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Plan de acciones para la revitalización de la fiesta popular tradicional del palaceño (Cuba) (página 2)

Enviado por Daysi Sánchez Riesgo


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En la tipología aportada por Feliú (2003) sobre algunas fiestas populares tradicionales en Cuba, que se pueden clasificar en religiosas se encuentran las católicas, que representan a la etnia Ibero-Canario, estas fiestas eran patronales y los nombres de las celebraciones según el santo patrón eran: Nuestra Señora de la Virgen de las Candelas o Candelaria, La Caridad, San José, San Pablo, La Virgen del Carmen, Nuestra Señora de las Nieves, San Rosendo y La Cruz de Mayo. También se encuentran las fiestas de origen subsahariano estas representan a la etnia africana, y se dividen en dos, las festividades religiosas como el Bembé, las Congas y el Kinfuiti y las festividades Laicas- campesinas como el Tambor Yuca.

Al hablar de fiesta es casi imposible no hablar de tradición, puesto que ambas se complementan y en definitiva, forjan con el transcurrir de los años la historia viva de un pueblo que se ha ido engendrando con las aportaciones y creaciones de sus vecinos en el devenir de los años. Las fiestas, costumbres y tradiciones de un pueblo, van a definir su idiosincrasia, van a perfilar las características propias de este pueblo y van a marcar su propia cultura.

"Pero al hablar de la fiesta como institución productora de identidad y ciudadanía, estamos hablando de funciones no tradicionales de la fiesta. No se trata de pequeños ciclos rituales que organizan los ritmos de la producción agrícola o ganadera, ni de un ciclo de fiestas por los que se configura una estructura de prestigio social local. Se trata de fiestas que crean lazos y vínculos entre individuos que no comparten cotidianamente un mismo espacio y que tienen intereses diferentes y en otras partes". (Diez Hurtado, (nd))

"La fiesta es sobre todo una actividad colectiva de carácter social, donde se estrechan las relaciones personales, se muestran habilidades en distintos juegos, competencias y bailes y donde por lo general se altera la conducta acostumbrada, debido a la ingestión de bebidas alcohólicas, la euforia propia del momento o la personalidad incógnita escondida detrás de una careta o máscara. En la fiesta participan, en mayor o menor grado, importantes núcleos de la población que reside en la localidad y otros que, residiendo fuera de ella, sienten añoranza por aquellas celebraciones que le traen gratos recuerdos de niñez y juventud. De ahí que sean esenciales los estudios agonográficos; sus observaciones son fundamentales para el conocimiento de un pueblo, de las influencias que ha recibido y el legado que ha preservado". (Feliú V. , 2010)

Las fiestas como parte de las tradiciones son acontecimientos colectivos arraigados, celebraciones fijadas inicialmente según el calendario religioso, pero fueron perdiendo este carácter después del triunfo revolucionario y adquirieron matices laicos, en los que predomina la intención recreativa, la patriótica, y donde la unidad doméstica de vida íntima y actividad social se reproduce con la participación unida de la familia.

"Por otro lado, si las fiestas siguen siendo depositarias de la tradición, ésta es considerada ahora un producto de exportación: la fiesta es un espectáculo que se ofrece a diversos públicos: no sólo el pueblo y sus emigrantes sino también los pueblos vecinos –definiendo así prestigios regionales relativos- sino también al público en general. La fiesta se convierte así en una carta de presentación del espacio local, que se suma a los lugares arqueológicos en un eventual paquete para futuros turistas". (Diez Hurtado, (nd))

Se asume como concepto fundamental de la investigación el de (Sánchez, nd) ya que de los conceptos de fiesta planteados en este epígrafe se enfocan de manera más concreta.

Asimismo el autor define la fiesta como ese momento de interacción, donde se expresan sentimientos y se definen identidades, ya sean locales o nacionales. Otro concepto de incalculable valor para nuestro trabajo y que fue minuciosamente examinado por esta investigadora en la revisión bibliográfica que precedió al diseño metodológico de este estudio, fue el de Fiestas Tradicionales: asumiendo por nuestra parte que son actividades festivas en las cuales se celebran las tradiciones de cualquier índole en una comunidad cualquiera.

Fiestas Populares se considera aquellas celebraciones que se llevan a cabo en la actualidad y que no conmemoran ninguna tradición en particular.

La conservación de las tradiciones populares es una acción que debe estar presente en cada momento de la vida del hombre. Se tiene el compromiso de preservar el patrimonio cultural intangible, folclórico, popular, tradicional, material, o espiritual, de la globalización que conduce al desarraigo, a la homogenización y a la pérdida de la identidad.

La importancia de las fiestas populares tradicionales esta dada por ser una actividad colectiva la que toma parte con un grado mayor o menor de participación una porción estimable de la población que reside en la localidad, o que al residir en otra siente la necesidad de participar en las celebraciones que le traen gratos recuerdos de su niñez o juventud. Esta participación puede ser activa o pasiva, esta última es la adoptada por los simples espectadores, en el caso de un desfile u otra actividad. No obstante existen otros tipos de participaciones, como las de índole laboral o económica, personificada por los músicos, artistas o vendedores de productos, propios de las fiestas.

Antecedentes históricos de las fiestas en Pinar del Rio

La cabecera de la provincia radicó primero en Guane, después en San Juan y Martínez y finalmente en Pinar del Río, que fue declarada parroquia bajo la protección del Santo Patrón San Rosendo. La provincia de Pinar del Río contó con abundantes fiestas. De ellas, un buen número correspondía a celebraciones de origen religioso, en las que se incluyen tanto las de antecedentes católicos como las de antecedentes africanos. Además existen múltiples festividades de carácter laico que se han agrupado por algunos estudiosos en fiestas campesinas, verbenas laborales, de inmigrantes y de corte carnavalesco.

