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La osadía y suicidio de ser pescador: Etnografía de las identidades masculinas en Xcalak (México) (página 5)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

  1. La identidad física en los pescadores

Otro de los aspectos singulares sobre la etnografía de Xcalak, especialmente de los pescadores y, que no refleja de manera necesaria cierta riqueza material. Es su identidad física en cuanto a su vestimenta habitual. Es decir, en zonas urbanas como las ciudades de Chetumal, Cancún, Ciudad de México, Mérida, entre otras. Se denota visiblemente para la costumbre social y el estilo de vida de sus habitantes, el que porten ropa de " boutique ó de mercado " es decir, costosa o barata, nos referimos a vestimentas menor de cien pesos ó mayor de mil pesos o más.

En la vida social de Xcalak, esto es prácticamente inexistente por la simple razón de que la salitre y el clima caribeño, aunado a su costumbre social se impone, es prácticamente normal observar no solo a la mayoría de los pescadores o prácticamente a la población en general el que anden descalzos, especialmente en las mañanas y en las tardes. No existiendo un horario especifico para establecer ¿ quién ? va andar descalzo ó no, ya sea hombre o mujer, de igual manera si esta persona cuenta con riqueza material o no. Sucede lo mismo con la forma de utilizar cierta ropa que cubra del ombligo para arriba. Allí se marca el parteaguas entre los hombres y las mujeres, porque las féminas siempre utilizan cualquier modelo de ropa como blusas, vestidos, shorts, faldas, lo que sea para que se resguarden de las rodillas a los hombros. Cosa contraria con los pescadores, donde resulta hasta cierto punto ambiguo sus vestimentas, igual y se observan con ó sin playera.

Lo básico son los shorts, bermudas y en ocasiones sandalias, es decir, cierto pescador puede que cuente con riqueza material como lancha de fibra de vidrio con motor fuera de borda, casa propia de cemento, vehículo y con todos los muebles y aparatos eléctricos que requiera su hogar. No obstante, este mismo pescador puede estar a un lado de otro pescador que no cuente ni con la cuarta parte de la riqueza material del primero que se mencionó. Empero, la diferencia social no es visible a primera vista, es decir, puede ocurrir que el primer pescador ande descalzo y sin playera. Asimismo que el otro ande con short, playera y sandalias, o aún en mejores condiciones de vestimenta que la del primero, pero esto no indica de manera necesaria pobreza ó riqueza en términos materiales. En conclusión, las clases sociales prácticamente no existen en Xcalak, debido a que la realidad social como se explicó con anterioridad, es cambiante de " un día para otro, " incidiendo en que la diferencia social no sea notable en su identidad física.

En ocasiones puede resultar hasta cierto punto " engañoso " cuando de pronto se observa ha algunos pescadores portar notoriamente joyería de oro como pulseras, soguillas con crucifijos o anclas, pero con la particularidad de que los precios de dichas alhajas no bajan de cinco mil pesos o inclusive mucho más. No obstante, esto tampoco indica cierta " clase social, " por el contrario, el pueblo xcalaqueño por costumbre social sabe que, lo único que da ha entender dicho pescador, es que simple y llanamente de manera reciente el mar le otorgó sus * dadivas del mar. No obstante, cuando de pronto hace ésta adquisiciones quizás de escándalo, tampoco usan dicha joyería de manera frecuente, salvo alguna reunión social, un atardecer con los amigos, o igual, porque al pescador o su esposa simplemente se le ocurrió portarlas, pero no lo realizan asiduamente.

  1. Sucede que un buen día las * dadivas del mar otorgaron a cierto pescador las riqueza que proporciona encontrar y vender enervantes y, de pronto, ¡ buum ! la condición económica cambia de un día para otro. No obstante, en esta ocasión se describe lo que ellos optimizan del habito xcalaqueño de playar. Especificando, que igual y puedes ser nativo de Xcalak, pero nunca haber recibido dichas * dadivas del mar. De igual manera, sucede que en una sola ocasión se haya encontrado enervantes y sólo con esa vez se haya construido cierto patrimonio familiar. También ocurre que algunos pescadores han tenido la oportunidad de no trabajar para toda su vida, la de sus hijos y, quizás la de sus nietos y bisnietos, pero simplemente derrocharon dinero a manos llenas, pero de esto último, se describirá en otro apartado sobre masculinidad negativa, en ésta ocasión se describe lo que hasta cierto punto sí han logrado aquilatar sobre las * dadivas del mar.

    Asimismo, se especifica que en esta ocasión, los nombres ó sobrenombres de los informantes fueron cambiados por obvias razones. De igual manera, la descripción somera de su patrimonio familiar. No obstante, el fin último versa en conseguir la anhelada objetividad de las indagaciones antropológicas. Enfatizando que, lo importante, es resaltar como entre los pescadores se otorgan cierto reconocimiento simbólico a quien sí optimizó la venta de enervantes que por azares del destino un buen día encontraron flotando en el mar, entre un mangle o simplemente a la orilla de la playa. Empero, cuando obtuvieron las ganancias que van entre los diez mil y un millón de pesos, -sino es que más- ya sea para una sola persona o para varias. Lo importante, es que una vez que tuvieron ese dinero en sus manos, decidieron finiquitar las deudas económicas como menciona el pescador X: las malditas letras de la lancha y el motor me –por supuesto oculte los nombres reales de los pescadores y, de la " X " – estaban matando, y cuando encontré el paquete de pendejo voy a embriagarme, primero está mis deudas, el carro y casa que siempre quise tener, después el desmadre. "

    En cierta ocasión, recuerdo que sus respuestas provocaban en mi persona cierta crisis académica para no juzgar en el preciso momento que comentaban sus respuestas. –en serio nunca lo hice a pesar de saber que esa droga finalmente llegó a las calles- Es decir, ellos reconocen que su patrimonio familiar como sus casas, lanchas y a veces carros lo obtuvieron del habito xcalaqueño de playar. El pescador X comentó de nuevo: No nos hagamos pendejos Greñas, si ya has ido a ver como nos rompemos la madre chambeando y la miseria que nos pagan, bueno en ocasiones sí sale para pagar la letra de la lancha, pero está cabrón que siempre haya bonanza, además si te gustan las * chelas, pues la situación está difícil, por eso una vez que tuve esa * lanota en mis manos. * ¡ berga ! primero hacer lo que siempre quise, la casa para mi familia y cambiar mi lancha por otra nuevecita. Además, viajé por donde quise y con toda mi familia, eso * berga que lo obtienes de la buceada. "

    Sí bien es cierto que, quizás… de manera mal habida para ciertos moralistas el dinero que se deriva de los enervantes no permitidos jurídicamente, siempre será ilícito, pero inexorablemente es cierto, debido a que " algunos " pescadores edificaron su patrimonio familiar a través de lo * playado. No obstante, lo real estriba en que ese es el reconocimiento simbólico que otorga no solamente el género masculino en general, sino que también la misma comunidad xcalaqueña los define como " Hombre de Bien. " No se les proporciona ningún reconocimiento por escrito, menos alguna medalla alusiva, por supuesto que no. sino más bien. El reconocimiento estriba en el comentario popular de la comunidad xcalaqueña sobre el " buen uso " que le dio a la venta de los enervantes y, todo gracias a la " bendición " del mar.

  2. A veces las * dadivas del mar se optimizan
  3. La jerarquía económica entre los pescadores

En este apartado, no se escudriñará sobre cuáles son los orígenes de la riqueza material de algunos pescadores como son: lanchas, camionetas, coches, motos, bicicletas y casas, u otro tipo de propiedad. Tampoco si su condición económica cambia para bien de manera súbita. No, sino más bien, la descripción versa en catalogar lo que ellos mismos definen en el contexto laboral como " Pescador-Patrón y, Pescador-empleado. " Por supuesto, incidiendo esto de manera decisiva en su identidad masculina de manera positiva. En ese sentido estricto de, diferenciar en términos sociales a través del medio laboral a los pescadores, se plantea de que sí existen las jerarquías entre los pescadores, pero única y exclusivamente en un contexto laboral. Debido a esto, no es lo mismo un pescador que cuente con lancha de fibra de vidrio y motor, a un pescador que cuente únicamente con su fuerza de trabajo.

Es decir, el pescador patrón es el que cuenta con sus aparejos básicos como: aletas, visor, esnorquel, arpón, piqueta y cuchillo. Además, se le agrega lancha de fibra de vidrio con motor fuera de borda y, a veces, algún tipo de vehículo terrestre a motor como camioneta, coche o moto. Sucediendo lo contrario con un pescador que cuente nada más con sus aparejos básicos. Es decir, el primero es el pescador patrón y, el segundo, el pescador empleado. Desde luego, todo esto influye de manera notoria al final de una jornada laboral en las percepciones económicas de ambos pescadores.

Sucede que cuando se acude a un día de trabajo que no sea en * Banco Chinchorro, sino más bien, en las cercanías a las aguas de Xcalak, después de haber arponeado pescado y obtenido caracol o langosta. De las ganancias, primero se salda el combustible como gasolina y aceite, ulterior, el dinero restante si fueron tres pescadores, se divide las ganancias en cuatro partes iguales. Empero, una parte es para la lancha, y, las tres restantes para los pescadores. Es decir, sin en un supuesto día de trabajo en que hayan acudido a laborar tres pescadores: pescador patrón y, dos pescadores empleados, en este ejemplo, se obtuvieron mil ciento cincuenta pesos en total, primero se le resta la gasolina y aceite que hayan sido como ciento cincuenta pesos, quedando mil pesos, de esos, se divide en cuatro partes. Doscientos cincuenta pesos para la lancha, doscientos cincuenta pesos para el patrón y, doscientos cincuenta pesos para cada uno de los pescadores empleados.

