Las manifestaciones artísticas mejoran la calidad de vida en la tercera edad (página 4)
Enviado por Maximiliano Emanuel Di Menna
Nunca es demasiado tarde para dejar de fumar. Dejarlo en la vejez puede reducir considerablemente el riesgo de un ataque al corazón, accidentes cerebro-vasculares y cáncer de pulmón.
El alcohol
Aunque las personas mayores tienden a consumir menos alcohol que las jóvenes, los cambios metabólicos que acompañan al envejecimiento aumentan su predisposición a las enfermedades relacionadas con el alcohol, entre las que se incluyen la desnutrición, las enfermedades hepáticas y las úlceras pépticas. Las personas mayores también presentan un mayor riesgo de caídas y lesiones relacionadas con el alcohol, así como demencia y los posibles peligros relacionados con la mezcla de alcohol y medicamentos. Es menester que los servicios de tratamiento del alcoholismo se pongan a la disposición de las personas mayores y de los jóvenes.
Según una reciente revisión bibliográfica efectuada por la OMS, hay pruebas de que el consumo de pequeñas cantidades de alcohol (hasta un vaso al día) puede conllevar cierto grado de protección contra la cardiopatía coronaria y el ictus en las personas que superan los 45 años de edad. Sin embargo, en términos de mortalidad total excesiva, los efectos adversos de la bebida superan cualquier protección contra la cardiopatía coronaria, incluso en las poblaciones de alto riesgo (Jernigan y cols. 2000).
Los medicamentos
Puesto que las personas mayores tienen habitualmente problemas de salud crónicos, tienen una mayor probabilidad que la gente joven de necesitar y usar medicamentos (tradicionales, sin receta y con receta). En la mayoría de los países, las personas mayores con pocos ingresos tienen pocas posibilidades de acceder a un seguro médico que les proporcione medicamentos. En consecuencia, muchos se quedan sin ellos o se gastan una parte excesivamente grande de sus exiguos ingresos en fármacos.
En contraste, en los países más ricos a veces se prescriben demasiados medicamentos a los mayores (sobre todo a las mujeres). Las enfermedades y las recaídas relacionadas con los fármacos son causas importantes de sufrimiento personal y costosos ingresos hospitalarios que podrían evitarse (Gurwitz y Avorn, 1991).
A medida que la población envejece, continuará aumentando la demanda de medicamentos que se usan para retrasar y tratar las enfermedades crónicas, aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida. Esto exige un esfuerzo renovado para aumentar el acceso asequible a medicamentos básicos y seguros y para garantizar mejor el uso correcto y rentable de los fármacos actualmente en uso y de los nuevos. En este esfuerzo deben colaborar los gobiernos, los trabajadores sanitarios, los curanderos tradicionales, la industria farmacéutica, los empleados y las organizaciones que representan a las personas mayores.
Factores del entorno social
El apoyo social, las oportunidades para la educación y el aprendizaje durante toda la vida y la protección frente a la violencia y el abuso son factores fundamentales del entorno social que mejoran la salud, la independencia y la productividad en la vejez. La soledad, el aislamiento social, el analfabetismo y la falta de educación, el abuso de los mayores y la exposición a situaciones de conflicto aumentan enormemente los riesgos de discapacidad y muerte prematura en las personas mayores.
Apoyo social
La comunicación con los miembros de la familia, los amigos, los vecinos, los compañeros de trabajo y los grupos comunitarios es fundamental para la salud en todas las edades. En la vejez es especialmente importante, ya que es más probable que las personas mayores pierdan a sus seres queridos y amigos y sean más vulnerables a la soledad, al aislamiento social y a la disponibilidad de un "grupo social más reducido".
El aislamiento social en la vejez está relacionado con un declive de las capacidades físicas y mentales y un aumento de las conductas que dañan la salud, como un consumo excesivo de alcohol y la inactividad física. En la mayoría de las sociedades, los hombres mayores suelen tener menos redes sociales de apoyo que las mujeres mayores. No obstante, en algunas culturas, las mujeres mayores que se quedan viudas son sistemáticamente excluidas de la sociedad central o, incluso, rechazadas por su comunidad.
Los dirigentes, las organizaciones no gubernamentales, la industria privada y los trabajadores sanitarios y sociales pueden ayudar a fomentar redes sociales para las personas mayores apoyando las sociedades tradicionales y los grupos comunitarios para ancianos, el voluntariado, la ayuda vecinal, el asesoramiento y las visitas de personas de la misma edad, los cuidadores familiares, los programas intergeneracionales y el tratamiento omnicomprensivo de los casos.
