P.: De su profunda investigación ¿Cuál es a su juicio el común denominador de los repetidos fracasos de los responsables de las políticas para alcanzar un crecimiento económico sostenido?
G. W.: Es una pregunta muy difícil, por eso gasté más de trescientas páginas tratando de explicarlo. Hay varias cosas, una ellas es la combinación de intereses económicos y políticos. Porque los economistas siempre se quejan de la política: para ellos la cúpula política es la culpable de los fracasos y hablan muy poco de los fracasos económicos. Por eso, antes de estudiar quería investigar sobre la influencia de la política. Para mí en la Argentina existen varias razones: pero la más fundamental es la manera en que el gobierno hizo e implementó la política económica con las divisiones sociales y la contraposición de intereses económicos muy fuertes aquí. Es muy difícil hacer política económica en forma pluralista. En mi libro hablo de un juego de "suma cero" que para mí es un juego en el que piensan que si no ganan pierden en vez de negociar para llegar al destino que queremos. Pero no fue así después del gobierno peronista o después de otros gobiernos. Es por eso que a todos los gobiernos les fue difícil entrar en el campo de la política económica con grupos tan antagónicos, divididos y encerrados en sí mismos con muy poca confianza en el gobierno y en los otros grupos. Por eso he estudiado varios tipos de gobierno como los peronistas con su cooperativa, con su pacto social; los militares que querían eliminar la política totalmente y también he investigado a los partidos radicales como Frondizi e IIlia, con sus respuestas de tipo democrático pero no completo. Por ello quería saber si había diferencias. Muchos comerciantes norteamericanos opinaban que los gobiernos militares son mejores, no por razones morales, pero sí por razones políticas. Para mi no fue así, los gobiernos militares tuvieron sus propios problemas. La época de Onganía, para muchos fue una solución, excepto para Argentina.
P.: En su libro habla del resquebrajamiento gobierno-campo. ¿A qué se debe?
G. W.: Es interesante en la Argentina el sector rural, porque en EE. UU. el sector rural es muy importante, ya que es muy apoyado por el gobierno para mantenerlo, desarrollarlo, para protegerlo, pero aquí el sector rural está dominado desde hace muchos años por una oligarquía bastante pequeña. En la Argentina existe una división entre el sector urbano y el rural, en vez de existir una vinculación. Hay una dependencia de uno a otro y genera el conflicto social, por eso fue muy fácil para Perón manejar esto. En vez de tratar de cambiarlo con una reforma agraria, que es muy difícil, él -por Perón- quiso sacar lo que podía en impuestos y en las exportaciones de este sector. No se lo llegó a dejar funcionar ni producir debidamente. Es muy difícil tener éxito por mucho tiempo porque este sector es muy racional; producir o no depende de las ganancias de los otros y por eso fue difícil para Perón exportar un sector rural para mantener sus cambios en el desarrollo económico del país. Cuando volvió Perón, en el '73, no quería hacer lo mismo, pero al mismo tiempo fue una tentación muy fuerte para el sector urbano. Y ahora es casi el único país en el mundo donde no existe mucha protección y subsidios para el sector rural. Y siempre se lo debe proteger. En este momento el sector ha cambiado; existe una clase media muy importante, hay más eficiencia. Con este gobierno se está tratando de incentivarlo; ha aceptado para ello dinero del Banco Mundial para usarlo en la rebaja de los impuestos, un poco para poder competir con el mercado norteamericano.
P.: A su criterio, ¿falta grado de capacitación profesional en la rama gubernamental?
G.W.: Para mí, más importante que la capacitación es el dinamismo. Hay gente y había gente muy capaz, pero siempre estuvieron limitados en su trabajo por sus presidentes o por grupos de interés. Porque los economistas tienen sus tendencias, sus ideas, sus modelos, pero es imposible implementarlos sin política. Para mí fueron hombres bastante capaces, aunque con poca paciencia.