Un pescador patrón y,

dos Pescadores empleados.

Ganancias : 1,150.00 pesos

Combustible

Gasolina y aceite : – 150.00 " "

Ganancias finales : =1,000.00 " "

Se divide en 4 partes iguales : 4 entre $1000 = 250

Ganancias individuales.

Lancha : $250.00 pesos

Pescador Patrón : $250.00 " "

Total : $500.00

1er. Pescador: $250.00 pesos

2do. Pescador: $250.00 " "

Como se pudo haber observado en cuanto a las ganancias económicas, la diferencia es el doble para el pescador patrón que para el pescador empleado, eso sin mencionar, que tampoco es tan equitativo el asunto al momento de la repartición, por que casi siempre el pescador patrón se queda con el sobrante del combustible, quizás medio litro o dos, pero de igual manera, casi nunca los pescadores Empleados reclaman o averiguan que se hace con el combustible restante, por la sencilla razón, que quienes integran dicho equipo de trabajo entre pescador patrón y pescadores empleados los une un lazo muy fuerte de amistad.

Lo singular desde la perspectiva de Género es que, en éste caso, existe en Xcalak un grupo de pescadores muy selecto en términos de ser continuamente patrones, es decir, casi siempre han contado con lancha de fibra de vidrio y motor fuera de borda, por supuesto, su valía como hombre es más elevada ante los demás del género masculino y, en general, ante la comunidad xcalaqueña. De ellos, recuerdo lo comentado por el pescador conocido como el Mono cuado le cuestioné con alevosía sutil a sabiendas de que él es pescador patrón, pero que si trabajaba para Pach, que en términos de masculinidad positiva los dos la reproducen a la perfección esa parte de su identidad masculina. No obstante, por cuestiones de orgullo, el Mono comentó: Que * berga voy a trabajar para ese cabrón, no jodas Greñas, no ves que yo tengo lancha, además es raro que yo trabajé para alguien.

Cabe resaltar que, tanto los pescadores Pach como el Mono y entre otros como Víctor, Dandy, Chemy, Cotón, Yayo, Matraca, Pato y Pisote, han sido patrones en términos laborales y, por ende, esa parte de su identidad Masculina Positiva resalta más en su género masculino. Por la simple razón de que a través de sus vidas, se han preocupado por contar absolutamente con todo lo necesario de aparejos de pesca para desempeñar cómodamente su labor y, no tener que emplearse con otro pescador. Ese es el sentido de cómo influye de manera evidente en su imagen positiva de ser Hombre con respecto de los demás del género masculino y, por ende, la jerarquía económica entre los pescadores, marca diferencia indudable si es propietario ó no de una lancha de fibra de vidrio con su respectivo motor fuera de borda, de las conocidas como balleneras. Desde luego, el nivel de vida para bien es de la misma manera obvia al interior de sus familias con respecto al resto de la población.

No obstante, se especifica de igual manera que la condición de patrón ó empleado entre los pescadores, depende también de los imponderables del mar y las ganancias que se obtienen a través de sus * dadivas del mar. En un día de suerte un pescador empleado puede tener la accesibilidad económica de tener una o varias lanchas. Especificando con esto, que no nos consta de ninguna manera que los pescadores patrones que se mencionaron hayan obtenido de las * dadivas del mar sus lanchas. Por supuesto que no, únicamente se señala la situación cambiante en la vida social de Xcalak. Pero lo que sí tiene certeza, porque se estuvo allí en Xcalak, y, se observó y escucharon las opiniones de varios pescadores y también de varios integrantes de la comunidad en general, es que esta lista que se mencionó de pescadores patrones, cuentan con esa identidad positiva de ser hombres de bien, no obstante, esto tampoco indica que el grupo restante de pescadores en términos de género sean inferiores, pero sí se resalta más en Xcalak esa parte de su identidad positiva de los pescadores patrones.

4.9. Ellos en las aguas del archipiélago de Chinchorro y, sus familias, en suelo continental

Son un poco más de cincuenta hombres Xcalaqueños que acuden a * Banco Chinchorro, entre afiliados y ayudantes. Todos con un solo objetivo, obtener las ganancias económicas que otorgan las cuotas de caracol o langosta. De estos ingresos, la mayoría logra saldar sus deudas, como el pago de la letra de la lancha, en raras ocasiones, algunas cuentas pendientes con firmas comerciales en la ciudad de Chetumal, de igual manera, las cuentas a crédito que realizan con la tienda de la cooperativa ó alguna tienda de abarrotes que le da fiado a cierto grupo de esposas de pescadores que se caracterizan por ser cumplidores en sus pagos. Por supuesto, buena parte de esos pescadores destinan casi todos sus ingresos a cerveza y enervantes. No obstante, esta es la imagen adversa de ser hombre y, va en el apartado de masculinidad negativa.

Lo que corresponde a este apartado 4.9. es, en referencia, a su masculinidad positiva. En ese sentido, se describe únicamente las acciones para bien de él mismo y las familias de los pescadores a partir de sus ingresos en * Banco Chinchorro. Por lo cual, se les puede observar unos días antes en la parte de enfrente de sus casas componiendo sus aparejos de pesca como arpón, * varillas, visor, esnorquel; lo que sea necesario y útil en el campamento pesquero de * Banco Chinchorro, de igual manera, se les puede observar a la orilla de la playa lavando sus lanchas o en una platica habitual entre pescadores con ó sin cerveza, pero en espera que la veda de caracol o langosta quede abierta. Por supuesto, el poblado de Xcalak no es lo mismo con la ausencia de los pescadores, prácticamente se ve medio desierto el pueblo. La comunidad de Xcalak, por las tardes en ocasiones tiene como costumbre entre ambos géneros, el divertirse con la práctica del voleibol en alguna cancha improvisada, con respecto a los hombres, de igual manera practican fútbol de arena a orilla de la playa o fútbol soccer en el respectivo campo del poblado.

Por las noches, es raro que las mujeres salgan a visitar a alguna vecina, si lo hacen es para ir a la tienda o casa de algún pariente y, casi siempre no es a pie, o en bicicleta o moto. Con respecto al género masculino, es frecuente observarlos platicando en el parque, muelle, en la tienda de los españoles ó en la del pescador retirado conocido como el Patón, de igual manera a veces se reúnen en casa de algún pescador para ver televisión o películas. Ahora bien, más de la mitad de estas actividades no se realizan cuando más de cincuenta hombres no se encuentran en Xcalak: son esposos, padres, hijos, hermanos, tíos, cuñados. Prácticamente es casi toda la población económicamente activa que se ausenta de Xcalak. En un lenguaje metafórico, el silencio de los hombres se percibe, es ensordecedora su ausencia.

De las pocas y raras oportunidades que de manera " casual " se suscitaron para entrevistar de manera informal a las mujeres, sobre de que una vez que regresen sus esposos habrá ingresos económicos para sus familias, las respuestas de las esposas eran casi siempre las mismas, pero anteponiendo a todo a Dios con relación a que sus esposos se encontraban a varios kilómetros de Xcalak en mar abierto. Es decir, es visible la preocupación en ellas. Con respecto a ellos, los pescadores xcalaqueños que se encuentran en * Banco Chinchorro, la labor es ardua, son jornadas entre cinco y diez días, cuando se trata de la temporada de langosta, a veces algunos pescadores se quedan el doble del tiempo. No obstante, la mayoría sabe a la perfección que los ingresos económicos igual son mayores que un simple día de jornada laboral en Xcalak, por supuesto, los tiempos ya no son los mismos con respecto a la cantidad de mariscos que se capturaba años a tras. Una vez esnorqueleando en las aguas de * Banco Chinchorro con el pescador Perche comentaba él: Todo esto estaba plagado de caracol grande, parecía un jardín sobre el pasto del agua, no había necesidad de ajearse tanto.

En la actualidad, el barco nodriza se ancla cerca de Cayo Centro y de allí parten todas las lanchas hacia las mismas aguas del mismo Cayo ó acuden a Cayo Norte o Cayo Lobos. Lo notorio es la lejanía de varios kilómetros que hacen del barco nodriza, igual todo depende de la suerte de encontrar una especie de banco de caracol y, solamente en ese lugar logran acompletar sus respectivas cuotas. Ellos salen en sus lanchas balleneras de tres a cinco pescadores para capturar en tres y seis días, los toca aproximadamente a cada pescador entre sesenta y ochenta kilogramos como parte de su respectiva cuota. La captura del caracol consiste en agregarle al interior de la lancha unas maderas y encima de esas maderas le ponen unos hules como tapetes de carros u otros, el caso es que proteja a la madera de la caída del caracol que lo avientan desde el agua los Pescadores.

4.9.1. La captura de caracol en * Banco Chinchorro

Para obtener el preciado marisco, en principio, como se dijo con anterioridad, se recubre el interior de la lancha con maderas planas que no va más allá de un grosor de pulgada, después se les agregan hules de varios tipos, ya sean tapetes usados de carros o cualquier forma de hule plano que hayan reciclado, el caso es cubrir buena parte de esa superficie de madera. Una vez lista la lancha, los pescadores acuden a buscar el sitio idóneo donde se localice la mayor concentración de caracol, cuando lo encuentran, se sumergen al agua únicamente con visor, * aletas y esnorquel, la profundidad del agua varía entre tres y ocho metros, quizás a veces más, con respecto a la captura. Utilizan nada más sus manos, toman entre tres y cinco, posterior, le indican al que esta conduciendo la lancha –botereando- que se acerqué a ellos, el pescador que está en el agua, arroja al azar hacia dentro de la lancha las conchas de caracol que tenga en sus manos.

