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Historia económica de la argentina durante 1830 ? 1860

Enviado por gonstar


    1. Contenido3. La Ideología Económica De Rosas4. La Política De La Tierra5. Agricultura6. La Ganadería7. El Gaucho Y El Peón De Campo8. Producción Interna9. El Comercio Exterior10. Consecuencias de la campaña del desierto11. Consecuencias económicas del bloqueo anglo-francés12. Situación económica durante el periodo de urquiza13. Conclusión14. Bibliografía Empleada

    1. Contenido

    Todo lo relacionado con la historia económica de la Rep. Argentina durante 1830-1860. Rosas y su ideología económica. La Ley de Aduana. Librecambio y proteccionismo. La casa de la Moneda. La política de la tierra. La agricultura. La ganadería. Los saladeros. El gaucho y el peón de campo. Producción interna. Rutas comerciales. Los ferrocarriles. El comercio exterior. Consecuencias de la "Campaña del desierto". Consecuencias económicas del bloqueo anglo-francés. Situación económica durante el gobierno de Urquiza. La Constitución: fomento de la inmigración.

    2. Introducción

    Los gobiernos unitarios habían fracasado en la reconstrucción económica y la organización del país. La lucha entre unitarios y federales caracterizó el panorama nacional por dos décadas. Para muchos historiadores el enfrentamiento significó una lucha de intereses de las provincias y los de la capital-puerto. Un poderoso estanciero llamado Juan Manuel de Rosas aparecería para defender los intereses del federalismo porteño. Gobernador de Buenos Aires en dos oportunidades, de 1829 a 1832 y entre 1835 a 1852, caracterizó su acción con una prolongada dictadura y exitosos intentos de postergar la organización nacional. Durante el transcurso de este gobierno se produzco una revolución de la ganadería y del comercio exterior.

    Incitado por expansión ganadera, Rosas inició una campaña con el fin de conquistar las tierras patagónicas. Emprendió, así, la "campaña del desierto", que desató una crucial guerra provocando una elevada reducción de pueblos indígenas.

    La nación debió soportar varias arremetidas de las potencias extranjeras: Gran Bretaña ocupando en 1835 las Islas Malvinas y, prontamente dos bloqueos navales provocados entre los años 1838 y 1840, el primero, y desde 1845 a 1850 el segundo, siendo Francia el protagonista de ambos, con la anexión de Gran Bretaña en el último.

    El año 1852 sirve de indicador para separar dos periodos bien distintos: la época de Rosas y la organización nacional. En aquel año, Urquiza, que había derrocado a Rosas en la batalla de Caseros, se impone en Buenos Aires. El 1º de mayo 1853, en Santa Fe, quedó sancionada la Constitución Nacional, estructurando al estado bajo la forma de gobierno republicana, representativa y federal. Buenos Aires había quedado excluido de la Confederación. En 1860, Derqui asume la presidencia. Más tarde se produciría la batalla de Pavón que podría fin a la Confederación y sería el comienzo de la preponderancia porteña.

    3. La Ideología Económica De Rosas

    La política económica de Rosas se basó fundamentalmente, por un lado en la expansión ganadera de Buenos Aires, evitando aumentar los impuestos; y por otro, en el mercado exterior.

    Asentó su esfuerzo en disminuir el déficit presupuestario y estabilizar el valor del papel moneda.

    Durante su segundo gobierno, apuntó a la economía en los gastos y a la administración de las rentas. Reforzando su postura, mantuvo la exclusividad del puerto de la ciudad, el control sobre la navegación de los ríos y el manejo exclusivo de la aduana.

    Con el cierre de la Universidad y la supresión de los fondos para asilos y hospitales, logró mantener un acrecentado presupuesto policial.

    Consiguió reducir la deuda interna desde 1840 a 1850, de 36.000.000 de pesos a algo menos de 14.000.000, gracias a la rebaja impositiva.

    Librecambio y proteccionismo.

    Los problemas financieros que hubo en el gobierno de Rosas no fueron los únicos ni los principales. El problema mayor fue la oposición entre librecambistas y proteccionistas. La polémica no afectaba a los porteños, pues unitarios y federales eran, partidarios del librecambio, aunque diferían en la forma de aplicarlo. Solo grupos numéricamente pequeños como artesanos, agricultores y pequeños comerciantes, sentían atracción por el proteccionismo.

