Unas veces conocemos la realidad porque la percibimos, otras porque la representamos y de ordinario porque la conceptualizamos y tenemos una opinión sobre ella.
Es en este momento cuando la realidad externa forma parte de nuestra realidad personal y cognitiva.
El desarrollo y el empleo de modelos conceptuales implican un razonamiento a la vez inductivo y a la vez deductivo. La inducción desempeña un papel importante en el desarrollo de estos modelos y la deducción es imprescindible para su empleo.
La psicología cognitiva desde la perspectiva del aprendizaje significativo recurre con mucha frecuencia a los modelos conceptuales que se representan en forma de redes semánticas o conceptuales, esquemas conceptuales, mapas conceptuales, marcos conceptuales, epítomes… para favorecer la comprensión de los conceptos y su interrelación, facilitando así la asimilación y elaboración de los mismos por parte del sujeto. La comprensión es fundamental para el aprendizaje, y éste, a su vez, no puede reducirse a la comprensión. Comprender es el uso que hacemos de ese conocimiento para resolver problemas o situaciones concretas. En general se tiene poco en cuenta el carácter dinámico del conocimiento, que hace a su transformación y que finalmente permite al sujeto actuar ante problemas concretos de contenido específico.
A través de los modelos conceptuales se trata de construir andamios conceptuales para favorecer el aprendizaje significativo desde los conceptos. Supone una forma de aplicar en la práctica de la teoría de la elaboración, que trata de "seleccionar, estructurar y organizar los contenidos, para facilitar su óptima adquisición, retención y transferencia por parte de los alumnos".
Entre los modelos conceptuales tenemos:
- Las redes conceptuales de una materia se estructura a partir de un hilo conductor que dé unidad y globalidad. Deben ser sencillas y claras, para facilitar la memoria constructiva. Por ello insisten en la relación de los conceptos. Se establecen de ordinario, tres niveles de redes:
- Red 1: Nos indica el marco general de una materia determinada. Establece además los grandes bloques conceptuales.
- Red 2: Trata de concretar más cada uno de los bloques conceptuales, estableciendo nuevos niveles de desarrollo y elaboración de conceptos básicos.
- Red 3: Se establece cuando se considera necesario, para facilitar la relación de los conceptos.
Conviene recordar que las redes han de leerse siempre de arriba-abajo y de izquierda a derecha. Ello facilita su comprensión, ya que han de ser simples y visualizables.
- Los esquemas conceptuales nos indican los conceptos (al menos mínimos) que un alumno debe aprender. Su pretensión fundamental es estructurar los conceptos en forma de grandes esquemas para facilitar la memoria comprensiva. Cada una de las redes posee su propio esquema conceptual. Insisten en la estructuración de los conceptos y en la complejidad de los mismos.
- Los mapas conceptuales de una materia tratan de profundizar en determinados conceptos que consideramos relevantes y ello desde una perspectiva crítica y creadora. Facilitan la integración de los conceptos, su representación y la percepción de los mismos.
- Los epítomes implican la reelaboración concreta de las redes conceptuales explicitadas en la conceptualización didáctica. Es el marco conceptual en el que los alumnos se deben apoyar para aprender significativamente. Se aplica a cada una de las redes conceptuales desde una perspectiva de conjunto de toda la materia. Además nos da una visión de conjunto que va desde el todo a los elementos que estamos estudiando.
4 – El Aprendizaje Significativo
La educación para el aprendizaje significativo supone la capacidad de desarrollar estrategias de aprendizaje de larga vida, «aprender a aprender».
El ser humano tiene la disposición de aprender –de verdad- sólo aquello a lo que le encuentra sentido o lógica. El ser humano tiende a rechazar aquello a lo que no le encuentra sentido. El único auténtico aprendizaje es el aprendizaje significativo, el aprendizaje con sentido. El aprendizaje significativo es un aprendizaje relacional. El sentido lo da la relación del nuevo conocimiento con conocimientos anteriores, con situaciones cotidianas, con la propia experiencia, con situaciones reales, etc.
El aprendizaje significativo es el proceso por el cual un individuo elabora e internaliza conocimientos (haciendo referencia no sólo a conocimientos, sino también a habilidades, destrezas, etc.) en base a experiencias anteriores relacionadas con sus propios intereses y necesidades.
Ausubel plantea que el aprendizaje del alumno depende de la estructura cognitiva previa (entendiendo por "estructura cognitiva", al conjunto de conceptos, ideas que un individuo posee en un determinado campo del conocimiento, así como su organización) que se relaciona con la nueva información, de tal modo que ésta adquiere un significado y es integrada en la estructura cognitiva de manera no arbitraria y sustancial, favoreciendo la diferenciación, evolución y estabilidad de los subsunsores (= conceptos amplios y claros) preexistentes y consecuentemente de toda la estructura cognitiva.
En el proceso de orientación del aprendizaje, es de vital importancia conocer la estructura cognitiva del alumno; no sólo se trata de saber la cantidad de información que posee, sino cuales son los conceptos y proposiciones que maneja así como de su grado de estabilidad.
El aprendizaje significativo ocurre cuando una nueva información "se conecta" con un concepto "relevante" (subsunsor) preexistente en la estructura cognitiva, esto implica que las nuevas ideas, conceptos y proposiciones pueden ser aprendidos significativamente en la medida en que otras ideas, conceptos o proposiciones relevantes estén adecuadamente claras y disponibles en la estructura cognitiva del individuo y que funcionen como un punto de "anclaje" a las primeras.
La característica más importante del aprendizaje significativo es que produce una interacción entre los conocimientos más relevantes de la estructura cognitiva y las nuevas informaciones, de tal modo que éstas adquieren un significado y son integradas en la estructura cognitiva de manera no arbitraria y sustancial, favoreciendo la diferenciación, evolución y estabilidad de los subsunsores preexistentes y consecuentemente de toda la estructura cognitiva.
El aprendizaje significativo busca entre otros aspectos romper con el tradicionalismo memorístico que examina y desarrolla la memoria y la repetición. El aprendizaje significativo se preocupa por los intereses, necesidades y otros aspectos que hacen que lo que el alumno desea aprender tenga significado y sea valioso para él, de allí vendrá el interés por el trabajo y las experiencias en el aula.
Para que se consigan aprendizajes significativos, según Ausubel, es preciso reunir las siguientes condiciones:
a) El contenido propuesto como objeto de aprendizaje debe estar bien organizado de manera que se facilite al alumno su asimilación mediante el establecimiento de relaciones entre aquél y los conocimientos que ya posee. Junto con una buena organización de los contenidos se precisa además una adecuada presentación por parte del docente que favorezca la atribución de significado a los mismos por el alumno.
b) Es preciso, además, que el alumno haga un esfuerzo por asimilarlo, es decir, que manifieste una buena disposición ante el aprendizaje propuesto. Por tanto, debe estar motivado para ello, tener interés y creer que puede hacerlo.
c) Las condiciones anteriores no garantizan por sí solas que el alumno pueda realizar aprendizajes significativos si no cuenta en su estructura cognoscitiva con los conocimientos previos necesarios y dispuestos (activados), donde enlazar los nuevos aprendizajes propuestos. De manera que se requiere una base previa suficiente para acercarse al aprendizaje en un primer momento y que haga posible establecer las relaciones necesarias para aprender.
