La marginalidad: su relación con fenómenos sociales afines e importancia para el trabajo en las comunidades (página 2)
Enviado por Lic. Anaiky Yanel�n Borges Mach�n
Así la marginalidad se extiende a la totalidad de la persona humana y a todos los aspectos de la vida de los sectores marginales. Sin embargo sus efectos afectan a toda la sociedad.
La marginalidad no debe verse como un fenómeno del tercer mundo, aunque en él sea mucho más profunda, ya que es un problema global.
El aumento de la situación de pobreza a nivel mundial, llegando a considerar este como uno de los principales problemas del siglo XX y del actual siglo XXI, da constantemente lugar, al surgimiento de mayor cantidad de barrios marginales tanto en países pobres como en países ricos. Ya que la relación entre pobreza, marginalidad, marginación, desigualdad y exclusión es irrefutable.
La situación económica es la base de los problemas sociales pero no podemos obviar que existen problemas culturales que agravan los problemas socioculturales que atraviesa nuestra sociedad.
La difusión entre los grupos marginales de los atributos de la vida moderna les crea expectativas que no pueden canalizar adecuadamente en su actual condición, lo que llevaría a la generación de tensiones y conflictos que configuran una situación potencialmente explosiva.
A nuestro juicio, es necesario para comprender la marginalidad poder establecer la relación y diferencias entre estos fenómenos sociales porque sus diferencias los hacen términos independientes pero sus significados permiten su estrecho vínculo.
Marginalidad y marginación.
En ocasiones encontramos la marginalidad y la marginación referenciadas indistintamente para un mismo significado. Diversos autores han tratado en sus investigaciones estas terminologías, a continuación veremos diferentes puntos de vista.
Según Cortés (2002), el concepto de marginación en su versión más abstracta intenta dar cuenta del acceso diferencial de la población al disfrute de los beneficios del desarrollo. La medición se concentra en las carencias de la población de las localidades en el acceso a los bienes y servicios básicos, captados en tres dimensiones: educación, vivienda e ingresos"[7]. Para él, la marginación es un fenómeno que afecta a las localidades y no necesariamente a las personas que viven en ellas.[8]
Visto así, una localidad puede tener alta marginación y esto no significa que no existan habitantes allí con condiciones de vida y nivel de ingresos suficientes para no ser considerados pobres.
Sin embargo, Juárez Bolaños (2005), considera que la marginación entendida como un fenómeno social en el que los miembros de los diversos grupos sociales enfrentan dificultades para poder mejorar su calidad de vida debido a su ubicación en un sistema de posiciones jerarquizado en términos de relaciones de poder" [9]
Para Cortés la marginación tiene que ver con el acceso a los beneficios del desarrollo, relacionado con las carencias y que afecta a las localidades y para Juárez es un fenómeno social donde los miembros de los grupos sociales tienen dificultades para mejorar su forma de vida dado por el lugar que ocupan en el sistema relacionado con las relaciones de poder. Considera Juárez además, que el desarrollo conceptual del término marginación constituye una aportación de la sociología latinoamericana, lo que ha generado una gran discusión, especialmente desde la década de los sesenta, cuando el término fue utilizado para explicar ciertos fenómenos sociales originados por el acelerado proceso de urbanización vivido en esta parte del planeta."[10]
No obstante, existen otras visiones como es la de Botto, Fenoglio y Moulia (2000) quienes en su trabajo Marginación y desocupación expresaron: entendemos por exclusión o marginación social el proceso por el que una sociedad rechaza a unos determinados individuos, desde la simple indiferencia hasta la represión y reclusión. También se da el caso de quienes, por no concordar con los valores y normas de una determinada sociedad, se automarginan[11]
Aquí aparece la marginación entendida como un proceso en el que la sociedad rechaza a determinadas personas y expresan una identificación entre la marginación y la exclusión. En este mismo trabajo identifican como característica de la marginación, "la privación o dificultad para la normal satisfacción de las necesidades secundarias. Este fenómeno se puede producir ya sea por seguir los ideales de la comunidad o bien cuando la sociedad responde a los intereses de un grupo minoritario poderoso". Como pueden ver esta visión se corresponde de cierta manera con la de Juárez, la diferencia viene dada por la identificación del término marginación con exclusión.
