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Nacionalismo musical en Venezuela (página 2)

Enviado por Amaranta Dutti


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Completamente diferente de su homónimo dominicano, esta forma musical tuvo su mayor auge entre 1920 y 1940. Al principio, esta música fue relacionada a los mabiles, lugares estrictamente destinados a la bebida y el baile. También fue por muchos años la música con la que se celebraban los carnavales en Caracas. Después de los años 1940, este estilo musical cayó en desuso. No obstante, gracias a la contribución de compositores y músicos de la talla de Luís Laguna, Pablo Camacaro, Cruz Felipe Iriarte, Cristóbal Soto, Adelys Freites, Cecilia Todd, Lilia Vera, Simón Díaz, Ensamble Gurrufío, El Cuarteto, Gualberto Ibarreto, Los Cañoneros y Los Antaños del Stadium, el merengue venezolano ha recobrado su merecido espacio en la escena musical venezolana durante los últimos treinta años. Es importante mencionar que aunque el merengue venezolano ha sido históricamente relacionado a la ciudad capital, Caracas, la región oriental y centro-occidental también tienen al merengue entre uno de sus géneros de música tradicional folklórica. Su instrumentación puede consistir en cuatro, rallo, maracas, mandolina, guitarra, clarinete, flauta, trombón, trompeta, saxofón y batería. Aun cuando ha existido una histórica controversia acerca de cuál es la verdadera medida rítmica del merengue venezolano, se puede concluir que existen tres tipos de medidas asignadas para tal fin: Una forma binaria en 2/4, otra en 6/8 y una última en 5/8, siendo ésta la favorita de los músicos y compositores de las últimas décadas.

Bambuco andino

Siendo típicamente andino (Estados Tachira, Merida y Trujillo), este género musical se localiza también en los estados Zulia, Lara y Distrito Capital, encontrándose en éstos últimos bajo formas de melodías románticas.

La sonoridad de la palabra "bambuco" evoca en la mente del oyente cierta cercanía con las melodías africanas. Sin embargo, la realidad es otra: El Bambuco es un ritmo acompasado y cadencioso que tiene su origen en España y América, específicamente en Colombia. Su profunda raigambre en el territorio neogranadino hace que el Bambuco trascienda las fronteras y se arraigue en el occidente venezolano, específicamente en los Andes y Zulia, donde sufre algunas modificaciones en los compases y estructura. Cabe destacar que en cada región adquiere un acento propio de la geografía y las tradiciones.

A decir de algunos musicólogos, el Bambuco presenta ciertas analogías con las llamadas "habaneras", especialmente en los lánguidos matices del fraseo de sus versos. Sin embargo, mientras la versión cubana tiene un compás 3/4, el ritmo venezolano es 6/8 (semicorchea-corchea-semicorchea). Los especialistas recuerdan que las introducciones e interludios del Bambuco emulaban instrumentalmente los tríos de boleros que colmaron la escena en el siglo XX. Su estructura musical rompe con todos los cánones, al no estar limitada a cuatro tonos cíclicos.

En cuanto al acompañamiento, en el Bambuco venezolano están presentes el piano, el bajo y la guitarra, teniendo una característica especial en la región andina donde se incorporan la mandolina, el violín, el tiple, el cuatro y la flauta. Los temas de inspiración son idílicos, nostálgicos y evocadores, con ciertos matices señoriales y hasta sublimes.

Música campesina

La música campesina (también llamada "merengue campesino") es una expresión cultural de los andes venezolanos (Estados Mérida, Táchira, Trujillo y parte de Barinas). Este género se diferencia de la música llanera en que el güiro sustituye a las maracas y la guitarra remplaza al arpa. Tanto el cuatro como el bajo son utilizados en ambas manifestaciones. Alrededor de la década de 1970, el género se fue formando con las primeras agrupaciones y fue a través de las disqueras Divensa en Mérida, Potosí y Tamarindo que fue evolucionando y se fue dando a conocer. Hoy existe una cantidad interesante de agrupaciones representativas del género en su mayoría en el estado Mérida, la zona del Mocotíes y los pueblos del sur. Su instrumentación consiste tradicionalmente en requinto, guitarra, violín, cuatro venezolano y güiro.

Aguinaldos

Es un género musical típico de la navidad en Venezuela. Según su tema pueden dividirse en aguinaldos de parranda y religiosos.

Explica el maestro Ramón y Rivera, que este género es ante todo cantado. Sin embargo acepta el uso de numerosos instrumentos como acompañantes, entre ellos destacan la charrasca, el chineco, el triángulo, un rústico sonajero llamado pandereta, tambores de uno y dos parches, panderos pequeños, furruco, cuatro, cinco y, en ocasiones, guitarra.

Villancicos

La palabra villancico proviene del término villano, que quiere decir aldeano o pueblerino. En Venezuela y España se conoce con este nombre a un género musical asociado a la celebración de la Navidad.

En nuestro país estos cantos se caracterizan por la forma en que el último verso de una estrofa es unido al primero de la siguiente copla.

Los villancicos se encuentran, fundamentalmente, en los estados andinos y en las poblaciones barinesas cercanas a la montaña.

Estos cantos son composiciones polifónicas para dos o más voces, que pueden o no contar con acompañamiento instrumental.

El Vals

El vals venezolano, que en nuestro país se conoce popularmente como valse, tiene su origen en el género europeo homónimo.

En Venezuela el vals adquirió características propias de su música folklórica incorporando instrumentos y elementos rítmicos en los años posteriores a la gesta emancipadora.

Este género es característico de la región de Los Andes y de la zona Centro Occidental del país, sin embargo se puede encontrar en otras partes de la geografía venezolana con sus particulares diferencias.

El valse es interpretado con los siguientes instrumentos: guitarra, tiple, arpa, cuatro, piano y el clarinete, este último incorporado posteriormente.

En la región Andina el violín y la mandolina son los instrumentos solistas, acompañados de guitara, tiple y cuatro.

El Polo

Esta especie lírica, de giros muy melódicos y carácter melancólico, no tiene relación alguna con su homónimo español.

En Venezuela se cultiva en Falcón, donde se conoce como polo coriano, y en la región oriental (Anzoátegui, Sucre, Nueva Esparta), donde se llama: polo margariteño.

El maestro Ramón y Rivera explica que "el polo se canta generalmente como canto alterno entre dos hombres, pero también muchas veces como expresión de la antigua costumbre de improvisar en controversia sobre un tema determinado."

El polo se ejecuta con cuatro, bandola, maracas y guitarra y en sus letras los cantores cuentan las costumbres de sus pueblos, historias de amores y hechos históricos.

El polo margariteño se diferencia del coriano en que el primero se canta con cuartetas de versos que riman los versos pares (ABCB), mientras que el segundo se canta en redondilla de pié cruzado octosílaba (ABBA y ABAB).

Tonos de velorio

Los tonos de velorio son los cantos característicos de la celebración de los Velorios de Cruz durante la festividad de la Cruz de Mayo en los estados Guárico, Apure, Portuguesa, Cojedes, Lara, Yaracuy, Carabobo y parte de Aragua.

Esta fiesta se lleva a cabo el 5 de mayo de cada año, como muestra de devoción a la cruz. Durante este festejo las cruces son adornadas con flores y papeles de colores.

El velorio se comienza desde tempranas de la noche cantando los tonos y rezando el rosario hasta el amanecer.

Los tonos de Velorio son cantos polifónicos, interpretados por tres voces masculinas llamadas adelante, contralto y tenor. Se ejecutan a capella o con acompañamiento de cuatro.

Las voces participantes entran así: Primero la voz llamada adelante, y luego se unen la más aguda (contralto) y la más grave (tenor). Juntos cantan las cadencias que se prolongan con largos ayes.

Durante la celebración se cantas distintos tipos de tonos según los temas de sus letras o versos. Así desde tempranas horas de la noche hasta las doce se cantan tonos de pasión, de ese momento hasta las tres de la mañana se interpretan tonos de María, desde entonces hasta las cinco "tonos de juguete" y de allí hasta el amanecer "tonos de amores".

La Fulía Central

Es el género musical característico de la celebración de los velorios de cruz en el Estado Miranda y en la costa del estado Vargas.

En esta zona del país, los celebrantes del velorio se colocan frente a la Cruz para decir oraciones y rezar o cantar el rosario. Posteriormente se recitan décimas, alternándose con cantos de fulía de contenido religioso o profano.

Las fulías son interpretadas frente al altar de la cruz por solistas que se suceden y reciben respuesta del coro de asistentes. En algunos lugares de la costa central, se acostumbra utilizar una flor o palma como testigo para indicar a los presentes quien es el solista que cantará al finalizar el coro.

Según Luis Felipe Ramón y Rivera, la alternancia de fulías y décimas procede de la siguiente manera, luego de cantar dos o tres coplas uno de los asistentes grita ¡Hasta ahí! Se detiene la música dos o tres personas recitan una décima cada uno sobre temas distintos, alternándose hasta completar "los cuatro pies de décima". Al concluir lo decimistas alguien grita: ¡Dale al cuatro! o ¡Dijo bien!, como señal para continuar con el canto de fulías

El maestro Ramón y Rivera explica que la fulía mirandina, diferente a la oriental, se caracteriza por ser una melodía irregular en la que un solista interpreta un tema de 8 a 10 compases, al que responde un coro con frases de 5, 6 ó 7 compases.

