica, que imperó durante tantos años, mejor conocida bajo el terrible nombre de "El santo oficio", hubiera impedido que las acciones criminales de la conquista hubieran disimulado los verdaderos hechos, aprovechándose de la casual circunstancia de que los principales cronistas de la época fueron frailes católicos.

    No sería raro tampoco que la misma clase dominante que se nutrió por generaciones a costa del sacrificio y esclavitud del indio, o sea los criollos, prefirieran que todo quedara en la impunidad, como es y ha sido costumbre en Guatemala desde la época colonial, o como lo hizo el criollo Fuentes y Guzmán, en la Recordación Florida, que presenta los hechos, pero dentro de un contexto de deliberado disimulo, restándole importancia a unas cosas, sobreponiendo o agigantando otras.

    Los dominicos se dedicaron a defender a los indios de la esclavitud de los conquistadores, porque eso iba de la mano de los intereses de la corona, porque así se convertían en tributarios del rey.

    En 1542 España promulgó el cuerpo jurídico llamado "Leyes nuevas" Que estableció que todos los indios eran vasallos libres, tributarios del rey, pero nunca se cumplió a cabalidad.

    También el truco hipócrita del repartimiento estableció la esclavitud legal, en virtud del documento que la autorizaba denominado REQUERIMIENTO. Este era leído a distancia, en lo alto de las montañas o en la cubierta de algún barco antes de entrar a tomar los esclavos. Además las instituciones establecidas durante la colonia conocidas como REPARTIMIENTO Y ENCOMIENDA, en las que se suponía que se repartían a los indígenas y los encomendaban para su cristianización, no era más que un pretexto para esclavizarlos y explotarlos.

    El Papel de los Monjes Dominicos

    Se puede asegurar que la supuesta defensa que los dominicos hicieron de los indígenas frente a la corona, no perseguía el verdadero objetivo de liberarlos de la opresión tiránica, sino que simplemente devolver aquel inmenso conglomerado que, caídos en la esclavitud ya no tributaban a España, a los dominios del rey, puesto que como súbditos sí tendrían que pagar tributos.

    Por otra parte, servía esta estratagema para asegurarse los favores del rey, afianzando así, las instituciones religiosas, su permanencia en el nuevo mundo.

    La defensa que los dominicos hacían de los indios era, pues, en el fondo, la defensa de los intereses de la monarquía enfrentada a la voracidad de los conquistadores y colonos. Razones que justificaron, tanto la evangelización, como y por consiguiente el proceso del estudio que nos ocupa.

    Así pues, que en el fondo, la así llamada ladinización se convertía en otra cosa. Más bien como un instrumento de explotación para obtener mano de obra gratuita, además de una posición de terratenientes y otras prebendas.

    El nuevo repartimiento de indios fue un sistema que obligaba a los nativos a trabajar por temporadas en las haciendas, retornando con estricta regularidad a sus pueblos para trabajar su propio sustento y en la producción de tributos.

    Se establece que "la base de la estructura social de la colonia fue su régimen de trabajo: el repartimiento de indios, el trabajo obligatorio de los nativos, el riguroso control de los indígenas en sus pueblos desde los cuales eran enviados periódicamente a trabajar a las haciendas y labores de los españoles y de sus descendientes a lo largo de tres siglos coloniales"

    El nuevo paquete de las leyes nuevas daba la posibilidad de retribuir a los criollos con un porcentaje del tributo que se recaudase a los indios en su nueva calidad de vasallos libres que tributaban, lo que llamaron encomienda, aunque ya no era la misma que anteriormente se conoció con ese nombre.

    Esto nos explica pues, lo que hemos venido insistiendo, en el sentido que la labor que, tanto los monjes dominicos como otras organizaciones de frailes y monjes, procuraban la evangelización, y por consiguiente ladinización que por la mezcla de los criollos con los indígenas se fue produciendo, no era otra cosa más que instrumentos al servicio de la conquista para beneficio de la corona.

    Caso Específico: El Departamento de Alta Verapaz en Guatemala

    Rabinal era el primer paso en la visión del dominico de convertir toda Tezulutlan. Los Dominicos se comunicaron con los caciques indígenas ya convertidos y con el cacique de Rabinal de anudar un contacto con los caciques de Tezulutlan para así asegurar la entrada dominica en estos indígenas aguerridos. En 1538, se habían logrado los primeros contactos con los de Tezulutlan. Tomando gran parte en el principio de la misión.

    Alrededor de 1539 – 1540, algunos indígenas caciques de Tezulutlan se acercaron a platicar con los dominicos, anuentes de la matanza y derrota de los quiches, los caciques de Tezulutlan aclararon que no querían "que los encomenderos entrasen los dichos pueblos y los indios que ellos les llevarían y los tributos que ellos estuviesen".

