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La osadía y suicidio de ser pescador: Etnografía de las identidades masculinas en Xcalak (México) (página 4)


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4.3. El papel de la esposa en las familias xcalaqueñas.

Sin basarnos en los estereotipos que nada más etiquetan y generalizan a las personas, pero sentimos necesidad de auspiciarnos de ese concepto para describir a la esposa de las familias xcalaqueña, debido a que por sus características femeninas, sería la " típica madre mexicana " abnegada y sumisa a la voz del esposo, y, sin parecer irónicos, deberían hacerles un monumento a las esposas xcalaqueñas. Porque no son la " mano derecha " de los pescadores, son sus dos manos y cerebro, al administrar ellas la economía real de sus familias, porque una cosa es lo que ellos gastan en parte de su identidad masculina negativa en el consumo de cerveza y/o marihuana o cocaína, y otro gasto totalmente diferente es el ingreso económico que ellos destinan hacia sus hogares, en el cual las esposas se encargan de administrar, donde casi siempre es sumamente menor el gasto que hace la mujer en el hogar que el que ellos realizan en si mismos en aras de su identidad masculina.

Por citar algunos ejemplos, en ocasiones percibían de doscientos a cuatrocientos pesos, y se les observaba destinar casi… siempre cien pesos para el hogar. Es decir de cinco partes de lo que ganan, dos ó una se destina al sustento familiar, especificando que el sustento familiar es el alimento diario para todos los miembros de la familia y, no necesariamente para el gasto individual de la esposa. Es decir, que ella todo o la mayor parte del dinero que su esposo le da y lo destiné en el arreglo de su cabello, en cosméticos o en cualquier cosa que implique resaltar su feminidad, eso es mínimo el gasto que hace la esposa en comparación a lo que eroga el esposo en su identidad masculina negativa. Además, la enorme desventaja de ellas, es la situación de su cultura local nativa, de estar desarticuladas socialmente para ejercer el oficio casi… único de Xcalak, el de bucear mariscos, son totalmente ajenas al mar y, como se explicó en el Capítulo III sobre el Proceso de Socialización, desde su pubertad las sesgan por su cultura nativa para que no sean pescadoras.

Lo que nos da una pauta para inferir, sobre que no es que ellas " no quieran trabajar, sino más bien ¿ dónde trabajar ? y ¿ cómo compartir ? esa opinión con sus esposos. " Asimismo, también son parte fundamental de los progresos materiales de sus esposos y, si ellos adquirieron algún aparejo laboral a crédito como lancha o motor, o en el hogar hace falta algún servicio, son ellas las que se convierten en " mujeres agendas, " y les recuerdan sistemáticamente a sus esposos en que se tiene y debería gastar el recurso económico.

Otro de los aportes que realizan las esposas xcalaqueñas hacia el interior de sus familias y comunidad, es su estilo de vida ambivalente al de sus respectivos esposos en cuanto a su no gusto por la cerveza. Es característica irrefutable en la identidad del pueblo xcalaqueño: Los pescadores sienten una afinidad excesiva por la cerveza que ya es parte de su estilo de vida y, sus mujeres prácticamente no comulgan con dicha predilección. Es decir, no se concibe en ellas el destinar un porcentaje monetario del sustento alimenticio del hogar para la adquisición de cerveza, no es parte de su prioridades individuales y menos hogareñas, para ellas, lo primero son los requerimientos de su familia como alimentación y vestido, ulterior algunas necesidades del hogar en cuestiones de términos físicos en el lugar que viven como es el arreglo de un desperfecto de la casa.

 

4.4. La mujer estoica y el ¿ esposo ?

Sin divagar sobre el objetivo de este apartado, pero se sabe por costumbre del conocimiento popular que proporciona el " sexto sentido " sobre que las mujeres " saben como detectar " indicios de infidelidad con sus esposos. Por ejemplo al observar las típicos manchas de pintalabios en la ropa de ellos, asimismo, el llegar a sus casas en la madrugada o al día siguiente. Empero, ¿ qué sucede cuando se ausentan por completo de sus lugares de origen y se trasladan a kilómetros de sus casas ? Porque la vox populi de Xcalak tiene conocimiento que los lugares que frecuentan los pescadores para consumir cerveza en la ciudad de Chetumal, se encuentran impregnados de mujeres y buena parte de ellas en oferta sexual. Es decir, en el " mundo de los hombres " de la ciudad de Chetumal es conocido que en su mayoría los " restauran-bar " son una falacia y, más bien son cantinas donde las meseras se visten lo más atractivas que puedan hacia el gusto masculino para seducir al cliente hacia el consumo de alcohol, eso sin mencionar al " famoso " * table-dance, como un requisito básico –y en ocasiones hasta imprescindible- entre los hombres para acudir a esos lugares. Comentando entre nosotros, -el mundo de hombres- donde están las mejores chicas.

Por lo cual se infiere que la " ceguera " en las esposas xcalaqueñas es obvia, real, nítida en términos sociales. Quizás… ellas no cuentan con la prueba fehaciente del acto de sus esposos por haber estado " allí " como una comanda que proporciona el mesero y, que comprueben que fue pagada en un bar por ellos o alguna fotografía de que estuvieron sus esposos en esos lugares. No es necesario, no hace falta actitudes detectivescas en ellas sobre el comportamiento de sus esposos en la ciudad de Chetumal, simplemente con suponer de acuerdo al comportamiento que despliegan en Xcalak en su identidad masculina negativa. No se preguntarán ellas ¿ qué hacen sus esposos cuando se encuentra en completa " libertad " en la ciudad de Chetumal. Parafraseando a Desmond Morris. Si el varón satisface su deseo de novedad sexual copulando con una prostituta, puede dañar el lazo que lo une con su pareja, pero menos si acude a una aventura amorosa romántica no copulativa. (Morris, 1971, p.79) Bajo ese esquema del autor, las esposas xcalaqueñas se infiere que hasta cierto punto toleran la infidelidad de los genitales de sus esposos, siempre y cuando no involucren los sentimientos.

Es decir, ellas son las señoras del hogar y, las " otras, " simple y llanamente un desahogo sexual, siguiendo el silencio de ellas, sobre " esas " mujeres de cantina y efímeras en la vida de sus esposos. Se plantea que la actitud de las esposas xcalaqueñas sobre el comportamiento de sus parejas y su potencial y latente infidelidad sexual, se debe a tres cosas fundamentales.

  • Si le llegasen a reclamar a sus esposos, ¿ a dónde se irían a vivir y por cuánto tiempo ?
  • Las fuentes laborales para ellas, las esposas xcalaqueñas, están reducidas al extremo, prácticamente ninguna
  • Existe un " código masculino " no escrito ni mucho menos testificado por rubricas de los pescadores, pero es auténtico el blindaje que se brindan los pescadores cuando acuden a " divertirse " por cerveza y mujeres a la ciudad de Chetumal y, este es el de no contar absolutamente nada al género femenino de Xcalak, inclusive, sin importar que sean parientes cercanos de la esposa.

Poniendo especial interés al tercer punto, cabe enfatizar, que si bien es cierto que en algunas ocasiones se acompañó a los pescadores a la ciudad de Chetumal cuando asistían a * " divertirse, " se tiene que especificar también, que por razones obvias se soslayan sus nombres, asimismo, no me encontré en presencia del acto sexual de infidelidad. Por supuesto que no, de igual manera se dilucida, que no todos los Pescadores que acuden a la ciudad de Chetumal a consumir cerveza necesariamente lo complementan con mujeres. No se realizó un trabajo de campo únicamente para éste rubro del comportamiento masculino xcalaqueño en la ciudad de Chetumal para saber en promedio, quiénes acuden y con qué continuidad, menos quiénes pagan por sexo y quiénes únicamente por cerveza. No fue esa la situación, sino más bien, se describe un estilo de vida que reproduce la mayoría. Quizás un poco burdo el ejemplo que doy a continuación, pero es como la peregrinación a la Meca en el mundo árabe, debido a que los musulmanes en algún momento de su vida tienen que asistir a ese lugar que es sacrosanto para ellos. Asimismo, los pescadores xcalaqueños, con la particularidad, de que no lo van hacer " una vez en su vida, " sino más bien cinco o diez veces al año o, de manera explícita, apenas y se suscite la oportunidad.

Especificando una sólo cosa en este apartado, del por qué me auspicié del término " estereotipo " e irónicamente y sin el mínimo sarcasmo, mencioné que se les debería levantar un monumento a las esposas de los pescadores xcalaqueños. Todo por una sencilla razón, ellos, si bien es cierto que casi siempre acuden a la ciudad de Chetumal por algún motivo laboral, fácilmente lo hilvanan a la " diversión " masculina de consumir cerveza y deleitarse con la presencia femenina. Pero la interrogante tacita de acuerdo al comportamiento de ellos es: ¿ Cómo se divierten ellas y qué sucedería si ellas hicieran lo mismo. ? Es decir, las esposas xcalaqueñas ya tienen bien definido cuáles son los límites de la identidad masculina y, cuál es la resistencia de su tolerancia hacia el comportamiento de ellos.

  • Ellas tienen perfectamente entendido que únicamente sus esposos son los proveedores del sustento alimenticio
  • Les tienen permitido el estilo de vida de embriagarse las veces que ellos crean necesario, aunado al consumo latente de enervantes, siempre y cuando lleven a sus hogares por lo menos el mínimo para el sustento alimenticio de sus hijos.
  • Con relación al punto dos, única y exclusivamente ellos y solamente ellos, tienen permitido embriagarse y/o drogarse al grado que deseen. Es decir, las mujeres no, el que ellas lo realicen, sería como un acto inmoral ante su comunidad.
  • En lo que se refiere a los viajes que los pescadores realizan a la ciudad de Chetumal se hacen a las * occisas y, en dado caso de otorgarle credibilidad al rumor popular, la condición es respetar la monogamia que comparten ambos en Xcalak. Es decir, para ellas, en relación con la posible infidelidad, les importa un bledo lo que sus esposos hagan en la ciudad de Chetumal.
  • Es un dogma inquebrantable para ellas la utópica posibilidad de querer asistir solas y con un grupo de mujeres a la ciudad de Chetumal a divertirse, simplemente es inimaginable.