Los instrumentos acompañantes varían según la zona, los más usuales son: el cuatro; el plato de peltre, tambores de fulía y las palmadas de los asistentes.

La Fulía Oriental

Es el género musical característico de la celebración de los velorios de cruz en los Estados Anzoátegui, Sucre y Monagas, donde se alterna con el canto de galerones.

Según Ramón y Rivera, esta especie musical proviene de Europa y en Venezuela mantuvo, además del nombre, elementos melódicos de los cantos y bailes de origen portugués y canario que llegaron a América durante la colonización.

El maestro Ramón y Rivera explica que la fulía oriental "discurre libremente en la voz del que canta, sobre un acompañamiento de guitarra, cuatro y bandolín. Este instrumento inicia el preludio y va realizando un contrapunto con la voz, no ex profeso, sino como resultado de la superposición del canto sobre los temas que ejecuta el bandolín".

El Galerón

Es el canto típico de la celebración de los velorios de cruz en la región oriental, donde se alterna con las fulías características de esta zona, distintas a las del centro del país.

De claro origen hispano, el galerón forma parte de un antiguo cancionero que se difundió por toda el área del Caribe. En Cuba, el punto guajiro, en México la bamba, en Colombia el torbellino, en Panamá la mejorana, son otras especies musicales pertenecientes al mismo cancionero. Sólo varían sus ritmos o compases, pues hasta las estrofas que acompañan la melodía son las mismas: las décimas.

El canto de galerón se inicia después de un preludio que ejecutan lo instrumentos acompañantes, el bandolín, el cuatro, y la guitarra. Aquí, los mismo que en Barlovento, cada cantor va cantando con sus décimas un tema diferente que puede ser de historia, mitología, amores y, desde luego, un tema "a lo divino" que es lo más apropiado.

Cada galerón dura largo tiempo, entre uno y otro, los cantores descansan, beben y conversan con el resto de los presentes.

El galerón se encuentra igualmente en otros lugares del país como Mérida, Táchira y Cojedes. En los Andes es acompañado con un baile de parejas, el llano también se baila y ha tomado algunos aspectos melódicos del joropo.

El Punto

Es un género musical característico del Oriente del país, donde se cantaba antiguamente junto con el galerón y la fulía en la celebración de velorios de cruz.

En Venezuela, al igual que en otras partes del Caribe, el punto ha recibido diversas denominaciones según el modo de cantarlo. En el país se le ha conocido con los nombres de: punto, punto y llanto, punto cruzado, punto fuerte y punto mampó. Los dos últimos, según reporta el maestro Ramón y Rivera, están prácticamente olvidados, mientras que el punto cruzado y el punto y llanto son más fáciles de encontrar.

Para su interpretación se utiliza el bandolín, acompañado de cuatro y guitarra.

La Malagueña Este género musical se utiliza para acompañar los velorios de cruz en los estados orientales de Anzoátegui y Monagas, mientras que en Nueva Esparta sirven de diversión en las Pascuas.

A pesar que se le den distintos usos en las islas neoespartanas y en tierra firme, sus características musicales son idénticas.

La Jota

Al igual que la malagueña, se utilizó para el acompañamiento de los velorios de cruz en Anzoátegui y Monagas, mientras que en Nueva Esparta cumplió funciones de divertimento.

La jota es originaria de España, trasplantada a nuestro país como muchas otras tradiciones ibéricas traídas por los colonizadores. Algunos especialistas creen que la jota que se conserva en varios países de Latinoamérica mantiene elementos originarios que perdió en su tierra natal.

Romances, salves y pasacalles

Se interpretan en velorios de santos, rituales similares a los velorios de cruz en los que se reza y canta a un santo determinado.

Los romances son característicos de la región de occidente y de los andes, mientras que las salves se cantan en la zona centro-occidental. Ambos cantos se acompañan con instrumentos de cuerdas como el cinco, el seis y el cuatro.

El pasacalle es un género musical que se asemeja en sus características al romance, a la cual sustituye cuando el santo es sacado en procesión.

Estos tres géneros también suelen ser utilizados en rituales y procesiones navideñas.

Géneros musicales afrovenezolanos

Golpes de tambor en honor a San Juan

El día de San Juan Bautista es el 24 de junio, y en Venezuela se festeja en las localidades donde la influencia de la cultura africana, como por ejemplo en las localidades mirandinas de Barlovento, Caucagua, Cúpira y Río Chico, así como en los estados Vargas, Aragua, Carabobo y Yaracuy.

Las características de la fiesta varían de una comunidad a otra, pero en términos generales la celebración se inicia la noche anterior con golpes de tambor grande (mina y curbata) en la plaza. Luego los tocadores de tambor redondo se acercan a la casa donde está la imagen del santo adornada, dando inicio al velorio. Al ritmo de los tambores los solistas cantan alternados con el coro, acompañados del sonido de guaruras y maracas.

El día de San Juan se celebra la misa en su honor y al concluir se retoma la celebración con golpes de tambor que acompañan al santo en procesión por el pueblo rumbo a la casa donde reposará durante la realización de un segundo velorio. El día 25, se descansa hasta la tarde, cuando se despide al santo, llevándolo por el pueblo hasta la iglesia, donde la imagen baila junto a los portadores. Después de un tiempo el santo es ingresado a la Iglesia y se cierran las puertas. La fiesta continúa hasta el amanecer del día siguiente.

En algunas poblaciones del estado Miranda (Santa teresa y Santa Lucia y en los pueblos del litoral) se usan golpes de tambor Redondo o Culo e puya, una batería constituida por tres tambores: el pujao (sonido grave), el prima (agudo) y el cruzao (medio). En Higuerote, Curiepe y Rio Chico, el toque de estos tambores se alterna con el conjunto llamado tambor grande conformado por el mina y la curbata. En los estados Vargas, Aragua, Carabobo y Yaracuy el culo e puya y el grande son sustituidos por un tambor de parche clavado llamado cumaco.

Existen varias modalidades de golpes o toques de tambor según la zona y la etapa de la celebración. Estas son:

Golpes de tambor: estos cantos son de tipo responsorial, con el acompañamiento de los tambores un solista canta seguido del coro.

Sangueo: es un canto lento y ceremonial, que se utiliza para la procesión del santo a través del pueblo. Es característico de los estados Aragua, Carabobo y Yaracuy.

Malembe: es la variante procesional que se utiliza en el estado Miranda, es lento con acompañamiento de la batería de tambores culo e puya. Se interpreta durante el encierro (regreso del santo a la iglesia).

Cantos de sirena: son interpretados a capela como preludio a la celebración sanjuanera en el estado Yaracuy.

Golpiao: le sigue al sangueo en los festejos de San Juan, es de ritmo más acelerado.

Corrio: es el golpe de tambor de mayor rapidez e intensidad sonora, se interpreta después del golpiao

Parranda de San Pedro

Se celebra en las poblaciones mirandinas de Guarenas y Guatire cada el 29 de junio. El festejo consiste en una representación dramática protagonizada por los siguientes personajes: el Abanderado, San Pedro, el Cargador, María Ignacia, los Tucusitos, los Sampedreños Danzantes, La Diabla, el Sampedreñito y los Músicos-Cantores.

Se dice que esta fiesta se originó en el siglo XIX, cuando la esclava María Ignacia salió cantando y bailando por el pueblo con su niña en los brazos agradeciéndole a San Pedro la curación de su pequeña hija. Cuentan que año tras año María Ignacia repitió el ritual de gracias al Santo y que después de muerta su esposo siguió manteniendo viva la tradición, razón por la cual este personaje es interpretado por un hombre.

La celebración de la parranda se inicia el día anterior con cantos y bailes hasta la medianoche. Al día siguiente se realiza una misa en honor a San Pedro. De allí la imagen sale en procesión por el pueblo.Durante la procesión los Sampedreños cantan coplas, a las que responde el coro. A estos cantos acompañan el cuatro, maraca y el conjunto de tambor redondo. Algunos personajes de la parranda se hacen sonar también sus cotizas (zapatillas) contra el piso.

En la población de Guatire se produce el encuentro de los santos: San Pedro y San Juan, que bailan frente a frente llevados por los promeseros.

Cantos en honor a San Benito

Es una celebración característica de la región occidental, especialmente en la costa este y sur del Lago de Maracaibo, y en los estados Mérida y Táchira, entre el 25 de diciembre y el primero de enero.

El maestro Ramón y Rivera explica que a este festejo acompañan dos tipos de cantos, uno llamado la Novena, que se entona antes de iniciarse el toque de tambores, y otro que se interpreta durante la procesión con el acompañamiento de distintos golpes de una batería de tambores conocidos como Chimbangueles.

Durante la procesión del santo suenan distintos tipos de goles, estos son: Agé, Chocho, Chimbanglero, misericordia y Sangorongó.

Los golpes de tambor Chimbanguele, se destacan por su polirítmia, característica que se hace presente debido a que en cada uno de los tambores que compone la batería, es ejecutado un patrón rítmico fijo pero distinto.

La Gaita Perijanera

para celebrar las fiestas de San Benito. Este género está compuesto por una suit de cuatro especies musicales: Gaita, Sambe, Guacharaca y Chimbanguele. Esta gaita es acompañada por cuatro, maraca, charrasca, tambora y furruco.

El Tamunangue

Se conoce con este nombre al baile que se realiza en la fiesta de San Antonio de Padua en el estado Lara cada 13 de junio.

