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San José de Carayaca vista por doña Angelina Sanchez Aranguren (página 5)

Enviado por León Morales


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(…) Si más no recuerdo, mi padre Lino Aranguren Castro nos contó que en los primeros días de agosto de 1.858, una vez derrotados ellos por las fuerzas godas cerca del pueblo de San José de Galipán, él ayudó al General Ezequiel Zamora a disfrazarse de arriero, tiñéndole el bigote y el pelo con tinte de color negro, lo trasladaron hacia las costas de Catia La Mar con destino al pueblo de San José de Carayaca, con la ayuda encomiable del mestizo José María Tortoza Ochoa quién era nativo del pueblo de Tarmas.

"En esa travesía por las orillas de la costa con rumbo a las alturas de Carayaca, el General del Pueblo Soberano se encontraba acompañado por los generales Juan Crisóstomo Falcón y José Rincón Soto; coroneles, Wenceslao Casado y Carmelo Gil; Comandante Amador Armas; doctores, Antonio Leocadio Guzmán, Ramón Anzola Tovar, Joaquín Herrera, José Manuel García, Ramón Suárez y Pío Ceballos; y los ciudadanos, Diego Antonio Alcalá, Jesús María Aristigüieta, José Gabriel Ochoa, José Simón Gimeno, Pedro Conde y Carmelo Villamartín Valiente".

"La batalla de La Galipanada se dio como un elemento catalizador para unir a los revolucionarios federales, que de una u otra forma hacían la guerra por bandos separados a lo largo y ancho del país. Inclusive, el General Ezequiel Zamora creía que en esa contienda podía vencer al General Julián Castro Contreras quién para esos momentos vivía una situación política muy difícil". (…).

Y mi tía Angelina, oyendo los relatos que quedaron registrados por mí y que venían de su difunta madre María Catalina de Sena Aranguren Bravo de Sánchez Jiménez, con lágrimas desprendiéndose por sus mejillas, me dijo estas palabras: ¿Y cómo sabes tantas historias contadas por mi mamá, sobrino?

Al oír sus angelicales palabras, sentí mucha nostalgia y tristeza, mi mente se trasladaba al pasado y recrudecía en mi aquellas imágenes antañonas de mi adorada abuela y madre a la vez, en donde en ocasiones me inquietaban sus palabras y en mí se formó la figura del historiador no académico que tenía el sagrado deber de reconstruir la historia familiar paterna y que hoy me ha convertido en uno de los mejores historiadores locales del país, en donde he alcanzado el honorifico título de Patrimonio Cultural Viviente del Edo. Vargas.

Y dirigiéndome a mi tía Angelina, procedí a contarle lo siguiente:

"Tía Angelina. Mi abuela Catalina un día me comentó que su padre jamás fue herido en combate alguno durante su vida militar; ya que él tenía incrustado en su brazo izquierdo un crucifijo, que le servía como amuleto de protección".

Y mi tía con cierta dulzura en sus labios y con una sonrisa muy amena y agradable, me preguntó: ¿Y qué más sabes tú de mi abuelo Lino Aranguren Castro, sobrino?

Te voy a narrar un comentario de mi bisabuela Carmen Jiménez de Sánchez que me contó mi abuela Catalina sobre su padre y es el siguiente:

"… Doña Carmen Jiménez de Sánchez, isleña de Canarias y esposa del isleño Julián Sánchez, a quien le tocó vivir esos momentos de lucha a muerte en La Galipanada; y quién siendo muy niña aún oyó decir en el seno de su laboriosa familia, estas palabras:

"El General Ezequiel Zamora estaba convencido una vez más que podía derrotar al General Julián Castro Contreras quien también era familia del Sargento 1º Lino Aranguren Castro, el abuelo maternal de mis nietos nacidos de mi hijo Francisco Sánchez Jiménez con Catalina Aranguren Bravo".

"El General Julián Castro estaba casado con doña María Nieves Briceño quién era hija natural del General en Jefe José Laurencio Silva, Ilustre Prócer de la Independencia y quién estaba casado con una sobrina del Libertador Simón Bolívar, de apellido Bolívar y Tinoco. Yo en una ocasión oí al General Lino Aranguren Castro hablar sobre esos episodios que se dieron en esas peleas que libraban en contra de ese Presidente…".

Y mi tía Angelina me preguntó lo siguiente: ¿Y mi abuelita Carmen Jiménez sabía esas cosas de mi abuelo Lino Aranguren Castro?

Claro, tía Angelina. Mi abuela Catalina me contó que ella se fue a vivir a Carayaca con mi abuelo Pancho "El Narizón", debido a que no fue aceptado por nuestra familia Aranguren en El Hoyo de la Cumbre, y eso acaeció a causa de algunas desaveniencias que hubo con la familia de mi tío Eleuterio Pérez en el pueblo de Galipán.

Y todo tuvo que ver con la condición de clase social a las cuales pertenecían las familias Aranguren Bravo y Sánchez Jiménez. Eso conllevo a mi abuelo Pancho a tener que llevarse para siempre a mi abuela Catalina hacia los lados de El Brillante en Maiquetía y más luego a Carayaca. Y lo más seguro es que mi abuela ya estaba en estado de usted, tía Angelina.

Y mi tía Angelina en relación a lo antes expuesto me dijo lo siguiente:

"Yo he podido comprender lo que dices y fue cuando me fui a casar con José Antonio Garrido Manzano en 1.946 en Maiquetía. Justamente cuando saque mi partida de nacimiento en la jefatura civil de Carayaca".

"Y todo se relacionó con el matrimonio que contrajeron ambos en el pueblo de Carayaca en 1.927. En donde fuimos reconocidos mi hermano Francisco Santiago y yo, quienes nacimos bajo el apellido Aranguren, y allí fuimos registrados ambos por nuestros padres bajo los apellidos Sánchez Aranguren".

"Yo te quiero decir que de todos mis hermanos quién más le rinde culto al apellido Aranguren es mi hermano Edgar Paulino Sánchez Aranguren; ya que él unió el apellido Sánchez con el Aranguren en un solo apellido. Y es tan así que sus descendientes llevarán para siempre el apellido Sánchez-Aranguren".

"Sin embargo, mi hermano José Basilio Sánchez Aranguren no lo hizo de esa manera, aunque también tenía sus intenciones. Lo que pasó con José Basilio es que es más conocido en Maracay como Basilio Sánchez, y de esa manera prefirió ser más conocido en la sociedad aragüeña y en especial en la universitaria; con nombre y apellido propio, ya que él ha estado entre las siete personas mejores vestidas en el Edo. Aragua".

De pronto mi tía Angelina se puso a llorar y me dijo estas palabras:

"Sobrino León, yo no quiero que se publiquen esas cosas como si yo las estuviera contando, ya que atentan en contra del honor de mis difuntos padres. Mi madre era muy buena y nos quería mucho, y si ella se reservó esos hechos del pasado fue para que nosotros no repitiéramos esos sucesos y ese es su gran mérito como mujer y madre que fue ella".

Con el debido respeto que se merece mi tía Angelina, le manifesté que se respetaría la memoria de ellos y que solo se tomarían los aspectos históricos, pero nunca jamás atentar en contra de nuestros padres y abuelos en cuanto a su dignidad y respeto.

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Angelina y Edgar Paulino Sánchez Aranguren

¿Sabes que opinó la señora Florencia Calderón Ávila de Romero en su casa en la Calle Bolívar del pueblo de Carayaca, acerca de mi abuelo Pancho y mi abuela Catalina, y que está registrado en mi trabajo titulado "Autobiografía sobre la infancia de un atorrante e incansable viajero nacido en el pueblo de Nuestra Señora de la Candelaria de Tarmas en 1.950", tía Angelina?

Y ella me respondió así: "… No, cuéntame…".

En cuanto a las vivencias de la familia Sánchez Aranguren en la bajada de El Pardillo en Carayaca arriba, hay relatos muy importantes que fueron aportados por la venerable anciana Florencia Calderón Ávila de Romero quién tuvo la dicha de haber conocido a mis abuelos paternales, a doña María Catalina Aranguren Bravo de Sánchez y a don Francisco Sánchez Jiménez, conocido también como Pancho "El Narizón"; dándome la siguiente información sobre mis ilustre abuela y abuelo, y que paso a dar a conocer en estos momentos:

"Mi madre se llamaba Simona Calderón Ávila de Tortoza y era nativa de Caracas; un día ella se vino con su familia y en El Casupal conoció a mi padre Francisco Tortoza Castillo. La familia de mi mamá vivió allá y la de mi papá era de la fila de Jesús, cerca de la hacienda Curiana".

