- Resumen
- Introducción
- Desarrollo
- Las relaciones dialécticas en el proceso de formación de los valores
- Acciones estratégicas a desarrollar el CUM para la formación de los valores
- Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
La Educación Superior Cubana, a través de la municipalización, tiene como enfoque integrador para la labor educativa y político ideológico como principal objetivo formar un modelo de hombre esencialmente humanista y ético, de ahí que el objetivo para la formación del profesional, desde su proyección estratégica plantee como una necesidad educativa que en cada Sede Universitaria se diseñe el modelo para la formación de valores y que se potencie la preparación de los colectivos en los diferentes niveles de trabajo metodológico para lograr una cohesión en el trabajo, fundamentándose científicamente cómo tiene lugar este proceso.
En este trabajo se esbozan los fundamentos y un modelo de trabajo metodológico para la formación de valores morales en los estudiantes de las Sedes Municipales aplicable a cualquier sede del territorio.
A partir de un diagnóstico certero a estudiantes y docentes, así como la determinación de las potencialidades que brinda los planes de estudios de las carreras humanísticas, derivar acciones estratégicas y metodológicas encaminadas a resolver en materia de valores los problemas que presenta la universalización en los momentos actuales, donde después de cruentos años de Período Especial ha marcado la crisis económica cierta crisis de valores, que afecta a sectores tan vulnerables como los jóvenes, pues sirva el presente trabajo para atenuar este fenómeno poder salvar juntos la patria y la Revolución, que precisamente está en manos de esta juventud encargada de conducir al país por el mejor destino.
La formación de valores en nuestra sociedad es una prioridad desde todos los ámbitos y en ello la Educación Superior desempeña un importante papel en la preparación de los profesionales cuya actuación ha de estar en concordancia con la máxima aspiración de formar hombres integrales, con una concepción social humanista y una actitud responsable y comprometida con los demás, con la Patria y la Revolución.
Corresponde a los docentes instrumentar estrategias para la educación en valores, cuya dimensión fundamental es la de educar desde la instrucción. En palabras de nuestro máximo líder Fidel: "Educar es sembrar valores, es desarrollar una ética, una actitud ante la vida, es sembrar sentimientos". Para nuestro José Martí, "Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido, es ponerlo sobre su tiempo para que flote sobre él".
La formación del profesional plantea entre sus indicadores para la calidad del proceso docente educativo, fortalecer la dimensión educativa desde la instrucción mediante un modelo para la formación de valores en las carreras universitarias, donde la unidad estratégica fundamental es el enfoque integral para la labor educativa, político- ideológica y el proyecto educativo de la carrera el instrumento a través del cual se posibilita su aplicación.
La labor de todos los factores que intervienen en el proceso formativo de los profesionales en nuestras universidades, tiene que ser, una labor armónica y coherente.
En el presente trabajo nos proponemos cómo formar valores en los estudiantes de las carreras de Humanidades en las Sedes Universitarias Municipales para evaluar la formación de valores morales y profesionales en los estudiantes y diseñar acciones estratégicas para:
1.- Promover actividades que motiven y trasciendan a un significado de aprendizaje en los estudiantes en los diferentes componentes del proceso formativo en las carreras.
2.- Potenciar el trabajo de los colectivos pedagógicos de año de manera estructurada desde el modelo de las carreras.
3.- Estructurar las vías e instrumentos para la aplicación del modelo que potencien el papel del proyecto educativo de la carrera.
4- Definir en las diferentes carreras los contenidos que son susceptibles de trabajar en las asignaturas y decretarlos en el programa analítico.
5- Propiciar el uso de métodos problémicos y técnicas participativas que contribuyan al aprendizaje significativo de los estudiantes a fin de que concienticen el proceso de adquisición de valores.
6-Relacionar los componentes del proceso de trabajo metodológico y las dimensiones curriculares y extracurriculares diseñadas en el plan de estudio.
Los instrumentos para la aplicación del modelo.