Enfatizan que la exclusión social es un proceso, no una condición. Por tanto, si para ellos exclusión social es lo mismo que marginación social, están determinando que la marginación social no es una condición y sus fronteras cambian, y quién es hoy excluido/marginado o incluido, puede variar con el tiempo, dependiendo de la educación, las características demográficas, los prejuicios sociales, las prácticas empresariales y las políticas públicas.[12]
Estos investigadores como vimos utilizan como sinónimos los términos exclusión y marginación, sin embargo Juárez (2005) en su tesis doctoral, hace lo mismo pero con los términos marginación y marginalidad, los que utiliza indistintamente en el desarrollo de su investigación. Al igual que Campoy Lozar (2002), en su trabajo Marginación y pobreza, se refiere sin distinción con ambos vocablos al mismo fenómeno.
Para Campoy Lozar (2002), ni existe una exclusiva modalidad de marginación, ni un singular factor que la produzca. (.) observada su existencia en todas las épocas y sociedades, el denominador común resulta ser la diferenciación, explicitada sociológicamente en estratificación y económicamente en desigual distribución de la riqueza. De este modo concebido, la marginación se asemeja, sin llegar a identificarse, con la discriminación.[13]
Para Cortés (2002), la marginalidad es un concepto que se sitúa dentro de la teoría de la modernización, según la cual las sociedades subdesarrolladas se caracterizan por la coexistencia de un segmento tradicional y otro moderno, siendo el primero el principal obstáculo para alcanzar el crecimiento económico y social, autosostenido. La noción de marginal, en su concepción más abstracta, remite a las zonas en qué aún no han penetrado las normas, los valores ni las formas de ser de los hombres modernos. [14]
Estamos ante terminologías que aluden a procesos y fenómenos sociales muy relacionados entre sí, lo que ha provocado que sus definiciones sean, en muchos casos, confundidas o mezcladas entre sí. Consideramos muy importante establecer las diferencias entre estos términos para poder comprender mejor sus interrelaciones y consecuencias.
Según planteó Cortés en su trabajo el primero está determinado dentro de la teoría de la modernización y se refiere a personas, ésta es una de las diversas teorías del desarrollo, que tenían como propósito principal revelar las determinantes del desarrollo económico. Sin embargo, marginación procura dar cuenta de la exclusión social y da por hecho que representa "un fenómeno estructural que se origina en la modalidad, estilo, o patrón de desarrollo". [15]
También difieren en cuanto a comprensión y extensión. La marginación comprende a toda la población, en tanto se aplica a sus ámbitos de residencia, en cambio marginalidad, solo considera zonas urbanas; contiene a la marginación pero además considera aspectos socio-psicológicos, culturales y políticos.
Para él además, difieren sus unidades de análisis. La marginación refiere a agregados sociales espacialmente localizados ya sea en estados, municipios o localidades, mientras que la marginalidad predica sobre individuos"[16]
En su trabajo llama la atención sobre la importancia de no confundir marginación con marginalidad para no cometer errores al mezclar referentes empíricos y cometer así, falacia ecológica, al considerar igual conceptos con raíces teóricas distintas.
Como pueden apreciar hemos tratado de mostrar la diversidad existente de criterios acerca de estas terminologías, lo que nos alerta a ser cuidadosos en el estudio de estos fenómenos y considerar la importancia de conocer sus interrelaciones como referíamos anteriormente; inquietud que nos surge no solo con los términos de marginación y marginalidad sino además con la de exclusión social. ¿Es correcto identificar como sinónimos la marginación y la exclusión social? Teniendo en cuenta lo ya referido a la explicación de marginación y sus diferencias con la marginalidad, consideramos oportuno referirnos a la exclusión social como otro de los fenómenos que se acrecientan en América Latina y a los que las ciencias sociales dedican muchas de sus investigaciones.
Exclusión social.
En la literatura de las ciencias sociales, la "exclusión social" surge con escaso impacto entre los cientistas sociales a mediados del "60 y principios de los "70 en Francia, en los libros de Massé (1965) y Lenoir (1974). Para estos autores europeos, los "excluidos" eran un pequeño porcentaje de la población que había quedado fuera del progreso general que vivía la sociedad.[17]
A igual que el concepto de "marginalidad", la noción de "exclusión social" está enraizada vigorosamente en un momento histórico determinado. En este caso en particular, se puede sostener que la existencia de una población relegada, económica, social y políticamente, es el resultado lógico del modelo político que se aplica; es decir, que el estado neoliberal es el que produce la "exclusión social".
