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Profesorado en Tecnología


    ¿Es la tecnología una disciplina para las mujeres?

    Trabajo práctico de observaciones de práctica e investigación educativa

    1. Hipótesis a desarrollar
    2. Trabajo de campo
    3. La situación de las mujeres en el sector científico tecnológico en América Latina
    4. Indicadores de género en ciencia y tecnología
    5. Metodología
    6. Nivel jerárquico de las mujeres en el sector
    7. Disciplinas Científicas
    8. Análisis Etario
    9. Discusión
    10. Líneas de continuidad
    11. Red Argentina de Género, Ciencia y Tecnología (RAGCYT)
    12. Bibliografía

    HIPÓTESIS a DESARROLAR:

    Es la Tecnología una materia o una forma de trabajo apta para las mujeres, dado la abundancia de contenido técnico que posee, ya que generalmente es utilizado por los hombres.

    Introducción:

    Este trabajo practico tiene como propósito la realización y concreción de observaciones sobre la forma de trabajo en la materia Tecnología, especialmente en EGB3.

    Mi trabajo se ha realizado en un curso de Octavo Año de la escuela Abelardo Vásquez de la zona de Guaymallèn.

    La forma de realización de las observaciones fueron en observación participante y observación no participante, dado que las clases de la materia observadas, eran en forma práctica y grupal, por lo que resultaba poco lógico hacer una observación no participante.

    Dentro de la observación participante se realizaron preguntas a los alumnos, explicaciones sobre desarrollo de distintos sistemas tecnológicos, una encuesta para realizar un sociograma, críticas al método de enseñanza utilizado por el profesor, a sus actitudes, a su forma de expresión, etc.

    Todos los puntos anteriormente nombrados, se han realizado bajo la lupa de una hipótesis sobre la que se basaron todas las clases observadas, osea que dicha hipótesis es la base de todo este trabajo práctico.

    También se va a realizar un marco teórico sobre la teoría, aprendida en la materia Pràctica e Investigación Educativa, en la que se han apoyado las observaciones, la hipótesis, etc..

    Este trabajo también va a poseer un anexo, donde se van a colocar, distintas notas, bajadas de internet, que completan el trabajo y pueden o no dar mayor afirmación a la hipótesis por mi realizada. Todas estas notas aunque sean básicas y sin un contenido de educación, nos ayudan a la hora de la afirmación final de la hipótesis

    Trabajo de campo

    Observaciòn Nº1(Observaciòn Participante):

    El profesor entra al aula, tardando unos cinco minitos en poder ordenar y saludar al curso, repitiendo ocho veces la frase silencio y callense. A pesar de la llamada de atenciòn a hacer silencio, los murmullos y los gritos no dejan de salir de la boca de los 27 alumnos.

    Los alumnos al fin se sientan, cun el ruido un poco calmado, pero igual continuando. Los chicos se dividen en grupos ya que el tema a desarrollar en la clase de Tecnología, asi lo permite, siendo la clase: Diseño de Sistemas Tècnicos.

    Mirando el libro de temas del curso se ve bastante completa la planilla de sus temas, parece haber un buen seguimiento de clases por parte del profesor.

    Luego de reunidos en grupos los chicos, oyen las indicaciones del profesor. A pesar de ello las voces siguen saliendo y se oye un leve murmullo, que no deja escuchar el total de las voces.

    La forma de reunirse, entre gèneros es hombres con hombres y mujeres con mujeres. Y son los hombres los que están mas callados y metidos en la actividad a realizar.

    La preceptora entra al curso a darle una noticia al profesor y los alumnos siguen con su charla o con su actividad.

    Las frases habladas por el profesor van en exigencias a que los alumnos realicen sus tareas en forma completa y en forma lo màs ordenada posible.

    Algunos han traido sus herramientas de trabajo, otros no, los que tienen herramientas son los que menos hablan. Pero asi mismo los que hacen sus tareas no le niegan las conversaciones a sus compañeros o compañeras.

    El profesor se sienta en su banco, para los alumnos que necesiten ayuda le pregunten. Algunos preguntan otros no, las consignas y forma de trabajo ya han sido dadas.

    El profesor explica algunas pautas a un grupo de chicas de cómo hacer una tarea pràctica, aunque todas miran para otro lado.

    Ruidos de sillas al moverse, gritos, insultos, papeles en el piso, alumnos inquietos, peleas en forma de juegos, risas a vos baja y alta,etc.

    Todos al estar cerca mio tratan de comportanrse un poco mejor y llamar la atención, ser màs amistosos.

    Cuando los alumnos no tienen la mirada del profesor, màs se mueven y màs hablan.

    Cuando el profesor llama la atención a alguien los alumnos de su alrrededor se rien.

    Se largan las cosas de trabajo y papeles.

    De los siete grupos de trabajo, es uno el que habla y no trabaja en la actividad, es un grupo de mujeres. Aunque igualmente en todos los grupos algunos trabajan y otros se rien y otros hablan.

    Una pregunta hecha al profesor antes de entrar al aula por parte mia fue: ¿Quiénes son los que se portan mejor, Alumnos o alumnas?. El profesor me contestò: – Las alumnas son las màs inquietas y las que peor se portan.

    El profesor llama la atención y trata de ayudar al grupo de chicas que no trabaja, aunque las a lumnas l e dicen que no han traido los materiales de trabajo, el profesor le dice que hagan la teoría y luego que hagan la parte pràctica. Pero igual no hacen lo dicho por el profesor.

    Dos son las chicas que desde el profesor está halando con el grupo no han parado de moverse.

    Algunas chicas se sientan en el piso y tratan de trabajar lo mejor posible en la actividad pràctica.

    La misma chica que estaba dando vueltas escribe a espaldas del profesor una nota para una compañera, subida encima de una silla.

    Los chicos de los distintos grupos se mezclan unos con otros para ver quien va màs adelantado y para ir copiando tareas e ideas de trabajo.

    En varios de los chicos suena de sus bocas algún tipo de música y a la vez escriben y se mueven.

    El profesor da nuevas consignas a todos los grupos, consignas de dictado de nuevas actividades, los chicos se sientan, algunos escriben otros no, a medida que se sigue dicatando los alumnos mas se van callando, cuando el profesor termina de dictar los ruidos paran, cuando los alumnos terminan de escribir, comienzan a subir el tono de las charlas.

    En el dicatdo el profesor repite cada frase 2 o 3 veces, siempre alguien pregunta ¿Còmo dijo?.

    Observando como escribìa una de las alumnas se observan varios errores de ortografìa.

    El profesor da nuevas consignas de trabajo de una clase pràctica, una vez que ha dejado de hablar, se repite todo lo dicho anteriormente.

    Por tercera vez el proefsor dice que bajen la voz o que va a comenzar a poner negativos.

    El profesor me mira y se rie.

    Es mucho el tiempo que pierde el profesor en pedir silencio y en tratar de ordenar a la clase.

    Entra una celadora al curso para repartirle a los chicos una factura, los chicos se calman y se sientan y se logra silenciar un poco la clase. Pero igual se los escucha hablar a los chicos con la boca llena.

    Las dimensiones del aula es de unos 5 x 6 metros, el techo de yeso, las paredes de ladrillos pintadas en amarillo con muchos rayones y con zuelas de zapatilas marcadas, hay 2 estufas y 2 ventiladores. En las luces hay lugar para 16 tubos fluorescentes pero 5 no funcionan. Hay un pizarron de tiza y otro para fibrón, puestos en caras opuestas. El pizarròn usado, el de tiza, solo se ha escrito una vez, hay un circuito elèctico dibujado. La iluminación es buena en el curso a pesar de que faltan tubos, tambièn ayuda la luz de la tarde. En las ventanas hay policarbonatos enves de vidrios. El espacio parece suficiente para la cantidad de chicos que hay.

    El profesor va llamando uno a uno a los grupos para ver que han hecho, aunque algunos asisten para consultar la forma de hacer el trabajo.

    El grupo de chicas que tengo enfrente, se rien, tiran cosas, gasran sus materiales de trabajo en pegar cosas que no tendràn uso, conversan, etc.

    El profesor llama la atención a un grupo, uno de sus integrantes contesta mal, el profesor solo lo mira y no dice nada.

    Una de las chicas le trató de tirar un papel a una compañera y me pegó a mi, pero nadie se rió, pasaron la mirada por alto.

    De los 7 grupos 2 ya se han preparado para salir, faltando 10 minutos para que toque el timbre de salida.

    El profesor dice que se preparen, ninguno duda en hacerlo, en el menos tiempo posible todos están preparados, las charlas mas que nunca salen de la boca de los alumnos, el profesor los hace callar para saludarlos. Saluda. El espacio de la puerta es insuficiente, ya que todos quieren salir a la vez. ¿Porquè los alumnos no entran con las mismas ganas despues de terminado un recreo?

    Observación Nº2(Observación Participante):

    Llego a la escuela a la otra semana, para la observación siguiente y observo un poco el recreo:

    Alumnos corriendo, un gran tumulto bajando por las escaleras, una cola grande el el kiosco. La escuela es de 3 pisos, su frente hacia el Este. El Patio en forma de L. Los cursos se ubican sobre el ala Sur. La sala de profesores, la preceptorìa, la dirección, el Kiosco, etc. Sobre el ala Norte de la Escuela.

