- Resumen
- Introducción
- El perro y el hombre
- El perro y su hábitat
- El perro callejero
- La problemática del perro en la calle
- Cultura, responsabilidades y control de la población canina
- ¿Cuál es el estado actual de la población canina?
- Complejidad de la población canina
- Soluciones integrales
- Empleo de perros de salvamento formados por la técnicas Arcón en la presentación de desastres
- Las técnicas Arcón
- Bibliografía
Resumen
El rol de los perros en nuestra sociedad ha dado un gran vuelco: antes, la mayoría de las personas sólo adquirían un perro para que hiciese una función determinada: guiar y proteger ovejas, cobrar las presas cuando se salía a cazar, o bien proteger el hogar. Si los perros de ese entonces hacían bien su trabajo, recibían su comida y un lugar donde dormir, sino, se reemplazaban por otros perros. Se dice, que a medida que una sociedad avanza se hace más notorio el amor y respeto por los animales, es lo que pasa en la mayoría de los países Europeos y desarrollados donde las leyes de protección animal, son tan o más importantes que las que regulan a los humanos. Los perros sin lugar a dudas han sido nuestros compañeros de por vida, casi desde nuestros orígenes, y es que ambas especies nos hemos visto beneficiadas al estar juntas. Todo comenzó hace miles de años atrás cuando, por hambre, los hombres nos dimos cuenta que el perro podía sentir a la distancia la presencia de la presa (oído y olfato), lo que facilitaba la caza, haciéndola más certera y fácil. El perro por su parte, tenía quién podía matar a su presa, y por lo tanto tenía comida asegurada. Fue así como nos convertimos en una dupla inseparable. Poco a poco el hombre fue desarrollándose en nuevas áreas, y los perros se adaptaron y nos facilitaron la vida en todo, ya no sólo en la caza, sino en el guiar a nuestras ovejas y ganado, al salir de pesca, o al proteger nuestros hogares. Luego, los sentimientos se fueron apoderando del hombre evolucionado, y nos dimos cuenta que ese perro, que nos acompañaba a todos lados para trabajar y protegernos, era un ser dispuesto a entregarnos algo mucho más importante, amistad a toda prueba.
Palabras claves: perros, comportamiento canino, perros de salvamento.
En las últimas décadas la sociedad ha experimentado cambios que han modificado hábitos y conductas dentro de las cuales se presenta una tendencia creciente a la tenencia de animales mascotas, siendo el perro la especie animal de mayor preponderancia. Dicha tendencia intensifica los vínculos humanos con sus mascotas en especial en los centros urbanos como la ciudad, aquí el fenómeno de la migración ha acelerado los procesos de urbanización tanto normal como subnormal. El tamaño de la vivienda (cada día menor) y el tipo de construcción (multifamiliar fundamentalmente) son factores que inciden tanto en la densidad de la población humana como animal y en la íntima relación entre ambas; relación de la cual pueden derivarse problemas en la salud, si las condiciones medio-ambientales de la vivienda y la higiene en la tenencia de los animales no son las mas óptimas. Así mismo, la costumbre cotidiana que tienen los dueños de las mascotas de sacarlas a realizar sus necesidades fisiológicas en zonas verdes de parques y avenidas constituye otro grave problema sanitario por el incremento en la generación de excretas de origen animal que crea dificultades de orden sanitario y social por los constantes enfrentamientos entre vecinos por las molestias que se causan y como otro factor de riesgo de incremento en la incidencia de enfermedades zoonóticas. La Organización mundial de la Salud, ha realizado estimativos a escala mundial de la relación perro/ hombre de 1/10, pero diferentes encuestas realizadas en numerosos países para determinar factores de riesgo de rabia, han demostrado que esta relación es mas estrecha, y que además, existe una gran variabilidad de acuerdo con las diferentes regiones geográficas, estratos socioeconómicos, tipo de viviendas, procesos de urbanización, escolaridad de los propietarios, entre otros. (3)
En diversas ocasiones en países asiáticos, se utilizó el método de captura y recaptura, para determinar la proporción de animales callejeros, con relación al total de caninos, para América Latina se ha observado que la proporción de perros sin dueño propiamente dicha es baja y tiene poco peso en la determinación de la población canina total, pues lo que existe en estos países es la presencia de perros en la calle pero con dueño, por lo cual para evitar los riesgos de orden epidemiológico y fundamentalmente de orden social que conlleva el método captura- recaptura es suficiente con determinar a través de encuestas de hogares, la proporción de perros en la calle y el número de horas que permanecen allí. (4)
Se llama comunidad biótica al conjunto de poblaciones que viven en un hábitat o zona definida que puede ser amplia o reducida. Las interacciones de los diversos tipos de organismos conservan la estructura y función de la comunidad y brindan la base para la regularización ecológica de la sucesión en la misma. El concepto de que animales y vegetales viven juntos, en disposición armónica y ordenada, no diseminados al azar sobre la superficie de la Tierra, es uno de los principios importantes de la ecología. (15)
Es indudable que el hombre ha creado con el perro un nexo único , que no existe este con ningún otra especie animal, llegando muchas veces a ser considerado como un integrante permanente del grupo familiar, sin embargo el hombre también ha permitido que el perro se reproduzca en forma desordenada, lo ha echado de la casa para que busque su alimento y lo ha abandonado a su suerte una vez que se ha aburrido de él, proporcionando que se convierta en un serio problema social en muchas ciudades y comunidades. Una propuesta de la Organización Mundial de la Salud(OMS) y la Sociedad Mundial para la Protección de los Animales(CMPA), sugiere clasificar a los perros con relación a su forma de vida, de la siguiente manera:
Restringido(R):Vive bajo supervisión, confinado y es totalmente dependiente.