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Señora Simona Calderón Ávila de Tortoza

"Mi madre era hija de Demetrio Ávila y Francisca Calderón, y mi papá era hijo de Francisco Tortoza y Andrea Castillo; y yo me casé con Juan de Mata Romero. Sobre tus abuelos te diré que ellos vivían en la primera casa que había subiendo hacia El Pardillo".

"El señor Pancho El Narizón era un hombre alto y moreno, y tenía buena presencia y una gran nariz, por eso lo llamaban Pancho El Narizón. Él era muy buena gente y tenía una bodega y tienda".

"Él con la señora Catalina siempre venían a visitar a mi mamá en nuestra casa aquí en la Calle Bolívar en Carayaca. Ellos eran muy buenos amigos de ella y de mi familia; siempre llamaban a mi mamá para que se ganara el día lavando y planchándole la ropa, y en muchos casos, para limpiarle la casa y el negocio".

La señora María Catalina Aranguren Bravo de Sánchez eran tan buena amiga de mi mamá, que ellas se tenían entre sí mucha confianza, jugaban cartas y en algunas ocasiones se echaban hasta sus palitos. Esas mujeres se reían y gozaban de los chistes que contaban entre ellas mismas; y es más, la confianza era tal, que ambas se metían en el cuarto a contarse cosas y disfrutaban de las cosas que hacían".

Ya que la señora Catalina trabajaba mucho en el negocio de su marido y era una mujer con mucho carácter, de eso no había dudas. Yo recuerdo mucho a su hija Ángela, cuando era niña. Ella es la mamá de un muchacho que a veces viene por aquí y nos visita; él se llama Jesús "Chucho" Garrido Sánchez".

Mi hermano Manuel le trabajó mucho en la bodega al señor Pancho El Narizón. Allí ellos vendían de todo, porque esos eran negocios y tienda a la vez, y tenían una buena clientela en esos tiempos. Esos si eran gente de verdad".

¿Y sabes que me contaste en semanas pasadas sobre tus padres aquí en esta urbanización "Villas de Aragua", tía Angelina?

Y ella me respondió de esta manera: "… Recuérdamelo, que no sé lo que te dije de ellos en esa ocasión sobrino…".

Sin embargo, la adorada y siempre venerable anciana Angelina Sánchez Aranguren de Garrido, recordando su niñez en la bajada de El Pardillo en Carayaca Arriba le expresó a su sobrino León Manuel Morales en su residencia en Villas de Aragua en Maracay-Edo. Aragua, estas palabras:

"Yo recuerdo en mi infancia, que mi mamá contrató los servicios de la señora Leopolda Romero para que nos cuidara a todos nosotros, en la casa que teníamos en la bajada de El Pardillo. Ella duró muy poco con nosotros, debido a que a mi mamá no le gustó como trabajaba y por eso la botó; parece que esa señora era muy floja".

"Y en cuanto a mi papá se refiere, a él nunca le gustó tomarse fotos; cuando veía que le iban a tomar alguna se volteaba y no permitía que se la tomaran. Por eso no tenemos fotos de él".

"Y cuando nos fuimos a Caracas, a raíz de lo que le pasó a papá por haber perdido sus negocios y propiedades en Carayaca; nos fuimos fue a La Pastora. Y vivíamos en todo el frente en donde vivía mi tío abuelo Gregorio Bravo quién era hermano de mi abuela Dolores Bravo y padre del borrachito que vivía en el Cerro Santa Ana en Maiquetía y quién se llamaba Tarsicio Bravo".

Y también me acuerdo de mi abuelita Dolores Bravo, yo si la conocí, y me acuerdo de esta anécdota de ella, allá en La Pastora. Un día ella me llamó bajo estas dulces palabras: "Ángela, venga y siéntese en mis piernas".

Y yo le pregunté: ¿Para qué, abuelita?

Y ella me respondió: "… Para que me saque los piojos en mi cabeza…".

"Y yo le sacaba los pijos y ella gozaba un puyero conmigo, que linda era mi abuelita Dolores Bravo".

Y yo te voy a narrar esta anécdota de mi tío José Basilio Sánchez Aranguren que sobre tu padre me dio a conocer él, hace algunas semanas atrás en su casa por los lados de Las Delicias en Maracay, tía Angelina.

Y el Dr. José Basilio Sánchez Aranguren con gran nostalgia y recordando a su difunto padre Francisco Sánchez Jiménez, en su casa diseñada por el arquitecto Fruto Vivas en las adyacencias de Las Delicias en Maracay, ante su antes mencionado sobrino León Manuel Morales, dijo lo siguiente:

"… Yo recuerdo que cuando tenía 5 años de edad, un día me acerqué a mi papá y comencé a acariciarle sus cejas…".

Y en esos instantes le dije estas palabras: "… Papá, con esas cejas tan grandes te pareces al Diablo…".

Y él me contesto de esta manera: "… Con la única diferencia, que yo tengo cejas y el Diablo, no…".

Y luego me dijo lo siguiente:

"De todos mis hermanos varones yo soy el único que tiene el pelo igual a mi papá, inclusive del mismo color. Claro está, yo soy el más pequeño de todos y el que más se parece a él era mi hermano Francisco Santiago".

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Juana Aranguren Bravo, hija del Ilustre Prócer de la Federación General Lino Aranguren Castro y Dolores Bravo.

Querida tía, Angelina. Te voy a dar a conocer la hoja de servicios militares de mi bisabuelo el General Lino Aranguren Castro y que están registrados en mi trabajo de investigación histórica titulado: "Autobiografía del Oficial de Marina Mercante León Manuel Morales" (II Parte):

… En cuanto a mi bisabuelo Lino Aranguren Castro se refiere, él nació en El Hoyo de La Cumbre en las serranías del Guarayra Repano o Ávila en 1.838. En nuestra historia familiar aún no hemos conseguido su partida de bautismo; pero presumimos que fue bautizado en la iglesia de la Divina Pastora en Caracas.

Sabemos por fuente oral de nuestra abuela paterna que la madre de su padre se llamaba Cristina Castro, quien era una mujer mestiza con mezcla de indígenas con españoles.

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María Catalina de Sena Aranguren Bravo de Sánchez Jiménez

(*Las Aguadas-Maiquetía, 1.898 / +Maiquetía, 1.972), hija del Ilustre Prócer de la Federación General Lino Aranguren Castro y Dolores Bravo

Ella tuvo otro hijo que se llamaba Francisco Aranguren Castro y fue quien fundó a Plan de Manzano en la antigua Carretera Vieja de Caracas a La Guaira en 1.888 y de esa simiente nació Ezequiel Aranguren Daboin, quién era primo hermano de mi abuela María Catalina de Sena Aranguren Bravo.

Sobre la vida heroica y militar del General Lino Aranguren Castro, hay que decir lo siguiente:

  • Combatió en la batalla de la Galipanada el 16 de agosto de 1.858, considerada la primera batalla de la Guerra Federal. Allí por órdenes del auditor de guerra y Comandante Antonio Guzmán Blanco fue ascendido de Sargento 1º a Subteniente. Dicho documento reposa en manos de mi tío Edgar Paulino Sánchez Aranguren.

En esta batalla estuvieron el General Ezequiel Zamora Correa, General José Gregorio Quintana, Félix María Alfonzo, General Pedro Vicente Aguado, General Luis Level de Goda, Rafael Agostini, José María Blanco, entre otros. Las fuerzas godas estuvieron comandadas por el General en Jefe Carlos Soublette y el General José María Rubín.

  • Preparó la fuga del General Ezequiel Zamora y de 18 generales más hacia la isla de Curazao, una vez derrotados en La Galipanada en 1.858.

  • Dirigió el pelotón de fusilamiento en los valles del Tuy que ejecutó al traidor de Concepción González en 1.859, quién había entregado a los españoles al General en Jefe José Félix Ribas y Herrera en Tucupido en 1.815.

  • Estuvo en la batalla de la Sampablera en Caracas en 1.859.

  • Participó en el combate de Maiquetía bajo las órdenes del General en Jefe Pedro Vicente Aguado en 1.859.

  • Combatió en el combate de La Guaira en 1.859, bajo las inmediatas órdenes del Teniente Juan José Breca y bajo la conducción del General en Jefe Pedro Vicente Aguado; siempre en la retaguardia para evitar que las fuerzas godas tomaran el camino que daba entrada al puerto de La Guaira.

  • Estuvo en la retirada de las fuerzas federales al mando del General Pedro Vicente Aguado hacia el pueblo de Carayaca, en donde dictaron un Decreto de Guerra a Muerte en contra de los godos en septiembre de 1.859.

