IMPACTO DEL FEMINISMO EN OCCIDENTE
El feminismo ha producido muchos cambios en algunas sociedades occidentales, incluyendo el sufragio femenino, el empleo igualitario, el derecho de pedir el divorcio, el derecho de la mujer de controlar sus propios cuerpos y decisiones médicas (incluyendo el aborto, tema sobre el cual no hay consenso), y muchos otros.
El aborto inseguro sigue siendo causa prevenible de muertes de muchas mujeres en el mundo (tercera causa de mortalidad materna en el mundo). Muchas creencias consideradas radicales en el pasado forman ahora parte del pensamiento político común. A pesar de que casi nadie en las llamadas sociedades occidentales de hoy cuestiona el derecho de la mujer al voto o la propiedad, conceptos que eran vistos con gran extrañeza hace 200 años, las mujeres no siempre tienen acceso a estos derechos.
CAPITULO IV
Machismo
DEFINICIÓN DE MACHISMO
El machismo es el conjunto de actitudes y prácticas sexistas del sexo masculino sobre el femenino.
El machismo engloba el conjunto de actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias destinadas a justificar y promover el mantenimiento de actitudes discriminatorias contra las mujeres y contra hombres cuyo comportamiento no es adecuadamente "masculino" a los ojos de la persona machista.
Tradicionalmente el machismo ha estado asociado a la jerarquización y subordinación de los roles familiares en favor de la mayor comodidad y bienestar de los hombres. En ese sentido, se considera que es machista asignar el trabajo más reconocido o menos fatigoso para los hombres sin un criterio ecuánime ni justificado. También es parte del machismo el uso de cualquier tipo de violencia contra las mujeres con el fin de mantener un control emocional o jerárquico sobre ellas. De hecho, el machismo es considerado como una forma de coacción no necesariamente física, sino psicológica, siendo esta forma de expresión protectora una discriminación, ya que se ven subestimadas las capacidades de las mujeres alegando una mayor debilidad. El machismo, asimismo, castiga cualquier comportamiento femenino en los varones, lo que es la base de la homofobia.
El machismo es considerado una opresión hacia el sexo femenino y una de las más importantes lacras sociales, según el movimiento feminista. A menudo está entre las causas de la violencia doméstica, también llamada violencia machista. En América Latina, hay autores que identifican el machismo con la "otra cara de lo marianismo".
DESARROLLO DEL MACHISMO
Toda sociedad o cultura debe, para dar garantías a su supervivencia, modular la expresión de sus necesidades adaptándose a las condiciones históricas y ambientales que están en continua relación con sus miembros, relación que es más que bidireccional, multidireccional, dado que no sólo se condicionan mutuamente, sino más bien, producen una concatenación de efectos en el plano simbólico, medioambiental, genético, evolutivo, etc.
Una de las necesidades está relacionada con las relaciones de género al interior de una cultura, para entender esto es necesario remontarse a mucho tiempo atrás. En las sociedades que basaban su economía en la caza, sociedades tribales, se produjo por primera vez la división de las tareas entre hombres y mujeres. Los hombres tenían la misión de encontrar el alimento para el hogar, este alimento por lo general consistía en feroces animales que debían cazarse en grupos, y a la mujer le correspondía el cuidado de la progenitora y el hogar. El motivo, más que un impedimento en el plano de las habilidades (antes de esto las mujeres cazaban la comida con los hombres), la división social del trabajo deviene con el establecimiento o asentamiento humano, tenía que ver con diferencia anatómicas que hacían de la mujer una mejor cuidadora de sus pequeños, principalmente por la posibilidad de amamantarlos.
Posteriormente, comienza a ser atribuido al trabajo masculino, una preponderancia excesiva en desmedro de las actividades de las mujeres, quienes son vistas en un papel más pasivo y que no guarda relación cercana al modelo icónico religioso del imaginario colectivo de los hombres de aquella época (los dioses, poderosos guerreros debían ser la imagen y semejanza de los fieros y diestros cazadores).Entonces es en este primer momento en que comienzan a instaurarse las pautas diferenciadas de los diferentes sexos, adquiriendo un carácter jerárquico, que no responde más que a una expresión cultural que se ha perpetuado bajo la forma de un "Patriarcado" en las diferentes épocas históricas y que se ha visto reforzada por prácticas religiosas, intereses económicos, ambiciones de poder, y quien sabe que otras cosas más.
