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El saqueo de los recursos bióticos de América Latina

Enviado por Gian Carlo Ramos


    Presentación

    El interés por indagar el carácter geoeconómico de la biodiversidad de América Latina y la proyección de fuerza hemisférica sobre espacios ecológicamente relevantes nace, entre otros puntos, a partir de la consideración del actual desarrollo tecnológico. Se trata de un grado de innovación tal, que se asegura que estamos en un nuevo proceso de revolución tecnológica en la que se identifican cuatro frentes: la electroinformática, los nuevos materiales/nanotecnología, las nuevas energías y la ingeniería genética/biotecnología.

    La investigación detrás del presente texto, se centra en uno de dichos frentes: la biotecnología. Entendida de la manera más sencilla como la aplicación comercial de técnicas de ingeniería genética, se perfila, hasta ahora, como la más importante dentro de esta nueva revolución, dado el impacto que tiene en una diversidad de ramas productivas e improductivas. Por ejemplo, en la producción de alimentos, medicamentos, plásticos, fibras, aceites, químicos, etcétera; o en la innovación de armas quimicobiológicas.

    En ese contexto, las tecnologías que encabezan la actual revolución tecnológica (que comienza desde finales del siglo XX) y que son precisamente las que hacen uso de los recursos bióticos del planeta, configuran a éstos como riqueza estratégica para el avance de los capitales de alta tecnología. Por lo anterior, los capitalistas involucrados en el negocio, tratese de alta tecnología o sólo intermediarios, vienen "robandose" esa riqueza, valiendose de mecanismos legales de propiedad intelectual para hacer válida su propiedad privada.

    En dicho escenario, es necesario analizar desde lo geoeconómico y lo geopolítico, el fundamento estratégico de la biodiversidad en América Latina (AL), sus particularidades, problemáticas y alternativas. Este tipo de análisis, cobra mayor relieve si se considera que EUA es el principal promotor de tales tecnologías, y más aún si se le analiza de cara al reciente intento de profundización de la integración hemisférica de la región como parte de la proyección global de los intereses estratégicos y empresariales de EUA (refiérase al Plan Puebla Panamá y el ALCA). Por lo anterior, el presente análisis se considera esencial para contribuir en la construcción alternativa de una visión latinoamericana, para los latinoamericanos, que de cuenta de las peculiaridades de la región, potencialidades, limitantes y contradicciones. Es decir, se trata de pensar dicha problemática desde el papel que juega AL como una de las zonas con mayor diversidad biológica y cultural del planeta, característica que coloca a la región como uno de los principales focos rojos de apropiación de ese recurso y que viene generando un nuevo ordenamiento, uso y conservación de los espacios y territorios.

    Para perseguir tal fin, el de la construcción de una visión latinoamericana, no sólo frente a los dilemas que presenta el carácter geoeconómico y geopolítico de la biodiversidad, investigaciones interdisciplinarias sobre las diversas problemáticas y potencialidades de AL, no sólo son obligadas, sino urgentes, sobre todo si se considera el escenario de fuerzas contradictorias globales, en el que AL, no sólo es un actor que juega un papel fundamental, sino que además debe tomar cierta postura y acciones.

    Prólogo

    Como se indicaba, la biodiversidad se ha convertido en un instrumento fundamental de disputa entre los capitales biotecnológicos, ya que a partir de su uso se abre la posibilidad de alterar el sistema alimenticio, la ciencia médica y sus avances, la innovación de armas biológicas y nuevos materiales, el equilibrio ecológico, el sistema jurídico internacional, etcétera. En este sentido, para la explotación de la biodiversidad mundial y de ahí del desarrollo de la biotecnología dentro de un escenario "globalizado", los capitalistas y los Estados nacionales, se ven obligados a construir un sistema de información global que les permita moverse mejor y más rápidamente a través de una visualización del espacio y territorios en los cuales se ha venido y viene materializando la dinámica del capitalismo de principios del siglo XXI. Lo anterior responde al hecho de que el espacio geográfico no es una masa homogénea de agua y tierra, al contrario, la distribución de las diferentes riquezas naturales (minerales, hidrocarburos, agua dulce, biodiversidad, etc.) se encuentra concentrada en algunas regiones del planeta.

    Es decir, se ha generado una disputa entre los nuevos capitalistas que nacen dentro del carácter ecológicamente destructivo del patrón técnico todavía dominante a principios del siglo XXI, y un nuevo patrón tecnológico que se viene dibujando con el avance de nuevas tecnologías mejor adaptadas al ahorro de energía, control y preservación ecológica. Los capitales involucrados, se ven entonces envueltos en una carrera por monopolizar la mayor diversidad posible de germoplasma, y por lo tanto en una intensa y exhaustiva búsqueda, recolección, compra, robo y patentamiento -biopiratería- de la diversidad biológica del planeta –biopatentes- (incluyendo muestras de células y tejidos de seres humanos). Para lo cual, han venido montando un sistema mundial de biopiratería, a la par de un sistema mundial de patentes que les permita apropiarse legalmente de esta riqueza, considerada ahora como estratégica.

    En tal esenario, es claro que América Latina, vista desde los ojos de EUA, se perfila como la primera reserva terrestre de biodiversidad en el mundo "dentro de su espacio natural" -sobre todo cuando la cuenca Amazónica es, según Myers, el epicentro de biodiversidad terrestre del planeta; a la par de que el resto de países latinoamericanos se ubican en las primeras posiciones a nivel mundial según la cantidad de biodiversidad en relación a la extensión de sus territorios-. Tal hecho llama la atención sobre todo cuando EUA es el principal impulsor de la biotecnología a nivel mundial, aunque no sea el único.

    Por lo tanto, como se verá más adelante, es fundamental dar cuenta del papel que juega América Latina (AL) como una de las regiones con mayor biodiversidad en el orbe en un escenario mundial de creciente avance de las tecnologías biogenéticas. Sólo a partir de esta exploración, se pueden revisar los mecanismos de apropiación de la biodiversidad (biopiratería) en AL por parte de las corporaciones multinacionales, los Estados nacionales del centro y de la periferia, Institutos de investigación y demás actores involucrados en el desarrollo y explotación de la biotecnología e industrias afines. Igualmente posibilitará definir hasta dónde, los proyectos de "conservación y desarrollo sustentable", por mencionar algunos, sirven a la conservación de la biodiversidad y hasta dónde son funcionales a la apropiación de ese recurso por parte de actores involucrados en el negocio de la biotecnología sobre todo aquellos que son originarios de los países capitalistas centrales y que operan en la región. Cabe señalar el partículas caso de EUA, única potencia que, para su ventaja, de frente a la competencia inter-capitalista, cuenta además, con una vasta proyección de fuerza militar sobre áreas ecológicas relevantes como las del Sur-Sureste de México, Centroamérica y la Amazonia Colombiana y Peruana, resultado de un largo proceso de dominación militar de la región.

    Para redondear este acercamiento, a partir de revisar el sistema de propiedad intelectual y sus tendencias a nivel internacional que en los últimos años han venido "ayudando" a la legitimización de la biopitatería, habría que puntualizar esa dinámica en AL: refiérase al caso de las biopatentes y las políticas para la construcción de "corredores biológicos" o para el manejo de recursos naturales (específicamente biodiversidad y agua) impulsadas por el Banco Mundial, la ONU/GEF, e incluso del Departamento de Estado de EUA y otras agencias gubernamentales de ese país.

    Finalmente, hay que colocar la investigación dentro del esenario contemporaneo para la región como parte de dinámicas globales. Es decir, retomar el estudio previo como fundamento para revisar si la política y la geopolítica de la ecología, en el caso específico de la biodiversidad, constituye lo que parece ser la "versión verde" del proyecto hemisferico de EUA para constituir a AL como el "espacio natural" a su disposición, ello al conectarlo con el Plan Puebla Panamá y el Área de Libre Comercio de las Américas -ALCA-.

    HACIA UN SISTEMA MUNDIAL DE BIOPIRATERIA Y DE BIOPATENTES

    Hoy en día, como se mencionaba, la biodiversidad se ha convertido en una riqueza estratégica a explotar, donde lo estratégico se define a partir de su control. Ello se debe a que los capitales ponen en juego su hegemonía mundial, proceso en el que los capitales "contaminantes " y los capitales biotecnológicos se ven involucrados en una carrera por controlar esta nueva y singular veta de riqueza. Es decir, se ven envueltos en una carrera por monopolizar la mayor diversidad posible de germoplasma, y por lo tanto en desenfrenada búsqueda, recolección, compra y robo de la diversidad biológica del planeta y de su conocimiento.