Por todo lo anterior, las esposas xcalaqueñas reducen a menos de la mitad sus formas de divertirse con relación al comportamiento de sus esposos en este rubro social. Debido a que sus actividades recreativas son las de observar las novelas por el televisor, por supuesto, siempre y cuando cuenten con el televisor y que en ese momento haya energía eléctrica en el poblado, otras de las actividades es el de jugar balonmano con sus mismos esposos y con un grupo de amigos, de igual forma algún festival de la escuela o fiesta particular donde sean invitadas. Todo esto, es en las postrimerías del horario diurno y las tardes familiares en Xcalak, donde repito, no es mundo de mujeres, sino más bien son los parientes y amigos. Es decir, no se reúnen ellas, las mujeres para jugar cartas y tomar una copa a ciertas horas de la noche, no. Porque otro de los aspectos inimaginables para las estoicas esposas de los pescadores xcalaqueños, es el de salir de noche, eso es únicamente " privilegio " del género masculino. Es decir, ellas o van a un asunto familiar o deben de contar con una justificación auténtica para salir de sus casas por las noches, caso contrario de sus esposos que cuentan con absoluta libertad sobre sus actos que pretendan realizar a cualquier hora.

 

4.5. El legado laboral del pescador hacia su hijo varón.

El generalizar en algunos casos, puede resultar contraproducente para los resultados de las indagaciones antropológicas, debido a que encuadra el comportamiento humano en un solo caso. Es decir, todos se " supone " que se comportan de una forma nada más y no de otra, y, al referirnos a los pescadores y la manera de ¿ cómo adquirieron la destreza de su oficio ? casi todos mencionan, que en alguna etapa de su vida acompañaron a su padre y/o algún familiar mayor que ellos. No obstante, existe el caso de un pescador xcalaqueño en el que su nativismo es por afinidad y, no por nacimiento. Es decir, arribó a Xcalak en la adolescencia y ya tiene radicando en el pueblo casi treinta años.

Nos referimos al pescador el Afro, de origen salvadoreño, casado con una xcalaqueña nativa con la cual procreó cuatro hijos, el mayor de ellos es conocido como Willy, y si mencionamos sus sobrenombres es por el respeto que tienen ganado ellos ante su comunidad. Además, los tomé como ejemplo para describir la trasmisión de conocimientos laborales entre padre e hijo. Debido a que se podría redactar que todos los pescadores xcalaqueños les enseñan a sus hijos y que siempre trabajan en armonía, pero esa no es la situación, debido a que cada caso es individual. Por lo cual, se tomó el caso de Afro y Willy como un ejemplo ilustrativo únicamente.

A priori de describir, se especifica, que no es una historia de vida, más bien, es el nítido ejemplo de cómo el género construye paulatinamente a un ser humano, ya sea por la comunidad, la madre, los amigos, el tío y, demás, pero en éste caso, es por el padre. Willy en el tiempo que estuve en Xcalak, era un adolescente de dieciséis años aproximadamente, de religión católica y cursaba el segundo año en la tele-secundaria del pueblo. No siente afinidad por el tabaco, menos por la cerveza y enervantes. Tuve el gusto de conocerlo en los primeros días que arribé a Xcalak en mi primera casa donde pernocte, dicha casa se encuentra del lado sur a un costado de las hélices y se sostiene de " milagro. " Fueron los primeros días de contactar con autoridades y darme de topes con " Vidal " el delegado del pueblo que más que ayudar, contribuía para bajar los ánimos y abandonar el pueblo. La casa que conseguí, fue gracias a la ayuda * divina que llegó a través de un pescador conocido como el " Perche. " No obstante, la primera persona que se acercó para conocerme y ayudarme, fue " Willy " coadyuvando para los arreglos de la casa. Con orgullo me habló de su pueblo. " Aquí somos pescadores de los buenos, puro * cabrón que sabe bucear y no vas a ver redes de ningún tipo, aquí o es arpón o * gancho, no hay otra. "

El joven pescador también habló de su familia y la manera en que su padre se preocupa por el bienestar de ellos, mencionó que vive en la entrada de Xcalak y que su papá pertenece a la cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo. Siendo honestos, desde la infancia anduve con mis cordeles y anzuelos en la bahía de Chetumal, la sabana al norte de la ciudad y a veces pescaba en el río hondo, asimismo, había esnorqueleado en algunos puntos turísticos de Quintana Roo, pero nunca jamás algún pescador me había enseñado con vehemencia el oficio de bucear mariscos. De igual manera, jamás me había alejado varias decenas de metros de suelo continental hacia el mar abierto con sólo las aletas, esnorquel y visor, y, de manera literal, el mar es * imponente. Te doblegas, admiras, pasmas, aturdes, amedrentas, intimidas, embelesas, asombras, hipnotizas, maravillas, seduces, embriagas, abstraes, sometes, transportas, subyugas, fascinas, hechizas. Los adjetivos y sinónimos para describirlo faltan. No obstante, " Willy " iba trasmitiendo la confianza para alejar el miedo, las veces que me adiestró en la forma correcta de bucear mariscos fueron cerca de tres o cuatro. Desde preguntarme si sabía nadar, hasta indicarme exactamente debía andar en el arrecife.

Expresaba que para entrar al mar sin lancha, se tiene que * " echar de reojo " un vistazo para percatarse de que no exista algún * erizo entre de mar en el * pastizal o restos de cualquier crustáceo que pueda causarnos alguna herida cuando estemos caminando hacia la parte profunda. Comentaba: A veces antes de entrar al agua se ponen las aletas desde la orilla o cuando el agua nos llega a las rodillas, pero siempre se camina hacia atrás. De igual manera, sugería que cuando el agua nos llega a la cintura, nos ponernos el visor y el esnorquel. Por supuesto, no sin antes limpiar el vidrio del visor con saliva ó * hierba del pastizal existe un líquido industrial para limpiar el vidrio de los visores, pero eso no existe en el universo mental de los pescadoresmarino.

Avanzamos cerca de 40 o 50 metros hacia el mar hasta llegar a un conjunto de piedras, él mencionaba que por esa ocasión únicamente observaríamos peces y los iba señalando: Este es escochin, ese pargo rojo, aquel rubia, este otro es el pez loro, aquel se le conoce como la cagona y demás. Le mencioné a Willy si no existía el peligro de algún tiburón o raya pinta, él contesto: Ni los invoques, porque nos lleva la * berga a los dos. Provocando en él una sonora carcajada, para después ya hablar con más calma y mencionar que dentro del arrecife es rarísimo que se encuentre algún tiburón y todo es cuestión de suerte.

En resumen, el adiestramiento recibido por el joven pescador fue una sin arpón y otra dos con dicha herramienta letal e imprescindible del pescador xcalaqueño. Todas se suscitaron dentro del arrecife, reconociendo ante él mi miedo de salir hacia mar adentro. Él contestaba: Aquí no hay ni madres, puro * bicho pequeño, suerte y te encuentres un pargo de varios kilos, además aquí no hay langosta. No obstante, las clases de Willy no las enfoqué para obtener ganancias económicas a través del * producto marino, sino más bien para entrevistarlo de manera informal, el mencionaba que el Mono, Cone, Chulo, Nek y Pach. Eran los que buceaban más profundo, que su papá todavía baja mucho, pero ya no como antes. -El padre de Willy cuenta con un poco más de 40 años- Menciona que cuando acuden a * Banco Chinchorro, él solo bucea la cuota de caracol que le corresponde a su padre como socio de la cooperativa Andrés Quintana Roo, y que su papá casi siempre * boterea.

Es decir, que Willy realiza prácticamente todo el trabajo de recolectar entre 70 y 100 kilogramos de caracol, que en promedio, son cerca de 350 a 400 conchas de caracol. Por supuesto, corroboré la información que " Willy " me proporcionaba y, de los pescadores a quienes les preguntaba, decían: Ese Afro es un * cabrón, todo lo hace el chamaco y él nada más se la pasa sentado en la lancha. Cuestionaba a Willy de por qué él no tomaba ni una sola cerveza. Especificando que más de una vez jóvenes mayores y menores que él le invitaban y, él, simplemente no aceptaba, incluso con los enervantes. Cuando cuestionaba a los otros jóvenes de por qué Willy no tomaba, contestaban en son de broma y burla: él es * puto no toma, además le pegan en su casa si se porta mal. "

Mi insistencia en el joven Willy era para saber porque no reproducía el patrón de conducta repetitivo en la gran mayoría de la adolescencia xcalaqueña y, de manera implícita describía su formación de masculinidad positiva de su padre hacia él: no me pega mi * jefe y menos mi mamá, mi papá a veces se emborracha, pero es * bronca de él, casi siempre me dice que no me quiere ver nunca * pedo, * puta aquí en Xcalak todos se * maman, mi mamá y papá me enseñaron que no y ya estuvo. Por supuesto, para escudriñar el comportamiento de Willy y los valores juveniles de su masculinidad positiva, necesariamente tenía que conocer a su Padre, es decir al pescador conocido como el Afro.