  • Con el General Pedro Vicente Aguado combatió por los lados de Petáquire, La Victoria y San Sebastián de los Reyes, entre 1.859 y 1.860.

  • Tuvo una connotada participación en la Revolución de los Azules en 1.868. Específicamente, en la toma de Caracas; combatiendo al lado de los generales Luciano Mendoza, Domingo Monagas, Luís Level de Goda, José Gregorio Monagas (hijo), Desiderio Escobar, Leoncio Quintana y Adolfo Olivo "El Chingo".

Los Azules tuvieron 300 muertos y 700 heridos en esta acción de armas; estando bajo la conducción de los generales en jefe Carlos Soublette Jerez y Aristigüieta y José Tadeo Monagas, viejas glorias de la guerra de la independencia.

Además, aquellos viejos adalides de la Revolución Azul liderada por el General en Jefe José Ruperto Monagas Oriach tuvieron el altísimo honor de trasladar los restos del Generalísimo Ezequiel Zamora Correa desde el pueblo de San Carlos de Austria a la iglesia de Los Teques; en donde los sepultaron nuevamente.

En esta batalla salió gravemente herido con una gran herida en el brazo derecho y recibiendo una cicatriz en su rostro el francmasón caraqueño y General en Jefe Julio F. Sarria.

  • Participó en la Revolución de Abril de 1.870, en donde llevaron al poder al General en Jefe Antonio Guzmán Blanco; combatiendo en la batalla de Caracas entre los días 25 y 27 de abril de ese año.

  • Allí estuvo al mando del General en Jefe Matías Salazar, destacándose dentro de la columna que le dio el golpe definitivo a las fuerzas del gobierno, estando bajo las inmediatas órdenes del General Julio F. Sarría. Cabe destacar, que en esa batalla estuvieron los generales Desiderio Escobar, Luciano Mendoza, José Ignacio Pulido y las fuerzas revolucionarias tuvieron entre muertos y heridos, 835 bajas; mientras que las fuerzas del gobierno tuvieron 600 muertos entre sus filas.

  • Participó en la Revolución Reivindicadora que desde el exterior dirigió el General en Jefe Antonio Guzmán Blanco entre los días 26 de enero y 6 de febrero de 1.879. En esta acción de armas combatió al lado de los generales Fermín Udis y Ramón Guerra Bonilla quienes heroicamente derrotan al General Abdón Otazo quién se desplazaba hacia el pueblo de La Victoria con 400 soldados del gobierno de turno.

  • Las fuerzas de la Revolución Reivindicadora estuvieron al mando del General en Jefe Gregorio Cedeño quién derrotó en La Victoria el General en Jefe José Gregorio Varela, en donde habían acantonado 12.000 hombres. El segundo en el mando fue el General en Jefe Luís Level de Goda. Aproximadamente en esta batalla hubo más de 2.000 muertos y terminó con la entrada triunfal en Caracas del General en Jefe Gregorio Cedeño.

  • Participó en la Revolución Legalista a favor del General en Jefe Joaquín Crespo el 6 de octubre de 1.896. Habiendo sido su colaborador desde los años 1.884 – 1.886 – 1.888, una vez alcanzada la presidencia de la República de Venezuela.

  • Hizo prisionero al General José Antonio Velutini Ron a bordo de la goleta "Ana Jacinta" en las cercanías del puerto de La Guaira; debido a que el General Velutini se encontraba comprometido en el alzamiento crespista que se dio en 1.888.

  • Colaboró en el proceso y en la campaña electoral que llevó al General en Jefe Ignacio Andrade a la presidencia de la República de Venezuela en 1.897. Siendo enemigo denodado del General en Jefe José Manuel Hernández "El Mocho" quién era su contrincante en lo político.

  • Se declaró antimochista al saber la noticia sobre la muerte del General en Jefe Joaquín Crespo en el sitio de La Mata de la Carmelera por parte de las fuerzas del General José Manuel Hernández el 16 de abril de 1.898.

  • El General en Jefe Lino Aranguren Castro fue nombrado Ilustre Prócer de la Federación en el gobierno del francmasón y General en Jefe Ignacio Andrade Troconis en 1.898. Cuyo manuscrito fue firmado por el propio Presidente de la República y su Ministro de Guerra y Marina. Este documento hoy reposa en manos de mi tío Edgar Paulino Sánchez Aranguren.

  • Tuvo una relevante participación en la Revolución Libertadora al mando del francmasón y General en Jefe Manuel Antonio Matos, cuyo fin era tumbar del gobierno al General en Jefe Cipriano Castro Ruiz en 1.903. Combatiendo al lado de los generales Nicolás Rolando Monteverde, Zoilo Vidal "El Caribe", Domingo Monagas, Luciano Mendoza, Esteban Luján; cuyos combates principales se dieron en Guenque, lugar ubicados en las cercanías de Arrecifes; La Victoria, El Guapo, Cumaná y Ciudad Bolívar. Las batallas de La Victoria, El Guapo y Ciudad Bolívar fueron muy sangrientas; ya que se buscaba restaurar en el poder al General en Jefe Ignacio Andrade Troconis.

  • El francmasón y General en Jefe Lino Aranguren Castro falleció a la edad de 85 años, víctima de una caída de caballo cuando venía desde su morada en Las Aguadas a Maiquetía en 1.923. Su cadáver fue velado en una de sus casas por los lados del 93, cerca de donde hoy está la Urbanización "Vilachá".

Luego fue sepultado en el Cementerio Municipal de Maiquetía; su tumba hoy está bajo el control de su nieto Raymundo Pérez Aranguren, quien tiene en su poder el escapulario de Nuestra Señora de Las Mercedes que siempre llevó en muchas acciones militares por más de 68 años en nuestro país, y que es la santa patrona de nuestra familia antes de que llegaran desde España en los tiempos de la conquista a los pueblos de Mucuchíes y Bobures como encomenderos y repartidores de tierras indígenas,; y más luego al valle de Caracas y a San Sebastián de los Reyes en los valles de Aragua en 1.567.

  • Su esposa doña Dolores Bravo era natural de La Puerta de Caracas en las cercanías de La Pastora en Caracas quién tuvo un hermano llamado Gregorio Bravo, el cual falleció en ese lugar a la edad de 104 años y quién fuera el padre del difunto Tarsicio Bravo. Ella fue la madrina de bautizo de la Madre María de San José en el pueblo de Choroní el 13 de octubre de 1.875, y era hija del francmasón General Clemente Alvarado Salas y de doña Margarita Cardozo Perdomo; el bautismo fue oficiado por el presbítero José María Yépez.

  • Su esposa Dolores Bravo de Aranguren murió en 1.937, siendo sepultada en la misma tumba en donde estaba su difunto esposo el General Lino Aranguren Castro. Además, ellos tuvieron los siguientes hijos: Víctor, Juan, Jesús, Carmela, Lola, Isabel, Angelina, Ignacia (+ 1.959), Catalina (+ 1.972) y Lino (+ 1.999).

  • El General en Jefe Lino Aranguren Castro tuvo dos hijos fuera del matrimonio que fueron criados por su esposa Dolores Bravo en Las Aguadas de Maiquetía, y quienes nunca llevaron su apellido.

¡Gloria eterna al General en Jefe Lino Aranguren Castro, Ilustre Prócer de la Federación!

Pensamiento: "…Valientes, valientes somos todos los soldados de la revolución, valiente es el pueblo venezolano que se alzó contra la tiranía goda y ahora lucha desnudo y con hambre…".

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Ezequiel Zamora Correa, El General del Pueblo Soberano, Barinas, 14/06/1.859

Aparte de los documentos y despachos militares que tenía mi abuela María Catalina de Sena Aranguren Bravo de Sánchez Jiménez y que pertenecieron a su difunto padre el General en Jefe Lino Aranguren Castro, y que era una de las reliquias más preciadas de mi ancestral familia y que en el seno familiar me daban a conocer una vez más en mi vida, y eso fue gracias al primo segundo Raymundo Pérez Aranguren.

¿Y quién tiene ahora el escapulario de mi abuelo Lino Aranguren Castro, sobrino?

Tía Angelina, días después de haber fallecido su primo "Mundo", recibí una llamada de su nieta la Lic. Carolina Pérez Rodríguez, quién era la responsable de la oficina de relaciones públicas y acervo histórico del Agrupamiento Naval Capitán de Navío "Felipe Santiago Esteves" en la Av. "El Ejército" en Catia La Mar, quién me dio su número de celular para que la llamara (0426-5166961) y su correo electrónico ([email protected]), ya que ella había visto unos trabajos masónicos míos en internet en donde manifestaba que yo era descendiente del Ilustre Prócer de la Federación General Lino Aranguren Castro.

