La osadía y suicidio de ser pescador: Etnografía de las identidades masculinas en Xcalak (México) (página 6)
Enviado por Pedro Pablo Garc�a L�pez
Capítulo V Conclusiones.
Aspecto positivo y negativo de la Identidad
Masculina Xcalaqueña
5.1. El uso del Arpón en la Masculinidad Positiva Xcalaqueña
Lo singular de la etnografía social de Xcalak, es que prácticamente coexisten como sociedad humana en lo esencial del sistema patriarcal sigue siendo la misma de hace siglos, por supuesto sin juicios de valor, se puede observar nítidamente el papel del hombre como padre de familia como proveedor de insumos para el hogar, donde desde luego que ya no son las manadas humanas en persecución del gigantesco mamut. No obstante, el acto masculino básico de cazar y/o recolectar en términos de confrontar de manera directa a la naturaleza en su hábitat salvaje con todo lo riesgoso ó no que esto implique, en nuestra opinión, ese esquema masculino de nuestros ancestros es equivalente al que practican los pescadores xcalaqueños, por supuesto, guardando las respectivas distancias de tiempos y tecnología. Es decir, ya no son las armas prehistóricas punzo-cortantes de piedras de obsidiana en lanzas, flechas o hachas, sino más bien, son varillas aceradas ó de acero al 100% hechas en serie con puntas especializadas al extremo para que el lanzamiento penetre lo más letal en el cuerpo de la presa marina.
Nos referimos a una de las herramientas básicas del pescador xcalaqueño. Es decir, el mortífero arpón que en manos de ellos, los hombres xcalaqueños que se ganan el sustento de sus familias en el laborioso oficio de ¡ hacerse al mar ! dicho aparejo de pesca vendría siendo en comparación a ciertas especies depredadoras de la naturaleza, el aguijón del escorpión, las garras y colmillos del tigre o, la dentadura del escualo conocido como el gran blanco. Es decir, un componente esencial en la masculinidad xcalaqueña en referencia a su oficio de bucear mariscos, es ser literalmente diestro y letal en el uso del arpón. No se le dispara en el cuerpo del pez, sino lo más cercano a la cabeza y, más si es un pez de varios kilogramos como picuda, abadejo, cubera, gata, mero, jurel, sierra.
En cuestiones de arponear pescado, tienen que ser lo más preciso posible por dos simples razones. Una no perder la varilla y, la otra, no dejar escapar al pez. Es decir al hecho de incrustarle la varilla al pez en la cabeza, ellos denominan * deschatear, en ocasiones se requiere únicamente un solo disparo, pero cuando no es esa la situación, el pescador tiene que seguir al pez lo más rápido posible sin perderlo de vista y con una mano afuera del agua sin asomar el rostro le hace una señal en forma de pistola al que va * botereando como si dicho pescador va ha disparar, cuando éste pescador nota la presencia de la lancha le muestra la pistola vacía y, él que va botereando se acerca al que está en el agua para proporcionarle otra varilla e inmediatamente obedece la señal del pescador que está en el agua para adelantarse unos metros y estorbarle con el ruido del motor la huída al pez.
En ocasiones no se requiere la ayuda de quien va botereando y es más, tampoco se requiere de una segunda varilla, pero esta perfección en el oficio del pescador xcalaqueño, es privilegio de muy pocos. Debido a que si bien es cierto que la mayoría de ellos son letales con el arpón, existe un grupo de pescadores que tendríamos que denominarlos ¡ de elite ! sin redundar, es lo excelso de lo mejor y, con franqueza, no es que los ojos del investigador haya visto a todos los pescadores xcalaqueños en el acto laborioso de realizar su oficio, sino más bien, ese respeto y categoría se gana ante el género masculino a través del tiempo e ir perfeccionando la labor de bucear mariscos. Pero por supuesto, dichos sucesos no se lo quedan ellos nada más, por el contrario, es la plática común en las cantinas del pueblo, o en los sitios donde ellos se encuentren reunidos, ya sea con ó sin cerveza, debido a que estas anécdotas no requieren de la " ayuda " de la cebada fermentada para que los xcalaqueños emerjan sus sentimientos laborales.
En cuanto ha observalos a ellos en su medio laboral, fue un privilegio y regalo de la vida conocer al pescador Pach. La primera vez que observé realizando su oficio después de los arrecifes, es decir en las aguas de " afuera " a un poco más de doscientos metros de suelo continental. No entendía porque arponeaba un pez pequeño de menos de un kilogramo y por la cola, de inmediato le quitó la varilla, le medio ensartó la punta en la cabeza para menguar aún más la resistencia del pez a morir, ulterior, cargo de nuevo el arpón con la misma varilla, tomó el pez moribundo y lo lanzó a unos diez metros de él mismo, ese mismo acto lo realizó como tres o cuatro ocasiones. Hasta que se observó la silueta de una picuda de un poco más de metro y medio, que nadaba en zig zag de manera rápida haciendo honor a su especie de escualo, éste depredador marino centró la mirada en el pez moribundo que hacia la función de carnada y, cuando decidió atacarlo, a unas décimas de segundo antes del preciso momento de morder la carnada, la picuda ya tenía incrustada la varilla del arpón que Pach le había disparado. Sencillamente el acto laboral del pescador en el uso del arpón fue magistral en términos de ser letal, pero no es un caso único, lo mismo sucedió con los pescadores Román, Nek y Mono, solo que con peces conocidos como cuberas y abadejos.
