Plan de acciones para la revitalización de la fiesta popular tradicional del palaceño (Cuba)
Enviado por Daysi Sánchez Riesgo
- Introducción
- Conceptualización e historicidad acerca de Cultura y Tradición
- Concepciones y realidades de Fiesta y de Fiesta Popular Tradicional
- Antecedentes históricos de las fiestas en Pinar del Rio
- Historia de las Casas de Cultura y sus particularidades
- Fundación de Los Palacios (1760) y sus primeras manifestaciones culturales
- La Isabela (1841-1846)
- Conclusiones
- Bibliografía
- Anexos
Plan de acciones socioculturales para la revitalización de la fiesta popular tradicional del palaceño ausente, desde la casa de la cultura del municipio de Los Palacios.
RESUMEN
Entre las tradiciones festivas de origen popular en el municipio de Los Palacios se encuentra la fiesta del palaceño ausente,. Esta fiesta de carácter popular, en la actualidad no tiene en cuenta las diversas formas de manifestaciones culturales y tipos de tradiciones de la localidad. Esta realidad ha originado el problema científico de nuestra investigación: ¿Cómo contribuir a la revitalización de la fiesta popular tradicional del palaceño ausente, desde la casa de cultura del municipio de Los Palacios? Y el siguiente objetivo general: Diseñar un plan de acciones socioculturales dirigido a la revitalización de la fiesta popular tradicional del palaceño ausente, desde la casa de cultura del municipio de Los Palacios.
Utilizamos fundamentalmente la metodología cualitativa, además de diferentes métodos como: los métodos teóricos (Histórico-lógico, Modelación, Análisis y Síntesis, Inducción–Deducción).El método empírico (La encuesta, Análisis documental, además se utilizó el método cualitativo (Etnográfico). El universo está constituido por universo 19 trabajadores de la casa de la cultura del municipio de Los Palacios. Se analizan los resultados de los instrumentos aplicados y se propone un plan de acción para la revitalización de la fiesta popular tradicional del palaceño ausente, desde la casa de cultura del municipio de Los Palacios y finalmente se arriba a conclusiones teniendo en cuenta todos los aspectos desarrollados.
PALABRAS CLAVES:
Cultura, Fiesta, Fiesta Popular Tradicional, Casa de Cultura y Revitalización.
SUMMARY
Among the festival traditions of popular origin in the municipality of The Palaces is the party of the absent palaceño. This party of popular character, at the present time doesn't keep in mind the diverse forms of cultural manifestations and types of traditions of the town. This reality has originated the scientific problem of our investigation: How to contribute to the revitalización of the traditional popular party of the absent palaceño, from the house of culture of the municipality of The Palaces? And the following general objective: To design a plan of sociocultural actions directed to the revitalización of the traditional popular party of the absent palaceño, from the house of culture of the municipality of The Palaces.
We use the qualitative methodology fundamentally, besides different methods like: the theoretical methods (Historical-logical, Modelación, Analysis and Synthesis, Induction-deduction) .El empiric method (The survey, documental Analysis, the qualitative method was also used (Etnográfico). The universe is constituted by universe 19 workers of the house of the culture of the municipality of The Palaces. The results of the applied instruments are analyzed and he/she intends an action plan for the revitalización of the traditional popular party of the absent palaceño, from the house of culture of the municipality of The Palaces and finally you arrives to conclusions keeping in mind all the developed aspects.
KEY WORDS:
Culture, Party, Traditional Popular Party, House of Culture and Revitalización.
Algunos estudios realizados en Cuba han contribuido a la preservación de las tradiciones nacionales ante las imposiciones hegemónicas. Sin lugar a dudas en la actualidad existe una mayor comprensión de la diversidad basado en procesos culturales que conservan y estimulan los sellos locales tradicionales ante la tendencia homogenizadora de la era global. En un contexto donde ha proliferado la visión de la cultura como fenómeno antropológico, la conciencia de que lo tradicional es un proceso de continuidad y no del pasado, de ignorar aquellos criterios heredados, sobre todo, por las clases dominantes, acerca de su carencia estética, sin tener en cuenta su constante dinamismo, expensa cambios según las condiciones con que se originan y desarrollan, significa entonces la imperiosa necesidad de preservar la impronta de los símbolos en cada una de las prácticas sociales comunitarias de las variadas expresiones o manifestaciones de la Fiesta Popular y Tradicional en los propios escenarios donde han germinado durante generaciones.
Desde su descubrimiento, América Latina ha sido una vasta área de absorción y combinación de las fiestas populares tradicionales las cuales adoptaron las ideas modernas de la Europa conquistadora, en un universo pleno de historia prehispánica que se mezcló con los nuevos elementos traídos de ultramar en multiplicidad de formas y combinó desde el lenguaje hasta la cultura, pasando por las costumbres y la creación artística. Desde entonces, el proceso de adopción y adaptación ha sido una constante en el devenir latinoamericano y ha resultado en elementos propios que forman su identidad.
