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Las Consecuencias del trasiego de las drogas en Panamá. (página 2)


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La droga era condenada moralmente en el caso de los artistas, y contaba con la censura social en el caso de los enfermos, siempre teniendo la sociedad la tendencia a despreciar a los que reconocía como desequilibrados. El mundo de los tóxicos era el mundo de los perdidos, ya sea por propia voluntad, o por esa fatalidad que marca el destino de los desequilibrados que no tenían otro recurso para escapar de sus males. La relación entre la patógena y la toxicomanía era muy estrecha. La toxicomanía estaba unida a las condiciones individuales de vida. No tenía nada que ver con el flagelo social que posteriormente llegó a ser.

A principios del siglo XX aparecieron en occidente el opio y el hachís. Finalmente el consumo de drogas se ha extendido por todo el mundo, creando un grandísimo problema social. Con la cooperación de organismos como la ONU. Que en 1971 calculó que en todo el mundo había unos 120.000.000 drogadictos.

En la cultura occidental la droga es considerada un tema tabú, pero sólo desde hace algo más de 80 años, que es cuando se dictaron las primeras leyes contra las diferentes drogas. Un ejemplo de prohibicionismo es la conocida Ley seca, mediante la cual se llegó a prohibir el alcohol en los Estados Unidos. El experimento de la prohibición fracasó estrepitosamente y fue el origen del poder de ciertos grupos mafiosos que comenzaron traficando con esta droga, y cuando fue legalizada, cambiaron a otras que seguían prohibidas.

Factores que inducen a este mundo de las drogas

Adicción contra Dependencia.

El uso creciente de las drogas psicoactivas, en busca de los efectos eufóricos que producen, conducen a una nueva terminologías. Se encontró que los consumidores crónicos no se ajustaban a la definición de adicto a la Organización Mundial de la salud. La OMS definía como adicción aquella condición en la que el individuo estaba física y mentalmente entregado a una droga, había avanzado constantemente en la escala de la tolerancia y era un problema para la sociedad.

Muchas de estas nuevas sustancias no producían dependencia física, pero que el deseo por tomarlas era incluso más poderoso. Entonces, en lugar del viejo termino de habituación, fue adoptado el de psicodependencia, que fue definida como un deseo fuerte o compulsión por continuar usando una droga psicoactiva, un anhelo por volver a sentir los efectos placenteros o eufóricos de la sustancia.

Motivaciones para el uso de las drogas.

Los sucesos tecnológicos y sociales del siglo pasado determinaron de manera sutil nuestra actual connotación y definición aceptada en la terminología sobre drogas.

Esta terminología sigue sujeta a cambios en sus bases, dependientes de las tensiones físicas y sociales y de nuestra reacción.

La década de los sesenta contemplo una ola ascendente del consumo de drogas en el sector joven de la sociedad y de inmediato se dio una confrontación terminológica. Los individuos que consumían drogas se autonombraban "usadores", mientras que un amplio segmento del sector viejo de la sociedad los llamaba drogadictos o "abusadores" de drogas.

El investigador se encontraba frente a una conducta dividida en relación al consumo de drogas: Algunos las consumían diariamente (muchos de los cuales abusaban todos los días); Otros consumían drogas varias veces a la semana pero menos de una vez al día ;hasta llegar a aquellos que habían tomado drogas ilícitas sólo una vez y que nunca volvieron a ellas. De los datos obtenidos, fue posible formar un cuadro mixto señalando las drogas consumidas.

La mayoría de los Norteamericanos de edades entre 16 y 25 años prueban drogas una o dos veces y no repiten la experiencia. (Puesto que el alcohol y los cigarros de tabaco no son citados en muchas investigaciones sobre drogas, no se incluyen en esta descripción). Entre los que consumen una sola vez y aquellos que necesitan drogas todos los días existe una serie que aquí se describe en término de motivación y frecuencia de uso.

Curiosidad

Así como la curiosidad es una motivación a corto plazo en la mayoría de este sector de la población, puede también ser un factor inicial que exponga a los individuos vulnerables, a afectos que llenaran otras necesidades motivacionales .Estos individuos continuaran consumiendo drogas, pero por una razón mas profunda que la mera curiosidad.

