- Introducción
- Factores psicosociales del estrés
- Modalidades de estrés
- Tipología del estrés
- Enfermedades por estrés
- Estresores más comunes
- Estrés y conflictos
- Estrés y ciclo vital
- Actitudes frente al estrés
- Consecuencias del estrés psicosocial
- Recomendaciones frente al estrés psicosocial
- Técnicas de afrontamiento del estrés
- Definiciones
- Conclusiones
- Bibliografía
Este pequeño texto es un ejercicio franco directo y sencillo; alejado de malabarismos y pretensiones literarias, su único objetivo es hacer una reflexión a nivel individual, grupal, familiar y social.
Sabemos que:
La causa por la cual no juzgamos rectamente las cosas es porque apenas se presentan a nuestra imaginación; nos dejamos llevar del amor o del odio y esta pasión ciega nos desfigura la imaginación de tal forma; que todo nos parece diferente de lo que verdaderamente es.
Lorenzo Scupoli (Clérigo)
Las distintas dimensiones que presentan los problemas psicosociales más comunes y la forma como las personas racionalizan o tratan de resolverlos contribuye en gran medida a aumentar o disminuir sintomatologías relacionadas con el estrés.
Las ciencias psicosociales aplicadas ofrecen un extenso abanico de conocimientos y encontramos en ellas aplicaciones prácticas que ayudan a mejorar el estado de ánimo, el desenvolvimiento laboral, social y familiar, proporcionando bienestar y por ende mejorando indicadores de calidad de vida.
En esta oportunidad nos centraremos principalmente en el componente psicosocial del estrés y en las situaciones que lo generar.
Hay un considerable conjunto de exigencias psicosociales que demandan acomodación permanente; dichas exigencias se denominan estrés.
El problema esta en considerar que el estrés solo es una exigencia de gente con importantes cargos y al considerar esto concluimos que las personas que están más bajas en la cadena productiva no se afectan, es un error debido a que el estrés es una exigencia de orden general.
El estrés empieza siendo una exigencia de orden emocional y acomodacional luego de una prolongada exposición a un estresor determinado puede traducirse en un padecimiento de orden físico, llegando a provocar efectos que tienen que ver con los procesos mentales y conductuales a estos efectos se les denomina respuestas psicológicas.
El estrés no es lo que nos afecta; lo que nos afecta es la forma como interpretamos y reaccionamos frente a un estimulo determinado o una exigencia la cual podemos muchas veces interpretar como nociva y por nuestra propia cuenta la agrandamos, es decir existen componentes que son altamente exigentes por ejemplo el físico, el mental, el social, el espiritual, cualquier desequilibrio en uno de estos aspectos puede desencadenar en una respuesta de agresión interna o externa; todo depende de la racionalización individual del hecho.
Introducción
Sabemos que el organismo humano es altamente eficiente y siempre trata de mantener el equilibrio este equilibrio se traduce en bienestar biológico, psicológico y social; el equilibrio es lo que nos da el concepto de persona sana.
Vivimos una época en la cual todos estamos expuestos diariamente a altos niveles de estrés, si la intensidad del estrés es alta el equilibrio se altera afectando de manera significativa el estado de resistencia.
Hemos evolucionado de tal forma que afrontamos evidentemente amenazas o peligros y es el estrés el mecanismo utilizado para combatirlos, por ejemplo, "nos ayuda a correr de manera que podamos evitar un accidente", "nos pone en alerta en caso de un desorden físico", "nos pone dispuestos cuando estamos sobre exigidos emocionalmente" por consiguiente, no todo el estrés es malo, lo importante es como canalizarlo y utilizarlo de manera provechosa.
El inconveniente del estrés de hoy es que la causa principal es de orden psicosocial permanente y esto exige una adaptación constante; en consecuencia muchas veces no logramos afrontarlo de forma apropiada y además cuando tratamos de liberarnos lo que hacemos es aumentarlo.
En este texto descubriremos su historia, advertiremos como afecta la salud y el rendimiento siguiendo cuidadosamente los postulados de los expertos que han trabajado el estrés desde ya hace bastante tiempo, veremos también algunas formas de estrés común, resaltaremos las enfermedades asociadas y finalmente veremos algunas alternativas para afrontarlo junto con técnicas y recomendaciones sin pasar por alto que el estrés nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos.
Empecemos por saber que se da un estado de estrés psicosocial cuando demandas inusuales o exigencias amenazan el bienestar o integridad de una persona; en el intento de dominar la situación se corre el peligro de que los recursos de afrontamiento se agoten llevando a una perturbación en el funcionamiento orgánico dando origen a algún malestar físico como el dolor, la enfermedad, los desordenes de tipo emocional, de tipo alimenticio, vejes prematura e incluso la muerte.
