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El agua, una responsabilidad compartida. 2° Informe sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo (página 2)


Partes: 1, 2, 3, 4
xtremos son tan sólo un reflejo de los cambios fundamentales que están afectando a los recursos hídricos en el mundo entero. En muchos casos, esta evolución está relacionada con una modificación lenta y persistente del clima global, un fenómeno que se confirma cada vez de forma más evidente: la combinación de bajas precipitaciones y de una elevada evaporación en diversas regiones, causa una disminución en la cantidad de agua de los ríos, lagos y acuíferos, mientras que la creciente contaminación daña los ecosistemas y la salud, los medios de vida y la propia existencia de quienes no gozan de un acceso adecuado y seguro al agua potable y al saneamiento básico.

Los grandes cambios demográficos, también, afectan de manera importante la calidad y cantidad de agua dulce disponible en el Planeta. Mientras que los países más desarrollados cuentan con una población relativamente estable, las regiones menos desarrolladas del mundo registran, por lo general, un crecimiento acelerado, así como una migración de su población, principalmente hacia pueblos grandes, ciudades y megalópolis. En muchas de las zonas urbanas de rápido crecimiento, resulta imposible erigir la infraestructura necesaria para proporcionar a la población un abastecimiento de agua e instalaciones de saneamiento, lo que da lugar a una salud deteriorada, a una baja calidad de vida y, en muchos casos, al malestar social. A la demanda urbana de agua hay que añadir la creciente demanda de agua para la producción de alimentos, de energía y para uso industrial.

Las transformaciones más importantes de la distribución geográfica de la población ocurren en diversos contextos, a menudo relacionados con los problemas de abastecimiento de agua y con las tensiones sociales. En algunas zonas, como Darfur, hay tanto personas desplazadas dentro de su país como refugiados extranjeros. La emigración económica, tanto legal como ilegal, supone, también, un incremento importante de la población en algunas zonas de Estados Unidos, en Europa Occidental y en otros lugares. Incluso el turismo, en muchos destinos vacacionales del mundo, causa un agotamiento de las fuentes de agua en las regiones concernidas. En todo caso, los movimientos poblacionales son un factor de gran impacto sobre la disponibilidad de agua del mundo, indistintamente de las razones que los causen: tensiones o guerras permanentes, actividades terroristas o inestabilidad económica.

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PREFACIO 2 RESUMEN EJECUTIVO | EL AGUA, UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA La gobernabilidad de los recursos hídricos debe evaluarse teniendo en cuenta los cambios anteriores, cambios, en algunos casos rápidos y notorios y, en otros, insidiosos y persistentes. El segundo Informe, “El agua, una responsabilidad compartida”, trata los temas relacionados con el agua en este contexto cambiante y hace especial hincapié en los asuntos de gobernabilidad.

Para muchos gobiernos, afrontar de forma efectiva los numerosos aspectos conexos que afectan al agua está siendo realmente difícil. Esto, no sólo es complicado en materia de colaboración entre los departamentos de los gobiernos nacionales, sino también en aquellas ocasiones en que las decisiones de gestión se deben tomar a niveles inferiores, ya que, en el mejor de los casos, la relación y la cooperación entre los diferentes niveles gubernamentales son mínimas. Además, el desafío que para las instituciones gubernamentales supone asociarse con las ONG y con el sector privado para resolver determinados problemas relacionados con el agua complica todavía más la gestión y la toma de decisiones. La gestión del agua se complica aún más en aquellos casos en que los ríos atraviesan varios países. El establecimiento de relaciones de cooperación río arriba-río abajo es cada vez más importante, teniendo en cuenta que casi la mitad de la población mundial vive en cuencas fluviales o sobre acuíferos que cruzan alguna frontera internacional.

Un objetivo importante del Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos, creado en 2000 a petición de los gobiernos que forman parte de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, es asistir a los gobiernos en el desarrollo y en la implementación de sus planes nacionales de gestión hídrica. Así, se han llevado a cabo e incluido en el Informe numerosos estudios de casos. En el primer Informe, se incluyeron 7 estudios de casos que implicaban a 12 países, con el fin de ilustrar la variedad de circunstancias que se dan en diferentes regiones del mundo. Desde entonces, el número de estudios de casos ha aumentado a 16, involucrando a 42 países. Puesto que no es posible describir con detalle en un único volumen todos los estudios de casos, se optó por resumirlos en el Informe y publicar cada estudio de forma detallada en nuestro sitio web, estrategia que nos permite realizar todas las actualizaciones oportunas a medida que se dispone de nuevos datos e informaciones.

A medida que avance el Decenio Internacional para la Acción, “El agua, fuente de vida” (2005-2015), los Informes sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo aportarán una serie de evaluaciones que facilitarán toda supervisión de los cambios ocurridos en el sector hídrico, tanto a nivel global como en el creciente número de países y cuencas fluviales objeto de los estudios de casos. El propósito del Decenio es concentrarse en la implementación de programas y proyectos relacionados con el agua, a la vez que se trata de asegurar una mayor cooperación a todos los niveles, incluida la participación y la implicación de las mujeres, logrando así los objetivos relacionados con el agua acordados a nivel internacional (en el Programa 21, la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas, el Plan de Acción de Johannesburgo y los convenidos durante los periodos de sesiones 12º y 13º de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible). Algunos de los temas identificados por ONU-Agua como prioritarios para el Decenio son la capacidad de reacción ante la escasez de agua, el acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene, y la reducción del riesgo de desastres, especialmente en África.

Los Informes trienales sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo aportarán un contenido esencial a la programación del Decenio (se prevé que las próximas ediciones del Informe se elaboren en 2009, 2012 y 2015), y sentarán las bases de un sistema de supervisión global y continuo, que aúne las perspectivas y experiencia únicas de los 24 organismos especializados de la ONU que conforman ONU-Agua, en colaboración con los gobiernos y otras entidades implicadas en los asuntos relacionados con el agua dulce.

Esperamos que encuentre, tanto éste como los futuros Informes, esclarecedores y estimulantes.

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Los principales desafíos que conlleva hoy día la gestión de los recursos hídricos sólo pueden entenderse en el amplio contexto de los sistemas socioeconómicos mundiales. Así, las variaciones demográficas y las migraciones de población, las evoluciones geopolíticas, que implican nuevas fronteras y alianzas entre países, el rápido desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, sin olvidar los impactos que inflige el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos, hacen que, en su conjunto, el mundo sea un lugar lleno de desafíos para los responsables de la toma de decisiones. La pobreza, las guerras y las enfermedades prevenibles siguen afectando a un porcentaje elevado de la población, a menudo en los países en vías de desarrollo y en entornos urbanos cada vez más saturados. Estos factores forman parte de un contexto amplio que, a menudo, registra cambios súbitos y en el que se debe centrar todo debate relativo a la gestión de los recursos hídricos.

Éstas son las condiciones bajo las cuales los administradores del agua alrededor del mundo deben gestionar un recurso cada vez más escaso y variable. El contexto socioeconómico de la cuenca hídrica en cuestión, también, debe ser uno de los aspectos a considerar para poder aprovechar al máximo las oportunidades de desarrollo de manera sostenible. Son muchas y variadas las presiones que deben confrontar los administradores de los recursos hídricos en el desempeño de su tarea. Cada vez resulta más evidente que se debe aplicar un enfoque de Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH), para tener en cuenta todos esos factores y temas de forma simultánea, asegurando así la gestión equitativa y sostenible del agua dulce. Dicho enfoque integrado de la gestión hídrica es uno de los principios clave del Informe, y el común denominador de la perspectiva adoptada en todos los capítulos a la hora de tratar los temas y desafíos que se plantean.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) constituyen una serie de importantes propósitos a nivel global. Fijar objetivos resulta fundamental para atraer la atención y ofrecer los incentivos que generen la acción necesaria en asuntos clave ligados al desarrollo. Durante la Cumbre del Milenio de la Asamblea de las Naciones Unidas (ONU), que tuvo lugar en 2000 y, reconociendo la urgencia de aliviar la pobreza y de avanzar en el desarrollo socioeconómico, se establecieron 8 ODM con propósitos específicos cuantificables que, tomando como referencia el año 1999, han de ser alcanzados hasta 2015. Tras ello, en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo en 2002, se establecieron objetivos adicionales relacionados con el saneamiento y la inclusión de la GIRH en los planes nacionales.

Al establecer estos objetivos, el sistema de las Naciones Unidas ha asumido un papel preponderante en la búsqueda de soluciones para compartir los recursos mundiales de manera más equitativa y brindar una mayor protección frente a los riesgos naturales. Ya se han dado pasos hacia la erradicación de la pobreza extrema, que afecta al 40% de la población mundial. El agua desempeña un papel crucial en este esfuerzo. El Informe examina estos temas y los avances más recientes en el desarrollo de herramientas de seguimiento más elaboradas y adaptadas al sector hídrico.

Al establecer objetivos, se crean metas concretas y cuantificables, centrándose así la atención sobre los asuntos más cercanos, e incentivando el paso a la acción y la movilización de los recursos necesarios para lograr dichos objetivos. Sin embargo, dichos propósitos no sólo son necesarios a nivel global, sino también en el ámbito nacional, Arriba Un típico pozo excavado en Bahai, al noreste de Chad, que fue compartido con los refugiados llegados de Sudán a principios de 2004.

3 CAPÍTULO 1 | VIVIR EN UN MUNDO EN CONSTANTE CAMBIO

CAPÍTULO 1 Vivir en un mundo en constante cambio

Hay suficiente agua para todos. El problema que enfrentamos en la actualidad es, sobre todo, un problema de gobernabilidad: cómo compartir el agua de forma equitativa y asegurar la sostenibilidad de los ecosistemas naturales. Hasta el día de hoy, no hemos alcanzado este equilibrio.

