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Visión sistémica en el mundo real (página 2)

Enviado por Paul Guido


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IV. LOS USOS DE LA NOCIÓN DE SISTEMA

La noción de sistema sirve para el estudio de las situaciones complejas que generalmente se perciben a primera vista como situaciones complicadas, confusas o enmarañadas.

Empieza a ser útil cuando es necesario llegar al entendimiento de varias entidades de grandes dimensiones, con respecto de los numerosos elementos que las constituyen. En estos casos, el conocimiento de los elementos individuales o de las relaciones que los unen de manera biunívoca y fuera de su contexto general, no son un substituto válido.

a. Básicamente, el concepto de Sistema se orienta a la descripción de la complejidad estructural y dinámica según la metodología general ya definida (ver sección anterior) y al uso de métodos especiales que van perfeccionándose y son objeto de otras publicaciones.

La complejidad estructural se reconoce bajo dos formas distintas que -simplemente- llamaremos, "horizontal" y "vertical", aunque ello sea una simplificación excesiva. La complejidad horizontal se da en un mismo nivel espacial y se refiere a organizaciones o estructuras interrelacionadas bajo el control de un poder de decisión ubicado en un nivel de orden superior. La complejidad vertical se refiere al escalonamiento jerárquico de las estructuras y organizaciones de control o mando.

b. El otro aspecto esencial del sistema es su carácter dinámico y la naturaleza de estos dinamismos que se encuentran interrelacionados de manera compleja tanto "horizontal" como "verticalmente". Presentan además características que los diferencian de los sencillos dinamismos de los fenómenos aislados de su contexto. Estos son por lo general lineales o reducibles a lineales, ya sea porque obedecen a un determinismo monocausal clásico, ya sea porque sumados (pero no interconectados) ofrecen regularidades de origen aleatorio.

Los sistemas, al contrario, manifiestan dinamismos interactivos no siempre continuos ni biunívocos, que suelen presentar regularidades cíclicas, pero también rupturas bruscas que llevan a mutaciones estructurales y funcionales.

c. He aquí un censo breve e incompleto de las disciplinas en las cuales aparecen sistemas complejos, que pueden llegar a modelizarse a partir de la noción de sistema.

V. VISIÓN SISTÉMICA SOBRE DISCIPLINAS COMPLEJAS

En cada caso, se ha tratado de dar al menos un ejemplo de algún objeto de estudio específico, aunque quienes dominen específicamente cada disciplina lo harían con seguridad más ampliamente.

5.1. PSICOLOGÍA

La aparición de la Teoría General de Sistemas estuvo ligada, en cierta medida, al desarrollo del concepto de forma ("Gestalt").

Con respecto al sentido de "organización compleja de elementos", W. Kohler y K. Koffka pueden considerarse, en cierto modo, como fundadores de la teoría. El aprendizaje y la formación de la mente humana (o animal) se parecen al proceso de construcción progresiva de un sistema integrado en interacción con un entorno constituido por un horizonte perceptivo material y cultural. La teoría está aún por ser edificada.A Continuación detallaremos algunos casos del comportamiento humano.

5.1.1. VISIÓN DE SISTÉMICA DE LA CONDUCTA HUMANA

Es correcto comenzar a pensar en los dos bandos que participan en la interacción como dos ojos, cada uno de los cuales da una visión binocular en profundidad. Esta visión es la relación".

Gregory Bateson, el gran científico inglés y uno de los padres de la cibernética, planteó en una oportunidad la siguiente situación (Minuchin, 1982): imaginemos a un leñador tratando de cortar un árbol con su hacha. Es una situación sencilla que entraña una actividad también aparentemente sencilla, que no requiere de mayor esfuerzo para su comprensión. Sin embargo, nos dice Bateson, las apariencias engañan. ¿De quién depende talar el árbol? ¿Del leñador? ¿Del árbol mismo? ¿Del hacha? ¿Cuál es el factor determinante en esta actividad?. Si nos dejamos llevar por el sentido común y el antropocen-trismo, entonces probablemente daremos mayor importancia al leñador; es así que buscaremos averiguar algo sobre su peso, talla, fuerza muscular, estado general de salud, experiencia, motivaciones, etc., con el fin de conocer qué es lo que hace, cómo lo hace y por qué. Centraremos nuestra atención en el individuo y profundizaremos en él, utilizando un proceder que podríamos tildar de "clínico". Si damos énfasis al hacha, entonces ave-riguaremos algo acerca de la marca, el filo, el tipo de metal, la longitud del mango, etc. Si nos centramos en el árbol, veremos a qué especie pertenece, su edad, dureza, grosor del tronco, sequedad o verdor, y demás.

De manera similar a lo que hacen los cinco ciegos de la fábula (que tratan de explicar, cada uno por su lado, cómo es un elefante), al centrarnos en uno u otro factor específico estaremos seccionando un fenómeno que es en sí complejo y pluricondicionado, y obtendremos como merecido premio retazos de realidad. Según Bateson, en este caso tendríamos la ilusión de que el hombre, el leñador, corta el árbol según su libre albedrío; que da los hachazos dónde y cuándo se le viene en gana, y con la fuerza que se le antoje. Caeríamos, así, en la visión lineal tradicional de causa-efecto, donde el leñador sería la causa y los estragos que produce en el árbol, el efecto. De resultas de esta forma de pensar, podremos elaborar mil y una teorías para entender qué es lo que lleva a un prójimo a tomar un hacha y a emprenderla a golpes contra un árbol. Podremos recurrir, como ya es sabido, a los complejos, los aprendizajes y el refuerzo, el cerebro y sus hemisferios, la tendencia al crecimiento, etc.

