Vida y obra política de Cosme de la Torriente y Peraza (página 2)
Enviado por MSC. Paul Sarmiento Blanco
Se dedica a conspirar contra España en la década del 90 del siglo XIX a través de la Logia Libertad. Participa en la fundación de otras logias en la zona de Matanzas como es el caso de" Caballero de la Luz ". Parte rumbo a Nueva York en abril de 1895 al agudizarse la situación política de Cuba y ante el peligro de ser arrestado por las autoridades coloniales españolas.
Durante el año 1895 en Nueva York trabajó en la organización de expediciones armadas. Fue elegido capitán de una unidad de desembarco formada por cubanos de esa ciudad norteamericana. En octubre de 1895 parte en una expedición rumbo a Cuba desde el puerto de Nueva York. Arrestado en Bahamas, tiene que regresar nuevamente a Estados Unidos. En febrero de 1896 embarca con el General Calixto García, pero es arrestado nuevamente, ahora por las autoridades norteamericanas. En marzo de ese año logra al fin llegar a Cuba en la expedición del coronel Enrique Núñez, por las costas de Baracoa. Se incorpora a la guerra en el Batallón de Infantería de Guantánamo. Participa en algunos combates en la zona de Cienfuegos y Las Villas.
En 1897 tiene trabajo activo en la Asamblea de la Yaya, proponiendo un plan para organizar de modo definitivo los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales de la República.
A fines de 1897 se pone bajo las órdenes de Calixto García y a principios del 98 participa en algunas operaciones de guerra y es ascendido a teniente coronel. En Oriente entra en contacto con algunos oficiales del Ejército Norteamericano. Es nombrado Jefe del Estado Mayor de la División de Tunas y Holguín Occidental. Participa junto a Calixto García en la campaña de Santiago de Cuba junto a los norteamericanos. Aquí tiene contacto con importantes oficiales norteamericanos, lo que le ayuda a formarse una visión de la intervención norteña en los asuntos cubanos, pero siempre partiendo de sus intereses clasistas, recordando que Cosme procede de una de las familias acomodadas del occidente cubano.
Es ascendido a coronel a fines del 98 y participa en la Comisión que viaja a Washington en diciembre de ese año para conferenciar con el gobierno norteamericano sobre las futuras relaciones entre ambos países. Indiscutiblemente este hecho marca un hito en la génesis de su pensamiento político y en su futura forma de llevar los intereses de la clase social que representa.
Su quehacer político se enriquece al nacer la República Neocolonial en 1902; durante el mandato de Tomás Estrada Palma (1902 – 1906) es designado Primer Secretario de Legación y Encargado de Negocios en Madrid, España. Posteriormente se acredita como Enviado Extraordinario Ministro Plenipotenciario en ese país donde comienza su carrera como diplomático al servicio de la República de Cuba.
En 1907 participa de forma activa en las luchas políticas y partidistas en Cuba; organiza el Partido Conservador Nacional, a tal extremo que es él quién redacta la plataforma ideológica del partido, programa que analizaremos más adelante en nuestro trabajo como parte de su pensamiento político. Preside además la Comisión de Organización y Propaganda del partido; fue nombrado Vicepresidente del mismo y en 1914 fue designado su Presidente. Es importante detenerse en este contexto de 1913 – 1914, años decisivos en la evolución política e ideológica de Cosme. La conformación del Partido Conservador está estrechamente ligada al accionar político de esta figura, y los puntos neurálgicos de su pensamiento social maduran en este periodo. Va formándose criterios sobre las relaciones comerciales y políticas entre Cuba y los Estados Unidos como parte esencial de su ideología conservadora.
En este periodo, Cosme es partidario de la aplicación del artículo tercero de la Enmienda Platt, también estudia los efectos que sobre la economía cubana produce el Tratado de Reciprocidad Comercial y es partidario de convenir nuevos tratados. Sin duda entre 1907 y 1914 los criterios de Cosme sobre la Enmienda Platt ofrecen un discurso servil y entreguista aceptando explícitamente la aplicación del derecho de intervención.