Educación y alfabetización
Niveles bajos de educación y alfabetización correlacionan con un mayor riesgo de discapacidad y muerte en las personas mayores, así como con mayores índices de desempleo.
La educación en los primeros años de la vida, junto con las oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, puede proporcionar a las personas mayores las aptitudes cognitivas y la confianza necesaria para adaptarse y seguir siendo independientes.
La investigación ha demostrado igualmente que los problemas laborales de los trabajadores mayores a menudo tienen su origen en una alfabetización relativamente escasa, y no en el propio envejecimiento. Para que los adultos mayores puedan seguir ocupados en actividades gratificantes y productivas, es necesaria una formación continua en el lugar de trabajo y oportunidades de aprendizaje durante toda la vida en la comunidad (OCDE, 1998).
Al igual que los jóvenes, los ciudadanos mayores necesitan de formación en las nuevas tecnologías agrícolas, la comunicación electrónica y otras recientes tecnologías. El autoaprendizaje, el aumento de la práctica y las adaptaciones físicas (como el uso de ordenadores con pantalla más grande) pueden compensar las pérdidas de agudeza visual, audición y memoria a corto plazo.
Las personas mayores pueden seguir siendo creativas y flexibles. Su experiencia y su sabiduría aportan ventajas a la resolución de los problemas grupales el lugar de trabajo o en la comunidad.
Tender puentes para el aprendizaje entre generaciones facilita la mejor transmisión de valores culturales y fomentan la dignidad de todas las edades. La investigación demuestra que los jóvenes que aprenden con las personas mayores tienen actitudes más positivas y realistas sobre las generaciones mayores.
Violencia y abuso
Las personas mayores presentan un riesgo cada vez mayor de ser víctimas de violencia en tiempos de guerra y conflicto. En tiempos de paz, las personas mayores que son frágiles o viven solas pueden ser especialmente vulnerables a los delitos cometidos por desconocidos, como el robo, el asalto y el allanamiento de morada. Pero la forma más común de violencia contra las personas mayores (sobre todo las mujeres) es el "abuso de los mayores" cometido por los miembros de la familia o por otros individuos (como los cuidadores institucionales) que son bien conocidos por sus víctimas.
Según la Red Internacional para la Prevención del Abuso de los Mayores, el hecho de abusar de los mayores es "un acto único o repetido, o la falta de medidas apropiadas que se produce dentro de cualquier relación donde hay una expectativa de confianza que causa daño o angustia a una persona mayor". Se incluye el abuso físico, sexual, psicológico y económico, así como el desprecio, y es notorio que este tipo de abuso se denuncia muy poco en todas las culturas. Se trata de una violación de los derechos humanos y una causa importante de lesiones, enfermedades, pérdida de productividad, aislamiento y desesperación.
La violencia doméstica y social contra las personas mayores es un problema para la justicia, la sanidad pública, el trabajo y el empleo y el desarrollo social.
Para enfrentarse a esta violencia y reducirla se requiere un enfoque multisectorial y multidisciplinario que implique a la justicia, los funcionarios encargados de la aplicación de las leyes, los trabajadores sanitarios y sociales, los líderes sindicales, los líderes espirituales, las instituciones religiosas, las organizaciones de defensa y las propias personas mayores.
También es necesario un esfuerzo continuo para aumentar la conciencia pública del problema y para modificar los valores que perpetúan las desigualdades de género y las actitudes discriminatorias contra los ancianos.
5. La respuesta política
El envejecimiento de la población es un fenómeno global que requiere medidas internacionales, nacionales, regionales y locales. En un mundo cada vez más intercomunicado, el hecho de no afrontar de manera racional y en cualquier parte del mundo los imperativos demográficos y los rápidos cambios de las pautas de enfermedades tendrá consecuencias socioeconómicas y políticas en todas partes. En el ámbito personal, cada uno de nosotros envejece con cada día que pasa. Por último, un enfoque colectivo del envejecimiento y de las personas mayores condicionará la forma en que nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos experimentaremos la vida en los años posteriores. El marco político requiere medidas en tres pilares básicos:
• Salud e independencia. Cuando los factores de riesgo (tanto ambientales como conductuales) de las enfermedades crónicas y el declive funcional se mantienen bajos, y los factores protectores son elevados, la gente disfruta de más años y más calidad de vida. Las personas mayores permanecerán sanas y podrán manejar sus propias vidas. Habrá menos adultos que necesiten costosos tratamientos médicos y servicios sanitarios.