Familiar(F): Es totalmente dependiente pero vive semirestringido.
Comunitario o de Vecindario(C): El perro es semidependiente y vive semirestringido o de forma no restringida.
Salvaje(S): Perro independiente, no restringido que puede cazar o requerir de desperdicios humanos para subsistir y ninguna persona asume su responsabilidad.
Desde el punto de vista de los autores, considerando que los perros realmente no son responsables de su destino final como animales domésticos y que su hábitat esta íntimamente asociado como:
Perro de dueños responsables(PDR): Son los que pertenecen o grupos de personas que se preocupan por el, atendiendo a sus necesidades de alimentación, espacio, , cuidados, afecto y salud.
Perro de dueños irreflexivo(PDI): Pertenece a una persona o grupo de persona que le brinda cuidados incompletos toda vez que no satisface sus necesidades básicas, le permiten deambular ocasionalmente o permanentemente fuera de sus casas, no les proporciona atención medica y no se responsabiliza con los daños, accidentes o deterioros al medio ambiente que puedan ocasionar.
Perros sin dueño(PSD): Comprende a aquellos animales que no pertenecen a nadie y que viven a expensas de desperdicios o bien tiene que cazar para alimentarse, son los verdaderos perros salvajes. (2)
Solo se puede conjeturar como se produjo su acercamiento al hombre. Quizá los perros salvajes de entonces siguieran al hombre en sus cacerías y expediciones a una respetuosa distancia y merodearan en torno de sus campamentos. Los animales feroces (y los perros se contaban entre ellos) que no despreciaban siquiera las carroñas, aprendieron pronto que a menudo quedaban restos de comida para ellos. En un principio, tal vez los hombres habrían ahuyentado a los perros salvajes, pero finalmente se habrían acostumbrado a su presencia. Quizás advirtieran también los servicios y la utilidad que podían prestarles los perros gracias a su afinado sentido del olfato y del oído que les permitía descubrir y anunciar la presa mucho antes de lo que era capaz de hacerlo el ser humano. Puede haber ocurrido que se mantuvieran en cautiverio perros pequeños o que las mujeres y los niños criaran un cachorro y de este modo se iniciara la estrecha relación entre el hombre y el perro. (10)
Es difícil tratar de explicar las diferentes actitudes culturales que existen en el mundo respecto a los perros, porque no hay ninguna cultura en la cual esas actitudes sean invariables. Algunas culturas son en general más benévolas con los perros que otras, pero dentro de cada una de ellas, hay quienes aman a los perros y quienes no. Poseer perros y gatos como animales domésticos es parte indiscutible de la idiosincrasia de Norteamérica, Europa y Australia. Y aunque no exista tolerancia con los perros callejeros, es más por razones del bienestar animal que porque la gente tenga algo contra los perros. En estas regiones del mundo se reconoce que tratarlos con crueldad es una actitud incorrecta, y junto a los gatos y otros animales domésticos se les concede cierto grado de protección legal. En Europa del Este y Asia central del norte es común tener perros como animales domésticos, y también se tolera a veces una gran cantidad de perros callejeros, aunque las autoridades municipales rutinariamente los cazan y matan. Los perros parecen haber tenido un status más mucho más alto en el antiguo Medio Oriente que el que tienen hoy en día. Los egipcios tenían un dios perro llamado Anubis quién era el dios de la momificación, un papel muy importante. Los perros se mencionan en la Biblia, y probablemente siguieron a los hebreos de Egipto hacia lo que ahora es Israel y Palestina. Entre 1986 y 1990 los investigadores descubrieron 785 esqueletos de perros en un cementerio, como evidencia de que existió como animal doméstico en Ashkelon, Israel, entre los años 500 y 400 AC. Estos perros parecen haber sido lo que ahora llamamos perros callejeros. Al parecer vivieron como viven los perros callejeros modernos, muriendo también en una gama de edades y por una variedad de lesiones y de enfermedades comunes, aunque los consideraban lo suficientemente importantes como para enterrarlos cuidadosa e individualmente. (1)
El vinculo entre el hombre y el perro tuvo su comienzo hace 12 a 14 milenios, en algún lugar de Eurasia donde emergió por primera vez una relación fuerte entre ellos. Recogiendo los desechos de alimentos cuando se acercaba a los primeros campamentos y asentimientos humanos, el lobo pronto se convirtió en un visitante frecuente y bienvenido, advirtiendo al hombre los peligros inminentes y ayudándolo mas tarde en la cacería de animales silvestres. Así empezó la domesticación del perro y el establecimiento de un vinculo entre hombre y animal, que no tiene paralelo. Hoy en día, el hombre ha violado este vinculo permitiendo que los perros se reproduzcan excesivamente y abandonándolos luego en gran numero, creando así peligros para los mismos perros, y considerables riesgos de salud para la