    Entro a la sala de profesores, algunos me saludan, otros no. Algunos llenan libros de temas otros charlan. Un buen ambiente entre todos. Hay simpatía.

    Toca el timbre, todos salen, apenas suena el timbre.

    Entro al curso, saluda el profesor, me da lugar para saludar. Digo: Buenas Tardes. Algunos me contestan otros no. comienza la Observaciòn participante.

    Aproximandose el fin de las clases el profesor le dice a los alumnos que tienen que ir cambiando para no tener que ir a rendir. Nombra algunos apellidos, la mayoría de mujeres, todos bajan la cabeza al oir al profesor que no se refiere en forma buena a ellos. Aunque otros se rien y poca atención prestan.

    Los alumnos se ordenan, para continuar con la clase pràctica de la semana anterior.

    Ayudè a 2 grupos de alumnas y 1 de alumnos. El fin era armar un sistema tecnológico inversor de giro, usando un circuito elèctrico, un motor y un par de pilas, la consigna era no tocar ni las pilas ni el motor.

    En el primer grupo de alumnas, realizaban pocas preguntas, ellas me decian que les ayudara en la forma de resolver el sistema, pero no lo hice, les hice recordar la teoría y les dì las aproximaciones para que ellas pudieran idear el sistema final. Me regañaban al yo decirle que lo terminaran ellas, solo les podìa decir que no servia de nada que yo se los hiciera, pues asì ellas no lo iban a aprender. Una de ellas me dijo, yo quiero aprobar, ya quee sto no me gusta y no es lo que quiero hacer cuando sea mayor. Solo les interesa aprobar, no importa aprender o no. En mi explicación yo les hacía preguntas de la teoría y ellas no sabian que contestarme. Por lo que intentè hacerles una explicaciòn cada vez màs fàcil, para que pudieran resolverlo, pero es obvio que el tema no estaba bien entendido, ni bien conocido.

    El segundo grupo también era de mujeres. Pero al avanzar en las preguntas que ellas me hacían también había defectos en interpretación de la explicación del profesor. Este grupo pone más empeño que el grupo anterior en poder resolver el sistema, tienen equivocaciones, pero avanzan en poder lograrlo lo mejor posible. Al final una de las alumnas me lo resuelve satisfactoriamente.

    El tercer grupo es un grupo de hombres, ya tenian armado la mayoría del esquema, solo les quedaba un problema que tenian con una conexión de los cables. Que con la sola explicación de un ejemplo lo resolvieron.

    Observación Nº3 (Observación Participante):

    La clase anterior quedó atrás, el profesor sienta a los alumnos y comienza con un nuevo tema en Tecnología, dentro del eje de Mecanismos el tema es Palancas. Se dictan las consignas de trabajo por parte del profesor, aclara las dudas y los chicos se ponen a trabajar. Aunque algunos siguen con el tema de la clase pasada.

    El profesor se prepara para ir grupo por grupo fijandose si habían traido información. El resultado. Solo tres grupos trajieron información, de los 7 que hay. Todos los grupos tenian una fotocopia de un libro de mecanismos, que nada tenia que ver con palancas. Los alumnos que no trajieron la información son los que no hacen nada.

    Una de las alumnas, con mala conducta, le va a pedir al profesor la repuesta a una pregunta, el profesor le dice que se siente y le va a explicar una duda a otro grupo. La reacción de la alumna es mirarlo con mala cara y sacarle la lengua.

    Yo me dedico a ayudar a un grupo que estaba terminando la maqueta de la clase pasada, la de un inversor de giro. Ya estaba terminada, unicamente que tenian una duda de cómo colocar un cable. Les dì una opinión de cómo podía ser y la aceptaron. El profesor llamó a dicho grupo y el sistema funcionaba correctamente, los alumnos se pusieron muy contesntos al saber que tenian una buena nota.

    Lo mismo tuve que ayudar a un grupo de chicas que no había terminado el trabajo de la clase pasada, lo unico que tenian es que no habían conectado bien los cables, pero luego lo conectaron bien despues de una ayuda mía. El resto de la clase transcurrió en forma normal.

    RAGCyT LA SITUACION DE LAS MUJERES EN EL SECTOR CIENTIFICO TECNOLOGICO EN AMERICA LATINA. PRINCIPALES INDICADORES DE GÉNERO RED ARGENTINA DE GÉNERO, CIENCIA Y TECNOLOGIA (RAGCyT)

    INTRODUCCION En este trabajo nos proponemos exponer un informe elaborado desde la Red Argentina de Género, Ciencia y tecnología (RAGCyT). La RAGCyT surgió en 1994 de la necesidad de visibilizar la situación específica de las mujeres en un periodo crítico de la política cientÍfico-tecnológica nacional y regional, de constatar la ausencia de datos provistos desde el Estado para ese diagnóstico (y por lo tanto para políticas publicas especialmente dirigidas a las mujeres en estas áreas) y del compromiso con el logro de situaciones laborales equitativas. Desde la creación de la RAGCyT uno de nuestros objetivos fue trazar un diagnóstico de la situación de la mujer en ciencia y tecnología en distintas áreas del sector y su evolución en los últimos años, para poder elaborar estrategias de promoción y valorización de la contribución de las mujeres en ciencia y tecnología. En los primeros resultados encontrados dábamos cuenta de la situación de las mujeres en el sector de C y T en la Argentina, que sugerían su ausencia en los lugares significativos no era proporcional a la evolución de la matrícula universitaria (1). En entrevistas realizadas a becarias, investigadoras jóvenes e investigadoras formadas pudieron detectarse algunas formas sistemáticas de barreras relacionadas al sexo, como disminución en el monto de las becas, no contemplación de licencia y otros derechos relacionados con la maternidad, no existencia de becas externas de corta duración, disparidad en la distribución de jerarquías con los mismos antecedentes y hostigamientos en el ambiente de trabajo. (2) En 1998 los datos sobre Argentina fueron actualizados en oportunidad del Foro Regional de UNESCO realizado en Bariloche. Esto permitió observar la persistencia de ciertos datos por ejemplo la ínfima proporción de investigadoras en el nivel superior y su ausencia en los lugares de decisión. (1) En este trabajo nuestra investigación se hizo extensiva a otros tres países de América Latina: Brasil, Uruguay y México. ANTECEDENTES Uno de los principales atributos que distinguen a la llamada revolución científica y tecnológica (RCT), es la inusitada velocidad de su avance. De hecho, los últimos 150 años han sido los más fértiles en materia de descubrimientos científicos e innovaciones tecnológicas, si se los compara con toda la producción de los 5000 años precedentes (3). Más de la mitad de los datos científicos que se utilizan en la actualidad fue obtenida en la segunda mitad del siglo XX, así como del total de los científicos que en toda la historia de la Humanidad se han dedicado a la investigación, el 90% vive o vivió en este periodo (4). Los hechos citados dan la pauta del carácter revolucionario del avance logrado en tan poco tiempo, pero este se torna incontrastable cuando se verifica que hace 100 años se necesitaban 4 campesinos para alimentar a un poblador urbano, mientras que hoy, al borde del tercer milenio, basta 1 campesino para alimentar a 25 personas de la ciudad (5). La creciente incorporación de tecnología al proceso productivo ha sido la consecuencia de la formidable aceleración experimentada por el conocimiento científico. Sin embargo, si tomamos la situación actual de la población mundial "1.000 millones de personas viven en prosperidad (una décima parte de ellas en la abundancia), 3.000 millones en la pobreza, más de 1.000 millones sufren hambre. (6) Bastaría emplear la cosecha mundial de granos para saciar el hambre en todo el planeta; pero mientras "en Europa el 57% de los granos se utilizan como forraje, en Estados Unidos es el 70%", en lugar de ser destinados al consumo humano (7). Por otra parte se puede constatar que también el paradigma de la RCT se apoya en la profundización de la brecha que separa a los países centrales de los restantes. Debemos también considerar la brecha existente en los países periféricos, entre las diferentes clases sociales, y a su vez entre hombres y mujeres. En un reciente estudio comparativo se verifica que mientras los principales países latinoamericanos no alcanzan a invertir el 1% de sus respectivos PBI en ciencia y tecnología, los países centrales y los llamados "nuevos emergentes" superan largamente esa diminuta escala en por lo menos cuatro veces (8). Y aún en un contexto de mayor inversión en ciencia y tecnología, cabe preguntarse si no existe sesgos de género en estas inversiones. Sería interesante consignar quienes reciben fondos, para que proyectos, en interés de quienes y definidos por quienes. "La ciencia y la tecnología no son neutrales o no normativas sino que, al igual que todos los demás modos de ordenar la realidad y de entender los datos, nacen en un contexto social e histórico que tiene unos valores y unos intereses sociales intrínsecos en sus estructuras" (9). Si bien estos contextos han ido cambiando, hay un rasgo que ha permanecido inalterado desde el origen mismo de las ciencias, y es su carácter androcéntrico. Los hombres han participado exclusivamente en su construcción y en decidir los intereses de la misma. El cuestionamiento acerca de quien hace la ciencia y para quien ha planteado la posibilidad de que la incorporación de las mujeres (entre los diferentes actores ausentes en la construcción del conocimiento) resultaría un aporte positivo para socializar los objetivos del conocimiento científico. El significado que lleva unido a una mayor participación de la mujer en la tecnología y en la educación tecnológica refleja dos importantes perfiles . El primero se relaciona con la manera con la cual la tecnología impregna todos los dominios de la actividad en el mundo contemporáneo, con funciones preponderantes en el desarrollo económico de un país y en nuestra experiencia diaria. No sólo las ocupaciones relacionadas con la tecnología están en franco crecimiento sino que la población en general, mujeres y hombres, están involucrados en el proceso, productos y efectos de la tecnología en nuestra vida diaria. El segundo se relaciona con la necesidad de tomar medidas para lograr que la mujer se incorpore en condiciones igualitarias al hombre, eliminando la discriminación de género, particularmente en los campos del empleo y la educación. Las mujeres eligen en mayor proporción, en todo el mundo, carreras relacionadas con el arte, y las ciencias sociales que las de ciencia y tecnología. Probablemente contribuye a esta situación de las mujeres aspectos estructurales, originados en y a través de las estructuras sociales de las instituciones y la segmentación del mercado laboral, e internalizada en valores y creencias acerca de las expectativas y roles adecuados. Estos factores se manifiestan en barreras para la participación de la mujer tanto en forma general como específica en el dominio de la tecnología. En el siglo venidero el desarrollo de la ciencia y la tecnología hará necesario que se duplique a nivel mundial la cantidad de hombres y mujeres dedicados a la investigación. Considerando que en América Latina existen la cuarta parte de científicas/os que en Europa Occidental, la incorporación de las mujeres al Sector no solo es un deseo de las mujeres, sino una necesidad para la existencia de un sector de ciencia y tecnología acorde a un desarrollo socio-económico que garantice una sociedad justa. La ausencia de estadísticas diferenciadas por sexos, situación que ocurre en casi todos los países subdesarrollados y en la mayor parte de los países desarrollados, no permite establecer la real situación de las cuestiones de género en la sociedad. En el caso particular de la Ciencia y la Tecnología, contar con datos estadísticos diferenciados y a su vez discriminados, resulta imprescindible para establecer en primer lugar un diagnóstico de situación. En un trabajo previo de la RAGCyT ( 1) logramos establecer la real situación de las mujeres en el sector, luego de analizar los datos discriminados por sexo. Allí observamos que a pesar de que no existían diferencias importantes en el numero total de mujeres y varones que participaban en el sector de C y T, si las había, entre otros hallazgos, en los niveles jerárquicos alcanzados por los mismos. Existen barreras para la incorporación de mujeres al sector que podemos llamar "Formales" en América Latina, ya que las barreras para acceder a una formación científica para las mujeres suelen comenzar desde la infancia. Según los informes de UNICEF, en los países en desarrollo, entre el 30 y el 50% de los menores (de los cuales la mayoría son niñas) nunca llegan al sistema escolar formal. Es más, casi dos terceras partes de los analfabetos del mundo son mujeres (10). Consecuentemente la democratización del desarrollo y la implementación de la CyT debe considerar la desigualdad existente entre hombres y mujeres. Existen otro tipo de barreras que podemos llamar "Informales", basadas en el modo en que los prejuicios inciden en la diferente formación que reciben niñas y varones, y la distinta actitud que por razones de género tienen los y las docentes en el área de matemáticas y ciencias. En el hogar, operan estereotipos sociales que los padres transmiten a sus hijos e hijas; y la imagen tradicional de la mujer la aleja de los estímulos necesarios para despertar su interés por la investigacion científica. En el sistema educativo, las expectativas de rendimiento están sesgadas por los prejuicios, el lenguaje y las ilustraciones, esta situacion favorece la exclusión. La ausencia de modelos femeninos en ciencias que puedan impulsar a las niñas a identificarse contribuye aun mas a la mencionada exclusión.

