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Prostitución urbana y prostitución infantil en Celaya Guanajuato (página 3)


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También sobre la Avenida de los Insurgentes, pero en su intersección con la Avenida Félix Cuevas, en Mixcoac, se ejerció la prostitución gay por más de una década. Comenzó como un punto de encuentros casuales, de ligues callejeros, porque a escasos 100 metros de ahí fueron abiertos un par de antros (el L´Barón y El Vaquero) que -a diferencia del mejor bar de la Zona Rosa, El Nueve– cerraban sus puertas hasta el amanecer. La movida esquina cayó por su propio peso a mediados de los años noventa, pues la paulatina y descarada complicidad entre los prostitutos y las patrullas de la policía terminaron por ahuyentar a los muy numerosos clientes.

Algunos otros frecuentaban la prostitución en la Alameda Central y en el monumento a José Martí, en el Centro Histórico de la ciudad; ahí se podía encontrar a jóvenes militares que salían francos (en su día de descanso) o a chicos proletarios que -en ambos casos- habían encontrado en la prostitución un ingreso monetario adicional. Indudablemente, a muchos les resultaba muy atractivo este tipo de chicos, nada parecidos a los sofisticados jovencitos gays a los que se veía en la Zona Rosa o en los antros. También, afuera del restaurante Sanborn´s del Ángel y en las calles aledañas a la Embajada Norteamericana y al Hotel Sheraton, a un lado de la Columna de la Independencia, en la acera lateral del Paseo de la Reforma, fueron sitios muy socorridos por todo tipo de prostitutos gays (incluso "vestidas") y por clientes ansiosos de sexo ocasional

Con el tiempo, a estas calles también llegaron las extorsiones policíacas y los asaltos orquestados por el crimen organizado, lo que hizo que clientes y muchos vendedores de sexo emigraran a unas cuadras más hacia el poniente del Paseo de la Reforma, allá por los alrededores del edificio que alberga las oficinas centrales del Instituto Mexicano del Seguro Social, entre las calles de Hamburgo, Lieja y Florencia. Actualmente y ya desde hace varios años atrás, esta zona de prostitución gay experimenta el mismo fenómeno que se ha repetido desde los años setenta en las calles de la ciudad: abusos y extorsiones por parte de las fuerzas policíacas en contra de  los prostitutos y de sus clientes, primero,  y, posteriormente, el establecimiento de vínculos de complicidad entre algunos prostitutos y los policías corruptos en afectación directa o en contra de los clientes.

Si bien ha habido esfuerzos aislados de personas u organizaciones por denunciar estos hechos y pretendidamente buscar defender a los sexoservidores de estas zonas de la ciudad, lo cierto es que no lo han hecho como un trabajo socialmente comprometido y que, en última instancia, sólo han buscado cooptar a estos chicos para constituir provechosos negocios (agencias de sexoservicio), como la llamada "Sexy-Clean" (chicos rentados como sirvientes domésticos y sexuales) o la que existió durante algún tiempo en el Hotel Ámbar (en la calle de Pino Suárez) y, después, en el portal Web de un magazine gay. Al parecer, el único tipo de "Unión" que está teniendo resultados en la defensa de los sexoservidores, tanto heterosexuales como gays, es aquella que surge de los mismos actores de la prostitución y en la que no existe la intermediación de tramposos oportunistas o pretendidos líderes sociales.

 Con el avance y profundización de la crisis económica en el país, la práctica de subir al auto a cualquier desconocido en la calle se volvió algo altamente riesgoso para los gays de las clases medias y altas. Se comenzó a escuchar -cada vez con más frecuencia- sobre asaltos, golpizas y hasta asesinatos en contra de personas conocidas y por parte de supuestos ligues callejeros. La prostitución en la vía pública se transformó en una actividad verdaderamente peligrosa tanto para los vendedores como para los compradores de sexo; en consecuencia, quienes no querían correr riesgos innecesarios, pero gozaban enormemente de contratar sexoservidores, emigraron a otros espacios donde la prostitución gay sí daba garantías de seguridad para ambos: las agencias de sexoservicio (había quienes bromeaban por la creciente inseguridad en la ciudad y decían que: "los taxis, de sitio; y los , de agencia").

Quizás la primer agencia de prostitución gay de la que tengamos memoria en la Ciudad de México, fue aquella que era propiedad del famoso drag-queen conocido como "la Xóchitl", allá a finales de los años setenta; sin embargo, ese discreto edificio de la colonia Verónica Anzures en realidad era un burdel de mujeres prostitutas y sólo excepcionalmente su dueño -Gustavo- hacía muy discretos negocios con algunos de sus clientes (políticos del régimen lopezportillista) proporcionándoles los servicios de sus guapos escoltas (como los famosos gemelos rubios o el moreno de cejas pobladas Salvador) o de despampanantes travestís traídos desde el Puerto de  Veracruz o de Jalisco.  

Sin embargo, las referencias que tenemos de una agencia dedicada exclusivamente al servicio de varones homosexuales se remontan hasta mediados de los años ochenta, donde un personaje de nombre "Dante" se anunciaba en los avisos de ocasión de las nacientes revistas gays de la ciudad (como el Macho-Tips o el Hermes) ofreciendo abiertamente servicios de prostitución (o "acompañamiento"). La mecánica era simple: le llamabas por teléfono, te describía al o a los chicos disponibles, establecía la tarifa y te pedía tu número telefónico para confirmar el trato; a los pocos minutos te regresaba la llamada, pedía la dirección del encuentro y te enviaba al chico a la hora acordada. Cogías, pagabas y se iba. Usualmente, la comisión que el dueño de la agencia (o "lenón") acordaba con el prostituto, iba entre el 40 y el 50% de la tarifa cobrada al cliente. Como es lógico, muchos de estos chicos establecían contacto directo con el cliente para no tener que compartir comisiones con el intermediario; más adelante, a mediados de los años noventa y saliendo de la clandestinidad, surgirían prostitutos dueños de su propia empresa, de su propio nombre (Viktor "El Ruso", Shelton, Martel y otros) y -más importante- con su propia cartera de clientes.

Poco a poco, y apoyados por una naciente industria editorial gay, a lo largo de los años noventa fueron surgiendo nuevas agencias de prostitutos (ahora llamados eufemísticamente acompañantes -o escorts-, sexoservidores o masajistas). Sin embargo, éstas comenzaron a decaer y a desaparecer ante la llegada a México de dos importantes avances tecnológicos: el teléfono celular y la Internet.

El teléfono celular le dio la posibilidad a los sexoservidores de hablar con sus clientes en cualquier lugar y a cualquier hora, pero -sobre todo- de olvidarse por completo de la intermediación y el pago de comisiones a un lenón o a una agencia. Nuevamente apoyados por los editores de revistas gays, pero también de otras publicaciones impresas (como la sección de "masajistas" de Tiempo Libre), comenzaron a verse anuncios individuales de chicos ofertando sus servicios y con su número de teléfono celular para contactarles directamente. Por su parte, la Internet ha significado también una transformación sustancial en lo referente a la prostitución (heterosexual y gay), ya que ha propiciado nuevas y diferentes vías de comunicación entre los vendedores y los compradores del servicio. Actualmente, si quieres contratar a un prostituto, sólo tienes que salir a la calle para comprar los condones; al chico lo consigues desde la comodidad de tu hogar. Así de simple.

Por su parte, existen dos modalidades para acceder a servicios de escorts (como actualmente está de moda llamarle a los sexoservidores) utilizando la Internet: consultar la sección correspondiente en los principales portales gays del país o la localidad de que se trate, y ver ahí la oferta disponible; o acceder directamente al book o portafolio virtual de un chico determinado. En cualquier caso, ambas partes, el cliente y el prestador del servicio, cuentan hoy con mayores garantías y disminuyen el riesgo de que la transacción traiga consigo sorpresas inesperadas. Como es lógico, celular y la Internet- trajeron consigo enormes beneficios económicos para los sexoservidores, pero también para los clientes que ahora sacaban de la negociación a ese incómodo tercer actor de la prostitución callejera: la policía corrupta.

  • La Prostitución Juvenil en México

"Agentes estatales detuvieron al presidente de colonos del fraccionamiento ampliación San Francisco de Asís llamado Ignacio Avalos García……alias el "nacho" acusado de los delitos de violación, espuria y corrupción de menores, de acuerdo a averiguación previa de febrero 2008, de la subprocuraduría de investigación especializada. El nacho les proporcionaba inhalantes con los cuales los drogaba, películas pornográficas y abusaba de ellos a cambio de 20 a 50 pesos, en el número 116 de la calle 16 de Julio. En su casa organizaba fiestas de las que los menores salían en estado de intoxicación, por alcohol y por solventes tales como tinher y pegamento.

