Esta propuesta comenzará a desarrollarse en los liceos bolivarianos de turno integral que se identifican en la Resolución correspondiente, a partir de Septiembre 2015.
También luego de una amplia consulta comenzará a desarrollarse el nuevo diseño curricular para la modalidad de jóvenes, adultas y adultos.
En los demás liceos venezolanos, se inicia un proceso de discusión y ajuste, para la adopción progresiva del cambio curricular. Conforme a lo establecido por el MPPE, el diseño curricular será aprobado en marzo-mayo de 2016, luego de la consulta.
Simultáneamente se aspira consultar, culminar y aprobar diseños especiales para las escuelas técnicas y las modalidades de educación media rural, especial e intercultural bilingüe.
Es un documento pensado para el debate, la reflexión y la discusión. Los aportes de todas y todos serán bienvenidos, para que se cambie, modifique, agregue o suprima lo que sea necesario para garantizar el desarrollo de las potencialidades y la formación integral de nuestros jóvenes.
Este es el segundo documento elaborado para orientar el cambio curricular en la educación media venezolana. En él se recogen las observaciones, sugerencias y críticas realizadas en un primer proceso de consulta que ha abarcado a las y los docentes de educación media en la mayoría de los liceos y escuelas técnicas del país, la experiencia y las propuestas realizadas en el marco del cambio curricular de la modalidad de jóvenes, adultos y adultas, las reuniones con directivas y directivos de planteles de educación media de todos los estados, las opiniones y propuestas de autores y autoras de la Colección Bicentenario, así como los resultados de una primera conversación con representantes de las distintas universidades que en el país cuentan con formación docente de pregrado. De esta manera se ha cumplido la tarea orientadora del primer papel de trabajo presentado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación, denominado "Adecuación curricular para la educación media".
Los planteamientos realizados recogen múltiples puntos de vista y críticas que abarcan diversos planos. Vale señalar que el primer cambio visible en este segundo documento es el propio nombre del proceso. Se nos planteó que los alcances de la transformación propuesta por el nivel no podía denominarse "adecuación" y, menos aún cuando este término suele utilizarse internacionalmente para desarrollos curriculares específicos para grupos de población con necesidades educativas diferenciadas. Así pues, hablamos ahora de un "Proceso de Cambio Curricular", entendiendo que:
1: El currículo, definido desde múltiples puntos de vista, abarca mucho más que los planes de estudio y los programas de las unidades curriculares. Cuando se habla de cambio curricular están involucrados los propósitos, conceptos y enfoques de la educación, las maneras de entender y valorar las prácticas educativas, los materiales y recursos para los aprendizajes, las relaciones entre quienes conviven en el liceo, la formación y las condiciones de trabajo de las y los docentes, la organización del plantel, el clima escolar, la organización de las rutinas de trabajo dentro de los planteles, sus relaciones con la comunidad, las propias condiciones físicas de la escuela, entre otros aspectos.
2: En una sociedad participativa y protagónica la construcción del conjunto de condiciones anteriormente citadas es un proceso social que tiene que multiplicar las oportunidades de participación. Somos consecuentes con la Exposición de Motivos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela la cual resalta: " la consagración amplia del derecho a la participación en los asuntos públicos de todos los ciudadanos y las ciudadanas ( ). Este derecho no queda circunscrito al sufragio, ya que es entendido en un sentido amplio, abarcando la participación en el proceso de formación, ejecución y control de la gestión pública". Concepto que recoge la Ley Orgánica de Educación cuando plantea en su artículo 6 como competencia del Estado Docente, "promover, integrar y facilitar la participación ( ) a través de una práctica social efectiva de relaciones de cooperación, solidaridad y convivencia entre las familias y la escuela, la comunidad y la sociedad, que facilite las condiciones para la participación organizada en la formación, ejecución y control de la gestión educativa".
3: El proceso se inscribe dentro de las finalidades de la educación establecidas en la Constitución, en su artículo 102: "…desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y en la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social consustanciados con los valores de la identidad nacional, y con una visión latinoamericana y universal". Esta intencionalidad de desarrollo del potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad aparece reñido con las prácticas educativas fragmentarias dirigidas al mero recorrido y manejo de un sinnúmero de informaciones, por ello lo impostergable del cambio curricular que nos exige una revisión de conceptos y maneras de hacer que apunten a un quehacer educativo caracterizado por la comprensión crítica y en profundidad del mundo en que vivimos, la discusión y el diálogo informados, organizaciones escolares caracterizadas por la participación, múltiples posibilidades de expresión creativa y exploración de las potencialidades personales.