Numerosas situaciones habituales a las que nos enfrentamos a diario como pueden ser, aislamiento, sobre exigencia laboral, estrechez económica, ruido, hacinamiento, densidad poblacional, estrechez habitacional, riesgos, malestar físico, situaciones subjetivas, inseguridad, amenaza permanente de perdida, recuerdos de realidades particularmente tensas que no podemos manejar con facilidad y que disminuyen nuestra productividad y adaptabilidad; son estas situaciones las que dan origen al estrés psicosocial; también aparece en conflictos laborales, familiares, relaciones interpersonales, presiones y eventos que no necesariamente hacen parte de la vida cotidiana, es decir; todos aquellos eventos ocasionales que perturban y que exigen una acomodación constante y eficaz; para los cuales necesitamos una respuesta eficaz de la cual muchas veces no disponemos.
Factores psicosociales del estrés
Cuando hablamos del término psicosocial; obligatoriamente nos remitimos a los mecanismos que le permiten al individuo desempeñarse socialmente; dichos mecanismos lo hacen altamente funcional o por el contrario altamente disfuncional.
Lo psicosocial:
Hace clara referencia a lo psicológico y lo social; se entiende por psicológico; aquellos procesos de aprendizaje emocional, afectivo, cognoscitivo y motivacional.
Lo social:
Se entiende como el sistema de creencias, normas, actitudes, valores, principios y estilos de vida, cultura, modos, y formas de interpretar la vida, la muerte, la enfermedad, la discapacidad, el desplazamiento, las drogas, entre muchos otros factores; la intervención psicosocial promueve los procesos de aceptación y de inserción social, facilitando el diseño de un nuevo plan de vida (proyecto); haciendo del individuo un ser humano altamente funcional en lo concerniente a su grupo primario y frente a la sociedad, partiendo desde su propia auto gestión "yo puedo" de manera permanente.
La intervención psicosocial, permite disminuir el malestar emocional causado por los diferentes hechos traumáticos y/o estresores; previene daños psicológicos mayores, facilita el reforzamiento de actitudes, valores familiares, cohesión con el grupo, la pareja, los hijos, la recuperación de forma integral, la conciliación con el entorno laboral, social, familiar, el país, etc.
La intervención psicosocial tiene como objetivo mejorar indicadores de calidad de vida; entendiendo esto como la percepción de bienestar psicológico y social que tiene el individuo y que lo experimenta en la comunidad a la cual pertenece.
El bienestar psicosocial viene modelado desde adentro del individuo sin importar las obvias limitaciones que le suponga el mundo externo, es decir yo me siento también como quiero; me ciento bien con migo mismo y acomodado al entorno.
Es indudable que el concepto de calidad de vida va unido a una evaluación global de lo que se denomina bienestar que a su vez, esta asociado con el concepto de felicidad el cual es un tanto subjetivo. Se suele recurrir a seleccionar un conjunto amplio de áreas de la vida, que comprenden casi todas las esferas de la vida individual y colectiva de la sociedad, y a través de las cuales puede captarse globalmente la calidad de vida.[1]
Los indicadores de calidad de vida son una nueva clase de indicadores sociales que se basan tanto en hechos objetivamente observables y en las condiciones de vida en sociedad, como en las percepciones y juicios subjetivos de la propia gente respecto de su vida y sus circunstancias concretas.[2]
Los factores psicosociales son el resultado de la interacción entre el comportamiento social y la manera en que nuestros sentidos y nuestra mente interpretan estas interacciones, en otras palabras el estrés psicosocial se determina por el significado que le asignemos a los eventos de naturaleza cotidiana o a los eventos de naturaleza casual.
Aquí debemos por ende comprender que como cada persona tiene un patrón diferente de comportamiento, así mismo también es diferente su percepción y por lo tanto; es diferente su estrés y su adaptabilidad.
Algunos ejemplos de este tipo de estresores psicosociales que surgen en el transcurso de nuestra vida, son: entre otros decepciones, conflictos, cambios laborales, pérdidas personales, problemas económicos, presión del tiempo, presión del grupo al que se pertenece, alcohol, promiscuidad, psicoactivos, jubilación, dificultades para tomar decisiones, eventos catastróficos ocasionales (desplazamiento, prisión, muerte violenta, violación, secuestro etc.), cambios en la familia, cambios en los estilos de vida por pérdida, enfermedad o quiebra económica, etc.
Estos eventos tienen relación estrecha con la salud y se ha comprobado que definitivamente afectan el bienestar general del individuo.
Los sistemas orgánicos que se activan inicialmente y principales como respuesta al estrés son.
El sistema nervioso y el sistema endocrino; estos dos sistemas se conocen como sistema neuro-endocrino, los otros sistemas que se involucran son: sistema inmunológico, sistema cardiovascular, sistema gastro-intestinal, entre otros.
La interacción de estos sistemas crean excitación o inhibición en un órgano de choque determinado mejorando o sobre exigiendo las capacidades de afrontamiento orgánico.
Historia del estrés:
Que significa la palabra estrés.