Ahora sabemos que los roles de género son construcciones culturales acerca de las pautas que las personas deben explicitar como miembros de una cultura determinada según sea su sexo, "cuando hablamos de género nos referimos a las características de la mujer o de el hombre que son determinadas socialmente, estas características o roles que se les asigna a cada género, son un conjunto de reglas y normas, aprendidas, reforzadas y sancionadas dentro de la sociedad, de la cual el hombre y la mujer forman parte".
Nos referiremos ahora a la forma en que son socializados los roles en nuestras sociedades ("occidentales"). Latinoamérica ha sufrido el impacto del choque entre diversas culturas, y nuestra identidad, tan problemática para muchos investigadores se encuentra diseminado en ese torbellino de razas, en este multiverso de nociones acerca del mundo. El influjo de los pueblos occidentales calo de tal forma que su impronta se convirtió en nuestro estatuto de vida, desde la llegada del Europeo, el latinoamericano ha mirado hacia occidente para encontrar sus modelos culturales, sociales, económicos, etc. indudablemente la forma en que los géneros se relacionan entre sí también es parte de este acervo cultural.
En los antiguos pueblos de occidente (Grecia, Roma)las relaciones sociales en la familia proyectaban a la mujer a un segundo plano, todo su sistema giraba en torno a la concepción Machista del pueblo, y si bien incluían a las mujeres dentro de su sistema panteísta, los dioses femeninos encarnaban principalmente la corrupción y la maldad. La asimetría de género se instauraba desde el plano simbólico, lo cual definía el "todo conocido". Con la llegada del cristianismo se producen nuevos cambios en la concepción de autoridad del hombre, cuyo poder ahora era divinamente legítimo al interior de la familia. "Nuestra sociedad, como muchas otras sociedades, tiene la característica de ser androcéntrica, esto quiere decir que toma al hombre, como medida para todas las cosas, como prototipo del ser humano y todas las instituciones creadas socialmente, responden a las necesidades del varón, es decir, todo gira a su alrededor".
De lo citado anteriormente descubrimos que la socialización con respecto a la asignación de roles de género ha constituido la historia de legitimación de un género por sobre el otro, y junto con ello un orden social instaurado artificialmente sobre la base de supuestos mitológicos (hombre superior), y que hoy en día se encuentra "manifiestamente oculto" como el aire que respiramos. Hoy en día el machismo es un lenguaje, una concepción tan arraigada en nuestra psique que cuesta descubrir el velo que envuelve sus mecanismos, el machismo está presente en todos los aspectos de nuestra interacción tanto de hombres con mujeres, hombres con hombres, mujeres con mujeres. Todas nuestras definiciones son androcéntricas, inclusive las que utilizan las mujeres para definirse a sí mismas. Un ejemplo de la extremización de este fenómeno lo constituye la siguiente reflexión; sabemos que el feminismo vendría a ser algo así como la antítesis de machismo, pero su naturaleza, su presencia sólo puede entenderse bajo la presencia del machismo, o sea el feminismo encuentra su posibilidad de ser en la lucha contra aquello que no lo valida, el feminismo encuentra su sentido y su razón de ser en el objeto de su negación, por ello su presencia no hace más que afirmar la condición de existencia del machismo, un ejemplo práctico lo obtenemos reflexionando acerca de lo siguiente: el feminismo ha logrado, entre otras cosas la mayor participación de la mujer en las decisiones de la sociedad, ha ingresado masivamente al campo laboral, ha ingresado al marco de la competitividad de género y muchas veces, sino la mayoría ha salido victoriosa, sin embargo postulamos que estos triunfos son triunfos del modelo machista de sociedad para la cual el feminismo viene a ser funcional, o sea la mujer al participar (lo cual es algo muy valioso) perpetua el modelo machista imperante, al permitir regirse bajo el alero de un mundo definido desde el prisma de la masculinidad dominante.
El machismo, entonces vendría a ser una construcción cultural, basada en la historia de la
evolución de la socialización de los roles de género, en esencia es un modo particular de concebir el rol masculino basado en el mito de la superioridad de los hombres por sobre las mujeres y en la autoridad que "por derecho propio" tiene sobre ellas.