Fotografía No. 4.-Es * Banco Chinchorro, después de un día de trabajo. La fuente es del archivo personal

La concha de caracol, prácticamente es una roca sólida como de siete pulgadas de largo por cuatro de ancho aproximadamente y, como se describió con anterioridad, los pescadores arrojan de entre tres y cinco conchas. El que va * botereando, aparte de llevar el control de la lancha, se encarga de acomodar los caracoles para que no se amontonen en un solo lado. Por supuesto, pone el motor de la lancha en neutral, una vez que los pescadores consideren que ya es suficiente lo capturado, deciden retornar, para que del producto se deposite en los * chiqueros. Cuando ellos consideran que han recolectado lo necesario que corresponde a su respectiva cuota de caracol, ya no acuden a bucear, sino simplemente a sacar la carne de la concha del caracol. La carne la vierten dentro de cajas de plástico como para cuarenta kilogramos y, las conchas que ellos consideran que son estéticamente atractivas, las guardan cerca de la orilla de la playa de cayo centro, percatándose de que queden protegidas de los rayos del sol.

Las conchas restantes de caracol sin carne las protegen del sol, debido a que los directivos de la cooperativa les indican a sus afiliados que recolectaron conchas que el comprador ya hizo trato con ellos, y, que ya existe cierta fecha pactada para la compra. Este es el trabajo arduo de bucear caracol en * Banco Chinchorro, empieza desde las primeras horas del amanecer, casi siempre acuden a trabajar sin desayunarse para tratar de aprovechar las primeras horas del día, y no tener que estar laborando entre medio día y dos de la tarde. Regresan al Barco Nodriza entre dos y cuatro de la tarde, todo dependiendo de la buena fortuna ó del conocimiento emperico de haber encontrado un buen lugar para bucear caracol.

En ocasiones se les ve llegar con las lanchas semivacías o a veces con exceso de conchas que pareciera que en cualquier momento la lancha se puede hundir, surgiendo la admiración entre ellos, se ven en sus rostros, se ríen y se insultan sin ofenderse, es decir, es un lenguaje muy propio de los pescadores xcalaqueños. En una ocasión que se iba de regreso al barco nodriza, se toparon tres lanchas de los pescadores Rigo, la del Mono y, en la que iba acompañando a los pescadores, la de la familia de Nek. Las dos últimas observando la lancha donde iba Nek, Cone, Pach y Roberto. Las opiniones se vertían en insultos hacia ellos, pero paradójicamente era en admiración por su trabajo. Rigo expreso: Se * rallaron * putos, llevan el * agasajo de caracol ¿ dónde lo encontraron, ? el Mono expreso también lo siguiente en ironía sutil: No le digas nada a ese * puto, ese cabrón puro caracol pequeño ve como trae su lancha repleta de caracol pequeño van acabar la especie. La risa de todos no se hizo esperar, pero fue de esa raras ocasiones en que se topan tres lanchas y van de regreso a Cayo Centro a depositar sus caracoles a sus respectivos chiqueros, sólo que en esa ocasión, la que tuvo mejor captura fue la lancha donde estaba el Nek.

Quizás… la interrogante del lector verse en ¿ cómo se relaciona la captura de caracol en * Banco Chinchorro con la masculinidad positiva ? Tratando de dar una respuesta, se espera haber sido explícitos sobre la etnografía descrita y, poder haber ilustrado el arduo esfuerzo que implica bucear caracol. De entrada, se realiza sin armas, es decir sin el arpón o algún cuchillo, a diferencia de la langosta donde es opcional para su uso el mencionado arpón. Empero, ambas temporadas de caracol y langosta tienen influencia obvia en la vida social de Xcalak, las esposas de los pescadores saben de dichas temporadas, por supuesto, las esposas de los pescadores que reproducen su identidad masculina en el aspecto positivo. Reflejándose éstas temporadas dos días después del día de la paga, se les puede ver a ellas descender del autobús que va a la ciudad de Chetumal con cosas que adquirieron para el hogar o sus hijos, en algunas ocasiones se observó a las esposas o su descendencia, portar una que otra vestimenta nueva, ya sea en el parque, la iglesia católica, el templo presbiteriano, la tienda de los españoles o inclusive a veces cenando en el restauran de Doña Silvia.

Fotografía número 5.-Es la cuota de caracol en * Banco Chinchorro, al fondo aparece Cayo Centro, que es la isla más grande de las tres que componen el archipiélago, también se pueden apreciar las casas tipo palafitos que dan una imagen como de una población " hundida, " pero están de manera literal encima del agua con los postes incrustados en la corteza marina

Los casos excepcionales, son los de los pescadores Víctor y el Dandy, debido a que ellos llevan años sin el estilo de vida muy masculino en Xcalak, es decir el de embriagarse, debido que para ellos la prioridad siempre va a ser su familia. Existen casos de pescadores como " Pach, Mono, Afro, Uriel, Cotón, Román, Roberto Chulo, " donde si bien es cierto que ya es parte de su estilo de vida el consumir cerveza, también tienen como prioridad a su familia, en palabras de Pach sobre el uso que le da al dinero, ulterior de unos días de haber estado en * Banco Chinchorro, berga voy a gastar toda mi lana en la borrachera, llegando a Xcalak me voy con mi esposa a Chetumal a comprarle todo lo que necesite mi hijo, claro me voy a echar mis chelas, pero no toda mi lana, ¿ pendejo ? o que madres. El pescador Pach fue de los primeros que acudió al bar la gaviota cuando regresaron los pescadores de Xcalak. No obstante, al día siguiente ya no se encontraba él y su familia en el pueblo, no fue sino hasta otro día después que arribaron del autobús él, su esposa y su hijo visiblemente con mercancía y ropa que habían adquirido en la ciudad de Chetumal.

Así como esta el caso de Pach, se encuentran los otros casos del Mono, Cotón, Afro, Venado, Uriel, Yayo, Román, que se les puede observar embriagándose, pero sin descuidar el bienestar de sus familias y, es en la temporada de capturar de caracol, donde su imagen masculina en el aspecto positivo se enaltece ante su familia. Es decir, existen casos de pescadores que a pesar de pasar casi diez días en * Banco Chinchorro, cuando arriban a Xcalak, su paga se reduce a veces a nada en absoluto. Es decir, la cooperativa salda sus cuentas con los afiliados y casi siempre es por la adquisición de cerveza a crédito y, de los pescadores que se embriagan, los que se mencionaron son los que casi siempre obtienen mayores ingresos. En una plática con el pescador Víctor, cuando se le cuestionó sobre lo que hacían los pescadores con sus ganancias después de arribar de * Banco Chinchorro. Eso cabrones son un desastre, tú has visto el pinche trabajo que cuesta sacar caracol, sí a veces como pescadores ganamos bien, afortunadamente todavía hay producción en * Banco Chinchorro, pero eso no es todo el año, son por temporadas nada más, también hay veces que la langosta escasea o esta muy pequeña y así no la compran. Yo hace años que dejé de tomar, al principio me burlaban, pero después me valió, ahora estoy bien con mi familia, ojalá que mi hijo estudie algo, sino es así, pues ni modos, pero también quiero que se dedique al turismo, el caso es que no desperdicie su vida y dinero en la cerveza o la pinche droga.

4.10. Masculinidad negativa: la cerveza y los enervantes

El barmisma es entendible en la cultura judía como el ritual de paso para ganarse el estatus de hombre y, de esta forma, acceder a la lectura del Tora, asimismo, su condición social masculina mejora enormemente dentro del patriarcado judío. Aunque de igual manera, pero distante y no semejante en cuestiones culturales, sucedía lo mismo en el lejano oeste cuando un vaquero lograba dominar a un potro salvaje, es decir, su condición social como hombre era de gran valor para el contexto social de su época. No obstante, estos dos simbolismos masculinos de culturas diferentes eran en beneficio de la identidad masculina. Ahora bien, qué resulta cuando es todo lo contrario y, el ritual de paso deriva en perjuicio para él mismo y su entorno social. Al respecto, Myriam Miedzian nos comenta:

Para un adolescente de un gueto pobre, la prueba de que es hombre puede consistir en la disposición a robar, asaltar o matar a alguien. Para un grupo de chicos de clase media o alta, puede consistir en participar en una violación en grupo, o en poner el coche a 150 Km./hr. (Miedzian, 1995, p.26)

Es decir, la identidad masculina en su aspecto negativo, por supuesto que tiene un costo, en principio, hacia uno mismo, después como honda expansiva hacia la familia y desde luego, la misma sociedad y, los hombres xcalaqueños no son la excepción al reproducir a la perfección la identidad masculina negativa. Por supuesto, no existiendo una época determinada en la adolescencia que marque la costumbre nativa de Xcalak para que los adolescentes se inicien en la cerveza o enervantes. Sino más bien, de acuerdo a las observaciones de seis meses, se infiere que en un principio los jóvenes emulan los actos de los adultos, posteriormente, ya son parte del circulo vicioso repetitivo que sucede en Xcalak y, que enaltece la imagen adversa de ser hombre.

