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La Orientación. Aprendizaje como proceso: elemento dinamizador del aprendizaje a distancia


    1. Resumen
    2. Desarrollo
    3. Bibliografía

    Resumen:

    En este trabajo aborda la dinámica de los procesos educativos a distancia, desde la perspectiva de su dinámica, entendida como el proceso de orientación-aprendizaje. Se destaca la definición y su modelación, sustentado en la relación "dimensión – etapas -momentos".

    Palabras claves: Educación a distancia

    Introducción.

    La educación a distancia como modalidad se está implementado con mucha rapidez en la mayoría de las instituciones educativas. Estos procesos son descritos y/o explicados por diferentes teorías, desarrolladas a partir de casi un siglo de existencia, entre las que se pueden mencionar: de la independencia y autonomía, de la interacción y comunicación, industrialización y del diálogo didáctico mediado, etc. No obstante, es imposible inferir en ellas cómo conducir el proceso de orientación al aprendizaje, entendido como asistencia o apoyo.

    Es en tal sentido que se encamina el presente trabajo, es decir, en fundamentar una propuesta de modelo que permita desarrollar el proceso de asistencia (orientación) al aprendizaje del estudiante que está separado física y psicológicamente de la institución educativa que lo pretender formar.

    Para darle solución a esta problemática se utilizaron el método sistémico-estructural y el de modelación. El primero permitió establecer los componentes, así como las relaciones entre ellos, conformando una nueva cualidad como totalidad, determinando la estructura y jerarquía de cada componente y su dinámica; el segundo permitió crear una abstracción del proceso de asistencia que permita explicar esta realidad, cuya condición fundamental es la relación entre el modelo y el objeto que es modelado para que exista correspondencia y uan manera de sustitución de esa realidad que se estudia.

    Desarrollo:

    McIsaac M. J. y Gunawaderna C. N. (1996) plantean que no existe una única teoría de educación a distancia que explique sus fundamentos, estructuras y propósitos, funciones, posibilidades, guíe la práctica y la investigación.

    Las teorías de Educación a distancia son constructos científicos, consistentes en la sistematización de leyes, ideas, principios y normas, con el objetivo de describir, explicar, comprender y predecir el fenómeno educativo en la modalidad a distancia y regular la intervención pedagógica.

    Keegan D. J. (1996) clasificó a estas teorías en tres grandes grupos:

    • Teorías de la Independencia y la autonomía (Wedemeyer C. .A. y Moore G. )
    • Teoría de la Industrialización (Peters, O. ).
    • Teorías de la interacción y la comunicación (Holmberg, B. y Bååt, J. A. Garrison, D. R. Shale, D.)

    Todas las teorías describen y/o explican el proceso educativo a distancia, más aún, insisten en la necesidad de un sistema de asistencia; sin embargo ninguna describe o explica cómo se debe realizar este.

    Es en este sentido, en que se dirige el siguiente trabajo, el que centrará el énfasis en fundamentar cómo se debe realizar la asistencia por parte del equipo docente al proceso de aprendizaje de los estudiantes.

    Para fundamentar el proceso de asistencia al aprendizaje individual y colaborativo de los estudiantes por parte del equipo docente utilizaremos el método de modelación y el sistémico estructural, ya que nos permiten realizar abstracciones para explicar una realidad educativa, siendo el modelo un sustituto del objeto en cuestión y mediante el sistémico determinaremos los componentes y las relaciones entre estos, las que permitirán la determinación de la estructura y dinámica del fenómeno o acontecimiento (Objeto).

    Toda modelación independientemente del aspecto de la realidad que anticipe, según Rossental, M. y Iudin, P (1982), se identifica con la reproducción de las propiedades del objeto que se estudia en otro análogo, que se construye, según reglas.

    Esta operación ocurre a través de la elaboración del modelo. Muy relacionado con ello y compartiendo el criterio de Álvarez de Zayas, C, (2002), concordamos que la modelación está estrechamente relacionada con la caracterización de los elementos del proceso que se representa y la relación que existe en ellos.