    Las otras provincias querían proteger su producción frente a la competencia extranjera y deseaban un aumento de los impuestos aduaneros.

    La Ley de Aduana de 1835.

    A comienzos de su segundo gobierno, Rosas impulsó la sanción de una nueva ley de aduanas que elevaba los aranceles que pagaban los productos llegados del exterior y prohibía la introducción de otros que se producían en el país.

    Se aumentaba el 35% a muebles, espejos, coches, vino y aguardientes, guitarras, valijas de cuero, baúles, látigos, frazadas y mantas, etc.; el 50% cervezas, fideos, sillas de montar, sillas de estrado, etc..; se prohibía la entrada de manufacturas de hierro bronce y latón, ponchos, peines, cinchas, lazos, bozales, cojinillos, rebenques y demás arreos para el caballo. Las harinas y el trigo no podían importarse mientras las locales no alcanzasen el precio de 50 pesos la fanega.

    La introducción de productos por vía terrestre era libre, con excepción del tabaco y yerba de Paraguay, Misiones y Corrientes.

    La ley tuvo un buen recibimiento en el interior del país, fortaleciendo la imagen política de Rosas; permitió la reactivación de la agricultura, la industria del cuero, la vitivinícola, la textil, la de los metales y de la madera. Dejó de aplicarse en 1838 como consecuencia del bloqueo; ante las necesidades de la Tesorería, el gobierno de Buenos Aires tomó medidas que significaron una vuelta al librecambio.

    La Casa de la Moneda.

    Fue creada en 1836 en reemplazo del Banco Nacional: presentaba las características de un banco de Estado administrativo por una junta, bajo el control del gobierno. Tenia a su cargo las emisiones, recibía depósitos en dinero, descontaba letras y pagarés, y recibía depósitos judicial

    4. La Política De La Tierra

    Durante la gobernación de Rivadavia se dictó la ley de enfiteusis, que establecía la entrega de tierras por parte del estado, por un plazo de veinte años y que eran destinadas a la producción, a cambio de recibir un canon o renta anual que se ajustaba cada diez años.

    Pero Rosas se dedicó a liquidar este sistema, ya que su política estuvo apuntada a poder disponer de gran cantidad de tierras públicas enajenables, con la finalidad de poblar la pampa y obtener un recurso fiscal. En 1836 se aprobó una ley que constituía la venta de tierras dadas en enfiteusis, de esta forma los enfiteutas pasaron a ser propietarios de grandes extensiones de tierra recibidas durante el gobierno de Rivadavia. También les fueron otorgadas tierras a militares como recompensa de los servicios prestados.

    La tierra se subdividió conforme a tres modalidades: por loteo, por ventas parciales de grandes estancias y por sucesión o transmisión hereditaria; esta última resultó la más generalizada de todas. Los tipos de parcelamientos reflejaron las características geográficas e históricas de las tierras.

    Cinco años mas tarde de la caída de Rosas, en 1857, una nueva ley suprime definitivamente el sistema enfitéutico imponiendo el rescate de sus concesiones a los beneficiarios que subsistieran, y otorgándoles en arrendamiento gratuito las tierras localizadas más allá de la línea de la frontera.

    Como conclusión de la política de la tierra se puede mencionar la expresada por Patricio H. Randle que indica que "el tema de la tierra, aislado de su contexto integral, nunca ha servido para hacer progresar verdaderamente el campo"

    5. Agricultura

    El sector pampeano monopolizaba los cultivos cerealeros, con excepción del arroz, el lino y el girasol. El Noroeste se identificaba por los frutales, el nogal, el olivo, el maíz y la incipiente caña de azúcar. En la región nordeste, con mayor precisión en Corrientes, se especializaban por el tabaco y la mandioca, mientras se percibía la ausencia del arroz por la falta de mano de obra, los citrus prosperaron notablemente. Cuyo manifestaba predilección por la vid y otros frutales.

    En realidad, el desarrollo agrícola tenía varias dificultades que eran provocadas por la falta de mano de obra y su alto costo, conjuntamente los métodos primitivos originaban un rendimiento bajo y la falta de capital negaba la compra de maquinarias y herramientas fundamentales.