L.B.: ¿No es que son muy capaces técnicamente, pero son incultos en el sentido vasto de la palabra cultura? La incapacidad de comprender las condiciones históricas, sociales, culturales de los factores de poder y de presión, ¿no es en algún sentido ignorancia cultural?
G.W.: Puede ser. Es típico en este tipo de personas. Para ellos todo esto son constantes; no quieren pensar en los obstáculos, quieren pensar más o menos en las soluciones. Existen economistas en EE. UU. que realizaron una investigación en Chile; observaron que la política no tiene nada que ver con la economía, y que fue mejor trabajar con Pinochet, porque en ese país hay más estabilidad. Hay personas que dicen que la política no debe meterse en la economía. Yo no estoy de acuerdo con ello; hace falta mucha confianza el uno con el otro y sobre todo en un país donde existen muchas presiones. Me enteré antes de llegar a la Argentina del "Plan Austral" y leía sobre los éxitos, el milagro -como ha salido en los diarios de los E.E.U.U. Pero al llegar aquí el primero de agosto, me entero del alza del costo de vida, del fracaso del Plan y qué se puede hacer y del fracaso del gobierno, y para mí es un poco rápido. Acá falta paciencia y se comprende porque están cansados del fracaso. He consultado libros muy buenos que explicaron todos los problemas argentinos en relación con la estructura económica internacional y la economía doméstica; esto tiene mucho valor, pero dijeron muy poco del proceso dentro de las estructuras. Si no se cambian éstas sin revolución, no se puede cambiar la mentalidad de la gente. Por eso quise estudiar lo que esta pasando en la gente en el proceso político. Existe una dificultad muy importante dentro del proceso argentino; parece que este gobierno está tratando de entablar diálogos con gente perteneciente a otros partidos.
P.: A partir de este libro ¿cómo ve de ahora en más el futuro de la Argentina?
G.W.: Los problemas de los procesos internos van a ser muy difíciles de cambiar, pero yo soy muy optimista, porque los técnicos son mucho más jóvenes y el partido radical ha aprendido de su propia experiencia; están tratando de ser más pragmáticos y menos románticos en su política. Otro obstáculo que para mí es peor que hace diez años, es la Deuda Externa, que es mucho más pesada, esto se resuelve con mucho tiempo y muy despacio.
P.: ¿Qué actividades va a desarrollar en esta nueva visita?
G.W. :En esta visita voy a dar una serie de clases en la Universidad de Belgrano. También estoy tratando de realizar una nueva investigación sobre lo que ocurrió el año pasado en la Argentina, para una revista mensual. He terminado otro libro que sólo se encuentra en inglés y se llama "Argentina, ilusiones y realidades"; trata de la Argentina del '73 hasta ahora. Para mí es una obligación devolver a los argentinos todo lo que me han dado.
P.: Muchísimas gracias por su atención y buena suerte en sus investigaciones.
G.W.: Gracias a ustedes.
El Tiempo, Azul, 19 de octubre de 1986
F. Aldao: una capilla medieval en la Argentina
El patrimonio del Museo Nacional de Arte Decorativo se ha visto notablemente enriquecido con la incorporación de un singular testimonio artístico y cultural: una capilla medieval. Con tal motivo entrevistamos al director del museo, doctor Federico Aldao, con quien mantuvimos el siguiente diálogo:
– ¿Cómo se concretó este nuevo proyecto?
– Hemos adquirido en Europa una capilla medieval, que no ha costado un céntimo al Estado. La prensa le ha dado muy poca trascendencia a la noticia. Se trata del único monumento de esta índole en el continente americano. En este momento, se encuentra en una sala detrás de la chimenea.
– ¿Cómo se originó esta idea?
– En el año 80, yo estuve en París, invitado por el gobierno francés, pero no llegué a la inauguración de la Feria de los Anticuarios; tuve que volver un poco antes -la Feria se hace todos los años, en un local que está frente al Museo del Louvre-, pero me mandaron el catálogo. Cuando lo abro, me encuentro con esto. Da la casualidad que habíamos recibido un legado muy importante: un señor nos envió la bonita suma de 400.000 dólares con el propósito de que se invirtiera en obras de arte. Yo había comprado una pintura holandesa y una estatua de un caballero yacente, proveniente -esta última- de un sepulcro español. Al ver la capilla, me dije: "Esto hay que comprarlo".