Fiestas Patronales:

Estas fueron muy numerosas cada pueblo en la colonia era fundado bajo la advocación de un santo patrón o patrona del panteón católico. La celebración más común era la dedicada a la Virgen de la Candelaria que se realizaba en los municipios de Minas de Matahambre, Viñales, Candelaria, San Cristóbal, Los Palacios y Consolación del Sur. Seguida a la dedicada a la Virgen de la Caridad y San José y en menor medida a San Pedro, San Pablo, La Virgen del Carmen y Nuestra Señora de las Nieves. Hoy en día todas estas fiestas no están vigentes a escala de la sociedad ya que solo son recordadas dentro de las iglesias católicas.

Estas fiesta incluían un programa que en su primera aporte se dedicaba al culto religioso que incluían novenarios, preparativos para los ritos religiosos, dianas, misas y más tarde se sacaba en procesión a la imagen del santo por toda la calle de cada uno de los pueblos.

En la segunda parte comenzaban las actividades populares, libres de matices religiosos, en la sociedad y calles más importantes de los pueblos. Consistían en competencias y juegos lícitos e ilícitos donde los más frecuentes eran los basados en los torneos o suertes a caballo (ensartar sortijas, palo ensebado, y otros), también los juegos el tiro al blanco, el de la manzana y competencias de bicicletas, juegos de pelota, peleas de gallos y carrera de saco. A lo largo de las calles se ofrecían comidas y bebidas típicas, entre ellas abundaban los dulces de confección casera, a saber buñuelos, boniatillos, alegrías y malarrabia, así como platos característicos: lechón asado, congrí, yuca y empanadas.

Las calles y fachadas de las casa particulares y edificios públicos se adornaban para la ocasión con banderitas de colores, pencas de cocos, guirnaldas y otros motivos florales. También se pintaban los frentes de las casas con pintura o cal, se construían enramadas a la entrada de la población y de uno a otro lado de la calle se colgaban adornos confeccionados por los vecinos.

Los bailes se celebraban en las calles y en las sociedades, con la división de la población tanto por el nivel como por el color de la piel y se tenía en cuenta el grado de riqueza o de pobreza. Estas actividades bailables cambiaban según la época, existen relatos acerca de los bailes de cuadros como los lanceros, bailes españoles de varios géneros, el vals, contradanzas, el foxtrot y por supuesto el son cubano.

Los conjuntos musicales en sus inicios fueron locales, pero posteriormente cuando comenzó la comercialización fueron contratados agrupaciones de la capital.

Los vendedores ambulantes se dedicaban a vender matracas, serpentinas, pitos, yoyos y gorritos.

Otras características de estas actividades eran las representaciones teatrales con piezas de géneros bufo, zarzuelas y otras de carácter costumbrista con actores y cantante de la cabecera provincial y de la Habana.

La verbena de San Rosendo

San Rosendo (907-977), eclesiástico hispano cristiano, obispo de Santiago de Compostela y virrey de Galicia.

Nació en Valdesalas, Galicia, hijo del conde Gutierre Menéndez. Estudió latín en Mondoñedo e ingresó en el monasterio de Caveiro. En el año 925 fue nombrado obispo de Dumio y después de Mondoñedo. Fundó la abadía de San Salvador de Celanova y restauró numerosos monasterios en Galicia y el norte de Portugal. Debido a sus virtudes, el rey gallego Sancho Ordóñez (925-929) le nombró virrey de Galicia y obispo de Compostela, con el encargo de luchar contra los normandos, misión que llevó a cabo con éxito con la ayuda del conde Gonzalo Sánchez. Amante de la vida contemplativa, volvió a Celanova, donde murió siendo su abad el 1 de marzo del año 977. Su festividad se celebra el 1 de marzo.

Desde el siglo XVIII y hasta la década del 50 del siglo XX fue la fiesta de mayor popularidad en la provincia fue la que se realizaba en honor a San Rosendo que generalmente se efectuaba dentro de los nueve días anteriores al 1 de Marzo y hasta este día inclusive. Fue la única festividad religiosa que desde su inicio tomo el nombre de Verbena. Después de realizado los oficios religiosos comenzaban las festividades laica en calles principales de la ciudad (Calle Martí, Colón al costado del teatro, Calzada de la Coloma, Avenida Cavada etc.), los parques de la ciudad, la sociedad Colonia Española, el Instituto de Segunda Enseñanza, la Escuela Normal para Maestros, la Farmacia y Club San Rosendo.

La peculiaridad más importante de la Verbena de San Rosendo y que más gratos recuerdos ha dejado en la población, fue la caracterización de diversos países donde los más comunes fueron México, España y China independientemente del barrio cubano. Cada uno de ellos era decorado de acuerdo al país y se acompañaba con vestuario, música, comida y bebidas típicas de la nación representada.

En el caso del barrio chino llamaba mucho la atención por el espectáculo que brindaba, centralizado en la actuación de un dragón articulado con una enorme cabeza de cartón por cuya boca brotaban llamaradas.

Por su parte el barrio cubano poseía una comparsa en la que participaban hombres, mujeres y niños de todas las edades con vestimentas propias de comparceros, es decir, trajes blancos con vuelos de colores en las mangas y escotes. Los bailes se fueron extendiendo a centros de diversiones nocturnos o cabaret y principalmente los bailes bajo techo o de salón.

Además de los bailes esa fiestas incluía tómbolas y distintos juegos y competencias, entre ellos se destacaba la carrera de cintas en la que participaban los bandos rojos y azul, y se escogía a la más bella joven para madrinas, las cuales ocupaban un lugar preferencial en el desarrollo de los juegos competitivos donde ocupaban un lugar importante, se destacaban las peleas de gallos.