4.1 – Ventajas del Aprendizaje significativo
- Produce una retención más duradera de la información.
- Facilita el adquirir nuevos conocimientos relacionados con los anteriormente adquiridos de forma significativa, ya que al estar claros en la estructura cognitiva se facilita la retención del nuevo contenido.
- La nueva información, al ser relacionada con la anterior, es guardada en la memoria a largo plazo.
- Es activo, pues depende de la asimilación de las actividades de aprendizaje por parte del alumno.
- Es personal, ya que la significación de aprendizaje depende los recursos cognitivos del estudiante.
Ausubel propone unos requisitos para que el Aprendizaje sea Significativo:
- Una signficatividad lógica: es decir, que el material sea potencialmente significativo. La significatividad debe estar en función de los conocimientos previos y de la experiencia vital. Debe poseer un significado lógico, es decir, ser relacionable de forma intencional y sustancial con las ideas correspondientes y pertinentes que se hallan disponibles en la estructura cognitiva del alumno, este significado se refiere a las características inherentes del material que se va aprender y a su naturaleza.
- Una significatividad psicológica: el que el significado psicológico sea individual no excluye la posibilidad de que existan significados que sean compartidos por diferentes individuos, estos significados de conceptos y proposiciones de diferentes individuos son lo suficientemente homogéneos como para posibilitar la comunicación y el entendimiento entre las personas.
- Una significatividad funcional: una disposición para el aprendizaje significativo, es decir, que el alumno muestre una disposición para relacionar de manera sustantiva y no literal el nuevo conocimiento con su estructura cognitiva.
5 – Aprendizaje constructivo y significativo
Coll al hablar del aprendizaje constructivo y significativo, afirma que "mediante la realización de aprendizajes significativos, el alumno construye, modifica, diversifica y coordina sus esquemas, estableciendo de este modo redes de significados que enriquecen su conocimiento del mundo físico y social y potencian su crecimiento personal."
Piaget denominó a su teoría "constructivismo genético", en ella explica el desarrollo de los conocimientos en el niño como un proceso de desarrollo de los mecanismos intelectuales. Este desarrollo ocurre en una serie de etapas o estadios, que se definen por el orden constante de sucesión y por la jerarquía de las estructuras intelectuales que responden a un modo integrativo de evolución. Todo aprendizaje constructivo supone una construcción que se realiza a través de un proceso mental que finaliza con la adquisición de un conocimiento nuevo, podemos entender que los conocimientos previos que el alumno o alumna posea serán claves para la construcción de nuevos caracteres cognoscitivos que son modificados por el desarrollo, en función de una mejor organización.
Los conceptos básicos piagetianos han de incorporarse al aula para facilitar el aprendizaje constructivo significativo. Entre otros citamos:
- Asimilación–acomodación: Por la asimilación recibimos un nuevo conocimiento y por la acomodación tratamos de adaptar la estructura cognitiva que poseemos a los nuevos aprendizajes y a las nuevas informaciones que acabamos de adquirir.
- Equilibración–desequilibración: La nueva información adquirida produce en el niño un desequilibrio conceptual y trata de conseguir un nuevo equilibrio, integrando la nueva información en su estructura conceptual. El cambio y la estabilidad interaccionan continuamente entre sí.
5.1 – Aprendizaje y motivación
Para conseguir que los alumnos aprendan, no basta explicar bien la materia y exigirles que aprendan. Es necesario despertar su atención, crear en ellos un genuino interés por el estudio, estimular su deseo de conseguir los resultados previstos y cultivar el gusto por los trabajos escolares. Ese interés, ese deseo y ese gusto actuarán en el espíritu de los alumnos como justificación de todo esfuerzo y trabajo para aprender.
Motivar es despertar el interés y la atención de los alumnos por los valores contenidos en la materia, excitando en ellos el interés de aprenderla, el gusto de estudiarla y la satisfacción de cumplir las tareas que exige.
La elaboración de materiales didácticos significativos y la realización de las tareas prescritas por los mismos facilita, sin más, la motivación, ya que de hecho actúan como centros de interés. Despiertan la curiosidad cognitiva y desarrollan el impulso cognitivo como formas de motivación.
La motivación intrínseca en la tarea (interés del alumno por la misma) facilita la realización y de este modo reelabora y reconstruye su propio conocimiento. Con ello percibe nuevas relaciones e interacciones entre los conceptos y adquiere así nuevas formas de motivación. La motivación, desde esta perspectiva, se convierte en un componente activo que impulsa y determina una conducta. Actúa de hecho como una variable interviniente entre el estímulo y la conducta.
Recordemos que el aprendizaje significativo constructivo surge sólo cuando el alumno quiere aprender y esto es posible cuando está motivado para ello.
CAPÍTULO IV
DIDÁCTICA DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR
A) – EL ÁREA DE RELIGIÓN EN LA EDUCACIÓN PRIMARIA
1 – Características de la Educación Primaria
El estudio didáctico de esta etapa es muy complejo por tratarse de un periodo demasiado amplio que conlleva excesivos cambios psicoevolutivos. Abarca tres ciclos, de dos cursos cada uno. En esta etapa el niño va adquiriendo una autonomía, una adquisición sólida del lenguaje, desarrollo de la capacidad de abstracción, a la vez que va tomando conciencia de su identidad y de su autoestima.
Tres son los ámbitos de desarrollo en la Educación Primaria: la autonomía de acción en el medio, la socialización y la adquisición de instrumentos básicos de aprendizaje.
2 – El pensamiento religioso en esta etapa
Las ideas o concepciones religiosa del niño no son innatas; tampoco provienen de un trasvase de conocimientos realizado desde el mundo adulto. Es fruto de una interacción del niño con la realidad circundante y con el desarrollo de la experiencia.
No se trata de imponer la educación religiosa ya que puede predeterminar la opción religiosa futura, su libertad; tampoco es catequesis. Se ha de presentar como transmisión cultural, como algo presente en el ambiente en el que se desenvuelve.
El pensamiento religioso de esta etapa es evolutivo y varía a la vez que lo hace el sujeto. Su progreso psicológico provoca un cambio en la relación familiar que condiciona la imagen de Dios.
Los elementos que influyen en la religiosidad de 6 a 12 años son:
1) La influencia de los padres en la actitud religiosa de los hijos; ésta se transmite de un modo natural, como por ósmosis.
