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La Formación en Valores a través de la asignatura Geometría (página 2)


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Por otra parte, son esenciales las formas de docencia y la evaluación, así como el conocimiento de las características personales de los estudiantes, tanto en el grupo que conforman, como de forma individual, ya que tanto el aprendizaje, como la educación, son procesos individualizados sin dejar de tener presente la influencia del grupo. Las relaciones de la asignatura con los problemas del mundo real, y la búsqueda de lo multidisciplinario, a través de la relación de los contenidos que se imparten en otras materias, son aspectos claves, además, para el desarrollo con éxito de un trabajo educativo consecuente. Solo agregar lo importante de la utilización de métodos participativos, en la resolución de problemas, tanto de la asignatura como profesionales para la correcta detección de las principales dificultades en el proceso de aprendizaje. Un grupo que se caracterice por la actividad y la comunicación a niveles superiores de desarrollo, constituye un potente agente formador y transformador de la personalidad de sus miembros, todo lo cual es el resultado de un proceso consciente y dirigido.

El proceso de desarrollo moral transcurre bajo determinadas condiciones de influencia educativa, donde muchos son los factores que intervienen y que en forma de sistema, constituyen el universo en el cual el sujeto interactúa. No obstante, estos factores tienen un mayor o menor peso en dependencia de la etapa de desarrollo en que se encuentra el individuo y del tipo de actividad y comunicación que caracterice su universo, por ejemplo, el medio familiar constituye una de las fuentes del desarrollo moral, así como la escuela y los educadores, los cuales son elementos activos y fundamentales en el proceso de formación de valores.

Paulo Freire llamaba a la reflexión en el sentido de que…"la información es un momento fundamental en el acto del conocimiento, lo que hay que preguntarse es cómo y en qué contexto se proporciona esa información. En la relación entre el educador y los educandos, mediatizados por el objeto que ha de descubrirse, lo importante es el juicio de la actitud crítica frente al objeto y no el discurso del educador… nunca hay que olvidar que toda información debe ir precedida de cierta problematización. Sin estos elementos la información se convierte en una simple transferencia que hace el educador a los educandos. En tal sentido hay que recordar siempre lo que dijera Félix Valera, hace más de un siglo, referido a que la gloria de un maestro es hablar por boca de sus discípulos, y para lograrlo debe tener conocimiento, maestría, saber comunicarse con claridad y tratar a sus alumnos con respeto, consideración y dignidad.

El profesor, como portador de la experiencia y valores de la sociedad, se erige como modelo, cuya acción sobre el desarrollo de la personalidad del estudiante, puede ser muy eficaz, en la medida en que tiene la posibilidad de dirigir científicamente este proceso, con métodos educativos.

El grupo docente es otro factor que juega un papel importante en el desarrollo de la personalidad del estudiante en el medio escolar, es el grupo docente y muy en particular en el nivel de la Educación Superior, donde debe prevalecer el principio pedagógico de la autoeducación. En el profesor, así como en los demás factores de la institución, es que recae la responsabilidad de organizar y dirigir el proceso de formación del estudiante, pero debe ser el grupo el instrumento principal de la acción educativa, la vía a través de la cual se garantice la autoeducación (Makarenko, 1977, Safornov, 1983, Schukina, 1983). Precisamente, para poder realizar esta labor es imprescindible el dominio de, en este caso, los valores objetos de estudio, y que diversos autores definen como:

Responsabilidad: Orientación valorativa, mediante la cual se muestra el sentido del deber, la obligación y el compromiso de las principales actividades de la familia, escuela, trabajo, defensa, sociedad, en el plano individual y social. Cumplir con las normas de comportamiento social y ciudadano de forma consciente (Baxter, 1989) Implica el compromiso con la calidad en el cumplimiento de las tareas, vencer los obstáculos para llevarlos a sus últimas consecuencias, así como la disposición de responder de sus actos. (Ojalvo, 1997).

Asumir el grado que corresponde por las decisiones y por la posibilidad de ser criticado a causa de ello. Precisamente, este nivel acarrea lo más genuino del concepto de responsabilidad: la capacidad de responder a las necesidades, a las perspectivas y a las exigencias sociales e individuales. Responder por lo hecho o por lo no-hecho, dar respuestas a los problemas apremiantes: dimensión de la asunción subjetiva de los proyectos para darles concreción (Ramírez, 1987).