4.5.1. Una plática con el pescador Afro el padre de Willy

Antes que nada, con honestidad, debo reconocer que cuando conocí al Afro al principio, más que una platica, fue un cuestionamiento de él hacia mi persona y, una entrevista informal de mi parte hacia él. Hasta que la cerveza suavizó la platica. Debido a que Willy no sólo me ayudó en ocasiones para acondicionar la primera casa que me rentaron en Xcalak, en la cual sólo duré cuatro días, debido a que conseguí una mejor y Willy también coadyuvó con otros dos jóvenes y un pescador adulto para trasladar mis cosas a la segunda casa. Además, con frecuencia me visitaba sobre algunas tareas que le dejaban en la escuela o para platicar simplemente, por supuesto, se retiraba cuando llegaban los pescadores adultos a visitarme.

Asimismo, cuando me encontraba en el archipiélago de * Banco Chinchorro en el barco nodriza. Afro y su hijo Willy se acercaron para cargar gasolina y fue desagradable el comentario que hicieron algunos pescadores hacia Willy: aquí esta tu marido no lo vas a saludar. Se referían a mi persona, por lo cual una vez que regresamos de * Banco Chinchorro hacia Xcalak, de inmediato busqué la forma " casual " para contactar con el pescador Afro e invitarlo a mi casa que rentaba en Xcalak, él, con una cara de disgusto y no muy de acuerdo aceptó la invitación a comer ceviche, su comentario una vez llegando a la casa que rentaba fue: * puta ésta casa está mejor de la que tenías, además tienes buena vista y esta a toda * madre aquí. Había preparado ceviche de caracol con un poco de langosta y refresco gasificado, la reacción de él fue de inmediato: vamos a comer ceviche y tomar refresco, ni que fuéramos chamacos, no * mames, yo invitó las * chelas.

De manera inmediata como impulsado por una catapulta bajó de la casa y regresó con dos litros de cerveza. Le platiqué de manera somera quién era y por qué de mi estancia en su pueblo, mostrando la documentación que proporciona la universidad y las firmas de recibido por parte de las autoridades civiles, militares y religiosas de Xcalak. Quería saber que escribía, le comenté que el diario de campo era una herramienta de trabajo y únicamente lo leía mi maestra de la universidad, no le agradó mucho la idea, comió a gusto y una vez que se acabó la cerveza de inmediato decidió él ir por más, le comenté que no podía, que la antropología, que el reglamento universitario, que la academia, que mis maestros, que mi escuela. Su respuesta fue con una actitud tajante y hasta cierto punto de alarde de su identidad masculina con respecto a mi formación académica. Aquí estas sólo quién te ve, además esto es Xcalak cual es el * pedo o te vas a molestar.

La cuestión era hallar el punto medio con el Afro y dejar que él ingiera la mayoría de la cerveza y, demostrarle, de que no existía problema alguno con la amistad que me ofrecía su hijo. Asimismo, quizás lo que no fue honesto en mi persona, fue entrevistar de manera informal al Afro cuando él se –lean correctamente, él ingirió la mayoría de la cerveza, el investigador menos de un magro litro- encontraba " degustando " un poco más de cinco litros de cerveza. Sus respuestas fueron las siguientes:

  • Mira yo sé lo que es chambear como pescador y que te exploten pagándote una miseria, a mi nadie me enseñó, yo aprendí a la fuerza.
  • Cuando llegué a Xcalak, me gritaban de todo e incluso algunos * culeros me amenazaban con acusarme a la * migra
  • A mi nadie me puede platicar de Xcalak, yo llegué casi a la edad de Willy, pero sólo sin nada y siendo salvadoreño y si me * apendejaba la vida me ganaba, aquí te vuelves de todo si quieres, * chingón, pendejo, borracho, * drogo. De lo que uno quiera, el mar te da de todo. Depende de uno mismo.
  • Yo no quiero que mi hijo sufra como yo, pero si que sepa ganarse la vida y aquí es en el mar, no hay otra.
  • Dicen que exploto a mi hijo, la * berga que aprenda a ganarse la vida. Le doy su * lana y de lo que se gana es para la casa, ni modos que me lo quede yo, además de allí comemos todos.
  • Yo no quiero que mi hijo ande * chambeando con otros cabrones y que le paguen su parte nada más, mejor que tenga su lancha y casa propia.
  • Si hago que mi hijo trabaje duro, es para que entienda lo que cuesta ganarse el dinero y si de grande quiere embriagarse o llegarle al * churro o perico, pues es su problema si quiere desperdiciar su lana, pero mientras viva en mi casa no va hacer nada de eso.

En la actualidad, el pescador Afrose encuentra en proceso de nacionalizarse mexicano, prácticamente ya lo es, tiene casi… 30 años radicando en Xcalak, cuenta con casa propia, de igual manera con lancha y motor fuera de borda, pertenece a la cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo. Asimismo, en esa ocasión que tuve la oportunidad fortuita de " entrevistarlo, " no resistí la tentación académica de cuestionarlo de manera directa sobre lo que él ¿ entendía por ser Hombre ? Reconociendo que en un principio se tergiversó la interrogante y él ironizó sobre las preferencias homosexuales. Por supuesto, sin ir conduciendo las respuestas dejé que él definiera la masculinidad xcalaqueña, aunque no de manera directa, sino más bien de forma tacita debido a sus respuestas por sus vivencias personales de llegar adolescente a Xcalak. Para él, la masculinidad xcalaqueña la cataloga en dos partes: I. Ser hombre y II. Ser poco hombre. Lo que vendría siendo: El aspecto positivo de la masculinidad sería Ser hombre y, el aspecto negativo, el ser poco hombre.

 

4.5.2. La perspectiva implícita de un pescador sobre la Masculinidad positiva y negativa

Masculinidad Positiva

El ser Hombre según el Afro

  • Se tiene que ser un pescador autónomo, es decir contar con lancha de fibra de vidrio y motor fuera de borda, para no emplearse como ayudante con otro pescador.
  • Tener terreno y casa propia con todo lo que requiera la esposa.
  • Pasarle puntualmente el gasto de la casa a la esposa para no andar prestando.
  • Aparte de la lancha y motor, tener completos los aparejos de pesca, como arpón, aletas, visor, * piqueta, cuchillo, * grampin, sogas, neveras, varias varillas para el arpón, gancho para la langosta, * achicador, brújula, cordeles para curricán. Es decir, en absoluto todo lo necesario para no pedirle prestado a otro pescador.
  • En caso de pedir prestado, pagar puntualmente a la cooperativa pesquera o a la persona quien le haya otorgado el préstamo.
  • Si uno siente preferencia por la cerveza, pensar primero en la familia. Es decir, no estar supeditado al alcohol y priorizar las necesidades de la esposa y su prole
  • Para él, la religión es imprescindible en el ser humano, y por ende, todos los domingos por las tardes acude a la iglesia católica, aunque la " misa " no necesariamente la oficie alguna autoridad eclesiástica, sino más bien un pescador de excelente reputación ante su comunidad conocido como el " Dandy. "
  • Afro entiende como trabajador, el que un pescador en función de su labor pueda solventar todo los requisitos anteriores que se mencionaron para ser hombre.

Nótese que el pescador Afro no cataloga el estilo de vida de embriagarse en los pescadores como un aspecto negativo de la masculinidad xcalaqueña. Por supuesto, con la premisa de que solo sí y solamente sí cumple con los gastos que requiera la familia. En cuanto al estilo de vida que va adquiriendo su vástago Willy sobre no sentir afinidad por la cerveza y, menos por los enervantes, más bien es un acto de autoridad paternal del padre hacia su hijo, debido a que éste último aún vive bajo protección familiar. Es decir, es hijo de familia y no un adulto con casa propia y sus respectivas responsabilidades.

Lo cuestioné sobre qué pasaría si Willy en un futuro no muy lejano se casé y sienta afinidad por la cerveza ya siendo un pescador adulto con esposa, hijos y casa propia, prácticamente con las mismas condiciones con que él cuenta. Afro responde: No creo que mi Willy sea un pendejo, tal vez se aviente sus * chelas, pero no se olvidaría de su familia. De mi no aprendió eso y si le prohíbo tomar es por su bien, además está chamaco. Lo que percibí sobre la ideología del Afro y sus casi… 30 años de vivencias en Xcalak, es la actitud que asumen algunos occidentales sobre la espiritualidad del lejano oriente. Es decir, la ideología del " yin y el yan " de encontrar el punto medio a las cosas a pesar de estar en la oscuridad y en función de su hijo, es casi… un dogma lo que él postula hacia Willy. Lo interpreto de la siguiente forma: La mayoría de los pescadores se embriagan y más de la mitad consume enervantes, pero Willy no tiene por qué hacerlo, es malo y esta entendido, punto final.

Masculinidad Negativa

Ser poco Hombre según el Afro

  • No tener lancha con motor fuera de borda
  • A pesar de tener varios años de casado, según el Afro se devalúa el pescador cuando no cuenta con casa propia y si tiene ésta propiedad pero no con los requerimientos del hogar. Es decir, estufa, sala, recamara y demás se devalúa de todos modos.
  • Existen pescadores que en ocasiones tienen que pedir prestado cualquiera de éstos aparejos como visor, aletas, esnorquel, * piqueta, * gancho, varilla y arpón. Por lo cual, existen algunos pescadores que no cuentan con su equipo completo.
  • Priorizar la mayoría de sus ingresos económicos hacia la cerveza y enervantes, dejando en un segundo plano a la familia.
  • Tener deudas excesivas con la cooperativa pesquera por los prestamos hechos a tal grado que cuando se acude a * Banco Chinchorro, prácticamente no les pagan nada. Es decir, en Chinchorro, ya sea por la temporada de caracol o langosta, en promedio ganan de $2,000,00 a $4,000.00 pero en ocasiones existen pescadores que únicamente cobran menos de $500.00 pesos.
  • Embriagarse a tal grado de golpear a su esposa e hijos
  • Embriagarse y quedarse tirado en cualquier parte de Xcalak. esto no es frecuente, pero en ocasione sucede con ciertos pescadores

4.6. Contexto laboral y la masculinidad luminosa de los pescadores

Para quiénes tengan en sus manos esta investigación, se podrá haber percatado que todo se circunscribe alrededor del género y, por supuesto, el contexto laboral como institución formal no es la excepción. En ese sentido, lo escrito en este apartado número 4.6. está lejos de conflictos administrativos de la cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo o sobre procesos de comercialización del producto con los intermediarios. Por lo cual, se ofrece hasta cierto punto una disculpa al lector que escudriñe sobre estos tópicos, debido a que nuestro tema es de manera exclusiva género. Debido a esto, se trata de describir uno de los pocos oficios del ser humano donde se encuentra en un contacto frontal con la naturaleza.