    La modelación del proceso educativo a distancia asistida en la Universidad de Pinar del Río (Frías, Y. y Malagón, M. 2005) determinó que el control es el resultado de la intersección de los macrocomponentes (Equipo docente, estudiantes, Unidad) y los microcomponentes (independencia, habilidad y apoyo).

    Un análisis al modelo permite observar que es necesario desarrollar un proceso de negociación que ponga los elementos del modelo triádico en un balance consciente para que los estudiantes puedan realizar los ajustes conductuales correspondientes, negociación que obliga a fomentar el acercamiento e individualización del proceso de manera intencional y activa por parte de los docentes (apoyo).

    Significa que el énfasis no estará en el qué (contenidos) del aprendizaje, sino en que debe desplazarse la preocupación por el propio proceso de aprendizaje, por el cómo, lo cual es más congruente con lo expresado por Piaget, J. … "El estudiante no solo aprende lo que aprende sino como lo aprende" …

    En este caso específico, concebimos un modelo que tiene su origen en un conjunto de principios y categorías que se integran en sus componentes y constituyen el marco referencial a partir del cual se fundamenta.

    Por su carácter se cataloga como, modelo concéntrico, jerarquizado en la relación: dimensión – etapa – momento. El mismo concibe una nueva manera de investigar el proceso educativo a distancia desde la perspectiva de su dinámica (ejecución), es decir, desde el proceso de orientación – aprendizaje.

    Significa, por tanto, que la función de los docentes no se identifica con el de la enseñanza (transmisión) sino con la orientación (ayuda, apoyo). Es decir, que la atención se desplaza de un proceso de enseñanza – aprendizaje a uno de orientación – aprendizaje.

    Es pues, el proceso de orientación – aprendizaje, el que dinamiza el proceso educativo a distancia y se manifiesta en la tutoría, consultoría, asistencia, etc.

    La ausencia de la tutoría, consultoría, asistencia, etc. debilita el proceso educativo a distancia de tal manera que lo puede extinguir, por lo que se necesita que la misma se haga cuidadosamente, enfatizando su carácter sistémico y sistemático.

    Para emitir una definición del proceso de orientación-aprendizaje, realizaremos un

    un análisis a los componentes de esta díada. El primer componente es la orientación, utilizando el método comparativo valoraremos las distintas definiciones que plantean los autores con relación a esta categoría:

    La orientación debe ser considerada como el servicio destinado a ayudar a los alumnos a escoger inteligentemente entre varias alternativas, ayudarlos a conocer sus habilidades y limitaciones y ayudarlos adaptarse a la sociedad donde viven (Jacobson, P. y Revis, W., citado por Morejón , R. 1996).

    La orientación es el proceso por el cual son descubiertas y desarrolladas las potencialidades de un individuo a través de sus propios esfuerzos, por su propia felicidad y para la utilización social. (Strang, R. y Hatchev. L. , citado por Morejón , R. 1996).

    La orientación tiene como propósito asistir al educando para que adquiera suficientes conocimientos de si mismo y de su medio ambiente, para ser capaz de utilizar más inteligentemente las oportunidades educacionales ofrecidas por la Escuela y la Comunidad (Ross, C., citado por Morejón , R. 1996).

    Orientación es una forma de asistencia sistemática aparte de la instrucción regular, proporcionada a los alumnos, u otras personas, para ayudarlos a adquirir conocimientos y sabiduría, libre de compulsión o prescripción y calculada a estimular la auto dirección. (Good, C., citado por Morejón , R. 1996).

    La orientación es la relación de ayuda, en la que uno de los participantes intenta sugerir, de una o ambas partes una mejor apreciación y expresión de los recursos latentes del individuo, y un uso más funcional de estos. (Rogers, C., citado por Morejón , R. 1996).

    La orientación es un proceso de ayuda, consejería para fomentar en las personas la auto realización, no a curar enfermedad. (Maslow, A., citado por Morejón , R. 1996).