El termino estrés es una adaptación al castellano de la voz inglesa stress. Esta palabra apareció en ingles medieval en la forma de distress, que a su vez provenía del francés antiguo destresse. Con el paso del tiempo los hablantes del ingles empezaron a utilizar la palabra stress sin perder la original distress.[3]
También se sabe que la palabra estrés procede del griego (stringere) y significa provocar tensión.
La palabra estrés se utilizó por primera vez en el siglo XIV en la ingeniería, y significa, el debilitamiento de estructuras por sobre exigencias. (Calor, frió, tensión, etc.)
El estrés es:
(A) La reacción que tiene el organismo ante cualquier demanda.
(B) Un estado de fuerte tensión fisiológica o psicológica.
(C) La preparación para el ataque o la huida.
(D) El comienzo de una serie de enfermedades.
El estrés no es:
(A) Necesariamente nocivo ya que a menudo ayuda a alcanzar los objetivos deseados.
(B) No es ansiedad.
(C) No es miedo.
(D) No es la causa directa de las enfermedades, sin embargo con alguna frecuencia contribuye a su desarrollo si se esta por mucho tiempo expuesto a un estresor nocivo.[4]
(Claude Bernard) fisiólogo francés (1813-1878) en (1867) sugirió que los cambios extremos en el ambiente podían perturbar el organismo y que una de las características de los seres vivos; consistía en poder mantener la estabilidad de su medio ambiente interno aunque se modificaran las condiciones del medio externo.
Aquí nos encontramos con un concepto clave "la estabilidad del medio ambiente interno es la condición indispensable para el funcionamiento del cuerpo y sus emociones".
La afirmación de (Bernard), es una evidencia de que la ruptura del equilibrio entre el cuerpo y la mente; genera el estrés nocivo.
(Walter Bradford Cannon) fisiólogo norte americano (1871 1945) en (1922) propuso el termino homeostasis del griego "homoios, similar y statis, posición" para designar los procesos fisiológicos coordinados que mantienen constante el medio interno mediante numerosos mecanismos fisiológicos.
En (1939) (Cannon) adopta el término stress, y se refirió a los "niveles críticos de estrés", los cuales definió como aquellos eventos que pueden provocar un debilitamiento de los mecanismos homeostáticos.
(Cannon) insistió en especial sobre la estimulación del sistema nervioso y en la descarga de adrenalina por las glándulas médulo-suprarrenales que se produce cuando hay agresiones ya que este proceso autónomo provoca a su vez, modificaciones cardiovasculares que preparan al cuerpo para la defensa.
Son éstas quizás las referencias más importantes en las cuales se basó (Hans Selye) (1907 1982) para sus experimentos y la evolución de sus estudios con respecto al síndrome general de adaptación (SGA) síndrome que después empezaría a llamarse estrés.
En (1930) un joven austriaco de (20) años de edad; estudiante de segundo año de medicina en la universidad de Praga (Hans Selye) hijo del cirujano austriaco (Hugo Selye) observó que todos los pacientes a quienes estudiaba, indistintamente de la enfermedad, presentaban síntomas comunes y generales: cansancio, pérdida de apetito, baja de peso, afecciones emocionales, astenia, etc.; esto le llamó la atención a (Selye) quien lo denominó el síndrome general de adaptación (SGA) o síndrome de estar enfermo.
(Hans Selye), se graduó de médico y posteriormente hizo un doctorado en química orgánica en la ciudad de Praga, luego a través de una beca de la fundación Rockefeller se trasladó a la universidad (John Hopkins) en Baltimore (Estados Unidos) para realizar un post-doctorado, cuya segunda mitad la realizó en Montreal Canadá en la escuela de medicina de la universidad magill, donde desarrollo sus famosos experimentos de ejercicio físico extenuante con ratas de laboratorio, comprobando que se presenta en el organismo de estos animales una elevación de las hormonas suprarrenales (ACTH adrenalina y noradrenalina) también se presenta la atrofia del sistema linfático y la presencia de ulceras gástricas.
Al conjunto de estas alteraciones orgánicas el doctor (Selye) las denominó estrés biológico.
(Selye) consideró entonces que varias enfermedades no muy conocidas en la época como las cardiacas, la hipertensión arterial y los trastornos emocionales o mentales; no eran sino el resultado de cambios fisiológicos resultantes de una prolongada sobre exigencia orgánica y que éstas alteraciones que se daban podrían estar predeterminadas genética o constitucionalmente.
Sin embargo al continuar con sus investigaciones se dio cuenta que no solamente los agentes físicos nocivos actuaban directamente sobre el organismo animal y eran productores de estrés; sino que además en el caso del hombre, las demandas de carácter social y las amenazas del entorno requieren de una "gran" capacidad de adaptación que ha de ser permanente.
A partir del estudio de (Selye) el estrés ha involucrado la participación de varias disciplinas entre las que se destacan la medicina, las ciencias psicosociales entre ellas la psicología entre otras; cada una por su parte haciendo uso de técnicas y tecnologías diversas.