Como presidente de colonos afuera de su hogar el nacho colocó una cartulina con la leyenda: "La experiencia nos distingue, atención solvencia, honradez y eficacia, nuestra lema es servir antes que servirnos" Los delitos por los cuales ejerce acción penal están tipificados en el código penal vigente como delitos graves por los cuales no alcanza los beneficios de libertad condicional

El subprocurador Carlos Zamarripa Aguirre indicó se recabaron las declaraciones de 9 menores de edad quienes fueron reincidentes en declarar que si asistían algunos diariamente al domicilio del nacho. Con el pretexto de dejarlos ver televisión y jugar videojuegos les facilitaba y los inducia a que inhalaran solventes y les ponía películas con contenido de sexo explicito para luego ofrecerles cantidades de dinero entre 20 y 50 pesos para que tuvieran relaciones sexuales con él, como explico Zamarripa.

De acuerdo con el subprocurador la mayoría de los padres de familia de los menores desconocían las actividades ilícitas por lo que manifestaron una gran indignación toda vez que el nacho era el líder social de la colonia y se ostentaba con la mayoría de los vecinos como una persona honesta y altruista.

Un menor al ser interrogado por personal de la procuraduría de justicia confeso que el nacho abusaba de él y le daba dinero por hacerlo. El menor afectado iba en 6 de primaria abandono sus estudios, disminuyo de peso y se encuentra en tratamiento psicológicos. La mayoría de los menores afectados son de la primaria Francisco Villa de la colonia San Francisco de Asís.

Ignacio Avalos de 44 años de edad fue consignado ayer en la tarde al juzgado decimo penal donde a las siete de la noche rindió su declaración preparatoria.

  • Tenía objetos pornográficos.

En una investigación que realizaron agentes del grupo especial de reacción inmediata en la casa del presidente de colonos de fraccionamiento San Francisco de Asís localizaron material pornográfico, había revistas, videos, películas ungüentos y juguetes sexuales de acuerdo a las investigaciones de la PGJE utilizaba Ignacio Avalos con los menores.

Al recabar su declaración ante el agente del ministerio publico el nacho confeso que mantuvo relaciones sexuales con dos menores de edad y dos adultos. Además de que si les exhibía películas pornográficas a menores de 9 años porque eso era "fuera de lo común".

El subprocurador Carlos Zamarripa indico que dada la gravedad de los delitos investigados de la circunstancias de su comisión y aunado a que el propio acusado manifestó su intensión de irse de la ciudad se giro la orden de detención. En la casa del nacho quien es soltero y no tiene hijos se organizaban los cursos de verano de los niños de la colonia y las juntas del comité de colonos. A un costado de su casa vive un hermano de él con su familia "Tiene mucho tiempo de vivir aquí, años"

"Nacho" fue antes presidente del comité de colonos, luego estuvo otro presidente y ahora está otra vez el" dijo un vecino que vive enfrente de la casa del inculpado, quien dijo desconocer los hechos.

  • Pide Justicia Madre de Menor Acusado

Gabriel M. vecina de la colonia San Francisco de Asís y madres de 6 hijos dijo que desde hace dos años descubrió que el presidente de colonos abusaba de niños pero que no tenía pruebas para demostrarlo "esto ya se sabía aquí desde hace como dos años pero nadie se atrevía a decir nada porque no teníamos pruebas, el por fuera era una persona intachable muy respetada porque ayudaba a la gente pero por dentro es un chacal a muchos niños les hizo daño incluyendo a mi hijo" comento Gabriela en entrevista con AM. La mujer dijo que el nacho todos los días estaba rodeado de niños en su casa a quienes llevaba con engaños

"Yo una vez lo descubrí cuando vino a buscar a mi hijo a la casa para que le hiciera un mandando entonces se los llevo a su casa, lo drogo con agua de celaste y marihuana" recordó.

Al irlo a buscar después de varias horas toco la puerta de la casa del nacho y vio que este salió abrochándose el pantalón y le dijo a Gabriela que su hijo no estaba con el aunque ella observo por la ventana que adentro de la casa había varios niños en eso la mujer escucho la voz de su hijo y pateo la puerta "Yo le dije: salte hijo. Y se salió todo marihuana, borracho, entonces me dio mucho coraje y le reclame a nacho, que por que le había hecho eso entonces él me decía que éramos unos ignorantes que no le iba a pasar nada a él, que no teníamos pruebas para acusarlo" relató la mujer.

Gabriela indico que son muchos los niños afectados "siempre había niños, a todos les causo un daño muy grande, los amenazaba para que no dijeran nada, los amedrentaba. Había niños desde 9 años hasta 14 o 15, a unos les decía que los iba a acusar de rateros y que iban a ir a la cárcel" agregó la mujer. Los supuestos abusos contra los menores eran reiterados, la mujer sostuvo que desde hace unos 6 o 7 meses se interpuso la denuncia de manera formal de acuerdo con la procuraduría de justicia la averiguación previa fue iniciada el 6 de febrero de 2008 en la coordinación de investigación de corrupción de menores y pornografía infantil adscrita a la procuraduría de investigación especializada (SIE).

"Yo voy a llegar hasta la últimas consecuencias porque lo que hizo no tiene perdón, a mi hijo me lo enveneno y a muchos otros niños lo que queremos es que se haga justicia" Gabriela N., vecina.

(El Sol del Bajio)

Los primeros antecedentes que conocemos sobre la prostitución juvenil nos remiten a los años cincuenta, y nos hablan de que la denominada "prostitución ambulatoria", ya incluía en ese entonces a niñas de entre 13 y 17 años. La misma fuente nos señala que en el período de reordenamiento espacial de la prostitución en México a fines de los sesenta un estudio de la época da cuenta de la existencia de prostitutos y prostitutas de menos de 15 años (Quijada, 1968; citado en Lastra: 1997).

Por otro lado, nos encontramos con los numerosos datos de prensa y revistas que nos hablan de la proliferación de table dance, cabarets y night club en México desde fines de los cincuenta hasta 1970.

En este período se produce el auge de las "revistas", género de diversión que desarrollaba en el cabaret y que combinaba la presentación conjunta de humoristas, cantantes y "shows" de jóvenes "bailarinas" y "vedettes".

Skewes (1985), intenta explicar el proceso de transformación de la prostitución a mediados de los ochenta. Skewes plantea la existencia de un cambio en el modelo tradicional de prostituta, que marca el paso de la imagen de una prostituta adulta a la de una prostituta joven "a la moda":

"El modelo tradicional de la mujer artificiosamente vestida y maquillada para atraer clientes, deja de ser operativo en la situación actual mexicana. En ello inciden dos factores: los cambios en los patrones estéticos derivados de la acción de los medios de comunicación y las necesidades de autoprotección. El modelo resultante es el de la niña a la moda y buena parte de la indumentaria está constituida por jeans, shorts, botas, chaquetas de mezclilla, pulseras, aros y collares artesanales, faldas de cuero cortas, etc. El maquillaje y el teñido del pelo siguen empleándose pero, esta vez, en la línea impuesta por la moda. El modelo anacrónico persiste en los sectores tradicionales de prostitución" (Skewes, 1985:69)

Esta "juvenilización" de la imagen de la prostituta tiene directa relación con las características estéticas que resalta el "nuevo modelo económico" que comienza a aplicarse a comienzos de los años `80.

Este cambio de modelo tiene directa relación con la transformación de los espacios donde se ejercía habitualmente el comercio sexual. Por un lado, se modifica lo que Skewes denomina como el "comercio sexual en centros diversión". Es a partir de estos cambios que la calle, espacio donde se realizaba comercio sexual en relación a un espectáculo, abre el paso a una nueva institución en la sociedad mexicana: la discoteca. Es a partir de 1978, aproximadamente, que empiezan a desarrollarse estos espectáculos diurnos de bajo costo realizados en locales pequeños. Este nuevo espacio de prostitución es descrito y etnografiado en forma contemporánea por el antropólogo Carlos Piña, en su texto "La Reina del Topless" (1985).