sociedad humana. Con demasiada frecuencia, las autoridades encargadas de afrontar los problemas causados por estos perros, han optado por la destrucción masiva con la esperanza de encontrar una solución rápida, solo para descubrir que la destrucción tenia que continuar, año tras año, sin que se viera final posible. Además, al reducir temporalmente la población de perros vagabundos, las autoridades habían mejorado las oportunidades de supervivencia de los que quedaban, suministrando al mismo tiempo nuevos espacios para los perros recientemente abandonados. Ahora se reconoce que la eliminación de los perros excedentes no puede resolver el problema, a menos que se combine con otras medidas, tales como registro y esterilización y educación del público. (2)
Con un lugar ganado junto a los dioses o siendo las representaciones directas de los mismos, los perros ya tenían un lugar de suma importancia en la vida del hombre. Los lebreles egipcios, aparecen en las representaciones de los bajorrelieves. También suelen aparecer algunos dogos. Fue tal el arraigo de estos animales en su cultura, que algunos de ellos no escaparon a su costumbre de momificación y se han hallado momias en las tumbas de sus dueños. Otros grabados hallados en el palacio del rey Asurbanipal, dan muestras que los perros eran utilizados como ayudantes en la caza, y también como guerreros. Los griego adoptaron desde siempre a los perros como cazadores y guardianes. Consta que algunas razas de Laconia, tenían características de velocidad muy destacadas, que puede deberse a una influencia de los lebreles que más tarde dieron lugar a los conocidos galgos. En Roma, el perro aparece presente en pinturas, murales y monedas. En Pompeya, es famoso un mosaico de un perro atado ladrando. Sin embargo, el capítulo más destacado y cruel también, está escrito en la historia del perro en el circo romano, sus enfrentamientos y las distintas luchas. Pero más allá de éstas, el perro encontró un espacio de compañía en aquella sociedad y algunos canes de pequeño porte, también se desarrollaron. En Francia, la historia también tiene algunos costados de crueldad. En ciertas ceremonias religiosas, se recurría al sacrificio de perros y restos de éstos, se hallaron en los santuarios de Ribemont-sur-Ancre y Gournay-sur-Aronde. Por otro lado, existía la costumbre de consumir carne canina, al igual que en China, y algunos esqueletos hallados han dado prueba de ello. Con el correr de los años, y quizás debido a tantos favores pendientes, se comenzaron a organizar distintas exposiciones caninas. La mano del hombre en este caso trabajó en la conformación de nuevas razas y en la mejora de algunas ya existentes siempre buscando una respuesta acorde a sus necesidades. Esto, dio lugar a que más tarde se llegara a la conformación de distintos clubes de raza. Hoy en día, la entidad de mayor relevancia es la F.C.I. Sin embargo, existen distintos clubes y organizaciones que no están alineados a esta federación y siguen sus propias reglas de cinofilia y clasificaciones, un ejemplo de ellos es el United Kenne Club. Afortunadamente para nuestro fiel amigo, algunos de aquellos tiempos de tanta crudeza, han quedado en el pasado, y como una forma de devolverle sus favores, podemos demostrarle todo nuestro cariño. (13)
En la antigüedad, los primeros perros en unir sus fuerzas con el hombre fueron utilizados, por su desarrollado instinto y habilidad, para la caza, como medio para obtener comida y pieles, y para defenderse de los predadores. Las civilizaciones que se desarrollaron posteriormente en los hemisferios occidental y oriental dependían de los perros y su astucia en la lucha por la supervivencia. Los asiáticos, egipcios, asirios, griegos y romanos se sirvieron de los perros para la guarda, compañía y la caza, así como en tiempos de guerra. Descubrimientos arqueológicos, dibujos en las paredes, pinturas rupestres, objetos antiguos y documentos escritos, confirman el papel de este animal en las antiguas culturas de todo el mundo. (16)
Por otro lado, numerosos estudios han demostrado que la convivencia con animales de compañía tiene efectos terapéuticos en ancianos, que se sienten menos solos y en el caso de personas enfermas, ya que reducen la presión arterial y disminuyen los riesgos del infarto. En el caso de los niños les ayudan a asimilar unas pautas de comportamiento social y les estimulan. De hecho, diversos animales se utilizan como terapia en el caso de niños autistas para conseguir abrir canales de comunicación entre ellos y el mundo exterior, sin olvidar que existen en varias cárceles españolas, sobre todo catalanas, proyectos de reinserción de presos basados en el contacto y cuidado de animales. En definitiva, convivir con animales de compañía es una fuente de salud. Indudablemente hay casos en los que es incompatible esa convivencia y la salud por causas muy concretas, pero son los menos. (17)