Las fiestas tradicionales en Cuba tienen sus comienzos antes de la colonización española y se fueron perfeccionando con el tiempo y alcanzando mayor envergadura, de acuerdo con la zona del país y los inmigrantes residentes en ella.
Las fiestas son eventos que se han llevado a cabo desde que la humanidad forjó sus conciencias sociales y los hombres decidieron reunirse en grupo para celebrar cualquier tipo de sucesos o por motivos de superstición o religiosos, pero lo cierto es que han servido para enaltecer el espíritu de quienes las comparten llegando a convertirse en costumbre y tradición.
Las fiestas de más trascendencia en este lado de la Isla fueron las muy populares Fiesta de los Bandos y las Fiestas Patronales, de estas últimas su más fiel exponente: La fiesta o verbena de San Rosendo, Santo Patrón de la ciudad de Pinar del Río.
Este fenómeno ha sido tratado con anterioridad por autores como Virtudes Feliú, particularmente en su libro Fiestas y Tradiciones cubanas (2003), el cual constituye el primer estudio que enfoca la clasificación, conceptualización, origen étnico y el proceso evolutivo de las tradiciones festivas más importantes del panorama cubano.
Cuba ostenta una Cultura basada en los orígenes étnicos que conformaron la nacionalidad, por medio de las manifestaciones que legitimizan la cultura popular, entre las que se destacan las fiestas populares tradicionales.
En circunstancias en que la situación internacional se torna cada vez más compleja, matizada por profundas crisis económicas y la centralización del poderío en las naciones más ricas, la política del Estado y gobierno cubano está dirigida a seguir desarrollando la educación artística, la creación y la capacidad para apreciar el arte.
De igual manera, se continúa abogando por la defensa de la identidad y la conservación del patrimonio cultural, lo cual debe hacerse un uso racional de los recursos con que se dispone y poner en alto, el trabajo que lleva a cabo las Casas de Cultura para poner en alto las manifestaciones tradicionales más importantes de cada provincia.· Ya que la revolución que esté empeñada en transformar la vida cultural del país debe comenzar por recoger, purificándolo, evaluándolo con sentido histórico, todo el acervo cultural de la nación; debe mantener y salvar la mejor tradición cultural del país, redescubrir, purificar e impulsar nuestra riqueza folklórica. Todo ello permitiría aportar a la vida artística y literaria una rica savia popular, pues bebiendo en las fuentes de nuestro pasado cultural y en el manantial inagotable de la creación, los creadores pueden emprender una labor de alta significación y de fecundos resultados, definiendo de manera integral su vinculación absoluta, directa y amorosa con el pueblo. Es por esto que en el mes de Enero de l978, el Ministerio de Cultura emite la Resolución No. 8, creando el Sistema de Casas de Cultura, que estará subordinado técnica y metodológicamente al Ministerio de Cultura, mediante la Dirección de Orientación y Extensión Cultural y la Dirección de Artistas Aficionados.
Entre las actividades realizadas por la Casa de Cultura en el municipio de Los Palacios se encuentra la fiesta del palaceño ausente, la cual constituye la manifestación más diversa y la de mayor número de expresiones tradicionales representadas en su celebración, de gran arraigo y preferencia popular en la comunidad. Esta fiesta de carácter popular, en la actualidad no tiene en cuenta las diversas formas de manifestaciones culturales y tipos de tradiciones de la localidad, no se realizan actividades variadas que la caracterizaban como: fuegos artificiales, repiques de campanas, tómbolas, bailes, organización de comparsas, matinées infantiles, rodeos, exhibiciones de caballos y competencias etc. Además no se divulga de forma sistemática por los diferentes medios de comunicación que posee la localidad.
A partir de estos elementos prácticos y de reflexión en torno a la problemática se hace necesario e inaplazable su importancia y vigencia en la actualidad para mejorar la fiesta popular tradicional del palaceño ausente en el municipio Los Palacios, que permite tener una visión crítica y explicativa de lo que acontece en ese orden y poder trazar un plan de acciones socioculturales para la revitalización de la fiesta popular tradicional del palaceño ausente, desde la casa de cultura del municipio de Los Palacios. Ya que la Revitalización es la encargada de otorgar mayor vitalidad o vigor a la recuperación del esplendor o el crecimiento de algo. Además es la aprobación y apoyo de una comunidad local, con el consentimiento de esta misma localidad, a favor de la reactivación de prácticas sociales y de representación cada vez menos utilizadas o que han caído en descenso. (UNESCO, Glosario de términos)
A partir de la realidad anterior se ha formulado el problema científico de la investigación de la manera siguiente: ¿Cómo contribuir a la revitalización de la fiesta popular tradicional del palaceño ausente, desde la casa de cultura del municipio de Los Palacios?
