7. La cultura mapuche.
En Chile el termino Mapuche , o gente de la tierra , ha sido usado por los indígenas mayoritarios de Chile como autodenominación y termino genérico. Su territorio tradicional, que constituye su área residencial actual, incluye segmentos importantes de las regiones VII, IX y X de Chile, abarcando también desde el río Bío-Bío, hasta el archipiélago de Chiloé. En Argentina existe también una población amplia de mapuche, cuya mayoría se ubica en las vertientes occidentales de sectores cordilleranos vecinos a las regiones IX y X de Chile. De acuerdo a su propia transmisión oral y sabiduría tradicional, los mapuche han reconocido a un grupo central y 4 familias regionales, denominados como sigue: Mapuche (grupo central), Pewenche (gente del piñón) ubicados al Este, Williche (gente del sur); Lafkenche (gente del mar) ubicados al Oeste; Pikunche (gente del norte), esta ultima familia desapareció tempranamente durante la conquista y la Colonia, primero por su inclusión en encomiendas y sus faenas productivas; y luego mediante un proceso de mestizaje e integración gradual a la sociedad nacional, que más bien corresponde a un proceso de inclusión o asimilación, sin una aceptación de patrones culturales ni adecuación a la convivencia con personas que provenían de una cosmovisión diferente. En el presente, las respectivas ubicaciones de los grupos vigentes se definen como sigue: 1. Los Mapuche, (grupo central) constituyen el grupo central de las familias regionales mapuche, que residen en sectores amplios y densamente poblados del valle central, desde Cañete hasta el río Toltén. 2. Los Pewenche, se ubican al Este en dos sectores precordilleranos y cordilleranos: en el Alto Bío-Bío y Lonquimay, en una franja cordillerana que se extiende entre los lagos Icalma al Panguipulli. 3. Los Williche, que se extienden al sur del río Toltén (desde el mar a la cordillera) Hasta Chiloé, formando un triángulo cuyo vértice se ubica en el lago Ranco. Además existen williche en sectores costeros continentales situados al norte de Puerto Montt y en la costa oriente de la Isla grande de Chiloé en la X región. 4. los Lafkenche, se ubican en una franja marítima que se extiende entre Cañete y el río Tolten, incluyendo a otros sectores del lago Lleu-Leu, Tirúa, Puerto Dominguz y la Isla Huapi. Esta división de las diferentes familias, es afirmada por los etnomodelos mapuche, de acuerdo a las comunicaciones personales de varias machis tradicionales, estas cuatro familias regionales y su rama central, están representadas en la tetrapartición del dibujo simbólico ubicado en la membrana del kultrún. De acuerdo con las apreciaciones y criterios de diversos indígenas que se destacan por su saber tradicional, es posible distinguir a los mapuches y a cada una de sus tres familias vigentes de acuerdo a varias características sobresalientes. Estas aluden a aspectos distintivos de su naturaleza silvestre regional, flora y fauna autóctonas, recursos y medios de subsistencia, patrones alimentarios y de vivienda tradicional; y también a las variantes regionales expresada en los matices distintivos de la lengua mapuche en cada modalidad de habla regional, en sus creencias religiosas y ceremonias rituales. Todo ello se proyecta en la constitución de la familia extensa mapuche, en la dinámica social de sus relaciones humanas, y sobre todo, en las relaciones profundas con la naturaleza y lo sobrenatural en los contextos imponentes del bosque nativo , su flora y su fauna silvestres. La prehistoria mapuche no es ampliamente conocida. Coexisten tres hipótesis hacerca de su origen: 1. Llegada desde Argentina, por pasos trasandinos. 2. vía Norte – Sur. 3. Origen amazónico, basado en algunas ecvidencias culurales. El perfil diacrónico de los Mapuche se desarrolla en tres periodos: a) Prehistoria (… – 1550) primer asentamiento, incluye invasión e influencia de la cultura incaica, a partir de 1460, hasta la llegada de los españoles al sur de Chile. b) Conquista y Colonia: (1550- 1810)incluye las extensas etapas de la conquista y colonia. c) Periodo Contemporáneo : (1810 -…) corresponde a la época republicana y su nuevo perfil institucional, comprendiendo la derrota de los mapuche en 1881, la "Pacificación de la Araucanía", y la organización del sistema de reducciones indígenas desde 1884 a 1910. Creemos que si bien esta es una sucesión de hechos importante, y probablemente lo sea para el pueblo mapuche, sería más interesante observar una secuencia histórica desde su propia narración, ya que la que aquí se describe, solo contempla una sucesión de hechos impuesta por el contacto con foráneos, y creemos que hay otros puntos que también deben ser determinantes en la vida del pueblo mapuche. Los mapuche no han constituido jamás su residencia en aldeas grandes o pequeñas, prefiriendo el asentamiento rural de cada familia extensa en su propio conjunto de viviendas –próximas o separadas – correspondientes a los miembros de un patrilinaje .Dichas viviendas se encuentran en las inmediaciones de sus respectivos cultivos agrícolas. Debido a esta características, hay una distancia relativamente amplia entre los lugares de residencia de cada familia extensa. El antedicho modelo de asentamiento familiar mapuche parece haber contribuido a mantener su relativa independencia y estilo de vida. Tanto en el pasado como en el presente, la organización social mapuche ha carecido de unidades mayores que los grupos de parentesco locales, cuya autonomía y y cohesión han obedecido a lads reglas de descendencia patrilineal, y de residencia patrilocal. En suma la unidad social mapuche se identificó con la familia extensa integrada por los padres, los hijos casados y sus respectivas esposas, y todos los hijos e hijas solteras. El sistema religioso mapuche, que comprende un conjunto complejo de mitos y creencias, de cosmología y practicas rituales, ha logrado mantener (con un enorme costo) su continuidad cultural, a pesar del proceso de cambio cultural en marcha. Sus lideres rituales han velado por su preservación mediante dos mecanismos principales: a) Restringiendo la transmisión oral de sus contenidos sólo a sus oficiantes y algunos mapuches que sobresalen como portadores de ka tradición religiosa.