Una visión más integradora nos llevaría a constatar que entre el leñador y el árbol hay acción recíproca, interacción. Que el árbol no tenga voluntad y conciencia, que sea estático, no significa que no tenga participación. Sus características intervienen activamente en el proceso en calidad de información, junto con las del hacha, para regular la actividad de cortar. En cada hachazo el leñador emite información (velocidad, fuerza, ángulo y certeza del golpe) y a la vez la recibe en su sistema visual y propioceptivo. Esta información sale y retorna, y le dice a nuestro trabajador si va bien en su faena o si debe imprimirle más o menos fuerza. En cierto modo el árbol, a través de sus características, está indicando cómo hay que cortarlo. Sin ello esta tarea tan "simple" sería prácticamente inejecutable. Y esto, sin tomar en cuenta otros múltiples factores que intervie-nen e interaccionan, como la hora del día, la luz disponible, la altitud, el calor, la humedad, el viento, lo empinado del terreno y un largo etcétera. De esta manera, la prosaica labor de nuestro leñador se torna en una actividad compleja, guiada por los principios de la retroalimentación entre las diversas variables intervinientes; es decir, se convierte en un sistema cibernético (Watzlawick, 1997). Ahora bien, ¿cuáles son las implicancias de lo expuesto líneas arriba para el campo de las ciencias de la conducta?

En principio, como dice Bateson, nos lleva a replantear nuestro concepto de lo "mental". Es así que lo mental deja de ser esa oscura variable subjetiva, que ocurre solamente en el interior del cerebro (y que toma en cuenta el entorno sólo de pasada), para convertirse en un proceso interaccional, relacional y realmente holístico. La mente no es sólo el producto o el efecto del entorno en el cerebro. La mente es relación; es el cerebro en interacción con el entorno. Es esa interacción, y no otra cosa, lo que llamamos mente. De allí que Bateson llame a su enfoque "ecología de la mente" y que se refiera a ésta como.

Si esto es así, el estudio de la conducta perturbada y la psicoterapia misma deben ser asumidos en términos relacionales, para ser eficaces. La familia, la pareja y los demás grupos de referencia deben ser incorporados al análisis y comprensión del sujeto como elementos primordiales, y no sólo como meros telones de fondo. La adopción de la epistemología circular, que está por encima de la búsqueda de causas y efectos, centrándose más bien en la observación de relaciones, en la interacción y la retroalimentación de los sistemas complejos, es el paradigma más adecuado (Keeney, 1987).

La necesidad de cambiar nuestra visión moralista del síntoma; que dejemos de verlo como algo intrínsecamente malo y que lo asumamos desde una perspectiva funcional y pragmática. El síntoma aparece porque es "útil" para la familia; y puede serlo de distintas maneras. Mencionaremos a continuación algunas cuantas:

El síntoma define la situación en familias donde el panorama es confuso o difuso. Cuando hay pugnas por el poder, roles poco claros, comunicación inadecuada, falta de espacio para cada miembro, etc., que alguien se enferme define la situación como problemática e insostenible, y eso es ya un avance entre tanta ambigüedad. Recordemos que la incertidumbre es intolerable para el ser humano (Hoffman, 1992). El síntoma protege y encubre, y a la vez libera de responsabilidad a quien lo porta. Al enfermo no se le puede exigir conductas normales ni imponer obligaciones. Sólo cabe protegerlo y aguantarlo. Es como otorgarle patente de corzo a alguien que no encuentra otra manera de escapar de una situación insostenible (recordemos el doble vínculo de Bateson, 1972).

El síntoma distrae la atención de problemas mayores que pueden tornarse muy peligrosos si se les afronta directamente. Cuando hay problemas conyugales, por ejemplo, la repentina aparición de síntomas en un hijo puede prevenir que los padres se separen, pues se ven obligados a hacer causa común o a plantearse una tregua temporal. De igual modo, si ambos padres están demasiado cerca y ello empieza a incomodar a uno de los dos (por ejemplo, un cónyuge puede interpretar como amenazante o intrusivo las demandas sexuales o afectivas del otro), la enfermedad del hijo puede separarlos, y darle un respiro al que se siente acosado, so pretexto de cuidar al enfermo. En síntesis, el síntoma modula la distancia marital.

El análisis sistémico es válido para todo tipo de trastorno o conducta perturbada que no tenga una comprobada base orgánica; e incluso en este último caso (por ejemplo en las demencias o en las esquizofrenias) permite entender como la familia utiliza la enfermedad.

La consecuencia lógica de todo ello es que la psicoterapia debe encaminarse a ampliar su foco de atención, tornarse más relacional y ecológica. Creemos que la terapia centrada exclusivamente en el individuo es ya obsoleta. Como decía Ortega y Gasset: "El hombre es el hombre más sus circunsatancias", y nunca como hoy eso se ha hecho más evidente.