Como se puede advertir, la noción de "exclusión social", en sus inicios estuvo ligada a un pequeño sector social que se encontraba ubicado fuera del sistema social. Este concepto al ser trasladado a América Latina, se amplía, extendiéndose a situaciones de precariedad y deterioro en las condiciones de vida que afecta a grandes mayorías (Ziccardi, 2000).
En este marco, los excluidos sociales no pertenecen al mundo de los ciudadanos (Villareal, 1996), son sujetos inarticulados, invisibles, sin futuro, sobrevivientes que ni siquiera son reconocidos como indigentes o miserables que podían gozar el socorro -ayuda extraordinaria- del Estado (Redondo, 2004).
Los excluidos son aquellos sujetos que han perdido su filiación con la población y no pueden integrarse y, por tanto, se sitúan fuera de las pautas de producción y consumo comúnmente admitidas por la sociedad. Estas personas o sectores sociales como dice cruelmente Nun (2003) sobran, no se los necesita y, el resto puede vivir sin ellos y le gustaría hacerlo.
Lovuolo (1996) define la exclusión "en" la sociedad (o genéricamente llamada "exclusión social") como "aquellas condiciones que permiten, facilitan o promueven que ciertos miembros de la sociedad sean apartados, rechazados o simplemente se les niegue la posibilidad de acceder a los beneficios institucionales". Para este autor, la "exclusión social" es un fenómeno que no puede comprenderse sin su opuesto, la noción de inclusión social. Ambos fenómenos son producto de la misma dinámica.
Los excluidos son aquellos que no han logrado incluirse, es decir no pueden acceder ni usufructuar los beneficios de las instituciones sociales ni adoptar su modo vida.
Lovuolo (1996) utiliza la expresión "exclusión "en" la sociedad" en lugar de "exclusión "de" la sociedad" para dejar claro que la exclusión no es un proceso extrínseco a la sociedad, sino que es parte de ella. De este modo evade el error de suponer que los excluidos están fuera de la sociedad
De acuerdo con Petras (2003) los excluidos "son principalmente, trabajadores rurales sin tierras, indígenas y paisanos en minifundios o granjas de subsistencia, trabajadores urbanos desempleados o sub-empleados, trabajadoras domésticas, la masa de vendedores callejeros, obreros de la construcción temporarios, operarios de fábricas con contratos precarios, jóvenes que nunca tuvieron un trabajo estable".
Como puede apreciarse, tanto Lovuolo como Petras consideran que los excluidos, están integrados dentro del sistema social, los mismos no viven en una realidad aparte, sino que forman parte de un mundo social único donde los excluidos son aquellos que ocupan una posición más desfavorable y desigual. Incluso Petras (2003), es más radical en cuanto a su posición, él llega a sostener que el problema real de los excluidos no es la incorporación, sino la "transformación" del sistema de propiedad y de poder a fin de que los pobres tengan acceso al control de los recursos de riqueza y servicios sociales.
La "vulnerabilidad", es una instancia intermedia entre la inclusión y la exclusión en donde se generan situaciones de precariedad, fragilidad y debilidad que impiden a un individuo o grupo particular lograr la satisfacción plena o parcial de una necesidad o al acceso a un bien social. Esto varía en el tiempo y el espacio en la medida en que forma parte de procesos históricos y sociales específicos. Una acumulación de "vulnerabilidades" podría conducir finalmente a la "exclusión social". Así el desempleo y el bajo nivel de educación favorecen la creación del círculo vicioso de la pobreza que termina en la exclusión[18]
Tal como prueba la literatura, la existencia de la pobreza crónica caracterizada por la falta de empleo productivo y la falta de oportunidades para participar activamente en los intercambios generales dentro de la sociedad son factores que conducen a la "exclusión social".
La "exclusión social" alude a la imposibilidad o la dificultad que tiene una persona o un grupo social para acceder y participar activamente en la esfera económica, cultural y política de la sociedad. Como resultado de ello, los individuos o las comunidades no pueden pertenecer y participar plenamente en la sociedad porque sus vínculos sociales se debilitan o se rompen.
Si bien es cierto que los especialistas que trabajan en esta cuestión no llegan a acordar en la elaboración de una definición común de la "exclusión social", sí hay consenso en considerarla como un fenómeno complejo y multidimensional que está configurada por al menos tres dimensiones (Farrel y Thirion, 2000; Estivill, 2003, Bessis, 1995; entre muchos otros). Ellas son: la dimensión económica, la dimensión social y cultural y la dimensión política.