b) Bloqueando su acceso y comprensión al no mapuche.
La principal portadora y transmisora de la religión mapuche es la machi, que desempeña diversos roles rituales al interior de su comunidad, destacándose su participación en los ritos medicinales terapéuticos y diagnósticos, adivinatorios y comunicativos. Las creencias tradicionales y concepciones mitologivas son reactualizadas a través de la poderos comunicación del discurso chamanico. En los ritos simples, +dichos contenidos se expresan mediante recitaciones y cánticos; y en los ritos de mayor complejidad, se agregan a esas recitaciones y cánticos una amalgama densa de poesía, música, danza y episodios dramáticos, con activa participación de la machi y sus ayudantes junto a la comunidad ritual. La cosmovisión mapuche proporciona un modelo explicativo del universo, mediante el cual es posible acceder a los símbolos y sus referentes compartidos. Estos últimos permiten una comprensión profunda de la construcción cultural de su universo simbólico. Según la tradición oral mítica mapuche, el cosmos se compone de 7 tierras cuadradas- plataformas estratificadas y superpuestas en el espacio cósmico- Dichas tierras representan dominios controlados por potncias sobrenaturales, tanto benficas y constructivas como también maléficas y destructivas. Las 4 tierras superiores conforman el wenu mapu ( tierra de arriba). Es el ámbito supremo de la fuerza del bien donde residen los dioses o espíritus benéficos, antepasados, machis y caciques difuntos. En cambio, en el rangiñ – mapu (quinta tierra) residen los weküfe (espiritus maligno)y en el minche –mapu (séptima tierra) los kalku y weküfe ( brujos y espíritus malignos) todos últimos generan sufrimiento, desgracias, enfermedades y muerte, por último en el mapu ( la sexta tierra) residen los hombres y muges mapuches, coexistiendo en ellas las fuerza del bien y del mal. Todas estas tierras cósmicas fueron creadas en orden descendente , adoptando como modelo la plataforma del dios creador situada en la altura máxima. La comunicación entre los dominios cósmicos del bien y los mapuche, es posible mediante la intervención de la machi, intermediaria entre los humanos y las potencias cósmicas benéficas. De este modo ella es capaz de generar la energía vital, salud, bienestar, supervivencia y destino de los seres humanos. Dicha intervención se produce mediante las potencias positivas comunicadas en las experiencias oníricas, y el trance extático chamánico. Opuestamente las potencias negativas del mal, operan mediante la intervención del kalku, y de los wecüfe, (brujos y espíritus malignos). El rewe constituye una expresión icónica de la construcción simbólica del cosmos mapuche. Hay dos variedades de rewe, uno con siete peldaños (cosmos mapuche total) y otro de cuatro peldaños ( que sólo contiene al wenu mapu). Por otra parte el kultrún representa la tierra mapuche, mientras su vasija equivale a la tierra, su membrana pintada en cruz es polisémica, o sea representa a las cuatro familias regionales, también a los puntos cardinales, a las cuatro estrellas, astros o planetas y asimismo a la machi, que es su dueña, puesto que su voz ha sido introducida ritualmente en su interior. Según estudios recientes, se ha reconocido la existencia de los ngen, espíritus de la naturaleza silvestre. Los dioses creadores han confiado a cada uno de estos, el cuidado de un elemento-al cual representan a identifican-debiendo velar por su continuidad y bienestar. Los ngen, son seres espirituales, animados, activos, con caracteres antropomorfos, zoomorfos, y fitomorfos, que reciben órdenes de dioses creadores mapuches. La tradición mapuche ha conservado la reactualización de las creencias mediante pequeños episodios rituales, que permiten activar una densa red de referentes simbólicos . En dichos episodios, los mapuche solicitan respetuosamente la aprobación previa del ngen para acceder a la recolección de elementos requeridos para su subsistencia; se recogen luego una cantidad justa para sus necesidades inmediatas ; se agradece al ngen respetuosamente y en señal de reciprocidad, se le entrega un pequeño obsequio consistente en unos granos de trigo o migas de pan, destinadas a la fauna silvestre. El diálogo revela ternura, calidez