- Introducción
- Antecedentes y fundamentos de las Inteligencias Múltiples
- Bases Teóricas de las Inteligencias Múltiples
- Inteligencia Verbal Lingüística
- Conclusión
- Referencias bibliográficas
La inteligencia, lo que consideramos acciones inteligentes, se modifica a lo largo de la historia.
La inteligencia no es una sustancia en la cabeza como es el aceite en un tanque de aceite.
Es una colección de potencialidades que se completan.
Howard Gardner
Introducción
En los inicios de la historia de la humanidad, el lenguaje cambio la especialización y función del cerebro humano al ofrecer posibilidades para explorar y expandir la inteligencia humana. La palabra hablada permitió a nuestros ancestros pasar del pensamiento concreto al abstracto.
La lectura nos permite conocer objetos, lugares, procesos y conceptos que no hemos experimentado personalmente y la escritura ha hecho posible la comunicación con personas que el emisor del mensaje nunca ha visto.
En 1983, fue el año en que Howard Gardner publicó su libro Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences, en donde hablaba de la teoría de las múltiples inteligencias.
Hasta entonces se consideraba a una persona inteligente aquella a la que se le daban muy bien las matemáticas o las letras, siendo quizás los deportistas quienes se llevaban la peor parte de este reparto de cociente intelectual. No obstante, se daban muchos casos de personas con grandes logros académicos que luego no eran capaces de alcanzar grandes metas profesionales y viceversa, esto era debido a su capacidad para relacionarse con los demás e incluso consigo mismos.
Según Gardner en nuestro cerebro se encuentran ocho inteligencias diferentes que trabajan en conjunto de forma semi-autónoma y que cada persona desarrolla de forma diferente, o mejor dicho, que cada uno de nosotros desarrolla más unos tipos u otros de inteligencia. Además, propone un enfoque de inteligencias múltiples. Se trata de un planteamiento sugerente, y acaso también provocativo, que permite problematizar sobre el fenómeno de la inteligencia más allá del universo de lo cognitivo. Para este autor una inteligencia es la "capacidad de resolver problemas o de crear productos que sean valiosos en uno o más ambientes culturales", (1985).
Al definir la inteligencia como una capacidad, Gardner la convierte en una destreza que se puede desarrollar y no niega el componente genético. Todos nacemos con unas potencialidades marcadas por la genética. Pero esas potencialidades se van a desarrollar de una manera o de otra dependiendo del medio ambiente, nuestras experiencias, la educación recibida, entre otras.
Gardner proveyó un medio para determinar la amplia variedad de habilidades que poseen los seres humanos, agrupándolas en categorías o "inteligencias".Entre ellas encontramos, la inteligencia verbal-lingüística, la cual es considerada como una característica humana indispensable para la convivencia social y suele ser descrita como la sensibilidad a los sonidos, ritmos y significado de las palabras, que en muchas ocasiones llegan a convertirse en una pasión para aprender a expresarse tanto verbalmente como por escrito. Es decir, es la inteligencia que nos ayuda a ser hábiles con las palabras, a utilizarlas de forma más adecuada, aprender idiomas o expresarnos mejor. Quienes desarrollen más la inteligencia lingüística tenderán a escribir y leer mucho, aprender idiomas, explicar cuentos o contar chistes.
Las aulas deben ser ámbitos lingüísticamente ricos en los que los estudiantes cuenten con oportunidades para hablar, debatir, leer, explicar, brindándoles un ambiente donde ellos se sientan lo suficientemente seguros para expresar sus ideas, compartir sus opiniones o anécdotas y de esta manera contribuir con el aumento de su autoestima. Por eso, es de suma importancia resaltar, como se presenta a continuación a través de los diversos capítulos la breve historia de las inteligencias múltiples, su base teórica, y finalmente el valor de la inteligencia verbal lingüística y el efecto significativo que esta tiene en el aprendizaje de cualquier contenido durante toda la vida.