Desarrollo
Conceptualización e historicidad acerca de Cultura y Tradición
La cultura es la base y el fundamento de lo que somos. Los pueblos del mundo, desde su fundación, van desarrollando su cultura, la cual, se plasma en sus formas de vida, organización social, filosofía y espiritualidad, arte, educación, memoria histórica, lengua, entre otros.
El término cultura, que proviene del latín cultus, hace referencia al cultivo del espíritu humano y de las facultades intelectuales del hombre. En 1952, Alfred Kroeber y ClydeKluckhohn compilaron una lista de 164 definiciones de "cultura" en Cultura: Una reseña crítica de conceptos y definiciones. Luego de eso el contenido del concepto ha ido cambiando a lo largo de la historia. (Kluckhohn, 2004)
Las problemáticas esenciales a la hora de abordar el objeto de investigación tieneen su haber los disímiles criterios en torno al fenómeno cultura, categoría esta que deviene en compleja, sustentada en la diversidad de criterios, amplitud y enfoques que de ella se tienen.
Siendo un aspecto de carácter universal no queda fuera ningún sujeto social carente de los valores de la cultura, por ello, asumir una investigación de carácter social implica, por necesidad, acercarse a formas concretas de su devenir, a partir de considerar factores que posibilitan, propician y garantizan la manutención y conservación de la cultura desde lo artístico, a través de la participación viva y activa de los actores sociales que la conforman y su correspondencia con los gustos en general en la acción enculturativa de la sociedad.
El concepto cultura tiene un fundamento histórico y a su formación han contribuido las diferentes etapas del pensamiento de la humanidad, cuando el hombre deja de ser un apéndice de la naturaleza y trabaja para satisfacer necesidades; proceso de transformación que tiene por base el trabajo capaz de incidir en su formación, no solo como ente biológico, sino biosicosocial, pues su desarrollo también es contenedor de capacidades cognoscitivas y afectivas, por lo que se podría hablar de un proceso de producción de cultura.
Debido a estos orígenes el término cultura ha de analizarse en un primer momento constreñido a un marco estrictamente filosófico, pues esta es donde por primera vez, se arguye a determinadas significaciones y acotaciones, ya sea en el orden fenoménico (materialista) o como esencia (idealista) que no pueden estar alejadas de la historia del pensamiento científico.
Lo anterior sugiere remitirse a la historia del término, en un sentido sintético, en cada etapa del desarrollo de la sociedad humana, contemplada desde la antigüedad hasta la actualidad.
Asumir en primer orden una perspectiva filosófica acerca de la cultura, no niega, sino presupone otros enfoques que aparecen en el transcurso del pensamiento de la humanidad en sus distintas etapas.
Es obvio que en la etapa prehistórica no existe una sistematización acerca de la cultura y el arte, sin embargo, es posible hacer una caracterización del período a partir de testimonios legado por los antepasados; la impotencia frente a las fuerzas ciegas de la naturaleza y su incapacidad para explicar los fenómenos circundantes son elementos que condicionan la práctica de ritos que integraban danzas, cantos, pantomimas, narraciones de sucesos y pinturas vinculadas a su vida. La observancia de una tendencia marcada hacia el arte como instrumento del conocimiento humano y forma de exteriorizar su existencia como ente social en el sentido más amplio contribuyó al desarrollo de su actividad espiritual.
Así, el arte ordena el sistema de concepciones acerca del mundo circundante, regula y dirige los procesos psíquicos y sociales y, por ende, constituía un arma en la lucha del hombre con su propio caos y el de la sociedad humana, no obstante, el concepto de cultura que se ofrece como término teórico en la filosofía de la antigüedad, en la figura del filósofo y orador romano Marcos Tulio Cicerón (45 años a.n.e.) en su obra Disputas Tusculanas sigue la concepción de Platón con la designación del "paideia" (Bayer, 1992)
Para Cicerón la cultura está relacionada con la razón humana en el mismo verso del avezado Sócrates (469-399 a.n.e) quien al concebirla desde la filosofía, entendida como doctrina de cómo se debe vivir o ciencia de la vida humana, otorga a la filosofía un significado de "cultura de la razón. (Bayer, 1992)
Para la Sociología, la cultura es el conjunto de estímulos ambientales que generan la socialización del individuo. (Schwanitz, 2002)
Para la Filosofía, "Cultura es el conjunto de valores materiales y espirituales, así como los procedimientos para crearlos, aplicarlos y transmitirlos, obtenidos por el hombre en el proceso de la práctica social".(Rosental, 1965)
Resulta necesario al hablar de cultura, recurrir a la filosofía marxista y las formulaciones emanadas a partir del materialismo dialéctico e histórico y su tesis acerca de la comprensión materialista de la historia, en la que se fundamenta la formación de una cultura condicionada por cambios ocurrido en la estructura económica. Obras como Dialéctica de la Naturaleza (1875) y El Papel del Trabajo en la Transformación del Mono en Hombre (1875) formulan con claridad que todo el desarrollo de la humanidad se efectúa en el proceso del trabaja gracias a la cual surgen las relaciones sociales y muestran que los hombres en su desarrollo no se manifiestan como algo creado sino como creador, capaz de promover cambios y transformaciones como sujeto histórico y asimilación artística de esa realidad que constituyen poderosas fuerzas de auto expresión. Los clásicos del marxismo si bien no dejaron un instrumental teórico para el análisis de la cultura y el arte así como una acepción definida de su concepto, ellos pronunciaron, a juicio de la autora, diferentes criterios alrededor del término que evidencian que la cultura es producto del desarrollo histórico concreto de la sociedad y la acción del hombre en el proceso de su actividad, elementos que han motivado las diferentes acepciones entorno a la cultura que tienden a ser identificadas con: Tradiciones, comportamientos, legados, fuentes de cambio, creatividad, conocimientos, arte, cotidianidad, emoción, inteligencia, información, valores sociales.