Vulnerabilidad social.
Los agudos cambios acontecidos en las sociedades latinoamericanas, nacidos del establecimiento de una nueva modalidad de desarrollo, introducen nuevas complejidades en la comprensión de la realidad social emergente. Más allá de las condiciones históricas de pobreza y concentración del ingreso, (características del desarrollo de los países de la región), la apertura de los mercados y el repliegue productivo y social del Estado han ocasionado un recrudecimiento de la indefensión e inseguridad para extensos grupos de personas y familias, que se encuentran expuestos a mayores riesgos, especialmente entre aquellos que habitan en las áreas urbanas.
Los términos "vulnerabilidad" y "grupos vulnerables" se vienen utilizando con mucha frecuencia en círculos intelectuales y gubernamentales de América Latina. Los fuertes impactos sociales provocados por los programas de ajuste tienen responsabilidad en la incorporación de esta nueva terminología. Sin embargo, no se observa gran precisión conceptual cuando se hace referencia a la vulnerabilidad social y la mayoría de las veces se la confunde con pobreza (Pizarro, 2001)
La vulnerabilidad se ha constituido en un rasgo social dominante en América Latina.
Por tratarse de un concepto que puede ser enigmático, con el que se alude a fenómenos diversos y situaciones heterogéneas, consideramos oportuno presentar en términos operativos, la definición de vulnerabilidad social, entendida como una condición social de riesgo, de dificultad, que inhabilita e invalida, de manera inmediata o en el futuro, a los grupos afectados, en la satisfacción de su bienestar -en tanto subsistencia y calidad de vida– en contextos sociohistóricos y culturalmente determinados. [19]Esta definición en su esencia se corresponde con la brindada por Pizarro (1999) que enuncia: "la vulnerabilidad como un fenómeno social multidimensional que da cuenta de los sentimientos de riesgo, inseguridad e indefensión y de la base material que los sustenta, provocado por la implantación de una nueva modalidad de desarrollo que introduce cambios de gran envergadura que afectan a la mayoría de la población"[20].
Ambas definiciones clarifican que la vulnerabilidad tiene semejanzas con la pobreza donde la relación más clara está relacionada con la falta de empleo o su mala calidad. Ya que los ingresos resultantes del trabajo representan la fuente más directa e importante para la sobrevivencia de los hogares que sufren estos fenómenos.
La pobreza en América Latina históricamente ha sido un fenómeno que ha marcado la vida de extensos grupos sociales, lo que algunos han llegado a aceptar como una fatalidad. Sin embargo, en los años noventa, además de la pobreza, la vulnerabilidad social se ha convertido en un rasgo dominante que se extiende a vastos contingentes de la población, comprendidos los sectores medios, que en la modalidad de desarrollo previa fueron símbolos de la movilidad social ascendente y portadores, junto incluso a sectores pobres organizados, de proyectos de transformación de la sociedad.
Los impactos provocados por las formas de producción, las instituciones y los valores que caracterizan al nuevo patrón de desarrollo en los países de la región han dejado a los grupos de bajos ingresos y a las capas medias, expuestos a elevados niveles de inseguridad y desamparo.
La vulnerabilidad social es el resultado de los impactos provocados por el patrón de desarrollo vigente, pero también expresa la incapacidad de los grupos más débiles de la sociedad para enfrentarlos, neutralizarlos u obtener beneficios de ellos.
Sin embargo, la inseguridad e indefensión que caracterizan a ésta no son necesariamente atribuibles a la insuficiencia de ingresos, propios de la pobreza. (Pizarro, 2001).
Según la concepción de Pizarro podemos entender que se puede padecer pobreza y no ser vulnerable.
Hay otras dimensiones de la vida social, y no sólo el trabajo, en las que el riesgo y la inseguridad son dominantes. De forma adicional, la generalización de las comunicaciones en las sociedades latinoamericanas ha generado un proceso valórico y cultural inclusivo, de carácter inédito, con pautas globales que se imponen cotidianamente a todos los miembros de la sociedad latinoamericana independientemente de sus niveles de ingresos y extracción social. Esta forma de inclusión, por la vía de las comunicaciones, exacerba las desigualdades y coloca en evidencia la vulnerabilidad en que se encuentran los sectores subordinados en los países de la región.