4: Esta otra manera de hacer educación, pensando en el desarrollo de las potencialidades humanas con respeto a los ritmos y procesos de aprendizaje, la formación de una ciudadanía participativa y transformadora, con arraigo nacional, conciencia de unidad latinoamericana y sentido planetario, tiene ya un importante recorrido de experiencias impulsadas por docentes venezolanos y venezolanas en distintos contextos: escuelas experimentales, escuelas y liceos bolivarianos, escuelas técnicas, entre otras. Existe una amplia base de la cual partir, para continuar y profundizar. Pero también estas exigencias nos enfrentan a una necesidad de transformación de las rutinas escolares aún predominantes, que reducen la educación a la repetición de clases con contenidos no pertinentes con desconocimiento de la diversidad y evaluaciones desconectadas de la vida, el trabajo, los problemas de los y las jóvenes y la construcción de ciudadanía. El cambio no es sólo asunto de planes de estudio y programas, ni siquiera de recursos educativos o formación docente. Es un proceso. Que avanza en la medida en que la reflexión compartida, el cuestionamiento de lo que hacemos, la forma de aproximarnos a las y los estudiantes, sus familias y la comunidad, vaya generando nuevas maneras.
5: Lejos de lo que algunos piensan, la realidad de nuestras aulas no la determina el programa. La acción educativa concreta es producto de cómo entendemos nuestro trabajo las educadoras y los educadores, de cómo lo llevamos a cabo. Las profesoras y los profesores no son máquinas que reproducen contenidos dictados por los órganos oficiales, sino profesionales que tienen sus formas específicas de entender y valorar los cambios, las relaciones pedagógicas, su vivencia escolar. Como apunta el título de un libro del gran educador venezolano Ramón Tovar: "El programa lo hace el profesor". Una clara ilustración de esta idea nos la brindan las Orientaciones Didácticas que acompañan los libros de la Colección Bicentenario del área de Historia:
"Se espera el protagonismo de las educadoras y los educadores en la elaboración de la planificación de la enseñanza. Se sugiere que sea el propio docente de aula quien incluya actividades de aprendizaje que tomen en cuenta la historia local y regional y sus huellas en el espacio geográfico, para luego avanzar a la escala nacional, haciendo sentir una historia viva que fortalece la identidad con el terruño y con el país. De esta manera se persigue una enseñanza que vincule los lazos que unen el pasado con el presente y lo local con lo nacional, y que tome en cuenta el contexto sociocomunal y cultural en el que hace vida la institución educativa y el lugar de procedencia de los y las estudiantes ( ) Desde el punto de vista didáctico, no es recomendable que se planifiquen las clases siguiendo el orden de los temas y los contenidos del Programa. Es preferible agrupar varios temas a partir de un problema bien definido y del interés de las y los estudiantes, en los que puedas cumplir con tus propósitos pedagógicos". Sin duda, este protagonismo de las y los docentes exige unas condiciones externas, pero depende principalmente de sus propósitos pedagógicos, de la capacidad para encontrarse con los intereses de las y los estudiantes, de la forma en que se comprende la disciplina que enseña, sus vinculaciones con otros saberes y con la vida más allá de la escuela. Por esta razón, cualquier cambio significativo en las prácticas educativas es un proceso abierto y pensado, porque toma tiempo y no puede ser determinado unilateralmente.
Por ello, el Estado Docente como rector, orientador y garante de los procesos educativos, propone este cambio curricular, el cual no puede repetir lo estático de las estructuras curriculares rígidas que durante años se han arraigado en nuestra educación, sino que obliga a un proceso dinámico de reciprocidad permanente entre todas las escalas de acción, ya que desde el maestro y la maestra de aula, los directivos, supervisores y supervisoras, hasta llegar al Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE), son Estado. Este proceso requiere de sistematización y evaluación permanente para mejorar la práctica educativa y reorientarla en cada paso del camino en función del logro de los fines de la educación.
Con estas convicciones, estamos empeñados en un proceso de cambio curricular en la Educación Media. Empeñados, pues entendemos los resultados de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa como un mandato de los millones de venezolanas y venezolanos consultados durante el año 2014 y que coinciden en el desafío de: Desarrollar un currículo nacional integrado y actualizado, y en especial construir los programas, estrategias y dinámicas pedagógicas de la educación media general y media técnica, considerando especialmente la vinculación entre la educación y el trabajo, y la interrelación entre la educación media y la universitaria.