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SECCIÓN 1 RESUMEN EJECUTIVO | EL AGUA, UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA EL AGUA Y LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO OBJETIVO 1. ERRADICAR LA POBREZA EXTREMA Y EL HAMBRE1 El agua es un factor de producción en prácticamente toda empresa, incluyendo la agricultura, la industria y el sector servicios. Una mejor nutrición, junto con la seguridad alimentaria, reduce la vulnerabilidad ante las enfermedades, incluidos el VIH/SIDA y el paludismo, entre otros. En la era moderna, el acceso a la electricidad resulta fundamental para mejorar la calidad de vida. La competencia entre los diferentes sectores debe equilibrarse, mediante políticas que reconozcan la capacidad y la responsabilidad de todos los sectores para tratar los asuntos relacionados con la pobreza y el hambre.

Metas: I Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día I Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, el porcentaje de personas que padecen hambre Indicadores relativos al agua en el WWDR2: I Porcentaje de personas desnutridas I Porcentaje de personas que viven en la pobreza I I en las zonas rurales Importancia relativa de la agricultura Tierras irrigadas como porcentaje de las tierras cultivadas I Importancia relativa de la extracción de agua I I

I

I I I para la agricultura en el balance hídrico Área de tierras salinizadas por la irrigación Importancia de las aguas subterráneas en la irrigación Aporte energético de la dieta

Véase El agua para la alimentación, la agricultura y los medios de vida rurales: Capítulo 7

Tendencias en el uso industrial del agua Uso del agua por sector Generación de contaminación orgánica por sector industrial I I

I Productividad industrial del agua Tendencias en la certificación ISO 14001, entre 1997 y 2002 Acceso a la electricidad y uso doméstico I Generación de electricidad mediante combustibles, 1971-2001 I

I

I

I Capacidad de generación de energía hidroeléctrica, 2002 Suministro total de energía primaria por combustible Intensidad de carbón para la producción de electricidad, 2002 Volumen de agua desalinizada obtenido Véase Agua e industria: Capítulo 8 Véase Agua y energía: Capítulo 9

OBJETIVO 2. LOGRAR LA ENSEÑANZA PRIMARIA UNIVERSAL Fomentar un ambiente escolar sano es fundamental para asegurar la mejora del acceso universal a la educación, la escolarización, la asistencia a clase, la permanencia y los resultados de los estudios; la distribución del profesorado ya ha mejorado. Para todo ello, el acceso al agua potable y al saneamiento es fundamental. Meta: I Velar por que, en 2015, todos los niños y niñas puedan terminar un ciclo completo de Enseñanza Primaria

Indicador relativo al agua en el WWDR2: I Índice de conocimientos Véase Mejorar el conocimiento y las capacidades: Capítulo 13

OBJETIVO 3. PROMOVER LA IGUALDAD ENTRE LOS GÉNEROS Y LA AUTONOMÍA DE LA MUJER La educación permitirá a las mujeres y a las niñas desarrollar su potencial, en tanto que parte integral de los esfuerzos para el desarrollo. Meta: I Eliminar las desigualdades entre los géneros en la Enseñanza Primaria y Secundaria, preferiblemente hasta el año 2015, y en todos los niveles de la enseñanza no más allá de 2015 Indicador relativo al agua en el WWDR2: I Acceso a la información, la participación y la justicia en las decisiones relativas al agua

Véase Los retos de la gobernabilidad: Capítulo 2

OBJETIVO 4. REDUCIR LA MORTALIDAD INFANTIL Mejorar el acceso al agua potable y a un saneamiento adecuado ayudará a prevenir la diarrea, y sentará las bases para controlar los helmintos transmitidos a través del suelo y la esquistosomiasis, entre otros patógenos.

Meta: I Reducir en dos terceras partes la tasa de mortalidad de los niños menores de 5 años, entre 1990 y 2015

Indicadores relativos al agua en el WWDR2: I Mortalidad en niños menores de 5 años I Prevalencia de niños menores de 5 años de peso inferior al normal I Prevalencia de niños menores de 5 años con retraso en el crecimiento Véase Proteger y promover la salud humana: Capítulo 6

OBJETIVO 5. MEJORAR LA SALUD MATERNA Mejorar la salud y la nutrición reduce la vulnerabilidad a la anemia y otras afecciones que influyen sobre la mortalidad materna. Una cantidad suficiente de agua limpia para el aseo antes y después del parto reduce las posibilidades de contraer infecciones mortales.

Meta: Reducir en tres cuartas partes la tasa de I mortalidad materna, entre 1990 y 2015

Indicador relativo al agua en el WWDR2: I AVAD (Años de Vida Ajustados en función de la Discapacidad)

Véase Proteger y promover la salud humana: Capítulo 6 1. Aunque los Objetivos de Desarrollo del Milenio no consideran de forma directa la industria y la energía, éstas desempeñan un papel importante en la creación de empleo, la generación de ingresos y la mejora del nivel de vida.

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SECCIÓN 1 5 CAPÍTULO 1 | VIVIR EN UN MUNDO EN CONSTANTE CAMBIO 2. Sólo se señalan aquellas metas más relevantes en el marco de este objetivo. OBJETIVO 6. COMBATIR EL VIH/SIDA, EL PALUDISMO Y OTRAS ENFERMEDADES Mejorar el abastecimiento de agua y saneamiento reduce la vulnerabilidad ante y la gravedad del VIH/SIDA y de otras enfermedades importantes.

Metas: I Detener y comenzar a reducir la propagación del VIH/SIDA para 2015 I Detener y comenzar a reducir la incidencia del paludismo y otras enfermedades graves para 2015

Indicador relativo al agua en el WWDR2: I AVAD (Años de Vida Ajustados en función de la Discapacidad) Véase Proteger y promover la salud humana: Capítulo 6 OBJETIVO 7. GARANTIZAR LA SOSTENIBILIDAD DEL MEDIO AMBIENTE Unos ecosistemas salubres son fundamentales para mantener la biodiversidad y el bienestar humano. Dependemos de ellos para obtener el agua que bebemos, para lograr la salud alimentaria y toda una serie de bienes y servicios medioambientales. Meta: I Incorporar los principios de desarrollo sostenible a las políticas y los programas nacionales; invertir la pérdida de recursos del medio ambiente Indicadores relativos al agua en el WWDR2: I Índice de tensión hídrica I I I Desarrollo de las aguas subterráneas Precipitación anual Volumen total anual de recursos hídricos renovables I

I

I

I Volumen total anual de recursos hídricos renovables per cápita Aguas superficiales como porcentaje del volumen total anual de recursos hídricos renovables Aguas subterráneas como porcentaje del volumen total anual de recursos hídricos renovables Solapamiento como porcentaje del volumen total anual de recursos hídricos renovables I

I

I Caudal afluente como porcentaje del volumen total anual de recursos hídricos renovables Caudal efluente como porcentaje del volumen total anual de recursos hídricos renovables Uso total como porcentaje del volumen total anual de recursos hídricos renovables

Véase El estado del recurso: Capítulo 4 I I I

I

I Fragmentación y regulación del caudal de los ríos Nitrógeno diluido (NO3 + NO2) Tendencias en la protección de los hábitats de agua dulce Tendencias en la situación de las especies de agua dulce Demanda biológica de oxígeno (DBO) Véase Ecosistemas costeros y de agua dulce: Capítulo 5 Metas: I Reducir a la mitad, para 2015, el porcentaje de personas que carecen de acceso al agua potable I Mejorar considerablemente la vida, de por lo menos, 100 millones de habitantes de zonas marginales, para el año 2020

Indicadores relativos al agua en el WWDR2: I Índice de gobernabilidad del agua y del saneamiento en zonas urbanas I Índice de ejecución de equipamientos hidráulicos Véase El agua y los asentamientos humanos en un mundo cada vez más urbanizado: Capítulo 3 I Acceso a un agua potable segura I Acceso al saneamiento básico Véase Proteger y promover la salud humana: Capítulo 6 OBJETIVO 8. FOMENTAR UNA ASOCIACIÓN MUNDIAL PARA EL DESARROLLO2 El agua posee una serie de valores que deben ser reconocidos al seleccionar las estrategias de gobernabilidad. Las técnicas de valoración orientan la toma de decisiones relativa a la distribución de agua, lo que fomenta el desarrollo sostenible social, medioambiental y económico, además de la transparencia y la rendición de cuentas. Los programas y las alianzas para el desarrollo deberían reconocer la importancia del agua potable y el saneamiento básico para el desarrollo económico y social.

Metas: I

I Desarrollar aún más un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas, previsible y no discriminatorio. Ello incluye el compromiso de lograr una buena gestión de los asuntos públicos y la reducción de la pobreza, en cada país y en el plano internacional Atender las necesidades especiales de los países en vías de desarrollo sin litoral y de los pequeños estados insulares en vías de desarrollo

Indicadores relativos al agua en el WWDR2: Proporción del sector hídrico en el total del gasto I I

I I público Relación entre el nivel real y el pretendido de inversión pública en el abastecimiento de agua Proporción de recuperación de costos Gasto en agua como porcentaje del total de ingresos domésticos

Véase Valorar y cobrar el agua: Capítulo 12 I Indicador de interdependencia hídrica I I I I Indicador de cooperación Indicador de vulnerabilidad Indicador de fragilidad Indicador de desarrollo Véase Compartir el agua: Capítulo 11 I I I Índice de riesgo de desastres Índice de evaluación de riesgos y políticas Índice de vulnerabilidad climática I Véase Gestionar los riesgos: Capítulo 10

Avances en la implementación de la GIRH

Véase Los retos de la gobernabilidad: Capítulo 2 EL AGUA Y LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO

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SECCIÓN 1 materia de política hídrica.

El agua es un recurso cambiante, por lo que resulta difícil medirlo en el tiempo y en el espacio. Esto implica una dificultad a la hora de coordinar y armonizar la obtención de datos tanto a escala espacial como temporal. Puesto que las necesidades de información pueden variar a nivel local, regional y global, un indicador diseñado para una escala espacial determinada puede no ser aplicable a otra distinta. Los 16 estudios de casos del WWAP sirven de base para analizar los cambios que experimenta el sector hídrico, al destacar varios escenarios en diferentes regiones geográficas, donde los tipos de tensiones hídricas y las circunstancias socioeconómicas son diferentes.

Las escalas temporales también presentan una serie de desafíos. La disponibilidad de agua depende, en gran medida, de la estación, por lo que un valor anual medio de disponibilidad hídrica puede ocultar, en realidad, una grave escasez de agua en los períodos secos y un exceso de agua durante la estación húmeda.