"La vulnerabilidad, hace referencia al carácter de las estructuras e instituciones económico-sociales y al impacto que éstas provocan en comunidades, familias y personas en distintas dimensiones de la vida social."[21]
Como referíamos al hablar de exclusión social, la vulnerabilidad es una instancia intermedia, cuya acumulación puede conducir a la exclusión, en donde se generan situaciones de precariedad, fragilidad y debilidad que impiden a un individuo o grupo particular lograr la satisfacción plena o parcial de una necesidad o al acceso a un bien social. Así el desempleo y el bajo nivel de educación, favorecen la creación del círculo vicioso de la pobreza, que termina en la exclusión[22]
El uso del concepto de vulnerabilidad parece ser relevante, para entender el impacto psico-social que ha producido en los habitantes de América Latina el nuevo patrón de desarrollo. Los enfoques de pobreza y distribución del ingreso son insuficientes para comprender la condición de indefensión y el debilitamiento de los recursos y capacidades de amplios grupos sociales de la región producto del shock transformador. El nuevo patrón de desarrollo, si bien ha abierto oportunidades y potencia los recursos existentes en ciertos sectores de la sociedad también ha cerrado oportunidades y ha debilitado los de una gran mayoría de la población.
En mayor o menor medida, los recursos de que disponen las familias y personas en las áreas urbanas de América Latina sufrieron el impacto del nuevo patrón de desarrollo. Así, la vulnerabilidad se manifestó, en los años noventa, en las distintas dimensiones de la vida social: en el trabajo, en el capital humano, en el capital físico del sector informal, y en las relaciones sociales.
Pobreza.
La pobreza no es un fenómeno desconocido, ni contemporáneo; sino que ha acompañado a los seres humanos desde su más antigua prehistoria, el interés por su estudio, con miras a su enfrentamiento y potencial derrota perspectiva[23]sí puede decirse que es un hecho de nuestros tiempos.
Es cierto que por su naturaleza y complejidad resulta difícil definirla. La palabra pobreza sugiere ideas de exclusión, marginación y carencia de medios básicos para el desarrollo de la vida humana y por lo tanto tiene un sentido multidimensional y multidisciplinar.[24]
El interés por el tema de la pobreza se ha incrementado en los últimos veinte años, particularmente en América Latina, primero como resultado de la crisis de la deuda en los años 80, y después por los trastornos ocasionados en los sectores populares por las políticas de ajuste y reformas estructurales empleadas por la casi totalidad de los gobiernos del área.
Esto como resultante, contribuyó a polarizar las sociedades de la región, creando un cuantioso contingente de "nuevos pobres" y ampliando la brecha entre los sectores más privilegiados y más desposeídos, al tiempo que sitúan a los países en el callejón sin salida de una deuda externa perceptiblemente impagable.
Entre los criterios referentes a esta definición encontramos que ". la carencia aporta los elementos de una definición biológica, en tanto es a partir de la desigualdad que podemos explicar la pobreza como fenómeno social. Y tal especificidad precede en el tiempo al nacimiento mismo de la modernidad capitalista, que la ha agudizado y llevado a su máxima expresión". [25]
Este fenómeno social a decir de Alonso (2007), se genera y se reproduce a partir de la configuración y de los cambios en la estructura social. Siendo las personas, familias, comunidades y países pobres, expresión, a diferentes escalas, del patrón de desigualdad creado por la mercancía.
Continuando con la búsqueda de las relaciones entre todos estos fenómenos sociales podemos decir que, desigualdad y pobreza no significan la misma cosa, sino que aluden a realidades inseparables, donde debemos distinguir una relación causal: la pobreza es generada por la desigualdad.
La pobreza hace a las personas "vulnerables" a una serie de situaciones que disminuyen su calidad de vida. Cuando la pobreza afecta a una familia se aumenta su probabilidad de sufrir circunstancias negativas como el hambre, la deserción escolar, el consumo de drogas y alcohol, la maternidad en la edad adolescente, la delincuencia, etc. (Litcher, Sananhan y Garder, 1999). La severidad e implicaciones de estos efectos están determinadas por la duración o permanencia de la pobreza.