    La orientación es un servicio destinado fundamentalmente a facilitar que los individuos normales realicen las elecciones de los que depende su desarrollo (Tyler, L, citado por Morejón , R. 1996).

    En todas estas definiciones encontramos aspectos que caracterizan la orientación, en cuanto al proceso en sí, su finalidad y función, que convienen mencionarlos por el valor que tienen en cuanto a su concepción general:

    • La orientación es vista como ayuda, servicio o asistencia que le ofrece un sujeto de mayor preparación a uno que además de tener menos, lo demanda, es decir, se trata de un fenómeno que no se da aparte, sino como parte de la relación humana, por lo que se considera, comunicación.
    • La orientación tiene carácter regular, sistemático, o sea es ante todo, un proceso.
    • La orientación surge como necesidad derivada de problemas de las personas, que provocan en ellas la búsqueda interna, el autoconocimiento de las potencialidades, lo que significa aprehenderse a si mismo, por consiguiente podemos catalogar dicha actividad como una forma especial de aprendizaje vital y significativo.
    • La orientación persigue que la persona se autorrealice, se perfeccione, que logre superar obstáculos y se decida por alternativas que lo mejoren, o sea que lo desarrollen.

    Podemos concluir este análisis comparativo con las palabras del Dr.. Gustavo Torroella González (1992) que plantea … "el fin de la orientación es la de formar una personalidad, sana, eficiente y madura, con un desarrollo integral de todas sus potencialidades fundamentales, para prepararlo para la vida, que es prepararlo para realizar tareas propias de cada edad"…

    Finalmente nuestra propuesta fundamentará la orientación simultáneamente como comunicación, aprendizaje y desarrollo.

    Nuestro análisis continua con el segundo componente de la díada , es decir, el aprendizaje. Con respecto a este concepto, también existen diversas concepciones e interpretaciones:

    Díaz Bondenave, (1986) ofrece la siguiente definición: … "Llamamos aprendizaje a la modificación relativamente permanente en la disposición o en la capacidad del hombre, ocurrida como resultado de su actividad y que no puede atribuirse simplemente al proceso de crecimiento y maduración"

    Cotton, (1989, citado por Pérez Gómez, 1993) afirma que el aprendizaje es un proceso de adquisición de un nuevo conocimiento y habilidad, que debe implicar una retención del conocimiento o de la habilidad en cuestión que permita su manifestación en un tiempo futuro.

    Maillo Alfonso (1973, citado por Bravo, L. 2005) define el aprendizaje como el cambio de comportamiento de relativa permanencia no atribuible ni al desarrollo madurativo ni a la fatiga.

    De la Torre, M, (s/f), citado por Bravo, L. 2005) plantea que el aprendizaje es el cambio de la disposición o capacidades humanas, con carácter de relativa permanencia y que no es atribuible simplemente al desarrollo.

    Mello, C. (1974, citado por Bravo, L 2005) manifiesta: "El aprendizaje es modificar el comportamiento por medio del adiestramiento o de la experiencia".

    González , A. (1995, citado por Bravo, L, 2005) le introduce nuevos elementos a la definición de aprendizaje diciendo: "Aprendizaje es el proceso por el cual el sujeto cambia como consecuencia de un estímulo externo, experiencia o reflexión, en término de cambio en conocimiento, habilidad o actitudes".

    Por su parte Arnaz, J. (1999) define que el aprendizaje es un término que se utiliza en dos sentidos: a) como proceso, por el cual los educandos experimentan transformaciones en su conducta; b) como producto de dicho proceso, esto es, las transformaciones efectuadas, los cambios de conductas ocurridas.

    En base a estas definiciones, se puede decir que el aprendizaje es el proceso mediante el cual el hombre cambia o modifica su comportamiento, estructura o enriquece su personalidad, adquiere nuevos conocimientos, actitudes, habilidades, destrezas, etc., que le ayudan a desenvolverse de manera eficiente en su vida social, cultural y personal.