En el sentido de las manecillas del reloj,

esta es la vida social de los Pescadores

que reproducen su identidad masculina, donde

en ocasiones su familia está en el centro de sus

atenciones, en otras no les importa.

El arduo oficio de

de ser pescador

( I )

Familia

( engrane )

Enervantes

( III )

Cerveza

( II )

Para muchas sociedades de hoy día, la adolescencia es la etapa crucial de los seres humanos en el sentido negativo de ir adquiriendo hábitos y estilos de vida que a través de los años les resulta desfavorable para la vida. Son los casos de ir conociendo tabaco, cerveza y enervantes. Asimismo, el género masculino en Xcalak para su mala fortuna, es singular su comunidad en términos de no ser del todo juzgadora, hasta cierto punto deriva en ser condescendiente. Por citar algunos ejemplos, en Xcalak es normal que ciertos menores de edad de entre diez y quince años les vendan cerveza para sus padres. Lo mismo con algunos adolescentes entre catorce y diecisiete años cuando deciden ingerir cerveza en algún punto específico de Xcalak, especialmente en la parte de atrás del bar la " gaviota," donde pueden acudir sin ser molestados, e inclusive en la tienda que pertenece al dueño del mismo bar les venden las cervezas.

Por supuesto, la comunidad xcalaqueña sabe de estos casos, es decir, la sociedad de padres de familia del nivel preescolar, primaria y telesecundaria, lo mismo con los maestros que pernoctan en Xcalak, el destacamento de Seguridad Pública y de la Armada de México, ambas religiones cristianas: católicos y presbiterianos. Prácticamente la sociedad en general y, sin juicios de valor, sino más bien, ejemplificado en cuestiones de que el pueblo no lo condena en lo más mínimo. Por lo cual, un engrane conlleva a otro. Hasta que en la edad adulta, les resulta a esa misma sociedad " normal " el estilo de vida de papá en referencia a embriagarse y, en varios casos hasta el consumo de enervantes. El caso explícito es ulterior a las temporadas de caracol y langosta en * Banco Chinchorro, es decir, el día de la paga por parte de la cooperativa pesquera y, que repercute en derrama económica en los expendios de cerveza, a tal grado que, sin fantasías académicas, se podría atestiguar que es el paradigma de la masculinidad negativa. Debido a que las ganancias de los pescadores son entre dos mil y cuatro mil pesos, en ocasiones es más ó a veces menos, pero ese es el promedio. Por supuesto, no son todos los pescadores, pero sí la mayoría de ellos a quienes se les descuenta el consumo de * cerveza a crédito que consumieron semanas antes que inicie la temporada de caracol o langosta

De entrada, en la identidad masculina negativa los pescadores Víctor y " Dandy " quedan descartados por llevar varios años sin embriagarse, de los demás, por el respeto que merecen los informantes se soslayan sus sobrenombres. Asimismo, pueden ser cinco, veinte, treinta o ninguno, pero la realidad masculina en Xcalak lo dicta el día de paga en la cooperativa pesquera cuando algunos afiliados por su estancia de varios días en * Banco Chinchorro reciben menos de quinientos pesos o en el caso extremo existen pescadores que no reciben en absoluto ni un peso. Todo por prestamos hechos a la cooperativa que, de acuerdo a la información proporcionada por los directivos, la mayoría de la deuda es por cerveza a crédito, donde se les puede enumerar los cartones de cerveza que han solicitado y que la cooperativa sin misericordia salda las cuentas de los pescadores. A veces algunos pescadores reclaman con altanería a los directivos cuando éstos no quieren concederle sus respectivas firmas para la autorización de cerveza a crédito.

En cierta ocasión, el pescador conocido como el Mono tenía el cargo de tesorero y se encontraban en una reunión social, dos pescadores de manera nítida y sin ser médico para hacer cierto dictamen en consumo de alcohol, se le acercaron al Mono en completo estado de ebriedad -en promedio llevaban como ocho horas ingiriendo cerveza- para solicitarle cada uno un cartón de cervezas a crédito. Empero, el Mono se negó argumentando de que ya se encontraban totalmente alcoholizados, la respuesta de ellos fue de manera súbita y agresiva, en un ataque frontal con un lenguaje ofensivo, casi a punto de llegar a los golpes. Lo curioso es que el Mono también se encontraba ingiriendo cerveza y, sus argumentos, se venían abajo de acuerdo al contexto donde se encontraba. Son mis camaradas Greñas, desde chamacos nos conocemos y velos como tragan miarda hasta gastarse toda su lana, a mí me vale * berga es pedo de ellos, tú crees que esos cinco se gasten los dos pinches cartones de cerveza si desde la mañana están tomado, qué madres me voy a estar agarrando a golpes por unos cartones de cerveza, si eso quieren pues se les da y allá ellos. La mayoría se retiro como a las once de la noche y, los cinco pescadores que mencionó el Mono seguían tomando hasta quedarse sólo ellos cinco.

En ocasiones, se les puede observar ingiriendo cerveza desde antes del medio día y seguir hasta la noche, sucediendo que cuando se aminora por consumo su efectivo económico, se auspician de algún directivo que, o se encuentra en el bar, en la misma casa del directivo o, lo localizan en cualquier sitio de Xcalak. No obstante, esto no causa ni el mínimo problema, debido a que los pescadores que requieran * cerveza a crédito, solo necesitan localizar al Presidente, Tesorero o Secretario de la cooperativa y problema resuelto con una rúbrica de ellos y, del pescador es suficiente para que el expendio ceda la cerveza que quiera el pescador. Por supuesto, los dueños de dichos expendios, únicamente necesitan acudir con los directivos de la cooperativa después de cada temporada de pesca para saldar cuentas.

En varias ocasiones, resulta que el mismo directivo se encuentra ingiriendo cerveza en el mismo lugar, ya sea en el bar, en la playa o en alguna casa de los pescadores, por lo cual, la accesibilidad es inmediata. Desde luego, no es que consuman toda la cerveza de los expendios, pero si es un hecho real de que las ganancias de dichos expendios cerveceros se engrosan desmedidamente, en palabras del pescador Víctor: Tragan cerveza hasta apendejarse, hasta el último peso se quieren consumir en cerveza, son un desmadre no piensan en su familia, como si sacar caracol y langosta fuese cualquier cosa, les vale, solo gastan y gastan y al día siguiente la misma chingadera. " Esto no quiere decir que todos los pescadores xcalaqueños sean unos empedernidos a la cerveza. Empero, sí resulta verídico algunos casos cuando se observan deambulando en pasos inciertos por el excesivo consumo de cerveza y, en un lenguaje metafórico, quizás por costumbre arcaica es que logran llegar a sus casas, los casos extremos son cuando se duermen por algunas horas a la orilla de la playa o en la entrada de alguna casa de un amigo donde se encuentren ingiriendo cerveza, para posteriormente en la madrugada optan por ir a sus respectivas casas.

Las consecuencias de reproducir de manera constante la identidad masculina en su aspecto negativo, son visibles a simple vista, un ejemplo de ello, es la manera en que incide en sus familiares al portar la misma ropa y calzado casi siempre e ir sobrellevando varias temporadas de caracol y langosta con sus respectivos días de pago. Es decir, en la otra cara de la moneda son las familias que se mencionaron en el apartado 4.9. sobre la masculinidad positiva, donde de manera obvia sucede todo lo contrario cuando dichas familias acuden de compras a la ciudad de Chetumal. Otro factor visible, es que aproximadamente una o dos veces al mes llega al pueblo el camión de la cervecería superior, agotando casi todo lo que trae, desde luego, de esa venta también se surte a los hoteles ecoturísticos que se encuentran al norte del pueblo. No obstante, la mayor venta de cerveza es con los expendios de cerveza de Xcalak.

4.10.1. El costo ecológico a partir de la identidad masculina

En el capítulo anterior, se describió de que manera gastan sus ingresos económicos algunos pescadores por reproducir su identidad masculina en su aspecto negativo. Empero, esto es referencia cuando casi todos los pescadores cuentan con ingresos económicos que es después de una temporada de caracol ó langosta en * Banco Chinchorro. De igual manera, se comentó que las consecuencias de ese despilfarro económico las padecen de manera directa las familias de éstos pescadores. Es decir, no se observa ningún beneficio económico en sus esposas, hijos e hijas y, para dichas familias, en ocasiones les da igual las temporadas de caracol o langosta. No obstante el daño físico por el consumo excesivo de cerveza, no es exclusivo en los organismos de los pescadores, debido a que existe otro ente que padece y sufre de manera severa e irreversible por el costo de una identidad masculina en su aspecto negativo y, tristemente resultan ser: Los bellísimos arrecifes de * Banco Chinchorro, porque si bien es cierto que las temporadas de caracol y langosta están autorizadas por el gobierno federal, de igual manera es verídico que conforma parte del estilo de vida de " ciertos " pescadores el contrabando de caracol y langosta.