CAPITULO I
Antecedentes y fundamentos de las Inteligencias Múltiples
Se ha avanzado mucho en las teorías sobre la inteligencia, pero no se puede decir que se haya llegado a conclusiones de aceptación general. En la última década del siglo XX se ha producido una multiplicación de las "inteligencias" que ha revitalizado la discusión sobre el tema. La investigación sobre la inteligencia probablemente se inicia con los estudios de Broca (1824-1880), que estuvo interesado en medir el cráneo humano y sus características, y por otra parte descubrió la localización del área del lenguaje en el cerebro. Al mismo tiempo, Galton (1822-1911) bajo la influencia de Darwin, realizaba sus investigaciones sobre los genios, donde aplicaba la campana de Gauss. También en esta época Wundt (1832-1920) estudiaba los procesos mentales mediante la introspección. En 1905, Binet (1857-1911) elabora el primer test de inteligencia con objeto de identificar a los sujetos que podían seguir una escolaridad ordinaria y distinguirlos de los que requerían educación especial. En 1912, Stern introduce el término de CI (Coeficiente Intelectual) que tendrá una gran aceptación y difusión.
En 1908 se traduce el test de Binet- Simon al inglés; pero no empieza a ser difundida hasta la versión de 1916, conocida como Stanford-Binet, por realizarse la adaptación en la Universidad de Stanford, bajo la dirección de L. Terman. Esta prueba fue utilizada en la Primera Guerra Mundial para examinar a más de un millón de reclutas americanos, lo cual contribuyó a su difusión y general conocimiento. Sucesivas revisiones en 1937 y 1960, dotaron a este instrumento de una consistencia que lo hizo mundialmente famoso; el concepto de coeficiente intelectual pasó a ser conocido por el gran público. Cattell (1860-1944) fue discípulo de Wundt y de Galton y posteriormente difundió los tests de inteligencia por Estados Unidos bajo la idea de que eran buenos predictores del rendimiento académico. Más tarde, Spearman (1863-1945) y Thurstone (1887-1955) aplicaron el análisis factorial al estudio de la inteligencia. Este último, a partir del factor "g" extrajo siete habilidades mentales primarias (comprensión verbal, fluidez verbal, capacidad para el cálculo, rapidez perceptiva, representación espacial, memoria y razonamiento inductivo) que, en cierta forma, se puede considerar como un antecedente remoto de las inteligencias múltiples (IM) de Gardner (1983). Otro antecedente de las IM es Guilford, que en 1950 presentó sus trabajos sobre estructura de la inteligencia, que abrieron la puerta al estudio de la creatividad y al pensamiento divergente. Muchos modelos posteriores se han propuesto para describir el constructo de inteligencia y sus factores. Entre ellos cabe destacar a los continuadores del enfoque factorial-analítico, ya sean monistas (Jensen, Eysenck, Anderson) o pluralistas (Horn, Ackerman); las teorías del aprendizaje (Schank, Snow, Butterfiel, Brown, Campione, Perkins); las teorías del procesamiento de la información (Carroll, Hunt, Stenberg, Shore, Dover); las teorías del desarrollo cognitivo (Piaget, Arlin, Flavell, Case, Ziegler, Li), etc. (Prieto y Ferrandiz, 2001). La discusión sobre el constructo de inteligencia sigue abierta. Aportaciones recientes se han referido a la inteligencia académica, inteligencia práctica, inteligencia social, inteligencias múltiples, inteligencia emocional, etc. La inteligencia académica que se entiende por lo que tradicionalmente se ha entendido por inteligencia. Remite al clásico factor "g", el cual comprende aspectos relacionados con la memoria, habilidad analítica, razonamiento abstracto, etc. (Sternberg, 1997). Durante todo el siglo XX ha estado presente la discusión sobre el constructo inteligencia y lo que se significa exactamente. Conviene insistir en que la importancia de la inteligencia se debe en gran medida a los tests de inteligencia, y que éstos fueron creados para predecir el éxito académico. Es decir, inteligencia, tests y educación, han sido referentes psicopedagógicos básicos durante el siglo XX.