EL propio Cosme lo comenta en el Diario de la Marina: "Estados Unidos está ahí, demasiado cerca para recordarlo al primero que lo olvide. Y si se quiere mantener la precaria independencia de la isla de Cuba es por la voluntad directa del gobierno de los Estados Unidos, y si Washington quiere, en un abrir y cerrar de ojos convierte a Cuba en un protectorado"[2]
En esta década inicial de la República su participación social es activa; a partir de 1913 y hasta 1917 ocupa la Secretaría de Estado del gobierno de Mario García Menocal. Se convierte así en una de las figuras importantes del gabinete menocalista. Desde el punto de vista socio-clasista es un elemento que representa el bloque político burgués-terrateniente. También atiende poderosos intereses económicos foráneos en esos años de la coyuntura de la Primera Guerra Mundial, se convierte en agente cubano de varias compañías inglesas y norteamericanas, y la sirve como abogado en diferentes transacciones comerciales. Su capital agregado en algunas de estas empresas era de unos 40 000 000 de dólares, incluyendo a la Cuban Centrals Railways. También es accionista de la empresa Transward and Company de Glasgow, de la Stewart Sugar Company, además de ser él un gran colono en la zona de Ciego de Ávila.
En esta etapa se puede destacar la labor de Cosme como fuerte aliado a los intereses norteamericanos al ser uno de los que con mayor ahínco defiende la entrada de Cuba en la Primera Guerra Mundial, para así demostrar el papel internacional de los cubanos como un país supuestamente independiente que aplica un principio humanista dentro de su política exterior.
Entre 1918 – 1922, Cosme es miembro del Senado de la República y preside la Comisión de Relaciones Exteriores de ese cuerpo legislativo. Desde ese puesto defiende con cinismo e intransigencia los intereses extranjeros a raíz de la crisis bancaria de 1920 – 1921; es Cosme en persona quién redacta en esa difícil coyuntura para la economía cubana las famosas Leyes de Moratoria (Leyes Torriente). Las mismas vienen a definir los perfiles conservadores de la ideología plattista. Así él mismo lo declara al periódico El Mercurio en enero de 1921:
"Debe recordarse – plantea Cosme – al formar juicio sobre este asunto, que el 75 % del comercio de Cuba se hace con Estados Unidos, que todos los intereses americanos afectados por la moratoria desde hace muchas semanas se han venido oponiendo a aquellos que continuara en vigor. Pensemos también que para algo vive Cuba la vida internacional y que el gobierno cubano no puede resolver nuestros asuntos interiores sin tener en cuenta los intereses extranjeros, al mismo tiempo que los nacionales en la vida de relaciones mercantiles." [3]
En cuanto a estas Leyes Torrientes de 1920, más adelante nos referiremos con detenimiento. Este pequeño fragmento presentado sirve para matizar un punto interesante en la vida pública de Cosme. Su posición es incondicional a los intereses norteamericanos; él con su actuar contribuye al proceso de desnacionalización de la banca cubana en esos años.
Una etapa decisiva en la labor política del doctor Torriente es sin discusión la demarcatoria de los años 20 y 30. Durante la década del veinte su pensamiento político llega a un momento de esplendor y madurez atendiendo a los presupuestos teóricos de la ideología que representa. Torriente tiene a partir de 1922 una activa participación en la arena internacional, representando a Cuba en la Liga de las Naciones y siendo su Presidente en 1923. Esto constituye sin duda un hecho sin precedentes en la historia de la diplomacia cubana, colocar una figura en la presidencia de esa organización internacional creada como resultado de la guerra mundial. Manuel Márquez Sterling decía al respecto: ". . . este hecho le da relieve a la posición y postura de Cuba en la arena mundial. . . Cosme se alza como figura redentora de la diplomacia y la política cubana"[4]
No hay que objetar ese juicio; resulta importante subrayar que un estadista cubano burgués llegase a tal posición en aquella etapa. Cosme, desde ese privilegiado cargo demostró dotes de diplomático y derroche intelectual, aún sin escapar de su posición pronorteamericana.
Es bueno destacar que Cosme como Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado cubano antes de marchar a la Liga de las Naciones se convierte en figura clave dentro del sistema político burgués cubano , siempre sirviendo a los intereses de los sectores conservadores de la burguesía cubana y a la estrategia norteamericana , aunque en ocasiones mantenía un discurso con ciertos atisbos de nacionalismo debido a la compleja situación política que tenía Cuba en aquellos años de renacer de la conciencia nacional y de crecimiento de los sentimientos patrióticos y de izquierda . También Cosme se ve obligado a mantener cierta postura nacionalista para conseguir lo que él mismo ha dicho: ". . . buscar el reconocimiento adecuado de gobiernos extranjeros, el reconocimiento de la vida independiente de Cuba. . . pero además buscar el apoyo del pueblo"[5]
Aquí debemos plantear que Cosme, con habilidad diplomática maneja todo lo referido al Tratado de Versalles y se separa un tanto de las posiciones norteamericanas al aprobar el senado cubano el Tratado de Paz y negarse el senado norteamericano a firmar el mismo. Este detalle con posterioridad va ser destacado por Cosme y sus seguidores en los diferentes escritos políticos para demostrar ante el mundo y ante la sociedad cubana que la República nacida en 1902 hacía un esfuerzo muy grande por mantenerse independiente a pesar de la existencia del Tratado Permanente.