Un buen manejo del estrés nos hace más capaces, menos propensos a los actos violentos, a las discordias, más solidarios por ende también más tolerantes y más sanos psicológicamente, biológicamente y por supuesto socialmente.
El doctor (Hans Selye) definió el estrés frente a la organización mundial de la salud como: la respuesta no específica del organismo a cualquier demanda del exterior.
En la descripción del estrés se identifican por lo menos (tres) etapas.
(1) Fase de alarma:
En esta etapa hay una reacción del sistema nervioso vegetativo el cual comienza con una descarga a nivel de las glándulas suprarrenales de la sustancia conocida como adrenalina.
Esta reacción provoca una aceleración del ritmo cardiaco, aumenta la frecuencia de ventilación pulmonar y aumenta la concentración de glucosa en sangre, produce también una subida en la presión arterial, un metabolismo más intenso e incrementa la coagulación sanguínea para evitar una pérdida de sangre, también aparece la aceleración de la actividad mental (híper-reflexión o pensates)
Estos procesos son denominados situaciones energéticas máximas; esta fase termina prontamente porque el organismo no puede soportar esta situación por mucho tiempo.
(2) Fase de resistencia:
Los estudios realizados por (Selye) se localizan precisamente en esta etapa, descubrió que todos los cambios adaptativos del comportamiento exterior y las reacciones internas se debían a la interacción de tres elementos denominados el "eje" del síndrome (hipotálamo – hipófisis – suprarrenales)
El hipotálamo situado en la región media del cerebro; recoge los mensajes y respuestas de la corteza cerebral que no son otras que las respuestas motrices, sensitivas y emocionales para transformarlas en ordenes químicas que son recibidas por una glándula que es la hipófisis o pituitaria situada esta en la base del sistema nervioso central, el cual a su vez constituye el funcionamiento del organismo, esta pequeña glándula se relaciona con la actividad de la glándula tiroidea, también con las gónadas masculinas o femeninas y las glándulas suprarrenales estas son las encargadas en última instancia de la sección de las catecozaminas, la adrenalina y la nor-adrenalina; el resultado es utilizar las reservas energéticas del cuerpo para seguir en acción.
(3) Fase de agotamiento:
En esta etapa empieza a agotarse las reservas energéticas de adaptación; aparece la fatiga como un conjunto de signos físicos y psicológicos que indican con ciertas señales como, dolor, vómitos, mareo, padecimiento, etc., que debemos entrar en reposo para reponer el desgaste vital, se debe revitalizar el organismo bajo de energía y reorganizar las funciones; en esta fase la persona suele sucumbir ante las demandas porque se reduce al mínimo su capacidad de adaptación e interacción con el medio o el entorno.[5]
Modalidades de estrés
(A) Eutres:
Representa el estrés donde el individuo interactúa con el estresor manteniendo la mente abierta y creativa, en este estado de estrés el individuo obtiene placer, alegría, bienestar y equilibrio sus experiencias son agradables y satisfactorias.
Este tipo de estrés lo mantiene vivo y productivo; la persona expresa sus talentos y su imaginación e iniciativa única y original resuelve problemas sin mayor compromiso emocional.
(B) Distress:
Según (Hans Selye) representa el estrés nocivo y/o desagrable; este tipo de estrés produce una sobrecarga de trabajo no asimilable la cual eventualmente desencadena en desequilibrio fisiológico y psicológico que terminan en una reducción en la productividad del individuo facilitando la aparición de enfermedades psicosomáticas.
Distress es todo lo que resulte desagradable como mal ambiente laboral, fracaso, ruptura familiar, duelos de gran exigencia, sobre exigencias del medio, inadaptabilidad, auto agresión, carga emocional, disparates conductuales, etc.
El problema hoy en día es que vivimos en estados de constante sobre estimulación de naturaleza psicosocial que inducen a una hiperactividad cerebral; de manera que ha aparecido una nueva forma de estrés y es el estrés de adaptación o de mutación permanente.
Las causas principales de este estrés son de origen social y es una agresión psicosocial continua que conduce a la acumulación de sustancias de origen neuro endocrino las cuales resultan en alteraciones de tipo fisiológico, de tipo psicológico y de tipo psicosocial.
(C) Eutresores:
Son los diferentes estímulos a los cuales se les asigna la carga negativa o positiva según el tipo de personalidad involucrada.
Tipología del estrés
El estrés de hoy es atribucional, emocional y psicosocial; es recibido por los órganos de percepción externa para luego ser interpretados como estímulos, en consecuencia el organismo moviliza recursos energéticos para hacerle frente a situaciones que podrían ser:
(A) Angustias, dudas, conflictos internos de orden emocional y factores psicosociales que pueden originarse al tratar de funcionar socialmente dando origen a respuestas que pueden derivar en patologías.