5.2. LA CIENCIA POLÍTICA

5.2.1 UNA VISIÓN SISTÉMICA DE LA GESTIÓN DE GOBIERNO

La visión sistémica de la gestión de gobierno no atañe solamente al modo de funcionamiento interno al aparato público; comprende también al modo como éste se relaciona con su entorno: la sociedad civil.

Existe una creencia fuertemente arraigada de que a través de la implementación de mecanismos de "transparencia" se producirá una mayor participación y control de la "sociedad civil" sobre las decisiones que toma el Estado acerca de cuestiones clave, tales como la forma en que se gastan los recursos o los resultados que a partir de ello se obtienen.

Sin embargo, creemos que este supuesto, extrapolado de otros contextos, requiere de una serie de condiciones previas que en nuestra situación aún no están dadas:

  1. La sociedad civil sólo puede participar si comprende.

    ¿Cuál es su marco de comprensibilidad?

    • Conocer cómo se gastan los recursos
    • Conocer cuáles son las reglas del sistema
    • Que sus interlocutores puedan DIALOGAR en igualdad de condiciones con los funcionarios.
  2. La sociedad civil comprende sólo si tiene información a su alcance y en un formato. comprensible.

El desafío pendiente es, en este sentido, lograr que la información que se brinde en el ámbito de la Administración Pública resulte suficiente para dar respuesta a las demandas de monitoreo y control externo. Sin embargo, el poder legislativo, el poder judicial, las Oficinas de Control del Estado, así como las ONGs y los Centros de Estudio, no tienen acceso a una vista de seguimiento de las operaciones principales de la gestión pública. Los centros de estudios, investigadores, analistas, etc. demandan información y salidas de datos que, si bien no están disponibles de forma natural, serían de procesamiento accesible y rápido para la propia Administración Pública. Las consultoras, los centros de estudios, las ONGs recurren a canales informales o aceptan que terceros lo hagan para obtener información, que no estando "clasificada", no se encuentra disponible de forma transparente. Las ONG y los elementos capacitados de la sociedad civil, en general se hacen preguntas de imposible respuesta acerca del desenvolvimiento de conceptos centrales del gasto público, aún cuando los mismos son de fácil resolución en función de la información y herramientas que administra la APN.

Las iniciativas de mejora en la explotación de datos, suelen por lo general ser vetadas con el argumento que, al unirse o reunirse información proveniente de distintos ámbitos, no se sopesan de forma adecuada dos aspectos centrales: los datos grabados en los sistemas son de muy mala calidad y unificar bases de datos es un proceso difícil porque requiere mucha decisión política sostenida a lo largo del tiempo y resulta muy costoso para el Estado en términos de inversión en tecnología, capacitación, etc.

Sin embargo, es demostrable que el sector privado señala de alguna manera la vanguardia en estos temas, y sin embargo no lo realiza sobre la base de realizar inversiones insostenibles desde el punto de vista financiero en tecnología, capacitación y/o reemplazo de toda la planta de personal. Además, las iniciativas exitosas en la materia no recurren a la idea de unir o juntar datos dentro de un mismo ámbito para luego tomar decisiones y gestionar. Es factible afirmar que unir bases de datos es difícil, complicado y costoso, porque unir lo distinto es tarea de los dioses. Al mismo tiempo, mantener separado lo que por definición (conceptual, operativa, procesal, etc.) es distinto, es mucho más fácil, sencillo y económico, porque es tarea ya efectuada por la realidad.

La iniciativa correcta, entonces, es la correspondiente a vincular información y procesos, con lo cual:

Los problemas de los registros podrán resolverse mediante reglas de prevalencia y ajustes de inconsistencias. La sinergia de los procesos solamente se obtiene si los procesos se vinculan, con ello es esperable que la información NO se cruce sino que se retroalimente; que los datos "malos" no expongan lo malo de la gestión sino lo bueno, porque permiten corregir acciones equivocadas. Que la vinculación no asfixie la iniciativa y la creatividad de las organizaciones públicas sino que permita establecer parámetros transparentes de competencia entre ellas, reforzando los procesos de gestión exitosos y eliminando los ineficientes. Ahora bien, ¿es posible la iniciativa de vincular la información existente actualmente en las bases de datos del Estado?

Al respecto, es habitual escuchar que las Bases de Batos del Estado, contienen una gran cantidad de información que no es utilizada o aprovechada adecuadamente para la toma de decisiones y la transparencia de la gestión pública. Ello no atenta contra la viabilidad de la iniciativa propuesta, ya que la APN Argentina está amplia y extensivamente informatizada, en el sentido de no solamente disponer de computadores y redes, sino fundamentalmente en cuanto a que existen múltiples sistemas informáticos que restringen y delimitan de forma precisa los procesos de gestión principales del Estado. Amplias y variadas porciones de los puestos de trabajo de la APN se encuentran de forma directa o indirecta bajo la tutela de estos sistemas informáticos y de gestión. El volumen y variedad de entidades de información tabular y documental de rápido acceso que la APN dispone, supera ampliamente cualquier cálculo enorme que desee arriesgarse.

