Autorización o licencia: Título que habilita a las personas de derecho público estatal y no estatal y a las universidades nacionales e institutos universitarios nacionales para prestar cada uno de los servicios previstos.
Permiso: Título que expresa de modo excepcional la posibilidad de realizar transmisiones experimentales para investigación y desarrollo de innovaciones tecnológicas, con carácter precario y del que no se deriva ningún derecho para su titular. Su subsistencia se encuentra subordinada a la permanencia de los criterios de oportunidad o conveniencia que permitieron su nacimiento.
Adjudicación (directa o por concurso): La ley establece en el artículo 32 que "las licencias correspondientes a los servicios de comunicación audiovisual no satelitales que utilicen el espectro radioeléctrico, serán adjudicadas, mediante el régimen de concurso público abierto y permanente". Por otro lado, establece un régimen de excepción para realizar adjudicaciones de forma directa en su artículo 49: "La autoridad de aplicación establecerá mecanismos de adjudicación directa para los servicios de comunicación audiovisual de muy baja potencia, en circunstancias de probada disponibilidad de espectro y en sitios de alta vulnerabilidad social y/o de escasa densidad demográfica, siempre que sus compromisos de programación estén destinados a satisfacer demandas comunicacionales de carácter social". Cabe destacar que en ningún caso el AFSCA autorizará a aumentar la potencia efectiva radiada o el cambio de localidad a las estaciones de radiodifusión cuya licencia haya sido adjudicada por imperio del artículo 49.
Radiocomunicación: Toda telecomunicación transmitida por ondas eléctricas.
Radiodifusión: La forma de radiocomunicación destinada a la transmisión de señales para ser recibidas por el público en general.
Radiodifusión abierta: Toda forma de radiocomunicación primordialmente unidireccional destinada a la transmisión de señales para ser recibidas por el público en general de manera libre y gratuita, mediante la utilización del espectro radioeléctrico.
Emisoras comunitarias: Son actores privados que tienen una finalidad social y se caracterizan por ser gestionadas por organizaciones sociales de diverso tipo sin fines de lucro. Su característica fundamental es la participación de la comunidad tanto en la propiedad del medio como en la programación, administración, operación, financiamiento y evaluación. Se trata de medios independientes y no gubernamentales.
El ítem más relevante y que compete a este trabajo es el artículo 89 de la Ley que reserva el 33 por ciento de las localizaciones radioeléctricas planificadas, en todas las bandas de radiodifusión sonora y de televisión terrestres, en todas las áreas de cobertura para personas de existencia ideal sin fines de lucro. Así mismo, excluye a las entidades sin ánimo de lucro de la prohibición de explotar una frecuencia a los entes privados concesionarios de otro servicio público distinto del audiovisual.
Para abordar la problemática sobre los aspectos de la Ley que permanecen hasta hoy sin resolución y/o que van muy atrasados primero consideramos necesario aclarar las diferencias entre las zonas conflictivas y no conflictivas. Siempre hablando del espectro radioeléctrico, las zonas de conflicto refieren a sectores en los que hay muchas emisoras transmitiendo en la misma frecuencia o en frecuencias muy cercanas unas de otras, lo que produce interferencias y ruido en la señal de las emisoras. En cambio, las zonas no conflictivas son aquellas donde el espacio radioeléctrico está más libre y por ende las emisoras no se superponen. En estos lugares es más sencillo para el AFSCA entregar licencias porque pueden definir fehacientemente el dial e identificar a cada una de las emisoras. Ejemplos de esto son Santiago del Estero y diferentes regiones de la Patagonia donde hay una radio cada 4.000 kilómetros cuadrados aproximadamente. Por su parte, las zonas de conflicto son: el conurbano bonaerense y zonas aledañas a las capitales de provincias como Mendoza, Córdoba y Santa Fe. Es por esto que es necesaria la elaboración urgente del Plan Técnico de Frecuencias.
En relación a este tema la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual indica en el capítulo 2, Regulación técnica de los servicios, artículo 89 – Reservas en la administración del espectro radioeléctrico: "En oportunidad de elaborar el Plan Técnico de Frecuencias, el AFSCA deberá realizar las siguientes reservas de frecuencias sin prejuicio de la posibilidad de ampliar las reservas de frecuencias en virtud de la incorporación de las nuevas tecnologías que permitan un mayor aprovechamiento del aspecto radioeléctrico: A) Para el Estado Nacional se reservarán las frecuencias necesarias para el cumplimiento de los objetivos de Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado, sus repetidoras operativas, y , las repetidoras necesarias a fin de cubrir todo el territorio nacional. B) Para cada Estado provincial la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se reservará una frecuencia de radiodifusión sonora por modulación de amplitud (AM), una frecuencia de radiodifusión sonora por modulación de frecuencia (FM), y una frecuencia de televisión abierta, más las repetidoras necesarias a fin de cubrir todo el territorio propio. C) Para cada Estado municipal, una frecuencia de radiodifusión sonora por modulación de frecuencia (FM). D) En cada localización donde esté la sede central de una universidad nacional, una frecuencia de televisión abierta, una frecuencia para emisoras de radiodifusión sonoras. La autoridad de aplicación podrá autorizar mediante resolución fundada la operación de frecuencias adicionales para fines educativos, científicos, culturales o de investigación que soliciten las universidades nacionales. E) Una frecuencia AM, una frecuencia FM y una frecuencia de televisión para los Pueblos Originarios en las localidades donde cada pueblo está asentado. F) 33 por ciento de las localizaciones radioeléctricas planificadas en todas las bandas de radiodifusión sonora y de televisión terrestres, en todas las áreas de cobertura para personas de existencia ideal sin fines de lucro". Citamos este artículo entero porque habla de la necesidad de las reservas de las frecuencias en la elaboración teórica del Plan Técnico para una democratización y pluralidad de voces. Lo cierto es que esto todavía no se aplica y su implementación es urgente.