En el marco de un proceso de consulta nacional en el nivel de educación media, se realizó una sistematización de los planteamientos y propuestas en los 24 estados para presentar un documento curricular que realmente responda a la construcción colectiva de un currículo nacional integrado y actualizado. En este sentido, queremos presentar un documento abierto a la crítica y la reflexión, que invite al diálogo y la reconstrucción permanente de las prácticas educativas, en lugar de los documentos técnicos inflexibles, no dinámicos, parcelados y cerrados que conciben a los profesores y las profesoras como meros ejecutores instrumentales de propuestas concebidas por otros. Queremos entonces poner en las manos del profesorado venezolano un documento sencillo, que sea útil a la práctica educativa, que le oriente en los fines fundamentales de la educación, los referentes éticos, procesos y temas indispensables para el logro de estos fines. Que sea referente para un proceso formativo, reflexivo y crítico, en el desarrollo del currículo.
Se pretende entonces que la propuesta curricular para la educación media sirva de documento orientador, formador, de planificación, de organización y de revisión permanente cuyo componente fundamental para que cobre sentido en los procesos de enseñanza y de aprendizaje, sea el profesor mismo y la profesora misma, con la participación activa, afectiva y crítica de estudiantes, familias, trabajadores y trabajadoras de la escuela y comunidades.
La estructura del documento sobre el proceso de cambio curricular para la educación media, contempla los referentes jurídicos que sustentan los fines, los principios y el enfoque del cambio curricular, con énfasis en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela como la norma fundamental que nos encuentra a todos y a todas como nación, la cual estará siendo referenciada a lo largo de todo el documento; las banderas que representan la expectativa social y los desafíos para garantizar este mandato popular surgido de la consulta nacional por la calidad educativa; los planteamientos en torno a la educación media y sus propósitos; los contenidos necesarios que parten desde los referentes éticos, procesos y temas indispensables, los cuales conforman las finalidades del currículo, las áreas de formación con sus temas generadores y referentes teórico-prácticos como medios para garantizar dichas finalidades, las orientaciones que brindamos a cada profesor y cada profesora para el abordaje metodológico que le permita planificar en función de sus propósitos pedagógicos en la formación de sus estudiantes, creando las condiciones para la incorporación y participación de las familias y la comunidad en un proceso de aprendizaje mutuo y colectivo, así como la utilización de la Colección Bicentenario y la Canaima educativa como recurso fundamental y apoyo didáctico en el logro de los procesos de formación. Asimismo, en el desarrollo del documento se estarán socializando referencias teóricas de autores y autoras, personas reconocidas en sus luchas por una pedagogía emancipadora y una sociedad de inclusión, igualdad y justicia social, tanto en el país como en América Latina, el Caribe y en el mundo.
Se presentan de manera distinta a lo que se estila como documento curricular, con la intencionalidad de romper con los esquemas impuestos desde el claustro en el mismo proceso de colonización. No es un documento acabado ya que estará en permanente revisión, es un documento que intenta conversar con los educadores y las educadoras con la finalidad de servirles de apoyo permanente y esperamos que sean los mismos profesores y profesoras quienes lo enriquezcan desde sus prácticas pedagógicas.
La participación protagónica de los autores y las autoras del hecho educativo es en sí misma una nueva manera de concebir y construir currículo desde la pertinencia y la legitimidad y abre paso a un proceso de revisión permanente, actualizando y dándole sentido histórico, social y cultural al currículo, no solo como producto sino como un proceso permanente de transformación curricular, haciendo énfasis en la práctica educativa, de tal forma que la misma permite hacer las incorporaciones, modificaciones y reorientaciones pertinentes de manera permanente en un currículo que se actualiza año tras año a partir de la sistematización, evaluación y seguimiento de los logros y alcances bajo una supervisión entendida como orientación y acompañamiento pedagógico.