Escribí al anticuario, que vive en la región de Borgoña, y nos pusimos de acuerdo. Entonces, empieza allí mi calvario: los trámites, la famosa burocracia, no en Francia, porque, la verdad, me llama la atención que dejaran salir este monumento. No sé si será mi vinculación con el Museo del Louvre, que aprecia mucho lo que hicimos aquí; la cuestión es que no tuve problemas. Sí los tuve con la administración argentina: cinco años de trámites! Fue algo infernal. Una de nuestras empleadas llegó a enfermarse. Afectó su salud andar con el expediente a cuestas de oficina en oficina, de ministerio en ministerio. El año pasado, casi se rescinde el contrato. El anticuario me habla por teléfono para decirme que él ya no podía seguir esperando; habían pasado cinco años. Le pedí que por favor esperara. Para colmo de males, el contrato se había hecho en Francia, y en todo ese tiempo, la moneda había perdido valor.
– ¿De cuándo data la capilla?
– Del año 1500; es contemporánea de la conquista de América. Está completa; tiene muy leves restauraciones. Es toda de madera calada; es un milagro que se haya conservado, ya que tiene una fragilidad increíble, es como un encaje de madera. Sabemos exactamente de dónde proviene, de qué castillo, quiénes eran sus dueños. En el fondo hay un cuadro, el retablo, con escenas de la Virgen, y a los pies de la Virgen está arrodillada la dueña del castillo. En Norteamérica tienen monumentos más importantes, pero nosotros nos conformamos con ésta. Me gustaría que en las provincias se difundieran estas cosas.
– ¿Se abrirá al público?
– La vamos a habilitar, Dios mediante, en el subsuelo; tengo un local muy lindo para esto. Donde está ahora no luce, no tiene perspectiva; el marco no es el adecuado. La sala es larga y bastante angosta. Tenemos también elementos para completar la decoración: cuatro vitraux de la época, una serie de tapices maravillosos, que me han sido donados hace unos años, esculturas, cuadros… Puedo hacer una sala medieval de primer orden, y el caballero yacente podría ir al pie del altar.
– ¿A quién pertenecía la capilla?
– Los antiguos dueños eran unos señores de una región al Oeste de París. El último propietario es el anticuario que le menciono, de la región de Borgoña. ¿Cómo fue a parar a sus manos? No lo sabemos.
– ¿Para cuándo se proyecta habilitarla?
– Está en marcha el asunto. Va a costar más la habilitación que la capilla. Hay que cavar dos metros y medio, porque los pináculos son muy altos, e impermeabilizar, porque hay corrientes subterráneas en esta zona. Luego viene la decoración; la iluminación tiene que ser perfecta. Tengo planificado todo, metro por metro: la capilla va en el fondo; en el frente vamos a colocar una puerta que hemos adquirido hace tiempo. Es de la misma época, española. Luego colgaremos los tapices en las paredes; rodeando la capilla, los cuatro vitraux. Es un esfuerzo enorme… A eso se suma la complicación de la burocracia: hay que hacer una licitación y ver los resultados.
Sin duda, el esfuerzo y las preocupaciones que demanda esta iniciativa se verán compensados por lo que significa para el país y para los argentinos incorporar al patrimonio cultural una obra de tanto valor, tenerla a nuestro alcance y admirarla, descubriendo en ella todas sus connotaciones estéticas y sus resonancias históricas.