La labor de Cosme en la presidencia de la Liga de las Naciones es realmente activa. Debíamos realizar un estudio de su labor allí, pero no es nuestro objetivo. Lo cierto es que desde ese foro se levanta en algunas oportunidades su voz para pedir al concierto de naciones allí reunidas "que se respete el derecho de Cuba a hablar por sí sola en materia de política exterior, que se garantice el derecho a la existencia de una nación soberana e independiente"[6]
Hay que reconocer que uno de las causas que posibilitan la entrada de Cuba en el seno de la Liga es la indiscutible habilidad diplomática tanto de Cosme de la Torriente como de Antonio Sánchez de Bustamante* uno de los grandes jurisconsulto que tuvo nuestra República. Cosme estuvo dirigiendo las sesiones de la Liga en Ginebra durante el año 1923, aquí se destacan varias intervenciones del mismo exigiendo el respeto por la existencia de la Liga como organismo encargado de la solución de los problemas mundiales.
Creemos que durante su estancia en Ginebra ,Cosme profundiza sus conocimientos de diplomacia , de las relaciones entre las naciones , también se comienza a cuestionar algunas concepciones en cuanto a la relación neocolonial entre Cuba y los Estados Unidos , aunque en el fondo no se despoja de la filosofía burguesa y sigue atado a los cánones fundamentales del plattismo tradicional de las dos primeras décadas de república , viendo en el centro del problema la tristemente célebre gratitud del pueblo cubano hacia los norteamericanos .
Otro hecho que corrobora su gestión diplomática es la designación que se le hace en el propio año 23 para asumir el cargo de Embajador cubano en Washington, incluso tiene el honor para su época de ser el primer embajador de Cuba en los Estados Unidos. La faena principal de Cosme en Washington está relacionada con el canje y la ratificación del Tratado sobre la isla de Pinos, según el cual, los Estados Unidos reconocían la soberanía de Cuba sobre esta. El propio Cosme en su tardío libro Mi misión en Washington escribe sobre las gestiones diplomáticas que lleva a cabo con las autoridades norteamericanas:
". . . en 1925 cúponos el honor de conseguir la aprobación del Senado americano del Tratado Hay – Quesada de 1903. . . Después de haber laborado sin descanso desde que presentamos credenciales al Presidente Coolidge . . . contentos y satisfechos del trato dado a nosotros por las autoridades federales . . . logramos el entendimiento de la parte americana para el verdadero rescate de la isla de Pinos y su legal incorporación a la jurisdicción cubana"[7]
Sin discusión su estancia en la capital norteamericana es abordada con un sentido apologético. Su concepción es que gracias a sus habilidades como diplomático logra convencer a las autoridades norteamericanas de ratificar el convenio entre Hay y Quesada en 1903 rodeándose así de una gran aureola como estadista.
También Cosme considera que la" propia honestidad y justeza de los políticos norteamericanos contribuyeron al éxito de la misión"[8]
Es bueno aclarar que la posición de Cosme se basa en la presión popular sobre los políticos de turno que se vieron obligados a ratificar ese Tratado para no seguir lesionando la soberanía de los cubanos; claro en el análisis de Torriente sobre el tema se absolutiza la posición asumida por él y otros diplomáticos cubanos.