Mario Bunge (1985): Mide la responsabilidad por las consecuencias directas o indirectas que el conocimiento científico tiene sobre el ambiente humano y no humano. En este contexto también puede medirse la responsabilidad, por las consecuencias directas o indirectas que les puede acarrear el maestro en formación a sus estudiantes. Manifiesta además la significación social positiva que posee para el sujeto elegir los mejores medios posibles para su realización personal, el modo de actuar con libertad, sentido del deber, decisión, obligación, disciplina y compromiso en el cumplimiento de las tareas y por sus resultados individuales y colectivos, por lo que contribuye a la regulación de su conducta.

En la formación de los valores responsabilidad y laboriosidad, por la vía curricular, tienen un papel muy importante los métodos participativos definidos como vías, formas y procedimientos sistematizados de organización y desarrollo de la actividad del grupo de estudiantes. Responsabilidad incluye la responsabilidad colectiva e individual, el cumplimiento, la abnegación y consecuencia de sus actos.

La responsabilidad colectiva no es más que la posibilidad de influir en las decisiones colectivas y al mismo tiempo responder y apoyar las decisiones en los grupos sociales en que están incluidos. Responsabilidad individual es la posibilidad que tiene una persona de aceptar las consecuencias de sus actos conscientemente.

El cumplimiento consiste en hacer de la mejor manera posible las tareas, realizarlas con calidad. Abnegación no es más que sentirse dispuesto a dar respuesta a las tareas y poseer el espíritu de sacrificio necesario que le permita cumplir sus tareas, sin presión externa alguna. Consecuencia de sus actos: se expresa en saber responder por las actuaciones, aceptar la responsabilidad que se derive de sus actos, con firmeza de principios y autocrítica, refrendar con acciones lo que se dice y saber respaldar sus posiciones con la ejemplaridad de su actuación como individuo. Un individuo responsable debe ser capaz de elegir una actuación racional y los mejores medios posibles, para su autorrealización personal. Debe ser capaz de tomar decisiones y autodirigirse a la luz de los valores sociales, de perseverar ante las dificultades y de ser crítico y autocrítico.

Laboriosidad: Mostrar espíritu de sacrificio, voluntad, tenacidad y disposición para enfrentar todas las acciones que describen los modos y esferas de actuación, en los cuales están implicados muchos sujetos e intervienen procesos complejos para el éxito de las mismas. Incluye amor al trabajo y conciencia del trabajo como intercambio social. La selección de la laboriosidad como valor moral se realiza al considerar, que está en correspondencia con "las necesidades e intereses individuales y en función de las exigencias sociales" (Álvarez, 2001)

Resulta esencial que en la escuela se incentive el amor al trabajo en correspondencia con las necesidades y posibilidades del país, haciendo protagonista al estudiante en la búsqueda de soluciones y "el maestro debe ser capaz de que este logre una relación personal afectiva con lo que hace; que lo asimile como algo de él, solo así cobrará una verdadera significación y lo hará suyo y por consiguiente aprenderá a valorarlo mucho más, ya que es el resultado de su acción". (Báxter, 2002)

Por otra parte, amor al trabajo significa, entenderlo como única fuente verdadera de creación de riquezas, es el único capaz de crear los recursos que se requieren para satisfacer las necesidades de los seres humanos. Es una vía para el desarrollo de la personalidad, a través de él se desarrolla la actividad en general, la comunicación, la pertenencia a grupos laborales y se incrementan y perfeccionan las capacidades humanas. Por otro lado, el trabajo es útil para la sociedad, no sólo porque crea riquezas materiales, sino también porque perfecciona el espíritu y ayuda al mejoramiento humano. Es deber, derecho, y su necesidad es reconocida universalmente.

Asimismo, el intercambio social a partir del trabajo, debe desarrollarse para bien común, es la única forma de satisfacer necesidades de cada ciudadano individual. Todo tipo de actividades (manuales e intelectuales) y especialmente la labor productiva, tiene significación social. Cada ciudadano está en el deber de aportar al intercambio social, lo más posible, en función del desarrollo de sus propias capacidades y de las que de él espera la sociedad. El trabajo es el criterio determinante de la valoración social del hombre y esto para un profesor es de vital importancia, y debe ocupar un lugar relevante. La sociedad cubana aspira a formar seres humanos, capaces de enfrentar las tareas que esta demanda, donde "el trabajo constituye un factor determinante en el desarrollo de la personalidad de los jóvenes, y una de las fuentes principales para la formación de los rasgos esenciales del hombre comunista a que aspiramos" (García, 2002)

Un individuo laborioso debe ser:

  • Trabajador, constante, aplicado, esmerado, eficiente, disciplinado, solidario, colectivista.