En resumen, puede afirmarse que existen condiciones objetivas de tipo técnico, conceptual y tecnológico que permiten suponer la factibilidad de asociar de forma económica los múltiples sistemas de registración masiva vigentes dentro de la APN.

Este enfoque modifica estructuralmente la concepción de la Reforma de los procesos reales e informáticos para mejorar la gestión del Estado. En efecto, el núcleo originario del interés de "reformar informatizando" para hacer todo más rápido debe girar hacia "reformar revolucionando". Esto significa, aprovechar el capital cultural, de información, de procesos, de tecnología, de expertise, etc. que el Estado ya posee, en función de los intereses de la sociedad y con meta objetivos centrados en el mercado. Este nuevo enfoque permitiría, entonces, instalar un criterio de TRANSPARENCIA pleno de cara a la sociedad. Para ello creemos que es necesario cuestionar el supuesto de que los mecanismos de participación de la sociedad civil por sí solos transparentan la acción del gobierno.

Un caso ejemplificador es la iniciativa de "gobierno electrónico". Tal como funciona en la actualidad, el gobierno electrónico es una "falacia de amontonamiento": lo que existe es, el gobierno por un lado, y las comunicaciones electrónicas digitales y equipos para transferir – impartir órdenes por el otro. La idea predominante de que el "gobierno electrónico" consiste en reunir ambos aspectos debe transmutarse por la idea de que el Estado y el gobierno, sobre la base de información extendida y pertinente, debe utilizar los medios electrónicos para transmitir la veracidad y eficacia de las consignas desde la cúspide de la pirámide de gestión hacia la base (la sociedad), y el yerro e ineficacia de los resultados desde la base (la sociedad) hacia la cúspide de la pirámide de decisión (el poder político). Esto constituye una manera, no solamente inteligente, sino fundamentalmente eficaz de poner la tecnología al servicio de los intereses y fines del Estado.

Continuación detallaremos la visión sistémica de la política:

Los países reclaman y exigen un Estado presente y activo. Por un lado, requieren que actúe para hacer frente a los problemas que el mercado no soluciona -por ejemplo, que intervenga para solucionar los casos de nuestros hermanos carenciados o en mejorar las políticas educativas y de seguridad. Por otro lado, exigen una intervención efectiva para regular las relaciones entre las personas y las grandes compañías que se hicieron cargo la provisión de los servicios públicos.

Uno de los principales fundamentos de estas exigencias es el fracaso del modelo económico y social imperante en la década del noventa, signado por un discurso con fuerte consenso en un Estado mínimo. Este discurso, tuvo a su vez origen en el fracaso del Estado omnipresente, que tenía a su cargo la función, entre muchas otras, de provisión de los servicios de electricidad y comunicaciones. Dichos servicios no se brindaban adecuadamente: en el caso de la energía eléctrica, existían permanentes cortes del servicio o, como en el caso del servicio telefónico, donde se llegaba a extremos en que un departamento con teléfono era adquirido solamente por la posibilidad de contar con una línea, porque de lo contrario uno estaba condenado a esperar años para que la compañía estatal se la instalase. Asimismo, el Estado, que debía ser garante de la existencia de una moneda fuerte y creíble, tenía como mecanismo para sortear las restricciones fiscales la emisión de dinero. Esta situación nos llevó a una hiperinflación inédita para nuestro país y convirtió a la Argentina en un caso de estudio de este tipo de fenómenos.

No pretende éste ser un ensayo sobre las razones de los fracasos de los modelos económicos adoptados, sino poner a consideración una serie de ideas que sirvan como aporte a la discusión sobre qué Estado queremos y cuáles son los caminos y estrategias que seguiremos para alcanzarlo. Este aporte parte de la idea de que un Estado grande en sus dimensiones y volumen fue ineficaz a la hora de contener el fenómeno hiperinflacionario, del mismo modo que la propuesta del Estado mínimo fue ineficaz a la hora de dar respuesta al fenómeno que vivimos actualmente de hiperdesocupación y exclusión social. Ponemos entonces el acento en que la discusión no pasa por el tamaño del Estado sino por sus capacidades, por su diseño y por las reglas que lo regulan.

El recorrido del trabajo comienza con una primera reflexión acerca de los procesos de Reforma del Estado encarados en el pasado reciente, entendida en un sentido amplio: reformas denominadas "administrativas", que apuntaban a cambiar la morfología del aparato público, reformas de los sistemas de gestión de recursos financieros o reales, o procesos de reforma vinculados a instituciones. Continúa con un análisis de las causas del fracaso de esas reformas y, a partir de dicha caracterización, avanza en identificar cuáles podrían ser los ejes que guíen el proceso de transformación en el futuro. Sobre la base de estas premisas, la última parte del trabajo presenta una propuesta en dos partes para pensar la gestión de gobierno desde una visión sistémica de las relaciones Estado – sociedad.

5.2.2. LOS PROCESOS DE REFORMA

La Argentina encaró varios procesos de reforma del Estado. A efectos de su caracterización, sólo tomaremos algunos, básicamente los que se operaron desde la década de los noventa hasta la fecha. Respecto a lo que se entiende como Reforma Administrativa o la que opera sobre la morfología del Aparato Público, podemos mencionar lo que se denominó "Primera Reforma del Estado" a principios de los noventa y se caracterizó por tres intervenciones: el proceso privatizador de los denominados servicios públicos, el proceso de descentralización de los servicios que prestaba la Nación y se transfirieron a las provincias y el proceso de desregulación de la economía1.