    Este proceso es el resultado de la interacción del sujeto con el medio ambiente donde se encuentra inmerso, se propician las experiencias, recibe los estímulos que lo conducen a la actividad reflexiva y produce la transformación de sus esquemas mentales.

    Para que se produzca el aprendizaje es necesario contar con la atención, empeño y esfuerzo del aprendiz, ya que el aprendizaje es un efecto interno que necesita de la disposición del aprendiz para analizar, comprender y asimilar la información; de esta forma puede internalizarla produciendo cambios en su personalidad y modo de actuar en su vida intelectual o afectiva.

    El aprendizaje puede ser entendido: (Pérez Gómez, 1993):

    1. 1. Como producto, es decir, el resultado de una experiencia o el cambio que acompaña a la práctica.
    2. 2. Como proceso en el que el comportamiento se cambia, perfecciona o controla
    3. 3. Como función ya que es el cambio que se origina cuando el sujeto interacciona con la información.

    En otro orden de cosas existen una serie de factores contrapuestos que condicionan el propio aprendizaje (García Aretio, L. 1997):

    • Heterogeneidad del grupo (edad, ocupación, motivaciones, experiencias, aspiraciones, etc.).
    • Intereses del escolar (ocupación, bienestar familiar, ascenso social y laboral, autoestima, etc.).
    • Motivación hacia el estudio (espontaneidad, intensidad, persistencia, etc.).
    • Preocupaciones, confianza y seguridad en si mismo.
    • Responsabilidad ante el estudio.
    • Personalidad en formación.
    • Experiencias de aprendizaje (relaciones con los hechos de la vida).

    Cuando se pretende estudiar, la meta suele ser prioritariamente una: Aprender. Pero debería ser aprender bien, porque aprender no es memorizar apartados inconexos, con el fin de volcarlos durante el examen. Son muchos los estudiantes que dedican la mayor parte del tiempo de estudio a memorizar literalmente ideas, conceptos, hechos, principios, etc. sin detenerse a realizar:

    • Proceso de comprensión de lo que son capaces de repetir.
    • Un análisis de los términos memorizados.
    • Una aplicación, si es el caso, a realidades, situaciones o aprendizajes futuros.
    • Una reelaboración o síntesis de lo estudiado con el fin de hacerlo propio.
    • Una valoración, cuando sea preciso, de las ideas o conceptos que pretenden aprenderse.
    • Una organización y relación de las nuevas ideas aprendidas con las que ya formaban parte de la memoria.

    Compartimos con Gracía Aretio, L. (1997) que se aprende sólidamente si existe:

    1. Esfuerzo por comprender (entender).
    2. Esfuerzo por ubicar las nuevas ideas en la mente, relacionándolas con las ya existentes.
    3. Expresión verbal o escrita de forma organizada.

    Cuando ocurre el aprendizaje existe satisfacción porque es un logro no solo intelectual sino también experiencial y afectivo, fruto de la iniciativa humana.

    En tal sentido, el presente trabajo define el proceso de orientación – aprendizaje como aquel proceso de ayuda continúa individual y/o grupal, con carácter intencional en el ámbito afectivo – cognitivo que favorece el desarrollo personal y profesional de los estudiantes.

    El modelo para la ejecución del proceso educativo a distancia está basado en la relación entre los componentes del proceso de orientación – aprendizaje, (orientación afectiva – orientación cognitiva). La selección de estos como componentes del proceso de orientación – aprendizaje se realiza a partir de los siguientes criterios:

    • La integridad del proceso de orientación afectiva – cognitiva, pues a partir de ello se establecen sus nexos y relaciones esenciales, en correspondencia con la unidad de estudio.
    • La orientación afectiva – cognitiva enmarca el funcionamiento de la orientación – aprendizaje como proceso a través de las etapas diagnostico, pronóstico, tutela, observación, construcción y representación.
    • Los momentos de las etapas diagnóstico, pronóstico, tutela, observación, construcción y representación encierran la función movilizadora, direccional y reguladora del proceso de orientación-aprendizaje, en su condición de mecanismo conducente al aprendizaje

    Una representación ideal del modelo responde a un sistema circular concéntrico, que se erige sobre una circunferencia, que subyace en el centro del conjunto y que constituye en su condición de resorte cíclico, punto común de todo el sistema. Pues, representa la estructura curricular donde sucede y se evalúan los componentes esenciales del modelo y sus relaciones. Es decir, la unidad de estudio. Es en ella donde se logra el dominio de la habilidad a través de un sistema de tareas, aquí es donde se obtiene un resultado, el aprendizaje.