  • Debe demostrar una actitud positiva ante el trabajo, interés, disposición y satisfacción, por la tarea que realiza.

  • Debe tener: Hábitos de asistencia y puntualidad ante las tareas laborales y sociales y participación en las actividades concretas que el individuo realiza en el centro al que pertenece (escolar, laboral).

  • Debe rechazar: Fraudes, vagancia, acomodamiento, apropiación de los frutos del trabajo ajeno; el afán de lucro a costa de las necesidades de los demás, etc

Teniendo en cuenta las posiciones de partida en el desarrollo del trabajo, se decide comenzar, analizando la interacción que se produce entre los factores externos y los factores internos en la formación de los valores responsabilidad y laboriosidad. En cada momento del desarrollo de este proceso la calidad y objetividad de la valoración dependen de:

  • a) Condiciones externas:

  • las propiedades funcionales de los objetos y fenómenos

  • la significación social que tienen los objetos y fenómenos

  • las condiciones de vida en que viven las personas (situación socioeconómica, posición de clase, medio familiar, calidad de vida, etc.)

  • b) Condiciones Internas:

  • las necesidades que tiene el individuo y las posibilidades reales de satisfacción de las mismas.

  • el desarrollo de las estructuras psicológicas componentes del valor: lo cognitivo, lo afectivo, lo volitivo, lo comportamental.

La interacción entre las condiciones mencionadas, se realiza a través de la actividad, la comunicación y la pertenencia a grupos por parte del individuo. Como es conocido, estos tres elementos varían notablemente y no tienen un carácter rígido y estable. Por lo tanto, en el proceso de desarrollo de los valores, se producen también diferentes formas de valoración y de existencia de las estructuras psicológicas componentes del valor, lo que determina los diferentes niveles de significación individual, que adquieren los objetos y fenómenos de la realidad para el sujeto.

Desde el punto de vista cognoscitivo, el joven ya tiene convicciones que les permiten sostener, fundamentar y argumentar puntos de vista, que le constituyen su concepción del mundo, profundizan en el conocimiento de sí mismo, y alcanza la formación de la autoconciencia, la autovaloración y la afectividad de forma objetiva. En esta etapa la afectividad madura notablemente, los sentimientos se hacen estables, duraderos y bien definidos. Los motivos y objetivos personales y sociales coexisten y se complementan armónicamente. Se consolida la concepción ética ante la sociedad y el ejercicio de la valoración objetiva. Los ideales están bien concebidos, claramente delimitados y consolidados.

Los modos de actuación y comportamiento, así como las normas de relación se hacen estables y coherentes, consecuentes con las convicciones, los ideales y los principios personales, constituyéndose en normas de comportamiento de significación social, que el individuo aplica en la convivencia ciudadana, en las relaciones interpersonales y ante las situaciones de conflicto. El desarrollo de valores alcanzado, facilita la consolidación de los mismos, su jerarquización y estabilización en las orientaciones valorativas firmes y sólidas. En ellas se reflejan la educación recibida y las influencias de toda la sociedad. Así, la coherencia entre las convicciones, los ideales, los principios y las normas de comportamiento, se expresan en los modelos del deber ser, que guían y orientan la actuación del individuo en la sociedad.

Se puede afirmar que el proceso de formación y desarrollo de valores y orientaciones valorativas, transita paulatinamente desde la imitación hacia la autodeterminación; desde la dependencia hacia la independencia, desde lo evolutivo hasta lo volitivo; desde lo menos consciente, hasta lo cada vez más consciente. Asimismo, la capacidad valorativa se va desarrollando paulatinamente, a tenor con las posibilidades crecientes del sujeto y el nivel que alcance en cada etapa, por lo que está condicionada por las posibilidades del sujeto. De seguir el curso normal de desarrollo, el joven debe alcanzar un alto grado de desarrollo de la capacidad valorativa, siempre que en el transcurso de su vida lo haya ejercitado lo suficientemente y lo haya logrado en la sistematización de sus acciones fundamentales.