Existen dos tipos de personalidad; una con alto riesgo de desarrollar estrés perjudicante o nocivo y otra con más tolerancia a dicho estrés.
En los años cincuenta; los celebres cardiólogos (Meyer Friedman y Ray Rosenman) distinguieron dos tipos de personalidad.
(1) Tipo (A) alto riesgo de infarto cardiaco, condiciones de alto nivel de estrés.
(2) Tipo (B) con riesgo mínimo de infarto, condiciones de bajo estrés.
Por supuesto que existen toda una gama de tipos intermedios o características ínter-cruzadas; hay personas que funcionan con altos niveles de sobre exigencia, sin que en apariencia se note un desgaste importante; hay otros que por su condición de bajo estimulo estresor se notan apáticas y laxas.
Estrés individual:
A continuación veremos cuatro tipos de personalidad.
(1) Tipo (A) Ausencia de estrés: Individuo apático, sin estímulo, sin metas.
(2) Tipo (B) Estrés moderado: Sujeto motivado, con satisfacción personal y óptimo rendimiento.
(3) Tipo (C) exceso de estrés: Sujeto estresado sin motivación especial, buen rendimiento pero en declive.
(4) Tipo (D) nivel máximo de estrés: Sujeto deprimido, ansioso y de muy bajo rendimiento.[6]
El estrés es una respuesta adaptativa de nuestro organismo frente al peligro o frente a un gran desafió o exigencia y esta adaptación requiere de un esfuerzo psicológico y emocional que termina transformándose también en esfuerzo físico; por consiguiente, un cambio actitudinal frente a situaciones tensas o situaciones de sobre exigencias es una buena vía de solución para liberar la carga estresora nociva.
(A) El estrés tiene dos componentes uno es la presión de afuera; la competitividad, el tráfico, el temor a la pérdida, el afán, el estudio, el trabajo, el miedo al fracaso, la salud, el factor económico, etc.
(B) El segundo y quizás el más importante es la reacción interna frente a las exigencias del medio es decir; todo aquello a lo que tenemos que enfrentarnos por consiguiente, depende de la importancia que le asignemos al hecho.
(C) Se sabe que frente al mismo nivel de sobre exigencias las personas reaccionamos de diferentes formas, esto es debido a que son diferentes nuestras percepciones.
(D) Es importante trabajar la soberbia, las creencias, el descanso, la administración del tiempo libre, el manejo de las emociones, desarrollar capacidades de afrontamiento, también la comunicación, la asertividad y todos los factores que van unidos a un optimo desarrollo psicosocial; promoviendo así unas mejores relaciones con el entorno, con lo social, con lo afectivo, con lo laboral, etc.
(E) Podemos darnos cuenta que una gran cantidad del estrés que padecemos hoy es asistido por nuestras propias interpretaciones de los hechos habituales, a veces le damos demasiada importancia a hechos que no requieren tanta atención, esto es debido a que estamos sobre exigidos emocionalmente y además estamos en permanente disputa con nosotros mismos y con nuestro entorno; por lo tanto no disponemos de elementos de juicio para una valoración objetiva.
Enfermedades por estrés
Los especialistas nos dicen; que si una persona se siente identificada con los siguientes síntomas; puede padecer de estrés perjudicial.
(A) A nivel emocional y mental:
Dificultad para conciliar el sueño, falta de concentración, pensamientos de tipo obsesivo, ideas repetitivas, irritabilidad, estado de tensión fuerte, olvido de cosas importantes, ansiedad, temores irracionales, cambios de temperamento, hiperactividad, soledad aunque este acompañado, pesadillas, ideas de culpabilidad e ideas de suicidio, preocupación excesiva, pensates, etc.
(B) A nivel físico:
Presión alta, problemas digestivos, catarro constante, pérdida o aumento de peso, dolores de cabeza, cefaleas, estómago oprimido, tensión en las mandíbulas, abuso de alcohol, tabaco, etc. Si estos síntomas persisten la persona debe acudir a un profesional entrenado en el manejo del estrés.
Los estilos de vida actuales son demandantes y esto lleva al hombre moderno a incrementar notablemente sus cargas tensiónales y estas a su vez pueden traducirse en diversas patologías.
Las enfermedades que sobreviven a consecuencias del estrés, pueden clasificarse en dos grandes grupos como son:
En el estrés agudo:
Aparece en los casos de exposición breve e intensa a los agentes lesivos y en situaciones de gran demanda que el individuo debe afrontar, surge de forma súbita y evidente fácil de identificar y generalmente es reversible, las enfermedades que habitualmente se observan son:
(1) Úlcera por estrés.
(2) Estados de shock.
(3) Neurosis post-tramaútica.
(4) Neurosis obstétrica.
(5) Estados post-quirúrgicos entre otras.