    El modelo para la ejecución de la orientación – aprendizaje como proceso y las relaciones que entre sus elementos se establecen se representa a continuación.

    En el segundo círculo se encuentran dos puntos que constituyen centros de otros anillos. Estos representan las dimensiones (componentes esenciales) del proceso que se estudia, los cuales mantienen una relación dialéctica entre sí.

    Uno de los centros es la orientación afectiva, constituyendo la dimensión educativa del modelo y asumimos las siguiente definición "proceso individualizado y/o grupal de ayuda continua al educando en su progresiva realización personal, lograda a través de la libre asunción de valores, y ejercido intencionalmente por los educadores, en situaciones diversas que entrañen comunicación" (Gordillo, M, 1984).

    El proceso de orientación afectiva se ejerce sobre la personalidad en su carácter de sistema (configuración subjetiva), lo que implica la unidad entre lo cognitivo y lo afectivo como célula esencial que caracteriza la regulación del comportamiento humano.

    También se expresa lo general y lo particular: El crecimiento y maduración de la personalidad del estudiante se instrumenta de forma particular en dependencia de sus características, las cuales son específicas e irrepetibles.

    Otro aspecto, es la consideración de lo individual y lo social, de lo interno y lo externo, el estudiante debe interiorizar un conjunto de normas y valores sociales que operan en el plano interno, y que deben guardar cierta congruencia con lo expresado y aceptado a nivel social. La vía esencial para lograr la orientación educativa es la comunicación, en donde las partes implicadas reflexionan, valoran y expresan sus propias conclusiones, vivencias y valorizaciones.

    La orientación afectiva estará dirigida a los ámbitos personal, escolar y profesional. En el ámbito personal se ofrece un servicio de atención psicológico o clínico, para auxiliarlo ante una determinada problemática que obstaculiza su desempeño, su adaptación al ambiente o su elección vocacional; en el ámbito escolar se ofrece ayuda para mejorar su aprovechamiento académico y se instrumenta con técnicas de estudio, de lectura dinámica y de preparación de exámenes; y en el ámbito profesional se ofrece consejo para llegar y prepararse en una profesión, donde lo importante es establecer congruencia entre los intereses del educando y el mercado de los profesiones.

    El otro centro es la orientación cognitiva, constituyendo la dimensión instructiva, entendida como el proceso individualizado y/o grupal de ayuda continua al estudiante en su progresiva realización profesional (potencialidad intelectual), lograda a través del domino de conocimientos y habilidades y ejercido intencionalmente por los docentes, en situaciones diversas que entrañen comunicación.

    El desarrollo de la potencialidad cognoscitiva en el estudiante implica que este participe activamente en su proceso de aprendizaje.

    Estos centros del segundo anillo (subsistemas) irradian, a través de sus centros, nuevas configuraciones, que conforman una tercera circunferencia concéntrica, pero que poseen también en su superficie puntos que constituyen centros de subsistemas menores (etapas), que a su vez establecen relaciones entre sí como subsistemas independientes, pero subordinados en su funcionalidad al subsistema primario que funciona en el circulo dos.

    La orientación afectiva se estructura en tres etapas, las cuales son:

    1. Diagnóstico: etapa, en la que el orientador (docente) del sujeto orientado (estudiante) promueve el autoconocimiento del mismo, determinando la problemática que le afecta y las opciones posibles para su solución, así como los recursos con que cuenta para alcanzarlo.

    Es decir, se trata de profundizar en las características psicológicas del sujeto orientado, tanto en el orden intelectual como personológico.