y espiritualidad, creándose una atmósfera ritual delicada y emotiva No obstante, paralelamente a esta externalización creativa ( que afirma y confirma la prececia de indentidad étnica en el contexto de las culturas indígenas de Chile) se está desarrollando una integración de los mapuches a la sociedad chilena y por ende a su cultura. Ello ha ocurrido y sigue ocurriendo permanentemente, especialmente en los sectores urbanos, donde se produce un mayor impacto debido a la exposición e interacción progresiva con la sociedad mayor y a las influencias transmitidas tanto por la educación formal como por los medios de comunicación . Según los datos oficiales del último censo la población mapuche total asciende a 928.060 habitantes, cifra que incluye a todos los mapuche rurales y urbanos a lo alrgo del país. No obstante no son las regiones del sur las queconcentran la densidad mapuche, sino que la región metropolitana, debido a los procesos de migración, tendientes, de parte de los indígenas, a buscar nuevos horizontes que les otorguen un nivel de vida un poco mejor, dadas las precarias condiciones en las que viven, con pequeñas porciones de tierra, muchas veces de difícil cultivo; lo triste de esa situación es que además de ir perdiendo paulatinamente su identidad étnica, de ser discriminados por la sociedad chilena, además deben realizar trabajos muy mal remunerados, como meno de obra barata, asesoras del hogar, obreros, etc. Además de esto, el formar una familia en la ciudad, para un mapuche, significa también el que sus hijos se eduquen en una sociedad que no le entregara ninguna vía para mantener sus costumbres más básicas, es así que se va perdiendo el lenguaje, las cadenas de transmisión oral que afectan la reproducción de la cultura original, etc. Por todo lo anterior es necesario decir que la situación en que se encuentra el pueblo mapuche hoy, es alarmantemente peligrosa, dado el proceso de perdida de sus territorios ancestrales, lo que significa para su cosmovisión un golpe que escinde su continuidad cultural, (ya que se sienten parte del cosmos de un modo holístico y sagrado, la tierra es sagrada) y por consiguiente la perdida de identidad, proceso que se viene gestando a través de 500 años, desde la llegada de los españoles. No podemos dejar de menciona, que es estremecedor el hecho de revisar la historia de este pueblo, y constatar sus luchas de siglos y siglos, el ahínco con el cual defendieron su cultura, y que a pesar de tanto esfuerzo, hoy en día se vean tan diezmados en su derecho más básico, que como cultura les es propio, el hecho de pertenecer a una tierra, a ser autónomos, a vivir según los precepjtos que su cultura lkes indica. Los diversos conflictos que hoy en dia se estan presentando, y en los cuales de unas u otra forma estan presentes todas las familias mapuche ( lafkenche, y su organización, el consejo de todas las tierras, coordinadora Arauco- Malleco, los pewenche del alto bío-bío. Etc.), son un indicador de que hay una cultura que sobrevive, y que intenta abrirse camino a través de siglos de usurpaciones, engaños, discriminación, violencia y subestimación. No podemos intentar analizar esta situación que se da hoy, sin contextualizar el fenómeno, puesto que no es antojadizo, durante el periodo de la Repubica Chilena, se fue paulatinamente quitando territorio a las etnias mapuche, hasta dejarlas convertidas en "reducciones", termino que se utilizo para designar los nuevos asentamientos de mapuche, producto de todas las asignaciones de terrenos que se hicieron a los colonos que poblaron la frontera.. de la extensión de territorio, que a la llegada de los españoles ocupaban, entre las V a X región, hoy en día queda un reducido espacio en reducciones desperdigados en partes de la VIII, IX y X. Hoy en día el gobierno Chileno, a pesar de las supuestas buenas intenciones, demuestra el mismo sentimiento de poco respeto hacia las comunidades mapuche, dejando que sean empresas de consorcios internacionales (que por lo demás ni siquiera las ganancias dejaran aquí) quienes despojan hoy a los Mapuche, ENDESA a los pewenche, (que dada su lejanía habían logrado mantener su cultura más limpia del contacto foráneo); Las multinacionales madereras a los mapuche etc.