    Para lograrlo, las altas cúpulas de las grandes corporaciones multinacionales (CMNs) y los Estados Nacionales Centrales (ENCs) representantes de la lógica del capitalismo, vienen montando dos líneas de acción por demás complejas. Por un lado, la construcción de un Sistema de Bioprospección Mundial, y por el otro, resulta necesario desarrollar un Sistema Mundial de Propiedad Intelectual que penetre las oficinas de patentes nacionales y que permita en un solo movimiento hacer válida la propiedad privada en todo el mundo. Esto último viene redefiniendo el sistema mundial de Derecho Internacional Público, inaugurando una nueva especialidad conocida como Derecho Génico y que se refiere justamente a los lineamientos legales que establezcan un derecho -privado- sobre la vida (véase más adelante).

    En este contexto, habría que explicitar que la vinculación Estado-Empresa/CMNs ha sido y es fundamental, especialmente en la proyección de poder imperial sobre las economías más débiles y sobre las clases vulnerables, tanto de los ENCs como los Estados Nacionales Periféricos (ENPs). Por ello resulta falsa la creencia de que las CMNs se han erigido como un actor autónomo en las relaciones económicas internacionales. Este discurso ofrece una interpretación equívoca ya que virtualmente todas las CMNs del mundo, lejos de ser "stateless corporations", operan desde una base nacional, desde un marco de referencia altamente funcional a los intereses privados nacionales, en estrecha relación con un Estado (caso formidable el de EUA), que las regula y las protege, que las subsidia de diversas maneras, ya sea por medio de un alto gasto público, por la vía de intensas relaciones bélico-industriales o por medio del despliegue de instrumentos de proyección diplomático/militar y/o económico/institucional , como el Banco Mundial, el FMI o el BID.

    No es casual, la forma ni el ritmo creciente con que se realizan los contratos de bioprospección en el mundo, ni el empuje por parte de organismos e instituciones nacionales e internacionales como el Departamento de Defensa de EUA (DdD), la OMC o la ICBG –International Cooperative Biodiversity Group- para homogenizar, subordinar e integrar las principales oficinas de patentes del planeta, a modo de un sistema internacional (véase más adelante).

    • Hacia un sistema mundial de biopiratería

    Los proyectos de bioprospección que permitan explorar e investigar selectivamente la biodiversidad con la finalidad de hallar recursos genéticos y bioquímicos comercialmente valiosos, para luego patentarlos, dependen del conocimiento de las comunidades rurales e indígenas, las que desde el precapitalismo han construido una relación íntima con la naturaleza. A este proceso de apropiación de la biodiversidad y su conocimiento se le conoce como biopiratería.

    El término de "biopiratería" fue ideado en 1993 por Pat Mooney, presidente de RAFI (Rural Advancement Foundation International –ahora ETC Group-) y se refiere, en sus propias palabras a, "…la utilización de los sistemas de propiedad intelectual para legitimizar la propiedad y el control exclusivos de conocimientos y recursos biológicos sin reconocimiento, recompensa o protección de las contribuciones de las comunidades indígenas y campesinas, por lo que la bioprospección no se puede ver más que como biopiratería."

    En este sentido, la biopiratería no sólo como una mera conceptualización analítica, sino como una concepción política, únicamente se puede entender como mecanismo de enriquecimiento capitalista, de acciones ecocidas y antítesis de la sustentabilidad. Así, mientras la existencia indígena se basa en los cambios ecológicos generados por su relación con la naturaleza, la sociedad capitalista se fundamenta en los cambios económicos de los mercados (de la tasa de ganancia). Por lo que no es por casualidad, sino causalidad que el conocimiento de las mencionadas comunidades, basado en el flujo libre y en la posibilidad de esas culturas de vivir como tales, sea un instrumento estratégico para los Capitales que rastrean el planeta en busca de sustancias activas y material genético, ya que les facilita y reduce el gasto que ello implica. Panorama en el que las CMNs se encuentran en una gran disyuntiva: por un lado necesitan robarse el conocimiento indígena, y por otro lidiar con el proceso de exclusión y exterminio de las culturas y comunidades indígenas del orbe, contradicción que se profundiza cada vez más.

    Pero yendo más a fondo, la lógica despilfarradora y destructiva de los capitalistas, totalmente irresponsable y que ha caracterizado la historia del capitalismo, ahora enfrenta dos situaciones complejas. Por un lado, la elite capitalista está persiguiendo, a través de su poder, intereses contradictorios, caso evidente el de los capitales contaminantes y biotecnológicos. Mientras que por el otro, se puede constatar que los capitalistas en su conjunto se ven forzados (en el largo y mediano, pero crecientemente en el corto plazo) a dar salida a la crisis global que han generado, de manera que "garanticen", bajo su lógica, su propia existencia. O sea, mediante un proceso irracional y contradictorio en el que los atomizados capitalistas o grupos de ellos actúan bajo la "racionalidad" de una inmediata valorización de su capital. Ambos factores, frente a los márgenes bioquímicos del planeta y los límites sociales que se vienen agudizando, sitúan al capitalismo en el dilema de su propia existencia, pero también de la humanidad. Lo anterior resulta indudablemente importante para los sujetos que peleamos por la conciencia, es decir, para los hombres y mujeres revolucionarios, ya que al concretizar nuestra relación con la naturaleza y con el resto de sujetos en el proceso de trabajo, somos la sinergia potencial de resistencia que puede dar vida a una armonía ecológica-social.

    En este contexto, que sin duda alude al patrón tecnológico en construcción y que hace uso de la biodiversidad (biotecnología, nanotecnología, nuevos materiales, etc.), es necesario recuperar el conocimiento precapitalista de ese recurso ahora estratégico, proceso desde luego siempre mediado bajo la lógica del capital para que sea redituable.

    A partir de esto, se puede entender la lógica de los derechos de autor y de mejoradores de plantas, las patentes, las marcas comerciales, los diseños industriales y los secretos comerciales, como los principales mecanismos que los capitalistas han implementado desde los inicios de la modernidad para controlar las innovaciones tecnológicas y con ello asegurarse las ganancias extraordinarias generadas. Esto se materializa en la construcción de un sistema legal de patentes a nivel planetario, que como su forma más refinada y para el caso de la biotecnología, permita a los capitales "recuperar" o mejor dicho robar el conocimiento milenario que aún conservan las comunidades agrícolas e indígenas.

    En el mismo tenor se imprime la Convención sobre Diversidad Biológica (CBD) que entró en vigencia en diciembre de 1993. En ella, se establece que "los Estados tienen derechos soberanos sobre sus materiales biológicos, y que dichos recursos ya no están a la libre disposición de otros." No obstante, lejos de ser un esfuerzo multilateral para apoyar la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad –idea que está vendiendo la CBD-, claramente promueve el concepto de bilateralismo para su acceso privado. Estos contratos o acuerdos bilaterales, conocidos como "acuerdos de bioprospección", consolidan el hecho de que la biodiversidad ya no está a la libre disposición de otros, sino sólo y exclusivamente de algunos. Además, este estatuto "nacionaliza" las miles de muestras provenientes de la periferia que están contenidas en los Bancos de Germoplasma y Jardines Botánicos de los ENCs, y por lo tanto las hace patentables a su favor. Por si fuera poco, la CBD también reconoce y "alienta" el uso del "conocimiento, las innovaciones y las prácticas de las comunidades indígenas y locales" (Artículo 8(j)).

    • El carácter geopolítico de los Jardines Botánicos y los Bancos de Germoplasma.

    Es de vital importancia diferenciar los canales mediante los cuales las CMNs y los ENCs vienen controlando la biodiversidad mundial, proceso en el que se pueden apuntar dos tipos de acumulación: in situ (Áreas Protegidas y regiones aún no protegidas de gran biodiversidad) y ex situ (Jardines Botánicos y Bancos de Gemoplasma). Espacialmente ubicamos en los ENPs el 83% de los recursos bióticos in situ y de su conocimiento, mientras que sólo el 17% está en los ENCs. En relación contraria, la biodiversidad ex situ, se concentra en un 75% en los ENCs y el resto en los ENPs. Con esta última forma de acumulación, los ENCs se liberan de limitantes espaciales, políticas, sociales, de interés nacional y de propiedad intelectual. Ello convierte al monopolio ex situ como socialmente expoliador, económicamente injusto y ecológicamente suicida.