Por último, es necesario resaltar que para la presentación de los contenidos y orientaciones, se consideraron fundamentalmente los aportes producidos en las mesas de trabajo realizadas en los liceos y escuelas técnicas de los 24 estados, los contenidos de los textos de la Colección Bicentenario a la luz de las necesidades de integración, actualización y simplificación; aportes de especialistas de las distintas áreas de formación en universidades del país y las propuestas y sugerencias de docentes tutores, tutoras, facilitadores y facilitadoras de la Micromisión Simón Rodríguez. Es importante destacar el espíritu participativo y protagónico de todos y todas, apostando y suscribiendo en su conjunto, lo impostergable del cambio curricular y en especial la necesidad de una propuesta curricular que recoja la dispersión y le de coherencia y cohesión al currículo de la educación media, nacido desde un proceso de discusión y debate colectivo. Estamos seguros y confiamos en el compromiso, la buena voluntad y la disposición de cada profesor y cada profesora para darle vida a la propuesta bajo los principios de sinceridad, transparencia y profundización.
Tenemos la convicción de que la participación protagónica y un currículo integrado, actualizado, pertinente y en permanente revisión, sentarán las bases para que la educación continúe logrando los fines de la refundación de la República tal como lo establece el preámbulo de nuestra constitución.
REFERENTES JURÍDICOS: Las finalidades de la educación en la Constitución, la Ley Orgánica de Educación y el Plan de la Patria
El proceso de cambio curricular para el nivel de educación media se inscribe en los principios y preceptos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV). Desde el año 1999, la República inicia un proceso de refundación con el fin supremo de que el pueblo venezolano alcance la mayor suma de felicidad posible. Este proceso tiene implicaciones en la educación. El estado venezolano ha dedicado los mayores esfuerzos por garantizar la inclusión de todas y todos en el goce y ejercicio del derecho humano a la educación y ha asumido su deber indeclinable en la rectoría, orientación y seguimiento de los procesos educativos en todos los niveles, modalidades y misiones educativas.
El preámbulo de nuestra Constitución, muestra con mucha claridad y síntesis, los fundamentos políticos, sociales, económicos, culturales y ambientales que se deben lograr en el proceso permanente de refundación de nuestra patria:
"El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna; promueva la cooperación pacífica entre las naciones e impulse y consolide la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad". El Gobierno Bolivariano, bajo la conducción del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías en los períodos desde 1999 hasta 2013 (1999-2001; 2001-2007; 2007-2013), formuló los planes de la nación basándose en estos principios fundamentales. El último de estos planes de desarrollo económico y social de la Nación es el Plan de la Patria 2013-2019 (presentado por el Presidente Nicolás Maduro y aprobado por la Asamblea Nacional el 3 de diciembre de 2013).
La reivindicación de las luchas históricas del pueblo venezolano y el "árbol de las tres raíces": Simón Rodríguez "o inventamos o erramos", Simón Bolívar "libertad, igualdad y justicia social" y Ezequiel Zamora "soberanía y verdadera democracia" (Chávez, 1996), han orientado la construcción de la república bajo los principios de convivencia, solidaridad, bien común, integración y autodeterminación de los pueblos, convirtiendo en letra viva a la CRBV y dándole direccionalidad al proceso de refundación con sus implicaciones en educación.
Los logros y avances en el sistema educativo venezolano y la consolidación de una educación bajo los principios bolivarianos y rodriguianos así lo muestran. El currículo para la formación integral de nuestros y nuestras adolescentes debe permitir crear las condiciones para generar saberes y experiencias de una ciudadanía bajo todos los principios señalados. Liceos y escuelas técnicas impregnados de convivencia y solidaridad, con reconocimiento de la diversidad cultural y respeto a las diferencias bajo el principio de interculturalidad, visibilización de los pueblos indígenas y afrovenezolanos, dignidad de patria, valoración de nuestras raíces históricas encarnadas en los hombres y las mujeres que lucharon por nuestra independencia y soberanía, y una lectura crítica del mundo que cultive el compromiso socioambiental y permita reconocer y darle continuidad al hermoso proceso de refundación de la República.
En el artículo 3 de la CRBV, queda establecido que:
"el Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta constitución. La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines". En el artículo 102 se enfatiza que la educación es un derecho humano y un deber social fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria, función indeclinable del Estado, y que tiene por finalidad desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad. En el artículo 103 de la CRBV se establece que toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades. También define la obligatoriedad de la educación desde el nivel inicial hasta la educación media.
Así mismo, la Ley Orgánica de Educación (LOE) en su artículo 15 establece como los fines de la Educación:
Desarrollar el potencial creativo de cada ser humano para el pleno ejercicio de su personalidad y ciudadanía, en una sociedad democrática basada en la valoración ética y social del trabajo liberador y en la participación activa, consciente, protagónica, responsable y solidaria, comprometida con los procesos de transformación social y consustanciada con los principios de soberanía y autodeterminación de los pueblos, con los valores de la identidad local, regional, nacional, con una visión indígena, afrodescendiente, latinoamericana, caribeña y universal.