Desde esta perspectiva, el factor "g" se fue desglosando en otros factores susceptibles de ser medidos por los tests, los cuales han recibido denominaciones como: factor numérico, razonamiento abstracto, habilidad espacial, aptitud verbal, etc. La inteligencia práctica La inteligencia práctica se entiende como la habilidad para resolver los problemas prácticos de la vida para una mejor adaptación al contexto (Sternberg y Grigorenko, 2000). Diversos términos se han utilizado para referirse a la inteligencia práctica: inteligencia pragmática, inteligencia cotidiana, solución de problemas prácticos, etc.
Entre las habilidades incluidas en la inteligencia práctica están: reconocimiento de los problemas, definición del problema, localización de recursos para solucionar problemas, representación mental del problema, formular estrategias para la solución de problemas, gestionar la solución de problemas y evaluar la solución de problemas. Sternberg y Grigorenko (2000) argumentan como la inteligencia académica y la inteligencia práctica siguen trayectorias distintas. La investigación demuestra que la inteligencia práctica es distinta de la académica, pero complementaria de ella.
Ambas inteligencias tienen que ver con el éxito en la vida cotidiana. Reconociendo este hecho, la investigación sobre la inteligencia se está moviendo de un énfasis exclusivo en la inteligencia académica a un énfasis más amplio que incluye ambos tipos de inteligencia. La inteligencia social La inteligencia social se refiere a un modelo de personalidad y comportamiento individual según el cual la gente tiene un conocimiento de sí mismo y del mundo social en que vive. Los individuos utilizan este conocimiento para manejar sus emociones y conducir su comportamiento hacia metas propuestas (Zirkel, 2000).
El constructo de inteligencia social incorpora elementos de la psicología de la personalidad y de la psicología social. Se centra en el individuo en su contexto social. Las raíces de la inteligencia social están en Kelly, Rogers, Rotter y algunos representantes de la psicología cognitiva (Bruner, Bandura). De la inteligencia social se deriva la competencia social y las habilidades sociales. La competencia social es un conjunto de habilidades que permiten la integración de pensamientos, sentimientos y comportamientos para lograr relaciones sociales satisfactorias y resultados valorados como positivos en un contexto social y cultural. Esto incluye establecer y mantener relaciones sociales positivas, abstenerse de amistades perjudiciales, contribuir de forma colaborativa y constructiva al grupo (de iguales, familia, escuela, trabajo, comunidad), adoptar comportamientos de prevención y potenciadores de la salud, evitar comportamientos de riesgo para sí mismo y para los demás, percepción de claves sociales relevantes, anticipación realista de obstáculos sociales, anticipación de las consecuencias del comportamiento para sí mismo y para otros, generar soluciones efectivas en problemas sociales, traducir decisiones sociales en comportamientos sociales efectivos, etc.
A todos nos gustaría pensar que somos socialmente competentes. Pero ¿somos igualmente competentes con los niños, jóvenes, adultos o personas mayores?, ¿somos igualmente competentes con las personas del mismo sexo que con las del sexo contrario?, ¿somos igualmente competentes con los amigos que con los desconocidos?, etc. La competencia social es una constelación de pensamientos, sentimientos, habilidades y comportamientos que varían de una situación a otra. La competencia social se manifiesta en situaciones concretas. Nadie es socialmente competente en todas las situaciones.