Según Verrier (2006), dentro de los aspectos a resolver por la Didáctica, según las experiencias logradas a través de los cursos impartidos, están:

  • Determinar los fines y objetivos de la enseñanza

  • Describir el proceso de enseñanza aprendizaje y descubrir sus leyes

  • Derivar principios y reglas para el trabajo.

  • Fijar el contenido a ofrecer

  • Determinar los principios de la organización docente

  • Seleccionar los métodos a utilizar

  • Cuestionar los medios materiales

  • Determinar el sistema de evaluación para conocer la eficiencia del proceso.

  • Determinar el sistema de trabajo independiente y creador de los estudiantes. Enseñar a Aprender

  • Desarrollar las habilidades profesionales

  • Elevar el nivel científico de los docentes

  • Correcta motivación y orientación profesional

  • Aplicación de los Programas Directores que se orienten: Computación, idioma, formación económica, técnicas de dirección, etc.

  • Aplicación de métodos, medios, formas, evaluaciones novedosas, productivas.

De ahí, que entre los elementos imprescindibles para el diseño de una estrategia metodológica, para el desarrollo de valores en los maestros en formación, estén los aspectos didácticos para una correcta planificación de la misma.

El objetivo es lo que se quiere o pretende logar en el alumno, son propósitos y aspiraciones que se pretenden formar en ellos, se redactan en términos de aprendizaje, para ambos, alumno y profesor, pues para uno y otro son los mismos, aunque está en función del alumno. Se clasifican en instructivos y educativos, a partir de la trascendencia en la transformación que se aspira alcanzar en el educando. El referido a la transformación que se quiere alcanzar en el pensamiento del alumno, está reconocido como objetivo instructivo, el reconocido como objetivo educativo, es el que se propone alcanzar transformaciones en los sentimientos, convicciones y otros rasgos de la personalidad del alumno. (Álvarez de Zayas, 2001).

Debe esclarecerse aquí, que ambas clasificaciones de los objetivos son sujetos de análisis durante todo el proceso de enseñanza aprendizaje, a partir de la importancia que tiene, no solo aportar conocimientos nuevos a los estudiantes, sino formar en los mismos valores, tanto morales como profesionales, los cuales darán cauce al futuro profesional de la educación.

Rita M. Álvarez de Zayas, al referirse a este tema plantea: "Los objetivos pasan a ser elementos del proceso vivo, no si el maestro los presenta como los propósitos oficiales, fríos o que han sido elaborados por él, sino en el caso de que él invita a los alumnos a proyectarse sobre lo que desean saber, o cómo lo quieren aprender." (Álvarez de Zayas, 1997). Está claro, que en el contexto que ocupa este trabajo, tanto la presentación como el cumplimiento de los objetivos propuestos, se convierten en herramientas indispensables para el trabajo del profesor, en tanto son, al mismo tiempo, materiales de estudio de los futuros maestros. Se forman valores en aquellos que serán encargados después de formarlos en sus estudiantes.

El profesor propiciará que la introducción de los objetivos sea de manera natural, no impuesta. Serán los propios alumnos, junto a las habilidades propias del profesor quienes lleguen a interiorizar el contenido de los mismos. "En este caso los objetivos son diseñados, determinados, en colectivo: alumno – maestro. Esta acción metodológica garantiza que los objetivos…, son también de los alumnos y funcionan como guía, dirección, durante el proceso". (Álvarez de Zayas, 1997).

El profesor, de forma implícita o no, estará a cada momento remarcando la importancia de la orientación correcta de los objetivos y su aplicación consecuente en la clase. Recordar que los maestros en formación, reciben sus clases dos veces en el mes, y que son estos encuentros vía fundamental para corroborar, por parte del profesor, si el trabajo que llevan a cabo en las escuelas se acerca a lo que se quiere en materia de profesionalidad pedagógica.

Los contenidos responden a las necesidades de la ciencia contemporánea, en el caso particular de la Geometría, se tienen en cuenta, aquellos conocimientos indispensables para una sólida formación matemática, que puedan dirigirlo a la toma de decisiones acertadas en un momento dado y ante situaciones de la vida. El desarrollo de las ciencias aporta un considerable arsenal de contenidos, así como, nuevas interpretaciones y estimable volumen de información, por lo que a veces resulta muy difícil la selección de conocimientos para resolver un problema dado. La Geometría, en su concepto, explota un grupo de contenidos que genera la actividad social. Desde los más elementales rudimentos de la Planimetría, en los primeros grados de la escuela, hasta los más profundos postulados de la Geometría de Lovachetski no escapan a esta realidad.