Para los niños se habilitaban programas que incluían competencias del palo ensebado, la cueva del conejito, el parque de las diversiones y competencia de disfraces.

Durante la Republica y la corrupción engendrada por esta proliferaron juegos no tradicionales propios de la influencia norteamericana como la ruleta y el póquer. El 26 de Noviembre 1941 surge el Comité Todo por Pinar del Río, el cual acometió la organización de las Verbenas por medios propios, logrando que aumentara la participación popular y desplazaron a los comerciantes, confiriéndole nuevamente a las fiesta el carácter popular libre de comercialismo. Este comité tuvo iniciativas muy valiosas. En el aspecto económico organizo el Comité de los Mil para la recaudación de fondos destinados a obras de beneficios sociales. Creó además el Comité de Unión Nacional con el fin de facilitar el intercambio entre las sociedades negras y blancas para así romper las barreras raciales que existía.

Organizaron veladas artísticas y conferencias de destacadas personalidades del mundo del arte y la política con el fin de lograr elevar el nivel cultural del pueblo pinareño. Del mismo modo se presentaron obras teatrales y zarzuelas. Se organizaron bailes de disfraces para adultos y niños, guateques campesinos en áreas rurales cercanas.

La fiesta popular tradicional cubana ha sido la incubadora de innumerables tradiciones y géneros de la cultura popular tradicional, pues en su seno surgieron y preservaron géneros musicales y danzarios, teatrales, artesanales, culinarios y otros.

En las ciudades y pueblos de carácter urbano se encuentra las fiestas traslaticias que poseen su música característica.

Los antecedentes de este tipo de festejo que se tienen noticias en la provincia son los Mamarrachos a mediados del siglo XIX aunque en la descripción no se hace referencia al aspecto musical.

La comparsa más antigua de la provincia se remonta a 1905 en Consolación del Sur. También en Pinar del Río la salida de estas comparsas estuvo legada a las sociedades y con frecuencia salían de casa de los organizadores hacia el local de la sociedad a que pertenecían, algunas realizaban un recorrido más amplio por el pueblo. Estas comparsas salían a las calles no solo en carnavales sino también los días de las fiestas patronales, tanto en la capital Pinareña como en los demás municipios.

Historia de las Casas de Cultura y sus particularidades

Desde mediados del siglo pasado con el surgimiento de la clase obrera, las Casas de Cultura jugaron un papel muy importante en la democratización y actualización de los valores culturales y como centro de confrontación de las ideas. En Cuba los trabajadores carentes de posibilidades para asistir a las Instituciones, crearon diversos Centros. Como fueron: Círculos de Torcedores de La Habana y San Antonio de los Baños y los Clubes  Obreros de Regla y Manzanillo que contribuyeron al desarrollo de la conciencia política y a la formación ideológica de nuestro pueblo, desde donde Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena y muchos otros dirigentes de los trabajadores expusieron sus ideas políticas. También se tomaron referencias de países del campo socialista, como Bulgaria, Rusia y Hungría .En el proceso de reordenamiento e institucionalización de los organismos del Estado,  se crea en el año 1976 el Ministerio de Cultura, decisión de gran importancia para la dirección del trabajo cultural. A partir de ese momento se determina la creación de dos estructuras que atenderán: una a los artistas aficionados y otra al llamado aficionado espectador y a todo el proceso de extensión cultural.

 En el mes de enero de l978 se, emite la Resolución No. 8 , creando el Sistema de Casas de Cultura, que estará subordinado técnica y metodológicamente al Ministerio de Cultura, mediante la Dirección de Orientación y Extensión Cultural y la Dirección de Artistas Aficionados con la creación de las Casas de Cultura se logra una amplia incorporación de la población y en especial de los jóvenes valores artísticos y creadores en el rescate y desarrollo de la identidad cultural nacional .En 1978, se oficializa el Sistema Nacional de Casas de Cultura, las cuales como Instituciones culturales de la comunidad, se convirtieron en el centro irradiador de la cultura en los municipios, representando un apoyo especial para el desarrollo del MAA. En la actualidad existen más de 300 Casas de Cultura en el país .En 1979 se decide crear la Dirección Nacional de  Aficionados y Casas de Cultura. Al existir una acción unificada y estrecharse los nexos existentes entre los elementos del Sistema, se logra un fortalecimiento orgánico y la obtención de una atención más integral al MAA .El MAA es actualmente una de las principales formas mediante las cuales enfrentamos el trabajo cultural como instrumento idóneo para propiciar un amplísimo movimiento popular alrededor de la cultura y hacerlo de forma tal que facilite la  más amplia libertad creadora y exigencia estética. Donde el concepto de Casa de Cultura es: Centro cultural comunitario, destinado a mantener actividades que promueven la cultura entre sus habitantes

Las características fundamentales de la Casa de Cultura

Es una institución abierta y accesible al público encargada de generar de manera permanente procesos de desarrollo cultural concertados entre la comunidad y las entidades estatales, destinado a la preservación, transmisión y fomento de las muestras artísticas y culturales propias de la comunidad. Es el lugar destinado para que una comunidad desarrolle actividades que promueven la cultura entre sus habitantes. La casa de la cultura cuenta con una planta física que presta las facilidades para la enseñanza y práctica de las diferentes expresiones culturales, así como realizar la difusión, formación, capacitación, investigación, organización y apoyo a la creación artística, dictando talleres en las diferentes áreas artísticas como son danza, teatro y narración oral; música, artes plásticas, literatura, entre otras; dirigidos a niños, jóvenes, adultos y adultos mayores.