"La cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba además de las artes y las letras, los modos de vida. Los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias" (Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales UNESCO "Repensar el Desarrollo", 1988-1997) )
La perspectiva sociológica más extendida es la que considera que el éxito del equilibrio social descansa en la integración de los sujetos sociales a las estructuras: obtener mediante el control social al ajuste entre sujetos e instituciones, será significativo de armonía y garantizará la perdurabilidad de los sistemas de gobernabilidad. A tono con estas estrategias de pensamientos se entiende entonces que haya sido el estructural-funcionalismo el marco teórico por excelencia para hacer concordar lo social con lo individual hasta cierto punto no compartida por la posición de los antropólogos, lo importante es explicar el por qué de lo discordante.
Dicha postura sociológica encontró opositores en otras escuelas sociológicas entre las que se encuentran las teóricas del conflicto (del que el más importante exponente son las sociológicas marxistas, la escuela Francfort, el interaccionismo simbólico y sus derivaciones, entre otros).
Se considera que la cultura es una especie de tejido social que abarca las distintas formas y expresiones de una sociedad determinada. Por lo tanto, las costumbres, las prácticas, las maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y las normas de comportamiento son aspectos incluidos en ella y tienen especial significado para los grupos humanos que los vivencian.
Es por ello que se asume el concepto de Tylor (1995) cuando postula que:
"La cultura consiste en pautas de comportamiento, explícitas o implícitas, adquiridas y transmitidas mediante símbolos y constituye el patrimonio singularizador de los grupos humanos, incluida su plasmación en objetos; el núcleo esencial de la cultura son las ideas tradicionales (es decir, históricamente generadas y seleccionadas) y, especialmente, los valores vinculados a ellas".
La cultura cubana es el resultado de un largo proceso de transculturación pero no solo la cultura, sino nuestra historia pues la historia de Cuba y de hecho su cultura, es la historia de sus intrincadísimas transculturaciones. (F., 1963 )
De lo anterior se deduce que el pueblo cubano y su cultura no se formaron de acuerdo con la evolución lineal de una sola etnia y su cultura, sino que es el resultado de etnias y culturas provenientes de diversos continentes que cambiaron en el territorio, muchos de sus rasgos primigenios e interactuando entre sí, se integraron en un nuevo complejo etnocultural.
En el nacimiento de la cultura cubana se funden tres raíces principales. La primera de estas raíces es la de los pobladores aborígenes, cuyo legado étnico se vio reducido por el impacto que significó el proceso de conquista y colonización. Por esta razón, las dos raíces de mayor significación en el etnos cubano son la española y la africana. La primera, fue el resultado de una migración proveniente de la metrópoli que, con momentos de mayor o menor intensidad, se ha mantenido a lo largo de toda la historia. En los primeros siglos de la conquista predominaron los grupos provenientes del reino de Castilla, sobre todo del sur de España. A ella se sumaron otras muy importantes procedentes de las Islas Canarias, Galicia y Cataluña.
La raíz africana deja una huella muy particular al proceso formativo de la cultura cubana. Procedentes de diferentes etnias (yorubas, mandingas, congos, carabalíes, bantú), como esclavos fueron mezclados en las plantaciones provocando nuevas asociaciones culturales entre las propias comunidades africanas. Desde las propias plantaciones, antes de la abolición de la esclavitud, comienza el proceso de sincretismo entre la cultura de los esclavos y la de los amos, dando lugar a una cultura totalmente nueva y diferente a la de sus raíces originales. En la definición actual de la cultura cubana, estas tres raíces conforman la base de las tradiciones, la cultura y la religiosidad popular.
La cultura popular es aquella que es estimada o, al menos, conocida por el público en general. Entiéndase por público a los miembros de la sociedad en que se desarrollan dichas manifestaciones culturales, que expresan la idiosincrasia, y valores éticos, estéticos, económicos, etc, de un pueblo, el cual las considera como "propias" y constitutivas de su tradición.