Placer

La siguiente motivación, de menor gravedad, para consumir drogas es la de placer y distracción, que puede ser vista como la antítesis del aburrimiento. Entre estos dos extremos existe una variedad de motivos, síntesis podría decirse que estos individuos consumen drogas para divertirse, para escapar de aburrimiento y para experimentar una clase diferente de conciencia. La frecuencia con que este sector consuma la droga, es de una vez al mes o a la semana.

La sociedad contemporánea ha experimentado una serie de problemas que van siempre en aumento, creados por la afluencia, el crecimiento de la población y factoriales relacionadas que encuentran alivio en el consumo de drogas. La tecnología y el ritmo de cambio de la Era espacial han dado lugar a más tiempo de ocio, lo cual ha llevado, a su vez, a una perdida aparente de actividad significativa y desintereses por lo que nos rodea.

Mientras más progresamos en la lucha diaria por la supervivencia, con respecto a nuestros antepasados, mayor es el tiempo de que disponemos para actividades menos esenciales.

Ello contribuye al consumo de drogas en busca de placer .Una investigación hecha por Burke tal como muchos otros estudios recientes sobre las razones para el uso de drogas , reveló que el placer junto con la curiosidad son las razones citadas más a menudo para el uso de drogas.

La motivación de placer puede ser vista de dos formas:

  • Droga para el placer: Usar drogas como refrigerios en un evento social o para estimular la sociabilidad .En este caso ,el objetivo principal o el placer buscado es la interacción social , es decir , la droga funciona como medio para lograr un fin .Si la cantidad de drogas incapacita al consumidor , este no podrá entonces disfrutar de la fiesta.

  • Droga como placer: El efecto de la droga da la satisfacción que se busca; el fin en sí mismo, tal como la aguda sensibilidad que se pueda experimentar al fumar mariguana.

Si cualquiera de estas formas llegara a ser compulsiva, se apartaría de la esfera de la recreación.

Las ideas de Maslow sobre la deficiencia –necesidad de graficación pretenden explicar la motivación de placer. Si uno toma una droga para sobrellevar el aburrimiento o para buscar excitación y placer, la droga puede producir ese fin. Sin embargo, cuando la exaltación ha pasado, una vuelve al mismo punto de partida; por lo tanto, no ha ocurrido ningún avance personal.

En EE.UU se ha considerado a las drogas, y así se continuara haciéndolo, como una forma de placer. Cerca de 50 % fuma cigarrillos, y 15 % han probado la mariguana (según se respondió a una encuesta de la empresa Norteamericana Gallup).

La verdadera motivación por placer no se contempla aquí como una causa importante a menos que sea el paso inicial hacia motivaciones más serias en individuos susceptibles (por ejemplo, beber socialmente no es la causa del alcoholismo).

Drogas en Panamá

El consumo de las drogas no es un problema de ciertos países, Panamá no se escapa de la situación, ya que esta República, tiene una grandiosa ventaja geográfica , es punto de intersección de la droga en Latinoamérica. La mayor clientela de consumo se encuentra en Estados Unidos, debido que este país consume casi el 50% de los estupefacientes ilícitos producidos y los mayores productores de sustancias psicotrópicas están en los llamados Países del Sur.

Para que los estupefacientes lleguen de la industria a la mesa, se deben pasar por puntos específicos, puntos de transferencia de la droga, y uno de los puntos primordiales de traspaso, es el suelo istmeño, pero no sólo Panamá tiene la funcionalidad de traspaso, porque al igual que se mueve la droga, también queda las repercusiones y sus lacras. De todos los Países de Centroamérica, en Panamá el consumo de drogas ha aumentado un 108 por ciento en los últimos 6 años. Sin duda es un aumento preocupante de la demanda de drogas ilegales.

Las drogas en Panamá no solo tienen consecuencias políticas, sino problemas socio-económicos, y especialmente en el futuro de las próximas generaciones, nuestra juventud. El joven se siente rechazado por la sociedad, por su propia familia, por el mismo sistema, y solo ve la salida en las drogas, en el narcotráfico, ya que con ella consigue todo lo que cualquier persona quiere, dando como resultado el culto al mafioso y la cultura de la violencia, donde los medios de comunicación son partícipes, haciendo la violencia, no algo despectivo, sino todo lo contrario, sino una nueva forma de entretenimiento; la droga y la violencia, van de la mano, cada día son más los crímenes, por arreglo de cuentas, blanqueo de capitales, las famosas "vendettas" , supremacía entre carteles e informante de drogas.