La competencia social es importante en múltiples situaciones: escuela, familia, trabajo, sociedad, etc. Por ejemplo, en el mundo del trabajo, la competencia social es una de las más demandadas por los empresarios, los cuales no están tan interesados en saber lo que el candidato sabe, sino en lo que es capaz de hacer; este saber hacer incluye trabajar con otras personas. El desarrollo de la competencia social y de las habilidades sociales ya tiene una larga tradición a partir de mediados de los años ochenta. Buenos ejemplos de ello son los trabajos de Goldstein et al. (1989), Monjas (1998), Paula Pérez (2000) y muchos otros. Para una panorámica del estado de la cuestión, donde se revisa la efectividad de más de 700 programas véase Topping, Holmes y Bremmer (2000). Recientemente han aparecido páginas Web donde se ofrecen recursos (por ejemplo: http://ericir.syr.edu) y enlaces con otras páginas. Habilidades sociales e inteligencia emocional están muy interrelacionadas. En general se considera que las habilidades sociales son un aspecto de la inteligencia emocional (Salovey y Mayer, 1990, 1997; Goleman, 1995; Saarni, 2000). Pero algunos prefieren mantener la distinción y utilizan expresiones como competencia emocional y social, competencias socio-emocionales o inteligencia social y emocional (Bar-On, 2000: 363). Trabajos recientes (Goleman, 1999; Cherniss, 2000: 449) sugieren que las habilidades sociales dependen en gran medida de la competencia emocional. Nosotros asumimos esta perspectiva y por esto nos referiremos a la educación emocional como concepto amplio, que incluye a la competencia social como uno de los aspectos importantes.
Howard Gardner pone en cuestión el coeficiente intelectual, que se ajusta a la "escuela uniforme" y como alternativa propone la teoría de las inteligencias múltiples. H. Gardner, de la Universidad de Harvard, realizó entre 1979 y 1983 un estudio sobre la naturaleza del potencial humano y su realización, cuya culminación fue la publicación de la obra "Frames of mind"(1983). Esta obra tuvo escaso eco en el mundo de la psicología, sin embargo provocó un gran revuelo entre los profesionales de la educación. Diez años más tarde publica "Multiple intelligences. The theory in practice" (1994), cuya traducción al castellano ve la luz en 1995. En esta obra se expone de manera sistemática la teoría de las inteligencias múltiples, preguntas y respuestas que han ido surgiendo a lo largo de estos diez años, la educación de las inteligencias múltiples, su evaluación y lo que puede ser la escuela del futuro, centrada en la atención a la diversidad.
Gardner (1995), en su teoría de las inteligencias múltiples, distingue siete inteligencias: musical, cinético-corporal, lógico-matemática, lingüística, espacial, interpersonal e intrapersonal. Posteriormente Gardner (2001) añade dos más: inteligencia existencial e inteligencia naturalista. La inteligencia naturalista se refiere a la conciencia ecológica que permite la conservación del entorno; la existencial es la que utilizamos cuando nos formulamos preguntas sobre el sentido de la vida, el más allá, etc. Incluso sugiere la posibilidad de otras inteligencias. De todas estas inteligencias, son la inteligencia interpersonal y la intrapersonal, ambas tienen que ver con la inteligencia emocional. En cierta forma, la inteligencia emocional está formada por estas dos inteligencias. En otro orden de cosas, la inteligencia interpersonal tiende a coincidir con lo que otros autores han denominado inteligencia social (Zirkel, 2000, Topping, Bremmer y Holmes, 2000; Topping, Holmes y Bremmer, 2000; Cherniss, 2000, etc.). Mientras que la inteligencia intrapersonal tiende a coincidir con la inteligencia personal (Sternberg, 2000; Hedlund y Sternberg, 2000).
Como dice Gardner (1995: 30), "si podemos movilizar toda la gama de habilidades humanas, no sólo las personas se sentirán más competentes y mejor consigo mismas, sino que incluso es posible que también se sientan más comprometidas y más capaces de colaborar con el resto de la comunidad mundial en la consecución del bien general". Dicho de otra forma, movilizar todas las habilidades humanas puede contribuir a un mayor bienestar.