2) El concepto de Dios. A medida que el niño advierte las limitaciones de los padres, separa la imagen de Dios de la de ellos mismos. A los 6 años el niño concibe a Dios como creador de todo, representante del bien y enemigo del mal. Dios tiene características humanas y por lo tanto sus acciones humanas se manifiestan de una forma visible y aparente (antropomorfismo). De acuerdo a su evolución, el concepto de Dios se espiritualiza, atribuyéndosele condiciones suprahumanas.
3) Actitud ante lo sagrado. Al progresar en esta etapa, cambia la actitud del niño ante lo sagrado. Si al principio concibe a Dios como un hombre bueno y todopoderoso, ahora, empieza a tener sentimientos de temor y asombro.
El niño de 10 a 12 años experimenta un dualismo ante la confianza y el temor, de modo que su seguridad se va relativizando, solamente se consolida cuando vence.
4) Socialización de lo religioso. Simultáneamente a la socialización del niño se produce la socialización de lo religioso. Reconoce los signos religiosos que se dan en la sociedad en que vive, descubre la institución religiosa.
3 – Objetivos generales del Área
Como hemos dicho anteriormente, la religión se presenta en Primaria como una transmisión cultural y como una realidad inmersa en el contexto sociocultural donde se encuentra el niño; en él va descubriendo manifestaciones externas de la Religión Católica.
Estos objetivos son:
- Observar los distintos elementos y manifestaciones religiosas del medio y reconocer progresivamente su significado religioso.
- Relacionar manifestaciones religiosas del entorno con el mensaje cristiano, su origen, su historia y su actualidad para llegar a expresar a través de los diferentes lenguajes una primera síntesis del cristianismo.
- Identificar y apreciar la presencia de lo religioso como elemento integrante de la persona
- . y que define nuestra sociedad, nuestro patrimonio y nuestra cultura.
- Descubrir la figura de Jesús de Nazaret, su entorno, su estilo de vida y su mensaje como centro de la Historia de Salvación a través de las fuentes escritas que transmiten aquella experiencia.
- Valorar las actitudes y los gestos propuestos por Jesús de Nazaret y reconocerlos presentes en personas y proyectos cercanos.
- Conocer la comunidad de los creyentes de Jesús desde sus comienzos, los primeros cristianos y reconocer la presencia de la Iglesia en nuestro entorno cercano y en la sociedad actual.
- Comprender el lenguaje simbólico y celebrativo cristiano como expresión de la experiencia creyente y del compromiso personal y social de los cristianos
4 – Contenidos
Los contenidos del área de Religión en la Educación Primaria se articulan en un eje esencial que es la relación Dios-hombre. La relación Dios-hombre, por su propia naturaleza y por tener lugar en la más íntima profundidad de la persona, sólo puede ser conocida a través de sus manifestaciones.
El alumno de Primaria construye su pensamiento acerca de la realidad según las coordenadas propias del pensamiento concreto. La construcción del pensamiento respecto a lo religioso se construye también sobre esas mismas coordenadas. El objetivo de su atención al acercarse a la realidad religiosa es, por tanto, el conjunto de las manifestaciones externas de la religión. Las relaciones establecidas entre las diversas manifestaciones religiosas habrán de llevarle, sin duda, al descubrimiento del esquema conceptual básico, común a todas las expresiones de lo religioso: la relación Dios-hombre, como núcleo fundamental de la experiencia religiosa.
5 – Construcción del conocimiento religioso a partir de la experiencia del alumno
Al mismo tiempo que el alumno construye sus conceptos de "comunicación", "cultura", "persona y comunidad humana", irá accediendo a los conceptos cristianos de "Salvación", "Reino de Dios", "hombre nuevo", "fe-cultura", etc. Y, en la medida que vaya avanzando podrá asomarse a grandes principios de la fe cristiana, consiguiendo la finalidad indicada para el tercer ciclo: llegar a una primera síntesis de la fe cristiana en torno a la Salvación de Dios a los hombres.
5.1 – Primer Ciclo:
5.2 – Segundo Ciclo:
5.3 – Tercer Ciclo:
6 – Orientaciones metodológicas
En primer lugar las orientaciones didácticas en esta etapa van dirigidas a la consecución de un aprendizaje significativo y constructivo.
En segundo lugar, hemos de tener muy presente, la elaboración de los objetivos generales y del área, y el proceso de educación integral.
En tercer lugar, las orientaciones específicas para el área de Religión, es decir, el planteamientos de los contenidos del Área de Religión en Primaria deberá responder a la pregunta propia del pensamiento concreto del niño de 6 a 12 años que se centra en aspectos descriptivos de la realidad: símbolos e imágenes, palabras, personas, fiestas, costumbres y otras manifestaciones cercanas al alumno que le surgieren cuestiones sobre el hecho religioso que le rodea.
En el primer ciclo se trataría de un acercamiento sencillo a algunos hechos de carácter religioso que rodea al alumno, especialmente de la figura de Jesús de Nazaret. En este momento también se ayuda al niño a crear unas primera actitudes humanas y religiosas.
En el segundo ciclo, se pretende que el alumno construya su primera síntesis adecuada a su edad, de los elementos religiosos del entorno y del mensaje cristiano, manejando ya los conceptos de Dios Padre, Jesucristo y la Iglesia.
En el tercer ciclo el alumno alcanzará una primera interpretación extraída del hecho religioso del entorno y, a partir de ellos, una síntesis del mensaje cristiano.
7 – Criterios de evaluación
Ciclo Primero
En este ciclo el alumno hace una primera aproximación a los puntos centrales de la fe cristiana, que le llegan a través del entorno cultural y social.
- En el orden de los conocimientos esa aproximación se puede estructurar en torno a cuatro grandes núcleos temáticos que recorren los diversos bloques de contenido:
1 – Dios Padre y Creador
2 – Jesucristo y la Virgen María
3 – La Iglesia
4 – Actitudes morales básicas del cristianismo.
B) En el orden de los procedimientos los alumnos, en este ciclo, se centrarán en el aprendizaje y desarrollo de lo siguiente:
1 – Observación del entorno
2 – Reconstrucción de escenas
3 – Iniciación a la lectura
C) En el orden actitudinal, los alumnos, al final de este ciclo habrán aprendido a captar una serie de valores que provocan ciertas actitudes y cristalizan en algunas normas básicas para la convivencia.
Ciclo Segundo
En el segundo ciclo el alumno empieza a reunir los elementos fundamentales para una primera síntesis de la fe cristiana.