Es decir, entre una y otra temporada ya sea de langosta ó caracol, existe una brecha de tiempo de varias semanas o incluso de uno a tres meses en que los pescadores tienen como único ingreso laboral lo que resulta de trabajar en las cercanías de las aguas de Xcalak. Enfatizando también, por observaciones y comentarios de los pescadores xcalaqueños que, la captura de caracol y langosta, resulta ya escasa en los alrededores de Xcalak. Por lo cual, el acudir a * Banco Chinchorro cuando no se está permitido se convierte en una gran tentación. Lo singular, es que se van casi siempre en una sola lancha de tres a cinco pescadores, por supuesto, con motores de setenta caballos de fuerza ó más, pero siempre tienen que ser con dos motores, debido a que esta acción es ilícita y por ende, se hace extremadamente rápido en comparación a lo acostumbrado. Debido a que los pescadores que andan buceando ya no llevan los caracoles al chiquero, por el contrario, el que va botereando no sólo tiene esa función, sino que además sirve de centinela para cuidarse de la Armada de México y de las lanchas de la Sagarpa, además, debe ir picando el caracol para deshacerse de las conchas.

Por supuesto, los pescadores que habitualmente se dedican al contrabando, son los que necesariamente no cuidan el excedente económico que resulta de su labor legal en * Banco Chinchorro y por lo tanto, son los que de manera asidua reproducen su imagen adversa de ser hombres. Es en ese sentido, que el pago de esa labor casi siempre termina en manos de los dueños de las cantinas, con las meseras o con alguna sexo-servidora. Debido a que el pago de dicha transacción ilícita se realiza en la cuidad de Chetumal, donde de manera obvia, no existe en absoluto ningún tipo de descuento, ni mucho menos intermediario alguno. Lo que ocasiona que de manera directa el efectivo llegue a las manos del pescador y, como es costumbre en el estilo de vida de los pescadores cuando arriban a la ciudad de Chetumal, especialmente " aquellos " que esperan la imperceptible oportunidad para ingerir cerveza, donde pareciera que en su inconsciente se accionara cierta catapulta que los lleva a los expendios de cerveza principalmente en donde sean atendidos por mujeres.

Por lo anterior, no se plantea que todos los pescadores que contrabandean caracol en * Banco Chinchorro tengan como premisa el derrochar su dinero en los bares de la ciudad de Chetumal, por supuesto que no, pero en seis meses se logró contar cerca de ocho lanchas que zarparon con esos motivos a * Banco Chinchorro y, de ellos, sin parecer extremista debido a que se les observó sobre lo " que hacían con sus respectivas ganancias. " De éstos, la mayoría deja más de la mitad de sus ingresos en la ciudad de Chetumal por el consumo de cerveza, una de las causas, sería la fuerte atracción que ejerce en ellos el ambiente social que se suscita en los bares de ingerir cerveza y/o después de cierta renumeración económica, poder platicar y conocer… íntimamente a una mujer, para posteriormente narrar como una especie de líder de un clan escocés de la edad media sus aventuras. En cuanto a la paga por sus labores ilícitas, se realiza en la misma ciudad de Chetumal con los restauranteros oscilando de manera aproximada las cantidades de entre mil y dos mil pesos por pescador, a veces un poco más. No obstante, en ocasiones regresan a Xcalak únicamente con quinientos pesos, a veces el gasto económico en reproducir su identidad masculina en el aspecto negativo es tan excesivo el saldo que, como consecuencia, les queda nada más para su pasaje de regreso a sus casas. Empero, se tiene especificar de igual manera, que no únicamente los pescadores xcalaqueños contrabandean caracol, ni mucho menos todos los pescadores xcalaqueños se dedican a esa actividad ilícita, pero en esta indagación académica la observación se centra en ellos y su afinidad por la cerveza es inobjetable. Asimismo, resulta inequívoco que sí existen ciertos pescadores xcalaqueños que ya tienen por costumbre esa actividad ilícita.

No obstante, lo singular del caso, es que la mayoría de ese dinero no se utiliza para el sustento familiar, debido a que no se adquiere alimentos ni ropa, no se repara algún desperfecto del hogar, sino más bien, se enfoca a gastos de identidad masculina negativa. A manera de conclusión en este apartado, se especifica que la indagación antropológica no es para que el observador se transforme en cierto vigilante ecológico y, se tenga que grabar con cámaras de video ha aquellos pescadores que hacen un uso indebido de los recursos naturales en la acción ilícita, pero que además, sus ganancias las destinan a su identidad masculina negativa y, por ende, no repercute los beneficios en lo más mínimo hacia el interior de sus familias. Por lo cual, lo del " vigilante ecológico " infringe en lo utópico. Lo real es la depredación desmedida que se observa en * Banco Chinchorro cuando se esnorquelea sobre algunos pastizales de despojos de caracol por la acción ilícita de los contrabandistas. Para ésta ocasión, por obvias razones se cambian de manera drástica los nombres y sobrenombres de los pescadores, debido a que se logró constatar en el lapso de tiempo que se estuvo en * Banco Chinchorro, sobre el evidente daño que ocasiona el contrabando de caracol.

Se debe especificar que, este apartado sobre depredación del caracol rosado en aras para sufragar los gastos económicos por una identidad masculina en su aspecto negativo, los resultados los obtuve cuando bucee en las aguas de * Banco Chinchorro, una prueba de ello, es que cuando se estuvo en aquella temporada de caracol en las aguas del archipiélago mexicano, de manera informal se entrevistó al pescador " Teodoro " comentaba que realmente no había -desde luego, se cambiaron los nombres de los informantes claves- observado de manera absoluta nada, que lo visto por mis ojos era mínimo, él propuso mostrarme las secuelas que dejan los contrabandistas en su paso depredador por las aguas de * Banco Chinchorro y, de manera astuta, dejó como faltante para su cuota unos cuantos kilogramos para ese día como " justificante " para acompletar dicha cuota. No obstante, lo cierto es que esos diez kilogramos ya estaban en su chiquero. Pero sirvió como causa para que " Teodoro " le diga a los otros dos pescadores que lo acompañan en su lancha, que quería ir entre Cayo Centro y Cayo Lobos, ellos, " Cipriano y Gumersindo " no protestaron, e infiero, que lo apreciaron como un día más de labores. Lo real, era que " Teodoro " me fue enseñando la ruta que siguen los contrabandistas de caracol, resultando palpable el trayecto de las lanchas con sus secuelas de conchas de caracoles vacías, es una tras otra, se puede esnorquelear más de cien metros y sólo observar devastación de dicha fauna marina, los otros dos pescadores sacaban de dos a cuatro caracoles después de varios minutos de estar buceando. " Teodoro " comentaba haciéndose al occiso: Aquí no hay ni madres vamos a otra parte. No obstante, la situación resultó ser la misma, desde luego, no existiendo una tercera vez, debido a lo estipulado por " Teodoro " para no crear suspicacia entre sus dos compañeros.

Una vez en el barco nodriza, se espero el " momento " oportuno para poder comentar de lo observado con " Teodoro " él, expuso que el contrabandear caracol sí redituaba ganancias excelentes, pero que el riesgo de igual manera era desmedido. Debido a que si eran capturados de manera in fraganti por las autoridades, las consecuencias se traducían en cárcel segura con una fianza que ni acudiendo cinco veces seguidas a la cuota legal se lograba juntar dicha suma económica, asimismo, se les decomisa en absoluto todo su equipo de trabajo, desde lanchas con motor, hasta sus aletas, visores, esnorquel, * piqueta, en fin todo. Lo singular fue cuando se le cuestionó a " Teodoro " sobre lo que los pescadores contrabandistas hacían con las ganancias de dicha depredación y, que si esta forma de labor ilícita beneficiaba de manera directa a las familias xcalaqueñas, " Teodoro " no tarda ni un segundo en contestar y, responde: que madres, casi toda esa pinche lana se la gastan esos cabrones en los bares de Chetumal, a veces traen una que otra cosa para su familia, pero no es siempre. Por lo cual, no se quiere rallar en lo " idealista, " pero es innegable la depredación desmedida por parte de los contrabandistas.

Por citar un solo ejemplo en donde se utilicen cifras mínimas por observaciones y, recopilación de pláticas que se vertieron en el diario de campo. Ciertos pescadores que contrabandearon caracol, lograron recolectar cerca de 140 kilogramos y, por cada kilogramo son cerca de cuatro o cinco conchas de caracol. Es decir, en promedio fueron un poco más de 540 conchas de caracol no autorizadas por la Sagarpa, de éstas, que las logren vender al precio más magro de $50.00 pesos, la ganancia ilegal oscila en $6,750.00, en promedio le tocaría a cada pescador cerca de dos mil pesos. Empero, ulterior a un contrabando y de regreso a Xcalak desde la ciudad de Chetumal, se les ve llegar sin ninguna compra para su familia, por el contrario, en las pláticas masculinas entre los pescadores, se vitorean el derroche económico que despilfarraron en su identidad masculina en el aspecto negativo.

Recomendado los pescadores que contrabandearon caracol, los sitios idóneos para ingerir cerveza y deleitarse con la presencia femenina o, de igual manera, comentan de manera enaltecida que después de haber estado ingiriendo en casa de cierto familiar, optaron por ir hacia algún bar y, una vez allí gastaron prácticamente todo. Por lo cual, como se planteo con anterioridad, no se trata de transfigurarse de indagador antropológico a un idealista ecológico, pero si planteó que en un solo viaje de contrabando en el promedio más mínimo se capturan 540 conchas de caracol. Pero cuantos viajes se realizan al año, ¿ 10, 20 ó 30 ? Se establece una media mínima, es decir un promedio de 20 con la cifra menor de 540 conchas, serían un aproximado de 10,800 conchas de caracol cuyo uso económico repercute para solventar la identidad masculina en su aspecto negativo. Por lo cual, esa forma dañina de ser Hombre y, especialmente en reproducirla de manera constante para beneplácito y aprobación del género masculino en Xcalak, lesiona no solamente a las familias xcalaqueñas en su economía al no repercutir en elevar su nivel de vida, de igual manera, el daño físico no solamente se lo hacen los pescadores con la ingesta de cerveza o enervantes, sino que de igual manera causan un daño irreversible a los arrecifes de * Banco Chinchorro con su acción depredadora en virtud de ostentar una identidad masculina en su aspecto negativo.