Los pescadores xcalaqueños dentro de sus tantas anécdotas que les suceden en el mar, cuando deciden narrarlas al compás de las cervezas, sucede que se extravían entre la realidad y la fantasía de acrecentar el ego masculino ante su género. No obstante, cuando la cerveza es notoria por su ausencia y se logra entablar un diálogo con Ellos, saben reconocer quienes se han perfeccionado en el oficio de bucear mariscos y, aunque no explican con lujos de detalle y mucho menos otorgan tantos cumplidos al pescador al cual se refieren, sí identifican el género masculino a ese grupo que denomino de elite. Dentro de ellos, se encuentra los pescadores: Nek, Mono, Pach, Román, Chulo, Víctor, Chamaxclan, Yayo, Oscar y, los de mayor edad, Víctor, Matraca, Don Chemy y Dandy. Estos datos no es que se haya realizado una encuesta, sino más bien, es el resultado de seis meses de campo en Xcalak, realizando entrevistas formales e informales y, de los pescadores que se mencionaron, son los que ellos mismos de una ú otra forma los identifican como pescadores de primer nivel, al ostentar un conocimiento perfeccionado en su labor de bucear mariscos.
No podríamos establecer de que existen algunos pescadores xcalaqueños con mayor hombría desmedida sobre otros, enfatizando que cuando se utiliza el término " hombría " nos referimos a un hombre con más valentía y audacia que el resto de los demás. Esta no es la situación, debido a que todos ellos, los pescadores xcalaqueños, desde la infancia su misma comunidad y género los hace aptos para ese laborioso oficio de bucear mariscos. Entonces, esa hombría es inherente a ellos. No obstante, se logró platicar con cada uno de los pescadores xcalaqueños de manera individual, de sus amigos, de su familia, de los socios afiliados a la cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo, en fin de cada pescador que habita en Xcalak y fueron esas entrevistas informales que arrojaron como resultado un grupo repetitivo de personas que a perfeccionado el oficio de bucear mariscos y, que en lo personal, los denomino de elite. Por lo cual, la destreza en el uso del arpón es un componente esencial dentro de la masculinidad xcalaqueña.
No obstante, esos pescadores xcalaqueños de elite, su categoría no únicamente estriba en ser diestros en el uso del arpón, sino que de igual forma va hilvanado a un estilo de vida en aras de acrecentar para bien el nivel de vida de sus familias. Es decir, esposa e hijos, desde luego, ese grupo de elite se reduce al mínimo en este rubro de la masculinidad xcalaqueña en el aspecto positivo. Para concluir en este apartado, quisiera ser lo suficientemente explícito en describir el oficio de ser pescador en Xcalak en el aspecto de arponear, y como incide de manera decisiva en su masculinidad su singular etnografía de sesgarle la vida de manera constante con dicho aparejo de pesca a especies marinas como peces, langostas y pulpos. Para lo cual, me auspicio de Luis M. Gatti y Jorge Sada, ambos -sin saberlo- redactaron un párrafo lo bastante exacto para describir de manera lucida y general a todos los pescadores que efectúan esa actividad por de más inherente y estrecha con el mar. En lo laboral, no checan tarjeta, no cumplen un horario o jornada inglesa y, en esa forma y estilo de vida, donde por supuesto embonan a la perfección los pescadores xcalaqueños, planteamos que es donde se ubica el epicentro de la masculinidad xcalaqueña.
Los pescadores no producen a un ritmo de fábrica, no producen partes, no producen piezas, no cultivan, no domestican plantas ni esperan ritmos de cosecha: Los pescadores matan. En este componente de matar, está la relación tan directa con la naturaleza. (Luis María Gatti, 1986, p.63)
Cada jornada de pesca constituye una larga fase en la vida del pescador en la cual el trabajo, el esparcimiento y el riesgo forman una combinación particular y es característica de los pescadores sentir profundo orgullo por el trabajo que realizan y están conscientes que en ésta actividad se puede perder la vida en cualquier momento. (Jorge Sada, 1984, p.104)
5.2. El pescador xcalaqueño en su papel de Jefe de familia
Antes de iniciar en este apartado, se especifica que no se dilucida el " origen " de los bienes materiales que ostenten algunos pescadores y, menos se imaginen estimados (as) lectores (as) que son cuantiosas fortunas, menos, son lujos materiales, sino más bien, prioridades básicas de una familia; como casa con todos los servicios y aparatos electrodomésticos, lo imprescindible en el pescador: lancha de fibra de vidrio con motor fuera de borda, algunos de ellos con automóvil, motos y demás. Enfatizando que no se esclarecen dichos orígenes de los bienes materiales por dos simples y estrictas razones. La primera, por respeto a los informantes debido a la confianza que depositaron en mi persona y, la segunda, es que se trata de una indagación de género bajo la perspectiva de masculinidad, es decir, es una cuestión de forma no de fondo.