La globalización de las nuevas tecnologías y la informatización, vinculadas al desarrollo de la producción, los servicios, la docencia y la investigación, exigen cambios, a los que el sistema de la Educación Superior ha sido receptivo. "Los aportes de la teoría psicológica, y en particular las del aprendizaje, han venido a modificar, por otra parte, el concepto tradicional de contenidos…, del propio hombre y su forma de pensar (metacognición, métodos del pensamiento), y comportamientos para la intervención y enriquecimiento del propio conocimiento (métodos de investigación)." (Álvarez de Zayas, 1997).

En los análisis hechos sobre los contenidos que surgen y se desarrollan en la actividad que genera el devenir científico – técnico, el autor de esta tesis pudo comprobar cómo sus ideas no son estáticas, se mueven. Las contradicciones y conflictos surgidos por la interrelación de la Geometría, con otras especialidades, en función de los conocimientos de los alumnos en los diferentes grados, actúan como los principales impulsores de sus cambios. Se enriquecen y diversifican, se problematizan en su relación con la cultura, que es la propia vida y sus principales elementos incorporados tienen que ver directamente con el desarrollo social. El contenido tiene mayor o menor significado, en la medida que se identifique con los intereses y necesidades de la ciencia moderna y la sociedad. Por otro lado, los objetivos y los contenidos se relacionan entre sí con las habilidades docentes utilizadas. Las habilidades siempre evolucionan, tendiendo hacia lo óptimo, mostrando su mayor nivel y complejidad en la competencia, para arribar finalmente a la destreza, entendida esta como la habilidad surgida de la aptitud que, convertida en competencia logra nivel colindante con la eficiencia. (Luperdi, 2008).

En la tarea que desempeñan los maestros en formación, los conceptos antes mencionados: destreza, competencia y eficiencia, son de las aspiraciones del trabajo de los futuros profesionales y que tienen, primero, que ser logradas con ellos mismos por el equipo de profesores de la Sede Pedagógica.

Durante la investigación, el autor de este trabajo pudo constatar en sus relaciones con los maestros, a un grupo de los cuales les controló sus clases, que la formación de las habilidades es un proceso complejo, muy ligado a la formación de los conocimientos y que ambos contribuyen a formar los educandos, mediante el proceso de enseñanza-aprendizaje, en el que el contenido desempeña el papel principal. "El contenido es el medio fundamental de la formación del educando, es la concreción de lo que se quiere lograr en él ". (Álvarez de Zayas, 1997).

Refiriéndose también al contenido en otra parte de su libro, el mismo autor expresó: "…éstos abarcan todos los aspectos que encierra la cultura de la humanidad, es decir, el conjunto……., no es otra cosa que el repertorio de ideas y realizaciones". (Álvarez de Zayas, 1996). En consideración a tales puntos de vista, y de manera particular el que se refiere a que el contenido es la concreción de lo que se quiere lograr en el alumno, el "qué" del proceso, su componente primario, delimitado por el "para qué", que es el objetivo y tomando en consideración lo planteado en el texto: "Los Objetivos de la Enseñanza en la Educación Superior", del Dr. Roberto Andrés Verrier Rodríguez, el cual refiere que: "El objetivo es la categoría rectora del proceso de enseñanza-aprendizaje o proceso docente……, los objetivos en los estudiantes, como proceso de retroalimentación para tomar las medidas correspondientes", el autor de esta tesis, consideró de vital importancia lo relacionado con el uso de las habilidades docentes en la formulación y declaración de los objetivos durante la clase. (Verrier, 2007).

En el trabajo, se insiste en la necesidad que tiene el Instituto Superior Pedagógico de preparar a los maestros en formación, a partir de que los objetivos no solo deben reflejar el resultado final, sino que tienen que guiar el proceso de enseñanza-aprendizaje, pues deben ser expresión de direcciones o estrategias que promuevan experiencias de aprendizaje, máxime cuando se trata de futuros docentes, los que, además de jóvenes, como grupo reunido en las aulas para recibir preparación, constituyen una masa heterogénea, en función de sus potencialidades e intereses.(Sacristán, 1993).