Por otro lado, se produce un proceso simultáneo de marginalización y desaparición de los prostíbulos tradicionales y aparición de nuevos espacios de prostitución en los que las protagonistas son esas "niñas a la moda", las "azafatas": "Los prostíbulos ven nacer en este período una fuerte competencia en instituciones que hasta la fecha eran desconocidas. Surgen las casas de masaje, saunas y los hoteles parejeros con servicios de azafatas. Estas nuevas dimensiones del comercio sexual se asocian también a un estilo que deriva de la implantación de un sistema capitalista a nivel de la sociedad global. Se trata de inversiones que demandan un capital y en las que la actividad se organiza en referencia a la identificación de los servicios ofrecidos con un tarifado pre-establecido y en el que el trabajador asume una relación más bien funcionaria con el comercio sexual" (Skewes, 1985:63)

Por otro lado, estas transformaciones redundan en un cambio en la relación que las nuevas generaciones de hombres establecen con la prostitución. Existiría una pérdida de sociabilidad, un tránsito de una relación más colectiva a una individual: "Sin embargo en la generación más joven se hace evidente un cambio. La prostitución ya no aparece asociada con la sociabilidad, con una diversión en la que participa un grupo de hombres, sino como un trato más bien individual entre un hombre y una mujer, ello debido a transformaciones culturales que inciden en la sociabilidad, la sexualidad y en la diversificación de

la oferta en el mercado sexual. Por otra parte el rol de iniciación que cumplieron los prostíbulos entre las generaciones anteriores desaparece, al aceptarse socialmente en amplios sectores las relaciones entre pololos". (Rebolledo, 1998:47)

No obstante los datos precedentes es sólo a partir de los años noventa, que los investigadores de la prostitución empiezan a considerar la variable etárea como relevante en sus análisis y propuestas de intervención. Antes de 1990, a menos que se percibiera el ingreso a la prostitución como parte de la explotación sexual de menores – relacionándose ésta con su posterior ingreso a la prostitución adulta-no existen datos de investigaciones específicamente orientadas a estudiar la Prostitución Juvenil.

En el artículo de Vidal (1992) sobre adolescentes y prostitución, se señala como causas del ingreso a la prostitución, los factores socioeconómicos y el trasfondo cultural marcadamente sexistas (p.310). La autora señala que el ingreso temprano a la prostitución entraña un daño psicosocial que marca la identidad de la adolescente lo que se transforma en una realidad de difícil reversión. Señala que las adolescentes prostituidas se convierten en el grupo de pares de la adolescente frente a la adversidad que significa cargar con el estigma. El dinero constituye un reforzamiento para continuar en la prostitución, puesto que permite la subsistencia de la adolescente y su grupo familiar, así como el acceso a bienes de consumo que en otras condiciones laborales serían de difícil acceso. El dinero y el costo emocional que lleva agregado la prostitución conectan a la adolescente con el mundo de las drogas haciéndolas dependientes de éstas, constituyéndose así en un círculo vicioso de difícil salida (p.311).

En la investigación desarrollada por RAICES (Araya & Latorre, 1997), se abordan los factores de riesgo que estarían actuando para que la adolescente "incurra en conductas disfuncionales" que atentan contra su normal y pleno desarrollo. Según las autoras, destacan en primer lugar la actual situación de pobreza en México. El consumo es otro factor que está presente dentro de los factores de riesgo. Las autoras indican que los jóvenes de sectores pobres se enfrentan día a día a la creación de nuevas necesidades generándose así mayores frustraciones y nuevas estrategias para la satisfacción de éstas, entre las cuales se encuentra la prostitución.

Los factores psicosociales, relacionados a la familia de origen de los menores, conforman otro de los factores mencionados por las autoras. Dentro de este punto se mencionan las condiciones de hacinamiento y promiscuidad, problemas de alcoholismo, drogadicción y/o prostitución, la violencia física y sexual, etc.

Hay que señalar que es posible que la prostitución adolescente esté aumentando por cambios en la demanda, donde los clientes exigen mujeres cada vez más jóvenes. En efecto, la información de que se dispone a nivel mundial, señala que las edades han tendido a bajar cada vez más lo que está relacionado con un crecimiento en la explotación sexual de menores y el tráfico de niños para la prostitución y la pornografía.

Esto tiene que ver con cambios en las formas de erotismo del comercio sexual y la pornografía que presentan a los/as menores como una nueva fuente de placer. A esto se suma la errónea creencia de que las niñas o adolescentes por su menor experiencia tienen menos posibilidades de estar infectadas con el VIH.

Con respecto a las motivaciones de ingreso y mantención en la prostitución juvenil femenina, encontramos las mismas que otros estudios habitualmente han denotado como factores clásicos vinculados a la prostitución adulta: situación socioeconómica, crisis y desestructuración familiar, violencia intrafamiliar y sexual, desvalorización de la autoimagen psíquica y del cuerpo.

Esta situación actúa como un dispositivo por el cual las mujeres jóvenes justifican y legitiman su ingreso y mantención en la prostitución, este hecho se acrecienta si se tiene en cuenta que la mayor parte de las veces los padres de estos hijos están ausentes, lo que significa que muchas de estas jóvenes deben asumir un temprano rol de jefas de familia.

Además de los factores "clásicos" de ingreso a la prostitución (abuso sexual, situación económica precaria, vagancia, mendicidad) aparecen características particulares de las prostitutas adolescentes en relación a sus motivaciones, sería el consumo y tráfico de Cocaína, es posible que esta sea una marca generacional de algunos sectores, que actúa fuertemente sobre las motivaciones de las jóvenes. Un segundo rasgo particular es que "las jóvenes no sólo necesitan dinero para mantenerse, ayudar a sus familias o a sus hijos, sino que también, para comprar aquellos bienes de consumo y de entretención que una joven de su edad desea, en gran medida influenciada por las campañas de publicidad llevadas a cabo por los medios de comunicación" (Ibid: 42)20

Por otra parte, el estudio da cuenta de una diferenciación entre la prostitución adulta y la juvenil que se desarrolla en el mismo espacio (calles, glorietas). Un elemento clave es que la vestimenta de las jóvenes no es la típica de la mujer "del ambiente" sino que es de tipo informal (jeans, chalecos, faldas largas) con excepción de algunas adolescentes cuyo atuendo corresponde al estereotipo "del ambiente": minifalda, chamarra corta o peto, bolsa pequeña, uso de maquillaje. Otro aspecto destacable es que el lenguaje utilizado y la actitud corporal se relacionan con la experiencia en el ambiente, pues a mayor tiempo en el comercio sexual adquieren mayor semejanza con el estereotipo de la prostituta adulta. Estas últimas desarrollan un comportamiento más "profesionalizado" y pautado en relación a la vestimenta ad-hoc y a las posturas corporales específicas para llamar la atención del cliente.

Además de este tipo de diferenciación existe una marcada rivalidad y competencia por los clientes entre las prostitutas jóvenes y las adultas. Esto obedece a que muchos hombres prefieren a las más jóvenes pues éstas debido a su inexperiencia son menos exigentes en cuanto los límites de su actividad ("se les puede pedir de todo") y cobran menos dinero. Esta rivalidad tiene como consecuencia la expulsión de las menores de los focos donde trabajan las adultas (Ibid: 29). Según estas últimas la razón principal de esta expulsión es que las menores son más perseguidas por la policía, portan drogas y además ellas pueden ser acusadas de corrupción de menores.

En relación a la tesis universitaria de Maldonado y Bersezio (1992), encontramos que en ella se realizaron entrevistas en profundidad a mujeres que ejercen la prostitución en Santiago, en Chile, aunque no se especifica qué tipo de prostitución ni zona geográfica del ejercicio. El universo de estudio fue constituido por 10 mujeres entre 18 y 25 años de edad, provenientes en su mayoría de las comunas pobres de la Zona Oriente de Santiago, y dos de Galvarino y Lota respectivamente.

En la investigación, se estima que en 1992 las jóvenes ganaban un promedio diario de 7.500, lo que multiplicado por 20 días hábiles del mes daría un ingreso de $150.000 mensuales. Tal cantidad equivalía al 390% del Ingreso Mínimo Legal a la fecha, y a un 272% de un sueldo promedio de una empleada de casa particular estimado en $55.000 (Ibid:72). Sin embargo, estas mujeres no cuentan con ningún sistema de previsión económica para el futuro, y sus apremios económicos no les permiten mantener un nivel de ahorro, lo que a su vez les repercuta en mejorar el nivel de vida. Por tanto, ellas vivirían en una economía de subsistencia. A esto se suma la informalidad propia de la actividad, al bajo nivel de escolaridad y a la inestabilidad residencial en que viven (la mayoría de las jóvenes son expulsadas con frecuencia de sus hogares y más adelante son recibidas nuevamente una vez que se ha solucionado o atenuado el conflicto que originó la expulsión).

Las jóvenes entrevistadas se iniciaron como prostitutas a una edad promedio de 15 años, es decir, durante su adolescencia. Estas manifiestan como determinante para haber llegado a ejercer, su experiencia de extrema urgencia económica que habrían sufrido en ciertos momentos de su vida (abandono del hogar por parte del padre; fuga del hogar por maltratos; fuga desde algún centro de internación, etc.) (Ibid:74)

Relacionando el dato acerca de la edad promedio de inicio en el mundo de la prostitución con el tema de la prostitución juvenil, podemos afirmar que el ejercicio de esta práctica siendo niñas, adolescentes o jóvenes, muy probablemente implicará el desempeño de esta actividad como un verdadero oficio en la edad adulta. Es decir, es probable que el involucramiento en prostitución por parte de niñas y jóvenes no sea temporal ni circunstancial, sino que sea un paso que se transforme en una forma de vida hasta la adultez.