En referencia a la labor esencial de las casas de cultura, se puntualiza que si bien las mismas contribuyen a desarrollar talentos que luego pueden engrosar las filas de alumnos del sistema nacional de enseñanza artística, dichas instituciones tienen como principal cometido el mejoramiento integral del ser humano y la calidad de vida de cada comunidad.

A la par de las manifestaciones artísticas tradicionales (música, teatro, danza, artes plásticas,) las casas atienden talleres literarios, el mantenimiento de las tradiciones culturales locales y el programa audiovisual, que incluye apreciación cinematográfica. Las mismas se encargan también de brindar apoyo a los grupos portadores de cultura popular tradicional, de los cuales ya se cuentan 27 en todo el territorio nacional. En el año 2006 en Cuba se efectuó 987.105 actividades comunitarias celebradas , las cuales corrieron a cargo de las mencionadas casas y los consejos populares. Para sustentar el referido nivel de calidad, al decir del CNCC coloca el énfasis de su quehacer en fomentar los talleres de apreciación y creación, siempre tomando en cuenta las preferencias regionales, que son tan variadas como gustos tiene la población cubana. Con el fin de encauzar esta labor, dice, existen centros provinciales y territoriales que disponen de mecanismos homologados con el Consejo Nacional de Casas de Culturas.

Las 327 casas de cultura diseminadas por todo el país, hay 314 en pleno funcionamiento. A diferencia de La Habana, donde suelen residir los grandes artistas del país, las casas de cultura en provincias son la base de la programación cultural local. De ahí que las 327 casas de cultura diseminadas por todo el país, hay 314 en pleno funcionamiento. A diferencia de La Habana, donde suelen residir los grandes artistas del país, las casas de cultura en provincias son la base de la programación cultural local. De ahí que Cuba sea más rigurosos con la formación de aficionados en esos lugares.

Aspectos funcionales y organizativos de la casa de cultura del municipio de Los Palacios.

La casa de cultura del municipio de Los Palacios es la institución encargada de propiciar la participación de la población en su propio desarrollo a partir de los procesos de creación, aprobación y promoción artístico-literaria con el fin de enriquecer la calidad de vida y fortalecerla identidad cultural de los territorios. (metodológicas, 2001). Donde sus funciones son: Estimular y controlar el desarrollo del movimiento de artistas aficionados al arte y la literatura a partir de canalizar las inquietudes artísticas y demandas culturales de la mayor parte posible de la población con énfasis en niños y adolescentes. Identificar y apoyar proyectos socioculturales de impacto en las comunidades. Evaluar sistemáticamente la aplicación y cumplimiento de los objetivos estratégicos anuales y los planes de trabajo de la Casa de Cultura y los proyectos socioculturales más significativos en que participa como institución. Diseñar y ejecutar las líneas de investigación de la institución en correspondencia con el programa de desarrollo Sociocultural del municipio .Proteger y estimular el desarrollo de las expresiones y manifestaciones de la cultura popular tradicional que identifican al territorio, actualizando de forma sistemática el registro de las mismas, preservando su autenticidad y respetando el dinamismo con que tienden a desarrollarse. A la vez que propicia su adecuado reconocimiento y difusión.Asesorar y ejecutar técnicas y metodológicamente eventos y festivales. Asesorar y participar en las semanas y jornadas de Cultura en los territorios. Atender técnica-metodológicamente a los aficionados comprendidos en los Programas Nacionales Especiales. Sus normas organizativas a pesar que es una institución presupuestada, deberá disponer de un presupuesto de gasto anual, desglosado en partidas correspondientes y que de cobertura a las funciones que realiza. Los recursos en divisas serán asignados por el Ministro de Cultura a través de las direcciones provinciales de Cultura. Los grupos y unidades artísticas del Movimiento de Aficionados al Arte que realicen actividades comerciales, pierden esta condición y la protección y aseguramiento técnico material que reciben de la Casa de Cultura. El máximo responsable del cumplimiento de estas indicaciones y la recaudación de los medios es el director de la Casa de Cultura.

Sus documentos básicos son los programas de centros Nacionales y Provinciales de la Casa de Cultura Comunitaria, los de desarrollo Sociocultural Municipal y Provincial. Los objetivos estratégicos anuales y planes de trabajo de la institución. El diagnóstico sociocultural del territorio. Informes de evaluación del cumplimiento de los objetivos anuales y de los proyectos socioculturales. Proyectos socioculturales que la institución atiende en las comunidades. Historia de la Casa de Cultura. Indicaciones de carácter técnico-metodológico. Documentos y controles organizativos, administrativos y financieros. .Control del Movimiento de Artistas Aficionados. Documentos de investigaciones que realiza la Casa de Cultura. Registro actualizado de los grupos portadores del territorio. Plan de superación.

1.1.5 Revitalización.

Fundación de Los Palacios (1760) y sus primeras manifestaciones culturales

En el asiento original del Hato El Ciego y próximo al camino carretero central a la Vuelta Abajo dentro de un hermoso pinar, se creó por el año de 1705 un oratorio que después fuera "Curato de Monte" y para 1735 se convertiría en Capellanía hasta poseer iglesia propia bajo la advocación de Jesús de Nazareno. A este Curato se le conoció con los nombres de "El Ciego del Nazareno" o "Jesús Nazareno del Ciego". Este lo conformaba un incipiente caserío, con cierto trazado urbano para 1760.

Según Esteban Pichardo en su obra "Geografía de la Isla de Cuba" publicada en 1854 refiere que:

(…) "Hace más de dos siglos, según tradición, existía una Iglesia en el asiento del Hato El Ciego, al naciente de donde hoy se haya. En el año 1705 siendo arrendatario Don Gaspar de la Cruz, un incendio causó su traslación hacia el caserío que comenzaba a fomentarse" (Pichardo, 1854)

La tradición oral reafirma esta anotación ya que un capataz de la hacienda El Ciego nombrado Pedro Gaspar Hernández cambió su apellido por el de la Cruz, dando origen a las fiestas del 3 de mayo de Jesús de Nazareno y trasladó la santa misa y el caserío original, después de un incendio hacia la margen. Este del río, lugar que daba paso a un establecimiento y corral nombrado Los Palacios en la otra orilla.