Los Kawéskar habitaban los canales australes, en el territorio comprendido entre el Golfo de Penas por el norte, y la península de Breknock por el sur. Su vida se concentraba en el recorrido de los canales australes por medio de canoas (de madera de ciprés en el norte y de corteza de coihue en el sur), circundando las pequeñas playas donde construían sus campamentos con viviendas bastante simples (dada su condición de canoeros nómades) y fáciles de transportar. Estas playas eran inhabitables dada su topografía pantanosa que hacía imposible pensar en un asentamiento definitivo, razón por lo mismo, que los Kawéskar no conocieron la agricultura. Por otra parte, el mar les abastecía de lo necesario para su supervivencia ; lobos marinos, nutrias, aves, mariscos, etc. Los Kawéskar alcanzaron un gran conocimiento acerca del mar, dado que viajaban largas distancias en aguas peligrosas y se constituyeron en grandes cazadores, muy diestros en el uso del arpón elaborado con huesos de ballena Kawéskar quiere decir "hombres que visten con pieles", y su vestimenta, en efecto está compuesta de pieles de foca, nutria, etc. Al vivir los Kawéskar en un medio aparentemente tan hostil, se vieron ante la imposición de asumir una condición de nómades. Esta misma imposición condicionó su organización social la cual estaba formada por pequeños grupos familiares socialmente independientes. Las relaciones con otros grupos eran sólo encuentros ocasionales en zonas de campamento. Estos encuentros se caracterizaban en la unión en torno a vínculos religiosos los cuales eran libremente aceptados. De esto se puede deducir que estos encuentros afirmaban la solidaridad entre grupos y que eran espacios en que se actualizaban elementos culturales de significación. El carácter libre (voluntario) de la convocación suponía la falta de existencia de líderes intergrupales, y la solo existencia de jefes de familia a cargo de los grupos (poder intragrupal). Con respecto al contenido cosmológico y cosmogónico es poco lo que se ha logrado rescatar, y lo que se conoce es ambiguo. Se han hecho reconstituciones de los relatos orales, mas no hay ninguno que este libre de controversia en cuanto a su legitimidad. Algunos afirman la hipótesis de que los Kawéskar tenían la noción de un ser superior "Xólas" que era considerado como un alma que estaba más allá de la muerte, un alma después de la muerte, que gozaba de existencia antes de la aparición de los hombres. Es a Xólas a quien el Kawéskar debe su existencia. Junto con éste gran espíritu, coexistían otros espíritus que tambien eran poderosos, aunque su naturaleza era maligna. Están : el ayayema que es el espíritu que persigue a los hombres, el cual durante el día duerme en los pantanos y en la noche habita en los bosques a la espera de que algún solitario caminante se cruce en el camino. Puede que no sea aventurado interpretar que la creencias en estos espíritus define un espacio vital con el cual el Kawéskar esta emparentado y la presencia de los espíritus malignos actuaría como un definidor de límites espacio geográficos que no debían traspasarse. La circunscripción del territorio respondería al miedo a una difusión de identidad grupal y territorial basada en una relación vital con el entorno, y a un mantenimiento de formas culturales tradicionales de subsistencia basados en la especialización del conocimiento territorial. También está presente el espíritu Kautcha que es el que ronda la noche ( definición cultural temporal operativa (según nosotros)). Y también coexistiría junto a los anteriores es espíritu mwono que es el espíritu que ronda las cumbres de montaña y los glaciales. También estarían presente junto a la creencia en los espíritus antes mencionados, la realización de ceremonias religiosas, tales como : Kalalai que constituye una ceremonia de iniciación, y yincihaua que constituiría un ritual de carácter secreto. Los Kawéskar han mantenido contacto (en alguna medida) con los extranjeros desde 1557, el cual constituyó el primer avistamiento. Por un largo periodo solo se produjeron avistamientos que no produjeron ningún desequilibrio en la estructura indígena. Sin embargo, a partir del siglo XVIII esta situación cambiaría produciendo dramáticas consecuencia para los indígenas. El encuentro con los cazadores de lobo que asolaron esos lares desde el siglo XVIII tuvo un impacto negativo para la supervivencia de las formas culturales del Kawéskar quienes fueron objeto de abusos, agresiones y contagio de enfermedades a causa de los extraños. Los Kawéskar fueron vistos como mano de obra diestra y barata en la faena de la caza de lobos, por lo que los loberos les pagaban en alimentos, en mantas de lana ( con lo cual aumentaron las enfermedades a causa de la humedad, y en alcohol, el cual se constituyó en el elemento más desestabilizador de la estructura física, psicológica y cultural del pueblo Kawéskar. Esta actividad de "intercambio" comercial con los loberos se prolongo hasta alrededor del año 1930. Aún más grave impacto tuvieron los encuentros con lo expedicionarios de Chiloe, dada la cantidad de modificaciones que se introdujeron en la vida material de los indígenas que traería notorias y graves consecuencias demográficas y psicológicas. Comenzaron a producirse rencillas entre los expedicionarios y los Kawéskar produciéndose una seguidilla de asesinatos, cuyas causas serían los intentos de robos por parte de los Chilotes, la falsa imputación de delitos a aborígenes y sus consecuentes represalias, y los raptos de mujeres indígenas. A estos dos encuentros anteriores (loberos y chilotes) se suma un tercero. Las costas de los Kawéskar se convirtieron en una ruta de paso casi obligada de las embarcaciones expedicionarias que trataban de huir de la mar brava, esto trajo como consecuencia un mayor contacto entre europeos y aborígenes, por ende un mayor comercio con las consecuentes modificaciones materiales y el posterior cambio de patrones culturales y concepciones tradicionales. " la difusión de la identidad territorial se hizo presente, los espíritus llegaron desde el mar". Durante las etapa o periodo de la colonización de la Patagonia, la presencia de colonos desembocó en numerosos conflictos con los indígenas, a causa de esto mucho aborígenes Kawéskar fueron muertos o relegado fuera de su territorio, la irrupción de estos extraños de manera permanente en sus territorios constituía una amenaza constante para el pueblo Kawéskar, he ahí el por qué de su agresividad, y esto sumado a la poca tolerancia de los extraños colonos para con los dueños de las tierras (indígenas), más la falta de protección indígena por parte de las autoridades de gobierno, produjo una notoria disminución en la población indígena supeditada a la arbitrariedad de los antes mencionados (colonos). Otro elemento que precipitó su reducción numérica lo constituyó el desarraigo y la enfermedad. Los Kawéskar desde entonces vivieron en una pesadilla de la que nunca podrían escapar totalmente. Cada vez se fueron haciendo más dependientes del hombre blanco, hasta el punto de aceptar todo maltrato imaginable. Y no fue sino hasta que 1940 Pedro Aguirre Cerda , presidente en aquella fecha, viaja a Puerto Eden y descubre la situación de miseria en que vivían los Kawéskar. En esto dicta un decreto de protección indígena, encomendado a la FACH, lo cual no significó en medida alguna un avance, sino más bien trajo graves consecuencias, en torno al hacinamiento, promiscuidad, degeneración fisiológica, etc.. a partir de 1969 los Kawéskar son trasladados a vivir en la Isla Wellington en el poblado de Puerto Edén, aún bajo condiciones precarias de vida, pero con viviendas entregadas por el estado. La muerte y la migración son los designios del destino que azota a este pueblo en vías de extinción, quedando tan solo 12 personas Kawéskar en puerto edén y los demás ramificados en distintas ciudades a un paso de la aculturación. La pérdida de la lengua y costumbres permanecen latentes hoy en día, sin embargo, hoy día se atisba un grado de interés por parte de los pocos miembros de ésta comunidad por rescatar su origen, lo que los lleva a renovar su autoidentidad y a formar organizaciones que la afiancen y representen sus intereses comunes. Para reforzar estos sentimientos se hace indispensable la existencia de un proyecto legislativo que los reconozca como comunidad y que establezca programas en su favor.