En México se estima que el 30% de los ancianos cuenta con mascotas, no sólo como animales de compañía sino, en algunos casos, como mecanismo terapéutico. El 60% de las mascotas son perros y el 12.5% gatos, el resto generalmente son aves. El 70% que no cuentan con mascota aducen que el tener a cargo a un animal no es de su satisfacción o que el hecho de tener que encargarse de sus desechos les repudia, algunos dicen que los animales no les gustan, sin especificar la causa. Sin embargo el perro ideal para un anciano es aquel que tiene un carácter amable, cariñoso, respetuoso, no se aconseja el juguetón o agresivo. (18)
Tampoco se pede olvidar la importancia afectiva que tienen los animales de compañía para la salud psíquica de muchas personas. Es fundamental educar a la gente en el respeto por los animales y por sus conciudadanos ya que los animales comparten la ciudad con la gente y los dueños deben ocuparse de que sus animales no contaminen los espacios comunes y no provoquen perjuicios en el resto de la población. (19)
¿Por qué atacan?. Además de la agresión por dominancia, que es la más frecuente, los especialistas en comportamiento animal, señalan otras causas normales de agresiones caninas:
Maltrato: no sólo físico, sino también psíquico, como estar siempre atado, o quedarse solo durante la mayor parte del día.
Ambiente Violento: en hogares donde son habituales las discusiones y los castigos físicos.
Síndrome de aislamiento: cuando ha sido criado sin posibilidades de sociabilizarse y, por tener poco contacto con niños o adultos, no los reconoce como parte del grupo.
Por juego: cuando se le ha acostumbrado a actividades violentas y el animal no tiene autocontrol.
Maternal: en defensa de los cachorros.
Redirigida: cuando el dueño intercede para intentar evitar que su perro ataque a otra persona o a otro perro, y resulta mordido.
Predatoria: desencadenada por algo que se mueve y suena parecido a una presa.
Por pánico: ante explosiones y estampidos. (20)
Un aspecto básico es que el perro es un animal de manada. Todos los cánidos, sin apenas excepciones, viven y trabajan en sociedad. Dado que al separarle de su madre y hermanos de camada, le introducimos en un ambiente diferente, donde sus únicos compañeros van a ser personas, el perro traslada su comportamiento social a su nueva "manada". De hecho, es esta capacidad de adaptarse fácilmente a convivir con las personas la que hace del perro un animal doméstico tan útil. Hay perros más predispuestos que otros a convivir con la gente, pero esto es algo que depende en general del carácter de la raza a la que pertenece el perro, y en particular, del propio carácter individual del perro y del trato que recibe. El perro tratará de adaptarse siempre a las "normas" de su nueva manada. Sin embargo, este margen de adaptación tiene un límite, por lo que debemos colaborar a que le sea fácil, dándole un ritmo de vida regular, y actuando para con el teniendo en cuenta una serie de consideraciones que influyen en su convivencia con las personas. (21)
Para mantener y conservar estos ejemplares, el hombre ha tenido que cambiar las condiciones ambientales naturales, en que originalmente vivían. Lo que trajo como consecuencia una nueva adaptación, condicionada a una serie de mecanismos artificiales, capaces de asegurar la subsistencia, lo que a su vez determinó una dependencia total y absoluta de estos individuos del hombre. Así se sabe que muchas especies no existirían si el ser humano no se ocupara de ellas. (22)
Los perros sin lugar a dudas han sido nuestros compañeros de por vida, casi desde nuestros orígenes, y es que ambas especies nos hemos visto beneficiadas al estar juntas. Todo comenzó hace miles de años atrás cuando, por hambre, los hombres nos dimos cuenta que el perro podía sentir a la distancia la presencia de la presa (oído y olfato), lo que facilitaba la caza, haciéndola más certera y fácil. El perro por su parte, tenía quién podía matar a su presa, y por lo tanto tenía comida asegurada. Fue así como nos convertimos en una dupla inseparable. Poco a poco el hombre fue desarrollándose en nuevas áreas, y los perros se adaptaron y nos facilitaron la vida en todo, ya no sólo en la caza, sino en el guiar a nuestras ovejas y ganado, al salir de pesca, o al proteger nuestros hogares. Luego, los sentimientos se fueron apoderando del hombre evolucionado, y nos dimos cuenta que ese perro, que nos acompañaba a todos lados para trabajar y protegernos, era un ser dispuesto a entregarnos algo mucho más importante, amistad a toda prueba. (23)