El concepto de tradición proviene del latín traditio y a su vez de tradere, entregar. Es tradición todo lo que una generación hereda de las anteriores como: valores, costumbres y manifestaciones que son conservados socialmente y al estimarlos valiosos, se quiera legar a las nuevas generaciones. (UNESCO, 2009)
La tradición es el conjunto de bienes culturales que se transmite de generación en generación dentro de una comunidad. Se trata de aquellos valores, costumbres y manifestaciones que son conservados socialmente al ser considerados como valiosos y que se pretenda inculcar a las nuevas generaciones.
La tradición ha sido comúnmente considerada como un segmento histórico relativamente inerte de una estructura social: la tradición como supervivencia del pasado. Sin embargo, esta versión de la tradición es débil en el punto preciso en que es fuerte el sentido incorporado de la tradición: donde es visto, en realidad, como una fuerza activamente configurativa, ya que en la práctica la tradición es la expresión más evidente de las presiones y límites dominantes y hegemónicos. (Williams, 1928)
Siempre es algo más que un segmento histórico inerte; es en realidad el medio de incorporación práctico más poderoso. Lo que se debe comprender no es precisamente "una tradición", sino una "tradición selectiva": una versión intencionalmente selectiva de un pasado configurativo y de un presente pre configurado, que resulta entonces poderosamente operativo dentro del proceso de definición e identificación cultural y social.
Dentro de una hegemonía particular, la tradición constituye un aspecto de la organización social y cultural contemporánea del interés de la dominación de una clase específica. Es una versión del pasado que se pretende conectar con el presente y ratificar. En la práctica, lo que ofrece la tradición es un sentido de predispuesta continuidad. (Williams et al., 1981)
Es un proceso muy poderoso, ya que se halla ligado a una serie de continuidades prácticas: familias, lugares, instituciones, un idioma, que son directamente experimentadas. Asimismo, y en cualquier momento, es un proceso vulnerable, ya que en la práctica debe descartar áreas de significación totales, reinterpretarlas, diluirlas o convertirlas en formas que sostengan, o al menos que no contradigan, los elementos verdaderamente importantes de la hegemonía habitual.
Abordando dimensiones más concretas la tradición es una fuerza activa configurada o heredada, es selectiva. Una visión intencionalmente selectiva de un pasado configurado y de un presente pre-configurado, que resulta entonces poderosamente operativo dentro del proceso de definición e identificación cultural y social. Un proceso deliberadamente selectivo y conectivo que ofrece una ratificación cultural e histórica de un orden contemporáneo. Si bien una visión del pasado tienen el objeto de ratificar el presente y de indicar las direcciones del futuro, deja a un lado, descarta, diluye o reinterpreta las que no desea bajo la denominación de "fuera de moda " o "nostálgicas " y ataca a las que no pueden incorporase considerándolas "sin precedentes " o "extranjeras ".
Es vulnerable porque se pueden recuperar, revitalizar o aprovechar tradiciones o prácticas alternativas olvidadas. (Williams et al., 1981)
Dentro de la tradición se identifican cuatro etapas: muerta (corresponde a una cultura ya extinta solo se conserva en libros de viajeros, archivos, pinturas) , moribunda (la cultura en cuestión conserva tan solo algunos detalles y elementos habiéndose perdido la típica por motivos estrictamente demográficos, los ancianos únicamente la conservan y se la transmiten a los más jóvenes), viva (se practica en la vida cotidiana) y naciente (rasgos culturales nuevos que con el tiempo tienen chances de convertirse en tradición (Tovar, 1985)
La tradición es la comunicación de generación en generación de los hechos históricos acaecidos en un determinado lugar y de todos aquellos elementos socioculturales que se suceden en el mismo. Es decir, los bienes culturales que una generación considera imprescindibles de ser rescatados y continuados a través de los tiempos y los transmite a las siguientes generaciones constituyendo la tradición de un país (Paz, 2010)
Al analizar algunos de los conceptos más importantes de tradiciones y a partir de la relación inseparable que existe entre estos con la cultura propia de un pueblo, sería acertado analizar las encrucijadas de las tradiciones festivas a lo largo de la historia cultural cubana.
Consideraciones sobre las tradiciones festivas más importantes en Cuba.
El origen de la actividad festiva cubana se vincula estrechamente con los asentamientos étnicos que se produjeron en el suelo insular, puesto que cada componente trajo su cultura, que al ponerse en contacto con los demás se modificó.
Este proceso de transformación o transculturación, que dio por frutos una nueva cultura, se realizó sobre la base de la pérdida de ciertos elementos originales de cada cultura, la mezcla y la asimilación, unido a un lento proceso de transmisión generacional. Cada uno de estos grupos: el hispánico, el africano, el chino y el francés, por mencionar solo los principales, constituyeron tipos culturales muy disímiles, con caracteres propios que al interrelacionarse fundieron una nueva cultura nacional que se caracteriza por sus elementos autóctonos y cubanos.