La maternidad y la responsabilidad económica por sus hijos, es la razón para permanecer en el ejercicio de la prostitución. Suelen tener relaciones de pareja en convivencias que no permanecen en el tiempo, y por tanto la responsabilidad de la manutención económica de los hijos recae exclusivamente en ellas.

De acuerdo a estos datos, las investigadoras realizan asociaciones que les permiten concluir que a menor edad del primer embarazo (a una edad promedio de 16.3 años) mayor es la cantidad de hijos que las muchachas tienen (Ibid:74). Esto último, lleva a colegir que por una parte si las muchachas no han tenido hijos al momento de iniciarse en la prostitución, una vez tenido el primer hijo su permanencia en el medio será "casi automática". Por otra, que es probable que a mayor cantidad de hijos, más difícil se hace dejar el ejercicio de la prostitución si así lo quiere la mujer. Y por último que una vez siendo madres adolescentes (en un contexto de extrema pobreza) es mayor la probabilidad de que estas muchachas se inicien en el ejercicio de la prostitución.

Independientemente de la valoración asignada al género, todas las jóvenes entrevistadas ligan su identidad al hecho de ser mujer. En cuanto a las actitudes, prácticas y contenidos simbólicos que entienden como propios de cada género, las mujeres entrevistadas no conciben el ser mujer sin la presencia de la maternidad y la consecuente responsabilidad por obtener ingresos económicos que permitan dar cuidado y protección a los hijos. Es más, el ser madre es el contenido principal que recibe la categoría de femenino por parte de las entrevistadas, y una menor relación se hace con los roles de dueña de casa y esposa considerados en nuestra cultura como propios de la mujer (ibid:81).

Es en ese sentido, que el ejercicio del comercio sexual es visualizado como la única alternativa para generar recursos económicos que les permita cumplir con su rol de madre en función de proteger a los hijos.

Profundizando en lo que significaría el ser madre para estas jóvenes, la investigación nos deja saber que todas ellas manifiestan que la maternidad es un hecho muy importante en sus vidas. Ello estaría asociado por una parte a un sentimiento y necesidad de posesión donde los hijos son entendidos como "algo propio", y por otro, a una posibilidad de crear vínculos afectivos prolongados en el tiempo (Ibid:82). De esta manera, se vislumbran vinculaciones entre carencia afectiva suplida con la maternidad y carencia económica suplida con la prostitución. Tal vez, para caracterizar y entender cierto tipo de prostitución es necesario que recurramos a tales factores.

La experiencia de la maternidad es central en la vida de estas jóvenes mujeres prostitutas en tanto puede ser entendida como un motivo de iniciación en el ejercicio de la prostitución, una vez que se experimenta el ser madre en un contexto de aguda necesidad económica (y podríamos pensar en otros factores a averiguar como la cercanía o fácil acceso con el "ambiente" a través de conocidos o parientes, por ejemplo); como una razón de permanencia en el ejercicio ya que existen hijos de los cuales responsabilizarse económicamente y proteger; y como "redención" o la manera de formar parte de una sociedad que les margina y estigmatiza por ser prostitutas, en tanto ser madre es un valor sumamente importante y de gran valoración positiva en nuestra cultura.

Lo masculino, el ser hombre es valorado polarmente por las entrevistadas; los hombres son buenos o son malos. El hombre bueno es aquel que entrega afecto, compañía, protección, que respeta a la mujer, que no la agrede físicamente, que se encarga de la manutención económica de la familia. El hombre considerado malo es aquel que golpea a su esposa y/o sus hijos, que es infiel, el que abandona Ibid:92)

A su vez, los clientes también son entendidos bajo estas mismas categorías. Los clientes buenos son los respetuosos, comprensivos, los que dan buenos consejos, los que dejan dinero sin nada a cambio. Por su parte, los clientes malos no les tienen respeto, son atrevidos y abusadores (Ibid:93).

Además definen otras características comunes a los hombres en general, las jóvenes mencionan su "necesidad" de mantener relaciones sexuales (Ibid:93), el "mantener relaciones sociales", entendido esto como el tener libertad e independencia para salir, abandonar el hogar, hacer amigos, hacer vida social, etc. Y, por otro lado, la tarea de obtener ingresos económicos (Ibid:94).

En cuanto a la sexualidad de las jóvenes nuevamente encontramos como primeras experiencias sexuales violaciones o inicio en el comercio sexual (Ibid:98). Lo anterior se complementa con otras experiencias sexuales traumáticas previas y posteriores a la primera relación sexual, como caricias forzadas de parte de padres, parientes o amigos de la familia, violación de parte de uno más hombres y agresiones físicas entre otros (Ibid:99).

En el contexto del trabajo, la mayoría de las jóvenes expresa que las sensaciones son negativas, de desagrado. Sin embargo, dependiendo de la relación establecida con el cliente, la relación sexual con éste puede representar agrado en la medida que las jóvenes se sienten valoradas al ser "escogidas"(Ibid:100) Asimismo, el discurso en torno al comportamiento de los hombres durante la relación sexual no difiere entre los hombres que son pareja y los clientes, pues existe la percepción de que en general los hombres son "cargantes" (buscan demasiado el sostener una relación sexual), mientras que las mujeres son cariñosas y entregan afecto.

Otro aspecto que resulta sumamente interesante es la percepción de la menstruación como proceso de purificación del cuerpo, momento de desahogo sexual a su vez que confirmación de ausencia de embarazo (Ibid:91) Al igual que en otros estudios las investigadoras concluyen que las jóvenes experimentan una fragmentación de su cuerpo, como una forma de resguardar (del espacio público) ciertas partes de éste y ciertas actitudes sexuales para sí mismas y sus espacios privados e íntimos. Prácticas sexuales y besos reservados, según ellas, para sus parejas, y especialmente la masturbación entendida como una forma de "darse cariño", constituirían espacios inviolables, propios e inexpugnables donde ejercerían un mínimo control de sí mismas y sus cuerpos.

  • La Prostitución Juvenil Masculina

La prostitución masculina es un fenómeno relativamente nuevo en nuestro país, solamente se tiene antecedentes de ella desde los años sesenta en adelante (Lastra 1997), su verdadero desarrollo parece producirse a partir de comienzos de los ochenta, junto con la masificación de los saunas y el cierre de los últimos prostíbulos, comienza a consolidarse como un nuevo circuito de prostitución.

La proliferación de focos de prostitución juvenil masculina, puede ser entendida como un reflejo de los cambios en la manera en que hombres y mujeres viven su sexualidad en el contexto de la modernidad en el país, pues si los roles masculinos y femeninos están en proceso de transformación, el consumo de lo erótico también lo estaría (Cerva 1998: 7-8). Estas mutaciones también incluirían la posibilidad de que la sexualidad juvenil masculina esté en proceso de transformación en términos de una mayor objetivación de su cuerpo para el placer femenino como sucede en el caso de la prostitución masculina heterosexual.

No obstante lo anterior, el aumento de la prostitución juvenil masculina homosexual obedecería a otros determinantes, como es la segmentación de la demanda de prostitución por parte de los clientes hetero y homosexuales. Cerva (1998) señala que la prostitución masculina ha sido habitualmente minimizada por su cuantía desproporcionadamente menor a la de las mujeres, sin embargo señala la autora, este argumento no es capaz de restar importancia a un ejercicio que constituye un importante medio que utilizan algunos hombres para obtener ingresos. Más allá de la composición numérica, lo que estaría pesando como argumento es la idea de una sexualidad femenina pasiva frente a una sexualidad masculina activa. "Las nuevas formas que adquiere esta práctica en México nos llevan a cuestionar la idea de asumir al hombre como el único sujeto que demanda una relación sexual comercial, dentro de la cual se asume que ejerce su poder y dominación sobre el cuerpo femenino…" (Cerva 1998: 2).

La muestra del estudio de Cerva está compuesta por hombres heterosexuales mayores de 18 años (11 en total), siendo el criterio de selección el acceso que se pudo tener a ellos en discotecas, bares o restaurantes, shows femeninos, discotecas gay, cafés-topless para mujeres, agencias privadas de prostitución y revisión de los anuncios de la prensa. Los entrevistados se clasifican en 4 prostitutos de agencias; 3 prostitutos independientes y 4 strippers de shows femeninos.