A) En el orden de los conocimientos esta síntesis se centra en la Revelación de Dios a los hombres, a través de las huellas que Dios ha dejado en el entorno del niño. Jesucristo es el punto central de referencia en el ciclo 2º:
1 – Jesús es la verdad (Nuevo Testamento)
2 – Jesús es el camino (Mandamiento del amor)
3 – Jesús es la vida (Sacramentos)
B) En el orden de los procedimientos los alumnos insistirán en los del ciclo anterior y se iniciarán en el aprendizaje y desarrollo de los siguientes:
1 – Análisis de datos
2 – Localización espacio-temporal
3 – Elaboración de diseños gráficos
C) En el orden actitudinal los alumnos serán capaces de relacionar valores, actitudes y normas que rigen la convivencia en la escuela y en la sociedad en la que se desenvuelven.
Ciclo Tercero
En el tercer ciclo el alumno completa su primera síntesis infantil de la fe en torno al proceso de salvación y santificación de los hombres.
A) En el orden de los conocimientos esta síntesis, que en el ciclo anterior se inició en torno a la figura de Jesús, revelación definitiva de Dios a los hombres, se contempla como la oferta de salvación que Dios nos ofrece en Cristo:
1 – Plan inicial de Dios sobre los hombres
2 – Rebeldía del hombre: el pecado
3 – Salvación en Cristo: el Reino de Dios
4 – La Iglesia, al servicio del Reino
5 – La nueva creación: el hombre nuevo en un mundo nuevo.
B) En el orden de los procedimientos, además de los utilizados en los ciclos anteriores, los alumnos se ejercitarán en los siguientes:
1 – Análisis comparativo
2 – Síntesis globalizadora
3 – Comentario e interpretación de datos.
C) En el orden actitudinal los alumnos serán capaces de estimar los valores ofrecidos por la escuela y por la familia para conseguir las actitudes que favorecen la convivencia y actuar en consonancia.
B) – EL ÁREA DE RELIGIÓN EN LA EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA
1 – Características de la Educación Secundaria Obligatoria
La Educación Secundaria Obligatoria aspira a promover el desarrollo integral de la misma en los planos intelectual, motor, de equilibrio personal y afectivo, de relación interpretativa y de actuación e inserción social.
En estricta continuidad y coherencia con la Educación Primaria, las finalidades propias de la ESO se refieren a los siguientes ámbitos:
- La profundización en la independencia de criterio y la autonomía de acción en el medio.
- El desarrollo de la capacidad de pensamiento reflexivo a partir de observaciones sistemáticas de hechos, situaciones y fenómenos.
- El logro de un equilibrio afectivo y social a partir de una imagen ajustada y positiva de sí mismo.
- La adquisición y el perfeccionamiento de instrumentos de indagación, representación y predicción.
- La inserción activa, responsable y crítica en la vida social.
- La realización de aprendizajes significativos que aumenten la capacidad de comprensión de la realidad.
- La asunción plena de las actitudes básicas para la convivencia democrática en el marco de los valores de la solidaridad, participación, tolerancia y sentido crítico.
2 – Contribución del área de Religión a la etapa
Esta contribución se podría expresar así:
a) La capacidad de leer y de expresar la realidad utilizando todos los lenguajes en que ésta aparece cifrada, especialmente los códigos simbólicos no convencionales: el ámbito de la experiencia y la representación simbólica profunda (lo trascendente, lo gratuito, las experiencias fundantes, la narración, la creación estética y axiológica, etc), que forman parte del patrimonio cultural de la Humanidad y de los pueblos de España.
b) La capacidad de discernir y de crear estructuras de sentido de la vida no reductibles a lo ya establecido, iniciando al alumno en la comprensión y expresión de las narraciones de sentido, tipo religioso y secular, que tienen relevancia en nuestra cultura.
c) La capacidad de ejercer de una forma racional una estimativa éticamente fundada en el conjunto de lo real (personalidad, sociedad, valores, ciencia, historia…) así como de contribuir desde una pluralidad de convicciones definidas, a la fundamentación de los códigos de la sociedad civil.
d) La capacidad de situarse con madurez, tolerancia y distensión afectiva ante las exigencias y creencias sobre lo religioso, propias y de los otros, contribuyendo a un equilibrio socio-económico colectivo que impida la persistencia de comportamientos fanáticos o serios sobre el hecho religioso.
e) La capacidad de adquirir una dimensión de profundidad, reflexionando sobre los procesos que están en la base del saber, de la comunicación y la relación interpersonal, en la fundamentación de la inserción social y actitud crítica.
f) La capacidad para la unción, desarrollo y cultivo de la dimensión religiosa del hombre como ser abierto a la trascendencia, en su exposición católica.
La Educación Secundaria Obligatoria se propone hacer frente a estas necesidades del alumno y conducirlo a la plenitud de su participación e integración como adulto en el propio entorno social y cultural.
3 – Objetivos Generales del Área
Al finalizar la ESO, desde el área de Religión se pretende que los alumnos sean capaces de:
- Conocer los textos fundamentales de la fe católica, que constituyen el núcleo esencial del mensaje cristiano, para comprender y expresar adecuadamente el vocabulario y formulaciones de la fe.
- Situar las principales fuentes del cristianismo en su origen, forma y finalidad, mediante algunos criterios de interpretación de la Iglesia Católica y actualizar la información que nos aportan.
- Identificar a Jesucristo como núcleo central del hecho cristiano, en su mensaje, vida y actualidad, y en la realización histórica de la Iglesia.
- Conocer y valorar críticamente el significado de la Iglesia para los cristianos como la realización institucional del servicio de humanización y salvación que Cristo ofrece al ser humano, y descubrir su aportación histórica en la construcción y crecimiento de la sociedad española y europea.
- Conocer el significado de los signos y símbolos más relevantes, con especial atención a los sacramentos y a las prácticas más extendidas en su entorno.
- Acceder a las interpretaciones que el cristianismo y otras religiones dan sobre la condición humana fundamental y sobre el sentido de lo trascendente, a través de algunas grandes preguntas que inquietan al ser humano.
- Aplicar los principios de la moral cristiana a los hábitos sociales relacionados con la
- salud, el consumo y el medio ambiente para una valoración crítica.
- Descubrir el hondo significado cristiano de la tolerancia, participación, responsabilidad y solidaridad, aplicándolos a situaciones sociales habituales: trabajo, ocio, juego, familia, amigos…
- Iniciarse en la formación de una conciencia moral cristiana con sentido crítico y de auténtica libertad personal ante las realidades sociales, económicas y políticas de su entorno.
- Sensibilizarse ante los valores, actitudes y normas que conforman el ser cristiano en orden a las opciones que puedan dar sentido a su propia vida, contrastándolas con otros posibles valores, actitudes y normas que pueden regir en la sociedad.
- Conocer, valorar y respetar el patrimonio religioso, artístico y cultural, a través del lenguaje simbólico e icónico de la arquitectura, pintura, literatura, música, liturgia, como expresión de las grandes etapas de la historia de la Iglesia.
4 – Contenido
Los puntos de referencia vienen distribuidos por ciclos, aunque no deben considerarse de forma cerrada, sino simplemente indicativa.