Es decir, el producto de la labor de los pescadores no es concebido por sus manos en términos de contribuir para engendrar algún insumo que se necesite para la subsistencia los seres humanos. Como es el caso de los campesinos y los ganaderos. No, los pescadores sencillamente toman lo que la dadiva de la naturaleza otorga y, que de manera magistral Luis María Gatti describe: Los pescadores no producen a un ritmo de fábrica, no producen partes, no producen piezas, no cultivan, no domestican plantas ni esperan ritmos de cosecha: Los pescadores matan. En este componente de matar, está la relación tan directa con la naturaleza. (Gatti, 1986, p.63) Por lo cual, en este apartado 4.6. cuando se hace referencia a la parte luminosa de los pescadores xcalaqueños, es por la descripción de su oficio como componente base e insustituible de su identidad masculina. Por supuesto, es también parte inherente y fundamental de su masculinidad positiva. No obstante, se reserva el 4.9. para ser más explícitos sobre dicha masculinidad positiva de los pescadores xcalaqueños.

A priori de redactar sobre el oficio de ser pescador en el pueblo pesquero de Xcalak, se inunda mi mente de recuerdos sobre la época de ser estudiante universitario en la búsqueda de un tópico académico que me sirviera para realizar el proyecto y, a su vez, avale la estancia en el tercer trabajo de campo. Lo primero que viene a la mente, es el comentario de una joven estudiante de la licenciatura de psicología que un buen día decidió acudir a un congreso de antropología en la ciudad de México para decir la siguiente frase: " Creo que uno estudia lo que le duele, " y, a partir de ese instante, de manera metafórica me despabilaron las mujeres que me han educado, para que, al unísono irrumpieran: ¡ lo tuyo es el género, ! pero como realizar en el campo la observación participante con las mujeres siendo del género contrario.

En definitivo, lo mío era la Masculinidad, pero ¿ qué oficio analizo ? ¿ políticos, ? ¿ mecánicos automotrices ? ¿ carpinteros ? ¿ travestís, -noooo- Hasta que recordé mi adicción en la infancia, ¡ pescar ! Empero, de inicio, se debía especificar de igual manera ¿ Qué es pescador ? para saber con que sujetos de estudios se iba a tratar y, uno los fundamentos del proyecto para ir al campo fue el siguiente: La intención de éste trabajo no es definir de forma literal que es un pescador y cuáles son sus posibles clasificaciones. No obstante y para efectos de la investigación, de manera general, se entiende que pescador es aquel ser humano que con base en los conocimientos empíricos que adquirió en el grupo social al que pertenece y que produce en él una relación laboral con el mar, hace de la pesca la base funcional de su sustento.

Sí, pero existe una peculiaridad etnográfica muy propia del pueblo de Xcalak sobre la ardua labor de sus hombres, que ellos, los pescadores xcalaqueños. En principio, no utilizan redes como aparejo básico en su oficio, por ende. No extienden paños de nylon de ninguna medida en el mar, no construyen trampas, no utilizan tarrayas, cañas, ni se preocupan por hacer palangres o construyen algún aparejo en forma de trampa para obtener un producto del mar. Nada en absoluto en cuanto a instrumentos de pesca que sirva de intermediario entre el hombre y la fauna marina para que un tiempo después se obtenga el preciado producto del mar. Ellos, los pescadores xcalaqueños, simple y llanamente lo obtienen de inmediato, porque sus aparejos básicos son:

  • Arpón
  • Aletas
  • Visor
  • Esnorquel
  • Cordel o alambre para la sarta
  • * Piqueta para el caracol
  • * Gancho para la langosta
  • A veces un cuchillo y una bolla para señalar donde se localizan en ese momento.

-muy pocos, de diez, quizás dos-

Como se ha podido observar en éste apartado de la lectura, los pescadores del sur de Quintana Roo, están muy lejos de realizar de manera literal el verbo " pescar, " que en el lenguaje de castilla, nos dice lo siguiente: Coger peces con redes, cañas, artes de pesca, etc. En ese sentido estricto del idioma español, no se les debería llamar propiamente pescadores, sino más bien, se debe especificar que, debido a su peculiaridad etnográfica en cuanto a su cultura nativa estriba en que no " pescan " precisamente, por el contrario ¡ arponean ! Existiendo una relación más inherente con el mar, estrecha, cercana.

La interacción es directa y frontal, es el ser humano en el empirismo puro versus la naturaleza salvaje, ambivalente de la urbe, alejados de la civilización. La batalla campal por la supervivencia entre homosapiens y fauna marina es cuestión de vida ó muerte. Por supuesto, la balanza se inclina demasiado hacia el ser humano. Pero son de esos oficios donde un citadino acostumbrado al escape de los automóviles y a los días de quincena, jamás va entender el mundo submarino que te ilustra un visor.

4.6.1 El oficio de arponear y/o enganchar langosta en Xcalak

De inicio, se establece que nos ubicaremos en la edad productiva de los pescadores Xcalaqueños de entre 15-17 años, hacia los 40 y tantos. Asimismo, para una mejor descripción etnográfica sobre el oficio de los pescadores, se le dividió en tres partes para ser más explícitos. La primera, es la de arponear ò enganchar langosta y, la segunda, es la de bucear caracol, por último, la tercera conjuga a las dos primeras y se hilvana a la de arponear pescado. Es decir, I. arponear ò enganchar langosta, II. bucear caracol y, la III. arponear pescado y las dos primeras, con la peculiaridad etnográfica de, que ésta tercera, no necesariamente va de acorde a las temporadas de captura establecidas por la Sagarpa. Es decir, en el sur de Quintana Roo, la Sagarpa otorga de 3 a 4 temporadas de captura de caracol y langosta al año para las cooperativas pesqueras. Por lo cual, cuando se acuden por casi diez días al campamento pesquero de Banco Chinchorro, y es específicamente para la cuota de caracol. Los pescadores prácticamente no utilizan arpón, debido a que éste les estorbaría en su labor, salvo que encuentren algún pez de varios kilogramos y represente una ganancia extra para ellos, es entonces que utilizan dicho aparejo de pesca. Lo mismo sucede con la cuota de langosta, donde ellos van predestinados hacia la obtención del crustáceo, pero igual si se atraviesa en el trayecto de andar buceando algún pez de varios kilogramos, pues también lo arponean, pero el fin último es la obtención del caracol ó langosta, depende de cual sea el caso. Lo mismo sucede en las en cuando están en Xcalak y andan arponeando langosta. Es ese sentido, que dividí y clasifiqué el oficio de bucear mariscos en tres etapas.

Se sabe de la extraordinaria plasticidad del ser humano a los diferentes habitas del planeta, como los esquimales en el polo norte y su conocimiento sobre las diferentes tonalidades de un solo color, el blanco. De igual forma los árabes y sus camellos y lo verdaderamente escaso del vital líquido en el desierto. Pero el ver, y observar detenidamente en la realidad pura a los pescadores xcalaqueños realizando su ardua labor, sencillamente es fascinante. Las aletas vendrían siendo una extensión de sus piernas y el tubo para respirar, el esnorquel, es el aparejo de pesca insustituible en ellos para adquirir las características de " anfibio. " Acostumbrados a bucear en profundidades de entre dos metros y medio a más de diez, quizás un poco más ò menos, únicamente es un calculo aproximado. Lo relevante en ellos, es que hasta cierto punto se logran mimetizar en el hábitat marino y, sin parecer demasiado metafórico, se logran confundir como una especie más del arrecife coralino del mar caribe.

No es una norma lo que a continuación redacto, pero si es una realidad laboral en ellos, por supuesto, ulterior al haberlos observado detenidamente. Es decir, indiscutiblemente existe cierta afinidad y/o gusto indescriptible por el mar y la obtención de la langosta caribeña es una prueba irrefutable de lo que escribo. Debido que para la obtención del preciado crustáceo en Xcalak, se utilizan dos formas: Una de ellas es a través del * gancho, que es una varilla de madera, metal o plástico. En un aproximado, su grosor es un poco más que el de un lápiz estándar, en cuanto a su longitud, es de un poco más de un metro de largo y en una de las puntas, se le amarra un anzuelo como de tres pulgadas que le da la " forma de gancho. " De los que se utilizan para el palangre. En promedio, se deben capturar langostas que midan cuarenta centímetros de longitud en el puro cuerpo, es decir, sin las antenas.

El crustáceo para ocultarse de sus depredadores naturales, habita entre las cavidades que se forman en los arrecifes o en la superficie del suelo marino donde haya grietas de piedra. De acuerdo a lo alargado de su cuerpo, se les engancha de enfrente, es decir, la langosta en lo que respecta a su cuerpo, se divide en tres partes. La primera sería las antenas ubicadas en sus cabezas, en segunda parte esta el caparazón, donde se halla su cabeza y patas que le dan movilidad y, al final, la preciada cola del crustáceo, donde se localiza toda la carne que se comercializa. De acuerdo a su forma, es una " especie " de grillo terrestre, donde casi siempre se utiliza la cola del animal únicamente.