Para la aplicación de este modelo didáctico se utilizarán los siguientes instrumentos:
El plan de trabajo metodológico de los colectivos de carrera, año, disciplina y asignatura mediante el cual se determina el alcance y el papel de los contenidos en la formación de valores (educación desde la instrucción) así como de las diferentes actividades docentes, investigativas y profesionales que posibilitan dicha formación, teniéndose en cuenta los que aparecen en los programa de cada disciplina.
El programa de extensión universitaria de la Sede, refleja la activa participación de toda la comunidad universitaria en los procesos, donde juegan un papel importante los estudiantes y los docentes, de ahí que sea un instrumento eficaz para llevar a cabo la estrategia diseñada.
El plan de trabajo político ideológico contiene las actividades de carácter patriótico (matutinos, actos políticos, veladas, debates políticos, mesas redondas, etc.) que desarrolla cada carrera con la participación de todos los factores, donde se evidencia la manifestación de los valores que han sido asumidos por los estudiantes.
El proyecto educativo de la carrera es el instrumento más importante porque expresa el modelo de personalidad que se pretende formar, en él queda reflejado de manera más pertinente y ajustada los lineamientos del modelo, ya que este constituye la guía orgánica para dar salida a los valores que se pretenden formar. Representa la vía a través de la cual se establece la conjunción más armoniosa entre los intereses de la institución y de los estudiantes en la formación de la personalidad, donde los valores conforman la piedra angular de dicha formación.
La dimensión educativa desde la instrucción analizada mediante la concepción pedagógica del enfoque histórico cultural en el proceso de enseñanza aprendizaje, favorece la comprensión acerca de que el principio de la unidad de lo instructivo y lo educativo se logra verdaderamente cuando se aprovechan todas las posibilidades educativas de las diferentes actividades en que se involucra al estudiante, desde un nuevo contenido hasta una situación coyuntural de la vida cotidiana. Todo lo que encierre una acción perspectiva axiológica, donde el estudiante pueda adoptar una actitud transformadora, no sólo en el orden cognitivo, sino también en el afectivo- valorativo y comportamental.
La dimensión educativa desde lo curricular, no estaría completa sin el aporte del principio de la asimilación consciente y del carácter científico de la enseñanza, cuya comprensión permite incursionar y profundizar en la dialéctica del conocimiento como un reflejo mental de la realidad, por medio de la ascensión de lo abstracto a lo concreto en el pensamiento, su resultado es la formación de abstracciones y generalizaciones empíricas y teóricas. La vida y la conducta de los hombres están supeditadas a las "normas" establecidas por la sociedad. Cada individuo en el entorno en que se desarrolla, se manifiesta como una persona individualmente diferente a otras, pero mantiene relaciones con otras personas y con la sociedad en su conjunto, manifiesta una ideología y es "portador" de toda la riqueza humana que se le ha sido legada de generación en generación.
Durante este proceso, la formación de valores tiene su punto culminante en el modo de actuación personal de cada individuo y su máxima expresión que es su concepción del mundo, que culmina y florece en la jerarquización y orientación que alcanzan esos valores, es el sentido de su vida. La formación de valores ha de estar estructurada en un sistema que potencie el desarrollo personal mediante aprendizajes básicos interrelacionados, cuyo efecto sinérgico es, finalmente la formación de una persona integral, madura y eficiente donde el ápice o cima está conformado por el nivel superior consciente y racional-volitivo cuyo núcleo rector es la concepción del mundo y el sistema de convicciones que determinan la orientación de esos valores. Los valores son una parte importante de la vida espiritual e ideológica del hombre, de la sociedad y del mundo interior de los individuos, por lo que éstos son una producción de la conciencia social e individual y existen en una unidad y diferencia con los antivalores.