La denominada "Segunda Reforma del Estado" – encarada a mediados de los noventa en respuesta a un sostenido déficit público – intentó avanzar sobre el achicamiento de estructuras organizativas y de la planta de personal2.

Asimismo, podemos ver un intento de encarar el proceso de reforma durante el gobierno de la Alianza, a principios del 2000. El eje de este proceso estaba basado no en aspectos cuantitativos sino cualitativos, se intentaba revertir lo que se caracterizaba como Baja Calidad del Gasto Público3.

Mas allá de acordar o no con las finalidades de estos procesos, podemos decir que, no obstante los circunstanciales éxitos parciales que hayan tenido, no tuvieron los resultados previstos. Una década más tarde, el proceso privatizador es fuertemente cuestionado. El Estado no es percibido como más chico e inteligente, la descentralización no logró los objetivos deseados – inclusive el propio Estado Nacional tuvo que hacerse cargo de las fallas de este proceso -, mientras que en la actualidad es difícil afirmar que la población perciba que el Estado le provee de bienes y servicios de calidad.

En cuanto a los procesos de reforma por sistemas, entendiendo a éstos como los destinados a mejorar los procesos de gestión de los recursos humanos y materiales.

  1. ASTRONOMÍA Y COSMOLOGÍA

Es muy probable que sea factible generalizar la noción de sistemas en astronomía y cosmología. Un "sistema" planetario (el planeta y sus satélites) o un "sistema" de tipo solar (una estrella y sus planetas) son claramente sistemas. Es muy probable que lo sean también las galaxias y -de hecho- varias teorías modernas tratan al universo entero como un sistema, lo que es discutible por otra parte, ya que plantea el problema de la existencia de un sistema total, sin entorno y por lo tanto aislado.

5.4. GEOGRAFÍA Y GEOLOGÍA

En geología, el triunfo del concepto de la tectónica de las placas de Wegener muestra al planeta como un sistema integrado compuesto de sub-sistemas en interacciones. A largo plazo (en términos geológicos), la deriva de los continentes permite esbozar una dinámica de los procesos sistémicos geológicos. A corto plazo, las "catástrofes" sísmicas y volcánicas dan un buen ejemplo de dinámica con discontinuidades.

En geografía, la noción de sistema puede sin duda aplicarse a zonas físicas de características definidas y a su evolución. Los atolones del Pacífico, los grandes desiertos, la taiga y la tundra siberiana, la pampa argentina, la selva o la sabana africana o el sertâo brasileño, pueden servir de ejemplos de sistemas coherentes y dinámicamente estables aunque relacionados con un entorno muy vasto y susceptible de desequilibrarse por acción del hombre.

5.5. CLIMATOLOGÍA Y METEOROLOGÍA

En climatología, el descubrimiento progresivo de grandes variaciones geológicas e históricas del clima del planeta es una insinuación de la posible existencia de un sistema integrado del clima.

La noción de sistema puede probablemente aplicarse también a climas zonales y a sus variaciones quizás cíclicas.

En meteorología, las microvariaciones diarias podrían llegar a interpretarse –en forma clara– sólo en el marco de condiciones sistémicas generales que justifiquen las interacciones observadas. Pero resta efectuar un trabajo considerable de registro y de coordinación de datos.

5.6. ECOLOGÍA

La ecología es una disciplina de elección para la definición de sistema. Es difícil concebir algún fenómeno ecológico que no se inscriba dentro del marco de un sistema integrado. Los grandes ciclos del agua, del oxígeno, del carbón, del azufre, del nitrógeno, del fósforo y de sus compuestos químicos en el planeta, constituyen –cada uno– un sistema integrado el cual, a su vez, es parte del ecosistema planetario (Odum, La noción es también de aplicación en el estudio de los biótopos locales de cualquier especie (comunidades vegetales, animales, suelos, lagos, etc.). En unión con la antropología cultural, el estudio de la influencia del entorno sobre el grupo humano y de éste sobre su entorno, difícilmente puede concebirse sin recurrir a la misma noción de sistema.

5.7 BIOLOGÍA

Desde los enunciados originales de L. von Bertalanffy hace 60 años, la Biología no cesó de tornarse cada vez más sistémica (o, en los términos de Bertalanffy, organísmica). El propio concepto de Sistema ha salido de las ciencias biológicas y es probablemente en éstas que ha conocido hasta ahora su desarrollo más conveniente. Todo ser viviente y también toda función orgánica puede estudiarse en términos de sistema. Esto se percibe con toda claridad en las obras de numerosos biólogos contemporáneos (Cannon, Woodger, Vendryes, Selye, Waddington, Rashevsky, De Duve, Pattee, etc.).

5.8. DEMOGRAFÍA

La demografía se encuentra desde algunos años en un proceso notable de profundización teórica. No se preocupa ya esencialmente de reunir datos estadísticos vitales y de ordenarlos simplemente en vista a producir extrapolaciones más o menos válidas.