La Nueva Provincia, Bahía Blanca, 7 de diciembre de 1986
El diario por dentro: Enriqueta Muñiz
Enriqueta Muñiz nació en Madrid y está radicada desde hace treinta años en la Argentina, un país al que quiere entrañablemente. Desde pequeña se interesó por el periodismo, al que considera como la posibilidad de aplicar al trabajo el don de escribir. Ha hecho notas y ensayos sobre temas culturales; escribió también cuentos, los que la hicieron merecedora de dos premios. Es egresada de la carrera de Ciencias de la Comunicación -estudios que cursó en España– y actualmente tiene a su cargo la página literaria del prestigioso diario "La Prensa". Para conversar sobre interesantes temas, nos acercamos a su escritorio:
P.: ¿Cómo ve el periodismo literario en nuestro país?
M.: Hay dos vertientes, una es la representada por los periódicos importantes, que dan a la literatura un lugar considerable; la otra es la de las pequeñas revistas que están saliendo como hongos, por suerte, y en las que muchas personas dan sus primeros pasos como escritores. La situación editorial es muy grave y esas publicaciones permiten revelar nuevos talentos.
P.: ¿Cuál es su nivel en relación con los diarios españoles?
M.: Los niveles son bastante similares; la única diferencia es económica. Como calidad, yo defendería lo argentino, pues apunta a lo difícil y no tiene demasiadas concesiones.
P.: ¿Se considera escritora o periodista?
M.: Me honra que ambas facetas de mi personalidad estén siempre presentes en mi trabajo. Nunca dejo de ser periodista, incluso dirigiendo una página literaria. Es decir que, ante un ensayo meramente literario y un ensayo que aporta algo, siempre me va a interesar el que aporta algo. Lo importante es buscar un tema menos conocido, ya que lo fundamental es servir de puente entre la gran literatura y el público. Para eso se necesita una vocación didáctica, en cierto modo, que no se quede en la literatura como mero arte de la palabra.
P.: ¿Cuáles son los criterios que se utilizan en los grandes diarios para evaluar el material que reciben?
M.: Este es un suplemento muy abierto; han publicado personas muy jóvenes y otras ya mayores; el hecho de no tener obra publicada nunca fue una razón para dejarlos de lado si realmente valían. Recibimos infinidad de colaboraciones, que traen personalmente o por correo, y en general se procura atender a todo el mundo. En poesía, puede haber un don; el cuento, en cambio, requiere un oficio; y el ensayo es el género más exigente, porque ahí ya no sólo hay que escribir bien, sino que también saber mucho. O por lo menos estar bien informado sobre lo que uno escribe.
P.: ¿Sabemos que también dicta cursos sobre su profesión?
M.: He dado unas clases para los alumnos de quinto año de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad del Salvador; pienso repetir el mismo a la brevedad en un taller privado. De todas maneras, los encararé en dos niveles: para quienes se inician y para profesionales. Me interesan mucho los problemas teóricos, la semiótica, los meta mensajes.
P.: ¿Cómo se llama el libro que publicará en estos días?
M.: Se trata de "El Periódico Escolar", en el que intento acercar a los chicos de ocho o diez años la historia del periodismo y también sus características y recursos. Les doy pautas muy claras para que ellos se inicien en el metier a través de un periódico escolar; explico tanto las noticias que deben presentarse como los medios físicos para concretar la idea. Me propusieron el tema y me gustó; formará parte de la colección dirigida por Syria Poletti.
P.: Esperamos que de esa manera, los padres y maestros tengan en cuenta que el periodismo puede entenderse como una tarea grata y, fundamentalmente, como un medio para completar la educación de los chicos.
El Tiempo, Azul, 6 de diciembre de 1987
Christian Buchrucker, investigador mendocino
Entrevista sobre su libro Nacionalismo y peronismo. La Argentina en la crisis ideológica mundial (1927-1955). Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1987.
Nuestro entrevistado es profesor de Historia, egresado de la Universidad Nacional de Cuyo en 1969; en el año 1982, la Universidad Libre de Berlín le otorgó el título de Doctor en Historia y Ciencias Políticas. Ha sido becario de la Universidad de Marburgo, entre 1972 y 1974, y de la de Berlín, entre 1980 y 1982. En la actualidad, y desde el año 1985, se desempeña como Investigador del CONICET y es Titular de Historia Contemporánea en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo. Próximamente, la Editorial Sudamericana publicará Nacionalismo y peronismo, su tesis doctoral; para conversar sobre este tema, lo entrevistamos en Buenos Aires:
P.: Quisiéramos que nos hablara de su formación universitaria y las becas que la completaron.