Una vez sumergidos los pescadores en el mar, nadan en apariencia al " azar " coordinando los años de empirismo laboral con sus mapas mentales que por años han recorrido sus zonas de trabajo. Es decir, ellos bucean donde saben que puedan encontrar el producto deseado, porque ya tienen conocimiento a priori cuando se sumergen en el agua sobre donde existe mayor posibilidad de hallar crustáceos, al encontrarlas, con una sola mano sostienen la varilla por un extremo y, en el otro punto, donde esta el * gancho, lo introducen en la cavidad o grieta, tratando con sutileza de deslizar la vara por debajo del animal sin que éste se espante y, que la punta del anzuelo la logren insertar debajo de su caparazón, exactamente donde empiezan sus patas y la cola de la langosta. Por supuesto, esa sensibilidad sólo lo otorga los años de experiencia a través del tiempo.

En cuanto a ésta descripción de la captura de langosta, enfatice dos adjetivos: "sutileza y sensibilidad," pero ello no indica que los pescadores buceen como acróbatas de ballet olímpico, por supuesto que no es esa la situación. Más bien, es un lenguaje metafórico para ilustrar la manera por de más diestra y magistral de cómo ellos nadan en la superficie, posterior se sumergen en la búsqueda de la langosta. Todo ello, en cuestión de dos a tres minutos aproximadamente y, el instante efímero de capturar la langosta, oscila en menos de un minuto, con la presión del agua, su oleaje, las corrientes subterráneas que puedan encontrarse. Sin mencionar, la previa revisión automática de cierto peligro de fauna marina que pueda hallarse cerca del crustáceo, como podría ser la * morena con una mandíbula equipada con dientes lo bastante fuertes para causar heridas graves al pescador. Asimismo, cualquier fauna marina que le pueda causar daños al pescador como medusas pequeñas conocidas como * pica pica.

En cuanto a los arrecifes, casi todos por componerse de piedras frecuentemente son punzo cortantes, eso sin mencionar a los * erizos de mar. Desde luego, el tiburón arrecifal y/o cualquier tipo de depredador que albergue el enigma de la fauna marina del mar caribe o, que quizás en ese preciso momento se localice cerca del área donde se encuentre el pescador. En síntesis, nadan en la superficie y se sumergen percatándose de cualquier imprevisto, tomando con una mano el gancho y con la otra en ocasiones como punto de apoyo en el arrecife. Lo admirable de ésta forma laboral de capturar langosta, es que ellos se encuentran desprovistos de cualquier arma para su defensa personal, más allá de su ingenio y habilidad que les otorga su conocimiento empírico. Además, únicamente enfocan su objetivo sobre la langosta, salvo algún caracol de buen tamaño que se hallen y crean necesario llevarse para la comida.

Enfatizando que se esta analizando el oficio de bucear en el rubro de la captura de la langosta, es decir, únicamente cuando se levanta la veda y se dedica exclusivamente a la obtención del crustáceo. Asimismo, se debe enfatizar que los pescadores xcalaqueños no necesariamente trabajan con un aparejo u otro, como podrían ser el gancho ó arpón, sino más bien los que tienen preferencia por el gancho en ocasiones se auspician del arpón cuando es necesario. Debido a que en ocasiones la cavidad o grieta no es apta para introducir el gancho y perciben que únicamente con el arpón pueden capturar al crustáceo. Lo mismo ocurre con los que siente preferencia por el arpón, pero se cercioran que la varilla se les puede extraviar, pues es entonces cuando utilizan el gancho.

4.6.2. El arpón en su identidad masculina.

En continuación sobre la obtención de la langosta y sus dos formas laborales entre los pescadores xcalaqueños, nos ubicamos sobre los que sienten preferencia y afinidad por el arpón. -que son casi todos- Debido, a que pasan de lo sencillamente ordinario de un ser humano, a lo letal y majestuoso de un depredador en la cúspide de la cadena alimenticia, esto es, por los efectos laborales que provoca en ellos su herramienta y arma de trabajo. Parafraseando a Luis María Gatti " matan literalmente " y, sin parecer presuntuosos en términos intelectuales, infiero que es de los pocos oficios donde la Masculinidad se engrosa nítidamente, de acuerdo a la identidad que se adscriben por su cultura nativa de bucear mariscos y, que significa en ellos su principal herramienta de trabajo, es decir: su arpón.

Guardando la respectiva distancia, entre lo espiritual y laboral, pero es solamente comparable con los samuráis en el lejano oriente, debido a lo que representa para dichos japoneses su preciado sable. Equiparando otro caso, lo mismo sucede para un espadachín europeo de la edad media y su valiosa espada puntiaguda. Por citar un ejemplo de referencia laboral, en el otro extremo sur de Quintana Roo, el de la selva, es decir, el suroeste -Xcalak está en el sureste donde se ubica la zona cañera del Ingenio de San Rafael de Pucté y sus alrededores, existen diversos tipos de empleados, uno de ellos que pertenece a la escala social más baja, es el de los cortadores de caña, que habitualmente viven en una especie de vivienda llamadas galeras. En ellos, los cortadores de caña, cuando van a sus labores, es normal observarlos con un machete de más de un metro. Asimismo, cuando regresan y van hacia sus casas, en el lugar que estén, pero se entiende que el machete es una herramienta básica e imprescindible en sus labores y, sin inmiscuirnos demasiado con los cortadores de caña, únicamente como un comparativo de cultura local nativa con los pescadores de Xcalak, empero, con la particularidad de, que el arpón si bien es cierto que es su herramienta de trabajo, se tiene que especificar que en ellos, los pescadores xcalaqueños, sí es estricto y exclusivo el uso de dicha herramienta para el género masculino.

No existiendo la mínima posibilidad de que algún miembro de la familia justifique cierta utilidad de uso en el arpón, quizás… es como la pistola para un guardaespaldas. Es decir, terminando una jornada laboral se guarda y hasta el día siguiente que se le da un nuevo uso para el trabajo. Regresando a los cortadores de caña y en lo que respecta al machete como su herramienta de trabajo, se infiere que cuando se finaliza una jornada laboral, se levanta dicha herramienta, pero la esposa, hermana, hijas o cualquier miembro de la familia puede justificar el uso que le den a esa herramienta, ya sea para cortar leña, para chapear, para cortar algún alimento como carne o vegetales de mayor tamaño. En fin, la diversidad de usos que se le puede otorgar a esa herramienta de trabajo es justificable. Además su cultura local nativa no cuestiona el uso que le dé o el simple hecho de encontrarle alguna función " extra " a la que le otorga el esposo. No obstante, sucede lo contrario con el arpón, donde única y exclusivamente es utilizable en las manos del pescador. Además, de que por supuesto se necesita cierta destreza que el empirismo otorga para su uso personal y, que este, como bien lo define el término empirismo solo se adquiere la destreza a través del tiempo. Por supuesto, tiempo que nada más le corresponde al género masculino en función del oficio de bucear mariscos.

4.7. La cuota de caracol en * Banco Chinchorro

Los pescadores xcalaqueños como socios de la cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo, en lo que se refiere a la obtención del caracol, la * Sagarpa les otorga de tres a cuatro cuotas de caracol al año, lo mismo sucede con el crustáceo conocido como langosta. Por supuesto, la forma de obtención de ambos productos marinos es totalmente diferente y, en este caso, se describe la captura del caracol. Todo empieza cuando los directivos de la cooperativa pesquera indican previa junta a los pescadores, los días indicados en que se abre la veda del caracol, semanas antes, dichos directivos ya han realizado los respectivos viajes a la ciudad de Chetumal para finiquitar las compras de hielo y combustible del barco nodriza y para las lanchas de los pescadores. Una vez que el barco se encuentra en el muelle de Xcalak. Los pescadores que tienen lancha se disponen a cargar el combustible necesario para surcar con sus lanchas durante dos horas el mar caribe rumbo al este hacia * Banco Chinchorro, especificando, que los pescadores casi siempre, zarpan de dos a tres días antes de que empiece la cuota de caracol. Es decir, si la cuota empieza el día catorce, los pescadores partirían desde el día diez y, la razón fundamental, obedece necesariamente a la prioridad del producto. Para ser explícitos, se describe a continuación la etnografía de ocho días de estancia en * Banco Chinchorro.

Existen épocas de nuestra vida que no son ordinarios, por el contrario, son memorables por los gratos recuerdos de vivencias adquiridas. De esos momentos, esta el día que arribe a Xcalak y el día que tuve que irme. Asimismo, los ocho días de estancia en * Banco Chinchorro. Empero, el viaje al campamento pesquero no se hubiera materializado sino fuera gracias al informante Román, quien era de los más indicados para poder ir a dicho campamento pesquero, por supuesto, contacté con los directivos de la cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo y con las autoridades portuarias de Xcalak. Los directivos de la cooperativa pesquera, especialmente el que en ese entonces era el Presidente conocido como el " Pato " de manera cordial me invitó ir a * Banco Chinchorro en el barco nodriza. No obstante, decliné por el ofrecimiento del pescador Román por dos razones simples. La primera, para afinar más la confianza con él y, de igual forma, por prestar atención a los comentarios del pescador Uriel sobre el barco nodriza de la cooperativa pesquera: Chamaco, vas a llegar * cagado a Banco Chinchorro de tanto mareo, además el Sordo esta loco no sabe manejar, ahh eso si es que logran llegar. Al unísono los pescadores que escuchaban la plática estallaron en risas, por supuesto, un día antes de partir, acudí al muelle para que de manera casual pudiera verificar someramente las condiciones del barco y, definitivamente, el sobrenombre de la " Piedra " es el ideal para describir al barco nodriza.