En estos momentos nos vemos ante la necesidad de definir un constructo teórico que dé cuenta en alguna medida de cual es la dimensión psicológica del Machismo, asumiendo que, si bien este fenómeno encuentra su origen en la evolución de las formas culturales, es en el grado último (pero no menos relevante) de su expresión, un fenómeno individual de actualización de pautas culturales. El concepto que decidimos operativizar para este análisis es el de las "actitudes", y tal como quedo definido en la introducción, constituye una asociación entre un objeto dado y una evaluación dada. Lo cierto es que, es difícil entender un concepto con tan poca información, pero la simpleza de esta definición nos permite trabajar con este concepto de manera más eficiente (simplicidad pragmática). Sabemos además que las actitudes están constituidas por tres componentes: un componente cognitivo que se relaciona con creencias, percepciones acerca del objeto de la actitud. Un componente afectivo relacionado con el valor positivo o negativo que le asignamos a ese objeto, y por último un componentes conativo conductual que se expresa en conductas de hostilidad u apoyo con respecto al objeto de la actitud.
A modo de ejemplo, supongamos que alguien tiene una actitud negativa frente a los autos Japoneses, la actitud aquí consiste en asociar al auto Japonés con la valoración que ese sujeto le da, en este caso negativa. Entonces el componente cognitivo está presente porque el sujeto ve el auto Japonés y dice "creo que ese es un auto de mala calidad", el componente afectivo se daría por ejemplo si el sujeto pensara "a mí me gusta mucho más mi auto Inglés", y por último, el componente conductual "yo no me voy a comprar un auto Japonés". El ejemplo es un tanto rebuscado, pero nos permite figurarnos de manera más explicativa la forma en que opera la actitud, luego esto aplicado al fenómeno del Machismo es algo de mucha mayor complejidad. Para relacionar lo que hemos hablado hasta ahora con respecto a las actitudes, y con respecto al machismo, vamos a citar ciertos fragmentos de una conversación que mantuvimos con el profesor Max Eytel.
La verdad es que yo no te autorizo para que me citen porque me voy a mandar un volón (risas); yo me atrevería a decir que el machismo consiste en una "actitud" que tiene el hombre frente a la mujer, en el que hace una asociación entre el objeto mujer y el grado de valoración que le da, pero resulta, fíjate que esta es la volada que me voy a pegar ahora, que el machismo no es una actitud solo frente a la mujer, sino que es frente a toda una serie de actividades o funciones que se supone que tiene la mujer, entonces eso si lo miramos desde el punto de vista de la teoría del aprendizaje, podría ser perfectamente una sobregeneralización.
Esta idea es bastante interesante porque nos permite entender de qué manera una "actitud", que como dijimos es la asociación entre un objeto dado y una evaluación dada, se convierte en un "estereotipo", que es un conjunto de ideas que se mantiene acerca de un grupo determinado. Esta sobregeneralización desborda el terreno del objeto concreto para diseminarse a la categoría genérica de elementos de la cual ese elemento en particular (objeto de la actitud)forma parte, así las actividades que desempeñan las mujeres son etiquetadas como actividades de menor status social, y asignadas a la categoría de las mujeres en general.
La sobregeneralización es un
proceso que da cuenta de la dinámica de nuestros procesos cognitivos orientados a nuestra adaptación, sin embargo el curso de esta dinámica psicológica unido a la historia de nuestras pautas culturales de asignación de roles, constituyó, y aún constituye un escenario muy hostil para la mujer.Las actitudes cumplen múltiples funciones, es una herramienta cognitiva que nos permite aprender selectivamente aquello que nos sea significativo, en este caso la actitud actuaría como un "esquema bipolar", entendiéndose por este "que las actitudes contienen conocimientos relativos a puntos de vista con los que se está muy de acuerdo, o muy en desacuerdo, facilita el aprendizaje y recuerdo de la información que se adecúa a cualquiera de estos dos puntos de vista".
En este sentido las actitudes adquieren un gran valor adaptativo, ligado a la supervivencia, al constituir un marco cognoscitivo organizativo o esquema, permite orientar nuestra acción de manera efectiva disminuyendo el gasto energético, y el tiempo invertido, la actitud además actúa como Heurístico, siendo una herramienta operativa que permite resolver problemas de manera sencilla recurriendo a nuestras evaluaciones almacenadas.