El 30 de marzo de 1735, mediante acta testamentaria de la muy reverenda Madre novicia María del Tránsito, religiosa del Monasterio de Santa Catalina de Zena de la ciudad de San Cristóbal de La Habana, dispuso varios legados y mandó fundar una casa capellanía en el Hato El Ciego" (Registro de la Propiedad Municipal. Los Palacios)

El 12 de junio de 1764 Agustín Morell de Santa Cruz, Obispo de Cuba, eleva al rey un detallado proyecto para dividir en tres partes las diócesis de Cuba, en ella da cuenta que de los diecinueve curatos de monte, El Ciego era uno, y refiere que ya en ellos se fomentaban pequeños núcleos urbanos.

Toda la bibliografía consultada cita la fundación de Los Palacios en el año 1760, en tierras del Hato El Ciego, a orillas del río Macurijes y que en 1763 las religiosas del Convento de Santa Catalina de Zena, cedieron dos caballerías de tierras para la urbanización del pueblo y la construcción de la Iglesia parroquial.

Varias generaciones se han preguntado e indagado respecto al origen del nombre del pueblo de Los Palacios. Por la tradición oral se conoce que en la margen oeste del río se asentó una familia apedillada Palacios próxima al incipiente caserío que tenían una taberna con condiciones de alojamiento y se hizo habitual que todos los viajeros y vecinos comenzaran a llamarle Los Palacios. Además se alude que el nombre de Los Palacios proviene de una familia de emigrantes que vinieron procedentes de Los Palacios de Sevilla, en España y se adjudicaron este nombre que lo convirtieron en su apellido.

En un testimonio, se gana en claridad "… Yo soy descendiente de aquel apellido original que dio nombre al pueblo de Los Palacios y que se debió a un pariente de mi tatarabuelo llamado Martín Palacios que junto a su familia se vio dueño de muchas tierras aquí y tenía un establecimiento y un corral al poniente del río. Recuerdo que mi padre y mis tíos me hablaban mucho de un cura también descendiente llamado José Palacios que era muy popular. Para que tu sepas el apellido Palacios uno se lo encuentra hoy donde quiera" (Palacios, 1993 )

Fundación de nuevos núcleos poblacionales: San Diego, Paso Real de San Diego, San Diego de los Baños y la Isabela

San Diego de los Baños (1844): Como hechos sobresalientes en esta etapa que marcan el inicio de nuevos núcleos poblacionales se distingue la fundación oficial de Paso Real de San Diego y San Diego de Los Baños, procesos relacionados entre si, pues:

"(…) Se afirma que la merced concedida por el muy ilustre ayuntamiento de La Habana en 31 de Marzo de 1632 al Síndico Mayor Don Diego de Sayas y Soto fijaba como asiento un sitio próximo junto al charco de las doce palmas y mogote: La Güira, años más tarde, o sea el 18 de abril de 1687 se formó un solo cuerpo con el Hato San Pedro de la Galeras y los realengos: La Soledad y Candelaria de Don Luis López del Río incluido después en la concesión del corral Caiguanabo de la sucesión de Don Luis Martín Pedroso" (MINSAP, 1974)

Consultada la obra "Historial de Cuba de Ricardo V. Rouset aparece que el Corral Santa Rosa o San Diego de Los Baños fue mercedado el 31 de Marzo de 1632 a Francisco Martínez y por otra parte que el corral San Diego se le otorgó o Don Diego de Sayas en Octubre 30 de 1671" (Rouset)

Tranquilino Sandalio de Noda en 1843, aclara la tenencia de la tierra de la siguiente forma:

"(…) A un testimonio de autos formado en dicha Ciudad de La Habana en el año de l822, ante Manuel de Linares, escribano, asistencia de Don Francisco Castellón, alcalde ordinario de ella y su jurisdicción, que su contexto es orden a justificación que insistáis como testigo en aquella ciudad de que el sitio y Hato de San Pedro de Dayaniguas lo poseyó Fernando Galgo, vecino que fue de ella y dueño de él quien le dio en dote a Doña Beatriz Calvo, su hija cuando casó con Don Diego de Zayas, vuestro abuelo de quien heredó Don Fernando de Zayas vuestros padre y le poseerías vas ahora como su hijo y heredero y que así mismo erais dueño y poseedor del sitio Corral llamado (San Pedro) digo San Diego (alias Rosa de Izquierdo) heredado del expresado Don Diego de Zayas… Abuelo… el cabildo hizo merced en el año de seiscientos treinta y dos, incluyendo el referido testimonio, otras diligencias de medidas y separación de otras tierras en tiempos de Don Juan Gutiérrez a quien primero se hizo la merced" (Cuba, Legajo 93, Signatura 6 No 3.)

Lo expuesto anteriormente y el estudio realizado a través de diversas fuentes históricas, permite afirmar que el sitio original que recibió el nombre de primer San Diego fue el antaño Paso Real del Camino Carretero Central a la Vuelta Abajo, conocido como el Paso Real de San Diego (hoy Paso Quemado).

El origen del descubrimiento de los baños hay que verlo en todo el contexto territorial basado en una leyenda que por tradición oral ha llegado hasta nuestros días; Un negro esclavo nombrado Taita Domingo fue expulsado de la Hacienda San Pedro de las Galeras por padecer de lepra y por temor a que contagiara a la dotación. Deambulando por la serranía entre bosques y cuevas, vino a dar con los fabulosos manantiales, que fueron poniendo remedio a su grave enfermedad. De regreso a su Hacienda grande debió ser la sorpresa de sus amos al apreciar la maravilla de su curación. Desde entonces las aguas minero medicinales del río Caiguanabo adquirieron popularidad.