B: Egresé de la Universidad de Cuyo con el mejor promedio de mi promoción; luego recibí dos becas. Durante el transcurso de la última, escribí mi tesis. Es curioso que un libro sobre historia argentina haya sido elaborado primero en alemán, y luego traducido. Dada la temática, no me pareció prudente que lo tradujera otra persona, de modo que yo mismo realicé la versión al castellano. Era doble trabajo, ya que había que construir de nuevo cada oración, según las diferencias verbales entre el alemán y el español; de todos modos era muy irresponsable dejarlo en manos de un traductor que no conociera la temática. Me he especializado en la historia de las ideologías y sobre ese tema trata mi tesis, donde me ocupo del nacionalismo y peronismo, aunque desde una perspectiva diferente a la que estamos acostumbrados. Mi perspectiva es comparativista, a nivel mundial pero también genética.
P.: ¿A qué fuentes recurrió para elaborar su trabajo?
B.: Las fuentes mas importantes las consulté en el Instituto Iberoamericano de Berlín -uno de los tres mas completos en Europa sobre estos asuntos-, en el que se puede encontrar material inexistente en Argentina -libros viejos o revistas (el periodismo está muy descuidado en nuestro país)-.
P.: ¿Qué visión tienen los alemanes de la Argentina?
B.: Bueno, en Alemania pasa lo mismo que en otros países de similar posición cultural y social; no tienen idea de qué es la Argentina, y a duras penas saben que es un país de América del Sur. La Argentina no es un país de gran relevancia en la opinión pública; hay otros países de mayor importancia para los alemanes; probablemente por la magnitud de los negocios que mantienen se encuentren particularmente interesados en el Brasil, también por la magnitud física del país en el mapa. Conocen Méjico, también. En cuanto a la opinión erudita, hay gente que trabaja con mucha seriedad sobre la cuestión. Cuando se realiza una tesis, se imprimen ciento cincuenta ejemplares que se envían obligatoriamente a cada biblioteca universitaria; eso le da una idea de que mi trabajo tendrá cierta repercusión. Es un sistema bastante interesante; ojala lo tuviéramos en nuestro país.
P.: ¿Qué edad tiene usted?
B.: Cuarenta y dos años.
P.: Por lo tanto, no ha vivido el periodo sobre el cual escribe.
B.: Si bien no he vivido en el periodo como tal, conozco mucha gente que tiene una vivencia directa de esa época; por otro lado, creo que nadie escribe un libro que no tenga, aunque sea entre líneas, algo de su vida. Claro que hay que saber buscarlo. Indudablemente, es difícil estudiar algo tan cercano en el tiempo sin sentirse tocado, quizás fuera distinto con una época mas lejana, como la Colonia. No he conocido los personajes, pero presento las ideas para analizar; básicamente, estas ideas están vivas hoy, aunque quizás no con la virulencia de otros momentos. No estamos hablando de un fen6meno que se ha borrado, de ninguna manera. Hay muchas cosas que me tocan de cerca; por ejemplo, muchos profesores míos de la secundaria estaban influidos por la ideología nacionalista en la época que yo analizo. En ese momento, yo tenía otra edad, y una visión mucho más ingenua de las cosas. Ahora tengo otra perspectiva, a voces dolorosa.
P.: Hablemos del libro. Su obra empieza en 1927.
B.: Sí, siempre en historia hay que elegir alguna fecha; en realidad, el libro comienza con la década del 20. En 1927 aparece una importante revista nacionalista; al año siguiente, es reelegido Irigoyen; se acerca la crisis del 30 y en pocos años se van reuniendo una serie de hilos que van a confluir en la Argentina "de la crisis cíclica".
P.: Esto también tiene que ver con lo que pasa en el mundo.