CAPITULO II
Bases Teóricas de las Inteligencias Múltiples
¿Por qué no son talentos o aptitudes sino inteligencias? Gardner estableció ciertas pruebas que cada una de las inteligencias debía cumplir para ser considerada una inteligencia en todo el sentido de la palabra y no simplemente un talento o una aptitud. Los criterios que usó incluyen los siguientes factores:
Aislamiento potencial por daños cerebrales.
Gracias a su trabajo Gardner tuvo la oportunidad, como se había dicho, de trabajar con individuos que habían sufrido accidentes o enfermedades que afectaron ciertas áreas específicas del cerebro.
En muchos casos las lesiones cerebrales parecerían haber perjudicado una inteligencia mientras otras quedaron intactas. por lo que está defendiendo la existencia de siete sistemas cerebrales relativamente autónomos.
La existencia de "idiotas sabios", prodigios y otros individuos excepcionales.
Gardner sostiene que ciertas personas pueden ver una inteligencia que opera en un nivel muy alto. Los idiotas sabios son individuos que muestran habilidades superiores en una parte de una de las inteligencias, mientras sus otras inteligencias funcionan en niveles bajos. Hay idiotas sabios que tienen memorias musicales, dibujan de una manera excepcional, son capaces de leer textos muy complejos y así otras manifestaciones de inteligencia.
Una historia característica de desarrollo junto con un conjunto definible de desempeños expertos de "estado-final".
Gardner sostiene que cada actividad basada en una inteligencia tiene su propia trayectoria evolutiva, es decir, cada actividad tiene su propio tiempo para surgir en la infancia temprana, su propia forma de llegar a su pico durante la vida y su propia manera de declinar, de manera gradual o rápida al llegar a la vejez.
Aunque hay que tener en cuenta que la capacidad existe, pero no siempre se desarrolla o ejerce de acuerdo con esta trayectoria. Por ejemplo, un repaso de la historia de las ideas matemáticas que surgen de personas después de los cuarenta años. Por otro lado hay quienes se han convertido en novelistas exitosos a las 40 años, a los 50 o aún después, igual sucede con la pintura.
Una historia evolutiva
Gardner concluye que cada una de las siete inteligencias cumplen la condición de tener raíces embebidas profundamente en la evolución de los seres humanos, y aun antes, en la evolución de otras especies. Así, por ejemplo, la inteligencia espacial puede estudiarse en las pinturas rupestres. De manera similar, la inteligencia musical puede encontrarse en la evidencia arqueológica de instrumentos musicales primitivos, así como en la variedad de los cantos de las aves.
Contexto histórico.
Ciertas inteligencias parecerían haber sido más importantes en otras épocas de lo que son hoy. La inteligencia Corporal-Kinética, por ejemplo, era más valorizada hace 100 años atrás en zonas donde la mayoría de la población vivía en medios rurales, y la habilidad para cosechar granos y construir silos recibía una fuerte aprobación social. De manera similar, ciertas inteligencias podrían llegar a ser más importantes en años futuros.
Apoyo de los descubrimientos de la psicometría.
Las mediciones estandarizadas de las habilidades humanas proveen la "prueba o test" que la mayoría de las teorías de la inteligencia usan para corroborar la validez de un modelo. Gardner, a pesar de no estar de acuerdo con este tipo de test, sugiere que se puede encontrar apoyo a la teoría de las Inteligencias Múltiples en muchas pruebas estandarizadas existentes.
Apoyo proveniente de trabajos de psicología experimental.
Gardner sugiere que examinando estudios psicológicos específicos podemos ver cómo las inteligencias funcionan aisladas unas de otras. Por ejemplo: ciertos individuos pueden dominar la lectura pero no llegan a transferir esa habilidad a otras áreas como las matemáticas. De manera similar, en los estudios de habilidades cognitivas tales como la memoria, la percepción o la atención podemos ver evidencias de que los individuos poseen habilidades selectivas.