En la Etapa Secundaria Obligatoria, el alumno puede ya situarse ante la religión como experiencia humana, personal y social, respondiendo a planteamientos más adultos.
4.1 – Ejes estructurales
Los cuatro ejes que vertebran toda el área son:
En la medida en que los hombres a lo largo de la historia se han planteado las grandes preguntas sobre el sentido de la vida y de la muerte, del amor y de la libertad, etc., se cuestionan su mismo ser constitutivo vinculado a la experiencia de lo absoluto. La condición humana se hace así portadora de experiencia religiosa.
- El primer eje vertebrador es "el hombre y lo sagrado"; "las fuentes y el lenguaje religioso".
- El segundo eje vertebrador es "la revelación de Dios en la historia del hombre".
La experiencia de Dios en la historia del pueblo de Israel es el núcleo esencial del Antiguo Testamento. Es importante que el alumno de Educación Secundaria adquiera una visión de conjunto del significado de esa historia como experiencia de liberación.
De igual forma, el alumno deberá captar el núcleo central del Nuevo Testamento: El anuncio de Jesús, el Cristo y Señor, Hijo de Dios, en quien tenemos la salvación, que se nos ha revelado en el mensaje del Reino de Dios como proyecto de fraternidad para todos los hombres, radicado en la común paternidad de Dios.
c) El tercer eje vertebrador es "el hecho cristiano en la historia", como hecho salvífico.
Es esencial que el alumno capte con claridad que el rostro de la Iglesia en la historia evoluciona, pero mantiene una constante idéntica: ser signo de salvación, como luz de los pueblos, al servicio de todos los hombres.
Expresión privilegiada, como traducción visible de la fe, son los sacramentos, en torno a los cuales se polariza un aspecto importante de la vida de la Iglesia, manifestándose como signo de salvación.
d) El cuarto eje vertebrador de los contenidos de educación secundaria es "el mensaje ético de la fe cristiana".
En la presentación orgánica del mensaje cristiano, que pretende el Área de Religión Católica, hay que evitar un doble riesgo: el primero es la mera reducción de lo cristiano mensaje ético. El segundo riesgo es ignorar lo ético como articulación de la oferta de sentido que el cristianismo hace.
4.2 – Distribución de los temas nucleares por ciclos
4.3 – Distribución de los temas nucleares por ciclos y cursos
5 – Construcción del aprendizaje a partir de las experiencias del alumno
5.1 – Primer curso
5.2 – Segundo Curso
LA RESPUESTA DEL HOMBRE A DIOS
5.3 – Tercer Curso
ENCUENTRO DEL HOMBRE CON DIOS EN LA HISTORIA HUMANA
5.4 – Cuarto Curso
ENCUENTRO DEL HOMBRE CON DIOS EN LA REALIDAD ACTUAL
6 – Relación de los contenidos de Religión con otras áreas: Interdisciplinariedad
La Interdisciplinariedad constituye una de las claves importantes de la reforma educativa. Además de permitir en el Proyecto Curricular de Etapa y en determinados trabajos interdisciplinares que se propongan a los alumnos, la dimensión religiosa y trascendente que completa una enseñanza y educación integral, pretende también, subrayar la conveniencia del aprendizaje interdisciplinar, tratando de evitar la parcelación del conocimiento. Es conveniente que los alumnos detecten el valor integrador del hecho religioso.
6.1 – Cursos Primero y Segundo
6.2 – Cursos Tercero y Cuarto
C) – EL ÁREA DE RELIGIÓN EN BACHILLERATO
1 – Las características didácticas del bachillerato
El bachillerato es un periodo escolar voluntario que pretende incorporar de forma crítica y activa al mundo laboral y profesional.
2 – Características psicológicas de la etapa
En el periodo de dieciséis a dieciocho años, el alumno, ha logrado psicológicamente llegar a un estadio de madurez que va a contribuir fuertemente al éxito en sus estudios.
3 – Finalidad educativa de la religión
La religión en bachillerato es un tema discutido desde cierta concepción pedagógica. El hecho de que el alumno haya llegado a una situación estable de madurez personal es visto por algunos, como criterio suficiente para considerar que no es necesaria la presencia de la religión durante este periodo.
La enseñanza de la religión en el bachillerato viene condicionada por el grado de madurez que ha ido alcanzando el alumno a lo largo de todo el proceso educativo.
El Diseño Curricular de Bachillerato recoge tres finalidades educativas que a nuestro juicio constituyen la garantía de su presencia en el sistema escolar:
a) Proporcionar a los jóvenes una formación cristiana, según la doctrina y moral católica, que les ayude a integrar en su identidad personal y social los valores inherentes al diálogo de la fe con la cultura.
b) Brindarles una preparación para la vida por la cual los alumnos puedan desempeñar sus funciones sociales con responsabilidad moral según el espíritu del Evangelio.
c) Ofrecer a los alumnos la orientación cristiana necesaria para responder a los problemas e interrogantes de nuestro mundo y permitirles actuar en él de manera responsable y solidaria.
4 – Características de la enseñanza de la religión
La religión, en cuanto a su estructura epistemológica podemos decir que posee un carácter tan científico como el de cualquier otra asignatura.
Por su naturaleza posee objetivos, contenidos y metodologías, que le permiten relacionarse con los otros saberes científico-culturales, por lo que no se puede negar su garantía pedagógica para ser incluida dentro del currículo escolar.
Sin embargo, no es necesario acudir a su base pedagógica porque la religión es un fenómeno integrante de la vida, que se observa en todas las sociedades y en todas las culturas.
A medida que los alumnos van profundizando en las diversas ciencias, el mensaje cristiano les ayuda a la comprensión crítica de la tradición cultural, al descubrimiento de la entidad y significación que sobre el hombre ofrece el cristianismo, así como, al conocimiento de las implicaciones sociales que se derivan de esta doctrina y constituyen los principios básicos de la convivencia social.
La religión, posee además una dimensión humanizadora que contribuye al desarrollo de la personalidad, porque responde a los interrogantes radicales que el alumno puede plantearse.
Todos esos elementos específicos del bachillerato permiten la interrelación de saberes favoreciendo la interdisciplinariedad de las distintas áreas.
5 – Los objetivos generales de la etapa
Los objetivos generales como en cualquiera de las etapas anteriores pretenden el desarrollo de capacidades que contribuyen a la potenciación integral del alumno.
Entre sus objetivos generales nos encontramos:
- Reconocer la importancia y universalidad del hecho religioso en las diferentes culturas, con especial detenimiento y significación del hecho religioso cristiano en la cultura actual.
- Conocer una síntesis actualizada de los contenidos esenciales de la fe cristiana.
- Descubrir la dignidad del ser humano, el valor de la vida, el sentido trascendente del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, planificado en Cristo, Dios y hombre.
- Profundizar en la relación y mutua aportación de la fe y la cultura.