9. Los yámana.
Estos canoeros australes ocupaban los archipiélagos ubicados en la parte austral de Tierra del Fuego, entre el canal Beagle y el Cabo de Hornos. Estos grupos, al igual que los Kawéskar, presentaban una organización conformada por pequeños grupos que cubrían un extenso territorio geográficamente muy diversos. Su estilo de vida era el nómade, y transitaban por los mares y canales que habitaban viviendo de la pesca, caza y recolección. Se desplazaban en canoas hechas con cortezas de árboles, y eran muy similares a la de los canoeros de más al norte. Y al igual que ellos, pese a la distribución social de grupos independientes, se juntaban en ocasiones especiales, como por ejemplo cuando varaba una ballena o cuando celebraban alguna ceremonia. Fuera de estos encuentros las familias independientes unas de otras funcionaban con una regulación regida por reglas de organización interior. La división del trabajo era bien diferenciada, así al hombre le correspondían las tareas que requerían de fuerza física como por ejemplo : la caza, la pesca, la construcción de la canoa y vivienda, etc. ; en tanto que a la mujer le correspondía la realización de aquellas labores vinculadas tanto a la choza como a la canoa. Los Yámana tenían la noción de un espíritu superior, lejano y omnipotente que era responsable de la existencia de todo cuanto había alrededor. Este espíritu constituía el equilibrio del que todo pendía y era llamado Watawineiwa ( muy anciano) o también conocido como Hidabaun (nuestro padre). Reconocían la existencia de otros seres o espíritus que tambien formaban parte de su mitología, entre ellos estaban los yoalox que eran algo así como semidioses o héroes míticos, Lem el hombre-sol, Akáinik el arcoiris y Háunuxa esposa de éste. Sus dos ceremonias más practicadas eran "Chiéjaus" y el "Kina" . el chiejaus correspondía a una ceremonia de iniciación en la que tanto jóvenes tanto hombres como mujeres pasaban a convertirse en adultos, estos ritos cumplirían una función en la organización social de los Yámana dado su carácter de definición de las etapas. Un rito de iniciación evitaría un conflicto ligado a pérdidas de identidad y exacerbación de conflictos emocionales de una etapa. Así este rito modula el transcurso sano (normal) por una etapa determinada. la segunda ceremonia estaba destinada a aquellos que ya hubiesen pasado por la ceremonia anterior, tenía un carácter más reservado y cumplía con la función de convertirse en un espacio social de actualización de formas tradicionales y de traspaso de contenidos culturales. Aquí se les informaba a los jóvenes varones los secretos sobre su etnia. Los primeros contactos que se tuvieron con los Yámana comenzaron a partir del año 1624, y desde ese año numerosas expediciones darían cuenta de los canoeros del Beagle. De manera muy diferente a la suerte corrida por los demás pueblos de la patagonia, cuyo principal eje de intercambio estuvo dado con colonos Chilenos o Argentinos, los Yámana desarrollaron sus contactos más importantes con los misioneros anglicanos que desde la mitad del siglo XIX se instalarían en el sector del Beagle. La gran mayoría de éstas misiones tenían como destino cristianizar a los indígenas de éste sector, algunos por los comentarios peyorativos e ignorantes de Charles Darwin acerca de ellos. Decían que hasta los seres más bestiales y primitivos pueden encontrar a Dios, lo cual se constituyó en una especie de domesticación religiosa. Sin embargo este encuentro con el Dios occidental no estaría libre de conflictos y trágicas consecuencias para los misioneros, hasta que en 1869 se funda la misión de Ushuaia, que se instalaba con iglesias y escuelas, y paso a constituirse en una curiosa atracción para los Yámana. Pese a los intentos de los colonos de que los Yámana se establecieran en Ushuaia y adoptaran las costumbres Europeas, éstos mantuvieron su vida nómade. A partir de la creación por parte del gobierno Argentino de una subprefectura en 1884 en Ushuaia con la consecuente llegada de numerosas embarcaciones a la zona se produce un grave deterioro en la integridad física de los indígenas que fueron vulnerados sus organismos vírgenes por una gran cantidad de enfermedades que terminaron por reducir la población a la mitad, alejándose los sobrevivientes del lugar donde estaban los misioneros, donde estaba la peste. El establecimiento de la misión en diferentes lugares del Beagle respondía a la poca cantidad de indígenas existentes en las diferentes zonas y en su actitud reacia a convertirse al cristianismo. Hasta que por fin la misión termina por sucumbir a causa de la falta de indígenas que convertir en 1916. La irrupción misionera debe entenderse en el