    2. Pronóstico: Etapa, en que se analizan las distintas posibilidades del sujeto orientado, las decisiones que puede adoptar previendo posibles consecuencias y esfuerzos que se requieren.

    Es una etapa de predicción, de elaboración de hipótesis acerca del nivel de éxito o rendimiento académico que podrá obtener el estudiante.

    3. Tutela: Es la etapa de operacionalización de la orientación, ya que está dirigida a la elaboración de un plan de acciones o metas y las estrategias para alcanzarlas, en función de lo que el educando puede y desea realizar.

    La orientación instructiva se estructura, también en tres etapas:

    1. Observación: Etapa de problematización del tema, en la cual se pretende llamar la atención del estudiante sobre el objeto, hechos o fenómenos, tal como se presentan en la realidad, en la misma se deben incorporar datos, mediante procedimientos lógicos (inductivo-deductivo, análisis-síntesis, hipotético-deductivo), a los que se habían adquiridos por intuición.

    La observación puede ser tanto a objetos materiales, como a hechos o fenómenos de otra naturaleza. La misma puede darse de forma directa, la que se realiza sobre el objeto, hecho o fenómeno real; y de manera indirecta, la que se hace en base a su representación gráfica o multimedial.

    La observación se limita a descripción y registro de fenómenos sin modificarlos, ni externar los juicios de valor.

    En esta etapa se realiza un análisis de la situación dada en el objeto, esto es, el problema. Aquí se debe incluir una actualización de los contenidos anteriores que son necesarios para enfrentar y resolver el problema planteado. Se trata de que el estudiante disponga de una base necesaria para poder comprender el problema planteado y buscar vías para su solución. Las acciones que puede realizar el estudiante son comprar y hacer inferencias.

    La forma organizativa "encuentro" (conferencia problémica, video lección problémica o encuentro a distancia en forma de audioconferencia problémica o video conferencia problémica) es la recomendada para ejecutar la etapa de observación, en la que se puede utilizar el método de exposición problémica, para buscar las contradicciones entre la cultura del estudiante, lo conocido y lo que es necesario conocer, esto es el contenido, la nueva cultura.

    El contenido no se dará como un todo acabado, por el contrario se debe promover la duda, la inquietud, revelando matices sobre los cuales el estudiante siente la necesidad de indagar, de completar información y de ampliar el conocimiento que le permita dar solución a los problemas, la esencia está en promover la motivación y comprensión del contenido.

    La participación del estudiante no tiene que ser externa, aunque si debe ser interna cuando en él se crea motivación y comprensión.

    2. Construcción: Es la etapa de búsqueda de la solución problémica, donde se estimula al estudiante para buscar, discriminar, seleccionar, clasificar y anticipar la solución.

    Es importante tener en cuenta que para que el estudiante se enfrente a la etapa, incorporar informaciones adicionales y preguntas que constituyan indicaciones o vías para llegar a encausar la solución.

    Determinar las preguntas problémicas y las informaciones adicionales constituyen aspectos esenciales a tener en cuenta por los docentes para que los estudiantes dominen y ejerciten la unidad de estudio.

    La forma organizativa que se sugiere para la etapa de construcción es el "estudio independiente" individual y/o grupal, sustentado en métodos de búsqueda heurística o guiada, en donde los estudiantes desarrollan acciones relacionadas con la búsqueda, análisis, discriminación y reflexión. Es aquí donde el estudiante busca la solución al sistema de tareas que le permitirá el dominio y la ejercitación.

    3. Representación: Es la etapa de aplicación o transferencia cognitiva. Es donde se realiza la socialización, consolidación y validación de los aprendizajes, a través del intercambio de ideas entre los estudiantes y entre estos y el docente.

    Durante esta etapa se valoran los resultados alcanzados, identificando fortalezas y debilidades que tiene el estudiante frente al sistema de tareas, relativas a la apropiación, asimilación e integración en la unidad de estudio, por otro lado se consolidan las interacciones sociales que favorecen y fomentan el proceso de aprendizaje.