A través de las agencias los prostitutos obtienen los contactos con sus clientas/es, deben dedicar más tiempo a la prostitución (en comparación con el prostituto independiente y el stripper), comparten el 50% de lo que obtienen con el dueño de la agencia y en algunos casos pueden realizar prestaciones homosexuales si es que la demanda así lo dicta, todo esto a cambio de la protección y seguridad que brinda la agencia. En cambio el prostituto independiente, como su nombre lo indica, trabaja solo, ofrece sus servicios a través de la prensa escrita y obtiene la ganancia total de la atención. El stripper consigue a sus clientas a través de su participación en los shows femeninos, ejerce esta actividad de manera esporádica y obtiene el total de la ganancia. En este último tipo de prostitución la proyección de una imagen sensual y varonil es fundamental.

Los entrevistados tienen entre 22 y 36 años de edad, la mayor parte son de nivel socio económico medio (con excepción de uno que proviene del sector medio-alto), algunos poseen estudios superiores, universitarios y técnico-profesional, la mayor parte son solteros, aunque también los hay casados, otros tiene hijos, viven con su padre o en forma independiente. Como ocurre también en la prostitución femenina, la mayor parte de los entrevistados declara que su familia no tiene conocimiento de su actividad, asimismo sus parejas quienes ignoran a lo que se dedican (Ibid:65).

En relación a los aspectos etiológicos de la prostitución masculina heterosexual, la autora del estudio señala que entre las principales causas de ingreso de los sujetos están los factores económicos, obtener dinero de manera fácil para luego gastarla de la misma manera, en alcohol, fiestas y drogas.

Una segunda motivación se refiere a gratificaciones de tipo psicológicas "el sentir que son capaces de complacer sexualmente a cualquier mujer refuerza su yo individual, aumentando su ego y vanidad como machos" (Ibid: 78). Sin embargo, puesto que en estos contactos sexuales se encuentra presente la exigencia de remuneración, pensamos que se trata de un argumento que intenta mantener la lógica actividad-masculina / pasividad femenina, es decir, elude la objetivación que supone la prostitución. Al respecto, es necesario establecer distinciones: en el caso de las agencias la cita con la clienta es concertada telefónicamente por lo tanto aparece como "impuesta" al prostituto. Esto no ocurre en el caso de algunos "stippers" quienes una vez finalizado su show intentan seducir a las espectadoras (y potenciales clientas) circulando por las mesas en que ellas se encuentran e intentando entablar una conversación, en este caso encontramos efectivamente un rol más activo.

Asimismo, en el caso de las agencias de prostitución masculina encontramos un grado de control equiparable al de los masajes y prostíbulos femeninos: control sobre los ingresos del prostituto e imposición de aceptar a los clientes que demanden el servicio, sin importar las características físicas, la edad, si se trata de atención a parejas o incluso a clientes homosexuales. Frente a esto aparece nuevamente el discurso que sobrepotencia sus características "masculinas" y que enfatiza Cerva señala sin embargo, que en general son las mujeres las que se acercan a los strippers con el fin de contratar sus servicios sexuales, pero él puede decidir si acepta o no (Ibid:75) en la importancia de la realización del acto sexual, "el factor dinero pasa a segundo plano cuando lo importante es que se tiene la posibilidad de disfrutar de varios contactos sexuales y que como hombres eso ya es una recompensa" (Ibid:80)

Con respecto a las/os clientas/es destaca el hecho de que no sólo se trata de mujeres sino que también sus servicios son demandados por parejas, donde por lo general es el hombre quien contrata los servicios del prostituto para que este tenga relaciones con su mujer, mientras él observa. Esta práctica es bastante común en el ámbito de prostitución masculina heterosexual e incluso supera muchas veces las atenciones que se hacen a mujeres solas (Ibid: 83-87).

Los prostitutos señalan que la demanda de atenciones homosexuales supera ampliamente a las de tipo heterosexual. En general tanto los prostitutos de agencias como los strippers manifiestan su rechazo a tener relaciones con hombres, de esta manera buscan formas de reafirmar su masculinidad insistiendo y resaltando sus características masculinas frente a las mujeres, negándose o rechazando la idea de bailar en discotecas gay, por ejemplo. Sin embargo, la autora encuentra un "miedo latente" en los sujetos en mantener relaciones homosexuales.

Como en la prostitución femenina, la personalidad del prostituto es escindida asumiéndose como un hombre heterosexual en su vida "normal", que le gustan las mujeres. En tanto como prostituto es otro, al punto que cambia de nombre y puede asumir la posibilidad de un contacto homosexual "por razones de trabajo", por obtener mayores ingresos.

El discurso de los prostitutos se desdobla en una argumentación que defiende el derecho de las mujeres a liberarse y otro que rechaza este tipo de comportamiento en ellas (Ibid: 94). A través de este discurso se reafirma la división social de los sexos, la que reproduce los estereotipos de los masculino y lo femenino. Para los hombres el dedicarse a la prostitución los hace más machos y varoniles, aunque saben del verdadero significado del comercio sexual (Ibid: 105).

A diferencia de la Prostitución Heterosexual, la Prostitución Juvenil Masculina Homosexual se encuentra vinculada a códigos de sexualidad que han sido develados por estudios antropológicos que indagan sobre las posiciones de identidad que existen al interior del "ambiente homosexual", como Perlongher (1992) y Díaz (1995).

En efecto, a partir de los antecedentes que nos proporcionan dichos estudios, podemos distinguir a lo menos tres tipos de prostitución masculina: una "prostitución viril", desarrollada por jóvenes que muestran ante el cliente una exacerbada masculinidad y que por lo general se autodefinen como heterosexuales; una prostitución desarrollada por jóvenes prostitutos que asumen una identidad "gay" o "bisexual" y la prostitución travesti.

Dentro de los clientes de estos tipos de prostitución masculina se encontrarían, fundamentalmente, los "tapados" (Díaz, 1995:153), es decir aquellos hombres, en su mayoría adultos y casados, que no asumen su homosexualidad.

Respecto a la denominada "prostitución viril" encontramos mayores referencias en el estudio de Perlongher (1992) sobre prostitución masculina en Sao Paulo:

"Acuñamos la noción de prostitución viril para diferenciar la prestación de servicios sexuales llevada a cabo por el miché – que hace gala, en su presentación ante el cliente, de una exacerbada masculinidad-, de otras formas vecinas de prostitución homosexual, protagonizadas, en primer lugar, por el travesti – que cobra al macho por su artificiosa representación de la femineidad, a la que no le son ajenas las turbadoras turgencias del fetiche- y, en segundo lugar, por otros dos géneros francamente minoritarios en el ambiente brasileño: el homosexual afeminado que vende su cuerpo (llamado miché loca y otro tipo híbrido, que parece esta emergiendo aún tímidamente: el

miché gay" (Perlongher, 1992: 10)

Para el autor, se trata de desestereotipar la idea que existe de un continuo al interior de la prostitución homosexual. Al estudiar al miché, – término de los bajos fondos brasileños que se refiere al acto mismo de prostituirse independiente de los términos del contrato-, Perlongher da cuenta de la forma en que un grupo de prostitutos jóvenes ejercen su masculinidad en el acto de prostituirse: "…la virilidad del miché encarnaría, cuando no una copia, una exacerbación paródica del modelo mayoritario de hombre, que le corresponde por asignación anatómica. En ese sentido, cualquier hombre joven puede, eventualmente, prostituirse en cuanto miché, sin necesidad de proceder a un corte abrupto en la apariencia masculina normal. Curioso comercio, donde los normales aparecen prostituyéndose para los desviantes" (Perlongher, 1992:11)

Por otro lado, un estudio que nos aporta mayores antecedentes respecto a la relación que existe entre la prostitución masculina y el mundo "gay", es la tesis de Pujado (1995).

A pesar de que en este estudio no se aborda detalladamente el tema de la prostitución vemos que ésta parece ser inseparable de un mundo caracterizado por los encuentros inmediatos, furtivos y rápidos. La búsqueda de este tipo de experiencia por parte de los clientes se explica en que al desarrollarse en este contexto "peligroso" "crea en algunos una dependencia análoga a la de la droga -relación- que teorizan como consecuencia del peligro y el gusto por la aventura, pese a reconocer en su fuero interno su carácter sórdido" (Pujado, 1996: 28).

Otro aspecto que vale la pena relevar, es que, según Pujado, desde la perspectiva del prostituto existiría un imaginario gay, el que determinaría la búsqueda en el cliente de un cierto tipo de hombre: mayor, rubio, de buena situación socioeconómica, el que encarna la posibilidad de ascenso social, bienestar y consumo. Este "cliente padre" podría estar incorporado como elemento motivacional en el ejercicio de la prostitución.