El proceso de transculturación, que conformó la cultura nacional, comenzó desde el encuentro de culturas ocurrido en 1492. Una buena parte de la población aborigen de Cuba fue desapareciendo en relativamente pocos años, debido a los maltratos, el trabajo intensivo y las enfermedades provenientes del Viejo Mundo, desconocidas por los nativos. Los remanentes de los originales pobladores se mestizaron paulatinamente, y en el orden cultural, solo han quedado noticias de una actividad festiva llamada areíto. Según los cronistas se trataba de un complejo festivo que incluía música, danza, pantomima, expresiones orales, comida y bebida y rituales mágico-religiosos. Estas fiestas primitivas solían extenderse desde el atardecer hasta el alba. (Feliú V. , 2003)
Las tradiciones católicas de los españoles trajeron la instauración de instituciones, usos y costumbres, con el objetivo de controlar los territorios conquistados. La Iglesia Católica organizó festividades desde el principio, que como la del Corpus Christi tenían como actividad principal una procesión de los vecinos del lugar. Otras fiestas del calendario católico fueron las patronales y las de altares de cruz.
Cuando el medio rural se encontraba aislado geográficamente aislado, preservó una serie de elementos de estilos hispanos, carentes de influencias foráneas. El punto guajiro, con el repentismo con base literaria en la décima y en forma de improvisación, junto a otros elementos característicos, se insertó en formas festivas autóctonas propias del hombre de campo. Como actividad festiva del campo, el guateque agrupaba manifestaciones danzarias y musicales del campesino, manteniendo siempre sus elementos identitarios.
En el siglo XVI llegan a Cuba los primeros esclavos africanos, los cuales arrojaron un significativo aumento demográfico e influyeron en el incremento de la producción azucarera, que constituyó la base fundamental de la economía cubana de la colonia.
La llegada de esclavos africanos resultó ser, junto a la influencia hispánica, el otro componente importante de la nacionalidad cubana, cuya influencia puede observarse no solo desde el punto de vista étnico, sino sociocultural.
Los esclavos que arribaron a Cuba en condiciones de esclavitud, aplicaron estrategias de supervivencia con el objeto de mantener vivos los elementos culturales de sus regiones de procedencia. Téngase en cuenta que la esclavitud, como fundamento teórico, se basó en la deslegitimación del sujeto esclavo, de sus prácticas culturales, de su modo de vida, que fueron catalogados como salvajes y por tanto, contrarios a la civilización. Por tanto, sus tradiciones culturales, que no seguían el tronco católico de la hispanidad, fueron calificadas de heréticas y contrarias a la civilización, lo cual llevó a su prohibición, en reiteradas ocasiones, y siempre a la represión de las mismas.
Según Feliú (2003) en las plantaciones y barracones solo se les permitía a los esclavos realizar sus bailes y danzas los domingos y días señalados por las autoridades españolas; las mismas eran denominadas genéricamente fiestas de tambor por ser este el instrumento musical alrededor del cual se celebraban dichas fiestas que se basaban en la práctica de bailes y música acompañadas por comida y bebida. Había ingenios donde el tambor comenzaba a las doce de la tarde, mientras que en otros desde las primeras luces del alba. (Feliú V. , 2003)
Al ser despojado de sus formas originarias de vida, el negro se vio obligado a integrarse a las nuevas relaciones socioeconómicas, conformando así elementos culturales acordes a su realidad. Sin embargo, conservó algunos elementos tribales que tenían una función inmediata en la sociedad que se desarrollaban. Los cabildos, surgidos a mediados del siglo XVI cuando ya existían algunos negros libres, fueron un ejemplo de esto; eran organizaciones que implicaban una unión parcial, pues solo eran admitido negros de una misma tribu o nación. Las funciones de estas instituciones eran de carácter humanitario, conjuntamente con la preservación de tradiciones de su tierra originaria mediante la celebración de festividades en días señalados o en cualquier otra actividad recreativa. La expresión más elocuente fue la adoración que el esclavo y el liberto seguían haciendo a sus dioses. Enmascarados en fiestas, los mismos se dieron a conocer hasta ser popularizados en la población.
En el proceso de sincretismo religioso los ídolos y creencias africanas se traspasaron a los cristianos, tomando también de ellos sus denominaciones.
Los cabildos de nación tenían permitido por las autoridades coloniales para celebrar sus fiestas y reuniones los domingos. En la medida que ganaron miembros obtuvieron mayores facilidades para su desenvolvimiento, y se hicieron más frecuentes sus salidas en días dedicados a festividades católicas, lo cual otorgaba mayor colorido a las celebraciones con sus bailes, cantos y representaciones.