A modo de resumen, ahora sabemos que el machismo, puede constituir una "actitud" que tiene como objeto, más que la mujer, lo femenino, o sea todo el entorno simbólico que rodea la figura de la mujer en nuestra sociedad, el contenido de esta actitud está basado en el mito de la superioridad masculina, por lo que se puede argüir que es explícitamente negativo hacia las posibilidades de desarrollo espiritual de la mujer, y paradójicamente del hombre, que se constituye en un temprana víctima de sus formas institucionalizadas, que orientan la formación de los varones a la supresión de la expresión de la emocionalidad y la sensibilidad a causa de una homofobia por parte de los padres. Este último elemento es muy importante dado que permite la visión de la diversidad de elementos a la base del machismo, siendo la homofobia un factor no muy reconocido, y para completar es necesario agregar que no se ha encontrado una relación directa entre la crianza con una conducta de pasividad y la posterior homosexualidad, y además las historias de la milicia confirman que el aspecto de macho no es suficiente para negarse a la posibilidad de encontrar una pareja homosexual.
Las actitudes son aprendidas, el aprendizaje se lleva a cabo en un contexto histórico y socio-culturales que imprime su sello en nuestra individualidad, las actitudes pueden cambiar, no son estáticas, pero en el caso del machismo el cambio esperado debe pasar por la ruptura de macroestructuras de paradigma que incluso hoy en día permanecen encubiertas.
CAUSAS DEL MACHISMO
El machismo ha sido un elemento de control social y explotación sexista en muchas culturas. Algunos factores que han contribuido a su supervivencia y continuidad son:
Leyes discriminatorias hacia la mujer.
Diferencia de tratamiento en el caso del adulterio: en algunas culturas, el adulterio, o el embarazo previo a la concertación del matrimonio son castigadas con la pena capital.
Necesidad del permiso del varón para realizar actividades económicas.
Negación del derecho a voto o de otros derechos civiles (véase sufragista).
Educación machista desde las escuelas y la propia familia, por el cual el proceso de enculturación trata de justificar y continuar el orden social existente. Eso incluye consideración de valores positivos la sumisión al marido, el matrimonio y la procreación como una forma preferente de autorrealización.
Discriminación en el ámbito religioso, en países de predominio musulmán, en determinadas ramas del cristianismo, en los ortodoxos judíos, en el hinduismo, etc. La Biblia contiene expresiones que son consideradas por algunas corrientes como machistas, por ejemplo, "la esposa de Noé", "las hijas de Lot", "la suegra de Pedro", las cuales son interpretadas como un indicio de posesión, lo cual se acentúa al no mencionar el nombre de estas mujeres del Antiguo Testamento. Otro ejemplo en el Nuevo Testamento es la expresión en la primera epístola de Pablo a los Corintios 14:34 (Versión Reina-Valera 1909) que dice: "Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar".
División sexista del trabajo, por el cual se prefieren a otros hombres en puestos decisorios. Originalmente la división sexista se fundamentó en la diferente capacidad física y muscular, en la que los hombres tenían ventaja comparativa; En cambio, en la sociedad actual la fuerza física perdió importancia, mientras que las capacidades intelectivas y las habilidades sociales fueron ganándola, lo que ha contribuido a la incorporación de muchas mujeres al trabajo asalariado. También se refiere a un pago de salario menor a las mujeres que a los hombres a cambio del mismo trabajo. El comportamiento sexista se debe a los prejuicios cognitivos de efecto Halo respecto a la fuerza, efecto de carro ganador, y a otros efectos como falsa vivencia por parte de los que quieren mantenerlo, que más tarde se convierten en falacias de apelar a la tradición, falacia por asociación y generalizaciones apresuradas.
Los medios de comunicación y la publicidad sexista, al realzar ciertas conductas o modelos como siendo los más adecuados o típicos de las mujeres.
NEOMACHISMO
El neomachismo es la versión modernizada. El hombre asume que la mujer juega un rol en la sociedad, con derecho al trabajo y a su vida propia, pero en la vida en casa se cree con derecho a pedir explicaciones a su compañera y a no realizar aquellas tareas del hogar que aun se consideran poco masculinas.