Consecuencias Políticas de las drogas en Panamá

El territorio panameño goza de buen punto geográfico, para las actividades turísticas y económicas, pero esa ventaja, ese atributo es también de gran utilidad para el narcotráfico, que ve en el país, una zona de tráfico. El Estado panameño, desde hace varios años ha declarado la guerra al narcotráfico, pero no toma las soluciones correctas que den en el clavo, ya que son por lo general políticas de forma pero no de fondo.

Bandas de narcotraficantes compuestas por colombianos y mexicanos controlan las costas panameñas. Entran al país con muchas cargas de drogas. Hay 34 rutas marítimas en el Océano Pacifico y Atlántico por donde entran las drogas. En las Fronteras del lado Este de Panamá, ya se ha dado encuentro de disparos entre narcotraficantes y protectores de las fronteras, dejando muertos para ambos bandos.

La lucha contra las drogas, le cuesta millones de dólares anuales al Estado Panameño, políticas de seguridad, prevención, represión, creación de leyes contra el narcotráfico, detienen temporalmente el negocio de sustancias ilegales, pero el eje de la lucha del narcotráfico crece aritméticamente, mientras que la empresa de la droga aumenta geométricamente.

La quema de la droga es la acción culminante contra la guerra del narcotráfico, pero también trae discusiones en el ámbito ambiental, debido que durante las quemas en general, se liberan gases tóxicos como lo son el Monóxido de Carbono (CO) y el Dióxido de Carbono (CO2), los cuales en altas concentraciones son causantes del efecto invernadero que afecta y destruye la capa de ozono. Se gana una batalla contra las drogas pero se pierde ante la protección y desarrollo del medio ambiente.

El Sistema Económico actual, no ayuda mucho, a la solución, debido a los valores primordiales de consumo, hedonismo, competencia, individualidad, que no aportan nada, peor aún, abstractamente auspician el negocio, creciendo cada día más. El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirma que el crimen organizado mueve alrededor del 20% de la economía global. El crecimiento del narcotráfico es proporcional al crecimiento al negocio de seguridad, es decir, que el sistema también se beneficia del dinero negro.

La criminalidad en Panamá aumenta gracias al narcotráfico, así lo demuestra las estadísticas, 13,966 de experticias de prueba de balística al año, 140,000 de armas legales circulan en Panamá, en el 2009 se otorgaron 1,343 permisos de armas, 500 más que el año anterior. Se calcula que por cada panameño hay 2.5 balas en el negocio.

Las políticas de seguridad contra el narcotráfico llegan al interior de nuestro territorio, a través de nuevas oficinas en puntos clave, de tránsito de las drogas, en los límites políticos de Panamá, con nuestra seguridad fronteriza, en las costas, con vigilancia de 24 horas. Panamá es el país que más decomisa drogas en todo el mundo y el único con una bóveda para incinerar las drogas.

La violencia tiene un valor instrumental desde el punto de vista de la gente, desde el momento en que son utilizados por las personas como medio de subsistencia, como es matar a quien no colabora con el grupo o barrio, lo que puede acarrear el desarrollo de el famoso método llamado limpieza social, tal y como ocurren en Colombia, que no es mas que asesinar a chicos drogadictos. No se quiere justificar la violencia pero no podemos pasar por alto que la misma pasa a formar parte de la sobre vivencia del individuo dentro de los barrios, ya sea para marcar territorialmente su área, como para proteger su área de venta de droga y contrabando, tal y como esta ocurriendo en el área del Chorrillo, Curundú, Calidonia, en donde un joven de otro sector no puede pasar en el área marcada como territorio, porque de lo contrario es asesinado.

Las drogas legales como el alcohol y el cigarrillo, son las más consumidas y son la que conllevan más costos sociales y económicos. El cáncer de pulmón producido por el consumo de cigarrillo le cuesta 12 millones anuales al Estado panameño. El Gobierno reacciona aumentando el porcentaje del impuesto a la compra del cigarrillo, produciendo una controversia, entre la sociedad civil y los dueños de las tabacaleras. La causa primordial de los accidentes automovilísticos y de los atropellos son gracias al consumo extremistas del alcohol, las autoridades responden, colocando unidades en puntos de suma importancia, expeditando leyes de tránsito que procuren que cada año vaya decreciendo los problemas relacionados de conducir ebrio.