    1. Los primeros BsG aparecen dentro del aparato militar de EUA, siendo el Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas el más grande del mundo. Fueron los militares quienes comenzaron a investigar y manipular muestras virales y bacteriológicas para el desarrollo de armas. Ante la necesidad de acumular la mayor cantidad de germoplasma por parte de la Industria ya no sólo militar, sino también biotecnológica, se crean los primeros BsG Internacionales.

      Para "llenarlos" de manera rápida y creciente, la industria biotecnológica formalizó el proceso mediante la complejización de las patentes incluyendo en el "trámite" el depósito del material biológico, generando con ello un foco geoeconómico y geopolítico, al convertirlos en espacios de disputa, especulación y renta.

      Los BsG son regulados internacionalmente por el tratado de Budapest, administrado por la World Intellectual Property Organization. Concentrados, desde 1981, en sólo 26 instituciones en 15 países, han sido reconocidos oficialmente para el propósito de procesos de patentes. Los BsG contienen muestras biológicas obtenidas a nivel mundial. Mas no causa sorpresa, que la abrumadora mayoría de instituciones que preservan estos recursos estén ubicadas en los ENCs.

      Para subrayar la importancia de los BsG, bastaría con señalar que hoy en día cuentan con más de 6 millones de muestras únicas, de las cuales, cerca de 500,000 están en la red de bancos genéticos de la CGIAR (Consultative Group on International Agricultural Research). De igual manera, el BsG más grande del mundo, el American Type Culture Collection (ATCC), ubicado en Maryland, EUA, ya en 1992 almacenaba el 41% (17,724 depósitos) de todos los microorganismos depositados con propósitos de procesar patentes.

    2. Bancos de Germoplasma (BsG)
    3. Jardines Botánicos (JBs)

    De los 1500 JBs del mundo, cerca de 3 cuartas partes están en los ENCs. Mantienen muestras de la gran mayoría de los taxones de los Jardines de la periferia. Si bien todos los JBs son repositorios de germoplasma, alrededor de la mitad están activos en su conservación a través de la acumulación y reproducción deliberadas de colecciones de un género, especie en particular, u otra aglomeración de taxones útiles para algún propósito en particular (e.g. "Hierbas Chinas" o "Flora de la Selva, Costa Rica").

    Norte, incluyendo Europa del Este

    Sur

    Número de Jardines

    70%

    30%

    Número de Accesiones

    72%

    28%

    Número de Taxones Representados

    86%

    14%

    Colecciones de Germoplasma Especiales

    80%

    20%

    Fuente: RAFI, "Empresas Farmacéuticas hacen ofertas por las colecciones de los jardines Botánicos del Norte en un Intento de Eludir la Convención de Biodiversidad". RAFI, Communique. Jul/Agst, 1996.

    De acuerdo a un estudio del Secretario General de la Asociación Internacional de Jardines Botánicos, 120 JBs de los ENCs mantienen colecciones conocidas de especies cultivadas para la producción de alimentos, fibra, aceites, etc.; mientras que otros 170 –también de ENCs- tienen colecciones conocidas de especies medicinales y forestales, además de otro tanto que contienen numerosas plantas nativas y colecciones de plantas provenientes de los ENPs.

    El redescubierto interés de la Industria Farmacéutica por las colecciones de germoplasma de los JBs, se acentuó precisamente en un momento en que en el mundo, especialmente en la Europa del Este y la antigua Unión Soviética, se están teniendo dificultades para encontrar fondos para mantener adecuadamente las colecciones. Ello ha beneficiado a dicha Industria, específicamente la de EUA, la cual está invirtiendo bajo la condición de acceder a tales colecciones.

    • El papel de las Áreas Protegidas como fuente de biodiversidad in situ.

    La importancia de las áreas naturales protegidas (ANPs), aún por encima de la de los JBs y los BsG, se debe, de entrada, a que la biodiversidad ex situ pierde la cualidad de unidad que tiene la in situ. Ello pareciera irrelevante para la Industria Biotecnológica, sin embargo, esta última contiene implícitamente información central que determina las características de las estructuras moleculares que componen las distintas formas de vida. Además, su importancia para dicha Industria radica esencialmente, como ya se mencionó, en el conocimiento de las comunidades rurales e indígenas que "coinciden" espacialmente con las regiones megadiversas del orbe. En los análisis de Conservation International (CI) se proponen 12 centros megadiversos en el planeta, de los cuales 9 también lo son culturalmente. Igualmente coinciden las 233 ecoregiones planteadas por WWF (World Wide Fund for Nature) de las cuales cerca del 80% son habitadas por población indígena, al menos la mitad de las tres mil etnias del planeta. Según datos de Toledo, hoy en día existen alrededor de 10 mil ANPs en más de 160 países con una extensión cercana a los 650 millones de hectáreas (5% de la superficie del orbe), pero es de esperarse que entre el 12 y 20% del planeta, actualmente habitado por indígenas, próximamente sea considerado reserva ecológica. En América Latina, al menos el 80% de las áreas protegidas están habitadas por esas culturas.

    En este sentido y dado lo estratégico de este conocimiento, resulta obvia la intencionalidad del reciente cambio de diseño de las ANPs, el cual ahora incluye activamente a las comunidades indígenas y campesinas. A diferencia del modelo popularizado y copiado de EUA (Parque Nacional de Yellowstone) que consideraba, entre otras características, la existencia y protección del área sin gente, pero sobre todo sin su participación. El nuevo modelo permite por un lado conservar las características centrales de la diversidad in situ, y por otro, también abre paso a la privatización de los puntos de mega biodiversidad del mundo, dando las condiciones necesarias para un fácil acceso a ésta y su conocimiento. Desde aquí se puede visualizar cómo es que la mayoría de las ONGs, instituciones y organismos internacionales avocados a lo que ellos llaman "la conservación y el desarrollo sustentable", y que están involucrados de una u otra forma en el avance biotecnológico, más bien son pantalla del proceso de explotación de los recursos bióticos planetarios por el Capital. Aunque hay excepciones.

    En este sentido, los capitalistas involucrados en el desarrollo de la biotecnología, vienen instalando un Sistema de Biopiratería Mundial cada vez más complejo en el que se involucran más y más protagonistas, todos ellos financiados por los grandes capitales del actual patrón tecnológico y del que se viene configurando. Los primeros actores van desde biopiratas independientes a proyectos de conservación ecológica (base de la pirámide). Después, nos topamos con institutos de investigación, empresas privadas y ONGs que pueden trabajar en conjunto o separadas. Seguido veremos, en algunos casos, a otros agentes como lo son laboratorios privados que obtienen sustancias activas provenientes de las muestras biológicas entregadas por algún otro intermediario. En otros, podemos identificar a las CMNs implicadas en el desarrollo biotecnológico, que al final de la cadena, reciben por uno u otro camino lo que "pagaron" inicialmente para "conservar" el medio ambiente, pago concretado en los montos entregados a ONGs, como es el caso espectacular de CI por el número de empresas que la apoyan. Estas últimas, sólo dejan administrar sus recursos "invertidos" a los "conocedores" o más bien a los autores intelectuales de la biopiratería.

    Como puede verse, los nuevos grupos del capital ambientalista (impulsados por el capital biotecnológico), vienen buscando de múltiples maneras una "alianza" que les permita acceder a la biodiversidad y su conocimiento para hacer uso de ellos y complejizar la creación de la masa y tasa de plusvalía. Pero, dado que el proceso antes descrito no resulta difícil de descifrar, se ha venido promoviendo fuertemente la idea de que la diversidad biológica autopague su conservación.

    En México, de las 386 áreas naturales protegidas (7% del territorio nacional) sólo 123 son responsabilidad de la nación, el resto está en manos de ONGs y el capital privado nacional e internacional. Según datos de algunas publicaciones, tal es el caso de Los Ajos que recibe apoyo del gobierno de los EUA; El Vizcaíno lo apoya el gobierno español y CI, además de CMNs como Ford; Montes Azules de CI y empresas privadas como Pulsar, Río Lagartos de Bimbo. Chinchorro de AHMSA, Izta-Popo de Nestlé; El Golfo de California, El Corredor Biológico Mesoamericano del GEF-BM (Fondo para el Medio Ambiente Mundial y el Banco Mundial); La Sierra Gorda del GEF-PNUD; El Triunfo el GEF-BM y Grupo Ecológico Sierra Gorda; Los Tuxtlas, La Chinantla, La Montaña de Guerrero del GEF y PAIR (Julia Carabias). El Carricito Huichol de Pronatura, Calakmul de Unidos para la Conservación y Asociación Sierra Madre (Robles Gil quien tiene estrecho vínculo con CI); El Edén, Yum Balám y la Alfredo V. Bonfil reciben apoyos privados.