De su estancia en Washington no podemos prescindir de ciertos detalles que son claves en su evolución ideológica y política dentro de las posiciones plattista. Después de 1925 Cosme abre el diapasón en sus análisis sobre la relación neocolonial, aunque no deja de reconocer la esencia de su doctrina fatalista según la cual "! Dios nos hizo vecinos, que la justicia nos conserve amigos"[9]
Cosme plantea que su misión en Washington entre 1923 – 1925 se debió a que el presidente Zayas le pidió "trasladarse a la capital norteamericana como Embajador en momentos en momentos en que estaba en Ginebra como Presidente de la Asamblea de la Liga de las Naciones"[10]
Según el propio Cosme su función en la Liga de las Naciones no le propició una buena acogida en la capital de Estados Unidos ya que también ocupaba el poder en ese país el Partido Republicano, tan decidido contrario a la Liga. El presidente Cooligde en sus declaraciones públicas durante 1924 se mostró contrario a la aprobación del Hay – Quesada, y como él, alguno de los principales senadores republicanos; pero según Torriente su labor persuasiva, su hábil diplomacia con los norteamericanos, su amistad con el Secretario de Estado Charles E. Hughes conllevaron al consenso político en el legislativo estadounidense. Es bueno destacar que en mucho de sus escritos y discursos Torriente no está de acuerdo con algunas posiciones norteamericanas en cuanto a lo acontecido en Washington entre 1923 y 1925, no obstante él elogia por todo lo alto la labor de algunos políticos norteamericanos, escondiendo tras sus palabras el espíritu hegemónico y expansionista que generalmente rodea a los políticos de ese país. Es esa precisamente una de las limitaciones de Cosme, ocultar lo más posible el expansionismo y la hostilidad norteamericana con respecto a Cuba.
No obstante consideramos que su estancia en Washington y su labor allí como diplomático contribuyó un tanto a reafirmar la débil personalidad política de Cuba. En realidad los diplomáticos cubanos encabezados por Cosme se sentaron a discutir y negociar con el gobierno norteamericano un Tratado que había esperado 22 años para ser ratificado. No hay en la actitud del doctor Torriente una subordinación total y descabezada ante los intereses norteños. En un prologo al libro Embajada de Cuba en Washington analiza el significado diplomático que tuvo para Cuba su misión.
Al regresar a Cuba en 1925 comienza a ejercer como abogado en La Habana, atiende también sus negocios rurales en la zona habanera y matancera, son los años iniciales de la administración liberal de Gerardo Machado. A partir de 1928 comienza a oponerse a la Prórroga de Poderes del gobierno machadista quién pretende perpetuarse en el poder. Cosme se agrupa en la llamada tendencia "nacionalista ", o sea se nuclea alrededor de viejos políticos y caudillos que intentan desplazar a Machado del poder e instalarse en el mismo sin romper con la estructura capitalista en Cuba, ni con los lazos neocoloniales.
Esta nueva etapa en la vida política de Cosme coincide con el complejo proceso revolucionario cubano de los años 20 y 30. Cosme arrecia su debate ideológico con las fuerzas progresistas de la sociedad, pero al mismo tiempo combate los desmanes tiránicos de Machado, por lo menos verbalmente.
Es sin duda una etapa interesante en su elaboración teórica de la doctrina plattista. En la difícil coyuntura cubana de esos años no se podía estar al margen de los poderosos intereses de los norteamericanos, pero tampoco se podía doblegar completamente.
Los cubanos según la visión de Torriente debíamos resignarnos a la fatalidad geográfica, aunque con recelos y otro lado apartarnos del camino violento, o sea, la revolución.
En esta convulsa situación generada por la relación neocolonial y la ineficiente gestión gubernamental, Torriente escribe en 1926 su el manuscrito La obra del mejor amigo de Cuba, los E.U.A, una apología al sistema político norteamericano y a la cuestionada intervención yanqui en 1898. En 1928 pronuncia su conocido discurso defensor de las relaciones neocoloniales ¡Díos nos hizo vecinos , que la justicia nos conserve amigos ¡ a raíz de la celebración en Cuba de la VI Conferencia Panamericana . En esa alocución vuelve a exaltar el fatalismo geográfico y la doctrina de la" fruta madura ". Hay una especie de retroceso con respecto a algunos criterios expresados entre 1923 y 1925, pero la coyuntura política de la isla ha cambiado radicalmente y además la propia celebración de la conferencia panamericana, la presencia del mismo Cooligde en Cuba lo hayan comprometido un poco más hacia la adulación de los vecinos del norte.
A partir de 1928 con las maniobras políticas de Machado para perpetuarse en el poder, la situación de Cuba se agudiza; numerosos sectores sociales se oponen a la prórroga de poderes. La propia burguesía cubana se divide desde el punto de vista político en cuanto a la proposición machadista del cooperativismo. El doctor Cosme de la Torriente es uno de los representantes de la burguesía habanera que firma un enérgico manifiesto contra la iniciativa de Machado de reformar la constitución de 1901; acompañan al doctor en esta protesta verbal ciudadanos cubanos ilustres como Enrique José Varona, Juan Gualberto Gómez, polítiqueros como Carlos Mendieta y Aurelio Hevia. El debate político en 1928 crece de tono, Cosme participa del mismo pero con intenciones de enajenar a los sectores de izquierda que él mismo tilda de extremistas.