El sistema de administración de justicia panameño, no apoya lo suficiente. Según datos oficiales de los casos de droga que llegan a los juzgados, el 90% es por tenencia simple y sólo el 10% involucra a narcotraficantes, es decir que las leyes panameñas, no logran cercenar la raíz del problema del narcotráfico, sólo logra poner parches a la herida social.

Consecuencias Sociales de las drogas en Panamá

El componente más herido por la actividad de las drogas es el aspecto social, la misma sociedad, el consumo de estupefacientes está imbricado en la sociedad, y el mismo colectivo no ve la manera de lograr el desanclaje de esta. El consumo de drogas, legales e ilegales, constituye un problema de salud pública muy importante. Los riesgos y daños asociados al consumo varían para cada sustancia. Además, es necesario tener en cuenta las variables personales como el grado de conocimiento o experiencia del usuario, su motivación, y las propiedades específicas de cada droga así como la influencia de los elementos adulterantes.

Lo que hace que una adicción sea una adicción nociva es que se vuelve en contra de uno mismo y de los demás. Al principio se obtiene cierta gratificación aparente, igual que con un hábito. Pero más temprano que tarde su conducta empieza a tener consecuencias negativas en su vida. Las conductas adictivas producen placer, alivio y otras compensaciones a corto plazo, pero provocan dolor, desastre, desolación y multitud de problemas a medio plazo.

El espacio de la droga se ha universalizado, nuevos impenetrables ghettos, barrios vigilados y cercados, interdicciones horarias, generando nuevos escenarios, produciendo fenómenos de "tribalismo social". En el imaginario de la inseguridad urbana, el micro-delito tiene un rostro joven y posee una localización precisa: la esquina. Pero la esquina que estos jóvenes habitan, no es un lugar, sino un espacio sin territorio formal, por cuanto no participa de ninguna jurisdicción institucional capaz de producir anclajes, que suministren una identidad juvenil positivamente valorada, y en que las representaciones hegemónicas de los jóvenes.

El Narcotráfico ha tocado las raíces primordial de la educación y desarrollo de la vida: la propia familia, la institución primordial de la sociedad, ya no aporta valores, ya que los valores familiares fueron sustituidos por los valores del mercado, del consumismo compulsivo y de la competitividad sinrazón. La familia ya no tiene el poder de control de las futuras generaciones, totalmente maltratada por el sistema económico, por las largas horas de trabajo, la cultura patriarcal, la supremacía del género, la poligamia, y la cultura del entretenimiento, propiciado por la televisión, los videojuegos y el Internet. La violencia es otra forma más de entretenimiento, arraigada en las novelas televisivas, en los noticieros amarillistas, en los periódicos sensacionalcitas, en los videojuegos infantiles, la pornografía exacerbada del Internet, todo el que quiere generar cuantiosas sumas de dinero, debe generar productos guiados a la violencia.

La realidad es demasiado dura para soportarla, hay que huir de ella, encerrándose en sueños de paraísos artificiales y que permitirán seguir viviendo en otro mundo. En esta sociedad, el viaje fuera de un mundo severo y cruel se convirtió en un recurso usual. Se va al mundo irreal porque no se puede soportar el mundo real. Si la patología es social, el sumergirse en las drogas, también es social. Ya no son privilegio de sólo grupos de élite, sino que ataca a la sociedad entera y penetran en todos los niveles, sin tener en cuenta la situación económica y social, sexo, y edad. En estas condiciones los jóvenes son los primeros en ser alcanzados, cuya inseguridad es directamente proporcional a su sensibilidad. Ven el mundo que se cierra ante ellos y entonces ellos se cierran ante el mundo, respondiendo con rechazo al rechazo. Se sienten asfixiados por un mundo que ignora los valores de la persona como ser humano, que es el reino de la mentira, de los intereses ocultos, de la indiferencia respecto a los demás. En esta sociedad ellos constituyen la clientela fácil e ideal para el comercio de drogas que vende al mismo tiempo veneno y utopía.

El negocio de los estupefacientes está enraizado en los barrios. El que vende las drogas a los niños en las urbanizaciones no es ningún integrante de los carteles poderosos, es un vecino cualquiera, que está desesperado económicamente, y que para salvarse ya no le importa a costa de quien va a ganarse la vida. No le importa intoxicar al que va con él a la escuela o el compañerito que va con el al colegio.