Lo que planteamos es que si tal vez… las * dadivas del mar incidieron en gran medida para el patrimonio familiar ó, si todo se debe única y exclusivamente al fruto del arduo y laborioso oficio de bucear mariscos. Por lo cual, no es de nuestro interés particular indagar al respecto. La cuestión es, si el pescador asume de manera debida ó no su función de jefe de familia en términos de ser proveedor de insumos y bienes materiales para el hogar. Bajo ese esquema masculino de hombre proveedor, en todos ellos los pescadores xcalaqueños, es obvio que antes de ser adultos fueron jóvenes y niños, es decir, crecieron con el concepto de familia nuclear de papá, mamá, hijos, casa y lancha. Algunos de ellos por supuesto que no tuvieron el mismo proceso social.
No obstante, lo que sí es un hecho, es que ese concepto y forma de vida es parte fundamental de la masculinidad positiva xcalaqueña, todos ellos persiguieron el mismo objetivo común, que algunos no lo hayan logrado es aparte, en viceversa, que otros, muy pocos sean excelsos en ese rubro masculino xcalaqueño, es allí donde reside la diferencia. Prueba de ello es el pescador Afro, no nativo de Xcalak, arribó al pueblo en la adolescencia. Hoy día tiene más de 20 años en el poblado y, se adaptó de manera formidable a la vida social de Xcalak, que por sus aptitudes en su oficio de bucear mariscos, se le considera un pescador de elite, -no es que lo haya elegido, sino que su misma comunidad con sus respuestas de entrevistas informales lo considera de esa forma- asimismo, su masculinidad positiva se acrecenta por su nivel de vida, es decir, durante la estancia del trabajo de campo, él cumplía con todos los requisitos que requiere un jefe de familia xcalaqueña. Afro es un ser humano singular para los estudios de género que se realizaron en Xcalak, debido a que él arribo joven al pueblo y sin ser pescador, pero entendió perfectamente la identidad masculina que tenía que reproducir y, en ese entendimiento de bifurcación sobre lo posito y negativo, eligió lo primero. Sus palabras aunque con el argot xcalaqueño, son explícitas para hacer referencia a la identidad masculina xcalaqueña en su aspecto positivo.
A mi nadie me puede platicar de Xcalak, yo llegué casi siendo un adolescente, pero sólo, sin nada y de muy lejos. Me hice Hombre, porque si me apendejaba me rompían la madre. ¡ Berga ! aquí te vuelves de todo si quieres; chingón, pendejo, borracho, drogo. De lo que uno quiera, el mar es generoso y te da de todo, afortunadamente todavía hay chamba. Depende de uno mismo, yo no quiero que mi hijo ande chambeando con otros cabrones y que le paguen su parte nada más, mejor que tenga su lancha y casa propia, porque primero es la Familia.
Afro
Otro aspecto material que denota de manera inmediata la masculinidad positiva en los pescadores xcalaqueños en su papel de jefe de familia, son sus hijos, debido a que las vestimentas de sus vástagos lo dicen todo, la ropa no es repetitiva y menos gastada por el uso. Es decir, sin mangas, rotas o con agujeros. De igual manera, se tiene que especificar que el andar descalzo en Xcalak, no necesariamente significa penurias económicas para adquirir calzado, sino más bien es lo habitual en la vida social de Xcalak, no obstante, los hijos (as) menores de diez años de estos pescadores preocupados por el bienestar de sus vástagos, casi siempre portan sandalias. De manera hipotética, se podría inferir que sólo se requieren de una estancia de quince días en Xcalak bajo la observancia de ambos géneros infantiles para identificar y entender quienes son los hijos (as) de Román, Pach, Mono, Oscar, Víctor, Dandy y Yayo. Por supuesto, se descartan los hijos (as) de las tres mujeres que pulverizan el esquema masculino. Es decir, la dueña del restauran, la de la tienda y la burócrata, descartándose los vástagos de estas mujeres no por misoginia, sino más bien, porque el objetivo central de la indagación académica fue el género masculino.
En la universidad, nos enseñan sobre el trabajo de campo algo irónico pero cierto sobre los informantes y sus respuestas, una cosa es lo que dicen que hacen y, otra totalmente diferente lo que realmente realizan En ese sentido, cuando se observó bajo la perspectiva de masculinidad y se efectuaron las entrevistas formales e informales, los pescadores xcalaqueños en su mayoría, se jactaban de tener más hombría que otros, por supuesto en términos de virilidad masculina, es decir, que tenían más resistencia sexual que cualquiera, a tal grado de " escupir por el colmillo " queriendo decir con esto, que casi postulaban de que en todo el planeta tierra no existen hombres más activos sexualmente que los pescadores xcalaqueños. Por supuesto, esto no es otra cosa que fantasía masculina y, bajo esos términos de fantasear sobre creer tener y portar una identidad masculina en su aspecto positivo, es que coexisten los pescadores xcalaqueños.