    6. La Ganadería

    La economía porteña dejó de tener prioridad por la actividad comercial y empezó a considerar mayor interés por la ganadería, que tuvo un desarrollo progresivo.

    El ganado vacuno.

    Si bien se continuó la ganadería extensiva, tuvieron lugar las primeras experiencias para perfeccionar el ganado vacuno. El mestizaje se inició por John Miller con el primer toro Shorthorn, operación que se repitió en 1841 con la introducción de 2.000 cabezas de ganado de raza. De todas maneras las características de los animales criollos se adaptaban mejor al proceso de la salazón: cuero grueso y carne magra.

    Se establecieron algunas mejoras en el sistema de aguadas artificiales y en 1845 se realizó la introducción del alambre por parte de don Ricardo Newton con la finalidad de cercar el ganado, pero su difusión no fue inmediata.

    El ganado ovino.

    Con respecto al ganado ovino se puede decir que la primera producción de merinos conocida se produjo en 1814 cuando Thomas Lloyd Halsey importa desde España 35 cabezas del citado ganado. Más tarde Rivadavia realiza dos importantes importaciones, la primera en 1824 trayendo 100 merinos y dos años después incluyendo otras 70 unidades.

    La cría del merino cobró especial significado pues representó el paso hacia una ganadería más evolucionada. Lentamente el ganado merino se fue difundiendo y mejorando el vellón. Finalizando el gobierno rosista, esta explotación comenzó a tornarse lucrativa por el requerimiento creciente de los países industrializados.

    El ganado equino.

    Durante la época de Rosas, adquiere valor las yeguadas porque constituyen la base de las dádivas que servían de "colchón" contra el malón. Los caballos eran originarios de España aunque poseían algo de sangre árabe, los más se habían hecho cimarrones. La recuperación de estos caballos, su amansamiento y su cruza, dió lugar a lo que se llamó raza criolla, animal que se naturalizo en la pampa donde se adecuó a las tareas del campo. Cabe aclarar que en aquellos tiempos hubo una reducción en el número de cabezas de este ganado debido a las guerras, matanza por cueros y sequías. Rosas preocupado por esta situación como medida de protección de éste prohibió su sacrificio

    Los saladeros.

    Derivados de la ganadería, los saladeros mediante la salazón de carnes lograron una explotación integral del vacuno. Estos se dedicaban a la producción del tasajo, que era carne salada para su conservación. Este producto era destinado a la alimentación de esclavos o de ejércitos en marcha. Además, extraían el sebo y la grasa que eran utilizados para la fabricación de velas, jabones y lubricantes para cueros. Estos productos se comerciaban internamente y se exportaban.

    Rosas y sus socios capitalistas establecieron un importante saladero en 1815 en el partido de Quilmes, llamado "Rosas, Terrero y Cía.". Tiempo después, y considerando la significativa ganancia que éste originaba, decidieron instalar otros en sus proximidades. En 1835, pese a su gran repunte, Rosas decide liquidar la empresa y retirarse del negocio saladeril.

    7. El Gaucho Y El Peón De Campo

    El gaucho era un hombre de campo, que vivía en una choza o rancho; un individuo libre, que subsistía casi sin trabajar y las pocas faenas que realizaba las hacía a caballo. Estas tareas eran vinculadas el ganado en general. Las escasas circunstancias que trabajaba a pie eran para matar animales, poner cueros a secar o reparar los arreos de su caballo.

    La causa de su parco labor está bien explicada por William Mac Cann cuando dice que "el paisano rehuye de todo trabajo cuyo éxito dependa del transcurso del tiempo; no sabe valorar éste y no lo cuenta por horas ni por minutos sino por días; es hombre moroso y su vida transcurre en un eterno mañana; tiene hábitos migratorios y por dondequiera que se encamine, sabe que encontrará de qué alimentarse, debido a la hospitalidad de las gentes".

    Pero progresivamente la vida del gaucho fue cambiando, muchos se convirtieron en peón de estancia y otros pasaron a ser soldados de la Guardia Nacional. Cabe aclarar que no se trataría de una extinción de este tipo de personaje, sino una disminución.