A esta manifestación folklórica también se le conoce como baile o son de negros. Explica el maestro Ramón y Rivera que la palabra tamunangue deriva del nombre que se le da al tambor que se utiliza en la interpretación de los cantos característicos de este baile, el tamunango.

Esta expresión popular consta de ocho danzas o sones conocidos con los nombres de: la batalla, la bella, la juruminga, el yeyevamos o chichivamos, el poco a poco, la perrendenga, el galerón y el seis por ocho o seis figuriao.

Cada uno de estos cantos y bailes son precedidos por la Salve y La Batalla, la cual se ejecuta durante la procesión.

Un artículo sobre el tamunangue publicado en la página oficial de FUNDEF, explica que los cantos típicos de esta expresión reúnen "elementos de poesía castiza con coplas de contenido venezolano, cortadas por estribillos largos o cortos donde, en ocasiones, figuran expresiones tales como gritos o formas en registro de falsete, las cuales se presume podrían ser de procedencia africana."

Los instrumentos que participan en la interpretación de la música del tamunangue son: cuatro, cinco, tiple, tambor y maracas.

Sus Variantes son: La Batalla, La Bella, El Chichivamos o Yiyivamos, La Juruminga, El Poco a Poco, La Perrendenga, El Galerón y El Seis Figuriao

Diablos Danzantes de Corpus Christi

La fiesta del Corpus Christi, se celebra en Venezuela de manera muy similar que en Europa. Explica el maestro Ramón y Rivera que aquí, como en España, "un grupo de hombres disfrazados de diablos abren la procesión, durante la cual bailan al son de un único tambor.

La música que acompaña a la procesión es la resultante de la percusión de un tambor llamado caja o redoblante. El sonido de este membranófono es acompañado por el sonar de maracas que portan los diablos, que también mueven unas sonajas que cuelgan de sus disfraces. Además, es costumbre que suenen las campanas de la iglesia.

Un elemento diferenciador de esta celebración en nuestro país es la realización de rituales previos al día del inicio de Corpus Christi.

En Venezuela esta fiesta se celebra en las localidades de San Francisco de Yare (Estado Miranda), Naiquatá (Estado Vargas) y Chuao (Estado Aragua).

En términos generales las diferencias son pocas en cada uno de estos sitios. En todos lados se realiza una procesión del santísimo sacramento con el baile de los diablos al son de la caja, se visita la casa de otros diablos y se inicia a los nuevos. Pero a pesar de las semejanzas, existen ciertas variantes.

Estas son: Diablos Danzantes de Chuao, Diablos Danzantes de Naiguatá, Diablos Danzantes de Yare.

Compositores venezolanos. (Biografías)

Presbítero Pedro Palacios y Sojo (1739-1799).

Sacerdote y músico venezolano nacido en Guatire el 17 de enero de 1739 y muerto en Caracas en 1799.El padre Sojo, como era conocido, nació en una familia con buena posición social y económica, inclinada al arte y la música. En 1762 fue ordenado sacerdote. Se desconoce si entonces ejecutaba algún instrumento. En 1764 fue fundador de la Congregación de San Felipe Neri; cinco años después viajó a Roma y consiguió por una bula papal la aprobación para instalar un oratorio en Caracas, el cual fue inaugurado en Caracas por el Obispo Mariano Martí en 1771. Dos años después inició, junto a Juan Manuel Olivares, la organización formal de la educación musical en Venezuela. El proyecto culminó con la fundación de una Academia de Música en la hacienda cafetalera que poseía el padre en Chacao. Con el paso del tiempo formaron más de 30 compositores y 150 ejecutantes. En 1798 Palacios y Sojo fue elegido Prepósito de la Congregación de Caracas, cargo que desempeñó hasta su muerte.

Juan Manuel Olivares

Ejecutante, compositor y profesor de música del período colonial. Fueron sus padres el maestro Juan Félix Olivares y su esposa Paula Isabel Farfán, «mulatos libres». Su hermano mayor Juan Bautista Olivares también fue músico. El 11 de mayo de 1789 Juan Manuel Olivares casó en la iglesia de San Pablo con Sebastiana Velásquez, hija del difunto esclavo José Antonio Velásquez, padre del músico José Francisco Velásquez. Juan Manuel Olivares tocaba varios instrumentos (violín, clave y órgano) y durante algún tiempo ejerció funciones de organista del oratorio de los neristas.

Olivares se destacó como compositor. Entre las obras suyas que han llegado hasta nosotros, figuran un Stabat Máter a 4 voces, una Lamentación primera del Viernes Santo para solo de tenor y se supone suya una Salve Regina a 3 voces, todas esas piezas con acompañamientos de orquesta; se le atribuyen además, un Magnificat con fuga final (que ha sido atribuido también a José Ángel Lamas), y un Salmo primero para las Vísperas de Nuestra Señora de la Merced, así como varios motetes a dúo para las monjas concepciones y un dúo para violines, primer precedente de música de cámara. Motivado por el padre Sojo, se dedicó a la enseñanza musical, formando a numerosos discípulos entre los cuales figuró José Ángel Lamas y, tal vez las lecciones se daban, según la tradición, en la hacienda que en Chacao poseía el padre Sojo, por lo cual se ha hablado de la Escuela de Música de Chacao. En tiempos del obispo Mariano Martí, en las décadas de 1770 y 1780, este prelado escribía que los neristas y otras personas se reunían en sus posesiones de Chacao para tocar música y distraerse. Juan Manuel Olivares era también fabricante de instrumentos musicales, pues entre los bienes que dejó al morir figuraba un piano sin concluir. Con su trabajo logró adquirir casa propia en el barrio de San Pablo, y el padre Sojo le proporcionó una posesión cerca del río Guaire. En otra ocasión recibió del mismo sacerdote, a cuenta de su trabajo como músico, una esclava negra de nación (es decir, nativa de África) avaluada en 200 pesos. Habiendo enfermado, Juan Manuel se retiró a El Valle, poblado de las cercanías de Caracas (actualmente ya incluido en el casco urbano) donde falleció.

Juan José Landaeta

Nació el 10 de marzo de 1780 en Caracas, Venezuela según el historiador José Domingo Díaz, Landaeta murió en Caracas a raíz del terremoto del 26 de marzo de 1812; pero otras fuentes afirman que fue fusilado por José Tomás Boves el 10 de diciembre de 1814 en Cumaná, cuando acompañaba a El Libertador en la Emigración a Oriente, fue un famoso compositor venezolano. Se le atribuye formalmente autoría de la música del Himno Nacional de Venezuela, el Gloria al Bravo Pueblo (1810), que el presidente Antonio Guzmán Blanco decretara en 1881 Himno Nacional.

Sus padres, Juan José Landaeta y María Candelaria Arévalo eran pardos libres. Estudió música con Juan Manuel Olivares en la escuela del Padre Sojo componiendo varias canciones patrióticas además de obras religiosas. Proyectó la creación de una escuela de primeras letras para la enseñanza de pardos que obtuvo el apoyo del Ayuntamiento pero no se cree que llegara a realizarse.

Tuvo desde el comienzo de la revolución simpatías por la causa independentista. Así, se le vio entre los conspiradores del 19 de abril de 1810. Esta misma pasión revolucionaria lo llevó a componer varias canciones patrióticas, entre ellas una con motivo de la instalación del primer congreso de Venezuela en 1811. La letra comenzaba con la frase "Gloria, americanos".

Apenas cayó la primera República fue perseguido y hecho preso por los realistas logrando salir en 1813 con la llegada de Bolívar a Caracas teniendo que salir con la emigración a Oriente en 1814 pero fue apresado por Boves ese mismo año en Cumaná y fusilado. Cabe advertir que aquello de que Landaeta fue fusilado con la partitura del Himno Nacional pegada a la frente no pasa de ser una leyenda.

Se conocen de él las siguientes obras:

  • Benedictus a duo, 1799.

  • Salve a cuatro voces, 1780.

  • Pésame a la virgen.

  • Ave Maris Stella.

  • Canción patriótica "Gloria al Bravo Pueblo" Himno Nacional de Venezuela.

Hoy en día uno de los sitios para la formación de músicos en Venezuela lleva su nombre el Conservatorio Nacional de Música Juan José Landaeta.

Pedro Elías Gutiérrez Hart

(La Guaira, 14 de marzo de 1870 — Macuto, 31 de mayo de 1954) fue un compositor y músico venezolano, creador de la música de la zarzuela Alma Llanera, cuyo tema musical homónimo es considerado como el segundo himno nacional de Venezuela.

Fue hijo del militar, legislador y político General Jacinto Gutiérrez y de Sofía Ana Hart. Realizó sus primeros estudios en el Colegio "Santa María de Caracas". El director por entonces de esa institución era el sabio venezolano Agustín Aveledo, quien contaría varios años después, siendo Gutiérrez un compositor y músico reconocido, que frecuentemente hallaba al futuro músico y compositor, abstraído, creando sus primeras melodías. Al cumplir los 15 años, pese a la oposición de sus padres, Gutiérrez comenzó a estudiar música bajo la dirección del maestro Trino Gil y más tarde en la Academia de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes de Caracas, hoy conocida como "Escuela de Música José Ángel Lamas". A los 16 años de edad escribió su "Marcha triunfal a María" que desde entonces se interpretó en los templos venezolanos. Después de la muerte de sus padres se afianzó en sus estudios musicales, llegando a dominar el contrabajo y prácticamente todos los instrumentos de cuerda.