- Conocer la doctrina social de la Iglesia católica para analizar e interpretar la realidad socioeconómica y cultural del mundo.
- Valorar la dimensión ética del hombre a la luz del mensaje cristiano para participar activa y responsablemente en la vida y la transformación social.
- Descubrir los valores humanos del cristianismo y de las distintas religiones, contrastándolos con los valores de los humanismos de nuestro tiempo.
- Adquirir una actitud de respeto, valoración y diálogo con los otros de diversa cultura, mentalidad y cosmovisión para lograr una convivencia social en paz y concordia.
- Desarrollar el conocimiento, la sensibilidad y el gusto ante las manifestaciones del arte religioso que enriquecen el patrimonio universal.
Dichos objetivos permiten el desarrollo armónico del joven que va configurando de forma estable su propia identidad.
6– Los contenidos de la etapa
La materia para el bachillerato aparece distribuida en cuatro núcleos temáticos que nos presentan las distintas dimensiones.
1– Proyecto de Dios sobre el hombre en Jesucristo. Este primer contenido hace referencia a la base antropológica que aparece necesariamente en el diálogo Fe-cultura. Desde él, se presenta la dignidad del ser humano y la posibilidad de una respuesta del hombre libre a la oferta salvadora desde su comportamiento ético, e incluso desde su actitud de compromiso personal y social.
2 – La relación fe-cultura en las cuestiones sociales. En este núcleo temático el objetivo es descubrir desde una perspectiva cristiana la respuesta a los problemas sociales. La doctrina social de la Iglesia y el compromiso por construir un mundo lleno de paz y de amor.
Además, se intenta acercar al joven al compromiso con la vida pública.
3 – La fe cristiana y los humanismos contemporáneos. En este núcleo temático se nos presenta la fe en interpelación con un saber racional. Aparece un diálogo fe, cultura, ciencia y técnica que pretende delimitar los campos de conocimiento.
Se plantea la fe cristiana como una forma de interpretar desde la trascendencia un modelo de vida moderno en interrelación con distintos planteamientos de vida.
4 – Las expresiones religiosas en la cultura de los pueblos. Este núcleo presenta la importancia del fenómeno religioso a lo largo de la historia en las distintas culturas. El hombre, que vive desde el origen como un ser religioso, deja huella de su relación con la trascendencia en los medios en los que vive.
Los cuatro bloques presentan la acción del creyente en el mundo como consecuencia de su relación con Dios. Son una llamada al diálogo y a la interrelación de la persona con lo que le rodea.
El hombre religioso tiene un compromiso personal y social. Su mundo de relaciones lleva el reflejo de una forma de vida abierta a la trascendencia.
El joven, en camino de un proceso de madurez muy cercano, establece una jerarquía de valores que descubre en la cultura, en el arte, en la forma de pensamiento y en el propio comportamiento humano de relación con otros hombres.
7 – Distribución de los Contenidos Conceptuales de Religión Católica estructurados según ejes vertebradores
El diálogo y las relaciones mutuas entre la fe y la cultura se estructuran en torno a tres tipos de cuestiones, que vienen a constituir como tres ejes vertebradores del contenido conceptual del currículo de Religión Católica en Bachillerato: 1) Antropológicas, 2)Religiosas y 3) Socio-culturales.
Gráficamente puede representarse de la siguiente forma:
8 – Criterios de evaluación
Los criterios de evaluación que vamos a señalar, se centran en los conocimientos, procedimientos y actitudes, que deben trabajarse durante este último periodo educativo.
- Sintetizar los contenidos fundamentales del mensaje cristiano en referencia a las fuentes bíblicas y doctrinales de la Iglesia y descubrir los valores fundamentales del Reino de Dios y del hombre nuevo.
- Descubrir la respuesta que las religiones y humanismos han dado a la cuestión sobre el hombre y el sentido de su vida y la respuesta que da la fe católica.
- Detectar los valores y contravalores dominantes en la sociedad actual, descubrir los valores fundamentales de la moral cristiana y analizar los conflictos que plantea actualmente la vivencia de los valores cristianos en el campo de la sexualidad, en la valoración de la vida y en el campo social para obrar, en consecuencia, con el Evangelio.
- Identificar, observar y describir un acontecimiento y/o un problema social relevante, obtener información sobre ese tema a partir de los medios de comunicación social y valorarlo a la luz de los criterios morales cristianos.
- Estudiar algunas manifestaciones artísticas y culturales y saber describir la expresión de su sentido religioso.
- Participar en debates sobre temas o hechos de actualidad que tengan que ver con los grandes contenidos estudiados, confrontando las propias convicciones con las mantenidas por otros y en referencia a la Religión y Moral católica.
Es importante considerar junto a estos criterios el carácter definitivo del área de religión dentro de un proceso escolar. La interrelación de saberes y la apertura a la sociedad no puede excluir nunca la dimensión religiosa que enriquece al hombre contestándole a sus preguntas últimas.
CAPÍTULO V
EL DEPARTAMENTO DE ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR
1 – El Departamento de Religión
Los Departamentos didácticos son los órganos básicos encargados de organizar y desarrollar las enseñanzas propias de las áreas, materias o módulos correspondientes y las actividades que se les encomienden, dentro del ámbito de su competencia.
En este contexto organizativo surge el departamento de religión o de formación religiosa, con la finalidad de impulsar la tarea que realizan todos los profesores de Religión.
La formación religiosa exige –más que ninguna otra área- unidad de criterios, conocimientos específicos, sistematización, técnicas didácticas apropiadas, constante espíritu de superación, motivación de la labor profesional de cada profesor, etc., para que se puedan alcanzar con eficacia los objetivos de formación religiosa deseados en el Centro educativo.
2 – Funciones del Departamento de Religión
La función principal del departamento consiste en organizar, potenciar y secuenciar las actividades que todo profesor, consciente de su tarea, realiza habitualmente, y que pueden reducirse a funciones de perfeccionamiento del profesorado y funciones docentes.
2.1 – Funciones de perfeccionamiento del profesorado
Una de las tareas más importantes del Departamento de religión es ofrecer a cada uno de sus miembros los medios más idóneos para su actualización y perfeccionamiento. Aunque el trabajo departamental tiene como destinatario al alumno, este objetivo no se alcanza sin el perfeccionamiento de los profesores. Y parece corresponder al Departamento proporcionar los medios idóneos para que esta mejora se produzca, tanto en el campo doctrinal como pedagógico.
Al igual que en cualquier otra área el profesor de religión debe profundizar en los contenidos que transmite y conocer los medios técnicos y didácticos que le permitan desarrollar más eficazmente su área.
Algunas sugerencias respecto a este campo son:
- Llevar a cabo un plan de actividades formativas específicas tanto doctrinales como pedagógicas: sesiones de perfeccionamiento y actualización; conocimiento y estudio de documentos magisteriales; conferencias; estudios monográficos;
- Facilitar el conocimiento de la bibliografía más importante en este campo.