El contenido del sistema de valores es la expresión de las condiciones económico- sociales de una época histórica concreta; en su dialéctica con el contenido humano universal que encierra, se destacan como sus características fundamentales las siguientes: su carácter orientador y regulador de la conducta humana; permitir la determinación del sistema de juicios valorativos a partir de los cuales la sociedad juzga a los individuos, estos se constituyen en "normas" que determinan los actos de la conducta humana en cualquier esfera de la vida.
Entre los sistemas de valores de una sociedad se encuentran: los morales, estéticos, jurídicos, políticos, filosóficos, científicos, y religiosos. En la Educación Superior Cubana, está bien delineada la política para la formación de valores a partir del concepto de integralidad en la formación de los educandos como futuros profesionales de nuestra sociedad. No obstante existe la preocupación por parte de los docentes y directivos acerca de cómo garantizar de manera consciente la labor educativa y político ideológico donde los valores se erijan como pilares fundamentales de la formación integral de los estudiantes.
La formación de valores en los jóvenes.
La juventud en su quehacer es un reflejo de la situación socioeconómica general; los problemas de la motivación juvenil son una consecuencia de la motivación social, su participación en los diferentes procesos tiene como referencia los modelos participativos de los adultos, pero a la mayoría les gusta tener éxito social y luchan por construirse una identidad propia según las circunstancias y el medio que se muevan.
Los valores que se forman en la conciencia de los jóvenes, son el resultado de la influencia, por un lado de los valores objetivos de la realidad histórica y por otro los valores institucionalizados que llegan al joven en forma de discurso ideológico, político, pedagógico. Tanto una como otra se realiza a través de diferentes mediaciones: la familia, la escuela, el barrio, los colectivos laborarles, la cultura artística, los medios de difusión masiva y las organizaciones de masas.
Contamos con una juventud heredera de valores de justicia social, solidaridad e independencia. La clave del éxito radica en la armonía y consecuencia entre el discurso político y la práctica revolucionaria, sobre todo porque las transformaciones revolucionarias se han convertido en realidades palpable del pueblo de Cuba.
Una parte de la juventud se ha visto envuelta en una crisis de valores determinada por factores externos e internos; como las conmociones sociales que ocurren en períodos de transición de la sociedad (progresivos, regresivos, o de reacomodamiento). Se produce cuando ocurre una ruptura significativa entre los sistemas de valores pertenecientes a tres esferas o planos como son: valores objetivos de la realidad social, los valores institucionalizados y los valores de la conciencia, en esta última se manifiesta con mayor plenitud.
Analicemos los factores externos:
Para nadie es un secreto que en la conciencia de muchos cubanos la comunidad socialista y especialmente la Unión Soviética, era representada como un paradigma social, ideal para alcanzar, al cual debíamos irnos acercando paulatinamente. Al desmoronarse este sistema socialista, se destruye uno de los principales patrones valorativos de comparación a través de cuyo prisma se venía juzgando como positivo o negativo muchos de los procesos y acontecimientos de la vida internacional y nacional. La caída del socialismo real puso en crisis al Marxismo sobre todo en su versión dogmática y anquilosada que en buena medida se identificaba con la experiencia de la U.R.S.S y con las ideas que le servían de fundamento y apología. Téngase en cuenta que el Marxismo se tiene generalizado en todas las enseñanzas y fuimos formados en esa versión. Tal como ocurrieron los hechos era imposible dar una explicación. Este contraste entre la teoría y los rápidos acontecimientos provocó que el marxismo cayera en descrédito y no pocos adoptaran una actitud nihilista hacia el Marxismo Leninismo y hacia los valores asociados.
El cuadro no estaría completo si no tendríamos en cuenta la permanente agresión ideológica del imperialismo, agresión que se ha intensificado y que ha tratado de sacarle partido a nuestros problemas internos, dirigiendo su atención a factores vulnerables como la juventud.