Debido a que más que un " barco " es una especie de armazón de fierro colado y cemento, donde la lógica de la ingeniería naval se quebranta. –En la actualidad, ya no lo utilizan- Por lo cual, opté por el ofrecimiento del pescador Román. El viaje, y los comentarios hacia mi persona, comenzaron desde el instante en que abordé la lancha del pescador Don Chemy quien es el papá de Román. Una vez en la lancha, soporte los comentarios intimidatorios del pescador conocido como la Guina cuando hacia referencia hacia mi persona por los aditamentos que portaba por cuestiones de supervivencia. Es decir, aparte de mi equipaje en una maleta compactada, portaba sobre mi cuerpo un chaleco salvavidas, una lámpara de mano a prueba de agua, una navaja que cabía en el puño de la mano, un litro de agua y pan. Todo esto, no sin antes consultarlo con un * Dive Master, él cual me comentó que eran los requerimientos mínimos y básicos para naufragar por unos días. Todo esto provocó en la Guina una sonora carcajada que ensordeció a los presentes en la lancha, por supuesto, vertió su respectivo comentario Con todo eso te va a llevar la * verga y te van a comer los tiburones provocando de igual manera la risa con el resto de la tripulación que iba en la lancha.

En un principio, sentí que casi me intimidaban sus comentarios e inclusive, por algunos minutos llegué a pensar que quizás estaba algo errado en mi manera personal de afrontar el viaje. Es decir, mi maleta de equipaje era incluso menor que la de ellos, con la particularidad de que llevaba prácticamente de todo: Cobija, hamaca, pabellón, chamarra, impermeable, calcetines, repelente para moscos, bloqueador solar, algunos medicamentos, un pantalón, dos shorts, dos playeras y ropa interior para cinco días. Empero este no era el caso, es decir respecto a mi maleta realicé hasta lo imposible para no incrementar de manera desmedida el peso de la lancha, incluso le comenté al pescador Román si mi maleta era demasiado para el viaje, su respuesta fue que no. Empero la molestia de la Guina y de algunos pescadores, fue por las medidas de precaución que tomé para la travesía por el mar caribe.

En lo que se refiere al viaje en la lancha de fibra de vidrio, dura aproximadamente dos horas y, para los que no tienen experiencia en viajar en lancha sobre el mar caribe. Definitivamente, es recomendable no ingerir alimentos cinco horas antes. Una vez atravesando el Mar Caribe, el pescador que va conduciendo la lancha, trata de ir a tras de las olas y, cuando éstas se deshacen, las atraviesan. En lo personal, iba pensando en los comentarios que recibiría de los demás Pescadores una vez que esté en el barco y, como si Nostradamus lo hubiera predecido, la Guina se encargó de informarle a los demás sobre mis aditamentos de supervivencia, por supuesto, las risas de nuevo hacia mi persona. Empero, la sorpresa que me llevé, fue minutos después cuando ya me encontraba en el barco nodriza, porque si bien es cierto que causé cierta polémica con mi presencia. De manera especifica, por mi singular manera de llegar al barco, con chaleco salvavidas y los demás aditamentos que el * Dive Master me había indicado.

Es decir, ulterior de las risas de los presentes en el barco, surgió una especie de debate improvisado, donde la mayoría comentaba que de esa manera se debe viajar en lancha hacia * Banco Chinchorro. Un pescador llamado Víctor comentó: Que así debieran venir todos, a veces yo traigo mis salvavidas, por mi hijo, pero quien sabe donde quedaron, pero la verdad todos deberíamos hacer lo mismo, pero nadie lo hace. Otro pescador, conocido como Pelacas narró una breve historia que a todos les causo risa: Y el día que por poco se lo lleva la * verga a Vainilla, venía –Vainilla es un pescador- medio * pedo el pendejo, se fue atrás del barco con su * chela, pero como el Sordo es otro cabrón –El sordo es el pescador que conduce el barco- que casi siempre viene * volando y atraviesa las olas, pues el barco se movetea y * madres al agua Vainilla, pero nadie lo vió, sino fuera porque alguien preguntó por él y le dijimos que estaba atrás del barco, luego regreso y dijo que pues no estaba, hasta que uno de nosotros miró hacia atrás y vió a Vainilla a lo lejos haciéndonos señas, fue que el Sordo echó reversa y vamos por el * puto negro que se estaba ahogando. Todos se estallaron de risa, pero el pescador Víctor casi… no le causó gracia la narración y comentó " Vistes que sí es necesario el chaleco salvavidas, no tengas miedo Greñas, ya estás aquí y estos cabrones no son tan malos como aparentan, tú tranquilo Greñas.

4.7.1. Porque se hacen daño los pescadores xcalaqueños

A manera de conclusión sobre el apartado de la travesía del Mar Caribe hacia * Banco Chinchorro, con honestidad, se describe que en ocasiones el hábitat natural y la convivencia cotidiana con los pescadores crean cierta contra-trasferencia y, por escasos minutos, uno se siente parte de ellos. No obstante, por más cotidiano que sea para los pescadores atravesar el mar caribe, es obvio que la posibilidad de un naufragio es latente y real. No obstante, infiero que su identidad masculina es tan inherente en ellos que, el " automático " aprendido en el proceso de formación social de " como hacer las cosas " desde la perspectiva masculina, enseguida se activa. Porque nada más basta en observarlos de como únicamente " empacan cosas y vamonos " hacia * Banco Chinchorro, reduciendo las medidas de precaución hasta lo ordinario. Es decir, revisar que el motor se encuentre en óptimas condiciones para ir y venir del archipiélago, a veces llevan consigo la brújula y en ocasiones ni siquiera eso. Salvo que se pongan de acuerdo dos pescadores para que ambos en sus respectivas lanchas zarpen juntos hacia las islas. Asimismo, durante el viaje se logró ver a dos o más lanchas, pero no es porque se hayan puesto de acuerdo los pescadores, sino más bien porque tenía más potencia el motor de la lancha de don Chemy y fue que les dió alcance, para después rebasarlos.

Fotografía número 2 Es el lugar donde me hospede durante seis meses y, de izquierda a derecha aparecen Lacho, Greñas, Lucio y el Chamaxclan. La fuente es del archivo personal

De igual manera, se especifica que la cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo no tiene dilucidado de manera especifica las medidas de precaución básicas para salir hacia alta mar, porque no es un Pescador solitario que acude con su lancha, menos dos o tres. Sino más bien es un gremio laboral, es decir son todos los socios de la cooperativa que acuden a * Banco Chinchorro, eso sin contar con los pescadores de Xcalak que no han sido afiliados. Asimismo, los parientes menores de los pescadores que los acompañan y luego se reparten la cuota que les corresponde entre ellos. Es decir, son un poco más de 40 seres humanos que atraviesan el mar caribe en un viaje de casi dos horas y, Capitanía de Puerto, no revisa absolutamente nada. No se cercioran en absoluto si la cooperativa pesquera les exige a sus socios alguna medidas mínimas de precaución. Bajo esa misma perspectiva de indiferencia ó, se podría denominar como " negligencia laboral de acuerdo a la función que deben ejercer, " debido a que ningún empleado de la Capitanía de Puerto les realiza alguna verificación a sus lanchas o al barco nodriza. Su único aporte se reduce a dar luz verde para la navegación, fuera de allí, es responsabilidad de cada pescador.

Lo singular de la situación, es que más de cuarenta pescadores xcalaqueños sencilla y llanamente no utilizan chaleco salvavidas. Más bien, infiero que ni siquiera es parte de su universo mental y, al redactar " universo mental, " hago referencia a que prácticamente de manera literal no existe en ellos una norma de precaución laboral para la travesía del mar caribe, simplemente no lo conciben. Tal vez parezca burdo el ejemplo que a continuación redacto, pero se equipara con las mujeres que asiduamente se dedican a la prostitución en las calles. Es decir, si bien es cierto que ya es " normal " en ellas el uso del preservativo, eso no indica en absoluto la garantía clínica que el látex es 100% seguro, más bien es una especie de ruleta rusa. Lo mismo con los pescadores, si bien es cierto que saben nadar y, que cuando están en el agua con las aletas, esnorquel y visor, de manera metafórica son casi… anfibios. Empero, también es cierto que un imponderable en lo que se refiere a un accidente en la incertidumbre del mar no está lejos de la realidad.

Es entonces cuando irrumpe la perspectiva de Género. ¿ Es osadía esa parte de su identidad masculina ? que consiste y, persiste en no cuidarse en lo más mínimo. Porque su género y su identidad, no es garantía de inmunidad para los accidentes, por el contrario. Los pescadores xcalaqueños contribuyen de manera desmedida para que las probabilidades de una tragedia se incrementen y, tarde que temprano suceda. Asimismo, sólo nos referimos de manera exclusiva al viaje que realizan a * Banco Chinchorro durante las cuotas de caracol y langosta. Es decir, por lo menos unas siete veces al año se puede observar de manera nítida al género masculino en su afán quizás inconsciente de hacerse daño. Debido a que " no es cualquier día de pesca " mucho menos es un solo grupo de pescadores o, en caso extremo, menos es un solo individuo que acude en su labor cotidiana hacia el mar. No, son todos los integrantes masculinos de una familia: Es el padre, hijo, tío, abuelo, sobrino, hermano, cuñado, padrasto, novio, vecino.