- Potenciar la asistencia a cursos de perfeccionamiento en esta área.
- Establecer un plan de investigación que pueda estar en relación con el trabajo de los alumnos o de los profesores.
- Estudiar y valorar las diversas experiencias didácticas y educativas que los profesores ponen en práctica.
2.2 – Funciones docentes
Misión del departamento es ayudar a cada profesor en su tarea docente. Para ello el departamento puede centralizar los datos necesarios sobre la situación real de los alumnos con el fin de poder hacer la programación en todos los niveles. De igual forma, es allí donde se tienen los datos sobre recursos disponibles –materiales y humanos- para programar con realismo y sacar el mayor partido de los medios que se tienen. Finalmente, es en esa unidad organizativa donde se puede evaluar el proceso educativo, tanto del alumno como del profesor, y decidirse las rectificaciones pertinentes.
3 – Programación
Señalamos los pasos siguientes:
- Se tiene en cuenta los objetivos generales de todos los cursos, ya que de su distribución depende la estructura sobre la que se construye.
- Se determinan los contenidos que han de adquirir los alumnos en un periodo de tiempo determinado: esto sólo se puede hacer si se dispone de una visión global de todo el contenido a transmitir.
- Se coordina y revisa los objetivos concretos de cada nivel.
- Se señalan los objetivos mínimos, y por tanto necesariamente alcanzables por cada alumno para acceder al curso siguiente.
- Se Establecen los criterios formales para la elaboración de las programaciones, tanto largas como cortas. Esto facilita el intercambio mutuo entre los profesores.
4 – Metodología y material
- Establecer los criterios comunes metodológicos más adecuados, dentro de la flexibilidad que debe reinar en éste campo.
- Evaluar las diversas actividades didácticas.
- Coordinar la realización de aquellas actividades cuya ejecución no es posible sin la ayuda material y personal de otros profesores.
- Prever y disponer los recursos materiales necesarios para impartir las clases.
- Promover el intercambio de experiencias educativas y didácticas entre los profesores, evaluándolas.
- Facilitar el empleo crítico de los medios audiovisuales.
5 – Tareas a realizar
ÁMBITOS —————– ESPECIFICACIÓN DE TAREAS
6 – Calendario de Reuniones
- Lugar
- Día de la semana
- Temporalización
7 – Evaluación del Departamento
Se tendrá en cuenta para evaluar:
- La planificación general del Departamento de la ERE; si ha habido coherencia o correlación entre los objetivos planteados y los resultados obtenidos.
- Cómo se ha desarrollado el Proyecto: Análisis de las tareas fijadas con miras a realizar los objetivos propuestos
- Evaluación de los resultados
- Análisis de la dinámica de sesiones. Grado de implicación de los componentes del Departamento
- Aportación específica del Proyecto del Departamento al Proyecto Curricular de Centro.
7.1 – Metodología
- Informe de los participantes por medio de cuestionarios elaborados al efecto
- Valoración en grupo
- Actas de asistencia
– Análisis del Diario de Sesiones, donde se recogen los temas tratados y acuerdos tomados
– Memoria final de resultados.
Veintiséis años después de aprobada la Constitución Española, el tratamiento de la Religión en la escuela sigue siendo objeto de continuos debates. En la actualidad, en nuestro país, seguimos asistiendo a la provisionalidad sostenida de la enseñanza de la religión en el sistema educativo.
La razón básica de que se imparta esta enseñanza no se origina en la confesionalidad del Estado. Se trata de un derecho fundamental de los alumnos, del que deriva el derecho de los padres a exigir que se dé o no a sus hijos la formación religiosa en la escuela. Son muchas las convicciones que sustentan su legitimidad: la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Constitución Española, Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado Español. Son éstas certezas jurídicas que constituyen los cimientos para construir y sostener una enseñanza de la religión.
En la sociedad contemporánea se considera la religión como un hecho integrante del entramado colectivo humano, un ineludible hecho cultural. Por haber estado desde siempre en el centro de la consideración personal y social de los pueblos, todo el patrimonio cultural, histórico y antropológico-axiológico que gran parte de las sociedades reciben del pasado está vertebrado por contenidos de signo religioso. La referencia a la historia y la cultura, pasada o presente, es una necesidad constante, una imprescindible condición para comprender adecuadamente el contenido del mensaje cristiano y la experiencia religiosa que está en su base.
Pero, sobre todo, la enseñanza de la religión se legitimiza desde las finalidades propias de la escuela, por encima de otras razones extraescolares. Es con toda legitimidad una disciplina específica y rigurosamente escolar, ordinaria para quienes la soliciten, equiparable al resto de las disciplinas en el rigor científico, en el planteamiento de los objetivos y contenidos y en su significación educativa dentro del currículo escolar que tiende al pleno desarrollo de la persona.
Esta identidad pedagógica viene definida por los siguientes elementos:
1- Sus objetivos, la individualización de la persona y su inserción en la sociedad, no son de orden teológico, sino que forman parte de los fines generales de la educación y caen, por tanto, bajo los supuestos de la Pedagogía.
2- Sus contenidos que, aunque materialmente son los mismos que los que se transmiten en la catequesis, el objeto formal, es decir, el punto de vista desde el cual se transmiten, es notoriamente diverso. En la ERE los contenidos se transmiten en cuanto contenidos de cultura, que son los contenidos propios de la escuela.
3- La plena integración de la Religión en el currículo escolar que se lleva a cabo desde las fuentes del currículo. Éstas son:
convicciones lógicas que existen entre sus diversos elementos.
- Fuentes epistemológicas, centradas en el mensaje cristiano, como objeto de la transmisión didáctica. En realidad lo que interesa a la Pedagogía son los procesos lógicos que tienen lugar en el conjunto de la estructura del mensaje cristiano. Es decir, la Pedagogía estudia el hecho religioso cristiano "desde fuera", como un fenómeno que está ahí, y que trata de analizar para descubrir su estructura y las
- Fuentes psicológicas; los criterios de transmisión de los contenidos del mensaje cristiano no responden a la cuestión de "cuáles son las verdades más importantes" (desde el punto de vista teológico) sino a las de "cuáles son las verdades más adecuadas a las estructuras mentales" o capacidades de conocimiento del niño.
- Fuentes pedagógicas; se concreta en buscar el modo cómo debe realizarse el encuentro entre el niño y el mensaje cristiano. Este encuentro se realiza de modo adecuado gracias a los instrumentos didácticos.