Hacia 2009 sólo 756 organizaciones sin fines de lucro se declararon licenciatarias y 924 que lo hicieron como servicios operativos no autorizados. Tanto las organizaciones no autorizadas como las declaradas como licenciatarias en su mayoría se posicionaban geográficamente en las mismas tres provincias: Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. De esta manera se demuestra la concentración geográfica respecto de los servicios existentes de comunicación audiovisual en la zona central del país. Es decir, la reconocida zona de conflicto respecto a la cantidad de medios que en dicha zona transmiten sus señales.
El relevamiento realizado a partir de las resoluciones del AFSCA 2011-2014 demuestra que la mayor cantidad de adjudicaciones (37) se entregaron a FMs. En cuando a la distribución geográfica, la provincia de Salta presenta la mayor cantidad de esas adjudicaciones a estaciones FM (7), seguidas por Córdoba y Misiones (5), Mendoza y Tucumán (4), Santa Fe (3), Santiago del Estero y Chubut (2) y por último Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, Neuquén, Río Negro, San Luis y San Juan que obtuvieron cada una de ellas una adjudicación a estación FM. El resto, entre las que se encuentra C.A.B.A, no obtuvo ninguna adjudicación de FM. Si bien se entregaron tan solo 37 adjudicaciones a señales FM en cinco años de gestión, cabe destacar que la distribución geográfica fue diversa. Aunque en la entrega de dichas adjudicaciones se observa un carácter federal, esta igualdad no se traduce en equidad. Ya que la falta de concursos y adjudicaciones en las zonas de conflicto remarca la necesidad de un Plan Técnico.
ENTREVISTAS
Diego Skliar: Periodista, locutor y uno de los referentes de FM La Tribu 88.7 MHz, radio comunitaria ubicada en Almagro, barrio de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, desde hace 10 años. Conduce un programa llamado La Mar en Coche que va de lunes a viernes de 9 a 12 hs y conforma el equipo de coordinación y organización de la emisora desde hace ocho años.
– ¿Cómo surge La Tribu y cuál es su historia en la transición de la vieja a la nueva Ley de Medios?
La tribu tiene 26 años de historia, nació de manera clandestina. Después en algunas modificaciones que se hicieron en la Ley de la dictadura a partir de la creación del COMFER, La Tribu fue buscando la manera de ir legalizando parte de sus quehaceres. En 1997 se pudo conseguir un Permiso Precario y Provisorio (PPP) de transmisión que funciona hasta el día de hoy. Peleamos por supuesto por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, formamos parte de la coalición por los 21 puntos, participamos de los foros de debate y aportamos trasformaciones para la Ley sobre el proyecto original. Consideramos que fue un cambio sustancial importantísimo en la historia de la comunicación y de la democracia. Apoyamos cuando salió la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Nos parece que transcurridos ya 6 años la aplicación es lenta. Ya no se puede hablar claramente de una nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, hay varios factores para pensar esa lentitud, trabas que el propio Estado tuvo para aplicar la Ley y por otros lados que el sector concentrado y monopólico con Clarín como máximo exponente, fueron poniendo en la justicia para ir trabando la posibilidad de aplicación de la Ley. Creo que es responsabilidad desde esos dos lugares. Y también podríamos pensar en la propia responsabilidad de los medios comunitarios de lo que sería el 33 por ciento sin fines de lucro, nuestros propios límites para forzar al Estado y justamente a aplicar a fondo la Ley. Creemos que la Ley ha dado pasos importantes sobre todo en las zonas de no conflicto, pero tiene muchas dificultades para aplicarse en las zonas de conflicto donde es prácticamente nula la entrega de licencias a medios sin fines de lucro, específicamente a los comunitarios. Han tardado mucho en sacar los fondos de fomento (FOMECAS), en este momento se están aplicando con algunos retrasos en los pagos. Por otro lado creemos que el aporte que el Estado tiene que hacer a los medios comunitarios no tiene que ser concursable, tiene que ser directo, y nos parece que existimos de hecho y el Estado debe reconocer nuestra existencia de hecho, por eso hemos pedido y logrado un padrón de reconocimiento para todos los espacios comunitarios del país. Nosotros nos presentamos a lo que es el canje del PPP por una licencia directa, en esos trámites todavía estamos de la sanción de la Ley de Medios. Hemos probado todos los frentes para que la situación de La Tribu sea absolutamente legal mientras acompañamos la situación de quienes no tienen ningún papel que les garantice la legalidad. Esto ante el panorama político que viene es preocupante. Que el AFSCA no haya podido en 6 años, aplicar plenamente la Ley deja un panorama demasiado abierto para que cualquier gobierno conservador, gane quien gane, pueda desarmar lo poco que se ha logrado en este tiempo. Eso nos parece por lo menos preocupante. Creo que también los medios comunitarios tenemos que preguntarnos por qué nos cuesta tanto generar la incidencia para que las políticas públicas puedan aplicarse. Es muy difícil mantener al vecino o la vecina emocionado con los medios comunitarios durante todo este tiempo, la discusión fue muy interesante cuando se debatió la Ley de Medios, pero no puede quedar para toda la vida esa discusión, después ya quedamos los participantes directos de esta situación. La lentitud del Estado ha logrado que bajen las aguas de una sociedad conmovida con la idea de poder democratizar la comunicación.
– ¿Cuál es tu opinión como representante de un medio comunitario sobre el decomiso que sufrió el canal comunitario Antena Negra TV en septiembre de este año?