    INDICADORES DE GÉNERO EN CIENCIA Y TECNOLOGIA Trabajos previos nuestros y de otras/os investigadoras/es que utilizaron los indicadores tradicionales para analizar la situación de las mujeres en el sector, mostraron la escasa eficiencia de estos, para establecer un diagnóstico real (11). En el trabajo mas completo que se ha publicado sobre los indicadores de la C y T en América Latina, resulta evidente la falta de respuesta por parte de los países de los datos discriminados por sexo (11). De allí la necesidad de construir nuevos indicadores que den cuenta de las diferencias de género en el desempeño de la formación, investigación y practica científico-tecnológica. La CEPAL , en un reciente trabajo sobre "Indicadores de Género para el seguimiento y la evaluación del Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe, 1995-2001 y la plataforma de Acción de Beijing " (13), señala la necesidad de definir "indicadores" que permitan medir con precisión los cambios registrados a lo largo del tiempo y posibiliten comparaciones entre países. En el caso especifico de los indicadores de género, remarca la necesidad de reconocer la brecha que se produce entre ambos sexos, y no solo establecer las diferencias cuantitativas en los diferentes niveles entre uno u otro.

    METODOLOGIA La metodología inicialmente proyectada para el análisis cuantitativo de datos contemplaba la solicitud de las estadísticas discriminadas por sexo, de los sistemas de ciencia y técnica de los países propuestos. Es de destacar que no sólo Argentina, sino todos los países miembros de Naciones Unidas, han suscripto ante esta organización, el compromiso derivado de la Conferencia internacional de Beijing, 1995 y reiterado en la Conferencia sobre Ciencia de la UNESCO realizada en Budapest en 1999, para desagregar por sexo y edad todas sus estadísticas sociales. A pesar de ello, tuvimos muchas dificultades y fueron escasos los datos desagregados provistos por los sistemas de Ciencia y Tecnología. Esto nos llevó a usar metodologías no ortodoxas. En el caso de México, una vez obtenido el listado de investigadores/as del sistema nacional, procedimos a revisar los nombres de cada uno/a para establecer la lista según sexo. En la Argentina reconstruimos la desagregación basándonos en los dos dígitos iniciales del código único de identificación laboral (CUIL). Aunque se solicitaron los datos siguiendo las vías formales, salvo en el caso de Uruguay, las instituciones no respondieron y los datos fueron obtenidos por medio de Internet (cuya utilización nos permitió acceder a bases de datos oficiales) o de personal no jerárquico de dichas instituciones. Esto impidió la inclusión de algunos países, que originalmente iban a ser estudiados en nuestro trabajo (como Cuba y Guatemala). Una vez superados estos obstáculos y en presencia de todo el material disponible, nos encontramos con que los datos obtenidos no siempre eran compatibles. Los sistemas de ciencia y tecnología en los distintos países latinoamericanos muestran grandes diferencias en los tipos de cargos, la existencia o no de carreras de investigador, el tipo de becarios, la inclusión de disciplinas humanísticas en las instituciones científicas, y hasta el modo de clasificar las disciplinas. Una precisión terminológica: puede observarse que a lo largo del trabajo usamos expresiones como "el sector de ciencia y tecnología" referidas al sistema estatal de investigadores/as. Esto expresa una situación real en América Latina, donde el financiamiento de la investigación está casi exclusivamente a cargo del estado. Finalmente sistematizamos los datos de cuatro países, Argentina, Brasil México y Uruguay, a pesar de que la información obtenida en algunos casos es escasa, a fin de establecer algunas comparaciones que permitan cumplir los objetivos de este trabajo: hacer un diagnóstico regional exploratorio de la situación de las mujeres en el sector de ciencia y tecnología, y proponer una línea de trabajo en la construcción de indicadores de género en ciencia y tecnología. Para este trabajo hemos definido indicadores fundamentalmente con dos objetivos, elaborar un diagnóstico de la situacion de las mujeres en el sector de CyT y a partir de el hacer propuestas de indicadores y de políticas para alcanzar la igualdad de oportunidades y la disminución de la brecha de género. Para la construcción de nuevos indicadores tomamos el concepto del trabajo ya citado de la CEPAL, donde se considera que un indicador procura expresar una parte importante del fenómeno, pero siempre es un concepto que sintetiza situaciones generalmente mucho mas complejas. No pretende describir un fenómeno, sino indicar y alertar sobre el sentido en el que evoluciona. Los indicadores utilizados son: · % de investigadores según sexo por disciplina científica. El análisis por disciplina científica permite calificar a las carreras en feminizadas, equitativas y masculinizadas. · % de investigadores según sexo por categorías. El análisis de los niveles jerárquicos alcanzados por las mujeres permite reconocer su nivel en el sistema. · % de investigadores según sexo y edad .El análisis etario en relación al sexo permite evaluar los cambios en el acceso a los distintos niveles del sector y tiempo de permanencia en ellos. · % de investigadores según sexo y edad por nivel jerárquico alcanzado. El análisis por disciplina en relación a la edad y al nivel jerárquico, permite visualizar la situación de las mujeres ya insertas en el sector. · %de mujeres en puestos de decisión política. El análisis de la proporción de mujeres en cargos de decisión política permite observar la posibilidad de las mismas de alcanzar niveles de decisión. · % de becas otorgadas según sexo. Acceso a becas, permite establecer las oportunidades de ingreso al sector de C y T diferenciado entre sexos. · % de investigadores por sexo según monto de subsidios otorgados. Este indicador permite determinar la autonomía para el desarrollo de una línea de investigacion diferenciando según el sexo.