A través de mitos y literatura antiguos incluyendo los libros sagrados de la cristiandad, del judaísmo, del hinduismo y del islamó están las historias de dioses o de representantes de dioses que viene a la tierra disfrazados, para probar las mejores cualidades del ser humano. Estos emisarios generalmente proporcionan un signo acerca de su verdadera identidad y de la naturaleza de su misión, señal que pasa inadvertida excepto para las personas genuinamente buenas. Es fácil imaginarse a los perros como emisarios de lo divino, caminando entre nosotros como los ángeles de las antiguas escrituras, para probar el carácter de la gente. Los perros proporcionan una prueba moral casi perfecta para los seres humanos, puesto que están en todos los lugares y pueden ser víctimas fáciles. En la mayoría de las naciones del mundo se pueden cometer incluso los actos más atroces contra los perros, sin sufrir ninguna consecuencia. El único impedimento a la crueldad es la bondad dentro de cada corazón humano. Pero incluso en los casos en que los seres humanos fallen en la prueba, los perros nos perdonan. Puedo imaginarme que el concepto de amor infinito, incondicional, que pensamos como divino, emerge de la naturaleza del perdón del perro. Por todo esto, la pregunta nunca ha sido: ¿porqué debemos amar a los perros?, sino: ¿porqué los perros nos aman?. (1)
Los perros se pueden tener como mascotas y acompañantes, para cacería, como animales de presa, para alimento, o para propósitos comerciales, etc. Para ciertas esto se crían razas especiales. Además de cumplir con ciertos deberes, los perros también realizar funciones benéficas en otras maneras. También se los puede rechazar porque muerden, o porque son vectores de enfermedades, plagas o porque ha necesidades en cualquier lugar. Hay diferencias cualitativas y cuantitativas en lo que piensa que deben ser las funciones de los perros, y en lo que los perros realmente son considerados como supernaturales, o como seres divinos o como espíritus diabólicos.(24)
Los perros cumplen funciones tanto culturales como económicas. Pueden limpiar permanentemente un asentamiento, pero otras labores (éj: cacería, tirar de vehículos, aunque sólo pueden realizarlas durante periodos relativamente cortos. La razón para la asociación de la gente con los perros, frecuentemente no es tan obvia. Su importancia y eficiencia cacería con frecuencia es sobreestimada. (25)
En algunas áreas de Eurasia y Norte América, los perros se usan para transportar me y halar trineos, travois y carretas. Esta característica cultural se está extendiendo, especialmente en la región norte del circulo polar. (26)(27)
Muchas tribus y en muchas culturas los perros se usan como alimento, en todos los continentes. Frank (28) describe la distribución tribal de la matanza ritual y el consumo de perros en África. Ella sospecha que la costumbre de comerse los perros fue originalmente una característica agrícola de África Occidental, pero no da explicación para esta asociación. Algunas pocas tribus africanas castran los perros para que engorden más y luego cómenos. Las relaciones complicadas de Polinesia entre los perros como alimento, como regalos y ofrendas y como otros artículos de valor, son descritos por Luomala. (29). Se reconoce el hecho de que los perros comen desechos y heces humanas y con frecuencia se estima su función limpiadora. En algunos lugares incluso se dejan para que limpien y cuiden a los bebés y a los niños pequeños.
Con más frecuencia de lo que se expresa en la literatura, los perros se tienen como mascotas. Esta función no es muy fácil de definir. En muchos idiomas (ej, español, alemán, etc.) no existe una traducción precisa del término inglés "pet". Se ha informado que en las sociedades industrializadas, las mascotas cumplen las siguientes funciones: Una mascota es compañía, es algo para cuidar, algo para tocar, algo para que lo mantenga a uno ocupado, un foco de atención, una razón para hacer ejercicio, algo para que uno se sienta más seguro. Parece probable que los perros ayuden a desviar algunos de los efectos patológicos del aislamiento. La importancia psicológica de tener una mascota está actualmente bien documentada para las sociedades industrializadas. Poseer una mascota como compañía puede también ser más importante en las sociedades de cazadores- recolectores y de simples campesinos, de lo que se reconoce hasta ahora. (30)(31)(32)(33)
Digamos de antemano que si su hijo quiere un perro, y ese deseo no es un capricho momentáneo, deberá satisfacérselo. Mejor todavía: compre el perro cuando su hijo cuente con un año de edad y los dos crecerán juntos. Esto tiene muchas ventajas, tanto para el niño como para el animal.
El niño tiene un compañero de juego permanente en todo momento. De este modo se compensa la falta de hermanos en los hijos únicos.
El niño aprende, sin darse cuenta, a ser responsable de un ser vivo; a dejar sus propios deseos al tener que cuidar y preocuparse de otro y a acostumbrarse pronto a las obligaciones.
El perro propio es una válvula para el exceso de sentimientos de cariño. Esto es muy importante en la edad escolar, pues entonces ya hay que ocultar y reprimir deseos.
El perro propio es un confidente que siempre está ahí y que siempre le comprende a uno.
El perro y el niño aprenden uno del otro que no debe lastimarse a nadie. Aprenden a conocer los límites que no deben sobrepasar. El niño aprende el comportamiento social sin necesidad de que nadie le marque constantemente una pauta.