Entre los factores internos tenemos en primer lugar la crisis económica que provocaron carencias materiales, el bajo nivel de satisfacción de las necesidades y algunas manifestaciones de corrupción interna. Debido a este desfasaje, el individuo para satisfacer sus necesidades, se siente impulsado a adoptar una conducta práctica que no tiene respaldo legal ni reconocimiento oficial: compra y vende, participa en el mercado negro, busca fuentes alternativas de ingresos, es capaz de asumir conductas inmorales de proxenetismo, prostitución, trafico de drogas; sus modos de actuación son más pragmáticos, menos altruistas y menos solidarios.
Las nuevas e inevitables forma de desigualdad social, provocadas por algunas medidas como la despenalización del dólar, las remesas de dinero del exterior, la aparición del turismo, el merco libre campesino, el trabajo por cuenta propia entre otras han acelerado de manera exorbitante la pérdida de valores. Esta situación coyuntural ha sido aprovechada por los enemigos de la Revolución Cubana para sembrar la manzana de la discordia y hacer todo tipo de difamación de nuestro proceso social.
Es obvio que la gradual recuperación económica, unida al rescate del valor de la moneda nacional y el uso de los mecanismos estimulador del trabajo y propiciador de una distribución justa, homogenizada, en lo posible el salario y basada en la cantidad y calidad del aporte individual, irán creando paulatinamente condiciones sociales más favorables para la formación de valores en los jóvenes.
La dialéctica de los nuevos valores que rigen la sociedad cubana actual, potencia una nueva visión con respecto al trabajo, las relaciones colectivistas, el patriotismo, el internacionalismo, la solidaridad humana, el amor inmenso a la patria y a la firmeza y unidad política ideológica que nos caracteriza. En este contexto el aprendizaje de valores en los jóvenes se plantea en el problema siguiente:
¿Dónde se instalan los valores durante el proceso de aprendizaje?
Para encontrar la respuesta a esta pregunta es necesario comprender a los jóvenes ubicándolos en su contexto (familiar y social). El sistema de experiencias que los mismos adquieren como producto de esa interacción con su contexto les posibilita la elección de una forma de comportamiento, es esto a nuestro juicio, la base primordial para que se instalen las valoraciones reales que enfocan su vida cotidiana, independientemente de los discursos. La producción del "sentido personal" es algo que se produce en la experiencia que tienen los jóvenes sobre los acontecimientos que los impactan y los obligan a entender su tiempo, el sentido por tanto no es ya, una comparación de "modelos" sino una alternativa para afrontar los acontecimientos que viven y los involucran.
Lo que más directamente mueve a los cambios de valores son los cambios radicales en las condiciones de vida de los hombres si entendemos que la vida humana es el "yo" haciendo algo e interactuando con el mundo, de lo que podríamos concluir entonces que el hombre aprende en los tipos de actividades fundamentales que desarrolla, se apropia de los valores necesarios que se traducen en su modo de actuación.
Los tipos de actividades fundamentales que realiza el hombre constituyen fuentes de aprendizajes continuos, tal son: el conocer, el valorar o estimar, comunicarse y convivir, manipular y utilizar objetos y transformar creativa o destructivamente.
El aprendizaje de valores en estas actividades tiene como vías principales: la actividad volitiva, a través de la cual se reconocen, estiman o aprecian los valores de la cultura material y espiritual creadas por la humanidad y la otra, es la práctica como actividad transformadora mediante la cual se crean los nuevos valores que enriquecen el acervo material y espiritual que conforman el patrimonio cultural humano. Se hace necesario acotar que durante este proceso se produce la orientación y jerarquización de los valores que se forman o modifican en los jóvenes y en los que la existencia de los factores objetivos y subjetivos son determinantes. El factor objetivo representado por la familia, la escuela, la comunidad, la sociedad civil y política, la cultura material y espiritual y el medio ambiente en su conjunto, que influyen durante la vida del sujeto en la concepción del mundo, en la formación de sus puntos de vista, valoraciones y convicciones sobre la naturaleza, la cultura, el hombre y su propia vida, convirtiéndose en el decursar del tiempo en el núcleo rector y regulador de su conducta.