    Esta valoración se realiza mediante la evaluación, concebida como un proceso integral en la que cada persona es partícipe activo.

    La evaluación se realiza mediante la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación.

    La autoevaluación esta concebida como el proceso de reflexión y regulación del aprendizaje, que permite al estudiante identificar las fortalezas y debilidades de su aprendizaje en la unidad de estudio. No sólo tiene en cuenta los productos realizados, desempeño y dificultades, sino también el plan de mejora.

    La coevaluación está fundamentada en el intercambio de juicios valorativos sobre el desempeño, productos, dificultades y planes de mejoramiento, de un estudiante hacia los demás. Se da usualmente en dos niveles; en el primero, durante el trabajo en grupo que se desarrolla como parte de la unidad de estudio (actividades independientes que deben realizar los estudiantes); y en el segundo, durante la socialización y por lo tanto, en el pleno del grupo, cuando los demás miembros del grupo evalúan los resultados logrados por cada estudiante y le ofrecen realimentación mediante el debate y la discusión de los planteamientos presentados al docente y demás compañeros.

    La heteroevaluación es la valoración que realiza el docente al estudiante teniendo en cuenta la apropiación, comprensión e integración de la habilidad, conocimientos y valores, incorporados a su estructura cognitiva, y que se evidencia (o debe evidenciarse) en el desarrollo de diferentes actividades de aprendizaje propuestas para la unidad de estudio.

    Durante la representación cognitiva se realiza la retroalimentación del proceso educativo a distancia, la que favorece el desarrollo de los procesos metacognitivos y de autorregulación en los estudiantes, si se le permite a estos conocer cuáles fueron los aciertos, errores cometidos y fortalezas, qué información sobre la unidad es relevante, qué habilidad desarrolló y cuáles aún debe trabajar para calificar su desempeño académico, personal y profesional.

    A partir de lo explicado en este subsistema es necesario enfatizar que la orientación afectiva debe preceder y mantenerse durante la orientación cognitiva. La misma parte del diagnóstico, evaluando los elementos del estudiante, y está presente durante todo el proceso de orientación cognitiva para evaluar y controlar el aprendizaje permitiendo "reorientar" en el momento que resulte necesario.

    En el proceso de orientación-aprendizaje se han considerado las siguientes premisas:

    • La unidad de estudio es la estructura organizacional que en su desarrollo permite la formación de la habilidad.
    • En el objetivo de la unidad de estudio se precisa la habilidad, el conocimiento sobre el objeto y las condiciones en que debe desarrollarse. La unidad de estudio debe tener un fondo de tiempo, lo suficiente, como para que asegure la formación de la habilidad en correspondencia con el objetivo; se ha comprobado que debe estar alrededor de unas 20 horas, sin que tal afirmación signifique algo rígido o absoluto. (Brito, H. 1988).
    • Del total de horas asignadas a la unidad, lo dedicado a la observación no debe sobrepasar el 20 % , como tendencia, quedando el mayor tiempo destinado al trabajo de los estudiantes (al proceso de aprendizaje).
    • Que el conocimiento se subordina a la habilidad, el mismo se da en la aplicabilidad de la misma, por lo que la estructura del tema estará centrada en las etapas para la apropiación de la habilidad.
    • El aprendizaje se desarrolla sobre la base de problemas que, en un sentido amplio, constituyen las situaciones que se dan en el objeto y crean la necesidad en los sujetos de darle solución, conllevando motivación, mediante la búsqueda constante a lo largo del proceso.

    Las etapas representadas en el círculo tres, se vehículizan a través de momentos que acontecen en el círculo número cuatro (sistema terciario), los que se encargan de direccionar el proceso de orientación – aprendizaje.

    Los momentos de la etapa de diagnóstico son: Caracterización personológica, caracterización intelectual y la evaluación del rendimiento. Para los dos primeros se utilizan Test psicológicos, de inteligencia, aptitudes, intereses y de personalidad; y para el último es recomendable analizar de manera cualitativa el comportamiento del estudiante en las diferentes actividades que conforman el proceso de aprendizaje (nivel de participación, persistencia, planteamiento de preguntas interesantes, nivel de elaboración y fundamentación de las respuestas, etc.).