    SITUACION DE LAS MUJERES EN EL SECTOR DE CIENCIA Y TECNOLOGIA EN AMERICA LATINA La participación de los hombres en relacion a las mujeres en el Sector va de 1.33 (Brasil), 1.4 (Argentina y Cuba) hasta 2.4 (México). (11, 12) Como se puede ver en la Tabla 1.

    NIVEL JERAQUICO DE LAS MUJERES EN EL SECTOR: ARGENTINA: El organismo del estado que nuclea al mayor número de trabajadores/as dedicados a la CyT es el CONICET (Consejo Nacional de Investigación y Tecnología), donde existe una carrera del investigador. En la Argentina es minoritaria la cantidad de investigadores que solo dependen de la Universidades y prácticamente no existen en la actividad privada. En la carrera del investigador del CONICET existen cinco categorías, de menor a mayor jerarquía son: asistente, adjunto, independiente, principal y superior. Analizamos, la distribución en las distintas categorías de la carrera de investigador y podemos ver que las mujeres solo son mayoría en la categoría mas baja (asistente), igualan a los hombres en la siguiente (adjunto). Ya en la categoría independiente hay dos hombres por cada mujer investigadora, solo son la cuarta parte de los investigadores y solo el 8% de ellas alcanza la categoría superior. (Figura 1) El CONICET esta dirigido por comisiones asesoras por disciplinas científicas, junta, un directorio y un presidente. Las mujeres nunca han ocupado la presidencia del mismo y raramente a lo largo de su historia, han participado en el directorio. Actualmente las mujeres estan ausentes del directorio, y son minoría en las otras instancias de decisión del organismo como junta y comisiones asesoras. (Figura 2) BRASIL : El sistema de investigación esta organizado en dos grandes categorías, la inferior llamada "no líder" y la superior "líder" (14). Como se puede ver en la Figura 3, la posición de las mujeres lideres, ajustada por edad y por numero total de investigadores, en relación a los hombres, resulta en todas las franjas etarias menos de la mitad, excepto en las mas jóvenes. El nivel académico alcanzado, comparando mujeres y hombres muestra, que el nivel inferior, Graduados, tiene una distribución ligeramente mayoritaria de mujeres hasta los 40 años, invirtiéndose esta situación, hasta ser casi excluyente la presencia masculina a partir de los 60 años. (Figura 4a). En el nivel siguiente, Especialistas, las mujeres predominan levemente, hasta observarse un nivel similar a partir de los 50 años.(Figura 4.b). En las Maestrías, podemos observar una distribución mas o menos simétrica entre mujeres y hombres, a excepción de los mayores de 60 años. (Figura 4.c). En el nivel superior, Doctorados, mientras las mujeres representan cerca del 80 % hasta los 30 años, luego en forma constante se invierte esta relación, predominando los hombres. (Figura 4.d). URUGUAY: Las mujeres representan mas de la mitad de las egresadas universitarias, (15) y casi igualan a los varones en carreras científicas , sin embargo solo un 35 % de los que inician una carrera de investigación en el CONACYT son mujeres (Participación en proyectos de investigación). La brecha de género se profundiza a medida que se avanza en los niveles directivos, Consejo, Comisiones Asesoras y Directores, hay una mayoría de hombres (aproximadamente 80 %). (Figura 5). La discriminación en los niveles de decisión, se puede ver también en relación al financiamiento de proyectos, se puede observar que disminuye la participación de mujeres a medida que se incrementan los montos. (Figura 6). MEXICO Los datos oficiales que pudimos obtener, tal como ya lo comentamos, fueron muy limitados. Los investigadores varones representan mas del doble que las mujeres (16). En el nivel inicial de la carrera, "Candidatos" se puede observar un nivel de participación similar de mujeres. (Figura 7) En una reciente publicación (17) se describe que el porcentaje de mujeres en los distintos niveles jerárquicos de investigadores nacionales hay 22,8 % mujeres en el nivel mas bajo, 12,5 % en el intermedio y no existe ninguna mujer en el mas alto. En los últimos 15 años solo se registro un aumento del 9 % en la participación de las mujeres como investigadoras.

    DISCIPLINAS CIENTIFICAS Argentina: En el CONICET, la mayor cantidad de investigadoras/es y becarias/os se concentra en las áreas biomédicas, física y en la de las ciencias de la tierra y el agua. En el análisis de la distribución por sexo en las diferentes disciplinas científicas observamos que las mujeres son mayoría en literatura y filosofía. Igualan en numero a los hombres en biología, medicas, química, historia, sociología y bioquímica. Siendo minoritarias en ingeniería, ingeniería química, agropecuarias, derecho, economía, matemáticas y arquitectura. (Tabla 2) En todas las disciplinas analizadas aún en las de clara preponderancia femenina como literatura, las mujeres se encuentran relegadas a las jerarquías más bajas, mientras que se encuentran subrepresentadas en las más altas. Brasil: Tal como ya se describió en la introducción, hay un predominio de participación de las mujeres en las áreas humanísticas. La única disciplina donde las mujeres son mayoría son las ciencias humanas (14), mientras que es equitativa la distribución en ciencias biológicas y de la salud. En ciencias agrarias, ingenierías y exactas es claro el predominio masculino. (Figura 8). Uruguay: En el sistema científico uruguayo no se contemplan carreras humanísticas ni ciencias sociales (15). Las mujeres son mayoría en química, química fina y tecnología alimentaria; en biología y biotecnología equipara a los hombres y son claramente minoría en geociencias, energía, matemática, recursos hídricos, microelectrónica e informática. (Figura 9). México: De acuerdo al trabajo de Delgado Ballesteros (17) del total de las mujeres que estan incorporadas al sistema nacional de investigadores la abrumadora mayoría , eligen ciencias biomédicas (40,2 % ) y ciencias sociales (40,3 %). En estas áreas representan en representan en relación a los hombres el 35 % y 39 % respectivamente. En Ciencias físico-matemáticas e ingeniería son una minoría en relacion a los hombres, 13 % y 14,6 % respectivamente.

    ANALISIS ETARIO Argentina Existe un número similar de mujeres y hombres en el sistema científico tecnológico hasta los 55 años, luego es clara la preponderancia masculina. Al compararse el nivel jerárquico alcanzado por mujeres y hombres en relación a la edad de ingreso al sistema, resulta muy interesante observar que mientras que las mujeres que ingresaron antes de los 40 años, solo el 0.5 % ocupa la posición máxima, el 3 % de los hombres se ubica a este nivel. La categoría inmediata inferior fue alcanzada por el 6.1 % de las mujeres y el 12.7 % de los hombres. (Fig.10) Brasil Las mujeres son mayoría en el sistema de ciencia y tecnología hasta los 35 años, tiene una relacion equitativa hasta los 50, siendo franca minoría a edades mas avanzadas. (14) Al analizar la categoría jerárquica en función de la edad, se observa que los hombres siempre alcanzan en mayor proporción los cargos mas altos, aunque existe una relacion mas equitativa en la franja etaria de 40 a 50 años. (Fig.11) A la luz de estos resultados, tanto en Argentina como en Brasil, es evidente que la edad es una de las variables que influyen en la menor presencia de las mujeres en los cargos mas altos, considerando el momento histórico de incorporación de las mujeres al sector, pero no parece ser esta la razón fundamental.