Sobre la elaboración de los objetivos de forma acertada, Carlos Álvarez de Zayas expresó: "El objetivo se debe redactar de modo tal que en el resultado previsible estén explícitamente formuladas las habilidades y conocimientos mediante los cuales el estudiante puede transformar las situaciones que presentan los objetos de estudio a nivel de tema, asignatura, disciplina o carrera". (Álvarez de Zayas, 1996).

Al redactar un objetivo debe expresarse la pretensión, la aspiración a lograr con los alumnos en la actividad docente que se desarrolla y en la práctica del trabajo desarrollado por el autor, se ha constatado que, en la misma medida en que los alumnos conocen los fines, aprenden con mayor rapidez, aplican con mayor exactitud y recuerdan durante más tiempo lo más importante tratado sobre el tema.

El autor coincide con la opinión de que objetivo-contenido mantienen una relación indisoluble, el primero expresa su exigencia en dependencia de "para qué" se quiere enseñar, y el segundo precisa lo "qué" se quiere enseñar. He ahí la relación del todo con las partes, donde el objetivo expresa el objeto idealizado y modificado, y el contenido las partes, determinando así, el carácter sistémico del proceso. En este breve análisis, sobre la relación entre ambas categorías didácticas, es importante destacar que, mientras los objetivos de la enseñanza son bien generalizadores, estables y concretos, pues se conciben sobre lo que se quiere aprender o enseñar, el contenido de enseñanza es amplio, detallado y cambiante. (Ginoris, 2005).

Sobre el contenido, diversos autores han expresado sus opiniones, algunas de las cuales se mencionan a continuación:

  • "… el volumen de conocimientos provenientes de las distintas ciencias y la técnica, el componente ideológico, político cultural, habilidades; hábitos y métodos de trabajo que posibiliten la formación multilateral de los alumnos" (Ginoris, 2002).

  • "…el componente del proceso docente-educativo expresa la configuración que este adopta al precisar, dentro del objeto, aquellos aspectos necesarios e imprescindibles para cumplimentar el objetivo y se manifiesta en la selección de los elementos de la cultura y su estructura de los que debe apropiarse el estudiante para alcanzar los objetivos. (Álvarez de Zayas, 1996, 63).

  • "… es la parte de la cultura seleccionada con sentido pedagógico, para la formación integral del educando". (Álvarez de Zayas, 1997).

De estas definiciones de contenido, el autor de este trabajo se une a la que refiere el Dr. Oscar Ginoris Quesada, aunque no discrepa de las restantes, ya que el contenido contiene los Conocimientos que es saber; las Habilidades, que es saber hacer y las Actitudes, que es saber ser. "Ningún contenido que no provoque emociones, que no estimule nuestra identidad, que no mueva fibras afectivas, puede considerarse un valor, porque este se instaura a nivel psicológico". (Fabelo, 1999)

A los conocimientos referidos a los conceptos, se les conoce como conceptuales. En los programas de estudios antes mencionados y utilizados en la investigación, ellos se reflejan de manera particular en los contenidos relacionados con las definiciones de las figuras geométricas, así como los diferentes cuerpos, ya sean de revolución o no, y que conforman la estructura de la asignatura. A los conocimientos relacionados con leyes, teorías, modelos, se les conoce como relacionales. En los citados programas de estudio, encuentra su contenido básico en los axiomas de Euclides, teoremas, etc., los cuales pertrechan a los estudiantes para enfrentar la asignatura y por ende, después, la vida.

En relación con las habilidades, y a partir de la bibliografía consultada, el autor conoció que el concepto de "habilidad" tiene diversas interpretaciones. Según su etimología, el término proviene del latín habilitas, es decir, capacidad, inteligencia, disposición para una cosa. De la propia consulta bibliográfica se supo que otros autores, en sus estudios consideran que:

  • "… las habilidades son "acciones complejas que favorecen el desarrollo de capacidades. Es lo que permite que………., actividad, de los conocimientos y hábitos que posee el individuo. (Petrovsky, 1980).

  • "… las habilidades son acciones, constituyen modos de actuar que permiten operar con el conocimiento. (Talízina, 1987).