Finalmente, en relación con la prostitución travesti encontramos antecedentes que plantean que ya en los sesenta existían focos de este tipo de prostitución. Por lo general, los prostitutos provienen de sectores poblacionales, por lo que su actualización genérica femenina quizás tiene que ver más con una cuestión económica que con la existencia de un imaginario femenino en el mundo popular de la homosexualidad (Díaz, 1995). La pobreza los llevaría a ejercer la prostitución y de ahí la competencia por los clientes que demandan dicho modelo feminizante de muchacho. Esto los llevaría a vestirse de mujeres aun cuando algunos no se asuman como homosexuales sino como heterosexuales o bisexuales. Un aspecto distintivo de la prostitución travesti es el hecho de que pueden intercambiar un rol activo o pasivo frente a los clientes.

CAPÍTULO 2:

Metodología de investigación

  • Conceptos generales y definiciones operacionales

Como primer aspecto metodológico nos pareció necesario redefinir la muestra original de nuestra investigación que planteaba el estudio en un rango etáreo entre los 12 y 24 años.

A partir de la revisión bibliográfica detectamos que la prostitución infantil o infanto-juvenil constituía un tema con especificidad propia, que había sido trabajado con mayor profundidad que las formas de prostitución vinculadas a lo juvenil. Es a partir de este hecho que planteamos focalizar la investigación en el caso de las y los jóvenes (mujeres y hombres) en situación de prostitución, perteneciente a las edades entre 15 y 29 años.

Justificamos la ampliación del rango etáreo a partir de diferenciar la participación de hombres y mujeres en los diferentes tipos de prostitución. Si bien este podía parecer muy amplio para algunos tipos de prostitución como la callejera nos ayudaba a abrir la muestra a la representación de otras formas emergentes de prostitución como las de agencia, sauna, masaje y sobretodo formas de prostitución vinculadas al ascenso social, al acceso a un determinado estilo de vida vinculado al consumo (p ej: prostitución universitaria).

Por lo tanto, trabajamos con el concepto de prostitución juvenil. Entendiendo por prostitución juvenil la desarrollada por hombres y mujeres pertenecientes al rango etáreo comprendido entre los 15 y 29 años

  • Universo de Estudio

Esta investigación entendió como universo del estudio el conjunto constituido por adolescentes y jóvenes (mujeres y hombres) de entre 15 y 29 años que habitan y ejercen en la ciudad de Celaya Guanajuato, que se dedican al comercio sexual, especialmente de aquellas zonas donde, de acuerdo a las estadísticas oficiales y la práctica popular, se desarrolla con mayor frecuencia el comercio sexual en sus distintas modalidades.

  • Atributos de la Muestra

La muestra se fundamentó en un criterio de composición estructural basado en la capacidad de cubrir la diversidad de posiciones relevantes, modos, relaciones y puntos de vista posibles de encontrar en el universo juvenil de la prostitución.

Es a partir de estos preceptos que los miembros de la muestra fueron clasificados según los siguientes atributos:

  • a. Sexo: La investigación consideró a mujeres y hombres.

  • b. Edad: En el estudio se consideró el rango etáreo constituido por jóvenes entre 15 y 29 años, rango que considera lo que denominamos operativamente como "prostitución juvenil".

  • c. Estratificación Social: Se consideró a mujeres y hombres jóvenes prostitutas (os) de estratos socioeconómicos bajo y medio.

  • d. Tipo de Prostitución ejercida: Consideramos parte del estudio la prostitución femenina heterosexual y masculina homo y heterosexual incluyendo tanto la prostitución ejercida en forma particular e independiente como la ejercida a través de intermediarios.

  • e. Zonas en donde se ejerce la Prostitución: Para este efecto consideramos cinco zonas urbanas, definidas según las escasas estadísticas existentes sobre concentración del fenómeno de prostitución las que se basan en los controles de seguridad de la Guardia Municipal y de algunas referencias en los Centros de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social y de la Secretaria de Salud. De esta focalización en zonas retomamos los tres territorios de mayor concentración de prostitución, zona céntrica, zona oriente y zona norte, añadiendo a estos un cuarto territorio conformado por la zona sur. Justificamos esta opción por la existencia de datos que plantean la presencia de un foco de prostitución juvenil en sectores como la zona llamada "Mega" y gran tramo de la calle Constituyentes que colinda con la zona que llamamos Poniente. Así mismo en esta zona se encuentra un gran número de hoteles y moteles que se utilizan para estos fines.

Tomando en cuenta lo anterior la delimitación por zonas fue la siguiente:

a) zona céntrica

b) zona norte

c) zona oriente

d) zona sur

e) zona poniente

  • f. Espacios donde se ejerce la prostitución: Para efectos de esta investigación consideramos los siguientes espacios o territorios. En términos generales distinguimos entre espacios públicos y privados

i) Espacios Públicos:

  • Calles. Al interior de este espacio pudimos distinguir calles abiertas, públicas propiamente tales representadas por las avenidas, donde el contacto se hace entre la/el prostituta(o) y un cliente que llega al lugar en auto o en taxi y las calles, esquinas y pasajes de colonias de sectores bajos donde el contacto es al interior de la colonia, estos son llamados andadores..

  • Plazas y Glorietas: También incluimos dentro de esta categoría otros espacios como plazas y glorietas que se constituyen en lugares de reunión y de abordaje de prostitutas y prostitutos.

  • Centros Comerciales, también llamada Plazas Comerciales. Aquí son lugares públicos donde se localizan una tienda de autoservicio, rodeada de pequeños establecimientos y cines, donde se da cita para intercambio sexual.

ii) Espacios Privados

  • Prostíbulos. Se trata de recintos en los que se albergan las mujeres en condición de "contratadas", las que se encuentran a tiempo completo, ya que viven en un hotel cercano al centro de trabajo. Este sistema ha ido modificándose ante la rotación de prostitutas y prostitutos que se dan en el marco nacional.

  • Vapores y salas de masaje. Es llamado "el prostíbulo moderno". En apariencia, se trata de un local en que se ofrece servicios de baños y masajes pero en la práctica se trata de prestaciones sexuales. En estos locales se ofrece atención día y noche a cargo en turnos rotativos. Estos locales son conocidos también como "saunas" o salas de masajes.

  • Table Dance Son locales que funcionan de día y de noche en los que se ofrece un espectáculo de baile con desnudos femeninos totales o parciales y se ofrece compañía a clientes que conversan y consumen bebidas alcohólicas. Las acompañantes de este tipo de clientes se denominan fichera. El contacto sexual es un aspecto difícilmente reconocido tanto por las trabajadoras de estos locales como por los propietarios.

  • Night Club. Se trata de clubes (cantinas, bares) nocturnos en los que se contactan trabajadoras sexuales y clientes. Otra participante en este sistema es la fichera o azafata que tiene por función hacer consumir tragos al cliente y eventualmente puede ofrecer prestaciones sexuales.

  • g. Actores asociados a la Prostitución: Distinguimos 4 tipos de actores asociados a la Prostitución constituidos por:

  • 1. Clientes/as, distinguiendo entre clientes de prostitución heterosexual y clientes de prostitución homosexual.

  • 2. intermediarios (que participan del comercio sexual en forma directa ganando un porcentaje o un pago por el servicio)

  • 3. actores cotidianos que interactúan con las y los prostitutos sin generar ganancias de ese contacto.

  • 4. actores institucionales constituidos fundamentalmente por policías, autoridades e investigaciones, funcionarios de fiscalización y de los centros de Salud donde se controlan los y las prostitutas.

  • 5. Investigadores y miembros de organizaciones especializados en el tema que trabajen en las zonas anteriormente señaladas.

  • h. Espacios asociados a la Prostitución: Se trató de espacios que sin ser los lugares donde se ejercía directamente la prostitución forman parte del circuito de las y los prostitutas(os), de los clientes, intermediarios y actores institucionales. Nos referimos con esto a discotecas, moteles, bares, taxis, plazas comerciales, etc.

  • i. Temporalidad de la Prostitución: Para efectos de esta investigación distinguimos la observación de espacios diurnos (plazas, table dance donde se da botana, cantinas y bares) y nocturnos (calles, cantinas, bares, glorietas, locales nocturnos), de forma de determinar de que manera las formas de prostitución tienen relación con perfiles diferenciales de clientes/as.

2.1.3 Esquema Metodológico de Investigación

A partir de los objetivos de la investigación se implementó una metodología de investigación cualitativa, definiéndose la investigación como exploratoria e interpretativa, transversal no experimental (ex post facto).

2.1.3.1 Selección de las Técnicas

Nuestra estrategia metodológica consideró el uso de las técnicas de observación participante, discusión de grupo, entrevista semiestructurada y entrevista en profundidad. Dichas técnicas de recolección de información tomaron segmentos diferenciales de la muestra, privilegiando la adecuación del instrumento a las distintas etapas de la investigación.