Ella me manifestó que era nieta de su primo "Mundo", en uno de sus hijos que no era ni Eliezer y menos Arturo; sugiriéndome que le enviara algún material que hubiese escrito por nosotros en donde hacíamos referencias sobre nuestro antepasado antes descrito. Se los envié y ella pudo notar que había habido algunas desaveniencias familiares en el pasado y que ahora era necesario unir los criterios para construir la sucinta vida histórica y militar del General Lino Aranguren Castro, y que ella estaba a la disposición para esos fines específicos.

El escapulario de La Virgen de La Merced aún está en manos de los descendientes de su primo Raymundo Pérez Aranguren, y en conformidad con las palabras de la Lic. Carolina Pérez Rodríguez, debo decir que ella se comprometió conmigo en escanear dicha reliquia y enviárnosla a uno de mis correos para que toda la familia Sánchez Aranguren puedan mirar tan interesante reliquia religiosa y que de hecho fue así, y que primeramente estuvo en manos de su bisabuela Cristina Castro y cuyo relicario también fue conocido por su tío abuelo Francisco Aranguren Castro, hermano del General Lino Aranguren Castro.

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Angelina Sánchez Aranguren de Garrido y su hija Magaly en su casa en 1.949

¿Qué otras historias familiares me pudiera usted contara en estos instantes, tía Angelina?

En Maiquetía se dio una fuerte vaguada en 1.949. Las aguas del Río "Piedra Azul" se salieron de su cauce y se metieron por donde hoy está la iglesia San Sebastián de Maiquetía, dañando parte de sus estructuras. De igual forma, las aguas bajaron por La Plaza Lourdes y dañaron a La Plaza "El Cristo" que da con la Calle "Los Baños".

Mi esposo José Antonio Garrido Manzano me había construido una casita muy bella en las orillas de ese río, pero en un lugar cercano a los rieles del antiguo tren Caracas-La Guaira. El maestro albañil que la construyó fue el señor José Domingo Hernández, quien era amigo de mi esposo.

Lo cierto del caso, es que un día mi papá fue con José Antonio al sitio en donde iban a construir la casa y él enterrando un machete en la arena, le dijo estas palabras:

"José Antonio, yo te sugiero que no hagas la casa aquí, porque a este río lo conozco muy bien, ya que en el anduve cuando niño y joven, bañándome y disfrutando de sus aguas, es muy peligroso y viéndolo bien no lo conoces. Yo creo que debes construir la casa en otro lugar que no sea este".

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Ángela Gertrudis, Magaly Catalina, Lilian Josefina y José Antonio Garrido Sánchez, El Rincón en Maiquetía, año 1.952

"Las cosas salieron como dijo mi papá, comenzó a llover fuertemente en las cabeceras del Río Piedra Azul y las aguas se fueron metiendo en uno de los cuartos de la casa y tuve que decirle a José Antonio que era necesario que abandonáramos el sitio, porque corríamos riesgos de perder a nuestras hijas".

"Inmediatamente, nos subimos hacia la parte alta, buscando la casa de la señora Ana Gertrudis Manzano de Garrido, y con las horas nos fuimos a la casa de mis padres en Pariata. La casa sufrió pérdida total".

Mi ti José Basilio Sánchez Aranguren sobre esa vaguada de 1.949, nos contó lo siguiente:

"Es cierto lo que dice mi hermana Angelina, sobre lo que sucedió en esos días en Maiquetía. En realidad mi papá le había dicho esas cosas a José Antonio, pero él era un hombre terco y no le hizo caso a las observaciones que mi papá le había hecho sobre la construcción de esa casa en ese sitio".

"Yo creo que José Antonio construyó esa casa allí era para estar más cerca de su madre Ana Gertrudis, ya que él salía de su casa, que por cierto era muy bonita, ya que fue hecha a base de adoboncitos, y por un caminito llegaba a la casa de su mamá".

¿Qué nos puede usted contar sobre algunos hechos históricos que sucedieron en el pueblo de Carayaca, tía Angelina?

En Carayaca pasaron muchas cosas en toda su historia y eso era vox populi en las historias que a diario contaban las ancianas y ancianos y que a continuación te voy a contar algunas que tal vez desconoce.

Sobrino, León. Usted es buen conocedor de la historia venezolana, porque eso se lo enseñó mi mamá allá en Pariata en la década de los años cincuenta del siglo pasado, ahora te voy a hablar de La Campaña Admirable en 1.813, en donde muy pocas personas saben que la gente de Carayaca tuvo participación en esas gestas heroicas que libró el Libertador Simón Bolívar.

"Después de la capitulación del General Francisco de Miranda ante el Capitán de Navío Domingo de Monteverde en el pueblo de San Mateo en los valles de Aragua en 1.812 y la pérdida del castillo de Puerto Cabello, por parte del Coronel Simón Bolívar en la Primera República, mucha gente e incontables familias caraqueñas, viendo el avance de las fuerzas españolas al mando de Monteverde hacia Caracas, marcharon apresuradamente a montones huyendo hacia el puerto de La Guaira".

"Más de 7 mil personas bajo un manto de lágrimas y al ritmo de sus fuertes alaridos caminando por el viejo camino de Caracas a La Guaira, muchos a pie y otros en caballos, burros y mulas trataron de ganar las costas guaireñas el 4 de agosto de 1.813".

"El contingente humano patriota en diáspora casi fue contenido en su avance por las fuerzas españolas al mando del Teniente Coronel Juan de Budía y el Capitán Agustín Benegas se encontraban cubriendo el camino en la parte alta de La Pastora en el valle de Caracas, en dirección a La Guaira. Y de esa manera también contenían el avance del populacho en esos difíciles momentos de la guerra a muerte".

"Y aquí fue en donde mis antepasados los Aranguren entraron en escena en el sitio de El Hoyo de La Cumbre el 5 de agosto de 1.813. Los españoles comisionaron a don Francisco Antonio Paul para que en ese día firmara una capitulación con el patriota don Francisco Mármol quien era el comandante de la plaza de La Guaira y se encontraba refugiado con sus tropas en el pueblo de San Joseph de Carayaca, en donde pagaron con sus vidas la defensa de todas esas costas guaireñas y de sus pueblos circunvecinos, rindiendo sus fuerzas el 6 de agosto de 1.813".

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Pueblo de Ntra. Sra. de La Candelaria de Tarmas, año 2.005

"Algunas familias pudieron embarcar en los 14 buques que estaban surtos en el puerto de La Guaira con rumbo a la isla holandesa de Curazao, en donde se encontraban más de 2 mil refugiados venezolanos".

¿Qué te parece ese aporte de tu parroquia natal a La Campaña Admirable del Libertador Simón Bolívar, sobrino León?

Me parece un aporte muy interesante a la historiografía carayaquera, tía Angelina. Ya que Carayaca siempre ha sido un pueblo de paso, en esos tiempos y ahora también. Y siempre he dicho que las profundidades que tienen las aguas en la costa carayaquera sirven para una salida por vía marítima ante cualquier contingencia que se nos presente en un momento dado de nuestra historia local, regional o nacional.

¿Usted fue alguna vez al pueblo de Ntra. Sra. de La Candelaria de Tarmas, tía Angelina?

"Claro, que llegué a ir a tu tierra natal, sobrino León. Tarmas es un pueblo de negritos y allá mi hermano Santiago Francisco llegó como maestro de escuela en 1.946. En esos tiempos ya nos habíamos ido del pueblo de Carayaca para siempre y mi hermano a la edad de 19 años regresó a ese pueblo en donde su gente lo quería mucho".

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Virgen de La Candelaria de Tarmas, año 2.005

"Yo fui por primera vez al pueblo de Tarmas a comienzo de los años treinta del siglo pasado, en una caminata en donde participamos como 60 niñas y jovencitas que fuimos seleccionada en la Escuela "Rafael Rangel" en Carayaca para participar en la festividad que se hacía el 2 de febrero de cada año en tan antiguo pueblo de la Parroquia Carayaca".

"Yo recuerdo que nos íbamos por los caminos que estaban por El Arenal y debo decir que nuestros padres y madres no se molestaban; ya que eso era ordenado por nuestros maestros y maestras en nuestra escuela, la cual quedaba en el frente de la vieja jefatura civil que fue demolida para construir la que ahora tienen en Carayaca".