Fue un retroceso enorme lo que pasó con Antena Negra, realmente hemos visto una faceta que me parece interesante destacar. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual fue una batalla democrática con muchísima participación, la conformación del órgano del AFSCA con toda la participación ciudadana que tiene, cómo las radios estamos invitadas a participar de determinados órganos dentro de la organización, me parece interesante. Ahora cuando salió la Ley de Argentina Digital, que salió de la noche a la mañana, y la selección de la AFTIC (Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) fue a dedo. Esa diferencia entre el proceso democrático de AFSCA y la conformación de repente de AFTIC a puro dedo me pareció un retroceso en el camino democrático. Es AFTIC justamente la que tiene que obedecer finalmente a secuestrar los equipos de Antena Negra ante la presión que hace el sector privado con jueces adictos al sector privado ante la orden de secuestrar equipos. La policía ingresa con absoluta violencia. Ahí veías una foto increíble, nosotros estuvimos en la cobertura de ese momento, en ese doble rol difícil de estar haciendo periodismo y ser militantes comunitarios ante la situación tensa de nuestros compañeros de Antena Negra. Veías al sector comunitario tratando de defender el espacio con el espacio totalmente violentado, ultrajado, con las cosas arrancadas y el secuestro de los equipos; al Estado representado por la policía, por la justicia por una orden de allanamiento, y a la vez el Estado también era un funcionario de la Defensoría del Público y uno de AFSCA tratando que eso se de de una manera más democrática y sana, que la policía no sea tan violencia, defendiendo un poco la posición de Antena Negra. Ahí te preguntás qué es el Estado. Es todo eso junto. El Estado te mata, te repara, te golpea, te secuestra, te puede salvar, te puede apoyar, te puede abandonar. Todo eso se vio en una foto en una mañana en Ángel Gallardo y Acoyte. Eso a nosotros nos parece muy preocupante, realmente fue un retroceso enorme.
– ¿Por qué no se aplica el Plan Técnico?
No hay un Plan Técnico para las zonas de conflicto, no hay una aplicación a fondo de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual porque implicaría cerrar privados y no quieren o no quisieron pagar el costo político de cerrar espacios privados que están de manera ilegal. Es decir, tocar intereses económicos, realmente considerar que hay un privado ocupando un lugar en el espectro de manera ilegal, y que a un comunitario vos pretendés legalizarlo en esa precariedad en la que está. Ahí hay una decisión política, y el costo político sabemos que es alto, por supuesto que si, pero en algún momento hay que dar ese paso porque sino todo esto fue una enorme fantochada, se va a terminar la gestión del kircherismo, de Nuevo Encuentro dentro de AFSCA con quienes hemos tenido momentos de diálogo importantes, a quienes les reconocemos muchos avances, pero lo que van a dejar es un terreno prácticamente igual al que estábamos. No le hecho culpa únicamente al Estado, creo que también hay una responsabilidad nuestra de no haber podido avanzar a fondo en todo esto. También son las capacidades de gestión que tienen espacios como los nuestros, donde todo cuesta mucho.
– ¿Cuál es el rol de La Tribu como medio comunitario en la sociedad?
Abrir las puertas, los micrófonos y los corazones a la comunidad, no sólo entendido como algo geográfico sino con intereses, pensando que es preciso transformar las condiciones de exigencia en nuestras vidas. Que todo ese núcleo de afectos tenga un lugar donde expresarse y que forme parte de esa expresión, que esté y que lo que se repite acá adentro sean lógicas distintas a las que propone el mercado y el Estado. Es necesario que existan espacios de participación que no sean la burocracia estatal, la jerarquía estatal, y mucho menos la estupidez de la vida boba que propone el mercado. Ante ese vacío de contenidos que propone el Estado y el mercado creo que las comunidades tenemos que darnos lugar en la sociedad.
-¿Cómo ves el futuro de La Tribu de acá en más?
Veo a La Tribu en un camino interesante, resolviendo cada vez más, de manera veloz, la estúpida burocracia que garantizan las condiciones de existencia material del proyecto. Tratando de salir lo más rápido posible de todo lo que tiene que ver con pagar los gastos de la casa, con ser inquilinos en esta casa, con pagar el alquiler, con hacer los trámites que a veces exigen, con hacer toda una parte aburridísima. Y veo a La Tribu cada vez más inteligente en resolver eso de una manera rápida para tener cada vez más tiempo y activar en las cosas que le generan más placer a las personas que integran esta casa. Cada vez más tiempo en pensar la programación, en hacer radio como nos gusta, en pensar la actividad cultural de acá, cada vez divertirnos más. Creo que ese es el camino que estamos haciendo. Y también creo que tiene que seguir un camino de gran crecimiento en red, de encontrar todas las asociaciones con las que tenemos un común, empezar a borrar las diferencias que en este tiempo nos han separado tal vez por centímetros o minucias y seguir aportando a la construcción de esta gran red o frente que se oponga profundamente a la estupidización de la vida que está imperando tanto.
Entrada de radio La Tribu (Lambaré 873)
Pablo Daniel Ovin: miembro de la comisión organizadora desde el año 2000 y director de programación desde 2008 de FM Fribuay 90.7 MHz, una radio comunitaria de Ramos Mejía, partido de La Matanza. Entró en la emisora como conductor de un programa de literatura y rock por las noches y a partir de allí se empezó a vincular con la gestión abierta que tenía la radio hasta la actualidad, quedándose de manera estable en el colectivo. En Fribuay conduce La Patria de las Moscas de lunes a viernes de 15 a 17 hs. además es coordinador de FM La Uni 91.7 MHz, la radio de la Universidad Nacional de General Sarmiento y también trabaja en la AM 530 Radio Madre como periodista.
– ¿Cómo surge La Fribuay?
La Fribuay es una radio comunitaria que se fundó en diciembre de 1997, tenemos hoy 18 años de existencia transmitiendo en el oeste del Gran Buenos Aires. La radio fue fundada por estudiantes de periodismo y de comunicación que cursaban en la Universidad Nacional de La Matanza, que es la casa de altos estudios que está en la región donde funciona nuestra radio. Inmediatamente empezaron a transmitir, empezaron a sumarse al espacio artistas locales, escritores, otros estudiantes de comunicación, comunicadores populares, gente de organizaciones y la radio se empezó a construir con esa impronta. Como radio cultural y musical con eje en el rock, que es la música que, por lo menos a finales de los 90, se escuchaba casi exclusivamente en esa parte de la zona oeste del Gran Buenos Aires, partido de Morón, partido de La Matanza, en las zonas urbanas. Y se fueron sumando distintos colectivos y compañeros y compañeras de distintos lugares, de organizaciones vecinales, políticas, sociales, que empezaron a llenar la radio también de otros contenidos.