contexto de la espiritualidad de sus ardides. Los intentos por sedentarizar la vida Yámana, de imponerles vestimentas, de encerrarlos en viviendas, fueron todos causa del debilitamiento psicológico y cultural de éste pueblo. Sin embargo se debe de considerar la contradicción, de que ante la presencia cada vez mayor de afuerinos en el territorio, las misiones constituían un espacio de refugio contra los abusos y agresiones por parte de extranjeros. La llegada de estos inmigrantes extranjeros se debía principalmente a los descubrimientos de las posibilidades auríferas que el terreno prometía después de varios hallazgos. Y las consecuencias de la llegad de extraños al territorio Yámana trajo consigo la presencia de pestes y enfermedades, hábitos costumbres y vicios que determinarían el trágico curso de su destino como cultura. Los Yámana, además debieron competir con los invasores por los íntimos terrenos en que habitaban, y afrontar la pérdida de una moral cultural y principalmente sexual en el encuentro muchas veces cruento y vejatorio que se suscito con los mineros. En otras palabras su fragilidad de este pueblo debió recluirse del ambiente antes protector y ahora hostil que se le presentaba con la inclusión del germen foráneo. La colonización por parte del gobierno Chileno de los territorios de Beagle, estuvo marcada por la entrega de territorios en concesión a particulares, lo cual derivo en una serie de abusos que reproducían la totalidad de las formas de relación que se suscito entre Chilenos y Patagones en cada uno de sus encuentros. Así las decisiones que se tomaban en relación a los terrenos ancestrales de los Yámanas no consideraban la existencia de este pueblo ni siquiera como alternativa de discusión, la política reduccionista fue clara y consciente, la destrucción de esta cultura fue sistemática en pos de intereses económicos y de criterios de soberanía (chauvinista) . Los Yámanas sobrevivientes a la invasión de sus territorios se refugiaron de Punta Remolinos (Argentina) y Mejillones (Chile) ; los Yámana pese a todo mantuvieron en la medida de lo posible sus formas culturales de sobrevivencia (nómades, pescadores, recolectores) , y sus costumbres religiosas y creencias ancestrales. Sin embargo asumen la postura de cultura en decadencia, ya que los elementos jóvenes han perdido la habilidad en el dominio del territorio y en las formas de supervivencia cultural. En la década del 50 el gobierno Chileno decide fortalecer su presencia en la zona construyendo una base naval. Después de la conformación de dicha base se crea la villa de Ukika poblado donde los sobrevivientes Yámanas se establecen después de los años 60 con el consiguiente componente de transculturación y abandono de las formas ancestrales y pérdida de patrones culturales, por vía de la educación formal y la cercanía con la cultura nacional. La población Yámana está compuesta por 74 individuos. Los que viven en villa Ukika (51) lo hacen en condiciones de extrema pobreza sobreviviendo por medio de la pesca y de las pocas ganancias que deja la confección de artesanías, y otras actividades que se caracterizan por su inestabilidad, y su variabilidad económica. Pese a los graves problemas de aculturación que se revelan en la pérdida casi total delas tradiciones, hoy subsiste un sentimiento de revitalización cultural que se deriva del emergente interes de los extranjeros en el legado cultural de los Yámana, el cual se ha convertido en un fuerte incentivo para recuperar su identidad cultural, y formar organizaciones que los representen como pueblo.
La organización actual de cada uno de los pueblos que sobreviven en Chile, ha estado mediatizada por la imposición de elementos culturales ajenos a su matriz cultural original Ante esta imposición existen dos posibilidades de respuestas :
- no poder integrar en el soporte cultural, estos elementos disruptores por contaminar la estructura del soporte mismo.
- La otra posibilidad esta dada por una asimilación de los contenidos ajenos, lo cual pasa por una acomodación de la estructura cultural primigenia.
Toda esta imposición, está dada en un proceso histórico, que ha enmarcado las relaciones entre el gobierno chileno y la sociedad en general, y las distintas etnias, con políticas de reducción, usurpación, cediendo territorios ancestrales a colonos, indefensión legislativa, una imposición de la educación occidental aculturizante, etc. Todo lo anterior en una clara intención, Chilenizadora que se agrava luego de 1973, con un Chauvinismo creciente que desarrolla políticas aun más atacantes (como el servicio militar obligatorio, la escolaridad – este punto lo aclararemos más adelante – ) contra los pueblos originarios.