4.10.2. La " cuestión " el estigma de las drogas: cocaína y marihuana

El fin último de esta indagación académica se encuentra lo bastante lejos del tópico del narcotráfico. No obstante, el que se mantenga la " puerta cerrada " no indica necesariamente que dicha realidad por no ser descrita en este trabajo " no sea parte de " lo habitual en la vida social de los habitantes de Xcalak. Especificando de igual manera, que no es de nuestro interés averiguar si las comunidades del sur de Quintana Roo son puntos de apoyo ó simples trayectorias marítimas de algún cartel sudamericano dedicado al trafico de estupefacientes, pero que por cuestiones de persecución hacia dichos narcos, éstos desechan su mercancía ilícita al mar caribe y, que por cuestiones del azar recalan en las aguas del sur de Quintana Roo, esa realidad es inobjetable y, sin parecer " fantasioso, " pareciera que ciertos pescadores afinaron su vista para detectar el enervante blanco en paquetes de kilogramos cuando flotan en las aguas ò varadas en la orilla de la playa.

Un ejemplo quizás irónico hasta cierto punto, pero se asemejan a los esquimales que logran diferenciar distintos tonos de blanco en la nieve, lo mismo con los amazónicos cuando distinguen diferentes tonalidades de verde entre la selva sudamericana. Enfatizando, que no se quiere caer en lo picaresco, sino más bien, en seguimiento de la objetividad para describir en términos antropológicos. Por lo cual, es un hecho real que el " hallazgo, venta y consumo " de cocaína se ha impregnado notoriamente en la sociedad xcalaqueña. Empero, en este apartado 4.10.2. se describirá única y exclusivamente lo que contribuye en el género masculino para reproducir su identidad masculina en su aspecto negativo y, la cocaína y marihuana, son piezas claves para entender el mundo de los hombres que se suscita en Xcalak, sus patrimonios que se edifican de manera casual, pero que también despilfarran enormes cantidades de dinero en cerveza, drogas y sexo comprado y, al describir " enormes cantidades de dinero " no se hace referencia a montañas de dinero, ni mucho menos al acumulamiento de oro en bóvedas. Sino más bien, a la renumeración que ellos perciben por su labor en el mar, pero que de pronto, logran tener en sus manos cantidades inimaginables que solamente ahorrando más de la mitad de sus sueldos, lograrían juntar en 30 años –o quizás nunca-lo que en un momento se hallaron de manera casual en el mar, pero que de igual forma gastaron en cantidades no acostumbradas.

Uno de esos ejemplos en el derroche económicos en aras de una identidad masculina, es que llegan al extremo de cerrar cantinas completas en la ciudad de Chetumal para uso exclusivo de ellos en una noche, incluyendo en absoluto todo lo que oferta ese centro de " diversión " para los hombres, no importando si son tres, cinco, siete o más pescadores. La cuestión es que por varias horas ellos cuentan con la exclusividad del servicio de dicho lugar, por supuesto, el pago es en efectivo y al momento, donde de acuerdo a sus versiones y los precios cotejados con empleadas de esos lugares, las cantidades oscilan entre treinta y cincuenta mil pesos. Por supuesto, pagan de manera excesiva de acuerdo a lo que consumen, pero esa tampoco es la cuestión, lo singular es la costumbre masculina de hacerse constantemente daño y que se refleja de manera nítida cuando sus economías menguan y el efectivo se les hace volátil, es entonces cuando recurren como desesperados a vender sus propiedades materiales como automóviles y lanchas, desde luego, a un bajísimo precio de su costo real que fue adquirido al contado, casi siempre es menos de la mitad.

De lo anterior, se mencionó únicamente el derroche de dinero que se realiza ulterior al haber hallado las * dadivas del mar, pero igual existe otro daño patente en la población masculina de Xcalak y, que de igual manera resulta evidente en los pescadores, esto no es otra cosa, que la adicción que se queda en ellos, no importando si es adolescente o adulto. Para ejemplificar, quizás… esta vez se peque de ironía sutil, pero son " como niñitos de proletariado " donde la sociedad de consumo los hizo adictos a la bebida de gas, especialmente al producto de la trasnacional estadounidense de Coca Cola Company, dichos niños aprendieron de los adultos que esa era la bebida para compartir en todas las comidas y en todo en lo que se refiere al consumo de líquido. Pero de pronto se encuentran dos trailers repletos en sus contenedores con dicho refresco gaseoso, consumiendo hasta saciarse y vendiendo todo lo que puedan y gastándose hasta el último peso obtenido, pero después de dos o tres meses tener que acudir a la tiendita de la esquina por un refresco de la presentación más pequeña.

Lo mismo con algunos pescadores xcalaqueños cuando después de haber tenido kilogramos de enervante blanco en sus manos y, convertirlo en dinero en efectivo para elevar su nivel de vida, lo derrochan como si fuesen padrinos de bautizo y su misma identidad masculina se transfiguró en varias partes y les exige " yo soy el de la cerveza, yo el de las mujeres, yo el de autos o lanchas " y él, satisface a manos llenas sus placeres masculinos en el aspecto negativo. Empero, la fuente de la cascada se seca y por ende la cascada también, es entonces cuando a través de los ingresos que perciben por su labor es que son capaces de ir a los poblados cercanos a Xcalak por diminutos gramos de cocaína que inciden de manera decisiva en contrarrestar los insumos para satisfacer las necesidades del hogar como alimento, vestido, recreativas, médicas y lo demás que necesiten sus familias. Es entonces cuando la frase " se rayaron con el agasajo," haciendo referencia a ciertos pescadores que por cuestiones del azar hallaron polvo blanco, lo más seguro es que les resulta paradójica y contraproducente, porque no se sabe si es para elevar su nivel de vida en bienestar de sus familias y ellos mismos, ó, todo lo contrario, debido a que el comején de la cocaína invade todo para satisfacer por completo y embelesarse la identidad masculina en su aspecto negativo y gradual ó súbitamente consume todo también.

4.10.3 El hábito y costumbre de ¡ Playar !

Existen lugares en el sur de Quintana Roo que todavía son " vírgenes " son aquellos que se encuentran alejados de los asentamientos humanos de Xcalak, Mahahual, Uvero, Río Uach y demás poblaciones de pescadores dispersos entre los dos primeros poblados. No obstante, eso no indica que no existan secuelas de la presencia humana en toda la costa del sur quintanarroense, por el contrario, con sus desechos materiales que arrojan hacia el mar los cruceros que surcan las aguas caribeñas, se encargan de invadir de manera gradual la orilla de las playas. Encontrando prácticamente de todo, desde biberones, zapatos, ropa, botellas de plástico y vidrio, comida enlatada, madera. Todo lo inimaginable que la sociedad de consumo pueda utilizar para que minutos después, lo transforme en basura para desechar. Por supuesto, la gente nativa recicla lo que puede y necesite. No obstante, existe un tipo de embarcación que no necesariamente son los cruceros, pero que de acuerdo al material que desechan, se infiere que son los barcos o lanchas rápidas de los narcotraficantes que por cuestiones de " persecución " abandonan a la deriva del mar su apreciado cargamento.

Provocando que el acto de reciclar entre la basura que se encuentra en la orilla de la playa ó flotando en el mar, adquiera un apreciado valor económico y, este es el acto de playar, el saber distinguir en kilómetros de orilla de playa ó hasta donde alcance la vista sobre lo que flota en el mar, para saber si es basura ó los conocidos " paquetes " de cocaína, que prácticamente los habitantes no solamente xcalaqueños, sino más bien todos los del sur de Quintana Roo saben que prácticamente " es dinero flotante. " No obstante, en éste caso nos centramos únicamente en la comunidad xcalaqueña por ser el centro de nuestra investigación y, lo singular del caso, es que pareciera que Xcalak es un sitio predilecto para que los narcotraficantes desechen su cargamento ilícito. Especificando, que no se describe a través de juicios de valor para plantear si es " bueno ó malo, " sino más bien, como lo considera la comunidad xcalaqueña al acto de playar y encontrar lo que se anhela.

Sucede que dicha comunidad no lo califica como maligno, por el contrario, hasta cierto punto lo observan como una bendición divina que puede repercutir en prosperidad para ellos, se podría asegurar que no se enjuicia ni mucho menos se condena. Por el contrario, se aplaude, regocija, vitorea e inclusive, en la mayoría de los casos mencionan, que le agradecen A Dios y al mismo mar, pero lo particular versa en que este habito es casi… " norma cultural " de playar está monopolizado por el género masculino, desde la adolescencia hasta la tercera edad, especialmente entre veinte y cuarenta años. Pero por qué no las mujeres y los niños acuden a playar, por la simple razón de que se encuentran años luz del oficio de ser pescador y, por ende, alejados de las lanchas y el mar. La única playa y orilla que pueden percibir es la del pueblo y, aún así, los que despiertan primero y acuden a la playa son los pescadores adultos. Entonces resulta obvio que sólo ellos saben que cantidades encontraron y a que precio lo pueden llegar a vender.