    El caso peculiar de Conservation International (CI).

    La "conocedora" CI , que opera en más de 23 países y que tiene acuerdos con los que recaba más de 83 mil millones de dólares anuales para sus proyectos de conservación/biopiratería en el mundo para numerosas CMNs como Monsanto, Intel, Pulsar, Hyseq, Bristol Squibb, Shaman y Dow Agrosciences, entre otras, es quien "casualmente" idea el concepto de Corredor Biológico, refiriéndose con ello a la integración de las distintas ANPs en una gran faja que concentre las regiones prioritariamente megadiversas de los distintos biomas que integran el planeta, y que desde luego incluya activamente los asentamientos indígenas y campesinos que colindan o se encuentran dentro de estas ANPs. Así, en un encadenamiento de ANPs que se despliega a lo largo y ancho de varios Estados Nacionales (en su mayoría periféricos), cada Corredor implica una homogenización de las políticas, licencias y demás mecanismos para acceder y proteger la biodiversidad, e incluye a varios organizadores como CI (ligados a los ENCs, las CMNs y el Banco Mundial/GEF) que se encargan de enganchar los asentamientos indígenas para "vincularlos" al proyecto. De igual modo, reúne equipos de biólogos, etnobotánicos, y demás especialistas para realizar un estudio pormenorizado de la riqueza biológica y su conocimiento, supuestamente para poder llevar a cabo el proyecto de conservación.

    Son nueve los corredores biológicos que se están pensando a nivel planetario: En América, el Corredor de la Sierra de Nevada, el de América del Sur y el ya conformado Corredor Mesoamericano. En Europa, el del Mediterráneo. En África el del Golfo de Guinea y el de Mozambique. En Asia, el de Indonesia y el del Océano Índico. Finalmente, distribuido a lo largo y ancho del Pacífico, el Corredor de las Filipinas, Polinesia y Micronesia.

    Este proceso (conformación de corredores biológicos) ya comienza a concretizarse a partir del diseño del estatuto legal del Corredor Mesoamericano puesto en marcha en octubre de 2000, el cual recibió del GEF, ello como parte del programa presupuestal otorgado a la región del año 2000 al 2007, la suma de 15.2 millones de dólares para su diseño y administración que casualmente quedó en manos de CI. En otras palabras, se han iniciando los primeros pasos legales para construir un sistema de corredores bióticos a escala mundial, que sea funcional al sistema de bioprospección internacional como necesidad del nuevo patrón tecnológico que comienza a perfilarse; y que al mismo tiempo, delimitando las áreas de conservación "permita" dar salida a la devastación ecológica que ha generado el capital a lo a largo de su historia.

    • El Corredor Biológico Mesoamericano (CBM)

    El CBM se remonta a la Second Tuxtla Summit Meeting, celebrada en San José, Costa Rica en 1996, donde los presidentes de los países centroamericanos y de México se comprometieron a establecer un Sistema Regional Mesoamericano de ANPs, zonas de contención y corredores biológicos (CBM).

    En un documento del Banco Mundial (BM) del 6 de noviembre del 2000 (Reporte No. 23132-ME) titulado "Project Appraisal Document on a Proposed Grant From Global Environment Facility Trust Fund in the amount of SDR 11.5 millions to National Financiera, S.N.C. for a Mesoamerican Biological Corridor Project", claramente se describe con lujo de detalle la concepción del BM sobre el Corredor Biológico Mesoamericano (CBM), específicamente en cuanto a la región del sureste mexicano.

    En ese documento se señala que el BM, a través del GEF y con la aceptación de los ENPs involucrados, acordó destinar en un inicio 90.05 millones de dólares para el proyecto del CBM a lo largo de siete años divididos en dos fases. La primera de cuatro y la segunda de tres años con fecha de término tentativa para el 30 de junio de 2008. Los gobiernos locales aportarían 66.99 millones, los co-financiadores internacionales 2.44 (cuyos nombres no aparecen en dicho reporte), el IBRD 4.25, el GEF a nivel local 9.02 y a nivel internacional 5.82 (con un total de l4.84), la CONABIO l.24 y otros "beneficiarios" locales 0.28 e internacionales 0.01 (con un total de 0.29).

    El proyecto consiste de cuatro componentes: 1) diseño del corredor, 2) su integración a programas de desarrollo, 3) el uso sustentable de la biodiversidad, y 4) la coordinación y manejo del proyecto.

    En el diseño y monitoreo de corredores el presupuesto estimado asciende a 5.91 millones de dólares, en la integración del CBM a los programas de desarrollo local a 71.72, en el uso sustentable de la biodiversidad a 9.3l, y para el manejo y coordinación del proyecto a 3.10 millones.

    Tales componentes corresponden a la visión e interés del BM sobre la biodiversidad, incluyendo la diversidad agrícola. Claramente ese ente especifica la importancia de dicha veta de riqueza que se concentra en el CBM. En el reporte del BM antes mencionado, se señala que en México el Corredor cubre cuatro Estados: Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas, en los cuales se encuentran las zonas de bosque húmedo de Tehuantepec y Yucatán, los bosques secos de Yucatán, los humedales de Quintana Roo y las selvas nebulosas de Chiapas (éstas corresponden solo al 1% del territorio nacional y concentra el 10% de la diversidad floral del país). Asimismo se indica que la península de Yucatán concentra en algunas zonas más de 900 especies de plantas y 200 de animales por hectárea de bosque, además de que se sabe que hay más de 70 especies de anfibios y reptiles, 320 de pájaros y 120 de mamíferos solamente en la Península, de las cuales un número importante son endémicas.

    Considerando que el CBM también incluye a los países centroamericanos, lo que significa que espacialmente el Corredor se extiende desde el sureste de México hasta el Tapón de Darién, la diversidad biológica y cultural que ahí se encuentra es aún mucho mayor. Formado, además del sureste de México, por Panamá, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Belice, "…la región se extiende sobre 102 millones de hectáreas donde habitan 64 millones de personas de las cuales casi la mitad vive en el campo, alrededor del 40% trabaja en la agricultura y 18% es indígena. Pero la más destacable y compartida seña de identidad es que más del 60% de los mesoamericanos son pobres, miserables en medio de una alucinante riqueza biológica: 1,797 especies de mamíferos; 4,153 de aves; 1,882 de reptiles; 944 de anfibios; 1,132 de peces; 75 mil 861 de plantas, e incontables microorganismos, figuran en el opulento Corredor Biológico".

    Sin embargo, el CBM más allá de ser un proyecto que busque proteger y preservar la biodiversidad de la región, más bien se perfila claramente como la versión medio ambiental del Plan Puebla Panamá, ya que de fondo busca el saqueo de la biodiversidad y su conocimiento. Ello queda claro cuando en el reporte del Banco Mundial se señala que, "…la variación genética de las especies es de particular interés, sobre todo en el sureste de México." De igual modo, apunta la importancia de "rescatar la diversidad agrícola, la que campesinos e indígenas de México y Mesoamerica han domesticado en un gran número de especies y conservado una importante variedad genética de las mismas."

    Más aún, tal proceso de apropiación de los recursos naturales, diseñando bajo la lógica capitalista de un supuesto escenario "win-win" en cuanto a su manejo, se presenta bajo la imagen de programas de desarrollo sustentable, todos parte del proyecto del CBM. Entre esos, cabe mencionar los que se enfocan al análisis de los impactos positivos y negativos del programa sobre la biodiversidad, al desarrollo de estrategias de integración para el uso de la biodiversidad, al diseño de estrategias que aseguren el autofinanciamiento a largo plazo de la biodiversidad, entre otros. Todos las anteriores, como se venia señalando, apuntan a las actividades concretas de biopiratería que el BM ha planeado para la región. En ese panorama, las actividades del "uso sustentable de la biodiversidad" que el BM ha tomado seriamente en cuenta, se refieren puntualmente a la investigación sobre plantas medicinales y demás biodiversidad con potencial comercial. Por ello, dicho ente ha especificado en su informe actividades de clasificación y definición de especies, inventarios, descripción de componentes de substancias activas, establecimiento de métodos para su extracción, procesamiento, certificación y acceso al mercado, entre otras. Todas sintetizadas en un Sistema de Información Geográfica que integre lo ecológico, biológico y socio-económico de la región mesoamericana. Además, a puesto sus ojos en los recursos forestales, fibras, chicle, biodiversidad endémica y agrícola, plantas ornamentales, resinas, agua y otros recursos estratégicos como los minerales.