Debido a que ellos postulan que lo importante es la familia como prioridad básica y sobre todas las cosas, que primero están los requerimientos de los hijos, (as) esposa, casa y después lo demás. No obstante, es en extremo reducido el grupo de pescadores xcalaqueños que realmente asumen ese papel de jefe de familia, asimismo, por respeto a cada uno de ellos, se soslayan los nombres y sobrenombres de aquellos pescadores que de manera excelsa ostentan una Masculinidad positiva. No obstante, toda la comunidad sabe exactamente quienes son -la mayoría de los de elite- por el nivel de vida que tienen ellos y sus familias, y, en las entrevistas que se realizaron a ese grupo selecto, estos son los requerimientos materiales que necesita un pescador xcalaqueño que se jacte de tener y ostentar una masculinidad positiva.
5.2.1. Aparejos imprescindibles en la masculinidad positiva del pescador xcalaqueño.
- Lancha de fibra de vidrio con motor fuera de borda
- Refrigerador y/o nevera en casa para almacenar mariscos
- Una " bodega " que en promedio miden 3 x 4 mt.
para resguardar sus aparejos laborales
- Planta de energía eléctrica a partir de gasolina
- Lima y/o esmeril, segueta, martillo (por la reparación de las varillas del arpón)
- Más de dos bidones para almacenar gasolina
- Las tablas y hules que se utilizan sobre la lancha para la cuota de caracol
- Uno o dos pistolas (arpones) con varias varillas de repuesto
- Aletas, de preferencia dos pares
- Visor " "
- Esnorquel " "
- Cordel ó alambre para la sarta
- Piqueta para el caracol
- Gancho para la langosta con varios repuesto de anzuelos y algunas varillas
- Una bolla para señalar donde se localizan en ese momento. -muy pocos lo utilizan, quizás… dos de diez –
- La mayoría nada más tiene uno, pero en cuestiones de objetos punzocortantes son: cuchillo para descolar la langosta, el desarmador ó utensilio puntiagudo para destrabar el caracol de la concha, desescamador, cuchillo para postear escualos de varios kilogramos.
5.2.2. Los insumos básicos para el bienestar de la familia
- Casa propia: cocina, recamara, cuartos y baño
- Televisión
- Refrigerador
- Comedor
- Sistema electrónico para ver películas (DVD)
- Sistema electrónico de sonido
- Comedor
- Muebles
- Estufa
- Recipientes de plástico como tinacos para almacenar varios litros de agua
- Camas y hamacas
- La mayoría de todos los trastes que requiera la esposa para su cocina
- Ventiladores
- Bicicletas y/ó motos
- Automóvil
5.3. Conclusiones sobre la masculinidad positiva xcalaqueña.
La población masculina que se dedica al oficio de bucear mariscos en el poblado de Xcalak, es un poco más de 70 pescadores; entre socios, afiliados y pescadores libres, con edades que fluctúan entre diecisiete y cincuenta años, en su mayoría todos casados y con hijos, (as) existiendo también los solteros, divorciados, viudos y en unión libre. Todos ellos coexisten en una vida social sumamente esquematizada y, no es únicamente la opinión académica del investigador, sino más bien, es lo que dicta la vida social en Xcalak. Donde el oficio base y primario es ser Pescador, en segundo término se localiza la naciente cooperativa turística que consiste en llevar a pescar y/o bucear a los turistas que en su mayoría son extranjeros, no obstante, este rubro laboral está en ciernes y es esporádico, y por ende, muy pocos lo laboran, quizás menos del 15% de los pescadores xcalaqueños.
En cuanto al campo laboral de ofertar opciones para el género femenino nativo de Xcalak, prácticamente es inexistente y, de las opciones ya ocupadas desde hace tiempo, son por imponderables donde ciertas familias xcalaqueñas aprovecharon de manera útil las dadivas que proporcionaba el mar. No obstante, esas mujeres que laboran, representan la mínima parte de la población femenina xcalaqueña. Lo que se quiere plantear con esto, es que el contexto laboral que existe en Xcalak es propiamente masculino, obedeciendo únicamente a una sola razón: herencia social del sistema patriarcal que por siglos a cimentado sus bases en la vida del ser humano, por supuesto, la comunidad de Xcalak no es la excepción.
Se hace referencia al " monopolio laboral que es " exclusivamente " masculino y, si solamente de allí deviene el sustento alimenticio y patrimonio familiar en beneficio directo de las familias Xcalaqueñas. Entonces, aquellos hombres que presentan una masculinidad positiva xcalaqueña, hasta cierto punto se les puede considerar " sectarios " en términos de quebrantar el rígido y áspero sistema de vida social que existe en Xcalak. Siendo más factible reproducir la identidad masculina en su aspecto negativo, haciendo a un lado las prioridades de la familia; como casa, vestido y alimento, esas son las tres esferas que el pescador xcalaqueño debe satisfacer para su familia primaria como esposa e hijos. (as)
En cuanto a él mismo con relación a su oficio, es la totalidad de sus aparejos de pesca, para ello, forzosamente tiene que ser ahorrativo en sus ganancias económicas, y por ende, planear y llevar acabo un esquema de vida en función de esas renumeraciones económicas a partir de su calendario laboral sobre cuotas de caracol y langosta. Midiendo tiempos entre una y otra cuota, para saber aquilatar el dinero, es decir, el crustáceo que es la que más reditúa, ulterior se encuentra el caracol, por último, los peces que nunca están en veda. En ese sentido, tienen que aprovechar los tiempos de abundancia –hago referencia a las cuotas de caracol y langosta y, por supuesto, a las * dadivas del mar- para poder subsistir y saber confrontar la época de carencia, en términos de saldar deudas o adquirir prioridades e insumos para la familia y él mismo; como por ejemplo la adquisición de un electrodoméstico, ropa para la familia, el pago de una letra por la lancha y/o motor.