Los demógrafos más agudos, advierten la necesidad de comprender las causas profundas de las evoluciones de las poblaciones a mediano y largo plazo, si quiere llegarse a previsiones más exactas y válidas. Varios de ellos se orientan actualmente hacia la genética de las poblaciones y descubren que cada población es un sistema complejo en evolución más o menos regulada dentro de su entorno.

5.9 ANTROPOLOGÍA CULTURAL

Tradicionalmente, la Antropología Cultural estudia "culturas", o sea grupos de hombres que presentan una cohesión manifiesta, tanto en el tiempo como en el espacio, y constituyen entidades fácilmente reconocibles entre otras entidades vecinas de su misma naturaleza. Esta definición del objeto de estudio de la Antropología Cultural parece ser un calco de la noción de sistemas.

Aquí también los primeros pasos han sido dados, por Malinowski (funcionalismo), por C.L. Levi-Strauss (estructuralismo), por Radcliffe Brown y otros. Es significativo además, que Margaret Mead (antropóloga cultural) fuera un puntal de la "Society for General Systems Research" de Estados Unidos, de la cual fue presidente.

5.10. LINGÜÍSTICA

El movimiento estructuralista nació principalmente a partir de la Lingüística tal como lo entendieron de Saussure, Troubetzkoi, Malmberg, Chomsky y otros. Parece además que cualquier idioma es una estructura no cerrada y en evolución. Si se agrega la dimensión temporal a la estructural, el terreno parece propicio también aquí para el uso de la noción de sistema.

5.11. HISTORIA

La Historia se preocupa de las transformaciones de los grupos humanos a través del tiempo. Si bien, durante muchos siglos esta disciplina se ha mantenido en lo superficial y anecdótico (salvo honrosas excepciones, como por ejemplo Thucidides en la antigüedad), los historiadores modernos se han encaminado hacia un concepto global de la historia, considerando a las poblaciones enteras y la totalidad de sus actividades como temas de estudio (Spengler, Rostovtzeff, Sorokin, Toynbee y ahora en Francia, Braudel, Le Roy Ladurie, Duby, y Chaunu). Por otra parte se va profundizando el estudio de los mecanismos históricos (Vendryes).

5.12. ECONOMÍA

La Economía en su totalidad podría definirse como la actividad metabólica material y energética de los grupos humanos en su correspondiente entorno. Además de los ciclos sistémicos de la ecología natural, han aparecido con el nombre de ciclos nuevos, que resultan de la interacción del hombre con el medio. Hasta ahora se les dirigió poca atención porque no parecían encerrar problema alguno. Sin embargo, la rarefacción incipiente y progresiva de algunas materias primas empieza a crear problemas de gastos de explotación y de transporte, y la producción masiva de descartes, engendra problemas de contaminación y de reciclaje. Todos estos problemas son típicamente sistémicos.

Asimismo, dentro del marco general de la Economía, son muchas las entidades reconocibles como sistemas: zonas económicas, empresas, monopolios privados o estatales, el estado nacional mismo en su carácter económico. Hasta ahora, pocos economistas piensan en términos sistémicos. Sin embargo, los indicios de una probable evolución en tal dirección son aparentes en la obra de Leontieff por ejemplo y en los estudios de N. Georgescu-Roegen, de M. Edel, E. Schumacher, R. Passet, E. Mishan, etc.

5.13. SOCIOLOGÍA

El aspecto caótico de las sociedades contemporáneas y la impotencia manifiesta de los sociólogos para proponer remedios eficientes a males mundiales como el sub-desarrollo, la violencia, la drogadicción, la alienación, el racismo, la burocratización, la quiebra de los valores, la crisis de las instituciones, etc., demuestran que el sociólogo está muy lejos del ingeniero, y aún del médico por ejemplo.

Al parecer, eso resulta del estado en gran parte empírico, estadístico e ideológico de la Sociología actual. Limitarse a buenas descripciones de sucesos, a la acumulación y clasificación de datos o a teorizar a partir de algún sistema de valores implícito o explícito (pero cuyo significado se prohíbe discutir) no puede llevar a explicación válida alguna y menos a descubrir acciones eficientes.

Sin embargo, hay indicios que permiten pensar que los grupos humanos podrían modelizarse en términos de Cibernética y de Sistémica ya que no son simples conglomerados no organizados y fugaces, de individuos. Muy poco se ha hecho hasta ahora y lo que se hizo no escapa a la crítica. Aparte de Sorokin, en cuya obra están latentes nociones de Cibernética y de Sistémica general, los esfuerzos más recientes se deben a Talcott Parsons, K. Deutsch, D. Easton y S.N. Eisenstadt. W. Buckley, en su libro "La Sociología y la teoría moderna de los Sistemas", da una buena idea de lo que se podría hacer.

5.14. PROSPECTIVA

Si se considera que la Prospectiva tiene por tema el estudio de los futuros posibles (futuribles) de los sistemas económicos y sociales, se entiende que, desde el vamos, padece de las insuficiencias de estas disciplinas.

Por otra parte, se ha desarrollado hasta ahora bajo la forma de una serie de técnicas no muy claramente vinculadas entre sí. Algunas son de carácter empírico, otras son aplicaciones de técnicas matemáticas a problemas de extrapolación o de proyección estadística. Todos estos métodos tienen su utilidad en casos definidos.