El factor económico ha sido otro de los elementos que han enmarcado la difícil situación de los pueblos indígenas, al enmarcase nuestra sociedad en una economía de libre mercado, no otorga el espacio para que las diversas comunidades indígenas puedan desarrollar su economía según sus íntimos modos, ya no sirve el trueque, y con la mengua de sus territorios, también los recursos de pequeña agricultura, pastoreo y recolección, sumados a la contaminación, consecuencia de nuestra actividad como sociedad, van disminuyendo al punto de que la mayor parte de los indígenas que viven en le territorio chileno, lo hacen hoy en condiciones de extrema pobreza lo que contribuye a indignificarlos aún más. Esta problemática crea dos consecuencias muy graves para las culturas indígenas:
- La calidad de vida de los indígenas disminuye, viéndose desmejorada su alimentación, lo que crea problemas a niveles orgánicos, y trasladándose su preocupación a satisfacer las necesidades fisiológicas, lo que demanda la mayor parte de sus fuerzas y recursos,
- y por otro lado, el traslado de la visión que el estado y la sociedad en general tiene de la problemática indígena, ya que lo ven como un problema meramente económico, olvidando todos los otros aspectos, y generando las propuestas tendientes a mejorar su situación sólo desde ese prisma.
Para responder a todas las problemáticas que surgen al interior de las comunidades, como también en la interrelación de éstas, no existe ninguna entidad representativa del mundo indígena, esto desemboca en la conformación de organizaciones étnicas independientes, que no logran una representatividad nacional ( y a la vez disgrega la fuerza y la cohesión, quitándole efectividad) necesaria para logra cambios. La CONADI, no responde a estas necesidades, entre otras cosas porque no está dirigido por un indígena – la solución tampoco es que este cargo sea ocupado por un mapuche, ya que estaría subyugando la representatividad de otros pueblos – y además por que no es u organismo que sea co-constructivo, sino que es impositivo de las diversas tareas que realiza, y ayudas que otorga.
Esta situación es en parte causada porque no existe una intensión de conocer a cabalidad la historia y contexto de cada etnia, lo que posibilita el mal concepto que se maneja a nivel gubernamental de cuales son las demandas particulares de cada cultura, y además de la falta de verdadera representatividad de todas y cada una de las culturas existentes en territorio chileno. Otro punto que cabe destacar en el análisis, es lo ocurrido durante el gobierno militar, en que se produce una ideologización tanto de los contenidos culturales de los pueblos como de la imputación de causas ajenas a los verdaderos intereses de las etnias, con el fin de la mantención o erradicación de intereses políticos (según sea el bando). En cuanto a la educación, que es el espacio social de mayor importancia dentro de las relaciones entre etnias, no existe una política de abordar los temas interculturales de una manera seria y respetuosa, lo que resulta más aberrante si pensamos que este es el principal espacio social donde podría darse un encuentro interétnico de envergadura, y por ende, es también allí, donde podría darse un espacio de concientización, que permita la integración de la conceptualización de los "otros" como diversos y legítimos, otorgándoles su justo valor en este espacio territorial que compartimos.
Lo cierto es que las políticas educacionales sólo tienen tímidos esbozos por intentar una integración de conceptos interculturales a la educación, menos hace por lo tanto por integrar temas de conciencia. La nueva propuesta de educación intercultural bilingüe, es quizás lo más cercano a una nueva actitud, pero que si no pasa de ser una experiencia aislada, tendrá el carácter de mera anécdota.
Es en el terreno de la educación, con todas sus implicancias, donde la psicología debiera abrirse camino, y así generar las estrategias necesarias para la aceptación y respeto de las culturas indígenas.
Otro aspecto digno de destacar en este análisis, es lo que respecta a la utilización de la educación como un mecanismo de chilenización, como una forma de resolver el conflicto étnico, puesto que lo más fácil es asimilar a los indígenas para que se hagan "iguales". Este ardid fue utilizado ampliamente a través de la historia para regular la problemática indígena. Como parte del conflicto del territorio se ha dado otra realidad, una vez más impuesta por lo "occidental", que es la irrupción de lazos ancestrales por medio de demarcaciones limítrofes por conflictos territoriales y de soberanía de las naciones vecinas (Chile, Argentina, Bolivia, etc.), lo que llevó a un corte en la intrarelación que aportaba un elemento de reestructuración natural y por ende de enriquecimiento de la cultura. Por otra parte, en hecho de que hallan sido reducidos en sus espacios territoriales, enajenándose de sus espacios ancestrales, hace variar los contenidos de la cosmovisión, obligando una reestructuración y en ella una pérdida de contenidos, y un cambio de formas. Es aquí que nos surge la problemática de saber cómo se reestructura su cosmovisión, para constituirse en un soporte psicológico frente a las exigencias de un mundo hostil a su cultura. Este proceso cruzado además por una imposición a la cosmovisión, de elementos simbólicos que han debido ser :
- integrados a la cosmovisión original.
- no aceptados , con la consecuencia que ello trae.
- asumidos a cabalidad con el consiguiente proceso de aculturación.