Una operación central o un conjunto de operaciones identificables.
Gardner dice que del mismo modo que una computadora requiere de un conjunto de operaciones para funcionar, cada inteligencia posee un conjunto de operaciones centrales que sirven para impulsar las distintas actividades que corresponden a esa inteligencia.
La susceptibilidad de codificación en un sistema simbólico.
Uno de los mejores indicadores del comportamiento inteligente es la capacidad de los seres humanos de utilizar símbolos. Gardner sugiere que la habilidad de simbolizar es uno de los factores más importantes que separan a los seres humanos de la mayoría de las otras especies. Señala que cada una de las siete inteligencias en su teoría cumple con el criterio de poder ser simbolizada. Cada inteligencia posee su propio sistema simbólico. Para la inteligencia lingüística hay una cantidad de lenguas habladas o escritas, para la inteligencia espacial hay una gama de lenguajes gráficos.
Cuadro de la teoría de las Inteligencias Múltiples.
Inteligencia
Componentes centrales
Sistemas simbólicos
Estados finales altos
Lingüística
Sensibilidad a los sonidos, la estructura, los significados y las funciones de las palabras y el lenguaje
Lenguaje fonético ( por ejemplo, inglés)
Escritor, orador
Lógico-matemática
Sensibilidad y capacidad para discernir (4) los esquemas numérico o lógicos; la habilidad para manejar cadenas de razonamientos largas.
Un lenguaje de computación (por ejemplo Pascal)
Científico, matemático
Espacial
Capacidad para percibir con precisión el mundo visual y espacial, y la habilidad para efectuar transformaciones en las percepciones iniciales que se hayan tenido
Lenguaje ideográficos, (por ejemplo chino)
Artista ,arquitecto
Corporal- Kinética
Habilidad para controlar los movimientos del cuerpo y manejar objetos con destreza
Lenguaje de signos, Braille
Atleta, bailarín, escultor
Interpersonal
Capacidad para discernir y responder de manera adecuada a los estados de ánimo, los temperamentos, las motivaciones y los deseos de otras personas
Señales sociales (por ejemplo los gestos y las expresiones sociales)
Consejero, líder político
Intrapersonal
Acceso a los sentimientos propios y habilidad para discernir las emociones íntimas, conocimiento de las fortalezas y debilidades propias.
Símbolos del yo (por ejemplo en los sueños o las creaciones artísticas)
Psicoterapeuta, líder religioso
Musical
Habilidad para producir y apreciar ritmo, tono y timbre; apreciación de las formas de expresión musical
Sistemas de notaciones musicales, código Morse
Compositor, personas que tocan instrumentos.
Cuadro sobre los fundamentos de la teoría.
Inteligencia
Sistemas neurológicos (áreas primarias)
Factores evolutivos
Formas que la cultura valoriza
Lingüística
Lóbulo temporal y frontal izquierdos
"explota" en la primera infancia, permanece robusta hasta la vejez
Narraciones orales, contar historia, literatura, etc.
Lógico-matemática
Lóbulo parietal izquierdo, hemisferio derecho
Hace cumbre en la adolescencia y los primeros años de la vida adulta, las capacidades matemáticas superiores declinan después de los 40 años
Descubrimientos científicos, teorías matemáticas, sistemas de contabilización y clasificación, etc.
Espacial
Regiones posteriores del hemisferio derecho
El pensamiento topológico de la primera infancia cede lugar al paradigma euclidiano(5) alrededor de los nueve-diez años; el ojo artístico se mantiene robusto hasta la vejez
Obras de arte, sistemas de navegación, diseños arquitectónicos, invenciones, etc.
Corporal-Kinética
Cerebelo, ganglios basales, corteza motriz
Varía según los componentes (fuerza, flexibilidad, etc.) o el dominio (gimnasia, mimo, etc.)