El marco político para el envejecimiento activo está guiado por los Principios de las Naciones Unidas para las Personas mayores (el círculo exterior). Estos son independencia, participación, cuidados, realización de los propios deseos y dignidad. Las decisiones se basan en el entendimiento de cómo influyen los determinantes del envejecimiento activo sobre la manera en que envejecen las personas y las poblaciones (véase la figura 9, página 191). Se necesitan políticas de medidas dirigidas a estos determinantes en tres áreas: salud e independencia, productividad y protección.
• Productividad. Las personas mayores seguirán haciendo una contribución productiva a la sociedad en actividades tanto remuneradas como sin remunerar cuando las políticas y los programas sociales, del mercado de trabajo, del empleo, de la educación y de la sanidad apoyen su total participación en las actividades socioeconómicas, culturales y espirituales, según sus capacidades, necesidades y preferencias.
• Protección. Cuando las políticas y los programas aborden las necesidades sanitarias, sociales, económicas y de seguridad física y los derechos de las personas mayores, éstas verán garantizadas su protección, su dignidad y sus cuidados en el caso de que ya no puedan mantenerse y protegerse a sí mismas.
Se ayuda a las familias en sus esfuerzos por cuidar de sus seres queridos de más edad.
Objetivos de las políticas intersectoriales
Para lograr el envejecimiento activo se necesitarán medidas en una diversidad de sectores, entre los que se incluyen la sanidad, los servicios sociales, la educación, el empleo y el trabajo, la economía, la seguridad social, la vivienda, el transporte, la justicia y el desarrollo rural y urbano. Todas las políticas tienen que apoyar la solidaridad intergeneracional e incluir objetivos específicos para reducir las desigualdades entre hombres y mujeres y entre los distintos subgrupos dentro de la población de más edad. Es necesario prestar especial atención a las personas mayores pobres y marginadas y a las que viven en zonas rurales.
Propuestas políticas clave
1. Reducir la incidencia de factores de riesgo relacionados con las principales enfermedades y aumentar la incidencia de factores que protejan la salud y el bienestar durante todo el ciclo vital
• Desarrollar directrices culturalmente adecuadas y basadas en la población para la actividad física de los hombres y las mujeres mayores.
Proporcionar oportunidades accesibles, agradables y asequibles para estar físicamente activos (por ejemplo, zonas de paseo seguras y parques) y apoyar a los líderes y grupos de personas de la misma edad que promuevan una actividad física regular y moderada para las personas mayores.
• Desarrollar directrices culturalmente apropiadas y basadas en la población para una alimentación sana de los hombres y las mujeres mayores y que puedan usarse como herramientas educativas y políticas. Fomentar mejores dietas y pesos saludables en la vejez, proporcionando información (incluida la que se ocupe específicamente de las necesidades nutricionales de las personas mayores), políticas de alimentación sana e intervenciones para mejorar la salud bucal en las personas mayores.
• Tomar medidas generales en el ámbito local, nacional e internacional para controlar la comercialización y el uso de productos del tabaco y proporcionar ayuda a las personas mayores para que dejen de fumar.
• Determinar el grado de abuso del alcohol, los medicamentos y otros fármacos por las personas mayores y aplicar prácticas y políticas para reducir el abuso y los hábitos de prescripción incorrectos.
• Ofrecer incentivos y formación a los profesionales sanitarios y sociales para que asesoren y orienten a las personas mayores en el cuidado propio positivo y en las prácticas de un estilo de vida saludable.
• Reducir el riesgo de aislamiento social apoyando el fortalecimiento de la comunidad y los grupos de ayuda mutua, las sociedades tradicionales, la esfera de acción de las personas de la misma edad, las visitas vecinales y los cuidadores familiares.
• Aprovechar las energías y aptitudes de las personas mayores, ayudándoles a la vez a fortalecer su autoeficacia y confianza, así como sus recursos para afrontar las tareas de la vida cotidiana y plantearse metas realistas.
• Reconocer y apoyar la importancia de la salud mental y la espiritualidad en la vejez.
• Incluir a las personas mayores en los esfuerzos de prevención y educación para reducir la propagación del VIH/SIDA.
2. Desarrollar sistemas sanitarios y de servicios sociales que destaquen la promoción de la salud, la prevención de las enfermedades y la provisión de cuidados a largo plazo rentables, equitativos y dignos
• Formar a trabajadores sanitarios y sociales para que hagan posible la creación de modelos de atención primaria y cuidados a largo plazo que reconozcan los puntos fuertes y las contribuciones de las personas mayores.