Las drogas legales no se escapan del problema, es la forma paulatina a la muerte de los familiares cercanos, el alcoholismo arrastra el maltrato familiar, las conductas irracionales, los choques automovilísticos, adicción, repercusiones laborales, aplaude la cultura patriarcal al borde de la misoginia, violación, produce las peores lacras sociales, el consumo de alcohol está en cualquier fiesta, cumpleaños, tertulia, evento deportivo, es el alma de la fiesta, que si no tienes en tu evento, no te van a asistir, y que si existiera una ucronía, donde existiera la ley seca, sería el producto más contrabandeado de todos. El Cigarrillo, causante de problemas respiratorios, dentífricos y relacionados al cáncer. Contiene nicotina, que es la sustancia con alto grado de posibilidad de adicción, en la juventud, es signo de valentía consumirla, la presión de grupo juega un papel importante. Si no tiene el peculio para comprarlo, puedes tener acceso a ella en los baños de los quinceaños, en la discoteca, lo venden por unidad, con tu compañero de alado. Estos negocios causan más costos al Estado que todas las drogas ilegales, al ser una empresa con legitimidad, el Estado no la regula, no hay un intervencionismo, logrando explotación en la tabacalera, anarquía del consumo. No se ha encontrado las políticas necesarias que logren concientizar a las personas sobre el uso moderado de estas, la sociedad civil ha tomado cartas sobre el asuntos y se han creado organizaciones no gubernamentales en ayuda de las personas con alta adicción (como Narcóticos Anónimos, Alcohólicos Anónimos y Fumadores Anónimos).

Muchos libros señalan que por lo general el joven inicia con el alcohol y luego con la utilización de algún tipo de droga como es la marihuana. Los resultados arrojados en esta investigación es que en Panamá ocurre todo lo contrario. Lo que si es cierto es el grave peligro a que se enfrentan estos jóvenes, que desconocen las consecuencias posteriores una vez dan inicio a la misma. Pero es que la dependencia a medida que pasa el tiempo, surte el efecto del hábito de consumo, en donde el cuerpo entra a exigirle cada día una dosis más fuerte los que los lleva a consumir mas de una vez al día y mezclar los distintos tipos de droga. Tratando con esto de aplacar o no sentir la fuerte ansiedad que este ocasiona. Lo peligroso es que muchas veces tal y como se demostró en esta exposición al consumir mas de una clase de droga los llevo a cometer actos delictivos como es el homicidio. Este consumo de más de una clase de droga se acentúa entre las edades de 15 a 17 años, combinando por ejemplo la marihuana, la cocaína y el alcohol. Ignorando los mismos al abismo a que se aproximan, y no se dan cuenta hasta cuando ya es demasiado tarde, en donde la dependencia se hace incontrolable. Esta problemática solo puede ser superada por el joven bajo dos condiciones: 1) La manifestación y voluntad del joven de salir del problema 2) El constante apoyo y ayuda de los familiares y especialistas en rehabilitación como es Hogares Crea, Cruz Blanca entre otros. Solo el 24% de los jóvenes internos estudiado viven con sus padres. Careciendo de la integración o unión de ambos padres que vienen a representar para el niño el equilibrio el amor que solo lo puede suministrar la familia que por excelencia es la base fundamental del desarrollo espiritual y moral de todo individuo. El resto el 76% son de hogares irregulares o desintegrados. Cabe señalar que estos jóvenes pueden ser salvados de existir eficaces programas de rehabilitación y de orientación.

Consecuencias Económicas de las drogas en Panamá

El negocio más seguro de éxito del siglo XXI, es el del narcotráfico, además es el negocio mayor crecimiento de los últimos años, haciendo hincapié en lo que dijo el FMI: El crimen organizado mueve alrededor del 20% de toda la economía mundial.

Pero el negocio ilegal de las sustancias psicotrópicas acarrea un alto costo en todas las áreas de la empresa: materia prima, productividad, trabajadores, transporte, dando como resultado el alto precio para el consumo, además del elevado riesgo de moverse en esta actividad ilícita.