El agua es un componente esencial de la seguridad y un gran número de asuntos clave para el desarrollo influyen sobre los recursos hídricos y el medio ambiente natural. La situación no es estática, y muchas veces, evoluciona de forma difícilmente predecible. Lo principal, sin embargo, es saber en qué medida todos estos problemas de desarrollo afectan a las personas de bajos recursos y a los desfavorecidos. Uno de los desafíos para implementar la GIRH es tener en cuenta todas las variables posibles en el marco de la gestión hídrica para, con ello, poder reducir la vulnerabilidad, y mejorar la estabilidad y el acceso a los recursos de los individuos, las comunidades y los gobiernos, sobre todo, en los países de bajos ingresos.

Las acciones que se llevan a cabo para aliviar la pobreza, lograr una distribución más justa de los recursos y gestionar los riesgos, conservando al mismo tiempo los ecosistemas naturales, son un desafío y una responsabilidad a todos los niveles de la sociedad. Las Naciones Unidas y la comunidad internacional, en general, tienen la responsabilidad de pasar a la acción, responsabilidad que se debe compartir con los gobiernos nacionales, y las comunidades regionales y locales. A fin de cuentas, todos y cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad individual de actuar y lograr algo, no sólo en beneficio de la sociedad, sino también de las generaciones venideras. 6 RESUMEN EJECUTIVO | EL AGUA, UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

regional y comunitario, donde se llevan a cabo las acciones. Por ello, un sistema de supervisión fiable y periódico resulta fundamental. Establecer un sistema de supervisión de las metas y objetivos relacionados con el agua es, también, uno de los propósitos centrales del Informe.

Con el fin de poder supervisar los progresos hacia los objetivos de desarrollo, necesitamos hitos. Estos hitos han de presentarse bajo la forma de indicadores, es decir, estadísticas bien definidas que se puedan emplear, más allá de su utilidad inicial, para conocer cuáles son las condiciones y direcciones que toma el sistema o proceso que se está analizando. Los indicadores deben cumplir con criterios científicos bien definidos y deberán ser seleccionados mediante un proceso riguroso de planificación e implementación, que incluirá la implicación y verificación de todas las partes interesadas, ello requerirá un proceso lento y reiterativo. Los indicadores son una herramienta muy útil para los políticos, quienes necesitan información para poder tomar decisiones con conocimiento de causa sobre la distribución de unos recursos que resultan escasos.

El desarrollo de indicadores para este Informe se centra en la utilización y adaptación de conocimientos, conjuntos de datos e indicadores ya existentes, para así elaborar unos indicadores sólidos y fiables que sean fáciles de usar y entender, y fomenten una mejor gestión de los recursos hídricos. Esto se realiza mediante una evaluación precisa del estado de los recursos hídricos, la identificación de todos aquellos temas urgentes relacionados con ellos y la supervisión de los progresos realizados para lograr los objetivos fijados en Arriba Barrio marginal en Kibera, Nairobi, Kenia.

Derecha Jóvenes lavándose en el río, India.

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implicados: hogares urbanos y rurales, vecindarios, pequeñas empresas y consejos de administración, oficinas gubernamentales en el ámbito local, estatal y nacional, además de la escena internacional. En situaciones reales de la vida cotidiana, la diferencia entre tener y no tener acceso diario a una cantidad justa de agua es un problema de supervivencia. El cómo y quién está involucrado en la gobernabilidad del agua afecta al caudal de los ríos, a las aguas subterráneas y a los niveles de contaminación, además de determinar la proporción de agua que corresponde a los usuarios agua arriba y agua abajo. La capacidad que tienen los países de suministrar agua y servicios de saneamiento para todos, de aplicar estrategias para el alivio de la pobreza y planes de gestión integrada de los recursos hídricos (GIRH) para satisfacer nuevas demandas en materia de agua y gestionar conflictos y riesgos, depende en gran medida de su capacidad para establecer sistemas sólidos y efectivos de gobernabilidad.

A lo largo de la última década, el concepto de gobernabilidad ha ido evolucionando y ganando terreno. En la escena política internacional, el tema de la gobernabilidad se borró en su día del diálogo sobre el desarrollo Norte-Sur. Actualmente, se acepta cada vez más que la gobernabilidad es un tema fundamental que debe ser tratado a todos los niveles. La formulación, en el marco de la gobernabilidad, de los desafíos relacionados con el agua, ha hecho posible la ampliación de la agenda del agua. La supervisión de la corrupción, de los procesos de democratización y de los desequilibrios de poder entre países y personas ricas y pobres está cada vez más aceptada. De hecho, la gobernabilidad y la política se ven cada vez más como parte del problema y, por lo tanto, como parte esencial de toda solución de la crisis del agua. acordados durante la Cumbre del Milenio y la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (CMDS) establecidos dentro de un plazo determinado y destinados a mejorar la situación de millones de personas, han ido surgiendo nuevas esperanzas y expectativas. Paradójicamente, los fondos destinados al sector hídrico en países en desarrollo están estancados. Sin embargo, resulta positivo constatar que algunos países, como es el caso de Sudáfrica, se hayan comprometido plenamente a cumplir con los objetivos nacionales e internacionales en materia de agua y desarrollo.

La tensión hídrica tiende a darse cuando se coartan las libertades y derechos individuales. Una comparación entre países, basada en la disponibilidad de agua per cápita y en la gobernabilidad democrática, demostraría que muchos países se encuentran ante un doble desafío: las tensiones y la escasez de agua, por una parte, y unos derechos políticos y libertades civiles limitados, por otra. Éste es, precisamente, el caso que se da en Oriente Medio y en el Norte de África. Por lo tanto, la reforma del sector hídrico debe ir de la mano de una reforma global de la gobernabilidad. Es realmente poco probable que la participación, la transparencia, CAPÍTULO 2 | LOS RETOS DE LA GOBERNABILIDAD

CAPÍTULO 2 Los retos de la gobernabilidad

Las decisiones relativas a la gestión hídrica son una prioridad absoluta. ¿Quién tiene derecho al Por quién, desde dónde, cuándo y cómo se suministra agua? PNUD Este tipo de decisiones sobre la gobernabilidad del agua se En la última década, los temas relacionados con el agua han toman sin cesar alrededor del mundo. Los escenarios varían, ocupado un lugar preponderante en la agenda política el Desarrollo) de la misma forma que lo hacen las personas y los grupos internacional. Con los objetivos relacionados con el agua con la contribución de FIDA (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola)

Arriba Las estaciones de perforación hidráulica equipadas con bombas, normalmente manuales, están reemplazando paulatinamente a los pozos tradicionales de los pueblos, como se observa en esta fotografía tomada al norte de Costa de Marfil.

Derecha Tuberías en las afueras de Gangtok, Sikkim, India.

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SECCIÓN 1 8 Situación por país para lograr el objetivo de Johannesburgo relativo al plan de GIRH en 2005 Región Nº países analizados Progresos importantes Algunos avances Etapa inicial África África Central África Oriental África Septentrional África Meridional África Occidental Total 7 5 5 12 16 45 1 1 2 2 6 3 2 3 5 4 17 4 2 1 5 10 22 Asia y el Pacífico Asia Central China Asia Meridional Sudeste Asiático Pacífico Total América Latina y el Caribe Caribe América Central América del Sur Total Total 8 1 6 8 18 41

6 7 9 22 108 2 1

2 5

2 1 3 14 4

4 4 8 20

6 3 5 14 51 2

2 4 8 16

2 3 5 43 Fuente: AMA, 2003 RESUMEN EJECUTIVO | EL AGUA, UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

la descentralización y la GIRH se afiancen en el sector hídrico si el sistema global de gobernabilidad del país no lo facilita. Dentro del contexto de la ampliación de la agenda del agua, existe una necesidad cada vez más grande de armonizar y coordinar los objetivos y principios hídricos internacionales con otros regímenes internacionales, tales como las alianzas comerciales globales o regionales. Si las inquietudes relativas al agua no son integradas en los procesos nacionales e internacionales más amplios del ámbito comercial, de la estabilidad y de una gobernabilidad más justa, son escasas las posibilidades de alcanzar los objetivos internacionales relativos al agua. Por lo tanto, se hace necesaria una nueva colaboración más allá del ámbito del agua y la creación de redes de gestión para el desarrollo hídrico más integradoras.

El desarrollo se ancla con más facilidad en aquellos sistemas en que los gobiernos, las empresas privadas y la sociedad civil aúnan sus esfuerzos. En las últimas décadas, se ha hecho gran hincapié en el papel preponderante que desempeña el sector privado en la gestión del agua. La total privatización de los servicios hídricos en los países en vías de desarrollo no ha permitido, sin embargo, cumplir las expectativas de mejores y mayores servicios de abastecimiento de agua y de saneamiento. Ante esto, se hace indispensable mejorar el diálogo en materia de agua entre los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado. Una mejor gobernabilidad, combinada con un enfoque de gestión integrada, mayor transparencia, participación y diálogo, en un clima que favorezca la confianza, podría mejorar las negociaciones y minimizar las tensiones existentes en el sector hídrico. Tal vez sea ingenuo pensar que se pueden zanjar todas las disputas y diferencias; sin embargo, una sociedad que pretenda abordar los problemas hídricos debe realizar grandes esfuerzos para crear instituciones y procesos eficaces que puedan mediar en las disputas (mediante el sistema judicial, los mecanismos informales de resolución de conflictos y las elecciones) o, al menos, minimizar sus impactos (por ejemplo, compensando a los grupos vulnerables).

Las reformas hídricas a nivel nacional y su implementación están en progreso, si bien, en ocasiones, lo hacen a un ritmo lento, pero seguro. Aunque existen avances en algunos ámbitos, como el reconocimiento de los derechos hídricos, hay otras reformas necesarias, como la descentralización, que han tardado en llegar. Las recientes decisiones de los gobiernos de algunos países de bajos ingresos de delegar responsabilidades han tenido poco éxito. Esto se debe a que no delegan los poderes y recursos necesarios y a que, en ciertos casos, han retomado las responsabilidades delegadas. En todo caso, las dificultades para ejecutar reformas específicas de este tipo están, generalmente, relacionadas con problemas organizativos más profundos dentro del sector.