• Suprimir la discriminación por edad en los sistemas sanitarios y sociales.
• Reducir las desigualdades en el acceso a la atención primaria y los cuidados de larga duración en las zonas rurales y aisladas, mediante el uso de soluciones tanto de alta tecnología (la telemedicina, por ejemplo) como de baja tecnología (por ejemplo, el apoyo a programas de prestaciones basadas en la comunidad).
• Reducir las desigualdades en el acceso a los cuidados entre las personas mayores pobres rebajando o suprimiendo las cuotas de usuario de los sistemas de cuidados o proporcionando planes de seguros igualitarios para dichos sistemas.
• Mejorar la coordinación de la atención primaria y los servicios sociales.
• Proporcionar un enfoque omnicomprensivo de la atención a largo plazo que fomente la colaboración entre los sectores público y privado e implique a todos los niveles del gobierno, la sociedad civil y los sectores sin ánimo de lucro. Ayudar al sector informal mediante iniciativas tales como formación, asistencia temporal por personal eventual, créditos de pensiones, subsidios económicos y servicios de enfermería a domicilio.
• Garantizar niveles de alta calidad y ambientes estimulantes en las instalaciones de los hogares residenciales. Proporcionar los servicios necesarios para atender a las personas mayores con demencia y otros problemas de salud mental así como problemas físicos.
• Garantizar que todas las personas tengan el derecho a una muerte digna que respete sus valores culturales.
• Aprobar políticas que permitan a las personas, siempre que se pueda, morir en el lugar que ellos mismos decidan, rodeados de las personas que elijan y liberándoles lo más posible del dolor.
• Apoyar a los curanderos ancianos que tengan grandes conocimientos sobre las medicinas tradicionales y complementarias y animarles en su labor de transmisores de conocimientos.
3. Evitar y reducir la carga de las discapacidades excesivas, sobre todo en las poblaciones marginales
• Establecer objetivos específicos por género para mejorar las condiciones sanitarias de las personas mayores y reducir las discapacidades y la mortalidad prematura.
• Crear normativas y ambientes que sean favorables con las personas mayores y que prevengan situaciones que den pie al empeoramiento de las discapacidades.
• Favorecer la independencia continua de las personas con discapacidad, ayudándoles a adaptar el medio en el que viven, proporcionándoles servicios de rehabilitación y/o dispositivos de apoyo eficaces (por ejemplo, lentes correctores).
• Evitar las lesiones protegiendo a los peatones de más edad en el tráfico, haciendo que paseen con más seguridad, poniendo en práctica programas de prevención de caídas, eliminando los peligros en el hogar y proporcionando consejos sobre seguridad.
• Hacer tratamientos eficaces y rentables que reduzcan las discapacidades (como la eliminación de cataratas y las prótesis de cadera) y sean más accesibles para las personas mayores con pocos ingresos.
• Hacer que las personas mayores que necesiten medicamentos seguros e imprescindibles pero que no puedan costeárselos puedan acceder a ellos de forma asequible.
• Fomentar el desarrollo de una gama de alternativas de viviendas para las personas mayores que elimine las barreras a la autonomía personal y favorezca la participación plena en la vida comunitaria y familiar.
4. Permitir la participación activa de las personas mayores en todos los aspectos de la sociedad
• Incluir a las personas mayores en la planificación, la puesta en práctica y la evaluación de las iniciativas de desarrollo social, en los esfuerzos para reducir la pobreza y en los procesos políticos que afecten a sus derechos. Garantizar que las personas mayores tengan el mismo acceso que las jóvenes a las becas de desarrollo, a los proyectos que generen ingresos y a los programas de crédito.
• Promulgar políticas y programas de mercado de trabajo y empleo que permitan la participación de las personas mayores en trabajos gratificantes en idéntica proporción a la de otros grupos de edad, según sus necesidades individuales, preferencias y capacidades (por ejemplo, la eliminación de la discriminación por edad en la contratación y conservación de trabajadores mayores).
• Apoyar las reformas de pensiones que fomenten la productividad, un sistema heterogéneo de planes de pensión y alternativas de jubilación más flexibles (por ejemplo, la jubilación gradual o parcial).
• Proporcionar una mayor flexibilidad en los períodos dedicados a la educación, el trabajo y las responsabilidades de los cuidados durante el ciclo vital.