    DISCUSION La información disponible permite identificar que en México se observan dificultades u obstáculos anteriores al ingreso al sistema de investigación, a diferencia de Argentina y Brasil donde hay un ingreso masivo y las barreras se manifiestan al alcanzar los niveles intermedios y altos de investigación. El ocupar un lugar jerárquico en la carrera de investigación implica no solo reconocimiento académico, sino la posibilidad de autonomía en la elección de la línea de investigación, y en el manejo de fondos. Por ejemplo, el dato obtenido solo de Uruguay, en relacion a la participación de mujeres en relación al monto de financiación de proyectos, muestra que hay menor participación de mujeres en los proyectos con mayor financiación. Este hallazgo resulta una barrera más, no siempre fácil de visualizar, para la participación equitativa de las mujeres en el sector. Las mujeres se encuentran subrepresentadas en los lugares de decisión como se observa en Argentina y Uruguay . Si se piensa que la objetividad en los resultados de las evaluaciones depende del juicio entre pares, la subrepresentación de mujeres, encontrada en nuestra investigacion, indudablemente refuerza las dificultades existentes para el progreso en la carrera. En relación a la edad de las/os investigadoras/es podemos observar un quiebre generacional a partir de los 60 años, donde existe una clara preponderancia masculina. Esto probablemente estaría relacionado con el marcado aumento en el ingreso a la vida universitaria de las mujeres en los años 60. Además de las barreras formales ya mencionadas, debemos considerar también lo que algunas autoras llaman "microdesigualdades", (10) o sea comportamientos de exclusión generalmente tan insignificantes que pasan desapercibidos pero que, al acumularse, crean un clima hostil que disuade a las mujeres a ingresar o permanecer en las carreras científicas y tecnológicas. Las microdesigualdades pueden definirse como el conjunto de comportamientos que tienen por efecto singularizar, apartar, ignorar o descalificar de cualquier modo a un individuo, en función de características inmutables y que no dependen de su voluntad, esfuerzo o mérito, como el sexo, la raza o la edad. Las microdesigualdades crean un entorno laboral y educacional que menoscaba el rendimiento de estos sujetos, porque hace falta tiempo y energía para ignorar este tipo de comportamientos y hacerles frente. A diferencia de los obstáculos formales, estas tradiciones y prácticas informales son menos obvias y más difíciles de reconocer. Por ejemplo, las mujeres son asignadas a los comités con menos poder, disponen de menos recursos presupuestarios, les es más difícil obtener los servicios del personal de apoyo o se las ubica en oficinas que están mas lejos; carecen de acceso a las 'redes de iniciados' para obtener información sobre otras instituciones y, a diferencia de los hombres, no disponen de un grupo de mentores o de modelos a quienes pedir asesoramiento y apoyo. Una pregunta importante que nos hemos formulado, es la incorporación de mujeres en los niveles de decisión en ciencia y tecnología cambiaría la situación actual de las mujeres. Investigaciones recientes abordan lo que se considera la aparente paradoja de la masa critica (18), consistente en que el aumento de mujeres no produce los efectos esperados ni los cambios cualitativos previstos. En estos estudios se señala algo que observamos en nuestras entrevistas en la RAGCyT: en general, las mujeres que "triunfaron" en las ciencias niegan la existencia de cualquier barrera discriminatoria. En una investigacion anterior de tipo cualitativa realizada con mujeres que ocupaban los cargos máximos en la CyT (2), la casi totalidad de nuestras entrevistadas, cuando se les pregunta si alguna vez se sintieron discriminadas por ser mujeres, contestan que no. Luego, al contar su trayectoria, hacia el final de la entrevista visualizan barreras que podrían ser fruto de prejuicios. Pero en ciertos casos se mantienen en la posición de culpabilizar a las mujeres por el abandono, por falta de pasión por su carrera, por "preferir" la vida familiar o por falta de talento. Para muchas mujeres que hoy ocupan lugares destacados, el precio de ser admitidas en las carreras científicas fue hacer suyos incondicionalmente los valores y la forma de trabajar de sus colegas masculinos. Esto no quiere decir que deban rechazarse tales valores y modos de trabajo, pero deben al menos poder discutirse. No se trata sólo de aumentar la masa critica de investigadoras. Su desventaja numérica no es el único problema, sino uno de los síntomas del problema. Los prejuicios de género que impiden una participación igualmente fructífera, que permita cambiar no sólo la vida de las mujeres sino los resultados de la ciencia misma serian parte de la base del problema. Toda empresa universalista (la ética, la ciencia, la política) se empobrece cuando se limita el acceso de actores diversos a su construcción colectiva. Esta exploración deja abierto en realidad un desafío. Dónde debe hacer eje una política destinada a la integración de más mujeres a la ciencia y la tecnología? No solo parece ser en la elección de carreras o en la formación, sino principalmente en la incorporación y retención laboral, porque a pesar de los esfuerzos realizados por las mujeres para incorporarse a las estructuras científicas y tecnológicas, un buen número de ellas decide abandonarlas. Deberá entonces, investigarse adecuadamente los motivos de la deserción, que significa en un país emergente como los nuestros el desperdicio de recursos sumamente calificados que se pagan con el esfuerzo de toda la sociedad. Es evidente que registrar y reconocer el problema son los primeros pasos para hallar soluciones. Si nuestros países avanzan hacia un compromiso internacional por dar prioridad a la equidad de género (UNESCO), debemos recordar que sin datos no hay diagnóstico, y sin diagnóstico no hay prioridades ni aplicación posible de políticas públicas adecuadas. Asumimos que es imposible reclamar una equidad entre hombres y mujeres en el sector de C y T sin que exista un proyecto de país económico y social que apunte a lograr una calidad de vida digna para el conjunto de la población. Sin embargo, la historia reciente nos ha demostrado que tanto en los países desarrollados como en los que han triunfado movimientos de liberación la situacion de las mujeres no ha variado sustancialmente. Esto habla de la necesidad de políticas especificas de equidad para lograr situaciones mas justas.

    LINEAS DE CONTINUIDAD Consideramos esencial la necesidad de elaborar un sistema de indicadores de género en ciencia y tecnología, adaptados a cada país, cuyos criterios de selección y construcción esten basados en la información y el diagnóstico realizado en el presente trabajo. Indicadores : A- Contexto en que se inserta el sector de ciencia y tecnología: · A1- promedio de años de escolaridad de la población por sexo; · A2-promedio de años de escolaridad de la población económicamente activa por sexo; B- Aporte del sector de ciencia y tecnología al desarrollo de la actividad de género · B1- % de los subsidios destinados a los temas de género · B2- % de subsidios por disciplina y por sexo B3- %de subsidios y monto por disciplina y por sexo. C- Acceso al sector C1- Población potencial para acceder al ingreso al sector de ciencia y tecnología por sexo D- Participación en las decisiones del sector · D1- Tasa de mujeres en las instancias de decisión E- Diagnóstico de la situacion en el sector · E1-Tasa de abandono por nivel, por disciplina y por sexo. · E2- Tasa de permanencia por nivel, por disciplina y por sexo · E3- Tasa de crecimiento del sistema.