Varios estudios establecen que la pobreza está asociada, entre otros factores, con el crecimiento económico de un país y la forma cómo se distribuye el ingreso. Altas tasas de crecimiento económico generan empleo y mayores fuentes de ingresos para la población. Así mismo, el alto grado de desigualdad en la distribución de los recursos, relativo al nivel de desarrollo de América Latina, ha sido señalado como uno de los principales obstáculos en la reducción de la pobreza en la región.[26]
Al revisar la bibliografía sobre este tema, abundante por la vigencia y repercusión a nivel global podemos ver las diferentes posiciones y las muestras de la voluntad que existe para luchar por la erradicación de la pobreza. Una causa muy justa a la cual cada día se unen más personas que piensan en correspondencia con lo que dijera Uribe (2005), en el mundo, "la pobreza es más el resultado de la inequidad que de la escasez".[27]
Todos los términos abordados en el desarrollo de este trabajo adquieren mayor relevancia para América Latina, donde el aumento vertiginoso de todos estos fenómenos sociales atentan constantemente contra el desarrollo individual, social, económico y político de nuestros países. Ganar en claridad teórica acerca de estos términos, sus interrelaciones y sobre todo, de sus consecuencias es lo que permitirá enfocarnos a soluciones factibles. No podemos permitir la reproducción de los patrones que perpetúan la existencia de estos males que corroen nuestras sociedades latinoamericanas; nuestras proyecciones no pueden ser utópicas. Las transformaciones que necesita América Latina, pueden estar al alcance de todos si logramos aunar la voluntad social de lograrlo, sin olvidar el papel que tiene que jugar la educación y la cultura en el desarrollo personal de cada sujeto.
Consideramos que todo lo aquí referido es muy importante para el trabajo en las comunidades, reconociendo a éstas como el lugar más factible y con mayores recursos y potencialidades para enfrentar la situaciones de marginalidad precisamente en el espacio donde son más visibles.
Hacemos referencia a esta variante de trabajo, que quizás pueda ser tomado como sugerencia, apoyándonos en las experiencias que se desarrollan en Cuba en el área de trabajo comunitario. Actualmente, nos encontramos enfrascados en un proyecto de intervención comunitaria en comunidades marginales que surgió como consecuencias de la investigación que dio origen a esta publicación. Realizada con el empeño de sensibilizar a las personas que poseen potencialidades internas y personales capaces de ayudarlos a mejorar su vida cotidiana.
Conclusiones.
A lo largo de este trabajo hemos tratado la definición de la marginalidad desde sus orígenes y su relación con otros conceptos por su importancia y estrecho vínculo.
La marginación y la marginalidad son conceptos que reseñan como funcionan las relaciones entre la sociedad y sus miembros (sujetos sociales) y la vulnerabilidad, la exclusión y la pobreza son conceptos que hablan de la contextualización de esas relaciones.
Todas las definiciones referidas, tienen en común ser fenómenos sociales que afectan al ser humano, al hombre en su desarrollo personal, psíquico, profesional y social. Fenómenos sociales que se reproducen y agravan, atentando contra el desarrollo humano.
Cuando hablamos de desarrollo humano, consideramos que es multidimensional y aborda dimensiones tales como la libertad política, económica y social, la posibilidad de ser creativo y productivo, respetarse a sí mismo y disfrutar de la garantía de los derechos humanos. El desarrollo humano tendría además dos aspectos distintos, la formación de las capacidades humanas (mejor estado de salud, conocimiento y destreza) y el uso que la población hace de las capacidades adquiridas (descanso, producción y actividades culturales, sociales y políticas. (Pérez, 2006)
Por tanto, en esta lucha diaria por el mejoramiento de nuestras sociedades, por el desarrollo humano, tenemos que enfrentar de una u otra manera los fenómenos sociales aquí referidos y para ello lo primero es conocer en que consisten, sus interrelaciones y como unos pueden ser desencadenante de otros.
Hablamos de marginalidad, marginación, vulnerabilidad, exclusión social y pobreza y reafirmamos por su importancia que el elemento común entre todos es que tienen al hombre como protagonista, víctima y agente reproductor de los patrones e indicadores que generan y reproducen cada uno de estos fenómenos.
Bibliografía.
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2. Avaria Saavedra, Andrea: Discapacidad: Exclusión/Inclusión. Revista Mad. # 5. Septiembre 2001. Departamento de Antropología. Universidad de Chile. Disponible en: http://sociales.uchile.cl/publicaciones/mad/05/paper07.htm
3. Bogani, Esteban: De marginales y desocupados. Apuntes para una nueva discusión sobre las poblaciones «excedentarias» a partir de los conceptos de masa marginal y empleabilidad. Nueva Sociedad # 197.