  • Etapas de la Investigación

2.2.1 Etapa de Revisión Bibliográfica:

Esta etapa se realizó presentándose un informe que incluye: antecedentes con los principales enfoques y perspectivas sobre el tema de la prostitución, una contextualización del fenómeno de la prostitución en México, determinando formas de prostitución emergentes y presentando el estado de situación de la Prostitución Juvenil en México

  • Etapa de Descripción Etnográfica y Entrevista a Informantes Claves

En esta etapa planteamos un trabajo con informantes claves tendiente a constituir a partir de ellos una red de contactos que nos permitan llegar a las y los entrevistados. Esto dada la dificultad de acceder directamente a éstos últimos, particularmente en el caso de la prostitución femenina puesto que existen vínculos entre las prostitutas y ciertas organizaciones que trabajan el tema constituyendo un círculo cerrado de difícil acceso. En el caso de la prostitución masculina el trabajo en terreno nos fue más llano debido a que si bien existe un incipiente trabajo de organizaciones, no existen redes preconstituidas que restringieran nuestro acercamiento.

En términos de nuestro plan de trabajo dividimos esta etapa en las siguientes fases:

2.2.2.1 Prospección y Observación Participante

Se realizó un recorrido por:

a) zona norte

b) zona céntrica

c) zona oriente

d) zona sur

e) zona poniente

El recorrido nos permitió tener una visión general acerca de las distintas zonas en las que se concentraba la prostitución juvenil en sus distintas formas y acotar las etnografías focos o microzonas en las que se concentra la prostitución juvenil y adolescente

Es así como nos propusimos delimitar por zona los focos donde se concentra la prostitución juvenil femenina heterosexual y la prostitución juvenil masculina homo y heterosexual.

2.2.2.2 Entrevistas a Informantes Claves

La prospección se combinó y complementó con la realización de entrevistas semiestructuradas a informantes claves, actores del espacio urbano con contacto directo o indirecto con la prostitución.

La técnica de entrevistas semiestructuradas nos ayudó a profundizar desde el ámbito testimonial y biográfico en las percepciones que los actores involucrados en la prostitución tienen respecto a ésta.

Estos informantes claves fueron tanto clientes como otros actores que interactúan cotidianamente con las(os) prostitutas(os) como taxistas y recepcionistas o encargados de moteles, trabajadores sociales de instituciones oficiales, médicos y enfermeras de servicios de salud, funcionarios públicos y servicios de seguridad pública y privada.. Por otro lado, se entrevistó a investigadores y miembros de organizaciones especializadas en el tema.

Por observación participante entendimos la técnica de investigación que involucra la interacción social entre el investigador y los informantes en el medio de los últimos, y durante la cual se recogen datos de modo sistemático y no intrusivo (Taylor & Bogdan, 1990)

Se realizaron un total de 112 entrevistas, considerando entrevistas a informantes clave por zona de prostitución observada , considerando una muestra constituida por 30 clientes, 1 un actor cotidiano y 1 actor institucional. .

Tabla 1

Entrevistas semiestructuradas a informantes claves.

Taxistas

30

27 %

Trabajadoras Sociales

7

6%

Médicos y enfermeras

12

11%

Funcionarios Publicos

6

6%

Encargados de Centros espectáculos y night clubs

12

11%

Encargados de Hoteles y moteles

15

12%

Clientes

30

27%

Total

112

100%

Tabla 2

Funcionarios Municipales entrevistados

Presidente Municipal

Departamento Jurídico

Fiscalización

Guardia Municipal

Medicina Municipal

Comunicación Social

2.2.2.3 Etnografía Espacios Asociados a la Prostitución

Además se realizó una observación y etnografía de espacios asociados a la prostitución en un Table Dance que funciona en forma diurna en la zona oriente y en una discoteca que desarrolla espectáculos de martes y Jueves Femeninos, así como espectáculos "Masculinos" en forma simultánea, así como una discoteca de clientes Gay. Además de las diferentes plazas y lugares asociados a esta.

2.3. Etapa de Caracterización de la Prostitución Juvenil y Adolescente

En una tercera etapa de la investigación nos propusimos en principio realizar 22 entrevistas en profundidad a mujeres y hombres jóvenes que se encontraban involucrados en la problemática de la prostitución en sus distintas formas. Respecto a este punto, a partir de las entrevistas reorientamos nuestra propuesta original en función de dar mayor énfasis a las formas de prostitución juvenil masculina y profundizar de mejor forma en la problemática del cliente.

.Es a partir de esto que realizamos 22 entrevistas en profundidad distribuyéndolas de la siguiente forma:

  • 22 entrevistas a hombres y mujeres jóvenes prostitutos y prostitutas, 9 a prostitutos y 13 a prostitutas

Capítulo 3

Prostitución Juvenil Urbana

3.1 Descripción de las Zonas estudiadas

A continuación, a fin de contextualizar las entrevistas en profundidad realizadas así como la información obtenida a través de ellas, explicamos las condiciones de las zonas de estudio. En primer lugar se exponen las formas de prostitución que caracterizan a cada una de las zonas estudiadas y posteriormente presentamos una tipología de la prostitución juvenil en Celaya Guanajuato.

3.1.1 Zona Norte

La delimitación de la zona norte sus límites son: por el norte hasta la glorieta hacia Juventino Rosas., por el sur la avenida Irrigación y Avenida Torres Landa., por el Este Av. 12 de Octubre y por el oeste salida a San Miguel Octopan. Abarcando las colonias Valle Hermoso, Lindavista, San Antonio, México, Las Aves, Ciudadela, Lázaro Cárdenas, Paraíso, Praderas de la Hacienda, Praderas del Rock, Fraccionamiento San Andrés, FOVISSTE Independencia, Fraccionamiento Tecnológico, Barrio de San Antonio, Tierras Negras, Santiaguito, Bosques de la Alameda. Entre otras.

En la Zona Norte encontramos la coexistencia de prostitución adulta, infantil y juvenil. La prostitución adulta encontrada es de tipo femenil, existen varios bares sobre la avenida tecnológica, donde se encuentran mujeres adultas, generalmente en estado de ebriedad que se dedican a la ficha y a la prostitución. Son mujeres de estratos socioeconómicos bajo, mal cuidadas y cuyos precios varían de 50 a 100 pesos, la mayoría de las veces se conforman con tragos o copas.

En esta zona y ya pasando el puente de la Autopista Celaya-México, podemos encontrar una serie de prostitutas y prostitutos, generalmente de noche, que se dedican a ofrecer sus servicios a transportistas, los cuales los/las recogen y en un corto trayecto realizan el comercio. Estos, los y las prostitutas, bajan del mismo y vuelven a laborar pero en sentido contrario Existen también un grupo de travestis, no muy numeroso, que también se prostituyen de la misma manera.

En esta zona se presenta prostitución infantil, la que se ubica de manera más notoria en dos sectores: en la intersección de las calles de Irrigación con Avenida Tecnológico, lugar cercano a algunas escuelas de educación secundaria y en el centro comercial Galerías que se encuentra sobre la avenida Torres Landa. Con respecto a ésta última cabe señalar que se trata de un foco reconocido de este tipo de prostitución y además existen varias instituciones que han abordado esta problemática.

No obstante, encontramos también datos de prostitución juvenil asociada a espacios de consumo como son la Discoteca Poder Grupero en la calle Violeta (prostitución juvenil femenina y masculina.

Por último, encontramos un foco aislado de prostitución juvenil masculina callejera en la colonia de FOVISSTE, específicamente en la intersección de avenida García Cubas y Tecnológico. De acuerdo a la información recabada, se trata de un pequeño grupo de jóvenes que se ubican esporádicamente en el lugar, teniendo como principales clientes a los automovilistas que transitan por estas avenidas.

Debemos acotar dos centros de Table Dance que son el Veracruz y el Platinum sobre la avenida tecnológico. Así mismo un sinnúmero de bares y cantinas que son frecuentados por estudiantes del Instituto Tecnológico de Celaya.

3.1.2 Zona Centro

Esta zona comprende buena parte de la zona llamada "Centro Histórico". Los límites escogidos son: por el Norte Av. Irrigación, por el Sur la Avenida Constituyentes, por el Este avenida 2 de Abril y por oeste la avenida Abasolo

Esta zona concentra una gran densidad de formas de prostitución tanto femenina como masculina, por lo que se hace necesario distinguir entre la periferia y el "corazón" del centro.