"La gente de Tarmas eran muy conocidas por nosotros, ya que cuando venían desde ese pueblo tenían que pasar obligatoriamente frente al negocio de mi papá, en donde se detenían para comer dulces o a comprar algunas cosas para llevar de regreso a sus casas".

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Pueblo de Ntra. Sra. de La Candelaria de Tarmas, año 1.928

Te voy a contar una anécdota que sucedió en esos viejos tiempos y que tiene que ver con mi hermano Francisco Santiago y algunas personas de Tarmas:

"En una ocasión, desde la hacienda "Curiana" que era propiedad del isleño canario Eduardo Padilla, partió el negrito tarmeño Martín Benítez Mayora con unos burros cargados de tomates para mi papá en la bajada de El Pardillo en Carayaca arriba. Al llegar a los lados de lo que ahora llaman El Silencio, fue abordado por un joven llamado José Bianculli, quien sin mediar palabras algunas con el arriero tarmeño, le asestó una andanada de golpes a diestra y siniestra".

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Imagen de Santa Ana en la hacienda "Curiana", año 1.980

Mi hermano Francisco Santiago en esos momentos se encontraba en ese sitio y pudo ver con sus ojos lo que allí estaba pasando con Martín. Apresuradamente mi hermano se acercó al sitio y sin discutir con José Bianculli, le dijo estas palabras: ¿Por qué tú le pegas de esa manera a Martín, José?

¿Es qué te la estás dando de arrecho, ah?

Y José Bianculli cruzó unas fuertes palabras con mi hermano Francisco Santiago y como siempre había algunas personas que le gustaban azuzar a los muchachos para que pelearan, alguien le gritó a mi hermano estas palabras: ¡Jodelo, Pinocho; jodelo Pinocho!

"En esos tiempos había una fuerte rivalidad entre la gente de Carayaca con la Tarmas, si iban de Carayaca a Tarmas eran golpeados allá y si venían de allá para Carayaca, igualmente".

En realidad mi hermano Francisco Santiago se le fue encimando con un palo en la mano derecha a José Bianculli, gritándole de pronto estas palabras:

"José te voy a joder porque tú has golpeado a un hombre que venía desde "Curiana" con una carga de tomates para mi papá, no porque sea un negro tarmeño, sino porque eres un abusador y el comercio ajeno se respeta, ya que no solo tú familia vive del comercio aquí en Carayaca, nojoda. Ya voy acabar de una vez con tus bravatas de peleón".

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Maestra Adela Iriarte, Maestro Santiago Francisco Sánchez Aranguren, Mónico Kienzler Tortoza, Juan Pedrón Yánez, Dionisio Pedrón Yánez, Tiburcio Pedrón Yánez y Javier IriarteZago Benítez León, viaje en balandra a vela desde Uricao a Chichiriviche, año 1.947.

Y certeramente mi hermano Francisco Santiago le metió un palazo por la cabeza a José Bianculli y así le dio varios bastonazos más, hasta que tuvieron que quitárselo.

Mi hermano le gritaba a José Bianculli estas palabras: ¡Eso es para que respete a la gente, carajo!

"A José Bianculli le cogieron 14 puntos en la cabeza y mi padre tuvo que pagar una multa, y a mi hermano Francisco Santiago lo detuvieron en la jefatura civil por tres días. Y a partir de ese momento mi hermano fue una persona muy querida en el pueblo de Tarmas".

"Lo más curioso de ese suceso que acaeció entre esas tres personas en el pueblo de Carayaca, es que mi hermano Francisco Santiago Sánchez Aranguren se convirtió en maestro de escuela y su primer magisterio lo ejerció en el pueblo de Tarmas entre 1.946 y 1.951. José Bianculli se convirtió en policía y Martín Benítez Mayora se fue al cuartel y pagó su servicio militar en el Cuartel "Páez" en Maracay, tocándole vivir la caída del General Isaías Medina Angarita en esa ciudad el 18 de octubre de 1.945.

¿Qué le han contado a usted sobre la participación del pueblo de Carayaca en la Guerra Federal, tía Angelina?

Si es cierto, sobrino León. El pueblo de Carayaca tuvo una gran participación en la guerra federal que lideró el General Ezequiel Zamora y que de hecho es el máximo antecedente de las luchas campesinas que se libraron en todo el litoral guaireño, desde sus costas hasta en sus montañas y muy en especial en toda la geografía carayaquera.

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Maestro Francisco Santiago Sánchez Aranguren, Escuela Federal Rural Nacional "Tarma", año 1.946.

Tu tienes que recordar que en el pueblo de Carayaca el General en Jefe Pedro Vicente Aguado quién fue el comandante de las operaciones que realizó el Ejército Federal en el centro de nuestra patria, dictó en ese poblado un decreto de guerra a muerte en contra de los conservadores y godos en términos muy duros y violentos, y que está recogido en este libro que te estoy enseñando en este momento:

"…Pedro V. Aguado, de los Libertadores de Colombia, condecorado con la Cruz de Boyacá, escudo del Magdalena y estrella de la federación, jefe civil y militar del departamento del centro y General en Jefe del Ejército de Operaciones.

Considerando.- 1º Que la clemencia con que han sido tratados los enemigos del sistema verdaderamente republicano que sostenemos, lejos de atraer prosélitos, es causa de la sangre que se ha derramado y que se derrama aún, porque perdonamos una y más veces a nuestros enemigos con la esperanza de atraerlos al terreno de la regularidad, y se les encuentran cada vez más empecinados en su querer discordante con todo género de progreso; y 2º Que lejos de convencerlos de su error, continúan empeñados en llevar a cabo la idea de destrucción de todo principio democrático, y encontrando que el único medio de hacerlos entrar en razón es el total exterminio de su raza.-

  • Decreto: Artículo 1º Los oligarcas conocidos como tales no encontraran en nosotros, desde hoy en adelante, otra cosa que el cuchillo en justa compensación de la sangre venezolana que a torrentes se derrama.- Art. 2º Sea cual fuere la conducta que ellos hayan observado, siempre que de ellos se derive hostilidad directa e indirecta a los principios federales que sostenemos, les hace acreedores al último suplicio para destruir de esa manera el dique en que hasta hoy se estrella todo principio de auxilio y bienandanza.- Venezolanos que profesáis las doctrinas que le son propias a todo hombre libre, me conocéis bastante. Mi generosidad y vuestra condescendencia porque sois virtuosos, ha sido la rémora de la consecución de nuestro propósito.- El Secretario general queda encargado de la ejecución de este decreto.- Cuartel General de Carayaca, a 3 de setiembre de 1.859.- 1º de la Federación. Pedro Vicente Aguado.- Por S.S.E.- El coronel Secretario General, Lucio de Alva…".

El General Pedro Vicente Aguado, casi derrotado por los godos había entrado en el pueblo de Carayaca, y una vez dictada y ejecutada la proclama antes mencionada le envió copia de la misma al Generalísimo Ezequiel Zamora Correa, a su cuartel general en septiembre del año 1.859, quien en lo inmediato le respondió bajo estos términos: "… mi anhelo es ver concluida la dominación goda en Venezuela…".

¿Usted cree que su abuelo el General Lino Aranguren Castro participó en esas jornadas de la guerra federal, tía Angelina?

En relación a tu pregunta, sobrino León. No tengo dudas algunas sobre la participación de mi abuelo Lino Aranguren Castro en esas acciones militares de esa época. En esos tiempos mi abuelo Lino era teniente en el Ejército Federal y con el combatieron oficiales de prestigio que después llegaron a ser héroes en todas esas jornadas militares que se dieron en Venezuela, después de la segunda mitad del siglo XIX y la primera del siglo XX.

¿Y en cuales acciones militares de esos tiempos participó su abuelo el General Lino Aranguren Castro, tía Angelina?

"La primera fue en La Galipanada en 1.858 y allí fue ascendido de sargento 1° a subteniente. Luego combatió en la batalla de La San Pablera en Caracas bajo las órdenes del General Pedro Vicente Aguado, quien era amigo de nuestra familia en el sitio de Las Aguadas en Maiquetía".

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Combate de La San Pablera en Caracas, año 1.859

"Claro está, el General Aguado sintiendo encima el fantasma de la derrota, prefirió reagrupar sus diezmadas fuerzas y a tambor batiente forzaron su retirada buscando el camino de El Calvario en Caracas y de allí continuaron su marcha hacia las costas de La Guaira y Maiquetía.