– ¿Cómo se vivió la transición del COMFER al AFSCA?
Cuando la radio se funda está todavía rigiendo la Ley de Radiodifusión heredada de la dictadura militar, que traía firma de Videla y Harguindeguy, y que no había tenido todavía ninguna posibilidad de reforma en la democracia. Esa Ley impedía que organizaciones sociales, asociaciones civiles sin fines de lucro y cooperativas tengan acceso a licencias de radio. Nuestra radio que en ese momento funcionaba todavía bajo un formato informal, ya que no teníamos constituida una asociación civil ni una cooperativa estaba en ilegalidad frente a esa Ley de la dictadura militar en democracia. Nos encontrábamos igual que un montón de otros medios que surgieron a mediados de los 80 y principios de los 90, en una situación de vulnerabilidad y precariedad porque la Ley nos condenaba y nos perseguía, ese tipo de radios no podíamos existir. Pero bueno, nosotros considerábamos y consideramos que teníamos y tenemos la legitimidad que nos da socialmente la acción que la radio cumple, y desde el primer día que tuvimos conciencia de comunicadores sociales cuestionamos y luchamos por transformar aquella Ley de la dictadura por una Ley de la democracia que si contemple y reconozca a los medios sin fines de lucro, cosa que en ese momento era muy difícil. El debate no estaba instalado, había un consenso social muy importante generado a través de los medios masivos de comunicación, que fueron los grandes beneficiarios de la Ley de Radiodifusión, que nos criminalizaba, nos marginaba, estaba instalado el concepto de "radios truchas". Éramos truchos para la Ley pero legítimos para la comunidad, para los artistas, para las organizaciones sociales, y nos amparamos también en nuestro derecho constitucional de ejercer la libertad de expresión, en el Pacto de San José de Costa Rica, un montón de legislaciones nacionales e internacionales que garantizan el derecho a la libertad de expresión, que no solamente es recibir información sino también poder generarla. Bueno, por eso nuestra lucha para transformar aquella vieja Ley de Radiodifusión.
– ¿Podrías hablar del decomiso que sufrió FM Fribuay en 2008 y cómo vivieron ese proceso?
La actual Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, se promulga y se vota en el año 2009 después de muchos años de construcción, de propuestas, de ante proyectos. Nosotros estábamos en ese momento integrando la Coalición por una Radiodifusión Democrática, que era una multisectorial formada por un montón de espacios de comunicación, sindicatos y espacios políticos que empezamos a construir la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que hoy conocemos. Se constituyeron 21 puntos por el derecho a la información, que fueron la base de la construcción de esa Ley. Pero en el 2008, en el marco de todo ese proceso de proposición que hacíamos, nos denuncia un multimedio, una empresa privada, por utilización de frecuencia aledaña a la de una de sus radios. Fue el grupo Atlántida, a través de la radio Disney. Nosotros funcionábamos entonces en el 94.5 MHz y radio Disney, que tenía su licencia por la vieja Ley, en el 94.3 MHz. Había una denuncia que se había realizado muchos años antes que en ese momento una jueza ejecuta y nos decomisan. El COMFER que era el organismo que en ese entonces regía la comunicación, organismo creado por la dictadura que en democracia estaba intervenido por autoridades civiles para poder funcionar, nos decomisan por orden de una jueza. Nos secuestran parte de nuestros equipos de transmisión y nos sacan del aire bajo esa vieja Ley de Radiodifusión. Nosotros lo que hacemos en ese momento es, gracias a la solidaridad y el apoyo de un montón de organizaciones sociales, de espacios de comunicación como la FELAP (Federación Latinoamericana de Periodistas), como AMARC (Asociación Mundial de Radios Comunitarias), FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias) y un montón de redes que se solidarizaron y nos acompañaron, la UTPBA (Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires) y un montón de otros medios comunitarios de todo el país y de todo el continente que nos respaldaron, salimos rápidamente a minuto uno del decomiso a reclamar. Fuimos recibidos por el COMFER que en ese momento el interventor era Gabriel Mariotto, quien hoy es el vice gobernador de la provincia de Buenos Aires, y Mariotto nos manifiesta que de parte de la gestión que él encabezaba no había ningún ánimo de censurar ni de sacar del aire ninguna radio y que lo que había pasado no tenía que ver con una decisión del Estado, del gobierno, del Poder Ejecutivo, sino un hecho judicial que se ejecutó y que ellos desde el COMFER iban a hacer todo lo posible por devolvernos el derecho. Efectivamente, en el lapso de un mes de lucha, el COMFER nos restituye el transmisor por la función social que la radio cumple en la zona oeste del Gran Buenos Aires, ese fue el argumento y volvemos a transmitir, volvemos al aire reubicados en la frecuencia 90.7 MHz por sugerencia del COMFER. La parte técnica del COMFER y la CNC (Comisión Nacional de Comunicaciones) nos dicen "pónganse en el 90.7 MHz, resintonicen el transmisor" y volvemos a transmitir en esa frecuencia, pero nos manteníamos hasta entonces en la misma situación de precariedad e ilegalidad frente a lo que era la vieja Ley de Medios hasta que en el 2009 se aprueba la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual por la que tanto militamos.
– ¿Por qué se cambia en la escritura el nombre de la radio, de Freeway a Fribuay como es actualmente?
Tuvo que ver con un debate interno, no tiene que ver con nada legal ni nada relacionado al decomiso. Fue porque la radio se fundó en el 97 cuando sus primeros miembros eran adolescentes rockeros, en formación todavía como individuos políticos y naturalmente el nombre fue en inglés (camino libre). Tenía un significado también de libertad de expresión, de comunicar otras cosas sin censura. Y en el camino, casi inmediatamente, nos abordó ese debate. Se fueron incorporando otros compañeros con otras miradas, gente vinculada a los Pueblos Originarios. Cuando empezamos a vincularnos con otros medios de Latinoamérica, el nombre en inglés empezó a hacernos ruido, no nos representaba más, entonces le buscamos la vuelta, tardamos bastante en conseguirlo, pero transformamos el nombre en inglés en la sigla Fribuay (Frecuencia Rock Independiente de Buenos Aires). Mantuvimos el mismo nombre sonoramente y no dejamos atrás un montón de historia que tenía que ver con ese nombre, y a la vez nos sentimos más representados por hablar nuestro idioma, y además tiene ahí una Y de Buenos Aires con una vueltita que lo vincula también con los Pueblos Originarios, el guaraní, el quechua, lenguas también de nuestros hermanos.