Por supuesto, no es nada sencillo para el pescador xcalaqueño destinar casi el 70% de sus ganancias económicas en beneficio directo de sus familias y de él mismo, cuando la mayoría de sus colegas narran en un lenguaje quizás exagerado ó bastante ilustrativo sobre * hazañas de giras masculinas en los bares de la ciudad de Chetumal por el consumo de cerveza y/o apetito femenino en cualquier índole, desde observarlas, hasta comprar intimidad. Este ritual masculino de reproducir una identidad entre los pescadores xcalaqueños, no es fácil para aquellos que deciden llevar una vida diferente y que por iniciativa propia sopesaron, dándose cuenta que es dañino más que nada para el nivel de vida que incide de manera directa en sus familias.
Los casos extremos por su estilo de vida totalmente contraria al esquema social masculino en Xcalak, son únicamente dos pescadores que tienen como prioridad básica y principal a sus familias. Haciendo a un lado cualquier indicio sobre el consumo de alcohol en Xcalak y los viajes por * hazañas masculinas a la ciudad de Chetumal, sencillamente ese estilo de vida de la mayoría de sus compañeros les resulta trivial para los pescadores ejemplos de vida en Xcalak, sus nombres por supuesto que se mencionan son los pescadores Víctor y el Dandy, el primero de religión presbiteriana y el segundo católico. Ambos son partícipes de manera directa con sus congregaciones religiosas, asistiendo la mayor parte de los días que su religión les indica para reunirse.
No obstante, no se podría utilizar a ellos dos como parámetro de la masculinidad xcalaqueña en su aspecto positivo y, no son por causas sobre aritmética de no representar la " media " de la población masculina xcalaqueña, sino más bien, la causa directa se debe a que el estilo de vida de no embriagarse y pensar siempre en la familia no es catalogado como lo máximo en la esencia de ser hombre entre los pescadores xcalaqueños, por el contrario, casi… lo consideran como un acto afeminado entre los hombres. Desde luego, no andan de " cacería de brujas " sobre los pescadores Víctor y el Dandy, menos se lo recriminan, sino más bien, entre el género masculino xcalaqueño es catalogado y bien visto que un hombre tenga como un estilo de vida el embriagarse, por supuesto, todo en un contexto de comportamiento " normal. "
Es decir, para los pescadores xcalaqueños un hombre que tiene como estilo de vida embriagarse, su valía masculina radica en que la cerveza consumida no afecte drásticamente su comportamiento, por el contrario, que sea responsable de sus actos en cuestiones de que sigue siendo la misma persona con ó sin alcohol consumido. Otro aspecto fundamental que incide de manera notoria en la valía de la esencia del hombre xcalaqueño sobre su estilo de vida de embriagarse, es catalogar al consumo de cerveza a un segundo o tercer plano, pero nunca como prioridad fundamental. Es decir, ulterior a una temporada de langosta ó caracol, la cuestión masculina versa en saber administrar sus ganancias económicas, destinando porcentajes desde el 10 hasta el 50% en gastos de identidad masculina. Es decir en los viajes a la ciudad de Chetumal por las * hazañas masculinas " sobre el consumo de cerveza y saciarse del apetito femenino en cualquier índole no destinar todo su efectivo económico hasta gastar el último, sino por el contrario, que también la familia resulte beneficiada.
No obstante, no es cuestión de enfoques nada más y plantear que la masculinidad positiva xcalaqueña tiene como componente básico el estilo de vida de embriagarse y de preferencia con cerveza, porque de esta forma lo conciben la mayoría de los pescadores xcalaqueños. A su vez, otorgarles de cierta manera la razón a ellos, en nuestra opinión, esa no es la cuestión, porque se sabe de antemano el grave daño físico que ocasiona el consumo de cerveza. Asimismo, como lesiona los aspectos de la vida social del individuo como familia y trabajo, eso sin contabilizar el rendimiento físico que, por supuesto se deteriora a través del tiempo. Además, el hacer un planteamiento generalizante resultaría incongruente e irónico sobre la masculinidad xcalaqueña, como por ejemplo:
I
La masculinidad positiva xcalaqueña tiene como componente esencial el consumo de cerveza
II
Todos los pescadores xcalaqueños consumen cerveza, por lo tanto, todos ellos ostentan una masculinidad positiva.