    Confirmadas las delicadas platicas los caciques de Tezulutlan permitieron la entrada de los dominicos entre 1540-1545, los dominicos asiduamente trabajaron en Tezulutlan mismo (el valle del Polochic incluyendo Caccoh y Tactic como el resto del país que ahora es el área K’ekchí de Alta Verapaz) allí ellos impartieron la catequesis.

    Los cristobalenses establecieron su hegemonía por eso la catequesis impartida por los dominicos fue adherida por los Pokomames de Munchú (Santa Cruz) como por los de Caccoh.

    En el actual municipio de Santa Cruz Munchú (03 de mayo de 1543) fueron los primeros bautismos en la Verapaz del norte. Allí los dominicos sembraron la cruz e iniciaron la construcción de la primera iglesia de alta Verapaz con la presencia de muchos caciques K’ekchíes a pesar de que los dominicos lograron la conversión de estos en san Juan Chamelco (sede del famoso cacique Juan Matalbatz) de Caabón, Lankín y Carchá, la meta era de hacer Cobán su cede de evangelización y control. Allí principiaron la construcción del monasterio en 1552 – 1553.

    En el gran cacique Juan Matalbatz, los dominicos encontraron el aliado que les ayudara enormemente en al evangelización de la Verapaz del norte, siendo muy astutos, porque sondearon que Aj pop Batz de Chamil era un cacique muy respetado y ambicioso y por medio de él ellos irían a controlar y a apaciguar los otros grupos indígenas; Matalbatz por su parte consciente del peligro por su pueblo K’ekchí del inevitable intruso hispánico, concibió el plan de aceptar la religión de los hombres blancos, así tranquilizándolos pero con la condición de evitar la presencia de soldados, salvaguardando su propia autonomía.

    La alianza era natural entre los fervorosos y astutos dominicos y el indómito pero sensato Aj pop Batz. Fue tan impresionante la coordinación entre los frailes dominicos y los caciques indígenas, que ya en el 15 de enero de 1547, la corona castellana declaró a favor de cambiar el nombre de tierra de guerra al nombre de la Verapaz.

    En esta fecha la corona castellana reafirmo el decreto de no permitir la entrada de castellanos en Verapaz por cinco años, una disposición que se renovó cada cinco años hasta 1821.

    Tan arraigado fue el éxito de los dominicos que en el 19 de diciembre de 1547, la corona castellana sin temor de una sublevación garantizo la autonomía de los naturales de la Verapaz, respetando sus leyes y costumbres sanas.

    Los dominicos nunca descansaron en proteger sus encargos indígenas aunque ellos tuvieron que luchar contra las autoridades españoles en la persona del alcalde mayor y del obispo.

    En las provincias y pueblos de Guatemala que dependían directamente de la Corona.

    Ventajas y Desventajas de la Ladinización

    Como ventajas y desventajas de la ladinización podemos mencionar, por ejemplo: que, por una parte, este proceso incorpora un aporte a la cultura iberoamericana, otorgando la riqueza cultural española como lo es el idioma y el refinamiento de artes y oficios que habían sido ampliamente perfeccionados en Europa, tal el caso de los metales, como la forja, herencia del paso de los moros por la península ibérica, los caballos, fruto del cruce y selección lograda por los árabes e importada a América por los castellanos, y las artes y oficios en general que el ladino poco a poco fue adoptando, enriqueciendo así los gremios artesanos y aún la gastronomía que se surtió con la gama de especies que los españoles trajeron mas tarde del continente asiático.

    Sin embargo, han existido grandes desventajas que, para el ojo del ladino han pasado muchas veces desapercibidas pero que constituyen una verdadera pérdida de los valores culturales ancestrales, tales como la sabiduría contenida en las costumbres y tradiciones indígenas que poco a poco a través del proceso de ladinización han ido desapareciendo; tal el caso de la enseñanza antigua contenida en los códices, mismos que fueron reunidos e incinerados en una fogata descomunal por el obispo Diego de Landa como nos explica David Vela, crimen de lesa humanidad, solamente comparable al incendio de la biblioteca de Alejandría.

    A causa de esto, hoy día ha sido para el ladino casi imposible comprender aquellas magníficas enseñanzas ancestrales, razón por la cual ha surgido tanta especulación y confusión respecto, por ejemplo al contenido calendárico, al que unos han tachado de supersticiones y brujerías (cosas del demonio como le llamaba el cura de Landa al referirse a las ilustraciones del códice de Dresde), cuando en realidad son verdaderos zodiacos y aun más allá, descripciones de las posiciones estelares.

    Otro de los maravillosos valores que tienden a desaparecer es el contenido esotérico de muchas de las manifestaciones folclóricas, tal el caso de la simbología de los textiles y aún hasta de la gastronomía.