    En este contexto el papel de Conservartion International entra en juego. Según el mencionado informe del BM, "…el Proyecto será evaluado y monitoreado por expertos internacionales después de la ejecución de la primera fase, para formular recomendaciones hacia la transición a la siguiente." Tales expertos no pueden ser otros que CI. Esta ONG, "amiga de la naturaleza" y colaboradora cercana del BM, desde hace varios años administra la reserva de la biosfera de Montes Azules (Chiapas) y demás ANPs que "administra" el BM en México y Centroamérica, lo que la hace "conocedora de la región".

    También, según dicho informe, las actividades de evaluación y monitoreo que serán concentradas en un el sistema de información geográfica, servirá para preparar y procesar reportes periódicos para el BM y los distintos responsables de los ENPs que forman el CBM.

    • El CBM-México

    El CBM-México está integrado por cinco intra-corredores biológicos que conectan ANPs ya existentes. Absorberá cinco de diez ANPs del país que financia el GEF/ BM (Sian Ka’an, Calakmul Montes Azules, Río Lagartos, El triunfo), así como otros proyectos del BM como el de Desarrollo del México Rural en Áreas Marginales Protegidas, el de Productividad Agrícola (que opera en el sureste del país, para supuestamente incrementar la productividad de maíz, fruta, café y ganado) y el referente al Manejo de Recursos Forestales, Comunidades Productivas y Agua.

    Los principales actores del CBM-México son: NAFIN que fue designada por el gobierno de México para ser el agente financiador del proyecto, la CONABIO como agencia ejecutadora y un Comité Técnico que regule el proyecto el cual está formado por representantes de INE, la PROFEPA y el secretario ejecutivo de la CONABIO. Finalmente un plenum que conforme el Consejo Nacional del CBM-México estará compuesto por 19 miembros: 4 del gobierno federal, 2 de la CONABIO, 1 de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, 4 de los Gobiernos Estatales, 2 académicos, 2 de ONGs, 2 de la Sociedad Civil y 2 de la Iniciativa Privada. De éstos sólo tres (uno de la SEMARNAP, la CONABIO y otro de la Sociedad Civil), conformarán el Comité Ejecutivo del Consejo Nacional y serán quienes representen al CBM-México en las reuniones generales de representantes de los distintos países que conforman el CBM.

    Según el BM, la CONABIO a través de su secretaria ejecutiva y bajo la dirección del Comité Técnico está encargada de sacar el proyecto adelante a través de la estructuración de un directorio local que dicha dependencia gubernamental diseñe, lo que significa que la CONABIO tiene el control de quiénes tendrán acceso al proyecto y en qué medida. Asimismo es responsable de todas las actividades ecológicas y biológicas en la región sureste del país y que ha diseñado en cuatro programas operacionales. El primero no se menciona en el informe (¿Por qué?), el No. 2 se refiere a los ecosistemas costeros, marinos y de agua dulce a lo largo de los corredores que conectan áreas protegidas de importancia global. De igual modo el No. 3 se concentra en los ecosistemas forestales mexicanos y alude virtualmente a todos los corredores individuales propuestos y que en conjunto forman el CBM-México. Finalmente el No.4 pone sus ojos en los ecosistemas montañosos específicamente del Estado de Chiapas.

    En el mismo tenor, la responsabilidad del Gobierno mexicano, según el BM es:

    1. la fuerte consolidación de la SEMARNAP recientemente creada (1994)
    2. un cambio estratégico para el incremento de la descentralización del manejo del medio ambiente hacia los estados y municipios (que permita la relación BM-municipio)
    3. el desarrollo de un modelo integral de desarrollo sustentable con enfoque regional (PRODERs), y
    4. el incremento de la participación pública.

    En este contexto, afirma el BM, la SEMARNAP ha venido desarrollando instrumentos legales consecuentes con la implementación de la estrategia del CBM, todos bajo las denominaciones de conservación, diversificación de su uso sustentable, valoración de la biodiversidad y el manejo de su conocimiento e información. Pero señala que el gobierno mexicano adicionalmente deberá, "…enfrentar el reto de establecer mecanismos efectivos de coordinación institucional entre las agencias públicas en los diferentes niveles de gobierno para un mejor manejo del medio ambiente". O sea que el programa puesto en marcha en 1998 de Bases de Colaboración Inter-institucional por parte de la SEMARNAP, la SAGAR, la SEDESOL, la SCT y la SRA debe ser modificado para anexar dependencias adicionales: la SEP (que maneja cuestiones de propiedad intelectual), la SSA (que ayude en las actividades de biopiratería en busca de sustancias medicinales) y la SECOFI (para establecer mecanismos de comercio de recursos naturales).

    No por casualidad, la Semarnap, siguiendo los lineamientos del BM, en septiembre de 2001, propuso ante el Congreso su proyecto de transferir áreas naturales protegidas a Estados y ONGs a fin de que se hagan cargo de su administración y conservación, argumentando la falta de recursos.

    Por todo lo anterior, es obvia la visualización del espacio como fuerza productiva estratégica por parte del BM, sobre todo porque se enfoca en implementar mecanismos que promuevan la relación entre el Banco y los territorios, lo que deja fuera de la jugada al Estado (Federal) y permite acuerdos ventajosos para el BM y las CMNs. No por nada el BM señala la importancia de "…mejorar la conservación a través del sistema nacional de ANPs (SINAP), la promoción del uso sustentable de especies vegetales y animales con un mejoramiento de su manejo y acceso al mercado, y sobre todo la conservación y el uso sustentable para el desarrollo territorial." Así, el CBM no puede ser visto de otra manera más que como un proyecto de saqueo acordado e incluso parcialmente financiado y llevado a cabo por la elite capitalista de los propios ENPs. El BM claramente está dando el primer paso para la construcción de un sistema de biopiratería continental subordinado a los intereses de EUA y sus CMNs involucradas en el negocio de la biotecnología, donde el siguiente corredor seguramente será el epicentro biológico del planeta: el Corredor de América del Sur.

    • Hacia un sistema mundial de patentes: el caso de las biopatentes.

    En la carrera para promover mecanismos exclusivos para recompensar a los "inventores" de nuevos productos y procesos biológicos, los Estados Nacionales, los organismos políticos y las grandes CMNs, se ven forzosamente involucrados en la construcción de un Sistema Mundial de Propiedad Intelectual. Ello debido a que para los Capitales, el objeto técnico en cuestión (la biodiversidad y la biotecnología) afecta la gestión general de toda la biosfera y de ahí a todos los procesos mundiales de producción primaria y crecientemente de la secundaria.

    En este sentido, EUA y otros países industrializados han presionado agresivamente en los años recientes para "armonizar" internacionalmente las leyes de Propiedad Intelectual, a modo de homogenizar los distintos lineamientos, regulaciones y procedimientos; y sobre todo para hacer valer las patentes en todo el mundo. De esta manera, ya no sería necesario presentar las solicitudes de patentes en cada una de las oficinas de los diferentes países: una sola solicitud aplicable en la Oficina de Patentes de EUA o en la de la Unión Europea, sería valida simultáneamente en varios países, y sobre todo en los ENPs. La meta entonces, es incorporar a todos los países del orbe en un sistema único de patentes.

    Lo anterior responde a que históricamente las leyes de propiedad intelectual se basan en el principio de soberanía nacional, por lo que cada país determina sus propios métodos para reconocerla y/o protegerla. Esto limita el robo de la biodiversidad y su conocimiento. También obstaculiza el control de nuevas tecnologías por parte de los capitales involucrados en su desarrollo.

    Todo lo anterior apunta hacia un proceso de perfeccionamiento y complejización de la propiedad privada en el mundo bajo su modalidad de Propiedad Intelectual que se intenta formalizar en un Sistema Mundial.