Tía Angelina, yo le voy a contar a continuación que fue lo que pasó con esos avances del General en Jefe Pedro Vicente Aguado en esos cruciales días de la Guerra Federal en tierra guaireña y que he registrado en mi trabajo histórico titulado "El Valiente y Esclarecido Ciudadano, General en Jefe Ezequiel Zamora":

El General en Jefe Pedro Vicente Aguado se pronunció en el pueblo de Maiquetía por la Federación el 31 de julio de 1.859, bajo estas palabras:

"…Un puñado de valientes que se han unido a mí, me impele a empuñar con ellos las armas para rescatar la libertad pérdida, por la ambición de un hombre que sin títulos ni precedentes ha usurpado al pueblo sus derechos. Sólo la innoble ambición de ese tirano ha conducido la República al caos de desgracias en que se encuentra sumergida…".

"Ya que él había salido con unos 100 soldados federales desde Maiquetía con destino a La Guaira, en donde el Comandante Carlos Plaza le entregó la plaza el 1º de agosto de 1.859, con 200 soldados godos".

"Luego en la madrugada del 2 de agosto con 600 soldados se encontraban en Catia de Los Frayles, estando apoyado por milicianos revolucionarios comenzó su ataque en la zona en donde estaba la sede del gobierno nacional en las cercanías de la iglesia de San Pablo en Caracas".

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Combate de Maiquetía en 1.859

"En la retirada se dirigió hacia el sitio de El Calvario, en donde tuvo una gran resistencia que le opusieron los batallones godos "5 de Julio" y "Constitución", dándose esa escaramuza cerca de la iglesia de San Pablo, la cual duró 4 horas y en donde hubo 40 muertos".

"En esas acciones estuvo batiéndose valientemente el Subteniente Lino Aranguren Castro quién jugó un papel heroico en las tomas de Maiquetía y La Guaira en esos días. Antes de esa batalla hubo una gran incertidumbre, ya que el Presidente Julián Castro Contreras casi había dimitido el poder presidencial; porque pensó que las fuerzas del General en Jefe Pedro Vicente Aguado eran muy numerosas".

Inmediatamente, el Comandante José María Rubín de Celis se fue acercando sigilosamente hacia las líneas del General en Jefe Pedro Vicente Aguado, gritándole desde la distancia estas palabras: "… General Aguado. Usted es uno de los Libertadores de Venezuela; vengase con nosotros y déjese de pendejadas. Aquí es donde está su puesto de combate…".

¡Viva la Constitución!

¡Viva el General Julián Castro!

"El General Pedro Vicente Aguado le ripostó al Comandante Rubín con esta repuesta llena del más profundo patriotismo revolucionario y como jefe de operaciones del Ejército Federal en el centro del país".

Comandante Rubín:

¡Usted ha dicho una gran verdad, yo soy de los Libertadores de Venezuela y esa es mi mayor honra; mi deber es, no estar entre los godos como usted, sino con el pueblo por el cual luché en la guerra de la independencia, y a quién me debo en estos momentos!

¡… Comandante Rubín, seres rastreros como usted no necesitamos en el Ejército Federal…!

¡Viva la Federación!

¡Viva el General Ezequiel Zamora!

¡Tierra y Hombres Libres, ya!

"El General Aguado rechaza al Comandante Clemente Zárraga en las inmediaciones de Maiquetía el 8 de agosto de ese mismo año; quién regresa con sus fuerzas diezmadas a Caracas. Después vuelve a derrotar en Maiquetía y en La Guaira al Comandante Manuel Vicente de las Casas y al General Rubín, hasta que deciden retirarse las fuerzas federales del centro por los lados de Carayaca el 2 de septiembre de 1.859".

"Por las fuerzas del gobierno del pérfido General en Jefe Julián Castro en el combate que se dio por las inmediaciones del pueblo de San Sebastián de Maiquetía se destacó el joven Teniente José María Aurrecoechea Irigoyen quién era plaza del Batallón "Convención" bajo las inmediatas órdenes del Teniente de Ingenieros Genaro Rafael Pereira".

"El Teniente José María Aurrecoechea Irigoyen, en esa acción de armas alcanzó el grado de capitán a la efímera edad de 16 años y con el correr de los años se fue a vivir a la isla de Cuba, en donde se dedicó a actividades comerciales y mercantiles; participando con denuedo y valor en las gestas independentistas que lideró el francmasón don Carlos Manuel de Céspedes quien con tan solo 147 hombres dio el Grito de Yara en La Damajagua el 10 de octubre de 1.868".

"El General en Jefe José María Aurrecoechea Irigoyen en sus luchas en contra del imperio español por la liberación de Cuba fue el encargado de la defensa del distrito de Holguín. Cabe destacar, que él nació en Puerto Cabello el 9 de abril de 1.842, y por una delación de uno de sus soldados fue capturado por las fuerzas españolas, siendo fusilado el 11 de diciembre de 1.870".

¡Honor y gloria eterna al General en Jefe José María Aurrecoechea Irigoyen por pertenecer al Ejército Libertador e Independentista de Cuba!

¿Y qué más me cuenta sobre esos hechos que sucedieron en nuestro litoral guaireño en esos días de incertidumbres y combates, tía Angelina?

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Pueblo de San Sebastián Maiquetía

"El pueblo guaireño se pronunció por la federación el 12 de agosto de 1.859. Mi abuelo el Subteniente Lino Aranguren Castro estuvo en el combate que se libró en La Guaira el 2 de septiembre de ese mismo año".

"La verdad, verdadera, fue que el General Aguado atrincheró a sus hombres en el Callejón "El Zamuro", cuya finalidad era la de controlar el paso hacia la fortaleza de El Vigía y no permitir que las fuerzas del gobierno conservador llegaran al puerto de La Guaira".

¿Quiere usted saber cómo fue la participación del Subteniente Lino Aranguren Castro en el combate de La Guaira en 1.859, tía Angelina?

¿Y tú sabes esa historia, sobrino, León?

"Yo estoy segura que esos relatos te los contó mi mamá, ya que ella si tenía buena memoria y nació muy cerca de los tiempos en que se dieron esos acontecimientos, en donde realmente si participó mi abuelo Lino Aranguren Castro".

Bueno, tía Angelina. Esta es la historia que conozco de mi ilustre bisabuelo el General en Jefe Lino Aranguren Castro y que en realidad si me fue contada por mi abuela María Catalina de Sena Aranguren Bravo de Sánchez Jiménez:

"En este combate se destacó el valor heroico del Teniente Juan José Breca Díaz, nativo de dicho lugar quien a sus 24 años de edad se batía por los ideales de la Federación enarbolados por el Generalísimo Ezequiel Zamora Correa".

En un previo de la batalla, el General Aguado envió a uno de sus ayudantes hacía las posiciones que defendía el Teniente Breca, ordenándole lo siguiente:

"Teniente Juan José Breca, entienda usted la gran responsabilidad que tenemos en estas operaciones militares que el Ejército Federal del centro del país tiene en estos momentos, cuando nuestro máximo jefe Ezequiel Zamora está librando la campaña militar de nuestro glorioso Ejército Federal en el occidente y en los llanos del país".

"Teniente Breca, nuestro glorioso deber es hostigar al ejército godo acantonado en las inmediaciones de Caracas y en este corredor costeño aledaño a las tierras de La Guaira y Maiquetía; a las que tenemos que propinarle bajas cuantiosas en cuanto a hombres, bestias pertrechos y logística; vamos a debilitarlos a como dé lugar, para que el General Ezequiel Zamora derrote a los godos en aquellas regiones y venga con sus fuerzas a liberar a Caracas y al pueblo central que también es soberano".

"Teniente Breca, trasládese usted a la retaguardia con sus hombres y con la columna del Subteniente Lino Aranguren Castro a su mando bloqueen el paso de La Vigía, a fin de que las fuerzas godas no nos tomen de sorpresa y acaben con nosotros".

"El Teniente Breca y el Subteniente Lino Aranguren Castro cumpliendo las órdenes de su jefe acometieron la tarea designada; apostando a sus hombres en los sitios adecuados con el fin de evitar que los godos pasaran por esas alturas hacia San Joseph de Galipán o a San Sebastián de Maiquetía".

"De pronto sonó una descarga de artillería goda; mejor dicho, a cañonazo limpio, carajo; y en eso cae herido en tierra el Teniente Juan José Breca Díaz. El Subteniente Aranguren viendo que su jefe inmediato estaba sangrado en demasía, le ordenó a uno de sus sargentos que con dos soldados más se trasladaran al sitio y sacaran al herido del campo de batalla".

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Combate de La Guaira, 2/9/1.859

"El Teniente Breca fue retirado del sitio en donde se estaban dando las operaciones en ese día; en el cual el ayudante del médico de las tropas federales pudo comprobar que estaba herido en el brazo izquierdo; ya que una bala de cañón se lo había destrozado".