Siempre se ha podido comprobar que los niños con perros son mucho más autosuficientes y espontáneos que otros, y que sus relaciones con los adultos no se perturban. Por otro lado, los perros de niños nunca son neuróticos ni histéricos. A todas las personas que teman problemas posteriores con sus hijos no puedo por menos que recomendarles que les dejen crecer con un perro, o que les regalen uno cuando tengan alrededor de seis años. (34)
Todos los seres vivos tienen una manera de vivir que depende de su estructura y fisiología y también del tipo de ambiente en que viven, de manera que los factores físicos y biológicos se combinan para formar una gran variedad de ambientes en distintas partes de la biosfera. Así, la vida de un ser vivo está estrechamente ajustada a las condiciones físicas de su ambiente y también a las bióticas, es decir a la vida de sus semejantes y de todas las otras clases de organismos que integran la comunidad de la cual forma parte. La ecología se ocupa del estudio científico de las interrelaciones entre los organismos y sus ambientes, y por tanto de los factores físicos y biológicos que influyen en estas relaciones y son influidos por ellas. Pero las relaciones entre los organismos y sus ambientes no son sino el resultado de la selección natural, de lo cual se desprende que todos los fenómenos ecológicos tienen una explicación evolutiva. A lo largo de los más de 3000 millones de años de evolución, la competencia, engendrada por la reproducción y los recursos naturales limitados, ha producido diferentes modos de vida que han minimizado la lucha por el alimento, el espacio vital, el cobijo y la pareja.(35)
Para escribir las relaciones ecológicas de los organismos resulta útil distinguir entre dónde vive un organismo y lo que hace como parte de su ecosistema. Dos conceptos fundamentales útiles para describir las relaciones ecológicas de los organismos son el hábitat y el nicho ecológico. El hábitat de un organismo es el lugar donde vive, su área física, alguna parte específica de la superficie de la tierra, aire, suelo y agua. Puede ser
vastísimo, como el océano, o las grandes zonas continentales, o muy pequeño, y limitado por ejemplo la parte inferior de un leño podrido, pero siempre es una región bien delimitada físicamente. En un hábitat particular pueden vivir varios animales o plantas. En cambio, el nicho ecológico es el estado o el papel de un organismo en la comunidad o el ecosistema. Depende de las adaptaciones estructurales del organismo, de sus respuestas fisiológicas y su conducta. Puede ser útil considerar al hábitat como la dirección de un organismo (donde vive) y al nicho ecológico como su profesión (lo que hace biológicamente). El nicho ecológico no es un espacio demarcado físicamente, sino una abstracción que comprende todos los factores físicos, químicos, fisiológicos y bióticos que necesita un organismo para vivir. Para describir el nicho ecológico de un organismo es preciso saber qué come y qué lo come a él, cuáles son sus límites de movimiento y sus efectos sobre otros organismos y sobre partes no vivientes del ambiente. (36)
La ecología es la ciencia que estudia a los organismos en su propio hábitat, y las relaciones que mantienen a los seres vivos con su entorno. Actualmente la ecología se encarga de preservar la naturaleza y las especies en extinción. Un ecosistema es un sistema estable de tipo circular en el cual existe una constante interrelación entre organismos vivos e inertes. La diferencia entre hábitat y nicho ecológico es que el hábitat es el lugar en donde vive un organismo (domicilio), y el nicho ecológico es el papel que desempeña en él (profesión). (15)
Cuando el hombre encontró al perro, hace miles de años, vivía en palafitos, en terrenos tuberosos y con abundante caza. Ambos se asociaron por mutua conveniencia y hasta nuestros días esta relación de utilidad se ha mantenido e incluso incrementado. A finales de este siglo XX la mayor parte de la población humana habita en pueblos, ciudades o grandes urbes y como es lógico, su mejor amigo, el perro, haciendo un alarde de adaptación al medio, continua a su lado porque el hombre así lo quiere: ¿por cuestiones de moda?, ¿por necesidad?.La realidad es que según estadísticas se calcula una población de cánidos en España cercana a los 4 millones, es decir, un can cada diez españoles. Y si la mayoría de los españoles vivimos en zonas urbanas la mayoría de nuestros perros comparten este entorno. La relación de convivencia hombre – perro, en este ámbito urbano, es compleja por diversos motivos: por una parte los problemas comportamentales y educacionales del can en nuestra propia casa y por otra los problemas con el medio urbano. No obstante la integración del perro en este ambiente es factible y a pesar de algunos inconvenientes, exitosa para la mayoría de las personas, independientemente de la raza de su can. Por experiencia, en nuestro Centro de Enseñanza y Comportamiento Canino, sabemos qué tipo de consultas son las más comunes y las que más preocupan a los poseedores de perros:
Problemas en casa: Necesidades fisiológicas, ladrar, romper, relaciones con la familia y con el vecindario.