Por otro lado se afirma que el sitio donde se encontraban los baños acudían enfermos a bañarse desde 1775 y que el 22 de marzo de 1793 se celebró la primera Misa en una Ermita Nueva, bajo la advocación de San Diego de Alcalá, patrocinada esta por labradores del Hato de San Pedro de las Galeras y del sitio de los baños, perteneciente a Don Mateo Pedroso.

No precisado aún en el tiempo, acudían a los baños personas que improvisaban ranchos y chozas, aunque se dice que eran destruidas cuando terminaba la temporada, se fue creando un conjunto de éstas en forma desordenadas y poco a poco comienza a fomentarse un núcleo poblacional que se denominaba Baños de San Diego.

En 1827 debido a un incendio desapareció la Ermita y para esa fecha no se logró un poblamiento estable. En 1838 el caserío de San Diego lo conformaban 72 casas de embarrado y guano y se destacaban en él; 1 botica, 4 pulperías y taberna, 5 tiendas mixtas, una panadería, un café billar, 1 zapatería, 1 carpintería y 2 tabaquerías, así como una escuela. La población estaba compuesta por 72 blancos, 2 pardos libres, 10 morenos libres, 4 pardos esclavos y 31 morenos esclavos para un total de 119 personas, que residían de forma permanente.

En 1844 (Fecha que se toma como fundación oficial) Don Luis Pedroso y Echevarría comprendiendo las ventajas económicas que le podía aportar el sitio de los baños, acometió y encargó al Agrimensor Don Cristóbal Gallegos a hacer el trazado urbanístico del pueblo y se comenzó con el concurso de comerciantes y vecinos, sustituir las viejas chozas por nuevas edificaciones denominándose el pueblo como "Baños de San Diego."

Paso Real de San Diego (1820): Como se ha explicado, el corral adquirido por Don Diego de Zayas, llamado Santa Rosa de Izquierdo o San Diego, quedaba situado en el punto del camino carretero central a la Vuelta Abajo y el otro camino que salía desde el embarcadero Cortés, hasta las Sierras del Norte; el propio Zayas le adjudicó el santo de su nombre al corral como se acostumbraba en su época. La característica de estar situado en la intersección de esos importantes caminos, hicieron posible que desde inicios del siglo XIX se crearan condiciones para la formación primigenia del asentamiento poblacional de Paso Real de San Diego, lugar de estancia obligada para dirigirse a los baños.

Otro factor importante era que sus tierras eran muy fértiles para el cultivo del tabaco, pues lo conformaban 205 vegas, dedicadas también a viandas y hortalizas, además de contar con excelentes haciendas ganaderas que determinaron su fundación con trazado urbano en l820. "En 1838 existían en el caserío de Paso Real de San Diego 7 casas de Mampostería, l de madera y l4 de embarrado y guano. Los establecimientos públicos estaban compuestos por: una botica, una pulpería y taberna, 10 tiendas mixtas, 4 panaderías, 2 fondas y pasadas, un café billar y una herrería y cerrajería, una chocolatería, una valla de gallos y un tejar" (Cuba, "Fondo Gobierno General", Legajo 263. No. 13460.)

En la obra de Jacobo De La Pezuela (1863) aparece que:

(…)"Paso Real de San Diego (pueblo cabecera del Partido de San Diego de Los Baños) y Residencia habitual de su capitán pedáneo que se traslada al pueblo de San Diego en temporadas de Baños está situado en el camino real a la Vuelta Abajo a ambas orillas del río San Diego y en terrenos del corral de este nombre, sobre suelo firme y saludable" (Pezuela, 1863)

La Isabela (1841-1846)

…"La Isabela estaba ubicada en las faldas meridionales de las serranías del Norte, terreno de irregular elevación y en un espacio de 2 caballerías de tierras del corral demolido San Bartolomé, sobre media legua Sur de su asiento que a mediados del siglo XIX pertenecían a Santiago Gutiérrez de Celis, que las hubo de adquirir del convento Santo Domingo. El caserío era bañado por su lado occidental por el río de su nombre Isabela (el nombre puesto al caserío y al río fue en honor a la Reina Isabel). El río al que se hace alusión es el Santo Domingo o Bacunagua, que servía de fuente de abastecimiento de agua a los vecinos del lugar" (Cuba, " Gobierno General", Legajo 262, No.13460. )

Su fundación aunque no precisa es posterior a 1841 y antes de 1846. Para esta última fecha contaba con 14 casas de maderas y 6 de embarrado y guano y algunos establecimientos con unos 43 habitantes, cifras estas que para 1853 tienden a disminuir hasta desaparecer, ignorándose las causas.

Primeras manifestaciones culturales en el municipio Los Palacios

Los elementos culturales en el territorio se originaron simultáneamente con el proceso de población, se sabe que fueron monteros y sabaneros los primeros que se asentaron en nuestras tierras y es obvio que tuvieron que construir ranchos o bohíos y un mínimo de utensilios que formaron su ajuar, expresiones estas de su cultura material, claro está adaptados al medio circundante. También los negros esclavos nos aportaron elementos válidos de su cultura material y espiritual desde muy tempranas fechas.