La periferia es fundamentalmente zona de paso para otras áreas donde ejercer la prostitución. Se da fundamentalmente en algunas zonas específicas como seria la Alameda, una zona de alto nivel económico, donde existen un par de bares donde se dan reuniones previas para ir a los antros y lograr ligues para mas tarde. En el parque propiamente se dan casos de ligues homosexuales, sobre todo a temprana hora, donde adolescentes inician sus experiencias. En algunas colonias que rondan en la periferia norte como Bosques de la Alameda se observan prostitutos y travestis que viven en la zona deambulando por las noches. Existe un cine de películas XXX donde se reúnen sobre todo prostitutos para ofrecer sus servicios dentro del cine.

En la zona sur de esta periferia se encuentra la calle Allende donde se localizan algunos bares en los cuales hay reuniones de homosexuales y travestis, como es el caso del Bar el Nazi, y otros de menor relevancia. Existe una zona alrededor de la Central Camionera, sobre la calle Pino Suárez donde hay una plaza y baños de aseo publico que se utilizan para encuentros de tipo homosexual. Los prostitutos cobran por sexo oral 50.00 pesos y hay un grupo de hombres que pagan por hacer fellatio. Es una zona de prostitución adulta masculina y femenina. La cercanía a un mercado abastos la hace especialmente atractiva para estas prácticas.

.Encontramos lo que es el "corazón" del centro en torno del Jardín Principal de la ciudad, lugar donde se encuentra la Presidencia Municipal, la Catedral de la Ciudad y diversos lugares históricos referentes. Es en este Jardín donde tradicionalmente se da la zona de "ligue" se puede observar grupos de jóvenes, en su mayoría menores de edad, sentados en la bancas o caminado por las cercanías en busca de "clientes" o "ligues" Se puede observar como los vehículos se detienen y suben a los prostitutos o los bajan después de haber consumado el acto. Se pueden observar hasta 50 o 60 individuos en esta zona desde las 11 de la noche hasta la madrugada. Cerca de este lugar, sobre el Boulevard Adolfo López Mateos, se encuentra la discoteca Rodas, de orientación gay, donde se reúnen un gran número de prostitutos y clientes, esto es día de Jueves a Domingo.

Existe otro corredor en la plaza Eduardo Tresguerras, frente al templo del Carmen, donde también se encuentran estos prostitutos y pasan los automovilistas y los recogen. Existe prostitución femenina pero en menor escala.

3.1.3 Zona Oriente

El territorio que consideramos como Zona Oriente abarca de la vía del ferrocarril hacia la ciudad de Querétaro, las calles de confluencia mas importantes serian el Boulevard Adolfo López Mateos Oriente, desde la calle de Allende hacia el centro, la Avenida Constituyentes desde la misma Allende que se continua con la carretera a Salvatierra, y el tramo que va del Rio de la Laja a Apaseo el Grande. Las colonias mas importantes en esta zona son: Las Insurgentes, Jardines de Celaya, Campestre.

En la Zona Oriente al igual que en la Centro encontramos la presencia de diferentes tipos de prostitución. En esta zona no funciona la idea de centro y periferia sino la de una "columna vertebral" constituida por Avenida Constituyentes primero y luego Boulevard Adolfo López Mateos Oriente y un apéndice que sería el comienzo de la carretera Celaya-Apaseo. Es alrededor de estas tres calles centrales que se encuentran distribuidos diferentes circuitos de prostitución que engloban la calle; los table dance y prostíbulos, "privados", y agencias; y prostitución asociada a centros de diversión y consumo como son cantinas y discoteques.

Respecto a la prostitución callejera esta se encuentra asociada a los tres tipos de sujeta/o de prostitución: travestis -en forma mayoritaria-, y en menor medida mujeres y hombres. Cabe señalar que en relación a la Zona Centro nuestra percepción es que en esta zona la prostitución callejera sería de menor edad, "mas juvenilizada".

Subiendo por la Plaza de la Mega encontramos focos de "chicos/as" travestis yendo por Constituyentes desde Plaza Mega hacia arriba, concentrándose en las intersecciones con calles como salida a Salvatierra, en el centro comercial Bodegas de Aurrera, encontramos algunos núcleos en la gasolinera que se encuentra sobre la carretera a Apaseo el Grande. Encontramos la coexistencia de focos de travestis y mujeres en su mayoría jóvenes.

Por otro lado, la prostitución masculina callejera -eminentemente juvenil-, se encuentra dispersa y no concentrada en grupos como la "travesti" y femenina. Los focos se ubican en una zona conocida como "la cuchilla" y también en la colonia el Romeral.

En relación con los tables, discotecas y cantinas no existe una concentración de locales en un conjunto de calles como en el área centro sino que su distribución es mucho más dispersa en el espacio siempre siguiendo como orientación las Avenidas Constituyentes, Boulevard Adolfo López Mateos Oriente y Salida a Apaseo el Grande.

Una característica de la prostitución de locales de espectáculos es que en esta área se trata de locales rotulados como "internacionales", o como bar-restaurante lo que habla de una construcción de prestigio en torno a los locales que tiende a invisibilizar su "identidad" como espacios largamente asociados a la prostitución. Son estos lugares de una "alta prostitución" en comparación con la mayoría de los locales del centro. Apoyando esta idea encontramos que en el sector Oriente no existen topless que serían según la definición de nuestros informantes-clientes, locales de "menor calidad" que los night club y cabaret.

Los locales son la disco Vanchai, el Cleopatra ubicado en Boulevard López Mateos y el Chtisthine y el Station. En relación con el circuito de saunas "privados" y agencias este se concentra en los "privados", existen muy pocos avisos de diarios que den direcciones de saunas, sólo dan teléfonos y datos respecto a su ubicación. Uno de los pocos saunas que detectamos en el sector Oriente se encuentra muy cercano a la Zona Centro.

A partir de las entrevistas y recorrido realizado con un informante directamente ligado a este circuito pudimos caracterizar este rubro de prostitución como el de un perfil exclusivamente juvenil en cuanto a la "oferta" de prostitutas y prostitutos y como uno de los espacios de mayor "explotación laboral" respecto de los y las jóvenes en función del alto nivel de ganancia de sus propietarios, la desprotección en que se encuentra respecto a abusos de clientes y policía y las condiciones laborales al interior del local.

Por otro lado detectamos la aparición creciente de agencias y privados que ofrecen un servicio mixto, tanto de prostitución femenina como masculina. Finalmente, cabe señalar la fuerte influencia en la prostitución juvenil de la Zona Oriente.

Encontramos un espacio de "consumo juvenil" que nos da luces respecto a nuevas formas de prostitución de jóvenes. Se trata del área poniente con Vanshai, "W" Station, ahí encontramos la confluencia de prostitución "visible", callejera, femenina y masculina a los costados de las calles principales, e "invisible" al interior de bares y restaurants, es en estos espacios donde podríamos encontrar pistas sobre la "prostitución universitaria" tanto de mujeres como hombres jóvenes.

3.1.4 Zona Sur

La delimitación establecida fue la siguiente: por el norte la avenida Constituyentes, por el oriente el Boulevard Adolfo López Mateos Oriente, en la glorieta, por el poniente la avenida Arboledas. Estos límites incluyen parte de La avenida Lázaro Cárdenas que se continua con la carretera a Salvatierra, al sur tenemos la desviación de la Carretera Panamericana. Las colonias más significativas son Villas del Romeral, Rancho Seco, Jacarandas, Las flores, Sta María, Reforma, Revolución, Monte Blanco, Ejidal.

Esta fue la más extensa de las zonas delimitadas, lo que se debió a la intención de englobar varias formas de prostitución de las que se nos había informado. Además de su extensión, la zona sur aparece como más compleja por cuanto en ella coexisten varios espacios diferentes. Por un lado, tenemos un sector más bien céntrico instalado fundamentalmente en Constituyentes y Allende, donde es posible encontrar varios locales asociados a la prostitución (nights clubs, cabarets etc.). Por otro lado, tenemos los terrenos baldíos en los bordes del rio, donde se ubica prostitución femenina adulta y travesti. Además, la zona delimitada comprende también sectores poblacionales en los que se encuentra consumo de coca y por lo tanto, una forma de prostitución vinculada a esta problemática.

Con respecto a la prostitución femenina propiamente juvenil destaca la que es ejercida en los night clubs ubicados en las calles de Lázaro Cárdenas y Allende, en estos locales coexiste este tipo de prostitución con una más adulta. El ejercicio de la prostitución no es reconocido abiertamente por las jóvenes pues su trabajo en el local consiste en atender al cliente y "sacar consumo", es decir, hacer que el cliente las invite a una bebida y que el mismo consuma más. Por cada uno de estos tragos ellas reciben una comisión. En este local ellas pueden realizar contactos con potenciales clientes y eventualmente concretar la relación en los "privados" de los que disponen estos locales.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
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