– ¿Cuál es la situación actual de la emisora respecto a la Ley 26522?
A partir del año 2009 que se sanciona la Ley y se pone en vigencia el AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual), el organismo realiza un primer censo donde se relevan todas las radios. Nosotros nos presentamos, presentamos nuestra historia y quedamos censados como radio comunitaria que transmite en el 90.7 del dial con tantos años de historia. A partir de ahí la Ley de Medios entra en un momento de quietud que tuvo que ver en esa instancia con las medidas cautelares presentadas por el grupo Clarín, por diputados opositores, muchas medidas que paralizaron la Ley en su aplicación. Eso generó un momento de paralización de un tiempo importante hasta que se fueron cayendo varias medidas cautelares, hasta la que queda vigente luego de que la Corte Suprema de Justicia declara la constitucionalidad plena, es la cautelar que protegía a Clarín de adecuarse a la cantidad de licencias que tenía que tener como grupo acorde a la nueva Ley. Pero las otras cautelares caen en el camino y si, hay todo un momento en el cual la Ley no avanza o avanza milímetros en los cuales nuestras radios, la Fribuay y un montón de radios en el país, se mantuvieron en esa situación de precariedad. Censados por el AFSCA, hubo un segundo censo en el que nos presentamos. Se empezaron también a entregar licencias en zonas no conflictivas, aquellas zonas son ciudades pueblos donde no hay una superposición de señales, lugares como Santiago del Estero, poblaciones del interior de Córdoba, la Patagonia, periferias donde en un pueblo hay una o dos radios, entonces es muy sencillo para el AFSCA licitar y otorgar por adjudicación directa a radios comunitarias su licencia y su permiso para transmitir. Eso fue sucediendo, lo que quedó paralizado es el avance en las zonas conflictivas. Las zonas conflictivas son el conurbano bonaerense, la Ciudad de Buenos Aires, Mar del Plata, La Plata, el gran Córdoba, el gran Mendoza, Rosario todos los lugares donde hay una superpoblación de emisoras donde por ahí tenés en 50 KM varias radios funcionando en frecuencias superpuestas o frecuencias muy pegadas. Para eso AFSCA necesita un Plan Técnico que permita establecer qué radios están en qué lugar, qué potencias tienen, delimitar esa potencia, y armar una estructura, una estrategia, una ingeniería que permita redistribuir esa frecuencia entre todas las radios que están. La Ley de Medios reserva un 33 por ciento para las radios sin fines de lucro, un 33 por ciento para las comerciales y un 33 por ciento para las frecuencias públicas del Estado. Nosotros como colectivo lo que siempre reclamamos, lo que siempre entendimos es que el 33 por ciento para radios sin fines de lucro está bastante disponible aún en las zonas conflictivas, que no existimos tantas radios comunitarias en la región como para que no se pueda avanzar en ese sentido. Lo que sí vemos también es que las radios comerciales que están desparramadas por todo el territorio y que se superponen, el éter es bastante caótico, prácticamente ningún medio tiene la posibilidad de ser escuchado plenamente ni siquiera en su propio territorio de influencia por la cantidad de radios que hay, las interferencias generan un empantanamiento. Esta es una valoración política a título personal: el AFSCA para otorgarle la licencia a la Fribuay o a otras radios comunitarias del conurbano tiene que tocar intereses de radios comerciales, grandes, medianas y hasta pequeñas que por ahí desde un boliche sin ningún proyecto cultural están transmitiendo música para invitar a la gente para ir a la noche a bailar y esa no es una radio comunitaria o con algún proyecto comunicativo, ni cultural, pero es muy difícil políticamente para el Estado salir a tocar esos intereses por lo que implica en una situación delicada. El país vive siempre en una instancia electoral, hay elecciones cada dos años y es difícil enfrentar esos poderes y esas situaciones, las acusaciones que puede recibir un gobierno desde la oposición si hay que quitar una radio del aire o no entregarle un permiso a una radio. Para eso está armada una Ley donde está dispuesta una serie de concursos que tiene el AFSCA donde las radios nos debemos presentar con nuestro proyecto, y eso se aprueba con una historia comprobable y un contenido cultural de una función social, ya que los medios sin fines de lucro tenemos que cumplir una función social en el territorio. Es muy difícil, es muy complejo. Tecnológicamente está todo muy complicado en la situación actual. Nuestra perspectiva es que se nos pueda llegar a otorgar algún tipo de permiso que nos ampare, que nos proteja, porque hoy por hoy dependemos de la voluntad política del gobierno de turno. Hace poco tiempo salió un empadronamiento de radios comunitarias donde la Fribuay quedó reconocida con el legajo 069, esto es público en la página del AFSCA. 60 radios que nos presentamos, mostramos nuestros antecedentes, y quedamos en este registro reconocidas como radios comunitarias. Esto no es una licencia, no es la legalidad definitiva pero sí es un paraguas importante que por ejemplo celebramos porque nos permite acceder a presentarnos a un montón de instancias de entregas de recursos que hace el AFSCA y el Estado para las radios de las que antes estábamos excluidos. Fondos concursables, los FOMECA, en los que antes nos teníamos que presentar como productoras, distintos programas, grupos que armábamos desde la radio para obtener recursos para la gestión, para el funcionamiento de la emisora, que a partir de estar allí empadronados y reconocidos como radios podemos presentarnos a FOMECAS, directamente como medio de comunicación y donde los recursos son más importantes, más acordes a lo que significa gestionar una radio comunitaria sin fines de lucro. Así que es una instancia muy positiva. La lucha sigue siendo por la entrega de licencias para todas las radios comunitarias y el reordenamiento del aire para que todos podamos subsistir y no estar pisando nuestras frecuencias y siendo muy dificultoso poder avanzar y tener llegada también con nuestro mensaje de comunicación a la sociedad.