Gracias a sus hábiles maniobras de abogado y a sus relaciones con viejos jurisconsultos, Cosme logra que en el propio año 1929 el Tribunal Supremo declare con lugar el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por Arturo Miró Barnet, Sixto Aquino contra el decreto presidencial que había suspendido las reuniones públicas y contra la resolución de la alcaldía de La Habana que lo había aplicado"
Cosme de la Torriente logra con estas acciones una victoria jurídica momentánea y es un tanto que se anotaba la oposición burguesa a la dictadura machadista. En 1929 pasaba a integrar las filas de la agrupación Unión Constitucionalista, organización que reunía a viejos políticos tradicionales cubanos que aspiraban a restaurar la constitución de 1901. La agitación política de esta agrupación se reanimó con la victoria jurídica antes expuesta. Los nacionalistas dirigidos por Torrientes, Mendieta, Méndez Peñate y el General Peraza combatían verbalmente al gobierno. Machado furioso por la acción del más alto tribunal de justicia en Cuba mantenía su posición de prohibir la reorganización de partidos políticos y los mítines con el pretexto de que entorpecían la zafra azucarera.
Es importante destacar que Cosme es sin dudas uno de los más fervientes opositores a la dictadura de Machado a partir del 28, pero dentro del marco de una agrupación burguesa que no aspiraba a revolucionar la sociedad neocolonial cubana, sino a promover las ambiciones personales de Mendieta.
Unión Nacionalista se oponía a Machado en tanto que este obstaculizaba los proyectos personales de Mendieta y Torriente. El programa político de los nacionalistas fue elaborado por Cosme en 1929. El objetivo del mismo era retrotraer el país a las condiciones del premachadato, restaurando la constitución de 1901, las garantías constitucionales y las libertades burguesas.
La tiranía de Machado no tuvo compasión ni siquiera con esta agrupación burguesa, persiguió a sus líderes y muchos de ellos, incluido Cosme tuvieron que exiliarse en los Estados Unidos. Es allí donde Cosme escribe el libro Cuba y los Estados Unidos, prologado por el eminente escritor político James Brown Scott. Este libro se considera una joya del pensamiento plattista y conservador cubano en las difíciles condiciones del proceso de los años 20 y 30, sus ideas centrales se analizaran más adelante. El libro resume el papel del gobierno norteamericano en la estabilidad política de Cuba, pero además se exponen líneas centrales del pensamiento político de Cosme.
Exiliado en Nueva York, su labor política se va a centrar entre 1930 y 1933 en tratar de reagrupar a la burguesía cubana, sobre todo a aquellos sectores se oponen a Machado en el exterior. En 1931 forma parte de la creación en esa ciudad de la llamada Junta Revolucionaria de Nueva York , organismo político coordinador de la labor de los " nacionalistas " , los "miguelistas "( seguidores de Mariano Gómez ) , el Directorio Estudiantil Universitario y otros grupos políticos burgueses que buscaban desplazar a Machado .