Por supuesto, lo anterior con las frases de los apartados I y II resulta una falacia con dosis de ironía, porque la realidad indica que se es hombre en términos positivos aún teniendo como estilo de vida el consumo de cerveza, pero siempre y cuando se es responsable sobre el comportamiento individual, pero sobre todas las cosas, no descuidar las diversas necesidades de la familia como alimento, vestido y recreación. Todo enfocado a un nivel de vida que incida en el bienestar de su esposa e hijos. (as) En ese sentido, quizás… el 50 ó 60% de los pescadores xcalaqueños lo logren de manera " intermitente, " es decir, esporádicamente se muestran preocupados por sus familias y adquieren algún beneficio material como televisor, estufa, refrigerador, pero como efecto " bumeran " regresan al consumo excesivo de cerveza, al extremo de destinar más del 70% de sus ganancias económicas en sus " giras masculinas " en la ciudad de Chetumal.
Por lo cual, la cuestión de responsabilidad masculina, estriba en hacer todo lo contrario, es decir. A pesar de tener el estilo de vida de embriagarse y reproducir las * hazañas masculinas, jamás se debe descuidar el bienestar familiar, por lo cual, el 70 ó un poco más del 70% de las ganancias del pescador se deben destinar única y exclusivamente en el beneficio de la esposa, sus hijos (as) y, él mismo, especialmente en mantener lo bastante equipado y completo sus aparejos de pesca. En ese aspecto radica la esencia de la masculinidad xcalaqueña en el aspecto positivo, pero ese tipo de hombres son en extremo reducidos en Xcalak, quizás el 15% de todos ellos. Mencionar ¿ quiénes son ? por supuesto que se pueden nombrar, debido a que fue un privilegio conocerlos y entrevistarlos, pero sobre todas las cosas, observarlos a través de la óptica de Género como este tipo de pescador xcalaqueño antepone al consumo de cerveza el bienestar de la familia, donde si bien es cierto que en ocasiones se embriagan, jamás los observé entre lamentándose y festejar el haberse gastado sus ganancias económicas después de una cuota de langosta ó caracol.
Por el contrario, una vez de conocer a los pescadores Oscar, Pach, Román, Luis, Chamaxclan, Chemy, Yayo y Afro. Se sabe de sobra que después de una estancia laboral de varios días en * Banco Chinchorro, ya sea por la codiciada langosta o por el apreciado caracol, pero ambos les dejan renumeraciones económicas de entre dos mil y diez mil pesos, -sino es que más en algunas ocasiones- por estancias de entre cinco a quince días o, inclusive varias semanas. Todo depende del producto que se capture y los días de estancia que estén en dicho campamento pesquero. Pero lo que es obvio, son las ganancias económicas que obtendrán ulterior a una cuota laboral, por lo cual, también es indiscutible los distintos comportamientos que presentan los pescadores xcalaqueños cuando en sus manos tienen dinero en efectivo y, como en este caso se analiza la masculinidad positiva, es observable como casi siempre un mismo grupo de pescadores xcalaqueños presentan el mismo comportamiento de priorizar antes que nada las necesidades e insumos de la familia, ya sea esposa e hijos. (as)
De la misma forma en mejorar o acompletar sus aparejos laborales, pero jamás se sabe que alguno de ellos se durmió por el consumo excesivo de cerveza o, que de igual manera, terminaron tirados en la playa. Del mismo modo, que no pudieron ir a bucear mariscos por sufrir los estragos del alcohol consumido un día antes. No se quiere plantear que su comportamiento siempre ha sido el mismo y, como consecuencia, éste jamás va variar con el paso del tiempo. Lo sustancial en el pescador xcalaqueño en su identidad masculina es que, ulterior al trabajo, necesariamente consume cerveza, los casos excepcionales son Víctor y Dandy, pero éstos son dos de un poco más de cincuenta. Entonces dentro de lo " normal " de la vida social del género masculino xcalaqueño en el aspecto positivo –queramos ó no, así lo deciden ellos- se localiza la ingesta de cerveza.
En relación con el consumo de enervantes como marihuana y cocaína, por respeto a nuestros informantes, se soslayan sus nombres ó sobrenombres. No obstante, el patrón de conducta es semejante al consumo de cerveza, es decir, hasta cierto punto es " tolerante " por la comunidad de Xcalak el que cierto pescador presente una adicción por la marihuana y/o cocaína y, llámese adicción, cuando la ingesta de ésta sustancia en nuestro organismo ya es un componente esencial de un estilo de vida. Es decir, ciertos pescadores, ya no conciben el acudir a la ciudad de Chetumal en sus * hazañas masculinas en el consumo de cerveza y no ingerir marihuana o, de preferencia cocaína. Asimismo, la comercialización de la cocaína en Xcalak -cuando se suscita- es como si se comprara cerveza, es decir, el producto se adquiere de la manera más habitual y sin complicaciones de estar comprando un producto ilícito.