B.: Naturalmente, la crisis cíclica esta inmersa en la crisis ideológica mundial. El libro apunta a unos malentendidos que siguen funcionando aún hoy a nivel académico; hay cosas que han quedado un poco en el aire. Uno de los temas básicos del libro es la relaci6n del nacionalismo argentino con los movimientos europeos. La vida académica no ha podido sustraerse a los vaivenes del país; no lo escribí en la Argentina, porque el ambiente no era el propicio.
P.: ¿Cree que su libro iniciará una polémica?
B.: No lo sé, lo que le puedo decir es que está escrito con una gran honestidad, que lo que se dice ahí es lo que se piensa, cosa que no puede afirmarse de muchas otras obras. A veces se dice lo que no se piensa, y lo que se piensa no se dice; lo único que advierto es que, para opinar, hay que leerlo completo. No se puede afirmar algo sin conocer mi trabajo en su totalidad.
El Tiempo, Azul, 28 de febrero de 1988
Giorgio Bortot: "EI genocidio ignorado"
El doctor Giorgio Bortot es el autor del libro EL GENOCIDIO lGNORADO Acuerdo comercial y financiero entre las Repúblicas Argentina e Italiana, que publicará próximamente la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Juan. Es, además, presidente de ANIME -Asociación Nacional Italiana de Menores Expatriados / Associazione Nazionale Italiana di Minorenni Espatriati. Para saber acerca de esta asociación, lo entrevistamos en esa provincia. Este es el diálogo que mantuvimos para "La Cultura en El Tiempo".
Periodista: Doctor ¿quiénes pueden integrar la Asociación?
Giorgio Bortot: En primer lugar, los expatriados, que son aquellos que sufrieron la consecuencia del convenio migratorio-comercial argentino-italiano "Tratado Miranda-Arpesani", utilizados como una "mercancía de cambio" en el primer gobierno republicano de Italia, presidido por Alcide De Gasperi de 1947 a 1953. También se asocian los descendientes -aquellos con lazos de sangre con los anteriores- y los adherentes, y cualquier persona que trabaje para la causa.
P: ¿Cuál es el objetivo de ANIME?
G.B.: Nos proponemos hacer conocer al mundo que el "Tratado Miranda-Arpesani" fue el mayor pacto migratorio comercial similar a la trata humana que registra la historia de la humanidad; instituir el 5 de junio como el "Día del Desagravio", fecha en que en 1947 partió el primer barco con trabajadores italianos instigados a emigrar. A posteriori Italia considero cobardes a aquellos que partieron por abandonar la Patria cuando ésta se encontraba en dramática situación económica y social. Levantar en agradecimiento a estos emigrantes un monumento en la ciudad de Génova, puerto exclusivo de embarco de aquellos trabajadores-garantía. Para recordar todos los años, con la presencia del presidente de Italia, el "Día del Desagravio"; hacer conocer al mundo que ltalia se levantó económicamente no sólo gracias al plan Marshall, sino que en principio fue por las vituallas argentinas otorgadas en paga por los cuatro millones de trabajadores italianos que el democristiano Alcide De Gasperi se comprometió a enviar a la Argentina para garantizar el tratado Miranda Arpesani. Fueron en definitiva quienes, con el instigado exilio, trabajo y humillaciones -todo soportado en silencio- pagaron el resurgimiento de ltalia de la última posguerra mundial. Si el gobierno italiano considera que la deuda con Argentina se pagó, rescatar la garantía humana de este país, o sea, ofrecer la repatriación a todos aquellos emigrantes que fueron utilizados para garantizar el tratado comercial. Para los muertos construir en ltalia un panteón donde puedan descansar aquellos trabajadores difuntos, si su familia lo requiere. El primer 5 de julio en que se celebre el "Día del Desagravio" en todas las ciudades y pueblos de ltalia, de donde partieron aquellos emigrantes-garantía, un sobreviviente residente hoy en la Argentina retorne al lugar de origen y acompañado por las autoridades locales explique la causa del "Día del Desagravio" y la historia silenciada del tratado Miranda-Arpesani.