Esta figura deja de lado el maltrato a la mujer, sin embargo, busca mantener el control, liderazgo, aunque de una manera más objetiva y democrática, acepta sus errores y las ventajas del sexo femenino, el neomachismo, busca un consenso de pareja en el matrimonio, pero siempre busca hacer valer su opinión y hacer más justa una familia.
MACHISMO EN LA MODA
La moda femenina ha sido paradójicamente uno de los nichos de funcionamiento del machismo encubierto. Los tacones altos, el maquillaje, los esfuerzos por mantener figuras esbeltas, los sostenes, el llevar partes del cuerpo sugerentemente descubiertas (cuello, parte alta del pecho, piernas, pies) etc., no hacen sino confirmar que tácitamente la mujer debe resultar "atractiva" a su contraparte masculina. Esta actitud ha ido cambiando un poco con el tiempo disminuyendo estas tendencias. El giro de la moda ha sido tal en los inicios del siglo XXI, en algunos países, que también los hombres se preocupan por la estética de su cuerpo, usando por ejemplo, tratamientos para el cutis, ejercicios para acentuar su musculatura o ropa sensual, como camisetas y pantalones apretados, o usando prendas incómodas y de mensaje "sumiso" como sandalias que dejan los pies descubiertos
EJEMPLOS DE ACTITUDES MACHISTAS
Limitar o estorbar el acceso de la mujer a la universidad, a la cultura o a los puestos de dirección.
Intentar que la mujer piense, vista o se comporte como el varón.
Considerar a la mujer como objeto sexual para uso y gusto del varón.
MACHISMO EN LA VIDA ESPIRITUAL
En la santidad
– Igualdad: Todas las personas están llamadas a la máxima santidad, a la unión con Cristo, al cielo.
– Diferenciación: El modo de alcanzar la santidad es distinto. Por ejemplo, las mujeres tienen más facilidad para unas virtudes, mientras que deben esforzarse más en otras.
– Aclaración: Los institutos religiosos para hombres no son machistas, pues ni menosprecian a la mujer, ni excluyen otros caminos de santidad para ellas. (También está la libertad divina de elegir fundaciones).
Aclaración del sacerdocio ministerial.- Tema debatido pues en la religión católica sólo los hombres pueden ser sacerdotes. No hay menosprecio pero sí exclusión clara y a primera vista injusta: machismo. La verdad sin embargo es otra; no hay machismo sino realismo: las mujeres no pueden ser sacerdotes por falta de capacidad; por tanto es justo que no lo sean.
¿Falta de capacidad? Las mujeres pueden ser madres de sacerdotes como María madre de Cristo, pero Cristo fue varón y varón debe ser quien hace sus veces en la tierra. Evidentemente aquí interviene la libertad divina de organizar así las cosas, y no dudamos de la sabiduría y justicia de Dios.
¿Catolicismo machista? La religión católica es la institución que más ha defendido la mujer a lo largo de la historia, y es la única que eleva la de una mujer a la categoría increíble de Madre de Dios. Se diría ahora que el catolicismo es marcadamente feminista. Menos mal que los sacerdotes sólo pueden ser hombres y así se equilibra un poco la situación. El Señor ha dispuesto las cosas muy bien.
No lo veo claro, me dice un amigo y continúa: las mujeres pueden ser embajadoras que representen a un país.
¿Por qué no van a ser capaces de representar a Cristo?- No es el mismo tipo de representación. Veamos lo que sucede en la misa. El sacerdote afirma "esto es mi cuerpo" y en ese momento el pan no pasa a ser el cuerpo del sacerdote sino el de Cristo. En esos instantes el sacerdote ha prestado su voz y su persona a Cristo para que Él diga "esto es mi cuerpo". Es ya difícil a la fe aceptar esa presencia de Cristo en el sacerdote. Más difícil sería si se tratara de una mujer. El Señor ha dispuesto las cosas muy bien.
El sacerdocio: Es una vocación divina que el Señor da libremente a quien desea. Cualquier vocación es un gran honor -y una responsabilidad– para la persona elegida, pero no un desprecio para las demás. El Creador no está obligado a otorgar ese don a todos, y no es injusto cuando lo da a unos y no a otros. Es libre.