    A pesar de los requerimientos básicos para patentar, existe en las leyes de esta materia una doctrina bien establecida por la cual los "productos de la naturaleza" no son patentables. No obstante, antes de 1980, la mayoría de los ENPs, así como muchos ENCs, habían optado por no reconocer patentes sobre alimentos, medicinas u otros productos considerados como necesidades humanas básicas. Después de esa década, el sistema judicial de los EUA dio un giro a esta doctrina, por medio de su nueva versión del requisito que interpreta que los productos de la naturaleza…"sin modificación del hombre"… no pueden ser patentados. Promovió así las biopatentes, dando la propiedad exclusiva de genes, plantas, animales y material genético humano, a las CMNs y actores propios de los Estados Nacionales (universidades, institutos, etc.) que por primera vez los aíslen, purifiquen, modifiquen y manipulen.

    Durante la Ronda de Uruguay del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio –GATT (1986-1994), hoy OMC-, los Derechos de Propiedad Intelectual (TRIPs) se convirtieron en objeto de negociación en el contexto del comercio internacional. Fue EUA quien peleó su inclusión en la agenda, bajo presiones de la industria farmacéutica y semillera, cuyos representantes redactaron el texto que sirvió para su discusión y negociación. Finalmente EUA ganó el forcejeo y el acuerdo sobre TRIPs se convirtió en 1995 el tercer pilar del régimen mundial del comercio (exceptuando el artículo 27.3(b) el cual aún está pendiente), junto a bienes y servicios. Como resultado, los integrantes del Comité sobre TRIPs, cuyos miembros se leen como "el quién es quién" de las 500 empresas más grandes del mundo de Fortune, obligan a los países signatarios del GATT a adoptar legislaciones mínimas de Propiedad Intelectual respecto a plantas y microorganismos dentro de los siguientes 5 a 15 años.

    Paralelamente la WIPO (Organización Mundial para la Propiedad Intelectual) tiene como objetivo promover la cooperación entre países en el trámite de patentes y establece convenios y tratados que intentan solventar las diferencias entre los regímenes jurídicos de cada país. Ello parte de la condicionalidad de los ENCs hacia la periferia a través de las negociaciones de la deuda y su servicio, cuyo pago puede ser directa o indirectamente en especie, ahora también en biodiversidad y su conocimiento incluyendo de ser posible sus respectivos Derechos de Patente, proceso que se logra a partir de una desregulación de las inversiones en la periferia (Acuerdos Multilaterales de Inversiones, AMI) para que los capitales puedan libremente invertir en sectores estratégicos como lo son Institutos de Investigación, JBs, BsG, etc.

    Con este Sistema complejo de Propiedad Intelectual, lo que se perfila es la ampliación del control de las CMNs sobre el mercado mundial. Su contraparte implica que la periferia no espere con ello ninguna seguridad, mayores inversiones, transferencia de tecnología de punta y mucho menos un mayor crecimiento económico. Más bien la contribución de la periferia al subsidio de la investigación y desarrollo (I&D) de los ENCs aumentará, en un esquema de Derechos de Propiedad Intelectual más sofisticado que consolidaría el abismo tecnológico existente entre ambos, en términos de un escaso acceso a la tecnología de vanguardia, así como en la disposición de información científica por parte de los ENPs.

    Aún más complejas resultan las acciones directas que aplican los ENCs para penetrar las estructuras nacionales periféricas de manera que puedan acceder y apropiarse de sus recursos. Destacan, entre otros, los casos de: 1) las modificaciones al artículo 27 Constitucional en México impulsadas por el Banco Mundial, referentes a la propiedad de la tierra y de ahí redefiniendo el acceso a sus recursos; 2) las nuevas regulaciones para el acceso a los recursos genéticos en Costa Rica, expresas en su "Ley de Biodiversidad" impulsada por InBio; y 3)el caso del decreto MP 2052 en Brasil que deja en manos de un Consejo Ministerial el acceso y uso de sus recursos, impulsado por Novartis y Bioamazonia.

    Por todo lo anterior, es evidente que el proceso de "globalización" de un sistema mundial homogéneo de patentes se está convirtiendo en la punta de lanza de las grandes CMNs para monopolizar el desarrollo del patrón tecnológico en construcción. Sumando además el creciente y complejo proceso de biopiratería a nivel planetario, solapado e incluso impulsado por los distintos ENPs, y que adquiere fuerza a partir de los intereses geopolíticos y geoeconómicos que mueve. Es de esperarse que ambos fenómenos, que se intensificaron en los últimos años del siglo XX, lo hagan aún más en los primeros años del siglo XXI. No es casual que, según datos de RAFI, el ritmo de biopatentes sea cada vez mayor, donde el 90% son controladas por las grandes CMNs. En 1980 el número de patentes por año era de 10,000, ya para 1999 era de 176,000. De los 6 millones de patentes que existen, cerca de 3 millones corresponden sólo a materiales biológicos. Tan sólo en 1990 el total de ganancias generadas por el cobro de licencias de patentes fue de 15 mil millones de dólares, para 1998 se había alcanzado la cifra de 100 mil millones y se calcula que para el 2005 aumente a medio billón de dólares por año.

    LA BIOPIRATERIA EN MÉXICO

    Ante la magnitud de la biopiratería en el mundo, el caso de mi país, resulta central dada la considerable magnitud de su diversidad biológica y cultural, por lo que dedicaré este apartado para presentar el caso.

    Es importante, entonces, destacar la riqueza del país tanto biológica como cultural ya que alberga entre el 8 y el 12 % del total de las especies del planeta, se coloca entre el cuarto y quinto lugar de diversidad biológica y concentra una gran diversidad cultural distribuida a lo largo y ancho del territorio nacional (sexto lugar del mundo), desde las vastas zonas áridas del noroeste hasta los bosques tropicales húmedos del sureste. Lo anterior en parte se debe a la peculiar posición geográfica del país, donde se intersectan diferentes regiones biogeográficas continentales y mundiales: la región biótica neártica y neotropical.

    Biodiversidad de México

    Especies

    No. de Especies

    Total Mundial

    Lugar de México en el Mundo

    Mamíferos

    449 *

    4,170

    Aves

    1,150 *

    9,198

    20º

    Anfibios

    282 **

    4,184

    Reptiles

    717 ***

    6,300

    Mariposas

    2,052 ****

    Plantas vasculares

    25,000 *****

    250,000

    Algas macroscópicas

    1,500 a *****

    Briófidas

    2,000 b *****

    Pteridiófitas

    1,500 c *****

    Total

    29,650 ****

    Fuente: CONADE, 1992: 61.

    * El primer lugar en el mundo lo ocupa Indonesia con 515 especies.

    ** 63% son endémicas en nuestro país

    *** 80% son endémicas en México (574 especies)

    **** 52 especies pertenecientes a la familia papilionidae y 2,000 diurnas

    ***** Se calcula que a esta cifra se podrían incorporar de 25,000 a 30,000 que faltan por estudiar.

    Asimismo, México es uno de los principales centros de domesticación de plantas cultivadas del planeta (una de las regiones del planeta también conocidas como centros Vavilov). Cerca del 25% del total de especies de plantas superiores que hay en el país posee algún uso. Sobresalen el maíz, frijol, chile, aguacate, jitomate, amaranto, calabaza, cacao, tabaco y la vainilla. También es el caso del sahuhui, la chía, el haba, el guaje, el camote, la yuca, jícama, el girasol; numerosas frutas (piña, chirimoya, anona, papaya, zapote negro y blanco, etc.), estimulantes como el maguey pulquero, el peyote y el tolache; fribras vegetales (distintas variedades de henequén e izote), entre otras variedades. En general, de acuerdo con la CONABIO (Comisión Nacional para el Estudio y Uso de la Biodiversidad. México, 1994), la diversidad de alimentos que se consumen en México se sustenta en más de un centenar de plantas cultivadas, 600 especies de plantas silvestres, 300 de peces, moluscos y crustáceos y más de 100 de insectos.

    Es por todo lo anterior, que en la actualidad son las sociedades rurales, y en particular las indígenas, quienes han y siguen preservando el germoplasma no sólo vegetal (que constituye la mayor parte de los alimentos básicos que se consumen en el país), sino la totalidad del que está presente en el medio que las rodean.