    La agricultura tradicional, incluso, que data desde la intervención de los héroes gemelos Hunajpú e Ixbalamqué, con la domesticación del maíz, desde el relato del Popol Vuh, habiendo dotado a generaciones enteras con técnicas que proporcionaron una producción agrícola suficiente para alimentar a generaciones enteras y que por el proceso de ladinización se ha venido viendo afectada, pues el ladino, al desconocer algunos de los procesos agrícolas tradicionales, como el respetar las lunaciones, por ejemplo, e invocar el auxilio del poder esotérico contenido en los rituales y oraciones para ofrendar la siembra, agradecer por la cosecha, etc., e influenciado, más modernamente por los pesticidas y químicos agrícolas extranjeros y ahora hasta por las semillas transgénicas, ha venido produciendo un empobrecimiento de la tierra, escasez de agua por la tala inmoderada de los bosques, contaminación de los humedales con total irrespeto a la naturaleza, que antes fue "la madre tierra"; entre muchos otros trastornos que no son otra cosa que la ignorancia del ladino frente a una sabiduría ya casi perdida en su totalidad por esa intromisión de la cultura foránea, proceso conocido como aculturación y, que de no ser gracias al sincretismo cultural, en donde antiguos conocimientos indígenas fueron encubiertos o enmascarados por formas seudo religiosas que fueran aceptadas por la iglesia católica, que se conservaron entre los pueblos naturales, ya se hubiesen perdido del todo

    Los Acuerdos de Paz

    Gracias a los acuerdos de paz, no es sino hasta ahora cuando se principia a establecer cierto clima de respeto y fomento a la cultura de los pueblos indígenas, gracias a lo cual, con el moderno funcionamiento de instituciones culturales, como la Academia de Lenguas Mayas y otras, quizás poco a poco se vaya logrando el rescate de aquellas magníficas culturas mesoamericanas como la maya, azteca e inca, que han sido el asombro de propios y extraños, semejantes solo a las culturas antiguas que no han tenido comparación alguna, tales como la egipcia, la hindú y la antigua mesopotámica.

    Conclusiones

    No obstante la marcada influencia que las órdenes religiosas tuvieron el proceso de ladinización, por su papel de evangelizadores y, como ya ha quedado explicado, utilizar o servirse de dicho rol como instrumento de la conquista y, principalmente el protagonismo y juego de astucia que los frailes dominicos tuvieron, en especial por sus estrategias empleadas con los caciques K’ekchíes de Verapaz, lo cual les valió para entronizar su poderío e influencias ante la Corona de España, en la actualidad la situación se ha tornado un tanto distinta, debido a las características especiales de la Iglesia en la Guatemala actual.

    Una de las características interesantes de la Iglesia guatemalteca contemporánea es que el carácter "subversivo" que le achacan los conservadores del país se localiza casi exclusivamente en las áreas rurales. Hay una profunda diferencia entre los programas de la Iglesia urbana y los de la rural. Las innovaciones introducidas por el clero urbano por lo general han sido orientadas con un sentido espiritual e intelectual y enfocadas a la clase alta; las promovidas por el clero rural, en cambio, tienen una orientación social y material y están enfocadas hacia la clase baja. Esto, por supuesto obedece a razones muy especiales, entre las que destacan las alianzas de intereses que la curia de la capital sostiene con las fuerzas económicas del país y que, en cierta forma vienen a ser los patrocinadores de la Iglesia, a quienes no conviene hacer enojar. Sin embargo, en el área rural, en cambio, los sacerdotes, mayoritariamente extranjeros, luchan por mantener las mejores relaciones con los pobladores, aunque, sin embargo, la ayuda social es poca. Algo se hace no obstante, en materia de medicina y otros.

    Poco a poco la Iglesia ha ido perdiendo su hegemonía en el área rural, y va siendo sustituida por el protestantismo de toda clase de denominaciones.