Conclusiones
La palabra cultura proviene de la palabra cultüra, Latín, cuya última palabra trazable es colere. Colere tiene un amplio rango de significados: habitar, cultivar, proteger, honrar con adoración.
La cultura es el conjunto de todas las formas y expresiones de una sociedad determinada. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias. Desde otro punto de vista se puede decir que la cultura es toda la información y habilidades que posee el ser humano.
El sexo es la diferencia física y de conducta que distingue a los organismos individuales. Además el termino sexo tiene que ver con la biología que nos condiciona y género con la cultura que nos modula.
El género es una categoría de análisis que denota un conjunto de normas y convenciones sociales del comportamiento sexual de las personas.
La mujer feminista no busca dominar al hombre (de hecho, ya lo domina de muchas y sutiles maneras, como podría pensar a regañadientes el machista) simplemente no quiere ser dominada por él.
El feminismo ha existido siempre. En el sentido más amplio del término, siempre que las mujeres, individual o colectivamente, se han quejado de su injusto y amargo destino bajo el patriarcado y han reivindicado una situación diferente, una vida mejor.
La tradicional ideología machista viene de muy lejos. Al considerarse el sexo "fuerte" el hombre es el dueño de la mujer, quien así queda reducida a un virtual objeto moldeado por los caprichos masculinos.
El machista tiende a creer que el dominio del hombre sobre la mujer es algo natural y por tanto inevitable, pero en realidad se trata de una pauta cultural y por lo tanto variable.
Recomendaciones
La cultura no debe ser vista como algo apropiable, sino como una producción colectiva de un universo de significados que son trasmitidos a través de las generaciones.
La cultura no sólo deber ser vista como un aspecto social, sino también como un aspecto individual, ya que sobre la base de esos aprendizajes de la socialización, las personas vamos diferenciando, nuestro gustos, nuestro valores relativos, nuestra forma de ver la vida y nuestro propia escala de valores, aunque este último cambia con el tiempo y la sociedad.
Debido a que ser distintos no significa ser desiguales, es importante reconocer la diferencia entre el concepto de sexo y el de género, palabra muy utilizada en los últimos años a la cual se le han dado interpretaciones erróneas pues se suele relacionar únicamente con cuestiones de mujeres.
No se debe confundir el significado de los términos sexo y genero porque el primero es biológico, el segundo es una construcción cultural correspondiente a los roles ó estereotipos que en cada sociedad se asignan a los sexos.
No es bueno plantear el tema de feminismo y machismo como lucha, más bien hay que tratar de conseguir entendimiento y colaboración: solidaridad. Se pretende que ambos mejoren, que se alegren con la dignidad del otro.
El feminismo o el machismo no es el valor absoluto y principal, teniendo en cuenta otros aspectos, como la justicia, la caridad, la libertad de asociación.
En el tema de feminismo y machismo, lo ideal no es la igualdad absoluta por lo que no se trata de que las mujeres sean hombres, sino de que hombre y mujer gocen de la misma dignidad como personas.
El hombre y la mujer son distintos, y esas diferencias se deben respetar. Se debe tratar de fomentar la igualdad en lo que son iguales, y la diferenciación donde son diferentes.
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Alumnas responsables:
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Campos Gonzáles Odaly
Bibliografía
BADINTER, Elisabeth. HOMBRES/MUJERES. ¿Cómo salir del camino equivocado? 1ª ed. Fondo de Cultura Económica. 2003.
CASTILLA DE CORTÁZAR, Blanca. ¿Fue creado el varón antes que la mujer?: reflexiones en torno a la antropología de la creación. 1ª ed. Ediciones RIALP SA. 2005.
MOORE, Henrietta L. Antropología y feminismo, Feminismos. 3ª ed. Alianza Editorial S.A. 1991.
Díez, C., Rosalía. "La mujer en el mundo". Acento Editorial, Madrid 1999.
SHAPIRO, H. L. Hombre, Cultura Y Sociedad. 1ª ed. Ediciones Piados. 1996
HARRIS, Marvin. Antropología cultural. 1ª ed. Alianza Editorial. 1999
Autor:
Celia Nidia Rojas Villanueva
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