    Así, de manera contrastante, encontramos que el territorio concentra una amplia variedad de recursos naturales: suelos, agua, flora y fauna. La coincidencia entre las regiones culturalmente más diversas y ricas en germoplasma vegetal y animal, al igual que en el resto del mundo, no es casual sino causal. Se ha calculado que las áreas habitadas por pueblos indígenas albergan entre el 55 y 60 por ciento del total nacional, cifra que considera exclusivamente las especies de flora y fauna continentales. Ello explica la razón por la que estos grupos sociales son núcleos de un diversificado acervo de conocimientos y saberes asociados con los ciclos de la naturaleza y las propiedades de la flora y la fauna silvestre, aspectos inherentes a su concepción del mundo de carácter precapitalista.

    Considerado lo anterior y siendo vecino de EUA, el principal promotor de la biotecnología y biopiratería a nivel mundial, México se ha convertido en un país ejemplar para montar muchas de las variantes más sofisticadas y agresivas del robo de biodiversidad. En este panorama, destacan cuatro contratos de bioprospección que, como principalmente Casifop y RAFI lo han denunciado, conforman "la punta del iceberg"mexicano. En su documento, La Biopiratería en México: la punta del iceberg, se señalan los siguientes cuatro contratos aquí retomados y ampliados:

    1. Sandoz (Novartis) – Unión de Comunidades Forestales Zapotecas y Chinantecas (Uzachi) de la Sierra de Juárez en Oaxaca
    2. ICBG/Zonas Áridas (Bioactive agents from dryland plants in Latin America), el Jardín Botánico y la Facultad de Química de la UNAMUniversidad de Arizona, Luisiana y Perdue/AmericanHome Products y American Cyanamid
    3. ICBG Maya – Colegio de la Frontera Sur- Universidad de Georgia/Molecular Natural Limited
    4. Instituto de Biotecnología de la UNAM – Diversa

    Caso a

    Dado el grado de confidencialidad de los proyectos, lo poco que se sabe es que respecto al contrato de Sandoz (ahora Novartis), ERA y la Uzachi –Bio Lead Project-, es que éste forma parte de un programa internacional de investigación de Novatis que se desarrolló también en Panamá y la India. A diferencia de los otros proyectos, en este caso no participaron universidades o centros de investigación mexicanos –pese a que fue propuesto inicialmente al Instituto Politécnico Nacional y la UNAM-. El contrato se firmó directamente con una asociación civil consultora, ERA, y una asociación de comunidades indígenas, la Uzachi. Los términos del contrato incluyen el establecimiento de un laboratorio en Sierra Juárez, y la capacitación de personal para trabajar en él con el fin de enviar cada año 2 mil muestras al laboratorio de Sandoz en Suiza. El laboratorio le costó 50 mil dólares a Sandoz, multinacional que también pagó 10 mil dólares anuales por las muestras (una vez recibidas), los salarios de los técnicos y los costos de administración y asesoría. El contrato también estipula que si se desarrolla algún fármaco a partir de muestras eviadas, se le pagaría un monto fijo y único a la Uzachi de entre 1 a 2 millones de dólares, dependiendo del valor comercial del mismo, ello sin haber ningún acuerdo de pago de regalías. Al parecer, formalemente terminó en 1999 y extrajo miles de muestras de hongos micro y macroscópicos de la Sierra Norte de Oaxaca a lo largo de dos años (al menos 3,000 muestras por año). El objetivo central fue identificar componentes activos prioritariamente para posibles curas del Sida y Cancér, entre otros usos, e incluye las especies de hongos comestibles de las localidades donde se desarrollo la investigación, así como de especies forestales no maderables. En total se calcula entre nueve y diez mil muestras de hongos micro y macroscópicos.

    Caso b

    En el caso de American Cyanamid, filial de American Home Products, están involucradas las universidades de Arizona, Luisiana (G.W. Hansen´s Disease Center) y Perdue, asimismo la Facultad de Química y el Jardín Botánico de la UNAM. Según los informes del proyecto, ese conjunto de contratos se formalizan en 1992, con la CBD impulsada por el Banco Mundial y patrocinada por el GEF. El proyecto incluye además de los copartícipes mexicanos, a los de Argentina y Chile: el Instituto Nacional de Tecnología Agrícola de Argentina, la Universidad de Patagonia (Argentina) y la Universidad Pontífice Católica de Chile.

    El proyecto, para la fracción de México, al mando del Dr. Robert Bye -parte del cuerpo administrativo y docente de la UNAM-, está recolectando muestras de cactus, xerófitas y otras plantas de los desiertos de los Estados de Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Durango, San Luis Potosí, Puebla, Nuevo León, Oaxaca y Chiapas. Obtuvo de 1993 a 1997 alrededor de 3 mil 500 extractos, renovándose el contrato hasta el 2003.

    Lo más riesgoso de este acuerdo en el caso de México, es el libre acceso a los Bancos de Información Genética del Jardín Botánico de la UNAM. Según el propio ICBG, el Dr. Bye, "…está desarrollando las bases de datos más grandes de todo el proyecto de las zonas áridas, sobrepasando las expectativas que se tenían para los tres países en su conjunto". Esto se debe a que hoy en día las CMNs farmacéuticas y químicas pueden construir compuestos activos a partir de la búsqueda de estructuras moleculares ad hoc a un uso específico. Como resultado, las Bibliotecas de Químicos Originales (Novel Chemical Libraries) se han convertido en un negocio importante en el que la mayoría de las CMNs involucradas, como Diversa y CombiChem por mencionar algunas, son estadounidenses.

    No sorprendería que Bye tenga además acceso a la base de datos del Herbario Nacional, administrado también por la UNAM, y mucho menos que la incluyera en el sistema de información que está preparando para el ICBG. Lo anterior es grave, ya que según datos de Patricia Dávila (Jefa del Departamento del Instituto de Biología de la UNAM), en México cerca del 55 al 60% de las especies de los herbarios mexicanos son endémicas, colocándose en los primeros lugares de entre los demás Jardines de la periferia.

    Caso c

    El proyecto entre el ICBG Maya, el Colegio de la Frontera Sur (COLMEX), la Universidad de Georgia y la empresa inglesa Molecular Natural Limited, firmado en 1998, de igual modo, busca sustancias activas (especialmente para la industria farmacéutica), pero se centra en el Estado de Chiapas. Lo crítico radica en que bajo el mando del Dr. Brent Berlin, de la U. de Georgia, se está haciendo uso del conocimiento y la mano de obra de las comunidades locales. A pesar de que el proyecto se firmó en 1998-99, las investigaciones etnobotánicas de Berlin en la región vienen desde 1987, cuando inició un estudio de la Medicina Etnobotánica Maya. Brent publicó en 1996 un libro que describe pormenorizadamente el uso médico de la biodiversidad de Chiapas, su localización y abundancia. Dicha publicación la llevó a cabo junto con Elois Berlin, y un equipo grande de botánicos, farmacólogos, antropólogos y etnobotánicos de la U. de Georgia, el Colmex, la Academia de Ciencias de California (Berkeley), la Universidad de Idaho, el Instituto Smithsoniano y el Instituto Mexicano del Seguro Social.

    El proyecto de biopropección está buscando validar el patentamiento de las investigaciones añejas de Berlin, mediante la reciente solicitud de comercializar los componentes activos que supuestamente apenas van a extraer. Sin embargo, también se trata de reconfirmar el trabajo de Berlín pero ahora a nivel molecular. Hasta 1999 había recolectado casi 6 mil muestras tan sólo en comunidades como Chenalhó, Oxchuc, Tenejapa y Las Margaritas. Se instalaron JBs por regiones. El total de Jardines del Proyecto es cerca de 15 y 16, de los cuales 4 están completos y el resto aún están recabando muestras.