Que madres le voy a decir a mi vieja que playé tantos kilos, berga para que después lo cuente y todo Xcalak lo sepan y me apañe los judiciales, mejor lo vendo y le doy su lanita y al carajo.

Anónimo

Por lo anterior, el habito y costumbre de playar es propiamente masculino, asimismo, en cuanto a ciertas ganancias económicas que repercuta de esto es de manera obvia que es cuestión de mentalidades masculinas. En principio, porque los pescadores ya saben los contactos con los compradores de dichos enervantes en el sur de Quintana Roo y, no únicamente eso, sino también la manera de cómo tratar con ellos í, inclusive si la ocasión lo amerita, tener el valor y la osadía de sacar los enervantes del pueblo y, eso sin parecer misógino, es propiamente una actividad masculina en Xcalak, debido a la tensión que produce el exceso de adrenalina, pero de igual manera, si ya está preconcebida una identidad masculina en su aspecto negativo: de despilfarrar dinero a manos llenas, es obvio también que las mujeres poco pueden hacer ante las decisiones de sus esposos. No obstante, si corren con suerte en las decisiones de ellos, se logra adquirir para los servicios del hogar algún electrodoméstico como lavadora, refrigerador, modular, dvd o estufas, estos objetos para el uso del hogar, casi siempre se salvan de las manos del pescador cuando se le agota el último peso de las ganancias obtenidas por el hábito de playar. Pero casi… siempre como impulsado por una catapulta, los pescadores deciden de inmediato en reproducir su identidad masculina en su aspecto negativo a manos llenas como se mencionó en otros apartados.

No se trata de plantear que Xcalak sea un " pueblo de narcos " por supuesto que no, es más, ulterior a una estancia de meses y visitas esporádicas, se podría aseverar que no es esa la situación, pero lo que sí existe y es real, son las secuelas de la cocaína, ya sea en pro ó en contra, incluyendo a ciertos pescadores que hayan logrado optimizar lo que quizás… el destino les mandó. Es decir, con la venta de los enervantes que playaron, se lograron hacer de cierto patrimonio como vehículos, casas y lanchas. No obstante la adicción a dicho polvo blanco se quedó en ellos, e incluso para ser más específicos, nos auspiciaremos del lenguaje médico para poder describir a que grado se ha infiltrado la cocaína en la costumbre y vida social de la comunidad xcalaqueña, en nuestra opinión, dicha droga se ha enraizado y enquistado, pareciera que el huésped es la cocaína y el hospedero la población de Xcalak.

4.10.3.1. El despilfarro de ser " bendecido " por la arena blanca

Lo singular en la identidad masculina de los pescadores xcalaqueños estriba en las * dadivas del mar que ofrece su geografía de pueblo marítimo. " En un día de suerte " como mencionan ellos, su economía puede mejorar enormemente y, ese es rubro etnográfico los hace diferentes a otros contextos sociales en cuestiones de ostentar cierta fuente constante que incida en su masculinidad. Es decir, el acto de playar con sus renumeraciones económicas funciona como impulsor latente en el sentido de ser un imponderable, en términos de que los pescadores tienen las mismas probabilidades de encontrar ó no el enervante blanco, no es nada certero y las variantes sería… el descuido de algún narcotraficante que deseche su cargamento en las aguas cercanas a Xcalak, esa es la causa real que a desencadenado el habito y costumbre de playar en Xcalak. Empero, nuestra perspectiva es género, por lo cual, los hombres xcalaqueños de acuerdo a su geografía, presenta dicho caso particular. Es decir, si nuestros sujetos de estudio hubiesen sido los obreros del Ingenio cañero de San Rafael de Pucté, quizás se hubiera podido observar que la fuente económica que abastece lo necesario para reproducir su identidad masculina en su aspecto negativo es únicamente su salario, salvo en ocasiones donde reciban otras percepciones laborales como caja de ahorros, prestamos, aguinaldos, días extras o, cualquier forma de pago.

Sucede que la masculinidad xcalaqueña que se nutre y abastece de lo necesario para satisfacer su aspecto negativo. Ellos, y la comunidad xcalaqueña en general, lo catalogan como un " acto de suerte " es como saber que se ostenta con el 50% de posibilidades de sacarse un premio en un sorteo. Sin parecer irónicos, quizás… es más probable que un xcalaqueño encuentre el codiciado enervante blanco en su comunidad, que un chetumaleño se saqué la lotería aún gastando una fortuna comprando billetes para el sorteo y, con esa constante y anhelo latente, coexisten los integrantes del género masculino que les fascina reproducir de manera asidua su identidad masculina en su aspecto negativo.

Es entonces cuando de pronto, de la nada, por azares del destino ó, por capricho de la marejada y descuido del narcotraficante, cierto pescador que ya tiene una afinidad palpable por la cerveza y enervantes como la cocaína o marihuana, además de esto, destina menos del 50% de su salario a los gastos de su hogar como alimento, vestido y educación. Sucede que el " día afortunado " se suscito y se halla algunos kilogramos del enervante blanco cuando fue a bucear caracol, pescado y/o langosta, pero que en vez de obtener alrededor de cuatrocientos pesos por una jornada laboral. Las ganancias si logra " comercializar " dicho hallazgo ilícito se disparan a varios cientos de miles de pesos. Por supuesto, por obvias razones se soslayan los casos y no se describe una sola palabra al respecto sobre si " existe ó a existido " Tampoco es de nuestra incumbencia si existe también comprador ó no en Xcalak, si la venden al exterior, inclusive no se " sabe " a ciencia cierta si dicho mercado ilícito de enervante blanco es " real. "

Lo cierto son las causas ambivalentes que provoca al interior de la comunidad xcalaqueña y, en este caso, se analiza el aspecto negativo de ser hombre. Se sabe de " algunos " pescadores que irrumpen de manera drástica con la costumbre social en el género masculino, debido a que en su mayoría acostumbran ha andar descalzos, a veces también en sandalias, pero que de pronto lucen botas o zapatos de piel, automóviles seminuevos o de agencia que les duran menos de un año de uso y, no por adquirir otro, sino más bien por venderlo para saldar sus deudas. Enfatizando, que no es una postura enjuiciadora y, mucho menos se afirma con certeza " quien ó quienes " han estado en situación, pero basta con una estancia de dos o tres meses en observación directa del oficio de ser pescador en Xcalak, para percatarse que si bien es cierto que las ganancias son redituables, también es verídico que su contexto laboral de empleados jornaleros con el soporte económico que presentan, no les permite acceder a créditos para casas y automóviles.

Lo que si es accesible, son los créditos para lanchas y motores fuera de borda, pero casi siempre funge como aval la cooperativa pesquera. En ese sentido, es obvio que el acto de playar el enervante blanco a incidido en elevar los ingresos económicos de algunos pescadores xcalaqueños. Empero, en este apartado, se centra la atención en el caso de los pescadores que hasta cierto punto se han " saciado al extremo " en reproducir asiduamente su masculinidad en su aspecto negativo, se " sabe " algunos pescadores que han viajado a las ciudades de Playa del Carmen, Cancún, Cozumel, e inclusive a otros estados, pero no por cuestiones recreativas con sus respectivas familias, sino más bien en búsqueda de placer sexual no importando el precio de la sexoservidora. De regreso a la ciudad de Chetumal se hicieron de algunos automóviles seminuevos y lanchas de fibra de vidrio con su respectivo motor fuera de borda.

No obstante, meses después un pescador de ese grupo, anda laborando en un cayuco que le entra agua. Uno de ellos su frase lo delata, porque casi siempre que existe un convivio social masculino, donde es inexiste si no hay cerveza, sucede que cuando la plática aborda los temas sobre los actos masculinos que sucedieron a través de los ingresos económicos del acto de playar. Su frase de dicho pescador es célebre, como una especie de Copyright: Mi berga me llevó a la perdición, pero no hay bronca porque lo disfrute. La cuestión, es que ese mismo pescador, en la actualidad vive en una casa de madera que construyó hace varios años, con piso de tierra y la comida su esposa la prepara quemando leña. Es decir, tuvo la " oportunidad " de cambiar radicalmente dicha situación en beneficio de él y, por supuesto, de su familia.

Lo mismo con pescadores que han asistido a la ciudad de Chetumal en búsqueda de cerveza y placer sexual comprado, desde luego, sin importar el costo. Es decir, también se " sabe " de algunos pescadores que en su trayectoria en pro de reproducir su identidad masculina en su aspecto negativo, se identifican de inmediato. En principio, por su físico de que delata a seres humanos de varios años laborando en el mar caribe, su piel es excesivamente bronceada, lo mismo sucede con sus cabellos donde no se puede ocultar las secuelas del sol. Pero, en ese aspecto humano, tampoco esta es la cuestión, lo singular estriba que ellos mismo han acudido a cierto bar y, por obvias razones ya los conocen, porque han acudido en sandalias, playeras, shorts y a veces gorras. Pero que de pronto se observan con pantalanes, zapatos y, sobre todo, con pulseras y soguillas de oro de llamar la atención.