Desarrollar una nueva cultura política fundamentada en la participación protagónica y el fortalecimiento del Poder Popular, en la democratización del saber y en la promoción de la escuela como espacio de formación de ciudadanía y de participación comunitaria, para la reconstrucción del espíritu público en los nuevos republicanos y en las nuevas republicanas con profunda conciencia del deber social.
Formar ciudadanos y ciudadanas a partir del enfoque geohistórico con conciencia de nacionalidad y soberanía, aprecio por los valores patrios, valorización de los espacios geográficos y de las tradiciones, saberes populares, ancestrales, artesanales y particularidades culturales de las diversas regiones del país y desarrollar en los ciudadanos y las ciudadanas la conciencia de Venezuela como país energético y especialmente hidrocarburífero, en el marco de la conformación de un nuevo modelo productivo endógeno.
Fomentar el respeto a la dignidad de las personas y la formación transversalizada por valores éticos de tolerancia, justicia, solidaridad, paz, respeto a los derechos humanos y la no discriminación.
Impulsar la formación de una conciencia ecológica para preservar la biodiversidad y la sociodiversidad, las condiciones ambientales y el aprovechamiento racional de los recursos naturales.
Formar en, por y para el trabajo social liberador, dentro de una perspectiva integral, mediante políticas de desarrollo humanístico, científico y tecnológico, vinculadas al desarrollo endógeno productivo y sustentable.
Impulsar la integración latinoamericana y caribeña bajo la perspectiva multipolar orientada por el impulso de la democracia participativa, por la lucha contra la exclusión, el racismo y toda forma de discriminación, por la promoción del desarme nuclear y la búsqueda del equilibrio ecológico en el mundo.
Desarrollar la capacidad de abstracción y el pensamiento crítico mediante la formación en filosofía, lógica y matemáticas, con métodos innovadores que privilegien el aprendizaje desde la cotidianidad y la experiencia.
Desarrollar un proceso educativo que eleve la conciencia para alcanzar la suprema felicidad social a través de una estructura socioeconómica incluyente y un nuevo modelo productivo social, humanista y endógeno.
Para el cumplimiento de estos fines y conforme a la solicitud del pueblo a través de la Consulta Nacional Educativa, se hace necesario una pedagogía y un currículo que los garantice. El Estado docente debe entonces crear las condiciones y orientar este proceso.
Con respecto a esta fundamentación jurídica queremos resaltar cuatro aspectos:
PRIMERO:
La educación media es educación obligatoria, para todas y todos. No sólo para aquellos que puedan o quieran. Es la educación mínima que aspiramos para toda ciudadana y todo ciudadano. Este carácter replantea lo que ha sido históricamente la educación media o secundaria, como preparación para algunos y, especialmente para quienes aspiran estudiar en la Universidad. Hoy, la educación media universal tiene como finalidades centrales: el desarrollo de las potencialidades humanas y la formación de una ciudadanía protagónica, crítica, informada, comprometida con los valores de justicia, libertad, igualdad, solidaridad, capaz de asegurar la soberanía efectiva del pueblo.
SEGUNDO:
El desarrollo de las potencialidades humanas es un proceso abierto, no tiene límites. Refiere a nuestras capacidades para vivir, pensar, sentir, percibir, actuar, transformar, disfrutar, crear, construir Supone entonces la creación de un conjunto de experiencias, aprendizajes, acciones, situaciones educativas que permitan el desarrollo de estas potencialidades. Precisamente porque la educación se concibe como un proceso de ejercicio de nuestra humanidad, es un derecho inalienable.
TERCERO:
Conforme a la conocida sentencia de Simón Rodríguez es necesario formar republicanos para tener República. La República, la cosa pública, la soberanía que reside en el pueblo, es necesario formarla para que no se conforme con los hábitos de la dominación, la opresión, la injusticia, el egoísmo, para que pueda forjarse su propia Patria. Este es el sentido que damos a la formación de ciudadanía. Unida indisolublemente a los valores y principios de la República Bolivariana de Venezuela: libertad, independencia, paz, solidaridad, bien común, integridad territorial, convivencia, imperio de la ley para esta y las futuras generaciones, valoración, respeto y preservación de la vida en su formidable diversidad. El ejercicio pleno de la ciudadanía exige educación y trabajo, vivencia de la participación, desarrollo de capacidades, apreciación de lo que tenemos, visión de futuro, comprensión crítica del mundo, aprendizajes múltiples.