En el estrés crónico:
Es la exposición prolongada a eventos estresantes y produce enfermedades de carácter más permanente; el estrés genera alteraciones fisiológicas pero su persistencia crónica produce finalmente serias alteraciones de carácter psicosocial, y en ocasiones falla de órganos vitales, algunas de las alteraciones más frecuentes pueden ser:
Dispepsia
Gastritis
Ansiedad
Accidentes
Frustraciones
Insomnio
Colitis nerviosa
Migraña
Depresión
Agresividad
Disfunción familiar
Neurosis de angustia
Trastornos sexuales
Disfunción laboral
Hipertensión arterial.
Infarto al miocardio
Accidentes cerebro vascular
Adicciones
Trombosis cerebra
Conductas antisociales
Psicosis severa
Violencia
La respuesta al estrés no es específica varia de situación a situación y por supuesto depende del tipo de persona, también de los factores ambientales, el tipo de personalidad, la edad, el género, la ocupación y/o desocupación, se entiende que el estrés dispara los mecanismos de defensa del organismo y este debe tener suficiente energía para hacer frente a las demandas.
Cuando le hacemos frente el organismo reacciona favorablemente e identifica con facilidad los principales estresores.
Cuando huimos de él, queremos librarnos de posibles dificultades o consecuencias negativas que fácilmente conducen al organismo a somatizar enfermedades como las descritas anteriormente.
El estrés es indispensable para funcionar adecuadamente, pero cuando empezamos a hacer grandes inversiones en el orden emocional se disminuye nuestra productividad, nuestras relaciones se deterioran aparece el insomnio, la ansiedad, etc.[7]
No podemos generalizar en cuanto a estresores por ejemplo; hay personas que funcionan en ambientes con altos niveles de ruido o altas exigencias ambiéntales; para otras personas estos ambientes son altamente agresivos es decir; no todo lo que me afecta puede afectar a otros.
El estrés siempre ha existido es tan antiguo como el mismo ser humano y si se quiere es mucho mas antiguo.
En épocas remotas la reacción era la lucha para liberar la tensión y movilizar recursos físicos, la otra reacción era la huida del lugar y desaparecido el estímulo se suponía que desaparecía el estresor.
Recordemos que el ser humano de hoy no solamente debe adaptarse a las condiciones geográficas y ambientales de su entorno físico y a las normas de conducta que rigen en la sociedad donde ha nacido y crecido si no que además; debe adaptarse a las transformaciones cada vez mas aceleradas de su entorno ecológico y de las normas sociales. Esto incluye la adaptación a los cambios de valores sociales, sistemas políticos, derechos humanos, renovación científica, medidas económicas, etc.[8]
El hombre pos-moderno se ve enfrentado a cambios muy rápidos.
Hoy nuestras amenazas son mas del orden de adaptabilidad, la persona que no se adapte o se acomode a su entorno; corre el riesgo de desarrollar altas dosis de estrés nocivo.
Recuerde que un mal manejo del estrés puede acarrear problemas personales y por ende sociales; no en vano el estrés ha sido catalogado como el mal del siglo XX y muy seguramente del siglo XXI también.
El estrés de hoy es altamente exigente y demanda una acomodación constante o como anotamos anteriormente, estamos frente a una nueva modalidad de estrés y es el (estrés de mutación permanente)
Estresores más comunes
Amor y estrés:
El enamoramiento es uno de los estresores a los que poco se le pone atención y es el causante de depresión, ansiedad, violencia, suicidio y homicidio sin olvidar que puede degenerar en conductas psicopáticas entre otros.
Nadie puede dudar que enamorarse es una variedad de buen estrés; pero en algunos casos provoca perturbaciones mentales, físicas y psicosociales; es común sentir palpitaciones, aumento de la frecuencia respiratoria, aumento en la frecuencia cardiaca, llanto recurrente que produce en algunos casos depresión, sudoración, trastornos de sueño y trastornos de la alimentación.
En algunos casos provoca (la enfermedad del amor) caracterizada por: celos, ansiedad, dificultades para concentrarse en el estudio y/o trabajo, tristeza, anorexia, bulimia, insomnio, agresividad, ideas e intento de suicidio, aumento en el consumo de tabaco, café, psicoactivos, alcohol, desarreglos cardiacos, trastornos digestivos, conflictos de pareja y/o familiares, desarreglos de la personalidad, descuido en la apariencia, violencia intrafamiliar, gadejo (termino coloquial colombiano) etc.
Este estrés puede provocar conflictos matrimoniales, conflictos por maternidad, conflictos por paternidad, demandas penales, trastornos de la personalidad, disfunciones laborales, pérdida de interés en el futuro, agresividad, es decir, problemas en el orden psicosocial.
Las personas con mayor probabilidad de manejar este tipo estrés suelen ser: ansiosos, inmaduros, fóbicos, dependientes, paranoicos, histéricos, explosivos, manipuladores, algunas personas desarrollan disfunciones conductuales y motivacionales, etc.