 

Sucediendo " algunos " casos de pescadores que han sido prácticamente " asaltados y atracados " por judiciales o seudo-judiciales. Obvio, se omiten los nombres ó sobrenombres de " esos " pescadores, pero el conocimiento popular lo sabe, es un secreto a voces en la comunidad de Xcalak que no va más allá de 500 habitantes, donde " esos " pescadores que acudieron a una " noche de parranda " regresaron a sus casas sin automóviles y, sin dinero en efectivo. Por supuesto las denuncias por parte de ellos hacia sus atracadores en algún ministerio público casi no las realizan, porque se amedrentan al saber que el origen de su elevada economía se debe a la venta del enervante ilícito. Esos " casos de algunos pescadores que se tiene conocimiento que han playado y vendido el enervante blanco, " son notorios, porque hasta cierto punto se asemeja a una " especie de desfile carnavalesco " que durante varios meses dichos pescadores no trabajan en su oficio que les da su identidad, sus lanchas nuevas se localizan atracadas a orillas de la playa y, ellos, luciendo alguna joya en su cuerpo por todo el pueblo, lo mismo consumiendo cerveza prácticamente todos los días e invitando a quienes él crea necesario.

La frase de doña Silvia es por de más lo bastante explícita: Pobre pendejo ya se le acabará su dinero y andará como perro y, efectivamente, como pariente de Nostradamus la profecía de la señora se cumple y, a " esos " pescadores se les agotó hasta el último peso. Donde el cambio social es radical, debido a que pudieron haberse comprado mínimo tres o cinco lanchas con todos sus aparejos de pesca o, también, comprar alguna placa de taxis en la ciudad de Chetumal, pero lo real es que ulterior al haber despilfarrado a manos llenas sus " ingresos " económicos que obtuvieron a través de las * dadivas del mar y la venta ilícita del enervante blanco.

En la actualidad, lo único que les da ingresos económicos es su fuerza de trabajo, empleándose con otro pescador propietario de lancha, donde una parte del trabajo de él, se destina para el propietario de dicha lancha, prácticamente de un " burgués deseoso de gastar su dinero, unos meses después regresa sin más, a su condición de pescador jornalero. " Por supuesto, la posible y real oportunidad de haber acrecentado su economía se les esfuma no sólo a él, sino de igual manera a toda su familia que de manera obvia depende de esa misma persona. En nuestra opinión, esa es la manera más nítida de observar el costo real de ser hombre en su aspecto negativo, porque el daño no termina en el derroche monetario, sino también, se tiene que poner énfasis que la adicción a la cerveza y drogas como la cocaína y marihuana siguen con ellos y su apetito insaciable por reproducir de manera constante su masculinidad negativa, también sigue con ellos.

De igual manera, no se soslaya que en esa " trayectoria masculina " para satisfacer su apetito sexual comprado, obviamente se realizó con sexo-servidoras y, por ende, el riesgo de una enfermedad venérea en ellos y, en sus esposas es latente también la posibilidad. Por lo cual, no se omite ese patrón de conducta en pro de una masculinidad negativa y, que es repetitivo en Xcalak, es decir, las generaciones masculinas más jóvenes no lo observan con desagrado, por el contrario, lo aprecian hasta cierto punto como un hecho loable.

4.10.3.2 Enervante blanco " alienígeno o ya nativo "

su contribución y asentamiento en la Masculinidad negativa

Existen algunas teorías que pertenecen a la rama de la biología donde se plantea que la sola presencia del ser humano en su afán de colonizar nuevas tierras, han contribuido de manera voluntaria o accidental con trasladar fauna y flora de un lugar a otro, denominándola " alienígena " a la especie que no es propia de una zona, pero que propicia la " colonización " y, en ocasiones, la depredación de las especies nativas de un lugar. Por citar ejemplos: los conejos y animales de pastoreo que los Británicos llevaron hacia la isla de Australia y, que posteriormente se convirtieron en una plaga. Lo mismo con las abejas africanas que los portugueses introdujeron al Brasil, pero que después se convirtió en un problema local y, de manera gradual, para todo el continente americano.

Quizás… nuestros ejemplos y esquema sean demasiado biologisista, pero si se logrará hacer ese planteamiento en términos sociales por supuesto, para escudriñar en que momento " hizo " su aparición la cocaína como sustancia que bien podría denominarse " alienígena " al no ser propia de la comunidad, o inclusive de la región costera. Es decir, se escudriñó en entrevistas informales con pescadores que prácticamente ya se encontraban en el retiro laboral, pescadores en que sus edades van más allá de cincuenta cinco años. La respuesta de ellos, era que en sus tiempos de mocedad el enervante blanco no existía, comentaban: que madres, esa porquería de chamaco no la conocí y si queríamos divertirnos a veces hasta caliente teníamos que tomar la pinche cerveza, bueno a veces también algunos ya fumaban mota que compraban cuando aprovechaban los viajes que se hacían a la ciudad de Chetumal, pero como estos únicamente eran por lancha y para comprar mercancía o cosas de la cooperativa, pues era raro que alguien únicamente viaje por mota, además casi siempre era trago con refresco, agua de coco y a veces con suerte cerveza fría.

Lo que llama la atención en estas generaciones que sobrepasan los cincuenta años, es que únicamente se pudo observar a dos personas que sienten preferencia por la marihuana, pero no se logró visualizar a nadie que sienta afinidad por el * polvo blanco. Es decir, hace casi… cuatro décadas en lo que respecta a la identidad masculina en su aspecto negativo, prácticamente el enervante blanco no existía, su participación era nula no solamente en el individuo y el daño físico que causa en el organismo, sino que de la misma forma como repercute en la salud pública de la comunidad, ya sea por gastos de compra del producto como elemento " imprescindible " para esa forma dañina de ser hombre o, de la misma manera, cuando repercute en el " proceso de comercializar " * las dadivas del mar que se encontraron, pero posteriormente, el mismo daño que se hacen para gastar a manos llenas el efectivo que obtienen como ganancia.

En la actualidad, no se puede entender la masculinidad xcalaqueña sin la presencia de la cocaína, y, no únicamente en sus organismo como daño individual, sino más bien, en la manera en que se ha impregnado en la vida social de Xcalak, por lo cual, la cocaína como " componente esencial " para reproducir la masculinidad en su aspecto negativo entre los pescadores de Xcalak y su comunidad, marca un " antes y después. " Es innegable que hace cuatro décadas entre la adolescencia xcalaqueña no existía la oportunidad de adquirir gramos de enervantes blancos, hoy día jóvenes entre catorce y veinte años la pueden comprar inclusive en el mismo poblado, pero no se tratar de satanizar y menos " señalar con el dedo " como un acto de juicio condenatorio. Por supuesto que no, pero es un hecho también que el creciente mercado sobre del consumo del enervante blanco en varias zonas urbanas de nuestro país, especialmente en las turísticas como Cancún o Playa del Carmen, asimismo, el insaciable mercado Estadounidense y su afinidad por la cocaína, de igual manera la tecnología de punta que existe en lanchas de fibra de vidrio y motores fuera de borda de varios cientos de caballos de fuerza. Todo este contexto, ha incidido de manera evidente para que los Carteles del Narcotráfico opten como trayectoria al mar caribe y, por ende la zona sur de Quintana Roo.

Lo observable desde la perspectiva de género, es el daño que a causado en las poblaciones nativas, una de ellas, de manera obvia es la población masculina de Xcalak, quizás… lo realizado en esta investigación académica en el nivel licenciatura no le alcance en tiempo y forma y se tenga que pasar la " estafeta " a la maestría o el doctorado. Asimismo, no es justificante ó pretexto académico para la indagación, al plantear que un trabajo multidisciplinario hubiese arrojado resultados más específicos como la ayuda de personal médico para saber el grado de adicción en la población masculina, pero que " método " se hubiera utilizado con los informantes. En ese sentido, nuestra visión de la influencia del enervante blanco en la población masculina xcalaqueña, fue el observar el comportamiento de ellos y, en diversas ocasiones se les observó su desesperación por consumir varios gramos de dicho enervante blanco, lo mismo con destinar más de la mitad de sus ganancias laborales para la adquisición de esos componentes de la masculinidad en su aspecto negativo, como lo es el enervante blanco y la cerveza.

De igual manera, nos pudimos percatar en algunos de los pescadores como en el momento en que laboraban, su rendimiento no era el mismo " antes y después " del consumo de varias horas de cerveza hilvanado con algunos gramos de cocaína. Ciertos pescadores cuando se les cuestionaba al respecto lo negaban rotundamente: que madres me ve hacer a mí el * perico si ya estoy acostumbrado, lo que pasa es que no encuentro las pinches cuevas de la langosta y las que vi estaban vacías. En esa ocasión, quizás la osadía por refutar la respuesta de los informantes fue desmedida. Por lo cual, se recuerda de manera nítida dicho momento de la entrevista informal, debido a que fue la primera vez que me tire a las aguas caribeñas, pero con lo singular de estar a varios metros después del arrecife coralino. Es decir en mar abierto y, se pudo observar el esfuerzo no acostumbrado que hacían los pescadores por sumergirse, por supuesto, el investigador antropológico jamás llegó a esas profundidades. No obstante, sí se logró reconocer de manera clara y hasta cierto punto cuales eran las grietas en la superficie marina donde pretendía bucear dos pescadores, pero como un día antes habían consumido varios litros de cerveza y gramos de enervante blanco, era obvio que su rendimiento no era el mismo.

Por supuesto, ellos negaban lo que acontecía. No obstante, dos días después se regresó al mismo lugar y, sin decir una palabra de mi parte al respecto, pero buscando como excusa el querer bucear en esa profundidad y además en poder llevar el producto que ellos saquen hacia la lancha, me introduje al agua y, me pude cerciorar que era el mismo lugar que hace dos días no lo pudieron trabajar, pero que posteriormente si lograron sacar varios kilogramos de langosta en el mismo sitio, pero esta vez sin haber consumido cerveza y/o cocaína.

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