    Caso d

    Este contrato vigente desde 1998, fue realizado entre la UNAM mediante el Instituto de Biotecnología y la empresa Diversa. Jorge Soberón M., actual secretario ejecutivo de la CONABIO –Comisión Nacional para el conocimiento y uso de la Biodiversidad-, aprobó dicho Proyecto de "bioprospección comercial" a cambio de que el Instituto de Biotecnología recibiera el equipo necesario para que maquilara muestras biológicas. Diversa pretende encontrar organismos que viven en condiciones extremas de los que se puedan obtener sustancias activas de gran potencial económico. Se le conoce como la empresa que logró el primer acuerdo de bioprospección en EUA en 1997 (Yellowstone National Park), ha reclamado 700 patentes de enzimas y tiene acuerdos con Hoffmann-La Roche, Dow Chemical Co., Sigma, entre otras. El acuerdo le permite a Diversa tener acceso a las ANPs de México, incluyendo las llamadas "reservas de la biosfera" de propiedad y uso exclusivo de la Federación, además de que se da por aceptado el derecho a patentar en otros países la biodiversidad mexicana dado que no existe en nuestro país legislación alguna al respecto. Lo más grave radica en los contratos o acuerdos paralelos que tiene Diversa. Tal es el caso del que tiene con Celera, empresa responsable del desciframiento del genoma humano. Basta con revisar su página de internet para confirmar que han acordado descifrar distintos genomas y patentar los genes únicos que se llegaran a encontrar en la "Biblioteca Genética" de Diversa. Coordinado a tal acuerdo, hay otro que llama la atención: el celebrado entre Celera y los Laboratorios Sandía. Esta última es una institución esencialmente militar encargada de algunas de las investigaciones de alta confidencialidad del Pentágono. Por lo que podríamos afirmar que la UNAM está maquilando, en términos de ingeniería genética (biomaquila), muestras biológicas mexicanas con potencial comercial a 50 dólares cada una, según el contrato firmado. Así, se ceden todos los Derechos de Patente a Diversa, la que a su vez los puede transferir a "otros", incluyendo el DdD de los EUA.

    Aunque estos cuatro contratos destacan por ser los de mayor envergadura, no son las únicas actividades de biopiratería en el país. Son tan sólo la punta del iceberg mexicano, porque hay otros casos como el de Savia/Pulsar que lleva varios años en Montes Azules (Chiapas) operando con el apoyo de la Secretaría del Medio Ambiente, CI, algunos biólogos, ecólogos y biotecnólogos de la UNAM, -probablemente en colaboración con Brent Berlín-. Igualmente se sabe que han estado presentes en los Estados de Oaxaca y Chiapas, etnobotánicos y biólogos de Japón y de Alemania, sin embargo no hay documentación que avale las denuncias indígenas al respecto.

    • Algunas precisiones respecto a la Biopiratería en AL y el mundo y alternativas de contratendencia

    Desde hace varios años, múltiples empresas y CMNs involucradas en biopiratería, así como en el desarrollo de las tecnologías que hacen uso de la biodiversidad, han descalificado las denuncias y críticas, aludiendo que muchos "Acuerdos de Bioprospección" son de carácter estrictamente científico, y en el caso de ser de carácter comercial, argumentan que la moderna forma de extraer y usar la biodiversidad comienza a ser pagada y por lo tanto se vuelve generadora de recursos para los ENPs. Esto mediante "repartos de beneficios" en forma dineraria, equipo técnico, calificación científica, programas de desarrollo social/ambiental, entre otros.

    Lo que nunca se dice es que, en caso de ser de carácter científico, generalmente están involucrados no sólo Institutos de Investigación, sino también empresas y CMNs, lo que deja a su arbitrio el uso exclusivamente científico o no, de las muestras y conocimiento obtenidos. En el caso de ser comercial, hasta hoy en día, según RAFI, no se ha registrado en el mundo un solo pago por regalías, aunque sí se hayan acordado y otorgado el soporte técnico necesario para extraer la riqueza biológica planetaria.

    Lo anterior responde a un proceso complejo: Por un lado resulta indispensable otorgar los medios técnicos para extraer la biodiversidad, convirtiendo a los propios ENPs, justamente los que son saqueados, en biomaquiladores al servicio de los ENCs. Por otro lado y dado el intenso proceso de fusiones entre las CMNs y las empresas vinculadas al desarrollo biotecnológico, resulta difícil seguir el camino de los recursos biológicos extraídos, ruta que es aún más enmarañada dada la dificultad para determinar qué productos están siendo usados, debido al intrincado proceso bioindustrial.

    Como respuesta al complejo escenario descrito a lo largo del presente artículo, la resistencia aislada frente a estos capitales, sobre todo cuando se trata de comunidades indígenas, es una batalla difícil, si no es que perdida. Considérese el caso clásico entre Costa Rica y Merck, donde esa CMN, además de haber adquirido el apoyo del Estado, su capital sobrepasa el PIB de dicho país y tiene más abogados de los que ahí se forman. Entonces, ¿cómo pueden las comunidades agrícolas e indígenas costarricenses aisladas dar una pelea efectiva?

    La alternativa está primero, en la construcción de un tejido social fuerte y organizado que se conecte con lo local (ciudad/campo) y lo nacional, y qué mejor si se liga a lo internacional. Necesariamente como segundo punto, la construcción social de una alternativa, debe a la vez vincular e incidir en el Estado, como se muestra en la experiencia histórica mexicana del proceso de la nacionalización de las empresas petroleras, para dar cuenta del peso que puede y debe adquirir la dinámica social sobre la estructura gubernamental. Por ello se requiere cautela para no caer en el error de tomar como positiva la propuesta de otorgar a los indígenas derechos sobre el uso y manejo de sus recursos, la que se ha hecho en distintos ENPs. Para que fuese socialmente positiva, tendría y tiene que ser entendida, asumida y respetada por los distintos "actores sociales" como derechos colectivos y no individuales. Algo que no se ha logrado en México por los vacíos presentes en la aprobada Ley de Derechos Indígenas en Abril del 2001. Esa Ley deja a las comunidades defensivamente débiles y asiladas frente al mercado que de antemano presupone la cancelación de la colectividad. Permitiéndole a las CMNs insertar a las comunidades en esa lógica a través de contratos individuales, basándose en su concepción de concebir los derechos colectivos como individuales y entonces "privados", de manera que tales CMNs se colocan en una posición ventajosa. Por lo anterior, habría que desmontar la idea de la supuesta "neutralidad" del mercado, para poder medir la correlación real de fuerzas entre capitalistas y la resistencia.

    En este tenor, no hay que perder de vista que el papel central de las luchas indígenas y campesinas en distintas partes del mundo como impulsoras iniciales de una concientización social. Tampoco hay que desestimar que su lucha tiene un límite en donde es necesario que nos incluyamos los distintos miembros del sujeto social proletario.

    El subcomandante zapatista Marcos lo plantea así,

    "…nosotros nos quedamos sin salidas, la única forma de hacernos fuertes era salir, era caminar, pero no teníamos ningún pie, teníamos la voz y la mirada pero teníamos que llevar esa voz y esa mirada a donde fuera escuchada y a donde esa mirada tuviera dirección, entonces tuvimos que pedir prestados los pies de otros. A la hora que tuvimos que pedir prestados esos pies de otros tuvimos que construirlos porque no existían entonces empezamos a hablar, a hablarle al otro empezamos a darle un rostro, el que otros le negaron. Empezamos a llamarlos y pediéndoles que fueran los pies…ese muñeco se encuentra con el problema de que los pies dicen que quien manda es la cabeza ,la historia esta hecha así, lo que no ocurre es que los pies manden a la cabeza, pero la cabeza necia con que los que tienen que mandar son los pies. Finalmente, la cabeza dice lo que todos están pensando y nadie se atreve a decir, que en el recorrido se dan cuenta que el mundo esta de cabeza, que tiene el que no necesita y el que necesita no tiene nada. Finalmente ese día, mañana, llegan al lugar donde éste se puede voltear de un lado para otro, y a la hora de que el mundo se voltea, los pies descubren que eran la cabeza y la cabeza se da cuenta que nunca dejo de ser un pie…"

    Por lo tanto, la sociedad, en conjunto a un Estado que responda a sus intereses colectivos, definirían el rumbo Nacional de los recursos –no sólo bióticos-, haciendo frente y desplazando a las oligarquías nacionales y a las estructuras de poder de los Estados Nacionales hegemónicos y sus CMNs. Tal sería el fundamento de la resistencia en el plano regional e internacional.

    -Conclusión-

    Los argumentos antes mencionados, son resultado de la irreductible diversidad biológica y cultural del mundo, como límites a un Sistema que ha creado riqueza pero también miseria (objetiva y subjetiva), y que nos lleva a buscar en contracorriente una alternativa. Así, la salida estaría en articular leyes, códigos y biodiversidad viviente, BsG y ecosistemas, saberes locales y formales; pero por encima de todo, colocando como punto clave de partida al territorio concreto, pues en última instancia la biodiversidad se pierde in situ y se restituye in situ. El proceso empieza y termina en el ecosistema, donde el eje articulador no está en el Capital sino en la capacidad autogestiva de la Nación y entonces de sus comunidades, hecho que implica de entrada una nueva racionalidad ecológica, con nuevas formas de acceso, propiedad, uso y manejo de los recursos bióticos.

    Gian Carlo Ramos