"El Subteniente Lino Aranguren Castro embargado en un inmenso sudor que corría por su frente pudo observar con detenimiento como a su hermano francmasón Juan José Breca Díaz le amputaba su brazo izquierdo".

"En lo inmediato viendo que el Ejército Federal estaba siendo diezmado por las fuerzas godas, el Subteniente Lino Aranguren Castro optó por llevarle la información al General Pedro Vicente Aguado quién de inmediato y como un buen jefe y conductor de tropas desde los tiempos de la independencia, ordenó la marcha a paso rápido por la costa con destino al pueblo de San Joseph Carayaca".

"A partir de ese momento fue cuando al Teniente Juan José Breca Díaz comenzaron a llamarlo "El Mocho Breca", quién con el correr de los años sería un brillante francmasón; siendo el encargado por la Respetable Logia "La Unanimidad" Nº 3 en La Guaira, para recitar el panegírico ante los restos mortales del General en Jefe Santiago Mariño Carry, fundador de la Logia "Victoria" Nº 9, y quién antes de su deceso había sido Serenísimo Gran Maestro de la Gran Logia de los Estados Unidos de Venezuela en 1.854".

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Logia Masónica "Unanimidad" N° 3 en La Guaira

"El Teniente Breca fue un gran poeta lirico, de profesión contador, y fue periodista del "Cojo Ilustrado" y notable hombre público en su tierra natal, La Guaira, en donde nació el 7 de enero de 1.835 y en plena Revolución de las Reformas acaudillada por el francmasón Teniente Coronel Pedro Carujo, quién estando bajo las directrices del francmasón y General en Jefe Santiago Mariño Caridge dieron al traste en contra del gobierno constitucional del francmasón y Presidente de la República de Venezuela, Dr. José María Vargas Ponce".

El Teniente Juan José Breca Díaz fue el albacea testamentaria de su ilustre Querido Hermano Dr. José María Vargas en Nueva YorkUSA. Y habiendo sido un digno oficial del Ejército Federal, en una ocasión escribió estas palabras que tienen que repercutir en todos nuestros corazones hoy en día:

"…Me hace falta confesar una necedad: la de haber perdido un brazo en defensa de la Patria. Sí, señor una necedad! Pero ¡quién no es necio a los veinte años? Defiéndela, enhorabuena, el que vive de sus dádivas; pero no la recuerda si quiera el que vive de la honrada labor…".

¿No será qué somos tan necios hoy en día, como ayer lo fue el poeta inmortal de La Guaira, don Juan José Breca?

¿Por qué somos unos vulgares picaros o vivianes en la Revolución Bolivariana?

¡Honor y gloria a Juan José Breca Díaz, digno y magnánimo teniente del Ejército Federal!

¡Glorias eternas para tan gran adalid guaireño en la magna gesta de la Guerra Federal!

¿Y qué pasó con el General Pedro Vicente Aguado en Carayaca, tía Angelina?

"Una vez que él hizo su marcha forzada con sus topas a todo tropel y a tambor batiente por la costa de abajo, pasando por las playas que bordeaban a Cabo Blanco y llegando al pueblo de pescadores de Catia de La Mar, el cual estaba antiguamente ubicado en donde hoy está el balneario público y frente al Alto de Curupao (Las Colinas de Catia de La Mar), y una vez que dictó su decreto de guerra a muerte en Carayaca, contando entre sus fuerzas con jóvenes oficiales carayaqueros y revolucionarios federales de las tallas de Mauricio Mayora (General), Elías León (General), Silverio Pacheco (Coronel) y de José Tomás Rangel (Comandante), buenos conocedores y baquianos en esas tierras frías de Carayaca, siguieron su camino hacia Petáquire".

¿Y qué pasó en Petáquire, tía Angelina?

"Yo quiero decirte una cosa, la gente de Petáquire y sus zonas cercanas siempre han sido muy laboriosas en las tareas del campo, ya que ellos son mezcla de los antiguos indios Petáquires de la nación de Los Tarmas y de isleños canarios descendientes de los antiguos Guanches, como tú y yo también".

"El General Pedro Vicente Aguado libró combate en los barrancos y en La Laguneta de Petáquire, en los primeros días de enero de 1.860. En esa acción de armas murió en combate la carayaquera Calixta Castro y extrañamente fue asesinado el coloniero alemán Andreas Vollweider, por manos godas".

¿Quiere usted saber quién fue realmente Andreas Vollweider, tía Angelina?

¡Sí, claro. Háblame de ese coloniero alemán a quien casi nadie conoce en estas tierras, sobrino León!

Andreas Vollweider fue tejedor de telas y era natural del pueblo de Eichstetten, y estaba casado con Anna Kath Stein, quien era nativa del pueblo de Bötzingen, en el Ducado de Baden en la Selva Negra alemana; quienes en unión de sus hijos Reinhard, Wilhelm, Andreas, y María Magdal abordaron la fragata "Clemence" en el puerto de L´Havre en Francia con rumbo al puerto de La Guaira en Venezuela, conjuntamente con los demás colonos que conformaron las 80 familias que salieron de Edingen en Alemania y después de una larga travesía de 44 días de navegación arribaron al litoral guaireño en donde fondearon a causa de las vicisitudes sanitarias que sufrieron en el viaje.

Siendo despachada la fragata "Clemence" a las costas de Maya, en donde no pudieron fondear por la presencia de bajos en esas aguas aragüeñas, decidiendo el práctico en levar las velas hacia las costas de Choroní, y después de una larga jornada de 79 días, desde que salieron de Alemania al fin arribaron a La Colonia Tovar o a El Palmar de El Tuy (El Palmar de Cagua) en 1.843.

Lo triste de este viaje en la familia Vollweider, fue que perdieron en la travesía a su hijo Reinhard Vollweider Kath, y de igual forma fallecieron las siguientes personas y niños en tan trágico viaje lleno de pesares e incertidumbres: Katharina Fehr, Michael Kaspar, Euphrosina Lang, Fidel Morand, Augustin Schawan, Joseph Welti, Sophie Weimann, Genoveva Berthold y Ricarda Gross.

¿Y que tuvo que ver Andreas Vollweider con la Guerra Federal en Carayaca, sobrino León?

El Coronel de Ingenieros Agustín Codazzi en relación a los colonos que habían arribado a las costas de Choroní en tierras de Aragua y en marcha hacia el pueblo de La Victoria, le escribió al Presidente Carlos Soublette el 6 de abril de 1.843, esta misiva:

"… No tengo otro recurso que escribirle para manifestarle mi agradecimiento por el gran interés que mi General ha tomado para salvar 80 familias a cuya destrucción parecía que todo conspiraba. A pesar de la larga navegación, de la peregrina cuarentena a bordo, del agua podrida que hemos bebido, de diez días de vivaque en las playas de Choroní, de tres días de trabajos para transportar los efectos y arreglar la marcha, y otros tantos de camino por el cerro de Choroní para llegar a Maracay, he podido presentar al Esclarecido Ciudadano todos los colonos en un estado tal que mejor no se podía desear…".

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Los colonos alemanes en un funeral en la Colonia Tovar

Al pueblo de Maracay el 29 de mayo de 1.843 e inmediatamente le presentó los colonos alemanes al General en Jefe José Antonio Páez y Herrera en su hacienda "La Trinidad".

A los pocos días del arribo de los colonos a El Palmar del Tuy, decidieron en crear un Gemenderat o Junta Comunal que le diese ciertos poderes comunales, ante las arremetidas esclavistas de los empresarios Coronel Agustín Codazzi, Alexander Benitz y del Dr. Ramón Díaz.

Los nuevos jefes de la Colonia Tovar en esos días fueron:

Andreas Vollweider

Alcalde

Tejedor de telas

Fue asesinado en Petáquire en 1.860.

Martín Collin

Concejal

Constructor de caminos

De origen francés, se quedó viviendo con su familia en la Colonia Tovar.

Franz Joseph Retti

Concejal

Zapatero

Era de origen italiano y provenía de Herbolzheim en Alemania. Se fue de la Colonia Tovar a Valencia y fue una eminencia nacional en el juego de ajedrez.

Georg Kienzler

Concejal

Agricultor

Se fue con su esposa Bárbara Kabis y sus 7 hijos para Curucutí. Su hijo Georg Kienzler Kabis se estableció en Tarmas, en donde estableció familia con la francesa Marcelina Belsinger Milk.