Por su parte el factor subjetivo representado por las motivaciones, intereses y necesidades del sujeto le permiten estimar, valorar y crear nuevos valores, estos conforman la fuerza motriz que impulsa, dirige y orienta su conducta. Conjugar las direcciones educativas en la formación de los valores en los jóvenes requiere de un sentido claro para desarrollar en éstos los valores superiores, entre los que están el conocimiento de sí mismo, sus capacidades de dirección, toma de decisiones, transformación y desarrollo de sus potencialidades, comunicación y de convivencia como un ser solidario y justo.
El proceso de formación de valores, así como los enfoques en que se sustenta dicho proceso, es el resultado de múltiples investigaciones y experiencias donde el asunto es abordado desde diferentes aristas. Para algunos estudiosos, entre los que se encuentran los autores, este proceso está íntimamente ligado al concepto de transversalidad y es asociado a las prácticas curriculares donde la labor educativa queda establecida en los objetivos de cada nivel de enseñanza adquiriendo diferentes modalidades para su realización, pero connotando el papel rector del proyecto educativo por su significativo y extraordinario aporte al desarrollo personal de los estudiantes, pues en él se plasman las aspiraciones de los mismos en el marco de las propuestas formativas del modelo pedagógico de las carreras en términos de valores, de conocimientos, de habilidades y de convicciones que han de desarrollarse la institución escolar.
Para otros autores, la didáctica de la formación de valores adquiere su máxima expresión en la relación bilateral y multilateral del sujeto, en particular en la relación maestro – alumno en el proceso docente educativo donde tiene lugar la formación de valores.
Las relaciones dialécticas en el proceso de formación de los valores
La existencia de procedimientos metodológicos que caracterizan el camino hacia la formación de valores destacan la importancia de la relación dialéctica entre lo afectivo y lo volitivo, entre lo objetivo y lo subjetivo, entre el significado y el contenido y entre lo individual y lo supraindividual en el proceso de formación de valores; tales procedimientos son entre otros según diferentes autores: la determinación y jerarquización del sistema de valores a formar según la finalidad de nuestra educación. Estos procedimientos evidencian las relaciones dialécticas que se dan entre los diferentes aspectos de la formación de valores y en consecuencia no se puede hablar de la importancia de unos con respecto a los otros. Cualquier modelo o estrategia ha de concebir un equilibrio para abordar estos elementos que caracterizan la formación de una personalidad armónica.
Modelo de formación de valores en las carreras humanísticas.
El nuevo profesional que, dotado de los basamentos científicos de las disciplinas de las Ciencias Humanísticas con principios, objetivos y funciones, de una alta sensibilidad humana, sentido de justicia social, con un pensamiento creativo y el dominio de herramientas para la transformación social, interpreta la realidad al establecer el acercamiento directo con el ser humano como objeto y sujeto de trabajo, lo que le permite facilitar la participación, organización, promoción, concientización y orientación de las personas, grupos y comunidades en la búsqueda de alternativas de solución a su problemática para contribuir al mejoramiento de sus condiciones de vida ya sea como comunicador, investigador socio cultural, jurista, o psicólogo.
Las fuentes principales que contribuyeron a la estructuración del modelo son:
Diagnóstico de la carrera.
Plan de estudio.
Encargo social y funciones
El objeto de la profesión, según el perfil ocupacional de cada carrera, mediante la aplicación de los métodos y tecnologías sociológicas de comunicación y de extensión alcanzará niveles de desarrollo sostenible.
El nivel profesional que se emplea para dar solución al modo de actuación del futuro profesional en materia de valores debe seguir el siguiente algoritmo de trabajo:
Diagnosticar, pronosticar, planificar, organizar, ejecutar y controlar; para lo cual emplea métodos participativos y creativos que estimulen el espíritu innovador y su formación permanente.
Valores trascendentales a desarrollar en los estudiantes.