En fin, son la mayoría de los integrantes masculinos de la población económicamente activa en el poblado. Asimismo, no es un grupo de amigos sin representatividad. Es una corporación laboral constituida y plenamente identificada ante la sociedad, es decir. Es la cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo del poblado de Xcalak que acude a una jornada laboral por unos días y, por supuesto, debería contar no solo con el aval de Capitanía de Puerto desde un escritorio, sino de igual manera, la verificación de que cumpla estrictamente con ciertas normas de seguridad, como por ejemplo algo tan simple y que no se realiza, es que el Barco Nodriza, cuente con un salvavidas en buenas condiciones por cada pescador.

En resumen, es un segmento representativo de la sociedad patriarcal, es decir, si bien es cierto que los pescadores como individuos son los directamente responsables de su seguridad en alta mar. Cabe resaltar que es toda la sociedad allí presente en Xcalak avala de manera directa la costumbre de no cuidarse, el Capitán de Puerto se limita única y exclusivamente a dar luz verde para que los pescadores puedan zarpar y, en las mayorías de las veces -o más bien casi siempre- es notoria su ausencia en el muelle. En cuanto a la Armada de México, ni mencionarlos, están mas ausentes todavía que el Capitán de Puerto. En lo que respecta a las familias de los pescadores, son parte de la costumbre en la vida social de ellos. Es decir, coadyuvan pero en lo que únicamente el pescador necesite en el último momento sobre si se encuentra ó no algún aparejo de pesca, llámese la varilla del arpón, esnorquel, alguna * aleta, cuchillo, * piqueta. La función de las mujeres se enfoca nada más cuando el pescador en términos metafóricos, cae " preso " de la desesperación. Indicando con esto, que ellas, sus esposas, ya son parte indirecta de la costumbre de los pescadores sobre no cuidarse. Al respecto, se elaboró el siguiente esquema sobre la identidad masculina de los pescadores, en referencia a su descuido laboral de no cuidarse en su travesía por el Mar Caribe rumbo a * Banco Chinchorro.

Fotografía número 3.-Miembros y afiliados de la sociedad cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo. La fuente es del archivo personal

4.7.1.1. Esquema sobre la costumbre masculina de no cuidarse entre los pescadores de Xcalak.

¿ Por qué no se cuidan los Pescadores ?

Los responsables directos son Ellos mismos

Porque a través del Proceso Social en su formación masculina, aprendieron dos cosas:

  • El elogiar entre ellos su carencia de no sentir necesidad sobre medidas de precaución. Desencadena en Ellos cierto enaltecimiento hacia su identidad masculina
  • Se sienten muy diestros en su oficio, a tal grado, que subestiman la posibilidad real de un accidente

Las Instituciones Formales que de

manera Tacita avalan dicho

Comportamiento

  • La propia cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo por carecer de cierta normatividad sobre medidas de Precaución en alta mar
  • Capitanía de Puerto por su política burocrática de " escritorio " que los limita única y exclusivamente para indicar si el Puerto en Xcalak esta cerrado o abierto para la navegación

 

 

De manera lejana e indirecta, pero también cierta… responsabilidad del género femenino en Xcalak por su indiferencia de " Así son las cosas. "

  • Nacieron cerca del mar, pero las educaron años luz sobre el oficio de pescar y, por ende, prácticamente no cuestionan nada sobre dicha labor, no importando el familiar que lo desempeñe
  • Quizás… sea necedad recalcitrante en los pescadores sobre la privacidad de su oficio. Pero es obvio en Ellas la total indiferencia sobre la labor del género masculino en Xcalak.

4.7.2. * Banco Chinchorro: El bastión de la

de la Masculinidad xcalaqueña

En alguna época de su vida, todo integrante del género masculino xcalaqueño que se jacte de ser pescador tiene que asistir a * Banco Chinchorro, es parte habitual de su cultura nativa. Empero, a diferencia de los seguidores del Islam, donde todo árabe por cuestiones religiosas debe hacer su peregrinación a la Meca por lo menos una vez en su vida. Los pescadores xcalaqueños en lo que se refiere a su contexto laboral, catalogan a * Banco chinchorro como una especie de " alacena. " -haciendo énfasis que * Banco Chinchorro es una reserva natural decretada por el gobierno federal- Esperando con ansia que se levanten las vedas sobre el caracol y la langosta, para que a cada uno de los afiliados a la cooperativa Andrés Quintana Roo se le otorgue su respectiva cuota laboral. No obstante, la indagación estriba en Género, en observar cuestiones de masculinidad. Por lo cual, sin que parezca ironía académica, sino más bien, con una dosis de metáfora. * Banco Chinchorro sería una especie de " masculinilandia, " debido a que el grupo social que radica por temporadas en ese archipiélago, en su mayoría son del género masculino.

Específicamente en el barco nodriza en las temporadas de caracol ó langosta, la ausencia de mujeres es un hecho real y común, debido a esto, resulta " ordinario " observar en el barco nodriza –la piedra- a pescadores lavar sus trastes que usan y, enjuagar sus ropas y tenderlas en la parte de atrás del barco para que se seque y le aminore la salitre que se le impregna. En dicho lugar, no existen integrantes del género femenino, las únicas mujeres son las imágenes eróticas que tapizan algunas partes del barco como la cocina y el timón, y, en medio de esa " multitud " de cuerpazos impresionantes que lucen ropa interior o desnudas. Aparece la única vestida y en pose espiritual, es decir, la Virgen María, es un tapiz femenino e inanimado donde los ojos de ellos y sus deseos platónicos les otorgan momentos efímeros de vida. Mayormente los pescadores adultos que se encuentra bordeando los cuarenta años en ocasiones se persignan cuando pasan por el espacio diminuto de la Virgen María. Alguno de ellos, los que se encuentran entre los veinte y treinta años, a veces de manera humorística se despiden con un adiós y un beso volado sobre alguna imagen erótica. Asimismo, en el barco nodriza no existe mesas, sillas e inodoro, empero, sí se realizan las necesidades básicas del ser humano, de una manera por de más * silvestre.

Es decir, de los privilegiados que les toca una especie de " camarote " en el barco nodriza es obviamente a la tripulación que son de tres a cuatro personas, donde el calor en ocasiones los sofoca y optan por dormir en otro lugar. Lo recomendable al llegar al barco como comentaba el pescador Román: Lo bueno Greñas es que vamos a ser de los primeros que llegamos, si ves a alguien que conozcas lo saludas rápido y a la * verga, porque de inmediato a buscar lugar para tu hamaca y trata de que sea en medio del barco, porque si luego hay oleaje y se te olvido amarrarte a la * verga al agua pato y directo a la boca del tiburón. Cabe resaltar que el barco nodriza de longitud mide un poco más de diez metros y, en las partes más anchas no van más allá de cinco metros, es decir, de manera aproximada, en una especie de treinta metros cuadrados coexiste un poco más de veinticinco hombres, por supuesto, en esa ocasión el único no pescador era el integrante del gremio antropológico.

Por las noches, el barco se transforma en un dormitorio de hamacas, donde resulta imprescindible de manera literal cuando uno esta acostado en la hamaca amarrarse por en medio de la hamaca para que esta no se mueva. En dicho lugar, en los atardeceres y sus noches, es habitual percibir los olores a tazas de café y chocolate caliente, pero también el humo de los cigarros de marihuana y el hedor masculino por las jornadas laborales. Especificando, que la etnografía que se describe no es para emitir juicios de valor, sino más bien para ilustrar la vida social de los pescadores cuando se encuentran en su mundo. Es decir, lejos de su pueblo Xcalak, de sus mujeres, de sus casas, de su vida social terrestre. Por citar un solo ejemplo, analicemos las necesidades fisiológicas básicas en el ser humano. Alimentarse, dormir, evacuar heces fecales y líquido de riñón. Todo en un mismo contexto físico de treinta metros cuadrados aproximadamente y, sin parecer misógino, sin mujeres, única y exclusivamente género masculino.

Es decir, lo que ciertos moralistas denominan como " buenas costumbres, " allí, en * Banco Chinchorro sobre el barco nodriza, simple y llanamente no existe, solo se entiende de manera tacita entre ellos, que el desayuno es entre siete y ocho de la mañana, el almuerzo entre tres y cinco de la tarde y algo de cenar entre ocho y nueve de la noche. Empero, si alguno de ellos tiene necesidad de evacuar heces fecales, pues de " manera normal " se dispone a ir a la parte de atrás del barco, sin importarle de manera literal el que haya una ó veinte personas en ese espacio. Por supuesto, es la plasticidad des ser humano en su medio laboral, pero de igual manera sucede con frecuencia que se logran reunir todos los pescadores que se encuentran en el barco a la hora del almuerzo y, en un aproximado, son como veinte y, una vez que se termina la ingesta de alimentos, cada uno se dispone a lavar los trastes que usa, no existiendo uno sólo que no entienda esta regla no escrita, porque la labor del cocinero, es únicamente la preparación de los alimentos. Lo mismo con sus ropas, como el agua dulce es en extremo escasa, se utiliza nada más para lo indispensable, que es enjuagarse los genitales y quitarse la salitre del cuerpo con menos de tres litros de agua. Por lo cual, cuando enjuagan sus ropas con agua dulce, tratan de utilizar lo menos posible el vital líquido. Pero no se trata de describir un contexto social con necesidades básicas del ser humano que se satisfacen con insumos verdaderamente escasos, sino más bien, el ilustrar en términos de Género como los hombres xcalaqueños reconstruyen sus esquemas sociales

4.7.2.1. Al fin y al cabo son Hombres. Cuando el esquema

masculino se transforma por la ausencia de las mujeres

Antes de dar inicio a este apartado de manera humorística, se comenta que si estas líneas llegase a manos de una feminista a ultranza, celebraría con fuegos pirotécnicos que existiese un contexto masculino como el que se suscita sobre el barco nodriza de los pescadores xcalaqueños en * Banco Chinchorro. Donde el homosapiens masculino tenga que acudir a la cocina para servirse sus alimentos, ulterior, lavar los trastes que usa, debido a que sólo existe cocinero. Es decir, no hay meseros, lavaplatos y menos lavanderías. La labor del cocinero que casi siempre también es pescador y nativo de Xcalak, se limita exclusivamente a la cocción de los alimentos haciendo una sola comida para todos y, calentando tortillas una sola vez. Propiciando que, si algún pescador quiera alimentarse, se disponga en principio él sólo a servirse, además, si requiere de más tortillas él mismo se las tiene que calentar.