    Esto acarrea aún mayor confusión cultural en el ya aculturado indígena, pues si bien es cierto que, ante el furioso y arrollador embate de la conquista abanderada, como ya ha quedado explicado, por la catequización católica, los pocos valores ancestrales que fue posible atesorar quedaron sumidos en el más oscuro esoterismo ritual, merced al sincretismo cultural, ahora que la "nueva evangelización" ha hecho su agresiva incursión, obliga al campesino indígena a abandonar sus ritos y costumbres tradicionales bajo la sugestión de que son cosas del diablo, para dejarlo más vacío de valores culturales y, perdiendo así sus raíces quedar a merced de lo que podríamos llamar un neoladinismo que, si bien es cierto origina un nuevo sincretismo cultural, esta vez nacido de la absoluta confusión e ignorancia, también es cierto que expone a los pueblos del área rural a una mayor pérdida de autonomía, con el consiguiente sometimiento a intereses foráneos que en nada le benefician. Esta vez ya no al servilismo de la Corona española, como lo fue en la antigüedad, pero sí a la dependencia de tecnologías agrícolas que no puede costear y que muchas de ellas no son viables en los terrenos montañosos y pedregosos en los que acostumbraba trabajar el campesino agricultor de Guatemala, tal el caso de las laderas de volcanes y barrancos en los que se cosechaba la milpa y en donde sería imposible introducir tractores y demás maquinaria agrícola. Ahora, desprovisto de su sabiduría ancestral por causa del manipuleo religioso ladinizador, el campesino se enfrenta al consumo de productos de supermercado, sin ganar lo suficiente para adquirirlos. Ya no produce caites ni sombreros de petate, ya las tinajas son de plástico y la medicina tradicional de hierbas desaparece gradualmente y la que aún queda ya no la sabe utilizar, porque como todas esas cosas no son propias de la cultura del ladino ya no se usan. Ahora solo los grandes empresarios de la agro-industria pueden costear los complicados sistemas tecnológicos para la producción y el campesino que no alcanza a obtener un trabajo de peón, se muere de hambre junto con su prole, o emigra de "mojado" al país del norte, o hacia las ciudades para formar los grandes cinturones de miseria en donde abundan las drogas y las malas costumbres como plagas apocalípticas.

    Y es allí, entre la cuna de la delincuencia, el alcoholismo y la promiscuidad en donde los niñitos inocentes tienen que criarse y las jovencitas se prostituyen. ¡Pero eso sí, muy ladinizados y con costumbres de una religiosidad que no alcanzan ni han alcanzado nunca a comprender a cabalidad!

    Recomendaciones

    Como todo proceso social la ladinización ha tenido sus repercusiones en el ámbito nacional, como lo es la baja productividad agrícola, la pérdida de los bosques por la tala inmoderada y como consecuencia la disminución del agua subterránea y la contaminación ambiental generalizada. Habría que cuestionarse entonces si tal proceso ha sido de beneficio social, o si por el contrario, benefició, en época de la conquista, exclusivamente a los criollos y a los recaudadores de impuestos de España. Más tarde a los latifundistas y cafetaleros multimillonarios y en la actualidad a las transnacionales que, gracias a la globalización comercial, pronto nos estarán inundando de todo aquello que pueda comprarse llevándose los pocos centavos que aún puedan ganarse e inundándonos con semillas transgénicas.

    En consecuencia, si el proceso de ladinización está acabando con los bosques -porque la cultura ladina es de explotación indiscriminada de los recursos- contrariamente al amoroso cuidado de la tierra que profesaban los pueblos naturales de América, así mismo con la desaparición del hábitat de la fauna nacional, también desaparece la cultura de aquellos pueblos que dependieron durante milenios de la conservación de su medio ambiente para su propia subsistencia, sacando de allí todos sus recursos, tanto alimentarios, como medicinales, utensilios y vestuario, llegando por ellos a ser autosuficientes. La producción nacional contribuyó, no solo al sostenimiento natural y saludable de los pueblos, sino que también al aumento del producto interno bruto, el que ahora se ha visto mermado considerablemente.

    Por tanto: Es importante enfrentar los cambios sociales no con un espíritu de explotación indiscriminada de los recursos, como lo fue en nuestra historia, sino que tomando al elemento humano como el principal recurso y sus valores culturales que deben de ser preservados. Ahora, ante lo irreparable, debemos de luchar por recuperar la sabiduría de los ancestros para no perder nuestras raíces, aprovechando también el conocimiento adquirido por la cultura ladina, pero si dejar que la tecnología y el consumismo nos acabe, como ocurrió en Chernobil y podría llegar a ocurrir con los transgénicos fertilizantes químicos, herbicidas y pesticidas con que el ladino empobrece los suelos y contamina las aguas haciendo que el país sea cada vez menos productivo.

    Bibliografía

    • Martínez Peláez Severo LA PATRIA DEL CRIOLLO Ediciones en marcha 1994.
    • Vela David PLASTICA MAYA Seminario de Integración social Guatemalteca Tipografía Nacional Guatemala 1983.
    • Terga Ricardo GUATEMALA INDÍGENA Vol. XIV Instituto Indigenista Nacional 1979.
    • Calder Jonson Bruce CRECIMIENTO Y CAMBIO DE LA IGLESIA CATÓLICA GUATEMALTECA Seminario de Integración Social Guatemalteca – Ed. José de Pineda Ibarra 1970.
    • Enciclopedia Microsoft® Encarta® 99. © 1993-1998 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

    Realizado por

    Nisela Bermúdez