A los 19 años estrenó su primera obra musical, titulada "Sinfonía", en el "Teatro Municipal de Caracas" por lo que El Presidente de la República, de ese tiempo, Juan Pablo Rojas Paúl, asistente al concierto le hace ganador de una beca para cursar estudios en el continente europeo.1 Sin embargo, Gutiérrez declinó el ofrecimiento de dicha beca para no dejar sola a su madre, que había enviudado. Esta conducta con su progenitora le hizo merecedor por parte del gobierno venezolano de dos premios: el "Busto del Libertador" y la "Medalla de Instrucción Pública" siendo una de las personas más jóvenes a la que se hayan otorgado dichos honores.

Como compositor cultivó el género de la zarzuela y el vals; sin embargo su ámbito musical es amplio, es conocido históricamente como un gran director de banda y un virtuoso del contrabajo. Comenzó sus estudios musicales a la edad de 15 años en la Academia de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Inicia su actividad profesional como músico, en la Banda Marcial del Distrito Federal, hoy conocida como "Banda Marcial Caracas", como contrabajista en 1901 donde llega a ser director por el período comprendido entre los años 1909 y 1946. Para dicha banda realizó innumerables transcripciones y adaptaciones.2 Una zarzuela de las muchas que compuso, le dio fama mundial a través de una de sus piezas: el joropo Alma Llanera de la zarzuela homónima en un acto y tres cuadros, estrenada en Caracas el 10 de septiembre de 1914 escrita por Rafael Bolívar Coronado.3 Este joropo se convirtió en un auténtico símbolo de venezolanidad, un segundo himno nacional. Entre sus creaciones destacan también Geraneo, su gran vals compuesto en 1903 y "Misa Panamericana" estrenada en la Catedral de San Patricio, en Nueva York. Algunas de sus otras piezas musicales más famosas son: Sínfonía, primera obra que estrena en el Teatro Municipal de Caracas; El Alma llanera; Percance en Macuto, zarzuela; Un gallero como pocos, zarzuela; Laura, vals; Celajes o Geraneo, vals compuesto en honor a Eloy Alfaro, Presidente de Ecuador.4

Pedro Elías Gutiérrez murió en Macuto, el 31 de mayo de 1954, más su Alma Llanera permanece como una de las más importantes producciones de la cultura venezolana.

Vicente Emilio Sojo

(Guatire, 8 de diciembre de 1887 – Caracas, 11 de agosto de 1974) fue un musicólogo, educador y compositor venezolano. nació en una familia relacionada con la música, dado que sus dos abuelos eran Maestro de capilla. En 1896 inició sus estudios de música bajo la tutela del profesor Régulo Rico. En 1906 se muda a Caracas, e ingresa en 1910 a la Escuela de música y declamación, a la vez que continúa su autoaprendizaje de Humanidades. En estos años se inicia en la composición. En 1921 es nombrado profesor de música de la Escuela, a la vez que continúa su labor de composición de obras de diverso estilo para diferentes arreglos instrumentales y vocales. En 1928, en ocasión de la fundación del Orfeón Lamas, escribe su primera obra Polifonía.

En 1930 ya es director del Orfeón Lamas. En ese mismo año funda la Orquesta Sinfónica de Venezuela, de la que no es sólo director musical y fundador, sino además su principal impulsor. En 1940 junto a otros compositores, prepara su primer libro con obras para niños venezolanos. En 1944 se gradúa la primera promoción de compositores que han estudiado bajo la tutela de Sojo en la escuela de música José Ángel Lamas.

Sojo también participó en política, siendo miembro fundador del partido Acción Democrática. En 1958 fue elegido senador por el Estado Miranda, y reelegido en 1963 y 1968.

A Vicente Emilio Sojo se le atribuye la creación de la escuela moderna de música en Venezuela. Para el Orfeón Lamas, compiló y armonizó más de 200 canciones populares y del folclore, logrando un rescate significativo de las tradiciones musicales del país. Entre sus obras más importantes podemos mencionar: Misa cromática (1922-1933) y Hodie super nos fulgebit lux (1935). En 1951 recibió el Premio Nacional de Música de Venezuela en reconocimiento a toda su obra.

Sus restos reposan en una cripta debajo del Templo Parroquial de la ciudad de Guatire. En su honor se creó la "Fundación Vicente Emilio Sojo", instituto de investigación y difusión de la música venezolana y latinoamericana.

Juan Bautista Plaza Alfonzo

(Caracas, 19 de julio de 1898 – Caracas, 1 de enero de 1965) fue un compositor venezolano.

Importante musicólogo y compositor de mediados del siglo XX venezolano. Realizó una destacada labor en favor del rescate de la música colonial venezolana. Fueron sus padres Juan Bautista Plaza Larrazábal quien tocaba varios instrumentos y era pariente tanto de Ramón de la Plaza como de Felipe Larrazábal, por su parte, Teresa Alfonso Rivas, tocaba el piano. Dada la influencia musical que recibió en su hogar, apenas concluyó el bachillerato en 1916, comenzó a estudiar teoría, solfeo y piano con Jesús María Suárez. Ingresa en la Universidad Central de Venezuela donde cursa las carreras de derecho y medicina pero con el tiempo las abandona para dedicarse a la música.

En 1920, por sugerencia de monseñor Ricardo Bartoloni quien había apreciado su talento como músico, el arzobispo y el Cabildo Eclesiástico le otorgaron una beca para estudiar música sagrada en el Instituto Superior de Música Sagrada de Roma (actualmente, Pontificio Instituto de Musica Sacra), donde obtuvo el diploma de profesor en composición sagrada, el 15 de julio de 1923. De regreso a Caracas, fue nombrado maestro de capilla y organista de la catedral, puestos que ejerció por espacio de 25 años hasta que renunció en 1948.

Entre los años que van de 1924 a 1928, se desempeñó como profesor de armonía y composición en la Escuela Nacional de Música de Caracas. Asimismo, debido a una iniciativa suya, desde 1931 el Ministerio de Educación creó la cátedra de Historia y Estética de la Música, en la misma escuela, puesto que él mismo ejerció hasta el año de 1962, cuando se jubiló. En 1930 contrajo nupcias con Natalia Pietersz Rincón quien fue su colaboradora en diversas empresas culturales. De 1936 a 1944, tuvo la importante misión de rescatar del olvido toda la música colonial que se encontraba en uno de los sótanos de la propia Escuela Nacional de Música. El resultado de la labor de Juan Bautista Plaza, tuvo excelentes frutos, ya que logró que el Ministerio de Educación en colaboración con el Instituto Interamericano de Musicología con sede en Montevideo (Uruguay), publicara en 1943, 12 cuadernos del Archivo de música colonial venezolana. En el lapso comprendido entre 1936 y 1944, fue director de Cultura del Ministerio de Educación. En 1945 creó la Escuela Preparatoria de Música, hoy escuela Juan Manuel Olivares, institución en la que fue director desde 1948 hasta 1962. Por este tiempo, fue comisionado oficialmente para establecer el compositor y la versión definitiva del Himno Nacional de Venezuela.

Tuvo tres hijos: Gonzalo Plaza Pietersz, Susana Plaza Pietersz de Gutiérrez y Beatriz Plaza Pietersz de Tugues. Entre sus nietos se cuenta a la reconocida actriz Alicia Plaza, al escritor Arturo Gutierrez Plaza y a la escultora Eleonora Tugues Plaza.

Obras

Sus obras superan las trescientas, entre las más importantes destacan:

El picacho abrupto, poema sinfónico

Cantata de Navidad

Las campanas de Pascua

Las horas

La fuente abandonada, soprano y orquesta

Poema lírico "Vigilia"

Fuga criolla y Fuga romántica para orquesta de arcos

Elegía para orquesta y timbal

Elegía para corno inglés y cuarteto de arcos

Misa en fa

Misa de la esperanza

Requiem a la memoria de su madre

Sonatina venezolana

Cuatro ritmos de danza

José Antonio Calcaño

Nace en Caracas el 23.3.1900, Muere en Caracas el 11.9.1978. Compositor musical, miembro fundador de la Orquesta Sinfónica Venezuela. Su labor musical la compartió con sus funciones como diplomático. Fueron sus padres Emilio Calcaño Sanabria y Josefina Calcaño Sánchez. Desde muy temprana se inició en el mundo de la música al recibir clases de piano y solfeo (1904-1905). En 1906 continua los estudios musicales en el colegio alemán Froebel de Caracas y en posteriormente en 1912 recibe clases de violenchelo de la profesora mexicana Mercedes Rivas, discípula del maestro Pablo Casals. Junto a Vicente Emilio Sojo y a su primo Miguel Ángel Calcaño, forma parte del movimiento artístico Renovación. Aunque se inscribió en la facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, al poco tiempo abandonó los estudios para dedicarse a tiempo completo a su pasión: la música. Durante este tiempo inicia una columna de crítica y apreciación musical en los diarios El Sol y El Heraldo, la cual escribía con el seudónimo de «Juan Sebastián». En 1928, figura entre los miembros fundadores del orfeón Lamas, y funda la Orquesta Sinfónica donde toca como violonchelista. Entre 1929 y 1930, estrena sus primeras composiciones para coro mixto, Madrigal campestre (1929) y Canción pagana (1930), al tiempo que mantiene su actividad de crítico musical en los diarios El Universal y El Nuevo Diario, siempre con el mismo seudónimo.

Paralelamente a su carrera musical ingresa al servicio diplomático como oficial de la Dirección de Gabinete del Ministerio de Relaciones Exteriores (1929-1932). Como agregado civil de la Legación de Venezuela en Berna, tuvo la oportunidad de asistir a los cursos del Conservatorio de Música de dicha ciudad. En noviembre de 1936 fue nombrado cónsul de Venezuela en Dublín y en 1937 de Saint Louis (Estados Unidos). En noviembre del mismo año 37 fue nombrado jefe de servicio de la Dirección de Gabinete del Ministerio de Relaciones Exteriores y al año siguiente jefe de la Sección de Economía de la Dirección de Economía en la Dirección de Política Económica de ese ministerio. En 1939 fue Consejero de la Legación de Venezuela en Londres y en 1940, jefe de la Oficina de Comercio Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores. También en 1940, funda la Coral Polifónica de la cual es director hasta 1953. En 1945 como Jefe de Gabinete del canciller Esteban Gil Borges, forma parte de la delegación venezolana que asiste a la Conferencia fundadora de la Organización de las

Naciones Unidas (ONU) en San Francisco. En 1946, ya retirado del servicio diplomático, se residencia en Estados Unidos donde permanece hasta 1950. A su regreso a Venezuela, funda y dirige el conservatorio «Teresa Carreño» (1951-1959), la coral Cróele (1952) y el conjunto orfeónico Los Madrigalistas (1953). Entre 1954 y 1964 se desempeñó como profesor de Apreciación Musical en la Universidad Central de Venezuela, y como crítico musical del diario El Nacional. Por este tiempo, inició un programa de conciertos por Radio Caracas Televisión, así como un programa de charlas divulgativas que tenían el nombre de «Por el mundo de la cultura» (Radio Caracas Televisión, 1957-1958; Venezolana de Televisión, canal 8, 1973-1976; Televisora Nacional, canal 5, 1976-1978 y Radio Caracas Radio, 1975-1978) que alcanza una amplia sintonía. Como compositor produjo obras para coro, de un ballet en 5 cuadros Miranda en Rusia (1945) y de una Primera sinfonía, inconclusa (1946). En 1958, recibió el Premio Municipal de Literatura por su libro La ciudad y su música.

Antonio Estévez

(Calabozo, 1 de enero de 1916 – Caracas, 26 de noviembre de 1988) fue un compositor y director de orquesta venezolano.

Inició sus estudios musicales en Caracas en 1923, pero los continúa en su ciudad natal en 1925. En 1930 regresa a Caracas, donde prosiguió con sus estudios musicales generales y clarinete en la ""Escuela de Música y Declamación de Caracas"", también llamada ""Escuela de Santa Capilla"" o ""Escuela José Ángel Lamas"". Ingresó a la Banda Marcial de Caracas en 1932 y a la Orquesta Sinfónica Venezuela en 1934, tocando como segundo oboe. Trabajó y estudió bajo la tutela de Pedro Elías Gutiérrez y Vicente Emilio Sojo, su maestro de composición. Se gradúa como intérprete de oboe en 1942 y como compositor en 1944. En 1945 obtiene una beca para continuar sus estudios en Estados Unidos y Europa.

Regresa a Caracas en 1948, donde desarrolla un estilo de música nacionalista junto a otros compositores como Ángel Sauce, Evencio Castellanos, Inocente Carreño, y Gonzalo Castellanos Yumar.

Viaja a Londres en 1961 y luego a París en 1963, donde frecuenta a Jesús Soto. Cambia su estilo y experimenta con la música electrónica. Regresa a Venezuela en 1971.

Fundó el Orfeón Universitario de la Universidad Central de Venezuela en 1943 obteniendo el Premio Nacional de Música en los años 1949 y 1987 y Premio Anual Sinfónica en 1954. Con el apoyo del Centro Simón Bolívar, funda y dirige hasta 1979 el Instituto de Fonología Musical.

[editar]Composiciones

Su obra más conocida es la Cantata Criolla, estrenada el 25 de julio de 1954, ganando el Premio Nacional de Música y es quizás la obra nacionalista venezolana más importante del siglo XX. Otras obras conocidas son Mediodía en el Llano, Cromovibrafonía y Cromovibrafonía múltiple que compuso para la exposición de obras de Soto en Montreal y el Museo de Arte Moderno de Ciudad Bolívar.1

Mediodía en el Llano nace en el año 1942 cuando, siendo aún alumno del sexto año de composición, Vicente Emilio Sojo le encarga al curso una suite orquestal. Estévez responde al encargo con su Suite Llanera. Es precisamente con ésta composición, que en el mismo año Estévez se estrena como director de orquesta. Originalmente tenía tres partes: Amanecer, Mediodía y Atardecer, ya que pretendía aprovechar la ocasión para tratar de describir de manera impresionista esos tres acontecimientos llaneros.

Es también ésta, una de las pocas veces que se interpreta completa la Suite Llanera, con excepción de una transmisión radial en Estados Unidos. Estévez eliminará los movimientos extremos, dejando sólo la parte central, lo que hoy es el poema sinfónico Mediodía en el Llano.

En los Estados Unidos

Cuando llega Estévez a los Estados Unidos, a mediados de 1945, el músico tuvo una gran decepción ya que Stravinsky no estaría dictando cursos en la Universidad de Columbia, y las posibilidades de estudios particulares eran impensables tanto por el factor económico como por el hecho de que Stravinsky vivía en Los Ángeles. De cualquier forma, Estévez se inscribió en la Universidad de Columbia, en la ciudad de Nueva York, y con el claro propósito de actualizarse en todo lo que a información musical contemporánea se refiere, realizó cursos de orquestación, arreglos, composición, piano y dirección orquestal entre otros. Visitó museos y teatros con frecuencia permitiendo breves descansos entre las largas sesiones de estudio musical y ensayo de su instrumento, el oboe.

Luego de Columbia, la meta se convierte momentáneamente en Tanglewood, Massachusetts, famoso por sus festivales internacionales de música y por los cursos de dirección que grandes artistas de la batuta impartieron allí. Le siguía obsesionando el sonido de Stravinsky, quien seguía siendo para Estévez una referencia fonográfica de Caracas.

María Teresa Gertrudis de Jesús Carreño García

(Caracas, 22 de diciembre de 1853 – Nueva York, EE.UU., 12 de junio de 1917), fue una pianista, cantante y compositora venezolana. Ha sido denominada por muchos expertos como la pianista más prolífica de América Latina durante los siglos XIX y XX, y una de las pianistas y compositoras más importantes del mundo, considerando lo inusual de que una mujer de su época se dedicara a esa profesión. Primeros años de vida.

Fue bautizada como María Teresa Gertrudis de Jesús por sus padres, el General Manuel Antonio Carreño, sobrino de Simón Rodríguez, y Clorinda García de Sena y Rodríguez del Toro, sobrina de la esposa del Libertador Simón Bolívar, en cuyo honor recibió su nombre. Teresa Carreño comenzó sus estudios musicales desde muy temprana edad al lado de su padre. De hecho, a los cinco años practicaba usando más de 500 ejercicios compuestos por su padre y que se paseaban por las dificultades rítmicas y técnicas más importantes. Estos estudios los continuó con el pianista Julio Hohené y más tarde, con el estadounidense Louis Moreau Gottschalk. A los seis publicó su primera obra dedicada a su Maestro Gottschalk (Gottschalk Waltz), agotada en tres ediciones sucesivas en un sólo año.

El año 1862 la familia Carreño García debe abandonar Venezuela por la difícil situación política y económica que atravesaba el país. El 1 de agosto de 1862, la familia parte a Nueva York dejando a la hija mayor Emilia Carreño Sena, por entonces de 15 años de edad, quien se queda para contraer nupcias. Llegan a la ciudad estadounidense el 23 de agosto, e inmediatamente Teresa comenzó a dar pequeños conciertos privados a amigos de la familia, dando a conocer sus progresos con el piano y acrecentando su fama.Inicios musicales

Teresa Carreño realizó su primer concierto en público el 25 de noviembre de 1862 en la sala Irving Hall, de Nueva York. La crítica fue muy favorable a la artista, hasta el punto tal que, después de este concierto y hasta fin de año, tuvo cinco presentaciones más, en especial su actuación exitosa en la Academia de Música de Brooklyn.

En el otoño de 1863, ofreció un concierto privado en la Casa Blanca invitada por el entonces presidente estadounidense Abraham Lincoln.2 Como Carreño sabía que al Presidente Lincoln le gustaba la música compuesta por su maestro Gottschalk, tocó varias de las piezas de este compositor. Como anécdota refiere el escritor Kenneth Bernard, citando palabras escritas varios años después por la pianista, que la niña se dio cuenta de que el piano del recinto presidencial estaba desafinado y declaró que no tocaría más. Como respuesta, Lincoln le dio unas palmadas en el hombro y le pidió que tocara, una de sus canciones favoritas: "The Mocking Bird" (El ruiseñor). Carreño la interpretó con algunas variaciones, respecto del tema original3

Teresa Carreño a los 8 años

A los 9 años debuta como solista con la Orquesta Filarmónica de Boston y con la Sinfónica de Londres. A los 13 años, se encuentra con su familia en París, donde conoce a celebridades como los compositores Rossini, Gounod, Maurice Ravel, Claude Debussy y Vivier. En el salón de Madame Erard tiene la oportunidad de tocar con Franz Liszt, quien queda asombrado con las facultades interpretativas de la niña. Desde esa corta edad realizó giras en Cuba presentándose en La Habana, Matanzas y Cárdenas. También se presentó en Estados Unidos en las ciudades de Filadelfia, Miami y Baltimore, entre otras. Con el mismo éxito, debutó en París el 3 de mayo de 1866, y a esta actividad le siguieron varias presentaciones que le permitieron introducirse en el medio musical de la capital francesa. En uno de estos conciertos, conoció al al destacado pianista Hugh Laurié, al compositor italiano Gioacchino Rossini y a la cantante operática Adelina Patti. Estos dos últimos la motivan para que curse estudios de canto, debutando posteriormente como mezzosoprano en la ópera Los hugonotes de Giacomo Meyerbeer.

En 1866 muere su madre en una epidemia de cólera; sin embargo, esto no la detuvo y viajó a España donde ofreció conciertos en diversas ciudades, y posteriormente vuelve a Estados Unidos para continuar su gira de conciertos.

En 1862, a los 19 años, contrae matrimonio con Emile Sauret, violinista hábil pero una persona irresponsable y débil de carácter. El 23 de marzo del año siguiente nace Emilia Sauret Carreño, producto de ese matrimonio. Teresa se ve obligada a dejar a su hija al cuidado de la señora Bichoff, una amiga alemana, lo que le permite iniciar su gira con su esposo. Dicha gira resultó un fracaso, y eso, aunado a la pérdida del segundo hijo de Teresa, lleva a la disolución del matrimonio. Por esos días también falleció su padre Manuel Antonio Carreño, lo que sumió a Teresa en una fuerte crisis económica, que no le permitió cubrir los gastos que implicaba la crianza de su hija. Le explica esta situación a su "amiga" alemana Bichoff; y ésta le propone adoptar a la niña con la condición de que Teresa no la viese más; la pianista no tuvo otra opción que aceptar la propuesta.

Segundas nupcias

En 1876 Teresa viaja a Boston presentándose como cantante, y conoce al barítono italiano Giovanni Tagliapietra, integrante de la compañía con la que estaba de gira. Se casan el mismo año. De este matrimonio Teresa da a luz a 3 hijos: Lulú (1878), Teresita (1882) y Giovanni (1885) a quienes Teresa dedicó buena parte de su vida y cuya crianza alternó con sus giras y conciertos por los Estados Unidos y Canadá.

Su segunda visita a Venezuela se produce en febrero de 1887, atendiendo a requerimientos artísticos del presidente Guzmán Blanco, que por cierto no tuvieron los resultados esperados por el público caraqueño de la época. Este segundo viaje fue enturbiado por el rotundo fracaso de la compañía de ópera que trajo consigo y por el comportamiento un tanto licencioso de su esposo. Dicha compañía estaba compuesta por 49 músicos que viajaron con la artista para interpretar una ópera italiana financiada por el gobierno de Guzmán Blanco. La noche de la primera función, el director no se presentó y fue cuando Teresa, obligada por las circunstancias, debuta como directora para no suspender la función de la noche de estreno. Aun así, la mediocridad de la compañía y la poca popularidad del gobierno, produjeron el rechazo masivo de esta empresa. Teresa es obligada a mantenerse en Venezuela por una decisión del Tribunal de Comercio del Distrito Federal, consecuencia de una demanda de incumplimiento de pagos a uno de los miembros de la compañía. Finalmente, con ayuda del presidente Guzmán Blanco, Teresa parte a Nueva York el 23 de agosto de 1887.

En ambos viajes a Venezuela Teresa tuvo una permanencia de cerca de un año: de modo que en sus 64 años de agitada vida, solo 10 transcurrieron en su país natal. Sin embargo, conservó hasta el final de su vida su identidad venezolana. Venezolana fue en sus costumbres y gustos domésticos, en muchos rasgos de su temperamento y aún en ciertos toques de su inspiración como compositora, en los que se advierten claras reminiscencias del merengue característico de la patria.

En 1889 Teresa se separa de Giovanni Tagliapietra y viaja con sus hijos a Alemania, donde realizó diferentes conciertos y logró ganar la aprobación de tan difícil escenario, lugar donde se consagra como concertista de fama internacional.

Fin de su vida

Placa conmemorativa a Teresa Carreño en el lugar de su muerte.

En 1917, poco antes de su muerte, prepara una gira por Sudamérica y antes de iniciar el recorrido sale para Cuba, donde, luego de un exitoso concierto con la Filarmónica de La Habana,sufre serios quebrantos de salud por lo que el médico le aconseja que cancele su compromiso artístico y retorne a Nueva York. Allí le diagnostican parálisis parcial del nervio óptico que amenaza con extenderse al cerebro. Le prescriben un reposo absoluto y una dieta. Pero a pesar de haber tomado las precauciones pertinentes, falleció el 12 de junio de 1917.

Durante el funeral, celebrado dos días después, Louis Kaufman Anspacher, por entonces decano de la Universidad de Columbia, pronunció un discurso en honor a la artista. Durante el sepelio fueron interpretadas obras de Fanny Mendelssohn tales como Mi Dios, acércate a él, Dios secará las lágrimas de mis ojos y ¡Oh!, descansa en Dios.

El ataúd fue llevado en andas por sus colegas Ignacy Jan Paderewski, Mischa Elman, Albert Spalding, Charles Steinway, Ernest Hutcheson, Walter Damrosch, Walter Rothwell, Josef Stránský y Franz Kneisel.4 Más tarde, sus restos fueron incinerados, de acuerdo a su última voluntad. Sus cenizas fueron traídas a Venezuela en 1938 y desde el 9 de diciembre de 1977 reposan en el Panteón Nacional. En su honor, el principal complejo cultural de Caracas, inaugurado en 1983, lleva su nombre.

Legado

A lo largo de su más de medio siglo de vida artística se presentó en los mejores teatros de ciudades como Nueva York, París, Berlín y Milán, además de muchas otras ciudades de Europa, América, África y Australia, realizando interpretaciones destacadas de obras de Ludwig van Beethoven, Liszt, Chopin, Schumann, Johannes Brahms, Edvard Grieg, Antón Rubinstein, Niccolò Paganini, Weber, Richard Strauss, Piotr Ilich Chaikovski, Serguéi Prokófiev, Igor Stravinsky y Serguéi Rajmáninov, entre otros.

Se puede afirmar que Teresa Carreño desempeñó una importante labor como pianista, cantante de ópera, empresaria artística y consejera y maestra de generaciones de artistas de su tiempo. Teresa Carreño señalaba que la cultura general de un artista era indispensable para la proyección específica de su arte particular. Por ello se complacía en señalar en sus clases la importancia de la simple observación de la naturaleza, del estudio de los seres humanos como hombres y como creadores, del conocimiento de la arquitectura, de la narrativa y de la poesía. En cuanto al piano en sí mismo, como instrumento físico de apoyo, conocía las cualidades técnicas y sensitivas del ejecutante.

Obra

Entre las piezas más conocidas compuestas por la pianista, se encuentran:

El vals de Teresita, dedicada a una de sus hijas

La cesta de flores, opus 9

Marcha fúnebre opus 11

La oración, opus 12, compuesta a causa de la muerte de su madre.

Himno a Bolívar

Saludo a Caracas

Himno al Ilustre Americano, dedicada al gobernante venezolano Antonio Guzmán Blanco, conocido por este apodo.

Mazurca de salón

Une revue à Prague

La nota falsa

Balada opus 15

Danza venezolana.

Cuarteto para cuerdas en Si bemol

"Nocturnos" (Varios)

Alfredo Rúgeles

Ampliamente conocido como compositor y director de orquesta, el Maestro venezolano Alfredo Rugeles nació en Washington D.C. cuando sus padres cumplían servicio diplomático. Realizó sus estudios musicales en la Escuela "Juan Manuel Olivares" de Caracas. En 1976 obtuvo diplomas en Canto y Dirección Coral de sus profesores Fedora Alemán y Alberto Grau, respectivamente. Estudió Composición con Yannis Ioannidis hasta 1976, año en que viaja a Alemania con una bolsa de trabajo del CONAC, para continuar estudios en el Instituto Robert Schumann de Düsseldorf, donde obtiene los diplomas de Composición y Dirección Orquestal -en 1979 y 1981- como alumno de Günther Becker y Wolfgang Trommer, respectivamente.

Asistió a los Cursos Latinoamericanos de Música Contemporánea como alumno y como docente. Fue Becario del Taller de Composición durante los Cursos de Nueva Música en Darmstadt. Participa en Cursos Internacionales de Dirección de Orquesta dictados por Sergiu Celibidache, Michel Tabachnik y Franco Ferrara. Ha sido invitado a participar en importantes eventos internacionales como compositor y director de orquesta.

En 1979 obtuvo el Premio Nacional de Composición por su obra "Somosnueve" y en 1985 el Premio Municipal de Música por su obra "Tanguitis". Actualmente tiene a su cargo una tutoría en Composición Contemporánea y una Cátedra de Técnicas de Dirección Orquestal en el Instituto Universitario de Estudios Musicales (IUDEM).

Como Director, Alfredo Rugeles ha actuado frente a la Orquesta del Instituto Robert Schumann de Düsseldorf, la Orquesta Siegerland de Hilchenbach, la Orquesta de Cámara Neerlandesa, grupos de Cámara de Música Contemporánea en Düsseldorf, Colonia y Darmstadt, la Sinfónica Nacional de México, la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Orquesta de Cámara Mayo de Argentina y la Orquesta Sinfónica de El Salvador.

Asimismo, es invitado permanente de las más prestigiosas orquestas del país y ha tenido el privilegio de acompañar a importantes solistas como Judith Jaimes, Maurice Hasson, Harriet Serr, Margot Parés-Reyna, Eva María Zuk, Julius Berger, Ruggiero Ricci, Montserrat Caballé, Alirio Díaz, Elizabeth Glass, Karoly Mocsari, Shlomo Mintz, Arnaldo Pizzolante, Vladimir Spivakov, Carlos Duarte, Mstislav Rostropovitch, Renata Scotto, Frans Helmerson, Karin Lechner, Sergio Tiempo, Anssi Karttunen, Jorge Luis Prats y Jane Eaglen, entre otros.

Su repertorio abarca tanto la música sinfónica universal como la ópera, habiendo dirigido numerosos estrenos de obras de autores venezolanos y primeras audiciones del repertorio contemporáneo internacional. En Abril de 1990 debutó en la Compañía Nacional de Opera del Teatro Bellas Artes de México con "Il Tabarro" de Puccini. En Junio de 1991 dirigió "Las Bodas de Fígaro" de Mozart dentro de la Temporada de Opera del Teatro Teresa Carreño. En Septiembre de 1991 es invitado a dirigir "Così fan Tutte" de Mozart, el primer montaje operístico de la Compañía Nacional de Opera "Alfredo Sadel".

Fue Director Asociado (1982-84) y Director Artístico (1984-87) de la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas y desde 1987 hasta 1990 Director Musical del Teatro Teresa Carreño. Desde 1989 es el Director Musical del Ensemble Nova Musica, especializado en difundir la música contemporánea.

En Diciembre de 1990 fue designado por el Consejo Interamericano de Música (CIDEM) de la Organización de Estados Americanos, Director del Circuito Sinfónico Latinoamericano "Simón Bolívar" y Director Artístico de los Festivales Latinoamericanos de Música de Caracas. Desde Enero de 1991 es el Director Musical Asociado de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, con quien realiza una importante y exitosa gira nacional en 1997.

A partir de 1992 es el Director Musical de la Fundación Pro Arte Musical. En Noviembre de 1993 fue elegido Miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Internacional de Música Contemporánea, ISCM. En Junio de 1995, durante la Asamblea General de dicha Sociedad realizada en Essen, Alemania fue reelecto en sus funciones y asiste a la Asambleas Generales y a los Festivales Días Mundiales de la Música de la ISCM realizados en Estocolmo, Suecia (1994), Essen, Alemania (1995), Copenhagen, Dinamarca (1996) y Seúl, Corea (1997).

En Junio y Julio de 1994 realiza un programa individual sobre "La Música Contemporánea Norteamericana" visitando Washington, D.C., Los Angeles, Boston, New York y Bloomington ( Indiana), auspiciado por el Servicio de Información y Cultural de los Estados Unidos de América (USIS).

Desde Noviembre de 1994 es Director de la Fundación Orquesta de Cámara de Venezuela y dirige su concierto inaugural en la ciudad de Valencia.

En Diciembre de 1994 fue seleccionado por la American Composers Orchestra de New York para participar en el Festival Sonidos de las Américas ndedicado a la música de Venezuela. Su obra, "Oración para clamar por los Oprimidos", fue interpretada en el Weill Recital Hall del Carnegie Hall por el Ensemble de Cámara de dicha orquesta bajo la dirección de Tania León. Igualmente, Rugeles tuvo la oportunidad de dictar Clases Magistrales en la Universidad de Yale y en la Juilliard School of Music.

En Marzo de 1996 es invitado por la Radio Alemana -Deutschlandfunk- de Colonia a dirigir un programa de música latinoamericana contemporánea con el Ensemble Die MusikFabrik de Nordrhein-Westfalen Düsseldorf.

En Agosto de 1996 es invitado por la "Associazione Concerti Città di Noto" de Italia, que preside el Maestro Corrado Galzio a dirigir un Concierto con la Orquesta Sinfónica del Estado-Kiev, Ucrania, dentro del marco del XXI Festival Internacional Notomúsica que se realiza todos los veranos en la Ciudad de Noto, Caotania.

En Mayo de 1997, es invitado por el Instituto de Nueva Música de la Escuela Estatal de Altos Estudios de Música de la ciudad de Freiburg, Alemania (Institut für Neue Musik der Staatlichen Hochschule für Musik Freiburg), para dirigir dos Conciertos de Música Contemporánea de Venezuela y Colombia con el Ensemble de Cámara del mencionado Instituto. Igualmente, dicta allí una conferencia sobre el tema "La relación entre la música venezolana contemporánea de concierto y la música popular y folklórica".

En Agosto de 1997 participa, junto al Cuarteto de Clarinetes de Caracas, en el 33º Festival Música Nova en las ciudades de São Paulo y Santos, Brasil. Dicta allí su conferencia sobre el tema "La relación entre la música venezolana contemporánea de concierto y la música popular y folklórica".

Aldemaro Romero

(Valencia, Venezuela, 12 de marzo de 1928 – Caracas, Venezuela, 15 de septiembre de 2007). Pianista, compositor, arreglista y director de orquesta venezolano.

Comenzó sus estudios musicales con su padre, Rafael Romero, quien era director de la Banda del Estado Yaracuy. A los 9 años, ya era experimentado cantante y el primer locutor de radio infantil en la emisora La Voz de Carabobo. Allí animaba un espacio llamado La Hora Infantil junto a su hermana Rosalía Romero, menor de edad igual que él. Además, en dicho espacio también vendía publicidad.

Saúl Vera y Aldemaro Romero (al piano).

En 1941 se trasladó a Caracas y trabajó inicialmente junto a músicos populares del género típico conocido como música cañonera. Paralelamente, toma clases de mecánica y de música con el compositor venezolano Moisés Moleiro. Su primer trabajo es como pianista en salones nocturnos y en orquestas de baile siendo la primera de ellas la orquesta Sonora Caracas. En 1944, firma un contrato con la emisora caraqueña Radio Libertador en la cual funge de pianista de planta. Allí conoce al director de orquesta popular Luis Alfonzo Larrain, con quien toma clases de música y de quien recibe fundamentos de disciplina, de los cuales hará uso más tarde cuando dirija sus propias agrupaciones. Larrain le asigna, gracias a su talento, el triple rol de subdirector, arreglista y pianista de su orquesta. Con esta agrupación inicia su carrera de compositor con el bolero "Me queda el consuelo". Se separa después de esa orquesta al unirse a la agrupación bailable de los cantantes populares Rafael "Rafa" Galindo y Víctor Pérez, continuando su rol de pianista. En 1948, se independiza creando su primera orquesta de baile llamada "Aldemaro Romero y su Orquesta" la cual dura hasta 1950, cuando tiene una actuación en la cinta venezolana "Tres meses de vida". Realiza actuaciones en radios caraqueñas y en 1952, llamado por su amigo, el tenor Alfredo Sadel, se marcha a Nueva York firmando contrato con la disquera transnacional RCA Victor para grabar con orquestas de estudio. En 1954, esta empresa inicia una serie exitosa de álbumes en formato LP denominada Dinner In…, ofreciendo música latina popular, en arreglos estilizados. El joven Aldemaro Romero así forma con parte de una lista de veteranos músicos tales como, el argentino Terig Tucci, el mexicano Pablo Ruiz, el brasileño Rafael "Fafa" Lemos y el cubano René Touzet la pléyade de artistas que dieron vida a esta serie discográfica.

El álbum grabado por Romero fue Dinner in Caracas, realizado con músicos estadounidenses y dos venezolanos, uno de ellos el propio Romero, y el contrabajista. Esta grabación fue realizada en formato monaural, en momentos en que la estereofonía y la grabación multipista aún no hacían su aparición formal. Con este álbum superó los registros de venta hasta entonces conocidos en el mercado discográfico de América del Sur y concluye esta serie en 1956, con Dinner In Colombia, grabado en los estudios de RCA Víctor Mexicana. Luego, grabó numerosos álbumes en diferentes países, entre ellos, Cuba. En este país, realiza la dirección y el arreglo para el tema "Alma Libre" grabado a dúo por Alfredo Sadel y Benny Moré.

En Estados Unidos, su capacidad como arreglista y director lo condujo a colaborar con orquestas y cantantes populares, como Dean Martin, Jerry Lee Lewis, Stan Kenton, Machito y Tito Puente, entre otros. También viajó extensivamente, desarrollando su arte en numerosos países: México, Puerto Rico, Colombia, Perú, Brasil, Argentina, España, Francia, Grecia, Suiza, Suecia, Italia, Rusia, Egipto y Japón. En 1957 creó en Estados Unidos una Gran Orquesta bajo el género del mambo y es contratado para los Carnavales de Caracas, ese año, acompañando al vocalista cubano Miguel de Gonzalo. La orquesta es considerada como una atracción extranjera por no ser venezolanos sus integrantes, exceptuando al propio Romero, pero esto no es obstáculo para que sus presentaciones sean exitosas. Paralelamente, firma contrato con la empresa venezolana Discos Cymbal para la realización de discos de música venezolana, en algunos casos bajo el mismo formato de la serie discográfica de RCA Víctor "Dinner in…" y en su mayoría, grabados en Estados Unidos.

En 1960 vuelve a Venezuela, para ser el productor y presentador del programa "El show de Aldemaro Romero" en el cual cumple otras funciones más, entre ellas la de escenógrafo. Allí acompaña o presenta a cantantes venezolanos y extranjeros de la época como el cuarteto Los Cuatro y Simón Díaz. Para septiembre de 1964 participa en una presentación donde ejecuta jazz demostrando su versatilidad musical. Hacia 1965, hace grabar al vocalista juvenil Cherry Navarro el pasodoble "Adiós, Madrid" en un atisbo de lo que sería posteriormente, el movimiento de la Onda Nueva. Hacia 1968 firma un nuevo contrato con RCA Víctor en Italia, para grabar en ese país la segunda parte de "Dinner In Caracas". Al terminar la década, el productor y locutor Renny Ottolina llama a Romero para componer los temas incidentales y principales de la escenificación para la televisión del cuento infantil "El angelito más pequeño". Destaca de todos estos temas, el Sueño de una niña grande, vocalizado en esa oportunidad por el ya desaparecido actor y cantante venezolano Germán Freites.

La Onda Nueva

Aldemaro Romero dirigiendo la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas en la celebración del 50 aniversario de Dinner in Caracas.

Durante una convalecencia, Aldemaro Romero, encuentra la inspiración para presentar en el año 1968 su creación de una nueva forma de interpretación de música venezolana, conocida como Onda Nueva, derivada del joropo e influenciada por el jazz y la bossanova brasileña. La idea también surge debido a que, hasta entonces, la música venezolana carecía de movimientos innovadores que la hicieran renovarse. Cuando Romero presentó esta idea a su amigo, el contrabajista de origen austríaco Jacques Braunstein, solicitándole su parecer, él respondió que aquello le parecía "una Onda Nueva", lo cual sirvió de identificación al movimiento musical desde ese momento hasta la actualidad. Sin embargo, existe otra versión según la cual el músico Frank Hernández (colaborador de Romero en los años de vigencia del movimiento) señaló que el surgimiento de la Onda Nueva se debió a un encargo realizado por una empresa publicitaria a Romero, que no gustó a esta empresa, aunque sí a los músicos participantes.2 Según esta otra versión, el resultado fue aplicado por Romero y Hernández a "diferentes tipos de música". Sin embargo Hernández reafirmó el mérito del músico Braunstein, por haber dado el nombre al movimiento musical.

Como consecuencia, de 1971 a 1973, para impulsar este movimiento Romero creó los Festivales de la Onda Nueva en los que se presentaron destacados músicos y solistas tales como Franck Pourcel, Paul Mauriat, Astor Piazzolla, Juan Gabriel, Armando Manzanero, Consuelo Velázquez, Augusto Alguero, Eliana Pitman, Trini Lopez, Helmuth Zacharias y Marco Antonio Muñíz, además de artistas venezolanos como Mirla Castellanos, Alfredo Sadel, Carlos Almenar Otero, Carlos Morean y Henry Stephen. Estos festivales significaron un gran esfuerzo económico (más de un millón de la moneda de ese momento) y organizativo para Aldemaro Romero. Desafortunadamente, estos festivales carecieron de proyección en el exterior, por lo que dejaron de existir, lo que no impidió que Romero siguiera difundiendo hasta donde alcanzaron sus esfuerzos, tanto en Venezuela como en el exterior los temas que había escrito varios años antes, adaptados a este movimiento musical.

También tuvo un papel importante en el campo de la música "culta". En 1979 fundó la Orquesta Filarmónica de Caracas, de la que fue su primer director y que desapareció años después, al negarle apoyo económico el gobierno del ex presidente venezolano Jaime Lusinchi hacia 1983 al suspenderle el subsidio anual que se le otorgaba, según palabras del mandatario "para evitar que Aldemaro se hiciera rico".

También dirigió la Orquesta Sinfónica de Londres, la Orquesta de Cámara Inglesa, la Orquesta Rumana de Radio y Televisión y la Real Orquesta Filarmónica.

1980s

En esta década, Aldemaro Romero incursiona en el negocio discográfico con su empresa Supra Vox en la que edita por vez primera álbumes con su propia voz, en géneros muy diferentes a los que había manejado previamente, más para complacer un antojo personal que por motivos comerciales. La disquera tuvo una vida efímera, pero a pesar de ello, Romero siguió haciendo programas de radio y televisión junto a su amigo, el humorista Manuel Graterol "Graterolacho" Santander y dedicándose a la actividad musical en diferentes facetas tales como hacer composiciones y proyectar vocalistas para difundir sus temas.

Fallecimiento

En los últimos años estaba semi-retirado, por lo que su actividad discográfica había cesado. Falleció al complicarse el estado de su salud, siendo diabético, con una oclusión intestinal en la mañana del 15 de septiembre de 2007.

Premios

En 1969 Aldemaro Romero recibió el Premio de la Paz de los intelectuales soviéticos, en el festival de cine de Moscú por la música de la película La Epopeya de Simón Bolivar. También obtuvo el primer premio como compositor y director en el Festival de las Palmas en Mallorca (España), el Festival Musical de los Juegos Olímpicos en Grecia, y en el Festival de la Canción Latina de México. Por su extenso trabajo, recibió numerosos reconocimientos en su país, siendo galardonado con las órdenes al mérito Andrés Bello, Diego de Losada, Francisco de Miranda y las órdenes del Mérito al Trabajo, todas en su primera clase, concedidas por el gobierno venezolano a los políticos, artistas y personas con logros excepcionales. En el año 2000 obtuvo el Premio Nacional de Música, y en 2006 los grados de Doctor honoris causa de la Universidad de Carabobo y Universidad Lisandro Alvarado de Barquisimeto.

Legado

El crítico musical Eleazar López-Contreras González (nieto del ex-presidente venezolano del mismo nombre) escribió lo siguiente acerca del legado de Aldemaro Romero:

Los vastos conocimientos de Aldemaro Romero estaban fundamentados en su enorme talento, que le permitieron conocer y absorber el hecho musical desde la perspectiva de ejecutante, arreglista y director. Como quien tiene talento lo tiene para todo tal como él solía decir, Aldemaro lo tuvo en muchos campos, lo cual le dio una increíble experiencia en múltiples áreas relacionadas con la música. Esta feliz combinación de talento, conocimientos y experiencia fue la que le dio lustre a su fructífera carrera, la cual comenzó al iniciarse como precoz guitarrista y locutor infantil en la radio de Valencia, donde nació en 1928, y culminó al ser reconocido mundialmente como respetado compositor de intrincadas y originales obras de carácter académico, de las cuales dejó más de ochenta muchas de ellas sin estrenar cuando falleció en 2007, a la edad de 79 años. De acompañar a Rafael Lanzetta como guitarrista, pasó a ser incipiente pianista…, todo ello (ocurrió) cuando la familia se mudó a Caracas en 1942. Entonces, se escapaba de su casa para tocar con (conjuntos) cañoneros, en emisoras de radio y en algunos bares con piano y cabarets, de donde su padre, el severo maestro Rafael Romero, quien ya le enseñaba algunos rudimentos de la música, iba a sacarlo por las orejas.

Muy pronto, el joven pianista pasó a tocar en el Hotel Majestic (alternando en otros dos lugares más, pues entonces hacía tandas en tres sitios). Tocar en esos locales significó conocer a importantes figuras (o a quienes lo serían, como fue el caso de Celia Cruz, que en 1944 se presentó en el Majestic como integrante de las bailarinas Las Mulatas de Fuego). Todo ello le ayudó a afinar su original estilo de pianista, pero también le permitió adquirir conocimientos que luego le ampliaron, desde el punto de vista téorico porque Aldemaro siempre fue un autodidacta, el pianista Moisés Moleiro y el maestro Rafael Minaya. Moleiro lo condujo por la vía de la pianística y de la música autóctona, mientras que Minaya le amplió su visión de la orquestación moderna y el jazz, a los cuales se sintió profundamente atraído Aldemaro, que admiraba la sonoridad de la orquesta de swing de este maestro dominicano-venezolano, la cual se nutría del repertorio y sonido de las big-bands norteamericanas. Como en esos tiempos la música en Venezuela era muy elemental, este hecho despertó en Aldemaro su afán innovador, el cual se inspiró inicialmente en lo bailable, en el grueso sonido de la orquesta neoyorquina de Machito y, en el plano del swing y el jazz, en las masivas sonoridades de Stan Kenton, a quien posteriormente le hiciera algunos arreglos, llevado de la mano de su amigo Chico O"Farrill. En su corto período de aprendizaje de lo popular, que abarca el comienzo de los años cuarenta, Aldemaro se convirtió en arreglista de la famosa orquesta de Luis Alfonzo Larrain, de quien recibió valiosos consejos profesionales y el ejemplo en el manejo de una orquesta, lo cual le hizo reconocer la importancia de la disciplina, la organización y la buena administración en agrupaciones de cualquier naturaleza. Ya de pantalones largos, mientras se desenvolvía como pianista y arreglista ocasional, a la vez que se asomaba a la composición (el bolero Me queda el consuelo lo escribió en 1945, a los diecisiete años), Aldemaro obtuvo sus primeras experiencias dentro de un cuerpo musical al ingresar como pianista en la Sonora Caracas y en Los Caciques y, luego, como pianista-director de la efímera orquesta Rafa-Víctor (en la cual tocaba el saxofón y clarinete Alirio Díaz).

Partes: 1, 2, 3
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