CUARTO:
La orientación del proceso de cambio curricular privilegia estos aprendizajes para la vida y la ciudadanía por sobre la preparación para estudios posteriores. No obstante, en la perspectiva de la educación a lo largo de toda la vida, se valoran también aquellos aprendizajes y experiencias que puedan facilitar estudios posteriores, conscientes de que a partir de la finalización de los niveles obligatorios de la educación, se abren caminos diversos a nuestras y nuestros jóvenes. En cada uno de estos caminos deben estar formados para la construcción social de conocimiento, como dimensión inseparable de la construcción de la Patria buena, con visión latinoamericana, caribeña y planetaria.
La Ley Orgánica de Educación (LOE) del año 2009, abre un mundo de posibilidades pedagógicas, curriculares, comunitarias y organizativas y, a la vez, nos reta como docentes a abrir horizontes en el campo de la pedagogía. En el artículo 6 (numeral 3, literal d) de la LOE se precisa que el Estado docente planifica, ejecuta, coordina políticas y programas:
De desarrollo sociocognitivo integral de ciudadanas y ciudadanos;
Articulando el aprender a ser, a conocer, a hacer y a convivir;
Desarrollando armónicamente los aspectos cognitivos, afectivos, axiológicos y prácticos;
Superando la fragmentación y la atomización del saber;
Superando la separación entre las actividades manuales e intelectuales
Estos cinco aspectos son UN TODO que rompe con enfoques y la segmentación propios del sistema educativo tradicional. Para ello, es necesario que los y las docentes encontremos la esencia pedagógica y humana de nuestra práctica, desde los debates, intercambios y construcción colectiva que permita, desde las experiencias y prácticas pedagógicas, romper las camisas de fuerza y obstáculos que impiden fortalecer la educación liberadora junto a las y los estudiantes, sus familias y comunidades.
ANTECEDENTES: Procesos de cambio educativo y pedagógico en el curso de la Revolución Bolivariana
A partir del nuevo ordenamiento jurídico establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se han desarrollado experiencias que son puntos de partida y referentes para este proceso de cambio curricular, reivindicando la participación protagónica en la construcción colectiva de lo que hoy es nuestro sistema educativo. Adelantamos una breve reseña que no pretende ser exhaustiva.
Del proceso de la Constituyente Educativa llevado a cabo durante el año 1999, surgió el Proyecto Educativo Nacional (PEN, 1999) que recoge la sistematización de los planteamientos realizados por docentes, estudiantes, personal obrero y administrativo, madres, padres y responsables en asambleas y mesas de trabajo en escuelas de los 24 estados. En este documento se valoran propuestas y experiencias transformadoras planteadas en el país antes de la Revolución Bolivariana, tales como, en Ciencias Sociales, la creación del área Pensamiento, Acción Social e Identidad Nacional (PASIN) bajo el contexto geohistórico propuesto por el profesor Ramón Tovar y las Unidades Generadoras de Aprendizaje (UGA) como estrategia didáctica de planificación con temas propios del entorno y de la comunidad; las experiencias de inclusión y de educación en valores de las escuelas de Fe y Alegría e iniciativas de escuelas en las regiones (escuelas solidarias, escuelas integrales).
En el año 2000 se crean las Escuelas Bolivarianas y se fortalecen las Escuelas Técnicas Robinsonianas y Zamoranas. Del PEN surge la propuesta del Proyecto Pedagógico Nacional que inicia con la realización de congresos pedagógicos municipales, estadales y nacionales durante los años 2004-2006, reivindicando la participación protagónica y la construcción colectiva en las propuestas educativas. El Proyecto Pedagógico Nacional se concibe entonces como la integración de las Escuelas Bolivarianas (creadas en 1999), las Misiones Educativas (Robinson, Ribas y Sucre, creadas en 2003), los Liceos Bolivarianos (creados en 2004) y los Simoncitos para la educación inicial (creados en 2005), conformando todos el Sistema de Educación Bolivariana (que contemplaría la articulación de los niveles de educación inicial, primaria y media, junto a las Misiones Educativas).