En muchos países en vías de desarrollo, el sector hídrico y sus instituciones sufren de fragmentación, marginalización y de capacidades reducidas. Lamentablemente, es habitual que los departamentos y ministerios del agua estén marginados de los asuntos políticos generales de un país. Muchos países no cumplieron el objetivo de la CMDS de 2005 relativo al

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establecimiento de planes de GIRH. En definitiva, estos planes y objetivos hídricos internacionales no significarán gran cosa sin el respaldo de una legislación y una aplicación apropiadas.

Muchas reformas gubernamentales fracasan porque nunca superan la fase de implementación. ¿Cómo se pueden ampliar las posibilidades de que dicha implementación sea eficaz? Se ha comprobado que un programa de reformas tiene más posibilidades de éxito si hay racionalidad económica en su elaboración, sensibilidad política en su implementación, y si pone estrecha y constante atención a las interacciones político-económicas y a los factores socio-institucionales. Los países deben intensificar su labor y el compromiso político para lograr la aplicación de políticas, planes y legislaciones ya existentes en materia de agua. Esto supondría un gran paso para alcanzar los objetivos hídricos internacionales.

La batalla global contra la corrupción exige un mayor esfuerzo y una mayor acción a todos los niveles. La corrupción le cuesta al sector hídrico millones de dólares cada año. La misma, dilapida los escasos recursos monetarios y reduce las probabilidades que tiene un país de distribuir agua y saneamiento para todos. Si bien la corrupción existe en todos los países, en algunos tiene lugar de forma más sistemática. La corrupción es, a menudo vista como parte de una práctica empresarial o del sector público que se considera normal, tanto entre los organismos públicos, como entre los ciudadanos y el sector privado. Sin embargo, la lucha contra la corrupción ha ganado terreno. Muchas organizaciones bilaterales y multilaterales, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y empresas privadas, se encuentran elaborando directrices internas y externas de gobernabilidad, además de códigos de conducta, y están patrocinando investigaciones y programas de desarrollo en materia de anticorrupción y de mejora de la gobernabilidad. Aun así, si la intención de mitigar la corrupción pretende ser realmente eficaz, deberá tener presentes los siguientes aspectos: I I

I

I I reforma del sector público; aumento de sueldos para los funcionarios del sector público; cumplimiento estricto de las normas y reglamentos existentes; mejora de la transparencia y rendición de cuentas; cooperación multilateral y coordinación para controlar los flujos financieros y supervisar los convenios internacionales.

Los sistemas gubernamentales están estrechamente relacionados con los procesos políticos y el poder. El camino hacia una mejor gobernabilidad supone el compromiso del poder político y aprender a actuar en contextos altamente politizados. Mejorar la gobernabilidad del agua es un desafío, pues implica necesariamente un esfuerzo reformador que va más allá del sector hídrico. Quienes están implicados en temas de agua a cualquier nivel, pueden colaborar en esas reformas tratando de obtener políticas integradoras y resultados que como en las cuencas y acuíferos. Esto implica que las soluciones más adecuadas pueden ser aquéllas que hagan hincapié tanto en la importancia de habilitar procedimientos como en las perspectivas que se pueden emplear para resolver situaciones de restricción económica o de otra índole en contextos cambiantes. CAPÍTULO 2 | LOS RETOS DE LA GOBERNABILIDAD

alienten la participación heterogénea y la descentralización. Además, realizar aportes estratégicos a la elaboración de políticas y otros procesos de toma de decisiones exigirá de los implicados una mayor relación con los diferentes contextos sociales y políticos. Esto supone comprender el juego político y sus reglas.

No existe un solo camino para alcanzar una mejor gobernabilidad, cada sociedad debe trazar el suyo. Es importante crear instituciones y sistemas de gobernabilidad que puedan responder de forma efectiva ante situaciones caracterizadas por la variabilidad, el riesgo, la incertidumbre y el cambio. La planificación hídrica convencional todavía es rígida, y el desafío sigue consistiendo en desarrollar entornos e instituciones flexibles para la gobernabilidad. Resulta necesario prestar más atención a aquellas instituciones y enfoques que por su solidez pueden regular o supervisar el complejo e impredecible proceso de la gobernabilidad del agua, esencial en la gestión a largo plazo tanto en los niveles regional y local Arriba Una mujer dirige un debate del grupo Babel Village Reflect en Orissa, India. El grupo analiza los problemas que presenta el desarrollo local y acuerda acciones conjuntas.

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En todo el mundo se ha registrado una importante tendencia hacia el crecimiento de la población urbana. En la mayoría de los países africanos y asiáticos, la gente emigra de las zonas rurales hacia las zonas urbanas. Aun más destacables son las poblaciones en pleno desarrollo en la periferia de muchas de las grandes urbes del mundo. Menos registrado, pero no por eso menos significativo, es el importante aumento de un gran número de pequeñas ciudades y aglomeraciones sometidas a las tensiones derivadas de una rápida expansión. En el mundo en desarrollo, con una población total en aumento, se estima que la población rural global permanecerá prácticamente inalterable, mientras que se espera un rápido crecimiento de la población urbana. Aun así, se mantendrán algunas diferencias: América Latina está considerablemente más urbanizada que África o Asia, si bien en este último continente están situadas algunas de las ciudades más grandes del mundo. Por el contrario, en algunos de los países más desarrollados, donde la mayoría de la población vive en ciudades, se está dando una tendencia a la emigración inversa: sus habitantes abandonan las ciudades en busca de una mejor calidad de vida en las pequeñas comunidades del entorno.

En la costa, los lugares situados a escasos metros sobre el nivel del mar están cada vez más densamente poblados. Al hecho de que muchas de las ciudades y megalópolis del mundo están situadas en zonas costeras, viene a sumarse el crecimiento de las poblaciones rurales próximas a la costa. Muchos de estos asentamientos se encuentran por debajo del nivel del mar o muy próximos a éste. Debido a ello, son mayores las probabilidades de inundación a medida que aumenta el nivel de los mares, y la intensidad y regularidad de las tormentas. La vulnerabilidad de la población de estas regiones supone un desafío adicional para las autoridades civiles responsables.

Los retos que suponen la expansión de muchas ciudades y megalópolis surgen debido a la escasa idoneidad de las tierras destinadas a los asentamientos humanos, algo muy habitual en el mundo en desarrollo. Las tierras más aptas para los asentamientos ya están ocupadas, mientras que el resto, normalmente ocupadas por personas de bajos recursos y nuevos inmigrantes, se sitúan, generalmente, en las partes inferiores de los valles, donde hay mayor riesgo a inundación o en las laderas colindantes propensas a sufrir deslizamientos de tierras. Estas áreas son lugares donde también resulta más complicada y costosa la instalación de servicios básicos como el agua potable o el saneamiento. El problema se agrava debido al aumento de las tasas de población, que sobrepasan, en gran medida, la capacidad de absorción de estas comunidades, puesto que las infraestructuras necesarias para atender a los nuevos inmigrantes no se pueden construir en plazos de tiempo tan breves.

Los asentamientos humanos son los principales contaminadores de los recursos hídricos, por lo que la buena gestión del agua y de las aguas residuales es esencial para reducir la contaminación y minimizar los riesgos para la salud. La expansión de las zonas urbanas y de las fronteras agrícolas favorece, a menudo, la aparición de enfermedades. Esta tendencia seguirá probablemente reproduciéndose, pues la presión ejercida por una población mundial creciente sobre el desarrollo de la RESUMEN EJECUTIVO | EL AGUA, UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

CAPÍTULO 3 El agua y los asentamientos humanos en un mundo cada vez más urbanizado

Los retos en la gestión del agua varían enormemente dependiendo del tipo de asentamiento humano. El espectro de tipologías de asentamientos va desde las zonas con viviendas aisladas y Por ONU-HABITAT pequeñas localidades, hasta las ciudades y grandes urbes densamente pobladas. La mitad de la población del Planeta y la mayor parte de la actividad económica mundial se sitúa en las zonas urbanas. En la actualidad, las grandes ciudades suponen un desafío particular: 400 ciudades en el mundo supera el millón de habitantes. Arriba Barrios marginales a orillas de un río en Yakarta, Indonesia.

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% de población urbana en el mundo SECCIÓN 1 Los asentamientos humanos ofrecen el contexto para la acción. Los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en materia de agua y saneamiento deberán cumplirse en las ciudades, los pueblos y las aldeas, donde se concentra la mayor parte de la producción industrial y las actividades económicas, y donde se toman la mayoría de las decisiones clave en materia de gobernabilidad. Ante el fuerte crecimiento, tanto físico como financiero, de las ciudades, y frente a los asentamientos rurales diseminados, los desafíos hídricos tienen un perfil cada vez más urbano. Los gobiernos locales y municipales desempeñan un papel fundamental en una gestión hídrica que asegure el abastecimiento de agua, el saneamiento y la recogida de aguas residuales. La forma en que las labores de gobernabilidad hídrica encajan en las estructuras generales de política económica y medioambiental reviste gran importancia. Las iniciativas de planificación se convierten, entonces, en una realidad y requieren un apoyo tanto político como administrativo, en la medida en que hay que resolver conflictos y lograr el consenso entre partes e intereses enfrentados entre sí. Es necesario coordinar y gestionar las acciones emprendidas en estos ámbitos si se pretende mejorar significativamente la vida de al menos 100 millones de habitantes de los barrios marginales para el año 2020. 11 CAPÍTULO 3 | EL AGUA Y LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS EN UN MUNDO CADA VEZ MÁS URBANIZADO

agricultura, de las redes viarias y de los medios de transporte en zonas previamente deshabitadas sigue aumentando. Además, y puesto que las industrias tienden a concentrarse en las ciudades o en su entorno y la producción agrícola lo hace, por lo general, en las zonas colindantes disponibles, son necesarias más medidas para frenar la contaminación, y establecer y mantener sistemas eficaces y seguros de potabilización del agua y de recogida de residuos. Esto resulta esencial para asegurar la salud de la población, sobre todo la de los habitantes de las grandes urbes. De no hacerlo, los efectos de la futura expansión de las ciudades serán desastrosos.