    La etapa de Pronóstico se vehiculiza a través de un solo momento, en el que se elabora la hipótesis sobre el nivel de éxito o rendimiento del estudiante.

    Para llevar a cabo esta predicción, el orientador debe conocer exhaustivamente la modalidad educativa, así como las características personales que debe poseer el estudiante en ella. Para predecir el nivel de éxito se propone atender a los siguientes factores:

    • el docente, con su competencia;
    • el programa, con toda la precisión de sus categorías didácticas;
    • el alumno, con sus correspondientes capacidades y motivaciones, así como el ambiente social, destacándose la situación familiar desde el punto de vista sociocultural y económico.

    En la etapa de tutela se le da seguimiento al plan de acciones diseñado en la etapa precedente, las cuales por su nivel de complejidad se deben concebir a corto, mediano y largo plazo.

    La etapa de observación atravesará los siguientes momentos:

    • Presentación: Momento en el que se presentan el docente y los estudiantes, el curso, la asignatura y la unidad.
    • Información: Momento en el que se expone verbal y problémicamente la unidad, utilizado esquemas, retrotrasparencias, diapositivas informatizadas, y videos indistintamente.
    • Interacción: Momento en el que interactúan el docente y los estudiantes y estudiantes entre si, para atender conflictos y atender dudas en la información expuesta.
    • Propuesta: Momento de programación del sistema de tareas subordinado al objetivo y conducente a la solución del problema planteado en la unidad.

    La etapa de construcción está compuesta por dos momentos:

    • Interacción: Momento de relación intelectual entre el que estudia, con los materiales (conversación didáctica interna) y con los estudiantes, provocando cambios en la estructura cognoscitiva, donde ocurre una negociación interna entro lo previo y lo nuevo.
    • Propuesta: Momento en el que se le da solución al sistema de tareas.

    La última etapa, la de representación, se desarrollará utilizando los siguientes momentos:

    • Reconstrucción: Momento en el que se socializan las soluciones al sistema de tareas, se atienden los conflictos y se aclaran las dudas.
    • Valoración: Momento en que se valoran los resultados alcanzados, identificando debilidades y fortalezas.

    La ejecución del proceso educativo a distancia asistida se logra a través de la viabilización de los momentos, los que hacen converger en el círculo subyacente, los diferentes subsistemas que integran el sistema único, cuya funcionabilidad como proceso depende, precisamente, de la correlación entre los subsistemas.

    La consistencia interna que le concede al modelo el sistema de relaciones entre sus elementos, revela que para efectuar con efectividad la orientación – aprendizaje como proceso es necesario concebir este, no como el simple desarrollo de cada momento o etapa aislada, sino como el desarrollo en toda su integridad, en unidad y relación con todos aquellos elementos que posibilitan que la representación ideal de la realidad pueda adquirir un carácter objetivo y concreto.

    La graficación del modelo supone el establecimiento de los principios que los soportan y garantizan su funcionamiento, por lo que teniendo en cuenta los componentes del proceso de orientación – aprendizaje y sus dimensiones, se consideran los siguientes:

    • Integralidad: Orientación dirigida a todas las dimensiones de la persona.
    • Universalidad: Orientación dirigida a todos los individuos tutelados por igual.
    • Continuidad: Orientación realizada a lo largo de todo el proceso.
    • Oportunidad: Orientación que al margen de la continuidad deberá atender los momentos críticos del proceso.
    • Participación: Orientación dirigida a la coordinación y participación de todos los sujetos implicados

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    Datos de los autores:

    MsC. Yicel Frías Cabrera

    Ingeniera en Electrónica.

    Máster en Ciencias de la Educación

    Dr. Mario Jorge Malagón Hernández

    Ingeniero en Comunicaciones.

    Doctor en Ciencias Pedagógicas