Problemas en la calle: Caminar con el perro atado, ensuciar las aceras y ciertas conductas indeseables.
Problemas en los parques, con el perro libre de la correa: Acudir a la llamada del guía, relaciones con sus congéneres etc.
Ejercicios para su correcto desarrollo físico.
Aprovechamiento de sus cualidades innatas.
Prácticas polivalentes para el perro urbano y el deportivo. (37)
El rol de los perros en nuestra sociedad ha dado un gran vuelco: antes, la mayoría de las personas sólo adquirían un perro para que hiciese una función determinada: guiar y proteger ovejas, cobrar las presas cuando se salía a cazar, o bien proteger el hogar. Si los perros de ese entonces hacían bien su trabajo, recibían su comida y un lugar donde dormir, sino, se reemplazaban por otros perros. Se dice, que a medida que una sociedad avanza se hace más notorio el amor y respeto por los animales, es lo que pasa en la mayoría de los países Europeos y desarrollados donde las leyes de protección animal, son tan o más importantes que las que regulan a los humanos. En nuestra sociedad, como todos ya sabemos, la cosa no está tan avanzada, y se presentan dos tipos de problemas:
1- No respetar la vida: Hay personas que adquieren perros por moda o como un juguete que se puede desechar cuando "estorbe o crezca", no invierten tiempo en educación ni cuidados básicos para que el perro aprenda las reglas que exigen el vivir en paz con el mundo que le rodea.
2- Confundir el rol de cada especie: Por otro lado, existen personas que quieren a sus perros, los cuidan y entregan demasiadas atenciones, olvidando que son perros y que por mucho que los quieran jamás serán humanos. (23)
Latinoamérica se enfrenta a un problema de salud pública debido a la existencia de tres millones de canes abandonados, hambrientos y portadores de enfermedades en las ciudades. (38)
Un 40 por ciento de la población canina de Iquique es vaga; es decir, en las calles y avenidas existen ocho mil perros que no tienen dueño, los que mordieron a 1216 personas durante el 2001, según estadísticas entregadas por el Servicio de Salud de Iquique. Un can que vive en la calle es más agresivo, se alimenta mal, sufre enfermedades, puede producir graves mordeduras, contamina el ambiente y crece falto de cariño. Debido al incremento de estos animales y a los problemas que ello ocasiona, el Servicio de Salud, en conjunto con la Municipalidad de Iquique, han iniciado una campaña de difusión para generar un cambio de conducta en la ciudadanía con relación a la tenencia de mascotas, ya que uno de los factores que ha incidido en este vertiginoso aumento de perros vagos, ha sido la conducta irresponsable de los pobladores que adquieren perros como mascotas para sus hijos y luego, cuando crecen y les demandan mayores cuidados y gastos, se deshacen de ellos, abandonándolos en la vía pública En ese sentido, el Servicio de Salud efectuó las recomendaciones pertinentes:
Si se tiene una mascota o piensa adquirirla, debe tener presente que asume un compromiso con ella.
Mantener un número tal de mascotas, de manera que pueda otorgarle buena alimentación y abrigo.
Proteger a las mascotas de enfermedades; llevarlas regularmente a su médico veterinario para recibir la asesoría profesional correspondiente (colocación de vacunas y tratamiento de enfermedades).
No olvidar vacunarlos contra la rabia a partir del cuarto mes de vida.
Evitar que muerdan a las personas y que transmitan enfermedades.
Mantenerlos aseados.
Asimismo, el Servicio de Salud mantiene a disposición de toda la ciudadanía, y de manera gratuita, la eliminación de perros si sus dueños lo estiman necesario, y la de los perros vagos, con el respaldo de la Junta Vecinal respectiva y en compañía de su directiva. Según el servicio sanitario, durante el 2001 se atendieron mil 279 víctimas de mordeduras de animales. Mil 429 de ellas fueron mordidas por perros, de las cuales el 85,09 por ciento (mil
216) eran perros vagos y 14,91 por ciento (213) eran perros con dueño; 42 por gatos, catorce por ratones; dos por monos y cinco de otras especies. Estas cifras ponen de manifiesto el peligro que reviste la vagancia de perros, problema que ha sido abordado por el municipio y el Servicio de Salud a través de esta campaña comunicacional, que pretende hacer más responsable a la ciudadanía con sus mascotas. (39)
Solamente en la ciudad de México y las poblaciones de su periferia, con un número de habitantes cercano a los treinta millones de personas, se pasean cerca de dos millones de perros. Los ejemplares indocumentados suman unos 200.000, pero, de acuerdo con el Parlamento, no hay constancia fiable sobre los dueños de otros 1.200.000 animales. Es posible ver a mendigos que pululan por las esquinas acompañados por jaurías tan famélicas como ellos. En conjunto, las heces caninas llegan a las seiscientas toneladas diarias. Y el rastro de esos excrementos se junta con otros contaminantes que hacen de la capital del país azteca una de las más polucionadas del mundo, en la que cada mes mueren unas 140 personas por afecciones vinculadas con la contaminación, según fuentes médicas. La falta de recursos económicos frena los intentos para controlar este problema adecuadamente y, en ocasiones, las campañas de caza y captura ocasionan más conflictos que soluciones: mensualmente, según las estadísticas disponibles, se arrojan 14.000 cuerpos de perros sacrificados a los basureros al aire libre. (38)