En 1933 Cosme, junto a otras figuras de la oposición burguesa participa en la conocida Mediación de Welles, injerencia diplomática norteamericana para frustrar el avance de las fuerzas progresistas. Sobre Welles Cosme escribió: "Es extraordinario el hecho de cómo en Cuba todo se olvida, y de cómo tantas personas, de las que se dicen bien enterados, al hablar de la Mediación llenan de improperios a los americanos y al embajador Welles, siendo así que este no se separó ni un instante de las normas de la ética profesional y como mediador aceptado por las principales partes en contienda actuó con toda la libertad que le concedió el presidente Roosevelt"
Realmente su afán de servir a Washington está en el fondo de sus móviles políticos e ideológicos; sus palabras a favor de la misión de Welles ilustran la mentalidad plattista del doctor Torriente. Ya en 1934 Torriente participa en el llamado Gobierno de Caffery – Batista –Mendieta (Gobierno de Concentración Nacional ) y es designado Secretario de Estado del mismo . Su misión fundamental dentro del mismo va a ser la redacción de la Ley Constitucional de 1934; la misma tiene un amplio fundamento jurídico burgués . El mismo Torriente declaró al respecto a la Revista Carteles:
" En definitiva presenté al Consejo de Secretarios la Ley Constitucional de febrero de 1934 que se aprobó tal como la propuse , habiéndome en su redacción mi compañero de bufete el Doctor Mario Lamar y habiendo consultado y discutido algunos de sus extremos con el Doctor Saladrigas una de las mejoras mentalidades del ABC y del país"[11]
En su labor como Secretario de Estado del efímero gobierno Torriente viaja a Washington para negociar con los norteamericanos la abrogación de la Enmienda Platt y la firma de un nuevo convenio de Reciprocidad Comercial con el gobierno yanqui. Las negociaciones fueron algo complicadas y duras porque había ciertas reservas de la parte norteamericana: ". . . las conversaciones para determinar la abrogación del Tratado Permanente fueron difíciles, pero se impuso la plena capacidad anglosajona de dialogar y gestionar con las armas de la inteligencia"
Incuestionablemente la abrogación del Tratado Permanente en 1934 rodeó a Cosme de una popularidad, su proyección política creció alrededor de varios sectores de la población , fue una acción política que marcó un triunfo en su carrera de estadista . El mismo de forma oportuna lo planteó en un discurso ofrecido a la sociedad habanera a su regreso de Washington en 1934:
" . . . desaparecieron con el Tratado Permanente todas aquellas cláusulas que no los hacían odioso , sin que Cuba se comprometiera a otra cosa en lo sucesivo que a mantener y proteger los derechos legalmente adquiridos por consecuencia de los actos realizados en Cuba por los Estados Unidos durante las ocupaciones militares de la isla . . . desapareció igualmente el derecho que habíamos dado a Estados Unidos de establecer una estación naval en Bahía Honda , manteniendo la de Guantánamo hasta que el pueblo cubano pueda proponer la abrogación o modificación de este convenio"
Como vemos, la actividad política de Cosme en 1935 crea una exagerada aureola de prestigio como diplomático y jurisconsulto que lo va acompañar hasta el final de su vida.
En 1935 Torriente renuncia a su cargo de Secretario de Estado y se retira provisionalmente de la vida política. Esa decisión coincide con el fin del proceso revolucionario de los años treinta. El mismo Cosme confiesa que renuncia al cargo porque "se continuaba incumpliendo la disposición constitucional que ordenaba la celebración de una Asamblea Constituyente en diciembre de 1935"
A partir de 1935 comienza lo que consideramos la última etapa de la vida de ese pensador burgués, la misma coincide con la llamada crisis permanente de la sociedad neocolonial, asfixiada por los nuevos mecanismos de dominación imperialistas. Entre 1935 y 1945 se preocupa por los problemas internacionales, en especial con la guerra mundial. En 1940 preside el Fondo Cubano – Americano de Socorro a los Aliados, un organismo que se dedicaba a socorrer humanitariamente a los familiares de los miembros de los ejércitos aliados contra el fascismo (dígase los norteamericanos e ingleses).
También se dedica a escribir sobre cuestiones de la democracia, sin salirse del marco de su filosofía burguesa.
En 1939 publica su volumental obra Cuarenta años de mi vida donde hace un apretado resumen de su trayectoria política desde los tiempos en que era miembro del Ejército Libertador hasta la década del treinta. En esta obra, citada por muchos historiadores, Cosme se dedica resaltar el papel de los norteamericanos en el logro y mantenimiento de la independencia cubana. Este volumen ofrece una visión burguesa de los acontecimientos que ocurrieron en la isla en la demarcatoria de los siglos XIX y XX.
En 1941 aparece su obra Libertad y Democracia, obra que tiene resonancia en los círculos burgueses cubanos. Esta obra recoge una serie de artículos donde el autor valora el concepto de democracia, siempre analizando los problemas de la democracia en Cuba, también analiza la relación entre la democracia y el porvenir de Cuba a partir de la aprobación de la Constitución del 40.
En 1942 Torriente funda la Revista de la Habana . Esta publicación se dedicaba a las cuestiones de política nacional e internacional, sin tener en cuenta la política partidista; recordemos que este es un periodo en que la democracia burguesa funcionaba en Cuba al amparo de la progresista constitución del 40. También el Doctor Torriente ocupa el cargo de Vicepresidente de la Academia de Historia de Cuba. Paralelamente se dedica a la atención de sus intereses jurídicos y de poderosas firmas norteamericanas y empresarios cubanos. Realmente la década del 40 es rica en la creación intelectual de Cosme, sus estudios en política internacional profundizan en la participación de Cuba en la arena mundial, aunque su ideología no sale de los marcos del plattismo. Sigue defendiendo la relación neocolonial que aunque está en crisis encuentra en éste un defensor.