Artesanías, desempeños atléticos, obras teatrales, formas de danza, escultura, etc.
Musical
Lóbulo temporal derecho
La primera de las inteligencias que se desarrolla, los prodigios muy a menudo atraviesan crisis de desarrollo.
Composiciones musicales, ejecuciones, grabaciones, etc.
Interpersonal
Lóbulos frontales, lóbulo temporal (especialmente del hemisferio derecho), sistema límbico
Los lazos afectivos son críticos durante los primeros tres años de vida
Documentos políticos, instituciones sociales, etc.
Intrapersonal
Lóbulos frontales y parietales, sistema límbico
La formación de un límite entre el propio yo y los otros es crítica durante los primeros tres años de vida
Sistemas religiosos, teorías psicológicas, ritos de transición, etc.
Las Inteligencias Múltiples en el aula.
Inteligencia
Orígenes evolutivos
Presencia en otras especies
Factores históricos (en Estados Unidos en la década del 90)
Lingüística
Las primeras notaciones escritas datan de hace 30.000 años
Los monos tienen la habilidad de nombrar
Las transmisiones orales eran más importantes antes de la invención de la imprenta
Lógico-matemática
Sistemas numéricos tempranos y calendarios antiguos
Las abejas calculan las distancias por medio del baile
Más importante por la influencia de las computadoras
Espacial
Arte rupestre
Varias especies poseen instintos territoriales
Más importante con el advenimiento del video y otras tecnologías visuales
Corporal-Kinética
Hay evidencias del uso de herramientas en las épocas más tempranas
Uso de herramientas por los primates, los osos hormigueros y otras especies
Era lo más importante en el período agrario
Musical
Hay evidencias del uso de instrumentos musicales que datan de la Edad de Piedra
El canto de las aves
Era más importante en la cultura oral, cuando la comunicación era de naturaleza musical
Interpersonal
Vida en grupos comunitarios necesaria para la caza/la recolección
Lazos maternales, observados en los primates y otras especies
Más importante con el incremento de la economía de servicios
intrapersonal
Evidencias tempranas de vida religiosa
Los chimpancés pueden encontrarse en un espejo, los monos experimentan miedo
Sigue siendo importante en una sociedad cada vez más compleja, que requiere la habilidad de hacer elecciones
Desarrollo de las Inteligencias Múltiples.
La mayoría de las personas pueden desarrollar todas las inteligencias hasta poseer en cada una un nivel de competencia razonable. Que las inteligencias se desarrollen o no dependen de tres factores principales:
Dotación biológica.
Incluyendo los factores genéticos o hereditarios y los daños o heridas que el cerebro haya podido recibir antes, durante o después del nacimiento.
Historia de vida personal.
Incluyendo las experiencias con los padres, docentes, pares, amigos otras personas que ayudan a hacer crecer las inteligencias o las mantienen en un bajo nivel de desarrollo.
Antecedente cultural e histórico.
Incluyendo la época y el lugar donde uno nació y se crió, y la naturaleza y estado de los desarrollos culturales o históricos en diferentes dominios.
Activadores o desactivadores de las inteligencias.
Las experiencias cristalizantes o las experiencias paralizantes son dos procesos clave en el desarrollo de la inteligencia. Las cristalizantes son los "puntos clave" en el desarrollo de los talentos y las habilidades de una persona. A menudo, estos hechos se producen en la temprana infancia o presentarse en cualquier momento de la vida. Son las chispas que encienden una inteligencia e inician su desarrollo hacia la madurez.
De manera inversa, el término experiencias paralizantes "cierran las puertas" de las inteligencias. A menudo están llenas de vergüenza, culpa, temor, ira y otras emociones que impiden a nuestras inteligencias crecer y desarrollarse.
Hay otras influencias del medio que también promueven o retardan el desarrollo de las inteligencias. Incluyen las siguientes:
6.1. Acceso a recursos o mentores.
Si su familia es muy pobre, tal vez nunca podrá acceder a la posesión de un violín, un piano u otro instrumento, es muy probable que la inteligencia musical no se desarrolle.