P: Por sus indagaciones e investigaciones sobre el tema, ¿podría indicarnos el sustento legal para efectuar estas denuncias?
G.B.: Si, después de 50 años por un suceso fortuito descubrimos el hilo de la trama que condujo al capítulo VIII de la ley 13.959 técnicamente vigente. Puedo mencionarle instituciones que están al tanto del tema como la Corte Suprema de Justicia, Autos 777/00 Secretaría 3. Causa: Genocidio Biológico, la Secretaría de Derechos Humanos, Expediente Nº 3502, la Embajada de Italia Expte. 279 del 14/08/98 enviado por el Viceconsulado de San Juan. Por otro lado realizamos comunicaciones a todas las agrupaciones italianas de Argentina y el mundo y a la Cancillería Argentina Dirección Tratados, tiene los convenios originales y podrán comprobar que técnicamente esta vigente aquél convenio migratorio comercial denominado "Tratado Miranda-Arpesani". Ver expediente DITRA N° 125/02
P.: ¿Qué le exigiría al Gobierno de Italia?
G.B.: Al gobierno italiano le exigiría que a los ciudadanos cualitativamente italianos naturalizados argentinos se les reintegre plena y automáticamente la ciudadanía italiana de origen sin impedimento para transmitirla a su descendencia. En particular a los emigrantes-garantía de la segunda posguerra mundial dado los momentos políticos que vivía Argentina en aquellos años muchos de los italianos recién llegados al mismo tiempo de verse obligados por las circunstancias a afiliarse al partido gobernante para poder trabajar, el proyecto de reforma de la Constitución Argentina de 1949, respecto a la situación de los extranjeros, que en ese momento la mayoría eran los recién llegados "inmigrantes-garantía" italianos, contenía la siguiente disposición: "Por el solo hecho de residir dos años continuos o discontinuos en el país, el extranjero tendrá que decidir entre pedir la nacionalidad o abandonar el territorio argentino".
P.: Pero entiendo que la disposición mencionada no se llegó a llevar a la práctica
G.B.: Si bien luego no se llevo a la práctica, sirvió para difundir temor entre los mayores quienes lo transmitieron a sus hijos en su inmensa mayoría niños traídos por sus padres, quienes luego para poder insertarse en la sociedad argentina donde se educaron desde su infancia se naturalizaron argentinos adquiriendo una ciudadanía graciable que además de revocable es con restricciones en la capacidad jurídica. Pero al querer recuperar su ciudadanía italiana para transmitirlas a sus hijos se los mortifica al decirle que "el lazo sanguíneo se interrumpió al nacionalizarse argentino antes de tener descendencia".Evidente aberración al pretender ignorar que la transmisión biológica no la hace un formalismo burocrático sino por la sangre. La misma que Alcide De Gasperi, con la complicidad moral del Papa XII, negoció por el orbe para que Italia hoy sea del primer mundo. Ahora aquel desequilibrio demográfico es sustituido con los denominados "extracomunitarios", en particular africanos y asiáticos, sin el menor lazo cultural y sanguíneo con Italia la que hoy no quiere recordar que si sus hijos desterrados se vieron en la necesidad de de pedir la ciudadanía del lugar de residencia fue porque el gobierno italiano no garantizó el derecho de trabajo de sus nacionales en la Patria de sus ancestros
P.: ¿Usted sugeriría la enseñanza de esta cuestión en las escuelas?