El uso de drogas puede llegar a ser muy caro, llevando al drogadicto a destinar todos sus recursos para mantener el consumo. Dado el ingente volumen de dinero que mueve el mercado de las drogas y el narcotráfico, tanto los consumidores como los países contraen importantes deudas; se crean bandas organizadas; se produce desestabilización económica nacional, etc. El uso continuo de drogas puede ser muy caro, ya que sus costos se elevan a cientos y, en ocasiones, a miles de dólares por año. Para sostener su hábito muchos usuarios recurren al crimen. Al destinar la mayor parte del dinero a comprar las drogas, apenas queda dinero para otras cosas. Los ahorros se agotan y suele aparecer el endeudamiento. A veces para poder sufragar los gastos de la adicción se ve obligado a recurrir a actividades ilegales.

El dinero con que son pagadas las drogas puede privar a la familia de satisfacciones vitales como comida o ropa. El discutir los problemas y situaciones de la adicción puede generar conflictos familiares. Las reacciones violentas a las drogas pueden llevar al usuario a cometer asaltos e incluso asesinatos. Si una mujer embarazada toma drogas sin control médico puede ocasionar malformaciones genéticas en el nuevo ser que está en gestión.

Como las leyes no amparan los préstamos de dinero negro, los narcotraficantes no le quedan más remedio que saldar la deuda que matando al deudor, formando las famosas "vendettas" y arreglos de cuenta. El dinero generado por el trasiego de las drogas es totalmente ilícito, pero los grupos se infiltran en "negocios legales" como a los mataderos, el mercado del pescado, la construcción, las empresas fúnebres y el turismo; el proceso de legitimación del negocio lo logran a través de la compras de casinos o donaciones de mucho dinero, que los hace ver como filántropos.

Conclusión

Las drogas ya sea legal o ilegal tienen repercusiones en todos los sentidos. Desde el principio de la historia de la humanidad el ser humano siempre ha buscado sustancias que le ayuden a calmar, dominar o adormecer algún problema. El significado de droga tiene un sentido netamente despectivo para la sociedad, y conlleva a trabas sociales, políticas y económicas, los estupefacientes mueven el mundo. El Estado que debe tomar las políticas necesarias tanto de prevención y de represión, para el consumo de la droga, ya sea si el camino correcto es la legalización completa o seguir con la lucha del contrabando. La sociedad, más que quejarse de ser víctima, debe tomar riendas sobre el asunto. El problema no es la sustancia, sino el consumo. Nadie se le obliga ingerir, una sustancia que altera negativamente el cuerpo. Un individuo racional conciente de lo bueno y lo malo, es responsable de las decisiones que toma, se respeta el derecho inherente e individual de ser dueño de sus acciones, pero no cuando estas recurren a un daño a otros. La información y el apoyo inagotable a los que quieren salir de ese círculo vicioso, son nuestras armas más claves.

Anexos

Diez Razones para Legalizar las Drogas.

  • 1. ? La legalización pondría fin a la parte exageradamente lucrativa del negocio del narcotráfico, al traer a la superficie el mercado negro existente. Y con la desaparición de la clandestinidad del narcotráfico disminuye dramáticamente la problemática social ligada a dicha actividad. La actual prohibición de las drogas no detiene al mercado, simplemente lo ha sumergido bajo el manto de la ilegalidad, y cuando un negocio es un crimen, los criminales tomarán parte de éste. Según las Naciones Unidas, el tráfico de drogas genera $400.000 millones anuales, lo cual representa un 8% del comercio mundial, comparable con la industria de textiles. Dicho botín representa una tentación irresistible para los criminales del mundo.

  • 2. ? La legalización reduciría dramáticamente el precio de las drogas, al acabar con los altísimos costos de producción e intermediación que implica la prohibición. Esto significa que mucha gente que posee adicción a estas sustancias no tendrá que robar o prostituirse con el fin de costear el actual precio inflado de dichas substancias.

  • 3. ? Legalizar las drogas haría que la fabricación de dichas sustancias se encuentre dentro del alcance de las regulaciones propias de un mercado legal. Bajo la prohibición, no existen controles de calidad ni venta de dosis estandarizadas. Esto ha conducido a niveles de mortalidad altos a causa de sobredosis o envenenamiento por el consumo de drogas. De hecho, según un estudio del Cato Institute realizado por James Ostrowski, el 80% de las muertes relacionadas con drogas se deben a la falta de acceso a dosis estandarizadas.