– ¿Cuál sería el balance que hacés respecto a los avances de la Ley de Medios en relación a las radios comunitarias y sin fines de lucro?
Avanzando muy lentamente. La Ley tuvo todas estas dificultades, las medidas cautelares, intereses políticos, cuestiones económicas, es muy caro también el Plan Técnico, es un software para el que hay que capacitarse. Muchas veces puede que haya voluntad política pero pueden haber deseos o decisiones de no avanzar en determinados lugares. Alguien dice no todas las batallas se pueden dar al mismo tiempo porque no hay posibilidades de ganar ninguna. Uno puede creer en la buena fe o no de los funcionarios de turno, pero lo cierto es que la Ley a comparación de lo que pasaba antes del 2009 es un avance muy importante. Fue histórico, también permitió abrir un debate en la sociedad y que todos y todas empecemos a darnos cuenta quiénes son los que nos dicen la "verdad", quienes nos cuentan la información. Quedaron desnudos un montón de intereses económicos detrás de los medios de comunicación que antes eran "palabra santa" y hoy son cuestionados. Ya todos quedamos expuestos, y así debe ser. Las radios privadas hablan desde los capitales que las financian, de los intereses de sus dueños. Las radios comunitarias hablamos desde una posición política o desde un contexto social. No es lo mismo una radio desde un barrio de clase media con una mirada de comunicadores de ese espacio que una radio de los kilómetros profundos de un municipio con postergaciones, donde los actores que participan tienen esa mirada. Por eso es importante que existan todos los medios que están hoy y más medios, que podamos redistribuir esa verdad única que antes tenían sólo los medios privados. Hoy estamos hablando de radios campesinas, de radios indígenas, que hablan y transmiten en sus propias lenguas, que se está recuperando también ese derecho; de radios en los barrios de emergencia, en las villas donde hay muchas necesidades, radios que permiten articular y comunicar todo eso; radios en las periferias, en los barrios de clase media pero también con una mirada social e inclusiva a todo el territorio. Me parece que la ley fue y es un cambio fundamental. Seguimos luchando porque se aplique plenamente y creo que a esta altura necesitamos más herramientas técnicas y jurídicas. Se viene la era de la digitalización que creo que es la solución para ordenar este éter tan caótico y que el formato analógico va quedando atrás, en desuso y vetusto. La gente escucha mucho radio por internet. Así que me parece que se vienen esos cambios y que la Ley de Servicios Audiovisuales fue y es muy importante para estas transformaciones pero que vamos necesitando empezar a pensar y a mirar más legislaciones complementarias a la Ley para poder completar el proceso de democratización de la palabra.
– ¿Cuál es tu opinión como representante de un medio comunitario sobre el decomiso que sufrió el canal comunitario Antena Negra TV en septiembre de este año?
El decomiso de Antena Negra fue tremendo. Nosotros pensábamos que el decomiso de la Fribuay en junio de 2008 era el último decomiso realizado en democracia. A partir de la decisión política del entonces interventor del COMFER, Gabriel Mariotto, y del gobierno nacional en 2008 se acabaron los decomisos y posteriormente se aprobó la nueva Ley de Medios. El decomiso de Antena Negra, un canal comunitario del barrio de Villa Crespo, fue un golpe y fue encontrarnos con las mismas imágenes que sufrimos nosotros en 2008, policías pateando la puerta violentamente, rompiendo cosas, llevándose las herramientas de trabajo, que de expresión un micrófono, una consola, son objetos materiales que se compran con dinero, pero en realidad son propiedad colectiva de la comunidad en una radio comunitaria. Los compramos con nuestro esfuerzo de trabajo pero son utilizados para que el vecino y la organización comunique realidad que no pueden comunicar por los medios privados, entonces son golpes muy fuertes lo que sucede en esas situaciones. El decomiso de Antena Negra TV tiene que ver con la falta de avance en la entrega de licencias a través de la Ley de Servicios Audiovisuales. Si bien es una denuncia que realiza un privado, junto con la Policía Federal, que críticamente es juez y parte gestionando esa denuncia y llevando a cabo el decomiso. Cuando la gente del AFSCA llega al lugar la policía no los deja ingresar, esto fue un atropello y una violación a la Ley de Medios y a la democracia. Un conflicto de poderes, un organismo del Estado chocando contra otro organismo del Estado. Imagino que el AFSCA tiene que actuar como actuó el COMFER con nosotros y reubicar a Antena Negra en otro canal, si el 20 que es el que ocupaban no se puede, en otro y seguir ejerciendo la libertad de expresión.
– ¿Cómo ves el futuro de la Fribuay de acá en más?
La radio tiene 18 años y en todo este tiempo tuvimos muchas muertes cercanas, muchas perspectivas de muerte. Dejé de creer en la muerte de la radio a partir de habernos recuperado de un decomiso, es decir haber vencido al Estado, haberle torcido la mano también a corporaciones mediáticas privadas, a multimillonarias con jueces amigos. Tuvimos una época en la que nos tapaba la señal un boliche de la ruta 3 y la radio nuestra se escuchaba a penas a 10 cuadras, no tenía más alcance que ese, y a pesar de eso le seguimos poniendo amor. Sobrevivimos a eso hasta dar vuelta esa situación y la radio siguió funcionando. Tuvimos problemas económicos. La radio atravesó el 2001, el corralito, éramos dos tipos haciendo radio un rato a la tarde y no había nadie que quisiera hacer radio en la Argentina en ese momento, nadie que pudiera hacer radio. Sobrevivimos a eso, crecimos, la radio sigue creciendo. Tenemos problemas, tenemos situaciones humanas, compañeros que se van, compañeros que vuelven Pero mi perspectiva para la radio es esta, que esa permanente rueda de construcción siga funcionando, siga creciendo, que un día cuando yo y otros compañeros históricos no estén, la radio siga funcionando, y eso lo veo muy posible en el tiempo porque la historia que tiene habla por si misma y más allá de lo que estemos haciendo hoy que siempre es importante, lo que hacemos es una puntadita más a todo lo tejido durante 18 años. Cuando ya un proyecto tiene más construcción a las espaldas, que presente, el futuro es muy grande porque todo eso que tenés permite que el crecimiento siga siendo constante.