Algunas de las festividades más importantes para los cabildos eran la del Corpus Christi, en la cual miles de personas salían a las calles y plazas alborotando y bailando, especialmente los negros que vestían ropajes de color arcoíris y danzaban a ritmo de tambor. Era un espectáculo brillante que mostraba como una festividad religiosa se transformaba en todo un bacanal; y la del Día de Reyes, en esta última los cabildos recorrían las calles hasta terminar en el Palacio de los Capitanes Generales en La Habana, a fin de solicitar el aguinaldo. (Feliú V. , 2003)
En 1791 con la revolución haitiana, se produjo un flujo ininterrumpido de franceses a la zona del oriente cubano. De los esclavos llegados de Haití con sus amos proviene la Tumba Francesa, fiesta que tuvo sus inicios en los cafetales y que más tarde trascendió al ambiente urbano, y de esta tomó su nombre la sociedad surgida con posteridad. Esta sociedad tenía las mismas funciones que los cabildos de nación: sus reuniones no obedecían a ningún calendario fijo, entre sus miembros se encontraban esclavos o negros libres, cubanos o africanos, y descendientes de los esclavos haitianos que conservaban el apellido de su amo francés.
De los chinos y los jamaicanos que poblaron el país, hace referencia también Virtudes Feliú (2003), pues aún perviven algunas de sus manifestaciones. Los chinos llegaron en calidad de contratados, pero fueron sometidos a un régimen casi igual que el de los esclavos. De los mismos puede señalarse como festividades más importantes la celebración del año nuevo chino con sus bailes, música y comidas típicas. Aunque la mayoría de las practicas chinas no se popularizaron, por ser sus sociedades cerradas con solo acceso a sus miembros, sí constituía todo un acontecimiento la salida del león chino durante los carnavales de La Habana, esperado por todo el barrio de Zanja, lugar donde quedó establecida esta costumbre.
Por su parte, los jamaicanos llegaron a Cuba como trabajadores destinados a la zafra azucarera, trayendo consigo sus tradiciones y cultura. Se destacan los festejos laicos del 25 de diciembre, el de los pitos y el que se celebra el 1 de agosto por la proclamación de la libertad de Jamaica. Todas estas fiestas son de gran colorido y la participación es mayormente de los jamaicanos y sus descendientes.
Todas estas expresiones festivas de distintas procedencias ejercieron gran influencia en el proceso de conformación de la cultura popular y tradicional cubana. La práctica de estas tradiciones, en la envoltura de la festividad, constituía una forma de mantener viva una pertenencia cultural determinada en una tierra en la que convivían, ya sea en condiciones de dominado o dominador. En especial resultan importantes sus festividades religiosas, debido a la importancia que lo religioso alcanza en el alma popular, como factor de movilización y cohesión social. Por tanto se impone profundizar en las fiestas patronales de origen católico que durante su decursar por la historia nacional, con la cruz y lo sacro, han jugado un papel relevante en la formación e identidad de la nación.
Concepciones y realidades de Fiesta y de Fiesta Popular Tradicional
El vocablo latino festum es el plural de festa: de allí proviene la palabra fiesta. Solemnidad religioso-civil en conmemoración de un hecho. Día consagrado a un acto de religión importante. Se trata de un rito social, compartido entre un grupo de personas, donde se marca un cierto acontecimiento a modo de celebración. (Toro, 1968)
Según Sainz de Robles,(1978) el término fiesta "tiene como sinónimos regocijo, diversión, alegría, convite, recepción, velada, procesión, certamen".
Para (Sánchez, nd) "La fiesta es un momento donde los distintos significantes y significados culturales interactúan, definiendo al grupo social que la protagoniza. A través de ella se expresan sentimientos individuales y colectivos. La fiesta y la religión en nuestra tradición cultural, son difícilmente separables."
Según las definiciones de fiesta dadas por Sainz de Robles, (1978), de Toro &García- Pelayo, (1968), y Sánchez, (nd) se puede decir que la fiesta se asocia a la diversión y al regocijo más allá del evento en sí mismo. Se puede entonces denominar fiesta a cualquier manifestación de alegría.
"La fiesta en la tradición mito poético y religioso arcaica, es un segmento temporal que posee un vínculo especial con la esfera de lo sagrado, que supone la máxima participación en esta esfera de todos los que toman parte de la fiesta, y que puede estar marcado como una acción institucionalizada (incluso cuando tiene un carácter improvisado)" ((Toporov, 2002, )
La fiesta se opone a los días corrientes, no feriados, a los días de trabajo, y, en una diferenciación más detallada, a los días de trabajo particularmente singulares, los llamados días "nefastos", y en lo ideal tiene la finalidad de alcanzar el estado psicofísico óptimo de sus participantes: desde la euforia, vinculada a una plena sensación del mundo y/o de Dios, hasta la restauración de cierto nivel corriente medio, neutral, transgredido por una situación trágica, "negativa" (la muerte, el infortunio, la pérdida). ((Toporov, 2002, )
La oposición entre la fiesta y los días de trabajo es la oposición cardinal, y determinante, e indicadores tales como ritualidad, arritualidad (mejor dicho: el nivel y el carácter de la manifestación de la ritualidad), alegría, tristeza, oficialidad, no oficialidad y solemnidad, no solemnidad, deben verse como secundarios y no esenciales a los efectos de distinguir la fiesta de la no fiesta. Un rasgo esencial e inalienable de la fiesta es también su sacralidad.