Los liceos bolivarianos se crean con la orientación de "romper con la estructura tradicional, transformar la escuela bajo la concepción de la construcción colectiva de los componentes organizativos, pedagógicos y administrativos, donde participan estudiantes, docentes, administrativos, obreros, representantes y otros integrantes de la comunidad" (MED, 2007). El plan de los liceos bolivarianos se denominó "Adolescencia y Juventud para el Desarrollo Endógeno y Soberano", reivindicando un enfoque inter y transdisciplinario a través de áreas, seminarios de investigación y elaboración de proyectos socioproductivos como estrategias pedagógicas y metodológicas para conocer la realidad y en la búsqueda de la integración del conocimiento.
El entonces Viceministro de Asuntos Educativos, Armando Rojas, en el Segundo Congreso Pedagógico (2005), manifestó la necesidad de "romper con las viejas estructuras arcaicas, realizar transformaciones curriculares profundas que conlleven a la construcción colectiva de un currículo contextualizado y orientado a formar al ser social para la nueva república" (MED, 2005).
En el año 2007, se propone el Currículo Nacional Bolivariano, que se plantea como "una guía con líneas orientadoras metodológicas que dan coherencia y pertinencia al proceso educativo a partir de objetivos formativos, métodos, actividades y modos de actuación que permitirán cumplir el encargo social de formar al ser humano, a fin de incorporarlo activamente al momento histórico ( ) de manera comprometida y responsable". Se plantean en esta propuesta de diseño curricular como pilares de la educación bolivariana: Aprender a Crear, Aprender a Convivir y Participar, Aprender a Valorar y Aprender a Reflexionar; se organiza el diseño en Ejes Integradores (Ambiente y Salud Integral, Interculturalidad, Tecnología de la Información y Comunicación, Trabajo Liberador) y Áreas de Aprendizaje (en el caso de los Liceos Bolivarianos: Lenguaje, Comunicación y Cultura; Ser Humano y su Interacción con Otros Componentes del Ambiente; Ciencias Sociales y Ciudadanía; Filosofía, Ética y Sociedad; Educación Física, Deportes y Recreación; Desarrollo Endógeno en por y para el Trabajo Liberador). Así mismo, esta propuesta sugiere para la organización de los aprendizajes: La clase, los proyectos (Proyecto Educativo Integral Comunitario, Proyecto de Aprendizaje y Proyecto de Desarrollo Endógeno) y el Plan Integral.
Para la socialización de esta propuesta se realizaron cursos en todo el país (Curso de Formación de 300 horas). Como resultado se generalizó en las instituciones educativas la metodología de Proyectos Educativos Integrales Comunitarios y de Proyectos de Aprendizaje. Aunque el Plan de Estudio propuesto no fue oficialmente aprobado, se desarrolla actualmente en algunos liceos del país.
En estos antecedentes es importante reseñar algunos proyectos dirigidos al desarrollo, dotación y uso de recursos educativos, con indudable impacto curricular. Entre ellos, el desarrollo de los Centros Bolivarianos de Informática y Telemática (CBIT) dirigidos a la democratización del uso del computador como recurso de aprendizaje, la promoción de las tecnologías libres y la integración comunitaria a las escuelas; la creación de las Unidades Móviles Integrales de Educación Bolivariana (UMIEB), para facilitar el acceso a laboratorios de computación , ciencias naturales y sociales a escuelas alejadas de los centros urbanos; el Proyecto Canaima Educativo, por medio del cual se han dotado más de 3 millones de computadoras personales a las y los estudiantes de educación primaria y media.
Merece también especial mención el Proyecto Todas las Manos a la Siembra, que ha promovido y difundido la práctica de la agricultura sustentable y el enfoque agroecológico en buena parte de los centros educativos, incorporando estos temas al currículo, aunque con alcances diversos.
Igualmente, y dado que este proceso de cambo curricular se iniciará en Liceos de Turno Integral, es necesario apuntar que el Programa de Alimentación Escolar (ahora Sistema de Alimentación Escolar) alcanza hoy a más de 2 mil liceos nacionales y está jugando un papel importante en el impulso de la agricultura escolar.
En este contexto es necesario destacar como antecedente inmediato de este proceso de cambio curricular al desarrollo, producción y distribución de la Colección Bicentenario. Sin duda, su elaboración por parte de equipos de profesoras y profesores, permitió la revisión de los contenidos y enfoques pedagógicos, desarrollando una propuesta de vinculación entre el aprendizaje escolar, la vida y la reflexión crítica.