Profesionales: laboriosidad, perseverancia, rigor científico, amor a la sociedad, responsabilidad, dirección científica y rigor económico.
Éticos: veracidad científica, honradez, solidaridad y confiabilidad.
Estéticos: limpieza y orden en todas las esfera de la vida.
Político-ideológicos: internacionalismo, patriotismo, integridad revolucionaria, altruismo, incondicionalidad y antiimperialismo.
Laboriosidad: como base de la existencia humana, es la actitud positiva hacia el desempeño profesional y la constancia en el trabajo.
Perseverancia: constancia en el desempeño de cualquier actividad.
Rigor científico: comprobación experimental de los resultados aplicando el método científico del conocimiento.
Amor a la naturaleza: es la actuación responsable y transformadora del hombre para la utilización racional de los recursos de la naturaleza bajo un criterio de sostenibilidad.
Responsabilidad: asumir de las obligaciones sociales como un compromiso consecuente en su actuación. Mostrar sentido del deber, la obligación y el compromiso del cumplimiento de las principales actividades tanto en el plano individual como social.
Dirección científica: utilizar adecuadamente los métodos de dirección en el desempeño profesional
Rigor económico: utilizar adecuadamente y racionalmente los recursos materiales y financieros durante su desempeño profesional
Protección de la naturaleza y sostenibilidad ambiental: explotar racionalmente y mejorar los recursos naturales en virtud de preservarlos como legado futuro de las nuevas generaciones
Veracidad científica: se expresa en la relación del hombre con las ideas de asombro, de duda y de confianza, aspectos inseparables de la actividad cognoscitiva del hombre en la búsqueda de la verdad.
Honestidad: es la actuar y expresarse en consecuencia con los sentimientos y pensamientos propios.
Honradez: prestigio, reputación y confianza que se alcanza en el ejercicio de una actividad específica y en la práctica social de los hombres.
Solidaridad: no se reduce a la ayuda mutua, son los lazos que unen a los compañeros, es el sentimiento real del colectivismo, está estrechamente ligado a exigencias al amigo, al compañero de estudio y de trabajo en función de lograr objetivos comunes.
Limpieza y orden en la realización de los trabajos: demostrar cuidado en la elaboración y presentación de cualquier trabajo.
Patriotismo: manifestado en el servicio activo a la patria, en la fidelidad, lealtad y confianza en el pueblo, es motivo básico y fuente del heroísmo cotidiano en la lucha y en el trabajo.
Integridad revolucionaria: asumir los principios revolucionarios y actuar en concordancia con ellos.
Internacionalismo: prestar servicios a la patria y la humanidad bajo los principios de amistad, fraternidad y altruismo.
Integralidad: poseer una óptima preparación general integral y actuación en todos los aspectos de la vida social y profesional
Incondicionalidad: su base reside en la comprensión de las necesidades de nuestra sociedad por encima de lo individual, disposición de asumir las tareas que plantea la sociedad en aras de lograr objetivos superiores.
Antiimperialismo: rechazo a quienes intentan explotar y dominar a otros pueblos, clara concepción de las raíces históricas.
Acciones estratégicas a desarrollar el CUM para la formación de los valores
El modelo de trabajo metodológico en las carreras.
El modelo de trabajo metodológico de los diferentes niveles de la carrera para la formación de valores en los estudiantes se apoya en los componentes del proceso docente educativo y en especial del proceso de enseñanza aprendizaje donde interactúan de manera directa los componentes personales del proceso; estudiante y profesores.
Realizar un diagnóstico en los grupos de estudiantes del territorio que refleje las necesidades educativas, intereses y necesidades de los alumnos, como base para la elaboración de los Proyectos Educativos, que permitan un trabajo personalizado en ellos, para que pueda primar un estilo de comunicación que posibilite el dialogo abierto, sincero y argumentado.
Los Colectivos de Carreras perfeccionan la plataforma conceptual que fundamente los valores trascendentes a lograr en las carreras y su derivación a los años y disciplinas.