Esta vinculación entre la sacralidad y la fiesta es en tal medida obligatoria, que en cierta medida y en determinado contexto cabe decir que sagrado es aquello que está ligado a la esencia de la fiesta, a su núcleo" ((Toporov, 2002, )
Esencialmente entonces se puede decir que una fiesta es una conmemoración jubilosa o alegre de algún hecho importante de índole personal o social, que la humanidad conoció desde tiempos remotos y que esta es la exteriorización social de un hecho que se pretende compartir. Las fiestas pueden incluir música, baile, disfraces y comida, cada una de ellas tiene sus propios ritos y la cantidad de personas involucradas en las mismas varía de acuerdo con la magnitud de la celebración.
Al clasificar las fiesta de la tradición mito-poética arcaica, cabe distinguir la fiesta principal de la tradición dada (la fiesta universal), la "súper fiesta" por así decirlo, que posee la mayor fuerza sagrada, las fiestas del ciclo anual (en la práctica se conocen también ciclos de varios años: siete, doce, sesenta; ciclos vinculados al nuevo siglo, la nueva era, etc.); fiestas que coinciden con subdivisiones más fraccionadas (fiestas estacionales, fiestas mensuales, fiestas semanales y sus equivalentes, en particular las imágenes diarias de la fiesta en la oración matinal o vespertina, durante la visita al templo, en las sesiones de meditación, trance, yoga, etc., fijadas diariamente en el tiempo); fiestas del ciclo vital (nacimiento, iniciación, matrimonio, muerte). ((Toporov, 2002, )
En una serie de casos es esencial distinguir las fiestas oficiales (que en una época posterior coinciden frecuentemente con las fiestas estatales) de las no oficiales una transformación tan común de éstas como las fiestas eclesiásticas y "populares"(extraeclesiásticas) las fiestas "cerradas" (secretas, estrictamente profesionales) de las «abiertas» (en las cuales pueden participar todos en principio), las fiestas parciales (por ej., femeninas, infantiles, militares) de las totales, las fiestas singulares de las que se repiten periódicamente, las fiestas preparadas de las improvisadas (a menudo sin un plan y un programa precisos, pero con la presencia de algunos movimientos u operaciones "festivos"; a partir de éstos, como de piezas en bruto, se monta una fiesta íntegra)"((Toporov, 2002, )
La fiesta contiene en sí las distintas tradiciones, creencias y mitos religiosos, la música, las danzas, los juegos, las comidas y bebidas, los medios de transporte y otros aspectos de la cultura espiritual y material del pueblo. Estas pueden estar vigentes y poseer un contenido religioso o laico. Es por tanto una manifestación de la cultura tradicional que resulta básica para el estudio integral de un núcleo social, pues muestra las principales costumbres, hábitos y comportamientos.
Desde tiempos inmemorables, el hombre tradujo en festividades los triunfos alcanzados, la actividad festiva adquirió un carácter netamente popular, al ser organizada y disfrutada por grandes grupos humanos. El carnaval como festividad popular ha sido objeto de diversos estudios especializados, un ejemplo de ello lo constituye el libro La rama Dorada de George Frazer (1922), donde se establece una serie de paralelismos entre los festejos de diversas partes del mundo que permite encontrar los distintos modos de celebrarse que han caracterizado estas fiestas y también las analogías existentes en las mismas en las diferentes latitudes estudiadas.
En el Atlas Etnográfico de Cuba se hace referencia a tres tipos esenciales de fiesta: (autores C. d., 2002)
Fiesta Popular: "Las fiestas en general, constituyen una vía fundamental para el estudio integral de una comunidad en tanto resumen los principales comportamientos, creencias, hábitos y costumbres. La fiesta popular goza de la preferencia del público durante un determinado período de tiempo, por lo tanto su duración puede ser efímera".
Fiesta Popular Tradicional: "Actividad colectiva de tipo familiar, vecinal, comunal o social en general, que la población participante organiza y prepara para su propio disfrute. Pervive de una generación a otra por un lapso prolongado de tiempo. Es generada por algún acontecimiento colectivo ya sea de índole social, económica, religiosa, vinculada con el ciclo anual, vital u otro. Se caracteriza por el sentido de pertenencia que el grupo social participante le otorga".
Las fiestas populares tradicionales son las actividades promovidas por algún acontecimiento colectivo, tanto de carácter social, económico, religioso, o de otra índole, que es reconocido por un núcleo étnico dado y con participación popular de generación en generación durante un largo período. Las fiestas populares tradicionales incluyen casi todos los elementos o manifestaciones de la cultura popular tradicional, como música, danza, artesanía, los géneros de literatura oral y teatralizaciones, las comidas y bebidas, los juegos y competencias, las creencias religiosas, la ornamentación, y los ritos, entre otras. (Feliú, 2003)
Página siguiente |