EXPECTATIVAS SOCIALES DESDE LA CONSULTA NACIONAL POR LA CALIDAD EDUCATIVA
El proceso de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa arrojó un sentir de la sociedad venezolana que se expresó libre y soberanamente acerca de las prioridades en el proceso educativo, incorporando a más de 7 millones de venezolanas y venezolanos, entre estudiantes, docentes, familias y otros grupos sociales. Esta Consulta parte, por supuesto, de los logros educativos alcanzados por la Revolución Bolivariana y de las propuestas y experiencias reseñadas en la sección anterior. No obstante, plantea que estos formidables avances no son suficientes para los retos de la construcción de una Venezuela potencia, soberana, justa y solidaria.
Como bien lo reseñan los resultados, surgen propuestas para continuar avanzando en la inclusión, goce y ejercicio de los derechos; en la igualdad en condiciones y oportunidades y en la justicia social. A partir de esta consulta se establecen diez banderas enmarcadas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), la Ley Orgánica de Educación (LOE) y el Plan de la Patria. Estas banderas son mandatos del poder popular, por lo tanto se convierten en desafíos del estado venezolano asumiendo su deber indeclinable en garantizar educación de calidad a sus ciudadanos y ciudadanas. El nivel de Educación Media enmarca este proceso de cambio curricular en estas diez banderas:
Garantizar educación de calidad para todas y todos
La escuela pública incluyente y de calidad. Todos los sectores consultados, pero muy especialmente estudiantes, valoran la escuela como una institución buena, necesaria e insustituible, a la que toda persona debe asistir, determinante en las dinámicas de las y los estudiantes, vecinos y vecinas, familiares. Así mismo, los y las docentes así como las familias reivindican como un modelo para la educación, el de las escuelas bolivarianas, se reconoce en particular por estudiantes la importancia del carácter público, gratuito y obligatorio de la educación, así como que la misma debe ser de calidad y regirse bajo los principios constitucionales que la marcan como una educación democrática, inclusiva, innovadora, creativa, laica, integral, permanente, crítica, pluricultural y con pertinencia social bajo los principios constitucionales. Es una educación incluyente que considera a todos los sectores de la sociedad reconociendo los distintos contextos. Estudiantes, docentes y familias, reconocen y valoran positivamente el despliegue de las políticas sostenidas por el Gobierno Bolivariano durante los últimos años para promover la inclusión en el sistema educativo: misiones educativas, expansión de los Simoncitos, escuelas y liceos bolivarianos, prohibición del cobro por concepto de inscripción, desarrollo del Programa de Alimentación Escolar (PAE), amplia distribución de las "Canaimas", la Colección Bicentenario y los esfuerzos por garantizar la integración de personas con discapacidad. En el nivel de Educación Media se están implementando estrategias, como la Batalla contra la Repitencia y el Abandono Escolar, dirigidas a garantizar una educación de calidad para los y las adolescentes. Se ha elevado la cobertura de este nivel educativo, se han reducido significativamente las tasas de repitencia y abandono, pero aún permanece el desafío de incluir a los y las que aún están fuera y de garantizar la permanencia y el aprendizaje de quienes están estudiando.
Desarrollar una pedagogía del amor, el ejemplo y la curiosidad;
Es un clamor, sobre todo del sector estudiantil, que se les convoque al aprendizaje de forma amorosa y respetuosa, que sus horas de clase sean de descubrimiento del sentido de la vida, de estímulo a la curiosidad, a la pregunta, de comprensión de los problemas y desafíos de la realidad local y global de una manera sencilla, sin perder profundidad. Así mismo, los y las estudiantes y las familias desean que los maestros, las maestras, personal obrero y administrativo, sean testimonio de vida para sus hijos e hijas y que sus orientaciones se acompañen de manera coherente con el hacer. Igualmente, las familias manifestaron la necesidad de que sus hijos e hijas se formen para tener una mente abierta, perspicaz, capaz de resolver problemas en la vida, una pedagogía de la pregunta, la indagación y la investigación permanente. Se aspira entonces que el aprendizaje sea atractivo, flexible, creativo, contextualizado, innovador, que promueva la relación entre teoría y práctica pero sobre todo que la educación sirva para resolver problemas de la vida cotidiana y en convivencia, con participación protagónica desde el diálogo y el respeto por las diferencias. Comunidades y sectores específicos como comunidades indígenas, campesinos, pescadores desean que se reconozca el aporte cultural-ancestral-espiritual de su contexto, así como prácticas laborales que han sido una tradición productiva en la comunidad, considerándolo como contenidos esenciales de su formación.
Fortalecer el papel de los maestros y las maestras como actores fundamentales de la calidad educativa
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