Las primeras manifestaciones musicales estaban ligadas al trabajo y a las creencias, así como al arreo de ganado:

Un ejemplo curioso en que se aprecia con nitidez la asimilación de elementos culturales de origen español por parte de los negros, es la siguiente décima Conga. (Ver anexo 1)

El Guateque o Canturía constituyó la forma típica más festiva y generalizada en los campos. Se realizaban generalmente los fines de semana y fue la guitarra el instrumento musical por excelencia. La forma estrófica utilizaba la décima de origen hispánica y que en boca de los cantores ganó permanente celebridad, siendo hasta hoy la expresión de mayor arraigo entre la población rural.

Desde la segunda mitad del siglo XVIII en Los Palacios se realizaban grandes fiestas relacionadas con las festividades de la Santa Cruz donde acudían vecinos de todas las comarcas. Estas se realizaban el 3 de mayo de cada año, acompañada de una procesión con la imagen de Jesús de Nazareno que saliendo de la iglesia recorría el caserío.

En San Diego de los Baños las fiestas más conocidas desde las postrimerías del siglo XIX estaban relacionadas con el Santo patrono del pueblo San Diego de Alcalá y se hacían el 13 de noviembre. Para ello los comerciantes adornaban sus establecimientos con pencas de guano y cañabravas y cerraban espacios para ofertar comidas y bebidas, dejando libre las áreas de baile, que generalmente se hacían de noche. Pero por las características del lugar en temporadas veraniegas se organizaban otras fiestas donde los divertimentos alegraban la vida de bañistas y vecinos.

En Paso Real de San Diego las fiestas no tenían un día señalado, pues estas se efectuaban cuando los vecinos la patrocinaban, destacándose entre otros los juegos montarases y las canturías.

Cantos, leyendas, refranes, bailes, juegos, formaron tradiciones, bajo la simbiosis del proceso de transculturación, que constituyeron las primeras manifestaciones culturales locales practicadas, que no difieren de otras similares en Vuelta Abajo.

Eran diversas las formas de manifestaciones culturales y tipos de tradiciones que se practicaban en el territorio. Los negros, con su rico acervo folclórico de origen africano hacían las fiestas del Bembé, practicaban danzas o bailes en las que invocaban a sus orishas como los dedicados a Eleguá, Obatalá, Changó, Ogún, Yemayá, BabalúAyé, Zarabanda, Orula, Ochún, Oyá, Ochosi, Argayú, las Jimaguas y otros.

Otras fiestas conocidas y que se efectuaban en la zona eran las del Tambor Yuca y los llamados bailes de palo, destacándose el Palo con cinta y El Tornillo, practicándose estos, tanto por negros libertos como por esclavos, Hay referencias también que a muchas de estas fiestas y bailes acudían personas de origen canario.

Sobreviven en la memoria popular tradiciones muy arraigadas como las llamadas "carreras de sortijas" que se remontan a nuestra tradición ganadera, pues lo practicaban los monteros y hábiles jinetes, así como una gran mayoría de campesinos en sus briosos corceles.

Otros juegos tradicionales fueron el del Palo Encebado, la Cucaña, el Palo Enterrado, el Puerco Encebado, carreras de caballos (independientes y con carruajes) monta de toros, enlace de ganado, etc.

El censo de 1863 refiere que Los Palacios contaba con 6 músicos, 5 blancos y 1 negro pero que los describían dentro de las ocupaciones u oficios de la localidad. Se hace también mención de 35 costureras, 25 blancas y 10 negras, 14 tejedores de sombreros, 12 blancos y 2 negros. Estas manifestaciones dieron origen a la práctica de la música popular y la artesanía tradicional.

Fueron bien conocidas las guayaberas palaceñas utilizando tejidos importados e hilos de algodón y lino, botonadura de hueso, carey y tarro, pues desde la segunda mitad del siglo XIX hay referencias de costureras que se dedicaban a estos menesteres.

Las tradiciones culturales cobraban más arraigo en la población y los políticos de turno buscando fines lucrativos organizaban bailables, fiestas, ferias y verbenas con el pretexto de destinar las utilidades para obras de beneficencia. Dada la situación precaria de muchas familias en los campos los llevaban a organizar bailes o fiestas llamadas "de beneficio" con el objetivo de recaudar fondos para la curación de algún enfermo.

En Paso Real cobraron celebridad los llamados bailes de la Paloma, que se celebraban en cualquier fecha del año y como requisito los participantes debían vestir de blanco. También se destacaban los guateques, las canturías, peleas de gallos, juegos de mesas, donde no faltaba la variada oferta de comidas criollas y bebidas.

En San Diego de los Baños en esta etapa se editó el Periódico independiente "El Látigo" que salía a la luz los días 15 y 30 de cada mes. Mantenía un formato tipo tabloide y desde el punto de vista conceptual resulta muy interesante encontrarse con expresiones progresistas, como las décimas de carácter crítico tituladas "Que nos paguen el salario". De esta composición se extrae una que resume la intención de su autor, quien las firma con el seudónimo de "El sinsonte Sandieguero". (Ver anexo 2)

En la cultura, entre 1928 y 1930 se fundaron los conjuntos musicales "Sonora Cubana" y "Unión Palaceña" de Basilio Gálvez. Entre 1934 y 1935 se crean las agrupaciones "Conjunto Occidental" y "El Hatuey", los géneros más cultivados continuaron siendo el Son y la Guaracha, así como el Bolero. Estas agrupaciones no poseían ningún respaldo gubernamental, ya que actuaban en bailables que organizaban sociedades o personas particulares. En los bailes públicos el espacio se dividía para negros y blancos como expresión del racismo impuesto por sus organizadores La creación de las sociedades de recreo: "Club Hispano- Cubano" para blancos y "Sociedad Nueva" Era para negros irrumpió en el ámbito cultural de la época para las familias más acomodadas. En San Diego de los Baños se creó el Club de Leones con una reducida membresía. Fue la época en que comenzaron las salas para proyecciones de películas silentes, creándose dos en Los Palacios, una en Paso Real y una en San Diego de Los Baños.