Admitiendo con honestidad, que no se realizó un estudio minucioso para poder realizar un análisis clínico y saber con exactitud el grado de intoxicación que presentan los pescadores xcalaqueños. Debido a que nuestra información está fundamentada en observar su comportamiento social, en ese sentido, " ciertas " familias xcalaqueñas toleran que el hijo, padre, esposo, sobrino, cuñado, yerno, sobrino, hermano. En fin, el rol familiar que ostente el pescador xcalaqueño en su familia, pero se sabe quien consume marihuana y/o cocaína. Por supuesto, lo realizan en lugares apartados de sus familias. Empero, la cuestión no es saber quién es adicto ó no, o de la misma manera si son consumidores asiduos ó esporádicos, al menos en este apartado de masculinidad positiva xcalaqueña esa no es la cuestión. Lo importante en este apartado, es en poner énfasis que el " posible " consumo de las drogas como marihuana y/o cocaína por parte de los pescadores, sucede el mismo esquema social que con la ingesta de cerveza.
Es decir, la masculinidad xcalaqueña en su aspecto positivo sienta sus bases en el comportamiento y responsabilidad del pescador en función del nivel de vida que le propicie él a su esposa e hijos, (as) contribuyendo con su labor al bienestar familiar. Ese es el epicentro de la identidad masculina en su aspecto positivo. Si se consume cerveza en mayor ó menor medida que otros, si posiblemente consumen enervantes como marihuana y/o cocaína, hasta cierto punto es " irrelevante " para los pescadores xcalaqueños, siempre y cuando tengan como prioridad básica el bienestar familiar. Para finalizar en este apartado y a manera de agradecimiento hacia ellos, se externa una sugerencia para el (la) estimado (a) lector (a) que desee indagar en cuestiones de género sobre masculinidad en Xcalak sobre lo que significa ostentar una identidad masculina en su aspecto positivo entre los pescadores xcalaqueños. Por lo cual, se recomienda de manera imprescindible observar el estilo de vida y comportamiento social de los pescadores Pach, Mono, Oscar, Román, Chamaxclan, Yayo, Afro, Chemy, Matraca, Dandy y Víctor. Para tener un entendimiento de porque se ganaron el respeto de su comunidad de acuerdo a su comportamiento social como hombres laboriosos en el oficio de ser pescador.
En seguimiento de los pescadores que ostentan su masculinidad en su aspecto positivo, es incuestionable su cumplimento como padre proveedor para las necesidades e insumos de la familia. Lo mismo sucede con sus aparejos de pesca, donde prácticamente tienen la totalidad del material laboral que se requiere para el extenuante oficio de bucear mariscos en las aguas caribeñas. Para terminar, quizás tres ó cuatro de ellos sean lo excelso en representar a la identidad masculina xcalaqueña en su aspecto positivo, pero se tornaría como un " concurso " absurdo de género, pero lo que sí es real, es que de acuerdo al comportamiento de estos once pescadores, logré entender la connotación masculina de lo que era ser hombre en el aspecto positivo en el poblado pesquero de Xcalak.
El xcalaqueño es singular en su masculinidad por el contexto social que lo concibe: debido a su geografía aislada y el monopolio masculino sobre el oficio base de la comunidad. Empero, también es " presa " fácil de su " mundo masculino " donde la ingesta de cerveza casi… se tipifica como un " valor " más que como un acto dañino en lo físico como primera instancia y, de manera grupal, en lo social con la familia y la comunidad. Lo mismo sucede con las adicciones a la cocaína y la marihuana, que si bien es cierto que su consumo es más " hermético " en comparación a la cerveza, también es cierto que conforma parte del estilo de vida de los pescadores xcalaqueños. Por lo cual, en un " mundo masculino " donde prácticamente no se les cuestiona su comportamiento, se entiende porque la influencia de las religiones católica y presbiteriana es mínima en los pescadores. Es decir, no existen grupos o asociaciones religiosas que impartan pláticas de ayuda u orientación sobre el consumo de cerveza y enervantes en esas congregaciones religiosas, menos existe como parte del itinerario de una misa católica o un culto presbiteriano donde en ambas se incluya en el discurso religioso la misma crítica sobre dicho comportamiento de los pescadores.
En lo social, la clínica del seguro social se enfoca únicamente a los imponderables que produce un accidente o enfermedad, su limitada " participación " en la masculinidad de los pescadores es contribuir escasamente proporcionando preservativos, no obstante, en éste rubro igual se tomó un registro de un poco más de mes y medio donde dicha clínica carecía por completo del anticonceptivo de uso masculino. En lo referente a la cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo, carece por completo de algún vinculo con asociaciones civiles que contribuyan en mejorar el estilo de vida de los pescadores sobre el consumo de cerveza y enervantes, llámese " asociaciones civiles " a las conocidas agrupaciones de Alcohólicos Anónimos que prácticamente se encuentran dispersos por todo el mundo, menos en Xcalak, quizás influya su geografía aislada, pero lo que también influye decididamente es la no búsqueda de ayuda experta en la materia por parte de ellos, como agrupación vía su cooperativa pesquera.