• Reconocer la contribución de las mujeres y los hombres mayores en los trabajos no remunerados del sector informal y en los cuidados domésticos.
• Reconocer el valor del voluntariado y ampliar las oportunidades para que las personas mayores participen en actividades de voluntariado que sean gratificantes, sobre todo quienes desean ser voluntarios pero no pueden debido a limitaciones de salud o transporte.
• Proporcionar políticas y programas de educación y formación que permitan a las personas mayores aprender durante toda la vida y emprender nuevas destrezas; especialmente en el terreno de las tecnologías de la información y en la agricultura.
• Proporcionar actividades intergeneracionales en los colegios y enseñar a los jóvenes en qué consiste el envejecimiento activo.
• Trabajar con los medios de información para proporcionar imágenes realistas y positivas del envejecimiento activo, así como información educativa para las personas mayores.
5. Mejorar la salud y aumentar la independencia proporcionando protección a las personas mayores, sobre todo en épocas difíciles
• Reconocer la importancia que tiene el VIH/SIDA en los mayores y proporcionar el apoyo económico y sanitario necesario a otras personas mayores que cuiden a miembros de su familia en estado terminal y a nietos huérfanos.
• Promulgar normativas de seguridad laboral que protejan a los trabajadores mayores de las lesiones y promulgar igualmente la adaptación del medio laboral formal e informal para que los trabajadores mayores puedan continuar trabajando de forma productiva y segura.
• Defender el derecho de los mayores a tomar sus decisiones según su criterio, incluso cuando estén debilitadas.
• Apoyar la provisión de una red de seguridad social para las personas mayores pobres que estén solas, así como iniciativas de protección social que mejoren la calidad de vida.
• Proteger a los consumidores mayores de medicamentos y tratamientos inseguros.
• Reconocer explícitamente el derecho y la necesidad de las personas mayores a tener un refugio seguro y apropiado, sobre todo en tiempos de conflicto y crisis.
Proporcionar ayuda en la vivienda a las personas mayores cuando sea necesario (prestando especial atención a los que viven solos) a través de subsidios de alquiler, iniciativas de viviendas en cooperativa, ayudas para renovar una vivienda, etc.
• Reconocer específicamente la necesidad de proteger a las personas mayores en situaciones de emergencia, y obrar en consecuencia (por ejemplo, proporcionando el transporte a los centros de ayuda a quienes no puedan caminar hasta ellos). Reconocer la contribución que pueden hacer las personas mayores para recuperarse de las secuelas de una situación de emergencia e incluirles en las iniciativas de recuperación.
• Reconocer los delitos cometidos contra las personas mayores durante la guerra y llevar a juicio a los criminales.
• Promulgar leyes que protejan a las viudas del robo de sus propiedades y posesiones y de prácticas dañinas como los rituales de enterramiento o prácticas de brujería que ponen en peligro su salud.
• Reconocer como delito el abuso de los mayores (abuso físico, psicológico, económico y de desprecio) e instar al procesamiento de los acusados.
Formar a los encargados de aplicar las leyes, profesionales sanitarios y sociales, líderes espirituales, organizaciones de defensa y grupos de personas mayores para que reconozcan este abuso y se ocupen de él.
• Aumentar la toma de conciencia de lo injusto que es abusar de los mayores (sobre todo la violencia doméstica contra las mujeres mayores y viudas) mediante campañas de información pública y de concienciación. Involucrar a los medios de información y a los jóvenes, así como a las personas mayores, en estos esfuerzos.
6. Fomentar la investigación y compartir los conocimientos
• Aclarar y popularizar el término "envejecimiento activo" a través del diálogo, la discusión y el debate en la arena política, los foros públicos y los medios de comunicación (programas de radio y televisión).
• Ayudar a los países en vías de desarrollo en la recogida y análisis de la información pertinente para elaborar políticas sobre el envejecimiento de la población.
• Publicar análisis más detallados de los hechos relacionados con los distintos determinantes del envejecimiento activo y de cómo interactúan, del enfoque del ciclo vital para comprender la vejez y de las políticas y los programas específicos que tengan éxito al fomentar el envejecimiento activo.
• Implicar a las personas mayores en los esfuerzos para desarrollar agendas de investigación sobre el envejecimiento activo, en calidad tanto de asesores como de investigadores.
• Difundir los resultados de los trabajos de investigación fiables sobre envejecimiento, de forma que puedan entenderse fácilmente y ser usados por los responsables políticos, los medios de información, los grupos de personas mayores y el público en general.