El asumir el peso de lo que este análisis significa, nos ha llevado a una reflexión mucho más allá tal vez de lo que esperábamos, pero no ha sido la única consecuencia, aquí hemos dejado nuestro sentir y nuestro soñar, todo junto y mezclado, tanto que ya no sabemos a ciencia cierta como explicar las ultimas conclusiones que quedan por contar. Lo cierto es que descubrimos que por más que intentamos dar una estructura y un orden, no pudimos hacerlo pues es nuestra cultura la que escinde, corta, mutila, divide, y estructura las cosas. Los pueblos originarios no lo hacen, es así que para explicar su historia, no nos es posible alejarnos de su cosmovisión, lo que conjuntamente le da un sentido a la realidad actual. Por otra parte el asumirlo nos lleva al cuestionamiento de cuanto nos influye diariamente esta realidad subyacente, cuanto hacemos por reconocerla, por entender que tal vez las respuestas que buscamos para esta vida en esta sociedad enajenante, es el mensaje que solo ellos nos pueden entregar, entender que en la medida que negamos su existencia y su particular realidad, nos negamos a nosotros mismos, y entender que mientras nos sigamos sintiendo extranjeros en esta tierra que en realidad nos vio nacer, seguiremos teniendo el sentimiento que para por fin respirar tranquilos debemos aniquilar la presencia ancestral, que nos recuerda parte de lo que somos a cada segundo.
11. Análisis de la ley indígena 19.253
Al realizar una investigación acerca de la situación en la cual se encuentran los pueblos indígenas que habitan actualmente en Chile, y destacamos "actualmente" dado que muchos habitaron esta tierra milenariamente y un parpadear de la historia fueron aniquilados, es necesario atisbar, cuál es el compromiso que el gobierno guarda para con ellos. Es en definitiva, que bajo este sistema de regulación estatal los modos en que la convivencia entre los miembros de la sociedad se organizan, están dictaminados en leyes. Los pueblos indígenas están, a su vez contemplados en este modo de regulación y es necesario asumir una postura crítica ante tales imperativos legislativos para impedir que se repitan nuevos abusos contra ellos. Es necesario un exámen de estas leyes para saber si contemplan la realidad multiétnica que compone nuestra naturaleza como una nación pluralista.
De acuerdo a nuestra revisión existen algunas objeciones en ciertos puntos planteados.
El primer alcance es hacia el artículo que menciona el requisito de nacionalidad "Chilena" para el reconocimiento de etnia indígena (art. nº 2), pensamos que otorgar un criterio de nacionalidad pudiera transgredir en algunos casos la conformación histórica de los pueblos, donde los actuales límites del territorio nacional, eran inexistentes y por lo tanto sin significancia para su organización, por lo mismo debiera existir un esfuerzo integral de los diversos países, para estructurar en primer lugar la ley que regula en coacción con cada pueblo indígena, y por otro lado el estado debiera en su calificación intentar otra delimitación, puesto que nacionalidad es un criterio de identidad que resulta antojadizo para señalar a los indígenas. Según el artículo 4º la división de los bienes (tierras) es igualitaria entre marido y mujer ; pensamos que los derechos sobre la tierra deben ser acordados según los patrones jurídico-culturales de cada etnia en particular, dado que estos se adscriben a la cosmovisión y a toda la forma holística de ver a la comunidad, por lo tanto no se puede interferir en esta organización, ya que sería intervenir toda una forma de ver y conceptualizar su cultura. Artículo 7º que reconoce el derecho de los indígenas a desarrollar sus manifestaciones culturales, siempre y cuando no se transgredas la moral y las buenas costumbres ; nosotros consideramos que este artículo está planteado en términos ambiguos, dado que criterios valóricos como los referidos (moral y buenas costumbres)m pudieran tener un carácter arbitrario. Artículo 12º que dice relación con la definición de los territorios indígenas ; creemos que este artículo debiera especificar como parte del territorio indígena sus terrenos sacros. Artículo 28º que se refiere a la cultura y educación indígena, en este se establecen una serie de regulaciones tendientes a incorporar una valoración cultural interétnica que en el plano real no se llevan a cabo. Artículo 39ºf sobre la adecuada explotación de las tierras indígenas ; pensamos que la adecuada explotación de las tierras contiene matices diferenciados entre las diferentes culturas, por lo cual este criterio se torna oscuro y podría desembocarse fácilmente en un recurso político-económico en pos de los intereses de terceros (principalmente el estado).
- Grebe Vicuña, María Ester (1998) "Culturas Indigenas de Chile, un estudio preliminar". Primera edición, editorial Pehuén ; Santiago, Chile ; 112 Pags.
- Hidalgo, José (1996) "Culturas de Chile Etnografía." Editorial Andres Bello, Santiago.
- URL : http//www.soc.uu.se/mapuche
- http://www.geocities.com/Athens/Atrium/9449/s17doc0.ht
- http://rehue.csociales.uchile.cl/publicaciones/moebio/04/index.htm
- Aylwin Oyarzún, José (1995) "Comunidades Indígenas de los Canales Australes: Antecedentes Históricos y Situación Actual" CONADI, Santiago
Autor:
Soledad Arriagada y Boris Isla
Elaborado para la asignatura "psicología y relaciones interetnicas" durante el año 2000 Ambos somos estudiantes de 5º año de psicología en la Universidad de la Frontera.
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