En conclusión, son hombres aislados geográfica y socialmente, debido a que su masculinidad llámese positiva ó negativa es in-debatible, por lo cual, aquellos pescadores que pulverizan el paradigma masculino de Xcalak en no consumo de cerveza y enervantes, además donde su prioridad es la familia son ejemplos de vida en Xcalak como Víctor y el Dandy, lo mismo sucede con Oscar, Pach, Mono, Yayo, Román, Luis, Don Chemy y el Afro, quienes se debaten a viento y marea sobre lo que es " bueno y es malo " impulsando casi siempre la balanza hacia el lado positivo, preocupados por el bienestar de sus familias, en ellos la captura de mariscos como langosta, caracol y pescado toma un valor imprescindible que se traduce en vestido y alimento para sus hijos (as) y esposa. Para finalizar sobre los Pescadores que aún estando solos en términos sociales, se auspician quizás de su familia ó incluso de él mismo y el amor por la vida, ejemplo de esto es el pescador Neck que en la actualidad lleva más de año y medio sin la ingesta de ninguna sustancia que altere su organismo y su comportamiento social, e incluso con un nuevo proyecto de vida con la fe ciega hacia Dios y la esperanza de que el Sol sale todos los días del mar para la comunidad xcalaqueña.
5.4. Masculinidad xcalaqueña en su aspecto negativo
Palpar la herida sin saber al respecto, lo único que ocasiona es más daño, por citar un ejemplo: se recomienda que en un accidente de motociclismo no quitar el casco sino se es personal experto en primeros auxilios. Por supuesto, esto es únicamente un ejemplo en el que se quiere ilustrar que, aunque las intenciones sean de auxiliar lo único que se produce es todo lo inverso. Ese es el propósito de describir las conclusiones sobre la masculinidad xcalaqueña en su aspecto negativo. Es decir, nos auspiciaremos de la metáfora como recurso literario para explicar el contexto de por que ocurrió el accidente y, de las curaciones que se encarguen los expertos en la materia.
Debido a esto, el alcoholismo como fenómeno social dañino es un hecho real y latente para la comunidad xcalaqueña, donde inclusive su masculinidad es inherente al consumo de cerveza. En el apartado 5.3.1. se describió como el hombre xcalaqueño es singular en su masculinidad por el contexto social que lo concibe: debido a su geografía aislada y el monopolio masculino sobre el oficio base de la comunidad. Empero, también es " presa " fácil de su " mundo masculino " donde la ingesta de cerveza casi… se tipifica como un " valor " más que como un acto dañino en lo físico como primera instancia y, de manera grupal, en lo social con la familia y la comunidad. Por lo cual, en un " mundo masculino " donde prácticamente no se les cuestiona su comportamiento, se entiende porque la influencia de las religiones católica y presbiteriana es mínima en los pescadores. Es decir, no existen grupos sociales o asociaciones religiosas que impartan pláticas de ayuda u orientación sobre las consecuencias sobre el consumo de cerveza y enervantes.
Por el contrario, el sistema de vida en Xcalak como pescador, " facilita " el que reproduzcan de manera asidua su identidad masculina en su aspecto negativo, uno de estos factores, es lo que se concibe como * pactos de consentimiento para el consumo de cerveza, donde los únicos beneficiados son los expendios de dicho producto y, quienes aprueban –y solapan- ese pacto mercantil de venta a crédito es la misma cooperativa pesquera Andrés Quintana Roo, es decir no importa que el pescador no cuente con ingresos económicos en el momento que decida ingerir cerveza, por el contrario, si existe como antesala una temporada de langosta o caracol. Los dueños de los expendios de cerveza ya saben de antemano que podrán saldar la cerveza que posiblemente otorguen a crédito a los pescadores, debido a que en menos de un mes o mes y medio la cooperativa pesquera les pagará en efectivo.
Por supuesto, siempre y cuando se extienda el respectivo " vale " con la firma de algún directivo como el Presidente ó el Tesorero y, como por " arte de magia " el pescador logra adquirir la cerveza que desee ingerir. Como consecuencia, es perceptible como algunos pescadores alcanzan menos de la mitad que deberían ganar, ya sea por la cerveza consumida a través de los * pactos de consentimiento o por prestamos en efectivo hechos a la cooperativa, donde casi siempre es para lo mismo; es decir sufragar los costos de una identidad masculina en su aspecto negativo en el consumo de cerveza y enervantes.
Se han suscitado varios casos donde los pescadores deberían ganar cerca de tres mil pesos y únicamente les entregan menos de cuatrocientos pesos, desde luego los nombres ó sobrenombres se soslayan por respeto a los informantes. Empero, también es cierto que no es ninguno de los pescadores que ostentan su masculinidad positiva. Debido a que los pescadores que de manera asidua reproducen su identidad masculina en su aspecto negativo, también son identificables ante la comunidad, pero por sus carencias y penurias materiales, casi siempre no cuentan con lanchas de fibra de vidrio con motor fuera de borda, menos con automóvil propio y, si es que existen estas posesiones en sus manos, es un hecho que fue gracias a las * dadivas del mar. Debido a que este tipo de hombre xcalaqueño no es nada ahorrativo, y por ende, casi siempre vive al destajo, es decir lo que gana en un día se lo gasta el mismo día, e inclusive llegan a gastar más de lo que le proporciona su labor por día, por lo cual su esquema y forma de vida es endeudarse constantemente.
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