La gestión de los recursos hídricos siempre tendrá que afrontar el desafío de equilibrar las necesidades de los diferentes usuarios del agua. Este es el caso que se da en las grandes urbes y en las comunidades rurales relativamente pequeñas. Las necesidades de agua para la producción agrícola y de los sectores energético e industrial compiten a menudo entre sí. Si bien la acuciante necesidad de garantizar una disponibilidad de agua no contaminada para el consumo, la higiene y los servicios de saneamiento y recogida de aguas residuales, reviste una especial importancia, resulta necesario considerar éstas y otras necesidades. 0 60

50

40

30

20

10 África Asia Europa América Latina y el Caribe América del Norte Oceanía 1950 2000 Distribución comparativa de la población urbana mundial (1950-2000) Arriba Garrafas de agua en Santiago, Cabo Verde. Barrios marginales en Curitiba, Brasil. Fuente: Elaborado a partir de estadísticas de la ONU, 2004.

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Durante la pasada década, la comunidad internacional tomó mayor conciencia de la necesidad de desarrollar prácticas sostenibles para la protección, la gestión y el uso eficiente de los recursos hídricos. Las unidades naturales, como las cuencas fluviales y los sistemas acuíferos, se reconocen y adoptan cada vez más, en tanto que unidades básicas en los programas nacionales y regionales. Sin embargo, la combinación de diversas presiones económicas, medioambientales y sociales tienen, a menudo, por consecuencia un incremento del uso del agua, de la

competitividad, de la contaminación y de la ineficacia en el abastecimiento de agua. Esto se debe a que, prácticamente a todos los niveles, la toma de decisiones sigue atendiendo a consideraciones económicas y políticas a corto plazo, sin considerar una visión a largo plazo indispensable para implantar medidas de desarrollo sostenible. Para que nuestros recursos hídricos sigan ofreciendo una serie de valiosos y beneficiosos servicios, tendrá que aumentar el nivel de conciencia y compromiso con el desarrollo y mantenimiento de enfoques integrados y de soluciones a largo plazo.

Puesto que los roles y las interacciones entre los componentes del ciclo hidrológico no siempre se valoran en su justa medida, resulta difícil establecer unas estrategias de prevención y protección adecuadas. El clima, especialmente las precipitaciones y la temperatura, es el factor que más influye en los recursos hídricos, al interactuar con las masas de tierra, los océanos y la topografía. Aun así, todos los componentes del ciclo hidrológico -precipitaciones, infiltración, escorrentía, evaporación y transpiración- deben tenerse en cuenta a la hora de elaborar los programas de gestión del agua. Es importante tener claro el papel que desempeña cada uno de estos factores; por ejemplo, en qué medida la lluvia y la nieve proveen directamente a los ecosistemas terrestres y a los suelos de humedad y de una fuente de agua, indispensable para el desarrollo agrícola y para los ecosistemas o, de qué manera el deshielo de los glaciares influye sobre la cantidad de agua de la que disponen muchas naciones.

Se necesita más información sobre las aguas subterráneas y los sistemas acuíferos, sobre todo en los países en vías de desarrollo, donde la escasez de recursos adecuados de aguas superficiales alcanza niveles preocupantes. Las aguas subterráneas pueden ser de gran utilidad, sobre todo, en las regiones áridas donde las aguas superficiales son generalmente escasas. Si bien se puede recurrir a los acuíferos para suplir la carencia de unos recursos adecuados en la superficie, existe un enorme riesgo potencial si los acuíferos no se recargan de forma natural o mediante la intervención humana. Con el tiempo, estos recursos se agotan o resultan inaccesibles por motivos la Educación, la Ciencia y la Cultura) y OMM RESUMEN EJECUTIVO | EL AGUA, UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

CAPÍTULO 4 El estado del recurso

Por Los recursos hídricos mundiales deben responder a múltiples demandas: agua potable, higiene, UNESCO producción de alimentos, energía y bienes industriales, y mantenimiento de los ecosistemas (Organización de las naturales. Sin embargo, los recursos hídricos globales, son limitados y están mal distribuidos. Naciones Unidas para decisiones, que han de afrontar el desafío de gestionar y desarrollar de forma sostenible unos recursos hídricos sometidos a las presiones del crecimiento económico, el gran aumento de la población y el cambio climático. (Organización Meteorológica Mundial), con la contribución de OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica)

Arriba El agua de lluvia es recolectada en contenedores y filtrada para obtener agua potable, Komati, Swazilandia.

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SECCIÓN 2 caso de los acuíferos individuales. Esto permite identificar las zonas donde es necesaria una acción correctora que preserve la sostenibilidad de dichas aguas subterráneas.

Si bien se están realizando numerosos esfuerzos a gran escala para mejorar las actividades de seguimiento y el estado de las redes, como es el caso en Europa e India, las actividades de evaluación, supervisión y gestión de datos sobre aguas subterráneas, son generalmente, mínimas o ineficaces en muchos países en vías de desarrollo y están perdiendo importancia en muchos países desarrollados. Esto ocurre especialmente en Asia y en África, donde el número de programas de control hídrico ha disminuido considerablemente. Se precisa mayor inversión para mejorar la comprensión de los recursos hídricos subterráneos y los sistemas acuíferos. Entre tanto, las regiones que dependen de las aguas subterráneas deberían desarrollar programas más amplios de seguimiento del nivel y de la calidad de las aguas.

En muchas regiones del mundo, la influencia humana es ya superior a la de los factores naturales. Los regímenes de los ríos se han visto considerablemente influidos en muchas regiones por la construcción de presas y los trasvases. Estas obras pueden alcanzar grandes dimensiones, como la presa de las Tres Gargantas, en China, o pueden estar compuestas por numerosas presas de menor tamaño, tales como los sistemas de terrazas, característicos de las laderas del sudeste asiático. Éstas, a pesar de ser, por separado, pequeñas obras, tienen un importante efecto acumulativo en los caudales fluviales. Las presas son barreras muy eficaces para los sedimentos, a tal Arriba Un autobús atraviesa el altiplano inundado en los Andes, Bolivia.

13 CAPÍTULO 4 | EL ESTADO DEL RECURSO

Porcentaje de extracción de aguas subterráneas en relación al promedio de recarga Source: sources Porcentaje de extracción de aguas subterráneas en relación a la recarga media anual (%) 0-2 2 – 20 20 – 50 50 – 100 > 100 Sin datos Fuente: Various fuentes, 2004.

económicos. En la actualidad, se registran altos niveles de explotación -más del 50% del ritmo de recarga-, en muchos países de Oriente Medio, en el África septentrional y meridional, en Asia, en algunos países de Europa y en Cuba. Por este motivo, resulta fundamental supervisar y comparar el uso de las aguas subterráneas con el de los volúmenes de recarga a nivel nacional e intranacional, sobre todo, en el Grandes lagos

Distancia aguas arriba (km) Mackenzie Caudal tributario Contenido de Oxígeno-18 en cursos principales de grandes ríos Crecidas del afluente

Darling Evaporación Amazonas del embalse

Danubio

Río Grande Cabecera de los tributarios del Amazonas Fuente: Aggarwal y Kulkarni, 2003.

punto que cada presa cuenta con una “vida útil” que va hasta el momento en el que el embalse se rellena por completo y la presa deja de ser eficaz. Los cambios en el paisaje, o la eliminación, destrucción o inutilización de los ecosistemas naturales, son los factores de mayor impacto sobre la sostenibilidad de los recursos hídricos naturales. La deforestación, la urbanización y el aumento de las superficies destinadas a la agricultura, influyen de forma significativa en la calidad y cantidad de los caudales de agua. Además, los cambios del paisaje dificultan nuestra capacidad de predecir los impactos que pueden afectar a los recursos hídricos. Esto último dificulta nuestro avance hacia un mejor entendimiento de los futuros efectos del cambio climático. Retorno de aguas residuales Caudal tributario

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SECCIÓN 2 frecuencia. Las nuevas tecnologías, entre las que se encuentran la recarga artificial, son también más habituales. La captación de agua de lluvia en el propio lugar donde tienen lugar las precipitaciones es otro de los métodos utilizados para incrementar la disponibilidad de fuentes de agua naturales. Los enfoques de reducción de la demanda de agua y de mejora de la eficiencia deberían formar parte integral de la gestión moderna de los recursos hídricos. En la mayoría de los climas áridos afectados por la escasez de agua, existen tradiciones ancestrales para conservar el agua. Éstas se han mantenido o han sido reforzadas por prácticas de gestión de la demanda basadas en la eficiencia, generalmente, conocidas como Gestión de la Demanda de Agua (GDA). En los climas tropicales y fríos, con abundantes precipitaciones, están acostumbrados a recurrir a proyectos de abastecimiento de agua y se tienden a adoptar fórmulas de gestión adaptadas especialmente a este contexto específico. Además de todo lo anterior, los beneficios económicos resultantes de alargar la vida del suministro hídrico y de las plantas de tratamiento, y la eficiencia operativa de los sistemas de tratamiento de aguas residuales pueden llegar a ser considerables. En cuanto a las consideraciones medioambientales, conservar los recursos posibilita el trasvase de aguas no usadas para así mantener los ecosistemas y reducir los niveles de contaminación en los lagos, los ríos y las aguas subterráneas. Si bien sería conveniente fomentar la GDA, resulta, para ello, necesario un cambio profundo en las pautas de comportamiento de las instituciones, de las instalaciones y de las personas, un cambio que exige formación, conocimiento de la situación y compromiso político para lograr su plena implementación.