6.2. Factores históricos-culturales.
Si es un estudiante que tiene una inclinación hacia las matemáticas y en esa época las casa de estudios recibían abundantes fondos, es muy probable que se desarrolle la inteligencia lógico-matemática
6.3. Factores geográficos.
Si creció en una granja es más probable que haya tenido oportunidades para desarrollar ciertos aspectos de su inteligencia corporal-Kinética.
6.4. Factores familiares.
Si quería artista pero sus padres querían que fuera abogado, esta influencia puede haber promovido el desarrollo de su inteligencia lingüística , en detrimento del desarrollo de su inteligencia espacial.
6.5. Factores situacionales.
Si tuvo que ayudar a cuidar de una familia numerosa mientras crecía, y ahora tiene la propia familia numerosa, puede haber tenido poco tiempo para desarrollarse en áreas prometedoras, excepto que fueran de naturaleza interpersonal.
Descripción de las siete inteligencias.
Al tener esta perspectiva más amplia, el concepto de inteligencia se convirtió en un concepto que funciona de diferentes maneras en las vidas de las personas. Gardner proveyó un medio para determinar la amplia variedad de habilidades que poseen los seres humanos, agrupándolas en siete categorías o "inteligencias":
Inteligencia Verbal Lingüística.
La capacidad para usar palabras de manera efectiva, sea en forma oral o de manera escrita. Esta inteligencia incluye la habilidad para manipular la sintaxis o significados del lenguaje o usos prácticos del lenguaje. Algunos usos incluyen la retórica (usar el lenguaje para convencer a otros de tomar un determinado curso de acción), la mnemónica (usar el lenguaje para recordar información), la explicación (usar el lenguaje para informar) y el metalenguaje (usar el lenguaje para hablar del lenguaje).
La inteligencia Lógico Matemática.
La capacidad para usar los números de manera efectiva y razonar adecuadamente. Esta inteligencia incluye la sensibilidad a los esquemas y relaciones lógicas, las afirmaciones y las proposiciones (si-entonces, causa-efecto), las funciones y las abstracciones. Los tipos de procesos que se usan al servicio de esta inteligencia incluyen: la categorización, la clasificación, la inferencia, la generalización, el cálculo y la demostración de la hipótesis.
La inteligencia Corporal-Kinética.
La capacidad para usar todo el cuerpo para expresar ideas y sentimientos (por ejemplo un actor, un mimo, un atleta, un bailarín) y la facilidad en el uso de las propias manos para producir o transformar cosas (por ejemplo un artesano, escultor, mecánico, cirujano). Esta inteligencia incluye habilidades físicas como la coordinación, el equilibrio, la destreza, la fuerza, la flexibilidad y la velocidad asó como las capacidades auto perceptivas, las táctiles y la percepción de medidas y volúmenes.
La inteligencia Espacial.
La habilidad para percibir de manera exacta el mundo visual- espacial (por ejemplo un cazador, explorador, guía) y de ejecutar transformaciones sobre esas percepciones (por ejemplo un decorador de interiores, arquitecto, artista, inventor). Esta inteligencia incluye la sensibilidad al color, la línea, la forma, el espacio y las relaciones que existen entre estos elementos. Incluye la capacidad de visualizar, de representar de manera gráfica ideas visuales o espaciales.
La inteligencia Musical.
La capacidad de percibir (por ejemplo un aficionado a la música), discriminar (por ejemplo, como un crítico musical), transformar (por ejemplo un compositor) y expresar (por ejemplo una persona que toca un instrumento) las formas musicales. Esta inteligencia incluye la sensibilidad al ritmo, el tono, la melodía, el timbre o el color tonal de una pieza musical.
La inteligencia Interpersonal.
Página siguiente |