Lo mismo si algún pescador quiere otro tipo de alimentos, es libre de utilizar los insumos que hay en la cocina, en ocasiones sucede que ellos pescan calamares, pulpos u otra fauna marina, pero no es obligación del cocinero prepararle una comida especial, sin importar que sea cualquier pescador o directivo de la cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo. En lo que se refiere a la cena, no casi siempre prepara algo el cocinero, con frecuencia se trata de terminar con los alimentos del almuerzo, es cuando alguno de los pescadores reclaman, pero sin exacerbarse, como en cierta ocasión comentó el pescador Rigo: Me lleva la * berga otra vez a cenar lo mismo de la comida, ni * pedo Greñas vas a tener que cocinar tú. De inmediato la respuesta fue que si ellos ¿ sabían ? quedando perplejo por dos cosas que observé, la primera de como se organizaron de manera inmediata para hacer cierto " rol para preparar la cena " y, la segunda, su conocimiento empírico sobre la cocina, desde luego, tratando de conseguir el último turno para poder observarlos.

Los pescadores de esa ocasión, saben utilizar perfectamente una sartén para freír carnes de ave, res, puerco o pescado, calentar tortillas, pan o inclusive amasar la harina de maíz ó trigo para hacer tortillas, no se diga de lo básico como cocinar huevos revueltos y café. Es decir, no es que se enfatice esto como admirable porque lo realizan manos masculinas, sino más bien, porque dentro del milenario sistema patriarcal, se entiende por costumbre en la cultura occidental, que eso es " conocimiento femenino. " En términos de género para entender que son cosas de mujeres y que son actividades propias de los hombres, especificando que me alejo años luz de ser misógino, sino más bien, poniendo énfasis que lo observado en los pescadores sobre la preparación de los alimentos, se cataloga como un conocimiento femenino, con la singularidad de que ellos lo aprendieron sin mujeres. No existiendo la mujer de un Pescador que le enseñé a su hijo a cocinar, inclusive en suelo continental dicha actividad culinaria ellos mismos lo catalogan como propio de las mujeres.

De manera informal y con una dosis de ironía, les cuestioné a ellos si su conocimiento sobre la cocina se lo había enseñado su mamá, sus esposas o alguna otra mujer de niño en la cocina. Pach respondió: Nada Greñas, aquí aprendes por necesidad o ni * pedo te quedas sin comer, le puedes preguntar a cualquier cabrón y la mayoría sabe cocinar y el que no se prepara en ocasiones su comida, o es un * huevón que se hace pendejo para comer gratis, pero la verdad creo que todos saben cocinar. La realidad de las cosas, es que la estancia académica con los pescadores xcalaqueños, no era precisamente la de " hallar un futuro chef. " Por supuesto que no, sino más bien, a través del género escudriñar en la identidad masculina xcalaqueña para observar en que consiste su masculinidad.

Bajo esa perspectiva, se percibe que en cierta medida, la masculinidad xcalaqueña es " ironía sutil " de los géneros, es decir, los pescadores de hoy día cuando estaban en la etapa infantil sus papás se encargaron decididamente en su modo de ver las cosas que son estrictamente de hombres, en alejarlos de las labores de la cocina. En que la labor de sus hijos sea únicamente en ir a comprar lo que sea necesario para la comida, pero hasta allí, ni un milímetro cerca de mamá enseñándole al hijo a cocinar. Empero, ya en la adolescencia, si bien es cierto que no siguieron en absoluto ninguna receta de cocina o el pescador no tuvo la sutileza de la mujer para enseñar a cocinar, la realidad es que aprendieron, de manera burda y acelerada, pero aprendieron a cocinar a como de lugar, unos logrando perfeccionar sus conocimientos culinarios, otros sencillamente para mitigar el hambre, porque sino, simplemente sucede lo que comenta Pach y te quedas sin comer.

Se especifica que no se mencionó al resto de la población masculina que acude a * Banco Chichorro, es decir, no únicamente en el barco nodriza se quedan a pernoctar los pescadores cuando acuden a la cuota de caracol o langosta, sino más bien un poco menos de la mitad opta por ir a sus " casas instaladas sobre el agua " a unos metros del mangle de chinchorro, es decir los habitas conocidos como palafitos. En esos espacios reducidos, se quedan de entre dos a cinco pescadores. De igual manera, esta el caso de los otros pescadores que arriban a * Banco Chinchorro, pero que no son de la cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo y menos nativos de Xcalak, es decir, cuando se abren las vedas de caracol y langosta, mínimo en * Banco Chinchorro, se encuentran un poco más de 120 pescadores del sur de Quintana Roo, con esto, se especifica que la etnografía descrita es únicamente de los pescadores xcalaqueños que pernoctaron en el barco nodriza. No obstante y de acuerdo a las entrevistas informales con ellos, comentaban que de los pescadores xcalaqueños que no vienen a comer al barco nodriza, que son muy pocos, se transporta lo que necesiten en sus lanchas o en mismo barco nodriza como carbón vegetal y otros insumos para prepararse sus alimentos.

4.8. Masculinidad positiva de los pescadores xcalaqueños

Y se llegó al punto exacto del ¿ por qué ? de la estancia académica con los pescadores xcalaqueños, especificando de que no se trata de reciclar en absoluto nada sobre la etnografía descrita en entrevistas formales e informales, asimismo, tampoco en auspiciarnos del diario de campo para escudriñar y obtener " cosas positivas " sobre el comportamiento de los Pescadores xcalaqueños. De igual manera, con honestidad de no querer satisfacer la parte intelectual de mi ego, se puntualiza que de las lecturas realizadas sobre cuestiones de Masculinidad la mayoría estriba sobre la imagen negativa que por milenios a cultivado el férreo sistema patriarcal. Lo que Myriam Miedzian debate que mientras el comportamiento masculino sea la norma no puede haber un cuestionamiento serio de la conducta y las características masculinas. Una norma es por definición la medida para juzgar; pero no es objeto de crítica. (…) Puesto que la conducta masculina es la norma, la guerra y la violencia, no sólo se aceptan como componentes centrales y normales de la experiencia humana, sino que las convierten en eventos excitantes y heroicos. (Miedzian, 1995, pp.40.44) En ese sentido, quizás para algunos autores (as) que han trabajado Género sobre cuestiones de masculinidad y, que son asiduos a describir el comportamiento negativo y violento de los hombres les parezca tal vez extraño el apartado 4.8. Por lo cual, se especifica que no se acudió predispuesto " esto es masculinidad positiva. "

Por supuesto que no fue la situación, sino más bien, ellos mismos, los pescadores xcalaqueños de acuerdo a su cultura nativa definen en su modo de ver las cosas lo que perciben y entiende como masculinidad positiva y, lo vinculan tácitamente al progreso material de sus familias a través de los logros personales de ellos mismos, ya sea por los frutos económicos de su oficio ó, de las * dadivas que otorga el mar a través del habito de playar, pero que dicho dinero obtenido por los enervantes lo logran transformar en patrimonio familiar. Eso es para ellos masculinidad positiva, no importando si su estilo de vida sea embriagarse y/o consumir enervantes, para ellos lo catalogan como " normal, " pero la cuestión versa en el progreso material, simple y llanamente en engrosar el patrimonio familiar, ese es el fin último de la masculinidad positiva para los pescadores xcalaqueños. Desde luego, no " andan " como zombis pensando nada más dicha situación, igual y lo consiguen en un día de " suerte " o en un año de extenuante labor en el mar, o quizás en toda una vida de ser pescador.

La realidad social en términos económicos en el poblado pesquero de Xcalak es sumamente singular, digamos que única en su etnografía de pueblo pesquero, escapa al análisis social de un economista que pretenda realizarlo desde su escritorio. Es decir únicamente con inferir sobre las ganancias que perciban los pescadores a través de su labor, con certeza no entendería como algunos pescadores de " un día para otro " cambia de manera drástica en cuestión de incrementar su riqueza material. ¿ Cómo adquirir ? una lancha con motor fuera de borda, vehículo, casa propia y, además viajar al lugar que quieran de nuestro país. Todo con las " ganancias " que deja las * dadivas del mar.

No obstante, la intención en esta apartado y, en toda la investigación, no estriba necesariamente en indagar con juicios de valor si dichas acciones de playar son buenas ó malas, eso le corresponde a la sociedad en general y su respectiva moral. Lo cierto son los señalamientos que realizan los propios pescadores y, por supuesto, la sociedad xcalaqueña en general con respecto a las ganancias que se obtiene a través de las * dadivas del mar y, asimismo, de las ganancias del oficio de ser pescador. Todo si incrementa ó no su patrimonio familiar en cuanto a riqueza material. Ese es el instrumento de medición que utilizan los pescadores xcalaqueños y, en ese sentido, de igual manera se encuentra el componente básico de su masculinidad. Parafraseando al Afro, que es ser: Hombre y poco Hombre. En palabras de Pach: Uno puede ser un pinche borracho cabrón hijo de la * berga, pero menos un pendejo para tu familia, eso no, primero esta mi esposa y mis hijos, después el desmadre.

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