  • 4. ? El narcotráfico ha extendido sus tentáculos en la vida política de los países. Importantes figuras políticas a lo largo de Latinoamérica han sido ligadas con personalidades y dineros relacionados con el tráfico de drogas. Tal vez aquí yace la razón por la cual la guerra contra las drogas se intensifica año con año. Los grandes narcotraficantes son los que más se benefician con la actual prohibición, y los operativos anti-drogas que se practican en Latinoamérica sirven para eliminarles la competencia que enfrentan por parte de los pequeños y medianos distribuidores. La legalización acabaría con esta nefasta alianza del narcotráfico y el poder político.

  • 5. ? Legalizar las drogas acabaría con un foco importante de corrupción, la cual aumenta en todos los niveles del gobierno debido a que una substancial cantidad de policías, oficiales de aduana, jueces y toda clase de autoridades han sido comprados, sobornados o extorsionados por narcotraficantes, creando un gran ambiente de desconfianza por parte de la población hacia el sector público en general.

  • 6. ? Los gobiernos dejarían de malgastar miles de millones de dólares en el combate de las drogas, recursos que serían destinados a combatir a los verdaderos criminales: los que le violan los derechos a los demás (asesinos, estafadores, violadores, ladrones, grupos terroristas). Además, con la legalización se descongestionaría las cárceles, las cuales hoy en día se ven inundadas por gente cuyo único crimen fue el consumo de substancias que están prohibidas por la ley. Todos estos esfuerzos por combatir el tráfico de drogas han sido inútiles. Por ejemplo, las mismas autoridades reconocen que a pesar de todo el dinero gastado, los esfuerzos actuales solo interceptan el 13% de los embarques de heroína y un máximo del 28% de los de cocaína. De acuerdo con las Naciones Unidas, las ganancias de las drogas ilegales están tan infladas que tres cuartos de todos los embarques deberían ser interceptados con el fin de reducir de manera significativa lo lucrativo del negocio.

  • 7. ? Con la legalización se acaba el pretexto del Estado de socavar nuestras libertades con el fin de llevar a cabo esta guerra contra las drogas. Intervenciones telefónicas, allanamientos, registro de expedientes, censura y control de armas son actos que atentan contra nuestra libertad y autonomía como individuos. Si hoy en día las drogas son accesibles incluso en las áreas de máxima seguridad de las prisiones, ni siquiera convirtiendo a nuestros países en cárceles vamos a lograr mantener a las drogas fuera del alcance de aquellos que quieran consumirlas. Legalizando estas substancias evitaremos que los gobiernos conviertan a nuestros países en prisiones de facto.

  • 8. ? Legalizar las drogas desactivará la bomba de tiempo en la que se ha convertido Latinoamérica, especialmente países como Ecuador, Bolivia y Colombia. En este último, las guerrillas financiadas por el narcotráfico manejan miles de millones de dólares en equipos militares de primera línea, y amenazan con extender su lucha a países como Panamá, Brasil y Venezuela. Hace un par de años se descubrió la fabricación de un submarino en Colombia para el transporte de armamentos y drogas, lo que demuestra el poderío de estos grupos guerrilleros. Todo esto ha llevado a una intervención creciente por parte de Estados Unidos, quienes desde hace un par de años han venido fortaleciendo su presencia militar en la región de una manera nunca vista desde el fin de la Guerra Fría.

  • 9. ? En una sociedad en donde las drogas son legales, el número de víctimas inocentes producto del consumo y la venta de estupefacientes se vería reducido substancialmente. La actual política afecta directamente tanto a los consumidores de narcóticos como a terceros. Es así como gran cantidad de personas que nunca han consumido estas sustancias o que no están relacionadas con la actividad se ven perjudicadas o incluso pierden la vida debido a las "externalidades" de la guerra contra las drogas: violencia urbana, abusos policiales, confiscación de propiedades, allanamientos equivocados, entre muchos otros.

  • 10. ? La legalización conducirá a que la sociedad aprenda a convivir con las drogas, tal y como lo ha hecho con otras sustancias como el alcohol y el tabaco. El proceso de aprendizaje social es sumamente valioso para poder disminuir e internalizar los efectos negativos que se derivan del consumo y abuso de ciertas sustancias. Sin embargo, políticas como las de la prohibición, al convertir a los consumidores en criminales, desincentivan la aparición de comportamientos y actitudes sociales necesarios para poder lidiar con los problemas de la adicción y el consumo tempranero de dichas sustancias.

Bibliografía

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Autor:

Ismael Javier Gonzalez

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