G.G.: Si, el "Tratado Miranda-Arpesani" debería figurar en los libros de historia y educación cívica en las escuelas italiana y argentina. Para que las generaciones actuales y futuras conozcan el delito cometido al firmar aquel tratado que viola la resolución 96 del 11 de diciembre de 1946 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que declara: "El concepto de genocidio está definido por la Convención en los términos siguientes: Cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente, a un grupo nacional o étnico, racial o religioso como tal. El modo según el artículo II de la convención tipifica: (a) matanza de miembros del grupo; (b) lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; (c) sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física total o parcial; (d) medidas destinadas a impedir el nacimiento en el seno del grupo; (e) traslado por la fuerza de los niños del grupo a oto grupo". La fuerza puede ser física o mental. Dentro de esta definición del delito se han distinguido dos categorías o formas del mismo, consistentes respectivamente en el llamado genocidio físico, referido a los incisos a, b, c y el genocidio biológico referido en los incisos d y e. El sentido de estos dos últimos inciso es el identificar al traslado como el hecho consumativo del delito, lo cual significa que el mismo no deja de cometerse si los niños son sometidos a iguales, o aún mejores, condiciones de vida que las de antes de su traslado, dado que lo que interesa es que tal acción haya sido realizada para destruir el grupo" Exigir al gobierno italiano que asista en modo inmediato como deber y no como dádiva a todos los sobrevivientes desterrados víctimas del tratado.
P.: ¿Cuál es la estrategia para lograr el objetivo de ANIME?
Hasta lograr los puntos antedichos la asociación organizará pacíficas manifestaciones frente a la Embajada, Consulados, Viceconsulados de Italia acreditadas en la Argentina el día 21 de febrero de cada años, denominado "Día de la Infamia", pues en dicha fecha lo que se consumó es idéntico a la "Conferencia de Wannsee", dispuesta por los nazis el 20 de enero de 1942 para la "Solución Final del Problema Judío". Si bien la "Solución Inicial del problema italiano" con su "exceso de población" se efectúo en tres fases perfectamente planificadas y coordinadas
P.: ¿Cuáles fueron estas fases?
G.B.: En primer lugar, El Tratado Migratorio Comercial celebrado en Roma el 21 de febrero de 1947, luego el Tratado Comercial y Financiero celebrado en Buenos Aires el 13 de octubre de 1947, denominado "Tratado Miranda-Arpesani", y, por último, el Tratado Migratorio, vinculado al Comercial y Financiero, celebrado en Buenos Aires el 26 de enero de 1948 que sustituyó al primero
P.: Cuál es la función de la Asociación?
G.B.: Mantener la memoria activa al propiciar oficializar las dos fechas trascendentes para la causa previa a la firma, en 1947, del "Tratado Miranda-Arpesani". Primer pacto migratorio-comercial celebrado en Roma y salida desde Génova del primer barco con "obreros-garantía". Respectivamente: 21 de febrero "Día de la Infamia", 5 de junio "Día del Desagravio". Y, por sobre todo difundir esta causa para evitar que se repita con cualquier grupo humano.
El Tiempo, Azul, 9 de noviembre de 2003
Acerca del autor
Carlos Prebble nació en Buenos Aires, en 1957. Cursó estudios en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de dicha Ciudad, de la que egresó con el título de Contador Público Nacional.
En 1985, guiado por Agustín Maniglia, comenzó a publicar en La Prensa análisis de balances; meses después, entraba como colaborador permanente a La Nación, diario en el que tramitó en 1990 su Matrícula Nacional de Periodistas. En 1986, el Suplemento "Economía & Negocios" era dirigido por Germán Sopeña. Colaboró en ese matutino durante diez años, con dos notas semanales, una de balances y otra titulada "Libros y publicaciones".
Ha publicado ensayos, comentarios, reportajes y notas de actualidad, en los diarios La Prensa, La Nación, Ámbito Financiero, La Nueva Provincia de Bahía Blanca, La Voz del Interior de Córdoba, La Capital de Rosario, La Capital de Mar del Plata, Diario Río Negro de Gral. Roca, Diario de Cuyo de San Juan, Pregón de Jujuy, El Tiempo de Azul, El Tiempo de Saladillo, y las revistas La Bolsa y Traiding.
Hasta la fecha, aparecieron con su firma más de mil doscientos artículos periodísticos.
En la actualidad se desempeña como Auditor Interno en una empresa de servicios.
Autor:
Carlos Prebble
Contador Público Nacional (U.N.B.A.)
Periodista Matriculado
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