La habilidad se desarrolla en la actividad e implica el dominio de las formas de la actividad cognoscitiva, práctica y valorativa, es decir, el conocimiento en acción, esta es la tendencia de la mayoría de los autores que se adscriben al denominado "Enfoque Histórico – Cultural" vigostkiano, dirigido al desarrollo de la personalidad del individuo, a la inteligencia colectiva, como proceso superior al trabajo individual, apoyado en el carácter especial del lenguaje y la comunicación para las relaciones interpersonales, transitando del proceso interpsicológico (entre las personas) al intrapsicológico (dentro de la persona)."Según este enfoque se ha considerado al individuo como ser social, cuyo proceso de desarrollo va a estar sujeto a un condicionamiento social……, como parte de la enseñanza y educación con lo que se crearán nuevas potencialidades para nuevos aprendizajes.(Rico,2003).

"Los sistemas de conocimientos y de habilidades, como componentes de las capacidades intelectuales y condiciones para el desarrollo del pensamiento, adquieren dimensión didáctica en los contenidos de la enseñanza aprendizaje y su asimilación exige de una dirección pedagógica, teniendo en cuenta las conclusiones de las investigaciones psicológicas". (Álvarez de Zayas, 1997).

El párrafo anterior, da la posibilidad al autor para insistir en algo que ya está planteado anteriormente en este trabajo y tiene que ver con el papel rector del maestro en el proceso de enseñanza aprendizaje, en tanto es quien lo dirige.

Del estudio que, sobre importantes autores se hizo, relacionado con las habilidades, se pudo comprender su importancia para lograr la eficiencia en el proceso de enseñanza-aprendizaje, ellas, las habilidades, son resultado de la sistematización de las acciones, pero no alcanzan el grado de automatización, debido a que están subordinadas directamente a un objetivo consciente.

En el caso en que una habilidad sea automatizada, significa que cambió de lugar en la actividad y se convirtió en hábito. Entre hábitos, habilidades y capacidades, existe una gran interrelación. El hábito es una acción que forma y cambia su estructura psicológica en el proceso de la práctica, cuanto más prolongado sea el entrenamiento, más automática será la acción y paulatinamente se transformará en sistema de operaciones; por lo que el hábito responde a los requisitos de la acción y favorece el desarrollo de las capacidades del individuo. (Barreras, 2003).

Todo este trabajo didáctico confluye con la posibilidad de asumir por parte de los docentes los llamados principios didácticos de la escuela cubana:

  • Principio de la Educación en los fines y convicciones de la ideología comunista. (Principio rector).

  • Principio de la vinculación de la teoría con la práctica.

  • Principio de la vinculación del estudio con el trabajo.

  • Principio del carácter científico de la enseñanza y su accesibilidad.

  • Principio de la vinculación de la derivación con la sistematicidad.

  • Principio del carácter consciente y activo de los estudiantes bajo la guía del docente.

  • Principio de la unidad de lo concreto y lo abstracto.

  • Principio de la solidez en la asimilación de los conocimientos y desarrollo multilateral de las capacidades cognoscitivas de los estudiantes.

  • Principio del colectivo de la enseñanza y la atención a los particularidades individuales de los estudiantes

"… Los principios de enseñanza emanan de los fines y del contenido científico de enseñanza por un lado…….., la organización de la enseñanza y, junto con las reglas, son para los pedagogos una guía segura para la acción". (Citado Verrier, 2007) Es precisamente esa guía segura, el arma principal de los profesionales de la educación, en su diaria tarea de educar y de sembrar valores en sus educandos.

Conclusiones

La formación de valores en los maestros en formación se hace indispensable en tanto serán actores principales de este trabajo en su vida profesional. La laboriosidad y la responsabilidad se asumen como valores ideales del trabajo de la asignatura Geometría por sus posibilidades tanto de concentración como de cuidado en el trabajo. Cuanto más exigentes y celosos veladores del trabajo de nuestros alumnos seamos, mejores serán los resultados obtenidos. Es preciso así asumir los principios antes argumentados para lograr una adecuada planeación estratégica del trabajo con dichos valores en la consecución del programa de estudios.

La universidad nueva requiere de profesores cada vez mejor preparados. La responsabilidad de formar a futuros maestros hace incuestionable la opción de hacer ciencia para cada día crear el camino a desandar en pos de formar profesionales de calidad. En manos de esos profesionales estarán las nuevas generaciones.

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Autor:

Lic. Nelson Posada Martínez

Profesor Auxiliar

Filial Universitaria Municipal.

Jagüey Grande, Matanzas.

Universidad de Matanzas "Camilo Cienfuegos"

Matanzas, Cuba.

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