Esta variedad de estrés o enfermedad del amor, tiene una evolución de algunos meses y en algunos casos hasta años. Si cree padecer la enfermedad del amor, haga una visita al terapeuta le pueden sugerir algunas técnicas para aliviar la sintomatología; recuerde el amor sano no produce dolor; hay sintomatología muy variada y sana además.
Estrés sexual:
Por lo general los estresores eróticos ocasionan desarreglos o insatisfacciones de orden psicosexual y psicosocial.
El psicoanálisis dice que el complejo de Edipo es el primer estresor sexual que ocurre en la infancia y consiste en la rivalidad y aversión hacia el padre debido al vínculo erótico con la madre.
Los principales estresores en la infancia son: la represión y los abusos sexuales.
En la adolescencia la primera relación puede resultar traumática.
En la adultez existen factores que ocasionan daños en la respuesta sexual como pueden ser: abuso de alcohol, tabaco, no resultar atractivo(a) la no existencia de motivación sexual debido a factores asociados a la salud como puede ser impotencia, vaginismo entre otros; en las personas mayores de edad se disminuye el deseo y por consiguiente la respuesta sexual.
También existen otros factores importantes como son:
Cultura sexual, mitos sexuales (hombres de alto rendimiento por su contextura, color de piel, origen, etc.) Diferencias de género y cultura de macho la cual provoca rechazo por parte de la mujer quien se ve violentada en sus derechos, también están los métodos rígidos y estereotipados de hacer el amor, las creencias nocivas referentes a la sexualidad femenina, las prohibiciones sexuales, el desprecio de las manifestaciones femeninas hacia el sexo por parte de los hombres, etc.
El rol sexual tradicional influye notablemente en el barón y se observa en algunos casos disfunción eréctil cuando no hay respuesta satisfactoria.
Se dan estresores importantes tanto en el hombre como en la mujer, tales como: ansiedad, inseguridad, timidez, baja autoestima, miedos, agresividad, comportamientos evasivos, frustración, fobias, depresiones, culpabilidad, soledad, auto desprecio, rechazo a lo gratificante, incluso algunas personas pueden contemplar la idea del suicidio.
Estrés y familia:
Entre padres e hijos; estos estresores se clasifican como trastornos de la relación de pareja (familia) y representa las primeras causas de desajustes de orden psicosocial; las situaciones estresantes pueden ser:
Hijos con limitaciones físicas y/o cognitivas, desarreglos de la personalidad del hijo generalmente en la adolescencia, dependencia económica y psicológica del hijo siendo este o esta mayor de edad, también el castigo físico en los niños es una causa importante para el adelanto de conductas inadecuadas como la agresividad, el abandono del hogar, los brotes de delincuencia y algunos consumos nocivos, etc.
Cada familia es única y por lo tanto le corresponden sus propios estresores, veamos algunos:
Los valores, la represión, los mitos de cada familia, las ideas erróneas acerca de la crianza de los hijos (la crianza de los hijos es asunto de señoras) en cuanto al embarazo o a la planificación de la familia se le atribuye la responsabilidad a la mujer con ideas irresponsables como (ella no se cuidó) y afirmaciones como si te embarazas olvídate que somos tus padres, prefiero un hijo muerto que gay; estas y muchas otras expresiones resultan altamente nocivas para un buen funcionamiento familiar y además generan actitudes desobligantes y por supuesto un mayor estrés.
Otras causas pueden ser:
Ausencia del padre o de la madre, madre cabeza de familia a la cual se le asignan todas las obligaciones sin tener en cuenta su estado emocional, su descanso, etc., desarreglos en las jerarquías la abuela hace de madre, el hijo mayor de padre, etc., el exagerado autoritarismo, las conductas permisivas, la represión en la expresión de las emociones y sentimientos, la rigidez en las reglas morales, la falta de comunicación asertiva, la falta de apoyo social, el no reconocimiento de la autonomía de los hijos y la falta de redes solidarias, etc.
Es fácil encontrar en estas familias, sintomatologías como:
ansiedad, depresión, enfermedades psicosomáticas, consumo de drogas, accidentes que involucran armas, suicidio, homicidio, síndrome del niño maltratado, síndrome de la mujer golpeada, y recientemente síndrome del hombre golpeado, también pueden aparecer manifestaciones como conductas antisociales, demencia, apatía, odio, venganza, violencia, abusos, delirios de persecución, disfunciones perceptivas, ansiedad, deseos de matar, hacer daño indiscriminado, frustración, bandolerismo; y muchas otras formas de contrariar la norma.
Esto puede observarse en familias de (alta) disfuncionalidad con insuficiencias para el manejo interno de las dificultades, también en familias con historia de maltrato infantil en generaciones anteriores o actuales y consumo excesivo de alcohol o sustancias de orden psicoactivo, etc.