La cultura adquirió nueva notoriedad al crearse en 1950 la Revista "El Palaceño", fundada por iniciativa del maestro y pedagogo Evelio Véliz Medina, así como por sus colabores más cercanos Félix Ortega Fúster, Andrés López Capote (fotógrafo), Margarita Barroso Viñas, Efrén Toledo Valdés, Rafael R. Robaina Muñoz, entre otros. Sus reportajes y crónicas sociales acercaban al quehacer local. En el año 1958 adquiere el nombre de "Sol", "La Revista de Vueltabajo", se editaba mensualmente con una tirada de 3000 ejemplares, que abarcaba toda la provincia, teniendo corresponsales en cada uno de los municipios. Las impresiones se realizaban en los talleres Hermanos Trujillos en Artemisa.

Surgimiento y organización de la fiesta popular tradicional del palaceño ausente en el municipio de Los Palacios.

La fiesta del palaceño ausente llegó a ser un acontecimiento de gran dimensión popular durante el período 1925-1959. Fueron celebradas bajo el mandato del alcalde Pedro Liz Cabezas, pues este las revitalizó, organizándola por los barrios creados de acuerdo a la identidad cultural como el chino, el español, el africano y el cubano, materializándose siempre los días 1ro, 2 y 3 de mayo, existiendo solamente una fiesta religiosa y no popular. Después del paseo del Santo patrón se comenzaba la fiesta popular.

Las áreas escogidas para su realización fueron las calles aledañas a las sociedades, los parques de las iglesias, el estadio de pelota o las calles principales del pueblo. La zona de festejo se cercaba con guano, dejando solo la puerta de entrada y salida. El derecho de admisión se cobraba a precios que podían oscilar desde diez centavos hasta un peso, y era uno de los tantos medios empleados para la recaudación de fondos. Las actividades que caracterizaban estos festejos eran muy variadas, predominaban los fuegos artificiales, dianas, repiques de campanas, tómbolas, retretas, bailes, organización de comparsas, matinées infantiles, rodeos, exhibiciones de caballos y competencias. Lo cual hacía de dichas celebraciones las de mayor connotación para el pueblo en aquellos años.

En la actualidad la fiesta del palaceño ausente se celebra en la comunidad y en los consejos populares, es organizada por el promotor de la comunidad junto a los instructores, que elaboran a partir de su diagnóstico sociocultural, los gustos, las necesidades, las demandas, diseñan un guión teniendo en cuenta los recursos que disponen, transporte, audio y merienda.

Se cita a los aficionados, los instructores explican lo que va hacer en la actividad, participando el consejo técnico asesor de la casa de cultura (metodólogos y jefes de cátedra) cuya misión es valorar cuales de los aficionados y unidades artísticas tienen la calidad suficiente y necesaria para poder actuar ante el público y separa lo que correspondan a cada actividad que se realiza en caso de ser necesario fortalecen el espectáculo con unidades artísticas y aficionados de otro territorio, estos compañeros además de observar la calidad de las actividades hacen énfasis en el repertorio de las tradiciones de la comunidad y porque se cumplan los principios de la política cultural cubana actual: con la revolución todo contra la revolución nada, al final se evalúa la actividad teniendo en cuenta vestuario, audición, la proyección de los aficionados, organización y la calidad del público

Conclusiones

  • La revisión bibliográfica acerca de los referentes teóricos relacionados con el tema de investigación, permitió comprender que las fiestas, las tradiciones, y la cultura popular y tradicional son expresión de la identidad colectiva y esencia de lo más autóctono de la identidad y sociocultura nacional.

  • El plan de acciones que se propuso contribuirá a la revitalización de la fiesta popular tradicional del palaceño ausente, desde la labor del personal del departamento de promoción de la casa de cultura del municipio de Los Palacios, el mismo contiene tres direcciones: capacitación, divulgación y gestión intersectorial, con el objetivo de rescatar los valores históricos y socioculturales de la localidad, así como lo tradicional para el mejoramiento de la vida social y cultural.

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Anexos

Anexo No. 1.

Décima Conga

Yo siembra mi luculucu

La boniato, la bejuco

Yo siembro mi jonjolí

Tormenta me lo pudrí

Cochino se me murí

La yegua rompió una pata

Bohío se me barata

Y palma rompió chiquero

Ahora falta que en cuero

Venga a cavar con mi cata. (Pérez, 1984 )

Luculucu (conuco), Chiquero (corral de puercos), Cata (casa), Le cuero (que le den latigazos).

Anexo No. 2.

Composición con el seudónimo de "El sinsonte Sandieguero".

Querido Carlos Miguel,

honorable secretario,

¿por qué razón mi salario

otro se lo ha de coger?

hoy quiero hacerlo saber

que en San Diego, en la cantera

hay contratistas muy fieras

que no queriendo pagarnos

se fueron, sin aún darnos

ni satisfacción siquiera.

 

 

AUTORES:

  • 1. MSc Daysi Sánchez Riesgo.

País: Cuba

Institución a la que pertenece: Centro Universitario Municipal "Hermanos Saíz Montes De Oca" Los Palacios.

Actividad que desempeño: Profesora

Breve reseña del cargo: Atención al pregrado y posgrado

  • 2. MSc. Armando Gil Pérez.

País: Cuba

Institución a la que representa: Centro Universitario Municipal "Hermanos Saíz Montes De Oca" Los Palacios.

Actividad que desempeña: Profesor

Breve reseña del cargo: Atención al pregrado y posgrado

  • 3. . Marlén Milián Zayas

País: Cuba

Institución a la que representa: ESBU " XX Aniversario de la Revolución"

Actividad que desempeña: Profesora

Partes: 1, 2
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