4. Botto Justina, Fenoglio Magdalena, Moulia Lourdes: Marginación y desocupación. Publicado en 2002. Consultado en www.Monografías.com en septiembre de 2008.
5. Brito García, Luis: Cultura, contracultura y marginalidad. NUEVA SOCIEDAD NRO.73, JULIO- AGOSTO DE 1984, PP. 38-47
6. Cortés, Fernando: Consideraciones sobre marginalidad, marginación, pobreza y desigualdad en la distribución del ingreso. Papeles de Población, enero-marzo, # 031. Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca, México. 2002. pp.9-24.
7. Cruz Betancourt, Raquel: Marginalidad y Conducta Social, Revista Trimestral. Año XII, No. 3, mes septiembre 2006. se puede consultar en el sitio : www.ciencias.holguin.cu
8. Escudero Gómez, Luis Alfonso: Una ciudad escondida: exclusión social y marginalidad urbana. Ejemplos a través de Galicia. Cuadernos geográficos, # 036. Universidad de Granada. Granada, España. 2005. pp. 517-526.
9. Fernández Naranjo, Roberto: Concepción sociológica sobre el tema marginalidad. Instituto Superior Pedagógico Pepito Tey. Las Tunas, Cuba. 2007. Publicado en: monografías.com
10. Franco, Rolando: "Marginalidad y pobreza en América Latina: algunas consideraciones." Nueva Sociedad # 30, mayo-junio 1977, pp.63-72.
11. Gregorio Enriquez, Pedro: De la marginalidad a la exclusión social: un mapa para recorrer sus conceptos y núcleos problemáticos. Fundamentos en Humanidades, año/vol. VIII, # 015. Universidad Nacional de San Luis. San Luis, Argentina. 2007. pp. 57-88.
12. Iglesias Hernández, José: El derecho ciudadano a la Renta Básica. Capitalismo, marginación, pobreza. Consultado en http://rentabasica.net/Capitalismo, marginación, pobreza.html/
13. Juárez Bolaños, Diego. Tesis en opción al grado de Dr.:"Marginación y políticas públicas en el medio rural. El caso de la Sierra de Tequila, Jalisco". El Colegio de Michoacán, A.C. Centro de Estudios Rurales. Zamora, Michoacán, octubre de 2005.
14. Mengo, Reneé Isabel: Marginalidad y exclusión a comienzos del siglo XXI: la situación en la República Argentina. Revista Latina de Comunicación Social 43 julio – agosto de 2001. consultado en: http://www.ull.es/publicaciones/latina/2001/latina43julio/29mengo.htm
15. Negretti, Dióscoro y Tovar, Amneris: El concepto de marginalidad. Aplicación en el contexto latinoamericano. Universidad Central de Venezuela, 1987.
16. Svampa, Maristella: Cinco Tesis sobre la nueva matriz popular. Disertación para la apertura del Seminario LOS NUEVOS ROSTROS DE LA MARGINALIDAD Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, noviembre 2003.
Autor:
Lic. Anaiky Yanelín Borges Machín
Licenciada en Estudios Socioculturales, año 2006. Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, Santa Clara, Cuba. Actualmente profesora del departamento de esta carrera en este mismo centro.
[1] Cruz Betancourt, Raquel. "Marginalidad y Conducta Social". Revista Trimestral. Año XII, No.3, Mes Septiembre 2006. Consultado en http://www.ciencias.holguin.cu, marzo 2008.
[2] "El concepto de marginalidad. Aplicación en el contexto latinoamericano". Universidad Central de Venezuela, 1987.
[3] Juárez Bolaños, en su artículo: Los conceptos de bienestar, exclusión social, necesidades humanas y marginación: su uso en las ciencias sociales, en Revista Perspectivas Sociales / Social Perspectives otoño/fall 2006. Vol.8, Num. 2 / manifiesta que Park fue el primero en hablar de marginación y cita el mismo artículo que Negretti, ya que Juárez asume la marginalidad y la marginación como sinónimos.
[4] Turner: arquitecto inglés que realizó estudios sobre poblaciones marginales y subdesarrolladas de diferentes países latinoamericanos. Citados todos por Negretti.
[5] Negretti, Dióscoro y Tovar, Amneris: El concepto de marginalidad. Aplicación en el contexto latinoamericano. Universidad Central de Venezuela, 1987. Pág. 23-24.
[6] Consideraciones sociológicas del desarrollo económico en América Latina y el desarrollo social de América Latina en la postguerra.