La evaluación de los recursos hídricos (ERH), ofrece a los científicos, ingenieros, gerentes, y a los responsables de la formulación y planificación de políticas, una base sobre la cual se pueden tomar un gran número de decisiones. La ERH, es decir, el proceso de supervisar (medir, recabar y analizar) la cantidad y calidad de los recursos hídricos, es la base a partir de la cual se elaboran políticas y leyes que tienen como finalidad la sostenibilidad de los recursos hídricos. De este modo, se derivan beneficios económicos, sociales y medioambientales de las evaluaciones de los recursos hídricos llevadas a cabo periódicamente en todas las cuencas y acuíferos, así como a nivel nacional y regional, especialmente, donde existen recursos hídricos transfronterizos. RESUMEN EJECUTIVO | EL AGUA, UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

La mala calidad del agua y un abastecimiento no sostenible frenan el desarrollo económico nacional, y pueden tener efectos negativos sobre la salud y los medios de vida. En la actualidad, somos relativamente capaces de reconocer los impactos de la contaminación y el uso excesivo de las aguas superficiales y subterráneas sobre la calidad y cantidad del recurso. Nos encontramos, por tanto, en el momento preciso para crear programas específicos con el fin de reducir dichos impactos en los países en desarrollo. Mientras tanto, a nivel nacional y de cuenca fluvial, se reconoce, cada vez más, la necesidad de disponer de buena información sobre la calidad del agua, algo esencial para evaluar los impactos y elaborar estrategias de utilización y reutilización del agua que satisfagan las demandas de calidad y cantidad.

Poder afrontar la demanda creciente de agua supone contar con soluciones específicas a problemas particulares. ¿Cómo compensar la variabilidad natural del ciclo hidrológico para que el recurso esté disponible de forma continua? o ¿Cómo superar los problemas derivados de una disponibilidad reducida de agua, tanto en cantidad como en calidad, consecuencia de los impactos humanos y del desarrollo? Las estrategias de prevención y las nuevas tecnologías capaces de aumentar los recursos hídricos naturales existentes, reducir la demanda y mejorar la eficiencia, forman parte de la respuesta frente a la carga creciente que soportan los recursos hídricos de que disponemos. En el pasado, se optó por soluciones tales como el almacenamiento de la escorrentía en embalses, los trasvases desde zonas ricas en agua a regiones con escasez hídrica o la extracción de recursos de los acuíferos. Todos estos métodos lograron abastecer de agua allí donde y cuando se necesitaba y, probablemente, sigan formando parte de las estrategias habituales de desarrollo de los recursos hídricos. Para poder satisfacer la demanda actual y futura de agua, se debería prestar más atención a enfoques tales como el uso innovador de las fuentes de agua naturales o las nuevas tecnologías. Los recursos hídricos no convencionales, derivados de la reutilización o la desalinización del agua, se utilizan cada vez con más Arriba Shanghai, China

Derecha Desperdicios dejados tras el mercado diario en el río Mekong, Vietnam.

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de especies endémicas, pero es también muy sensible a la degradación medioambiental y a la sobreexplotación. Estos ecosistemas, a menudo denominados de aguas continentales, encierran hábitats altamente productivos que contienen una proporción significativa de agua dulce: lagos, ríos, humedales y llanuras de inundación, arroyos, lagunas, manantiales y acuíferos. El término “humedal” se refiere a un grupo determinado de hábitats acuáticos que representa una variedad de ecosistemas poco profundos y con vegetación tales como ciénagas, marismas, pantanos, llanuras de inundación y albuferas que, a menudo, frenan la acción de fenómenos meteorológicos extremos como los huracanes. La degradación de dichos humedales pone, por tanto, en riesgo las zonas costeras.

En muchas regiones, los ecosistemas y las especies de agua dulce se están deteriorando con rapidez, muchas veces, más rápidamente que los ecosistemas terrestres y marinos. Este fenómeno tiene un impacto inmediato sobre los medios de subsistencia de las comunidades humanas más vulnerables del mundo. Los efectos incluyen la disminución del nivel de proteínas en los alimentos, la reducción de la disponibilidad de agua limpia y de las posibilidades de generación de ingresos, el menoscabo de las estrategias de reducción de la pobreza y unas tasas de extinción sin precedentes en la historia de la humanidad. Los datos disponibles, como los del Índice del Planeta Viviente (IPV), suelen corroborar la hipótesis de que las especies de agua dulce están más amenazas por las actividades del ser humano que las especies de otros hábitats. Así, entre 1970 y 2000, sus poblaciones disminuyeron en un 47% aproximadamente; esto representa una reducción mucho mayor que la registrada en los ecosistemas terrestres o marinos, siendo la caída registrada en el sudeste asiático la más grave de todas.

Las variables que indican el estado de la biodiversidad en el agua dulce y las mediciones de la contaminación, como la demanda bioquímica de oxígeno (DBO) y las concentraciones de nitrato en el agua, ponen de manifiesto el continuo deterioro de muchos ecosistemas de agua dulce. El primer estudio global sobre la al agua potable ni al saneamiento básico para el año 2015, a reducir significativamente la tasa de pérdida de biodiversidad en los ecosistemas acuáticos para el año 2010. Reconciliar ambos objetivos supone un enorme desafío.

La puesta en marcha de planes de Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH) a nivel regional y local, el uso creciente de criterios ecosistémicos centrados en las cuencas fluviales, la clausura de numerosas controvertidas presas en Norteamérica, y el lanzamiento de muchos proyectos de restauración fluvial y de humedales, sugieren que estos compromisos, finalmente, se están tomando en serio, aunque no aún en todas las partes del mundo.

Unos ecosistemas de agua dulce salubres son fundamentales para preservar la biodiversidad y el bienestar humano. Nuestra seguridad alimentaria, así como toda una serie de bienes y servicios medioambientales, dependen de los ecosistemas de agua dulce. La biodiversidad de los ecosistemas de agua dulce es sumamente rica, con un alto nivel CAPÍTULO 5 | ECOSISTEMAS COSTEROS Y DE AGUA DULCE

CAPÍTULO 5 Ecosistemas costeros y de agua dulce

Por Si se pretende alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio en materia de agua dulce, biodiversidad y cambio climático, entre otros, las soluciones de gestión deberán incluir a los PNUMA ecosistemas. En la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (CMDS) de 2002, los países se (Programa de las comprometieron, además de a reducir a la mitad el porcentaje de personas que no tienen acceso Naciones Unidas para el Medio Ambiente) Arriba El calentamiento global ha causado el retroceso del glaciar de Vatnajokull, Islandia.

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SECCIÓN 2 situación del caudal de los ríos demostró que hay una creciente fragmentación de las cuencas fluviales, debido a la construcción de presas y a otra serie de obstáculos que impiden el flujo normal de los ríos. Las cascadas, los rápidos, la vegetación ribereña y los humedales pueden desaparecer si el caudal del río se ve alterado por la construcción de una presa. Las principales amenazas regionales y locales a los ecosistemas de agua dulce incluyen la alteración de los hábitats, los cambios en el uso de la tierra -principalmente, la deforestación y la agricultura intensiva-, la fragmentación fluvial y las regulaciones del caudal, la contaminación del agua, las especies invasivas y el cambio climático. De no abordar estos problemas, los costes sociales y económicos serán inmediatos y los efectos sobre la biodiversidad, probablemente, irreversibles a largo plazo.

La gestión del agua dulce está en crisis. La biodiversidad y la conservación de las especies, los hábitats y las funciones de los ecosistemas, deben pasar a formar parte integral de todo buen programa de gestión de los recursos hídricos. Resulta, además, necesario desarrollar de forma urgente enfoques prácticos para un uso sostenible de los ecosistemas acuáticos. Un gran paso en esta dirección lo representa el Plan de Aplicación de las decisiones de la CMDS, mediante el cual los gobiernos que en él participan acordaron desarrollar planes de GIRH y de eficiencia hídrica para 2005.

En la actualidad, la aplicación de los enfoques de la GIRH es urgente. Aunque ya está comúnmente aceptado, cabe señalar que los enfoques de la GIRH deberían adaptarse a las circunstancias y necesidades locales; esto exigirá la creación de toda una serie de herramientas y metodologías, adaptando, en algunos casos, aquéllas que se emplean en otros hábitats y situaciones. Algunos gobiernos y organizaciones internacionales de desarrollo y de conservación emplean el enfoque de la Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas (GICH). Este concepto, similar al de la GIRH, considera la cuenca/acuífero fluvial o lacustre como la unidad de gestión definida con criterios ecológicos. La GICH se puede, por tanto, aplicar a un gran número de niveles, dependiendo de las dimensiones de la cuenca fluvial. Éstas pueden variar de pequeñas captaciones de agua, de tan sólo unos cuantos kilómetros cuadrados, como a grandes cuencas nacionales o transfronterizas, donde distribución y contaminación cruzan las fronteras internacionales.

Del mismo modo, los acuerdos de cooperación entre gobiernos, comunidades, organizaciones no gubernamentales, intereses industriales y grupos de investigación deben dejar atrás los grandes compromisos, y centrarse en acciones específicas y acuerdos de trabajo flexibles y duraderos. Las estructuras institucionales de gestión eficaz deberían permitir la contribución del público, modificando las prioridades de las cuencas, además de la incorporación de información novedosa y tecnologías de supervisión. La adaptabilidad de las estructuras de gestión debería alcanzar, también, a los países ribereños (aquéllos que comparten el mismo sistema hidrológico) no signatarios, incorporando medidas que se ajusten a sus necesidades, derechos y potencial admisión. En el pasado, hubo intentos para resolver algunas dificultades de cooperación, estableciendo acuerdos sobre agua dulce y mares Arriba Las fuertes lluvias que caen en la provincia de Misiones lavan el suelo arrastrando grandes cantidades de tierra ferruginosa hacia el río Uruguay, que se tiñe de color ocre rojizo, Argentina

16 RESUMEN EJECUTIVO | EL AGUA, UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

Fragmentación y regulación de caudales por sistemas de grandes ríos No afectados Ligeramente afectados Gravemente afectados

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Índice N° de especies en el Índice SECCIÓN 2 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2 1.8 1.6 1.4 1.2 1 0.8 0.6 0.4 0.2 0 CAPÍTULO 5 | ECOSISTEMAS COSTEROS Y DE AGUA DULCE

Índice del Planeta Viviente (1970-2000)

Especies de agua dulce 250

200

150

100

50

0 Australasia Afrotropical Indomalayo Neártico Neotropical Paleártico Índice de agua dulce N Izquierda Un proyecto para irrigar el desierto causó el retroceso del mar de Aral. Éste tiene actualmente un nivel de salinidad excesivo para los peces y su profundidad no permite la navegación.