    RED ARGENTINA DE GÉNERO, CIENCIA Y TECNOLOGIA (RAGCyT) Introducción En este trabajo nos proponemos exponer un informe elaborado desde la Red Argentina de Género, Ciencia y tecnología (RAGCyT). La RAGCyT surgió en 1994 de la necesidad de visibilizar la situación específica de las mujeres en un periodo crítico de la política cientÍfico-tecnológica nacional y regional, de constatar la ausencia de datos provistos desde el Estado para ese diagnóstico (y por lo tanto para políticas publicas especialmente dirigidas a las mujeres en estas áreas) y del compromiso con el logro de situaciones laborales equitativas. Desde la creación de la RAGCyT uno de nuestros objetivos fue trazar un diagnóstico de la situación de la mujer en ciencia y tecnología en distintas áreas del sector y su evolución en los últimos años, para poder elaborar estrategias de promoción y valorización de la contribución de las mujeres en ciencia y tecnología. En los primeros resultados encontrados dábamos cuenta de la situación de las mujeres en el sector de C y T en la Argentina, que sugerían su ausencia en los lugares significativos no era proporcional a la evolución de la matrícula universitaria (1). En entrevistas realizadas a becarias, investigadoras jóvenes e investigadoras formadas pudieron detectarse algunas formas sistemáticas de barreras relacionadas al sexo, como disminución en el monto de las becas, no contemplación de licencia y otros derechos relacionados con la maternidad, no existencia de becas externas de corta duración, disparidad en la distribución de jerarquías con los mismos antecedentes y hostigamientos en el ambiente de trabajo. (2) En 1998 los datos sobre Argentina fueron actualizados en oportunidad del Foro Regional de UNESCO realizado en Bariloche. Esto permitió observar la persistencia de ciertos datos por ejemplo la ínfima proporción de investigadoras en el nivel superior y su ausencia en los lugares de decisión. (1) En este trabajo nuestra investigación se hizo extensiva a otros tres países de América Latina: Brasil, Uruguay y México. Antecedentes Uno de los principales atributos que distinguen a la llamada revolución científica y tecnológica (RCT), es la inusitada velocidad de su avance. De hecho, los últimos 150 años han sido los más fértiles en materia de descubrimientos científicos e innovaciones tecnológicas, si se los compara con toda la producción de los 5000 años precedentes (3). Más de la mitad de los datos científicos que se utilizan en la actualidad fue obtenida en la segunda mitad del siglo XX, así como del total de los científicos que en toda la historia de la Humanidad se han dedicado a la investigación, el 90% vive o vivió en este periodo (4). Los hechos citados dan la pauta del carácter revolucionario del avance logrado en tan poco tiempo, pero este se torna incontrastable cuando se verifica que hace 100 años se necesitaban 4 campesinos para alimentar a un poblador urbano, mientras que hoy, al borde del tercer milenio, basta 1 campesino para alimentar a 25 personas de la ciudad (5). La creciente incorporación de tecnología al proceso productivo ha sido la consecuencia de la formidable aceleración experimentada por el conocimiento científico. Sin embargo, si tomamos la situación actual de la población mundial "1.000 millones de personas viven en prosperidad (una décima parte de ellas en la abundancia), 3.000 millones en la pobreza, más de 1.000 millones sufren hambre. (6) Bastaría emplear la cosecha mundial de granos para saciar el hambre en todo el planeta; pero mientras "en Europa el 57% de los granos se utilizan como forraje, en Estados Unidos es el 70%", en lugar de ser destinados al consumo humano (7). Por otra parte se puede constatar que también el paradigma de la RCT se apoya en la profundización de la brecha que separa a los países centrales de los restantes. Debemos también considerar la brecha existente en los países periféricos, entre las diferentes clases sociales, y a su vez entre hombres y mujeres. En un reciente estudio comparativo se verifica que mientras los principales países latinoamericanos no alcanzan a invertir el 1% de sus respectivos PBI en ciencia y tecnología, los países centrales y los llamados "nuevos emergentes" superan largamente esa diminuta escala en por lo menos cuatro veces (8). Y aún en un contexto de mayor inversión en ciencia y tecnología, cabe preguntarse si no existe sesgos de género en estas inversiones. Sería interesante consignar quienes reciben fondos, para que proyectos, en interés de quienes y definidos por quienes. "La ciencia y la tecnología no son neutrales o no normativas sino que, al igual que todos los demás modos de ordenar la realidad y de entender los datos, nacen en un contexto social e histórico que tiene unos valores y unos intereses sociales intrínsecos en sus estructuras" (9). Si bien estos contextos han ido cambiando, hay un rasgo que ha permanecido inalterado desde el origen mismo de las ciencias, y es su carácter androcéntrico. Los hombres han participado exclusivamente en su construcción y en decidir los intereses de la misma. El cuestionamiento acerca de quien hace la ciencia y para quien ha planteado la posibilidad de que la incorporación de las mujeres (entre los diferentes actores ausentes en la construcción del conocimiento) resultaría un aporte positivo para socializar los objetivos del conocimiento científico. El significado que lleva unido a una mayor participación de la mujer en la tecnología y en la educación tecnológica refleja dos importantes perfiles . El primero se relaciona con la manera con la cual la tecnología impregna todos los dominios de la actividad en el mundo contemporáneo, con funciones preponderantes en el desarrollo económico de un país y en nuestra experiencia diaria. No sólo las ocupaciones relacionadas con la tecnología están en franco crecimiento sino que la población en general, mujeres y hombres, están involucrados en el proceso, productos y efectos de la tecnología en nuestra vida diaria. El segundo se relaciona con la necesidad de tomar medidas para lograr que la mujer se incorpore en condiciones igualitarias al hombre, eliminando la discriminación de género, particularmente en los campos del empleo y la educación. Las mujeres eligen en mayor proporción, en todo el mundo, carreras relacionadas con el arte, y las ciencias sociales que las de ciencia y tecnología. Probablemente contribuye a esta situación de las mujeres aspectos estructurales, originados en y a través de las estructuras sociales de las instituciones y la segmentación del mercado laboral, e internalizada en valores y creencias acerca de las expectativas y roles adecuados. Estos factores se manifiestan en barreras para la participación de la mujer tanto en forma general como específica en el dominio de la tecnología. En el siglo venidero el desarrollo de la ciencia y la tecnología hará necesario que se duplique a nivel mundial la cantidad de hombres y mujeres dedicados a la investigación. Considerando que en América Latina existen la cuarta parte de científicas/os que en Europa Occidental, la incorporación de las mujeres al Sector no solo es un deseo de las mujeres, sino una necesidad para la existencia de un sector de ciencia y tecnología acorde a un desarrollo socio-económico que garantice una sociedad justa. La ausencia de estadísticas diferenciadas por sexos, situación que ocurre en casi todos los países subdesarrollados y en la mayor parte de los países desarrollados, no permite establecer la real situación de las cuestiones de género en la sociedad. En el caso particular de la Ciencia y la Tecnología, contar con datos estadísticos diferenciados y a su vez discriminados, resulta imprescindible para establecer en primer lugar un diagnóstico de situación. En un trabajo previo de la RAGCyT ( 1) logramos establecer la real situación de las mujeres en el sector, luego de analizar los datos discriminados por sexo. Allí observamos que a pesar de que no existían diferencias importantes en el numero total de mujeres y varones que participaban en el sector de C y T, si las había, entre otros hallazgos, en los niveles jerárquicos alcanzados por los mismos. Existen barreras para la incorporación de mujeres al sector que podemos llamar "Formales" en América Latina, ya que las barreras para acceder a una formación científica para las mujeres suelen comenzar desde la infancia. Según los informes de UNICEF, en los países en desarrollo, entre el 30 y el 50% de los menores (de los cuales la mayoría son niñas) nunca llegan al sistema escolar formal. Es más, casi dos terceras partes de los analfabetos del mundo son mujeres (10). Consecuentemente la democratización del desarrollo y la implementación de la CyT debe considerar la desigualdad existente entre hombres y mujeres. Existen otro tipo de barreras que podemos llamar "Informales", basadas en el modo en que los prejuicios inciden en la diferente formación que reciben niñas y varones, y la distinta actitud que por razones de género tienen los y las docentes en el área de matemáticas y ciencias. En el hogar, operan estereotipos sociales que los padres transmiten a sus hijos e hijas; y la imagen tradicional de la mujer la aleja de los estímulos necesarios para despertar su interés por la investigacion científica. En el sistema educativo, las expectativas de rendimiento están sesgadas por los prejuicios, el lenguaje y las ilustraciones, esta situacion favorece la exclusión. Laausencia de modelos femeninos en ciencias que puedan impulsar a las niñas a identificarse contribuye aun mas a la mencionada exclusión. Indicadores de género en ciencia y tecnología Trabajos previos nuestros y de otras/os investigadoras/es que utilizaron los indicadores tradicionales para analizar la situación de las mujeres en el sector, mostraron la escasa eficiencia de estos, para establecer un diagnóstico real (11). En el trabajo mas completo que se ha publicado sobre los indicadores de la C y T en América Latina, resulta evidente la falta de respuesta por parte de los países de los datos discriminados por sexo (11). De allí la necesidad de construir nuevos indicadores que den cuenta de las diferencias de género en el desempeño de la formación, investigación y practica científico-tecnológica. La CEPAL , en un reciente trabajo sobre "Indicadores de Género para el seguimiento y la evaluación del Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe, 1995-2001 y la plataforma de Acción de Beijing " (13), señala la necesidad de definir "indicadores" que permitan medir con precisión los cambios registrados a lo largo del tiempo y posibiliten comparaciones entre países. En el caso especifico de los indicadores de género, remarca la necesidad de reconocer la brecha que se produce entre ambos sexos, y no solo establecer las diferencias cuantitativas en los diferentes niveles entre uno u otro. Metodología La metodología inicialmente proyectada para el análisis cuantitativo de datos contemplaba la solicitud de las estadísticas discriminadas por sexo, de los sistemas de ciencia y técnica de los países propuestos. Es de destacar que no sólo Argentina, sino todos los países miembros de Naciones Unidas, han suscripto ante esta organización, el compromiso derivado de la Conferencia internacional de Beijing, 1995 y reiterado en la Conferencia sobre Ciencia de la UNESCO realizada en Budapest en 1999, para desagregar por sexo y edad todas sus estadísticas sociales. A pesar de ello, tuvimos muchas dificultades y fueron escasos los datos desagregados provistos por los sistemas de Ciencia y Tecnología. Esto nos llevó a usar metodologías no ortodoxas. En el caso de México, una vez obtenido el listado de investigadores/as del sistema nacional, procedimos a revisar los nombres de cada uno/a para establecer la lista según sexo. En la Argentina reconstruimos la desagregación basándonos en los dos dígitos iniciales del código único de identificación laboral (CUIL). Aunque se solicitaron los datos siguiendo las vías formales, salvo en el caso de Uruguay, las instituciones no respondieron y los datos fueron obtenidos por medio de Internet (cuya utilización nos permitió acceder a bases de datos oficiales) o de personal no jerárquico de dichas instituciones. Esto impidió la inclusión de algunos países, que originalmente iban a ser estudiados en nuestro trabajo (como Cuba y Guatemala). Una vez superados estos obstáculos y en presencia de todo el material disponible, nos encontramos con que los datos obtenidos no siempre eran compatibles. Los sistemas de ciencia y tecnología en los distintos países latinoamericanos muestran grandes diferencias en los tipos de cargos, la existencia o no de carreras de investigador, el tipo de becarios, la inclusión de disciplinas humanísticas en las instituciones científicas, y hasta el modo de clasificar las disciplinas. Una precisión terminológica: puede observarse que a lo largo del trabajo usamos expresiones como "el sector de ciencia y tecnología" referidas al sistema estatal de investigadores/as. Esto expresa una situación real en América Latina, donde el financiamiento de la investigación está casi exclusivamente a cargo del estado. Finalmente sistematizamos los datos de cuatro países, Argentina, Brasil México y Uruguay, a pesar de que la información obtenida en algunos casos es escasa, a fin de establecer algunas comparaciones que permitan cumplir los objetivos de este trabajo: hacer un diagnóstico regional exploratorio de la situación de las mujeres en el sector de ciencia y tecnología, y proponer una línea de trabajo en la construcción de indicadores de género en ciencia y tecnología. Para este trabajo hemos definido indicadores fundamentalmente con dos objetivos, elaborar un diagnóstico de la situacion de las mujeres en el sector de CyT y a partir de el hacer propuestas de indicadores y de políticas para alcanzar la igualdad de oportunidades y la disminución de la brecha de género. Para la construcción de nuevos indicadores tomamos el concepto del trabajo ya citado de la CEPAL, donde se considera que un indicador procura expresar una parte importante del fenómeno, pero siempre es un concepto que sintetiza situaciones generalmente mucho mas complejas. No pretende describir un fenómeno, sino indicar y alertar sobre el sentido en el que evoluciona. Los indicadores utilizados son: · % de investigadores según sexo por disciplina científica. El análisis por disciplina científica permite calificar a las carreras en feminizadas, equitativas y masculinizadas. % de investigadores según sexo por categorías. El análisis de los niveles jerárquicos alcanzados por las mujeres permite reconocer su nivel en el sistema. · % de investigadores según sexo y edad .El análisis etario en relación al sexo permite evaluar los cambios en el acceso a los distintos niveles del sector y tiempo de permanencia en ellos. · % de investigadores según sexo y edad por nivel jerárquico alcanzado. El análisis por disciplina en relación a la edad y al nivel jerárquico, permite visualizar la situación de las mujeres ya insertas en el sector. · %de mujeres en puestos de decisión política. El análisis de la proporción de mujeres en cargos de decisión política permite observar la posibilidad de las mismas de alcanzar niveles de decisión. · % de becas otorgadas según sexo. Acceso a becas, permite establecer las oportunidades de ingreso al sector de C y T diferenciado entre sexos. · % de investigadores por sexo según monto de subsidios otorgados. Este indicador permite determinar la autonomía para el desarrollo de una línea de investigacion diferenciando según el sexo. SITUACION DE LAS MUJERES EN EL SECTOR DE CIENCIA Y TECNOLOGIA EN AMERICA LATINA La participación de los hombres en relacion a las mujeres en el Sector va de 1.33 (Brasil), 1.4 (Argentina y Cuba) hasta 2.4 (México). (11, 12) Como se puede ver en la Tabla 1. NIVEL JERAQUICO DE LAS MUJERES EN EL SECTOR: Argentina: El organismo del estado que nuclea al mayor numero de trabajadores/as dedicados a la CyT es el CONICET (Consejo Nacional de Investigación y Tecnología), donde existe una carrera del investigador. En la Argentina es minoritaria la cantidad de investigadores que solo dependen de la Universidades y prácticamente no existen en la actividad privada. En la carrera del investigador del CONICET existen cinco categorías, de menor a mayor jerarquía son: asistente, adjunto, independiente, principal y superior. Analizamos, la distribución en las distintas categorías de la carrera de investigador y podemos ver que las mujeres solo son mayoría en la categoría mas baja (asistente), igualan a los hombres en la siguiente· (adjunto). Ya en la categoría independiente hay dos hombres por cada mujer investigadora, solo son la cuarta parte de los investigadores y solo el 8% de ellas alcanza la categoría superior. (Figura 1) El CONICET esta dirigido por comisiones asesoras por disciplinas científicas, junta, un directorio y un presidente. Las mujeres nunca han ocupado la presidencia del mismo y raramente a lo largo de su historia, han participado en el directorio. Actualmente las mujeres estan ausentes del directorio, y son minoría en las otras instancias de decisión del organismo como junta y comisiones asesoras. (Figura 2) Brasil : El sistema de investigación esta organizado en dos grandes categorías, la inferior llamada "no líder" y la superior "líder" (14). Como se puede ver en la Figura 3, la posición de las mujeres lideres, ajustada por edad y por numero total de investigadores, en relación a los hombres, resulta en todas las franjas etarias menos de la mitad, excepto en las mas jóvenes. El nivel académico alcanzado, comparando mujeres y hombres muestra, que el nivel inferior, Graduados, tiene una distribución ligeramente mayoritaria de mujeres hasta los 40 años, invirtiéndose esta situación, hasta ser casi excluyente la presencia masculina a partir de los 60 años. (Figura 4a). En el nivel siguiente, Especialistas, las mujeres predominan levemente, hasta observarse un nivel similar a partir de los 50 años.(Figura 4.b). En las Maestrías, podemos observar una distribución mas o menos simétrica entre mujeres y hombres, a excepción de los mayores de 60 años. (Figura 4.c). En el nivel superior, Doctorados, mientras las mujeres representan cerca del 80 % hasta los 30 años, luego en forma constante se invierte esta relación, predominando los hombres. (Figura 4.d). Uruguay: Las mujeres representan mas de la mitad de las egresadas universitarias, (15) y casi igualan a los varones en carreras científicas , sin embargo solo un 35 % de los que inician una carrera de investigación en el CONACYT son mujeres (Participación en proyectos de investigación). La brecha de género se profundiza a medida que se avanza en los niveles directivos, Consejo, Comisiones Asesoras y Directores, hay una mayoría de hombres (aproximadamente 80 %). (Figura 5). La discriminación en los niveles de decisión, se puede ver también en relación al financiamiento de proyectos, se puede observar que disminuye la participación de mujeres a medida que se incrementan los montos. (Figura 6). México Los datos oficiales que pudimos obtener, tal como ya lo comentamos, fueron muy limitados. Los investigadores varones representan mas del doble que las mujeres (16). En el nivel inicial de la carrera, "Candidatos" se puede observar un nivel de participación similar de mujeres. (Figura 7) En una reciente publicación (17) se describe que el porcentaje de mujeres en los distintos niveles jerárquicos de investigadores nacionales hay 22,8 % mujeres en el nivel mas bajo, 12,5 % en el intermedio y no existe ninguna mujer en el mas alto. En los últimos 15 años solo se registro un aumento del 9 % en la participación de las mujeres como investigadoras. DISCIPLINAS CIENTIFICAS Argentina: En el CONICET, la mayor cantidad de investigadoras/es y becarias/os se concentra en las áreas biomédicas, física y en la de las ciencias de la tierra y el agua. En el análisis de la distribución por sexo en las diferentes disciplinas científicas observamos que las mujeres son mayoría en literatura y filosofía. Igualan en numero a los hombres en biología, medicas, química, historia, sociología y bioquímica. Siendo minoritarias en ingeniería, ingeniería química, agropecuarias, derecho, economía, matemáticas y arquitectura. (Tabla 2) En todas las disciplinas analizadas aún en las de clara preponderancia femenina como literatura, las mujeres se encuentran relegadas a las jerarquías más bajas, mientras que se encuentran subrepresentadas en las más altas. Brasil: Tal como ya se describió en la introducción, hay un predominio de participación de las mujeres en las áreas humanísticas. La única disciplina donde las mujeres son mayoría son las ciencias humanas (14), mientras que es equitativa la distribución en ciencias biológicas y de la salud. En ciencias agrarias, ingenierías y exactas es claro el predominio masculino. (Figura 8). Uruguay: En el sistema científico uruguayo no se contemplan carreras humanísticas ni ciencias sociales (15). Las mujeres son mayoría en química, química fina y tecnología alimentaria; en biología y biotecnología equipara a los hombres y son claramente minoría en geociencias, energía, matemática, recursos hídricos, microelectrónica e informática. (Figura 9). México: De acuerdo al trabajo de Delgado Ballesteros (17) del total de las mujeres que estan incorporadas al sistema nacional de investigadores la abrumadora mayoría , eligen ciencias biomédicas (40,2 % ) y ciencias sociales (40,3 %). En estas áreas representan en representan en relación a los hombres el 35 % y 39 % respectivamente. En Ciencias físico-matemáticas e ingeniería son una minoría en relacion a los hombres, 13 % y 14,6 % respectivamente. ANALISIS ETARIO Argentina Existe un número similar de mujeres y hombres en el sistema científico tecnológico hasta los 55 años, luego es clara la preponderancia masculina. Al compararse el nivel jerárquico alcanzado por mujeres y hombres en relación a la edad de ingreso al sistema, resulta muy interesante observar que mientras que las mujeres que ingresaron antes de los 40 años, solo el 0.5 % ocupa la posición máxima, el 3 % de los hombres se ubica a este nivel. La categoría inmediata inferior fue alcanzada por el 6.1 % de las mujeres y el 12.7 % de los hombres. (Fig.10) Brasil Las mujeres son mayoría en el sistema de ciencia y tecnología hasta los 35 años, tiene una relacion equitativa hasta los 50, siendo franca minoría a edades mas avanzadas. (14) Al analizar la categoría jerárquica en función de la edad, se observa que los hombres siempre alcanzan en mayor proporción los cargos mas altos, aunque existe una relacion mas equitativa en la franja etaria de 40 a 50 años. (Fig.11) A la luz de estos resultados, tanto en Argentina como en Brasil, es evidente que la edad es una de las variables que influyen en la menor presencia de las mujeres en los cargos mas altos, considerando el momento histórico de incorporación de las mujeres al sector, pero no parece ser esta la razón fundamental. DISCUSION La información disponible permite identificar que en México se observan dificultades u obstáculos anteriores al ingreso al sistema de investigación, a diferencia de Argentina y Brasil donde hay un ingreso masivo y las barreras se manifiestan al alcanzar los niveles intermedios y altos de investigación. El ocupar un lugar jerárquico en la carrera de investigación implica no solo reconocimiento académico, sino la posibilidad de autonomía en la elección de la línea de investigación, y en el manejo de fondos. Por ejemplo, el dato obtenido solo de Uruguay, en relacion a la participación de mujeres en relación al monto de financiación de proyectos, muestra que hay menor