[7] Cortés, Fernando: "Consideraciones sobre la marginalidad, marginación, pobreza y desigualdades en la distribución del ingreso". Papeles de Población, enero-marzo, # 031. Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca, México. Pp.9-24
[8] Idem
[9] Juárez Bolaños, Diego. Tesis en opción al grado de Dr.:"Marginación y políticas públicas en el medio rural. El caso de la Sierra de Tequila, Jalisco". El Colegio de Michoacán, A.C. Centro de Estudios Rurales. Zamora, Michoacán, octubre de 2005.
[10] Juárez Bolaños, Diego. Tesis en opción al grado de Dr.:"Marginación y políticas públicas en el medio rural. El caso de la Sierra de Tequila, Jalisco". El Colegio de Michoacán, A.C. Centro de Estudios Rurales. Zamora, Michoacán, octubre de 2005.
[11] Botto Justina, Fenoglio Magdalena, Moulia Lourdes: Marginación y desocupación. Publicado en 2002. Consultado en www.Monografías.com en septiembre de 2008.
[12] Idem
[13] Campoy Lozar, Margarita: Marginación y pobreza. Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Nº 35, 2002 (Ejemplar dedicado a: Asuntos Sociales), pags. 67-82
[14] Cortés, Fernando: "Consideraciones sobre la marginalidad, marginación, pobreza y desigualdades en la distribución del ingreso". Papeles de Población, enero-marzo, # 031. Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca, México. Pp.9-24
[15] Cortés, Fernando: "Consideraciones sobre la marginalidad, marginación, pobreza y desigualdades en la distribución del ingreso". Papeles de Población, enero-marzo, # 031. Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca, México. Pp.9-24
[16] Idem
[17] Para profundizar consultar: Gregorio Enriquez, Pedro: De la marginalidad a la exclusión social: un mapa para recorrer sus conceptos y núcleos problemáticos. Fundamentos en Humanidades, año/vol. VII, número 015. Universidad Nacional de San Luis. San Luis, Argentina. Pp57-88.
[18] Gregorio Enriquez, Pedro: De la marginalidad a la exclusión social: un mapa para recorrer sus conceptos y núcleos problemáticos. Fundamentos en Humanidades, año/vol. VII, número 015. Universidad Nacional de San Luis. San Luis, Argentina. Pp57-88.
[19] Vulnerabilidad y Exclusión social. Una propuesta metodológica para el estudio de las condiciones de vida de los hogares. Consultado en http://www.ubiobio.cl/cps/ponencia/doc/p15.4.htm
[20] Entre los diversos estudios que incorporan esta conceptualización, véase Roberto Pizarro, "La vulnerabilidad social y sus desafíos. Una mirada desde América Latina", Santiago de Chile, División de Estadística y Proyecciones Económicas, CEPAL, 1999
[21] Pizarro, Roberto: "La vulnerabilidad social y sus desafíos: una mirada desde América Latina". División de estadística y proyecciones económicas. Impreso en Naciones Unidas, Santiago de Chile, febrero de 2001. pp.12.
[22] Gregorio Enriquez, Pedro: De la marginalidad a la exclusión social: un mapa para recorrer sus conceptos y núcleos problemáticos. Fundamentos en Humanidades, año/vol. VII, número 015. Universidad Nacional de San Luis. San Luis, Argentina. Pp57-88.
[23] El primero de los objetivos de desarrollo a alcanzar que emergieron en la llamada Cumbre del Milenio, celebrada con el auspicio de las Naciones Unidas, en el año 2000, es erradicar la extrema pobreza y el hambre (UNFPA, 2002).
[24] Cantó Sánchez, Olga, Del río Otero, Coral y Gradín Lago, Carlos: "La situación de los estudios de desigualdad y pobreza en España. Universidade de Vigo, junio de 2002.
[25] Alonso, Aurelio: "Pobreza y desamparo: un debate urgente." Revista "La Jiribilla" # 332. La habana. 27 julio 2007.
[26] Navarro, Hugo: Manual para la evaluación de impacto de proyectos y programas de lucha contra la pobreza. CEPAL, Santiago de Chile, junio del 2005
[27] Uribe López, Mauricio: Pobreza: Escasez o desigualdad. Ponencia presentada al Seminario de Coyuntura Social y Laboral de la Escuela Nacional Sindical. Medellín, abril 27 de 2005.
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