Las limitaciones de clase no le permiten a Cosme comprender que el modelo burgués cubano está atrapado en los marcos de la dependencia. A finales de los años cuarenta los gobiernos "auténticos "de Grau San Martín y Prío Socarrás desarticulan por completo la democracia burguesa en el país.
En el plano intelectual Torriente participa en publicaciones de artículos en la importante Revista Bohemia en la cual publica crónicas sociales , también participa en el proyecto del historiador Ramiro Guerra de preparar varios tomos de la Historia de la Nación Cubana para conmemorar el cincuentenario de la República .
En 1948 funda la Sociedad Amigos de la República junto a un grupo de políticos burgueses, viejos luchadores antimachadistas. Entre 1948 y 1952 esta sociedad se dedicó a evaluar la situación política de Cuba y abogó por el respeto a la legalidad burguesa.
Tras el cuartelazo de marzo de 1952 esta organización busca la integración de un bloque opositor cívico al régimen de Fulgencio Batista. Por tanto entre 1952 y 1956, los cuatro últimos años de su vida, Torriente vuelve a integrarse de forma activa a la política cubana. Ya muestra en esta etapa su resignación ante la crisis cubana manteniendo inalterable su posición conservadora ante los problemas de la sociedad cubana.
Dentro de los marcos de la SAR (Sociedad Amigos de la República) aboga por la realización de elecciones presidenciales entre 1953 y 1954. La SAR representaba un intento oportunista de los políticos burgueses tradicionales para negociar con Batista la cuestión del poder en Cuba. Por otra parte el papel que la SAR estaba desempeñando en este contexto era visto con buenos ojos por quiénes trataban de ahogar las iniciativas de las masas y frenar el desarrollo de la protesta popular, pero objetivamente las actividades de la SAR favorecían las maniobras de Batista quién aparentaba tener el país bajo un diálogo democrático.
Como vemos hacia el final de su vida, la visión de Cosme es desacertada y de profunda resignación. Su ideología está en crisis; ni siquiera puede enfrentar a la tiranía como lo hizo veinte años atrás, incluso no puede tampoco reconocer las hábiles maniobras de Batista para mantenerse en el poder. De esta posición absurda decía Felipe Pazos: "Cosme de la Torriente sigue interesado en la supuesta estabilidad del modelo democrático cubano amparado en el paradigma constitucional norteamericano"[12]
Promotor del llamado diálogo político, Cosme no entiende la naturaleza de la crisis cubana, y por tanto no es partidario de la revolución. El falso concepto de paz social fue promovido por estos representantes de los sectores burgueses para evitar una salida revolucionaria, ese es el otro fundamento dentro del pensamiento plattista. En la Carta Semanal del 25 de enero de 1956 se planteaba:
"La algarabía de los círculos burgueses en relación con la misión de mediación que cumple la SAR no condujo a ninguna parte. . . Batista está decidido a quedarse en el poder y la labor de Cosme queda sin resultado"[13]
En general los últimos intentos políticos de Cosme por restaurar el orden constitucional burgués en Cuba son en vano , no obtiene resultados en sus famosas entrevistas con el tirano y su último paso el tristemente célebre Plan Vento que proponía elecciones parciales a los órganos locales y al Congreso no surtió efecto . Este plan no podía funcionar porque en la coyuntura de 1956 las condiciones subjetivas de la sociedad cubana ya no le permiten a los políticos burgueses maniobrar con facilidad y engañar a las masas. De esta forma Cosme encontraba la muerte a finales de 1956. Después de la presentación de esta figura analizaremos a continuación los puntos medulares de su pensamiento.
CONCLUSIONES:
Dentro del pensamiento conservador cubano, la plataforma ideológica plattista , pensamiento dominante durante una buena parte de la primera mitad del siglo XX juega un papel primordial a la hora de comprender la evolución ideológica de la clase social burguesa cubana como elemento rector en la formulación de presupuestos teóricos que justifiquen el orden neocolonial impuesto a Cuba desde 1902 .
Para realizar un estudio serio y profundo de la ideología plattista en Cuba, especialmente en la primera mitad del siglo XX es indispensable abordar las condiciones estructurales que mueven el edificio económico y político republicano en ese periodo histórico. Así la intervención norteamericana de 1898 juega un papel importante en las definiciones políticas que van a lograr las dirigencias nacionales a partir de la implementación en 1902 de una República Neocolonial.