La importancia del diálogo internacional
Con el lanzamiento del Plan Internacional de Medidas para el Envejecimiento, la Asamblea General de las NN.UU. sobre Envejecimiento (1982) marcó el punto de inflexión en la toma de conciencia de los desafíos que supone un mundo que envejece. En abril de 2002, la Segunda Asamblea Mundial de las NN.UU. sobre envejecimiento se celebrará en Madrid, España, dicha asamblea adoptará un plan de acción internacional revisado sobre el envejecimiento.
La OMS está preparada para contribuir a este proceso proporcionando un marco para el debate en el desarrollo de una estrategia global sobre el envejecimiento y la salud.
Se espera que el marco proporcionado en este documento favorezca el debate sobre las alternativas políticas para conseguir la salud y la independencia, la productividad y la protección de las personas mayores. Dicho marco está pensado para promover el intercambio de experiencias entre los países y contribuir a la elaboración de recomendaciones relacionadas con la salud y el bienestar en el plan de acción revisado. Las sugerencias y comentarios sobre este marco serán bienvenidos.
Organización Mundial de la Salud
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La OMS y el envejecimiento
En respuesta a los desafíos globales de la población que envejece, la OMS lanzó un nuevo programa sobre el envejecimiento y la salud en 1995, diseñado para avanzar en el estado del conocimiento sobre la atención sanitaria en la vejez y la gerontología mediante la formación especial y los trabajos de investigación, la difusión de la información y el desarrollo de políticas.
Las perspectivas del programa se centran en lo siguiente:
• enfocar el envejecimiento como parte del ciclo vital en vez de aislar en categorías la promoción de la salud y la atención sanitaria para las personas mayores;
• centrarse en el proceso del envejecimiento saludable y la promoción de la salud a largo plazo;
• respetar los contextos y las influencias culturales;
• adoptar estrategias basadas en la comunidad, resaltando a ésta como el entorno fundamental para las intervenciones, teniendo en cuenta que muchos problemas de salud tienen que tratarse desde fuera del sector sanitario;
• reconocer las diferencias de género;
• fortalecer los vínculos entre las generaciones;
• respetar y entender las cuestiones éticas relacionadas con la salud y el bienestar en la vejez.
Agradecemos encarecidamente el apoyo prestado por Health Canada y la UNFPA a través de la Red Internacional de Ginebra sobre el Envejecimiento (GINA).
Diseño gráfico: Marilyn Langfeld
© Copyright Organización Mundial de la Salud, 2001
Este documento no es una publicación oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y todos los derechos están reservados por la Organización. Sin embargo, el documento puede revisarse, resumirse, reproducirse y traducirse libremente en parte o en su totalidad, pero no para la venta ni para uso conjunto con propósitos comerciales.
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Pendiente de revisión oficial por parte de la OMS, este documento ha sido vertido al castellano en el servicio de Documentación y Publicaciones del IMSERSO, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, por Javier del Castillo Pintado,
traductor adscrito a dicho servicio.
Primera edición:2001
© Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (IMSERSO),2001
Edita: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales
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Depósito Legal:BI-2.705-01
Imprime:Grafo,S.A.
Bibliografía
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Organización Mundial de la Salud – Microsoft Word
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http://es.wikipedia.org/wiki/Calidad_de_vida
Julio 2007
Citas
(1) Gerontólogo,1973.
(2) Escritor norteamericano, Tener y no tener.
(3) Gerontólogo, La creatividad y la vejez.
(4) Psicólogo, Psicología del envejecimiento.
(5) Médico, psicoanalista, Psicogeriatría. Teoría y Clínica, cap 2.
(6) Pionera en nuestro país en el desarrollo expresivo del cuerpo, Técnica de la expresión corporal.
(7) Biomecanicista, fisioterapeuta y osteópata belga, El cuerpo y el movimiento.
(8) Psicoanalista, Trabajo de las estructuras psicoanalíticas.
(9) Médico, Historia de vida y envejecimiento.
(10) Novelista e intelectual francesa, Todos los hombres son mortales.
(11) Psiquiatra, Teorías de la personalidad.
Agradezco la colaboración de:
Lic. Susana Rubinstein
Coordinadora de los talleres "Hogar de Día" del GCBA
Prof. Roxana Caminos
Profesora en Artes Visuales, del taller de plástica Hogar de Día N° 8 del GCBA
Autor:
Profesor Maximiliano Emanuel Di Menna
Cátedra: Lic. Maria Susana Pires Mateus
Profesora Adjunta: Lic. Viviana
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