En Taiwán durante muchos años, jaurías de perros callejeros han vagado a su voluntad por las calles de las ciudades, provocando problemas de tráfico, diseminando enfermedades, y hasta atacando a la gente. (40)
El centro de la ciudad de Punta Arena se ha visto invadido en los últimos días por una jauría callejera, la que circula libremente y cuyo gran número de perros despierta inquietud entre transeúntes y turistas y revela una total falta de control para este verdadero problema sanitario que afecta a nuestra ciudad. Primera culpable de la proliferación de perros vagos en Magallanes es la propia comunidad. Por traslados u otros motivos, muchos amos abandonan sus perros en las calles. Simplemente no se ocupan más de ellos y éstos quedan vagando por la ciudad. Algunas mascotas portan aún los collares que los vincularon con sus dueños. El problema real surge cuando las hembras entran en celo, en el período estival, lo que provoca la agresividad de los machos. Cuando se topan con un transeúnte, la agresión no se deja esperar. Seiscientas personas fueron mordidas en nuestra región el año pasado, cifra que podría aumentar si las condiciones siguen como están. Un récord triste de ostentar.(41)
La problemática del perro en la calle
La presencia del perro en la calle (fuera de la casa de su dueño) implica la generación de una problemática social, la cual requiere de un gran esfuerzo de educación comunitaria y la adopción de diversas medidas para que tenga visos de solución. La mayoría de los accidentes ocurren cerca del ámbito familiar, aunque pueden suscitarse dentro de las casas. Las agresiones de los perros pueden ser una respuesta a una situación de dominancia provocación y suceden habitualmente cerca del área que el perro considera su territorio. Aunque existen razas de perros con una mayor predisposición a la agresividad, ya que el hombre los ha criado con tal fin, casi todos los perros pueden responder agresivamente si se les provoca lo suficiente. Entre de las circunstancia que pueden dar lugar a este tipo de ataques se encuentran:
Penetrar en un área que el perro considere su territorio.
Dejar a niños pequeños sin atención junto a perros.
Molestar a un perro cuando come o duerme.
Tratar de sujetar a un perro.
Acariciar el hocico o cara de un perro.
Mirar fijamente a la cara de un perro.
Agredir o tratar de lastimar a un perro.
Intervenir para separar a perros peleando entre si.
La mordedura por perro constituyen un problema que debe considerarse como una epidemia prevenible. Los datos estadísticos de ataques de perro a personas provienen principalmente de países que llevan registros hospitalarios y de instituciones de salud. (42)
En Estados Unidos de América entre 1979 y 1988 ocurrieron 157 muertes humanas ocasionadas por ataque de perros, siendo el 70% de las victimas niños menores de 10 años. Durante el periodo 1989 y 1994 en el mismo país, ocurrieron 109 fallecimientos causados por perros, correspondiendo el 57% a niños menores de 10 años de edad. El 59% de los ataques fatales ocurrieron en las propiedades de las victimas y fueron ocasionadas por perros que deambulaban libremente. Por otra parte en México, la secretaria de salud estima que cerca de 90 mil personas notificaron mordeduras por perros cada año. Un estudio del área urbana del valle de México indica que el 88% de los perros agresores en 4700 casos tenían propietarios, habiendo atacado el 66% de las ocasiones en la calle. Un estudio recapitulativo sobre la ecología de la mordedura de un perro concluye que: las agresiones ocurren principalmente hacia personas conocidas, en proximidad al territorio del perro; el grupo que es atacado con mayor frecuencia son menores de 20 años; la mayoría de las mordeduras ocurren en miembros inferiores, miembros superiores cara, cabeza y cuello. Los niños en edad escolar entre 5 y 9 años son particularmente propensos, ya que por su talla, presentan una agresión visual a los ojos del perro, reciben mordeduras en cara y cuello que generalmente son mas severas que en los adultos, el 1-2% de las heridas requieren de hospitalización pudiendo incluso a ser mortales. (43)
Se considera que la peligrosidad canina depende tanto de factores ambientales como de factores genéticos, de la selección que se haga de ciertos individuos, independientemente de la raza, o del mestizaje, y también de que sean específicamente, seleccionados y adiestrados para el ataque, la pelea y para inferir daños a terceros. Así, perros de razas que de forma subjetiva se podrían catalogar como ""peligrosos" son perfectamente aptos para la pacífica convivencia entre las personas y los demás animales, incluidos sus congéneres, siempre que se les hayan inculcado adecuadas pautas de comportamiento y que la selección practicada en su crianza haya tenido por objeto la minimización de su comportamiento agresivo. (44)
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