    Aclarado el origen del peón de estancia, es necesario describir su desempeño, y bien lo explica Pérez Amuchástegui cuando dice que "el modo de vivir de los últimos (refiriéndose a los gauchos) no se cambió esencialmente por esta nueva ocupación, pues el cotidiano rodeo de las manadas que pastoreaban en el campo libre, la búsqueda de animales extraviados, el cercar y desollar el ganado y la doma de los caballos, conservó en su entereza el carácter que había tenido en el ejercicio de la caza. Con los indios siguieron peleando, pero ahora no por su propia cuenta, sino en defensa de las manadas de los estancieros o en el servicio del gobierno".

    8. Producción Interna

    La producción interna se puede clasificar por regiones:

    Patagonia: No hubo un desarrollo productivo, pues era una zona de conflictos y no estaba ocupada por estancieros sino por salvajes. Durante el gobierno rosista se desarrollaron campañas con el fin de conquistar esas tierras, tema que será desarrollado más adelante.

    Centro: La actividad agrícola desarrollada en la región estuvo sujetada al consumo del ajustado mercado regional. La ganadería gozó de cierta prosperidad debido a que Córdoba fue lugar de producción de hacienda de carga para el Alto Perú, siendo la estancia el tipo de organización para esta actividad. La actividad artesanal estaba destinada a satisfacción del consumo local.

    Litoral: Gracias a una recuperación económica en la mitad de la década del 40, se hizo evidente un crecimiento de la actividad ganadera, además, evadían el control del puerto de Buenos Aires y comercializaban con el exterior a través del río Uruguay. La recuperación de los territorios ubicados sobre el Paraná fue más lenta, ya que Buenos Aires ejercía un control sobre el comercio y la navegación de ese río.

    Cuyo: La industria vitivinícola estaba arruinada por la competencia de los vinos europeos que entraban por Buenos Aires. La minería se desarrolló sobre la base de la plata y el cobre. De todas maneras Mendoza y San Juan lograron activar sus economías en relación con el mercado chileno, colocando ganado vacuno, ovino, caballos, mulas y burros, cueros, jabón, sebo, monturas, riendas, tejidos, plumas y frutas secas.

    Noroeste: Entre sus actividades agropecuarias más importantes se puede mencionar el cultivo del trigo, caña de azúcar y algodón, paralelamente a estas faenas se desarrollaron las artesanías (paños de algodón y lana, carretas, muebles) y la transformación de productos de la ganadería (sebo y cuero).

    Noreste: Se dedicaron a la producción de yerba-mate como objeto principal y explotaron otros productos, pero de todas maneras no llegaron a un alto desarrollo económico, aunque las misiones jesuitas pudieron lograr activar su economía con una ideología comunista.

    El comercio y las sus rutas.

    La falta de seguridad en las rutas era un factor importante que determinó el estancamiento del comercio interno. Otros factores determinantes de este conflicto fueron las trabas aduaneras y los derechos de tránsito de cada provincia.

    Buenos Aires era el principal mercado por el aumento de la población, pero estaba abastecido por los productos extranjeros que entraban a cambio de sus exportaciones. Los productores del interior vieron disminuir sus posibilidades por esta realidad y, buscaron otros mercados en Bolivia y Chile. No obstante, los ingleses organizaron una red comercial que fundamentada en la consignación a comerciantes locales, realizaba una distribución de productos de importación.

    Los ferrocarriles.

    A partir de la segunda mitad del siglo XIX, los ferrocarriles constituyeron la base del proceso de formación nacional. La red ferroviaria vinculó a todas las zonas de interior con Buenos Aires y los puertos del Litoral. Además, provocó la desarticulación definitiva de las viejas economías cerradas y autosuficientes. Pero al mismo tiempo, abrió posibilidades de desarrollo que, si no llegaron a compensar la pérdida de importancia relativa del interior, provocaron el surgimiento de actividades expansivas y destinadas a satisfacción de la demanda interna que ahora era, auténticamente, la demanda nacional.

    9. El Comercio Exterior

    Se mantuvo la exclusividad del puerto de Buenos Aires y fue esencialmente librecambista, con excepción del período 1836-1838 en que se aplicó la ley de aduana proteccionista.