    participación de mujeres en los proyectos con mayor financiación. Este hallazgo resulta una barrera más, no siempre fácil de visualizar, para la participación equitativa de las mujeres en el sector. Las mujeres se encuentran subrepresentadas en los lugares de decisión como se observa en Argentina y Uruguay . Si se piensa que la objetividad en los resultados de las evaluaciones depende del juicio entre pares, la subrepresentación de mujeres, encontrada en nuestra investigacion, indudablemente refuerza las dificultades existentes para el progreso en la carrera. En relación a la edad de las/os investigadoras/es podemos observar un quiebre generacional a partir de los 60 años, donde existe una clara preponderancia masculina. Esto probablemente estaría relacionado con el marcado aumento en el ingreso a la vida universitaria de las mujeres en los años 60. Además de las barreras formales ya mencionadas, debemos considerar también lo que algunas autoras llaman "microdesigualdades", (10) o sea comportamientos de exclusión generalmente tan insignificantes que pasan desapercibidos pero que, al acumularse, crean un clima hostil que disuade a las mujeres a ingresar o permanecer en las carreras científicas y tecnológicas. Las microdesigualdades pueden definirse como el conjunto de comportamientos que tienen por efecto singularizar, apartar, ignorar o descalificar de cualquier modo a un individuo, en función de características inmutables y que no dependen de su voluntad, esfuerzo o mérito, como el sexo, la raza o la edad. Las microdesigualdades crean un entorno laboral y educacional que menoscaba el rendimiento de estos sujetos, porque hace falta tiempo y energía para ignorar este tipo de comportamientos y hacerles frente. A diferencia de los obstáculos formales, estas tradiciones y prácticas informales son menos obvias y más difíciles de reconocer. Por ejemplo, las mujeres son asignadas a los comités con menos poder, disponen de menos recursos presupuestarios, les es más difícil obtener los servicios del personal de apoyo o se las ubica en oficinas que están mas lejos; carecen de acceso a las 'redes de iniciados' para obtener información sobre otras instituciones y, a diferencia de los hombres, no disponen de un grupo de mentores o de modelos a quienes pedir asesoramiento y apoyo. Una pregunta importante que nos hemos formulado, es la incorporación de mujeres en los niveles de decisión en ciencia y tecnología cambiaría la situación actual de las mujeres. Investigaciones recientes abordan lo que se considera la aparente paradoja de la masa critica (18), consistente en que el aumento de mujeres no produce los efectos esperados ni los cambios cualitativos previstos. En estos estudios se señala algo que observamos en nuestras entrevistas en la RAGCyT: en general, las mujeres que "triunfaron" en las ciencias niegan la existencia de cualquier barrera discriminatoria. En una investigacion anterior de tipo cualitativa realizada con mujeres que ocupaban los cargos máximos en la CyT (2), la casi totalidad de nuestras entrevistadas, cuando se les pregunta si alguna vez se sintieron discriminadas por ser mujeres, contestan que no. Luego, al contar su trayectoria, hacia el final de la entrevista visualizan barreras que podrían ser fruto de prejuicios. Pero en ciertos casos se mantienen en la posición de culpabilizar a las mujeres por el abandono, por falta de pasión por su carrera, por "preferir" la vida familiar o por falta de talento. Para muchas mujeres que hoy ocupan lugares destacados, el precio de ser admitidas en las carreras científicas fue hacer suyos incondicionalmente los valores y la forma de trabajar de sus colegas masculinos. Esto no quiere decir que deban rechazarse tales valores y modos de trabajo, pero deben al menos poder discutirse. No se trata sólo de aumentar la masa critica de investigadoras. Su desventaja numérica no es el único problema, sino uno de los síntomas del problema. Los prejuicios de género que impiden una participación igualmente fructífera, que permita cambiar no sólo la vida de las mujeres sino los resultados de la ciencia misma serian parte de la base del problema. Toda empresa universalista (la ética, la ciencia, la política) se empobrece cuando se limita el acceso de actores diversos a su construcción colectiva. Esta exploración deja abierto en realidad un desafío. Dónde debe hacer eje una política destinada a la integración de más mujeres a la ciencia y la tecnología? No solo parece ser en la elección de carreras o en la formación, sino principalmente en la incorporación y retención laboral, porque a pesar de los esfuerzos realizados por las mujeres para incorporarse a las estructuras científicas y tecnológicas, un buen número de ellas decide abandonarlas. Deberá entonces, investigarse adecuadamente los motivos de la deserción, que significa en un país emergente como los nuestros el desperdicio de recursos sumamente calificados que se pagan con el esfuerzo de toda la sociedad. Es evidente que registrar y reconocer el problema son los primeros pasos para hallar soluciones. Si nuestros países avanzan hacia un compromiso internacional por dar prioridad a la equidad de género (UNESCO), debemos recordar que sin datos no hay diagnóstico, y sin diagnóstico no hay prioridades ni aplicación posible de políticas públicas adecuadas. Asumimos que es imposible reclamar una equidad entre hombres y mujeres en el sector de C y T sin que exista un proyecto de país económico y social que apunte a lograr una calidad de vida digna para el conjunto de la población. Sin embargo, la historia reciente nos ha demostrado que tanto en los países desarrollados como en los que han triunfado movimientos de liberación la situacion de las mujeres no ha variado sustancialmente. Esto habla de la necesidad de políticas especificas de equidad para lograr situaciones mas justas. LINEAS DE CONTINUIDAD Consideramos esencial la necesidad de elaborar un sistema de indicadores de género en ciencia y tecnología, adaptados a cada país, cuyos criterios de selección y construcción esten basados en la información y el diagnóstico realizado en el presente trabajo. Indicadores : A- Contexto en que se inserta el sector de ciencia y tecnología: · A1- promedio de años de escolaridad de la población por sexo; · A2-promedio de años de escolaridad de la población económicamente activa por sexo; B- Aporte del sector de ciencia y tecnología al desarrollo de la actividad de género · B1- % de los subsidios destinados a los temas de género · B2- % de subsidios por disciplina y por sexo B3- %de subsidios y monto por disciplina y por sexo. C- Acceso al sector C1- Población potencial para acceder al ingreso al sector de ciencia y tecnología por sexo D- Participación en las decisiones del sector · D1- Tasa de mujeres en las instancias de decisión E- Diagnóstico de la situacion en el sector · E1-Tasa de abandono por nivel, por disciplina y por sexo. · E2- Tasa de permanencia por nivel, por disciplina y por sexo · E3- Tasa de crecimiento del sistema.