En los estudios de FM Fribuay (Boedo 23, Ramos Mejía)
Fernando Torrillate: es el ex secretario de prensa del municipio de Morón, acompañó a Martín Sabbatella en su gestión como intendente y hoy lo hace en el AFSCA como Director Nacional de Imagen y Comunicación del organismo.
¿Por qué la Ley de Medios está tardando tanto en avanzar en el territorio de los medios comunitarios para la entrega de licencias? ¿Por qué se de ésta situación y que problemas está enfrentando la Ley?
La Ley viene a intentar resolver y darle un marco democrático a la comunicación audiovisual que no lo tenía, porque hasta el 2009 la ley que estaba vigente era la 22.285 que era la ley de la dictadura. La nueva Ley de Medios es una ley que creció paralelamente al desarrollo y modificación grande de los medio en Argentina, después del resurgir de la democracia, en el país empezaron a aparecer muchísimos medios comunitarios, como La Tribu y En Tránsito, que son de fines de los ´80, cuando explotaron un montón de medios de comunicación en la Argentina, por la capacidad de los argentinos y sobre todo las organizaciones sociales de expresarse con libertad
A partir de ese momento, lo que sucedió fue que se empezaron a ocupar lugares concretos, físicos, en el espectro radioeléctrico. Cada medio elegía como quería su frecuencia y se ubicaba donde quería en el espectro para empezar a trasmitir, eso tuvo sus vaivenes, porque en su momento tuvo la persecución de parte del estado democrático, en momento de la vigencia del estado de derecho a partir de 1983. Hubo persecuciones de esos medios, decomisos de equipos, como fue lo que le sucedió a la FM Fribuay. Todo esto llevó a que se generen conflictos dentro del espectro radioeléctrico, es decir que se superponían frecuencias. Las frecuencias depende de las potencias que tienen se van pisando unas con otras. Esto fue lo que ocurrió en el país. La solución es reordenar el espectro, pero para ordenar esto y tratar de cuidar la situación de que todos puedan trasmitir tenemos que ver de cómo las acomodamos correctamente. Por esta razón surge el plan técnico, que tiene que tener en cuenta situaciones ya consolidadas, hechos consumados, porque no se le puede decir a las radios que dejen de trasmitir y a partir de ahí empezar a organizar desde cero, se tiene que tener en cuenta que tienen derechos y hay que respetarlos.
Lo que se hizo desde la sanción de la Ley en 2009 fue empezar a llamar a concurso, en un montón de áreas del país no conflictivas, radios AM y FM con y sin fines de lucro y se empiezan a asignar. Incluso en algunos concursos que quedaron, ya sea porque no se presentó nadie, o porque los papeles estaban mal, lo que nosotros hicimos fue, cerrar esos concursos particulares, pero dejar abierto el llamado para que cualquiera que venga y quiera ocupar ese espectro lo pueda concursar. En las áreas conflictivas lo que empezamos a hacer, recién este año, es que adquirimos, a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), un sistema brasilero que nosotros le llamamos SIGER (Sistema Integral de Gestión y Control del Espectro Radioeléctrico), que lo que va a hacer es permitirnos relevarnos con exactitud la situación que se encuentra el espectro radioeléctrico en todas las áreas del país, es lo previo al plan técnico. Este aparato te permite establecer quiénes son todos los que están emitiendo, con potencia lo están haciendo, la frecuencia y desde que lugar.
Desde el AFSCA queremos hacer las cosas bien, yo por mi parte vengo de muchos años de laburo en medios comunitarios, trabajé en Tránsito, radio Ciudad Morón, Gba, Suburbana, Oeste, Haedo, en un montón de radios de la zona oeste, así que conozco perfectamente cuál es la situación de las comunitarias.
La ley ha ido dando los pasos con las características que tienen el estado que, por supuesto, las cosas no se hacen de un día para el otro. Cuando alguien quiere llamar a una licitación a un servicio como es el de SIGER (Sistema Integral de Gestión Registral), tiene que pasar por un montón de autorizaciones en el estado porque demanda una cantidad de recursos infernales y a partir de eso, recién ahí se pueden empezar a hacer las cosas como corresponde. Entonces nosotros no creemos que haya sido lento
¿Desde el AFSCA se descuidó un poco el tema de los sectores sin fines de lucro para priorizar la batalla legal con el Grupo Clarín?
No lo creo. Lo que pasa es que esta la conclusión que tienen muchos en la sociedad es fruto de un éxito que ha tenido el Grupo Clarín en como comunicar a su favor la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Es una situación tramposa en la que está el Grupo, porque es un círculo vicioso. La no adecuación a la Ley de Medios, genera dos cosas: la primera es una situación absolutamente injusta dentro de los medio audiovisuales, porque existe un gigante toma todo que no cumple con la ley, y encima protegido por una parte del poder judicial. La segunda es que esta misma situación hace que la agenda pública y la discusión en torno a la Ley sea la que demanda ese grupo dominante por ellos son los que mandan la agenda. El negocio que hizo Clarin fue, no solo no cumplir la Ley, sino también meterle en la cabeza a la gente que la Ley solo está apuntada a la pelea con ellos.
El problema que nosotros tenemos es que solamente salimos en los medios cuando decimos algo en contra del Grupo Clarín, y no por adquirir el sistema para poder finalmente analizar la frecuencia radioeléctrica. Ellos te sacan de la agenda para los temas que son importantes a la hora de demostrar el avance de estamos teniendo en el AFSCA y eso es porque lo que ellos necesitan es demoler la Ley, destruirla.