    Las exportaciones de cueros, sebo y tasajo, pieles y plumas, a las que se agregaron las lanas, se dirigían a Francia, Países Bajos, Gran Bretaña, Estados Unidos y Brasil. Un estudioso de la época dijo: "Empezó a notarse que en cada partido del norte de la provincia de Buenos Aires había cinco o seis estancieros dedicados exclusivamente a la cría de ovejas, que eran propietarios de fortunas considerables adquiridas al cabo de unos pocos años de trabajo. Eran los extranjeros. El ejemplo de rápidas y fáciles fortunas magnetizó a Buenos Aires". Las primeras explotaciones las iniciaron vascos e irlandeses en el centro y sur de Buenos Aires y, desde allí, se extendieron a otras zonas de la provincia y a Santa Fe.

    Gracias a la exportación de lana, los ingresos de Buenos Aires duplicaban en 1855 a los del resto de la Confederación.

    La mayoría de las importaciones correspondía objetos de la industria inglesa y a productos de lujo de Francia.

    Si bien la estructura del comercio no cambió, el volumen tuvo un crecimiento considerable; partiendo de una balanza comercial desfavorable al comienzo del período, se llegó a un equilibrio en los últimos años del gobierno de Rosas.

    10. Consecuencias de la campaña del desierto

    En marzo de 1833 las tres columnas se pusieron en marcha, la columna izquierda comandada por el Brigadier general Juan Manuel de Rosas, la columna centro comandada por el general José Ruiz Huidobro y la columna derecha comandada por el Brigadier José Félix Aldao.

    La división de Rosas fue la única que obtuvo el objetivo. La campaña finalizó a principios de 1834 por orden del gobierno de Buenos Aires.

    Las consecuencias políticas: Se afianzó la soberanía nacional en un extenso territorio, aumentó el prestigio político de Rosas y decayó el ascendiente de sus adversarios.

    Las consecuencias militares: Se firmaron pactos con algunas tribus, se detuvieron los malones por espacio de 20 años, se extendió la frontera, se rescataron 2000 cautivos y se causaron 6000 bajas a los indios.

    Las consecuencias económicas: Se ganaron cerca de 3000 leguas cuadradas de tierra y se recogieron múltiples informaciones científicas.

    11. Consecuencias económicas del bloqueo anglo-francés

    Durante el gobierno de Rosas se sufrieron dos bloqueos. El primero de ellos ocurrió en 1838 únicamente por Francia, obstruyendo el puerto de Buenos Aires y todo el Litoral. Esta arremetida francesa se levanto en 1840, pero durante este periodo disminuyó cuantiosamente la recaudación de los derechos aduaneros.

    En 1845 se desencadenó un nuevo bloqueo, pero esta vez fueron dos potencias las protagonistas, una de ellas fue Francia, que volvía a repetir este comportamiento, y la otra Gran Bretaña. En 1840 se logró levantar esta prolongada paralización.

    Para hacer frente al déficit económico que trajo el bloqueo, Rosas, impuso severas economías: se negó a reajustar los sueldos y eliminó el presupuesto de educación y sanidad.

    Para solucionar la diferencia entre recursos y gastos Rosas recurrió a la emisión monetaria sin respaldo, especialmente en tiempos de guerra; durante su segundo gobierno llegó a emitir $109.980.855. Su poder político y su poder administrativo le permitieron mantener la vigencia de la moneda.

    12. Situación económica durante el periodo de urquiza

    Urquiza, después de la batalla de Caseros (febrero de 1852) donde venció a Rosas, mantuvo su decisión de no delegar su poder antes de una Constitución. Con el propósito de dar cumplimiento a lo establecido en el Pacto Federal de 1831 (fue un primer paso hacia la organización constitucional del país), y por invitación de Urquiza, los gobernadores de todas las provincias se reunieron en San Nicolás el 31 de mayo de 1852.

    El Congreso Constituyente reunido en Santa Fe sesionó sin la presencia de los representantes de Buenos aires y el 1º de mayo de 1853 sancionó una Constitución Nacional. Esta establecía la forma representativa, republicana y federal de gobierno, además de la federalización de la ciudad de Buenos Aires y la nacionalización de la aduana y sus ingresos.

    Pero la Confederación no tuvo la fuerza necesaria para imponer estas decisiones a Buenos Aires. En julio de 1853, la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires aceptaron la separación de hecho y comenzaron por separado la tarea de la organización institucional.