Baptiste Blank

Concejal

Sombrero

Era natural de Etenheim en Alemania, se fue de la Colonia Tovar.

Kaspar Berbinger

Concejal

Maestro Carretero

Era natural de Herbolzheim en Alemania, se fue de la Colonia Tovar.

Johann Müller

Concejal

Mesonero

Era natural de Etenheim en Alemania, se fue de la Colonia Tovar.

Nicolaus Teufel

Secretario

Maestro de Escuela

Era nativo de Württemberg en Alemania. Se regresó a su tierra con su esposa y sus 2 hijos, en donde falleció. Su esposa e hijos regresaron 2 años después a la Colonia Tovar.

Todas esas personas tuvieron que irse de la Colonia Tovar para siempre, ya que fueron unos perseguidos políticos por parte del General Carlos Soublette, Coronel Agustín Codazzi y por parte de su propio paisano Alexander Benitz. Ya que esa forma de gobierno comunal podía incidir en las luchas campesinas que hasta ese momento se libraban en todo el territorio nacional, y muy en especial con los comuneros indígenas de Tarmas y los blancos comuneros de Petáquire, entre 1.837 y 1.842.

Lo que puso en vilo a la godarría caraqueña y aragüeña fue la presencia del General Ezequiel Zamora, como máximo líder de las luchas campesinas en Venezuela a partir de 1.844 y que se corrobora con esta carta enviada por el Coronel Agustín Codazzi al General en Jefe y Presidente de la República de Venezuela, Carlos Soublette.

Y que damos a conocer a continuación:

Carta de Codazzi a Soublette. Colonia Tovar, 30 de Noviembre de

1844

Excelentísimo Señor Presidente:

Mí estimado y querido General:

Recibí su apreciable del 23 del corriente y por allá veo que el Poder

Ejecutivo no se determinará a suplir nuevas cantidades a la Colonia

y menos a enviar una comisión. Ciertamente ella es inútil desde que

hay la persuasión de la imposibilidad de un pequeño auxilio. No crea

mi General que desde el último suplemento yo confiaba en un nuevo

socorro, pues que yo sabía muy bien que la cuestión agrícola sobre

la mesa era una causa más que suficiente para no pensar en él. Yo

descansaba en la confianza de la cosecha que nos habría suministrado

el pan y algunos reales para ir adelante y afianzar la empresa y si

la cosecha faltaba yo creía firmemente que la Colonia se disolvería

por sus mismos habitantes que aborrecidos de tantas contrariedades

se largarían y yo acabaría de una vez de penar; pero parece que mi

destino no cesa de perseguirme y mi purgatorio debe seguir todavía

más tiempo. Los colonos dan muestras al contrario de la tenacidad

en trabajar y fabricar nuevas casas en sus campos. En este estado ¿qué

debía yo hacer? ¡Abandonarlos? Me habría deshonrado a los hombre.

Me dirán pobrecito, lo sentimos mucho y nada más. No me quedaba

pues otra cosa que dirigirme a pesar mío al Jefe de la Nación y es lo

que hecho.

Desde el año pasado si el Congreso me concedía el decreto pendiente

sobre la obra de la geografía, sabe muy bien Ramón Díaz que yo

destinaba el dinero que tiene la familia al pago de lo que se debe a

Esquivar y esto lo haré si se me concede, como ya he hecho con lo poco

que pertenecía a mi mujer, que todo, todo está invertido en la Colonia

con el fin laudable ciertamente de llevarla a cabo a todo costo, o hacer

todo lo que podría depender de mi persona para lograrla, aunque me

quedara infeliz y perdiera todo mi tiempo que no es poca cosa, siendo

yo tan avanzado en edad y con familia. Bien puede persuadir que yo no

me olvido de su posición, más bien que todo lo que debe embarazarlos

la cuestión agrícola, pero también cúantos recursos tiene su cabeza

para salirse con éxito de los pasos más difíciles y salvar los obstáculos

que cualquiera juzgaría insuperables.

En esta confianza es que me he dirigido a mi General sin perder mi

ánimo, conservando la misma constancia, trabajando incesantemente

como en una cosa hecha, para no perder la esperanza que solamente

debe cifrarla el General Soublette. Si mi General llegara algún día a

poner el pie en la Colonia, estoy seguro que lo vería bajo otro punto

de vista, pues es imposible hacerse una idea exacta sin verla en todos

sus detalles.

Tengo esperanza que en Enero se podrá pasar desde la Colonia a

Caracas en medio día, pues que el lunes emprenden todos los Colonos

la abertura del camino bastante ancho para poder pasar un hombre

a caballo. Podrá entonces mi General hacer un paseo con mucha

facilidad.

Pienso el día 4 pasar a visitar al General Páez por ser día de Santa

Bárbara.

El golpecito sabroso del General Zamora debe haber puesto a raya

algunas cabezas, y el indulto concedido en tan bella oportunidad

concluirá del todo a aquella facción y dará que pensar mucho a los que

tengan iguales ideas de trastornos.

Lo que falta ahora es componer los instigadores de Caracas a quienes

nada les habrá gustado el desenlace de Centeno.

Es excusado decir mi General que aquí tiene un servidor dispuesto a

ocuparse en todo lo que se le crea útil, sin consideración a la Colonia

que marcha ella sola en busca de su bienestar y que cada día más me

confirma en la idea de su futura prosperidad si no se le abandona en

el momento preciso.

Un pequeño esfuerzo falta para que salga a la luz la empresa y si no

hay remedio absolutamente, índiqueme al menos el medio menos

indecoroso para salir de una vez de este atolladero del cual nadie puede

sacarme y de cuyo favor siempre le estaré agradecido.

Su humilde servidor y afectísimo amigo

Agustín Codazzi.

Adición: Dispense mi posición, mi atrevimiento: temo que mi General

me salga con que puede. Debe aconsejarme en este asunto; si tiene

algún recelo bien justo de ponerlo por escrito hágame una indicación

que yo pasaré a tomar a la voz sus consejos, pues estoy persuadido de

que nadie podría dármelos mejor. Perdóneme la franqueza pero yo

debo hablar así a quien siempre he considerado como a un padre en

todas mis cosas.

Siempre suyo.

Agustín Codazzi.

¿Y cuál sería el golpe sabroso que el General Ezequiel Zamora le dio en esos momentos a la godarría criolla en esos tiempos?

Esa acción fue escalofriante para los dueños del poder político y militar en Venezuela, ya que el General Ezequiel Zamora hizo preso en esos tiempos, nada más y nada menos, que al General en Jefe José Antonio Páez y Herrera, llamado heroicamente "El León de Payara" y burlescamente como "El Rey de los Araguatos", quien fue conducido a prisión a Caracas, bajo la custodia del Capitán Francisco Linares Alcántara en Caracas, en tiempos de la dinastía Monagas.

Hay un dato importante que corrobora la presencia de los colonieros alemanes de la Colonia Tovar en las luchas campesinas y la Guerra Federal, y tiene que ver con un documento que reposa en manos de los descendientes del tarmeño Sebastián Kienzler Tortoza, en donde el General Pedro Vicente Aguado aparece realizando algunos negocios con el ex-coloniero alemán Georg Kienzler Kabis en el pueblo de Tarmas en 1.854.

Dichos negocios tuvieron que ver con los aportes y apoyo logístico prestado por algunos alemanes en la conformación de lo que será el Ejército Federal en el centro del país, al mando del General Ezequiel Zamora y de su segundo el General Pedro Vicente Aguado, y que tuvo relevancia con los esfuerzos realizados por los colonos alemanes que lograron salir de la Colonia Tovar a trabajos de labranza en tierras de Tacasuruma y Yuma, en donde estuvieron establecidos 40 valientes mujeres y 22 valientes y arrojados hombres pertenecientes a la raza teutónica o germánica, quienes encubiertamente se fueron uniendo a las fuerzas campesinas que combatieron por los ideales del Partido Liberal y de la Santa Causa de la Federación".

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Alexander Benitz Herb

¿Por qué dices que el alemán Alexander Benitz tuvo que ver con la muerte de su paisano Andreas Vollweider en Petáquire a comienzos de 1.860, Sobrino León?

Alexander Benitz fue realmente el culpable de la debacle del General Pedro Vicente Aguado en Petáquire y en San Sebastián de los Reyes en los valles de Aragua, y a su vez tuvo que ver descaradamente con el asesinato de su paisano Andreas Vollweider en 1.860.

Ya que Benitz haciendo ver que era un aliado de las fuerzas federales en el pueblo de La Victoria, trató de confundir a los liberales de que hacían vida en los pueblos cercanos a la Colonia Tovar.

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