También están estos estresores:
Baja tolerancia a la frustración, historia de convivencia por necesidad no por amor, dependencia económica de uno de los cónyuges, minusvalía psicológica o física, ignorancia, temor, historia de abandono en la infancia, violación, ideas irracionales acerca de si mismo, creencias de castigos divinos, pruebas de Dios, maldiciones impartidas por la madre o el padre antes de morir, etc.
Estos agentes son causa de infortunio porque unen tres dolores, (dolor emocional, dolor físico y dolor psicosocial)
Estrés académico:
Desde el jardín hasta la formación universitaria; la persona esta en proceso de aprendizaje y esto le ocasiona una gran tensión no solo en lo individual si no también en lo social con sus compañeros; es a esto a lo que se denomina estrés académico.
Los estresores más comunes podrían ser:
Las políticas represivas, las personas que trabajan y estudian, los conflictos escolares, las instalaciones, el exceso de alumnos en el aula, los horarios, los trabajos, las tareas excesivas, la enorme carga de horas de clase, las condiciones de higiene, los profesores histéricos con poca o ninguna capacidad para negociar, los conflictos entre maestros y alumnos, entre padres y profesores, el consumo de psicoactivos y/o venta de los mismos, la agresividad, los desarreglos entre los compañeros, las peleas, la carga excesiva para el profesor, la falta de eventos (celebraciones, descansos, cultura, turismo etc.) la carencia de efectos y/o utilería (computador, Internet, biblioteca, cafetería, zona de juegos, etc.)
Otros estresores no muy frecuentes son:
La diferencia de edades entre los compañeros, las dificultades con el idioma en el caso de extranjeros y/o alumnos que preceden de otras regiones del país los cuales tienen otros horizontes axiológicos, otras formas de pronunciar el idioma etc., los trastornos del aprendizaje, la ansiedad, la ira, el resentimiento, las conductas antisociales, la venganza, el suicidio, el abandono temporal y la deserción, también esta el hecho de mezclar alumnos de otros cursos o semestres y carreras esto produce competitividad desleal, desigualdad, rechazo, burlas, etc.
Estrés por duelo:
En la actualidad este concepto ha sido ampliado y no se refiere solamente a la muerte de un ser querido y/o persona significativa; sino que existen otras variedades de duelo como son:
Enfermedad ruinosa, deformidades, amputación, pérdida de objetos valiosos, abandono por parte de la pareja, separación de los hijos, separación del cónyuge, nido vació, etc.
Sin embargo la muerte resulta ser el principal factor que ocasiona la enfermedad del estrés psicosocial con su consabido impacto emocional.
El estrés por este tipo de pérdida aumenta en sus efectos nocivos en algunas culturas.
Ejemplo:
Cuando no se ha podido pedir perdón al muriente; cuando no le acompañamos en su sufrimiento, cuando no le hacemos saber que se la ama, cuando han existido diferencias y/o riñas, cuando no se ha tenido una relación satisfactoria de orden emocional, social y afectiva, también aparecen culpas, temores, máxime cuando no se ha hecho conciencia de las limitaciones por la enfermedad y se le atribuye negligencia al muriente y se le responsabiliza de las perdidas, de los gastos, del colapso familiar y económico, etc.
Este es un factor que perturba a los familiares más cercanos y es causa de gran impacto cuando el deceso se da.
Las personas más vulnerables al estrés por duelo suelen ser los niños, las madres o esposas (os) las personas o familiares con tendencia a la depresión, personas que tienen gran dependencia emocional y en algunos casos económica con el fallecido o fallecida.
Las reacciones a este tipo de duelo son distintas en cada persona.
Hay quien siente miedo a que esto se repita en otro familiar (temor a padecer la misma enfermedad), ira sobre un real o potencial culpable, culpa por no haberle dado más amor al fallecido; (en el caso de muerte por accidentes los sobrevivientes sienten culpa por haber sobrevivido)
En otros casos se amortigua la perdida buscando ayuda en la oración, buscando consuelo en amigos, familiares, resaltando valores; hay quien se niega a reconocer el hecho y busca refugio en el alcohol, drogas, etc., otros apelan al espectáculo, gritos, pataletas, obras y disparates conductuales, etc.
Síndrome común en el estrés por duelo:
Depresión, llanto recurrente, ansiedad, ira, resentimiento moral y/o religioso "Dios por qué me castiga", amnesia histérica, trastornos psicosomáticos, consumo transitorio de sustancias, síndrome del huérfano y/o abandonado (descuido total de la apariencia y de la conducta, quiere captar la atención de todos no acepta que entierren al muerto se quiere enterrar también, etc.)
En algunos casos podemos hablar de un duelo (normal) que va de tres a cuatro semanas y de varios meses o años el duelo patológico.
Si una (tristeza) por duelo supera los tres meses es recomendable hacer una cita con el medico o con un profesional de la salud mental.
Recuerde que la muerte de una mascota también es causa de duelo y dolor especialmente para los niños; sin desconocer el dolor que afecta a algunos adultos.
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