La Ley tiene dos pilares fundamentales, uno que tiene que ver con la promoción y el desarrollo de nuevos medios de comunicación, como pueden ser los pueblos originarios, comunitarios, cooperativas, cables pymes, etc . y el otro, que está ligado absolutamente al primer pilar, es el de la desconcentración. No hay posibilidad, y así está entendido por los legisladores que impulsaron la Ley, de que se haga una cosa sin la otra, no hay posibilidad de que en Argentina se democratice verdaderamente la comunicación y los medios comunitarios tengan la importancia que deben tener, si no se termina con las posiciones dominantes.
Teniendo en cuanta el escenario político del país con balotaje ¿Qué va a pasar con el AFSCA y qué consecuencias van a tener las radios que todavía no tienen licencia?
El organismo está creado por ley y es parte del Estado Nacional. Por lo tanto disolver el AFSCA solamente es posible mediante una ley que lo haga, ósea no hay posibilidad de que el la institución se cierre. El organismo que regula los medios de comunicación en Argentina somos nosotros y está gobernado por siete directores, de los cuales unos de ellos es el presidente, así lo establece una ley y, por lo tanto, sea quién sea el próximo presidente lo que tiene que hacer es respetar la ley, o respetarla hasta tanto se sancione una normativa nueva, pero no pude eludir la ley y agarrar y decir cierro el AFSCA o interrumpo los mandatos de los directores designados.
Por otra parte, yo no creo que hoy en la Argentina exista la posibilidad de que alguien valla y cierre un medio de comunicación, si ese fuera el caso, el AFSCA con Martín Sabbatella a la cabeza lo trataremos de impedir.
¿Qué fue lo que pasó con el decomiso del canal Antena Negra y cuál es la situación actual del canal?
Nosotros siempre estuvimos preocupados porque ese tipo de cosas no sucedan. En este caso había una discusión muy grande respecto al uso de la frecuencia. Nosotros invitamos a la gente de Antena Negra a participar de los concursos, porque varios canales comunitarios ya lo hicieron. No sé cuál es la situación actual del canal, lo que sé es que le devolvieron los equipos y que estaban por volver a emitir, lo cual nos pone muy contentos a nosotros. Que se saque del aire a una emisora nos parece mal, nosotros estamos a favor de la libertad de expresión.
Teniendo en cuenta que la ley cumple seis años ¿Por qué se llega recién ahora a poder hacer la previa al plan técnico?
Desde que nosotros llegamos al AFSCA pusimos en marcha el proceso para resolver el problema con las señales radioeléctricas y lo resolvimos, también pusimos en marcha los FOMECAS que existían desde la creación de la ley, pero no se estaba aplicando. Entonces yo te puedo responder por eso.
¿Cómo vez al AFSCA actuando dentro de diez años?
Personalmente creo que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tiene que ser más amplia, más abarcativa, más compleja, dando cuenta de la diversidad que tiene. Y con instituciones más perfeccionadas aun. Entonces eso va a demandar una actualización constante de la ley, porque sino el desarrollo tecnológico te va pasando por arriba. Hay que pensar en la legislación que abarque todo tipo de comunicación en el futuro, como puede ser las transmisiones por podcast o las radios por internet.
En la oficina de Fernando Torrillate. AFSCA (Suipacha 765, CABA)
A lo largo de esta investigación hemos observado que desde la promulgación de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual en el 2009 hasta la actualidad ha habido avances significativos en materia de la democratización de espacios en lo que refiere a los medios de comunicación ya que se hizo posible lograr una mayor pluralidad de voces en el otorgamiento de licencias a radios ubicadas en las zonas no conflictivas del país. Esta norma votada y gestada desde las necesidades del pueblo y votada en el marco de un consenso totalmente democrático protagonizado por los sectores más diversos de la sociedad, tiene sin dudas dificultades para avanzar en el otorgamiento de licencias para los medios comunitarios y sin fines de lucro, y concretar plenamente su objetivo reservado para ese 33 por ciento. Esto se da por varios factores: los intereses económicos por parte de los sectores más poderosos y conservadores – el ejemplo más claro de esto el grupo hegemónico Clarín – que a través de cautelares y medidas judiciales ponen trabas en contra de la Ley. Otro factor que interfiere en el camino hacia la plenitud en la actividad de la norma son los intereses políticos de los diferentes sectores que inevitablemente conllevan consecuencias en las decisiones o estrategias que se toman y que sin dudas repercuten en el marco económico necesario para poder llevar a cabo, por ejemplo, el plan técnico.
La hipótesis sostenida al momento de encabezar este trabajo se mantiene: la Ley 26522 tiene problemas para aplicarse plenamente ya sea por trabas judiciales que imponen desde los sectores conservadores, por decisiones políticas o intereses económicos, pero es esa lentitud con la que avanza la que repercute directamente en los sectores más vulnerables como los medios sin fines de lucro. Es indispensable la necesidad de organizar y ordenar el espectro radioeléctrico y por eso es urgente que se implemente el Plan Técnico de Frecuencias que facilitará el trabajo para las radios que se interponen unas sobre otras y sobre todo le dará un marco de legalidad institucional con las entregas de licencias que deberían ser dadas cada vez en un tiempo más breve. Atrás quedaron las persecuciones a los "medios chicos", la discriminación y los términos instaurados por la dictadura como "radios truchas", pero todavía quedan algunos flagelos. El caso de Antena Negra TV, muy desarrollado en las entrevistas es reflejo de esta problemática que expone claramente cómo la lentitud de la Ley desprotege a los medios sin fines de lucro, y además la debilidad del AFSCA ante las presiones y manejos judiciales sucios. Por eso este caso fue tratado en este trabajo, porque es una expresión más de que aún en democracia y con una Ley vigente que refleja estos valores, es necesaria una intervención del organismo más fuerte y una presencia mayor por parte del Estado que debe acompañar en estas situaciones. A 6 años de su promulgación, y con muchos logros a cuestas, la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual funciona, pero su velocidad de acción es una cuenta pendiente.
Autor:
Fernando Cancino
Abril Haristeguy
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