Glaciar Franz Joseph, en Te Wahipounamu, Nueva Zelanda.

17 Fuente: Loh et al., 2004

regionales a nivel local, regional o de cuenca (por ejemplo, en el Mekong, el Mar Negro, el Danubio, el Mar Mediterráneo o el Lago Chad). Si bien algunas de estas iniciativas han conocido cierto éxito, ocurre que, generalmente, no cuentan con las herramientas políticas necesarias para promover la GIRH a largo plazo.

Es urgente una mejora considerable de la calidad de los datos. Esta mejoría resulta indispensable para evaluar el progreso hacia los objetivos de reducción de la tasa de pérdida de biodiversidad establecidos para el 2010 por la CMDS y el Convenio sobre Diversidad Biológica. Aunque hay datos sobre biodiversidad y calidad del agua relativos a algunas especies, hábitats y regiones, sigue habiendo un gran vacío en la información disponible sobre muchas especies, y sobre la magnitud y la calidad de los ecosistemas acuáticos. En última instancia, los indicadores sobre los ecosistemas sólo pueden ser igual de buenos que los datos sobre los que se basan.

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La salud humana afecta a los principales sectores relacionados con el desarrollo y la gestión de los recursos hídricos. Existe una amplia gama de condiciones y parámetros en torno al agua que determinan la salud de las comunidades. En el ámbito doméstico, ya sea en zonas urbanas o rurales, se hace especial hincapié en la falta de acceso a cantidades suficientes de agua potable y a un saneamiento adecuado, y en el fomento de hábitos de higiene. Todos estos factores son importantes para frenar la transmisión de enfermedades diarreicas y otras infecciones gastrointestinales. En aquellos lugares donde el agua es necesaria para la alimentación y la energía, se insiste en el impacto de la construcción de embalses destinados al desarrollo de la energía eléctrica y la irrigación, y los riesgos subsecuentes de aparición de enfermedades tales como el paludismo, la esquistosomiasis, la filariasis y la encefalitis japonesa. La salud puede también ser un factor clave para alentar a las comunidades a que participen en la conservación de la naturaleza y en la gestión medioambiental, sobre todo, en aquellas comunidades cuyas condiciones de vida dependen de los ecosistemas o donde los riesgos para la salud están relacionados con enfermedades asociadas al agua. El nivel de salud de la comunidad es, por tanto, el indicador definitivo del éxito o fracaso del desarrollo y gestión integrados de los recursos hídricos.

Las enfermedades infecciosas, sobre todo, la diarrea y el paludismo, siguen dominando la carga global de enfermedades relacionadas con el agua. Esta carga mundial es un buen indicador del estado del acceso al agua y al saneamiento. Las enfermedades asociadas a esta falta de acceso se evalúan, principalmente, mediante el índice de Años de Vida Ajustados en función de la Discapacidad (AVAD), que es el número de años perdidos de vida productiva por muerte prematura o discapacidad. Los datos son clasificados en función de la edad e incluyen información sobre el sexo y el área geográfica en caso de diarrea, paludismo, esquistosomiasis, filariasis linfática, oncocercosis, dengue, encefalitis japonesa, tracoma, infecciones intestinales por nematodos, malnutrición proteico-energética o ahogamiento. En 2002, las enfermedades diarreicas y el paludismo sumaron 1,8 y 1,3 millones de muertes, respectivamente, en su mayoría de niños menores de 5 años. La diarrea sigue siendo la principal causa de muerte por enfermedades relacionadas con el agua entre los niños. En los países en vías de desarrollo, la diarrea representa el 21% de las muertes en niños menores de 5 años. Aunque la mortalidad causada por la diarrea ha disminuido, la proporción de muertes producto de diarreas persistentes y por disentería sigue aumentando. Alrededor de 400 millones de personas contraen paludismo cada año. Puesto que la proporción del paludismo en la carga global de enfermedades no deja de aumentar, éste es uno de los problemas de salud más graves a nivel mundial y más urgente de remediar.

En África y Asia, las enfermedades relacionadas con el agua siguen representando una carga especialmente importante para la salud. El África subsahariana y el Sur de Asia son las regiones más afectadas: se estima que, en los países en vías de desarrollo, cada menor de 5 años sufre una media de tres casos de diarrea anuales. Mientras que la carga de la diarrea está presente tanto en África como en el Sur de Asia, el paludismo afecta, sobre todo, a los niños menores de 5 años en África. El paludismo representa el 30% de las consultas clínicas de pacientes no hospitalizados en África, donde la enfermedad es endémica. de la Salud) RESUMEN EJECUTIVO | EL AGUA, UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

CAPÍTULO 6 Proteger y promover la salud humana

El estado de la salud humana está estrechamente vinculado a toda una serie de condiciones Por relacionadas con el agua: potabilidad, saneamiento adecuado, reducción de la carga de enfermedades OMS relacionadas con el agua y existencia de unos ecosistemas de agua dulce salubres. Para mejorar los (Organización Mundial progresos hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud humana, se necesitan mejoras urgentes en la gestión del uso del agua y el saneamiento. y UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia)

Arriba Las manos de esta mujer reflejan las consecuencias del envenenamiento por arsénico sufrido por el consumo de agua contaminada.

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SECCIÓN 3 CAPÍTULO 6 | PROTEGER Y PROMOVER LA SALUD HUMANA Abajo Una mujer recolecta agua de una fuente insalubre, Indonesia.

19 Cobertura de fuentes mejoradas de agua potable (2002) Porcentaje de la población con acceso a fuentes mejoradas de agua potable Menos del 50% 50 – 75 % 76 – 90 % 91 – 100 % Datos insuficientes

Cobertura de saneamiento mejorado (2002) Porcentaje de la población con acceso a un saneamiento mejorado Menos del 50% 50 – 75 % 76 – 90 % 91 – 100 % Sin datos

En muchas de estas regiones, la población está confrontada con un alto índice de transmisión del paludismo a lo largo de todo el año, lo que provoca un número considerable de casos, sobre todo entre los niños y las mujeres embarazadas. Desde finales de la década de los noventa, el cólera ha supuesto también un grave problema en África, donde se registran, oficialmente, entre 100.000 y 200.000 casos al año.

Sería posible combatir muchas de las enfermedades relacionadas con el agua favoreciendo un acceso universal al agua potable, y a prácticas adecuadas de saneamiento, higiene y gestión del agua. La mejora del suministro de agua y del saneamiento previene la diarrea y puede reducir los casos de infección intestinal por helmintos (gusanos parasitarios) y de esquistosomiasis. Hoy en día, está demostrado que sería posible evitar 1,7 millones de muertes anuales si se facilitase un acceso seguro al agua potable, al saneamiento y a la higiene. La forma de prevención más efectiva consiste, simplemente, en lavarse las manos con jabón, lo que podría reducir a la mitad el número de muertes por diarrea. Hay, también, numerosas infecciones cutáneas y enfermedades oculares relacionadas con una mala higiene y un suministro inadecuado de agua. Los helmintos, transmitidos por contacto con el suelo, afloran en aquellos Fuente: OMS, 2006 Fuente: OMS, 2006

lugares donde reina la pobreza, el saneamiento es inadecuado y donde los servicios sanitarios son mínimos.

Está demostrado que el desarrollo de los recursos hídricos influye en la incidencia del paludismo y de otras enfermedades transmitidas por vectores. El control del paludismo se ve entorpecido por numerosos inconvenientes, como la mayor resistencia de los mosquitos y parásitos del paludismo a los insecticidas y medicamentos de bajo costo, el cambio climático y medioambiental, las migraciones y los cambios de comportamiento de la población. Está comúnmente aceptado que los proyectos de desarrollo de los recursos hídricos, sobre todo los sistemas de irrigación, pueden crear situaciones ecológicas que provocan la propagación del paludismo. La relación existente entre esta enfermedad y el desarrollo de los recursos hídricos depende, sin embargo, de factores muy específicos: el clima, el comportamiento de las personas y la ecología, la biología y la eficiencia de los vectores. La proliferación de mosquitos está a menudo relacionada con el inadecuado diseño y mantenimiento de los sistemas de regadío y con las prácticas desacertadas de gestión

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SECCIÓN 3 Población (en miles de millones) acceso a mejores fuentes de agua. La cobertura mundial de saneamiento aumentó del 49% en 1990 al 58% en 2002. Aun cuando el Planeta pareciera ir por el buen camino para alcanzar el ODM relativo al agua potable, el objetivo de saneamiento, que intenta reducir a la mitad la proporción de personas que no cuentan con un sistema de saneamiento apropiado, no se logrará para el año 2015 si no se realizan esfuerzos adicionales. La cobertura de saneamiento en los países en vías de desarrollo (49%) representa tan solo la mitad de la existente en RESUMEN EJECUTIVO | EL AGUA, UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

hídrica. En la actualidad, los métodos de gestión medioambiental no pueden desempeñar un papel más relevante en el control del paludismo debido a la falta de pruebas científicas que prueben su eficacia y por la incertidumbre frente a la viabilidad de su ejecución. Las últimas iniciativas internacionales de investigación se han centrado en las posibilidades de combatir el paludismo haciéndolo formar parte de un enfoque ecosistémico para la salud humana.

La contaminación química de las aguas superficiales, principalmente debido a vertidos industriales y agrícolas, constituye también un gran riesgo para la salud en algunos países en vías de desarrollo. En los últimos veinte años se instalaron más de 4 millones de pozos entubados en Bangladesh para abastecer de agua potable al 95% de la población. Sin embargo, se han detectado recientemente altas concentraciones de arsénico en el agua que contienen dichos pozos. La magnitud del problema y el impacto del envenenamiento por arsénico sólo se harán visibles pasado cierto tiempo, ya que sus efectos sobre la salud (tumores malignos o lesiones cutáneas, por ejemplo) se acusan únicamente tras un largo período de exposición. Teniendo en cuenta además que algunas sustancias químicas como el arsénico o el fluoruro están presentes de forma natural en las aguas subterráneas, resulta a veces complicado atribuir de forma rigurosa los problemas de salud a factores específicos del medio ambiente. Esta situación, que también se da en algunas regiones de China, India y África oriental, exige una combinación pragmática de programas de suministro de agua sostenibles y abordables económicamente y que puedan minimizar los riesgos para la salud inducidos por agentes patógenos como el arsénico y otras sustancias químicas naturales y artificiales posiblemente presentes en el medio ambiente.