Profundizar en el trabajo metodológico dirigido a la formación de valores desde la dimensión curricular en las disciplinas y asignaturas de las carreras.
Elevar el nivel de exigencia en las evaluaciones integradoras para lograr profesionales con una elevada preparación científica técnica y educativa.
Desarrollar talleres con los estudiantes sobre las vías para realizar el estudio, sus deberes y responsabilidades consigo mismo y con la Patria.
Realizar seminarios con tutores acerca de los métodos más eficaces para formar valores.
Desarrollar intercambios de experiencias, talleres y coloquios entre profesores y tutores sobre la formación de valores.
Evaluar periódicamente el impacto del Proyecto Educativo Integral de los grupos y carreras definiendo el estado de cumplimiento de los objetivos propuesto así como el cumplimiento de los proyectos de vida individuales de los estudiantes.
Rediseñar la extensión universitaria que realizan los alumnos sobre la base de proyectos comunitarios donde los estudiantes transmitan valores en su radio de acción.
Definir una parte de la actividad investigativa de los alumnos en función de los problemas comunitarios, especialmente "la crisis de valores".
Divulgar y socializar, a través de materiales de todo tipo de formato, los resultados alcanzados en las investigaciones en materia de valores, prevención social, inserción e identidad local.
Capacitar en materia de valores desde la modalidad de la Educación de Posgraduado, a los docentes, activistas y demás funcionarios de organizaciones e instituciones del territorio.
Impulsar la recreación sana, culta, y útil, encaminada a elevar la calidad de vida de la comunidad donde los estudiantes y profesores del CUM sean los que tomen por asalto los espacios recreativos, culturales, plazas y demás espacios en su radio de acción.
Convocar concursos, talleres, eventos culturales, deportivos, productivos en la comunidad desde la Universidad Municipal.
Capacitar metodológicamente a las Cátedras Honoríficas para promover el estudio del pensamiento ético cubano desde el padre Varela hasta el de Fidel Castro.
El modelo pedagógico diseñado se apoya en las tendencias pedagógicas actuales para la formación de valores, además de estar en correspondencia con la política del Ministerio de Educación Superior en la formación integral donde se potencia la labor educativa desde lo curricular y extracurricular.
El modelo diseñado para la formación de valores de los estudiantes se fundamenta en el encargo social del modelo de formación del nuevo profesional.
Los valores trascendentales identificados están en correspondencia con el modo de actuación del egresado en los diferentes campos en que desarrollará su actividad profesional.
La concepción de este modelo puede ser aplicada a todas las carreras para lograr una dirección armónica y cohesionada en los criterios de los docentes y directivos acerca de cómo lograr la formación de valores en los jóvenes universitarios teniendo en cuenta el modelo de Universidad Cubana: Científica, Tecnológica y Humanista.
Si se promueve un sistema de acciones estratégicas y metodológicas en las Sedes Universitarias Municipales se pueden formar valores morales y profesionales duraderos.
1. Barrera, B, La enseñanza de los valores en la escuela contemporánea, Madrid, 2003
2. Báxter, Esther. La formación de valores: una tarea pedagógica, Ed. Pueblo y Educación, Habana 1999.
3. García, Salvador. [2002], La Dirección por Valores. / Salvador García y Shimon Dollan. / SPI, La Habana, Cuba, 4- 273 pp.
4. González, Ana Maria. Nociones de sociología, psicología y pedagogía. Pueblo y Educación. La Habana. 2002
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6. Pascual, M, A. Clarificación de valores y desarrollo humano. Madrid, 2004
7. Planes de estudios de las carreras de Psicología, Estudio Socioculturales, Comunicación Social y Derecho. Soporte digital.
Autor:
MsC: Abelardo Álvarez Ávila. [1]
[1] .Master Desarrollo Cultural Comunitario. Lic. Historia y Ciencias Sociales. Profesor Auxiliar. CUM Gibara. Tel?fono. 864637.