Sin embargo, no permiten –por lo general– el estudio de la evolución coherente de sistemas complejos, ni tampoco de las interacciones entre fenómenos en varios niveles de espacio y tiempo. Se advierte, entonces, que una metodología Sistémica y Cibernética podría ser de gran utilidad en Prospectiva.

5.15. OTRAS DISCIPLINAS

Varias otras disciplinas parecen poder beneficiarse de los conceptos metodológicos de la Cibernética y de la Sistémica. Para no alargar demasiado la lista, se enumeran simplemente algunas:

  • La Epistemología
  • El Derecho
  • La Planificación
  • El Urbanismo
  • La Psicología Social
  • La Psiquiatría

VI. LA VISIÓN SISTÉMICA APLICADA EN MUNDO REAL

La clave del pensamiento sistémico es la palanca: hallar el punto donde los actos y modificaciones en estructuras pueden conducir a mejoras significativas y duraderas. A menudo la palanca sigue el principio de la economía de medios, buscando el lugar donde los mejores resultados no provienen de esfuerzos en gran escala sino de actos pequeños y bien localizados.

El pensamiento sistémico resulta perjudicial porque nos induce a efectuar cambios de bajo apalancamiento: nos concentramos en los síntomas donde la tensión es mayor y reparamos o aliviamos los síntomas. Pero esos esfuerzos a lo sumo, mejoran la situación en el corto plazo, y la empeoran en el largo plazo.

Conviene conocer algo de la visión sistémica porque nos ayuda a entender por qué hemos organizado el mundo tal como lo conocemos, en fragmentos, buscando especialización. También nos ayuda a pensar en integralidades, en volver a unir las partes de los rompecabezas que hemos creado. Este nuevo paradigma tiene su propio campo de conocimientos y se nutre desde otras disciplinas: antropología, sociología, psicología, pedagogía, todas las cuales aportan a una visión más amplia.

También se habla a veces de "pensamiento sistémico" para hacer referencia al mismo tema. Es más preciso decir que el pensamiento sistémico es una parte de la visión sistémica, mucho más amplia en su alcance.

6.1. VISIÓN SISTÉMICA, UNA GUÍA PARA LA GESTIÓN DE LAS ORGANIZACIONES

Es importante la visión sistémica en la gestión de empresas y será el gran fundamento conceptual que citaremos en este camino necesariamente práctico. Por ejemplo la visión sistémica nos ayuda a entender que un cambio en un proceso afectará a toda la organización, que la actitud de los diseñadores es fundamental y que el ánimo y la cooperación de quienes operan el proceso es vital.

La visión sistémica nos ayuda a "ver" el todo, apreciar sus interacciones, la energía presente y descubrir sus características distintivas, aquellas que son propias del conjunto y que no existen en las partes. A la vez, ubica el sistema en su entorno, acepta la complejidad que nos excede, la irreversibilidad del tiempo, la autoorganización, la "inteligencia" de los sistemas y nuestra responsabilidad con el bien común.

La visión sistémica plantea un punto de vista optimista de la sociedad y de nuestro futuro. A pesar del flujo constante de información negativa que recibimos a diario y de reconocer que todavía existen personas oprimidas o en condiciones de extrema pobreza, este mundo es cada vez mejor, está más organizado y es… más humano, lo cual se aprecia en la mayor expectativa de vida, mejoras en el bienestar general y en que nos vemos más contentos… Observemos como está cambiando el criterio de los niños respecto a la naturaleza, orientándose cada vez más al cuidado del entorno. Además, estamos recuperando tal vez la principal característica humana: la colaboración, base de la visión sistémica.

La idea es apreciar el cambio desde el mecanicismo a la visión sistémica y los grandes beneficios que esto produce. Ahora podemos ver con un enfoque diferente la comunicación entre las personas, más variada e integral, aceptando la autonomía, la incertidumbre y la humanidad.

¿Quién inventó la visión sistémica? Ningún ser humano en particular. Existe y ha sido aplicada desde siempre. Está incorporada en nuestros genes y en la base misma de la materia. La visión sistémica se ha notado menos en los últimos milenios, en el mundo occidental, porque ha sido arrinconada por la dominación y la mecanización, sin embargo, hoy está aquí, con un impulso que está cambiando el mundo. Es que la libertad y la complejidad siempre se abren paso.

6.2. ALGUNOS PRECURSORES DE LA VISIÓN SISTÉMICA

El filósofo presocrático, afirmaba que no podemos bañarnos dos veces en el mismo río, interpretaba la realidad como un proceso de cambio continuo. Decía: "nada es, sólo el cambio es real y todo es un constante fluir". Hay un orden de sucesión que se fundamenta en los contrastes.

Lucrecio, filósofo romano, en el siglo primero a.c. afirmaba que nuestro universo debía ser joven y que estaba en permanente transformación. Llegaba a esa conclusión, tan avanzada para una época que veía un universo estático, porque apreciaba que todo cambiaba a su alrededor y que no era lo mismo que en generaciones anteriores.

Werner Heisenberg (1901-1976), es uno de los más destacados investigadores alemanes, obtuvo el Premio Nobel de Física en 1932. Fue uno de los fundadores de la teoría cuántica y dio luces acerca del comportamiento ondulatorio de las partículas. Es principalmente conocido por su Principio de indeterminación, o incertidumbre, el cual establece la imposibilidad de conocer al mismo tiempo la posición o cantidad de movimiento de una partícula.