Se ha logrado incrementar la red de distribución de agua segura y de saneamiento, pero siguen siendo necesarias mejoras adicionales para alcanzar los objetivos globales relativos al agua y el saneamiento. Este es el caso particular en el África subsahariana. Entre 1990 y 2002, aproximadamente 1.100 millones de personas en el mundo obtuvieron Arriba Retretes en Dar es Salaam, Tanzania. 3.0 2.5

2.0

1.5

1.0

0.5 0 el mundo desarrollado (98%). Aunque ha habido grandes avances en el Sur de Asia entre 1990 y 2002, solo algo más de una tercera parte de sus habitantes tienen hoy en día acceso a un sistema de saneamiento mejorado. Más de la mitad de quienes carecen de dicho acceso, casi 1.500 millones de personas, viven en China e India. En el África subsahariana, los informes sobre los progresos realizados indican que ni el objetivo sobre el agua potable ni el relativo al saneamiento se lograrán en 2015. Así, aproximadamente 2.600 millones de personas, la mitad de los habitantes del mundo en vías de desarrollo, seguirán viviendo sin un saneamiento mejorado. Si continúa la tendencia registrada entre 1990 y 2002, el objetivo del saneamiento quedará por debajo de la meta fijada en más de 500 millones de personas.

A largo plazo, muchas de las acciones en salud medioambiental han resultado ser más rentables que las intervenciones médicas. En este sentido, las prioridades de control mundial de las enfermedades deberían estar claramente basadas, no solo en la carga global que representan, sino también sobre la posibilidad de realizar intervenciones rentables. Según un estudio realizado en Burkina Faso, el costo de poner en marcha un programa de promoción de la higiene a gran escala supone 26,9 dólares americanos (USD) por cada caso de diarrea evitado. La rentabilidad de un programa de revisión de letrinas llevado a cabo en Kabul, Afganistán, osciló entre los 1.800 y los 4.100 USD por cada muerte por diarrea evitada, dependiendo de la edad y las circunstancias de quien lo costea. Hay estudios que demuestran que el acceso universal a las redes de agua corriente y alcantarillado puede reducir la carga de enfermedades relacionadas con el agua hasta su práctica erradicación, con un coste estimado entre 850 y 2.700 USD por AVAD evitado, cantidad superior a los niveles de ingresos habituales en los países en vías de desarrollo. Sin embargo, las tecnologías de bajo coste, tales como los grifos públicos y las letrinas, frente a las redes domésticas de agua corriente y alcantarillado, podrían suponer una economía de unos 280- 2.600 USD por AVAD evitado considerando además la desinfección en el punto de uso.

Estimación de la población sin acceso a un saneamiento mejorado Tendencia actual Con perspectivas de lograr la meta de los ODM 1990 2002 2015 2.4

1.9 2.7 Fuente: OMS/UNICEF, 2004 (Los datos e información sobre abastecimiento de agua y saneamiento han sido proporcionados por el Programa de Monitoreo Conjunto OMS/UNICEF)

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En los países en vías de desarrollo, esta situación fue el resultado de un esfuerzo intencionado basado en la premisa conceptual de la "revolución verde": cultivar variedades vegetales de alto rendimiento a las que se suministraban buenos nutrientes, agua y protección contra las pestes. El rendimiento agrícola se duplicó, al igual que la productividad del agua destinada a la agricultura. Como resultado de ello, los precios de los alimentos disminuyeron gradualmente, lo que dio lugar a una progresiva reducción de la proporción que representa la agricultura en la economía mundial.

La demanda de alimentos no es negociable. Mientras que el índice mundial de crecimiento demográfico disminuye, el número de personas que pasan a formar parte de la población mundial aumenta aproximadamente 75 millones cada año, lo que aún es una cifra importante. A medida que la población aumenta, los recursos per cápita disponibles son más restringidos, por lo que se hace necesaria una mayor productividad para poder compensar dicho crecimiento. Para satisfacer el aumento estimado de la demanda de alimentos entre 2000 y 2030, se prevé que el cultivo de alimentos en los países en vías de desarrollo aumente en un 67%. Al mismo tiempo, la mejora continua de la productividad debería hacer posible que el incremento previsto del 14 % en el uso de agua con fines agrícolas se mantenga.

Se necesitan en promedio 3.000 litros de agua por persona para generar los productos necesarios para nuestra alimentación diaria. El agua absorbida por las plantas sirve para el desarrollo de los nutrientes del suelo, siendo luego liberada al aire a través de la transpiración. La mayor parte del agua de la que se alimentan las plantas procede de la lluvia, que humedece los suelos. La irrigación en cambio, sólo representa alrededor del 10% del agua usada para fines agrícolas, si bien desempeña un papel estratégico: suple el agua de lluvia en aquellos casos en que la humedad del suelo no resulta suficiente para satisfacer con seguridad las necesidades de los cultivos. La irrigación es especialmente importante en zonas vulnerables a la variabilidad climática excesiva o donde la multiplicidad de cultivos requiere de una provisión de agua más allá del periodo de lluvias. Al asegurar el abastecimiento de agua, el regadío garantiza los cultivos y anima a los agricultores a invertir en un tipo de agricultura más productiva. Si bien la irrigación representa una parte marginal del agua destinada a la agricultura, la irrigación es la mayor consumidora de agua dulce del Planeta.

Los planes de irrigación a gran escala y subvencionados por el Estado, que en su día contribuyeron substancialmente al incremento de la producción agrícola, están intentando adaptarse al contexto actual. Dichos planes mejoraron los medios de subsistencia de los agricultores, produciendo, al mismo, tiempo alimentos a un coste menor que beneficiaron tanto a la población urbana como a la rural. Sin embargo, los súbitos cambios acaecidos en los últimos años en el ámbito económico causaron resultados, en cierta medida, CAPÍTULO 7 | EL AGUA PARA LA ALIMENTACIÓN, LA AGRICULTURA Y LOS MEDIOS DE VIDA RURALES

CAPÍTULO 7 El agua para la alimentación, la agricultura y los medios de vida rurales La agricultura mundial ha sabido responder bien a los desafíos surgidos durante la segunda Por población mundial se duplicaba, lo que supuso una mejora paulatina de la nutrición global y una reducción gradual de la proporción de personas malnutridas. (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y

FIDA (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola)

Arriba Trabajadores recolectando carpas de criadero, India.

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SECCIÓN 3 Personas desnutridas (millones) 22 350

300

250

200

150

100

50

0 Oriente Medio y África del Norte África subsahariana Asia del Sur Asia Oriental América Latina y el Caribe 1990-92 1997-99 2015 2030 Número estimado y previsto de personas desnutridas por región (1991-2030) Distribución de áreas irrigadas en el mundo (2000) Porcentaje de áreas irrigadas en el total de tierras cultivadas (2002)

Leyenda Sin datos Proyección: Mollweide

Nota: La irrigación se concentra en las zonas áridas y semi-áridas, donde es compartida por diferentes tierras de cultivo y, en el trópico húmedo del Sudeste asiático, donde hace posible la producción de una, dos y hasta tres cosechas de arroz por año. Fuente: Siebert et al., 2005; FAO/Aquastat, 2005 Porcentaje de áreas irrigadas en el total de tierras Fuente: FAO, 2003 RESUMEN EJECUTIVO | EL AGUA, UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

insatisfactorios. Esos mismos planes son ahora objeto de un prolongado debate técnico, económico y, en último término, social. Muchos sistemas se encuentran infraequipados institucional y técnicamente para responder a los desafíos que implican una mayor escasez de agua, la necesidad de diversificar la agricultura y la presión de una globalización vertiginosa. Por todo ello, es esencial modernizar la agricultura de regadío para asegurar una mejora, por lo demás apremiante, de la productividad del agua. Las instituciones del sector del riego deben responder a las necesidades de los agricultores de disponer de un suministro flexible y seguro de agua, una gestión más transparente, y un equilibro entre eficiencia y equidad en el acceso al agua. Para ello, no sólo será necesario un cambio de actitud, sino también inversiones apropiadas destinadas a la modernización de las infraestructuras, una reestructuración institucional, y una mejora de las capacidades técnicas de los agricultores y de los gestores del agua.

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SECTION 3 La agricultura está, cada vez más, bajo la mira de todos, debido a la merma de los recursos hídricos y a una mayor competencia intersectorial. Perseguir objetivos modestos para el desarrollo de una mayor productividad agrícola, ha dado lugar a la decadencia de sectores antaño invulnerables. La cantidad de agua disponible para la agricultura es cada vez más reducida a causa de la degradación de las tierras y de los sistemas hídricos, de la competencia con otros sectores económicos y de la necesidad de conservar la integridad de los ecosistemas acuáticos. La agricultura se ha visto presionada a reducir el nivel de impactos negativos que causa, sobre todo, los asociados al uso de fertilizantes y pesticidas, así como el despilfarro de agua. A medida que la competencia aumenta, la irrigación debe ser analizada más atentamente, para así determinar las situaciones en que la sociedad se puede beneficiar de ella de manera más efectiva. El acceso a los recursos naturales debe ser negociado con otros usuarios de manera transparente, para así lograr una utilización óptima en condiciones de creciente escasez.

Hoy día, está ampliamente reconocido que la gestión del agua para fines agrícolas puede tener un impacto positivo, más allá de los resultados económicos de la producción agraria. El carácter multifuncional de la agricultura ha sido reconocido y es actualmente promovido en muchos países. Con el fin de conservar los ecosistemas naturales y su biodiversidad, así como minimizar los impactos negativos de la agricultura, es necesario estimular y orientar a los agricultores mediante políticas e incentivos apropiados. Este objetivo sólo se logrará s

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