4- Los agentes: es el maestro el encargado por la sociedad para que lleven a cabo la función transmisora. En la ERE, los agentes realizan esta actividad en nombre de la misión evangelizadora de la Iglesia y es ésta quien tiene la responsabilidad de regular como experta, los esquemas propios de la enseñanza de la Religión en el sistema educativo. La sociedad reconoce a la Iglesia en su calidad de experta en los contenidos de su propia fe y en la preparación de quienes han de impartirla. Y la Iglesia reclama de los profesores de Religión la condición de "maestro" que es el título con el que la sociedad reconoce la capacitación de aquellos miembros sobre los que hace recaer la función docente.
Cabe remarcar que a lo largo del trabajo lo que se ha intentado ha sido el tratamiento académico de la enseñanza de la Religión como un área estrictamente curricular, cuyo currículo, finalidades y características se integran plenamente en el marco curricular del sistema educativo.
Diccionarios
AA. VV., Diccionario Teológico Enciclopédico, VD, Estella, 1996.
HORST, S. Diccionario de Pedagogía, Akal, Madrid, 2001.
Documentos del Magisterio de la Iglesia
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, Educación, AEC, 2ª, Madrid, 1992.
COMISIÓN EPISCOPAL DE ENSEÑANZA Y CATEQUESIS El profesor de Religión católica. Identidad y misión, EDICE, Madrid, 2000.
DIRECTORIO GENERAL PARA LA CATEQUESIS, Catequesis y Enseñanza religiosa escolar, 7ª, Congregación para el clero, Madrid, 1999.
DOCUMENTOS DEL CONCILIO VATICANO II: Gravissimum educationis momentum, BAC, Madrid, 1993.
DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA, La Educación, BAC, Madrid, 1996.
JUAN PABLO II, Exho
rtación apostólica Catechesi Tradendae, 1979.
PABLO VI, Exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, 1975.
Tratados y Monografías
AA.VV., Teoría y práctica del proceso de enseñanza-aprendizaje, Narcea, Madrid, 1992.
AA.VV., El área de Religión en la LOGSE, Claves curriculares de la Reforma, Claves teológicas de la Reforma (Andalucía), I-II-III, PPC-SM, Madrid, 1989.
ALONSO, J., La motivación en el aula, PPC. Madrid, 1996.
ARTACHO, R., La enseñanza escolar de la Religión, PPC, Madrid, 1989.
AUSUBEL, D.P., Psicología Educativa: Un punto de vista cognoscitivo, 2ª, Trillas, México, 1983.
BELTRÁN, J., Procesos, estrategias y técnicas de aprendizaje, Síntesis, Madrid, 1993.
BRUNER, J., Desarrollo cognitivo y Educación, Morata, Madrid, 1988.
CEMBRANOS, C., Estudios y experiencias sobre educación en valores, Narcea, Madrid, 1981.
COLL, C., Desarrollo psicológico y educación: Psicología de la Educación Escolar, II, 2ª, Alianza, Madrid, 2001.
DE CASTRO, M., Significatividad social de la Escuela Católica, SM, Madrid, 2002.
DÍAZ A. M.J., Escuela y tolerancia, Pirámide, Madrid, 1996.
ESTEBAN G. C., Didáctica del Área de Religión, 2ª, San Pio X, Madrid, 1998.
ESTEBAN G. C., El Área de Religión en la Enseñanza Secundaria, Arzobispado de Madrid, Madrid, 1994.
FEUERSTEIN, R., Programa de enriquecimiento instrumental, Bruño, Madrid, 1995.
FERRER V. F., De la teoría a la práctica. La religión en la ESO. Delegación Diocesana de Enseñanza, Madrid, 1995.
FIERRO, A., El hecho religioso en la Enseñanza Secundaria, Horsori, Barcelona, 1997.
GOLEMAN, D., Inteligencia emocional, Kairos, Barcelona, 1997.
GONZALEZ C. J., Los signos de los tiempos, Sal Terrae, Santander, 1987.
GONZÁLEZ F. J.I., Religiones de la tierra y sacralidad del pobre. Aportación del diálogo interreligioso, Santander, 1997.
KUHN, T. S., Las revoluciones científicas, FCE, México, 1975.
LOVELACE, M., Educación multicultural, Escuela Española, Madrid, 1994.
MARTÍ S. E., Psicología evolutiva, Anthropos, Barcelona, 1991.
MARTÍN V. J., Introducción a la fenomenología de la religión, Cristiandad, Madrid, 1987.
MÍNGUEZ A. C., Educación y Religión en una sociedad intercultural, Lección inaugural del curso académico 2004-2005, Seminario Diocesano, Instituto Superior de CC. RR. y Agentes de Pastoral, Málaga, 2004.
NORMAN, D., Aprendizaje y memoria, Alianza, Madrid, 1985.
NOVAK, J., Aprendiendo a aprender, Martínez Roca, Barcelona, 1988.
NOTORIA, A., Mapas Conceptuales. Una Técnica para Aprender, Narcea, 8ª, Madrid, 1999.
OTERO, H., Propuestas creativas para la clase de Religión, CCS, Madrid, 1993.
OTTO, R., Lo santo, Alianza, Madrid, 1980.
PIAGET, J., Psicología y Pedagogía, Ariel, Barcelona, 1973.
QUESADA, A., La enseñanza religiosa escolar, Edebé, Madrid, 1996.
ROMÁN P. M., Currículo y Aprendizaje, 2ª Itaka, Madrid, 1990.
SÁNCHEZ N. J.L., Religión, Religiosidad alternativa, y sectas, CCS, Madrid, 2000.
STERNBERG, R. J., La inteligencia humana, Piados, Barcelona,1987.
VYGOTSKY, S., Psicología y Pedagogía, Akal, Madrid, 1979.
Otras Bibliografías
CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, La Escuela Católica, Roma, 1977.
CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA , El laico católico, testigo de la fe en la escuela, Roma, 1982.
CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, Dimensión religiosa de la educación en la Escuela Católica, Roma, 1998.
CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, La Escuela Católica en los umbrales del Tercer Milenio, Roma, 1998.
Artículos de periódicos y revistas
BLANCH, A., "Autocrítica de la educación cristiana", en Razón y Fe n. 151, 485-495, 1979.
DUCH, Ll., "El cristianismo: las dificultades del diálogo", en Iglesia viva, n. 28, 515-515, Madrid, 1993.
FERE, "Significatividad evangélica de la Escuela" Católica, Madrid, 2002.
GONZÁLEZ V., T., "Sociedad, cultura y religión", en Alfa y Omega, Madrid, 2004.
LOBO, J.A., "Multiculturalidad y praxis cristiana", en Misión Joven, n. 243, 17-24, 1997.
RAZÓN Y FE, "¿De verdad es posible el diálogo interreligioso?", n. 239, 119-126, 1999.
TESINA DE LICENCIATURA DE
Mª del Pilar Anaya García
Málaga – 2005
INSTITUTO SUPERIOR DE CIENCIAS RELIGIOSAS SAN PABLO
Diócesis de Málaga
MÁLAGA
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |