Con mi sudor y mis coplas
Solamente he de fijarme
Cuando vaya a dar mi voto,
Que el candidato no sea
Encubierto y rapaz lobo
Y al que ofenda en sus palabras
A mi Religión Católica,
Le pido a Dios que le ponga
Un avispero en la boca.
Vengo del campo cantando
Cantares y más cantares,
Pero nadie los comprende
Sino la Virgen del Carmen. (88)
¿Qué fue lo que pasó entre Magdaleno Rodríguez y el padre Maldonado en una procesión que se dio en semana santa en el pueblo de Carayaca en 1.937, tía Angelina?
Claro, sobrino. Ese caso fue muy sonado en el pueblo de Carayaca y lo recuerdo muy bien. Ya que para esa entonces, yo tenía 13 años de edad. La gente decía que Magdaleno Rodríguez en plena procesión en un viernes santo de la semana santa de 1.937, y sin mediar palabras algunas con el padre Maldonado, le asestó un duro golpe en la cara.
Procesión en Carayaca en 1.937
El golpe que le dio a tan modesto sacerdote hizo que este le maldijere de una forma fuerte y muy concisa diciéndole estas palabras: ¡Magdaleno, con la mano con que me has golpeado en la cara, no golpearas a nadie más; porque morirás envuelto en tu propia sangre!
Y eso sucedió tal cual como lo señaló el padre Maldonado; ya que Magdaleno un día de ese año salió a pescar en Puerto Carayaca con clorato y lanzando uno de esos petardos al agua le explotó encima y lo destrozó muriendo casi instantáneamente.
Ese fue el triste fin de Magdaleno Rodríguez, hijo del General Juan Rodríguez y padre del maestro Raúl Díaz quién es hijo de Emma Díaz y quien a su vez era hija del poeta Pio Rengifo con Eloísa Díaz, ambos eran naturales del pueblo de Nuestra Señora de La Candelaria de Tarmas.
Caramba tía Angelina, yo conozco sobre esa historia de Magdaleno Rodríguez otra que me contó el señor José Félix Tortoza Castillo en el pueblo de Tarmas en 1.980.
¿Quisiera usted saberla, tía Angelina?
¡Bueno, cuéntamela pues!
El señor José Félix Tortoza Castillo murió en Tarmas a la edad de 100 años y él era el último bisnieto del cacique Hilario de la Caridad Tortoza Rodríguez, y esto fue lo que él me narró sobre esos hechos que se dieron en una procesión de viernes santo en el pueblo de Carayaca en 1.937:
"El padre Maldonado iba con la procesión rezando sus plegarias y oraciones, y cuando iban por los lados de El Almendrón fue cuando se presentó el problema con Magdaleno Rodríguez".
"En aquellos tiempos las procesiones eran diferentes a como se hacen ahora, ya que las mujeres iban a un lado y los hombres por el otro lado, mejor dicho íbamos separados de las damas".
José Félix Tortoza Castillo (* Tarmas, 1.886 – + Tarmas, 1.986)
"En una de esas mamaderas de gallos, Magdaleno le echó una picada de ojo a una de las mujeres que iban en la procesión, con la mala suerte de que el padre Maldonado volteó en ese momento y creyó que Magdaleno le estaba picando los ojos; y como lo hizo varias veces, el padre Maldonado pensó de otra manera".
Ya que eso era muy mal visto en esos tiempos, ya que era como si el padre fuera marico. El padre Maldonado hizo una mala interpretación y de momento detuvo la procesión y le dijo a Magdaleno estas palabras:
"Magdaleno, te agradezco que no me estés picando el ojo, porque yo soy un hombre y te lo puedo demostrar una vez que termine la procesión. Aquí soy el sacerdote en este momento, pero al finalizar la procesión soy nuevamente un hombre, me quito la sotana y me doy unos golpes contigo para que respete a los hombres de verdad".
"Magdaleno no espero a que finalizara la procesión y con una gran rapidez le metió un tremendo golpe en la cara al padre Maldonado".
En ese momento el padre Maldonado se repuso del trancazo que le habían dado y fue cuando le lanzó esta maldición de Magdaleno Rodríguez: "… Magdaleno, con esa misma mano con que me has golpeado en este momento, no volverás a golpear a nadie. Morirás envuelto en tu propia sangre…".
"Lo demás fue conocido, Magdaleno se fue al puerto de Carayaca y allí en el mar trató de lanzar un petardo de dinamita al agua para pescar, con la mala suerte que le explotó encima y de esa forma fue como se hizo realidad la maldición del padre Maldonado".
¿Usted pudiera hablarnos algo sobre la familia de mi abuelo Francisco Sánchez Jiménez o Pancho "El Narizón", tía Angelina?
Sobre mi papá te puedo decir que siempre he creído que él nació en las islas Canarias y la edad que le han puesto no es la verdadera, ya que en la mayoría de los documentos refieren que él nació en 1.894.
Y resulta que él tenía 78 años de edad cuando falleció en Pariata el 10 de noviembre de 1.950. Ya era un hombre viejo y no tenía le edad de 56 años que le pusieron en la partida de defunción, como en la de su matrimonio con mi mamá en 1.927.
Mi tío Agustín Sánchez Jiménez se casó con mi tía política Juana Martínez de Sánchez y biológicamente no tuvieron hijo alguno. Sino que por adopción reconocieron al niño Jesús Sánchez Martínez.
Mi tía política Juana Martínez de Sánchez estuvo como testigo en el matrimonio de mis padres en Carayaca en 1.927. Mi tía Luisa Sánchez Jiménez de Moreno tuvo dos hijos quienes se llamaban Berta y Francisco Moreno Sánchez.
Mi prima hermana Berta Moreno Sánchez se vino a Maracay hace mucho años atrás y aquí estableció su familia; o sea que aquí aún hay familiares míos a quienes no conozco.
Mi tío Agustín Sánchez Jiménez y mi tía política Juana Martínez de Sánchez vivieron hacia arriba y por donde estaba la vía por la cual uno entraba hacia el actual cementerio del pueblo de Carayaca.
Los hijos de mi tío Juan Sánchez Jiménez y Rosa León fueron Carmen Rosa, Magín, Marcial, Juan José, Julián y Florentino Sánchez León. Ellos vivían por los lados de El Brillante, y por allí había una quebrada llamada Algarín, la cual dividía las fronteras que aún hay entre los cerros Guiri-guiri, Los Cachos y Jesús en Maiquetía.
Mi primo hermano Magín Sánchez León fue un comerciante por muchísimos años en el Mercado Municipal de Maiquetía, en donde tuvo un expendio de víveres y adonde mi madre María Catalina Aranguren Bravo de Sánchez solía ir de compras en los momentos en que semanalmente hacía el mercado para la casa.
Mi primo hermano Marcial L. Sánchez León nació en Maiquetía el 30 de junio de 1.913 y falleció el 1º de abril de 1.985. Y su hijo Dr. Marcial Sánchez nació el 1º de octubre de 1.942 y murió el 8 de julio del 2.007, habiendo sido un prominente profesional de la medicina en este litoral guaireño.
Ellos también estuvieron vinculados a la familia Monsanto en la Calle Real de Pariata y ambos están sepultados en el mismo panteón a la entrada del Cementerio Municipal de Maiquetía. La familia Monsanto era de origen judío sefardí y llegaron a Maiquetía proveniente de la isla de Curazao, estando vinculados a la familia Pardo.
Tía Angelina, yo creo que usted dice la verdad en relación a lo que manifiesta de la familia Monsanto, ya que el señor Don Armando Pardo Rivero aún vive en el pueblo de Nuestra Señora de La Candelaria de Tarmas, y es casi nonagenario.
Además, don Armando es miembro de la familia Pardo y a continuación le voy a relatar lo que tan distinguido ciudadano caraqueño refirió en mi trabajo histórico sobre la vida del "Esclarecido y Valiente Ciudadano, Generalísimo Ezequiel Zamora":
Don Armando Pardo Rivero
Don Armando Pardo Rivero en una ocasión en la Plaza Bolívar del pueblo de Tarmas en el año 2.005, nos dijo lo siguiente:
"Cuando vino el húngaro Pal Rostí a Venezuela, a realizar algunas investigaciones sobre plantas, anímales y hierbas en 1.854, tuvo la gentileza de conocer a mi antepasado y viejo bisabuelo Isák Braun".
"Su nombre ciertamente está castellanizado como Isaac, pero en lengua originaria de nuestros antepasados, en hebreo propiamente dicho, es YIZHAC, que significa: "La risa de Di_s, la risa de Abraham y Sara".
"Mi bisabuelo paterno Yizhac Pardo perteneció a la comunidad israelita portuguesa que había en la ciudad de Hamburgo en Alemania; hasta que un día decidió venirse a Venezuela acompañado de las familias Blohm y Wolmell quienes arribaron al puerto de La Guaira el 3 de diciembre de 1.841".
"Debido a que en ese lugar porteño, desde hacía algún tiempo atrás, se encontraba viviendo su hermano Michel Pardo".
"Mi bisabuelo Yizhac Pardo se casó con mi bisabuela María de Jesús Monsanto el 21 de julio de 1.846. Él creó la firma Pardo y compañía, el Banco de Venezuela, la red telegráfica y de teléfonos".
"Él fue un gran francmasón y además fue fundador de la Respetable Logia Simbólica "Esperanza" Nº 7 en Caracas, la misma en donde fuera iniciado masónicamente el General en Jefe Antonio Guzmán Blanco en el Rito Escocés, Antiguo y Aceptado (R:. E:. A:. y A:.).
"Mi antepasado Isaac José Pardo Monsanto en compañía de su Querido Hermano francmasón y eminente poeta guaireño don Baldomero Rivodó crearon el periódico "El Vigía" en 1.845".
El contenido de ese periódico se fundamentó en los movimientos marítimos y en las veladas literarias y masónicas en las cuales se movían sus dueños. Indicándonos esto, que la familia Pardo entre sus miembros tuvieron en aquellos días y aún en nuestro tiempo a destacadas mujeres y a eminentísimos hombres imbuidos en el mundo cultural, económico, político, militar y social de nuestra patria, Venezuela.
Los francmasones Isaac José Pardo Monsanto y Casiano Hernández fueron destacados miembros de la Respetable Logia "Esperanza" Nº 7 en Caracas, en donde crearon la Sociedad del Templo Masónico en 1.863. Entre las calles de Jesuitas a Maturín, antigua Teniente Arguinzones colocaron la primera piedra fundacional del Gran Templo Masónico en 1.864 y los discursos de orden fueron pronunciados por los masones antes mencionados. La gran pieza de oratoria en ese histórico momento la pronunció don Isaac José Pardo Monsanto.
El señor Armando Pardo Rivero, nos reveló estas palabras:
"Hay cosas que no podemos olvidar en el seno familiar; ya que el francmasón don Atanasio Bello Montero le dedicó a mi antepasado Isaac José Pardo Monsanto una obra musical denominada "Para dar la Luz", la cual constaba de una serie de tres pieza basada en temas de la ópera "Norma", escrita por el célebre compositor francmasón Vincenzo Bellini".
Para dar la Luz" databa del año masónico de 5.862 de la Verdadera Luz, correspondiente en el Calendario Gregoriano a 1.862 de la Era Vulgar". Isaac José Pardo Monsanto fue Venerable Maestro de la Respetable Logia Simbólica "Esperanza" Nº 7, en ese mismo año".
Isaac José Pardo Monsanto fue Soberano Gran Comendador de Grandes Inspectores Generales del Grado 33º del Rito Escocés, Antiguo y Aceptado para la República de Venezuela, entre los años 1.867 y 1.868. Más luego repitió en el cargo entre 1.871 y 1.873, pasando a ser Serenísimo Gran Maestro del Gran Oriente Nacional, entre los años 1.877 y 1881.
El señor Adolfo Monsanto era primo hermano de ellos y se desempeñó por muchos años como gandolero cargando cemento desde la planta de Vencemos en Catia La Mar a Caracas por la vieja carretera de Caracas a La Guaira; estableciendo su hogar por los lados de Blandín, en donde contrajo matrimonio con una hija del señor Indalecio Delgado y la señora Gregoria de Delgado. Él fue el padre de Adolfito, Carlos y del difunto Hugo Monsanto Delgado.
Entre sus expendedores, en el Mercado de Maiquetía estuvo el señor Aníbal Sánchez quien era hermano por parte de padre del francmasón Pablo Emilio Sánchez (miembro de la Logia Unanimidad Nº 3 en La Guaira y quién fue accionista principal en el Automercado "El Cristo") y de Rafael Sánchez quién estaba casado con una hermana de aquellos famosos guitarristas de apellido Guanipa y que fue conocido como "El Brujo de Carayaca" para la posteridad; ya que el padre de ellos era primo hermano de mi abuelo Julián Sánchez.
Mi tía Carmen Rosa Sánchez Jiménez era la esposa de Miguel Leoni, quién era de familia corza francesa y quienes llegaron a La Guaira a finales del siglo XIX. Ellos vivieron en una casita que tenían en una esquina de la Calle "Navarrete" en Maiquetía y ambos están sepultados en el Cementerio de Maiquetía, muy cerca de las tumbas de mi padre Francisco Sánchez Jiménez y mi madre Catalina Aranguren Bravo.
Mi tío político Miguel Leoni era familia directa del Presidente de la República de Venezuela Dr. Raúl Leoni Otero (1.963-1.968), como del escritor Miguel Otero Silva y del artista plástico Alejandro Otero.
José Basilio, Angelina y Félix Luis Sánchez Aranguren
La última que vi en mi vida a mi abuelita Carmen Jiménez de Sánchez fue cuando yo ya trabajaba en el Telégrafo de Maiquetía y recuerdo que fue en su casa en El Brillante, y allí ella se encontraba acompañada de mi primo hermano Francisco Moreno Sánchez quién para esa época tenía problemas en sus pies, ya que era víctima de la diabetes; dejándole algo de plata a mi abuela Carmen Jiménez.
Ciertamente, hay momentos en que me siento muy mal, ya que casi nunca visitábamos a esos familiares nuestros; es como si nos hubiéramos aislados de ellos y pensar que eran parte de nuestra familia paterna. Y más mi primo hermano Francisco Moreno Sánchez que hasta los últimos momentos de su vida vivió en esas ruinas que fueron antiguas casas de El Brillante y que pertenecieron a la familia Sánchez Jiménez.
Cuando murió mi abuelo Julián Sánchez no fuimos a su velatorio y menos a su entierro en el Cementerio Municipal de Maiquetía. Mi papá sí asistió a las exequias fúnebres de su padre y cuando falleció mi abuelita Carmen Jiménez, tampoco fuimos a sus exequias fúnebres.
¿Usted quisiera saber las palabras que sobre mi abuelo Francisco Sánchez Jiménez en una ocasión me dio a conocer el nonagenario Agustín Péinate, viejo panadero tarmeño radicado en el sector La Cruz Verde de Carayaca, tía Angelina?
Como no, vale. Esa gente si conocieron a mi papá y a mi mamá en Carayaca, ya que ellos también han sido comerciantes. El señor Agustín Péinate estaba casado con la señora Carmen Carapaica Vega quién era hermana del señor Venancio Carapaica Vega y cuñada de la señora Rosa González Padilla.
El señor Agustín Péinate y su esposa en Carayaca, año 1.949
Yo tengo entendido que la señora Carmen Carapaica Vega de Péinate falleció el pasado 9 de marzo de este año en Carayaca. Bueno, dime lo que contó sobre mis padres el señor Agustín Péinate, sobrino.
Y otras de las cosas que me han caído muy mal ha sido la muerte la señora Olga González Padilla de Carapaica en días pasados, ya que ella era la esposa de Venancio Carapaica Vega en Carayaca.
Olga era una mujer muy bonita en su juventud y su hermana Rosa González Padilla estudió conmigo en la Escuela "Rafael Rangel" en Carayaca por allá por los años treinta del siglo pasado. Ya casi no quedan gente de mi generación en ese pueblo en donde pase la primera fase de mi vida.
Olga González Padilla de Carapaica (centro), Blanca Castañeda, Luís y Laurita en el pueblo de Carayaca
He aquí lo que expuso el señor Agustín Péinate, el 11 de junio del 2.011:
"… León Manuel, yo recuerdo que tu abuelo Francisco Sánchez Jiménez era llamado por nosotros como Pancho "El Narizón", era un hombre muy alto con una gran nariz. Él como que era de origen isleño y era familia de Domingo González, quién era dueño de un montón de almacenes en Maiquetía y La Guaira. Igualmente, los García, Freites, Pérez.
Pancho "El Narizón" era curruña de Salvatore Cauterucce y de Lucio Navarro, quienes vivían tirando peleas a machete. Él tenía la pulpería en la bajada de El Pardillo, cerca de la casa de los Marrero. Además, él fue un gran jugador de gallos, y su mujer se llamaba Catalina, quién pertenecía a la familia Aranguren…".
¿Qué opinas usted sobre esas palabras del señor Agustín Péinate, tía Angelina?
Es cierto lo que dijo el señor Agustín Péinate sobre mi papá y mi mamá. En realidad mi papá era familia del comerciante Domingo González y sobre esa persona debo decirte que él fue el responsable directo en relación a nuestra partida como familia del pueblo de Carayaca en 1.942.
¿Por qué usted dice eso, tía Angelina?
No quisiera hablar en estos momentos sobre personas que ya están muertas, pero Domingo González era primo de mi papá; en una de esas deudas que mi padre tuvo en esos tiempos y creyendo en la buena fe de su primo le pidió plata prestada y este una vez que le facilitó el dinero le hizo firmar un extraño documento en donde mi padre en juego sus bienes y propiedades, en caso de no poder cancelar las deudas contraídas con su pariente.
Su primo Domingo González percibiendo que papá no le cancelaba la deuda contraída con él, procedió inmisericordemente a quitarle sus propiedades y bienes, y eso fue lo que conllevó a nuestra familia a abandonar para siempre a nuestra casa en la bajada de El Pardillo en Carayaca.
Ante tal situación, mi mamá convenció a mi papá sobre la necesidad de que nos fuéramos a vivir a la casa de su familia en La Pastora en Caracas y que debo reconocer nos recibieron con los brazos abiertos. Luego papá decidió que nos fuéramos a vivir a la Calle Real de Pariata en Maiquetía, para luego alquilar una vivienda en el Callejón Arcaya de Pariata.
Juana Norma Sánchez Aranguren de Acosta, Roselis Acosta Sánchez y Angelina Sánchez Aranguren de Garrido.
Mi mamá trabajó fuertemente por tratar de levantar el negocio con mi papá, haciendo ristras de cebollas y ajos para vender, y de esa forma tratar de sacar a la familia adelante; pero eso no fue suficiente, ya que mi papá comenzó a recaer en su salud, hasta que falleció en Pariata el 10 de noviembre de 1.950.
Sobrino, cuando falleció mi papá en nuestra casa en el Callejón "Arcaya" en Pariata, tuvimos un problema con la familia Santana, ya que ellos en vista a la enfermedad de papá tuvieron algunos altercados con mi mamá, que no los pasaba para nada.
Algunos miembros de la familia Santana, burlescamente tomaron la actitud de encender con alto volumen su tocadiscos esa noche. El ruido era intenso e incontrolable y en verdad no hallábamos que hacer esa noche, ya que parecía que celebraban la muerte de papá.
Angelina Sánchez Aranguren
Yo creo que pasamos muchos años sin hablarle a esa gente, hasta que un día mi hermano Basilio, cuando le construía a mi mamá la casa en el terreno que le había cedido en Piedra Azul en El Rincón de Maiquetía, contrató los servicios de un miembro de esa familia a quién llamaban "El Negro".
Yo recuerdo cuando "El Negro" fue a pagar el servicio militar en la armada, ya que él no era hijo del viejo Santana y esa era la gran diferencia que había en relación a sus otros hermanos. Inclusive, el mismito señor Santana no se veía tan mala gente, pero su señora si parecía una persona enrollada y enredada, con aspecto de brujo o hechicera.
El Negro era el mejor de todos ellos, sin duda alguna. Yo creo que él en esos días estaba pagando servicio militar y fíjate como son las cosas de la vida, que cuando mi hermano Basilio necesitó sus servicios como albañil, le dio trabajo y ese hombre se ganó sus realitos trabajándole a mamá en la casa que le hicieron en Piedra Azul.
¿Y usted quisiera saber lo que en una ocasión me contó el anciano Ricardo Luy Acosta sobre Domingo González, tía Angelina?
La familia Luy vivió en tierras del aeropuerto de Maiquetía y ellos estaban vinculados con la familia Melo. Claro, León Manuel, que estaban vinculados con la familia González, al igual que nosotros, ya que mi papá también era familia del señor Valentín González Pérez.
¡Si, cuéntamelo, pues!
Esto fue lo que le contó el comerciante Ricardito Luy Acosta hace varios años atrás y en los momentos finales de su existencia en el pueblo de Carayaca:
A mi familia la trajo el señor Valentín González al pueblo de Carayaca, desde las tierras del aeropuerto de Maiquetía en Cabo Blanco en el año 1.913. Él era familia de los comerciantes Juan González y de su hijo Domingo González quien también era primo de tu abuelo Pancho "El Narizón".
Y esto te lo cuento porque Valentín González tenía un hermano que fue agricultor en El Hoyo de La Cumbre y tenía una hija llamada Adelaida González, quien ahora vive por los lados del pueblo de El Jarillo, cerca de La Colonia Tovar.
Don Ricardo Luy Acosta plasmó su arribo al pueblo de San José de Carayaca en ese año tía Angelina, a través de un poema que escribió bajo el siguiente título:
"Recuerdos de mi llegada a Carayaca en 1.913"
Yo nací en Maiquetía
En Maiquetía me crie,
Y a Carayaca llegué
Con infantil alegría.
Bello y radiante era el día
De nuestro arribo a estos lares,
Que a pesar de los azares
De siete horas de trocha,
Con mi capital de tres lochas
Me atiborré de manjares.
Y más luego plasmó al pueblo de Carayaca, que conoció bajo este poema burilado por sus propias manos y que se titula:
"Día de San José de Carayaca, año 1.970"
Una conserva de coco
Tan solo valía un centavo;
Una gallina o un pavo
Costaba también muy poco;
En el pueblo no había locos
Ni mendigos ambulantes,
Pues en cualquier restaurante
Se comía con un real
Y hasta podría dejar
En la mesa algo sobrante.
Tía Angelina, le voy a decir la verdad, yo creo que esa familia Luy eran familia directa de mi abuelo Pancho, ya que en las múltiples ocasiones en que fui con mi abuela Catalina al cementerio de Maiquetía, nos encontrábamos allí a un miembro de la familia Luy, quien se parecía mucho al señor Ricardito, con quien en diversos momentos mi abuela conversó con él sobre muchas cosas y motivos familiares.
Ese personaje era interesante, ya que siempre cargaba encima su carterita de aguardiente claro y un periódico que no le podía faltar nunca. Luego se tiraba sobre una tumba familiar y allí se colocaba sus anteojos, y al compás de la tranquilidad sepulcral de sus antepasados leía con detenimiento lo que reflejaban las noticias de la época y me refiero a la década de los años sesenta del siglo XX.
Día de San José en Carayaca, 19-3-1.971
¿Y usted quiere saber lo que mi tío Félix Luis Sánchez Aranguren le contó a su hijo Jesús Antonio Garrido Sánchez hace tres años en el Barrio "Mirabal" en Catia de La Mar, sobre lo que pasó entre Domingo González y su difunto padre Pancho "El Narizón", tía Angelina?
¡Cuéntamelo, pues!
Su hijo Jesús Antonio me contó lo siguiente sobre ese caso, tía Angelina:
León, mi tío Luis me contó en su casa en Mirabal que su padre Pancho "El Narizón" era un hombre muy elegante, alto y muy llamativo. Él se daba a querer con todo el mundo y en parte era mujeriego, imagínatelo caminando con un liquilique blanco bien planchado y con gargantillas de oro, cabalgando una buena bestia y con plata de la buena encima. Él fue un comerciante muy prospero en esa parte de Carayaca que llaman la subida de El Pardillo.
Pero tenía un grave problema y era que le gustaba el juego y muy en especial el de la ruleta, las cuales el mismo hacía y después perdía en los juegos con sus amigos. Y así fue como se generó el problema con su pariente Domingo González, ya que jugando con él perdió todos sus bienes, dinero y propiedades en esa zona de Carayaca.
Eso fue lo que pasó realmente con nuestro abuelo en esos tiempos y eso también fue lo que significó su partida del pueblo de Carayaca para siempre, tanto de él como toda su familia.
Tía Angelina, yo quiero contarle lo que me dijo mi tío José Basilio Sánchez Aranguren sobre sus tres primeros años en su tierra natal y algo sobre su padre Francisco Sánchez Jiménez, estas fueron sus palabras en su casa en Las Delicias de Maracay en días pasados:
Dr. José Basilio Sánchez Aranguren
"… Yo recuerdo que en donde vivíamos en Carayaca era una casa muy bonita y a sus lados había sembradíos de hortalizas y legumbres, como de frutas y otros rubros alimenticios. Ahora no comemos verduras como lo hacíamos en nuestra casa cuando mi madre estaba viva.
Mi papá usaba ropa hecha con tela de lino inglés, ya que teníamos comercio en ese pueblo y él siempre andaba bien vestido. La ropa era lavada con azulillo y mi mamá se la almidonaba muy bien.
Cuando nos fuimos de Carayaca, yo tenía tres años de edad y mi hermana Juana Norma, quizás tenía dos años de edad…".
¿Y usted no quisiera saber lo que sobre nuestra familia en el pueblo de Carayaca, refirió la señora Isnarda Yépez Pedrón, tía Angelina?
A esa familia la conocí muy bien, ya que siempre fui amiga de Amada Yépez Pedrón quien trabajó como secretaria por muchos años en la jefatura civil de Carayaca. Vamos pues a ver qué fue lo que sobre mi padre y mi madre comentó Isnarda Yépez Pedrón, sobrino.
He aquí sus relatos, tía Angelina:
"… Inmediatamente le hice la siguiente pregunta: ¿usted conoció a mi abuelo Francisco Sánchez Jiménez, y qué me puede contar de él, señora Isnarda?
Leo, tu abuelo Francisco Sánchez Jiménez fue conocido en toda Carayaca como Pancho "El Narizón". Él era un hombre alto y flaco, y te diré una cosa más, él era muy vivo y cautivador con las mujeres.
¿Qué quiere usted decir que mi abuelo Pancho era cautivador entre las mujeres?
Juana Norma Sánchez Aranguren de Acosta Álvarez
Es que era un hombre elegante y atrayente por su altura, y por ser una persona encantadora; en pocas palabras, era un hombre mujeriego, vale. Él también se echaba sus palitos.
¿Y por qué usted dice eso, señora Isnarda?
Debo decirte Leo, que yo sepa y recuerde; él sí tuvo su rochelita con la señora Delfina Marrero quién fue la mujer del señor Eduardo Padilla, el antiguo dueño de la hacienda "Curiana" en las cercanías del pueblo de Tarmas.
¿Y quién era la señora Delfina Marrero, señora Isnarda?
A Delfina Marrero le gustaba mucho el jaleo con los hombres y entre sus aventuras ella sí tuvo un hijo con Pancho "El Narizón" quién se llamaba Francisco Marrero. Él murió a causa de un infarto hace varios años atrás en la isla de Margarita.
¿Y qué más sabe usted de mi familia en Carayaca, señora Isnarda?
Pancho "El Narizón" se casó con la señora Catalina Aranguren Bravo en Carayaca Arriba, por los lados de abajo de El Pardillo. Lo que sé de ellos por parte de mi familia fue que tu abuelo y tu abuela se casaron en la casa de la señora italiana Teresina Bianculli quién era la esposa del comerciante Gregorio Grillo, el padre del mismito Jesús Grillo.
¿Y qué me puede narrar sobre mi abuela Catalina, señora Isnarda?
Yo recuerdo que la señora Catalina Aranguren Bravo de Sánchez Jiménez siempre se sentaba en una silla de madera y cuero frente a su casa en la bajada de El Pardillo, que era en donde tenían su pulpería y negocio. Muy cerca de allí vivía el señor Lucio Navarro, ya que buscando hacia el sitio de La Cruz de Tarmas en el Camino Real, vivía la señora Petra Guillén.
María Catalina de Sena Aranguren Bravo de Sánchez
¿Qué opinas usted sobre las palabras que ha emitido la señora Isnarda Yépez Pedrón, tía Angelina?
Yo sí creo que mi papá tuvo dos hijos con Delfina Marrero, ya que mi mamá no la pasaba por nada del mundo, debido a la rochela que ella tenía con mi papá. En verdad mamá le tenía mucha rabia a Delfina, porque según y que era mujer de mi papá. Ellos decían que eran Álvarez y la gente allá en Carayaca, les decían que no lo eran, porque eran hijos ilegítimos.
Mi papá si era un hombre elegante y lo caracterizaba su nariz; si era un hombre alto y vestía elegantemente, ya que mi mamá siempre le tenía bien lavada y planchada su ropa. Mi mamá era una buena mujer, ella era muy trabajadora y parecía que nunca tuvo descanso, y quería mucho a mi papá, de eso no había dudas; igualmente nos quería por igual a todos sus hijos e hijas.
Y era tan así que cuando mi mamá me iba a pegar por cualquier motivo que ella considerara, inmediatamente mi papá salía y le decía estas palabras: ¿Por qué le vas a pegar a Ángela, Catalina?
¿Qué ha hecho ella?
Y luego mi papá me agarraba y me protegía; ya que tenía un carácter diferente al de mi mamá. Yo siempre creí que me llamaba Ángela porque así me llamaban en casa y en todas partes, hasta que años después supe que me llamaba Angelina.
Tal vez ese nombre me lo puso mi mamá en recuerdo de su hermana Angelina Aranguren Bravo y quiero manifestarte que cuando desenterraron a mi tía Angelina en el cementerio de Maiquetía, se pudo observar que entre sus restos su pelo estaba intacto, era largo y amarillo; eso te puede indicar que mi tía era una mujer hermosísima.
¿Usted conoció en la bajada de El Pardillo o en Carayaca arriba a un señor llamado Luis Pouverón, tía Angelina?
Lo que si se yo y es verdad, es que cuando mi mamá se casó con mi papá el 14 de septiembre de 1.927, lo hizo fue en la casa del señor Gregorio Grillo y la señora italiana Teresina Bianculli. Y allí estuvo presente como testigo el señor Félix Pouverón.
Yo si conocí al señor Luis Pouverón; él vivió por la parte de arriba de El Pardillo, en donde había una mata de mango que estaba entre las casas de Froilán Calderón y la señora Petra Guillén. Él como que era español o alemán y vivía en la subida de El Pardillo en Carayaca.
Por allí también vivieron la señora Felicia Padilla Rodríguez y su hijo Félix Padilla; al igual que mi tía Luisa Sánchez Jiménez quién era hermana de mi padre Francisco Sánchez Jiménez, conocido en esos predios como Pancho "El Narizón". Ya que ambos eran hijos de mis abuelos canarios, Julián Sánchez (pescador de oficio y natural de la isla de Tenerife) y Carmen Jiménez (natural de la isla de la Parma de Gran Canarias).
¿Qué me puede contar usted sobre la familia Padilla Rodríguez en el pueblo de Carayaca, tía Angelina?
El isleño Luis Pérez Conde
Cuando yo era niña y adolescente en el pueblo de Carayaca, la familia Padilla Rodríguez fue quizás fue una de las familias más importantes de esa época. Yo recuerdo que en esa familia había historias que no se podían contar a nadie y para nada del mundo; ya que ponía su honor en juego y en relación a eso nadie hablaba al respecto.
Eduardo Padilla llegó a Carayaca con su hermana María de los Remedios Padilla, ambos eran oriundos de las islas Canarias y venían de haber trabajado como medianeros en la hacienda "Montaña Grande" en jurisdicción de la Parroquia Carayaca.
La señora María de los Remedios tuvo un hijo de un señor llamado Gerónimo Abreu quién fue comerciante con almacenes en las esquinas caraqueñas de Gradillas a Sociedad y de esa unión nació Juan L. Padilla quién fue un reconocido juez de parroquia en Carayaca.
La señora María de los Remedios Padilla vivió en una casa que tenía más arriba de la casa de la señora Petra Guillén, en la subida de El Pardillo. Ciertamente, entre muy pocas personas se manejaba la desgracia que había sufrido cuando joven la señora Felicia Padilla Rodríguez quien era hija del hacendado canario Eduardo Padilla.
Esa triste historia se generó en la casa en donde estaba la iglesia antigua o colonial que había en el sitio de El Calvario en el pueblo de Carayaca y que perteneció a la familia Padilla Rodríguez en donde hoy está el hospital Dr. "Eudoro González".
Jesús "Chucho" Padilla Rodríguez en Carayaca, año 1.937
Felicia fue asediada por el padre catalán Juan Bautista Tablante quién era el párroco de la iglesia de Carayaca en esos tiempos. Y de ese incesto nació la señora Chucha Padilla quién es la madre de Tirsa y Fanny Álvarez Padilla.
Más luego ella se casó con el canario Luis Pérez Conde, quién era tío del hacendado Valentín González Pérez y quienes llegaron a Carayaca proveniente desde las antiguas tierras que hoy conforman al actual Aeropuerto Internacional "Simón Bolívar" o de Maiquetía. La señora Felicia Padilla Rodríguez fue la madre del difunto Luis Pérez Padilla.
¿Usted quiere saber qué fue lo que me contó el señor José Félix Tortoza Castillo, último bisnieto en vida del cacique Hilario de la Caridad Tortoza Rodríguez en Tarmas, sobre esos momentos cruciales en la vida de la señora Felicia Padilla Rodríguez en Carayaca, tía Angelina?
Yo conozco algo sobre lo que le pasó a esa señora, ya que mi mamá era muy amiga de la familia Padilla y te puedo decir que ella le tenía mucho respeto a esa familia. Siendo ese uno de los motivos por las cuales a veces nos eximimos de dar a conocer detalles que solo pertenecen al pasado y no a este presente, ya que esa señora y algunos de sus descendientes ya son difuntos y merecen respeto.
Laura Padilla Rodríguez (Izq. a der.), Felicia Padilla Rodríguez (más anciana), Luisa Pérez Padilla, María Jesús Padilla Rodríguez, José María Álvarez, Carmen Padilla Rodríguez, Rosa Pérez Padilla, Lilia Álvarez Padilla.
Sin embargo, cuéntame lo que ese venerable anciano tarmeño te contó sobre la finada Felicia Padilla Rodríguez, a quién tuve la dicha de conocer en mi juventud en el pueblo de Carayaca.
Bueno, tía Angelina, el señor José Félix Tortoza Castillo vivió 100 años de edad en toda esta geografía carayaquera, refiriéndome estos relatos en la casa de su hija Jovita Bello de Kienzler en el pueblo de Tarmas en 1.980 y que doy a conocer a continuación:
Hace muchísimos años atrás llegó muy joven como cura del pueblo de Carayaca el padre catalán Juan Bautista Tablante. Este sacerdote se estableció en la casa parroquial de la iglesia antigua que quedaba en donde hoy está ubicado el Hospital "Eudoro González".
El padre Tablante se fue haciendo amigo del señor Eduardo Padilla quién era isleño de Canarias. Él era el dueño de la hacienda "Curiana" y tenía su casa al lado de la iglesia; la cual era muy espaciosa y grande, en donde tenía toda su familia; ya que él estaba casado con una señora de apellido Rodríguez.
En esos tiempos él tenía entre sus jóvenes hijas a una llamada Felicia; quizás ella tenía como sus 14 o 15 años de edad. Y contaban las personas más viejas que yo, que un día en horas de la comida, Eduardo Padilla gritó estas palabras: ¡En mi casa mis pantalones y los del cura!
Y un día en que el padre Tablante fue invitado a comer con la familia Padilla, y viendo que Felicia era muy joven, le dijo a Eduardo Padilla, estas palabras: "… Don Eduardo, como usted tiene una gran cantidad de negocios en estas tierras, usted necesita una persona que le pueda llevar los libros contables…".
Y Eduardo Padilla en lo inmediato le respondió con estas palabras al padre Tablante: ¿Y quién puede ser esa persona que me lleve los libros y cuentas, padre Tablante?
Y el padre Tablante en sus habilidades y destrezas, le dijo lo siguiente: "… Viéndolo bien, don Eduardo. Entre sus hijas tiene a Felicia, ella pudiera llevarle los libros y así usted se ahorraría mucha plata…".
Valentín González Pérez
¿Qué le parece, don Eduardo?
Y Eduardo Padilla algo impresionado por las palabras del padre Tablante, le dijo lo siguiente: "… Padre Tablante, en realidad tendría que tener en esos oficios a otra persona, ya que Felicia no sabe leer ni escribir…".
Y el padre Tablante llevándose los dedos a la mejilla derecha y después de haber absorbido un sorbo de café que le habían servido en esos instantes, dándole la siguiente repuesta a Eduardo Padilla: "… Eso no es ningún problema, don Eduardo; créalo que es así…".
Y Eduardo Padilla le hizo la siguiente pregunta: ¿Y por qué no es ningún problema, padre Tablante?
Y el padre Tablante como buen amigo de la familia, le dio la repuesta que él consideró acertada en esos momentos:
"Don Eduardo, la solución la tenemos en nuestras manos; permia usted en que su hija vaya todos los días en la tarde a la casa parroquial y yo se la instruiré en las cuatro reglas de las matemáticas, le enseñaré a leer y a escribir correctamente; y así usted tendría en sus negocios a la persona que le defendería sus cosas y bienes".
¿Qué le parece la idea, don Eduardo?
Y don Eduardo muy impresionado por la sabiduría del padre Tablante, quién de hecho era un buen ebanista y carpintero, a voz tajante en el comedor de su casa y poniéndose en pie, entre sus hijas e hijos, gritó estas palabras:
"Felicia, Felicia; venga acá y parece al lado del padre Tablante; de ahora en adelante usted va a ir todos los días a la casa parroquial a aprender lo que ya dijo el padre Tablante lo que le va a enseñar, así que comienza mañana a oír esas clases, hija mía".
Pueblo del patriarca San Joseph de Carayaca, año 1.937. Al fondo se ve la iglesia colonial y la casa de la familia Padilla Rodríguez
Así de esa forma fue como Felicia, debatiéndose entre las etapas de niña y joven fue a la casa parroquial de la antigua iglesia del pueblo a oír las enseñanzas que el padre Tablante le iba a dar; fueron pasando las semanas y a los seis meses de transcurridas las clases, se le comenzó a notar a la barriga que le iba creciendo a Felicia, y en la familia no había una explicación sobre esas cosas.
Hasta que descubrieron que ella estaba preñada del padre Tablante. Eduardo Padilla sacó de entre sus macundales un viejo revolver de cinco tiros que había comprado varios años atrás en Caracas y muy arrecho se fue a buscar al padre Tablante para matarlo a causa de la afrenta que le había hecho a su familia.
El padre Tablante como alma que se la lleva el Diablo, con las pocas cosas que pudo tomar se fue del pueblo de Carayaca tomando el camino de Fontes; salvándose milagrosamente de haber sido asesinado por el canario Eduardo Padilla. Ese cura se fue para siempre de Carayaca y nunca más se le volvió a ver por estas tierras.
Eduardo Padilla agarró una tremenda arrechera que nadie se la pudo quitar nunca más de su vida. Así fue como formó esa familia con Delfina Marrero, de donde proviene Vicente Marrero que es el último de los hijos de Eduardo Padilla; luego él se fue para Caracas y creo que él murió por allá.
Poco tiempo después nació Chucha Padilla, quien contrajo matrimonio con un músico caraqueño que se llamaba Jesús María Álvarez, que es la línea de donde desciende la maestra Tirsa Álvarez Padilla.
Caramba sobrino, esa historia fue bien narrada con lujos de detalles por el señor José Félix Tortoza Castillo y que de hecho nos pudiera servir como para hacer una novela o una película.
Jesús María Álvarez, Tirsa Álvarez Padilla y Chucha Padilla
Tía Angelina, mi madre María Hilaria Morales me dijo que a raíz de esos sucesos había quedado esta cuarteta para la posteridad:
"De un pajar vide salir
Corriendo a un cura
Y de rodillas a la hija
De don Eduardo Padilla"
Como ya hemos comentado en este trabajo de investigación histórica y que hemos ido dando a conocer otras fuentes orales de personas que de hecho ya no se encuentran entre nosotros, porque hicieron su transición hacia los umbrales de la eternidad hace algunos años atrás, pero que dejaron relatos que definen la lucha de clase que se daba entre los pobladores de los pueblos de Carayaca y Tarmas en esos años en donde nuestra fuente de trabajo era la agricultura.
Siempre ha existido la jocosidad tía Angelina, y te cuento que en una ocasión mi apreciada amiga y Patrimonio Cultural Viviente del Edo. Vargas, Tirsa Álvarez Padilla de Oraá, en su casa en donde estaba la antigua parada de los carros que iban al pueblo de Tarmas, en la navidad del año 2.007, me dijo estas palabras:
"León, tu naciste en Tarmas por carambola y no porque tenías que nacer allí, solo por el hecho de que tu padre Francisco en su juventud se desempeñó allí como maestro de escuela, de resto no hubieras nacido allí,. Yo te considero más carayaquero que tarmeño".
En el trabajo de recuperación de crónicas, anécdotas y relatos de la Parroquia Carayaca, el afro– descendiente Nicanor León Mayora, me echó el siguiente chiste que sucedió cuando velaban al señor Jesús María Álvarez en la casa matriz de la familia Padilla Rodríguez, al lado del Hospital "Eudoro González" y que te narro a continuación.
Tirsa Álvarez Padilla y el francmasón León M. Morales en Tarmas, año 2.012
He aquí el chiste en cuestión:
El señor Jesús María Álvarez lo estaban velando en donde hoy está la sede de "Las Voces Risueñas de Carayaca" y en eso entró un borrachito al lugar, y con cierta reverencia se quedó viendo el cadáver de tan honorable ciudadano, mostrando su pesar y echándose un palo de aguardiente claro, ante las personas allí presente, expresó estas palabras: ¡Una guebonaá!
"Se murió Bolívar, Miranda y Sucre, y no te ibas a morir tú, peazo de guebón, ja, ja, ja".
Sobrino León Manuel, a mí me parece que eso fue una falta de respeto por parte de ese borrachito y como chiste es muy gracioso, pero debemos respetar la imagen de quien en vida fue Jesús María Álvarez, padre de mis amigas Tirsa y Fanny Álvarez Padilla, en realidad me parece un chiste de muy mal gusto, tanto para los carayaqueros como para su familia.
Carayaca en 1.937
¿Qué nos puede contar usted sobre la señora Petra Guillén, tía Angelina?
La señora Petra Guillén provenía de familias que estaban establecidas antiguamente en la hacienda "El Guire" y ella vivió arriba en El Pardillo, cerca de la casa de Juan Padilla; y más abajo vivía Froilán Calderón quien también estaba vinculado consanguíneamente a la familia Yépez Pedrón, buscando hacia la salida que había a la hacienda "Caoma" que era propiedad de la familia Chalbaud.
El esposo de Petra Guillén era de color y se llamaba Valentín Escobar, quién de paso era un buen ejecutor del violín. Ella casó a su hija Paula Emilia con un miembro de la familia Cruzco, y paso a creer que una de sus nietas trabaja desde hace muchos años con el Dr. Moubayeth, en su clínica en las cercanías de El Almendrón en Carayaca.
¿Podría usted nombrarme quienes eran las otras familias carayaqueras que vivían o vivieron en las cercanías de su casa, en la subida de El Pardillo en Carayaca, tía Angelina?
Yo te voy a nombrar los lugares y las familias que en estos momentos recuerdo y que vivieron cerca de nuestra casa en la subida de El Pardillo en Carayaca en esos tiempos. Nosotros vivimos en la casa de Anita León, y allí puso mi papá un negocio.
Esa casa era bastante grande y tenía un buen espacio en donde la gente que venía del campo amarraban sus bestias, bien fueran caballos, burros o mulas, y en muchas ocasiones hasta los dejaban allí; ya que eso parecía más bien como un garaje. Mi mamá era comadre de Anita León, porque le bautizó a uno de sus hijos.
Al lado vivía el señor Eduvigis Álvarez quién era familia de la señora Delfina Marrero, debido a que él era compadre de mi mamá y mi papá, y fue el padrino de mi hermano Francisco Santiago Sánchez Aranguren.
Nosotros le teníamos miedo a Eduvigis porque tenía aspecto de loco. Como ya te dije anteriormente, mi madre le tenía mucha rabia a Delfina Marrero, porque era mujer de mi papá. Ellos vivieron en la casa que estaba frente a la salida hacia Caoma.
Luís Kienzler García, Domingo Kienzler Mujica y Josefina López
La señora Domitila Kienzler García estuvo como testigo en el matrimonio de mis padres en Carayaca en 1.927 y su familia vivió en una casa que aún creo está en el mismo sitio en la subida de El Pardillo; ya que ella tenía un hermano que se llamaba Luis Kienzler García quién es el padre de Concha Kienzler Mujica (esposa de Efraín González Padilla quién es hijo de la señora Cándida Padilla Rodríguez y Valentín González Pérez), Rosa, Sebastián y Domingo Kienzler Mujica.
Domitila Kienzler García era de origen alemán o extranjero, ya que tenía marcada raíz de quienes poblaron originariamente a La Colonia Tovar en 1.843.Y tu León Manuel Morales lo sabe mejor que yo, ya que eres casado con una hija del señor Bruno Kienzler Tortoza en Tarmas, quién es hermano de dos arrieros que tuvo papá, quienes se llamaban Pastor y Sebastián Kienzler Tortoza.
Bruno Kienzler Tortoza y su nieta Yaileth A. Morales Kienzler
La familia Tavío era de Pariata y vivían por los lados en donde estaba el antiguo Club "Tiuna", y más luego algunos de ellos se fueron a vivir al pueblo de Carayaca, en el camino que va hacia Caoma por la parte de debajo de la subida de El Pardillo y cuya casa está aún en el viejo camino que va al cementerio del pueblo y que ahora cae en un sitio llamado Barrio Nuevo.
Yo creo que ellos siguen viviendo en el mismo sitio, ya que mi prima hermana Gladys Aranguren de Tavío es hija de mi tío Lino Aranguren Bravo y está casada con un miembro de esa familia; y por allí mismo vivía un pariente de mi mamá llamado Lorenzo Aranguren, quién es hijo de la difunta Urpiana Aranguren con un negro del pueblo de San Francisco de Asís de Naiguatá.
Gladys Aranguren de Tavío y su hija
Lorenzo Aranguren era primo del mocho Bernardino Aranguren y de este último si te puedo decir que era primo de mi mamá; ya que él trabajó como vendedor de verduras y hortalizas por muchos años en el Mercado Municipal de Maiquetía y mi mamá le compraba esos alimentos a él.
Bernardino tenía amputado el brazo izquierdo y vivía por los lados de Carayaca Arriba y que ahora llaman El Silencio. Luego supe que él se dedicaba a la venta de terminales en el pueblo de Carayaca.
Quiero decirte, que el señor Eduardo Álvarez tenía casas y burros, un matadero de ganado que estaba en el camino que iba hacia la hacienda "El Añil" y tenía otra casa que era como una pensión que era en donde trabajaba la señora Petra Guillén
Sebastián Kienzler Tortoza
La casa del italiano Salvatore Cauterucce era de dos pisos y él estaba casado con Catalina Cruzco quién era hija del italiano y comerciante Nicolás Cruzco. Los Cauterucce tenían una tienda para vender ropas y una venta de comidas.
En Carayaca había un señor llamado Heriberto Izquierdo quién era hijo de un señor llamado Pedro Tovar quién curaba las falseadas en los brazos y en los pies. Él me llegó a atender a mi cuando era joven y creo que murió en Tarmas a una edad bastante avanzada. Allí también existió un señor conocido como Pedro Hidalgo quien también sobaba el brazo en quienes tuvieran problemas de ese tipo.
Heriberto Izquierdo era hermano de Cecilia Izquierdo quién fue una de las mujeres más hermosa que hubo en toda Carayaca en su tiempo. Y si más no recuerdo en estos momentos, yo creo que ella estaba casada con el señor Sebastián Kienzler Tortoza quién fue uno de los arrieros de mulas y bestias que tuvo mi papá en Carayaca.
Es más vale, yo te voy a dar una perlita para que la escribas y es histórica, a ellos los casó el padre Maximino Castillo en la iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria de Tarmas.
Y cuando uno buscaba hacia los lados de lo que hoy llaman El Silencio y cuyo nombre era el sitio de Carayaca Arriba, en una de sus esquinas estaba el negocio que fue del señor Gregorio Grillo y la señora italiana Teresina Bianculli, padres del señor Jesús Grillo Bianculli.
Iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria de Tarmas y la Calle Real del pueblo
La señora Teresina Bianculli de Grillo tenía una anécdota muy interesante sobre su vida y era la siguiente:
"Su padre se vino muy joven como inmigrante a Venezuela, desde su amada Italia. Dejando allá una familia, con el correr del tiempo nunca más supieron de él; y un día la joven Teresina se decidió a la edad de 14 años en salir hacia el mundo conocido en busca de su querido padre. Tan bella dama hizo una gran proeza, adquiriendo un pasaje abordó un buque en puerto italiano y a sabiendas que su progenitor estaba en nuestra patria hizo tan largo viaje".
Arribando al puerto de La Guaira en esos lejanos años del siglo XX, comenzó su periplo de preguntas entre estibadores y marineros, comerciantes y paisanos, y así sucesivamente. Al fin supo que su padre vivía en el pueblo San José de Carayaca y a pie y en bestia llegó a dicha población, teniendo la gran sorpresa de su vida; su padre tenía constituida otra familia y de esa forma ella se fue integrando hasta que se quedó establecida allí definitivamente; casándose luego con el señor Gregorio Grillo.
Yo también conocí al señor Lucio Navarro quién vivía en donde estaban los negocios que había por La Llanada en Carayaca. Ese señor era buena gente y era muy bueno conmigo.
A la familia Yépez Pedrón la conocí bastante bien, porque ellos vivieron por los lados de la antigua hacienda "El Añil"; y en esa familia había varias hermanas que fueron muy conocidas en el pueblo de Carayaca.
Isnarda Yépez Pedrón
Yo me recuerdo de todas las hermanas Yépez Pedrón a quienes conocí en Carayaca durante mi infancia y mi juventud. Ventura Yépez Pedrón era la mayor de todas sus hermanas y tuvo una hija llamada Teresa con un señor de apellido Blanco quién vivía por los lados de La Cruz Verde en Carayaca, después vivió con el comerciante tarmeño Ezequiel Mayora en Tarmas y de esa unión nació Zaida Mayora Yépez de Colmenares.
Su hermana María Yépez Pedrón fue partera en toda Carayaca y luego se desempeñó por muchos años como enfermera en el dispensario de Tarmas y seguro estoy debe estar cerquita a los 100 años de edad; Rafael Yépez Pedrón trabajaba en la Electricidad de Caracas y era el esposo de la señora Josefa López Madera; Amada Yépez Pedrón trabajó por muchos años como secretaria en la jefatura civil de Carayaca y fue mi amiga de juventud y debo decir que fue una gran compañera de verdad, y por eso la recuerdo mucho; y la última era Isnarda Yépez Pedrón.
Te voy a contar una anécdota que me sucedió con Amada Yépez Pedrón en mi juventud. Pero resulta que un día ella me invitó en una semana santa a ir a una misa en la iglesia de Carayaca, y allá nos encontramos con un primo hermano de ella que se llamaba Rafael Yépez.
Maestro Francisco Santiago Sánchez Aranguren
Y parece que alguien le llevó el cuento a mi mamá y ella de inmediato me mandó a llamar, y notando que estaba muy brava, sentí mucho miedo cuando me hizo la siguiente pregunta: ¿Qué hacía con Amada Yépez, allá en el pueblo, Ángela?
¿Tú no sabes que a mí no me gusta esa gente, ah?
Y yo le respondí: "… No, nada, mamá. Nosotras estábamos en misa…".
Y ella me ripostó con estas palabras: ¿En misa, ah?
¿Y quién es ese joven que andaba con ustedes?
Y yo le contesté de esta manera: "… Mamá, no vaya a pensar nada malo, ese joven es Rafael Yépez y es primo hermano de Amada…".
Así fue como mi mamá se quedó tranquila y sin embargo me dijo estas palabras: "… Ángela, tenga cuidado, tenga cuidado, que esa gente a mí no me gusta para nada…".
Y yo tengo que reconocer que en ocasiones me escapaba de la casa y me iba a jugar con Amada. Y tengo que decirte que mi hermano Francisco Santiago jugaba muñeca con las Yépez, y él siempre hacía el papel de papá, ja, ja, ja.
Rafael Silverio estaba casado con la señora Rosa Padilla Rodríguez quién era hija del hacendado canario Eduardo Padilla y ellos tenían la casa por la redoma y vivían arriba en donde había un negocio. Rafael Silverio a veces se escapaba de su casa y se iba a la casa de Amada Yépez Pedrón y de esa relación nació Alba Yépez.
Tía Angelina. Una vez que falleció el General en Jefe Juan Vicente Gómez Chacón en la ciudad de Maracay el 17 de diciembre de 1.935 y tomó el poder el General de División Eleazar López Contreras en Caracas a comienzos de 1.937, y en el pueblo de Carayaca se presentaron algunas situaciones políticas de gran relevancia popular en contra del régimen gomecista.
En la esquina izquierda todo vestido de blanco Rafael Silverio y a su lado José María Álvarez con Las Voces Risueñas de Carayaca, y en la esquina derecha Tirsa Álvarez Padilla
¿Qué me puede contar usted al respecto, tía Angelina?
Yo creo que esos hechos se dieron en febrero del año 1.936, ya que el General Juan Rodríguez gobernó por muchos años en la Parroquia Carayaca, hasta que se murió en 1.931. Y siempre fue bajo la tutela presidencial del General en Jefe Juan Vicente Gómez Chacón.
A raíz del fallecimiento del General en Jefe Juan Vicente Gómez en su residencia en Las Delicias en Maracay el 17de diciembre de 1.935. Su primo hermano el General Eustoquio Gómez encompinchado con el Coronel Eloy Tarazona trataron de alzarse en armas en la ciudad de Maracay el 20 de diciembre de ese año, siendo sometidos por el General Eleazar López Contreras.
Yo recuerdo que en esos tiempos tenía 10 años de edad y las informaciones llegaban a Carayaca a través de los arrieros y del telégrafo. Fíjate que en esos sucesos que se dieron aquí en Maracay fueron de tal magnitud, que el General López Contreras nombró como encargado de la guarnición al Coronel Isaías Medina Angarita.
Claro está, el General López Contreras al llegar al Panteón Nacional le rinde un cálido homenaje al Libertador Simón Bolívar y dirigiéndose a la multitud aglomerada frente a la sede de la gobernación de Caracas, dirigiéndose por radio a toda la nación pide "calma y cordura", esa era la primera vez que un presidente de la República era oído por radio y su voz era tan rara que le pusieron el apodo de "Ronquito", otros lo llamaban "cuello de garza".
Estando preso el colombiano y Coronel Eloy Tarazona en Maracay, su compinche el General Eustoquio Gómez a paso acelerado y acompañado por su primo Fernando Gómez y algunos de sus secuaces atravesó la Plaza Bolívar de Caracas el 21 de diciembre de 1.935, con rumbo a la sede de la gobernación del Distrito Federal, gritando desaforadamente ante las personas presente: ¡Todavía hay Gómez pá rato!
Cadáver del General Juan Vicente Gómez
Los entendidos decían que el General Félix Galavís lo conminó a que abandonara el sitio o sería detenido por órdenes del General Eleazar López Contreras. Eustoquio Gómez se le encimó al gobernador de Caracas, Félix Galavís, tratando de golpearle. Muchas de las personas que estuvieron en el balcón de la vieja gobernación de Caracas fueron testigos presenciales de lo que allí sucedió en esos cruciales días de crisis política en nuestra patria.
El General Eleazar López Conteras conociendo el ímpetu criminal del General Eustoquio Gómez y sus afanes de asaltar el poder en ese momento de gran incertidumbre política y militar, solapadamente y sin que nadie se diera cuenta de sus órdenes, le hizo una extraña seña a Jesús Corao, quien haciéndose el yo no fui y sacando un revólver de 5 tiros, certeramente le disparó en dos ocasiones al cuerpo del General Eustoquio Gómez, rozándole la frente y dándole en la región lumbar, muriendo inmediatamente en el sitio a las tres y media de la tarde de 21 de diciembre de 1.935.
Al principio se generó un escenario muy difícil en esos momentos. Pero, el General Eleazar López Contreras logró con mucha inteligencia y pulso controlar la situación. Y Jesús Corao subiéndose en una de las barandas de la Plaza Bolívar con dirección hacia la esquina de Las Monjas, a viva voz anunció ante las personas allí alebrestadas, que el General Eustoquio Gómez había muerto en esos momentos.
Generales Juan Vicente Gómez y Eleazar López Contreras
Lo cierto del caso, es que el General Eustoquio Gómez era muy violento y cuando bebía caña era un hombre muy peligroso. Arbitrariamente asesinó al Dr. y General Luís Mata Illas quién era margariteño y a su vez era el gobernador de Caracas en 1.911.
Mi mamá en esos tiempos tenía 13 años de edad y ella nos contó que el General Juan Vicente Gómez era primo hermano del General Eustoquio Gómez.
¿Qué le contó mi abuela María Catalina sobre la muerte del Dr. Luis Mata Illas en 1.911, tía Angelina?
¡Ay, que no me contó mi mamá, sobrino!
Debes entender que ella vivió con su familia en La Puerta de Caracas y en Las Aguadas de Maiquetía, y en infinidades de momentos iban al Hoyo de La Cumbre. Es decir, ella estuvo más cerca de esos acontecimientos que nosotros mismos y con el aval de que su padre fue uno de los protagonistas principales en la caída del General Cipriano Castro en 1.908.
Mi abuelo Lino Aranguren Castro tenía controlada la situación en Maiquetía y en Macuto, ya que el General Cipriano Castro bajaba mucho a La Guzmania a que lo curaran del mal sifilítico que sufría y que para ese tiempo era muy difícil su cura, debido a que no existía la penicilina. Debes recordar, que en tiempos de mi pariente el Libertador Simón Bolívar, las curas a los sifilíticos se hacía era con el suministro de pequeñas dosis arsenicales y tampoco sanaban de ese mal, que era conocido como el mal de Las Sicilias.
Los generales y banqueros derrotados en La Revolución Libertadora se ganaron la confianza del General Juan Vicente Gómez y a través de su persona fueron fraguando el golpe que le dieron al General Cipriano Castro el 19 de diciembre de 1.908. En esa conjura los andradistas se unieron al General Gómez y le calentaron las orejas bien calentadas para salir de una vez de "El Cabito" Castro.
Y las cosas se fueron caldeando porque los generales en jefe Francisco Linares Alcántara, Román Delgado Chalbaud y Eliseo Sarmiento también andaban con ponerse en el coroto presidencial. En realidad hubo muchos muertos y heridos en donde estaba la antigua sede de la imprenta nacional en Caracas.
¿Qué te parece, sobrino?
En cuanto al asesinato del General Mata Illas tengo que decirte que la antesala del golpe en contra del General Cipriano Castro se aceleró debido a un acontecimiento que fue propiciado por el propio General Eustoquio Gómez y cuyo mentor principal fue el mismísimo General Juan Vicente Gómez quien hacía reuniones conspirativas en donde también participaba el embajador norteamericano Bowen.
El General Matas Illas, sin dudas fue un castrista leal y muy comprometido con el gobierno restaurador; y eso lo llevó a la muerte en esos días. Ya que hasta ese momento él no era el gobernador de Caracas, sino el General y Dr. Angel Carnevalli Monreal había precisado quienes eran los conspiradores de oficio que había en Caracas, citándolos seguidamente ante su presencia en su despacho en la gobernación, exigiéndoles a ciertas personas que abandonaran el territorio caraqueño en un plazo de 24 horas.
Ante tal situación, el General Juan Vicente Gómez bajó a Macuto y conversó con el General Cipriano Castro, logrando el remplazo del General Carnevalli por el Dr. Luis Matas Illas. Claro está, el General Eustoquio Gómez en sus afanes de buen agitador y bajo una tremenda borrachera con revolver en manos comenzó a dar vivas por el su primo Juan Vicente Gómez.
Eustoquio andaba acompañado de varios oficiales afectos a su primo Juan Vicente Gómez, entre palos y vítores circulaban a caballos y en vistosos coches de la época, y en Puente Hierro se encontraron con el General Mata Illas y Eustoquio y sin mediar palabras algunas con el nuevo gobernador le propinó un balazo que acabó con su vida.
Por esa muerte se cayeron a tiros y a machetazos los generales Avelino Uzcátegui (castrista) y el Coronel Olegario Salas (gomecista) quien quedó tendido en el piso en sangrentado, a causa de un machetazo. El General Uzcátegui herido de bala en la frente con sus tropas fue a hacer prisionero al General Eustoquio Gómez.
Realmente no pudo detener a Eustoquio Gómez, ya que salió huyendo hacia el pueblo de Ocumare del Tuy. Hay que destacar que Eustoquio fue detenido y condenado a prisión por dos años y el General Juan Vicente Gómez para protegerlo lo dio a conocer como Evaristo García.
Fíjate que de malo era Eustoquio Gómez, que en una ocasión su primo Juan Vicente Gómez lo envió como Presidente del Edo. Táchira y allá ese hombre hizo muchos desastres inhumanos, ahorcando a infinidades de opositores del gobierno gomecista en una mata de mangos en San Cristóbal. Y eso lo hizo porque allá el General Juan Vicente Gómez tenía muchísimos enemigos, debido a que lo consideraban un traidor por haber tumbado del gobierno a su compadre el General en Jefe Cipriano Castro quién no era ninguna bendición en mi familia.
Tú debes saber sobrino, que mi mamá contaba que el General Cipriano Castro era sádico y por eso le tenían mucha rabia en mi familia. Ya que él en esas montañas de Galipán y en El Hoyo de La Cumbre correteaba a las jovencitas para luego violarlas con sus propios dedos, ya que según la gente de ese tiempo era sifilítico.
Antigua jefatura civil de Carayaca
Y el hecho de que el General Eustoquio Gómez estuviera gobernando en Barquisimeto se debió a la visita que el General Juan Rodríguez le hizo al General Juan Vicente Gómez en Maracay en 1.930. Ya que su hijo Magdaleno Rodríguez había hecho unos comentarios muy adversos en contra del General Eustoquio Gómez y este aseveró públicamente que le mataría el hijo al General Juan Rodríguez.
De esa manera fue como el General Juan Vicente Gómez envió a Eustoquio Gómez a Barquisimeto y a raíz de su muerte su primo se viene a Caracas y se gana la muerte de la forma como te la he contado.
El General Eustoquio Gómez dejó descendencia por los lados de El Jabillo o el 93 en Maiquetía, siendo uno de sus nietos el actor cómico venezolano y maiquetieñoToco Gómez. Luego en Caracas se generaron una serie de saqueos en contra de la gente que gobernó con el General Juan Vicente Gómez, y que más luego se extendió por estas tierras al oeste del Departamento Vargas del Distrito Federal.
El Almendrón en Carayaca
En la subida de El Pardillo en donde vivíamos en Carayaca, sentimos unos disparos de revólveres y máuseres, y no sabíamos que estaba pasando en esos momentos; cuando de pronto oímos las palabras de mi mamá, que dirigiéndose a mis hermanos Francisco Santiago, Félix Luis, Edgar Paulino y a mí que era la mayor de todos nosotros, nos dijo estas palabras: ¡Rápido, rápido; métanse en el cuarto que están disparando por ahí, vamos pues!
En realidad esa era la costumbre en Carayaca cuando pasaban cosas iguales a esas. Lo que sí fue cierto, es que una poblada proveniente de los campos de nuestra parroquia se vinieron hacia el pueblo de Carayaca que era en donde estaba el jefe civil y sus comisarios apostados y algo asustados.
Al llegar ese gentío compuesto por labradores y pescadores a la sede de la jefatura civil del pueblo, la cual quedaba más arriba en donde está el histórico "Almendrón" y fue la casa del General Juan Rodríguez.
El famoso Almendrón fue sembrado hace muchísimos años atrás por el General Juan Rodríguez. En ese momento uno de los alzados en ese memorable día gritó estas palabras: ¡Vamos a tomar la jefatura civil del pueblo y hacemos preso al jefe civil, y a toda su gente!
¡Vamos, pues!
La Junta Patriótica de Caracas había dado la orden de tomar las calles desde los días finales de diciembre de 1.935 y acrecentaron las acciones de masas, el 14 de febrero de 1.936, bajo el lema de: "… El Ciudadano que no está organizado no es Ciudadano…".
Los mayores agitadores fueron los que vinieron de Tarmas, El Guire y La Florida, y quienes a la brava se metieron en la vieja jefatura civil y tomaron entre sus manos un busto de madera del General Juan Vicente Gómez Chacón y lo lanzaron contra el suelo.
Al notar que la imagen era de madera, se lo llevaron hasta la calle y le cayeron a palos, y finalmente con ardor lo machetearon hasta hacer trizas la imagen del Benemérito General Juan Vicente Gómez Chacón.
Yo puedo decir que en esos tiempos tenía 12 años de edad y recuerdo esas cosas como si fuera ayer mismo; por lo tanto puedo decir que en ese día no hubo calma en ese bello pueblo de montaña que conocí en mi niñez y juventud. Eso fue un gran desastre que fue aplacado por Julio Chalbaud Urbano, a quién nombraron como jefe civil de Carayaca, en esas cruciales horas.
Juana Aranguren Bravo
Esos sucesos se dieron simultáneamente con los que se estaban dando en Caracas, el 14 de febrero de 1.936.En las primeras horas en la ciudad capital hubo varios muertos y muchos heridos, y así fue como comenzó el saqueo de los bienes y propiedades de los gomecista que gobernaron por 27 años estas tierras.
¿Cómo fue su noviazgo con mi tío José Antonio Garrido Manzano y cuando contrajeron matrimonio, tía Angelina?
A José Antonio Garrido Manzano lo conocí en una de las ocasiones en que visitaba a mi tía Carmen Sánchez Jiménez en su casa en la esquina de Navarrete en Maiquetía. Ya que él vivía en Quenepe y ese era un lugar famoso por su agua mineral, y porque era un sitio cercano a la casa de mi recordada tía Juana Aranguren Bravo.
Los dueños de "Agua Mineral Quenepe" fueron los padres de Hermes, quién fue un personaje muy conocido por esos predios debido a su "finura y extraños modales".
José Antonio era un hombre muy elegante y en su rostro se destacaba su fino bigote, que le daba una apariencia de hombre elegante. Yo siempre me asomaba en la ventana de la casa de mi tía Carmen, para verlo cuando pasaba hacia su trabajo en la Fábrica de Vidrios; la cual quedaba en donde hoy está el centro Comercial "Litoral" frente al Cuerpo de Bomberos (ubicado en las antiguas tierras de la hacienda "Los Cocoteros").
Saqueos en Caracas, el 14 de febrero de 1.936
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