    Durante este período se propició una amplia política inmigratoria, facilitando la instalación de colonias agrícolas integradas por colectividades europeas. Además, se iniciaron los estudios para el trazado de líneas férreas desde Rosario a Córdoba y a Mendoza. Conjuntamente, se favoreció la exploración de los ríos interiores.

    La secesión de Buenos Aires privaba a la Confederación de recursos aduaneros ya que el puerto porteño los absorbía casi por completo. La insuficiencia de recursos produjo una verdadera crisis rentística que derivó hacia presupuestos deficitarios.

    El Congreso aprobó una ley de derechos diferenciales que establecía que las mercancías introducidas directamente a los puertos de la Confederación pagarían una tasa común, mientras que las que procedían de esa plaza se gravarían con el doble o el 30% de la tasa ordinaria, destinándose para ese efecto el puerto de Buenos Aires.

    La ley buscaba disputarle el monopolio del comercio ultramarino pero sus efectos no se hicieron sentir porque los buques extranjeros siguieron prefiriendo el puerto porteño.

    La constitución: fomento de la inmigración

    En el Preámbulo de la Constitución Argentina se menciona un fin acerca de la inmigración "Asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros […] y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino". Esto significa que el país debía poblar su territorio a través de una política inmigratoria.

    En 1856, menos del 10% de la población de Buenos Aires eran inmigrantes. La mayoría de los inmigrantes provenían de Europa, estos aportaban una mayor experiencia de trabajo y conocimientos técnicos.

    Las tierras fiscales fueron ofrecidas a individuos o compañías que las quisieran subdividir y organizar en colonias. Para esto se necesitaba una cierta capacidad empresaria, porque no se trataba solo de llegar e instalarse en las tierras que se pudieran conceder.

    La confederación, para poder competir con Buenos Aires, estaba obligada a conceder mejores condiciones a los posibles inmigrantes. Fue así como una gran cantidad de colonias se arraigaron en Santa Fe, sur de Córdoba, y Entre Ríos, con buen apoyo oficial.

    Dijo una profesora de Historia Argentina de la Universidad de Rosario: "La provincia de Santa Fe se convirtió en el escenario de una experiencia renovadora […]. La política de colonización fue el estimulo para que miles y miles de inmigrantes se acercaran a estas tierras…"

    13. Conclusión

    La Argentina presentaba algunas particularidades; por un lado era muy extensa y por otro la variedad de climas y topografía. Estas características favorecieron el desarrollo de economías por regiones.

    Las grandes distancias y los diversos puntos del país hicieron que la forma más directa para el comercio exterior fuese el puerto de la Ciudad de Buenos Aires; favoreciendo el desarrollo de la ganadería.

    Esta estructura dio como resultado el triunfo del proyecto unitario con Rivadavia como uno de sus máximos exponentes.

    Por otra parte, esto dio origen a la unión de las provincias del interior del país, buscando un proyecto económico más equitativo donde participaran todas las regiones sin que prevalezca una en especial.

    Aparece Rosas para dar surgimiento a este proyecto; una vez en el gobierno demuestra claramente sus ideas, las de los hacendados de la provincia de Buenos Aires; todo debía pasar por el puerto, de ahí el cierre de los ríos interiores.

    La centralización del poder en Buenos Aires provoco el estancamiento de las economías regionales. El Litoral logró una mejor inserción en el exterior, que luego se consolidó con el modelo agro exportador.

    Con la llegada de Urquiza al poder finaliza el gobierno tirano de Rosas, se forma una constitución y se separa Buenos Aires de las otras provincias.

    14. Bibliografía Empleada

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    • Gaignard, Romain. La pampa argentina. Editorial Solar. 1º edición. Buenos Aires 1989. 522 páginas.
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    • Randle, Patricio H. Geografía histórica argentina. Editorial SENOC. 1º edición. Buenos Aires 1987. 250 páginas.

    Rins, Cristina y Wintes, María Felisa. La Argentina – Una historia para pensar -. Editorial Kapelusz. 1º edición. Buenos Aires 1998. 482 páginas.

    Trabajo enviado y realizado por: González, Juan Manuel

    Tamura, Diego