    BIBLIOGRAFIA (1) RAGCyT. Situacion de las mujeres en C y T en Argentina (1999, en prensa). (2) Vídeo de mujeres destacadas en la Ciencia Argentina. Dirección y Producción de la RAGCyT (1997). (3) Cf. Arno Peters, El principio de equivalencia como base de la economía global, en: H. Dieterich, R. Franco, A. Peters, C. Stahmer, Fin del capitalismo global – El nuevo proyecto histórico; Editorial 21, Buenos Aires, 1998, pp. 20. (4) Cf. V. Mshvenieradze, Hacia una concepción unificada y multidisciplinaria, en: Repercusiones sociales de la revolución científica y tecnológica, Tecnos/UNESCO, Madrid, 1982, pp.52. (5) Cf. Arno Peters, ídem, ibídem. (6) Cf. Arno Peters, ídem, ibídem. (7) Cf. Arno Peters, ídem, ibídem. (8) Cf. Néstor G. Gaggioli, Eficiencia del sector científico argentino en el contexto latinoamericano; Instituto de Proyectos y Políticas Alternativas de la Asociación Trabajadores del Estado, Consejo Directivo Capital Federal; Serie "Sobre el Estado", Año II, Volumen 1, Buenos Aires, setiembre de 1997. (9) E. Mendelsohn, La internacionalización de la ciencia, en: Repercusiones sociales, pp.69. (10) McGregor, E. & Harding, S. "Las ciencias, en manos de quién?", en UNESCO, Informe Mundial sobre la Ciencia, Parte 3, 1996. (11) Principales Indicadores de Ciencia y Tecnología. Iberoamericanos/ Interamericanos. RICYT; CYTED; OEA, 1990-1996. (12) Edition Vo l u me I Health Americas in the Scientific Publication No. 569 Pan American Health Organization, Pan American Sanitary Bureau, Regional Office of the World Health Organization, 1998. (13) "Indicadores de Género para el seguimiento y la evaluación del Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe, 1995-2001 y la plataforma de Acción de Beijing " (14) CNPq- Directorio de Grupos de Investigadores, 1998,Versión 3.0, Brasil. (15) Maria Juliana ABELLA , Directora del CONICYT, 1998, Uruguay. (16) CONACYT- Sistema Nacional de Investigadores, México (febrero, 1999). (17) Delgado Ballesteros Gabriela "Técnica y científicas en México. La mujer y la ciencia hacia el nuevo milenio". Mujer Ciencia y Tecnología en el tercer milenio. Memoria Museo Franz Mayer, 17-11-1999, México. (18) Etzkowitz, H. et al. , "The paradox of critical mass for women in science", en Science 266 (5182), 1994.

     

     

    Autor:

    Leonardo Puebla

    Este trabajo, es una investigación realizada en un aula de una escuela, en Mendoza Argentina, escuela urbana, de clase media-baja . El fin de esta es realizar una hipótesis para ver si es la tecnología una disciplina para las mujeres, dado la cantidad de contenido técnico que posee, que generalmente es usado por los hombres.

    Soy estudiante de profesorado en tecnología, de Segundo año de la Universidad Tecnológica Nacional de Mendoza, Argentina.

    Desde ya gracias.