En este contexto republicano se desarrolla la figura de Cosme de la Torriente y Peraza como uno de los más genuinos representantes de la plataforma ideológica conservadora del bloque burgués – latifundista que promueve el discurso de las relaciones neocoloniales y del tutoreo norteamericano a la experiencia republicana cubana. Torriente se proyecta como un hombre de estado, formando parte de la diplomacia estradista en la primera década republicana, líder e ideólogo del conservadurismo cubano hasta los años treinta, pasando por ser componente importante en la formulación de la política exterior cubana en las administraciones de Menocal y Zayas.
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_______________: Discurso ante el Senado de la República, La Habana, octubre de 1921.
_______________: Entrevista concedida a la Revista Bohemia, julio de 1938.
_______________: "Inexperiencia económica de Cuba"; artículo publicado en España, 1904.
_______________ :"La Enmienda Platt y la Constitución de 1901".Monografía publicada en forma de folleto en 1912.
______________: Sobre la verdadera "reciprocidad". Artículo publicado en La Reforma Social, diciembre de 1918.
______________ : Carta a Antonio Sánchez de Bustamante, enero de 1915.
______________ : ¿Qué fue la Moratoria?; artículo publicado en La Reforma Social, Septiembre de 1921.
______________ : Cuba , los EUA y la vida de las Naciones, Imprenta Siglo XX; La Habana, 1922.
______________: Las relaciones de Cuba y los Estados Unidos conforme al tratado Permanente, Imprenta El Siglo XX; La Habana, 1923.
______________ : La Obra del mejor amigo de Cuba los Estados Unidos, La Habana,1926(edición inédita).
______________:Cuba y los EUA. Imprenta Siglo XX, La Habana, 1929.
______________: La Enmienda Platt y el Tratado Permanente, Nueva York, 1930.
______________: "Welles"; artículo publicado en Bohemia, 1934.
______________: Discurso ante la Academia Nacional de Historia, marzo de 1940.
______________: Los Estados Unidos, cuba y la nueva guerra mundial, monografía publicada en la colección de Historia de la Nación cubana, 1943.
______________ : Un estudio del Tratado Permanente y las perspectiva de la democracia cubana, artículo publicado en Bohemia, marzo de 1944.
______________ : La diplomacia americana en la política cubana, artículo en Bohemia, 1946.
UBIETA, ENRIQUE: Ensayos de identidad, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana ,1991.
ZANETTI, OSCAR: Los cautivos de la Reciprocidad, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1984.
__________________: El siglo del azúcar se fue: economía y azúcar en Cuba.: Temas-Ideología-Sociedad, # 24-25, enero-junio, La Habana,2001.
ZUASNABAR, ISMAEL: La economía cubana en la década del cincuenta, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1989.
Autor:
MsC. Paul Sarmiento Blanco
[1] René Lufrín: Prólogo a la obra Libertad y democracia de Cosme de la Torriente, Manzanillo, 1938
[2] Cosme de la Torriente y Peraza: Comentarios políticos en el Diario de la Marina, marzo de 1912. Criterio que dio Cosme sobre una posible intervención norteamericana en Cuba en ese periodo, cuando la sociedad cubana vivía un proceso de agitación social y racial.
[3] Cosme de la Torriente: declaraciones al periódico "El Mercurio"-1921. Fondos raros Biblioteca provincial Alex Urquiola, Holguín.
[4] Manuel Márquez Sterling: Historia de la Diplomacia en Cuba. Imprenta El Arte, Manzanillo, 1954.
[5] Cosme de la Torriente: Cuba y las relaciones internacionales. Inédito. Biblioteca Nacional José Martí
[6] Ibidem
[7] Ibidem
[8] Cosme de la Torriente: ¡Dios nos hizo amigos, que la justicia nos conserve amigos!. Discurso de Cosme pronunciado en los Estados Unidos en 1925, citado en su obra Libertad y Democracia
[9] Ibidem
[10] Cosme de la Torriente: Carta al presidente Alfredo Zayas, citada en su obra Libertad y Democracia.
[11] Cosme de la Torriente: Entrevista a la Revista Carteles, publicado en Bohemia, mayo de 1934
[12] Entrevista a Felipe Pazos en Revista Bohemia, marzo de 1955
[13] Carta Semanal del 25 de enero de 1956, citado por Oleg Darusenkov en Cuba, el camino de la Revolución
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