De aquí derivan grandes aportes a la nueva ciencia: el rol del observador y su influencia en lo observado, el comportamiento caótico de la materia, la aleatoriedad en las direcciones de las partículas y la unión indisoluble entre elementos aparentemente dispersos, entre otras contribuciones (1).

Ludwig Von Bertalanffy, biólogo, sostenía a mediados del siglo XX que los sistemas se convertirían en el eje del quehacer científico. Pensaba que con los sistemas podrían darse respuestas más efectivas a los problemas naturales: biológicos, sociales y de conducta individual. Creía que serían la alternativa al ordenado mundo determinista, reduccionista y mecanicista que la ciencia generalmente aceptaba hasta entonces… el tiempo le está dando la razón.

Ilya Prigogine (1917-2002) físico y químico belga de origen ruso, es autor de la Teoría de la complejidad creciente, propuso la Teoría del caos en los años 60. Recibió el Premio Nobel en 1977 por sus estudios acerca de las Estructuras disipativas, una forma avanzada de autoorganización donde el sistema se regenera constantemente a través de "fuerzas" o procesos internos que primero lo llevan hacia el desorden —destruyendo la estructura actual, lo que podría llamarse un fenómeno entrópico— y luego le ayudan a formar una nueva estructura, más compleja que la anterior y que está mejor adaptada a las nuevas condiciones ambientales. Ilya Prigogine explica (1996, p.79): "queremos destacar la superioridad de los sistemas autoorganizados con respecto a la tecnología humana habitual, que evita cuidadosamente la complejidad y administra de manera centralizada la mayor parte de los procesos técnicos".

En el terreno de la organización, hay destacados autores realizando aportes sistémicos: Peter Drucker, Russell Ackoff, Humberto Maturana, Hubert Reeves, Tom Peters, Peter Senge, Richard Schonberger, Carl Rogers, Henry Mintzberg y Edward De Bono, sólo por nombrar algunos. La mayoría de ellos están referenciados dentro del texto y en la bibliografía. Por ejemplo, Peter Senge propone cinco disciplinas para el aprendizaje de la organización: dominio personal (autocontrol), modelos mentales (paradigmas), construcción de una visión compartida, aprendizaje en equipo y pensamiento sistémico, donde asigna un rol importante al concepto de "palanca", en el sentido de encontrar el punto justo donde las acciones de transformación tengan un impacto mayor y duradero.

(1) El principio de incertidumbre también puede ser aplicado a la gestión de procesos: es, aceptar la realidad de una complejidad que nos excede, que no existen las certezas. Los procesos se alteran por el sólo hecho de observarlos. Y sucede a veces que de alguna forma funcionan mejor gracias al hecho que se acerca un analista a observarlos… Si algo resultó una vez, se cae en la "trampa de la inteligencia", esto es, la aplicación reiterativa de un patrón único, que fue bueno en su tiempo y lugar. Tenemos la responsabilidad de hacer nuestro mejor esfuerzo y al mismo tiempo aceptar con humildad que el resultado es incierto y no depende de nosotros, porque es cuestión de probabilidades y porque también depende de las decisiones de otros.

VII. CONCLUSIONES

El pensamiento complejo es una necesidad en un mundo complejo, pero solamente es posible para aquellas personas que hayan desarrollado suficientemente un pensamiento analítico, es una superación de éste. En cambio la visión sistémica nos ayuda a entender que un cambio en un proceso afectará a toda la organización por lo tanto El mundo real es una complejidad organizada que demanda una visión sistémica.

Si constatamos que el enfoque sistemático basado en la transmisión no consigue el primer paso en un elevado porcentaje de alumnos, nos queda que el pensamiento complejo sólo puede ser un referente utópico al que deberían encaminarse nuestras acciones.

Por lo tanto, y desde nuestra perspectiva, las personas deberían ser instruidas en formas de pensamiento analítico en una primera fase, para poder dar el paso posterior hacia el pensamiento complejo. Estudiar la teoría de sistemas y el uso de modelos en el primer tema del curso, como si se tratara de un contenido más, o sea desde una perspectiva sistemática.

BIBLIOGRAFÍA

RICARDO RODRÍGUEZ, U. (1994) La sistemática, los sistemas blandos y los sistemas de información (Universidad del pacifico – Perú). 1994

BERTALANFFY, L. (1956). Teoría General de los Sistemas. (Fondo de Cultura Económica: México). 1976.

POZO, J.I., SCHEUER, N., PÉREZ, M y MATEOS, M. (1999). "El cambio de las concepciones de los profesores sobre el aprendizaje" en Educación Científica. Universidad de Alcalá

PRIGOGINE I. Y STENGERS I. (1979). La Nueva Alianza. Alianza: Madrid.

VARIOS (1991). Proyecto Curricular "Investigación y Renovación Escolar" (IRES). Tomo IV. Grupo Investigación en la Escuela. Sevilla.

WAGENSBERG, J., 1985. Ideas sobre la Complejidad del Mundo. Tusquets: Barcelona.

 

Por

Paul Guido

Partes: 1, 2
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